9
ES UNO DE LOS ACTORES POPULARES QUE MÁS TEMPRANO ADHIRIÓ AL MODELO K. EN ESTA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD, CONFIESA QUE LA SANGRÍA ENTRE SUS SEGUIDORES FUE NECESARIA”. RECONOCE QUE LA INSEGURIDAD Y LA INFLACIÓN SON CUENTAS PENDIENTES DE LA DÉCADA GANADA’, AL MISMO TIEMPO QUE ASUME QUE, AUNQUE LE CONVENDRÍA, NO APUESTA POR LA DIVISA ESTADOUNIDENSE PARA NO CONTRIBUIR AL DEBILITAMIENTO DEL PESO. Txt: Andrea del Rio Ph: Nico Pérez

Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Es uno de los actores populares argentinos que más temprano adhirió al modelo kirchnerista. En esta entrevista polémica, reconoce que "la sangría" entre sus seguidores fue necesaria. Y confiesa que le gustaría poder ahorrar en dólares.

Citation preview

Page 1: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

ES

UN

OD

EL

OS

AC

TO

RE

SPO

PUL

AR

ES

QU

EM

ÁS

TE

MPR

AN

OA

DH

IRIÓ

AL

MO

DE

LO

K. E

NE

STA

EN

TR

EV

IST

AE

NPR

OFU

ND

IDA

D, C

ON

FIE

SAQ

UE

LA

SAN

GR

ÍAE

NT

RE

SUS

SEG

UID

OR

ES

“FU

E

NE

CE

SAR

IA”.

RE

CO

NO

CE

QU

EL

AIN

SEG

UR

IDA

D

YL

AIN

FLA

CIÓ

NSO

NC

UE

NT

AS

PEN

DIE

NT

ES

DE

LA

‘DÉ

CA

DA

GA

NA

DA’,

AL

MIS

MO

TIE

MPO

QU

EA

SUM

EQ

UE, A

UN

QU

EL

E

CO

NV

EN

DR

ÍA, N

OA

PUE

STA

POR

LA

DIV

ISA

EST

AD

OU

NID

EN

SEPA

RA

NO

CO

NT

RIB

UIR

AL

DE

BIL

ITA

MIE

NT

O

DE

LPE

SO.

Txt:

Andr

ea d

el R

io

Ph: N

ico

Pére

z

Nde tapa echarri.qxd 18/09/2014 02:56 p.m. PÆgina 20

Page 2: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

PABL

O EC

HARR

I"M

e e

nc

an

tarí

a p

od

er

ah

orr

ar

en

lare

s"

PABL

O EC

HARR

INde tapa echarri.qxd 18/09/2014 02:57 p.m. PÆgina 21

Page 3: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

2222> CLASE

NNo deja a nadie indiferente. Nunca lo hizo. No ten-dría por qué empezar justo ahora... A pura melena enrulada y look de pibe de barrio, ro-bó corazones en telenovelas como Sólo para parejas,Inconquistable corazón, Por siempre Mujercitas y Mí-a, sólo mía, que lo entronizaron como uno de los ga-lancitos de la década del ‘90. Desafiando el mito deSansón, a medida que fue acortando su cabellera suselecciones interpretativas redoblaron el vigor de supopularidad, a tal punto que el cine (El desvío, Almamía, Plata quemada) también lo fichó como una desus figuras más convocantes. Junto con el cambio desiglo llegaron las canas, símbolo de una madurezprofesional que se tradujo en papeles de mayor den-sidad dramática y compromiso argumental. ¿Repasa-mos? En 2000 encabezó la tira Los buscas de siempre,que le valió su primer Martín Fierro; en plena crisisde 2001/2, la película Apasionados superó el millónde espectadores; en 2003, la telenovela Resistiré ba-tió récords de audiencia con más de 47 puntos de rá-ting (Martín Fierro de Oro); en 2006 repitió el su-ceso con Montecristo, cuyo formato se exportó a to-da América latina (y sumó otra estatuilla a su colec-ción); en 2011 debutó en su doble rol de actor yproductor con El elegido, que también lo consagrócomo mejor actor del año. Sin olvidar que tambiénestelarizó películas (El método, Las viudas de los jue-ves y Crónica de una fuga) y obras teatrales (The Pi-llowman, El hijo de puta del sombrero) que confirma-ron su decisión de patear el tablero, aunque eso pu-siera en riesgo su mayor capital: la fidelidad incondi-cional del público. Puesto a jugarse el todo por el todo, Echarri orientóesa pulsión de libertad artística hacia una dimensiónque le era desconocida hasta entonces: la política.Así, su década ganada actoral calza casi perfectamen-te con los años de gestión kirchnerista. No sólo seposiciona como una de las figuras populares que mástemprano adhirió al modelo: a diferencia de otras vo-ces meramente simpatizantes, la suya se ha elevado–y se sostiene– decididamente militante. Y así, en suautoasumida misión de defensor del relato K, se fuepuliendo como polemista mediático con suerte dis-par: sus recientes declaraciones sobre la inseguridaden Almorzando con Mirtha Legrand levantaron tan-ta polvareda como sus resonados enfrentamientoscon el periodista Jorge Lanata, con quien ha prota-gonizado una escalada que de dialéctica tuvo poco.Tras un par de años de retiro creativo, Echarri vuel-ve con todo: tres filmes en preproducción, una tele-novela con destino de prime time que se estrenará en2015 y Arrebato, el thriller que llegó a las cartelerasen septiembre. Ese estreno fue la excusa para que Pa-blo Echarri compartiera una charla abierta sobre eldebe y el haber del ciclo K.En la primera escena de tu última película, tu personaje dice: “El relato construye realidad”.¿Es una bajada de línea deliberada?

Lo que mi personaje expresa es algo que hoy por hoyestá muy sobre el tapete, y que tiene que ver con quela verdad depende de quién la diga, cómo la constru-ya, qué palabras elige, de qué elige hablar y qué eli-ge omitir. Y cómo esa versión se transforma en la re-alidad de cada uno. En la película, esa teoría estápuesta en la profesión de mi personaje, un escritorque ficciona hechos reales. Lo interesante es cómoesta persona, que elige las palabras a la hora de con-tar su versión de los hechos, empieza a ser avasalladapor la realidad misma. Creo que ese planteo es muyreconocible porque hoy la gente sabe que realmentedepende quién construya el relato para saber qué esverdad o qué tiene que creer. Pero es provocador que tu personaje, cuando tiene la opción de saber la verdad, dude por el alto costo que eso implica...La película cuenta sentimientos muy profundos ycontradictorios de ese deseo de saber la verdad y eldolor profundo que puede generar conocerla. Megustan los personajes oscuros, los que terminan su-mergidos en su propio barro, los imperfectos. Se queme alejan del público (sonríe)... Son los más antipá-ticos, tal vez por lo que la gente podría llegar a espe-rar de una interpretación que venga de mi parte. Megusta jugar con la sorpresa. Provocarle al público al-go contrario a lo que espera ver va en contra del ne-gocio, pero me llena de placer causar incomodidad ala hora de actuar.Esas elecciones ‘riesgosas’ en lo profesional corren en paralelo con otras posiciones que asumiste como ciudadano. ¿La intencionalidadtambién es incomodar o te motiva algo distinto? Creo que es diferente. Aunque igualmente se empa-rentan porque ya no me molesta la incomodidad: laejerzo y la disfruto de alguna manera en lo laboral, yya en lo personal no me molesta tanto. La expresióncon respecto al pensamiento y a la ideología tieneque ver con una convicción bastante más profunda yno con una necesidad de entrar en discusión por elsólo hecho de hacer sentir a alguien incómodo. Noes una postura, como sí lo puede ser la elección deun personaje. A la hora de cristalizar la ideología creoque hay una elección –bastante más profunda y ge-nuina– de expresar lo que esencialmente siento a tra-vés de un despertar en ese pensamiento que no lo ha-bía tenido hasta hace unos años. Y también tiene quever con el descubrimiento del grado de importanciaque tienen distintas cosas en mi vida. La actuación yano ocupa el primer lugar, como sí lo hizo hace 20años: mi vida como ciudadano, padre, esposo y per-sona es infinitamente más importante. El oficio deactuar es lo que me da la posibilidad de sostener a mifamilia y lo que me satisface artísticamente. Perosiento que la expresión ideológica es algo irrefrena-ble. Y, de hecho, no pasa solamente conmigo sinotambién con quien está en las antípodas: se expresa apesar de lo que quiere contener, no decir. Creo que

Nde tapa echarri.qxd 17/09/2014 05:08 p.m. PÆgina 22

Page 4: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

CLASE <2233

las ideologías se expresan desde las vísceras, desde loque se siente muy profundamente.¿Cuál fue el momento de quiebre para que decidieras expresar públicamente tu adhesión K?La decisión viene siempre como consecuencia deuna interpretación intelectual. El descubrimiento demi pensamiento –que iba un poco en contra de loque pensaba mi familia de origen, porque nací enuna casa radical, mi viejo sobre todo, un radical fé-rreo, alfonsinista hasta la manija... figura a la que ad-miré profundamente y sigo admirando, Alfonsín– sedio cuando se me cristaliza sobre los ojos una ideaclara que, en el momento en que debería haberlasentido fue el comienzo de los años ‘80 y por impo-sibilidad –por los años que habíamos vivido de dic-tadura era algo que había quedado bastante relega-do para la mayoría de los jóvenes, se había secciona-do la costumbre de expresarse políticamente por elmiedo que había reinado–, y con la llegada del neo-liberalismo eso se profundizó; y el descubrimiento,entonces, fue posterior, bastante tardío, a mis 40años o un poco antes. Y fue porque escuché y al-guien me abrió los ojos... Sentí que alguien, con sudiscurso y con lo que ponía adelante de mí, estabarevelándome una verdad que hasta ese momento nopodía ver. Entonces, fue como un descubrimientomuy fuerte, imposible de ocultar. Y particularmentetuvo que ver también con la gestión que tuve y ten-go dentro de la Sociedad Argentina de Gestión deActores Intérpretes (N.d.E: Sagai, donde ejerce comoprotesorero), de haber gestionado con el Poder Eje-cutivo toda la cuestión del decreto para reglamentarla ley 11.723 (N.d.E.: En julio de 2006 se reconoció aSagai como “la única entidad de gestión colectiva au-torizada para administrar los derechos de propiedadintelectual de actores y bailarines”, una pelea con cinesy canales de televisión que estaba latente desde 1933. Elfoco de conflicto era el derecho de los artistas a recibiruna retribución por la comunicación pública de susinterpretaciones, incluidas las repeticiones). Ahí des-cubrí que lo que se hablaba, lo que me llegaba conel discurso, estaba directamente emparentado conlos hechos, cosa que yo nunca había podido unir enépocas anteriores. Siempre los discursos estaban des-provistos de todo tipo de contenido y eran una for-ma de llevar a la gente de las narices hacia el lugar deconveniencia del grupo de poder de turno. Y yo loque noté con los que expresan esta ideología, a losque me sumé, tiene que ver con una coherencia en-tre lo dicho y lo hecho. Y lo noté desde adentro.Porque nunca me pidieron nada a cambio, que erauna de las cosas que estaba esperando: ¿a ver cuándohay que pagar esta factura? Y esa factura nunca vino.Entonces, empecé a descubrir realmente un grupopolítico, gente que expresaba una idea que era mu-cho más genuina de lo que había conocido antes.Sentía que podía creerles. Hay algo, en general, queno he visto en otros políticos. Por eso, fue genuinoel despertar: me di cuenta que tenía que salir a de-

Nde tapa echarri.qxd 17/09/2014 05:09 p.m. PÆgina 23

Page 5: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

fender mi posición como ciudadano. Y que si la de-fensa de esa posición podía llegar a traer alguna com-plicación a mi carrera artística, me parecía que valía lapena correr el riesgo.¿Tu militancia afectó tu carrera, entonces?Sí, de alguna manera... Cuando uno se expresa, tan-to políticamente como en cualquier orden de la vida,genera opiniones encontradas. Es mucho más fácilque la gente no sepa qué pensás para que verdadera-mente no esté tan en desacuerdo con vos. Cuandouno empieza a expresar la idea que sea, empieza a en-contrar desacuerdos con el otro. Yo sentí en ese mo-mento, y ahora lo sigo sintiendo, que debía ser ge-nuino. Más allá del miedo que podía existir a expre-sarse abiertamente por temor a una represalia, eramucho más importante el placer de la expresión mis-ma y que mis hijos me vean luchar y defender algodeterminado para que el día de mañana, sea lo queellos piensen, lo defiendan con la misma pasión. Yoasí trabajo, así vivo con mi familia y así también sen-tí que tenía que expresarme a la hora de mis ideales.Y gané. Gané mucho. Tal vez una de las característi-cas del artista –de muchos, no todos– es buscar laaceptación general. Y eso trae bastante dolor, porquepara poder lograrlo uno debe renunciar a muchasconvicciones, o no cristalizarlas. Cuando empecé aser más genuino conmigo mismo, empecé a tener se-guidores y detractores, y eso me hizo sentir cómodo.Primero, porque me sacó el estigma de tener quegustarle a todo el mundo. Y después, porque los se-guidores eran mucho más genuinos de lo que eranantes. O sea, que existan detractores o gente a la quedejé de gustarle o de parecerle simpático... (silencio).Valoro mucho a los que les parezco más simpáticoque antes. Se que dividí el grupo de gente que podíaantes llegar a verme por cómo actuaba, porque podí-an gustarle los productos míos y parecerle simpáti-co... Se que, en ese sentido, hubo una sangría. Peroabsolutamente necesaria para constituirme en el serhumano que soy hoy y que busco ser.Tu posición política te ha enfrentado, mediática-mente, con Jorge Lanata y Alfredo Casero, pormencionar los ejemplos más polémicos. Pero, almismo tiempo, tu socio en la productora ElÁrbol es Martín Seefeld, un macrista confeso...Está en las antípodas...¿Eso habla de una tolerancia mayor a la que te reconocen? ¿O de que hay una convivencia posible pese a los antagonismos políticos?Sí, definitivamente. Lo que pasa es que Martín y yono somos crueles con el otro. El problema es cuan-do entra la crueldad en la discusión.¿A qué te referís?A cuando la gente, más allá de expresar su ideal, escruel en su expresión. Ahí se generan enfrentamien-tos como los que he tenido con los que vos nom-brás... Con Martín pensamos diferente, pero algunascosas las pensamos bastante parecidas (N.d.E.: Seefeldtambién integra la mesa chica de Sagai, como tesore-ro). En esencia pensamos diferente, pero somos muyrespetuosos. Hablamos de política: no constante-mente, pero hay momentos donde juntamos temas y

hacemos ese ejercicio de ver cómo podemos conven-cer al otro con argumentos sólidos.¿Cuáles son tus cartas ganadoras?Yo soy un observador de la realidad y un lector meparece bastante más completo de lo que era añosatrás. Entonces, a la hora de la discusión, en el buensentido, tengo instrumentos que antes no tenía. Cui-do mucho el tono, porque se lo que es capaz de ha-cer un tono mal utilizado, no sólo en una discusiónpolítica. Un tono que no es el adecuado hace que loque se quiere comunicar entre por otro lado. Enton-ces, cada vez soy más consciente... Aparte porquesiempre, desde chico, he sido provocador (sonríe).Crecí en un barrio donde me peleé muuuuucho. Dechico era bastante más peleador de lo que soy aho-ra... Que no lo soy, de hecho. Pero siempre me ca-ractericé por ‘pudrirla’ (sonríe). O sea, cuando habíaun conflicto, lo escalaba. Había ahí algo natural enmí, que me trajo muchos sinsabores, realmente. Ve-nía ligado a esa cuestión más de macho cabrío que deser pensante. Siento que modifiqué muchas cosas: enestos últimos años me he equilibrado bastante y, sindejar de ser genuino, encontré distintas formas de

comunicar y transmitir una idea. Me transformé enun especialista de los tonos. Hay algo en la forma enque se dicen las cosas que es el centro de la existen-cia del conflicto o de su carencia. Uno puede expre-sar sus ideas sin herir al que está al lado. Sin embargo, no siempre has mantenido ese medio tono en tus peleas mediáticas...Se que, como personaje, estoy expuesto, sobre todoen el momento en el que están las promociones delos trabajos. Hoy, el cuestionario es más amplio...¡Gracias a Dios, porque se hablan más cosas! Perouno queda expuesto más fácilmente. Entonces, elijoqué batalla dar, cuándo mostrar la cabeza y cuándono, elijo el silencio cuando creo que me conviene yelijo enfrentarme cuando creo que ya no hay más re-medio. Sí trato, todo el tiempo, de luchar con la iraque me provocan algunas situaciones. Y trato detransformarla en estrategia para que me favorezca.Entonces, si en algún momento estoy un poco ira-cundo, trato que nadie me vea (sonríe). Esto para de-cirte que sigo siendo un ser humano: siento de lamisma manera, pero busco la forma de favorecer misintereses y los intereses de los que quiero. Y no trans-formarme en mi propio generador de problemas.Voy entendiendo cada vez más que cambiar la vida,con los conflictos que viene, ya es suficiente comopara sumarle los que uno genera. Lucho y trabajo pa-ra no generar conflictos de más.Se acerca el fin de ciclo K. ¿La inseguridad es unade sus grandes cuentas pendientes? La verdad, lo que sí me preocupa y me interesa sobretodo es la necesidad de seguir trabajando en el mis-mo sentido, más allá de que un mandato llegue a sufin. O sea, la necesidad de entender que los flagelostan grandes, tanto de esta sociedad como de otras,tienen que ver con situaciones de desigualdad. En-tonces, lo que me quita un poco el sueño es que sesigan teniendo en cuenta esas situaciones de desi-gualdad y se siga trabajando por una mayor inclu-sión, que la hubo durante todo este tiempo y que de-bería continuarse. La inseguridad me preocupa. Meha tocado, me ha golpeado profundamente (N.d.E.:Su padre, Antonio, fue ‘levantado’ de su puesto de dia-rios en Avellaneda y permaneció casi una semana enmanos de sus captores durante el pico de ola de secues-tros que jaqueó a la provincia de Buenos Aires en2002). Más allá de lo que a la gente le ha tocado díatras día, y que esas vivencias son intransferibles y eldolor que causan también, no siento que estemos co-mo cuando a mí me tocó vivir los peores momentosde inseguridad. Objetivamente, siento que estamosviviendo otro momento... Y digamos que esas dife-rencias y consecuencias que tienen que ver con la in-seguridad básicamente tienen que ver con desigual-dades muy profundas que todavía siguen existiendo.Pensar que el delincuente nace delincuente es real-mente un pensamiento estúpido, corto. Entonces, si-go pensando que la necesidad de inclusión definitiva-mente va a reducir la brecha cada vez más. No lo en-tiendo de otra manera. ¿Qué opinás de la situación económica?Siento que la Argentina viene intentando salir de si-

2244 > CLASE

“La militancia afectó mi carrera. Se que dividí el grupo de gente quepodía antes llegar a verme por cómoactuaba, porque podían gustarle mis productos y parecersimpático. En esesentido, hubo unasangría. Pero necesaria para constituirme en elser humano que soyy busco ser”.

Nde tapa echarri.qxd 17/09/2014 05:10 p.m. PÆgina 24

Page 6: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

THE PILLOWMAN (2008)“Tomé muchos desafíos: interpretar a un personaje difícil que se pasaba más de dos horas en escena a puro texto,en una obra tan intensa y políticamente incorrecta, hizo queme enamorara perdidamente del teatro y confiara mucho másen mí como actor. Ahí sentí que si la elección viene desde el estómago, voy a estar a la altura de las circunstancias”.

EL ELEGIDO (2011)“Fue mi primera producción de televisión. Y me permitió plasmar eso que ya venía sintiendo desde Los buscas de siempre: inmiscuirme másdecididamente en las decisiones artísticas.Fue ver realizado mi sueño”.

PLATA QUEMADA (2000)“Fue la primera vez que me sentí profundamente orgullosode ser parte de una gran película, de poder construir ungran personaje con apoyo y sostén. Es poco lo que puede

hacer un actor si el entorno no se destaca por sí mismo”.

MONTECRISTO (2006)“Fue algo que recuerdo con muchísimo cariño.Ahí entendí la diferencia entre el mero actuar y la posibilidad de ser un instrumento de concienti-zación. El hecho de haber construido un relato deficción basado en un clásico de Alexandre Dumas y en cuya adaptación utilizamos como conflicto la apropiación de bebés en la dictadura, nos hizoencontrar que era más que una novela. Y no sólome dio la posibilidad de conocer a Estela de Carlotto, sino que tuvimos la satisfacción de que la transmisión del ciclo fue uno de los puntos más altos en que se encontraron nietos en la historia de Abuelas de Plaza de Mayo”.

ARREBATO (2014)“El tránsito del personaje me pareció atractivo: cómo alguieninvolucrado profundamente en su profesión, casi como únicaatracción que tiene en su vida, puede llegar a desestabilizar-se y perder la razón; cómo las cosas que están seguras,ante un descubrimiento determinado, transforman la vida en arena movediza. Y, sobre todo, la construcción de la violencia: cómo la obsesión y la frustración pueden convertiral hombre en alguien desconocido hasta ahora para sí mismo. Eso me parece que es un sentimiento muy fácil de identificar. Los hombres, cuando nos hemos sentido engañados, experimentamos un sentimiento de enorme frustración y violencia, que puede tener realmente consecuencias inesperadas”.

tuaciones muy complejas con respecto a deudas con-traídas hace muchísimos años. Y creo que hay unaintención, en este modelo al que apoyo y con el queacuerdo, de buscar ese desendeudamiento, de buscarque la Argentina tenga autonomía en lo que tieneque ver con su economía interna, en la búsquedaconstante de pagar sus deudas, sí, pero con reglasque nos favorezcan. No confío en las reglas ni en losacuerdos económicos neoliberales porque son total-mente leoninos, están construidos para que el poderde siempre fagocite al que carece de leyes adecuadaspara poder contener a su población. Entonces, sigoapoyando un ideal parecido a este... Creo que no vaa cambiar grandemente la situación: no creo quevenga una extrema derecha a arreglar con el capita-lismo mundial y que nos vuelva a poner en la mismasituación en que nos han puesto los 10 años de me-nemismo y, por supuesto, los años anteriores de ladictadura, que fueron las primeras muestras de neo-liberalismo. Creo que eso no va a suceder porque elpueblo va a estar atento. Pero creo que tiene que se-guir trabajándose en esa sintonía. Por eso es que,más allá de la inflación y de los flagelos que nos gol-pean y que día a día realmente lo hacen bastante di-fícil porque uno ve cómo se desploma el poder ad-quisitivo, lo interesante es que ideológicamente nose cambie la construcción de un modelo mucho másigualitario. Y, sobre todo, la defensa de lo nuestro.¿Qué rescatás, concretamente?Legislar, buscar una ley de abastecimiento, buscaruna democratización de la Justicia, el proyecto quesea pero sí buscar las mejoras en esos terrenos, comolas cuestiones de salud y educación... Si nosotros lo-gráramos leyes mucho más completas, como sucedeen los grandes países a los que admiramos como so-ciedad, vamos a tener ciudadanos mucho más conte-nidos y, a la hora del desembarco del capitalismo quefagocita y devora –porque esa es su razón de ser, esla característica de un depredador– nos encuentrecon leyes más sólidas que no permitan que eso suce-da. El capitalismo siempre va a terminar invirtiendoen todos lados. El tema es que cuando desembarcaen un país donde las leyes no son las adecuadas o tancompletas como en otros, se comen, fagocitan y tra-gan todo lo que encuentran: compran empresas, lasmontan, les sacan toda la leche que pueden, no in-vierten, las vacían y se van. Ese mecanismo ha suce-dido sistemáticamente. Por eso creo que los conflic-tos de hoy y las carencias de este modelo y lo que nose ha podido encontrar tiene también que ver con unmomento histórico, porque no estamos –legislativa-mente– lo suficientemente fuertes como para poderafrontar esos embates del capitalismo.¿Te inquieta que no haya un sucesor K todavía?Sí, me genera inquietud porque hay figuras que separecen peligrosamente a lo que hemos dejado atrás.Por supuesto que no las hablan con todas las letras,no es una ideología expresada con claridad...¿Hablás de Sergio Massa, de Daniel Scioli, de Mauricio Macri?(Silencio) Hablo particularmente de la centrodere-cha, de lo que va del centro hacia la derecha. La de-

ECHARRIXECHARRI

SÓLO PARA PAREJAS (1993)“Fue la bisagra. En vez de haberme dedicado simplemente a trabajar en la vida para obteneruna paga lógica, este programa me depositó en esta maravilla de actuar, y en la televisión, que me provocó, y me provoca, tanto placer”.

CLASE <2255

Nde tapa echarri.qxd 18/09/2014 03:07 p.m. PÆgina 25

Page 7: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

“UN TIPO ÍNTEGRO Y ADMIRABLE”Por Marcelo Piñeyro

L o primero que pienso cuando me nombran a Echarries que es un gran actor. Inmediatamente, y en parale-lo, pienso que es un gran tipo. Dos características que

no siempre están unidas pero que, en su caso, van absoluta-mente a la par. Lo dirigí en Plata quemada, El método y Lasviudas de los jueves... ¡Y espero que haya más oportunida-des! Desde que nos conocimos, me sorprendió su intuiciónpara la escena y para el personaje. Y creo que en Plata que-mada hizo un trabajo extraordinario: hace muy poco lo volvía ver y creo que brilla, que no hay otro actor que hubiera po-dido hacerlo tan bien. En el caso de El método era la prime-ra vez que yo filmaba en España y con grupo de actores y téc-nicos con los que nunca había trabajado. En ese contexto,Pablo fue mucho más que un actor: fue un compañero. Ahítambién hizo un trabajo increíble, por el que se ganó ense-guida el respeto, la admiración y el cariño incondicional delresto del elenco, que eran los actores más prestigiosos deesa generación en España. Creo que sus apuestas teatrales,como The Pillowman, marcan que ha hecho un camino simi-lar al de Ricardo Darín: rompe todo prejuicio, especialmentela etiqueta de galancito, y no se monta al camino fácil paravender entradas. También lo que ha hecho en televisión enestos años, como Montecristo y El elegido, son apuestas muypor encima de la media en realización, temática, reparto.Pablo es de los grandes: algunos son extraordinarios actoresy nada más, pero él además tiene cabeza de productor. Lomueve una gran ambición, pero no por ser frívolamente unnúmero uno, sino que ambiciona tener mayor poder y controlsobre lo que hace para ampliar el espectro de lo que hay pa-ra contar. Desde ahí, me parece un tipo admirable, íntegro,absolutamente coherente. Ha crecido para bien en todos lossentidos. Y ojo, que este tipo que hoy uno ve en él, ya enton-ces estaba allí”.

“UN LÍDER NATURAL”Por Mónica Antonópulos

Pablo es un líder natural. Eso no se elige: se es o no se es. Y Pablo, a pesar de sí mismo, es armador de equipos de tra-bajo porque tiene la inteligencia de darse cuenta que la riqueza es aún mayor cuando se comparte. Es generoso y estáal servicio del proyecto. Defiende a su gente ante una injusticia. Es visceral. Todo lo que es y tiene es el resultado de

mucho trabajo. Su tesoro es su familia, y eso ayuda mucho al ego y a que siempre esté en su centro. En su caso, es el actorel que lleva de la mano al productor y no al revés: El elegido, junto a Martín Seefeld, es una prueba de fe de ello. Como com-pañero de elenco, y a modo de anécdota, puedo contar que ante algunas escenas que me generaban vulnerabilidad cuandofilmamos Arrebato, Pablo me decía: ‘Tranquila, esto que te pasa también es de actriz’. Y agradecí que, además de los años quelleva acompañando a heroínas de telenovela, esté casado con una (Nancy Duplaá), no casualmente líder y generosa como él”.

SE DICE DE ÉL Producción: Lorena Obiol

2266 > CLASE

“ES UN INCORRUPTIBLE”Por Pepe Soriano

Qué te puedo decir de Pablito? Antes que nada, ycomo un hecho particular, que lo quiero y que paramí es como un hijo. Sé de la nobleza de Pablo y decómo se banca las cosas que dicen de él: que si es

K, si no es K. A veces dicen cada disparate… Pablo es untipo entero, entero, entero. No solo en Sagai, que presido,sino en todo, hasta en su vida personal. Está tan enamora-do de su mujer y de sus hijos que es incorruptible. Además,es un tipo muy lúcido y en Sagai maneja varios frentes a lavez. Es un laburante muy serio y tiene mucha responsabili-dad. Cumple su función de protesorero dentro de la entidadjunto con Martín Seefeld y también se ocupa de cuestionesde la Fundación. Está muchas horas dedicado a la institu-ción: hace 8 años que estamos al frente y, como es trabajono remunerado, no hay muchos que quieran hacerlo.¡¡Cuánto lo quiero y cuánto lo respeto!! ¡¡Y cuánto entregaPablo!! Es íntegro, no tiene vuelta, no da la espalda. Es untipo que viene del barrio, cuando en el barrio todavía habíacódigos. Porque cuando uno da la palabra, hay que cum-plirla. Ahora no sucede eso frecuentemente, por eso diríaque Pablito es de los de antes”.

Nde tapa echarri.qxd 18/09/2014 03:09 p.m. PÆgina 26

Page 8: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

recha tiene generalmente una ideología económicaque tiene que ver con el liberalismo, el capitalismo, lasreglas de libre mercado y la libre competencia, quesirven para los que obtienen el poder, nunca han ser-vido para los que no lo tienen. Y en una relación bila-teral siempre hay alguien mejor posicionado a nivelpoder que otro. Entonces, no confío en esas recetas.Y veo transitar por la televisión distintos gurúes eco-nómicos que hace años apoyaban lo que terminósiendo luego la causa de los males más grandes de laArgentina: megacanje, blindaje, las privatizaciones, laapertura indiscriminada de importaciones... No con-fío en eso. Pensaría en eso si estuviese en Estados Uni-dos: si fuera americano diría “pulgares arriba”; y si nopensara y no me interesara lo que pasa en el resto delmundo, bueno, tal vez podría pensar que el libre mer-cado y las reglas del libre comercio me van a favore-cer a mí y al país en que vivo. Pero siendo la Argenti-na un país donde hoy –si bien ha logrado ajustar unagran cantidad de cosas con sectores postergados– to-davía falta un montón... Entonces: el liberalismo mepuede llegar a interesar o resultar viable cuando sea-mos un país mucho más fuerte. Y cuando bajen a in-vertir, van a tener que hacerlo con las reglas que hayacá, y ahí ya no va a haber problema. Mientras tanto,prefiero que los modelos ideológicos sean de izquier-da. No de una izquierda extrema –siempre busco mo-deración–, pero sí una izquierda o un pensamientopolítico que incluya a la gente, que legisle a través deeso, para que cuando venga el turno de la derecha,tenga límites. ¿Pero te preocupa que gane la oposición?A mí la derecha no me preocupa. Lo que me preocu-

pa es la crueldad con la que muchas veces la derechase maneja, el absolutismo. Y que con la falta de legis-lación, o la abolición de ciertas leyes que en otros mo-mentos fueron respetadas, se someta al pueblo y secreen esas brechas más grandes y a través de eso, co-mo consecuencia, mucha más inseguridad. Comoconsecuencia también, un peso mucho más débil. Laverdad que a mí también me encantaría poder ahorraren dólares: hoy por hoy me doy cuenta que es la me-jor forma de poder ahorrar... Ahora, ahorrar en dóla-res implica debilitar cada vez más a mi moneda. Y laverdad que si hoy pienso en mí, me conviene tratar decapitalizar ese ahorro; pero si pienso en mis hijos, ten-go que pensar en un modelo que trate de fortalecercada vez más el peso. ¿Qué te generan las denuncias de corrupción en la gestión K, en particular las que cercan la figura del vicepresidente Boudou?Es muy incómodo. Es una situación incómoda queun ideal que uno defiende a través de una gestión po-lítica determinada sea salpicada por posibles hechosde corrupción. Pero pensar que la corrupción es capi-tal del kirchnerismo es realmente de una miopía alar-mante. Creo que los gobiernos más corruptos denuestra historia fueron los de la derecha militar y me-nemista, que ha sido un espacio de infección y co-rrupción realmente muy grande. Veo que el esquemade corrupción, que puede llegar a ser de dádivas y re-tornos, es inherente a la política global. Siento que loque se intenta es rotular a una gestión determinadacomo el adalid de la corrupción y eso me parece quele quita seriedad al tema. Esto viene de las épocas deperonismo-antiperonismo. Siempre fue la forma de

““Es una situación incómoda que unideal que uno defiende a través deuna gestión políticadeterminada seasalpicada por posibles hechos de corrupción. Pero pensar que la corrupción es capital del kirchnerismo es de una miopía alarmante”.

Nde tapa echarri.qxd 17/09/2014 05:14 p.m. PÆgina 27

Page 9: Pablo Echarri en Clase Ejecutiva SEPT 2014

estigmatizar al oponente: el peronista siempre dijoque el de derecha era un asesino, y el de derecha siem-pre dice que el peronista es ladrón... Creo que es unadiscusión más endémica, más profunda, e inherente aesa lucha ideológica y de clases, si querés, que existedesde que la Argentina existe. Ahora, si querés hablardel vicepresidente puntualmente... Me coloca en unasituación muy, muy incómoda. En rigor a la verdad,estoy obligado a esperar que se expida la Justicia. Co-mo voy a intentar, llegado el caso, cuando alguiensospechado de corrupción esté del otro lado ideológi-co, no ser tan inocente de morfarme lo que me pue-den vender ciertos medios de que la gente roba por-que roba. Porque decir que alguien es un ladrón es elinsulto más facilista y más cruel que puede existir. Di-go, yo puedo, el día de mañana colocarme en la vere-da de enfrente y tildar a cualquiera de ladrón por elsólo hecho de que le quepa por el lugar que ocupe.Pero voy a estar engañando bastante mi inteligencia...Si alguien es ladrón o no, primero debe expedirse laJusticia. ¿Si la Justicia en este país necesita una modi-ficación? Sí, claro. ¿Si hay jueces que son probos y ob-jetivos con sus decisiones? Sí. ¿Si hay jueces que fallanpor cuestión de conveniencia e intereses? También. ¿Apoyás la iniciativa de ‘democratizar’ la justicia?Vayamos por una discusión un poco más profunda,para que esa Justicia sea cada vez más objetiva y vaya-mos teniendo la certeza de que quien es juzgado, an-te las pruebas sobre la mesa, sea bien juzgado. Apues-to por eso verdaderamente. Y militaría por eso. Pero,ahora, condenar a alguien antes de tiempo –teniendoen cuenta quién es, qué representa y cuál es la luchapolítica que encarna–, yo sería un poquito más cuida-doso y no tan absolutista. Hay una porción de la so-ciedad que dice la palabra ladrón muy fácilmente. En-tonces, a la hora de discutir con esa gente, cuando nohay argumentos concretos, siento un poco de pena...Es muy fácil clavarte un estigma y ponerte un cartelen la cabeza. Es un hecho cruel y una herramientamuy efectiva a la vez, y que la población más despre-venida compra. Como militante de una idea, de algu-na forma estoy obligado a discutir estas cosas más enprivado, donde puedo llegar a tener una opinión mu-cho más cruda de lo que pienso con respecto a cosaspuntuales. Pero a nivel público, como en esta entre-vista, tengo que ser mucho más cuidadoso. Y, en de-finitiva, no va a hacer que deje de pensar lo que pien-so ideológicamente sino que sí sea objetivo y, con laspruebas ante mis ojos, los condenaré con la durezaque deben ser condenados. Hay que esperar.¿Cómo te imaginás a CFK el día después? La veo construyendo su vuelta. Objetivamente, por-que estos 12 años van a ser realmente muy significati-vos en lo que fue construcción de poder... La veo vol-viendo, la veo esperando su turno. Y, detrás de ella,veo a una gran cantidad de argentinos que ven en ellaa una líder indiscutida. Me animo a decirte con todaobjetividad, más allá del cariño ideológico que le ten-go, que no hay un político de la talla de Cristina. En-tonces, creo que lo va a capitalizar... Y que nosotrosse lo vamos a pedir (sonríe). No solamente creo que

ella lo hará, porque ha mostrado fortaleza física, inte-lectual y emocional... También es una mujer joven.Creo que tenemos una estadista para rato. Y en esteesquema, de seguir avanzando y ajustando derechosen toda la sociedad, no encuentro mejor representan-te que ella, defensora acérrima a costa inclusive dearriesgar su propia vida, porque ha perdido a su com-pañero de toda la vida en un compromiso profundocon la sociedad... A mí, como líder, me emociona (letiembla la voz). Ojalá que quienes están en las antípo-das, y lo digo objetivamente, encuentren un líder conel suficiente espesor, la capacidad intelectual y la con-vicción personal y política, como yo encontré en Cris-tina, y lo voté primero a Néstor. Realmente me pare-ce que el día que haya un opositor con ese espesor po-lítico y con esa talla política, vamos a ser un país me-jor, no tengo ninguna duda. Y la verdad, si bien voy aseguir defendiendo mi ideología política de centroiz-quierda, rezo porque se encuentre un líder que estédel otro lado del punto de equilibrio y verdaderamen-te pueda generar una convicción en la gente y que,más allá de las ideas concretas, le interese el pueblo. Si gana la oposición en 2015, ¿sos optimista?Me parece que vamos a tener unos años maravillosos.Sobre todo la cuestión de los juicios por los crímenesdel Estado en la década del ‘70 nos va a traer una Jus-ticia muchísimo mejor. Y creo que vamos a tener po-líticos a la altura de la ilusión que hemos tenido du-

rante estos años. Por eso, creo que la Argentina se vaa transformar definitivamente en una de las mejoresopciones en el mundo para vivir. Tenemos mucho porhacer. Por eso, no me asustan las peleas, las contien-das, ni siquiera las chicanas que se están dando. Creoque hay gente que está ganando credibilidad y otraque la está perdiendo: los que mienten decididamen-te a la larga pierden credibilidad porque la gente, pormás desprevenida que esté, no come vidrio. Y creoque ese mismo que hoy miente a diestra y siniestra,mañana va a quedar en evidencia mucho más. Enton-ces se va a crear, a través del periodismo, una comu-nicación más coherente y menos salvaje, que constru-ya. Soy sumamente optimista, tengo una ilusión muygrande con respecto a todo lo que vendrá. Y creo queestos años de construcción no han sido en vano. Meparece que, más allá de las diferencias ideológicas, lagente está decidida a mantener esta democracia. Poreso ya no me asustan las derechas, que se que nuncamás van a ser extremas. Estará por verse el día quetriunfen –si triunfan– qué le otorgan al pueblo y có-mo lo defienden. Pero se que no nos vamos a encon-trar nunca más con la devastación del país. Y estoy se-guro porque hay un pueblo entero que no va a dejarque eso suceda (se emociona). ¿Creés que ‘el relato’ va a sobrevivir a la gestión?A diferencia de los que piensan que este país es unamierda, yo creo que es maravilloso. Y no lo digo ton-tamente ni es una arenga deportiva. Lo digo desde laconvicción de que hay cosas que han sucedido quevan a ser respetadas en los tiempos que vienen. En-tonces, creo que inclusive teniendo un gobierno conuna ideología contraria a la que está hoy, ya no se pue-de gobernar de espaldas al pueblo. Ya no hay un sólodiario como fue Página 12 en su momento –que mi-rá de la mano de quién vino (N.d.E. Jorge Lanata)–,que era el único que te contaba la otra campana. En-tonces, ya son muchos medios más y las posibilidadesde uno para analizar la verdad. Y vuelvo a mi persona-je en Arrebato, cuando habla de cómo la construcciónde esa realidad depende de quién la está diciendo yque cada uno saque sus propias conclusiones, que ca-da uno pueda hacer ese análisis porque en la vida de-be hacerlo. Se que existe una parte de la clase mediaque no quiere enterarse, que no quiere saber la ver-dad: capitalizan su odio en las antinomias. Entonces,cuando se le muestran dos versiones para que saquesu propia conclusión, hay una parte que no quiere es-cuchar ni ver. Yo escucho las dos campanas, siempre.De ciertos diarios no leo los editoriales porque se có-mo viene el aguijón. A veces también encuentro el fa-natismo en la lectura que elijo por afinidad: me doycuenta si está zarpado de fanático e inmediatamenteleo lo del otro lado para no confiar ciegamente tam-poco en los que piensan como yo, porque a vecestambién me quieren engañar un poquito (sonríe). Po-der hacer ese análisis objetivo es un capital enorme.Entonces, si me volvés a preguntar por qué decidí ex-presarme políticamente, fue porque alguien me pusosobre la mesa la posibilidad de entender cuántas carastiene la verdad. Y la necesidad de conocerlas todas.◆

“Existe una parte de la clase mediaque no quiere saber la verdad:capitalizan su odioen las antinomias.Entonces, cuando seles muestran dosversiones para quesaquen su propiaconclusión, hay unaque no quieren verni escuchar”.

2288 > CLASE

Nde tapa echarri.qxd 17/09/2014 05:15 p.m. PÆgina 28