Notas en torno a la tesis de Kant sobre la democracia

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Martínez Pujalte - Notas en torno a la tesis de Kant sobre la democracia

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  • 602 Flix J. Martnez Llorente

    dem arcacin, y a fin de proceder a derrjbar todas aquellas fortalezas construdas sin la expresa auto ri zacin del monarca, sern designados como de todo punto compe~ lentes tanto los Adelantados como los Merinos, a la sazn mximos representantes del soberano en la misma. Por el contrario en la tierra extremadurana y del Reino de Toledo, conformada por unos fuertes y a utnomos concejos de amplias y exclusivas competencias jurisdiccionales en los territorios encomendados de antiguo a su admi nistracin, dichas debelaciones debern ser efectuadas por los aportellados de los lugares en cuyas tierras se encontrasen las mencionadas construcciones, o, en su defecto, por los co ncejos villanos. 39

    Ya no s610 la no competencia de Merinos o Adelantados castellanos, leoneses o andaluces sino, inclusive, la no existencia de estos oficiales en la propia tierra extremea creemos que queda suficientemente demostrada con los ejemplos enunciados hasta el momento.

    La expresiva respuesta [17) del mismo cuaderno burgals viene a corroborar en buena medida lo afirmado al establecerse por parte del rey que el Adelantado y los Merinos tanto de Castilla como de Len deberan abstenerse de entrar a merinar en otra demarcacin diferente a la suya, incluidas las Extremaduras, que nos aparecen as sin oficial de la mencionada categora competente en la misma . Ciertos abusos anteriores en el tiempo habran dado lugar a esta contundente respuesta. 40

    39 Ofrossi tengo por bien e mando que aquellas/ortalezas que/aliaren que son/echas en suelo ogeno o en castellares viejos del regalengo o en suelo del regalengo o del abadengo que fizieron ssin mio mandado o de oquefloscuyo es el suelo, que gelo derriben luego los adelon/ados e los merinos. El en el regno de Toledo e en las Ex/remaduras que las derriben los apor/ellados de los lagares. Et si mes/er ouieren ayuda Que les ay uden los con~e;os... (lbidem, peL 8. p . 325) .

    40 Olrossi lengo por bien e mando que el adelanrado e los merinOS de Cas/ieJla que non entren o merinar en tierra de Len nin en las ESlremaduras nin demanden y omiz.illo nin caloa ninguno. Olrossl al ade/anfado e los merinos de fierro de Len que non entren en Castiella a merinar nin demanden y omizillo nin caloila ninguna (Ibdem, p. 326). Bien significativo tambin del diferente rgimen de alzadas exiSlenle enlre el reino de Cast ill a y el resto de las demarcaciones lerritoriales del reino , cn el cuaJlos Adelanlados juegan un importa nte papel a diferencia de la Exuemadura, p. ej., ser la disposicin [20] del ordenamiento zamorano de 1274 (Corfes I. 20, p. 90).

    NOTAS EN TORNO A LAS TES1S DE KANT

    SOBRE LA DEMOCRAC1A

    Antonio Luis Martnez-Puja/te Lpez Universitat de Valncia

    SUMARIO: L Planteamien to de la cuest i6n.- 2. El modelo poLljcO de Kanl : Crtica a la democracia y alternaliva propueSla.- 3. La discusin acerca de la democracia en la actualidad.

    1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTrON

    El objetivo que nos proponemos en estas pginas es analizar brevemente el pensamiento de Immanuel Kant acerca del modelo ms adecuado de organizacin poltica; cuestin que no carece del todo de inters, pues, si bien la filosofa poltica de Kant lJa sido objeto de innumerables comentarios y exposiciones, se echa en falla en tales trabajos una referencia con cierta profundidad al sistema poltico co nCreto que seria propugnado por el filsofo de K6nigsberg. Pero, adems, nos parece que las tesis de Kant sobre la democracia - los problemas que plantea y las soluciones que ofrece, algunas de las cuales presentan ciertamente notables limitaciones- tienen una indudable conexin con la discusin actual acerca de la fundamentacin y las caractersticas de la democracia y. por ello , su anlisis no tiene el carcter de simple comentario a una reliquia histrica. As pues, pretendemos tambin poner de relieve tal conexin, con la idea de que el pensa miento del filsofo alemn -lanto en sus aspectos uegat ivos como en los positivos- pueda arrojar cierta luz sobre la discu,in iusfilosfica del momento presente. En todo caso , queremos dejar claro que este anculo tiene simplememe el carcter de notas, pues la tarea que acabamos de apUntar exigiria - si quisiese llevarse a cabo con toda la profundidad deseablemucho ms que unas cuantas pginas. Por lo tanto, no presentamos aqu un anlisis terminado: ms bien, queremos abrir caminos de trabajo.

    Nos ocuparemos en primer lugar de exponer el modelo de organizacin poltica Sugerido por Kant, para presentar a continuacin sus relaciones con la discusin acerca de la democracia en la actualidad .

  • 605 604 Anlonio Luis Marlinez-Pujalte Lpez

    2. EL MO DELO POLITICO DE KANT: CRIT ICA A LA DEMOCRACIA Y ALTERNATIVA P ROPUESTA

    Kant expone sus tesis acerca del sistema poltico principalmente en Sobre la paz perpetua, concretamente dentro del primer articulo definitivo de la paz perpetua, cuyo enunciado es: "La constitucin poltica debe ser en LOdo momento republica na. " Al analizar el significado de este artcul o, Kant explica qu entiende por repblica, y de paso define tambin la democracia precisamente para poner de rel ieve que democracia Y repblica son dos sistemas distintos.

    Para ello, parte de una diferenciac in entre dos clasificaciones dist int as de las formas de gobierno. Pero veamos el texto de Kant:

    "Las formas de un Estado -civifas- pueden dividirse, o bien por la dife rencia de las personas que lienen el poder soberano, o bien por la manera como el soberauo - sea quien fuere - gobie rna al pueblo. La primera es propiamente forma de la soberana -forma imperii-, y s610 son Ires posibles, a saber: que la soberana la posea (Uno o varios o todos los que constit uyen la sociedad poltica, esto es, autocracia, ariscocracia , democracia. La segunda es la forma del gobierno - forma regiminis- y se refiere al modo como el Estado haee uso de la imegridad de su poder. .. En es te respecto slo caben dos formas: la republ icana) y la desplica. El republicanismo es el principio poltico de la separacin del poder ejecutivo -gobierno- y el poder legislativo; el despotismo es el principio del gobierno del Estado por leyes que el propio gobernante ha dado... De las tres fo rmas posibles del ESlado, es la democracia -en el estricto sentido de la palabra- necesariamente despotismo, porque funda un poder ejecutivo en el que todos deciden sobre uno y hasta a veces contra uno; t.odos, por tanto , deciden, sin ser en realidad lodos , lo cual es una contradiccin de la voluntad general consigo misma y con la libertad." 1

    Poco despus, afirma Kant que "una forma de gobierno que no sea representa tiva no es forma de gobierno, porque el legislador no puede ser al mismo tiempo , en una y la misma persona, ejecutor de su voluntad"; J y seala que en la constitu cin democrtica es imposible la adopcin de una forma de gobierno adecuada al "espri tu " del sistema representativo, porque "todos quieren mandar". 4

    Esto es: Kant mantiene una nocin de democracia como aquel rgimen caracterizado por la identificacin de los poderes ejecutivo y legislativo, y en el que ambos residen en todos los ciudadanos, que adems los ejercen directamente; es decir) no a travs de representantes. Esta no es ms que la nocin rousseauniana de democracia, y, en efecto, la influencia de Rousseau en la teoria poltica de Kant ha sido justa

    1 Cfr . Immanuet Kant, Sobre la pa1.perpefua, trad. de F. Rivera, Madrid, Espasa-Calpe , 4 . ~ ed., 1964, pp . tQ4 107.

    1 Ibid. , p. 105. J lb/d., p . 105.

    Ibt'd., p . 106.

    Notas en tOrno a tas tesis de Kant sobre la democracia

    mente destacada, ent re otros, por Williams. Concretamente, en el Contrato Social !lo Rousseau define la democracia como la forma de gobierno en la que "el poder ejecutivo es entregado al pueblo o a la mayor parte del pueblo." Al respecto subraya Moreau lo siguiente: " Im porta observar ante todo que el gobierno democrtico es para Rousseau aque l en que el poder ejecutivo es ejercid o por la asamb lea del pueblo ... En todo Estado, cualquiera que sea su constitucin. es necesario que la ley haya sido aprobada por el pueblo: la soberania no puede ser ms que democrtica; lo que distingue a la constitucin democrtica es que el poder ejecu tivo, el gobierno, pertenece tambin al pueblo." 'Que el poder legislativo debe ser ejercido de forma directa lo afirma claramente otro texto del Controlo Social:

    "Los diputados del pueblo no son, pues, ni pueden ser sus representantes, no son ms que sus mandatarios; no pueden concluir nada definitivamente. Toda ley no ratificada por el pueblo en persona es nula; no es una ley." 8

    Y el poder ejecutivo tambin debe ser ejercido direc tamente, pues "el que hace la ley sabe mejor que nadie cmo debe ser interpretada. Parece, pues, que no podra haber constitucin mejor que aqulla en que el poder ejecutivo va unido al legislativo". 9

    Con todo, y au nque segn Rousseau los dos poderes deben estar unidos, conviene no pasar por alto que para este autor existe una diferencia importa nte entre el ejerci cio del poder ejecutivo y del poder legislativo por la asamblea del pueblo: en este ltimo caso el pueblo no yerra, pues la soberana -que consiste en la elaboracin de las leyes, iguaJes para todos- es infalible; sin embargo, al adoptar decisiones ejecutivas concretas -que afectan a personas singulares, y no igualmente a lodosel pueblo puede equivocarse. Como explica de nuevo Moreau, "en esta funcin de gobierno, la asamblea del pueblo no puede pretender la infalibilidad, que pertenece a los ciudadanos deliberantes en cuerpo acerca del inters comn, y que se imponen no tomar ms decisiones que las que son iguales para todos". 10

    As pues, lo que Kant critica es la democracia entendida de acuerdo con la concepcin rousseauniana, no otra democracia. Critica la democracia directa y la ausencia de lmites a la voluntad mayoritaria. Frente a ello, propone como alternativa un Sistema que tendra -segn creemos- las caractersticas que se exponen seguidamente.

    Ante todo, el poder legislativo ha de resid ir en el pueblo. En los textos citados de Sobre la paz perpetua, Kant no precisa eStO explcitamente, pero s se deduce de

    s Howard Williams, Kanl 's poltical philosophy, Oxfard, Basil Blackwell. 1983, p. 172. 6 Jean-Jacques Rausseau, Oeuvrescompleles, ac. de B. Gagnebin y M. Raymond, Paris, GalJirnard,

    ltt , t964, p. 4(]J. Joseph Moreau , Rousseau y la//lndamentacin de fa democracia, Madrid. Espasa-Calpe, 1977, p. 223.

    8 Rousseau, op. ciJ., pp. 429-430. 9 Ib{d" p. 404. 10 Moreau, op. cit., p . 224 .

  • 607 606 Antonio Luis Marlnez-Pujalre Lpez

    lo que afirma. Por un lado, seala - como se reco rdar- que en la repblica estn separados el poder ejecutivo y el legislativo; este ltimo reside uaturalmente en el gobernante, luego se da a entender que el legislativo reside en el pueblo. Por otro lado , unas pginas antes, en la misma obra, ha sealado tambin Kant que' 'en la constitucin republicana no puede por menos de ser necesario el consent.imiento de los ciudadanos para declarar la guerra". JI

    Pero si en la obra anterior slo aparece implcita esta idea, en el libro Sobre el dicho: Esto puede ser correcto en teorra, pero no sirve para la prctica, Kant la subraya expresamente. En efecto, el tercer principio del estado civil es el principio de independencia de cada miembro de la comunidad en cuanto ciudadano, esto es, en tanto que colegislador. Kant explica este principio con las siguientes palabras:

    " Todo derecho depende de leyes. Pero una ley pblica, que determina para todos lo que les debe estar jurdicamente permitido o prohibido, es el acto de una voluntad pblica, de la cual procede todo derecho, y, por tanto, no ha de cometer injusticia contra nadie. Mas, a este respecto, tal voluntad no puede ser sino la voluntad del pueblo entero (ya que todos deciden so bre todos y, por ende. cada un o sobre s mismo), pues slo contra s mismo nadie puede cometer injusticia , mientras que tratndose de otro distinto de uno mismo , la mera voluntad de ste no puede decidir sobre uno mismo nada que pudiera ser justo." II

    La titularidad popular del poder legislativo seria el punto de enlace entre los modelos polticos de Rousseau y Kant. Sin embargo, ya se en contraria la primera diferencia entre ambos en el modo de ejercicio de tal poder: si Rousseau eutenda que las leyes debian ser elaboradas directamente por el pueblo, Kant postula en cambio un sistema representativo, esto es, un sistema en el que el soberano -entendiendo por tal aqul que tiene la facultad de hacer las leyes- es distinto del pueblo pero ostenta su representacin. Est o se manifiesta claramente en el segundo de los prrafos de Sobre la pazperpelua que citamos al principio. 1] Kant explicar a continuacin que la monarqua y la aristocracia no son sistemas representativos de por s -el monarca o los aristcratas no representan necesariamente al pueblo-, pero pueden establecerse en ellos las reformas necesarias para que lleguen a serio, para que quienes elaboren las leyes lo hagan en virtud de un mandato representativo (tal es el c",o, por ejemplo, de la monarqua parlamentaria). En cambio, la democracia nunca puede ser un sistema representativo, pues todos quieren mandar. As pues, en el sis tema poltico sugerido por Kant las leyes no seran elaboradas por la asamblea del pueblo, sino por los represen tautes de ste. Para impedir, sin embargo, que los representantes dejen interferir sus intereses privados en la accin legislativa, Kant establece la cuarta formulacin del imperativo categrico, segn la cual el legislador debe dictar

    11 Kant , op. cit., pp. 103.104. Il Immanuel Kanl, Teorio y prdclico, trad. de M. Perez, R. Rodriguez y J. Palaeios, Madrid, TecnoS,

    )986 , p. 33. 13 E,...is ten adems alusiones a la representa tividad en Ol ros pasajes de esa misma obra: cfr. vg. Sobre

    la pazpelpetua, cit., p. 107.

    ]YO/OS en torno a las tesis de Kant sobre la democracia

    sus leyes "como si stas pudieran haber emanado de la voluntad unida de todo un ueblo"; 14 lo cual concilia adems las exigeucias aparentemente antitticas de con~en!lmiento y representatividad , la exigencia de que todos legislen y la necesidad de que. sistema sea representativo. Por lo dems, sta -la representatividad- es lal razo de la distincin entre soberano Y pueblo que aparece con tanta frecuencia en la obra de Kant : pues slo los representantes del pueblo, y no todo el pueblo, tienen la soberana, esto es, elaboran las leyes.

    En relacin con la representatividad aparecen precisamente las principales inconsistencias del pensamiento poltico kantiano. En efecto, como es bien sabido, el filsofo de Kbnigsberg rest ringe el derecho al voto, y por lo tanto la intervencin ind irecta en el ejercicio del poder legislativo a travs de los representantes, sl o a los ciudadanos: se excluyen la mujer y los no-propietarios. Citemos el famoso texto de Kant en que se contiene semejante planteamiento:

    "Aqul que tiene derecho a voto en esta legislacin se llama ciudadano .. La nica cualidad exigida para eIJo, aparte de la cualidad natural (no ser nio ni mujer) es esta: que uno sea su propio seor (su; iuris) y, por tanto, que tenga alguna propiedad (incluyendo en este concepto toda habilidad, oficio, arte O ciencia) que le mantengo; es decir, que en casos en que haya de ganarse la vida gracias a otros lo haga s610 por venta de lo que es suyo, no por consentir que otros utilicen sus fuerzas." I~

    Finalmente, el sistema poltico sugerido por Kant se cierra con la nota que caracteriza esencialmente a la repblica: la separacin de ejecutivo y legislativo. Si el poder legislativo reside en el pueblo, que lo ejerce a travs de sus representantes, el poder ejecutivo ha de residir en el monarca, que se limitar a ejecutar lo contenido en las disposiciones que emanan de la voluntad general y que han sido elaboradas por el cuerpo legislativo. Kant prefiere incluso la monarqua a la aristocracia, puesto que "cuanto ms escaso sea el personal gobernanle -o nmero de los que mandantanto mejor concordar la constitucin del Estado con la posibilidad del republicanismo". 16 Williams explica esta afirmacin -en conexin con la anterior segn la tu.1 "el despotismo es la voluntad pblica manejada y aplicada por el regente como voluntad privada" 17_ de la siguiente forma: "Donde una pluralidad de personas tuviera el poder ejecutivo, los intereses privados tendran muchas oportunidades de jugar un papel legitimo en la ejecucin de la legislacin ... Sin embargo, con una sola persona (el monarca), Kant piensa que se evitara que los in tereses privados tuvieran parte en la ejecucin de la voluntad del legislador debido a su obviedad. Un pueblo puede dudar de si los intereses privados tienen parte en las acciones de un ejecutivo compuesto de una pluralidad de personas, pero si el ejecutivo es unipersonal, habr

    14 Kanl, Teort"o y prctica, cit. , p. 37. H lbid. , p. 34. 16 Kant, Sobre la pO"l, perpetua, cit., p. 106. 17 lbid. , p. 105.

  • 609 608 Antonio Luis Martf1ez~Pujal(e Lpez

    poca duda de si la ventaja y el lucro personal son el nico mvil de las actuaciones." Lt Este es el sistema poltico que sugiere Kant, y a continuacin nos detendremos

    brevemente en su fundamentacin. Como vamos a ver, la propuesta kantiana se basa en la necesidad de conjugar dos principios aparentemente contradictorios: la exigencia de salvaguardar la libertad prctica y el principio de separacin entre voluntad privada y voluntad pblica.

    Por un lado, la titularidad popular del poder legislativo sera el elemento ms importante del modelo poltico que Kant ofrece, y derivaria directamente de la definicin de libertad jurdica como " facul tad de no obedecer a las leyes exteriores sino en tanto en cuanto he podido darles mi consentimiento", 19 definicin que se completa despus con las siguientes palabras del autor:

    " En lo que a mi libertad se refiere, no tengo ninguna obligacin con respecto a las leyes divinas, cognoscibles por mi razn pura, sino en cuanto que haya podido darles mi consentimiento; pues si concibo la voluntad divina, es s610 por la ley de la libertad de mi propia razn ." l O

    Las palabras citadas en ltimo lugar vienen a poner de relieve la conexin entre lo que Kant llama libertad jurdica y el mbito ms general de la libertad prctica. En efecto , la libertad jurdica no sera ms que la proyeccin en el mbito externo de la libertad prctica, que haba sido definida por Kant en su Critica de la razn practica como capacidad de darse a s mismo las propias leyes. Y si todo el sistema kantiano tiene por objeto la salvaguarda de la libertad prctica, el sistema politico pretendera en concreto la garanta de tal libertad en el mbito externo. Naturalmente, la mej or garanta de que se consienten las leyes externas consiste en que aquellos que tienen que obedecerlas sean quienes las elaboren, esto es, en atribuir al pueblo la titularidad del poder legislativo.

    Pero, al mismo tiempo. es necesari o que en los actos que deben emanar de una voluntad pblica -las leyes pblicas y la ejecucin de esas leyes- no intervenga en modo alguno la voluntad privada. Para lograrlo, Kant propone, por un lado, que las leyes no sean elaboradas directamente por la asamblea del pueblo, sino por los representantes del pueblo; por otro, que la ejecucin de las leyes sea confiada a un rgano unipersonal. Como clusula de cierre del sistema, aparece la cuarta formulacin del imperativo categrico, que, como se seal ms arriba, cumple dos funcio nes : impide que los representantes del pueblo dejen interferir sus intereses privados en la accin legislativa, y concilia las exigencias aparentemente antitticas de ccnscn timiento y representatividad. Esta exigencia de separar la voluntad pblica y la voluntad privada sera a su vez el fundamento de la crtica a la democracia: si son todos los ciudadanos los que elaboran las leyes, y si tambin todos las ejecutan, la intromisin de las voluntades privadas en los actos de poder pblico ser inevitable

    lB Williams, op. cit., p . 176. )9 Kanl, Sobre lo paz perpetua, c ie , p . 102, Il o ta 1. 10 bid.

    Notas en torno a las lesis de Kanl sobre la democracia

    en consecuencia , se producir un gobierno desptico de la mayora sobre la mjnora, ~ que llevar consigo la violacin de la libertad de esta ltima .

    El anlisis que acabamos de hacer del modelo poltico kantiano nos muestra a las claras que se trata de un modelo democrtico. Esto es: Kant critica la democracia porque restringe este concepto al modelo concreto de democracia trazado por Rousseau; peJo, si se prescinde de esa forma limitada de entender la democracia, el filsofo de K6nigsberg es evidentemente un demcrata, y el sistema que propone se identifica en concreto con el sistema constitucional norteamericano: representativo, baSado firmemente en la separacin de poderes, y con un ejecutivo unipersonal. 21 Recordemos que Sobre la paz perpetua se public en 1795, tan slo ocho aos despus de ser promulgada la Constitucin de los Estados Unidos de Amrica.

    Sin embargo, el sistema apuntado por Kant es un sistema democrtico con una fuerte limitacin (por lo dems, tambin presente en el sistema norteamericano en sus orgenes): la negacin de derechos civi les a un sectOr importante de la poblacin. Naturalmente, este aspecto constituye una inconsistencia dentro de la teora polt ica del autOr. Kant establece en efecto, como primer principio de la sociedad civil, el de la libertad de tOdos en cuanto hombres, y, como segundo principio, el de la igualdad de todos en cuanto sbditos, pues tOdos deben obedecer las leyes; sin embargo, la ndependencia queda restringida tan slo a esa pequea parte de la poblacin formada por los ciudadanos, que son los nicos que pueden legislar. Por tanto, a la mayor parte de las personas -que deben obedecer las leyes y, sin embargo, no las elaboran- se les priva de una dimensin importante de la libertad : la libertad jurldica , que Kant defina -recordmoslo de nuevo- como "facultad de no obedecer a las leyes exteriores sino en tanto en cuanto he podido darles mi consentimiento". l~ En consecuencia, el primer principi o de la sociedad civil queda negado: en realidad, no todos son libres. El obstculo es insalvable.

    3. LA DlSCUSION ACERCA DE LA DEMOCRACIA EN LA ACTUALIDAD

    En el mbito de la filosofa juridica y poltica del momento actual viene desarrollndose una importante discusin en torno a la democracia, que entroncara con las tesis kantianas en dos aspectos concretos: el problema de la fundamentacin -que l(ant situaba en la necesidad de garantizar la libertad prctica, base de la democracia por l propuesta- y la cuestin de los lmites del sistema democrtico, esto es, la COntestacin a la pregunta siguiente: es la democracia pura un sistema perfecto por s mismo, O deben exist ir lmites -al menos formales- a la voluntad de la mayora?; es obvio que Kant contestara a esta pregunta en el sentido segundo, y que represen-

    "

    " Esta similitud ha sido vis La por WiUi ams, op, cit . p. 176 .

    Kant , Sobre la PO ? perpetua, cil. , p . J02, nota l .

  • 611 610 Antonio Luis Martinez-Pujalle Lpez

    tacin y divisin de poderes -al menos- seran justamenle los lmites a la simple voluntad de las mayoras como tal. Naturalmente, aqui no podemos analiza r estas cuestiones con la profundidad que sera de desear; nos contentaremos con una breve referencia a cada una de ellas, mostrando la relacin del pensamiento actual con los pro blemas suscitados y las soluciones sugeridas por el filso fo de KOnigsberg.

    Por los que se refiere a los lmites de la democracia , la cuestin ha vuelto a ser planteada mu y recientemente por el profesor Neil McCormick . En su trabajo Constitucionalismo y democracia, :u el iusflsofo ingls traza una distincin eotIe esas dos realidades, definiendo el constitucionalismo como "ja doctrina segn la cual el poder poltico slo debe ser ejercido bajo las disposiciones y de acuerd o con los lmites establecidos por la constitucin, incluyendo tales lmites la separacin de poderes y sus consecuencias, frenos y controles (checks and controls) efectivos entre las ramas del gobierno, y segu ridad al menos de ciertos derechos" . 2~ Y la democracia como la "pura regla de las mayoras". 25 Como conclusin del trabajo, McCormick se inclina por una democracia constitucional, esto es , por aquella democracia que respeta las citadas reglas del constitucionalismo, las cuales suponen un recorte de algunos de los principios de la democracia pura.

    Esta posicin coincide notablemente con algunas de las tesis kantianas. Pero , pa ra mostrarlo, y para enriquecer la exposicin con las aportaciones de otros autores actuales, convendr distin guir enlre lmites formales y Hmites materiales de la dem ocracia .

    Como hemos indicado ms arriba, Kant establece dos lmites formales de la democracia: divisin de poderes y rep resentacin. En definitiva , como sefialamos tambin, el sistema que propone no es ms que un sistema democr tico, si bien con las matizaciones que estas dos ltimas caractersticas introducen en relacin con la democracia pura. El primero de los lmites forma les ha sido claramente consagrado -si bien con distinta intensidad segn los diferentes sistemas- por el constitucionalismo contemporneo; para Mc Cormick sera precisamente el primer principio esencial del consti tucionalismo. La representacin es tambin una caracterstica definitoria de las democracias actuales, si hien existe, en algunos sis temas, una institucin que supone una aproxi macin a la democracia directa : el referndum vinculante; pero, eu todo caso, se trata de una institucin puramente residual, aunque en algn pas (el caso paradigmtico es el suizo) se haga de ella un uso frecuente (por supuesto, no constituye un supuesto de democracia directa el referndum consultivo, pues a travs de l el pueblo no legisla). McCormick no incluye la representacin dentro de los principios dcfiuitorios del constitucionalismo , pero en su trabajo aboga claramente por un sistema representativo, que sera a su modo de ver la forma de lograr

    13 Neil McCormi ck, ConSltuciotlofismo y democracia. conferencia pronunciada en la Facultad de Derech() de Valencia el 27 de febrero de 1988. Aho ra en: Va rios, Aktuelle Probleme der Demokratie, Vienn, Manz , 1989, pp. l7-28.

    H lbid., p. 2J . 26 bid. p. 22.

    No/as en torno a las tesis de Kant sobre la democracia

    que slo accedan a puestos de responsabilidad - por tanto, que slo tomen las decisiones- las personas preparadas para ello. 16 De cualquier modo, la crtica de Kant al modelo rousseauniano de democracia directa y su fundamemacin de] sistema representativo pueden servirnos para renexionar acerca de una cuestin cuyo anlisis sistemtico excede del propsito de este artculo: si los argumentos en favor de la democracia directa que ocasionalmente se preseman en la discusin poltica actual son en realidad argumentos democrticos, o ms bien -dada la necesidad de que los intereses privados no intervengan en modo alguno en las decisiones pblicas- es el modelo representativo el ms acorde con la dignidad del hombre y con la naturaleza misma de la democracia .

    McCormick otro.duce un nuevo limite formal de la democracia : la existencia de freuos y controles entre los diferentes poderes. Kant no esta ra de acuerdo con esa tesis, pues concibe una separacin rgida entre legislativo y ejecutivo y excluye toda participacin popula r en el ejercicio del segundo. Esta separacin tajante entre ambos poderes caracteriza en efecto la Constitucin norteamericana; sin embargo, con posterioridad se ha vis ro clar amente que, dado que la Ley entra en aplicacin por la actuacin de los otros poderes, si no se quiere que sta se convierta en papel mojado, el Legislativo debe ejercer una funcin de control ltimo. Esto es h oy habitual en las dcmocracias, e incluso en Estados Unidos se han introducido por va de costumbre ciertas prcticas que garantizan el control entre los diversos poderes . Naluralmente, la relacin entre los poderes es mayor en los sistemas parlamentarios que en los presidencialistas, encauzada en aqullos a travs de tres instituciones paradigmticas : mocin de censura, cuestin de confianza y facultad de disolucin anticipada de las Cmaras por el Ejecutivo.

    Hasta aqu hemos analizado lmites formales de la democracia . Ocupmonos ahora de los materiales. Para McCorrnick , pertenece tam bin a la definici n del constilucionalismo "la seguridad, al menos, de los derechos garantizados por la Constitucin". Aqu habra claramente un lmite material, si bien se trata de un lmite material mnimo, pues McCormick slo exige que se garantice algn derecho; esta posicin entroncara tambin con la de Kant, para quien la libertad de pluma sera el resorte que tendra siempre el pueblo frente al soberano , y que no podra ser afectado por las decisiones de ste . 27

    Es el nico lmite material de la democracia la garanta de algn derecho, en concreto de la libertad de expresin? No sera sa la posicin de Ballesteros, para quien la democracia tendra como lmites aquellos que se derivan de la definicin estruCtural del Derecho, el cual debe entenderse como "forma de coordinacin de las acciones humanas, que est basada en el respeto universal al otro": 18 el Derecho

    2 (\ Cfr. bid. p. 26. n . Cfr. lrnrnanllel Kan t, Teorio y prdctica, (" 11., pp. 46-47 .

    18 J .d esus BaUesleros ... La viole licia hoy: sus tipos, sus origenes", en Varios, Etico y polica en lo sociedad emocrlico. Madr id, Espasa-CaJpe. J981, p . 314: cfr. pp. 312-3J 5.

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    -afirma en otro lugar- es estructuralmente no discriminacin y no violencia . 19 Simila res tesis sostendra el profesor De Lucas, quien entiende que de esa definicin estructural del Derecho se derivan algunas exigencias fu ndamentales para el orden jurdico, entre las que subraya la libertad, la igualdad, la justicia y la paz. JO ESte ltimo autor explica que el reconocimiento de estas exigencias no implica negar cacacter jurdico a las normas que no cumplan con ellas -no supone el asentimiento a la tesis clsica segn la cual lex iniusta, lex nulla- pero no por ello dej a de tener relevancia . " Tampoco defendemos nosotros la tesis de que el derecho injusto no es Derecho, que la ley a la que falta legitimacin no lo es ... Nuestro punto de partida permanece cla ro: el Derecho injusto es Derecho, la ley injusta lo es, pero no Obliga moralmente a su cumplimiento , o al menos est suficientemente justificado cuestionarse esta obligacin, su razn de legitimidad." JI

    La cuestin es enormemente compleja - se trata de uno de los problemas centrales de la filosofa jurdica- y no puede ser Iratada con profund idad en eStas pginas, en las que nuestro propsito era simplemen te hacer una anotacin al respecto. Sin emba rgo . en lnea de principio sostendramos Que la construccin de Kant debe ser completada, y que una solucin provisional al problema consis tira en a fi rmar que los derechos humanos -todos ellos- se erigen en condiciones de legitimidad de cualquier norma jurdica, y por lo tanto de la democracia misma: bien se entienda que tales derechos constituyen limites de la decisin democrt ica , que no pueden ser rebasados por eUa, o bien que se Irata de condiciones de posibilidad del propio sistema democrtico (en otras palabras, condiciones universales de posibilidad del discurso argun:entativo , como pondran de relieve hoy Habermas y Apel: desde este punto de vista desaparecera la distincin entre limites fo rma les y materiales, pues los que hemos llamado aqu limiles maleriales serian en realidad condiciones de posibilidad del propio procedimicmo) l2 -esta ltima sera, si la hemos entendido bien, la posicin de EHas Diaz, " de modo que, a pesar de la crtica que ste hace a los dos autores citados anteriormente, creemos que las posiciones de unos y otro vendran a coincidir sustancialmente. J4

    En cuanto a l problema de la fundamentacin de la democracia, sabemos que para Kant se situaba en la exigencia de salvaguard ar la libertad prctica, que entendia

    29 Cfr . Jeslis Ballesleros, " El Derecho corno na discriminacin y no violeneia '. en Anuario de FilosoFo del Derecho, 17 (197374), pp. 169 Y ss.

    30 crr. Javier de Lucas, "Por Qu obedecer la s leyes de la mayoda" , en Varios, Elico y poltico .. . , cit., pp. 251 y ss.

    JI l b/d., p. 263 . J1 Debemos eSla sugerencia a la profesora Adela Canina. Jl Cfr . Elas Diaz, De lo moldad e.~{Olo/ y lo soberonio popular, Madrid, Debate, 1984 , especiahnentC

    pp. 127 Y ss ., donde se encuent ra ambien la cr ilica a Balles teros y De Lucas. 3-4 En es te semido , Roberl Spaemann ha escrit o reeienlemente que las diferemes eoncepciones de los

    derechos humanos - l habla de posicin iusnaluraliSla y posicin posi ti vjsta- no son irreconciliables: cfr. Dos No/rliche und dos Vernunjtige. Aujslu l.ur Anrhropologie, Ml1nich , Piper, 1987, pp. 77 Yss .

    NOIOS en tornO a las les;!) de Kant sobre la democracia

    como " facultad de no obedecer a las leyes exteriores si no en tanto en cuanto he podido darles mi consentimiento". Nos hemos referido ya a Ja inconsistencia que supone dentro de ese modelo la negacin de los derechos de parlicipacin poltica a una parte importante de Jos individuos; pues bien, ahora trataremos de mostrar cmo, a nuestro juicio, esa incoherencia pone en tela de juicio Jos propios fundamentos del sis tema. En efecto, pensamos que la maximizacin de la liber tad implica una posicin claramente antiigualitaria, y que es eso precisamente lo que estara en el fondo de la inconsistencia kantiana tantas veces aludida. que no sera pues una broma acadmica, ni un simple apndice del modelo kant iano fcilmenLe extirpable que obedeciera puramente a razones conyumurales. Dicho de aIro modo: defender _ parafraseando el ramoso principio utiliarisa- la mayor liberrad para el mayor nmero, puede implicar negar la libertad a determinados sectores de la poblacin, si con ello aumenta la dosis total de libertad. A nuestro modo de ver, la fundamenta cin de la democracia en la libertad - sin anadir ulteriores precisiones- encerrara en su seno esta tesis maximizadora, que parece implci ta en la posicin del filsofo de Knigsberg: por ello, lo que prima jacie es una incoherencia dentro del modelo pctlll ico de Kant -la negacin de derechos a los no-propietarios- lleva a concluir, si se analiza con ms profundidad, la invalidez del propio principio bsico de fundamentacin kantiana de la democracia. Ciertamente, ellexto del autor segn el cual "el derecho es la Iimilacin de la libertad de cada uno a la condicin de su concordancia con la libertad de todos" J$ hara pensar que es absolut.amente errneo ver en la teorla de Kant un principio de maximizacin de la li bertad; sin embargo, nos parece que -aunque ter icamente Kant afirme la universalidad de la libertad como principio bsico del Derecho- ha quedado suficientemen te elaro que el postulado Que rige en la prctica es el de maximizacin . J6

    Por lo tanto, sera ms correcta -desde nuestra perspectiva- una posicin como la del profesor Elas Daz, quien tras sea lar que el valor de la liberlad es el valor central y fundamental para una teora de la legit imidad (eslo es , para una fundamentacin de la democracia) , subraya inmediatamente: "Me parece indudable que esa valoracin fundamenlal de la libertad, si de verdad quiere serlo, lleva de modo necesario (debiera ser obvio advertirlo) a una firme exigencia de igual libertad para todos, que adems debe ser igualdad efectiva y real (es to es, ni slo ficticia, ni slo formal). La libertad entendida como eje y fundamento es, en efecto, reconocimiento y respeto a las diferencias personales, pero , a la vez, implica como lgica exigencia una bsica igualdad -la libertad es diferencia ms igualdad- y ello tanto en el mbito

    " Cfr. Immanuel Kant, Teorlo y prctico, cil. , p. 27 . J6 La .

    eXIHencia de una cien a duplicidad en la filosofia polt ica de Kanl ent re los principios generales -muehos de ellos tle va lidez uni versa l y perenne- y las eonsecuencias - frecuentemente inaceptableshe ha si~~ vista vg. por Balles teros . " Los pri nci pios bsicos de la Constitucin (1) : El ESlado Soeial y V mocratlco de Derecho" , en Varios, Estudios sobre lo Constiluci6n esponola de 1978, Unive rsidad de ~I~~ci a , 19.80, pp. 39-40, y De Lucas, " Notas sobre la formulacin kanli ana del prineipio de publici

    d , en DlOnoi(J, 1987-88.

  • 614 Antonio Luis Martnez-Pujalre Lpez

    de la igualdad en la libertad como en el de la igualdad en la realidad: ambas, pues, con variables contenidos coocretos econmico-sociales y tico-culturales." 37

    Este es el quid de la cuestin. Y si -como EHas Diaz pone de relieve en el mismo escrito que acabamos de citar- histricamente se ha producido una identificacin entre democracia y modo de produccin capitalista, la razn de esa identidad habria sido precisamente la fundamentacin de la democracia en la libertad. Ese principio debe ser superado por insuficiente, y la legitimidad democrtica debe fundarse en la libertad igual, adjetivo ste que supone un cambio esencial de perspectiva.

    37 Elias Daz , "La justificacin de la democacia", en Sistema, 66 (V-SS), p. 5 (cfr. passim). En estas paginas no se sugiere un acuerdo con la s lesis bsicas -no iu snaluralislas- del profesO!' Elias

    Diaz, pues -aunQ ue pensemos que no SOn tan dislantes co mo podra parecer- la tesi s de Ballesteros resulta a nuestro juicio ms correcla. En cambio, s nos parece sumamente acertado el nfasis de Ellas Diaz en la libertad igual como rundamenlo de la demoeracia.