¡Que el Sagrado Corazón de Jesús sea amado en todas partes!

NUEVE DÍAS CONNUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO

CORAZÓN

A. TOSTAIN, M.S.C.

Translated bySister Sheila Larkin, F.D.N.S.C.

Imprimatur:Most Rev. E. Kelly, M.S.C.Bishop of ToowoombaJune 29, 1976

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MEMORIA

Recuerda,Nuestra Señora del Sagrado Corazón,las grandes cosas que el Señor ha hecho por ti.Te eligió por su madre.Él te quería cerca de su Cruz.Él te da una parte de su gloria.Él escucha tu oración.

Ofrécele nuestras oraciones de alabanza y acción de gracias; preséntale nuestras peticiones a él.Déjanos vivir como tú en el amor de tu Hijo,para que venga su reino.

Lleva a todas las personas a la fuente de agua vivaque fluye de su corazón,difundiendo sobre el mundo esperanza y salvación,justicia y pazVe nuestra confianza en ti;Responde a nuestras oraciones.Muéstrate siempre nuestra Madre.

Amen.

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PRIMER DÍA

"Recuerda, Nuestra Señora del Sagrado Corazón,las grandes cosas que el Señor ha hecho por ti ... "

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ¡qué alegría nos da saber que estás justo a nuestro lado escuchando con amable interés nuestra oración! Como nuestra Madre, conoces nuestras necesidades incluso antes de que las expresemos en palabras; tú sabes entonces por qué venimos a rezarte durante esta novena.

Con el peso de nuestras preocupaciones, sufrimientos y dudas, nuestros corazones no son, tal vez, lo suficientemente libres y abiertos a la voluntad de Dios. Por lo tanto, nos volvemos a ti, nuestra Madre, con total confianza: escucha nuestras oraciones, intercede por nosotros ante tu Hijo, pero, sobre todo, mantennos en su amor y ayúdanos a compartir los sentimientos de su Corazón.

Nos encanta dirigirnos a ti bajo el hermoso título de 'Nuestra Señora del Sagrado Corazón', que recuerda todos los maravillosos dones de amor que el Señor te regalo: elegida por Dios y llena de gracia, tú eres en todos los sentidos, desde el momento de tu Inmaculada Concepción, un regalo para nosotros del amoroso Corazón de Dios. Con afecto "miró" a su humilde sierva; te ha amado más que a

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cualquier otro, para que puedas ser para nosotros una luz brillante de esperanza y alegría en medio de la oscuridad de la vida.

Virgen pura, Madre del Hijo de Dios, hija favorita del Padre y santuario del Espíritu Santo, con todas las generaciones te proclamamos bendita. Recuerda las grandes cosas que el Amor del Señor ha forjado en ti y, en nombre de este Amor, ayúdanos a hacer todo lo que Jesús nos dice. Amén.

Recuerda...

SEGUNDO DÍA

"Te eligió a ti por su madre ..."

¡Recuerda, Nuestra Señora del Sagrado Corazón! La gran obra del Señor en ti tenía un solo propósito: preparar tu corazón para recibir al Hijo de Dios. Desde toda la eternidad, el Padre te ha amado; Él te eligió de entre todas las mujeres para convertirte en la esposa del Espíritu Santo y la Madre de su Hijo.

Este amor especial de Dios te fue revelado en la Anunciación. ¡Recuerda ese momento cuando el Ángel Gabriel vino en nombre del Altísimo para pedirte que participaras en la obra de salvación! Con él repetimos: Alégrate, llena de gracia. Virgen María, el Señor está contigo (Lucas 1:18). Humilde sierva del Señor, permitiste

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que todo se hiciera según su palabra. ¡Y en tu vientre la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros!

Oh María, con toda la iglesia te saludamos como Madre de Dios, porque el Hijo eterno de Dios quiso nacer de ti, que su naturaleza humana se formara en ti, que su Corazón humano fuera carne de tu carne. Sentiste este Corazón de Dios que se hizo carne viva y palpitante contra tu propio corazón; fuiste la primera en sentir la riqueza del Amor de Dios revelado en Jesucristo, aunque como nosotros, tuviste que caminar en la oscuridad de la fe.

¡Recuerda, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, los lazos maternos que te unen al Corazón de tu Hijo! Intercede por nosotros en su presencia, prepara nuestros corazones para recibir su Amor y danos la gracia de vivir como tú confiando en la aceptación de su Voluntad. Amén.

Recuerda ...

TERCER DÍA

"Él te quería cerca de su cruz ..."

"De pie debajo de la Cruz de Jesús, estaba su Madre ..." Nuestra Señora del Sagrado Corazón, estas pocas palabras del evangelio nos revelan el extraordinario misterio del amor que te unió a tu Hijo. A través del amor, permaneciste fiel hasta el final. Querías seguir a Jesús en el camino al

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Calvario, estar cerca de él cuando, clavado en la Cruz, estaba ofreciendo su vida por la salvación del mundo. ¿Quién podría expresar la angustia de tu corazón de madre en estos trágicos momentos? Sin embargo, cuando todo a tu alrededor se derrumbaba, permaneciste firmemente de pie. Oh Madre admirable, en esta prueba oscura tu fe no flaqueó, porque en ti el amor es más fuerte que la muerte. Aquí, ante el Corazón herido de tu Hijo, te convertiste en el sentido más completo, "Nuestra Señora del Sagrado Corazón".

Por amor, Dios también quiso tu presencia al pie de la Cruz. Al elegirte como su Madre, él te llamó al mismo tiempo para compartir su obra de redención. Ciertamente, Cristo es el único mediador y Salvador, pero ¿no era apropiado que en la nueva creación, la Nueva Eva estuviera presente con el Nuevo Adán, transmitiendo con él al pueblo del Nuevo Pacto, los frutos de la gracia y el perdón?

¡El Señor te eligió para este papel único! Por eso, en ese momento solemne, te designa como la Mujer por excelencia, la Madre de todos los Vivos: "Mujer, mira a tu Hijo ..."

¡Recuerda, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, que te convertiste en nuestra madre al pie de la Cruz! Permanece cerca de nosotros en nuestros sufrimientos. Ayúdanos a mantener nuestra confianza a pesar de todo; ayúdenos a permanecer fuertes y valientes bajo prueba, para que, como tu, podamos aprender a "completar en nosotros mismos lo

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que falta en la Pasión de Cristo, por su Cuerpo, que es la Iglesia". (Col. 1:25). Amén.

Recuerda ...

CUARTO DIA

"Te da una parte de su gloria, escucha tu oración ..."

Tu fidelidad es recompensada, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, y el brillo de la Pascua sucede a la oscuridad del Calvario. Así como estabas asociada con Cristo en el sufrimiento, ahora estás unida a él en alegría y gloria.

Es cierto que el Cristo resucitado desea comunicar a toda la humanidad la vida gloriosa que de aquí en adelante es suya, porque "el que resucitó a Cristo de entre los muertos, también resucitará nuestros cuerpos mortales a través de su Espíritu que habita en nosotros" (Rom. 8: 11); pero para ti, María, el Señor no espera. Por amor ya te ha transformado, en cuerpo y alma, con su luz y vida. Su gloriosa Asunción es a la vez un regalo de Dios y el fruto de su fiel respuesta a su Amor; Para todos nosotros, el pueblo peregrino de Dios, es también un signo maravilloso de esperanza.

Si compartes ahora en la gloria de tu Hijo; si estás junto a él por toda la eternidad, tu alma, tu cuerpo glorificado, tu corazón materno, ¿no es así para que puedas estar al mismo tiempo más cerca de nosotros? ¿No eres acaso todavía nuestra madre? Tú que nos amas y estás tan íntimamente asociada con Jesús, nuestro único Mediador, intercede por

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nosotros. Así como escuchó tu oración en Cana, así también ahora escucha tus peticiones presentadas en nuestro nombre. Madre de la Iglesia, Madre de la humanidad, habla por nosotros al Corazón de tu Hijo; ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Recuerda ...

QUINTO DIA

“Ofrécele nuestras oraciones de alabanza y acción de gracias. Preséntale nuestras peticiones".

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, tu Asunción no te ha separado de tus hijos. Por el contrario, sabemos que, como madre dispuesta a ayudar, siempre estarás cerca de nosotros, cuando recurramos a Dios en oración, y que, a pesar de nuestra miseria y nuestras debilidades, podemos confiar con confianza en tu asistencia. Como en Caná, en el Calvario y en el Cenáculo, ¿no eres ahora, en el cielo, nuestra abogada con el Corazón de tu Hijo? - "para que, con tu ayuda materna, podamos estar más íntimamente unidos al único Mediador y Salvador" (Lumen Gentium 62).

Es por eso que te rogamos, María, tú, que glorificaste tan maravillosamente a Dios en tu canción de gratitud y amor, para presentar a Jesús, tu Hijo, nuestra alabanza y acción de gracias. También para nosotros, el Señor ha hecho grandes

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cosas, pero somos pocos capaces de verlas y reconocerlas. Cuéntale ahora nuestra alegría de ser salvos por él, de ser, con él, hijos del Padre y templos del Espíritu Santo. Ofrécele nuestra acción de gracias por la fe, el bautismo, la Eucaristía y la maravillosa esperanza que nos da de un día contemplarlo contigo para siempre.

Preséntale también nuestras peticiones. Tu conoces los deseos de nuestro corazón; ya sabes el porqué de cada día de esta novena venimos a rezarte. Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Madre que nos ama tanto, te rogamos que reces por nosotros al Corazón de tu Hijo, fuente de toda gracia. Preséntale al mismo tiempo las necesidades de toda la humanidad y nuestros seres queridos, y especialmente de aquellos asociados con nuestra Cofradía de oración. Es con ellos y por ellos que te rezamos. Amén.

Recuerda ...

SEXTO DIA

"Déjanos vivir como tú en el amor de tu Hijo,para que venga su reino ...

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la tarde del Jueves Santo, Jesús tu Hijo nos pidió fervientemente que observemos SU mandamiento: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado a ustedes. Así todos los hombres sabrán que ustedes son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.”

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Para que nuestro amor sea genuino, debemos amarnos los unos a los otros como Jesús nos ha amado; Debemos de alguna manera continuar, en el tiempo y en el espacio, el amor mismo del Corazón de Jesús por toda la humanidad. Ahora, esto solo es posible si estamos unidos de todo corazón a Jesucristo, para que podamos vivir con su amor y hacerlo presente a quienes nos rodean. Es por eso que nos preguntó la misma noche del Jueves Santo: “Vive en mi amor; si guardas mis mandamientos, vivirás en mi amor, así como yo vivo en el amor del Padre al guardar sus mandamientos”. (Juan 15:10).

Tú, que siempre cumpliste la voluntad de Dios perfectamente; tu, que viviste tan completamente en el amor de tu Hijo, ayúdenos a guardar sus mandamientos, a vivir en su amor para que a su vez podamos amar a nuestros hermanos, "como Jesús nos ha amado, con un amor completo y desinteresado.

Tenemos mucho que pedirte en esta Novena, oh María, la mejor de las madres. Pero, lo más importante es esto: antes que nada, convierte nuestros corazones, ayúdenos a vivir como tu en el amor de tu Hijo; pon en nosotros los sentimientos del Corazón de Jesús, para la gloria del Padre y el servicio de nuestras hermanas y hermanos. Haznos testigos del Amor, para que venga el Reino de Cristo, el Reino de la vida y la verdad, el Reino de la gracia y la santidad, el reino de la justicia, el amor y la paz. (Prefacio de Cristo Rey). Amén.

Recuerda ...

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SEPTIMO DIA

"Guia a todos los pueblos a la fuente de agua viva que fluye de su corazón ... "

Cuando los israelitas, exhaustos por la sed, cruzaron el desierto hacia la Tierra Prometida, Dios les dio de beber al ordenar a Moisés que golpeara la roca con su bastón, haciendo que brotara agua viva (cf. Ex. 17: 3-7).

La gente del Nuevo Pacto, que viaja hacia la Tierra Prometida Verdadera, también necesita refrigerio para continuar su camino; Al igual que la mujer samaritana, anhelan confusamente un manantial de agua viva que apague su sed para siempre (cf. Jn. 4: 13-15). Y Jesús responde a este deseo profundo: "Si alguien tiene sed, que venga a mí y beba, el que cree en mí"; el evangelista continúa de inmediato: "De acuerdo con las palabras de la Escritura," De su lado fluirán ríos de agua viva ". Estaba hablando del Espíritu que recibirían los que creían en él". (Juan 7: 37-38).

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, viste la realización de estas palabras; Cuando la lanza del soldado atravesó el costado de tu Hijo y de su Corazón herido derramó sangre y agua, tu entendiste, con San Juan, el significado completo de este misterio. Porque la roca es Cristo dice San Pablo (I Cor 10:4). Más allá de la muerte, tu Hijo realmente deseaba abrir su corazón para saciar nuestra sed para siempre. Según su promesa, es su Espíritu lo que él da, brotando en

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la vida eterna (cf. Juan 4:14): es la gracia, los sacramentos, la vida de Dios.

Virgen María, nos encanta llamarte Nuestra Señora del Sagrado Corazón porque estás muy cerca de esta fuente de agua viva que fluye desde el corazón de tu Hijo. Te lo suplicamos: ruega por nosotros pecadores, mira a tus hijos que sufren, mira a todos los que en todo el mundo aún no conocen el Evangelio, a todas las víctimas de la injusticia y el odio. Llévanos a tu Hijo, para que toda la humanidad, de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones, puedan venir con alegría beber de los manantiales de salvación. Amén.

Recuerda…

OCTAVO DIA

"Difundiendo sobre el mundo esperanza y salvación, justicia y paz ..."

Toda la gracia que necesitamos fluye del Corazón de tu Hijo, y eres tú, nuestra Madre, quien observa ansiosamente impartirla. Es así entonces que te rezamos con confianza por nosotros mismos y por todos los pueblos: en nuestras pruebas, protégenos contra el más mínimo desánimo, ya que, al morir por nosotros en la Cruz, Jesús nos ha abierto el camino a la vida. Sí, ahora tenemos acceso al trono de Dios; compartimos su Espíritu, que nos da poder para decir "Abba Padre". Pero, ¿cuántas veces podría Jesús reprocharnos como lo hizo con sus discípulos en medio de

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la tormenta, '¿Por qué tienen miedo, gente de poca fe?' Ayúdanos, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, a permanecer fuertes en la esperanza, a contemplar el corazón de tu Hijo, para que podamos extraer de él esperanza, consuelo, salvación.

A través de tu oración, obtén para nuestro mundo desgarrado por el odio la paz que tu Hijo vino a traernos. No pedimos una paz de comodidad y tranquilidad, una paz ‘como el mundo la da’, sino su paz fundada en la justicia y el amor. Nuestra Señora del Sagrado Corazón, obtén para nosotros esa paz prometida al mundo en la primera noche de Navidad, y que Cristo resucitado comunicó a sus apóstoles reunidos en el Cenáculo. Haznos portadores de paz, comprometidos generosamente al servicio de la justicia. Ayúdanos a salir de nosotros mismos para que podamos contribuir valientemente a la construcción de un mundo de mayor justicia y afecto familiar. Ten piedad de todas las víctimas de la guerra y la opresión. Ayúdanos a lograr el triunfo de la paz, la reconciliación y la justicia. Ayúdanos a crecer en el amor que a través de nosotros pueda extender el reinado del "Príncipe de Paz". Amén.

Recuerda ...

NOVENO DIA

“Mira nuestra confianza en ti; Responde a nuestras oraciones. Muéstrate siempre nuestra Madre”.

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Ahora estamos al final de nuestra Novena, Nuestra Señora del Sagrado Corazón. A medida que contemplamos tu gracia y belleza y meditamos en la extraordinaria relación de amor que te une al corazón de tu Hijo, nuestra confianza en tu bondad y poder de intercesión es cada vez mayor. Y aunque nuestra oración no se escuche cuándo y cómo desearíamos, nunca perderemos esta confianza infantil; porque nuestra oración nunca es en vano, y tu sabes mejor que nosotros lo que conduce a nuestro bien espiritual. Te seguiremos orando; si es necesario, continuaremos nuestra novena, porque la perseverancia es la forma más segura de mostrar nuestra confianza y de profundizar a través de tu ayuda nuestra comprensión de lo que el Señor espera de nosotros.

Sin embargo, estamos seguros, incluso ahora, de que ya nos has escuchado de una forma u otra, ya que una madre no puede permanecer insensible al llamado de sus hijos, aunque sean pecadores e indignos. Así que ya te agradecemos, buena y poderosa Virgen, Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Ves nuestra confianza en ti, la Madre más amorosa; una vez más mira a tus hijos, que extienden sus manos hacia ti. Escucha su llamado; ten piedad de los que sufren y lloran. Danos esperanza, danos paz, danos el Amor de tu Hijo y así podremos llevar a cabo en toda su plenitud la Voluntad del Padre.

Y si aún se deben soportar las pruebas, mantéenos en el mismo espíritu de confianza y paz. Cuídanos siempre, para que a la hora de la muerte podamos tener la alegría de ser recibidos por ti, en presencia de tu Hijo. Hoy, como en

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nuestra última hora, quédate con nosotros; muéstrate siempre nuestra Madre. Amén.

Recuerda…

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Fr. Jules Chevalier, MSC Founder,Devotion to Our Lady of the Sacred Heart

Para saber más sobre laDevoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón,

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The Missionaries of the Sacred Heart (MSC)305 S. Lake Street,P.O. Box 270,Aurora, IL 60507Phone: (630) 892-2371

Daughters of Our Lady of the Sacred Heart St. Francis de Sales Convent

424 East Browning Road,Bellmawr, NJ 08030

Missionary Sisters of the Most Sacred Heart of JesusMSC Province Center2811 Moyers LaneReading, PA 19605Phone: (610) 929-5944

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