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Perder a un cónyuge: Cómo ayudar a quien ha enviudado En la cocina de su pequeño apartamento, bajo la tenue luz de una bombilla, Jeanne prepara la mesa para cenar. No tiene hambre, pero sabe que tiene que comer algo. De pronto, sus ojos se fijan en los platos que acaba de colocar. Entonces rompe a llorar. Ya han pasado dos años desde que falleció su querido esposo y, sin darse cuenta, ha vuelto a poner la mesa para dos. SOLO quien ha pasado por ese amargo trance puede comprender lo mucho que duele. Se trata de una experiencia tan dura que la mente humana necesita un tiempo considerable para asimilarla. Así lo ilustra el caso de Beryl, una mujer de 72 años cuyo esposo murió repentinamente. “Me parecía mentira —explica ella—. Era como si en cualquier momento él fuera a aparecer por la puerta.” El impacto que produce la muerte de la pareja es comparable, en cierto modo, a una amputación. En ocasiones, el paciente asegura sentir la extremidad amputada, aunque en realidad ya no se encuentra ahí. Igualmente, los viudos pueden creer que ven a la otra persona entre una multitud, o de cuando en cuando se sorprenden a sí mismos diciéndole algo al cónyuge que ha fallecido. No es de extrañar, pues, que mucha gente no esté segura de cómo actuar cuando un familiar o un amigo se queda viudo. ¿Qué podemos hacer para ayudarlo? ¿Cómo podemos contribuir a que se sobreponga a la pena y, con el tiempo, vuelva a sonreírle a la vida? Qué no hacer Con la buena intención de hacerle menos doloroso el proceso, muchos amigos y familiares tienden a fijarle un límite a la duración de su duelo. No obstante, cierto investigador que realizó un estudio entre 700 viudos y viudas llegó a la

Perder a Un Cónyuge

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Perder a un cnyuge: Cmo ayudar a quien ha enviudadoEn la cocina de su pequeo apartamento, bajo la tenue luz de una bombilla, Jeanne prepara la mesa para cenar. Notiene hambre, pero sabe que tiene que comer algo. Depronto, sus ojos se fijan en los platos que acaba de colocar. Entonces rompe a llorar. Ya han pasado dos aos desde que falleci su querido esposo y, sin darse cuenta, ha vuelto a poner la mesa para dos.SOLO quien ha pasado por ese amargo trance puede comprender lo mucho que duele. Setrata de una experiencia tan dura que la mente humana necesita un tiempo considerable para asimilarla. As lo ilustra el caso de Beryl, una mujer de 72 aos cuyo esposo muri repentinamente. Me pareca mentira explica ella. Era como si en cualquier momento l fuera a aparecer por la puerta.El impacto que produce la muerte de la pareja es comparable, en cierto modo, a una amputacin. Enocasiones, el paciente asegura sentir la extremidad amputada, aunque en realidad ya nose encuentra ah. Igualmente, los viudos pueden creer que ven a la otra persona entre una multitud, o de cuando en cuando se sorprenden a s mismos dicindole algo al cnyuge que ha fallecido.No es de extraar, pues, que mucha gente noest segura de cmo actuar cuando un familiar o un amigo se queda viudo. Qu podemos hacer para ayudarlo? Cmo podemos contribuir a que se sobreponga a la pena y, con el tiempo, vuelva a sonrerle a la vida?Qu nohacerCon la buena intencin de hacerle menos doloroso el proceso, muchos amigos y familiares tienden a fijarle un lmite ala duracin de su duelo. Noobstante, cierto investigador que realiz un estudio entre 700viudos y viudas lleg a la conclusin de que no existe un plazo fijo para la duracin del duelo. As pues, en vez de forzar a la persona a contenerse y reprimir sus sentimientos, se le debe permitir que exprese su pesar el tiempo que sea necesario (Gnesis 37:34,35;Job 10:1).Por otro lado, aunque podemos asistirle con los trmites del funeral, eso nosignifica que debamos tomar todas y cada una de las decisiones. Elsiguiente comentario de Paul, un viudo de 49 aos, aclara por qu: Algo que agradezco mucho a quienes se ofrecieron a ayudarme con el funeral de mi esposa es que me dejaron decidir lo que se hara. Para m era importante encargarme personalmente de que todo saliera bien. Sera mi ltimo tributo a su memoria.En cualquier caso, siempre habr algo en lo que podamos ayudar. Eileen, de 68 aos, cuenta agradecida: Mi cabeza noestaba para atender todo el papeleo nipara organizar el funeral. Menos mal que mi hijo y mi nuera estaban ah.Hay que recordar, adems, que noexiste razn para dejar de mencionar al difunto. Beryl dice: Aunque mis amigos siempre estuvieron a mi lado, not que algunos procuraban nohablar de mi esposo. Secomportaban como si John nunca hubiera existido. Laverdad es que eso me dola un poco. Tarde o temprano, muchos viudos quieren hablar sobre su cnyuge. Qu hacer entonces? Bueno, si recordamos con cario alguna ancdota relacionada con el fallecido o algo que hizo por nosotros, notengamos miedo de contarlo. Ysi nos parece que servir de consuelo, podemos hablar de sus buenas cualidades o explicar por qu lo aoramos tanto. As la persona sentir que noes la nica a la que le duele haberlo perdido (Romanos 12:15).Por otra parte, noes bueno abrumar a los viudos con toda clase de consejos nipresionarlos para que tomen cuanto antes ciertasdecisiones.*Envez de eso, busquemos formas prcticas de ayudarlos a superar estos momentos tan difciles de su vida.

Qu hacerDurante los primeros das conviene estar atento a las necesidades particulares de la persona. Hace falta que alguien le haga compaa, le prepare una comida o d alojamiento a familiares que hayan venido de lejos? Ental caso, por qu notomar la iniciativa?A lo largo de todo el proceso, tambin hay que esforzarse por comprender sus sentimientos. Por ejemplo, el hombre y la mujer se enfrentan de forma muy distinta al dolor y ala soledad. Enalgunas culturas, ms de la mitad de los hombres que enviudan se casande nuevo en menos de dieciocho meses, algo que raramente ocurre entre las mujeres. Aqu se debe esta diferencia?Aunque mucha gente piensa que los hombres vuelven a casarse solo para satisfacer sus necesidades fsicas o sexuales, eso noes necesariamente as. Loque sucede es que, como el hombre tiende a apoyarse emocionalmente solo en su pareja, al perderla puede verse sumido en una soledad muy difcil de soportar. Lamujer, por el contrario, suele ser capaz de encontrar apoyo emocional en otras personas, incluso cuando su crculo de amistades se vea reducido tras la muerte de su marido. Todo esto explica, hasta cierto punto, por qu muchos hombres consideran que el nico remedio para su soledad es iniciar una nueva relacin, aun a pesar del riesgo de precipitarse. Enefecto, es probable que las mujeres estn ms preparadas para vivir solas.

Ahora bien, independientemente de que el viudo sea hombre o mujer, cmo podemos hacerle ms llevadera su situacin? Helen, de 49 aos, seala: Muchos tienen buena intencin y dicen: Si necesitas algo, avsame. Pero lo que ms se agradece es cuando vienen y te dicen: Me voy de compras, quieres venir?. Paul, cuya esposa falleci de cncer, explica por qu apreciaba las invitaciones de sus amigos. Hay das en que uno notiene ganas de estar con gente nide andar contando sus problemas reconoce. Pero despus de pasar la tarde con buenos amigos, ves las cosas de otra manera. Te das cuenta de que hay gente a la que le importas, y eso reconforta. Ya note sientes tan solo.*Cuando ms necesitan nuestro apoyoCon el tiempo, la mayora de los familiares regresan a su vida normal; es entonces cuando ms apoyo emocional suele necesitar la persona que ha enviudado. Helen lo explica as: Al principio, la familia y los amigos se vuelcan contigo, pero luego tienen que volver a su rutina. Sin embargo, t nopuedes; tu vida ya noes igual. Teniendo esto presente, los buenos amigos siguen prestando ayuda a la persona viuda sin importar cunto tiempo pase.A muchos viudos les har falta que les hagan compaa en ciertas fechas en especial, como el aniversario de su boda o el da en que muri su cnyuge. Eileen, citada anteriormente, cuenta lo que hace su hijo para evitar que se sienta sola en su aniversario de bodas: Todos los aos, Kevin me lleva a almorzar y a pasar el da juntos. Esun momento que compartimos los dos, madre e hijo. Una buena idea sera anotar fechas como esta y hacer planes para que la persona nopase sola esos difciles das (Proverbios 17:17).En ocasiones, quienes han perdido a su cnyuge pueden brindar mucho consuelo a los que estn en la misma situacin. Annie, que enviud hace ocho aos, explica cunto le benefici su amistad con otra viuda: Sus ganas de vivir me impresionaron y me dieron fuerzas para seguir adelante.En realidad, son muchas las personas viudas que, tras superar las primeras etapas del duelo, se convierten en una fuente de inspiracin para los dems. Por ejemplo, la Biblia habla de dos viudas que se apoyaron la una a la otra: una joven llamada Rut y su suegra, Noem. Cuando leemos su historia, nopodemos dejar de conmovernos al ver cmo se ayudaron mutuamente a superar el dolor y a enfrentarse a su dura realidad (Rut 1:15-17;3:1;4:14,15).

Tiempo de sanarPara volver a tomar las riendas de su vida, la persona debe aprender a vivir el presente sin por ello sentirse obligada a olvidar su pasado. Como sabiamente indic el rey Salomn, existe un tiempo de llorar, pero tambin un tiempo de sanar (Eclesiasts 3:3,4).Paul explica con un ejemplo por qu cuesta tanto mirar hacia delante: Mi esposa y yo ramos como dos rboles que crecieron entrelazados desde jvenes. Cuando uno muri y fue talado, el otro qued como si estuviera deformado. As me senta yo: raro, como si faltara una parte de m. Algunos, por lealtad a su ser querido, se resisten a pasar la pgina. Otros se niegan a salir o a conocer gente, pues cualquier diversin los hace sentir culpables. Cmo podemos ayudarlos con tacto para que sane su herida y recuperen la alegra de vivir?

Un primer paso sera animar a la persona a dejar salir lo que siente. Herbert, viudo desde hace seis aos, dice: Recuerdo con aprecio los momentos en que mis amigos se sentabany me escuchaban mientras hablaba del pasado o comentaba lo que me rondaba la cabeza. Seguro que nosiempre fui una compaa muy agradable, pero agradezco que trataran de entenderme. Loque a Paul le lleg ms hondo fue el sincero inters de un amigo de cierta edad que a menudo le preguntaba cmo se senta. El cario con que me trataba relata me impuls a desahogarme con l en muchas ocasiones. (Proverbios 18:24.)Para adaptarse a su nueva situacin, es bueno que la persona exprese los sentimientos negativos que tenga, como remordimiento, ira o culpabilidad. Ese fue el caso del rey David. Cuando su pequeo hijo muri, lo que le dio fuerzas para levantarse y aceptarla triste realidad fue abrirle el corazn al mejor de los confidentes, Jehov Dios (2Samuel 12:19-23).Por muy difcil que le resulte al principio, es necesario que la persona vuelva poco a poco a tener una rutina. Para contribuir aello, quizs podamos incluirla en algunas de nuestras actividades. Sera posible invitarla cuando vayamos de compras o a dar un paseo? Ypor qu nopedirle ayuda para realizar alguna tarea? As evitaremos que se asle. Por ejemplo, segn el caso, podemos proponerle que nos ayude a cuidar de los nios, que nos ensee alguna de sus recetas o que nos d una mano con una reparacin casera. Deeste modo, aparte de mantenerse activa, la persona seguir sintindose til.

A medida que se relacione de nuevo con los dems, es probable que vaya recuperando la ilusin por la vida. Tal vez hasta empiece a trazarse nuevas metas. Ese fue el caso de una viuda llamada Yonette, de 44 aos, quien cuenta: Me cost un triunfo volver a la normalidad. Atender las tareas del hogar, administrar el dinero y cuidar de mis tres hijos me resultaba muy difcil. Con paciencia, Yonette ha conseguido organizarse y mejorar la comunicacin con sus hijos. Ytambin ha aprendido a aceptar la ayuda de sus amistades.La vida sigue siendo bellaSi los amigos y familiares quieren que su apoyo sea realmente til, deben ser realistas y tener presente que la persona experimentar altibajos emocionales durante meses, o incluso aos. Sin duda, esa profunda herida que la Biblia llama la plaga de su[...] corazn puede tardar mucho en curarse (1Reyes 8:38,39).

Y es durante los perodos de depresin cuando ms necesitan que se les d un pequeo empujoncito, para evitar que se cieguen a la realidad y se encierren en s mismos. Enmuchos casos, ese apoyo ha sido la clave para darles un nuevo impulso a sus vidas. As lo atestigua Claude, un viudo de 60 aos que actualmente es evangelizador de tiempo completo en frica. lafirma: Aunque perder a mi esposa fue un golpe dursimo, para m la vida sigue siendo bella.Es cierto que, cuando perdemos a un ser tan amado, la vida novuelve a ser la misma. Con todo, son muchas las cosas que an podemos hacer por los dems y que pueden devolvernos la alegra de vivir (Eclesiasts 11:7,8).