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PDLPRO 8 - Kappelmuur y Bahamontes

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Publicado en 2009

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Sus fríos datos no son tan impresionantes: poco más de 1 km al 9%, con los 400 últimos metros con pavés y un tramo del 19% al final. Pero no hay duda de que estamos ante un monumento del ciclismo mundial, como comprenderemos enseguida.

Su nombre está ligado íntimamente al Tour de Flandes (de Ronde van Vlaanderen, en flamen-co), la carrera que paraliza todo Flandes durante el primer domingo del mes de abril. Uno de los Monumentos del ciclismo, y a decir de muchos, el más espectacular tanto por el recorrido plagado de cortas pero duras cotas con pavés, como por el tiempo a menudo adverso, y sobre todo por la impresionante cantidad de público en las cunetas.El Tour de Flandes no es la única prueba que pasa por la famosa cota situada en el pueblo de Geraardsbergen, pero es sin duda quien le ha dado fama y reputación mundial.Subirlo en mitad de una salida cicloturista o en la primera parte de una carrera (como la clásica Het Volk) puede resultar hasta decepcionante. Sin embargo, hacerlo tras 240km de carrera, a menudo con lluvia, viento y frío, y siempre tras no menos de 14 “muros” y más de 20km de tramos varios adoquinados lo convierten a menudo en juez de la prueba.Aún quedarán 20km y una última cota, el Bosberg (añadida al recorrido en 1975), pero quien pasa el Kapelmuur en cabeza es siempre un serio candidato a la victoria.Aunque el Tour de Flandes se disputó por primera vez en 1913, no fue hasta 1950 cuando esta cota pasó a formar parte del recorrido. Entonces se conocía con el nombre de muro de Gra-mmont o Geraardsbergen, nombre de la localidad en la que se sitúa. En aquellos tiempos sin Compact, con sólo 5 piñones, los desarrollos más pequeños eran a menudo insuficientes. Así, no era raro que grandes campeones como Rik Van Steenbergen (3 campeonatos del mundo, 2 Paris Roubaix, 2 Tours de Flandes, Milan San Remo,...) tuvieran incluso que poner pie a tierra, como se ve en la foto adjunta, que correspondea la edición de 1952.Por si ello fuera poco, a partir de 1981, la subida se prolongó hasta la pequeña capilla que ahora le da el nombre: Kapelmuur, aumentando la dureza.Tal y como se viene haciendo en otros lugares (en varios sectores pavés de la Paris Roubaix, por ejemplo), cada adoquín de la subida está perfectamente identificado y numerado. Años atrás, el piso bajo los pavés se había vuelto tan irregular que muchos de los famosos adoquines sobresalían peligrosamente.A grandes males, grandes remedios: cada adoquín fue retirado y numerado, el firme se niveló, y todos fueron recolocados cuidadosamente en su emplazamiento original. Un auténtico puzzle a escala natural.Un esfuerzo y un trabajo gracias a los cuales se consigue mantener la esencia de esta legen-daria cota, y que desde aquí agradecemos.La cita de este año: el 5 de abril.

tesoros ciclistas Por “ginobartali”Fotos: Archivos “Miroir-Sprint”/T. de Waele

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Tour de Francia 1959: “Bahamontes el oportunista” o “el héroe nacional”

En aquél mes de junio de 1959, Bahamontes se presenta en la salida, por la primera vez, con la intención (secreta, eso sí) de luchar por el triunfo final del Tour. Francia presenta un equipo imbatible sobre el papel, pero muy dividido. El Águila de Toledo sabrá aprovechar esa circunstancia y su gran estado de forma para conseguir la primera victoria final de un corredor español en el Tour. Los medios de comu-nicación franceses de la época calificaron el triunfo de oportunista, mientras que en España el triunfo del toledano era contundente y no admitía duda alguna. Como pasa a menudo, las cosas no son ni blancas ni negras, más bien café con leche, como vamos a intentar explicar aquí.Cuando estamos a punto de celebrar los 50 años de esa victoria, no faltarán las crónicas apasionadas y faltas de rigor. Nosotros vamos a tratar de describir cómo transcurrió esa carrera con la mayor objetivi-dad, como veréis.

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Los preparativosEl “Águila de Toledo”, o “el picador” (en Francia), o “El lechuga” tiene ya 31 años, y ya ha sido Rey de la Montaña en Giro (una vez), Vuelta (2 veces) y Tour (2 veces).Es el mejor escalador de la época. Nadie ataca subiendo como él, nadie consigue esas diferencias en las subidas, pero por otro lado, muchos bajan y llanean mejor. De hecho, en sus participaciones an-teriores en el Tour, ha sido cuarto en 1956, octavo en 1958 pero no ha conseguido aún pisar el podio.Con esos “peros”, y en una época en la que no existen prácticamente las llegadas en alto, luchar por una general se antoja muy dif ícil. Aun-que pensándolo bien....Por un lado, su gran rival en las cumbres, Charly Gaul, ya ha vencido en el Tour del año anterior. Gaul está quizás un poco por debajo de Federico en las subidas, aunque hay que reconocer que baja y contra-relojea mejor.Por otro lado su entorno intenta convencerle de que sí, de que debe al menos intentarlo: Fausto Coppi, el Campionissimo italiano casi re-tirado, quien esponsoriza a su equipo durante esa temporada, se lo repite mientras cazan por los montes de Castilla. Así como Dalmacio Langarica, el director deportivo de la Federación Española.“¿Y Loroño? ¿Qué pasa con Loroño?” Bahamontes y Loroño son ri-vales dentro y fuera de la carretera, y Langarica tendrá que decidir entre uno y otro. Ni se plantea que puedan coexistir en el equipo del Tour. De hecho, Bahamontes no se muerde la lengua: “Hace tiempo que no nos entendemos Loroño y yo. De hecho, lo que me sorprende

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es que haya gente que se pueda entender con él”. Pero Loroño no está en su mejor momento, sólo ha sido 18ª en la Vuelta, así que será posible prescindir de él sin armar mucho revuelo.Pero hay otro ciclista en España que se ha ganado el derecho a ser líder para el Tour: se trata de Antonio Suárez, vencedor de la Vuelta de ese mismo año. Dalmacio Langarica dará con la fórmula “mágica”: Antonio Suárez será el líder de-signado de salida, pues así se lo ha ganado en la Vuelta. Bahamontes será el líder de repuesto. Langarica cree que Suárez acusará los sobreesfuerzos de la Vuelta, y así se lo ha comentado al “lechuga”.De modo que todo periodista que se acerca a Bahamontes recibe la misma respuesta: “El líder del equipo es Suárez, yo intentaré ganar la montaña y alguna etapa.”

Un equipo de Francia imbatible sobre el papelHay una rara unanimidad antes del Tour: Francia tiene un equipo imbatible... ¡si es que se entienden!Y es que aunque el Tour se corre por equipos nacionales, el resto de carreras en la temporada se corren por equipos de marcas. Es decir, la problemática que se plantea hoy día con el Campeonato del mundo, pero en una carrera de 3 semanas.Francia presenta a un equipo con 4 líderes potenciales:Louison Bobet, 3 veces vencedor de la prueba, ya con 34 años, pero demasiado orgu-lloso para ponerse al servicio de los demás.Raphael Geminiani, segundo en la edición del año anterior.Jacques Anquetil, vencedor en 1957.Roger Rivière, joven prodigio de 23 años, recordman de la hora en 1958 con 47,3 km recorridos.

A pesar de los esfuerzos del director deportivo Marcel Bidot por poner orden, Anque-til ya avisa: “¿Yo estoy pegándome todo el año con Rivière, que está en otro equipo, y ahora me piden que haga equipo con él? No tiene sentido y no pienso hacerlo”.El pronóstico de Charly Gaul, vencedor en 1958, es sin embargo claro: “ganará An-quetil, sin duda.”Federico se autodescarta ante la prensa: “Ganarán Charly Gaul, Baldini (campeón del mundo en título) o Rivière. Yo no tengo ninguna posibilidad, pero intentaré ganar el Gran Premio de la Montaña.”Aun así, Bahamontes aparece en muchas quinielas, en un segundo grupo de favori-tos.

La carreraEl Tour comienza en Mulhouse, y Bahamontes se muestra muy activo y atento en las primeras etapas por el norte de Francia y Bélgica. Tanto, que tras las 5 primeras etapas, está por delante de sus rivales directos Gaul, Anquetil, Rivière, Baldini, Bobet... Algo está cambiando.Incluso se permite el lujo de atacar por tierras belgas, como en la etapa que termina en la citadela de Namur.Llegamos a la 6º etapa, una contrareloj de 45km. Rivière hace honor a su título de re-cordman de la hora y vence a casi 48 km/h. Bahamontes ha salido 2 minutos antes que Anquetil, y éste le alcanza a unos cuantos kilómetros de la meta. El toledano, en gran forma, se aplica tras el normando, tanto que terminan esprintando sobre la raya del velódromo, como se ve en la foto. Resultado: 2 minutos justos perdidos con Anquetil, y sólo 2 minutos 58 sobre Rivière, consiguiendo ser nada menos que décimo en la etapa. Esto pinta pero que muy bien...

Por “ginobartali”Fotos: Archivos “Miroir-Sprint” – L´Équipe

50 AÑOS DEL TOUR DE BAHAMONTES

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Así pues, a las puertas de los Pirineos, Bahamontes se encuentra en el puesto 17, a 6 minutos y 7 segundos del líder, pero sobretodo, a menos de 3 minutos de sus rivales directos Rivière, Anquetil y Baldini. ¡Lo nunca visto!La primera etapa de los Pirineos se corre entre Bayona y Bagneres de Bigorre, 235 km por el Tourmalet. Bahamontes y Gaul atacan, pasan el Tourmalet con dos mi-nutos de ventaja que se reducen a algo más de un minuto en meta sobre el resto de favoritos. Preguntado Anquetil porqué no tiró del grupo a la caza de los dos fugados, responderá que no está dispuesto a gastar energías a favor de Rivière, que no ha que-rido tirar en el Tourmalet. En la general, sólo Riviere y Baldini están aún por delante del toledano, pero con apenas un minuto de ventaja.La segunda etapa pirenaica pasa por Aspin y Peyresourde, y aunque Gaul y Baha-montes vuelven a escaparse, son cazados antes de meta. No ha sido una travesía espectacular de los Pirineos, pero Bahamontes sale en muy buena posición, y sus posibilidades aumentan.Entre Pirineos y Alpes, una etapa de media montaña con llegada en Aurillac dejará fuera de combate al vencedor de la edición anterior, y máximo rival del toledano en las cumbres: el luxemburgués Charly Gaul pierde más de 20 minutos sobre el grupo de favoritos, del que Bahamontes tira en cada subida, con la ayuda del mayor enemigo de Gaul: el calor.

Llega el Puy de Dôme:Sin duda, la mejor victoria de Bahamontes: en apenas 12,5 km de contrareloj, consi-gue las siguientes diferencias: 1. Federico Bahamontes en 36’15” (a más de 20km/h en una pendiente media del 7,5%, con los 5 últimos km al 11,3%). 2. Gaul a 1’26”. 3. Anglade a 3’00”. 4. Riviere a 3’37”. 5. Anquetil a 3’41”¡Ha recortado 20 segundos por kilómetro nada menos que a Jacques Anquetil! Tras esa espectacular exhibición, se queda a sólo 4 segundos del maillot amarillo.En esos años, las cronoescaladas no abundaban, más al contrario: Bahamontes sólo pudo disputar 3 en el Tour. Ganó 2 y quedó segundo en una, a 30 segundos de Charly Gaul.

El primer maillot amarillo3 días más tarde, tras una jornada de descanso en Saint Etienne, llegan los Alpes. De salida, el Col de la République. Y a los 8 km, demarra Bahamontes, quien pasa por la cima por delante de su eterno rival de las cumbres Gaul, pero con más de un minuto sobre el pelotón.Si embargo, queda mucha etapa, y todos se reagrupan, hasta el segundo puerto. Es el Col de la Romeyère. Allí en su debut en el Tour 5 años antes, Federico montó su número más extravagante y a la vez legendario al comerse un helado en la cima mientras esperaba a que su coche de equipo le cambiara la rueda. Pero 5 años des-

pués, ya no sólo piensa en los puntos de la montaña: tiene una opción seria de ganar el Tour y la quiere aprovechar. Por ello, vuelve a demarrar y se vuelve a fugar, esta vez sólo. Gaul también ha atacado, pero no consigue darle alcance y pasa por la cima a un minuto. En este momento, Bahamontes tendrá la lucidez de dejarse alcanzar en la bajada, para así unir sus fuerzas hasta la meta en Grenoble. Allí, tras un final de etapa trepidante, los dos escaladores consiguen más de 3 minutos sobre los favori-tos, que no han puesto mucho empeño en la persecución: nadie quiere trabajar para los demás. Bahamontes se enfunda el preciado maillot amarillo por primera vez, a sus 31 años.Quedan 5 etapas hasta París, una de ellas de alta montaña, otra de media montaña, y una contrareloj de 70 km. Pero Federico cuenta con unas ventajas importantes: casi 5 minutos sobre el francés Anglade, y más de 9 minutos sobre Anquetil, Baldini y Rivière. Ya puede acariciar el triunfo final.

La ayudita del equipo de FranciaLa mayor amenaza en la general se llama ahora Henri Anglade. Se trata de un joven y prometedor ciclista, campeón de Francia, y que supo aprovechar a mitad de Tour una fuga aparentemente intrascendente para situarse muy cerca de la cabeza.Es campeón de Francia, sí, pero no corre con el equipo de Francia. No ha sido selec-cionado, y se conforma con competir bajo los colores de su equipo regional. Recor-damos aquí que en aquellos años, los franceses contaban en el Tour con un equipo nacional y 3 equipos regionales. Existía una fortísima competencia entre ellos, y eso iba a resultar determinante en la etapa reina del Tour.La etapa tiene nada menos que 243 km, sale de Grenoble para llegar a Aosta (Italia) a través del Galibier (2560 metros, pues se llegaba sólo hasta el túnel. Hoy día la carre-tera sube 100 metros más arriba), el Iseran (2770 metros, el puerto de montaña más alto de Europa en aquellos momentos), y el Petit Saint Bernard (2190 metros). Muchos kilómetros de subida... pero también de bajada. Y el Águila de Toledo no es un gran bajador.El primer puerto, el Galibier, se sube en grupo, sin ningún ataque. Así sigue la carrera hasta la cima del segundo puerto, el Iseran, también escalado sin ataques entre los favoritos. Pero llega la larguísima bajada hacia Tignes, en la que Bahamontes queda descolgado de los favoritos. Por delante, nada menos que Rivière, Geminiani, An-quetil, Anglade y Baldini entre otros. Rápidamente el hueco aumenta y la situación se complica para el toledano. El grupo de cabeza tiene la oportunidad de desbancar al maillot amarillo. Pero los miembros del equipo de Francia, Geminiani, Rivière y Anquetil no dan relevos. De seguir la escapada adelante, Anglade podría convertirse en maillot amarillo, Anglade el “regional”. No lo pueden permitir. Ya el año anterior, el damnificado fue Geminiani, quien no había sido seleccionado con el equipo na-cional y corría con un equipo regional. Era líder a pocos días del final, pero un ataque de Gaul y el desentendimiento del equipo nacional francés, en el que nadie le da un

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relevo, le condenará.Volvemos a la bajada del Iseran. Ante la falta de colaboración de los líderes franceses, el grupo de cabeza se para de tal modo que Bahamontes, en compañía una vez más de Gaul, recupera 1 minuto en 5 kilómetros y empalma.Queda una última subida, la del Petit Saint Bernard. Se hace interminable por la falta de ataques, pero llega la bajada. Anglade una vez más, ataca junto con Baldini y el alemán Reitz. Pronto se unen a ellos 2 corredores más, Gaul y Saint. Quedan aún 30 kilómetros, y el grupito de cabeza consigue rápidamente 1 minuto y medio de ventaja. Baldini, campeón del mundo en título, es un grandísimo rodador. A ese ritmo, los 4 minutos 51 segundos de ventaja de Bahamontes sobre Anglade pueden reducirse rápidamente. Y aún queda la contrareloj de 70 kilómetros...Pero esta vez es Anglade, el “regional”, quien está en cabeza, así que, ni cortos ni pere-zosos, las locomotoras francesas Anquetil y Rivière, retardadas momentáneamente por sendos pinchazos, comienzan la caza junto con su compañero Mahé. Bahamon-tes sólo cuenta con Gómez del Moral, pero con tan preciada ayuda francesa, recor-tan diferencias y en la meta de Aosta, Baldini y Anglade sólo consiguen recortar 47 segundos sobre Bahamontes. El equipo nacional francés ha conseguido su objetivo prioritario, aunque no declarado: Anglade no es maillot amarillo del Tour.La última etapa alpestre, de media montaña, dejará una nueva muestra de la deter-minación del equipo nacional francés de desbancar al regional Anglade. Gaul y Ba-hamontes han atacado en el último puerto del día, la Forclaz, y marchan por delante camino de meta, ya en terreno favorable a los rodadores. Sin embargo, ni franceses ni belgas parecen interesados en cazar. Hasta que, a pocos kilómetros de meta, el bueno de Anglade sufre un pinchazo. Ahora sí, los franceses tiran para distanciar a Anglade. En meta, Bahamontes y Gaul les han sacado 1 minuto, sí, pero ellos han sacado 40 segundos a Anglade.Ya sólo queda una gran dificultad, una contrareloj llana de 70 km, pero Anglade está ya a 6 minutos, y Anquetil, Rivière y Baldini a más de 10 minutos. Salvo hecatombe, el Tour está ganado.Así es. Bahamontes se aplicará y limitará los daños: algo más de 6 minutos con Ri-vière, algo menos de 5 con Anquetil y 2 con Anglade.

El Parque de los PríncipesLa última etapa era, por mucho, la más larga de esa edición. Nada menos que 331 km entre Dijon y París. Algo que el Águila de Toledo recuerda frecuentemente, y con razón, en sus entrevistas.Y así, el 18 de julio de 1959, Federico Martín Bahamontes se convierte en el pri-mer ciclista español en ganar el Tour de Francia, ante la ovación del público. Henri Anglade, segundo clasificado, también fue ovacionado. Sin embargo, tanto Rivière como, sobre todo, Anquetil, fueron obsequiados con un considerable concierto de viento. Tanto es así que años más tarde, el flemático Jacques Anquetil bautizaría a su

velero con el nombre de “Sifflets 1959” (silbidos 1959).

Conclusión: ¿un triunfo oportunista o indiscutible?Aquí están los hechos, contados con la mayor objetividad posible. En mi opinión, Bahamontes era el más fuerte ese año, estaba mentalizado por primera vez para lu-char por la general, pero su victoria hubiera sido mucho más dif ícil o incluso impo-sible con un equipo nacional francés unido.Tal y como eran los recorridos de la época, sin llegadas en alto y con kilometrajes importantes, el trabajo del equipo resultaba más importante de lo que es hoy día.De haber existido recorridos con 3 o 4 llegadas en alto, por tanto con menos des-censos (su punto débil) y kilometrajes más reducidos, hubiera podido optar a más triunfos.Pero en las circunstancias de la época, sólo un gran estado de forma unido a unas circunstancias de carrera favorables en momentos concretos podían hacer optar a un triunfo final. Y así fue.

Curiosidades:El triunfo de Bahamontes en el NODO:Como era obligatorio en todas las salas de cine españolas de la época, cada película venía precedida por el informativo del régimen, el famoso “Noticiero Documental” (NO-DO). El triunfo de Bahamontes, como no podía ser de otra manera, tuvo un importante eco en ese espacio, predediendo a la proyección de películas en ese año de 1959 como Río Bravo (con John Wayne), Salomón y la reina de Saba (con Yul Brinner y Gina Lollobrigida), o la 11 veces oscarizada Ben-Hur, con Charlton Hes-ton.El NODO resumía así el triunfo de Bahamontes, con alguna pequeña errata incluida (el Tour se inició en 1903)“Héroe español, ya que por primera vez ha conseguido para nuestro país el triunfo desde que se fundó la prueba en 1904 es Federico Martín Bahamontes, el águila de Toledo, que con sus compatriotas Manzaneque, San Emeterio, Morales, Campillo y Gómez del Moral, penetra en el recinto del Parque de los Príncipes de París, entre la admiración de la multitud. Langarica, director y coordinador de este extraordinario éxito, es el primero en abrazar a Bahamontes, que ha conservado hasta el final el jer-sey amarillo. La victoria del corredor español en esta 46 edición de la Vuelta Ciclista a Francia tiene el mérito de ir acompañada también del Gran Premio de la Montaña, además de conseguir un cuarto lugar en la clasificación por puntos, y el tercer puesto en el premio de la combatividad. Como los toreros en el ruedo, Bahamontes da la vuelta triunfal a la pista ovalada.“

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