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La contaminación lumínica impide ver la Vía Láctea Un tercio de la población mundial no puede ver la Vía Láctea debido a la contaminación lumínica producida en los países más desarrollados por las luces artificiales. La contaminación lumínica es una de las formas más generalizadas de alteración ambiental y crea una niebla luminosa que oculta las estrellas y constelaciones del cielo nocturno. Más de 20.000 muertes al año por la contaminación del aire en España La salud del 40% de la población española se encuentra en peligro por respirar aire contaminado por encima de lo permitido. Cuando los niveles de polución aumentan se agravan los problemas respiratorios, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Los más vulnerables son los niños, los adolescentes y los ancianos, y el principal causante es el tráfico rodado. Los asmáticos y aquellos que padecen otras enfermedades respiratorias sienten los síntomas más agravados. La contaminación del aire está detrás de unas 25.000 muertes prematuras cada año. El dióxido de azufre, el de nitrógeno, el ozono son la parte gaseosa de la contaminación, pero lo más nocivo es la parte sólida, las partículas. Las más grandes se quedan en la nariz y la boca, y sin embargo las de menor tamaño son las más peligrosas. Entre las soluciones: apostar por transportes más sostenibles, restringir el tráfico o la velocidad y aumentar las zonas verdes, porque el problema va a más y es de todos.

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La contaminación lumínica impide ver la Vía LácteaUn tercio de la población mundial no puede ver la Vía Láctea

debido a la contaminación lumínica producida en los países más

desarrollados por las luces artificiales.

La contaminación lumínica es una de las formas más

generalizadas de alteración ambiental y crea una niebla luminosa

que oculta las estrellas y constelaciones del cielo nocturno.

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Más de 20.000 muertes al año por la contaminación del aire en EspañaLa salud del 40% de la población española se encuentra en peligro por respirar aire contaminado por encima de lo permitido. Cuando los niveles de polución aumentan se agravan los problemas respiratorios, según la

Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.

Los más vulnerables son los niños, los adolescentes y los ancianos, y el principal causante es el tráfico rodado. Los asmáticos y aquellos que padecen otras enfermedades respiratorias sienten los síntomas más agravados. La contaminación del aire está detrás de unas 25.000 muertes prematuras cada año. El dióxido de azufre, el de nitrógeno, el ozono son la parte gaseosa de la

contaminación, pero lo más nocivo es la parte sólida, las partículas. Las más grandes se quedan en la nariz y la boca, y sin embargo las de menor tamaño son las más peligrosas. Entre las soluciones: apostar por transportes más sostenibles, restringir el tráfico o la velocidad y aumentar las zonas verdes, porque el problema va a más y es de todos.

Se duplicarán muertes por contaminación

Las muertes prematuras en el mundo a causa de la

contaminación atmosférica, que fueron 2 millones

933 mil en 2010, se van a duplicar o incluso a

triplicar para 2060 si se mantienen las tendencias

actuales, previene la OCDE en un estudio publicado

este jueves sobre los costes económicos de ese

fenómeno. En términos globales, la contaminación

recortará el producto interior bruto (PIB) global en

un 1 % para 2060, es decir, el equivalente de 2,6

billones de dólares anuales a causa de los días de

baja laboral, los gastos sanitarios y la disminución

de la productividad agrícola, explicó la Organización

para la Cooperación y el Desarrollo Económico

(OCDE).Los impactos serán muy desiguales entre

unas y otras regiones, lo que se explica por los

diferentes niveles de contaminación. Los mayores

en términos relativos se darán en la región del

Caspio, donde su PIB se verá recortado en un 3,1 %,

en China (-2,6 %), en algunos países europeos del

antiguo bloque soviético (entre -2 y 2,7 %), en Rusia

(-1,7 %). Se situará entre el -1 % y el -1,5 % en la

mayor parte de los otros países del sudeste asiático

(como India), de Oriente Medio y del norte de

África. Por el contrario, el efecto de recorte de la

producción será inferior al 0,5 % del PIB en Europa

occidental, en Norteamérica o en Latinoamérica, así

como en Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica