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FRANCESES VERSION SIN RECORTES

CASTEL

LA METAMORFOSIS DE LA CUESTIN SOCIAL

(Castel; 1995; 390)P 390El trabajo como lo hemos verificado a lo largo de este recorrido- es ms que el trabajo, y por lo tanto en no-trabajo es ms que el desempleo, lo que no es poco decir. Por otra aprte, la caracterstica ms perturbadora de la situacin actual es sin duda la reaparicin del perfil de los trabajadores sin trabajo a los que se refiri Hannah Arendt, los cuales ocupan literalmente en la sociedad un lugar de supernumerarios, de inutiles para el mundo (Castel; 1995; 390)

P 490 Sobre la seguridad social (dice lo mismo que Rosanvallon)Las coberturas sociales eran financiadas por una gran mayora de activos, que aportaban sobre todo para ellos mismos: aseguraban su propio futuro al mismo tiempo que el del colectivo de los asalariados. Pero, bajo la doble presin del desempleo y del desiquilibrio demogrfico, el sstema de las protecciones sociales se encontr amenazado. Se produjo el deslizamiento desde un sistema de seguros en que los activos pagaban sobre todo para los activos, a un sistema de solidaridad nacional, en el cual los activos deban pagar sobre todo para inactivos cada vez ms numerosos. (Castel; 1995; 490)

Los supernumerarios y la precarizacin laboral (P 404)

La precarizacin del trabajo es otra caracterstica, menos espectacular, pero sin duda importante. El contrato de trabajo por tiempo indeterminado est perdiendo su hegemona. () Las formas particulares de empleo que se han desarrollado incluyen una multitud de situaciones hetereogeneas: contratos de trabajo por tiempo determinado, trabajo provisional, trabajo de jornada parcial, y diferentes formas de empleos ayudados, esdecir sostenidos por el poder pblico en el marcode la lucha contra el desempleo. () Los jvenes son los ms afectados, y las mujeres ms que los hombres. No obstante, el fenomeno afecta tambin a lo que podra denominarse el ncleo duro de la fuerza de trabajo, los hombresde 30 a 49 aos. (Castel; 1995; 404)P 406 El desempleo no es una burbuja que se ha formado en las relaciones de trabajo y que podra reabsorverse. Empieza a estar claro que la precarizacin del empleo y el desempleo se han inscrito en la dinmica actual de la modernizacin. () Flexibilidad fue una manera de denominar a esta necesidad de ajuste del trabajador moderno a su tarea. (Castel; 1995; 406)408 sobre los jovenes afectadosLa empresa tambin fracasa en su funcin integradora de los jvenes. Al elevar el nivel de las calificaciones exigidas para el ingreso, desvaloriza a una fuerza de trabajo incluso antesde que haya entrado en servicio. Jvenes que hace veinte aos se habran integrado sin problemas en la produccin, se encuentran condenados a errar de pasanta en pasanta, o de una pequea tarea a otra. (Castel; 1995; 408)

P 409 La posible inempleabilidad de los calificadosP 413 El problema actual no es slo el que plantea la constitucin de una periferia precaria sino tambin el de la desestabilizacin de los estables. () Ha habido un nuevo crecimiento de la vulnerabilidad de masas que, como hemos visto, haba sido lentamente conjurada.Desde el ngulo del trabajo se pueden distinguir tres puntos de cristalizacin de esta cuestin. En primer lugar, la desestabilizacin de los estables. Una parte de la clase obrara integra y de los asalartiados de la pequea clase media corre el peligro de caer. () Lo cual confirma que no basta con tratar la cuestin social a partir de sus mrgenes, y de contentarse con denunciar la exclusin.El segundo rasgo especficado de la situacin actual consiste en la instalacin en la precariedad. As se ha vuelto al primer plano de la escena social una obligacin muy antigua impuesta a lo que hoy llamariamos el pueblo: vivir al da. No hay derecho a hablar de un neopauperismo? (Castel; 1995; 413)

3. supernumerariosLa precarizacin del empleo y el aumento del desempleo constituyen sin duda la manisfestacion de un deficit de lugares ocupables en la estrucutra social, si entendemos por lugar una posicin con utilidad social y reconocimiento pblico. () Todo ocurre como si nuestro tipo de sociedad redescubriera con sospresa la presencia en su seno de una perfil de poblaciones que sw creian desaparecidad: los inutiles para el mundo, que viven en el pero no le pertenencen realemtnte. Ellos ocupan una posicion de supernumerarios, flotan en una especie de tierra de nadie social, no intefrados y sin dudas inintegrables, por lo menos en el sentido en que Durkheim habla de la integracin como pertenencia a una sociedad formafda por un todo de elementos interdependientes.

P 417En las sociedad industrial , sobre todo para las clases populares, el trabajo funciona como gran integrador. Hay una integracin familiar. Hay una integracin escolar, una integracin profesional, una integracin social, polticas, cultural, etc Pero el trabajo es un inductor que atraviesa esos campos, un principio, un paradigma, algo que, en fin, se encuentra en las diversas integraciones afectadas y que por lo tanto hace posible la integracin de las integraciones sin hacer desparecer las diferencias o los conflictos1 Y. Barel, Le grand intgrateur pg. 89 y 90.

. (Castel; 1995; 417)ENTREVISTA (BUSCAR CITA)R. 12: Usted hace en su libro una crtica a determinadas intervenciones sociales que califica de "reparadoras".R.C.: S, me refiero a medidas como el RMI (renta mnima de insercin, equivalente al PIRMI), que coloca a un sujeto en una reinsercin permanente y que no le permite salir de esa situacin. La paradoja es que por un lado estos sujetos estn integrados, pero eso no les evita vivir en una desafiliacin social.

R. 12: Por qu prefiere el trmino de desafiliacin al ms popular de exclusin?R.C.: Porque definir el conjunto de la cuestin social a partir de la exclusin es una trampa. El continuum entre los integrados y los excluidos est roto por efecto de la autonomizacin que ha tomado el mercado y que ha producido una ruptura con la tradicin vigente. Esto es, ha desconectado el trabajo de las medidas de proteccin y lo ha convertido en una pura mercanca, utilizando los trminos de Marx. Incluso en Francia se habla de contrato, ya no por trabajo completo, sino por actividades puntuales. Todo esto provoca una desafiliacin del sujeto y una anomia social, ya que el mercado, por s mismo, es incapaz de reconstruir la cohesin social. Es en este sentido que digo que los in producen los out.

Si uno, por el contrario, acepta totalmente el clivaje trabajo/proteccin, entramos en la mercantilizacin pura y eso no es un porvenir optimista ya que no garantiza la cohesin social.

Me pregunto si es posible redefinir el compromiso social de los 70 sin reproducirlo tal cual, evidentemente, pero manteniendo lo esencial, esto es la unin trabajo-proteccin social. Hay que repensar las leyes del mercado laboral y tambin las propuestas de la distribucin del empleo para asegurar que una inmensa mayora se beneficie de l. No veo que haya una alternativa al trabajo como elemento de soporte personal y social. Para sustituirlo hara falta una revolucin cultural y no parece cosa inmediata. Hay tambin que generar, desde la propia actuacin social, intervenciones ms participativas, intercambios ms reales y ms democrticos.

DEBATE GORZ ROSANVALLON Nuestra realidad ya no se asemeja a una sociedad de pleno empleo, de hecho al flajelo de la falta de empleo se suma el de la precarizacin laboral. Entonces cabe preguntar y repensar las politicas sociales existentes y su nivel de efectividad a la hora de llegar a quienes ms las necesitan. Ligado a esto se encuentra el debate entre Pierre Rosanvallon y Andr Gorz acerca del ingreso ciudadano Rosanvallon cuestiona esta asignacin universal como "la tentacin de asalariar la exclusin"2 P. ROSANVALLON, La nueva cuestin social. Repensar el estado providencia, trad. H. Pons, Buenos Aires, Manantial, 1999 pg. 116

, en la que el eje de la sociedad sera la indemnizacion, donde una vez asegurado el minimo de subsistencia la cuestion del empleo pasara a una plano secundario. Su tesis central es, entonces, que se debe repensar la idea del derecho al trabajo ms que pensar la idea de un derecho al ingreso. De este modo, el planteo se centra en pasar de una sociedad de indemnizacin a una sociedad de insercin (una posicin que no cuestiona la base del modelo capitalista establecido)3 Stella Accorinti, Neoliberalismo y polticas sociales. El ingreso ciudadano. Disponible en www.urbared.ungs.edu.ar/download/documentos/StA%20-%20ingreso%20ciudadano.doc

.Gorz, por su lado, rechaza que estemos viviendo una crisis, en el sentido de estar pasando por una situacion transitoria. Para Gorz4 A. Gorz, Miserias del presente, riqueza de lo posible,

el ingreso ciudadano no es asistencia ni proteccin social. No dispensa del trabajo, sino que efectiviza el derecho al trabajo. Pero este trabajo es radicalmente diferente del que propone la sociedad capitalista. La propuesta de Gorz entraa el concepto clave de trabajo como aquella actividad que se hace sin que sea necesario que a uno le paguen por ello. El ingreso ciudadano no paga un trabajo, sino que es un monto que se recibe de manera incondicional. Esta asignacin debe ser de base suficiente (no mnima) y no condicionada de ninguna manera5 Stella Accorinti, Neoliberalismo y polticas sociales. El ingreso ciudadano. Disponible en www.urbared.ungs.edu.ar/download/documentos/StA%20-%20ingreso%20ciudadano.doc

.

ROSANVALLON(Rosanvallon; 1995; 10)P 10

Los antiguos mecanismos productores de solidaridad, en primer lugar, estn desintegrandose de manera probablemente irreversible. Se asentaban en el sistema de los seguros sociales: de modo que el Estado Providencia se identificaba con una especie de sociedad aseguradora. Ahora bien, hoy asistimos a una separacion progresiva de los dos universos del seguro social y la solidaridad. (Rosanvallon; 1995; 10)

La concepcion tradicional de los derechos sociales, por su lado, comprueba ser inoperante para tratar el problema mayor e la exclusin. En efecto el Estado providencia tradicional funciona como una mquina de indemnizar. Es un "Estado providencia compensador", que descansa sobre el principio dee la disociacin entre lo econmico y lo social. Los derechos sociales son simplemente unos derechos de giro. En un contexto de desocupacin masiva y crecimiento de la exclusin, esta visin de los derechos como compensador de un disfuncionamiento pasajero (enfermedad, desempleo de corta duracin, etc) deviene inadaptada. Concebida para tratar sitaciones aprehendidas como riesgos coyunturales, ya no conviene para manejar estados desgraciadamente ms estables. Lo que explica los efectos ms perversos de los que propongo llamar Estado providencia pasivo. En primer lugar, ste da origen a una espiral de autodestruccin de la solidaridad: para indemnizar la exclusin del mercado de empleo de una gran parte e la poblacin, incrementa cada vez ms los gravamenes al trabajo, lo que como consecuencia entraa una reduccin del volumen de este ltimo. La exploracin de las formas que podra asumir un "Estado providencia activo" al contrario, va a la par con la bsqueda de un enriquecimiento de la nocin de derecho social, para enconrar el camino de lo que podra ser un nuevo derecho a la insercin. (Rosanvallon; 1995; 10)

p 12REFLEXIN PARA PONER AL FINALEntramos en una nueva era de lo social. Pero al mismo tiempo entramos en una nueva era de lo poltico. La refundacin de la solidaridad y la redifinicin de los derechos implican, en efecto, una mejor articulacin entre la prctica de la democracia, es decir la invencin de las reglas del vivir juntos y la deliberacin sobre la justicia, y la gestin de lo social; invitan tambin a pensar de otra manera la idea misma de reforma. En lo sucesivo, profundizacin de la democracia y progreso social debern ir necesariamente a la par. (Rosanvallon; 1995; 12)

p 37

Todo sistema asegurador es redistributivo. Pero la redistribucin que lleva adelante es puramente compensatoria: apunta a anular daos; es una redistribucin horizontal. Sin embargo, poco a poco se desarrollaron en el interior del sistema de seguridad social algunos mecanismos de redistribucin vertical, entre clases de ingresos, por lo tanto de esencia solidaria. (Rosanvallon; 1995; 37)

p 62

Lo propio de la informacin es efectivamente extender el campo de referencia de los individuos, permitiendoles mirar cada vez ms lejos en el jardn del vecino y por lo tanto evaluar cada vez con mayor precisin su situacin en comparacin con la de otras personas. (...) Cuando la ideologa retrocede y la informacin sobre las situacion reales se incrementa, la discusin de las posiciones relativas de unos y otros se extiende y se difracta casi al infinito.Hay un movimiento de publicidad creciente contra el cual no se podra presentar oposicin. La publicidad complica y refuerza a la vez el ejercicio de la democracia. Una sociedad ms transparente es ms inestable y ms vulnerable. La transparencia puede convertirse en una trampa. (...) Produccin de la solidaridad e invencion de una democracia deliberativa van de aqui en adelante a la par. Por otra parte, sta es la razn por la cual puede superar la vieja oposicion entre derechos formales y derechos reales, derechos polticos y derechos sociales, asi como la diferencia entre la idea democrtica y la idea socialista. En lo sucesivo, los derechos sociales pueden repensarse y los derechos polticos profundizarse, al mismo tiempo, en el seno de una teora ampliada de la democracia. RETOMAR PARA EL EJE DEMOCRACIASi la antigua opacidad era en ciertos aspectos una condicion de la solidaridad, es del todo imposible recrearla artificialmente. Sin embargo, es posible tratar de distinguir dos clases de conocimientos: aquellos de que disponen los ciudadanos, unos sobre otros de maner reciproca, y aquellos que las grandes organizaciones el Estado poseen de manera univoca sobre los ciudadano. Podria asi disociarse transparencia social y transparencia individual, aunque cuando la frontera entre estas dos nociones siga siendo imprecisa y variable. (Rosanvallon; 1995; 62)

P 64La tentacin de la victimizacin social PARA DEBATE CON GORZ!

En una sociedad de reparacion generalizada, la figura central de la interaccin social es la de la vctima de otro y no la del ciudadano. Se busca producir efectos de redistribucin sobre la base de una filosofa de la indemnizacin. (...) En tanto es reconocido como vctima, un individuo puede pretender una compensacin. (...) Como no puede esperarse gran cosa en cuanto pobre o desfavorecido, es preciso erigirse en vctima para obtener una mejora de la situacin. (Rosanvallon; 1995; 64)

P 68Rehacer la nacin

Hoy en da es imposible preservar el Estado Providencia sin "rehacer la nacin" de cierta manera, es decir sin revivificar el pedestal cvico sobre el cual se arraiga el reconocimiento de una deuda social mutua. Por otra parte, tal vez sea eso lo que permite explicar en profundidas la dificultad de introducir un Estado providencia en la mayora de los paises del Tecer Mundo. Si es imposible desarrollar un sistema asegurador sin desarrollo econmico y generalizacin del trabajo asalariado, la falta de Estado providencia solidarista obedece principalmente al carcter superficial de la identidad colectiva. Cuando el sentimiento nacional se deriva sobre todo de la apropiacin individual de simbolos valorizantes o cuando precede de una simple oposicion a terceros, no permite fundar obligaciones recprocas. La nacin slo se comprende entonces segn el modo de un bloque idealizado, al que se presupone unificado y homogneo.No es aprehendida como un espacio de redistribucin que hay que hacer vivir. Se la comprende como algo dado, cuando lo que hay que hacer es construirla. (Rosanvallon; 1995; 68)

P 73 PARA REFLEXION FINAL DE ROSSANNo podr haber Estado providencia solidarista sin reconstruccin del sentido cvico , entendido como la pertenencia a un mundo comn. Lo que falta no es solo la movilizacin, es tambin el sustrato de sta, es decir la nacin.Ser imposible recrear la solidaridad sin encontrar un nuevo cemento colectivo. El problea es que los lugares de lo que se llama civismo ordinario -la conscripcin, la escuela, el barrio mmismo- se han descompuesto progresivamente. (Rosanvallon; 1995; 73)

p 78 PIRAMIDE INVERTIDADel asegurado social al contribuyente

La sustitucin de la figura del asegurado social por la del contribuyente se acelera a causa de dos factores. La disociacin entre el nmero de contribuyentes y el de derechohabitantes sociales, en primer lugar no hace sino aumentar. No slo debido a la desocupacin; tambin por motivos sociolgicos profundos: crecimiento del nmero de estudiantes, multiplicacin de la familias monoparentales, etc. La cantidad de individuos socialemente autnomos pero econmicamente dependientes aumenta sin cesar. Pero sobre todo por motivos econmicos: para favorecer el empleo, el Estado ingres en una espiral de exenciones que se ha vuelto perversa. (Rosanvallon; 1995; 78)

p 81Distincin seguro/solidaridad

El seguro es una tcnica, mientras que la solidaridad es un valor. Por lo tanto, no son en modo alguno antitticos: el seguro es tambin un modo de produccin de la solidaridad. Por otro lado, el financiamiento de los seguros sociales puede inscribirse en dispositivos muy variables puede ser estrictamente contributivo o intensamente solidarista. (Rosanvallon; 1995; 81)

P 95Sobre la selectividad

a fin e cuenstas, la distribucin selectiva de las prestaciones sociales se enfrenta a una contradiccion. Para que sea efecaz economicamente, debe fijar techos relativbamente bajos y excluir por lo tanto a una buena parte de las clases medias. Pero entonces es dificil de menejar politicamente. En cambio, para que la selectividad sea aceptada socialmente con facilidad, solo debe eliminar a una pequea franja de la poblacion (aquellos para quienes las asignaciones consideradas solo representaran una pocentaje muy escaso del ingreso). Pero la economia efectuada es entonces muy pobre. No hay por lo tanto ms que dos caminos factibles: el de una selectividad moderada, tal como existe actualmente en Francia para una buena parte de las prestaciones (pero sera dificil reforzarla o extenderla) o, al contrario, el de una ayuda dirigida con mucha selectividad, orientada hacia poblaciones en situacin de desmparo.Sin embargo, no es posible limitarse a una razonamiento econmico. Tampoco hay que perder de vista que las prestaciones sociales tienen igualmente una dimensin de ciudadana. Constituyen una de las expresiones del vnculo social y a su manera dan testimonio de una forma de igualdad. Esta dimensin simblica es esencial, participa del principio mismo de la solidaridad. Es por eso que para algunas prestaciones debe conservarse cierta forma de universalidad, aun cuando se ponga en prctica una selectividad razonable. Ms alla de la insoslayable bsqueda de economas presupuestarias, el riesgo sera, en efecto, hacer de la selectividad un principio filosfico. Esto significara entonces dar marcha atrs: equivaldra, de hecho a reducir al estado providencia a un sistema de asistencia a los ms pobres (versin de derecha de la ideologa de la selectividad) o, a la inversa, a restablecer la mitologa de que los ricos pueden pagar todo (versin de izquierda). Los nuevos caminos de la solidaridad deben pasar ms bien por una redifinicin de su materia y una reinvencin del gravamen. (Rosanvallon; 1995; 95)

Los lmites del Estado providencia pasivo P 105

El Estado providencia funciona como una mquina de indemnizar: compensacin de las prdidas de ingreso (desocupacin, enfermedad, jubilacin), asuncin directa de ciertos gastos, entrega de subsidios diversos condicionados a los recursos de los beneficiarios potenciales. En situacin de desocupacin , este funcionamiento conduce a una primera paradoja: por un lado, las indemnizaciones entregadas no dejan de crecer mientras que, por el otro, las necesidades no satisfechas se multiplican. De all surge la cuestin evidente: no sera posible pagar a trabajadores en vez de indemnizar a desempleados? En otros trminos, no es urgente transformar unos gastos pasivos en gastos activos? (...)Segunda paradoja: a travs de las transferencias sociales, una gran parte del costo laboral sirve para compensar la exclusin parcial o total del acceso al trabajo de una amplia franja de la poblacin.Deflacin social: una cantidad creciente de inactivos son tomados a cargo por un nmero decreciente de activos. (Rosanvallon; 1995; 105)

P 115Dimensin antropolgica de la crisis del Estado providenciasta corresponde tambin al ingreso en una nueva era de la sociedad individualista: la de una disociacin siempre ms radical entre el ciudadano, miembro de la colectividad, y el trabajador, miembro de la sociedad civil. Principio democrtico de inclusin e igualdad, por un lado; princnpio productivo de diferenciacin y exclusin, por el otro: en los sucesivo, el corte es flagrante. De all la polarizacin creciente de la funcin de solidaridad sobre el Estado providencia, hasta la situacin absurda de una lgica perversa de la indemnizacin que crece de manera separada y autnoma, a distancia de la esfera de las necesidades. (Rosanvallon; 1995; 115)

P 115La tentacin de asalariar la exclusin: bajo el modelo de la discapacidad y el del ingreso de subsistencia. (Rosanvallon; 1995; 115)P 117As, la categora de la discapacidad se desplaz progresivamente del campo mdico al campo social, englobando las diversas formas de marginalidad y llegando incluso a designar a los trabajadores que no se adaptan a las mutaciones tecnolgicas (...) se puede hablar de "discapacitologa". (Rosanvallon; 1995; 117)

P 119En los aos 80 se invent la categora de la discapacidad social como a fines del siglo XIX se haba inventado la de la desocupacin: para manejar a poblaciones a las que ya no se poda insertar normalmente en la sociedad. El ciudadano pierde en este caso moralmente lo que gana financieramente el beneficiario del subsidio: es al precio de una separacin de la sociedad como se ejerce una forma de solidaridad. (Rosanvallon; 1995; 119)

El callejon sin salida del ingreso de subsistenciaP 121

(...) la idea de asignacin universal constituye un sntoma de la tendencia a la disociacin creciente entre la esfera de la actividad econmica y la de la solidaridad. Ofrece, por este motivo, la oportunidad de una sorprendete convergencia entre un punto de vista ultraliberal y un cierto comunismo utopico: tiene dos rostros, como Jano...Al disociar de manera radical lo econmico de los social, el ingreso de subsistencia permite relegar la cuestin del empleo a un segundo plano.Las perpectivas, a priori generosas, abiertas por la idea de asignacin universal conducen por este doble motivo a una inversin paradjica: el avance del derecho social termina por avalar la exclusin. Al contrario, hay que comprometerse a contrapelo de esta direccin para superar los lmites del Estado providencia pasivo. La insercin por el trabajo debe seguir siendo, en primer lugar, la piedra angular de toda lucha contra la exclusin. La pertenencia a una colectividad no implica nicamente que se ejerza un rgimen de solidaridad. Ms profundamente an, existe el principio de una utilidad reciproca que vincula a sus miembros. Ms alla de cierto "derechos al ingreso" hay un "derecho a la utilidad". Los hombres no combatieron por el derecho a ser alojados, vestidos y alimentados por un Estado providencia que velara paternalmente sobre las personas: lo hicieron en primer lugar por el derecho a vivir de su trabajo, de asociar un ingreso al reconocimiento de una funcin social. El contrato social general, por lo tanto, no puede disociarse completamente de los contratos particulares de trabajo. Por esta razn, hoy en da, para avanzar, es preciso comprometerse mucho ms en el sentido de una reinvencin de la idea de derecho al trabajo que en el de la formacin de un derecho al ingreso. (Rosanvallon; 1995; 121)

P 125El circulo vicioso que hace que la solucin del problema (la indemnizacin del desocupado) contribuya paradojicamente, como ya se ha recordado, a agravar el mismo problema (la desocupacin) slo puede quebrarse mediante la reintegracin de los individuos a la esfera del trabajo. La centralidad de la cuestin del empleo, sin embargo, obedece tambin a otro factor: el empleo representa el nico vector de la exclusin al que puede aplicarse con verdadera eficacia una accin pblica: El Estado, en efecto, no puede hacer nada o casi nada para estreechar los vinculos familiares y sociales que constituyen una variable esencial de la exlucisn. (Rosanvallon; 1995; 125)

P 182La sociedad de la insercin

Crear un espacio econmico intermedio? Es lo que hacen hace 10 aos las polticas de insercin econmica. En Francia pueden ordenarse en 4 categoras: los procesos que facilitan el ingreso de los jovenes al mercado laboral; las tcnicas de recalificacin social y readaptacin profesional de los excluidos; los dispositivos que permiten el empleo de personas poco calificadas; las medidas que favorecen el empleo de personas desocupadasde larga data. (Rosanvallon; 1995; 182)

P 184A travs de estas diferentes polticas se introduce una especia de economa intermedia de la integracin social, contribuyendo a borrar el corte mortal entre el universo de la empresa eficaz y la esfera solidaria del Estado providencia. (Rosanvallon; 1995; 184).

FRANCESES UN POCO MAS CONSOLIDADOS Y CON COMENTARIOS PILI

Vero, primero que nada recuerdo siempre, para el WORD unificado esta el de victor y laura que te peude ayudar a largar. Nunca digo ROBAR si nocortar, pegar y citar o usar el modelo

Lo segundo es que nunca tires etos borradores, es decir, ahora para mi hay que largar a juntar todo ya mismo, pero ese es UN WORD, estos como archivos paralelos con todas las quinientas citas dejomosla como crudo, te parece?

Franceses y el debate inclusin/exclusinRosanvallon

Castel

Fitoussi + Rosanvallon (en otro doc)

Marquez Pereyra

Conexin con Salvia con masa marginal de Nun??

ROSANVALLON

Para Rosanvallon la nueva cuestin social pasa por el lado por la crisis del Estado providencia, por las profundas transformaciones sociales, culturales antroplgicas. Cmo pasar de un Estado providencia pasivo que funciona como una mquina de indemnizar- a un Estado providencia activo, solidarista?

La cuestin del trabajo es central, y el anlisis circunda la separacin entre los dos universos, por un lado del seguro social y de la solidaridad, analizando los lmites del Estado providencia psivo, hacia uno que genere inclusin pero no indemnizacin, de ah que est en contra de un ingreso ciudadano como forma de asalariar la exlusin. Es fundamental refundar la nacin en un sentido ms cvico, revalorizar los conceptos de solidaridad y lo que hacen el cemento social. Tambin hacia el final menciona poltica pblicas implementadas en Francia que pueden ir en esta direccin. No queda tan claro cual seria el riesgo, pero creo que se puede sacar de la cita que empieza con la concepcin..Estas son las principales citas para dar cuenta de los argumentos de Rosanvallon.

La crisis (pg. 10)

Los antiguos mecanismos productores de solidaridad, en primer lugar, estn desintegrandose de manera probablemente irreversible. Se asentaban en el sistema de lossegurossociales:, de modo que el Estado Providencia se identificaba con una especie de sociedad aseguradora. Ahora bien, hoy asistimos a una separacion progresia de los dos universos del seguro social y la solidaridad. (Rosanvallon; 1995; 10)

La critica a los DESC es ESEPCTACULAR, yo creo que fundamentalmente es un punto CENTRAL para el texto a ser retomadoLa concepcion tradicional de los derechos sociales, por su lado, comprueba ser inoperante para tratar el problema mayor e la exclusin. En efecto el Estado providencia tradicional funciona como una mquina de indemnizar. Es un "Estado providencia compensador", que descansa sobre el principio dee la disociacin entre lo econmico y lo social. Los derechos sociales son simplemente unos derechos de giro. En un contexto de desocupacin masiva y crecimiento de la exclusin, esta visin de los derechos como compensador de un disfuncionamiento pasajero (enfermedad, desempleo de corta duracin, etc) deviene inadaptada. Concebida para tratar sitaciones aprehendidas como riesgos coyunturales, ya no conviene para manejar estados desgraciadamente ms estables. Lo que explica los efectos ms perversos de los que propongo llamar Estado providencia pasivo. En primer lugar, ste da origen a una espiral de autodestruccin de la solidaridad: para indemnizar la exclusin del mercado de empleo de una gran parte e la poblacin, incrementa cada vez ms los gravamenes al trabajo, lo que como consecuencia entraa una reduccin del volumen de este ltimo. La exploracin de las formas que podra asumir un "Estado providencia activo" al contrario, va a la par con la bsqueda de un enriquecimiento de la nocin de derecho social, para enconrar el camino de lo que podra ser un nuevo derecho a la insercin. (Rosanvallon; 1995; 10) ??

El paso del asegurado social al contribuyente (pg 78)

La sustitucin de la figura del asegurado social por la del contribuyente se acelera a causa de dos factores. La disociacin entre el nmero de ocntribuyentes y el de derechohabitantes soviales, en primer lugar no hace sino aumental. No slo debido a la desocupacin; tambin por motivos sociolgicos profundos: crecimiento del nmero de estudiantes, multiplicacin de la familias monoparentales, etc. La cantidad de individuos socialemente autnomos pero econmicamente dependientes aumenta sin cesar. Pero sobre todo por motivos econmicos: para favorecer el empleo, el Estado ingres en una espiral de exnciones que se ha vuelto perversa. (Rosanvallon; 1995; 78)

Los lmites del Estado providencia pasivo P 105

El Estado providencia funciona como una mquina de indemnizar: compensacin de las prdidas de ingreso (desocupacin, enfermedad, jubilacin), asuncin directa de ciertos gastos, entrega de subsidios diversos condicionados a los recursos de los beneficiarios potenciales. En situacin de desocupacin , este funcionamiento conduce a una primera paradoja: por un lado, las indemnizaciones entregadas no dejan de crecer mientras que, por el otro, las necesidades no satisfechasse multiplican. De all surge la cuestin evidente: no sera posible pagar a trabajadores en vez de indemnizar a desempleados? En otros trminos, no es urgente transformar unos gastos pasivos en gastos activos? (...)Segunda paradoja: a travs de las transferencias sociales, uan gran parte del costo laboral sirve para compensar la exclusin parcial o total del acceso al trabajo de una amplia franja de la poblacin.Deflacin social: una cantidad creciente de inactivos son tomados a cargo por un nmero decreciente de activos. (Rosanvallon; 1995; 105)

Dimensin antropolgica de la crisis del Estado providencia P 115 este tipo de abordajes, de separar lo que son dimensiones diferentes de un mismo fenmeno me parece muy interesantes

sta corresponde tambin al ingreso en una nueva era de la sociedad individualista: la de una disociacin siempre ms radical entre el ciudadano, miembro de la colectividad, y el trabajador, miembro de la sociedad civil. Principio democrtico de inclusin e igualdad, por un lado; princnpio productivo de diferenciacin y exclusin, por el otro: en los sucesivo, el corte es flagrante. De all la polarizacin creciente de la funcin de solidaridad sobre el Estado providencia, hasta la situacin absurda de una lgica perversa de la indemnizacin que crece de manera separada y autnoma, a distnaica de la esfera de las necesidades. (Rosanvallon; 1995; 115)

Debate sobre la focalizacin versus la universalidad, y por qu Rosanvallon est en contra del Ingreso Ciudadano (Pg 95)

las prestaciones sociales tienen igualmente una dimensin de ciudadana. Constituyen una de las expresiones del vnculo social y a su manera dan testimonio de una forma de igualdad. Esta dimensin simblica es esencial, participa del principio mismo de la solidaridad. Es por eso que para algunas prestaciones debe conservarse cierta forma de universalidad, aun cuando se ponga en prctica una selectividad razonable. Ms alla de la insoslayable bsqueda de economas presupuestarias, el riesgo sera, en efecto, hacer de la selectividad un principio filosfico. Esto significara entonces dar marcha atrs: equivaldra, de hecho a reducir al estado providencia a un sistema de asistencia a los ms pobres (versin de derecha de la ideologa de la selectividad) o, a la inversa, a restablecer la mitologa de que los ricos pueden pagar todo (versin de izquierda). Los nuevos caminos de la solidaridad deben pasar ms bien por una redifinicin de su materia y una reinvencin del gravamen. (Rosanvallon; 1995; 95)

No se si queda tan justificado el porque se opone a la universalidad

La tentacin de la victimizacin social P 64

En una sociedad de reparacion generalizada, la figura central de la interaccin social es la de la vctima de otro y no la del ciudadano. Se busca producir efectos de redistribucin sobre la base de una filosofa de la indemnizacin. (...) En tanto es reconocido como vctima, un individuo puede pretender una compensacin. (...) Como no puede esperarse gran cosa en cuanto pobre o desfavorecido, es preciso erigirse en vctima para obtener una mejora de la situacin. (Rosanvallon; 1995; 64)

Yo retomaria, ya que vos lo conoces biren en unas lneas el contrapunto con gorz en esto. Ya lo tenan escrito con morita, o no?

P 115La tentacin de asalariar la exclusin: bajo el modelo de la discapcidad y el del ingreso de subsistencia.P 117As, la categora de la discapacidad se desplaz progresivamente del campo mdico al campo social, englobando las diversas formas de marginalidad y llegando incluso a designar a los trabajadores que no se adaptan a las mutaciones tecnolgicas (...) se puede hablar de "discapacitologa".

La Solucin? Rehacer la nacin

Pg 68 Hoy en da es imposible preservar el Estado Providencia sin "rehacer la nacin" de cierta manera, es decir sin revivificar el pedestal cvico sobre el cual se arraiga el reconocimiento de una deuda social mutua.

Pg 73 No podr haber Estado providencia solidarista sin reconstruccin del sentido cvico , entendido como la pertenencia a un mundo comn. Lo que falta no es solo la movilizacin, es tambin el sustrato de sta, es decir la nacin.pareciera que aca retoma una solucin mas antropolgica, o me equivoco?Ser imposible recrear la solidaridad sin encontrar un nuevo cemento colectivo. El problea es que los lugares de lo que se llama civismo ordinario -la conscripcin, la escuela, el barrio mmismo- se han descompuesto progresivamente.

Polticas pblicas para una sociedad de la insercinSuper importante este concepto y porque NO inclusin. RETOMAR A PLENOPg 182 Crear un espacio econmico intermedio? Es lo que hacen hace 10 aos las polticas de insercin econmica. En Francia pueden ordenarse en 4 categoras: los procesos que facilitan el ingreso de los jovenes al mercado laboral; las tcnicas de recalificacin social y readaptacin profesional de los excluidos; los dispositivos que permiten el empleo de personas poco calificadas; las medidas que favorecen el empleo de personas desocupadasde larga data. A vos que te parece? Es como que cuando tomo distancia es como la idea del MDS onda mas pro empleo, no??? Raro sabra ALICIA que sigue a Rosanvallon?P 184 A travs de estas diferentes polticas se introduce una especia de economa intermedia de la integracin social, contribuyendo a borrar el corte mortal entre el universo de la empresa eficaz y la esfera solidaria del Estado providencia.

CASTEL

Situacin actual (pg 13, prologo)

La situacin actual est marcada por una connomocin que recientemente ha afectado a la condicin salarial: el desempleo masivo y la precarizacin de las situaciones de trabajo, la inadecuacin de los sistemas clsicos de proteccin para cubrir estos estados, la multiplicacin de los individuos que ocupan en la sociedad una posicin de supernumerarios, inempleables, desempleados o empleados de manera precaria, intermitente. (Castel; 1995; 13)

Los conceptos que trata de elaborar con la desconversin social, el individualismo negativo, la vulnerabilidadde las masas, la handicapologa (idem discacitologa de Rosanvallon), TOP LAS COMPARACIONES la invalidacin social, la desafiliacin adquieren sentidos en el marco de una problemtica de integracin o la anomia; de hecho, se trata de una reflexin sobre las condiciones de la cohesin social a partier del anlisis de situacion sobre las condicionesde la cohesin social a partier del anlisis de situaciones de disociacin. (Pg 14)La presencia, se dira cada vez ms insistente, de individuos ubicados como en situacin de flotacin la estructura social, que puedlan sus intersticios sin encontrar lla un lugar asignado. Siluetas inseguras, en los mrgenes del trabajo y en los lmites de las formas de intercambio socialmente consagras: personas en desempleo prolongado, habitantes de los arrabsaales desheredados, beneficiarios del salario mnimo de insercin, jovenes en busca de empleo que se pasean de pasanta en pasanta, ocupados en pequeas tareas provisionales ESTA ES PARA CASTEL LA NUEVA CUESTIN SOCIAL, LA METAMORFOSIS DE LA CUESTIN SOCIAL, EL PASO DEL ASALARIADO COMO FIGURA A ESTAS FORMAS GRISESMe parece que un tema que surge mucho es el proceso de individualizacin. Ah haceme una amrca a BECK que yo se como completarla, porque varias veces trabaje con el, pero habla de eso

DesafiliacinHablar de desafliaicn no es confirmar una ruptura, sino retrazar un recorrido.no entiendo esto

MetamorfosisDialctica de lo igual y lo diferente: identificar las transformaciones historicas de este modelo, subrayar lo que sus principales cristalizaciones traen a la vez de nuevo y de permanente, as sea bajo formas que no permiten reocnocerlas de inmediato. )Pg 19. Una metamorfosis hace temblar las certidumbres y recompone todo el paisaje social.

Supernumerarios toppLos supernumerarios no son siquiera explotados: para serlo hay que tener pericias convertibles en valores sociales. Son superfetatorios. No se advierte cmo podran representar una fuerza de presin, un potencial de lucha, puesto que no gravitan en ningn sector neurlgico de la vida social. Sin duda, de este modo se inaugura una problemtica terica y prctica. Si ya no son actores en el sentido propio del trminom porque no hacen nada socialmente util, cmo podran existir socialmente? Desde luego, por existir socialmente entendemos ocupar un lugar de la sociedad. Pues, al mismo tiempo, estn muy presentes, y ste es todo el problema, ya que estn de ms. (Pg 22)

Necesidad de redefinir el contrato social() es sin duda ese mismo contrato social lo que hay que redefinir, recomenzando desde el principio. Pacto de solidaridad, pacto de trabajo, pacto de ciudadana: pensar las condiciones de la inclusin de todos para que ellos puedan tener comencion juntos, como se decia en los tiempos de la Ilustracin, es decir hacer sociedad

La tesis que planteo es que en estos momentos hay una constante para todos los pases occidentales dominados por la mundializacin que es su respuesta, en una triple vertiente:a. Degradacin de las garantas del empleo. Antes la existencia de diferencias sociales no implicaba precarizacin alguna. Esas diferencias se podan regular mediante acuerdos, por ejemplo, la negociacin colectiva. Ahora esas diferencias estn desreguladas.b. Por otro lado, la precarizacin hace que la solidaridad y los acuerdos intergrupos sean ms difciles por la heterogeneidad de los mismos. Eso implica un individualismo negativo.c. Finalmente se produce un nuevo descubrimiento para la sociedad: los intiles-normales, esos sujetos que ya no son integrables.

Por qu prefiere el trmino de desafiliacin al ms popular de exclusin? (de una entrevista) de cual? Es INTERESANTEEEPorque definir el conjunto de la cuestin social a partir de la exclusin es una trampa. El continuum entre los integrados y los excluidos est roto por efecto de la autonomizacin que ha tomado el mercado y que ha producido una ruptura con la tradicin vigente. Esto es, ha desconectado el trabajo de las medidas de proteccin y lo ha convertido en una pura mercanca, utilizando los trminos de Marx. Incluso en Francia se habla de contrato, ya no por trabajo completo, sino por actividades puntuales. Todo esto provoca una desafiliacin del sujeto y una anomia social, ya que el mercado, por s mismo, es incapaz de reconstruir la cohesin social. Es en este sentido que digo que los in producen los out.

Del texto de Salvia que retoma a CastelDurante al menos tres dcadas, hasta los aos 70, la llamada por Castel sociedad salarial haba logrado articular trabajo y proteccin, trabajo y seguridad relativa para la mayora de la poblacin. Sin embargo, a partir de esos aos, como consecuencia de la globalizacin, los avances y cambios tecnolgicos y cientficos y la masificacin de los medios de comunicacin y produccin, este sistema comienza a cuestionarse y erosionarse por el retorno del mercado: a medida que el mercado se internacionaliza y que aumenta la competencia, el trabajo se vuelve blanco principal de una poltica de reduccin de costos de produccin acompaada por esfuerzos para bajar el precio de la fuerza de trabajo, mientras se aumenta su eficacia productiva. La flexibilidad que traduce esta doble exigencia responde a requisitos de productividad y apunta a reducir el precio del trabajo. A partir de ese momento, la condicin salarial estable y protegida fue considerada por muchos como lo que obstaculizaba la hegemona del mercado (Castel, 1999:26).Salvia y la masa marginal de Nun (se puede relacionar a los supernumerarios de Castel)

A igual que el concepto de ejrcito industrial de reserva, la masa marginal designa las relaciones entre la poblacin excedente y el sistema que la origina, y no a los agentes y soportes mismos de tales relaciones (Nun, 1999). Al respecto, sealaba Jos Nun:

Llamar masa marginal a esa parte afuncional o disfuncional de la superpoblacin relativa. Por lo tanto, este concepto lo mismo que el de ejrcito industrial de reserva- se sita a nivel de las relaciones que se establecen entre la poblacin sobrante y el sector productivo hegemnico. La categora implica as una doble referencia, al sistema que, por un lado, genera este excedente y, por el otro, no precisa de l para seguir funcionando. (Nun, 1969).

Serian como los supernumerarios? Por ah viene la comparacin?creemos que su contribucin terica y poltica sigue siendo importante dado que: a) pone en evidencia la relacin estructural que existe entre los procesos de acumulacin capitalista y los fenmenos de la pobreza y la desigualdad social; b) destaca la heterogeneidad y fragmentacin creciente de la estructura socio-ocupacional, con las consecuencias que esto tiene en la formacin de identidades sociales y culturales; y c) llama la atencin sobre los modos en que incide sobre la integracin del sistema la necesidad de afuncionalizar garantizando y legitimando mrgenes autnomos de subsistencia- a los excedentes de poblacin para evitar que se vuelvan disfuncionales.

reproduccin socio- econmica de los segmentos que funcionan actualmente como masa marginal: a) mayor alejamiento de la estructura social del trabajo formal (dominado por los mercados primarios) y las redes asociativas de libre afiliacin (afiliacin a sindicatos, partidos polticos, asociaciones de bien pblico tradicionales, etc.); b) creciente auto-aislamiento frente a sectores medios y el resto de la estructura social dominante (mercados, circuitos y valores cada vez ms globalizados) como un mecanismo de tipo estratgico-defensivo por parte de los sectores marginados; c) reforzamiento de los lazos familiares y comunitarios de reciprocidad como reaccin y efecto de los procesos de confinamiento social, segregacin residencial y de deterioro de los servicios pblicos de educacin, salud y seguridad que reciben los pobres; y d) aumento de la subordinacin clientelar alrededor de los programas pblicos y privados de tipo asistencial y/o filantrpico a cargo de organismos de gobierno, grupos polticos y asociaciones sociales o religiosas sin fines de lucro.

ARGENTINOS + LATINOAMERICA + CEPAL

SALVIA

GRASSI

FLEURY

ISUANI

O'DONNELL

LO VUOLO

FLEURY

KATZMAN

CEPAL

SALVIA

Consideraciones sobre la transicin a la modernidad, la exclusin social y la marginalidad econmica. Un campo abierto a la investigacin social y al debate poltico.

Agustn Salvia

Ms all de sus claras deferencias de sentido, los significados de los conceptos sobre marginalidad, tanto en la perspectiva de la teora de la modernizacin como en la perspectiva marxista latinoamericana, se encuentran perfectamente determinados. En el primero (teora de la modernizacin), el sentido terico del concepto lo brinda la teora de la modernizacin y elconcepto se aplica de manera general al conjunto de individuos marginales a partir de sus atributos personales, sociales o culturales (si bien en la prctica, su utilizacin se redujo a los habitantes marginales de zonas urbanas). En el caso de la marginalidad econmica y , el sentido del concepto se encuentra en la teora marxista, a la vez que la clase de referencia no son las personas sino las relaciones sociales de produccin y, por lo tanto, la categora se aplica por extensin al conjunto de las relaciones de produccin marginales para el modelo de acumulacin dominante en la fase monoplica delcapitalismo. En este caso, los marginados son las personas que estn insertas en tales relaciones de produccin.

CASTEL 1997, LA METAMORFOSIS DE LA CUESTIN SOCIAL

Castel (1998), la marginacin no es exclusin, y ambos conceptos reaparecen diferenciados en la dcada del 90, cuando, Europa en general, y Francia en particular, transitaban hacia un nuevo modelo econmico en el contexto de la crisis del rgimen fondista y de la globalizacin. Al respecto, el autor destaca que centrar el anlisis de la cuestin social en el problema de la exclusin implica restringirse slo a algunos de los efectos de la crisis actual. La dinmica comienza mucho antes, poniendo el eje en la estabilidad de la condicin salarial en general. Por tal motivo, se hace necesario evaluar al proceso histrico de desestructuracin de las relaciones de trabajo como consecuencia de los procesos de globalizacin y de cambios tecnolgicos (1999).8 De hecho, la hiptesis propuesta por Castel es que el cambio se expresa en una modificacin fundamental en el proceso de insercin de los asalariados bajo el modelo del Estado de bienestar: a) precarizacin e individualizacin del mercado de trabajo; b) desigualdad en las oportunidades frente a los cambios en las relaciones laborales; y c) predominio de incertidumbre del trabajo sobre la reduccin de la desigualdad (Castel, 1997). Sobre la base de estas tres tendencias habra tenido lugar un proceso de desestabilizacin de los empleos estables, afectando especialmente a la clase obrera clsica y a los pequeos propietarios, as como tambin a los jvenes y dando lugar a la reaparicin de un sector de la poblacin que podra clasificarse de supernumerarios. La degradacin de la sociedad salarial se manifestara en, al menos, tres niveles: a) desestabilizacin de los estables, implicada por la flexibilizacin econmica; b) instalacin de la precariedad como destino 8 Durante al menos tres dcadas, hasta los aos 70, la llamada por Castel sociedad salarial haba logrado articular trabajo y proteccin, trabajo y seguridad relativa para la mayora de la poblacin. Sin embargo, a partir de esos aos, como consecuencia de la globalizacin, los avances y cambios tecnolgicos y cientficos y la masificacin de los medios de comunicacin y produccin, este sistema comienza a cuestionarse y erosionarse por el retorno del mercado: a medida que el mercado se internacionaliza y que aumenta la competencia, el trabajo se vuelve blanco principal de una poltica de reduccin de costos de produccin acompaada por esfuerzos para bajar el precio de la fuerza de trabajo, mientras se aumenta su eficacia productiva. La flexibilidad que traduce esta doble exigencia responde a requisitos de productividad y apunta a reducir el precio del trabajo. A partir de ese momento, la condicin salarial estable y protegida fue considerada por muchos como lo que obstaculizaba la hegemona del mercado (Castel, 1999:26).

A igual que el concepto de ejrcito industrial de reserva, la masa marginal designa las relaciones entre la poblacin excedente y el sistema que la origina, y no a los agentes y soportes mismos de tales relaciones (Nun, 1999). Al respecto, sealaba Jos Nun:

Llamar masa marginal a esa parte afuncional o disfuncional de la superpoblacin relativa. Por lo tanto, este concepto lo mismo que el de ejrcito industrial de reserva- se sita a nivel de las relaciones que se establecen entre la poblacin sobrante y el sector productivo hegemnico. La categora implica as una doble referencia, al sistema que, por un lado, genera este excedente y, por el otro, no precisa de l para seguir funcionando. (Nun, 1969).

creemos que su contribucin terica y poltica sigue siendo importante dado que: a) pone en evidencia la relacin estructural que existe entre los procesos de acumulacin capitalista y los fenmenos de la pobreza y la desigualdad social; b) destaca la heterogeneidad y fragmentacin creciente de la estructura socio-ocupacional, con las consecuencias que esto tiene en la formacin de identidades sociales y culturales; y c) llama la atencin sobre los modos en que incide sobre la integracin del sistema la necesidad de afuncionalizar garantizando y legitimando mrgenes autnomos de subsistencia- a los excedentes de poblacin para evitar que se vuelvan disfuncionales.

reproduccin socio- econmica de los segmentos que funcionan actualmente como masa marginal: a) mayor alejamiento de la estructura social del trabajo formal (dominado por los mercados primarios) y las redes asociativas de libre afiliacin (afiliacin a sindicatos, partidos polticos, asociaciones de bien pblico tradicionales, etc.); b) creciente auto-aislamiento frente a sectores medios y el resto de la estructura social dominante (mercados, circuitos y valores cada vez ms globalizados) como un mecanismo de tipo estratgico-defensivo por parte de los sectores marginados; c) reforzamiento de los lazos familiares y comunitarios de reciprocidad como reaccin y efecto de los procesos de confinamiento social, segregacin residencial y de deterioro de los servicios pblicos de educacin, salud y seguridad que reciben los pobres; y d) aumento de la subordinacin clientelar alrededor de los programas pblicos y privados de tipo asistencial y/o filantrpico a cargo de organismos de gobierno, grupos polticos y asociaciones sociales o religiosas sin fines de lucro.

Lo ms relevante encontrado a partir de este examen es tal vez que los tres conceptos difieren en su significado, tanto por los referentes (denotacin) sobre los cuales predican como por sus efectos de sentido (connotacin). La clase de referencia de la marginalidad, en la versin modernizadora, son las personas, y su extensin el conjunto de los individuos marginales (por lo general, habitantes de las zonas urbanas). El concepto adquiere sentido en el marco de la teora de la modernizacin. En cambio, el concepto de masa marginal o marginalidad econmica tiene como referente a las relaciones sociales de produccin marginales al modelo de acumulacin dominante, y por extensin, segn esta conceptualizacin, seran marginales los sectores insertos en relaciones sociales de produccin no centrales para la acumulacin de capital. El concepto toma sentido en el marco de la teora marxista sobre la ley general de acumulacin de capital, revisada a partir de ley del desarrollo desigual y combinado en la fase monoplica del capitalismo y la teora de Prebisch/CEPAL sobre la asimetra estructural en las relaciones econmicas internacionales (centro/periferia). Por ltimo, la referencia del concepto de exclusin social pueden ser las personas, los procesos o las relaciones de trabajo, si bien el universo observable son slo los individuos excluidos. Por lo mismo, hemos destacado la ambigedad que presentan el concepto en cuanto a sus variables criterios de clasificacin, as como tambin por la ausencia de una malla terica que le otorgue sentido explicativo a sus enunciados.

Salvia parte del contexto latinoamericano de un grado de pobreza estructural que sin embargo no parece implicar un riesgo de desintegracin del sistema econmico y el orden poltico-institucional, entonces busca es analizar la fenomenologa de la marginalidad, desde el siguiente interrogante cul es y cmo opera la trama de intereses econmicos, sociales y polticos que hace posible, organiza y pone en funcionamiento, bajo las actuales caractersticas del rgimen de acumulacin social en la Argentina, una reproduccin no funcional pero a la vez inofensiva de la marginalidad econmica? (Salvia; 2007; 2). Con esta pregunta como gua Salvia trabaja en torno a los significados de la marginalidad, la marginalidad econmica y la exclusin social.

Para trazar una respuesta Salvia recorre diversas conceptualizaciones: la primera de ellas el concepto de marginalidad dentro de la teora de la modernizacin. En este marco terico la premisa para Latinoamrica era que para salir del subdesarrollo era necesario transformar a la poblacin marginal, modernizandola. Entonces el fenmeno de la marginalidad se explicaba por la resistencia cultural de los sectores tradicionales a incorporar las pautas de vida moderna (Salvia; 2007; 3). De esta forma se buscaba a los individuos no modernizados, identificando una serie de condiciones como lugar de residencia, actividad econmica, relaciones sociales, participacin poltica, entre otras dimensiones importantes, pero donde el factor determinante radicaba en lo geografico, las poblaciones marginales habitaba en cinturones de miseria urbana. La segunda teora que Salvia analiza es la de la marginalidad econmica, la cual surge de los estudios marxistas enmarcados en las teoras de la dependencia. De esta teora Salvia retoma la categora de masa marginal desarrollada por Nun (1969 CITAR BIEN), la cual como consecuencia de los procesos econmicos capitalistas producen una superpoblacin relativa no necesariamente funcional a la reproduccin del rgimen de acumulacin capitalistas y al sistema de dominacin en una formacin social concreta:Llamar masa marginal a esa parte afuncional o disfuncional de la superpoblacin relativa. Por lo tanto, este concepto lo mismo que el de ejrcito industrial de reserva- se sita a nivel de las relaciones que se establecen entre la poblacin sobrante y el sector productivo hegemnico. La categora implica as una doble referencia, al sistema que, por un lado, genera este excedente y, por el otro, no precisa de l para seguir funcionando. (Nun, 1969).

La categora de masa marginal puede asemejarse a la ya desarrollada por Castel con su categora de supernumerarios como aquellas personas EXCLUIDAS DEL SISTEMA, QUE FLOTAN EN EL SIN PRODUCIR, ETC.

Para Salvia la teora de la marginalidad econmica sigue siendo importante y vigente porque pone en evidencia la relacin estrucutral entre los procesos de acumulacin capitalistas y los fenomenos de pobreza y desiguldad social; muestra la heterogeneidad y fragmentacin de la estrucutra socio-ocupacional y las consecuencias que esto tiene en la formacin de identidades sociales y culturales; y destaca la necesidad del sistema de afuncionalizar garantizando y legitimando mrgenes autnomos de subsistencia- a los excedentes de poblacin para evitar que se vuelvan disfuncionales (Salvia; 2007; 12).

El tercer foco que Salvia analiza es el de las economas sociales, populares, o solidarias, las cuales ests formadas por todas aquellas actividades econmicas que socializan la reproduccin y que permiten la satisfaccin de necesidades por fuera de las relaciones de produccin basadas en la venta de la fuerza de trabajo y el inters por la ganancia. Su origen es para Danani (2004 CITAR) esta escindido, sea como una propuesta defensiva o emancipadora; por un lado como expresin de una visin filantrpica dirigida a los pobres y realizada por ellos, con vistas a disminuir los costes sociales de su reproduccin y mejorar su calidad de vida; y, por el otro, como un proyecto emancipador a favor de los intereses de la clase trabajadora y su autonoma econmica y poltica. Para Salvia es importante retomar la temtica de la economa social para interrogarse sobre el papel que tienen esta forma de reproduccin social para orientar o definir un determinado proceso de integracin o cambio social. Para Salvia la economa social puede ubicarse dentro de la teora de la marginalidad econmica, ya que ms alla de sus particularidades estas prcticas constituyen un modo marginal de subsistencia basado en relaciones protocapitalistas o de autosubsistencias que implican una apropiacin de espacion de reproduccin social dejados vacante, cedidos o todava no apropiados por el rgimen de acumulacin dominante. En este sentido Salvia se pregunta en qu medida estas prcticas con la creciente valorizacin e institucionalizacin que han tenido no constituye un factor polticamente regresivo que legtima la marginalidad asistida como un derecho social para pobres (Salvia; 2007; 25); ya que funciona como mecanismo de afuncionalizacin, y no permite salir del mundo de la marginalidad econmica y social, ni tampoco una mayor conquista de derechos polticos y sociales ciudadanos.

A modo de recapitulacin de lo desarrollado por Salvia, es distinto el foco entre las teoras, en la primera, son las personas y su extensin el conjunto de los individuos marginales (por lo general habitante de las zonas urbanas), convirtiendo al individuo en el sujeto central de la teora de la modernizacin. Por otra parte en la teora de la marginalidad econmica el referente son las relaciones sociales de produccion marginales al modelo de acumulacin dominante, donde los marginales son los sectores insertos en relaciones sociales de produccin no centrales para la acumulacin de capital. En tercera instancia la referencia del concepto de exclusin social pueden ser las personas, los procesos o las relaciones de trabajos, si bien el universo observable con slo los individuos excluidos. (Salvia, 2007; 23).

Con estas conceptualizaciones Salvia busca retomar las distintas corrientes tericas sobre marginalidades, y con ellas tener herramientas para el anlisis de la situacin argentina, que ms alla de que en el momento en el que escribe Salvia es de crecimiento econmico y de solidez del sistema poltico-institucional no deja de ser una situacin donde persiste la reproduccin de la marginalidad, la cual se refleja en el desempleo, subempleo, las formas precarizadas del empleo y la economa social, con las cuales se profundiza la segmentacin del Mercado, y las estructura social, debilitando las condiciones de un verdadero desarrollo sustentable.

Una importante diferencia se encuentra en el hecho de que en Europa la poblacin que qued excluida de los progresos generados por la globalizacin lo fue porque alguna vez estuvo incluida a travs del mercado de trabajo, los sistemas de seguridad social y las polticas pblicas. Mientras que, en Amrica Latina en el contexto de un desigual y subordinado desarrollo capitalista- tanto antes como ahora existen sectores de la poblacin que nunca estuvieron incluidos, los cuales se mantienen insertos en relaciones sociales de produccin poco o nada necesarias para los procesos de acumulacin hegemnicos. Por otra parte, cabe observar que la insercin a procesos avanzados de modernizacin y, ms recientemente, a partir de la globalizacin y los procesos de cambio estructural, provocaron en la regin tal como es el caso de la Argentina- la desaparicin de formas capitalistas paradigmticas del modelo industrial substitutivo de importaciones. Esto gener que aquellos segmentos sociales que contaban con trabajos relativamente estables, remuneraciones decentes, seguridad social, etc., experimentaran un proceso similar al que sufrieran los trabajadores europeos. Los antes incluidos y ahora precarizados o desplazados de empleos estables y protegidos, pasaron a formar parte de la informalidad, el desempleo, a realizar trabajos de subsistencia, etc., conformando parte de la masa marginal no funcional. Si bien tambin aqu, con diferencias no menos importantes en comparacin con los precarizados y supernumerarios europeos, como la falta de un estado de bienestar capaz de dar cobertura asistencia a los sectores marginados (ausencia de un seguro de desempleo y/o de programas de ingresos mnimo, ausencia de polticas activas de entrenamiento y de reinsercin laboral, insuficiencia de los servicios pblicos de salud, educacin, etc.). pag 8

De esta manera, si bien el empleo de la categora de exclusin social puede ser til para la descripcin del tipo particular de marginacin social acontecida en las ltimas dcadas en algunos pases desarrollados, no logra abarcar la complejidad de situaciones que operan en pases con amplios sectores nunca incluidos bajo formas capitalistas tpicas, como es el caso de Amrica Latina. En este sentido, resulta importante destacar que el empleo de exclusin, no como un trmino descriptivo sino como una categora analtica, deja afuera a quienes nunca estuvieron incluidos o a quienes siempre lo han estado parcialmente en contextos con baja o nula intervencin del Estado de bienestar. Por lo tanto, la actual problemtica social de la regin encuentra mejor referencia si se reconoce la existencia de una situacin de heterogeneidad en los procesos de concentracin de capital que llevan a que amplios sectores de la fuerza de trabajo queden afuera de diversas maneras por los procesos econmicos y de los sistemas sociales de bienestar, sea por las limitaciones estructurales del desarrollo capitalista perifrico o por los efectos de las recientes polticas orientadas a una mayor integracin al mercado mundial.11 De este anlisis surge que una mejor opcin terica aunque no necesariamente la nica- para entender estos procesos sociales, al menos para Amrica Latina, es el enfoque de la marginalidad econmica. La teora de la marginalidad parte de reconocer los cambios en la dinmica de internacionalizacin del capital a escala mundial, la heterogeneidad estructural del capitalismo subordinado y el carcter histrico de los procesos que llevan a su reproduccin, resultado de lo cual permite hacer observable la conformacin de procesos de trabajo, explotacin y estrategias de subsistencia heterogneas al interior mismo del capitalismo avanzado. PAG 9

SALVIA CC PILI

Salvia parte del contexto latinoamericano donde existe un grado de pobreza estructural que sin embargo no parece implicar un riesgo de desintegracin del sistema econmico y el orden poltico-institucional- Entonces busca analizar la fenomenologa de la marginalidad, desde el siguiente interrogante cul es y cmo opera la trama de intereses econmicos, sociales y polticos que hace posible, organiza y pone en funcionamiento, bajo las actuales caractersticas del rgimen de acumulacin social en la Argentina, una reproduccin no funcional pero a la vez inofensiva de la marginalidad econmica? (Salvia; 2007; 2). Con esta pregunta como gua Salvia trabaja en torno a los significados de la marginalidad, la marginalidad econmica y la exclusin social.

Para trazar una respuesta Salvia recorre diversas conceptualizaciones: la primera de ellas el concepto de marginalidad dentro de la teora de la modernizacin. En este marco terico la premisa para Latinoamrica era que para salir del subdesarrollo era necesario transformar a la poblacin marginal, modernizandola. Entonces el fenmeno de la marginalidad se explicaba por la resistencia cultural de los sectores tradicionales a incorporar las pautas de vida moderna (Salvia; 2007; 3). De esta forma se buscaba a los individuos no modernizados, identificando una serie de condiciones como lugar de residencia, actividad econmica, relaciones sociales, participacin poltica, entre otras dimensiones importantes, pero donde el factor determinante radicaba en lo geografico, las poblaciones marginales habitaba en cinturones de miseria urbana. La segunda teora que Salvia analiza es la de la marginalidad econmica, la cual surge de los estudios marxistas enmarcados en las teoras de la dependencia. De esta teora Salvia retoma la categora de masa marginal desarrollada por Nun (1969 CITAR BIEN), la cual como consecuencia de los procesos econmicos capitalistas producen una superpoblacin relativa no necesariamente funcional a la reproduccin del rgimen de acumulacin capitalistas y al sistema de dominacin en una formacin social concreta:Llamar masa marginal a esa parte afuncional o disfuncional de la superpoblacin relativa. Por lo tanto, este concepto lo mismo que el de ejrcito industrial de reserva- se sita a nivel de las relaciones que se establecen entre la poblacin sobrante y el sector productivo hegemnico. La categora implica as una doble referencia, al sistema que, por un lado, genera este excedente y, por el otro, no precisa de l para seguir funcionando. (Nun, 1969).

La categora de masa marginal puede asemejarse a la de supernumerarios desarrollada por Castel (1995), como la de los trabajadores sin trabajo, o por lo menos sin trabajo formal, en su forma clsica de condicin asalariada.

Para Salvia la teora de la marginalidad econmica sigue siendo importante y vigente porque pone en evidencia la relacin estrucutral entre los procesos de acumulacin capitalistas y los fenomenos de pobreza y desiguldad social; muestra la heterogeneidad y fragmentacin de la estrucutra socio-ocupacional y las consecuencias que esto tiene en la formacin de identidades sociales y culturales; y destaca la necesidad del sistema de afuncionalizar garantizando y legitimando mrgenes autnomos de subsistencia- a los excedentes de poblacin para evitar que se vuelvan disfuncionales (Salvia; 2007; 12).

El tercer foco que Salvia analiza es el de las economas sociales, populares, o solidarias, las cuales ests formadas por todas aquellas actividades econmicas que socializan la reproduccin y que permiten la satisfaccin de necesidades por fuera de las relaciones de produccin basadas en la venta de la fuerza de trabajo y el inters por la ganancia. Para Salvia es importante retomar la temtica de la economa social para interrogarse sobre el papel que tienen esta forma de reproduccin social para orientar o definir un determinado proceso de integracin o cambio social. Para Salvia la economa social puede ubicarse dentro de la teora de la marginalidad econmica, ya que ms alla de sus particularidades estas prcticas constituyen un modo marginal de subsistencia basado en relaciones protocapitalistas o de autosubsistencias que implican una apropiacin de espacion de reproduccin social dejados vacante, cedidos o todava no apropiados por el rgimen de acumulacin dominante. En este sentido Salvia se pregunta en qu medida estas prcticas con la creciente valorizacin e institucionalizacin que han tenido no constituye un factor polticamente regresivo que legtima la marginalidad asistida como un derecho social para pobres (Salvia; 2007; 25); ya que funciona como mecanismo de afuncionalizacin, y no permite salir del mundo de la marginalidad econmica y social, ni tampoco una mayor conquista de derechos polticos y sociales ciudadanos.

A modo de recapitulacin de lo desarrollado por Salvia, es distinto el foco entre las teoras, en la primera, son las personas y su extensin el conjunto de los individuos marginales (por lo general habitante de las zonas urbanas), convirtiendo al individuo en el sujeto central de la teora de la modernizacin. Por otra parte en la teora de la marginalidad econmica el referente son las relaciones sociales de produccion marginales al modelo de acumulacin dominante, donde los marginales son los sectores insertos en relaciones sociales de produccin no centrales para la acumulacin de capital. En tercera instancia la referencia del concepto de exclusin social pueden ser las personas, los procesos o las relaciones de trabajos, si bien el universo observable con slo los individuos excluidos. (Salvia, 2007; 23).

Con estas conceptualizaciones Salvia busca retomar las distintas corrientes tericas sobre marginalidades, y con ellas tener herramientas para el anlisis de la situacin argentina, que ms alla de que en el momento en el que escribe Salvia es de crecimiento econmico y de solidez del sistema poltico-institucional no deja de ser una situacin donde persiste la reproduccin de la marginalidad, la cual se refleja en el desempleo, subempleo, las formas precarizadas del empleo y la economa social, con las cuales se profundiza la segmentacin del Mercado, y las estructura social, debilitando las condiciones de un verdadero desarrollo sustentable.

GRASSI

Grassi, Estela. Variaciones en torno a la exclusin: De qu integracin hablamos? Artculo presentado en las VI Jornadas Argentinas de Estudios de Poblacin, Neuqun, noviembre 2001

(Grassi; 2001; )

Para Grassi la nueva cuestin social pasa por la fragilizacin del empleo, siguiendo a Castel, la cuestin social no es mas que la emergencia y la puesta en escena (en trminos que se definen en la lucha por la hegemona cultural) de aquella falal estructural (o, si se quiere, tensin latente) de la modernidad capitalistas, entre el principio de libertad e igualdad de los individuos y la dependencia del salario (Grassi; 2001; 2). Esta cuestin social se particulariza y metamorfosea en los problemas sociales del desempleo y la pobreza, donde el concepto de exclusin va de los procesos a los sujetos.

Para Grassi en los aos 90 se fue construyendo una deshistorizacin del concepto de pobreza, convirtiendo en un fenomeno caracterizado por la enumeracin de las carencias, al margen de cualquier relacin y determinado para ser elegible para la asistencia estatal, carente de bienes, servicios, recursos, de educacin, de capital cultural, de disposiciones y, al final, hasta de trabajo y de normas. (Grassi; 2001; 7). Como consecuencia tener trabajo devino en el principal requisito para superar el estado de carencias varias del sujeto pobre, y dar trabajom en una accin unilateral de buena voluntad para el eventual empleador. Esta visin desconoce que hacia el interior de la pobreza tambin pueden haber empleados formales o protegidos por la seguridad social, como los jubilados. As el trabajo se volvio el centro de las polticas sociales de promocin de empleo.En contraposicin se planteo la hipotesis del fin del trabajopor los avances tecnolgicos terminando con el pleno empleo y dejando afuera a una parte importante de la mano de obra queya no encontrara trabajoa en el Mercado. Esta hipotesis dio lugar a la propuesta del Ingreso Ciudadano, asociando los ingresos y la seguridad social a la condicin de ciudadana, independientemente de la relacin con el Mercado laboral. Aqu se observan de forma ms clara los argumentos previamente planteados por Gorz.

Los alcances de la crisis del trabajo pueden cristalizarse en tre ordenes, el primero es de orden econmicos, y tiene que ver con la performance de la economa y su capacidad de demanda de trabajo; y capacidad del Mercado para realizar una distribucin equitatica de persona y puestos. En segundo lugar est el orden moral, el cual se relaciona con el problema de la exclusin y de las posibles soluiciones mediante formas de reinsercin, en el lmite en el que se hace socialmente intolerable la desigualdad en el acceso a los recursos para la sobrevivencia. En tercer y ltimo lugar el orden cultural, que se refiere al problema de la integracin de la sociedad y de la capacidad de las instituciones para general y reproducir lazos significativos de pertenencia a una comunidad poltica y las condiciones para la legtima participacin en el espacio pblico. (Grassi; 2001; 17.)

De modo que la cuestin de la exclusin/integracion, no se limita a los que quedan fuera ni se limita al trabajo o al ingreso

FLEURY

Polticas sociales y ciudadana (Fleury;1999a; )

Poltica social, exclusin y equidad en Amrica Latina en los aos noventa (Fleury;1999b; )

La ciudadana es la dimensin pblica de los individuos, inspirada en la teora poltica clsica, que separa Estado y sociedad y ve a los individuos como aislados y competitivos en la dimensin privada, pero integrados y cooperativos en la comunidad poltica. En este sentido, la ciudadana presupone un modelo de integracin y de sociabilidad. (Fleury;1999a; 11)

La cuestin central del trabajo en Marshall era la bsqueda de la comprensin de cmo una nocin igualitaria, como la ciudadana, se desarroll exactamente en una sociedad de clases, o sea, marcada por la desigualdad econmica. La conclusin del autor es que el desarrollo del principio igualitario involucrado en la ciudadana fue capaz de remodelar el sistema de clases, diasminuyendo las desigualdades y mitigando los conflictos (Fleury;1999a; 12)

Por lo tanto, los derechos civiles y los derechos sociales estn en conflicto, puesto que entre ms aumenten los poderes de los individuos, ms disminuyen las libertades de los mismos individuos. Bobbio llama la atencin al hecho que los derechos que son libertades se basan en un supuesto estado natural de los hombres, en elcual la libertad precedera la sociabilidad. Los derechos sociales, al revs, son histricamente y no naturalmente fundados, tratndose de exigencias que se concretizan en la demanda de una intervencin pblica, solo pudiendo ser satisfechas en un determinado nivel de desarrollo econmico y tecnolgico. (Fleury;1999a; 16)

Otro autor que trata con profundidad el tema de la igualdad y de la libertad, desde una perspectiva no liberal, es Amartya Sen (1995), que considera que las diferentes escuelas de pensamientos pueden ser analizadas de acuerdo con la manera en que contestan la pregunta: igualdad, de qu?. () Para salir de esta falsa contradiccin propone la distintcin entre libertad y los medios para alcanzarla. Es decir, portula que no slo hay que mantener la distincin entre la libertad y las realizaciones alcanzadas, sino tambin entre la libertad y los recursos y medios para alcanzar la libertad.Introduce adems la nocin de capacidad, como la esencia de la libertad real. Las capacidades son las oportunidades que tiene una persona para obtener su bienestar. Ms an, el hecho mismo de poder elegir hace que el propio bienestar dependa de la capacidad que tiene cada uno para funcionar. Considerados los trminos de la libertad para realizarse y capacidad para funcionar, deshace la aparente constradiccin entre libertad e igualdad. (Fleury;1999a; 17)

En la medida que los sistemas de proteccin social terminen por identificar la ciudadana con una pauta de consumo de bienes y servicios, se produce un empobrecimiento de la nocin de ciudadana. El ciudadano, identificado como consumidor de bienes pblicos, prescinde de una cultura cvica y de una socializacin poltica direccionada a su emancipacin. Al revs, el ciudadano, ahora restringido al rol de consumidor est alienado de su funcin pblica, tornndose pasivo delante del Estado proveedor. La dimensin emancipatoria de la ciudadana da lugar a la pasividad alienada del consumidor, restringiendo de esa manera las posibilidades de construccin de los consensos necesarios para la manutencin de los propios sistemas de bienestar social. Individual o colectivo? Los derechos y deberes de la ciudadana fueron concebidos de manera que sean ejercidos individualmente, o sea, con el individuo como su portador. El individualismo convive con los derechos civiles, aquellos que se traducen en libertades. Pero en la medida en que el sufragio universal representa la extensin de los derechos polticos a los trabajadores, como fruto de los enfrentamientos entre diferentes grupos sociales, ya no se puede hablar igualmente de derechos individuales, aun que su ejercicio pueda ser individualizado. Con relacin a los derechos sociales, el carcter colectivo se torna cada vez ms presente. Se habla de los derechos de los nios, de los ancianos, de las mujeres, etc. Los llamados derechos de cuarta generacin, o derechos difusos, son relacionados a la preservacin y mejoramiento de las condiciones indispensables a la vida humana, como el medio ambiente saludable. Ms aun que los derechos colectivos, los derechos difusos rompen con la posibilidad de que la ciudadana sea concebida en trminos estrictamente individuales, planteando la necesidad de encontrar formas colectivas de ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos. (Fleury;1999a; 25) Desigualdad o exclusin La ciudadana est basada en el valor de la igualdad bsica que genera un principio de justicia y de organizacin de las relaciones e instituciones sociales. Las luchas por mejores condiciones de vida y por polticas sociales universales, que les pudieran asegurar la concretizacin de los ideales igualitarios, fueron luchas contra la desigualdad. En otros trminos, en las sociedades en las cuales el orden poltico se funda en un principio igualitario, la defensa de las polticas sociales universales fue parte de las luchas por la reduccin de la desigualdad, permitiendo la convivencia virtuosa de una sociedad de clases con el principio igualitario de la ciudadana. Pero en muchas sociedades no desarrolladas, y incluso en algunas que son consideradas econmicamente desarrolladas, el problema no es solo la desigualdad, sino tambin la exclusin. En muchos documentos actuales se habla de la exclusin como se fuera un grado acentuado de desigualdad, o entonces como se fuera la ausencia de algn atributo especfico, como aos de escolaridad o condiciones de salud. Ese acercamiento a la exclusin nos parece equivocado, por no considerar, como nos seala Boaventura Santos (1995), que en cuanto la desigualdad es un fenmeno socioeconmico, la exclusin es, sobre todo, un fenmeno cultural y social, un fenmeno de civilizacin. La exclusin, pues, implica la construccin de una normatividad que separa a los individuos. Es por lo tanto, un proceso relacional, definido por normas socialmente construidas que ordenan las relaciones sociales y vuelven los comportamientos previsibles. Mientras que la ciudadana requiere una legalizacin de la igualdad, la exclusin es un proceso que regula la diferencia como condicin de la no-inclusin, aun que esas normas no estn legalmente formuladas. El combate a la exclusin no se opone a la dimensin de la ciudadana, como podra ser pensado a partir de una visin que opone polticas focalizadas a las universalistas. Al revs lo que se observa en la dinmica actual de lucha y combate a la exclusin es que ese proceso puede tener una dimensin emancipadora, tanto por la constitucin de nuevos sujetos sociales como porque los nuevos actores crean nuevas formas de gestin pblica que atiendan a sus reinvindicaciones de ejercicio real de los derechos de la ciudadana. En ese sentido, las polticas sociales deben tomar como criterio conjunto tanto la igualdad como la inclusin. O sea, no se busca implantar normas universales, que resultan incapaces de llegar a los grupos excluidos, ni normas y mecanismos particulares que conducen a reproducir la exclusin. El reto actual es combinar polticas universales con polticas diferenciales, cuyas medidas sean capaces de satisfacer necesidades particulares de los grupos socialmente excluidos. (Fleury;1999a; 26)

La caracterstica de la exclusin se refiere a la no incorporacin de una parte significativa de la poblacin a la comunidad social y poltica, negando sistemticamente sus derechos de ciudadana, como la igualdad de tratamiento ante la ley y las instituciones pblicas, e impidiendo su acceso a la riquea producida en el pas.La existencia de los estados sin ciudadano tiene por efecto la presentcia de un poder intervencionnista y desptico, (Fleury;1999b; 6)

Una perspectiva distinta trata la exclusin como negacin de la ciudadana, es decir, el impedimento para gozar de los derechos civiles, polticos y sociales vinculados, en cada sociedad, a la pauta de derechos y deberes que condiciona legalmente la inclusin en la comunidad sociopoltica.Lo que se pretende cuestionar es que la exclusin tiene un fundamento poltico que se expresa en la no pertenencia a una comunidad poltica, que en el Estado moderno se traduce en una comunidad de derechos. (Fleury;1999b; 10)

Dado que la ciudadana requere una legalizacin de la igualdad, la exclusin es un proceso que regula la diferencia como condicin de no inclusin. Es por esta razn que slo en contextos muy especiales las sociedades modernas puedieron legalizar la exclusin, ya que toda la estructura jurdico.poltica del Estado moderno est construida sobre la base del principio de la igualdad. (Fleury;1999b; 11)

Aldo Isuani

Bienestar, consumo y capitalismo

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La lgica de razonamiento capitalista asocia positivamente bienestar con niveles de consumo. En otras palabras, a mayor consumo, mayor bienestar.

Amartya Sen plantea el bienestar en trminos no de acceso a bienes sino como la disposicin de libertad o capacidades, especficamente capacidades de eleccin. Se diferencia de quienes asocian calidad de vida exclusivamente con logros (obtener cosas, consumo). De esta manera la calidad de vida se mide en trminos de capacidades de funcionamiento antes que disposicin de bienes y recursos y por ende no puede ser medida en trminos de ingreso del individuo; Libertad positiva y funcionamiento valioso son valores en si mismos; los recursos, solo medio para lograrlo. Bienestar es para el autor, funcionamiento valioso.

El bienestar no es solo un hecho individual; es tambin un hecho social.

La existencia de un consenso universal sobre los consumos minimos necesarios para el bienestar, no obstante, permite evitar las preocupaciones subjetivistas de que toda definicin externa al individuo es arbitraria ya que difcilmente pueda existir consenso en que la pureza tnica es un componente bsico del bienestar. De paso, la defensa de la visin subjetivista es tambien una defensa poltica, generalemnte de los mejor posicionados socialmente.

El consumo no solo es provocado por necesidades fsicas sino, y fundamentalmente mas alla de un cierto nivel, por rasgos de la condicin humana y por imperativos sociales.

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Es posible entonces pensar en la existencia de un conjunto de elementeos que constituyen un consumo bsico y que son requisitos indispensables para bienestar, y que si bien surgen de una definicin externa tienen como base un extendido consenso sobre su pertenencia la mundo del bienestar.

Si existen individuos que pueden disfrutar de bienestar (sentirse bien) con un consumo minimo, quizs podamos tener una clave para pensar que existe un consumo mas alla del cual el bienestar no aumento significativamente, simplemente no aumenta o aun puede disminuir. Avanzando en esta direccin se podra llegar a definir, sin pretensin de exhaustividad, un nuecleo de necesidades de consumos sobre las que exisre consenso que deben ser cubiertas para acceder a bienestar.

LA lucha contra la pobreza

La fanta de acceso a ese consumo bsico debajo del cual no es posible pensar en la existencia de bienestar constituye lo que podra denominars pobreza y esta ha sido erigida por las elites econmicas y polticas en la etapa neoliberal, en el princnpal problema a enfrentar. Pero que relacin existe entre el concepto de porbeza predominante y mi visin del consumo bsico como base del bienestar?

Entre las diversas concepciones de pobreza (Sen 1992b) exise una que se ha impuesto en la mayora de las comparaciones temporo-espaciales; se trata del denominado enfoque biolgico por estar fuertemente inspirado en la nocion de sobrevivencia, colocando al hambre ocmo indicador central.

Cules son entonces en definitiva las bases del bienestar?

Sin duda una alimentacin que reuna los requisitos calricos y proteicos necesarios para la vida pero de una mayor variedad que la que suele estar indicada en las definiciones del enfoque biolgico, normalmente preocupada por lo que denomino enfoque zoolgico compuesto de asegurar la dieta bsica con el menor numero de componentes alimentcioes del menos valor posible. ()

Una sociedad que pretenda constittui una sociedad ee bienestar debe romper la ecuacin> mayor consumo =mayor bienestar y aceptar que hay un consumo sin el cual no es posible acceder al bienestar.

Una sociedad inclusiva debe contener dos esferas claramente diferenciadas. Por un lado, aquella que asegure sobre bases universales aquellos consumos que constituyen la base del bienestar. Por otra parte una esfera donde el mercado pueda desarrollar toda su creatividad. Esta debe tener, no obstante, dos restricciones> por un lado, no depredar los recursos naturales y contaminar el medio ambiente. Ademas, deber estar sujeta a una fuerte imposicin que permita una redistribucin significativa de recursos hacia la primera esfera.

Si aceptamos la existencia de un nuecleo bsico de bienes y servicios que posibilitan la produccin de bienestar, estamos en condiciones de identificar polticas ue pueden constribuir a asegurarlo y a estimar los costos que en un momento y lugar determinados puedan implicar.

Cmo lograr garantizar aquel consumo bsico en sociedades sujetas a un significativo proceso de exclusin? Debe realizarse a travs de una combinacin de polticas que provean ingresos por un lado y brinden servicios pblicamente finnaciados, por el otro, en forma tal que no exista individuo en la sociedad que este desprovisto de dicho consumo.

Debate Gorz (Gorz 1998) y Rosanvallon (Rosanvallon 1995)

Gorz plantea que la sociedad capitalista contempornea que pone en vigencia la obligacin a trabajar para sobrevivir, es la misma que crecientemente reduce las oportunidades de trabajo y las que existen estn sometidas a una profunda precarizacin. Critica adems la nocion de que el trabajo es un elemento de integracin y cohesion social argumentando que este fue resistido por sus actores en el periodo fordista y prefordista () Por estas razones, se inscribe en la corriente que promueve asegurar un ingreso irrrespectivamente de la labor, si alguna, que el individuo quiera realizar. Esto es, un ingreso incondicional que permita al individuo una vida digna sin estar obligado a insertarse en un mercado de trabajo.

Para Rosanvallon cuando la falta de empleo se vuelve estructural y no coyuntural como en la situacin presente, el ingreso ciudadano incondicional adquiere las caractersticas de un programa de sobrevivencia pero con escasa capacidad de trascender a la esfera del trabajo, fuente principa; deidentidad y reconocimiento social. Es decir, el ingreso sin la perspectiva del trabajo, se transforma en una forma denigrante de existencia> asalariar la exclusin, lo define el autor. El excluido no solo sufre en su bolsillo (falta de ingreso) sino tambin en su identidad (obtenida a travs del reconocimiento y la autoestima que produce el trabajo). De esta manera es conveniente otorgar un ingreso siempre que tenga como contrapartida una trabajo y preferiblemente acompaado por el requisito y la posibilidad de capacitarse, creando asi mejores condiciones para el desarrollo de individuos y familias.

En relacin a este debate, mis conclusiones son las siguientes: no parece haber llegado todava la posibilidad de total independencia de las personas respecto al mercado de trabajo y de facto la mayoria de ellas realizan labores que de no mediar la necesidad del ingreso probablemte no realizarian. Puesto en otros terminos, solo una muy pequea fraccion de la humanidad puede hoy expresarse a traves de su trabajo y ademas obtenerun ingreso. La gran mayora comienza a vivir cuando termina su horario de trabajo. En otras palabras, siempre es preferible que el trabajo que se realiza guarde la mayor relacion posible con los intereses y capacidades del individuo pero dificilmente el trabajo constituya un placer para la mayor parte de la humanidad. Esta aun no se encuentra en condiciones de liberarse del trabajo-obligacion.En consecuencia si el ingreso ciudadano tuviera un valor que efectivamente permitiera la liberacion de la carga del trabajo-obligacion para poder dar rienda a la propia creatividad, desparecerian quienes cambiarian trabajo no deseado por salario o quienes asumirian los riesgos del cuentapropismo. Esto claramente no tiene viabilidad en una sociedad capitalista y solo puede ser pensado para una etapa superior de la humanidad quizas un tanto lejana. Por otra parte a quien no pueda acceder a un consumo basico, la sociedd debe proveerselo y a cambio de este derecho el individuo tiene la obligacion de realizar un aporte a la sociedad.En base a la discusin anterior me inclino por la conveniencaia de general un programa de ingreso estructurado sobre una combinacion de elementos condicionales e incondicionales. Especificamente, sostengo que debe existir un ingresoo incondicional para aquellos que pueden ni deben insertarse en el mercado de trabajo: los ancionos por haber ya participado en el y los nios, por estar preparandose para ello. Para la poblacion adulta desocupada debe existir un ingreso incondicional a desarrollarse actividades que promuevan sus capacidades (adquieir mayores conocimientos), signifiquen un aporte productivo o sean ut