Pitágoras y la masonería

8/8/2019 Pitgoras y la masonera

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Pitgoras y la masonera.

Pitgoras

Pitgoras, nacido en Samos entre 580 y 570 a.c., vuelve a la isla despus de largos viajes(como muchos hombres de su poca viaj a Egipto, fenicia y Caldea donde se inici en las

doctrinas esotricas). Abandona de nuevo Samos a causa de la tirana de Polcrates y llega aSicilia hacia el 529. Sus enseanzas tuvieron tal xito que sus discpulos se apoderaron delpoder poltico, primero en Crotona (Liga Crotoniana) y luego lo extendieron sobre una seriede ciudades y sobre una gran parte de la Magna Grecia (Sbaris cae en 510). El Maestromuri hacia el ao 500, pero la dominacin poltica pitagrica en Sicilia dur hasta cercadel 450. En esta poca se desataron revueltas populares en las ciudades sucesivamenteavasalladas y los miembros dirigentes de las sectas, asediados por la plebe en Metaponto,perecieron casi todos en un gigantesco incendio. Entre el pequesimo nmero de los queescaparon se citan a Filolao de Crotona (que fue acusado de haber vendido al tiranoDionisio de Siracusa los libros secretos que contenan la enseanza de la secta pitagrica,libros que, segn Digenes Laercio, Platn se habra procurado enseguida), y a Lysis, que

se radic en Tebas con la familia de Epaminondas. Arquitas de Tarento, discpulo deFilolao, fue uno de los grandes matemticos de la Antigedad y consigui reconstituir unestado pitagrico: fue Regente de Tarento y siete veces generalsimo. Platn se relacioncon l durante su primer viaje a la Magna gracia (388-387) y puede admitirse con DigenesLaercio que le debe su iniciacin en las doctrinas pitagricas. Las ideas y los ritoscontinuaron transmitindose de un modo ms o menos esotrico en pequeos gruposaislados siendo su llama especialmente custodiada por los platnicos pitagricos(Speucipo, sobrino de Platn, muerto en 338, escribi un tratado sobre los nmerospitagricos de los que han llegado hasta nosotros un pequeo fragmento). Aristgenes deTarento, discpulo de Aristteles, que hacia fines del S. IV escribi una biografa dePitgoras, declara haber conocido a los ltimos pitagricos, pero se ve, a travs de las

burlas de los poetas cmicos, que la secta subsista en Grecia en el S. II. Pero fue enAlejandra, hacia fines del S. II a.c. donde comenz a retoar la doctrina que comoneopitagorismo deba desempear un papel muy importante, tanto en la capital del Imperioromano como en Egipto y en Siria.

La secta pitagrica constaba, adems de la secta religiosa, de la escuela filosfica y delclub poltico. La doctrina religiosa y filosfica de Pitgoras fue condensada despus de sumuerte (ocurrida probablemente a comienzos del S. V) en los versculos dricos del IerosLogos. Luego de la matanza de Metaponto y la dispersin de la cofrada siciliana, lospequeos cenculos reconstituidos en Grecia y Calabria agrupan dos gneros de adeptos:Los matemticos y los acusmticos. Estos ltimos se limitaban a transmitir un formalismoritual que pretenda seguir a la letra todos los preceptos del Maestro. El giro fantico y

puritano de prcticas que parecen haber degenerado en superticiones pueriles y en losmedios poco cultivados en que se reclut este avatar democrtico de la secta excit lahostilidad y la burla. Los acusmticos son, en efecto, los pitagricos de quienes seburlaron los poetas cmicos. Los acusmticos redactaron a su manera una especie decatecismo con preguntas y respuestas: los acusmata. Jmblico nos ha transmitido algunosde sus fragmentos segn la compilacin (perdida) de Aristteles sobre el pitagorismo.

Veamos los aspectos filosficos de la doctrina de Pitgoras, aunque teniendo presente queen el espritu de ste y de sus discpulos tales aspectos estaban estrechamente ligados a las


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enseanzas y prcticas religiosas y ascticas.Su filosofa fue vista como mstica ya que subrayaba el desarrollo armnico del alma en

el hombre. Las relaciones entre todas las cosas podan ser expresadas por los nmeros,tomados en sus diferencias cualitativas eran anlogos a las diferencias cualitativasencontradas en la armona musical. Los nmeros eran as vistos como un principio que una

las propiedades simblicas de la mente con el mecanismo del universo. Pitgoras parecehaber deducido varias consecuencias de algunas observaciones, en particular de laobservacin de las relaciones existentes entre la altura de los sonidos y las longitudes de lacuerda de la lira. Esto daba a suponer la existencia de una armona. Se trata de un conceptofundamental. Pues aunque primitivamente se aplicaba slo a la octava o a una escalamusical, luego se aplic a todas las esferas de la realidad. Por ejemplo, al cuerpo humano,de tal suerte que la funcin de la medicina consiste en ayudar a restablecer esta armona entodas las ocasiones en que haya sido perturbada. La armona es, como dice el Catecismode las perfecciones, lo ms bello que existe. Siendo la msica, por lo dems, unamanifestacin eminente de la armona, puede ser usada con el fin de purificar el alma: laarmona es, por este motivo, una catarsis. Y como el alma es a su vez la armona delcuerpo, la msica es verdaderamente una medicina. Pero la armona es aplicada, adems, ysobre todo al cosmos entero. La cosmologa de Pitgoras, basada en parte en la deAnaximandro, subraya fuertemente, la disposicin armnica de los cuerpos celestes: stosestn distanciados de un llamado fuego central segn intervalos que corresponden a los dela octava. Por este motivo sus movimientos circulares producen una msica: la msica delas esferas.

Es por todo esto que uno de los conceptos ms influyentes que desarrollaron lospitagricos fue la nocin de la armona de las esferas, las cuales relacionan la msicainterior de la mente a la progresin de los planetas a travs de los cielos. El origen csmicodel alma del hombre fue entendido en el contexto de una astronoma que trata con la tierracomo un planeta esfrico orbitando el sol. En estado de inspiracin, el hombre asciende aestas esferas celestiales. Antes del comienzo del pensamiento reflexivo, el hombre siente,en varios contextos, un envolvimiento. Inconscientemente arregla la multiplicidad defenmenos en un restringido nmero de esquemas, El asunto de la reflexin, cuandocomienza, a elevar esta su transitoria mirada al interior del reino de la conciencia, paranombrarlos y asimilarlos uno al otro. Es la manera como el mundo llega a sercomprensible. En mitos y rituales el hombre trata de hacer estas realizaciones presentes yclaras, para asegurarse l mismo que, a pesar de todas las confusiones y todas las amenazasinmediatas de su entorno, todo est en orden. Es como una concepcin precientfica deorden en la cual la idea de la msica csmica tiene sus races y la especulacin numricaflorece del mismo suelo.

Pero las relaciones que usualmente tienen su efecto inconscientemente, o solo entran en laconciencia como el resultado de lenta y paciente reflexin, llegan a ser inmediatas,abrumando las experiencias en xtasis. El alma en xtasis, o sueo, o trance, viaja a loscielos, oye entonces la msica del Universo, y su misteriosa estructura inmediata llega a serclara para l. El incomparable y sobrenatural sonido es parte de la misma cosa como de laincomparable belleza y colorido de otros mundos. Si Pitgoras fue a veces algo como unChamn, quien en xtasis hizo contactos con mundos del ms all, entonces la tradicinde que l personalmente oy la msica celestial seguramente preserva algo de la verdad.

La armona es musical; es tambin y de modo correspondiente, numrica. SegnAristteles, los pitagricos suponan que los elementos de los nmeros eran la esencia de


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todas las cosas, y que los cielos eran armona y nmero. Las propiedades de los nmeros,especialmente al combinarlos, resultaron tan sorprendentes, que los pitagricos buscaronpor doquiera analogas entre los nmeros y las cosas y llegaron a fundar una especie demstica numrica que tuvo enorme influencia en todo el mundo antiguo.

Lo ms importante, desde el punto de vista de las analogas filosficas, lo constituyeron

las divisiones de los nmeros: pares, impares, perfectos, lineales y planos. Los nmerosfueron considerados, adems, como principios. Segn dice Aristteles, haba dentro de laescuela pitagrica una faccin que afirmaba la existencia de principios y oposicionesfundamentales, cada una de ellas correspondiente a cada uno de los 10 primeros nmerosnaturales. Esta correspondencia es mostrada en la tabla siguiente proporcionada por elEstagirita:1: Limitado - Ilimitado2: Par - Impar3:Uno - Muchos4:Derecho -Izquierdo5:Masculino - Femenino6:En reposo - En movimiento7: Recto - Curvo8: Luz - Oscuridad9: Bueno - Malo10:Cuadrado -Oblongo.

Se trata de una tabla en la cual puede verse una significacin moral: Los trminos primerosrepresentan, en efecto, algo perfecto; los segundos, algo imperfecto. Ahora bien, eldualismo puede ser superado cuando se considera lo perfecto como algo limitante de toda posible imperfeccin. De este modo puede comprenderse cmo es posible estableceranalogas entre conceptos cuyas significaciones son muy distintas, tales, por ejemplo, entrelo limitado y la luz y lo ilimitado y la oscuridad. En todo caso, la armona no existesolamente en el mundo fsico, sino que se hace presente asimismo ( y es una de las msinfluyentes tendencias de Pitgoras) en la relacin entre el orden csmico y la orden moral.

Pitgoras ense la doctrina de la transmigracin del alma (Metempsicosis) a travs desucesivas encarnaciones. Platn, quien sigui la doctrina de Pitgoras, admite la pre-existencia del nous, o alma divina del hombre, la cual escoge la existencia que deberencarnar. Sobrevive la muerte del cuerpo, y si no ha alcanzado la suficiente perfeccin paramerecer la gloria final, deber someterse a nuevas pruebas reencarnndose nuevamente demanera que pueda alcanzar la perfeccin.Pitagricos

La hermandad pitagrica form una unin directa entre las tradiciones de las escuelasmistricas y el desarrollo de la filosofa griega. Tena fama de saber y poder espiritual; creaen la metempsicosis, y que el alma era de origen divino, pero que haba sido encarcelada enel cuerpo; interpretaba el mundo basndose en nmeros. La sociedad religiosa quePitgoras fund en Crotona viva conforme a una disciplina muy estricta, que implicaba laprctica del silencio y la abstinencia de comer carne. Los pitagricos tenan posiblementealguna relacin, en cuanto a sus orgenes, con el orfismo. En Roma y Alejandra floreciuna forma restaurada de pitagorismo (neopitagorismo) a partir de S. I a.c.


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Pitagorismo.

La filosofa de Pitgoras es llamada filosofa itlica y su escuela, escuela itlica. Muchosson los problemas que plantea el desarrollo de esta escuela. Algunos autores antiguos(Hiplito) han sealado que los pitagricos se escindieron en dos sectas: La esotrica,

llamada de los pitagricos, y la de los otros llamados pitagoristas. No se puede decir si estadivisin corresponde a la realidad o si es una consecuencia de la tendencia antigua asubrayar lo esotrico. Los primeros partidarios de Pitgoras son llamados los viejos o losantiguos pitagricos; entre ellos se destacan Filolao, Arquitas y Alcmen, pero adems, pueden mencionarse Kerkops, Petrn, Brontino, Hipaso, Califn, Demquedes,Parmenisco, Oquelos, Timeo, Hiqueto, Ekfanto, Eurito, Simias, Cebes, Ejcrates, Arin yLisis. Caracterstico de ellos parece ser el haber seguido a la vez tendencias msticosreligiosas y tendencias cientfico-racionales, a diferencia del predominio de lo mstico-religioso en el posterior neopitagorismo. Aristteles usa varias veces en el Libro A de sumetafsica la expresin los llamados pitagricos, cuyas doctrinas expone y critica. SegnErich Frank, se trata de filsofos pertenecientes a una poca bastante posterior a la de lainiciacin del pitagorismo, por lo que no sera legtimo identificar sus enseanzas con lasde Pitgoras y la primera generacin de pitagricos. Sin embargo como es forzoso valerseen parte de las descripciones de Aristteles para el pitagorismo primitivo en general, resultasobre manera difcil establecer una distincin demasiado tajante entre los antiguospitagricos y pitagricos posteriores. Algunos autores opinan que hay inclusive diferenciasconsiderables entre Pitgoras y los Pitagricos (incluyendo los antiguos) en el sentido enque el primero estara exclusivamente interesado en el aspecto mstico-religioso y lossegundos preponderantemente volcados hacia la investigacin matemtica. A estaconcepcin se opone otra segn la cual la investigacin matemtica es lo principal,inclusive dentro de la intencin de Pitgoras y los antiguos pitagricos.El pitagorismo en sentido general no debe restringirse a las doctrinas de los pitagricosestrictos: incluye asimismo las influencias ejercidas por ellos. Entre estas influenciasdestaca la recibida por Platn en la fase de su obra en que presenta la llamada teora de lasideas-nmeros. Cabe destacar que Kepler fue claramente un estudiante de la tradicin delos primeros cientficos-msticos como Pitgoras y Paracelso. Leibnitz, sigui la doctrina dela armona universal de Pitgoras.

Neopitagorismo.

El pitagorismo fue renovado a partir del S. I a.c., y ejerci considerable influencia durantelos tres siglos subsiguientes. Esta renovacin recibe el nombre de neopitagorismo. Ahorabien, aunque los neopitagricos (o filsofos influidos por ellos) siguieran considerando aPitgoras como el fundador de la escuela y proclamaran en varias ocasiones que lo quepretendan era hacer revivir las doctrinas pitagricas originales, lo cierto es que se trata deun movimiento en muchos aspectos diferentes del pitagorismo clsico. En rigor, es unamezcla de doctrinas pitagricas, platnicas, aristotlicas, estoicas y, en alguna proporcin,de origen prximo oriental, posiblemente judaico-alejandrinas. Por ese motivo algunoshistoriadores de la filosofa consideran el neopitagorismo como una de las formas deleclecticismo y del sincretismo antiguo.

En vista de estas variadas fuentes de las tendencias neopitagricas, es difcil reducirlas aun sistema nico. Ya entre los antiguos (Sexto Emprico) se encuentra la observacin deque hay muchas formas de neopitagorismo. Sin embargo hay algunas tesis que son


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comunes a todos los pensadores neopitagricos. Las principales son: la idea de que larealidad suprema es una unidad (de la cual la unidad numrica es una manifestacin); deque esta unidad engendra por medio de un movimiento que luego ser concebido como unaemanacin, las realidades restantes; de que la unidad es absolutamente pura y trascendente.A ello se agregan varios rasgos de ndole moral, como la tendencia a la purificacin

asctica, y de ndole prctico-religiosa, como la creencia en la posibilidad de la teurgia, y laconcepcin de la existencia de una jerarqua de espritus. Se ha subrayado algunas vecesque las concepciones neopitagricas se hallan en estrecha relacin con las ideasmanifestadas en los Orculos Caldeos y en el Corpus Hermeticum.

Es necesario apuntar que las especulaciones mstico-numricas eran frecuentes entre losneopitagricos y que en este respecto influy sobre ellos la interpretacin de la doctrinaplatnica de las ideas-nmeros.

Eleusis, misterios de.

Eleusis, pequea localidad situada no lejos de Atenas, dio a Grecia uno de losmovimientos religiosos ms importantes. Se celebraron all misterios durante cerca de dosmil aos, ligados al culto de dos diosas ntimamente asociadas: Dmeter y su hija Cor.Obtuvieron en todo el mundo antiguo un creciente xito, atestiguado sobre todo por suirradiacin en el arte, la literatura y el pensamiento filosfico. La proteccin que lesdispens la metrpoli tica integrndolos en sus propios cultos no basta para explicar estalongevidad y este prestigio excepcionales; un factor no menos importante fue la especialcualidad de la experiencia religiosa que proponan y que colmaba aspiraciones nosatisfechas por otros cultos. Se podra hablar a este respecto de un humanismo religioso delque Grecia ofrece pocos ejemplos. La expresin est sugerida por un texto de Cicern, quese inici en los misterios y habla de ellos con fervor. Los misterios son (dice en De legibus,II, 14), el mayor bien que Atenas aport a los hombres, porque nos han hecho pasar de unavida salvaje a una vida ms humana (humanitas). La observacin no apunta slo a la ideacomn de la obra civilizadora realizada por Dmeter gracias al don de la agricultura, sinotambin a una profundizacin en la experiencia humana, fruto de un contacto privilegiadocon lo divino. Mediante los misterios (prosigue Cicern) hemos aprendido a conocer losprincipios de la vida (principia vitae) y, por ende, el medio no slo de vivir con alegra, sinotambin de morir con una mejor esperanza. Este testimonio expresa adecuadamente loesencial del mensaje que intentaban sugerir simblicamente a los mystes los ritos deiniciacin. En la poca clsica, sta constaba de varias fases y era accesible a todos,hombres y mujeres, esclavos y extranjeros, con tal que fuesen de lengua griega.

Se participaba primero en los pequeos misterios celebrados en primavera, en unsuburbio de Atenas. Los grandes misterios tenan lugar en otoo y duraban varios das.Entre las ceremonias preparatorias figuraba una procesin solemne que llevaba hastaEleusis a los candidatos a la iniciacin; en un pasaje pardico de Las ranas, Aristfanesrecompone su ambiente entusiasta. La iniciacin propiamente dicha tena por teatro eltelesterion, un local que fue ampliado varas veces y poda acoger a una gran multitud. Lainiciacin estaba sometida a un riguroso secreto que slo algunos autores cristianos osaronfranquear revelando ciertos datos fragmentarios, a menudo difciles de interpretar.Contrariamente a algunos usos propios del orfismo, los iniciados no reciban una enseanzadoctrinal esotrica, sino que, como dice Aristteles, experimentaban ciertas impresiones yentraban en un determinado estado de nimo. La ostentacin de objetos sagrados y lacelebracin de dramas, la ejecucin de gestos rituales y la recitacin de frmulas sagradas


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eran el alimento de esta experiencia mstica que realizaba una unin con las dos diosas,dueas de la vida y de la muerte, revelaba de un golpe el sentido del destino y procuraba eneste mundo una felicidad que era el anticipo de una vida de ultratumba bienaventurada. Elgrado supremo de iniciacin se llamaba epopta, trmino que evoca la idea de visin, decontemplacin, y que utilizara Platn para designar la cumbre de la experiencia filosfica

(teogamia).Todo el ceremonial eleusino tena como teln de fondo el mito, muy difundido, del raptode Cor por el Seor de los muertos, su matrimonio infernal y la subida al Olimpo, producindose despus un compromiso entre los dioses. As se simbolizaba el regresoperidico del grano, de la vegetacin y de toda vida al seno fecundo de la Madre Tierra,encarnada por Dmeter, con miras a una nueva germinacin. Los eleusinos extrajeron deeste mito una historia sagrada que era portadora de un mensaje escatolgico nuevo.Dmeter, que descendi del cielo para buscar a su hija, lleg un da a Eleusis, en figura deuna anciana afligida. All goz de las palabras de consuelo de sus habitantes y de sugenerosa hospitalidad, se revel en toda su gloria divina y en su poder de inmortalizacin yhabit un tiempo entre ellos, en el templo edificado a peticin de la diosa; antes de volver aOlimpo les hizo el don - a todos - de sus sagrados misterios, garantizndoles as unrenacimiento feliz despus de la muerte, al igual que haba podido hacer en favor de su hija.Feliz (dice el antiguo Himno a Dmeter), feliz aquel humano que vio estos misterios.Quien no se inicia en los santos ritos y no participa en ellos, nunca podr obtener semejantedestino, aunque haya muerto en las hmedas tinieblas. La tradicin representaba a losiniciados, despus de su muerte, reunidos en un tiasis y celebrando los misterios de susdiosas, en un escenario paradisaco de praderas luminosas. Era la imagen de una vidasiempre renacida en contraste con la prohibicin para los muertos, convocados por Ulises,de abandonar sus brumas oscuras para residir de modo permanente en la pradera deasfdelos (Odisea, 11, 539). Los cultos eleusinos, derivados de viejos rituales agrarios(tesmoforias), celebraban as en Dmeter a una mediadora entre los dioses y los hombres,entre el cielo y las entraas fecundas de la Tierra, entre la vida y la muerte. Prometan unafelicidad presente y futura a condicin de que se diese una participacin ferviente, aunquems serena que el xtasis dionisaco, en los misterios que tenan una naturaleza divina ymaternal.

Misterios (Grecia).Los misterios, llamados primitivamente orgas, forman un conjunto de creencias y

ceremonias religiosas cuya naturaleza exacta no se conoce an con claridad, ya que, por sucarcter inicitico y esotrico, el contenido no era divulgado por aquellos que tenan accesoa ellos (mystai). Segn su finalidad, los misterios estaban abiertos a todos los sereshumanos, sin discriminacin de sexo ni de rango, o bien se reservaban a una determinadacategora. As la celebracin de las tesmoforas slo era accesible a las mujeres de laciudad. En todos los casos, la pureza ritual era una condicin previa para la iniciacin. Losmisterios ms importantes eran los del santuario de Dmeter en Eleusis, pero se celebrabantambin en muchos otros lugares sagrados bajo la gida de Dmeter o de divinidades comolos Cabiros (en Samotracia) o Dioniso. Las ceremonias iniciticas estaban destinadas apromover la fecundidad, asegurar una vida de ultratumba feliz y permitir la contemplacinde la divinidad, la comunin con ella, en este mundo o en el ms all. Los misteriosatrajeron a muchos adeptos durante toda la antigedad, sobre todo a partir de la pocahelenstica, ya que venan a satisfacer su inquietud metafsica y su fervor mstico.


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Misterios (Egipto).La religin egipcia no cuenta con misterios para iniciados como ocurre en los cultos

helensticos, a pesar de que stos adoptaron a Osiris, Isis y sus ritos egipcios. Mientras queen Egipto se consagraba al muerto como si fuera un nuevo Osiris, en el helenismo seiniciaba al vivo para librarlo del presente y de la angustia terrestre. No obstante, la

prctica de la religin egipcia presenta cierto carcter secreto, mistrico, en el que puedendistinguirse dos grados. El acceso al lugar sagrado est reservado a los egipcios, pero elpropio pueblo egipcio slo puede pasar al patio que precede a la sala hipstila del templo,cuyo acceso se reserva a los nobles y sacerdotes, as como el del santuario est reservado alrey o a su representante. Fuera del templo, el pueblo slo participaba en las procesiones delas fiestas. Ello se debe a que lo sagrado divino es secreto en s mismo y nicamente puedecomunicarse en el secreto del corazn: en el santuario de Dios slo se habla en honorsuyo. Ora pues con un corazn amoroso y guarda en secreto todas las palabras (Libro de laSabidura de Ani, XVIII dinasta).

Orfismo.

El nico movimiento religioso griego a la que la tradicin asigna un fundador, Orfeo;pero resulta oscuro en qu sentido puede decirse que lo fuera. El mito segn el cual Orfeomuri despedazado por la Mnades podra indicar una identificacin original con Dioniso-Zagreo. El orfismo apareci en el S. VI o VII a.c., y su preocupacin se centraba ante todoen la salvacin del alma (psyque). En contraste con la visin homrica, en el orfismo seaceptaba que el alma es una entidad inmortal por naturaleza, la esencia ntima de la personalidad. El dualismo de la naturaleza humana se explicaba mediante el mito deDioniso-Zagreo, hijo de Zeus; los malignos Titanes, que mataron al nio divino ydevoraron sus carnes, fueron destruidos por Zeus; de sus cenizas se form la humanidad,que por ello posee una naturaleza dual, compuesta de un elemento divino, dionisaco (lapsyque) y otro elemento material, titnico (el cuerpo). Segn Platn, los rficos llamaban alcuerpo (soma) la tumba (sema) del alma. El orfismo aceptaba la metempsicsis. Por lo quesabemos en relacin con su soteriologa, el orfismo aspiraba liberar al alma de las sucesivasreencarnaciones en varios cuerpos (de todo tipo, incluidos los peces y los vegetales). Comoreligin mistrica, el orfismo tena ritos de iniciacin, de los que formaban parte unapurificacin y la comunicacin de un saber secreto; tambin impona ciertas normas devida, incluido el vegetarianismo. Segn ciertos textos inscritos sobre lminas de oro, quehan aparecido en algunas tumbas, probablemente de origen rfico, el difunto iniciado aspiraa que se le reconozca como de condicin divina, y pide ser liberado de la triste y pesadarueda de la reencarnacin. El orfismo tena tambin una cosmogona en que el origen delmundo se haca remontar a Chronos; probablemente se inspiraba en el concepto iranio deZurvn. Los rficos tenan algunas relaciones con los pitagricos, influyeron en Platn yprobablemente en el gnosticismo.

Orfismo.

Se llama orfismo la doctrina propagada por los adeptos de los misterios rficos y los ritosligados a tal doctrina. Estos ritos se basan en una mitologa: la de Dionisos, hijo de Zeus yde Persfone, que fue devorado por los Titanes, salvo el corazn, que fue dado a Zeus porAtenea. Destruidos lo Titanes por los rayos de Zeus, emergieron de sus cenizas loshombres, cuya existencia aloja dentro de s el mal de los Titanes y el bien de Dionisos.Dionisos naci de nuevo del corazn tragado por Zeus; esta resurreccin es fundamental en


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la doctrina rfica y en sus ritos; por un lado, llev a la creencia en la transmigracin; por elotro, a la abstinencia de carne. Se atribuye al poeta Orfeo (S.VI a.c) el haber fijado lospuntos esenciales de tal mitologa y doctrina en los llamados Himnos rficos. Desde elpunto de vista filosfico, interesan sobre todo los testimonios que hay sobre el orfismo enPitgoras, en Empdocles (Las purificaciones) y en Platn. El orfismo aparece aqu como

una de las religiones de misterios a que nos hemos referido en el artculo Misterio y queoscila entre lo mgico religioso y lo filosfico. La cuestin es, sin embargo, muycomplicada. Hasta hace relativamente corto tiempo se crea que el orfismo filosfico erauna depuracin del orfismo mitolgico. Se supona, adems, que haba existido una sectarfica de la cual tom Pitgoras parte de sus enseanzas. Dodds ha demostrado, empero,que el contacto con las culturas chamansticas puede perfectamente explicar las ideasrficas de la excursin psquica del alma, la afirmacin de la posibilidad de la presenciade sta en varios lugares a la vez, a la idea del cuerpo como sepulcro del alma y otrasdoctrinas anlogas. Segn esta interpretacin, la doctrina de la separacin entre lo corporaly anmico no procede de la tradicin griega, la cual conceba (inclusive despus delorfismo) que el cuerpo y el alma son realidades equivalentes.

Orfismo y Pitagorismo.

Al margen de los cultos oficiales hubo en Grecia , durante el S. VI, una corriente msticaen la que se ven nacer nuevas aspiraciones sobre el destino humano y sobre las relacionesdel hombre con lo divino. Una prueba de esta renovacin religiosa fue el eco queencontraron los misterios de Eleusis y de Dionisio, as como esos dos movimientos de tipoms intelectual y estrechamente afines que son el orfismo y el pitagorismo. Pese a susdenominaciones, tan conocidas, los orgenes son oscuros en muchos aspectos; pero lanotable influencia que ejercieron se hace evidente en una larga historia que se prolongahasta los primeros siglos de la era cristiana. De esta poca tarda data, por lo dems, unaparte importante de los documentos sobre estos movimientos. Bajo el nombre de Orfeo sehan conservado numerosos escritos apcrifos, y desde el fin de la repblica romana seasiste al florecimiento de una abundante literatura neopitagrica.

La existencia de una multitud de libros, supuestamente muy antiguos, y de diversasprcticas calificadas de rficas, est atestiguada desde el S. V., especialmente por Platn.

Qu relacin guarda todo este conjunto abigarrado con el personaje y el mito de Orfeo,el poeta mgico al que se le atribuy la introduccin en Grecia de los misterios y que sehizo famoso por su viaje a los infiernos, su participacin en la conquista del vellocino deoro y su muerte trgica a manos de mujeres tracias? Es difcil saberlo. El orfismo, por otraparte, constituy una verdadera religin, practicada por comunidades autnomas? Es msacertado sin duda considerar dicho conjunto como obra de personajes aislados que al modode los adivinos, iban de ciudad en ciudad predicando una doctrina salvadora (vida deultratumba) y proponiendo prcticas expiatorias. Al margen de estas cuestionescontrovertidas, las creencias rficas se identifican con facilidad por los temas dualistas, queno tenan precedente en el pensamiento griego. El alma humana, de esencia divina, estprisionera de un cuerpo de origen titnico; en virtud de una mancha primitiva (pureza), estcondenada a reencarnarse si cesar; slo puede liberarle de este ciclo infernal de lageneracin la iniciacin enseada por los orpheotelestai (iniciadores rficos; la salvacinprometida consiste en una vida de ultratumba feliz cuando el alma se une a lo divino,mientras que los no iniciados quedan condenados a vegetar en un cenagal tenebroso,imagen de la vida terrestre.


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Lo que transparenta a travs de estas especulaciones sobre antiguos mitos escatolgicos(la mencin de Persfone en las clebres lminas de oro) cosmognicos (el papel csmicoatribuido a Afrodita) y antropognicos (la muerte a manos de los Titanes de Dionisio, cuyascenizas dan nacimiento a los hombres) es una angustiosa pregunta sobre los orgenes delmal, un afn de interioridad y de salvacin individual, una nueva concepcin de lo divino

como origen y fin de la existencia. Es tambin el rechazo del sistema teolgico y polticocodificado en la religin olmpica y el resurgir de antiguos smbolos heredados de lasreligiones anteriores.

El pitagorismo se perfila sobre un mismo fondo de doctrinas dualista, pero no debeconfundirse con el orfismo. Presenta, en efecto, unos perfiles ms netos. El fundador,aunque aparece asimismo aureolado de leyendas, es un personaje histrico cuyas huellas sepueden rastrear. Pitgoras, huyendo de la tirana de Polcrates en Samos, se instal en laMagna Grecia durante la segunda mitad del S. VI. Obtuvo gran xito con su doctrina yreuni a su alrededor, en Crotona, una verdadera comunidad para la que ide un nuevognero de vida y a la que atribuy un importante papel en la sociedad. Este proyecto dereforma social y poltica es un primer rasgo que permite distinguir su empresa de la accinllevada a cabo por otros magos ambulantes, igualmente portadores de un mensaje desalvacin. La doctrina pitagrica aparece, adems, mucho ms elaborada que la amalgamade los rfico y tiende a convertirse en una verdadera filosofa. Los antiguos atribuan aPitgoras la creacin de la palabra philosophos, amigos de la sabidura, para designar aaquel que consagra su visa a la contemplacin de la naturaleza divina. En realidad esposible determinar cual fue la enseanza inicial en este terreno: la velaba un secretoinicitico, y varias generaciones de discpulos la fueron enriqueciendo. Lo ms acertado,como hace Aristteles, es recurrir a una forma colectiva.

Lo que caracteriza al pitagorismo antiguo es una estrecha alianza entre el misticismo y elracionalismo. El principio divino de la naturaleza, reside para los pitagricos en losnmeros. Los nmeros, races de todas las cosas, derivan por generacin de la Unidad yestn representados por puntos cuyas sumas forman figuras geomtricas. Algunos estndotados de una propiedad particular; as, la santa tetraktys, formada por la suma de loscuatro primeros nmeros y figurada por el tringulo decdico, es el nmero perfecto deljuramento.

Los pitagricos pretenden explicar mediante esta aritmologa mstica, no slo la esenciay el dinamismo de los fenmenos fsicos, sino todo tipo de realidad; la justicia, porejemplo, corresponde al nmero cuatro o al cuadrado.Tambin se debe a los pitagricos el haber extendido a todo el universo el dualismointroducido en el hombre por las nuevas creencias, y la divisin del mundo en una reginceleste, donde reina la perfecta armona, y una regin sublunar donde se desarrolla el ciclode la generacin y la corrupcin, ofrece un marco a la escatologa. Las Islas de losBienaventurados (vida de ultratumba) se llaman en adelante el Sol y la Luna. En estecontexto, principalmente, se elabora la idea de la inmortalidad del alma. La vida asctica,respetuosa con ciertas prohibiciones, y los ejercicios espirituales favorecen el recuerdo delas existencias pasadas y la bsqueda incansable del nmero y la armona que abren elcamino a ese destino divino.Tales son los aspectos, ms relevantes de esta filosofa extraordinariamente fecunda quepretenda ser, ante todo, una religin salvadora. En los albores de la reflexin racional,representa una importante etapa e inaugura una corriente de pensamiento en la que se


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integra toda una serie de sabios, Platn es uno de ellos, lo cual demuestra hasta qu punto elpitagorismo pes de modo decisivo en el destino cultural de Occidente.

Thoth

Antiguo dios egipcio de la sabidura y del arte de la escritura. Aparece representado

generalmente con cabeza de ibis y sosteniendo el clamo y la paleta de los escribas. Sucentro de culto se hallaba en la ciudad de Chmunu, llamada Hermpolis por los griegos,con lo que se indica la identificacin de Thot con Hermes. Como Hermes tres vecesgrande, Thoth es considerado fuente de la revelacin divina en la literatura hermtica.Dios creador de la ogdada. La importancia de su culto hizo que los telogos de Helipolislo incluyeran en la pequea enada; tambin particip en la cosmogona menfita. Thoth esel calculador por excelencia, y por ello se le considera inventor del calendario y de lasmatemticas, as como de la escritura, por lo que es el inspirador de la sabidura y el patrnde los escribas. Como escriba de los dioses figura en la representacin del juicio de losmuertos anotando el resultado de la psicostacia (peso del corazn en la balanza) oinscribiendo el nombre de un nuevo faran, durante la ceremonia de su llegada al trono, enla hoja de persea sagrada. Igualmente, es dios de los mdicos y magos: ayuda a Isis en elritual destinado a resucitar a su esposo, devuelve a Horus la integridad del ojo afectado ensu lucha contra Seth.

Todas estas caractersticas hacen que Thoth se asimile a Hermes en poca grecorromana.

Textos.

Matila C. Chyka. Esttica de las proporciones en la naturaleza y en las artes.

Pag. 75.- Fue el pentgono estrellado o pentagrama el que tuvo el honor del smbolo.Pitagricos y neo-pitagricos lo usaron bajo el nombre de pentalfa como emblema de lasalud y de la vida (cinco A entrecruzadas). Como estrella de cinco puntas, el mismosmbolo sirvi en la Edad Media de sello a la Santa Vehme; Paracelso en el S. XVI y el P.Kircher en el S. XVII, lo mencionan tambin. Adems, el sabio jesuita narra a estepropsito en el captulo De Magicis Amuletis de su Aritmologa, que en vsperas de unabatalla contra los glatas, Antoco vio en sueos a Alejandro mostrndole la estrella decinco puntas y que sus magos le aconsejaron enarbolar este emblema como estandartedurante el combate.

He vuelto a encontrar una variante especial del pentagrama estampada en la parte inferiorde las actas masnicas de una logia del tipo egipcio hacia 1860 (Gran Oriente de Egipto,Logia de los sabios de Helipolis), cuyo ltimo avatar es la Estrella Roja de los soviets.

Pag. 151.- La mstica numrica de los pitagricos encubra, bajo un smbolo condensado,una mezcla en la cual es imposible proporcionar las partes del conocimiento cientfico, dela induccin intuitiva y de la fantasa. La pntada invencible o nmero 5, era el nmero deAfrodita, a la vez simtrico (con respecto a la unidad central) y asimtrico, por ser impar,compuesto del primer nmero matriz o femenino, 2, y del primer nmero masculino, 3; elpentgono, y sobre todo el pentagrama, era el smbolo de la vida misma, especialmentecomo armona en la salud, euforia (El hecho de que el pentagrama serva de signo de enlacea los pitagricos est mencionado ya en una acotacin de Aristfanes y en un pasaje deLuciano.


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Pag. 204.-...todo el misterio con que los pitagricos rodeaban el concepto de lo quellamaban lo irracional, se explicara no ya como una angustiosa tentativa de salvar lasapariencias de la doctrina primitiva basada sobre el nmero entero, sino como la voluntadreflexiva de conservar celosamente slo para los iniciados el desarrollo filosfico que en

esta relacin trascendente les haba suministrado la clave o, por lo menos, la notacinmatemtica de la armona viva.

Pag. 212.- Es imposible resumir en algunas pginas la obra en que Lund expone la serie desus deducciones, basadas no slo en los planos rigurosos de los edificios de que se ocupa,sino tambin en un estudio profundo de todos los documentos capaces de arrojar un pocode luz sobre el espritu y los procedimientos de estos constructores de catedrales cuyo artehaba permanecido envuelto en un misterios ms denso que el de perodos mucho mslejanos. El misterio era premeditado; los secretos de los maestros de piedra y maestros deobra se transmitan segn ritos de los cuales los profanos eran tan celosamente apartadoscomo en otro tiempo los que queran penetrar los arcanos de la doctrina de Pitgoras. Y(convergencia fortuita o con ms seguridad transmisin de los iniciados a travs de lossiglos brbaros) es justamente el pentagrama de los pitagricos el que se encuentras comosmbolo visible en la iglesia bizantina de Spalato (500 a.c.), como sello lapidario en lacatedral noruega, y que, combinado con el cuadrado y el doble cuadrado en unaconstruccin que tambin se debe a los discpulos del gemetra de Samos, parece ahoraproporcionar la clave gracias a la cual las sinfonas de piedra de Trondhjem, Estrasburgo,York, Notre-Dame de Paris, Amiens, Beauvais y Colonia, revelaran el secreto de sucompleja geometra.

Pag. 218.- He tratado de exponer la teora de Lund de modo tan detallado cuanto lopermite el marco de este captulo que ya excede de sus lmites, y de destacar tanto susresultados prcticos como los que enriquecen la historia de la filosofa matemtica. Pareceque el arquelogo noruego ha establecido de modo satisfactorio el aspecto histrico de sutesis: transmisin ininterrumpida, aunque por un nmero reducidsimo de iniciados delesoterismo matemtico platnico y neoplatnico, y en particular de los trazados inspiradosen el pentagrama y la seccin urea. La aplicacin de esta mstica geomtrica a los planosconcretos de las catedrales de los arquitectos de la Edad media es tambin ms queprobable.

Pag. 221.- Con el Renacimiento se reanudar directamente el contacto del pensamientooccidental con la geometra antigua. Al mismo tiempo desaparece, tal vez para siempre, elesoterismo de la arquitectura, y los sutiles diagramas estrellados se desvanecen con tantomisterio como haban llegado. Pero la sectio aurea, redescubierta de modo oficial por laescuela neoplatnica, cuyo bardo entusiasta fue Paccioli, es empleada ahora a plena luz portodos los arquitectos de la gran poca (como tambin a veces, conscientemente o no, porlos que ms tarde se inspirarn en sus obras).

Pag. 238.- Los conocimientos de los sacerdotes de Helipolis o de Sais, de cuyos labiosPitgoras, y luego Platn, recibieron el dogma del Nmero (cuando la Gran Pirmide era yados veces milenaria) no habran formado ms que un residuo penosamente reconstruido porlos herederos respetuosos de la gran cultura desaparecida.


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Pag. 252.- Los conocimientos geomtricos de los maestros arquitectos rabes y cristianosde la Edad Media estaban, pues, lejos de tener el carcter rudimentario y emprico sugeridopor la ausencia casi total de planos y de comentarios relativos a las construcciones de esteperodo, cuyo xito esttico y tcnico presentaba por este hecho la apariencia de un milagrofelizmente repetido.

Pag. 253.- Como lo adivin Viollet-le-Duc, los contemporneos de Santo Toms deAquino y de Alberto el Grande comprendieron mejor que los suyos el espritu de laarquitectura griega. Pero, anlogo en esto a la ciencia de los arquitectos egipcios y griegos,de la que parece proceder sin interrupcin, la de los magistri lapidum de la Edad media setransmita como un cdigo secreto celosamente guardado. Conocemos bastante mal la Siriade los selucidas y el Egipto posterior a los Ptolomeos. Entre Antioqua, Antinoe yAlejandra, fulgur durante dos o tres siglos una cultura filosfica, cientfica y artstica queencarna una de las pocas ms brillantes del pensamiento humano, y a causa de su mismodestello cegador y de su brevedad meterica, una de las ms oscuras en cuanto a historia.

Los dos incendios de la biblioteca de Alejandra (47 a.c. y 392 d.c.) fueron dos grandescatstrofes intelectuales para la humanidad. Con las claves de muchos otros enigmas,desaparecieron las fuentes manuscritas que hubieran podido darnos detalles sobre el enlacede la antigua ciencia de los constructores de pirmides, la geometra griega y la del Egiptoneo-pitagrico, gnstico y cristiano. Sin embargo, as completada y puntualizada gracias alas investigaciones de Dieulafoy, E. Mle y Lund, la hipteis de Viollet-le-Duc sobre latransmisin de ciertos diagramas egipcios a los rabes y luego a los cluniacenses porintermedio de la escuela greco-nestoriana de Alejandra, es bastante plausible. La GranPirmide, que astronmicamente puede ser el Gnomon del Gran Ao, sera tambin elmetrnomo cuyo acorde armonioso, incomprendido a veces, resuena en el arte griego, laarquitectura gtica, el primer Renacimiento, y en todo arte que, Junto con la divinaproporcin, encuentra la pulsacin de la vida. El estudio de las tradiciones y de los documentos relativos al gremio podra ayudar tal veza reanudar algunos hilos en la misteriosa trama. Anoto en un reportaje concedido porBernet Albert de Smac (Intransigeant, 18 de Julio de 1924), el Maestro de Obra elegidonuevamente en Francia como jefe de los oficiales de todos los oficios y de todos los ritos,que el Maestro de Obra fue siempre, por obligacin, un oficial tallador de piedras; quehasta la Revolucin, deba dirigirse cada ao a Saintes-Maries- de-la Mer para la eleccindel Rey de los Bohemios (se sabe que stos, en la Edad media, eran llamados egipcios); queuna tradicin observada hasta 1870 quera que una vez al ao el maestro de obras fueseintroducido al crepsculo en la catedral de Estrasburgo por el obispo de la ciudad parapasar all la noche, y que esta catedral fue siempre la sede tradicional de la cofrada. Por lodems, fue la catedral de Estrasburgo desde donde se propag por Europa una seriecaracterstica de sellos lapidarios apareciendo hacia el este hasta en las iglesias moldavias del S.XV.

Entre estos signos lapidarios, jeroglficos, claves o seales simblicas, el nuevo Maestro deObras cita el laberinto cretense.

Pag. 254.- Ya Pitgoras haba observado que no slo todo concepto, todo hechogeomtrico, tena como correspondiente un hecho, una ley aritmtica paralela, sino quetoda armona (comenzando por la armona musical) dependa de una proporcin, de unarelacin numrica. Teniendo el orden y la belleza del Universo su origen o su explicacin


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en los nmeros, la filosofa de su escuela se resuma en la Idea del Nmero como esencia osmbolo de todas las cosas. No era en la sustancia de los fenmenos sino en su estructuradonde sus discpulos (como ms tarde Platn) situaban y buscaban la realidad. Tal vez lo ms extrao de la ciencia moderna es su vuelta al pitagorismo Bertrand

Russell (The Nation, 27-9-24).

Pag. 265-6.- Si el impulso mstico de las ciudades, de las rdenes monsticas, de losprncipes, de los gremios, fue la causa eficiente de la inmensa floracin de piedra que brotdel suelo de Europa gtica, hemos visto que la seguridad de ejecucin y la belleza sinfnicade los resultados deben atribuirse tambin a una cultura tcnica y matemtica, cuyosindicios (que permiten adivinar su trama) no son menos reveladores por el hecho de quehaya sido celosamente guardada en secreto por sus sucesivos depositarios.

No es solo por convergencia causal, orgnica, que Notre Dame, la catedral de Reims, loscampanarios de Estrasburgo, Mnster, etc., reproducen las pulsaciones del crecimientoarmonioso. Transmitido por los arquitectos gnsticos, coptos, rabes, mozrabes, a losmaestros de obra franceses, normandos, renanos, el emblema pitagrico que dibuj en

sueos Alejandro a Antoco, reaparece ondulante y enmascarado en el rosetn marino deNotre Dame, riguroso, abstracto, cannico, en la magnifica rosa norte de Amiens y sobre elsello lapidario, vuelto a la luz despus de ochocientos aos en la catedral de Trondhjem.

La arquitectura humanista del primer Renacimiento presenta justamente entre otroscomponentes, una reaccin de la claridad latina contra ese velo de esoterismo mstico. Elcontacto espiritual con el pensamiento platnico y alejandrino se reanud rodeado de unaluz fulgurante en que sabios, filsofos y letrados se entregan sin remordimientos a laembriaguez rediviva de pensar sin trabas, de mirar sin anteojeras. De nuevo se cree, sinexigir un exequatur previo, en la excelencia, en la virtud de la verdad, de la belleza, en smismas. Hacindolo, se siente tal vez un poco el engao, y hasta se corre un riesgo si secarece de tacto o de suerte. Pero nada quita esto a la exaltacin de la hora: monjes yprncipes de la Iglesia no son los invitados menos ardorosos a esta bacanal del pensamiento.

En esta tendencia a comenzar de nuevo la gran sntesis, a volver a crear todos los valores,entre otros los valores estticos, bebiendo a sus anchas en las fuentes antiguas medianteeste juego de la inteligencia, los humanistas descubren nuevamente y a un mismo tiempo laarquitectura griega y romana y la filosofa geomtrica de Platn. La geometra del espaciopasa a ser el fundamento de la enseanza, no slo de los arquitectos, sino tambin de lospintores, de donde resulta que casi todos los grandes pintores de sta poca son tambinarquitectos, y recprocamente, e incluso podra decirse que todos los hombre instruidos,conforme al voto de Platn, son gemetras, y todos se ocupan de arquitectura, cuandomenos para discutir. La frase en que Vitrubio compara la euritmia del cuerpo humano conla de un edificio cuyas dimensiones y proporciones estn relacionadas por un tema decorrespondencia general y por ritmos recurrentes, combinada con el estudio de los cuerposplatnicos, hace revivir la ley de pulsacin viva y de composicin armnica que durantemillares de aos haba sido uno de los grandes secretos de los hierofantes, y es el monjePaccioli amigo de Alberti y de Leonardo quien, consagrndole el tratado lrico y eruditoevocado en el prefacio de este libro, la hace entrar triunfalmente en el dominio pblico bajoel nombre de divina proporcin.


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Matila C. Ghyka. El Nmero de Oro. I Los Ritmos.

Pag. 13.- Como las fuentes escritas son muy discretas y como ningn testimonio grfico,por lo menos en lo que respecta a la antigedad, ha subsistido (ni siquiera los dibujos queilustran el tratado de Vitruvio) el estudio de estos cnones, o, mejor dicho, procedimientos

de composicin, de ajuste proporcional, se reduce a un cierto nmero de hiptesisrecientemente formuladas sobre la materia. Tienen de comn el hecho de que los mtodosgrficos que aspiran a ser sus demostraciones tienden a producir trazados en los que el temadel conjunto se refleja, se reproduce, segn un cierto ritmo ms o menos velado, en cadauna de las partes. Leyes de la analoga, de la repeticin de la forma fundamental, de laidentidad en la variedad, de lo Igual y de lo semejante..., distintas denominaciones de unmismo principio o de una misma comprobacin, derivan en efecto, de los conceptos desimetra y de analoga, tal como los entendan los antiguos. La Analoga de Platn y de losaritmlogos pitagricos no es otra cosa que la Proporcin (igualdad, equivalencia oconcordancia de dos o ms relaciones). La proporcin geomtrica, especialmente laSimetra, significaba en ellos, lo mismo que en Vitruvio, la conmensurabilidad entre el todoy las partes, correspondencia determinada por una medida comn entre las diferentes partesdel conjunto, y entre estas partes y el todo (es la definicin de Vitruvio, y la palabrasimetra conserva este sentido, del todo diferente de su significacin actual, hasta fines delS. XVII).

Las ms interesantes de entre estas hiptesis concuerdan tambin incidentalmente con lateora pitagrica de la armona de las Esferas, con las ideas filosficas y cosmognicasenunciadas por Platn en el ms pitagricos de sus dilogos (el Timeo), y con lasespeculaciones derivadas de la analoga, la correspondencia, entre el Macrocosmo (elUniverso creado por el Gran Ordenador) y el hombre, o Mocrocosmo. Y al final del pasajeantes mencionado, en el nico tratado de arquitectura que nos ha legado la antigedad.Vitruvio da como ejemplo de la euritmia producida por una simetra ideal, el cuerpomismo del hombre.

Pag.20.- Como smbolo o motivo dominante del trazado he encontrado, con frecuencia, unafigura geomtrica (el pentagrama) asociada, precisamente, a las tradiciones pitagricas(tambin la he encontrado como motivo dominante en el estudio de las formas vivas) ycomo proporciones frecuentes, por no decir las ms frecuentes, han aparecido temasbasados sobre cierta razn (la seccin urea). Esta razn, este invariante algebraico, puedenacer de una manera abstracta y directa de una operacin lgica muy sencilla, la mssencilla que puede hacerse, acercndonos al concepto platnico de proporcin. La heencontrado igualmente en biologa, esquema numrico, smbolo resumido de la forma viva(al mismo tiempo que opuesto a los esquemas de equilibrio cristalino de las formas no-vivientes), de la pulsacin de crecimiento. Este nmero de oro resume aritmtica yalgebraicamente las propiedades de la dominante geomtrica (el pentagrama) antes citada.

Pag. 16.- En el segundo, estimulado por el corts escepticismo de Salomn Reinach,respecto de la transmisin ininterrumpida del esoterismo matemtico pitagrico, tratar decompletar, de todas maneras, la trayectoria de esta transmisin, y demostrar que elpitagorismo, con su geometra, de la que jams se ha desconectado, se transmiti por unacadena dorada no solo en arte (Platn, Vitruvio, maestros de obra, Paccioli, Leonardo) oen matemtica (Platn, Nicmaco de Gerasa, Paccioli, Kepler, Descartes, Russell,


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Einstein), sino en otros dominios, el ms interesante, y an sensacional, de los cuales meha sealado el propio S. Reinach.

Porque del magnfico tronco dejado por el Maestro de Samos, han brotado ramaspoderosas que forman el noble abanico de la palmera del viajero. Y la idea-savia de esterbol gigantesco, ms de dos veces milenario, rbol del conocimiento y rbol de la vida, ha

sido la que he llamado la Ley del nmero, idea matriz, base vivificante, tanto, que fuecomprendida no slo por el Arte mediterrneo, sino por toda la Aventura intelectual deoccidente.

Pag. 20.- Como se sabe, la concepcin del Nmero en Platn y la importancia que le otorga(los nmeros, dice en el Epinomis, son el ms alto grado del conocimiento...y luego: Elnmero es el conocimiento mismo) se derivan del pitagorismo ms ortodoxo (se sientententaciones de decir que Platn 429-347 a.c.- era un iniciado que no haba prestado el juramento del silencio). El propio Nicmaco era pitagrico, o ms bien neo-pitagricodeclarado, y su obra matemtica no es sino una compilacin discretamente ordenada yclaramente redactada de elementos tomados de los trabajos de la brillante Escuela deAlejandra, de los cuales, en general, slo han llegado hasta nosotros los ttulos.

En la base de las ideas y de las definiciones que seguirn se encuentra la afirmacin:Todo est dispuesto conforme al nmero, que ya en el S. IV a.c. pasaba entre los quehaban conocido a los ltimos sobrevivientes de la Escuela primitiva fundada por elMaestro de Sicilia como la ms importante de sus revelaciones filosficas. Loscomentarios, e incluso las definiciones, parecern en el primer momento al lector nofamiliarizado con la matemtica griega como envueltos en una metafsica a priori,desconcertante para el honesto racionalismo que presidi nuestra iniciacin matemtica.

Pero advertir poco a poco, que el tono desacostumbrado de este punto de partida noimpide a la razn dominar con firmeza el desarrollo y el encadenamiento de las ideas, y queeste pequeo repaso de gimnstica mental helnica permite seguir ulteriormente sinesfuerzo la evolucin y las vicisitudes sufridas hasta nuestros das por un sistemaconceptual de extraordinario vigor, que permanece ms vivo que nunca, a pesar de suncleo cristalino de pensamiento puro. Y descubrir tal vez que el sospechoso destello de lanube metafsico-teolgica no era oropel sino claridad y que la Teora de Nmeros de hoycomienza a parecerse de extrao modo a la de Platn y de Nicmaco, esperndose quenuestra Fsica y nuestra Cosmogona se unan a las del propio Ieros Logos.

Observemos ante todo que la misma palabra Logos, significa en griego razn,razonamiento y relacin (el juicio, facultad esencial de la inteligencia razonante, es, por lodems, la justa percepcin de las relaciones entre las ideas y las cosas. Este mismo trmino,la palabra por esencia (como ms tarde el Verbo en el cuarto Evangelio), significa tambinla Inteligencia creadora. Como Platn, Nicmaco distingue dos clases de nmeros: elNmero divino, o Nmero-idea, y el nmero cientfico. El primero es naturalmente, elmodelo ideal del segundo, es decir, de lo que consideramos generalmente como nmero;pero a causa de que en el mundo material son las formas (que dependen de cantidades, decalidades y de disposiciones) las nicas cosas permanentes, y que de la estructura de lascosas (copia del modelo o paradigma percibido por el Logos como resultante de la Idea ydel Nmero) es su nica realidad, l (el Nmero Divino) ser tambin, ms generalmentehablando, el Arquetipo director de todo el Universo creado.


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Pag.23.- Tratemos, pues, de olvidar las cifras y de pensar en nmeros puros y nos parecerentonces tan razonable como a nuestros dos antiguos guas admitir que, estando el Cosmosordenado y ritmado, el Nmero es, segn la expresin de Nicmaco, la esencia eterna de larealidad.

Los principios (orgenes) del Nmero y del resto de todas las cosas son, dice, copiando

tambin en esto la terminologa del Timeo, lo Mismo y lo Otro (o la cualidad de ser lamisma cosa o de ser otras cosa).Y cuando el todo hubo comenzado a ordenarse...todos los elementos recibieron de Dios

sus figuras por la accin de las Ideas y de los Nmeros... (Timeo).El caos primitivo, falto de orden y de forma, y de todo lo que diferencia segn las

categoras de la cualidad, etc., fue organizado y ordenado segn el nmero (Nicmaco deGerasa).

Pag. 24.- La ciencia moderna acaba de llegar a una actitud espiritual anloga al suprimir denuevo las barreras entre la matemtica y la lgica: la teora de conjuntos, de clases yrelaciones de Cantor-Russell-Whitehead y la axiomtica de Hilbert, son captulos de unaciencia nica, la nueva logstica, cuyos elementos, fichas simblicas, representanindiferentemente ficciones lgicas, nmeros o configuraciones geomtricas.

Desbrozando as el terreno, cedo la palabra a Nicmaco de Gerasa, cuyo prefacio de suintroduccin a la Aritmtica parecer ahora suficientemente claro:

Los antiguos, que bajo la direccin espiritual de Pitgoras fueron los primeros en dar a laciencia una forma sistemtica, han definido a la filosofa como el Amor al Conocimiento...Las cosas incorporales (como las cualidades, las configuraciones, la igualdad...lasrelaciones, las disposiciones...,los lugares, los tiempos...) son por esencia inmutables eincambiables, pero pueden participar accidentalmente de las vicisitudes de los cuerpos a losque son afectados.

Y si accidentalmente el Conocimiento se ocupa tambin de los cuerpos, soportesmateriales de las cosas incorporales, es, sin embargo, a stas a las que se aplicar de unmodo ms especial. Pues estas cosas inmateriales, eternas, constituyen la verdaderarealidad. Pero lo que est sujeto a formacin y destruccin... (la materia, los cuerpos) no esactualmente real por esencia.

Todo lo que la naturaleza ha dispuesto sistemticamente en el Universo parece habersido, tanto en sus partes como en el conjunto, determinado y puesto en orden de acuerdocon el Nmero, por la previsin y el pensamiento de Aquel que cre todas las cosas; pues elmodelo estaba fijado, como un bosquejo preliminar, por la dominacin del Nmeropreexistente en el espritu del Dios creador del mundo, nmero-idea, puramente inmaterialen todos sus aspectos y, al mismo tiempo, la verdadera esencia, de manera que de acuerdocon el Nmero, como de conformidad, en un plano artstico, fueron creadas todas las cosas,y el Tiempo, el movimiento, los cielos, los astros y todos los ciclos de todas las cosas.

Pag. 31.- Platn es probablemente el pensador que ms ha meditado sobre la proporcin yla armona. Su jeroglfico sobre el Nmero o ms bien el ritmo del Alma del Mundo, cuyoesquema matemtico y musical no ha sido rigurosamente reconstituido hasta el S. XIXmuestra la forma en que la tetractys pitagrica poda intervenir en los problemas de laarmona general


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Pag. 64.- Vitruvio, cuya obra no contiene ninguna innovacin personal, sino la exposicinde la tradicin, vieja ya de cinco siglos, de la arquitectura griega, insiste con muchafrecuencia sobre ella. Cuando trate de las columnas comparar las proporciones de lacolumna drica a las del cuerpo masculino; las de las columnas jnicas evocarn el cuerpogracioso de la mujer, las de las columnas corintias, los cuerpos esbeltos de las vrgenes.

Este punto de vista slo es la transposicin al dominio de la forma geomtrica, delconcepto de las correspondencias entre el Macrocosmo (Universo) y el Microcosmo (elhombre), cuya versin metafsica nos ofrece el Timeo (hasta con un triple juego decorrespondencias entre el cuerpo humano, el alma humana, y el alma del mundo. Lacorrespondencia entre la forma del templo y el Universo, se encuentra mencionada ya enEgipto, pero la idea de realizar este fin tomando como intermediario no la forma humana ala letra sino el sutilsimo juego de las proporciones y de las armonas que all se denuncian,parece especficamente griega.

Hemos visto que los pitagricos haban escogido el pentagrama, smbolo de la armonaviva y de salud, como su santo y sea. Lo que encontraremos en los cabalistas, alquimistas,magos de la Edad Media y del Renacimiento, como smbolo del microcosmo, es decir, delhombre tanto fsico como astral, para emplear el trmino moderno que interpreta bastantebien las ideas de los ocultistas de todas las pocas sobre el aura fludica, intermedio segnellos, entre la esencia espiritual, el Nos, y el cuerpo. La ms conocida de estasrepresentaciones del hombre-microcosmo, piernas y brazos separados en forma de figurarcon la cima de la cabeza los cinco puntos del pentagrama, es la de Agripa de Nettesheim ensu trabajo De Occulta Philosophia.

Pag. 98.- Es evidente, adems, que los egipcios conocan ya muchos casos particulares delteorema de Pitgoras, y en particular el 3-4-5. De las prcticas de estos gemetras-agrimensores del antiguo Egipto es como naci, segn confesin de los griegos, lageometra mediterrnea. Se conoce la clebre frase en que Demcrito de Abdera sejacta...de no haber encontrado a nadie que lo superase en el arte de trazar lneas en lasfiguras, y de demostrar sus propiedades, ni an entre los agrimensores egipcios. Se tratadel mismo Demcrito (450-360 a.c.) que habiendo residido largo tiempo en Egipto, comoTales y Pitgoras, donde estudi matemticas y ciencias naturales, fue el precursor de lateora atmica: conoci a Filolao y fue probablemente iniciado por l en las especulacionesfilosfico-musicales de los pitagricos. En todo caso, fue el primer filsofo (segn nuestrasinformaciones) que emple las expresiones de macrocosmo y microcosmo.

Pag. 102.- ...Este punto de partida permite imaginar, desde que por la prctica de lasmanipulaciones grficas de las series ureas surgidas de la divisin del crculo en 10 o en 5partes, los arquitectos se dieron cuenta de la flexibilidad de estas modulaciones, unaevolucin muy rpida hacia una sutileza sinfnica de los ritmos conforme al ideal armnicode la escuela pitagrica tal como lo bosquej Platn. Basta comparar el texto de Vitruvio aldel Timeo para ver que esta rigurosa esttica matemtico-musical domin la arquitecturaantigua.

La teora general de las proporciones, comprendidas en ellas las armnicas y geomtricasasociadas a la dcada y al tetracto, el estudio de las proporciones entre volmenes, el de loscinco cuerpos regulares, de los ritmos astronmicos y biolgicos cuya evocacinencontramos en el Timeo y la Repblica (Nmero del Alma del Mundo, Nmero Nupcial,etc.), unido todo ello a la idea egipcia de la correspondencia deseable entre el Templo y el


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Universo, a la de la correlacin entre el Universo vivo y el hombre ((macrocosmo-microcosmo), deban converger justamente en la tcnica de los arquitectos hacia esostrazados de sutiles correspondencias eurtmicas entre longitudes, superficies y volmenes,que por la dificultad que hemos tenido para descifrarlos bien merecen la calificacin deesotricos. La arquitectura contempornea de la matemtica pitagrica y de la religin de

Eleusis, era de carcter inicitico y ritulico, y esta tradicin del secreto para todo cuantotena relacin con las cosas sagradas vena, a su vez, de Egipto. Los griegos le agregaroncorrelaciones no slo armnicas sino que explcitamente musicales. Y desarrollaron alextremo una concepcin metafsica del Nmero y de sus emanaciones: Proporcin, Ritmo,Forma.

La transmisin a los gticos de esta concepcin esotrica de la arquitectura se hizomediante las corporaciones de constructores y la filosofa neoplatnica. El espritu celto-nrdico fecund y renov la teora clsica de la proporcin incorporando a ella el ensueo,la selva gtica, sin hacerle perder nada de su rigor ni de su seguridad geomtrica.

Y tambin fue Platn quien suministr a Moessel el hilo de Ariadna que conduce a suatrayente sntesis, en el Timeo, y en este pasaje de Filebo:

Lo que aqu entiendo por belleza de la forma no es lo que el vulgo comprendegeneralmente bajo este nombre como, por ejemplo, la de los objetos vivos o de susreproducciones, sino algo de rectilneo y circular, y las superficies y cuerpos slidoscompuestos con lo rectilneo y lo circular por medio del comps, de la cuerda y de laescuadra. Pues estas formas no son como las otras, bellas slo bajo ciertas condiciones, sinoque son siempre bellas en s mismas.

Conviene mencionar aqu una razn prctica muy importante que impona a losarquitectos egipcios el secreto de sus mtodos y trazados. Las tumbas de los Faraonesy otros grandes personajes ocupaban en la produccin continua del arquitecto unlugar por lo menos tan grande como la edificacin de los templos propiamente dichosy el descubrimiento de las cmaras funerarias de Tutankamn nos ha revelado qucmulo de tesoros acompaaba a los muertos ilustres en sus tumbas. De aqu lanecesidad imperiosa de defender estas riquezas contra los saqueadores de tumbas,cuya industria floreci desde los ms remotos tiempos, limitando al estricto mnimolos nmeros de los que conocan los planos de las cmaras funerarias y de sus vas deacceso. La herencia del oficio de arquitecto en ciertas familias era una de lasgarantas ms eficaces (en teora) contra el peligro de divulgacin, y esta herencia sehalla luego en Grecia y en Roma. El juramento hipocrtico nos ensea que acontecalo mismo con la medicina. Tambin sabemos que los portadores de antorchas(daducos), heraldos (crices) y otros oficiantes en los misterios de Eleusis sereclutaban tericamente en ciertas grandes familias de Atenas. Por lo dems, en todosestos casos, la adopcin permita burlar el espritu de la regla respetando la letra.

Pag. 147.- Como es bien sabido, en msica intervienen mucho las proporciones, lasmedidas y el comps, en un apalabra: los nmeros. Para los griegos, la msica formabaparte de la filosofa matemtica (que para los pitagricos y para Platn, precursores deRussel, Einstein, Eddington, era la filosofa entera); o si se quiere, la teora matemtica dela armona, formaba parte de una teora general de la armona del Cosmos.

Sus discpulos directos tanto como los autores no pitagricos est de acuerdo en atribuiral propio Pitgoras el descubrimiento de las leyes numricas de la armona, y tambinsobre la importancia de este descubrimiento.


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Pag. 194.- Los pitagricos haban observado de modo muy especial el valor purificador yregulador de la msica, y atribuan a este efecto (que ellos llamaban catharsis) un papelmuy importante en la disciplina cotidiana de los adeptos. Por lo dems, los ritosfrancamente mgicos, o an ocultos, como la evocacin de los muertos, etc., figuraban enlas prcticas de los iniciados perfectos, pues encontramos huellas de ello en toda la

literatura neopitagrica.La catarsis musical se encuentra en el ritual de la Iglesia catlica, as como la prctica delas frmulas y oraciones de encantamiento, adoptadas directamente de las religiones demisterios griegos y egipcios, despus de un proceso que elimin no tanto las prcticas comola Voluntad de Magia (y en esto consisti en parte la lucha de la Iglesia de Roma y lagnosis alejandrina); remitindose esta eliminacin al hecho de que en el ceremonial, en elritual catlico, el encantamiento, la oracin, el incienso son un homenaje a Dios y nomedios de captacin o de condensacin de las fuerzas naturales y extranaturales, a espaldasde la divinidad y mediante la tcnica del encantamiento.Pag. 196.- La palabra, el Logos, el Verbo, puede tener un ritmo armnico condensado, unafacultad de encanto, de sugestin debida a este ritmo, a su timbre, a las metforas dormidasque representa en potencia. Para la religin egipcia que, tal como todo el sistema socialegipcio, era la base de magia, ciertas palabras tenan un valor de encanto efectivamentemgico. Estas palabras de poder o hkau se mencionan ya en el S. XVI a.c., en un captuloespecial del Libro de los Muertos, en el que desempean un papel ms importante todavaque los talismanes o signos simplemente formales. El Libro de los muertos demuestra queel alma del difunto deba servirse de estas palabras de poder y de palabras de libre trnsitodurante todo su viaje por el otro mundo. Estas palabras de paso las encontramos en losmisterios, las tablillas funerarias pitagrico-rficas, luego en las corporaciones de lostalladores de piedras, albailes, francmasones profesionales, oficiales, en fin, en lafrancmasonera especulativa. Su lnea de transmisin, est ligada a la de los smbolosgrficos, de entre los cuales el ms importante es el pentagrama de los pitagricos, signodel nmero de oro.

Es Isis la que en Egipto, como su correspondiente la Dmeter-Ceres de los misterios deEleusis, diosa a la vez de la fecundidad y de la muerte y patrona de las iniciaciones, fue ladivinidad especialmente afecta a las palabras mgicas, como se desprende de diversospasajes del Libro de los Muertos y de numerosas inscripciones (como la que sirve deepgrafe a este captulo: la expresin Isis, Seora de las palabras mgicas, se repite confrecuencia). Isis era, en especial, la diosa del misterio y de los misterios, y este carcter seinmortaliz en la famosa inscripcin de Sas transmitida por Plutarco en el de Iside:

Soy todo lo que ha sido, todo lo que es, y todo lo que ser, y todava ningn mortal halevantado jams mi velo.

En el dominio de la magia, Isis tiene como asociado al dios Thot-Hermes seor de laspalabras divinas, que durante la creacin condens en palabras la voluntad de la potenciacreadora, incgnita e invisible. Platn (Fedro) relata la tradicin egipcia segn la cual Thotfue el inventor de la lgica, de la aritmtica, de la geometra, del ajedrez, y de la escritura.Pude decirse tambin que Thot, Padre de Isis, es el dios de la razn, del Nmero y delVerbo. En Grecia, como dios de la elocuencia, tena el calificativo de Logios.

Thot es tambin, en el otro mundo, el jefe del protocolo infernal: como Hermes, maestropsquico de ceremonia, aparece ya en la Odisea en calidad de heraldo de las armas. De lafusin de estas dos divinidades, comprobada por Herdoto, veremos nacer una nuevaentidad, que a veces ser Dios, a veces demonio o super-hombre legendario, y mago en


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todo caso: Hermes Trimegisto, que desde la poca ptolomeica pas a ser el patrn de los buscadores de secretos, brujos, alquimistas, nigromantes, cabalistas, en una palabra detodos aquellos que se ocupan de las ciencias hermticas (esta es una de esas palabrasmetafricas surgidas de ciertos nombres propios a causa de su cualidad accidental desugestin).

Plutarco cita ya (De Iside) la literatura hermtica, o Libros de Hermes atribuido a estepersonaje legendario; Jmblico calcula su nmero en veinte mil, que fueron destruidos casitodos durante el incendio del Serapeum de Alejandra por los cristianos y con ocasin delltimo saqueo de la famosa biblioteca, por Omar. El ms importante de los que ha llegadohasta nosotros (aparte del Libro de los Muertos) es el Poemander. Si Thot-Hermes era eldios del Verbo y del nmero, especialmente el dios de la ciencia de los nmeros, de laMatemtica, la pareja que le corresponde entre las divinidades femeninas es Mat, diosa dela ley fsica y moral considerada como orden armonioso, reguladora de los ritmos. Seorade la Sala del Supremo juicio. Esta diosa es la Regla, de la Armona y de la Verdad, tenaen su diadema como smbolo la pluma vertical punteada: la propia palabra mat significabaen su origen caa cortada, luego una regla de medir, despus lo recto, y ms tarde, la regla,la ley, la verdad. La palabra griega canon ha pasado exactamente por la misma sucesin demetforas: del radical semtico, emparentado qant, significando igualmente caa, y luegotubo-fuelle(soplete) de herreros, viene tambin el nombre de la tribu de los cainitas (hijosde Can). Los mineros cainitas del Sina, cuyos rasgos misteriosos ha sacado a luz RobertEisler.

De la magia de encantamiento por palabras de poder saldr la floracin fantstica de losencantos verbales gnsticos, en que las slabas y palabras egipcias, griegas y hebraicas secombinan en recurrencias, asonancias, aliteraciones bizarras. El verbo se desencadena, sedisemina en fragmentos, anagramas, palindromas, escaleras, tringulos o cuadradosmgicos cuyas arquitecturas abracadabrantes se han transmitido hasta nuestros das por lasucesin ininterrumpida de los tratados mgicos del S. III al XVI.

Pag. 201.- Esta kbala hebraica tiene dos componentes, de los cuales uno es precisamentela magia egipcia antigua en base de palabras de poder (pudiendo la palabra, elencantamiento, escribirse sobre talismanes), y el otro el neopitagorismo alejandrino en elcual la mstica de Nmero, dcada, pntada, tetracto, desempean como es natural el papelpreponderante.

Pag. 202.- De estas dos tablas de smbolos y de unidades mgicas: las palabras y losnmeros, la Kbala derivar de modo muy natural por el hecho de que a cada letra hebraicacorresponde un nmero (letras y cifras son en este caso intercambiables- la Iod o Gaspirada hebraica es as el smbolo de 10, dcada, de ah la G misteriosa de la estrellaflamgera o pentagrama masnico), un sistema mixto de donde saldrn los procedimientosde anlisis simblico y de adivinacin, propios de esta disciplina, entre los cuales el masconocido consiste precisamente en reemplazar en una palabra cada letra por la cifracorrespondiente o viceversa: el jeroglfico del Nmero de la bestia en el Apocalipsis es unejemplo famoso de esta isopsifia.


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Pitágoras y la masonería