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Levante ELMIlRCANl'lLVALENCIANO DOMINGO, 27 DE FEBRERO DE 2011 [31 Valencia Publicación. La editorial Tirant lo Blanch ha publicado el libro de Josep Vicent Boira «Valencia la ciudad», un texto de historia poco convencional que trata de mostrar las claves de la Valenc;ia actual, tanto de su fisonomía como de su carácter. Todo lo que ha pasado en 2.000 años está presente, dice el autor. ' «Valencia tiene que crearnuevos ideales JOSÉ PARRIlLA VALENCIA • «Este no es un libro de historia de Valencia. Al menos, no de la forma habitual. No es tampoco un estado de la cuestión, ni una ac- tualización de tratado álguno. Es más bien un paseo íntimo, uniti- nerario personal, una geografía subjetiva, vivida, cultural e histó- rica de mi ciudad, Discutible, ló- gicamente, pero sincera». De esta manera presenta Josep Vicent Boira su libro «Valencia la ciu- dad», el último intento de explicar los dos inil años largos de tenda del «cap i casal», de sacar a la luz los epis()dios perdidos que explican la actual. Dice Boira que en cada una de sus fechas, de sus batallas o de sus transformaciones puede encon- trarse un antecedente de su ca- rácter, de su capacidad de super- vivenci.a, de su modernidad y de sus saltos al vacío. De su capaci- dad de reinventarse y seguir ade" lante. En este sentido, el primer mo- mento clave que destaca el autor de «Valencia la ciudad» es la des- trucción y primer renacimiento de la misma. En el año 75 antes de Cristo la pequeña población mana creada apenas sesenta años antes fue completamente arrasa- da. Es más, permaneció deshabi-: tada otros ,cincuenta años. «Los viajeros que pasaban por la Vía Augusta sólo podian contemplar sús ruinas», pero «volvió a resur- gir de sus cenizas, se reconstruyó y ha logrado sobrevivir hasta El «siglo mágico» Una convulsión similar se vivió con la entrada del Rey Jaime 1en Valencia el año 1238. Desde esa fecha hasta el año 1375 la ciu- dad vivió lo que Josep Vicent Boi- VALENCIA SE LLAMÓ ROMA Le cambiaron el 'nombre para no colisionar con la gran Roma Existe la leyenda-teoría de queVa- lencia se llamó inicialmente Roma, pero le fue cambiado el nombre por los propios romanos para que Roma no hubiera más que una. Entonces la llamaron «Valentia« por su valor y su ardor guerrero. ' EN EL ARCO DEL TRIUNFO SU nombre estien el arco parisino como conquista napole6n1ca !IJ- El nombre de Valencia está inclui- do en la larga lista de ciudades inscri- tas en el Arco del Triunfo de París como conquista napoleónica. ELOGIADA POR ENGELS valoró el movimiento obrero de la dudad hace 140 años Una revuelta obrera de 1874, fue elogiada por Engels veinte años des- pués como modelo avanzado de so- ciedad. Aquel enfrentamiento con el Ejército duró un mes. ra califica como su «siglo mágico». " Espiró laciudadmusulrnanayna- ció una nueva urbe. «Hubo que inventar un reino, unas tradicio- nes, un paisaje urbano, sus mitos, la Comunitat, el 9 d'Octubre re- memora aquellos momentos. Hay un último episodio, en lo que a forja del carácter se refiere, que acontece en 1755 y que «de- fine su espíritu» a la perfección. Para Conmemorar el tercer cen- tenario dela canonización de San Vicente Ferrer, se taponaron los puentes del Real y del Maryse ce- lebró una «namnaquia» (simula- cro de batalla naval), con fuegos artificiales y música de la época. «Fue un espectáculo tot<\1», ase- gura Boira, que asegura que aquel tipo de eventos sólo se habían he- cho seis años antes cuando Haen- del puso música a los reales fue- gos de artificio de Inglaterra. «Es- taba en la misma dinámica, en la. modernidad de la época». El problema para el autores que Valencia también ha sido capaz de «vender su alma» en pos de las mejoras. A finales del siglo XIX deja de ser una ciudad importan- sus fiestas, hubo que crear una , te, se olvida de su ilusi6n y hace ciudad nueva», afirma. «Los con- las cosas a cualquier precio. Erala quistadores quisieron darle la época del Marqués de Campo. Se vuelta a la ciudad como a un cal- puso la luz, el agua potable, el fe- cetín, por eso no queda nada dela rrocarril. «y esta situación se ha época islámica». mantenido a lo largo del siglo :xx Puede decirse que en este siglo yde alguna manera pervive enlos se pusieron las bases de la ciudad grandes eventos». ' actual, incluido su ardor guerre- ro, definido enlas cuatrocontien- Los grandes eventos das que se vivieronenaquellas fe- PorIo que se refiere a su fisono- chas. Fue tan importante este pe- mía, hay dos momentos, según riodo que actualmente la fiesta de Boira, claves de su historia. Uno se sitúa en tomo al año 1850, cuan- do se deliarrolla el ensanche, la reforma interior, los teatros, los servicios etc., que «es parecido a ' lo que se ha vivido te». Cada cien o ciento cincuenta afias Valencia se reinventa, se consiguen grandes logros socia- les, pero deja un gir6n de su identidad, de sus aspiraciones más románticas, de sus suefios, algo que realniente no si es bueno o no», precisa el autor, convencido de que «Valencia siempre ha tenido poca reflexión y mucha acción». En la actualidad la dudad se asienta sobre unas buenas bases naturales, pero «tiene como asignatura pendiente la construcción qe un ima- ginario, de nuevos ideales, de hacer una nueva socie- dad. Estamos como en 1900, en un punto y seguido. i Y aho- raqué?,algopa- recido a lo que , le pasó también cuando perdió sus fueros, expli- ca.

NUEVO LIBRO 'VALENCIA LA CIUDAD

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Un libro de Josep Vicent Boira que, según el autor; "Trata de mostrar las claves de la Valencia actual, tanto de su fisonomía como de su carácter."

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Levante ELMIlRCANl'lLVALENCIANO DOMINGO, 27 DE FEBRERO DE 2011 [31

Valencia

Publicación. La editorial Tirant lo Blanch ha publicado el libro de Josep Vicent Boira «Valencia la ciudad», un texto de historia poco convencional que trata de mostrar las claves de la Valenc;ia actual, tanto de su fisonomía como de su carácter. Todo lo que ha pasado en 2.000 años está presente, dice el autor. '

«Valencia tiene que crearnuevos ideales JOSÉ PARRIlLA VALENCIA

• «Este no es un libro de historia de Valencia. Al menos, no de la forma habitual. No es tampoco un estado de la cuestión, ni una ac­tualización de tratado álguno. Es más bien un paseo íntimo, uniti­nerario personal, una geografía subjetiva, vivida, cultural e histó­rica de mi ciudad, Discutible, ló­gicamente, pero sincera». De esta manera presenta Josep Vicent Boira su libro «Valencia la ciu­dad», el último intento de explicar los dos inil años largos de exis~ tenda del «cap i casal», de sacar a la luz los epis()dios perdidos que explican la ~iudad actual.

Dice Boira que en cada una de sus fechas, desus batallas o de sus transformaciones puede encon­trarse un antecedente de su ca­rácter, de su capacidad de super­vivenci.a, de su modernidad y de sus saltos al vacío. De su capaci­dad de reinventarse y seguir ade" lante.

En este sentido, el primer mo­mento clave que destaca el autor de «Valencia la ciudad» es la des­trucción y primer renacimiento de la misma. En el año 75 antes de Cristo la pequeña población ro~ manacreada apenas sesenta años antes fue completamente arrasa­da. Es más, permaneció deshabi-: tada otros ,cincuenta años. «Los viajeros que pasaban por la Vía Augusta sólo podian contemplar sús ruinas», pero «volvió a resur­gir de sus cenizas, se reconstruyó y ha logrado sobrevivir hasta ho~>.

El «siglo mágico» Una convulsión similar se vivió con la entrada del Rey Jaime 1en Valencia ~n el año 1238. Desde esa fecha hasta el año 1375la ciu­dadvivió lo que Josep Vicent Boi-

VALENCIA SE LLAMÓ ROMA Le cambiaron el'nombre para no colisionarcon la gran Roma ~ Existe la leyenda-teoría de queVa­lencia se llamó inicialmente Roma, pero le fue cambiado el nombre por los propios romanos para que Roma no hubiera más que una. Entonces la llamaron «Valentia« por su valor ysu ardor guerrero. '

EN EL ARCO DEL TRIUNFO SU nombreestien el arco parisino comoconquista napole6n1ca !IJ- El nombre de Valencia está inclui­do en la larga lista de ciudades inscri­tas en el Arco del Triunfo de París como conquista napoleónica.

ELOGIADA POR ENGELS valoró el movimiento obrero de la dudad hace 140 años ~ Una revuelta obrera de 1874,fue elogiada por Engels veinte años des­pués como modelo avanzado de so­ciedad. Aquel enfrentamiento con el Ejército duró un mes.

ra califica como su«siglo mágico». " Espiró laciudadmusulrnanayna­ció una nueva urbe. «Hubo que inventar un reino, unas tradicio­nes, unpaisaje urbano, sus mitos,

la Comunitat, el 9 d'Octubre re­memora aquellos momentos.

Hay un últimoepisodio, en lo que a forja del carácter se refiere, que acontece en 1755 y que «de­fine su espíritu» a la perfección. Para Conmemorar el tercer cen­tenario delacanonizaciónde San Vicente Ferrer, se taponaron los puentes del Real y del Maryse ce­lebró una «namnaquia» (simula­cro de batalla naval), con fuegos artificiales y música de la época. «Fue un espectáculo tot<\1», ase­gura Boira, que asegura queaquel tipo deeventos sólo se habían he­cho seis años antes cuando Haen­del puso música alos reales fue­gos de artificio de Inglaterra. «Es­taba en la misma dinámica, en la. modernidad de la época».

Elproblema para el autores que Valencia también ha sido capaz de «vender su alma» enpos de las mejoras. A finales del siglo XIX deja de seruna ciudad importan-

sus fiestas, hubo que crear una , te, se olvida de su ilusi6n y hace ciudad nueva», afirma. «Los con­ las cosas a cualquier precio. Erala quistadores quisieron darle la época del Marqués de Campo. Se vuelta a la ciudad como a un cal­ puso la luz, el agua potable, el fe­cetín, poresono quedanadadela rrocarril. «y esta situación se ha época islámica». mantenido a lo largo del siglo :xx

Puede decirse que en este siglo yde algunamanerapervive enlos sepusieron las bases de la ciudad grandes eventos». ' actual, incluido su ardor guerre­ro, definido enlas cuatrocontien­ Los grandes eventos das quese vivieronenaquellas fe­ PorIo que se refiere a su fisono­chas. Fue tan importante este pe­ mía, hay dos momentos, según riodo que actualmentelafiesta de Boira, claves desuhistoria. Uno se

sitúa en tomo al año 1850, cuan­do se deliarrolla el ensanche, la reforma interior, los teatros, los servicios etc., que «es parecido a ' lo que se havivido recientemen~ te». Cada cien o ciento cincuenta afias Valencia se reinventa, se consiguen grandes logros socia­les, pero sé deja un gir6n de su identidad, de sus aspiraciones más románticas, de sus suefios, algo que realniente no sé si es bueno o no», precisa el autor, convencido de que «Valencia siemprehatenidopocareflexión y mucha acción».

En la actualidad la dudad se asienta sobre unas buenas bases

naturales, pero «tiene como asignatura pendiente la

construcción qe un ima­ginario, de nuevos

ideales, de hacer unanueva socie­dad. Estamos como en 1900, en un punto y seguido. iYaho­raqué?,algopa­recido a lo que

, le pasó también cuando perdió sus fueros, expli­ca.