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Pequeños científicos en el aula de infantil.
María del Mar Gallego GarcíaCentro del Profesorado de MálagaUniversidad de Má[email protected]
Cristina Isabel Gallego GarcíaC.E.I.P. Virgen de Belén (Málaga)[email protected]
Carmen María González GarcíaDiplomada en [email protected]
Inmaculada Atencia GilDiplomada en Educación [email protected]
CATEGORÍA F: “Investigaciones e innovaciones CTS”
“Ciencia es todo aquello sobre lo cual siempre cabe discusión”. José Ortega y Gasset (1883-1955)
I.- INTRODUCCIÓN
La escuela es un lugar privilegiado de enseñanzas, aprendizajes, crecimiento e interrelaciones, es el escenario propicio para desarrollar el conocimiento científico de nuestro alumnado. Enseñar ciencias desde las primeras etapas educativas es vital: es una manera de mirar el mundo y de pensar en él (Sanmartí, 2002). Como docentes queremos ofrecer una formación científica básica válida para interpretar los hechos cotidianos que nos rodean, desde un espíritu crítico y participativo.
Presentamos una experiencia didáctica en un centro educativo de Málaga capital, el CEIP Virgen de Belén, con alumnado de educación infantil de 3 años, que se ha convertido en “pequeños científicos”. Partiendo del trabajo colaborativo, hemos favorecido el protagonismo de nuestro alumnado, son “futuros ciudadanos”, que gestionaran positivamente su medio y su entorno, como se propugna desde el sistema educativo andaluz, a través del programa ALDEA, desarrollando una comunidad de aprendizaje.
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Figura 1. Actividad en Centro Principia
II.- MARCO TEÓRICO
En nuestra labor docente favorecemos la investigación científica con el alumnado, trabajando conocimientos teóricos y prácticos. Los contenidos, procedimientos y actitudes que se integran en nuestra vida cotidiana son los que suelen adquirirse mejor, es por ello por lo que fomentamos una actitud científica desde el aula, valorando la ciencia de manera positiva y estando más predispuesto a aprenderla1.
Este colegio forma parte del programa Ecoescuela, de la Junta de Andalucía, teniendo como referente la Formación Permanente del Profesorado, que desde el Centro del Profesorado se está dinamizando. El desarrollo de la “Red Andaluza de Ecoescuelas” se sustenta en tres líneas de trabajo:
o Apoyo a través de recursos humanos: implicación de los Centros de Profesorado y asesoramiento específico mediante dos secretarías educativas.
o Apoyo a través de recursos materiales didácticos específicos.o Formación específica: Formación en los centros, Jornadas Provinciales y
Encuentros de Alumnado.
Desarrollamos un proceso de mejora ambiental, mediante la investigación a través de una auditoría y posteriormente corregimos las deficiencias detectadas, mejorando de este modo nuestra práctica educativa.
1 ABELLA, R. y otros (2009) Hacemos ciencia en la escuela. Experiencias y descubrimientos. Claves para la innovación educativa. Graó. Barcelona.
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Tenemos presente en este proyecto, entre otros autores, a Piaget (al observar el comportamiento de los niños, resolver con ellos problemas que implican principios físicos y elaborar hipótesis sobre lo sucedido, a partir de las evidencias), Bruner (porque aprenden descubrimiento), Ausubel (aprendizaje receptivo con organizadores representacionales, conceptuales y proposicionales), Gagné (con el análisis de tareas, de la enseñanza, de las habilidades cognitivas y de la instrucción propiamente dicha, partiendo de los conocimientos previos, habilidades prerrequisitos y siguiendo sus “acontecimientos de instrucción”).
Figura 2. Actividad en Centro Principia Centrándonos en este último autor, hemos seguido los siguientes pasos:
• Apelamos el interés del alumnado en las actividades que realizamos.• Informamos al alumno del objetivo, para que tengan una idea clara de lo
que estamos aprendiendo. • Estimulamos la recuperación de los prerrequisitos (capacidades y
competencias necesarias para conseguir el objetivo).• Presentamos el material / estímulo.• Proporcionamos ayudas para el aprendizaje.• Requerimos la ejecución.• Proporcionamos retroinformación sobre el rendimiento correcto, estamos
pendiente en todo momento para solventar las dificultades que surgen durante el desarrollo de la actividad.
• Evaluar el rendimiento del alumno, durante el desarrollo de las actividades y al terminarlas para poner en común lo aprendido.
• Incrementar la retención y el transfer, al ejecutar los objetivos, memorizarlos, recordarlos y transferirlos a situaciones nuevas.
Coincidimos con Neus Sanmartí que el modelo científico empleado agrupa conceptos, experiencias, analogías, diferentes tipos de lenguajes y nos sirve para explicar los fenómenos que suceden en su mundo2.
III. DISEÑO Y DESARROLLO DEL PROYECTO
Tomando como referentes las propuestas realizadas por la Unión Europea y la OCDE, los currículos españoles actuales en sus distintos tramos sugieren el enfoque de la enseñanza hacia el desarrollo de competencias básicas, partiendo del análisis de situaciones relevantes en el entorno del alumnado (Sanmartí, 2008), para favorecer el aprendizaje significativo de conceptos, ideas y principios, situándolos en la práctica de la vida real, donde adquieren su funcionalidad. Así, desde un enfoque CTS, trabajamos los valores a través de la ciencia, despertando el interés del alumnado, valorando la importancia del medio natural y de su calidad para la vida humana e interviniendo en la medida de sus posibilidades (Schiller y Rossano, 2001).
2 AA.VV. (2002). Las ciencias en la escuela. Teorías y prácticas. Barcelona: Graó, p. 15-16.
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Se trata de que el discente construya sus ideas, contrastando dichos datos a partir de las teorías trabajadas, para poder en último término interpretar e intervenir de la mejor manera posible en la realidad. Por lo tanto, seleccionamos estrategias y formas de actuación en el aula de infantil creando una escuela viva y activa, donde los pequeños juegan, manipulan, dramatizan y se expresan de forma nueva y variada.
Figuras 3 y 4. Patio escolar del colegio (Edif. Primaria e Infantil respectivamente)
El centro donde se desarrolla el proyecto se llama CEIP Virgen de Belén, y lo conforman dos edificios (uno para infantil y otro para primaria). Está situado en una de las zonas más expansivas de Málaga, debido a la inmigración tanto del interior de la provincia, de España, como de países extranjeros (Polonia, China, Marruecos, Perú, etc.). Es un centro de actuación educativa preferente (C.A.E.P.), de 3 líneas que imparte el segundo ciclo de Educación Infantil, toda la Educación Primaria y también tiene un aula específica. La plantilla la conforman más de 40 profesores, personal de administración y servicios, más de 650 alumnos con sus respectivas familias.
Su área de influencia es muy amplia pero también muy diferente social, económico y culturalmente. Depende de las barriadas de procedencia, nos encontramos alumnado con Necesidades Educativas Especiales (N.E.E.) que se encuentra en desventajas con los procedentes de barriadas menos problemáticas. Pero esta situación se intenta paliar en el centro, por un lado con actuaciones personalizadas con el alumnado que lo necesita y por otro participando en los diversos proyectos que se llevan a cabo: TIC, Compensatoria, Ecoescuela, Escuela Espacio de Paz, Coeducación, Plan de apertura y Plan de acompañamiento. Asimismo, se colabora estrechamente con el A.M.P.A. del centro.
Desde pequeños ponemos en contacto a los niños con el mundo de la ciencia, y siguiendo a Abella (2009), como objetivos nos planteamos:
- Introducir el método científico mediante experimentos: observar, formular hipótesis, experimentar y sacar conclusiones.
- Descubrir que los inventos son el resultado de este método de trabajo.- Disfrutar de la experimentación mediante el juego- Participar activamente en las actividades propuestas.
Queremos que nuestro alumnado explore objetos a través de los sentidos y acciones, produzca cambios y transformaciones en los objetos, actuando sobre ellos y observando los resultados, se anticipe a los efectos de las acciones propias y ajenas sobre los objetos, identifique las sensaciones que producen y las emociones que se experimentan en relación con los objetos, construya aparatos o juguetes sencillos en
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función de los propios intereses y de objetivos previamente fijados, en definitiva, que nuestro alumnado de infantil pueda ver, observar, tocar, olfatear, degustar y sobre todo disfrutar al tiempo que aprenden y experimentan.
El objetivo que perseguimos es enriquecer el ámbito de la experiencia del niño y desarrollar su capacidad de comunicación y para ello hemos seleccionado estrategias y formas de actuación en el aula de infantil pretendiendo crear una escuela viva y activa, donde los pequeños puedan jugar, manipular, dramatizar y expresarse de forma nueva y variada, bajo nuestra dirección, que estimulamos y sugerimos. Como criterios de actuación metodológica, destacamos: partir del nivel de desarrollo del alumnado, potenciar el enfoque globalizador y aprendizajes significativos y funcionales, fomentar y crear un ambiente de libertad y afecto, organizar el espacio y el tiempo.
Existe una atención individualizada porque el alumnado lleva ritmos de aprendizaje diferentes según sus características y estilo cognitivo, por ello hay flexibilidad, actividades de ampliación – recuperación, se seleccionan las actividades en función de los esquemas conceptuales previos del alumnado, estableciendo un contenido comunicativo basado en sus vivencias e intereses.
La dinámica de trabajo ha variado entre actividades dentro y fuera del aula, atendiéndolos de forma individual según su ritmo de aprendizaje y colectiva. Entre las actividades realizadas destacamos:
Investigar la casa (conocer la diversidad de elementos que forman la “casa” así como las relaciones de dependencia entre ellos y cómo influyen en la concepción de nuestra casa factores ambientales, socio-económicos y necesidades personales). Figura 5. Imagen del alumnado
levantando poleas
De casa a la escuela (comprender el entorno inmediato de los niños y participar en el cuidado y mejora de la calle como espacio común).
La naturaleza en la ciudad (conocer los aspectos naturales de la ciudad y fomentar actitudes de cuidado y respeto hacia los mismos).
Aquí va para abajo (experimentar que cosas caen despacio y cuáles deprisa por la acción de la gravedad).
Sopla, sopla que se mueve (jugar con el aire. Construir algunos aparatos y realizar experiencias con él va a permitir comenzar a conocer y valorar este importante elemento del medio. Nos vamos a acercar a los problemas de contaminación del aire y buscar posibles soluciones).
Tras los pasos del sol (experimentar con distintos elementos opacos y transparentes la consecuencia de los rayos de sol sobre ellos).
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Brigada de agua (presentar un método diferente de creación propia para transportar agua de un lugar a otro).
Concurso de embudos (hacer embudos de papel con diferentes tamaños con una abertura en el fondo, para que los niños exploren la velocidad con que la arena pasa a través de los diferentes embudos).
La pintura mágica (pintar para descubrir que el agua desaparece, se evapora).
Figura 6: niños realizando una actividad con embudos
Juego de ping pong (poner dos líneas con cinta adhesiva en el suelo y hacer que una pelota de ping pong puede pasar de una a otra sin tocarla).
Que hay en el suelo (tocar, manipular, experimentar con las manos sus diferentes texturas y componentes, realizar algunas actividades sencillas de clasificación de los materiales que encontremos).
Caminar en el viento (poner una serie de objetos en una mesa para que los niños descubran cómo se mueve el aire y cómo se mueven los objetos con el aire: molinillos de viento, rollos de papel de cocina, pelotas de ping-pong).
Empujar el aire (empujar cosas que hay fuera del círculo con botes vacíos de kétchup, mostaza).
Ascensores (preparar agua con bicarbonato sódico, echar 4 o 5 pasas en el vaso. Después de 40 a 60 segundos, los niños observarán que las pasas se mueven en el vaso hacia arriba y hacia abajo, las burbujas causan el movimiento).
Pintar con los dedos (ver la difusión, el color cambiará cuantas más manos y diferentes colores se metan en ella).
Hielo en una bolsa (para apreciar el cambio de estado). Olores (poner bolas de algodón en varios vasos de cartón y echarle gotas
de diferentes olores, por ejemplo: vainilla, naranja, menta, limón, para que identifiquen los olores).
Zapatos de patinar (para llegar a la conclusión que los zapatos con suela de goma es más difícil que se resbalen en el suelo que los de cuero, también se puede comparar si patinan mejor con calcetines o descalzas y en un tipo de suelo u otro).
Instrumentos sencillos (construir instrumentos sencillos con materiales de desecho).
Pescar (fenómeno del magnetismo)
Además de las actividades mencionadas anteriormente hemos programado dos excursiones: al Centro de Ciencia Principia y al Museo del Aeropuerto de Málaga.
PRINCIPIA3 es un centro de ciencia interactivo que favorece la divulgación científica y tecnológica a todo el público de forma amena y está organizado en torno a cuatro espacios: la Sala de Módulos Interactivos de Ciencia, la Sala Faraday, el Planetario y 3 http://www.principia-malaga.com/p/index.php/presentacion
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el Observatorio Astronómico. Nuestro alumnado en la visita han manipulado objetos, pensado, reflexionado, experimentado con todo tipo de materiales científicos, de forma amena y didáctica, motivándolos para conocer e investigar por si mismos el fundamento científico de los fenómenos naturales del mundo que le rodea. En la visita al Museo del Aeropuerto vieron aparatos, piezas, material de aeropuerto, motores, maquetas y un avión para enseñar el funcionamiento básico de flaps y alerones. Pudieron observar la evolución de los uniformes del personal de vuelo, utilizar los mandos de un avión de hace unas décadas y hasta aprendieron algunos principios básicos de la física aplicados a la aeronáutica. El alumnado se montó dentro de un avión, convirtiéndose en comandantes de vuelo, azafatos, pasajeros.
Figura 7. En el Museo del Aeropuerto
Todas las actividades mencionadas han proporcionado experiencias de primera mano para que los niños aprendan ciencias. Como es tan importante la colaboración de las familias, también hemos realizado talleres en los que han venido al aula cargados de materiales para realizar experimentos. En otras ocasiones los han realizado en casa con sus hijos, exponiendo en clase en los resultados de sus investigaciones.
Figura 8. Vista de la pista del Aeropuerto
IV.- RESULTADOS Y CONCLUSIONES
La familia y la sociedad han delegado múltiples funciones y tareas al profesorado de Educación Infantil. Como afirma Fuentes Cabezas (2007), en este ciclo educativo hemos hecho frente al reto, incorporando al currículo los distintos lenguajes de la sociedad (música, danza, teatro, poesía, pintura...), pero ahora intentamos un nuevo reto: que el ámbito científico entre de forma lúdica en nuestras aulas.
Este centro inició su andadura como Ecoescuela en el curso académico 2000/2001. La Junta de Andalucía nos galardonó con la Bandera Verde por nuestra labor realizada y también el Ayuntamiento de Málaga nos concedió un Premio en el 2005 al mejor Programa Medioambiental desarrollado por alumnos en Centros Educativos.
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Nuestro lema “Contamíname de Sonrisas”, habla de lo prioritario en nuestro quehacer diario: la Educación en Valores; estamos convencidos que solamente desde el respeto hacia nosotros mismos y hacia las personas que nos rodean, podremos trabajar por un entorno ecológicamente equilibrado.
Vamos convirtiendo las aulas y el centro en un laboratorio científico natural, orientando el aprendizaje y guiando a nuestro alumnado a aprender las cosas por sí mismos, implicándose con las plantas, el viento, la fricción, el sonido, la gravedad. Todos hemos usado la educación sensorial en el aprendizaje por descubrimiento, desarrollando la sensibilidad hacia el medio ambiente y la ciencia.
La ciencia se va convirtiendo en un gran principio orientador del curriculum, una dimensión que está presente al tomar decisiones a la hora de plantearse qué enseñar, cómo hacerlo, cómo evaluar. Siguiendo a Guijarro (1993) pensamos que en una cierta medida, nuestro alumnado va aprendiendo a sentir, ver, interpretar, actuar en el mundo. Les procuramos vivencias lúdicas y positivas con la ciencia para que la sientan como algo cercano, como suya, y que también comprendan que el medioambiente depende de ellos.
Los principios científicos se aprenden de forma globalizada, aprovechando todos los momentos de enseñanza – aprendizaje de la jornada escolar. Con proyectos científicos como este favorecemos en nuestro alumnado un sentimiento de pertenencia al mundo, educamos su espíritu científico, realizamos multitud de análisis y experiencias, como protagonistas y partícipes en la gestión de su propio entorno: Se revisa la práctica diaria para ir conociendo la realidad de nuestro medio concreto, los problemas más cercanos que podemos ir abordando y cómo ir logrando esa relación con el medio que defendemos como base para la intervención.
Coincidimos con Guijarro (1993) que el trabajo en equipo tiene una enorme importancia: compartir las ideas planteadas, planificar, reflexionar seriamente es mejor que el azar: estamos convencidas que todo lo que vayamos avanzando en el campo científico será positivo para nosotros, para nuestro alumnado y para el futuro de este planeta. Nunca es pronto para empezar una educación científica que tiene implicaciones tan enriquecedoras para todos.
En definitiva, este programa ha ayudado al alumnado a desarrollar el razonamiento científico contextualizado a su realidad. Las experiencias realizadas han cultivado el sentido natural de la curiosidad y la maravilla, al tiempo que les ha estimulado a indagar más sobre el porqué y el cómo de su mundo. Ha permitido al niño pequeño explorar, manipular materiales y hacer preguntas, descubrir relaciones de causa y efecto, proyectar consecuencias y resolver problemas. Las actividades han favorecido la alfabetización científica, tal y como expone el Consejo Internacional para la Ciencia (Budapest, 1999).
V.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• AA.VV. (2002). Las ciencias en la escuela. Teorías y prácticas. Barcelona: Graó.• Abella, R. y otros (2009) Hacemos ciencia en la escuela. Experiencias y
descubrimientos. Claves para la innovación educativa. Barcelona. Graó. • Benlloch, M. (1992). Ciencias en el parvulario. Una propuesta psicopedagógica
para el ámbito de experimentación. Barcelona. Paidós Ibérica.
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• Brown, S. (1991). Experimentos de Ciencias en Educación Infantil. Madrid. Narcea.
• Declaración de Budapest (1999). Marco general de acción de la Declaración de Budapest, http://www.oei.org.co/cts/budapest.dec.htm
• Fuentes Cabezas, M. (2007): “Investigando en Educación infantil: experimentos en Educación Infantil” en Revista Digital “Práctica docente” nº 7. CEP de Granada. Julio/Septiembre 2007.
• Guijarro, M., Acale, L., Martín, C. Solozábal, A. y Vico, T. (1993). Jugamos con el agua y la conocemos. Málaga. Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia. Consejería de Cultura y Medio Ambiente. Agencia de Medio ambiente.
• Jiménez Vicioso, J. R. (1992): Orientaciones didácticas para la Educación Ambiental en Educación Infantil. Aldea. Programa de Educación ambiental. Sevilla: Junta de Andalucía.
• Kaufman, M. y Fumagalli, L. (1999). Enseñar ciencias naturales. Reflexiones y propuestas didácticas. Buenos Aires. Paidós Educador.
• Llopis, C. y Serrano, T. (1985): El área de experiencias en Preescolar y ciclo Inicial. Madrid. Narcea.
• Schaaff, O. y Feu, M. T. (2011) Alrededor de la ciencia. Un proyecto único para que tus alumnos de Infantil experimenten con la Ciencia. Madrid. Oxford Educación.
• Schiller, P. y Rossano, J. (2001): 500 actividades para el currículo de educación infantil. Madrid. Narcea.
• Trianes Torres, M.V. (Coord.) (1996). Psicología de la educación para profesores. Madrid. Pirámide
• VanCleave, J. (2009). Más de los mejores proyectos para la FERIA DE CIENCIAS. México. Noriega Editores.
• VV.AA. (2002). Las ciencias en la escuela. Teorías y prácticas. Barcelona. Graó.• VVAA (1994) Fichero de actividades de Educación ambiental. Equipo Huerto
Alegre. Sevilla. Junta de Andalucía.
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