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Parroquia de san Eugenio y santa Inés Valencia Tel. 963795306 / [email protected] www.parroquiasaneugenioysantaines.es 24 de desembre de 2017 Cantos para la celebración: • Entrada: Vamos a preparar… 213 • Corona de Adviento: Ven, ven, Señor, no tardes… 222 • Ofertorio: En este mundo que Cristo nos da… • Comunión: La Virgen sueña caminos… 116 • Final: Mientras recorres la vida… 129 María en la corona de Adviento Al encender estas cuatro velas, en el último domingo, pensamos en ella, la Virgen, la acogedora mujer que se dejó sorprender, Señor, por tu llamada. Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor, abierta a todas tus sorpresas. Nadie te recibió con más alegría. También nosotros queremos prepararnos así, dispuestos a acoger lo nuevo de la vida, lo inesperado que nos llega de tu mano, como se preparó María, madre de Jesús y madre nuestra. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven a salvarnos! Oración colecta: Oremos (pausa). Hoy se nos une, Padre, este último domingo de Adviento y la Nochebuena. Muy cerca de María, haz que nuestro corazón se encuentre siempre disponible para hacer de él un instrumento de paz y de justicia para todos. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. PROCLAMACIÓ DE LA PARAULA Segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16 Salmo 88: Cantaré eternamente tus misericordias, Señor Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16, 25-27 Evangelio según san Lucas 1, 26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿ Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contesto: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró. Detalle de la Anunciación a María y la Visitación de María a Isabel. Tímpano de la portada en la Iglesia de Santa María de los Reyes (Rioja Alavesa). Finales del siglo XIV. Oración poscomunión: Oremos (pausa). Al acabar este tiempo de Adviento, te damos gracias, Señor, por todo lo escuchado, aprendido y vivido. Cuida nuestro corazón para recibir en él, un año más, una nueva vida de alegría, de paz, de justicia y de

Parroquia de san Eugenio y santa Inés PROCLAMACIÓ DE … 24 de desembre de 2017 Cantos para la celebración: • Entrada: Vamos a preparar… 213 ... generalmente a las 00:00 horas

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Parroquia de san Eugenio y santa Inés Valencia

Tel. 963795306 / [email protected]

www.parroquiasaneugenioysantaines.es

24 de desembre de 2017

Cantos para la celebración:

• Entrada: Vamos a preparar… 213

• Corona de Adviento: Ven, ven, Señor, no

tardes… 222

• Ofertorio: En este mundo que Cristo nos da…

• Comunión: La Virgen sueña caminos… 116

• Final: Mientras recorres la vida… 129

María en la corona de Adviento

Al encender estas cuatro velas, en el último domingo, pensamos en ella, la

Virgen, la acogedora mujer que se dejó sorprender, Señor, por tu llamada.

Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor, abierta a todas tus sorpresas. Nadie te recibió con más alegría.

También nosotros queremos prepararnos así, dispuestos a acoger lo nuevo de la vida, lo inesperado que nos llega de tu mano, como se preparó María, madre de Jesús y madre nuestra.

¡Ven pronto, Señor! ¡Ven a salvarnos!

Oración colecta: Oremos (pausa). Hoy se nos une,

Padre, este último domingo de Adviento y la

Nochebuena. Muy cerca de María, haz que nuestro

corazón se encuentre siempre disponible para hacer

de él un instrumento de paz y de justicia para todos.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu

Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del

Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

PROCLAMACIÓ DE LA PARAULA

Segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16

Salmo 88:

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16,

25-27

Evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿ Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contesto: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Detalle de la Anunciación a María y la Visitación de María

a Isabel. Tímpano de la portada en la Iglesia de Santa María

de los Reyes (Rioja Alavesa). Finales del siglo XIV.

Oración poscomunión: Oremos (pausa). Al acabar

este tiempo de Adviento, te damos gracias, Señor,

por todo lo escuchado, aprendido y vivido. Cuida

nuestro corazón para recibir en él, un año más, una

nueva vida de alegría, de paz, de justicia y de

esperanza. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro

Señor. Amén.

Con alegría y confianza / José Antonio Pagola

El Concilio Vaticano II presenta a María, Madre de Jesucristo, como «prototipo y modelo para la Iglesia», y la describe como mujer humilde que escucha a Dios con confianza y alegría. Desde esa misma actitud hemos de escuchar a Dios en la Iglesia actual.

«Alégrate». Es lo primero que María escucha de Dios y lo primero que hemos de escuchar también hoy. Entre nosotros falta alegría. Con frecuencia nos dejamos contagiar por la tristeza de una Iglesia envejecida y gastada. ¿Ya no es Jesús Buena Noticia? ¿No sentimos la alegría de ser sus seguidores? Cuando falta la alegría, la fe pierde frescura, la cordialidad desaparece, la amistad entre los creyentes se enfría. Todo se hace más difícil. Es urgente despertar la alegría en nuestras comunidades y recuperar la paz que Jesús nos ha dejado en herencia.

«El Señor está contigo». No es fácil la alegría en la Iglesia de nuestros días. Solo puede nacer de la confianza en Dios. No estamos huérfanos. Vivimos invocando cada día a un Dios Padre que nos acompaña, nos defiende y busca siempre el bien de todo ser humano. Dios está también con nosotros.

Esta Iglesia, a veces tan desconcertada y perdida, que no acierta a volver al Evangelio, no está sola. Jesús, el Buen Pastor, nos está buscando. Su Espíritu nos está atrayendo. Contamos con su aliento y comprensión. Jesús no nos ha abandonado. Con él todo es posible.

«No temas». Son muchos los miedos que nos paralizan a los seguidores de Jesús. Miedo al mundo moderno y a una sociedad descreída. Miedo a un futuro incierto. Miedo a la conversión al Evangelio. El miedo nos está haciendo mucho daño. Nos impide caminar hacia el futuro con esperanza. Nos encierra en la conservación estéril del pasado. Crecen nuestros fantasmas. Desaparece el realismo sano y la sensatez evangélica.

Es urgente construir una Iglesia de la confianza. La fortaleza de Dios no se revela en una Iglesia poderosa, sino humilde. También en nuestras comunidades hemos de escuchar las palabras que escucha María: «No temas».

«Darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús». También a nosotros, como a María, se nos confía una misión: contribuir a poner luz en medio de la noche. No estamos llamados a juzgar al mundo, sino a sembrar esperanza. Nuestra tarea no es apagar la mecha que se extingue, sino encender la fe que, en no pocos, está queriendo brotar: hemos de ayudar a los hombres y mujeres de hoy a descubrir a Jesús.

Desde nuestras comunidades, cada vez más pequeñas y humildes, podemos ser levadura de un mundo más sano y fraterno. Estamos en buenas manos. Dios no está en crisis. Somos nosotros los que no nos atrevemos a seguir a Jesús con alegría y confianza. María ha de ser nuestro modelo.

El origen de los pesebres y villancicos

Los primeros villancicos se remontan al S. V, cuando se

compusieron cantos populares referentes al misterio de

la Encarnación con inspiración en la teología y liturgia de

Navidad. De esta manera se buscaba llevar la Buena

Nueva a los aldeanos y campesinos que no sabían leer.

Se llamaba "villanus" al aldeano y con el tiempo el

nombre cambió a "villancicos". Estos cantos se

caracterizan por el tono sensible e ingenuo de sus letras

y de sus melodías que hacen referencia a los

sentimientos de la Virgen y de los pastores ante la

decisión de Dios de hacerse hombre.

En el S. XIII, San Francisco de Asís y sus discípulos

propagaron la práctica de los “belenes” en templos y

casas. En la Navidad de 1223, el Santo hizo una

representación viviente del Nacimiento de Jesús. Para

ello preparó un establo e invitó a las personas del pueblo

a hacer una representación real con pesebre y animales

de verdad.

A esta

actividad le llamó

“crèche”, que

significa “cuna” en

francés, y fue vista

por hombres,

mujeres y niños que

se acercaron a ver la

bellísima obra con

sus antorchas

encendidas. La idea

gustó muchísimo y se empezaron a hacer

representaciones en toda Italia. En los siglos XIV y XV, en

Nápoles, se hicieron las primeras figuras que

representaban el nacimiento del Niño Dios.

Hoy, en las casas cristianas, se sigue escogiendo un

rincón especial y se colocan las figuras del pesebre,

dejándose un espacio entre José y María para poner al

niño el 25 de diciembre, generalmente a las 00:00 horas.

Los pesebres vivientes o materiales son una invitación a

reflexionar sobre la pobreza de la Sagrada Familia que

nos llama a imitarle en auténtica sencillez evangélica,

renunciando a los apegos materiales.

Intenciones de las Eucaristías semanales

Martes día 26. En sufragio de Mª Pilar León.

Miércoles día 27. En sufragio de los difuntos de la

familia Domínguez-Carbonell.

Jueves día 28. En sufragio de Mª Pilar León.

Viernes día 29. En sufragio de Alfonso Alejos (1r

aniversario)

El grupo de Yoga ha hecho una donación de 200 €

¡Gracias por vuestra colaboración en el mantenimiento del templo!