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Orgenes

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INTRODUCCION La escuela de AlejandraA) fue el ms antiguo centro de ciencia sagrada que tuvo la historia cristiana:

1) se aplic al anlisis de la metafsica de los datos de la fe.

2) se orient hacia la filosofa de Platn y los neoplatnicos, y hacia la interpretacin alegrica de los textos sagrados.

B) mtodo alegrico: alegora decir otra cosa.

1) ya era empleado por los griegos.

2) fue adoptado luego por algunos representantes hebreos: Aristbulo y Filn, que fue el primero en aplicarlo de modo sistemtico a la Escritura.

3) el sentido literal de los textos bblicos no es sino una sombra respecto del cuerpo.

4) el sentido alegrico ms profundo es el que representa la verdad autntica.

C) los telogos cristianos adoptaron el mtodo alegrico porque consideraban que, en muchos casos, la interpretacin literal era indigna de Dios.1) la alegora le abri a la teologa un vasto campo de aplicacin en medio de la cultura helenista y puso en contacto a la filosofa griega y a la revelacin.

2) en el campo de la exgesis, el mtodo alegrico contribuy a resolver el problema fundamental para la Iglesia primitiva de la interpretacin del AT.

D) La escasa documentacin que poseemos autoriza a pensar para gran parte del siglo II un predominio cultural casi absoluto de los gnsticos:1) sobre todo los que profesaban doctrinas filosficamente ms elaboradas y cristianizadas (Baslides, Valentn...).

2) las tendencias culturalmente sincretistas de los gnsticos se armonizaban con la vivacidad intelectual del ambiente alejandrino y la pluralidad de estmulos que actuaban en l:

3) doctrinas filosficas griegas, judasmo helenizado, religiones orientales, literaturas apocalpticas.

4) el gnosticismo como conocimiento superior impresionaba sobre todo a las personas cultas, intelectualmente ms ambiciosas, de la sociedad cristiana, que eran adems las de condicin social ms elevada (ver Eusebio, HE VI,2,13-14).

E) A fines del siglo II surgen en Alejandra personalidades capaces de poner en entredicho el predominio cultural de los gnsticos: Panteno, Clemente, Orgenes.1) de esta poca data la fundacin del Didaskaleion cristiano de Alejandra, un centro de estudios superiores de exgesis y de teologa, patrocinado y controlado por el obispo local.

2) las enseanzas de Panteno y de Clemente eran ms bien de tipo privado (al estilo de las de Justino en Roma).

3) la fundacin de la escuela debe atribuirse al momento en que Orgenes tom la direccin de la escuela catequtica: dividi la enseanza en dos grados, reservndose para s la del grado superior, a la que podan acceder incluso los no cristianos.

F) La principal exigencia de la enseanza de Clemente y Orgenes fue contrarrestar el predominio cultural de los gnsticos entre los cristianos cultos:1) empezaron a elaborar y profundizar los datos ofrecidos por la Escritura y la Tradicin, valindose sistemticamente de elementos tomados de la cultura griega profana (retrica, filologa, filosofa).

2) la filosofa griega fue considerada como instrumento propedutico importante para acceder al estudio de la Escritura (ej: textos de Clemente).

3) se apreci especialmente el espiritualismo platnico, pero asimilndolo con mayor respeto que en el cristianismo asitico.

G) Orgenes, por su parte:

1) asumi la distincin platnica de dos niveles de realidad, uno sensible y otro inteligible (siendo el primero una copia descolorida y una imagen del segundo).

2) distingui dos categoras de cristianos, no por naturaleza (como entre los gnsticos heterodoxos), sino por grado de aplicacin y conocimientos: a) simples: adhieren al nivel inferior de la realidad y b) perfectos: tienden al superior.

3) se establece entonces una correlacin: simple - perfecto; Cristo hombre - Cristo Dios; interpretacin literal - interpretacin espiritual (alegrica).

4) sin llegar a un sistema bsico de doctrina, desarroll y profundiz un conjunto de ideas y de principios que constituy por largo tiempo el fundamento de la cultura cristiana de Alejandra:

a) interpretacin orgnicamente alegrica de la Escritura.

b) teologa del Logos.

c) doctrina trinitaria de las tres hipstasis.

d) depreciacin de la humanidad de Cristo respecto a su divinidad.

e) antropologa dualista de tipo platnico.

f) espiritualizacin de la escatologa.

g) algunas de sus elaboraciones levantaron reticencias en su propia Iglesia local, pero no obstante tuvo seguidores que, en lneas generales aceptaban su pensamiento, salvo en la doctrina de la pre-existencia del alma y la resurreccin meramente espiritual (ver punto siguiente ).

H) La actividad de Clemente y Orgenes fue decisiva para que retrocediera el peligro gnstico y para que el cristianismo penetrara en los paganos cultos:1) este empeo intelectual y esta apertura a la cultura griega provocaron reacciones contrarias en Alejandra, lo que desemboc en la condenacin y alejamiento de Orgenes (232).

2) el traslado de Orgenes a Cesrea de Palestina favoreci la difusin de la escuela alejandrina en el mundo siro-palestino y en Arabia.

3) la escuela alejandrina sigui bsicamente las orientaciones de Orgenes (hasta mediados del siglo III se sucedieron Heracles, Dionisio, Teognosto, Pierio, quila, Serapin y Pedro), abandonando solamente sus doctrinas discutidas.

4) debido a las estrechas relaciones entre la escuela y el episcopado (Heracles, Dionisio, quila y Pedro fueron obispos de Alejandra), la orientacin cultural de la escuela se convirti en la oficial de la iglesia de Alejandra, que la difundi gradualmente en Egipto a pesar de las resistencias.

I) La cultura alejandrina tuvo ms inconvenientes para expandirse fuera de Egipto, en las regiones donde estaba difundida la cultura asitica:1) siglo III, en Antioqua, episodios de Pablo de Samosata (subordinacionismo) y Luciano de Antioqua (padre del arrianismo).

2) comienzos del siglo IV: polmica en torno a la figura de Orgenes en el rea siro-palestina.

J) La gran contribucin de la escuela alejandrina a la Iglesia primitiva fue el mtodo alegrico (alegora decir otra cosa):

1) S. Pablo ya lo usaba para interpretar figuras y tipos o hechos de los libros de la Ley como prefiguraciones de Cristo o la Iglesia.

2) Padres de la Iglesia: alegora es toda interpretacin no literal.ORGENES (+254, probablemente)

Orgenes es fuera de toda duda uno de los ms grandes genios de la humanidad, uno de los hombres que habiendo dejando su sello en la historia, permanece invisiblemente omnipresente (H. U. von Balthasar). VidaLa vida de Orgenes la conocemos principalmente gracias al panegrico - biografa que escribi Eusebio de Cesrea (+339/340), en su Historia Eclesistica (HE libro VI,1-39).

Para escribir sobre el maestro alejandrino, Eusebio dice que utiliz sus cartas y relatos de testigos oculares que han sobrevivido hasta nuestros das (HE VI,2,1). Lamentablemente de toda la correspondencia de Orgenes slo queda algn que otro fragmento aislado, aunque Eusebio afirma haber conocido ms de cien epstolas (HE VI,36,3).

El valor que debe darse a los datos consignados por Eusebio de Cesrea es igualmente objeto de controversia entre los especialistas. Por ende, es imprescindible leer el panegrico biogrfico que nos ha legado con extrema cautela, o al menos con el necesario discernimiento.

Pienso que no se puede dejar de lado el texto de la HE y que sin l entramos en un terreno mucho menos firme.

(Dicc. Patrstico y de la Antigedad Cristiana T.II H. Crouzel)Orgenes es, con Cipriano, el autor pre-niceno de quien poseemos mayor nmero de noticias biogrficas.

Orgenes, llamado Adamantius, hombre de acero o de diamante, naci probablemente en Alejandra de familia cristiana. Recibi de su padre Lenides una esmerada educacin griega y bblica. El 202, durante la persecucin de Septimio Severo, Lenides muri mrtir y los bienes de la familia fueron confiscados. Unos meses despus Orgenes abri una escuela de gramtica (es decir, de literatura) para mantener a su madre y a sus seis hermanos menores; luego, el obispo Demetrio le encomend la instruccin de los catecmenos, mientras perduraba la persecucin por iniciativa de los prefectos de Egipto. Durante un cierto tiempo ejerci una y otra docencia, pero luego, quiz porque la familia no necesitaba ya de su ayuda, abandon la escuela profana y se consagr enteramente a la catequesis. Con el radicalismo que caracteriza su juventud, Orgenes cedi entonces su biblioteca a cambio de una modesta pensin, dando a significar con este gesto su intencin de renunciar a todo lo que no era la ciencia divina. Pero las necesidades apostlicas le obligaron a volver a lo que haba abandonado y, para perfeccionar su instruccin filosfica, sigui los cursos de Ammonio Saccas, el padre del neoplatonismo. Llevaba una vida muy austera y tomando a la letra el texto de Mt 19, 12 se mutil. En vista del xito que alcanz su actividad docente, Orgenes encomend a Heraclas la instruccin de los catecmenos, resendose la de los alumnos ms aventajados y los contactos con judos y paganos. Cumplidos ya los treinta aos empieza a escribir incitado por un rico alejandrino llamado Ambrosio que haba abandonado la hereja valentiniana por su influencia. Ambrosio haba abrazado la gnosis porque no hallaba en la gran iglesia el sustento intelectual que deseaba. Convertido por Orgenes obligar a su maestro a dispensar lo que echaba en falta y a este fin pondr a su disposicin cuantiosos medios. Durante este primer perodo, en que reside habitualmente en Alejandra, Orgenes realiza varios viajes: se desplaza a Roma, donde escucha un sermn de Hiplito; a Cesrea de Palestina, donde el obispo Teoctisto, como Alejandro de Jerusaln, lo invitan a predicar aunque es seglar, provocando las protestas de Demetrio, obispo de Alejandra; a la Arabia Romana (Jordania), llamado por el gobernador; y a Antioqua, acompaado por una escolta militar, convocado por Julia Mamea, madre del emperador Alejandro Severo, que deseaba conocer el cristianismo.

Hacia el 231, es invitado por los obispos de Acaya (Grecia) para mantener en Atenas una discusin con los herejes. De camino pasa por Cesrea de Palestina donde Teoctisto y Alejandro lo ordenan sacerdote. De vuelta a Egipto, Demetrio irritado porque se haba obrado sin su consentimiento, convoc un concilio de obispos y sacerdotes que lo expuls de Egipto; luego, Demetrio con el apoyo de algunos obispos lo declaro excluido del sacerdocio. Orgenes dolido se retir a Cesrea donde fue bien acogido por sus amigos de Palestina que, como otras provincias de oriente, no tuvieron en cuenta la decisin de Demetrio. Reanuda la docencia y por el Discurso de accin de gracias que le dirige uno de sus discpulos que, a pesar del parecer contrario de P. Nautin, seguimos creyendo que era Gregorio Taumaturgo, conocemos su mtodo y circunstancias: se trataba de una especie de instituto misionero para jvenes paganos simpatizantes de la fe cristiana, a los que imparta la versin cristiana de las cuestiones filosficas sin transmitirles an lo que era propiamente cristiano. Orgenes predicaba con bastante frecuencia y poseemos gran nmero de sus homilas. Su actividad literaria es considerable desde que Ambrosio se le ha unido en Cesrea con taqugrafos y copistas. Realiza tambin frecuentes viajes: Se desplaza a Atenas donde empieza su Comentario al Cantar; a Arabia (Jordania) donde en un snodo gana para la ortodoxia al obispo Berilo de Bostra y donde discute con algunos cristianos que sostenan que el alma muere con el cuerpo y resucita con l; a Nicomedia desde donde escribe su carta a Julio Africano; y a Capadocia llamado por el obispo Firmiliano. Probablemente tambin en Arabia se celebra un pequeo concilio en torno al obispo Herclides, del que nos han llegado las actas de un papiro descubierto en Tura en 1941. Esta actividad multiforme y desbordante es brutalmente interrumpida en el 250 por la persecucin de Decio; Orgenes es encarcelado y torturado y confiesa valientemente su fe. No quieren su muerte sino la apostasa del cristiano ms clebre de su poca. La muerte del emperador le devuelve la libertad; pero a los pocos meses su salud est ya quebrantada. Al poco tiempo muere a los 69 aos cumplidos, probablemente el 254 y en Tiro, donde se poda ver su sepulcro an en el siglo XIII en la iglesia del Santo Sepulcro.

OBRASOrgenes es probablemente el autor ms prolfico de la antigedad pagana y cristiana:

A. Sagrada Escritura.

B. apologticos.

C. teolgico-espirituales.

D. cartas.

a. Bblicas1. En las Hexaplas Orgenes dispuso el AT en seis columnas: el texto hebreo, el texto hebreo transliterado en griego y las cuatro traducciones griegas de quila, Smaco, los LXX y Teodocin.

para algunos libros dispona de otras traducciones llamadas quinta, sexta y sptima. Es una obra perdida de la que solamente poseemos fragmentos.

2. coment adems gran parte de la Biblia y de formas diversas:

a. se conservan en griego 9 libros sobre San Juan y 8 sobre Mateo.

b. en trad. latina de Rufino 10 libros sobre Romanos y 4 sobre el Cantar.

c. en trad. latina annima poseemos la 2 mitad del Comentario a Mateo.

3. se conservan numerosas homilas (casi 300):

a) en griego sobre Jeremas y sobre Sal y la pitonisa.

b) en trad. latina de Rufino sobre Gnesis, xodo, Levtico, Nmeros, Josu, Jueces, sobre el nacimiento de Samuel y sobre los salmos 36, 37 y 38.

c) en trad. latina de Jernimo sobre Isaas, Jeremas, Ezequiel, Cantar, Lucas y homilas sobre diversos salmos (que se han credo eran de Jernimo, pero de la que solamente fue traductor).

4. Orgenes compuso tambin escolios o comentarios breves a textos selectos que a menudo fueron reunidos en colecciones. Hoy da no es fcil identificarlos entre los numerosos fragmentos de diferente extensin que se conservan.

B. AntologasPoseemos dos antologas:

1. Apologa de Orgenes (6 libros): se conserva solamente el libro I en trad. latina de Rufino, compilada por Pnfilo y Eusebio, en defensa del alejandrino de las acusaciones que se le hacan en los siglos III y IV.

2. Philocalia (amor por las cosas bellas): conservada en griego, compilada con intencin discretamente apologtica por Gregorio Nacianceno y Basilio de Cesarea.

3. Existen numerosos fragmentos en las catenas bblicas.

4. Es citado a menudo -para bien o para mal- por autores posteriores: los comentarios de Jernimo a Glatas, Efesios, Tito y Filemn siguen de cerca, los comentarios correspondientes de Orgenes hoy perdidos o conocidos slo fragmentariamente.

C. Otras obrasUna segunda serie de obras no es de carcter formalmente exegtico aunque dedican amplio espacio a la Biblia (escritos apologticos; teolgico-espirituales y cartas).

1. Tratado de los Principios (Per Arjn):

a. causa de las desventuras pstumas del autor.

b. es el primer intento de reflexin teolgica a partir de la regla de fe a la luz de la Biblia y de la razn.

c. se conserva enteramente slo en trad. latina de Rufino.

d. del original griego nos ha llegado solamente una sptima parte:

1) libro I: Dios

2) libro II: el mundo.

3) libro III: libre albedro.

4) libro IV: la revelacin.

2. Tratado sobre la oracin (Per eujs):

a. en griego.

b. con un comentario sobre el Padrenuestro.

c. trad. castellana.

3. Exhortacin al martirio (apologtico):

a. en griego.

b. dedicado a Ambrosio, que haba corrido peligro durante la persecucin de Maximino Tracio (235-238).

c. trad. castellana.

4. Dilogo con Heracleides: en griego, hallado en un papiro de Tura (en 1941).

5. Contra Celso (apologtico): en griego. Respuesta en 8 libros a los ataques del filsofo Celso en su Discurso veraz contra el cristianismo. Es la obra apologtica ms considerable de la antigedad cristiana. trad. castellana.

6. se conservan fragmentos griegos o latinos de otras obras perdidas como el Tratado sobre la resurreccin y los Stromata.

7. de su abundante correspondencia han sobrevivido dos cartas completas, a Julio Africano y a Gregorio Taumaturgo, y fragmentos de otras.

Suerte posterior de sus escritosLa mayor parte de la inmensa obra de Orgenes sucumbi al paso del tiempo y a las pesquisas policiales del emperador Justiniano (527-565); no obstante, lo conservado es importante, en su mayor parte est en trad. latina o de forma fragmentaria, lo cual plantea algunos problemas crticos:

a. Rufino y Jernimo ofrecen parfrasis ms que traducciones y adaptan el original al pblico latino.

b. los fragmentos que aparecen en las catenas a menudo son resmenes de las ideas principales, compilados por los catenistas.

c. el caso del Per Arjn es de lamentar, porque Rufino por un lado, Jernimo y Justiniano por otro, traducen o seleccionan segn las opuestas posiciones asumidas por uno y otro en la controversia origenista.

d. los textos reunidos en la Philocalia por Basilio y Gregorio Nacianceno tambin sufrieron algunos cortes.

Caractersticas del pensamiento de Orgenes

Orgenes ante la filosofa de su tiempo

A diferencia de su maestro, Clemente, su primera formacin no fue filosfica sino enteramente cristiana, si estudio filosofa fue ms tarde impelido por la necesidad. No es difcil descubrir el influjo que tuvieron en sus especulaciones numerosos elementos del platonismo medio y del estoicismo procedente de Filn (preexistencia de la almas, existencia de un mundo invisible e inteligible y otro visible, creacin de mundos sucesivos, visin tricotmica del hombre, apocatstasis,) aunque nunca se adhiri a ninguna escuela determinada como lo atestigua su discpulo San Gregorio Taumaturgo. para l la fuente por excelencia del saber es la Sagrada Escritura y la filosofa puede llegar a ser a veces un buen instrumento para su comprensin pues el conocimiento racional dirigido a la bsqueda de la verdad ha de encontrar necesariamente los mismos resultados que los que nos proporciona la fe. Contemporneo de Plotino, que representa la otra gran sntesis terica de su poca, elabora el primer sistema filosfico-teolgico. Pueden reducirse a cuatro las normas rectoras sealadas por Orgenes:

1. la crtica de las opiniones filosficas Qu hay de comn entre Abimlec e Isaac?Abimlec, por lo que puedo ver, no siempre estuvo en paz con Isaac: a veces se hallaba en desacuerdo, otras veces peda la paz (cf. Gn 20). Abimlec tiene aqu el papel de los sabios y doctos del siglo, que por su erudicin filosfica han comprendido una buena parte de la verdad: ustedes pueden, pues, entender que no puede estar siempre en desacuerdo, ni siempre en paz, con Isaac, figura del Verbo de Dios tal como se encuentra en la ley (=Pentateuco). Porque la filosofa no se opone enteramente a la ley de Dios, ni est totalmente de acuerdo con ella. Varios filsofos profesan la existencia de un Dios nico que ha creado todo: en esto piensan como la ley de Dios. Algunos incluso han agregado que es por su Verbo que Dios ha creado el universo y lo gobierna, que hay un Verbo de Dios que gobierna todo. Sobre este punto estn de acuerdo no solamente con la ley, sino tambin con los evangelios. Sobre la moral y la fsica, la filosofa piensa casi como nosotros. Ella se aleja de nosotros cuando declara la materia coeterna con Dios; cuando rechaza admitir que Dios se ocupa de los mortales y limita su Providencia a los espacios supralunares; cuando hace depender los destinos de los recin nacidos al curso de los astros; cuando dice que este mundo durar para siempre sin conocer fin. Hay asimismo muchos otros puntos de encuentro y desacuerdo. (Hom. in Gen. 14,3).2. la crtica del ideal filosfico. No basta con poseer la virtud de los Griegos para formar parte del Israel Espiritual. Cuando oigas decir al Logos: Circuncdense para su Dios (Jr 4,4), despus de haber comprendido la letra, asciende hasta la figura. Busca entre los que se circuncidan en sentido figurado -al extremo que tal vez digan: Nosotros somos la circuncisin (Flp 3,3)-, algunos estn entre los que lo hacen para Dios y otros se hallan entre los que lo hacen, pero no para Dios. Hay otras doctrinas, extraas a la doctrina verdadera, extraas a la enseanza de la Iglesia. Los filsofos se circuncidan las costumbres y el corazn, en otros trminos, custodian la sobriedad y se puede hablar para ellos de circuncisin. Circuncisin s, pero no para Dios: porque entre ellos es una doctrina falsa la que acta. Cuando t comulgas con la regla (canna) de la Iglesia, segn la intencin de una sana doctrina, no solamente te circuncidas, sino que lo haces para Dios. (Hom. in Jer. 5,14)3. el llamado del cristianismo a los filsofos. Los filsofos estn invitados a poner su nido en el gran rbol de la Escritura. Toda tierra tiene dos aguas, pero el que es Filisteo (= Abimlec) y de gustos terrenales no sabe encontrar el agua en toda tierra, no sabe encontrar en toda alma el pensamiento espiritual y la imagen de Dios, ignora que se puede descubrir en todos la fe, la piedad y la religin. Para qu sirve tener la ciencia si no se sabe usarla, tener la palabra y no saber hablar?. Hom. in Gen. 13,3Por eso, invoquemos a Dios, Padre del Verbo, para que nos manifieste los secretos de su Verbo, que aparte nuestra inteligencia de las doctrinas de la sabidura humana, que la exalte y eleve hacia la doctrina del Espritu, para que no hablemos de lo que percibe el odo carnal, sino de lo que contiene la voluntad del Espritu Santo. ( P. Arch. I, pref. 3.)4. el uso de la filosofa por los cristianos. Jess (= Josu) y sus ejrcitos suben para tomar la Jeric filosfica.

Si alguien puede ser rico sin tener las riquezas de los pecadores, sino tomando sus bienes del tesoro de la ley de Moiss, conseguir un poco de fortuna en los profetas, Isaas, Jeremas, Ezequiel, escrutar los misterios de Daniel, penetrar en los tesoros ocultos y obscuros de los otros profetas, no se puede comparar con los sabios de este siglo, porque es superior. Se lo igualar a quienes se les dice: Han llegado a ser ricos en toda palabra y sabidura (1 Co 1,5), ya que habiendo vencido y destruido la ciencia de este mundo, se declara pronto a reducir a la esclavitud a toda inteligencia que se eleve y se alce contra la ciencia de Cristo. (Hom. in Ps. 36,III,6) Orgenes intrprete de la Sagrada Escritura

Aunque el Alejandrino es principalmente conocido merced a su exgesis espiritual, no hay por ello que olvidar que, junto con san Jernimo, es el ms importante representante de la exgesis literal de la Antigedad. Prueba fehaciente de ello es su obra: Hexaplas, es decir, la edicin en seis columnas del AT. Lo esencial de esta edicin estaba constituido por las cuatro versiones griegas: de Aquila, de Symaco, de los LXX (la versin oficial) y la de Theodotion, seguidas a veces de otras traducciones (llamadas Quinta, Sexta, Sptima). Todas las versiones mencionadas iban habitualmente precedidas por el texto hebreo, transliterado en caracteres griegos; y puede ser que incluso se insertara el mismo texto hebreo en alfabeto hebraico. Esta obra se ha perdido.

Para Orgenes el sentido literal es la base del sentido espiritual, y se esfuerza por precisarlo con el auxilio de todas las ciencias de su poca: filologa griega y hebrea, historia y geografa, costumbres y tradiciones judas, exgesis rabnica, medicina, astronoma, historia natural, etc. Una causa de frecuentes malentendidos en esta materia es la concepcin del sentido literal: Orgenes no ve lo que ha querido decir el escritor sagrado, sino la materialidad de la expresin, previamente, si es posible, a toda interpretacin; la diferencia de las dos definiciones es especialmente delicada cuando se trata del lenguaje figurado.

El exegeta espiritualLa meta de la exgesis espiritual es colocar los hechos que la Escritura relata en la historia de salvacin. Para Orgenes, siguiendo el ejemplo de muchas interpretaciones del NT, en especial Pablo, todo el AT debe ser considerado como una profeca de Cristo que es el culmen y la llave, puesto que es Cristo, Palabra de Dios, quien constituye la revelacin, el AT no puede ser revelacin si todo entero se refiere a Cristo. La exgesis espiritual que se efecta sobre el NT aplica a cada cristiano lo que se dice de Cristo que nace y crece en cada uno: se ve, pues, la relacin estrecha de esta interpretacin con la doctrina espiritual. Un estudio solamente literario de la Biblia es insuficiente para el cristiano, porque no muestra en ese libro un alimento espiritual: no ver a Cristo en el AT es leerlo en clave juda, no cristiana.

Se indica as lo que es esencial en esta forma de exgesis para cada Testamento. Sin embargo, es un todo extremadamente complejo, puesto que ha experimentado mltiples influencias, tanto hebreas como griegas o gnsticas. Orgenes intent poner orden en este campo por medio de la teora llamada del triple sentido, inspirada en los tres elementos que constituyen el ser humano: el espritu, el alma y el cuerpo. El espritu, don divino, representa, en cierta medida, la gracia. Hay, entonces, un sentido corporal (literal), un sentido psquico (moral) y un sentido espiritual. Ellos corresponden asimismo a los tres perodos de la historia de la salvacin:

a. el AT, sombra de las realidades escatolgicas;

b. el Evangelio temporal, el que vivimos aqu abajo, en la posesin anticipada de las realidades escatolgicas que percibimos como en un espejo, en enigmas (1 Co 13,12);

c. el Evangelio eterno de la bienaventuranza, con su posesin y percepcin perfectas, cara a cara (Ibd.).

El sentido psquico concierne a la conducta del cristiano en el tiempo que media entre las dos venidas de Cristo; y el sentido espiritual al presentimiento de los bienes futuros que ya nos han sido parcialmente confiados.

La doctrina, as llamada, del cudruple sentido, cuya primera formulacin se encuentra en Casiano, probablemente responda a la prctica de Orgenes: primero el sentido literal, despus el sentido alegrico, que es la afirmacin de Cristo como culminacin del AT y centro de la historia luego dos corolarios del sentido alegrico:

a. el sentido tropolgico o moral b. el sentido anaggico (de anagoge, ascenso), correspondiente al sentido psquico y espiritual de l distincin precedente.

Algunas precisiones sobre los sentidos en la Sagrada Escritura

1. La tipologa forma parte de los mtodos hermenuticos utilizados por ciertos rabinos y en Qumrn. Los primeros sostenan que algunas profecas del AT se cumplieron ya en determinados eventos de la historia juda (ver el testimonio de san Justino, Dilogo 43,8; sobre Is 7,14). Mientras que en Qumrn se han hallado comentarios continuados a los Profetas y a los Salmos, que efectan una aplicacin sistemtica del texto bblico a la historia de la comunidad. En cambio, la alegora, que es un mtodo de interpretacin de los textos muy antiguo en la tradicin griega, permite descifrar el sentido oculto de un pasaje. En la poca del NT, cuando se constituye la patrstica, no hay distincin real entre ambos mtodos, y todava menos oposicin entre uno y otro, tal como lo muestra el vocabulario fluctuante de Pablo. Toda interpretacin tipolgica, en cuanto al contenido, en la medida que ve en un dato del AT el tipo de un dato del NT, es alegrica en lo tocante al procedimiento hermenutico, puesto que le da a ese dato una significacin que no es la del sentido literal. Slo en el siglo IV, con el desarrollo de la exgesis de la escuela antioquena, har su aparicin la distincin entre tipo y alegora, siendo sta criticada en beneficio de aquella. Se trata, pues, de dos vocablos nacidos en tradiciones diversas: Qumrn y, ms tarde, el NT para el caso de typo; la exgesis griega, rabnica y judeo-helenista, para la alegora. Sin embargo, ambos se refieren, en ltima instancia, a un nico mtodo de interpretacin de la Biblia: el que distingue el sentido literal del significado (o significados) ms profundo(s). Es posible, por ende, hablar de una exgesis alegrico-tipolgica.

2) Segn una antigua tradicin, se pueden distinguir dos sentidos de la Escritura: el sentido literal y el sentido espiritual; este ltimo se subdivide en sentido alegrico, moral y anaggico. La concordancia profunda de los cuatro sentidos asegura toda su riqueza a la lectura viva de la Escritura en la Iglesia.

a. El Sentido Literal. Es el sentido significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la exgesis que sigue las reglas de la justa interpretacin. Omnes sensus (sc. sacrae Scripturae) fundentur super litteralem (S. Toms de A., s. th. 1, 1, 10, ad 1). Todos los sentidos de la Sagrada Escritura se fundan sobre el sentido literal.

b. El Sentido Espiritual. Gracias a la unidad del designio de Dios, no solamente el texto de la Escritura, sino tambin las realidades y los acontecimientos de que habla pueden ser signos.

1. El sentido alegrico. Podemos adquirir una comprensin ms profunda de los acontecimientos reconociendo su significacin en Cristo; as, el paso del mar Rojo es un signo de la victoria de Cristo y por ello del Bautismo (cf. 1 Co 10,2).

2. El sentido moral. Los acontecimientos narrados en la Escritura pueden conducirnos a un obrar justo. Fueron escritos para nuestra instruccin (1 Co 10,11; cf. Hb 3--4,11).

3. El sentido anaggico. Podemos ver realidades y acontecimientos en su significacin eterna, que nos conduce (en griego: anagoge ) hacia nuestra Patria. As, la Iglesia en la tierra es signo de la Jerusaln celestial (cf. Ap 21,1--22, 5).

3) Un mstico medieval resume la significacin de los cuatro sentidos: Littera gesta docet, quid credas allegoria, Moralis quid agas, quo tendas anagogia. (El sentido literal ensea lo sucedido; el sentido alegrico, lo que debes creer; el sentido moral , lo que debes hacer; el sentido anaggico, lo que has de entender.)4) Leer la Escritura en la Tradicin viva de toda la Iglesia. Segn un adagio de los Padres, Sacra Scriptura principalius est in corde Ecclesiae quam in materialibus instrumentis scripta (La Sagrada Escritura est ms en el corazn de la Iglesia que en la materialidad de los libros escritos ). En efecto, la Iglesia encierra en su Tradicin la memoria viva de la Palabra de Dios, y el Espritu Santo le da la interpretacin espiritual de la Escritura (... secundum spiritualem sensum quem Spiritus donat Ecclesiae; Orgenes, hom. in Lev. 5,5).

5) La interpretacin de las Escrituras inspiradas debe estar sobre todo atenta a lo que Dios quiere revelar por medio de los autores sagrados para nuestra salvacin. Lo que viene del Espritu slo es plenamente percibido por la accin del Espritu (Orgenes, hom. in Ex. 4,5).

Orgenes: telogo La Teologa de Orgenes es inseparable de su exgesis y de su doctrina espiritual. El se considera a s mismo en todo sometido a la Iglesia, recibiendo su palabra y de su mensaje. Para comprender el pensamiento teolgico de Orgenes es necesario tener en cuenta dos realidades:

1. Muchas de sus consideraciones nacen como reaccin o respuesta a las herejas de su tiempo, Contra los marcionistas afirma la existencia de un solo Dios, que a la vez creador de todos los seres y Padre de Jess y defendiendo el valor del AT, establece la armona entre los dos testamentos; contra los valentinianos defendi el libre albedro y la responsabilidad personal oponindose a la predestinacin como una ley de la naturaleza; contra el docetismo afirm la realidad sustancial de la humanidad de Cristo, realidad necesaria para la realizacin plena de la redencin del hombre. As mismo se opuso a dos herejas trinitarias: frente a los modalista, o sabelianos defendi la personalidad propia de cada una de la personas y frente a los adopcionistas, la generacin eterna del Padre.

2. Todas sus especulaciones se basan en el siguiente principio: existen dos fuentes de la doctrina cristiana: la Escritura y la tradicin. Al respecto existe una regula fidei que contiene la enseanza fundamental de los Apstoles. Estos datos de la fe son indiscutibles, pero sin embargo estos no dieron argumentos en apoyo de estas verdades ni explicaron las relaciones recprocas que existen entre ellas. De igual modo en la Escritura hay muchas cuestiones que se mantiene abiertas. Por lo tanto aquellos que poseen los dones superiores del Espritudeben indagar y ejercitar su ingenio en estas cuestiones. En el prefacio de su obra Sobre los principios, desea en primer lugar recibir como artculo de fe lo que no se aparta de la tradicin eclesistica y apostlica (pref. 1-2). La fuente de su teologa es la Escritura, leda, meditada y comentada en la Iglesia. Pero deseoso de verdad y claridad, estimulado por las preguntas que le formulan, el telogo desea emplear todos los recursos de su inteligencia para penetrar y clarificar los misterios de la fe.

Una vez establecido este principio de interpretacin Orgenes intentar desarrollar una sntesis teolgica exegtica de las verdades de la fe. Tal es su tratado Peri archon (De los principios) en donde desarrollar una teologa, una cosmologa, una antropologa y una teleologa. Esta obra escrita en su juventud1. Teologa: estudio de Dios, de su unicidad y espiritualidad; de la jerarqua de personas y de sus respectivas relaciones con las creaturasa) Trinidad: Trata de ilustrar de forma ms dinmica que ontolgica la unidad de las personas y la personalidad propia de cada una de ellas. El Padre es la fuente de la divinidad, que comunica al Hijo y al Espritu Santo. El Hijo, procede del Padre mediante la generacin, no a modo de divisin (probote) de su sustancia divina, sino como un acto espiritual y al Espritu. Y puesto que en Dios todo es eterno, se sigue que el acto de la generacin es tambin eterna por lo tanto es Hijo es eterno como el Padre y ambos son de una nica sustancia (ousia). Algunos autores dicen que es suya la creacin del trmino homousios (mosioj) para explicar esta realidad. El Padre en cuanto principio y por ser quien enva al Hijo y al Espritu es el primero. Se a acusado a Orgenes de cierto subordinacionismo dadas algunas expresiones o interpretaciones poco afortunadas como por ejemplo llamarlo un segundo Dios o afirmar que el es inferior al Padre , (muchos de los errores atribuidos a Orgenes al uso de expresiones y trminos a veces oscuros o ambivalentes y por su preocupacin de mantener claramente el monotesmo b) no conlleva una inferioridad de dignidad en las personas divinas, de hecho en otros lugares e incluso en el mismo tratado afirma la igualdad entre ambos. En cuanto a la relacin de cada una de la personas divinas con la criaturas, el Padre acta sobre todas ellas; el Hijo, sobre los seres racionales y las almas; el Espritu sobre los seres a la vez racionales y santificados.b) Cristologa: En cuanto Logos, mediante el cual fue creado el mundo, por lo tanto su obrar es doble: se refiere a la creacin y a la historia de la salvacin. En cuanto a la creacin une a Dios y al mundo, y es el fundamento de su orden. Por eso mismo, es el fundamento de la salvacin, que consiste en la conservacin del mundo, conservacin y salvacin que alcanza su mxima expresin en la Encarnacin. El Logos, es el mediador ya que como imagen del Padre es su sabidura y conocimiento del Padre, pero en relacin al mundo es palabra, comunicacin de lo que contempla en el Padre. La mediacin del Logos como Luz y Maestro significa concretamente revelacin de Dios, participacin en la verdad y en la contemplacin eterna de Dios. Si el Logos revela por tanto en la creacin como en la historia al Dios invisible en su Encarnacin lo hace de forma ms sublime. Es el primero es usar la expresin Qentqopos. Es interesante ver cmo relaciona su doctrina del Logos con la de Jess encarnado. Introdujo el concepto de alma humana de Jess, sin la cual hubiera sido imposible la encarnacin, ya que esta en cuanto racional es la intermediaria entre Dios y la carne. En conformidad con su creencia de la preexistencia de las almas, Orgenes, afirma que la unin del Verbo con la naturaleza humana es anterior al hecho histrico de la encarnacin, ya que el alma humana del Verbo fue creada como las dems almas humanas en la preexistencia; pero a diferencia de estas por su unin con el Verbo el alma humana era sub forma Dei, impecable. A su manera ensea la unin hiposttica y formula por vez primera al comunicacin de idiomas.c) Pneumatologa: El Espritu Santo procede del Padre mediante el Hijo que le comunica sus denominaciones: es el santificador y constituye la naturaleza de los carismas que son el equivalente de las gracias actuales de la teologa escolstica. Al igual que Ireneo para el no hay economa salvfica sin Espritu. l est presente en todos los santos, y acta en la santificacin de todos los justos adems inspirar la Sagrada Escriturad) Eclesiologa: La Iglesia es Cuerpo Mstico de Cristo y a semejanza de la inhabitacin del alma en el cuerpo humano, as Cristo es el alma de la Iglesia, principio de su vida. Fuera de ella no puede haber salvacin pues las enseanzas de Cristo, al igual que las leyes y que la sangre derramada por nuestra salvacin son patrimonio de ella. Es el primero es usar el trmino Ciudad de Dios para designarla como realidad que opera sobre la tierra.e) Mariologa: Orgenes es el primero en sostener claramente la virginidad perpetua de Mara y, segn Sozomeno (HE VII, 32), fue celebrada por Orgenes como Theotokos.; para Orgenes Mara es uno de los modelos eximios del hombre espiritual. f) Sacramentos: 1) Penitencia: Igual que los otros Padres, afirma que estrictamente hablando, slo hay una remisin de pecados, la del bautismo pero para l existen otros medios para obtener el perdn despus del bautismo: el martirio, la limosna, perdonar a los que nos ofenden, convertir a un pecador, la caridad, la penitencia y la confesin de los pecados ante un sacerdote. No queda en claro si para l todos los pecados eran perdonables. 2) Eucarista: Si bien en algunos pasaje de sus escritos da una interpretacin alegrica al cuerpo y sangre de Cristo, Orgenes esta persuadido de que la eucarista es verdaderamente el cuerpo y la sangre de Cristo que se no slo como alimento, sino como sacrificio expiatorio. 2. Cosmologa: a) Creacin: Dios Padre, cre a todos los seres incluso a la materia de la nada, pero no directamente sino por intermedio de Logos, la Idea de las ideas que contiene las formas de todos los vivientes. Por lo tanto nada de lo que creo es malo influenciado por el platonismo defiende la existencia de un doble mundo o una doble series de realidades, una visible y sensible y otra invisible, superior y ms perfecta que la anterior: el mundo inteligible y espiritual si bien hay que comenzar por las cosas sensibles no hay que detenerse en ellas sino pasar enseguida al mundo de las realidades invisibles, posibilidad esta que se da por la existencia de un doble orden de sentidos: sentidos materiales, los cinco sentidos corporales y sentidos espirituales anlogos a los cinco sentido corporales. En cuanto a si la creacin es eterna o no, es un tema que no queda bien en claro. En algunos pasajes afirma, siguiendo a Platn, la creacin y extincin de mundos visibles sucesivos, pues la bondad y la omnipotencia de Dios nunca pueden dejar de obrar. Segn H. Crouzel el mundo creado desde toda la eternidad por Dios es el mundo inteligible de las ideas platnicas o de los lgoi estoicos, los modelos y semillas de los seres, mundo contenido en el Verbo y, por tanto, formado desde toda la eternidad por el Padre al engendrar al Hijo (Dicc. Patristco)b) Preexistencia de las almas (este es tal vez el nico error cierto de Orgenes, que por lo dems, no se la puede considerar como una hereja ya que en su poca la Iglesia no haba an pronunciado ninguna doctrina al respecto) Dios en un principio cre todas las inteligencias iguales, revestidas de un cuerpo etreo e inmersas en la contemplacin divina, pero algunas de estas inteligencia ejerciendo su libertad, dejaron enfriar su fervor inicial. Esta es la culpa primitiva que caus su divisin en ngeles, demonios y hombres. Esta doctrina, heredada de Platn, proporcionaba a Orgenes una respuesta a los marcionistas que afirmaban la existencia de dos deidades: un dios supremo, bueno, y bondadoso, autor del mundo invisible, el dios del NT, padre de Jess y otro dios, el del AT, imperfecto, cruel y vengativo, creador del mundo visible e imperfecto como l, pues le permita hacer del uso del libre albedro la causa de la desigualdad entre los hombres al momento de nacer y le permita asimismo esquivar las dificultades de las otras dos respuestas realitas al origen del alma el traducionismo (cada una de las almas individuales procede del alma de sus padres en el momento del acto generativo) y el creacionismo (cada una de las almas en el momento de su infusin en el cuerpo).Tantos los ngeles como los demonios son guardianes de los individuos y de los pueblos y les estn encomendados los diversos reinos de la naturaleza.Ante el problema del mal, la posicin de Orgenes sostiene la clsica concepcin segn la cual el mal no tiene realidad en s, sino que es mera privacin o no-ser. 3. Antropologa.

Adopta la visin de platonismo medio y estoico para quien el hombre esta compuesto por cuerpo (soma sma), alma (psique yuc) y espritu (pneuma pnema), pero se diferencia netamente de ellas en la importancia que le da a la libertad tanto en la obra de la creacin como en el de la redencin. Esta concepcin del hombre definir de igual el modo tanto su conocimiento sea de Dios y del mundo, como la vida moral e incluso espiritual. Existen tres grados de conocimiento: la fe, la gnosis y la contemplacin (teora qeoria). El objeto material del conocimiento es igual en los tres casos, pero la intensidad y penetracin vara profundidad de acuerdo a cada uno de ellos, siendo el de la contemplacin en grado ms perfecto. (Es de notar que este esquema se repite tambin en lo que hace a la interpretacin de la Sagrada Escritura). El alma humana, al igual que los ngeles, fue creada a imagen de Dios, que es el Verbo; por tanto participa de la existencia y de la divinidad del Padre y de la filiacin y de la racionalidad del Verbo, todo ello entendido en un sentido ms sobrenatural que natural. Pero el pecado, recubri en el hombre la imagen de Dios con imgenes diablicas y bestiales que slo el Redentor es capaz de suprimir.. ste, espritu cado en Adn, redimido por Cristo, est llamado a la resurreccin futura que Orgenes ve como una apocatastasis, una reposicin universal El hombre recibi la dignidad de la imagen divina despus de la primera creacin, pero la perfeccin de la semejanza le est reservada para la consumacin de todas las cosas. Es necesario que el hombre por el celo de su propio esfuerzo la consiga para s mismo, imitando a Dios (De princ. III,6).

4. Teleologa- Escatologa (es decir, una finalidad) La creacin y la historia son guiadas por el designio de Dios. l quiere que la tierra se transforme en cielo en la semejanza y transfiguracin de todo, cuando Dios sea todo en todos (De princ. III 6, 3). La doctrina de la apocatstasis o restauracin al fin de los tiempos se inspira en 1Co 15, 23-26 y no se la puede tildar de pantesta, ya que sus especulaciones acerca de la resurreccin de los cuerpos tiende a garantizar a la vez su identidad y alteridad con el cuerpo terreno en conformidad con la imagen paulina de la semilla y la planta. Las almas sern purificadas por el fuego purificador despus de su muerte. Sin embargo Orgenes, no posee una visin clara de la cuestin incluso se contradice y si bien en algunos textos parece sostener la salvacin del demonio y de los condenados, en otros lo niega rotundamente como por ejemplo en la carta a los amigos de Alejandra. Orgenes: maestro espiritual

Orgenes es uno de los fundadores de la teologa mstica y por ende un precursor del monacato. Su doctrina espiritual est basada en una antropologa presidida por el tema de la imagen de Dios en el hombre.

Creado, segn Gn 1,26-27, segn la imagen de Dios que es el Verbo (Col 1,15) el hombre encuentra en este parentesco inicial la posibilidad de conocer a Dios, pues slo el semejante puede conocer al semejante. Liberado por la accin del Redentor de las imgenes diablicas y bestiales que el pecado ha acumulado sobre l, la participacin del hombre en la imagen de Dios crece por el progreso espiritual, la accin del Verbo en el alma, la prctica de las virtudes a imitacin de Cristo, desarrollando as una connaturalidad con lo divino que confiere, en modo siempre creciente, el conocimiento inmediato de las realidades supremas: su culminacin en la vida eterna es la semejanza coincidente con la visin cara a cara.

Orgenes desarrolla, a partir de 1 Ts 5,23, una concepcin tripartita del hombre que preside su mstica y su ascesis: el alma, esencial del hombre, sede del libre arbitrio, es atrada por una parte por el espritu (pneuma), don divino, y por la otra por el cuerpo. Este espritu representa el aspecto activo de la gracia cuya facultad receptiva es la parte superior del alma, llamada inteligencia (nous), facultad hegemnica o corazn, discpulo del pneuma. El objeto supremo del conocimiento est formado por los misterios divinos, todos ellos contenidos en el Logos en cuanto l es la Sabidura. Imposibles de conocer para el hombre carnal, son conocidos progresivamente en la medida en que Dios se ofrece, o el hombre se dispone a recibir este don, pues el conocimiento es el encuentro de dos libertades. El conocimiento tiene como punto de partida los seres sensibles, imgenes de los misterios, sobre todo los que describe la Escritura; pero la inteligencia no debe detenerse en ellos -esto sera idolatra-, sino continuar su camino a partir de ellos hacia los misterios de los que son signos y de los que muestran la direccin, y hacia Cristo que los contiene. Del Verbo encarnado, al que conduce la exgesis del AT, a Cristo presente en el alma, que nos muestra el NT, el espiritual sube, como los tres apstoles, a la montaa de la Transfiguracin para ver la divinidad de Jess transparentarse a travs de su humanidad: esta visin representa el ms alto conocimiento de Cristo que es posible aqu abajo, preludio de aquella de la bienaventuranza eterna. Pero el conocimiento pone en juego todo el ser: presentado en varias ocasiones como una mezcla de conocer y ser conocido, y encuentra su definicin ltima en Gn 4,1: Adn conoci a Eva su esposa, es decir, la unin en el amor.

En la bsqueda de la perfeccin el primer paso es el conocimiento de s mismo, indispensable para un buen discernimiento y en la lucha contra el pecado, pues este conocimiento lo pone en evidencia. Esta lucha implica lucha contra las pasiones y contra el mundo con el fin de lograr la apatheia. Para lograr esto es necesaria una prctica asctica severa y perseverante que mortifique la carne: vigilias, ayunos, pobreza, castidad (si bien es cierto que Orgenes no ve con malos ojos el matrimonio, s lo ve como un impedimento para lograr la perfecta imitacin de Cristo) y recomienda especialmente la virtud de la humildad. En su homila exige al que quiera ser perfecto que se sienta el ltimo de todos pues el orgullo es la raz de todos los pecados.Temas msticosOrgenes es uno de los creadores del vocabulario mstico, el autor de numerosos temas espirituales que ha tomado de la Escritura, dndoles una orquestacin desconocida hasta entonces. A la exgesis tradicional colectiva de la esposa del Cantar, que representa a la Iglesia, Orgenes aade una exgesis individual que aplica al alma cristiana

Desarroll considerablemente asimismo la imagen paulina del nacimiento y crecimiento del Verbo en el alma; y tambin aquella, antes mencionada, de la subida a la Montaa.

Los telogos de la Luz, de la Vida, de los Alimentos espirituales, del Vino de la Via verdadera, las doctrinas de los cinco sentidos espirituales, del discernimiento de espritus, etc., debutan con l en la tradicin cristiana y atravesarn los siglos.

Es particularmente interesante comprobar que la mstica del Logos est ntimamente relacionada con un profundo misticismo de la cruz y del crucificado. El verdadero discpulo debe ser un mrtir, sea este cruento o incruento, muriendo espiritualmente a travs de la mortificacin y de la renuncia.

La doctrina espiritual no contribuy poco a la fama de Orgenes entre los monjes griegos de los primeros siglos, los monjes latinos de la alta Edad Media e incluso entre los humanistas del Renacimiento.

Se ha reprochado sin razn a la espiritualidad origeniana un cierto esoterismo, que en el fondo se reduce a un sano principio de direccin espiritual: no dar a un alma lo que no podra soportar y la daara. Acusarle de elitismo sera ignorar que Orgenes trata de todos estos argumentos en sus homilas predicadas al pueblo de Cesrea, mientras invita al auditorio a progresar para alcanzar el conocimiento. Sealemos para terminar que los pocos testimonios de una experiencia mstica personal que se encuentran en su obra son casi nicos en la Iglesia primitiva. Paralelamente su devocin, fuertemente afectiva, por Cristo es comparable a la de los grandes espirituales medievales.BIBLIOGRAFA

Curso de Patrologa. P Enrique Contreras

Patrologa T. I J. Quasten (Ed. BAC)Diccionario Patristco y de la Antigedad Cristiana (Ed Sgueme)

Historia de la Filosofa T. IIa G. Fraile (Ed. BAC)

Dios Salvador en los Padres de la Iglesia Basil Studer (Ed. Koinonia)Contra Celso Orgenes (Ed. BAC)Textos Homila XXVII sobre el libro de los Nmeros

Las Homilas sobre los Nmeros (28 en total) fueron pronunciadas en Cesarea de Palestina, y revelan a un Orgenes que no es solamente filsofo, sino sobre todo telogo y pastor (recordemos que en esta poca ya haba sido ordenado presbtero), entendido en las cuestiones relativas a la vida religiosa y mstica. Su inters por el adelantamiento espiritual del cristianismo lo lleva a prestar atencin a las repercusiones morales y espirituales del texto bblico que comenta, y las seala con pedagoga de catequista a los fieles ms simples, recurriendo al uso de imgenes para expresar mejor e ilustrar sus conceptos. Estas homilas las conocemos gracias a la traduccin latina que Rufino de Aquileya realiz en 410.

Entre estas homilas sobresale de manera especial la Homila XXVII, que el autor dedica ntegramente a comentar el viaje del pueblo de Israel, desde Egipto de la esclavitud hasta la Tierra Prometida. Para Orgenes este xodo representa el camino espiritual del cristianismo quien, abandonando el pecado, lucha por alcanzar el conocimiento y la unin con Dios. Especial atencin le merece en esta homila, naturalmente, el tema de la lucha espiritual, que se caracteriza por ser continua, de la misma manera como en el pensamiento del alejandrino el progreso espiritual es de por s constante.

Adems de tener en cuenta esta diferencia de denominaciones, es preciso recordar una caracterstica metodolgica peculiar del pensamiento teolgico origeniano, a saber: el maestro alejandrino no agota su interpretacin en un solo texto, sino que ofrece varias posibilidades en diversos lugares de su obra, dejndole al lector la tarea de elegir la que ms le agrade (en el texto hemos hecho notar, por ejemplo, las diferentes interpretaciones que da sobre un mismo episodio, las cuales no son excluyentes sino, por el contrario, complementarias). Esto explica que el tema del itinerario espiritual del alma no solamente est tratado en esta Homila XXVII sobre el libro de los Nmeros, sino que tambin sea abordado aunque no tan exhaustivamente en las Homilas sobre el xodo, y de manera especial en el Comentario al Cantar de los Cantares.

Los sentidos de la Biblia en los escritos de los PadresPara los Padres la Escritura no era un libro muerto, sino una realidad viviente, testigo de una historia concreta. As, una vez comprendido el sentido literal de los textos, generalmente se inclinaban hacia la interpretacin alegrica o espiritual, buscando los misterios escondidos.

Una caracterstica de su interpretacin bblica era el convencimiento de que el Espritu de Dios moraba y hablaba en la Palabra revelada tanto como en el cuerpo de la Iglesia.

La interpretacin espiritual o alegrica de los Padres ha sido duramente criticada por algunos de los representantes de la exgesis moderna y contempornea. Pero hoy sabemos que tal aproximacin no fue inventada por ellos, sino que procede de judos y griegos. En efecto, superar lo que dice la letra es algo que forma parte de los mtodos de interpretacin y explicacin de la Biblia, utilizados por ciertos rabinos y en Qumrn. Los primeros sostenan que algunas profecas del Antiguo Testamento se cumplieron ya en determinados eventos de la historia juda. Mientras que en Qumrn se han hallado comentarios continuados a los Profetas y a los Salmos, que efectan una aplicacin sistemtica del texto bblico a la historia de la comunidad.

La alegora es un mtodo de interpretacin de los textos muy antiguo en la tradicin griega, permite descifrar el sentido oculto de un pasaje.

Judos y griegos, se refieren, en ltima instancia, a un nico mtodo de interpretacin de la Biblia: el que distingue el sentido literal del significado (o significados) ms profundo(s).

San Hilario, obispo de Poitiers, en la primera mitad del siglo IV, ofrece una buena sntesis del tema, que en ltima instancia es optar por una lectura de la Biblia desde Cristo, ya que el objetivo central de la alegora es precisamente el misterio de Cristo:

(...). Cualquiera de las obras contenidas en los Libros Sagrados anuncia con palabras, describe con hechos y confirma con figuras la venida de nuestro Seor Jesucristo que, enviado por el Padre, naci hombre de la Virgen por el Espritu.

l, en efecto, a lo largo de toda la historia, mediante prefiguraciones verdaderas y claras, engendra, lava, santifica, elige, separa o redime a la Iglesia en los patriarcas: por el sueo de Adn, el diluvio de No, la bendicin de Melquisedec, la justificacin de Abrahn, el nacimiento de Isaac, la servidumbre de Jacob. En suma, todas las profecas, realizacin del misterio, se han concedido a lo largo del tiempo para el conocimiento de la Encarnacin.

Y el papa Gregorio el Grande nos invita a no despreciar el sentido literal, sino a partir de l, para luego pasar a la lectura espiritual de la Biblia:

En las palabras de la Biblia debe, ante todo, hermanos queridsimos, mantenerse la verdad histrica (= el sentido literal), y despus debe averiguarse el sentido espiritual mediante la inteligencia de la alegora; porque fcilmente se comprende el sentido de la alegora cuando se apoya en la raz de la verdad histrica.

TEXTO de la HOMILA

LAS ETAPAS EN EL DESIERTO

Prembulo: diferentes clases de alimentos en las Escrituras1. Cuando cre el mundo, Dios diferenci los alimentos. Los adapt a los distintos apetitos de los hombres y a las diferentes especies de animales. As, cuando el hombre ve el alimento de los animales, sabe que les est destinado y que no est hecho para l; y los animales mismos conocen los alimentos que les convienen: son distintos, por ejemplo, los alimentos del len, del ciervo, del buey o de los pjaros. Tambin entre los hombres hay diferencias en la eleccin de las comidas. Tal hombre, sano y en buena forma, pide un alimento fuerte, cree, confa que puede comer de todo (Rm 14,2), como los atletas ms vigorosos. Se siente uno ms dbil y en peor forma? Entonces prefiere las legumbres, y no soporta una comida demasiado fuerte para su mala salud. Se trata de un nio pequeo? Aunque no pueda decirlo con palabras, en realidad no pide otro alimento que leche. Por lo tanto, cada uno, segn su edad, sus fuerzas y su salud, pide el alimento que le conviene y que corresponde a sus fuerzas.

Se ha considerado suficientemente el ejemplo de las realidades corporales? Pasemos ahora al conocimiento de las espirituales. Toda naturaleza espiritual necesita los alimentos que le son propios y que convienen a su caso. Ahora bien, el verdadero alimento de la naturaleza espiritual es la palabra de Dios. Pero as como acabamos de dejar establecido que hay muchas diferencias entre los alimentos del cuerpo, as tambin todas las naturalezas espirituales que se nutren, como hemos dicho, del Verbo de Dios, no le toman bajo la misma forma. A semejanza de la alimentacin del cuerpo, la Palabra de Dios comporta un rgimen lcteo, a saber: la enseanza exotrica y simple como es la de la moral, que se da a los principiantes en los estudios divinos cuando reciben los rudimentos de la ciencia espiritual. Cuando se les lee un pasaje de los libros divinos en el que no parece haber oscuridad, lo reciben con alegra: tal es, por ejemplo, el libro de Ester, el de Judit, o incluso el de Tobas y los preceptos de la Sabidura. Pero si oyen leer el Levtico, su mente tropieza constantemente y se aparta de este alimento como si no fuera de su rgimen. Resulta que vienen para aprender a honrar a Dios, para recibir sus preceptos de justicia y piedad y slo oyen hablar de prescripciones concernientes a los sacrificios y del ritual de las inmolaciones: cmo no iban a apartar rpidamente su atencin y a rechazar ese alimento como no conveniente para ellos?

Otro, al escuchar la lectura de los Evangelios, de las Cartas o de los Salmos, los recibe con alegra y se apega a ellos con gusto; se alegra de descubrir en ellos algn remedio para sus enfermedades. Pero si se les lee el libro de los Nmeros, y concretamente los pasajes que tenemos entre manos, juzgar que eso no es de ninguna utilidad, y que all no hay remedio para sus males ni nada para la salvacin de su alma; los rehusar y los rechazar en seguida como alimentos pesados e indigestos, mal adaptados a un alma dbil y enfermiza. Pero, para volver al ejemplo de las cosas corporales, al igual que el len, suponiendo que se le diera inteligencia, no se quejar de abundancia de hierba en la Creacin, bajo el pretexto de que l se nutre de carne cruda, y no dir que fue producida intilmente por el Creador, al igual incluso que el hombre, so pretexto de que l hace uso de pan y de otros alimentos que le convienen, no debe quejarse de que Dios haya hecho las serpientes, que vemos servir de alimento a los ciervos; y al igual que el carnero o el buey no deben quejarse de que les haya sido dado a otros animales alimentarse de carne, bajo el pretexto de que a ellos les basta con comer hierba; de igual modo, en lo que se refiere a los alimentos espirituales, quiero decir los Libros divinos, no se deben rechazar los pasajes de la Escritura que parecen ms oscuros o ms difciles de comprender, ni reservar lo que el principiante, el nio pequeo, o el enfermo demasiado dbil para comprenderlo todo, no pueden utilizar, y lo que, segn ellos, no puede serles de ninguna utilidad y no puede contribuir a su salvacin; sino que se ha de considerar esto: as como la serpiente, el carnero, el hombre y la hierba son todas criaturas de Dios, y as como esta diversidad de seres mueve a la gloria y a la alabanza del Creador, porque el alimento que unos sacan de otros o que unos proveen a otros particularmente es un alimento apropiado para cada uno de los seres con vistas a los cuales fueron creados, as tambin, cada uno segn su salud y sus fuerzas, debe utilizar estos textos que son palabra de Dios y cuya diversidad ofrece una alimentacin adaptada a las posibilidades de las almas.Y sin embargo, mirando de cerca, por ejemplo en la lectura del Evangelio, o en la enseanza del Apstol, en la que pareces complacerte, en la que piensas hallar el alimento mejor adaptado y ms agradable, cuntos secretos escondidos, si estudias, si profundizas los preceptos del Seor! Ahora bien, si es preciso huir y evitar lo que te parece oscuro y difcil, incluso en los pasajes que te inspiran la mayor confianza hallars tantas oscuridades y dificultades, que debers abandonar tambin ese terreno si te atienes a tu opinin. Sin embargo, tambin contienen palabras claras y simples, capaces de edificar al oyente, incluso si es poco inteligente.

Hemos comenzado por este prembulo para despertar sus corazones, porque la leccin que tenemos entre manos es de las que parecen difciles de comprender e intiles de leer. Pero nosotros no podemos decir que en los escritos del Espritu Santo haya algo intil y superfluo, incluso si a alguno les parece que hay oscuridades. Ms bien, debemos volver los ojos de nuestra inteligencia hacia l que orden escribir, y preguntarle su sentido. Hay debilidad en nuestra alma? Que l nos cure, l que cura todas las enfermedades (Sal 103 [102],3); estamos todava en la niez de la inteligencia?, que el Seor que guarda a los pequeos nos asista, nos d de comer y nos lleve a la medida de su edad (Ef 4,13). Porque en nosotros est a la vez el pasar de la enfermedad a la salud y de la niez a la edad viril. As pues, en nosotros est el preguntarle a Dios; pues Dios tiene la costumbre de dar a los que piden y abrir a los que llaman (ver Mt 7,7). Pero detengamos aqu este prembulo.El texto: hay un provecho que sacar de l2. Pasemos ahora al comienzo de la leccin de hoy: que con la ayuda del Seor podamos, si no esclarecer perfectamente su sentido, al menos recoger y explicar lo esencial. Est escrito: He aqu las etapas de los hijos de Israel desde que salieron de la tierra de Egipto con sus fuerzas, de la mano de Moiss y de Aarn. Y Moiss escribi sus progresos y sus etapas por orden de la palabra del Seor (Nm 33,1-2), etc... Han odo? Moiss escribi esto por orden de la palabra del Seor. Y por qu el Seor quiso que esto fuera escrito? La puesta por escrito de las etapas recorridas por los hijos de Israel debe servirnos de algo o no servirnos de nada? Y quin osara decir que unos documentos escritos por orden de la palabra del Seor no tienen ninguna utilidad, no contribuyen en nada a la salvacin, y no hacen ms que contar el suceso sin que nos venga ahora ninguna ventaja de esta relacin? Tal opinin es impa y contraria a la fe catlica; dejmoselo a quienes pretenden que el Dios de la Ley y el de los Evangelios no es uno slo y nico Dios, Padre de Nuestro Seor Jesucristo (Rm 15,6). Qu pensamientos debe, por lo tanto, sacar de estas etapas una inteligencia iluminada por la fe? En la medida en que tengamos tiempo, tratemos de exponer brevemente lo esencial.

Los dos sentidos de la salida de EgiptoLa homila precedente nos ha dado la ocasin de hablar de la salida de Egipto de los hijos de Israel, y hemos dicho que, en sentido espiritual, se puede salir de Egipto de dos maneras: o bien dejando la vida pagana para llegar al conocimiento de la Ley divina, o bien cuando el alma deja su morada del cuerpo. Con estos dos sentidos es con quienes concuerdan las etapas ahora enumeradas por Moiss por orden de la palabra del Seor.

1. La etapas despus del JuicioDe las estancias que ocuparn las almas liberadas de los cuerpos, o ms bien revestidas de nuevo de su cuerpo, el Seor ha proclamado en el Evangelio: Hay muchas moradas en la casa del Padre, si no se lo habra dicho: pues voy a prepararles una morada (Jn 14,2). Hay, pues, muchas estancias que conducen al Padre; por qu el alma se detiene en ellas, qu provecho, qu enseanza o qu luz encuentra en ellas, slo lo sabe el Padre del siglo futuro (Is 9,5) que dice de s mismo: Yo soy la Puerta (Jn 10,9). Nadie viene al Padre sino por m (Jn 14,6). Sin duda en cada una de estas moradas l se convertir en puerta para cada alma: se entrar por l, por l se saldr y se hallarn los pastizales (Jn 10,9) y de all pasar a otra estancia y despus a otra ms, hasta que se llegue al mismo Padre.

Pero he aqu que casi hemos olvidado nuestro prembulo y violentado sus inteligencias al ofrecerles de golpe altos y sublimes pensamientos. Volvamos a lo que ocurre entre nosotros y en nosotros.

2. Las etapas en la vida presenteLos hijos de Israel estaban en Egipto trabajando en las obras del rey Faran, vctimas de la arcilla y el ladrillo (Ex 1,14), hasta el momento en que gimiendo, gritaron al Seor, y hasta el momento en que, para acoger sus quejas, l les envi su Palabra por Moiss y les hizo salir de Egipto. Tambin nosotros, cuando estbamos en Egipto, quiero decir el los errores de este mundo y en las tinieblas de la ignorancia, cuando trabajbamos en las obras del Diablo, en medio de las consupiscencias y de las voluptuosidades carnales, el Seor tuvo piedad de nuestra angustia y envi al Verbo, a su Hijo nico, para arrancarnos de la ignorancia y del error y conducirnos a la luz de su Ley divina.

Paralelismo entre la encarnacin de Cristo y la santificacin de los hombres3. Contempla en primer lugar la ordenacin aritmtica del misterio: si se establece el cmputo exacto, se hallarn cuarenta y dos etapas para la salida de los hijos de Israel fuera de Egipto; por otra parte, la venida de nuestro Seor y Salvador a este mundo se hizo en cuarenta y dos generaciones. Mateo el evangelista lo declara limpiamente: Desde Abraham a David, catorce generaciones; de David a la deportacin a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportacin a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones (Mt 1,17). Estas cuarenta y dos generaciones son las etapas que Cristo recorri para descender al Egipto de este mundo; los que de nuevo suben de Egipto recorren el mismo nmero de cuarenta y dos etapas. Moiss se expres exactamente cuando dijo: Los hijos de Israel salieron con sus fuerzas (Nm 33,1). Cul es su fuerza sino Cristo, que es la Fuerza de Dios (1 Co 1,24)? Quien sale, sale con l, que descendi entre nosotros, y trata de llegar al lugar donde l descendi; porque Cristo no descendi por necesidad, sino por benevolencia, a fin de cumplir las palabras: El que descendi es el mismo que ascendi (Ef 4,10). As, los hijos de Israel llegan en cuarenta y dos etapas al lugar donde comienzan a tomar posesin de su heredad. Este comienzo fue el momento cuando Rubn, Gad y la media tribu de Manass recibieron la tierra de Galaad (Jos 17,6). Es, pues, un hecho establecido: Cristo descendi a nosotros a travs de cuarenta y dos antepasados segn la carne, como por cuarenta y dos etapas; y es por el mismo nmero de etapas como los hijos de Israel ascienden hasta el lugar donde comienza la heredad prometida.

Si has comprendido el misterio que encierra este nmero de ascenso y descenso, acrcate ahora y empecemos a ascender por las etapas del descenso de Cristo, y tomemos por primera etapa la ltima de las suyas, su nacimiento del seno de la Virgen; que nuestra primera etapa, de nosotros que queremos salir de Egipto, sea aquella en la que, abandonando el culto de los dolos y la adoracin de los demonios, que no son dioses, creamos que Cristo naci de la Virgen y del Espritu Santo, y que el Verbo hecho carne vino a este mundo (Jn 1,14). Luego, tratemos de ascender uno a uno los grados de la fe y de las virtudes. Si perseveramos bastante tiempo como para llegar a la perfeccin, se podr decir que hemos cubierto una etapa en cada grado de las virtudes hasta el final de nuestra educacin y de nuestros progresos, hasta la obtencin de la heredad prometida.

3. La etapas del ms all4. Por otra parte, cuando el alma abandona el Egipto de esta vida para alcanzar la Tierra prometida, debe seguir ciertos caminos y recorrer, como hemos dicho, ciertas moradas. Yo creo que el profeta haca alusin a ello cuando deca: Yo lo recuerdo y derramo mi alma dentro de m, cmo marchaba a la tienda admirable, a la casa de Dios (Sal 42 [41],5). Son las moradas, son las tiendas de las que dice en otra parte: Qu admirables son tus tiendas, Seor de las Virtudes! Mi alma suspira y desfallece por los atrios del Seor (Sal 84 [83],2-3). Es por lo que adems el mismo profeta dice en otra parte: Mucho peregrin mi alma! (Sal 120 [119],6). Comprende, pues, si puedes, lo que son estas peregrinaciones en las que el alma, gimiente y doliente, llora al verse peregrinar durante tanto tiempo. Pero la comprensin de estas peregrinaciones est debilitada y oscurecida en tanto que se est en ellas todava; el alma comprender y ver mejor su razn cuando haya vuelto a su reposo, es decir, a su patria, el Paraso. El profeta contemplaba esta verdad bajo una forma misteriosa, cuando deca: Alma ma, vuelve a tu reposo, que el Seor ha sido bueno contigo (Sal 116 [114-115],7). Sin embargo, peregrina, viaja y cumple unas etapas sin duda alguna porque la economa divina ha puesto en ellas algn tipo de utilidad, como lo prueba el pasaje: Te aflig y te aliment en el desirto con el man que no conocieron tus padres, a fin de saber lo que haba en tu corazn (Dt 8,2-3). Tales son pues las etapas por las que se pasa de la tierra al Cielo.

A quin se hallar lo bastante avanzado, lo bastante iniciado en los secretos divinos como para enumerar las etapas de este viaje, de este ascenso del alma, y como para describir las penas o el reposo que se encuentra en cada una? Cmo explicar que tras la primera y la segunda etapa, el Faran y los Egipcios continan la persecucin; que si bien no se apoderan de los fugitivos, sin embargo los persiguen, que fueron engullidos, pero no por eso los persiguieron menos (ver Ex 14,16 ss.)? Cmo hacer comprender que el pueblo de Dios, salvado en seguida de su persecucin, haya entonado el cntico: Canto al Seor, pues se cubri de gloria, arrojando en el mar caballo y carro (Ex 15,1)?

Pero, como ya he dicho, quin osara etapa tras etapa, descubrir los misterios, y por el estudio de sus nombres, conjeturar sus significaciones particulares? No s si la inteligencia del orador y la de los oyentes no desfalleceran ante tal densidad de misterios. Cmo explicar la guerra de los Amalecitas, las diferentes tentaciones, cmo hablar de aquellos cuyos miembros cayeron en el desierto (1 Co 10,5), el hecho de que no fueron los hijos de Israel, sino los hijos de los hijos de Israel los que pudieron llegar a la Tierra Santa, el hecho de que todo el antiguo pueblo, el que haba vivido y habitado con los Egipcios cay, y el hecho de que slo alcanz el Reino el nuevo pueblo que ignoraba a los Egipcios, excepto los sacerdotes y los Levitas? En efecto, si alguien pudo tener un puesto entre los sacerdotes y los Levitas, si no tuvo ningn inters sobre la tierra, a no ser slo el Seor, no cay en el desierto, sino que alcanz la Tierra Prometida. Si tu no quieres caer en el desierto, sino alcanzar la Tierra Prometida a tus padres, no tengas intereses en la tierra, no tengas nada en comn con la tierra. Que tu inters sea slo el Seor, porque as no caers nunca. As pues, de Egipto a la Tierra Prometida se hace una subida por la que, como dije, aprendemos de forma simblica el ascenso del alma hacia el Cielo y el misterio de la resurreccin de los muertos.

5. Las etapas llevan nombres. No sera conveniente que todo lugar bajo el cielo, montaa, colina o llanura, llevase un nombre y que las etapas de esta subida del alma hacia el Reino de Dios no tuviesen sus nombres. Los tienen, compuestos de trminos misteriosos; y este ascenso tiene por gua, no a Moiss -l ignoraba, tambin l, adnde iba (Hb 11,8)-, sino la Columna de fuego y la Nube (Ex 13,21 ss.), es decir, al Hijo de Dios y al Espritu Santo, como lo prueba el Profeta que dice en otro pasaje: El Seor mismo los conduca (Sal 78 [77],14). Es as como se har el ascenso del alma bienaventurada, cuando hayan sido tragados todos los Egipcios, los Amalecitas, y todos sus asaltantes; al ir atravesando una tras otra esas numerosas moradas que estn en la casa del Padre, el alma ser cada vez ms iluminada. A medida que pase de una a otra, buscar serlo siempre ms, hasta que se habite a soportar la visin de la verdadera Luz que ilumina a todo hombre (Jn 1,9) y a sostener el brillo de su autntica majestad.

Los progresos del alma en esta vidaVolvamos a la segunda interpretacin que hemos mencionado, y veamos en ella una doctrina de los progresos del alma en esta vida; una vez convertida, ha renunciado a vivir como pagana, y sigue, no tanto a Moiss como a la Ley de Dios, no a Aarn, sino al Gran Sacerdote Eterno (Hb 6,20); hasta el momento en que llega al trmino de la perfeccin permanece en el desierto para ejercitarse all en los preceptos del Seor y para probar en tentaciones su fe. No ha vencido a una de ellas, probando as su fe, cuando cae en otra y pasa de una a otra como de etapa en etapa. No ha hecho ms que triunfar en la dificultad que se haba presentado y soportado fielmente la prueba, cuando vuela a la siguiente. As, por estas tentaciones sucesivas de la vida, por estos progresos del alma, se puede decir que va cubriendo etapas, y que en cada una de ellas va ganando una virtud nueva; en lo cual realiza lo que dice la Escritura: Irn de virtud en virtud (Sal 84 [83],8); y por fin llegar al trmino, o ms bien al ms alto grado de virtud; pasar el Ro de Dios y recibir la heredad prometida.

6. Segn esta doble interpretacin, debemos considerar toda esta lista de etapas que nos ha sido leda de manera que nuestra alma saque un doble provecho: aprendamos cmo debe ser vivida la vida que, renunciando al error, sigue la Ley de Dios, sepamos qu esperanza, qu promesas nos aguardan tras la resurreccin. As, mi opinin es que se puede encontrar en estos textos una enseanza digna de las Leyes del Espritu Santo. Porque qu inters presenta para m, qu provecho podran sacar los lectores que meditan la Ley del Seor da y noche (Sal 1,2) de saber cmo se llama la parte del desierto en la que acamparon en tal momento los hijos de Israel? Ahora bien, vemos que el Seor da tanta importancia a la revelacin de la lista de las etapas, que es la segunda enumeracin que se da en las Leyes divinas. Estos nombres, en efecto, ya fueron mencionados, aunque con algunas variantes, cuando vimos a los hijos de Israel dejar este o aquel lugar o acampar en aquel otro; pero ahora, Moiss recibe el mandato de enumerarlas todas de nuevo por orden de la palabra del Seor. El hecho mismo de que esta enumeracin se haga dos veces me parece que concuerda bastante bien con el misterio contenido en la interpretacin que hemos propuesto; estos nombres se repiten dos veces para indicar los dos viajes del alma: el que realiza durante su permanencia en la carne, cuando cultiva las virtudes siguiendo la Ley de Dios, cuando ella recorre, como hemos dicho, los grados de la escala de los progresos de virtud en virtud, y que se hace de las etapas de esos mismos progresos; y el que realizar despus de la resurreccin para subir a los cielos, cuando, en lugar de subir de un slo golpe, sin transicin, en el final supremo, atraviese muchas estancias, siendo iluminada en cada una, recibiendo un esplendor siempre nuevo, e inundada en cada etapa de la luz de la Sabidura, y llegue por fin al mismo Padre de las luces (St 1,17).

La salida de Egipto: extincin de los viciosLos hijos de Israel salieron con sus fuerzas (Nm 33,1). Tenan la Fuerza que haba dicho: Yo descender contigo a Egipto (Gn 46,4). Y porque tenan esta Fuerza, el Profeta dijo: Y en sus tribus nadie desfalleci (Sal 105 [104],37). Salieron de la mano de Moiss y de Aarn (Nm 33,1). Para salir de Egipto, la mano de Moiss no basta; se necesita tambin la mano de Aarn. Moiss representa la ciencia de la Ley, Aarn el arte de hacer a Dios sacrificios e inmolaciones. Por lo tanto, nosotros tenemos necesidad, al salir de Egipto, adems de la ciencia de la Ley y de la Fe, de los productos de las obras que nos hacen agradables a Dios. Porque si se habla de la mano de Moiss y de la de Aarn, es para significar las obras por la palabra mano. En efecto, si al salir de Egipto y al convertirme a Dios, renuncio al orgullo, habr sacrificado un toro a Dios por las manos de Aarn. Si suprimo el ardor agresivo y el desorden, considerar que he degollado un macho cabro al Seor por las manos de Aarn; si he vencido la lujuria, ser un buey; la necedad, un carnero. As pues, cuando el alma se purifica de sus vicios, es la mano de Aarn la que trabaja en nosotros; y la mano de Moiss est con nosotros cuando para comprender estas operaciones recibimos la fuerza de la Ley. Tambin, esta doble mano es necesaria a los que salen de Egipto para encontrar en ellos, adems de la fe y la ciencia, la perfeccin de los actos y de las obras. Y sin embargo no son dos manos, sino una sola. Es en efecto de la mano de Moiss y de Aarn como el Seor los sac de Egipto, y no de las manos de Moiss y de Aarn, pues nica es la obra de esta doble mano y nico el acabamiento de la perfeccin.

El viaje espiritual7. Y Moiss escribi sus progresos y sus etapas por orden de la palabra del Seor (Nm 33,2). Escribi, pues, estas cosas por orden de la palabra del Seor, para que al leerlas viramos cuntas etapas, estancias, nos esperan en el viaje hacia el Reino, para que nos preparemos para este camino, para que a la vista del camino que debemos recorrer, no dejemos consumirse en la pereza y la inactividad la duracin de nuestra vida, con el fin de no retardarnos en las vanidades de este mundo y de que nos deleitemos en todas las delectaciones de la vista o del odo, incluso hasta del tacto, del olfato y del gusto, para que los das no se esfumen as, para que el tiempo no transcurra sin que nos apresuremos a cubrir la distancia de este viaje por hacer, para que no desfallezcamos en el camino, y no suframos la suerte de los que no pudieron llegar hasta el final, y cuyos miembros cayeron en el desierto (Hb 3,17). Estamos de viaje, vinimos a este mundo slo para pasar de virtudes en virtudes (Sal 84 [83],8), y no para quedarnos en tierra por amor a los objetos terrenos, como aquel que deca: Destruir mis graneros y construir otros ms grandes,... y dir a mi alma: alma ma, tienes muchos bienes almacenados para muchos aos;... come, bebe, regocjate (Lc 12,18-20). Ah! Que el Seor no nos diga como a l: Insensato, esta noche te arrebatarn el alma. No dijo: este da, sino esta noche; ese hombre es golpeado de noche, como lo fueron los primognitos de los egipcios (Ex 12,29), porque am el mundo y comparti la vida de los prncipes de este mundo de tinieblas (Ef 6,14). Ahora bien, a este mundo se le llama tinieblas y noche a causa de los que viven en la ignorancia y no reciben la luz de la Verdad. Esos no parten de Ramss y no van a Sucot.Fiesta de la salida8. Pero veamos primero cundo parten los hijos de Israel de Ramss: En el primer mes, el da quince del mes (Nm 33,3). Segn el precepto del Seor, el da catorce del mes (Ex 12,3), haban celebrado la Pascua en Egipto, degollando el cordero la vspera de la partida, y comenzaron la fiesta en cierto modo antes incluso de haber dejado Egipto. Al da siguiente, que es el primero de los cimos, el da quince del primer mes, salen de Ramss y llegan a Sucot para celebrar la fiesta de los cimos. Quin es sabio y comprender esto? Quin es sensato y lo conocer? (Os 14,10). O ms bien: Quin puede conocerlo, aunque slo sea en parte? (1 Co 13,9). Nosotros conocemos en parte, profetizamos en parte. Quin comprende cmo celebramos en parte las fiestas a fin de que nadie los juzgue por cuestiones de fiestas o de novilunios o de sbados (Col 2,16)? Pues toda fiesta celebrada en la tierra por hombres, lo es en parte, no en totalidad, y no lleva la perfeccin del ttulo de fiesta; pero cuando hayas salido de este Egipto de aqu, entonces esa ser para ti la fiesta perfecta, entonces podrs festejar perfectamente los cimos de la sinceridad y de la verdad (1 Co 5,8), entonces celebrars en el desierto el da de Pentecosts, entonces empezars a recibir el alimento celestial del man y a celebrar todas las fiestas de las que ya hemos hablado como hemos podido. Sabe, sin embargo, que despus de esta Pascua celebrada en Egipto, hallamos otra vez festejada la Pascua en el desierto, cuando fue dada la Ley (ver Ex 13,3), y todava otra vez, como ya observamos, en los Nmeros (ver 9,2 ss.), y despus ya no se celebrar ninguna otra, ms que en la Tierra Prometida.

As, el da quince del primer mes, el da que sigue a Pascua y es el primer da de los cimos, los hijos de Israel partieron de Ramss con mano alzada, dice el Libro, a la vista de todos los Egipcios (Nm 33,3). Cul es esta mano alzada? En otra parte encontramos: Que tu mano est alzada (Sal 9 [10],12). Cuando una obra no es humana ni terrena, sino divina, se habla de mano alzada. Por la palabra mano, en efecto, hay que comprender a menudo una obra. As pues, ellos partieron con la mano alzada, a la vista de todos los egipcios.

La venganza ejercida en los demoniosY los Egipcios, dice el Libro, sepultaban a sus muertos (Nm 33,4). Los muertos enterraban a sus muertos (Mt 8,22); los vivos seguan al Seor su Dios. Y el Seor, se dice despus, ejerci su venganza en sus dioses (Ex 12,12). En el xodo, el autor dice: Y sobre todos los dioses de los egipcios, el Seor ejercer su venganza. Pero aqu dice que el Seor ha ejercido sobre ellos su venganza. Hay seres que son llamados dioses, bien en el cielo bien en la tierra (1 Co 8,5), dice el Apstol. Y en los Salmos se dice: Todos los dioses de las naciones son demonios (Sal 96 [95], 5). No son pues los dolos, sino los demonios que permanecen en los dolos los que son llamados dioses y en los cuales el Seor ejerci su venganza. Pero yo quisiera indagar cmo Dios ejerce su venganza en los demonios, en tanto que el da de la venganza y del Juicio todava no ha llegado. Me parece que la venganza se ejerce contra los demonios cuando un hombre, atrado por sus seducciones al culto de los dolos, pero convertido por la Palabra del Seor, le rinde el culto que le es debido; por el hecho mismo de esta conversin, se ejerce una venganza contra el seductor. Igualmente, si un hombre arrastrado por los demonios a la fornicacin se convierte a las buenas costumbres, ama la castidad y llora sus errores, las mismas lgrimas de la penitencia son para el demonio una quemadura viva y as se hace venganza del autor de la seduccin. Igualmente adems, si alguien cambia del orgullo a la humildad, del lujo a la sobriedad, en todas estas ocasiones flagela y atormenta a los demonios que le haban inducido a esos errores. Cuntos tormentos creen que no sufrirn de ver a alguien que siguiendo la palabra del Seor vende todos sus bienes y los da a los pobres (Mt 19,21), toma su cruz y sigue a Cristo (Mt 16,24)? Pero lo que supone para ellos todos los tormentos y todos los castigos, es ver que alguien se aplica a la palabra de Dios y profundiza mediante un estudio ardiente la ciencia de la Ley divina y los misterios de las Escrituras. En eso consiste entonces su llama; arden en plena hoguera. Haban oscurecido las inteligencias humanas con las tinieblas de la ignorancia, haban logrado hacer ignorar a Dios y sustituir su culto por el de Dios. Qu venganza, verdad, se ejerce sobre ellos, qu castigo, qu llama se les aplica cuando ven estas tinieblas abrirse a la luz de la verdad, y las nubes de su engao disiparse por el conocimiento de la Ley de Dios? Porque ellos dominan a todos los que estn an en la ignorancia, pero se presentan incluso a menudo a los que han conocido a Dios y tratan de hacerles volver a las obras de la ignorancia. Ningn pecado se consuma sin su colaboracin. Cuando alguien comete adulterio, no est sin relacin con un demonio; lo mismo cuando uno de deja dominar por una clera excesiva o cuando roba los bienes de otro. Y el que, infama a su prjimo en secreto (Sal 101 [100],5) y el que pone escndalo al hijo de su madre (Rm 14,13), no est sin relacin con un demonio. Tambin nosotros hemos de poner todo nuestro esfuerzo en no resucitar en nosotros a los primognitos de los egipcios y sus dioses, que el Seor golpe y destruy, dndoles la ocasin de obrar en nosotros obras de abominacin ante Dios. Si nos mantenemos alejados, Dios, como ya hemos dicho, ha ejercido su venganza sobre todos los dioses de los egipcios y por nuestra reforma y nuestra conversin los demonios son castigados.

1 etapa: de la agitacin a la vida errante9. As, pues, los hijos de Israel salen de Egipto y, habiendo partido de Ramss, llegan a Sucot (Nm 33,5; Ex 12,37). Esta orden de partida y esta distincin de las etapas son muy importantes de observar para quienes siguen a Dios y meditan acerca del progreso en las virtudes. Ya estudi en otra parte, lo recuerdo, este orden, al dar para la edificacin de ustedes algunas ideas que el Seor se dign concederme. Hoy volveremos a ellas brevemente.

La primera etapa parte de Ramss; ya sea que el alma al dejar este mundo se dirija hacia el siglo futuro, o sea que renuncie a los errores de la vida y se convierta al camino de la virtud y al conocimiento de Dios, parte de Ramss. Ramss, en efecto, en nuestra lengua, quiere decir: agitacin turbulenta, o: agitacin de la polilla. Esto quiere decir que todo lo que est en el mundo es vctima de la agitacin, de la turbulencia y de la corrupcin simbolizada por la polilla. El alma no debe permanecer all, sino partir y venir a Sucot.

2 etapa: peregrinajeSucot se traduce: las tiendas. Por lo tanto el primer progreso del alma es separarse de la agitacin terrena y saber que le es preciso habitar en tiendas como un nmada y un viajero, a fin de estar, como un soldado bajo las armas, lista para apostarse al encuentro de los asaltantes, alerta y libre.

3 etapa: luchaLuego, cuando se siente dispuesta, abandona Sucot y acampa en Etam (Nm 33,6; Ex 13,29). Etam se traduce por: desfiladeros. Dijimos que se trata aqu del progreso de las virtudes. Ahora bien, la virtud se adquiere slo mediante los ejercicios y el trabajo, realiza sus pruebas menos en el xito que en las dificultades. Se llega, pues, a un desfiladero. Ahora bien, es en los desfiladeros y en los lugares bajos donde se libra la batalla contra el Diablo y las potestades adversas. En un desfiladero, pues, hay que sostener una lucha atltica y librar batalla. As, Abraham combati en el valle de las Salinas (Gn 14,8) contra los reyes brbaros y obtuvo la victoria. Nuestro viajero, por lo tanto, ha descendido hacia los habitantes de las profundidades y de los lugares bajos, no para retrasarse en ellos, sino para obtener la victoria.

4 etapa: abstinencia moderadaSalieron de Etam y acamparon en el paso de Pi Hajirot (Nm 33,7; Ex 4,2). Pi Hajirot se traduce por: aldeas. Todava no hemos llegado a la Ciudad, an no se ha alcanzado la perfeccin; pero en la espera nos apoderamos de las pequeas localidades. El progreso consiste, en efecto, en pasar de las cosas pequeas a las grandes. Llegamos pues al paso, es decir, a la entrada de una aldea, que representa la vida de abstinencia moderada. Es peligroso en efecto, en los comienzos, el exceso de abstinencia.

Primeras esperanzasPi Hajirot est frente a Baal Sefn y Migdol (Nm 33,7; Ex 4,2). Baal Sefn se traduce por subida al observatorio o a la torre. De lo pequeo se sube, pues, a lo grande, y todava no se ha subido al observatorio. Se comienza, en efecto, a observar, a percibir la esperanza venidera y a medir la altura de los progresos; y se hace uno poco a poco ms grande, siendo ms alimentado por la esperanza que fatigado por los esfuerzos.

Este alto, o esta etapa est frente a Migdol. Migdol se traduce, en efecto, por magnificencia. Con la subida al observatorio y con la magnificencia de las cosas futuras bajo sus ojos, el alma, como hemos dicho, es restaurada y nutrida por grandes esperanzas. Pues todava est en progreso, y no ya instalada en la perfeccin.

5 etapa: paso del Mar Rojo10. Despus partieron de Pi Hajirot y pasaron por medio del Mar Rojo, y acamparon en las Aguas Amargas (Nm 33,8; Ex 15,23). El tiempo de los progresos es, como hemos dicho, el tiempo de los peligros. Qu prueba tan dura la de pasar a travs del mar, la de ver amontonarse las olas, la de or la voz ingente de las olas en furia! Pues si sigues a Moiss, es decir, la Ley de Dios, las aguas formarn para ti un muro a derecha y a izquierda y hallars un camino seco en medio del mar (Ex 14,22). En el viaje celestial del alma del que ya hemos hablado, puede ocurrir que tambin haya aguas, puede ocurrir que se encuentren olas; pues una parte de las aguas est encima del cielo (Gn 1,7), y la otra est bajo el cielo. Sin embargo, nosotros tenemos que soportar las olas que estn bajo el cielo: quiera Dios que estn calmadas y tranquilas y que ningn viento las levante. En cuanto a nosotros, en el momento de pasar el mar, incluso si nos vemos perseguidos por el Faran y los Egipcios (ver Ex 14,23), no temblemos, no tengamos temor ni espanto. Creamos solamente en un solo y verdadero Dios y en su enviado Jesucristo (Jn 17,3). Si el pueblo, tal como se dice, crey en Dios y en su servidor Moiss, nosotros creemos tambin de la misma manera en Moiss,es decir, en la Ley de Dios y en los Profetas. S firme y pronto vers a los Egipcios yaciendo en la orilla del mar (Ex 14,30). Y cuando los veas yaciendo, canta cantares al Seor, alaba al que ha arrojado en el mar caballo y carro (Ex 15,1).AmarguraAs pues, acamparon en las Aguas Amargas (Nm 33,8; Ex 15,23). No tengas miedo ante la palabra amargas, no te dejes asustar. Pues ninguna correccin es de momento agradable, sino amarga; pero luego produce fruto muy dulce y apacible de justicia a los ejercitados en ella (Hb 12,11). As lo ensea el Apstol. Por otra parte, los cimos deben ser comidos con hierbas amargas (Ex 12,8); y no es posible llegar a la Tierra Prometida sin pasar por la amargura. Del mismo modo que los mdicos introducen en los remedios drogas amargas en previsin de la cura y salvacin de los enfermos, as tambin el Mdico de nuestras almas, en previsin de nuestra salvacin, quiso que soportemos las amarguras de esta vida a travs de pruebas varias, pues saba que esta amargura terminara procurando a nuestra alma la dulzura de la salvacin. Contrariamente, los dulzores que halagan el cuerpo, como lo ensea el ejemplo del rico malo (Lc 16,19 ss.), terminan amargamente en el infierno de los castigos. T sigues el camino de la virtud: no rehses acampar en las Aguas Amargas. Saldrs de ellas como los hijos de Israel.

6 etapa: descanso refre