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Toca 176CC/2015 SALA CIVIL COLEGIADA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO. Durango, Durango a (18) dieciocho de mayo de (2016) dos mil dieciséis. V I S T O S los autos del toca número 176CC/2015, relativo a los autos originales del juicio ordinario mercantil, expediente número 1054/2013, promovido por el licenciado *****, en su carácter de apoderado legal de “GRUPO NACIONAL PROVINCIAL S.A.B.”, en contra de la empresa constructora denominada “GRUPO ALCA ARQUITECTOS S.A. DE C.V., ante el juzgado Primero de lo Mercantil del Primer Distrito Judicial con residencia en esta ciudad, para resolver los recursos de apelación preventiva en contra del auto del veintitrés de enero del año dos mil quince, y de la sentencia definitiva pronunciada el veintidós de junio de dos mil quince, interpuestos por el demandado. R E S U L T A N D O: ÚNICO.- Por escrito recibido el siete de julio del año próximo pasado, el Arquitecto *****, en su carácter de apoderado legal de la empresa ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V., interpuso recurso de apelación en contra de la sentencia pronunciada en el juicio ordinario mercantil que se identifica en el preámbulo, admitido el recurso en ambos efectos por el A quo, en proveído relativo ordenó la Segunda Ponencia 1

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Toca 176CC/2015

SALA CIVIL COLEGIADA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO.

Durango, Durango a (18) dieciocho de mayo de (2016) dos mil dieciséis.

V I S T O S los autos del toca número 176CC/2015, relativo a los autos originales del juicio ordinario mercantil, expediente número 1054/2013, promovido por el licenciado *****, en su carácter de apoderado legal de “GRUPO NACIONAL PROVINCIAL S.A.B.”, en contra de la empresa constructora denominada “GRUPO ALCA ARQUITECTOS S.A. DE C.V., ante el juzgado Primero de lo Mercantil del Primer Distrito Judicial con residencia en esta ciudad, para resolver los recursos de apelación preventiva en contra del auto del veintitrés de enero del año dos mil quince, y de la sentencia definitiva pronunciada el veintidós de junio de dos mil quince, interpuestos por el demandado.

R E S U L T A N D O:

ÚNICO.- Por escrito recibido el siete de julio del año próximo pasado, el Arquitecto *****, en su carácter de apoderado legal de la empresa ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V., interpuso recurso de apelación en contra de la sentencia pronunciada en el juicio ordinario mercantil que se identifica en el preámbulo, admitido el recurso en ambos efectos por el A quo, en proveído relativo ordenó la remisión de los autos originales del principal al Tribunal Superior de Justicia, para la substanciación de la alzada, tocando su conocimiento a esta Sala.

Una vez llegadas las actuaciones se ordenó formar el Toca correspondiente, y de conformidad con los artículos 1345-bis-3 y 1345-bis-4 del Código de Comercio en vigor con las reformas del nueve de enero de dos mil doce, se confirmó la admisión de los recursos y la calificación del grado, la preventiva en el efecto devolutivo y la definitiva en ambos efectos, y en consideración a que ante el juzgado de origen se expresaron agravios en tiempo y forma, y que la contraria evacuó la vista que se le mandó dar, por ser el estado procesal de los autos, se citó a las partes para oír sentencia, término que fue suspendido mediante acuerdo del veinticuatro de febrero del año que transcurre, en virtud de la adscripción de la Titular de la Tercera Ponencia, y a fin de hacer saber a las partes la nueva integración de la Sala, por lo que cítese nuevamente para oír sentencia, que es la que hoy se pronuncia; y,

C O N S I D E R A N D O:

I.- Del análisis de las constancias procesales del juicio de origen se aprecia que el demandado interpuso el recurso de apelación en contra del auto del veintitrés de enero del dos mil quince, mediante acuerdo del diez de febrero del año citado, se le tuvo apelando preventivamente dicho auto para tramitarse conjuntamente con la apelación que en su caso hiciera valer en contra de la sentencia definitiva, lo anterior de conformidad con lo dispuesto en los artículos 1339y 1344 del Código de Comercio.

Ahora bien, del contenido del artículo 1344 del Código en cita se desprende que el Tribunal estudiará en primer término las violaciones procesales que se hubiesen hecho valer en los recursos de apelación preventiva y de encontrar violaciones procesales que sean trascendentes al fondo del juicio y, solo en aquellas que requieran ser reparadas por el juez natural dejará insubsistente la sentencia definitiva, regresando los autos originales al juez de origen, para que este proceda a reponer el procedimiento y dicte nueva sentencia.

De no ser procedentes los agravios de las apelaciones de tramitación conjunta con la sentencia definitiva o no habiendo sido expresados, o resultando fundados no sea necesario que la violación procesal sea reparada por el juez de origen, el tribunal estudiará y resolverá la procedencia, o no de los agravios expresados en contra de la definitiva, resolviendo el recurso con plenitud de jurisdicción.

Precisado lo anterior en primer término se estudian los agravios correspondientes al recurso de apelación interpuesto en contra del auto del veintitrés de enero del dos mil quince.

Alega el demandado hoy recurrente que el A-quo dictó ilegalmente dicho acuerdo en su parte final, otorgando el oficio número noventa y tres el día veintisiete de enero del año en curso, de manera arbitraria, oficiosa y sin fundamento legal alguno, ya que no obran los artículos que sirvieron para autorizar el oficio que solicitó el perito tercero en discordia.

Señala que es errónea la determinación del Juez, que va más allá del planteamiento de la actora y del demandado en los ofrecimientos de las pruebas periciales, que arbitrariamente autoriza al perito tercero en discordia Licenciado *****, a elaborar, un análisis comparativo sobre documentos que en ningún momento se ofrecieron como cotejo o estudio comparativo de las supuestas firmas del enjuiciado sobre el documento que señala el A-quo, que en ningún momento las partes ofrecieron como firma dubitada el original del acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido del once de septiembre del dos mil doce, que se encuentra en la carpeta de investigación Número 4010/2012.

Expresa el recurrente que dicho documento nunca fue ofrecido como prueba ni por el actor, ni por el accionado, que entre otros documentos fundatorios anexó solamente copia certificada del acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido declaración de testigo y la certificación por parte del agente investigador.

Arguye que los otros peritos realizaron su análisis sobre copias fotostáticas certificadas y no sobre documentos originales, por lo que es ilegal e incorrecta la determinación del juez en otorgar al perito tercero en discordia el oficio correspondiente y llevar a cabo el análisis correspondiente, lo que trascendió al fallo puesto que el juzgador tomó en cuenta el análisis vertido por el perito Licenciado *****, en mención, para determinar que el actor probó su acción, y no el demandado, basándose el peritaje del Licenciado *****, en documentos que no obran en autos para llevar a cabo su análisis pericial.

Indica que el Juzgador sin fundamentación y motivación alguna pretende agregar un medio de prueba que las partes nunca ofrecieron como medio de convicción, ni fue acompañada al escrito inicial del actor, violando con ello los artículos 1378, 1379 en relación con el artículo 106I todos del Código de Comercio.

Expresa que son las partes quienes ofrecen las pruebas pertinentes para acreditar su dicho y no el juez a libre arbitrio de éste, puesto que se trata de un juicio en materia mercantil, donde las pruebas son ofrecidas y admitidas en su momento procesal oportuno es decir al momento de la demanda por tratarse de documentos base de la acción, y sobre todo los documentos públicos que en caso de no tenerlos a su disposición al momento de la demanda o contestación, las partes tienen que acreditar haberlos solicitado en términos del artículo 1061, del mismo ordenamiento legal.

Que en el caso no obra solicitud alguna de dichos documentos, puesto que el propio actor ofreció como pruebas de su parte copias certificadas del mencionado documento y los exhibió junto con su demanda inicial, nuca solicitó los originales de dicha actuación ministerial.

Los anteriores agravios resultan infundados toda vez que el A-quo no actuó de manera arbitraria, ni va más allá del planteamiento de la compañía actora y del demandado en los ofrecimientos de las pruebas periciales, como se verá.

De las constancias de autos concretamente a foja trescientos cuarenta y siete de autos, se observa que el actor al ofrecer la prueba pericial, solicitó se citara en el domicilio del demandado al arquitecto *****, en su carácter de representante legal del grupo accionado, para que compareciera ante la presencia del juez a efecto de que exhibiera el original de su credencial de elector, para que en su presencia plasmara hasta en tres ocasiones la firma que utilizó para firmar su escrito de contestación a la demanda todo ello para que el perito pueda practicar y dictaminar sobre los siguientes puntos a versar y cuestiones a resolver:

"a).- Que haga un estudio comparativo y análisis de sus rasgos o grafismos contenidos en todas las firmas que aparecen en su credencial para votar, las que plasme en presencia de su señoría, escrito de contestación a la demanda y documento denominado "acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido" de fecha 11 de septiembre del año 2012" y que obra en autos en vía de prueba documental pública pre-constituida y expedida por el Ministerio Público.- b).- Que para que realice el estudio y análisis de todas y cada una de las firmas y pueda tomar las fotografías y/o material sensible que sean necesarias para hacer el dictamen correspondiente.- c).- Que el perito, para obtener el material necesario se le ponga a la vista las firmas que se plasmaron en presencia de su señoría, en el original del escrito de contestación a la demanda, de la credencial de elector, en el documento denominado "acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido", de fecha 11 de septiembre del año 2012" expedido por el Ministerio Público de tal forma que de acuerdo con los ángulos de los rasgos o grafismos que resulten de cada una de las firmas pueda estudiar y determinar los rasgos comunes en cada una de las firmas y las describa en su dictamen, así de esta forma pueda determinar la siguiente cuestión.-

Si la firma que aparece en cada uno de los documentos descritos, son provenientes del mismo puño y letra del Arquitecto *****."

Con relación a dicha probanza se ordenó dar vista al grupo demandado para que manifestara lo que a su derecho conviniera con relación a la pertinencia de la prueba, por su parte el Arquitecto *****, al evacuar la vista en su carácter de apoderado legal de la empresa ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V., manifestó entre otras cosas que para no quedar en estado de indefensión Ad cautelam nombraba como perito a *****, licenciado en Criminología, y en atención a la preparación de la misma señaló como documento impugnado y objetado, la firma dubitable que supuestamente plasmó en el "acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido" del once de septiembre del dos mil doce, y la cual falsamente menciona el actor que se trata de una prueba documental pública en el juicio, para que el perito vea analice la firma que aparece en dicho escrito, y la compare con la firma indubitable que en ese momento presenta por esa vía, la estampada en el escrito al calce del mismo, y las demás que obran en el juicio y una vez comparando la firma dubitable del documento impugnado, con la firma indubitable estampada de su puño y letra en los documentos señalados, el perito analice y determine los cinco puntos a que se refiere en su escrito de cuenta.

En auto del diez de octubre del año dos mil catorce, se admitió como prueba de la actora la pericial que indica, la que versaría sobre los puntos que menciona el oferente, con los puntos y cuestiones ampliados por el demandado en su escrito de cuenta.

Mediante escrito presentado el trece de enero del año en curso, el perito tercero en discordia en lo que interesa manifestó:

"...Que en mi carácter de perito TERCERO EN DISCORDIA, vengo por medio del presente escrito a solicitarle a su Señoría, tenga a bien expedirme el correspondiente oficio dirigido al C. LIC. JOSE DE JESÚS HERNÁNDEZ CAO ROMERO, Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en Delitos contra el Patrimonio de la Coordinación de Ministerios Públicos, para que ponga a la vista del suscrito el original del acta de Entrevista de Testigo, Víctima u ofendido de fecha 11 de Septiembre del año 2012, que se encuentra en los autos de la carpeta de investigación identificada con el número 4010/2012, y en la cual se localiza estampada la firma del Señor *****, misma que ha sido objetada por la demandada y la cual es sujeta a estudio en su carácter de firma dubitada, esto con el fin de estar en condiciones de rendir mi dictamen correspondiente."

A lo que el natural proveyó: "DURANGO, DGO., A VEINTITRÉS DE ENERO DEL AÑO DOS MIL QUINCE.- A sus autos los escritos presentados por el Licenciado *****...-Con relación a lo demás que solicita, gírese atento OFICIO al C. LICENCIADO JOSÉ DE JESÚS HERÁNDEZ CAO ROMERO, Agente del Ministerio Público adscrito a la Unidad especializada en Delitos contra el Patrimonio de la Coordinación de Ministerios Públicos, para que ponga a la vista del perito tercero en discordia el C. LICENCIADO *****, el original del acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido de fecha 11 de septiembre de 2012 que se encuentra en la carpeta de investigación No. 4010/2012 a fin de que tenga acceso a la firma del señor *****, la cual es sujeta a estudio por haberla señalado como firma dubitada ..."

Al respecto, conviene precisar que el ofrecimiento y desahogo de la prueba pericial se encuentran regulados en los artículos 1252 al 1258 del Código de Comercio, y aun cuando su oferente es quien señala los puntos que debe contener el dictamen que rindan los expertos, de conformidad con el artículo 1254 del Código en cita el juez dará vista a la contraria por el término de tres días para que manifieste sobre la pertinencia de la prueba y proponga la ampliación de otros puntos y cuestiones, si así lo estima, además de los formulados por el oferente para que los peritos dictaminen y para que designe perito de su parte.

En la especie el actor ofreció la prueba pericial en los términos descritos, por su parte el Arquitecto *****, al evacuar la vista señaló como documento impugnado y objetado, la firma dubitable que “supuestamente” plasmó en el "acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido" del once de septiembre del dos mil doce, la que fue admitida y versaría sobre los puntos que menciona el oferente, así como los del demandado y las cuestiones ampliadas por éste en su escrito de cuenta, de ahí que el perito realizara su petición de que se le pusiera a la vista el original del acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido del once de septiembre del dos mil doce, que se encuentra en la carpeta de investigación identificada con el número 4010/ 2012 en la cual se localiza estampada la firma de *****, la cual ha sido objetada por la demandada, y sujeta a estudio en su carácter de firma dubitada, ello con el fin de rendir su dictamen pericial correspondiente.

En virtud de lo anterior debe decirse que contrario a lo alegado por el apelante, el perito tercero en discordia no fue más allá de lo planteado por la compañía actora y grupo demandado, habida cuenta que el propio perito determinará válidamente de que signos gráficos habrá de valerse para rendir su dictamen, por ser el experto en el punto a dilucidar, de ahí que el acuerdo del veintitrés de enero del año dos mil quince, no fue dictado de forma ilegal.

Por otra parte si bien es cierto el A-quo omitió citar el fundamento legal en que apoyó su determinación, y de conformidad con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso, y por lo segundo, que señalen las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto, y toda resolución debe respetar dichas garantías, cierto también es que si los razonamientos son legales y conducentes para la resolución del caso, el auto del veintitrés de enero de dos mil quince, es de considerarse debidamente fundado aunque sea en forma implícita, pues se resuelve conforme a lo solicitado.

Resulta aplicable al caso, la tesis de jurisprudencia I.1o.C.J/1, emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, visible en página 134, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Materia Civil, de rubro y texto:

"FUNDAMENTACION. GARANTIA DE. SE CUMPLE AUN CUANDO LA AUTORIDAD OMITA CITAR LOS PRECEPTOS QUE APOYAN SU DECISION.-Si bien el artículo 16 de la Constitución General de la República consagra las garantías de fundamentación y motivación y, por ende, toda resolución debe respetarlas; en materia civil, si los razonamientos hechos en la parte considerativa son jurídicos y resuelven con acierto la controversia, aunque la autoridad omita citar expresamente los preceptos de la ley en que apoya su decisión, si del estudio que se haga se advierte que es jurídicamente correcta, porque sus razonamientos son legales y conducentes para la resolución del caso, debe considerarse debidamente fundada, aunque sea en forma implícita, pues se resuelve conforme a la petición en los agravios, por lo que no puede existir duda respecto de los preceptos supuestamente transgredidos, cuando es el propio promovente quien plantea los supuestos a resolver, por lo que aun cuando no hayan sido explícitamente citados, debe estimarse que sí fueron cabalmente respetados y, en consecuencia, la resolución intrínsecamente fundada.

Además, si el Arquitecto *****, objetó en cuanto a su firma la prueba documental ofrecida por la compañía actora, no es arbitraria la determinación del juez al autorizar al perito tercero en discordia Licenciado *****, a elaborar un análisis comparativo de las supuestas firmas sobre el documento original, ni se agravia al demandado hoy apelante, pues con ello se alcanza la seguridad de obtener un resultado que permita al perito llegar a conclusiones indubitables sobre la firma impugnada, pues el propio juzgador cuenta con facultades como rector del proceso para acordar el desahogo de la prueba en la forma que lo estime conveniente, máxime que en el caso no se desvirtúa lo que el oferente quiere probar, es decir si la firma que aparece en el escrito de contestación a la demanda, de la credencial de elector, en el documento denominado acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido de fecha once de septiembre del año dos mil doce, expedido por el Ministerio Público son provenientes del mismo puño y letra del Arquitecto *****.

Dicha atribución encuentra fundamento en los numerales 79 y 80 del Código Federal de Procedimientos Civiles aplicables al Código de Comercio, conforme a su artículo 1054 los cuales disponen:

"Artículo 79. Para conocer la verdad, puede el juzgador valerse de cualquier persona, sea parte o tercero, y de cualquier cosa o documento, ya sea que pertenezca a las partes o a un tercero, sin más limitaciones que las de que las pruebas estén reconocidas por la ley y tengan relación inmediata con los hechos controvertidos."

Artículo 80. Los tribunales podrán decretar, en todo tiempo, sea cual fuere la naturaleza del negocio, la práctica, repetición o ampliación de cualquier diligencia probatoria, siempre que se estime necesaria y sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los puntos controvertidos. En la práctica de esas diligencias, obrarán como lo estimen procedente, para obtener el mejor resultado de ellas, sin lesionar los derechos de las partes, y procurando en todo su igualdad.

De cuya interpretación se colige que los tribunales tienen facultades para ello, y podrán valerse de cualquier medio de prueba establecido por la ley para conocer la verdad de los hechos, que para ello no existen las limitaciones y prohibiciones en materia de prueba establecidos para las partes, y que para la práctica de las diligencias obrarán como lo estimen procedente para obtener el mejor resultado de ellas, sin lesionar los derechos de las partes y procurando la igualdad procesal.

Asimismo, debe decirse que el A-quo no solo tomó en cuenta el dictamen vertido por el perito tercero en discordia para determinar que el actor probó su acción, sino también el del perito de ésta, el cual elaboró estimando como firma dubitable la que aparece en la copia certificada del documento denominado acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido de fecha once de septiembre del año dos mil doce, y que obra en autos, así como el enlace lógico, integral, armónico de las pruebas valoradas en su conjunto.

Al resultar infundados los agravios de la apelación de tramitación conjunta con la sentencia definitiva en contra del auto del veintitrés de enero del dos mil quince, esta Sala procede enseguida a estudiar los agravios expresados en contra de la sentencia definitiva ello atento al contenido del artículo 1344 último párrafo de la legislación mercantil.

II.- Previo el análisis de los agravios expresados, por el demandado, hoy apelante resulta oportuno mencionar que de las constancias que forman el juicio de origen se advierte que el accionante por conducto de su apoderado legal demandó en la vía ordinaria mercantil de la empresa constructora “GRUPO ALCA ARQUITECTOS S. A. DE C. V., las siguientes prestaciones:

a).- El pago de daños y perjuicios por la cantidad de $5’143,584.38 (CINCO MILLONES CIENTO CUARENTA Y TRES MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO PESOS 38/100 M.N.), ocasionados en mercancías de la propiedad e inmueble arrendado respectivamente, por su asegurado NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. DE C.V., ubicado en Avenida 20 de Noviembre, número 616, Oriente, esquina con calle General Blas Corral, de esta ciudad, para efectos de publicidad comercial se identifica como “ACE HOME CENTER”.

b).- El pago de un interés legal sobre la suma que se le cubrió al asegurado NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. DE C.V., por mora en el cumplimiento de su obligación de reparar el daño conforme al artículo 362 del Código de Comercio.

c).- El pago de gastos y costas procesales que se originen con motivo de la demanda y/o por causa imputable a la demandada derivada del incumplimiento de su obligación de reparar el daño.

En el capítulo de hechos narró el apoderado legal de la compañía accionante que en términos del artículo 66 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, a su mandante se le puso en conocimiento el dieciséis de marzo de dos mil doce, que se había registrado un incendio en el inmueble que ocupa su asegurado NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. de C.V., representada por *****, en el que se ocasionaron pérdidas de vidas de empleados de esa empresa, así como daños a mercancías de ferretería principal giro comercial de ésta, así como a otros bienes muebles propios del mismo giro comercial y al inmueble que ocupa la empresa mercantil en mención el cual tenía arrendado al CONSORCIO INMOBILIARIO ALED S.C., representado por el licenciado *****, hechos que en su momento fueron ampliamente divulgados a la opinión pública por medios de comunicación impresos y televisivos de esta ciudad.

Con motivo de los hechos antes narrados, resultó afectada la póliza de seguro número 67640110 que se tenía celebrada entre GRUPO NACIONAL PROVINCIAL S.A.B., y la asegurada NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. de C.V., motivo por el cual por conducto de su departamento de ajustes atendió el siniestro en cumplimiento al artículo 122 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, asignándosele el número de siniestro 31800857, mismo que se refleja en las constancias notariales y que se integran en un sólo legajo en las copias certificadas de los medios preparatorios a juicio que se tramitaron ante y por el Juez Primero Mercantil, bajo el número expediente 316/2013.

Indicó el representante de la compañía actora que los hechos que provocaron el incendio fueron ocasionados por trabajos de soldadura que se realizaban en la remodelación del edificio arrendado por su asegurada NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. de C.V., a la empresa arrendadora, CONSORCIO INMOBILIARIO ALED S.C., representada por el licenciado *****, como consta en el contrato de indemnización, subrogación y finiquito que obra en la escritura pública número seis mil setecientos setenta y siete, volumen ciento setenta y ocho, misma que en original acompañó al escrito de demanda, y que como producto del incendio se causaron los daños antes señalados.

Manifestó que los trabajadores que realizaban la obra de remodelación, pertenecían a la empresa denominada GRUPO ALCA ARQUITECTOS S.A. de C.V., contratada por ***** y ***** de apellidos *****, en su carácter de representantes legales de las personas morales en mención.

Explicó que el contrato de obra que se celebró por escrito entre las partes antes mencionadas, por motivo del incendio se consumió y debido a esta circunstancia se tuvieron que promover los medios preparatorios a juicio.

Sigue narrando el apoderado legal de la accionante que en la audiencia correspondiente al procedimiento mercantil antes citado, celebrada el tres de mayo del dos mil trece, compareció ***** en su carácter de representante legal de la empresa demandada GRUPO ALCA ARQUITECTOS S.A. de C.V., quien al absolver el pliego de posiciones y a posiciones verbales formuladas en el acto de la diligencia negó la totalidad de éstas a excepción de la octava, a pesar de que en una entrevista que le hicieron elementos de la Dirección Estatal de Investigaciones que obra dentro de la carpeta de investigación número 4010/2012, reconoció que: a).- Había aceptado proporcionar los nombres de los trabajadores que laboraban para su representada el día del incendio; b).- Que por interpósita persona de apellido ***** o ***** había celebrado un contrato de prestación de servicios con el dueño del edificio y de la empresa comercial y asegurado NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. de C.V.; c).- Negó haber firmado el acta de entrevista aún y cuando lo hizo ante los mismos elementos de la Dirección Estatal de Investigaciones, que ésta actuación ministerial es parte de la investigación que se inició con motivo del hecho narrado con antelación, por tal motivo acompañó en copia certificada por el mismo fiscal que tiene a su cargo la investigación.

Expresó que los daños fueron causados por las obras consistentes en los trabajos de soldadura que realizaba la empresa denominada GRUPO ALCA ARQUITECTOS S.A. DE C.V., causa que se encuentra acreditada en la carpeta de investigación 4010/2012 mediante el dictamen técnico y pericial del diecisiete de marzo de dos mil doce, signado por los peritos ***** y ***** adscritos a la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General, mismo que se acompaña en copia certificada por el fiscal que tiene a su cargo la investigación como anexo cinco.

Sostiene que la demandada tiene la obligación de pagar los daños ocasionados por sus trabajadores, en los términos de lo dispuesto por el artículo 1924 del Código Civil Federal de aplicación supletoria en la materia y 111 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, a su representada, a quien su asegurada NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN S.A. de C.V., le ha subrogado sus derechos una vez que le ha cubierto la indemnización correspondiente atento a lo dispuesto por los artículos 111 y 122 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, hecho que se acredita mediante el instrumento notarial del tres de agosto de dos mil doce, expedido por el Notario Público número 18, Licenciado JOSÉ ANTONIO ALVARADO RUIZ, con ejercicio en esta demarcación notarial y que en copia certificada acompaña a la demanda.

Expresa el representante legal de la actora que la empresa demandada GRUPO ALCA ARQUITECTOS S.A. DE C.V., en su carácter de patrón de los trabajadores que realizaban las labores de la remodelación al exterior del edificio, resulta obligada a reparar el daño causado por éstos últimos en los términos del numeral sustantivo civil federal en cita, ya que al estar realizando los trabajos de soldadura no tomaron ninguna providencia o medidas de seguridad tendentes a evitar el incendio que causó los daños, debiendo tomar las que fueran necesarias para evitar cualquier eventualidad de un siniestro, y que la accionada por conducto de quien estuvo encargado de la obra, hubiera de haber ordenado a sus trabajadores la implementación de todas las medidas de seguridad propias a los trabajados que estaban realizando, prueba de ello fue la causa de que se haya originado el incendio con los resultados descritos.

Señala que su representada GRUPO NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B., en cumplimiento a su obligación derivada del contrato de seguro, realizó el pago de la indemnización a su asegurado por $5’143,584.38 (CINCO MILLONES CIENTO CUARENTA Y TRES MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO PESOS 38/100 M.N.), de común acuerdo y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 86 y 91 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, cantidad que le fue entregada al asegurado NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. de C.V., mediante los cheques que se describen en los tres recibos que se elaboraron ante la presencia del Notario Público Número 18, licenciado JOSÉ ANTONIO ALVARADO RUIZ, los que adjuntó a su escrito inicial.

Aclaró que el pago de los daños, se efectuó siguiendo las instrucciones del representante legal de la empresa arrendadora CONSORCIO INMOBILIARIO ALED, S.C., licenciado *****, como consta en el documento del veinticuatro de mayo del dos mil doce, que le fue presentado a su representada y que acompaña en copia certificada, concluyendo en el sentido de que en cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 1378 del Código de Comercio, manifiesta que cada uno de los documentos que acompaña tienen relación directa e inmediata con la demanda y los testigos ***** y ***** de apellidos ***** que presenciaron lo acontecido.

Por su parte el Arquitecto *****, en su carácter de apoderado legal de la empresa demandada GRUPO ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V, negó que la compañía de SEGUROS NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B., tuviera derecho y la acción para reclamar las prestaciones que señala en su escrito de cuenta, opuso entre otras las siguientes excepciones y defensas:

II.- Falta de acción y de derecho de la actora para reclamarle $5’143,584.38 (CINCO MILLONES CIENTO CUARENTA Y TRES MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO PESOS 38/100 M.N.); III.- La de nulidad del acto y falsedad de los hechos; IV.- La de falta de acción y derecho de la actora; V.- La de nulidad del acto y falsedad de hechos; VI.- La de obscuridad en el modo de plantearse la demanda y la de falsedad de los hechos; VII.- La de falsedad de los hechos y la de que su representada es ajena al accidente acontecido el dieciséis de marzo de dos mil doce; VIII.- La falta de acción y derecho de la accionante, con base en el artículo 1924 del Código Civil federal; IX.- La de falta de legitimación activa e interés jurídico de la parte actora; X.- Todas las excepciones y defensas que se derivan de la contestación de la demanda y que se expresaron al dar respuesta a las prestaciones a los hechos y al derecho; XI.- Sine actione agis; y, IX.- (sic) La de falta de acción y de derecho de la actora para reclamarle el pago de gastos y costas judiciales.

De la resolución impugnada se aprecia que el A-quo estimó procedente la vía intentada por ser una sociedad mercantil dedicada a realizar contratos de seguros; previo al estudio de la acción intentada, analizó la excepción de falta legitimación activa e interés jurídico, la cual consideró improcedente declarando que el actor se encuentra legitimado en el juicio de origen para reclamar las prestaciones que cita en su escrito inicial.

Enseguida se refirió a la litis planteada, a las pruebas ofrecidas por el actor, la confesional a cargo de GRUPO ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V; la testimonial a cargo de ***** y ***** de apellidos *****, los documentos fundatorios de su acción, copia certificada de la póliza múltiple, copia certificada de los actos judiciales mercantiles expediente número 316/2013, copia certificada de la escritura pública número seis mil setecientos setenta y siete, la cual dijo el A-quo contiene contrato de indemnización, subrogación y finiquito, en el que aparece como contratantes CONSORCIO INMOBILIARIO ALED, S.C., NUEVA VIZCAYA DISTRIUCIÓN, S.A. de C.V., y GRUPO NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B., copia certificada del acta de entrevista y declaración de testigos, copia certificada del dictamen emitido por el Licenciado *****, perito en Incendios y Explosivos el treinta de marzo de dos mil doce, tres recibos en copia certificada del tres de agosto y veinticuatro de octubre, ambos del año dos mil doce, y del nueve de enero de dos mil trece, copia certificada del oficio del veinticuatro de mayo de dos mil doce, en el cual el apoderado legal de CONSORCIO INMOBILIARIO ALED, S.C. autoriza a la actora GRUPO NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B. para que indemnice directamente a NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. de C.V., de los daños del edificio y la prueba pericial en grafoscopía y documentoscopía.

Luego hizo alusión a las pruebas ofrecidas por el grupo demandado consistentes en la confesional a cargo de GRUPO NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B., la testimonial a cargo de ***** y *****, por último, hizo alusión a la prueba instrumental de actuaciones y presunciones legales y humanas.

Estableció el juzgador que al haber quedado acreditado en autos el siniestro de la asegurada, la celebración del contrato de seguro, la causa que originó el siniestro, la suma pagada por la hoy accionante en concepto de indemnización, la subrogación a favor de la hoy actora de los derechos que pudiese tener la asegurada, la relación contractual celebrada entre el hoy demandado para realizar trabajos de remodelación, en ACE HOME CENTER, las personas que llevaron a cabo entre otras encomiendas la de soldadura, dado un enlace lógico, integral, armónico y natural de las pruebas relatadas lo procedente era condenar al demandado GRUPO ALCA ARQUITECTOS, S.A. de C.V., al pago de la cantidad de $5'143,584.38 (CINCO MILLONES CIENTO CUARENTA Y TRES MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO PESOS 38/100 M.N.), por concepto de daños y perjuicios derivados del siniestro acontecido en la asegurada, así mismo en términos del artículo 362 del Código de Comercio, al pago de intereses legales a razón del 6% anual computados desde el día en que se le emplazó a juicio, absolviéndolo del pago de gastos y costas pues consideró que no se actualiza ninguno de los supuestos a que hace alusión el artículo 1084 del Código de Comercio.

Resolviendo en el sentido de: "PRIMERO.- Ha procedido la vía ordinaria mercantil.- SEGUNDO.- La parte actora C. LIC. ***** en su carácter de apoderado legal de GRUPO NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B., probó su acción y la demandada ALCA ARQUITECOS, S.A DEC.V., por conducto de su apoderado legal Arquitecto *****, no probó sus excepciones.- TERCERO.- Consecuentemente se condena a ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V., al pago de la cantidad de (CINCO MILLONES CIENTO CUARENTA Y TRES MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO PESOS 38/100 M.N.)., así como al pago de intereses a razón del tipo legal 6% anual, desde el día en que se le emplazó a juicio, concediéndose un término de cinco días contados a partir del día que causa ejecutoria esta resolución."

III.- Resulta fundado en parte más inoperante para modificar el sentido del fallo el agravio primero en el que el recurrente se duele en esencia de que el A-quo en el considerando quinto determinó en forma ilegal que los documentos que presentó la actora como fundatorios de la acción, no ofrecen controversia, violando el principio de congruencia contenido en los artículos 1077, 1324, 1327, 1329 del Código de Comercio.

Alega que en su escrito de contestación opuso como excepción procesal la marcada con el número tres romano consistente en: NULIDAD DEL ACTO Y FALSEDAD DE HECHOS, la que relacionó con el hecho segundo de su escrito de contestación (transcribiendo al efecto la excepción marcada con el número tres romano así como la contestación al hecho segundo de demanda).

Expresa el recurrente, que el A-quo omitió el análisis y resolución de la excepción opuesta y el hecho que transcribe, violando el principio de congruencia y exhaustividad y en consecuencia las garantías de legalidad y seguridad jurídica que tutelan los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos antes mencionados y con los numerales 349 y 352 del Código Federal de Procedimientos Civiles, que mencionan que la sentencia se ocupara exclusivamente de las personas, acciones y excepciones materia del juicio bastando que una excepción sea procedente para que se tomada en cuenta al decidir la controversia y cuando hayan sido varios los puntos litigiosos se hará la debida separación, la declaración correspondiente a cada uno de ellos.

En el caso, el Juez sólo se limitó a mencionar simple y llanamente sin ninguna fundamentación "LO CUAL SE CONSIDERA NO HUBO CONTROVERSIA", siendo completamente falsa dicha afirmación.

Al respecto cabe decir que del escrito de contestación a la demanda se aprecia que el demandado en el capítulo de excepciones opuso la de NULIDAD DEL ACTO Y FALSEDAD DE LOS HECHOS, identificada con el número tres romano en la que hace valer que en los documentos que acompañó la actora y que amparan las pólizas de los seguros de NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. de C.V., (anexo dos), aparecen diversas personas morales beneficiadas o contratantes de los seguros, que en efecto se trata de la póliza número *****, pero con nombre del contratante, domicilio, razón social, registro federal de contribuyentes distintos, los cuales describió ampliamente en el hecho segundo de su escrito de contestación pidiendo se le tenga por reproducido el mismo, por lo tanto, son completamente diferentes a la empresa que reclamó el seguro: NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. DE C.V, siendo inoperantes dichas documentales como base de la acción del actor.

Asimismo manifiesta el demandado en su excepción que la empresa NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. DE C.V, quien es la beneficiaria directa del seguro a que hace mención el actor, es persona distinta a la que se menciona en las documentales, ya que ostenta diferente razón social, siendo una la anteriormente señalada y la otra con el nombre de NUEVA VISCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. DE C.V, que en el caso el actor nunca hace mención que sean las mismas personas morales.

Por otra parte de la resolución impugnada no se advierte que el juzgador se hubiera referido a lo manifestado por el demandado en dicha excepción, así como a lo manifestado al contestar el hecho segundo relativo a que la actor nunca precisó los daños ni cuáles fueron las pérdidas humanas, no menciona cantidades precios, valores de lo dañado, ni acompaña documento alguno donde describa cada una de sus pérdidas, siendo procedente su excepción opuesta de obscuridad y defecto legal de la demanda, omitiendo observar el principio de congruencia que rige el procedimiento, que tiene por objeto atender a la naturaleza del juicio conforme a la litis integrada el cual se contiene en el los artículos 1077 y 1329 de Comercio, de ahí lo fundado del agravio relativo.

No obstante lo anterior, las excepciones de mérito resultan improcedentes, porque del análisis de la póliza múltiple para empresas número ***** se desprende que como contratante aparece FERRETERIA DURANGO, S.A. DE C.V., como aseguradas: MAYORISTAS EN CERÁMICA, S.A. DE C.V; FERRETERIA DURANGO, S.A. DE C.V.; NUEVA VISCAYA DISTRIBUCION, S.A. DE C.V.; INMOBILIARIA PLOMER, S.C., NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN,S.A, de donde se infiere que esta última empresa quien es la beneficiaria del seguro, no es persona moral distinta a la que se menciona en las documentales, como lo pretende hacer valer el demandado al contestar el hecho segundo y por consiguiente al oponer la excepción marcada con el número tres romano, cuando relaciona las diversas personas morales beneficiadas en doce incisos, y en ninguno aparece el nombre de NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. DE C.V., tal y como se puede apreciar en su escrito de contestación (fojas 295 y 296 de autos).

Habida cuenta que de la escritura pública número seis mil setecientos setenta y siete, volumen ciento setenta y ocho, del tres de agosto del año dos mil doce, a cargo del Notario Público número dieciocho, licenciado *****, con ejercicio en esta demarcación notarial, que contiene contrato de indemnización, subrogación y finiquito celebrado entre CONSORCIO INMOBILIARIO ALED, S.C., representado por el licenciado *****, NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. DE C.V., representado por ***** y GRUPO NACIONAL PROVINCIAL, S.A.B., representando por *****, se desprende que en la cláusula primera GRUPO NACIONAL PROVINCIAL S.A.B., manifestó su conformidad con el escrito que le dirige CONSORCIO INMOBILIARIO ALED, S.C., amparando el mismo inmueble respecto del riesgo del incendio, y por consiguiente acepta que la pérdida parcial del bien materia del arrendamiento se encuentra amparada bajo el seguro contratado por NUEVA VIZCAYA DISTRIBUCIÓN, S.A. de C.V., hasta por el límite de las sumas aseguradas señaladas en el capítulo de declaraciones inciso "B", del convenio aceptando de tal forma las partes que opere la concurrencia de dicha póliza.

Por lo que se considera que dicha documental resulta apta para acreditar el contrato de seguro, entre las empresas citadas, y que este cubre a las empresas antes mencionadas, tal y como lo determinó el A-quo en la resolución recurrida, por lo que la excepción marcada con el número tres romano deviene improcedente

Por otro lado, al haberse celebrado un contrato de seguro con la aseguradora y al haber ésta cubierto una determinada cantidad como responsable de los daños y perjuicios sufridos, la finalidad de la acción es obtener la restitución de las cantidades pagadas con motivo de esta responsabilidad, cabe puntualizar que en tratándose de la indemnización de daños y perjuicios ocasionados extracontractualmente el demandante sólo está obligado a justificar su acción y no su derecho que proviene de la ley, la justificación de la acción se realiza acreditando la calidad en el actor, y la realización de los hechos dañosos, razón por la que se estima no existe obscuridad en la demanda, por lo que resulta improcedente la excepción relativa, de ahí lo inoperante del agravio que se analiza.

IV.- El segundo agravio resulta fundado en parte, pero inoperante; en síntesis se hace consistir en que el A-quo ilegalmente tomó en cuenta las documentales que ofreció el actor para dictar la resolución combatida, siendo que nunca son mencionadas, ni admitidas en el juicio ni hace relación de ellas, que en el auto del tres de octubre del dos mil catorce, solamente admitió como pruebas de la actora las siguientes: la confesional, la testimonial, la instrumental de actuaciones y la de presunciones legales y humanas dejando pendiente la pericial hasta la vista de la misma.

Arguye el recurrente que en dicho auto de admisión de pruebas no obra ninguna documental pública ni privada ofrecida por la actora, por lo tanto tales medios de convicción (documentales) que supuestamente venían acompañando al escrito inicial de demanda no se debieron tomar en cuenta para dictar la sentencia y menos para llevar a cabo la pericial en grafoscopía y documentoscopía, por no estar presentados como pruebas de la actora.

Indica que en el auto inicial de admisión de la demanda del trece de enero del dos mil catorce, solamente menciona:…CON VISTA NUEVAMENTE EN SU ESCRITO INICIAL DE DEMANDA, CON LOS ANEXOS QUE ACOMPAÑA Y COMO LO SOLICITA, CON FUNDAMENTO EN LOS ARTÍCULOS…, pero no menciona que tipo de anexos son, si se trata de pruebas o documentos fundatorios de la demanda o documentales preconstituidas violando los artículos 1063 y 1077 del Código de Comercio, por lo tanto no debieron atribuirles valor probatorio.

Manifestó además que el Juez no tomó en cuenta la impugnación de las documentales, pues nada acordó, ni mucho menos los menciona en la sentencia que se combate, que la pericial que se menciona nunca se debió de llevar a efecto, ni admitirse, ya que la misma se llevó a cabo sobre un documento que nunca fue admitido ni ofrecido, que el desahogo de la prueba pericial del actor era innecesaria por no tener relación con las pruebas ofrecidas por el demandante y por ende desecharse de plano.

Expresa el recurrente que ninguna de las documentales que anexo la actora a su escrito inicial de demanda fueron ofrecidas por el actor como pruebas de su intención que en el auto de admisión de demanda la autoridad solo menciona que se acompañaron los originales al escrito inicial y que se guardaron en la seguridad del juzgado, así como las copias de los mismos pero nunca menciona ni admite una prueba documental preconstituida.

Alega el apelante que en caso de haberlas mencionado el actor en su escrito inicial, dichos documentos que acompañó no cumplen con los requisitos que instituye el artículo 1198 del Código de Comercio, ni mucho menos hace una relación de dichas documentales en su ofrecimiento de pruebas del veintiséis de septiembre del año dos mil catorce.

Explica que en el auto de admisión de pruebas la autoridad nunca las menciona ni las tiene por admitidas, que al no ser ofrecidas conforme a derecho, ni admitidas no tienen por qué tomarse en cuenta para la resolución de la sentencia, ni mucho menos debió tomarse en cuenta para la prueba pericial del actor que influyó en la sentencia impugnada, por lo tanto no es procedente dicha probanza por no tener relación directa con los medios de prueba admitidos al actor y sobre todo una supuesta "acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido" del once de septiembre del dos mil doce, y la cual falsamente menciona el actor que se trata de una prueba documental pública en el juicio, ya que no obra en los autos del principal, ni en el ofrecimiento de pruebas del actor ratificación alguna de su contenido y de quien o quienes intervinieron en dichos hechos, al igual que en el supuesto dictamen técnico pericial del diecisiete de marzo del dos mil doce, signado bajo la carpeta número 4010/2012, ya que al tratarse de un proceso penal, las documentales penales debieron de haberse ratificado ante el Juzgado por quien o quienes las expidieron y las personas que intervinieron en dichos documentos, que al no ser reconocidas y ratificadas ante la autoridad civil correspondiente, las mismas carecen de valor probatorio alguno.

Señala el apelante que el juez de la causa las toma en cuenta, yendo más allá de sus atribuciones legales supliendo las deficiencias del escrito inicial del actor, que de antemano se negaron dichos documentos y se objetaron en su oportunidad, pero el juzgador no menciona nada con respecto a la negación y objeción de los mismos ni con todo lo manifestado en su escrito del ocho de octubre del dos mil catorce.

Manifiesta que tales probanzas no cumplen con los requisitos de ley, porque el oferente de la prueba en el caso el actor no expone motivo o causa, que lo lleve a crear convicción respecto de sus asertos, esto es, si las mismas con conducentes para verificar el hecho o hechos a demostrar por parte de la actora, sin embargo el Juez primigenio las toma en cuenta en forma ilegal sin estar ofrecidas como pruebas, trascendiendo en el fallo y condenando a su representada al pago.

El agravio segundo resulta infundado porque contrario a lo expresado por el apelante, basta que los documentos sean exhibidos con la demanda como lo exige el artículo 1061 fracción III, del Código de Comercio, para que el juez los tome en cuenta al momento de resolver, sin que sean ofrecidos formalmente, con los requisitos de idoneidad y pertinencia previstos en el diverso artículo 1198 del citado Código, esto es, indicando el hecho o hechos que traten de demostrar con ellos, así como las razones por las cuales considere el oferente que demostrará sus afirmaciones, puesto que al tratarse de elementos de prueba que se relacionan al momento de relatar los hechos de la demanda, por ser fundatorios de la acción ejercida, queda definido el papel que juega su aportación.

En esa virtud para ser valorados por el juzgador, es suficiente que se aporten en términos de la regla especial contemplada en el primero de los preceptos citados, en cuyo caso no es aplicable la regla general para el ofrecimiento de pruebas a que alude el diverso artículo 1198, dado que en éste, sólo se incluyen las pruebas distintas a los documentos en que se funda la acción, como son la inspección, pericial, entre otras, las cuales hasta el momento de ofrecerse, se vinculan con determinados hechos de la demanda, de ahí la necesidad de que en relación con éstas, se cumplan las exigencias previstas en dicho numeral, lo que no acontece tratándose de los documentos en que se funde la acción.

Corrobora lo anterior la tesis V.1o.C.T.93 C, emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil, y del Trabajo del Quinto Circuito, visible en página 1167, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, que a la letra dice:

"JUICIO ORDINARIO MERCANTIL. BASTA CON QUE LOS DOCUMENTOS FUNDATORIOS DE LA ACCIÓN SE EXHIBAN ANEXOS A LA DEMANDA PARA QUE SE TOMEN COMO PRUEBAS AL MOMENTO DE RESOLVER EN AQUÉL.- Basta con que los documentos base se exhiban anexos a la demanda, como lo exige el artículo 1061, fracción III, del Código de Comercio, para que se tomen como pruebas al momento de resolver el asunto, sin necesidad de que sean ofrecidos formalmente, con los requisitos de idoneidad y pertinencia previstos en el diverso artículo 1198 del citado código, esto es, indicando el hecho o hechos que traten de demostrar con ellos, así como las razones por las cuales considere el oferente que demostrará sus afirmaciones, puesto que al tratarse de elementos de prueba que se relacionan al momento de relatar los hechos de la demanda, por ser fundatorios de la acción ejercida, queda definido el papel que juega su aportación; de tal suerte que, para ser valorados por el juzgador, es suficiente que se aporten en términos de la regla especial contemplada en el primero de los preceptos citados, en cuyo caso no es aplicable la regla general para el ofrecimiento de pruebas a que alude el diverso artículo 1198, dado que en éste, sólo se incluyen las pruebas distintas a los documentos en que se funda la acción, como son la inspección, pericial, entre otras, las cuales hasta el momento de ofrecerse, se vinculan con determinados hechos de la demanda, de ahí la necesidad de que en relación con éstas, se cumplan las exigencias previstas en dicho numeral, lo que no acontece tratándose de los documentos en que se funde la acción."

Por otro lado resulta fundada la parte del agravio relativa a que los documentos que ofreció el actor se negaron y se objetaron en su oportunidad pero el juzgador no mencionó nada con respecto a la negación.

En efecto, del escrito de contestación a la demanda se aprecia que el demandado impugnó y objetó en cuanto a su alcance y valor probatorio y por falsedad de declaración las documentales ofrecidas por la actora sobre todo la supuesta entrevista con los elementos de investigación.

Así como las marcadas como anexo seis en el escrito inicial de demanda en cuanto a su alcance y valor probatorio, ya que provienen de una autoridad incompetente, se trata de una copia de un dictamen pericial del treinta de marzo de dos mil doce, por parte del perito en Incendios y Explosivos Licenciado *****Z, en donde rinde un informe sobre una presunta responsabilidad penal, pero no ante el juzgado, por lo tanto se trata de un indicio sin valor, por último objetó los demás documentos en cuanto a su valor y alcance probatorio, pues dijo provienen de un tercero.

Se dice que dichos documentos fueron objetados en su oportunidad por el demandado porque si bien el artículo 1247 del Código de Comercio establece que las partes sólo podrán objetar los documentos en cuanto a su alcance y valor probatorio dentro de los tres días siguientes al auto admisorio de pruebas tratándose de los presentados hasta entonces, que no será necesario para la objeción a que se refiere el artículo la tramitación incidental, lo cierto es que el plazo de tres días que prevé dicho numeral únicamente tiene el propósito de fijar la preclusión del derecho de las partes a objetar los documentos presentados en juicio, es decir precisar el límite del tiempo en que se puede ejercer tal prerrogativa y después del cual quedar extinguida, más no el de impedir que tal derecho se ejerza respecto de los documentos presentados antes de abrirse el juicio a prueba como es el caso de los exhibidos por el actor en la demanda.

Por lo tanto si la objeción de los documentos que se formuló en la contestación, esta se debe considerar hecha oportunamente, sin que haya reiteración o ratificación en el periodo de pruebas.

Así lo ha sostenido la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de jurisprudencia 1a./J.14/2013 (10a), visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 1, página 729, de rubro: "OBJECIÓN DE DOCUMENTOS PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1247 DEL CÓDIGO DE COMERCIO REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 17 DE ABRIL DE 2008. PUEDE PLANTEARSE COMO UN ACTO PROCESALMENTE VALIDO AL MOMENTO DE CONTESTAR LA DEMANDA"

Respecto al valor de la prueba documental denominada acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido debe decirse que se trata de una documental pública ello atento a las siguientes razones y consideraciones.

El artículo 1237 del Código de Comercio establece:

"Artículo 1237.- Son instrumentos públicos los que están reputados como tales en las leyes comunes, y además las pólizas de los contratos mercantiles celebrados con intervención de corredor y autorizados por éste conforme a lo dispuesto en el presente Código."

De su contenido se advierte que no define que son los instrumentos públicos y remite a los que están reputados como tales en las leyes comunes por lo que se debe de atender al artículo 327 fracciones II y V del Código de Procedimientos Civiles para el Estado que los define como :

"Artículo 327.- Son documentos públicos: ...II.- Los documentos auténticos expedidos por funcionarios que desempeñan cargo público en lo que se refiere al ejercicio de sus funciones;...V.- Las certificaciones de constancias existentes en los archivos públicos expedidas por los funcionarios a quienes competa."

En esa virtud la copia certificada del acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido, expedida por el Licenciado JOSUÉ DE JESÚS HERNÁNDEZ CAO ROMERO, Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en Delitos contra el Patrimonio de la Coordinación de Ministerios Públicos, de la Fiscalía General del Estado de Durango, en la que hace constar y certifica que las copias fotostáticas que anteceden a la presente certificación consistente en dos fojas útiles relativas a la carpeta de investigación 4010/2012 fueron tomadas directamente del anverso de su original con el que concuerdan legalmente según cotejo que de fe de haber tenido a la vista en esas oficinas en la ciudad de Durango, Durango, a los cinco días del mes de agosto del dos mil trece, resulta ser un documento público.

Cabe decir que dicho documento fue objetado en cuanto a su alcance y valor probatorio e impugnado por falsedad de declaración, por el demandado al contestar la demanda, que la objeción la hizo consistir en que se trata de información no de una confesión ante autoridad competente, por lo tanto lo que se haya mencionado en dicha entrevista es completamente irrelevante para fincarle a su representada algún tipo de relación y obligación contractual con ***** y ***** de apellidos *****, ni con la empresa comercial ACE HOME CENTER, ni mucho menos para fincarle algún tipo de responsabilidad penal o civil por el incendio mencionado, ya que la entrevista no se hizo ante al agente del ministerio público en turno, así que no se trata de una declaración ministerial, ni tiene valor probatorio alguno, negando en nombre de su representada que haya mencionado lo que está plasmado en dicha entrevista.

Manifestó el apelante que la misma debió hacerse ante la autoridad judicial correspondiente, siendo esta el Juez Penal en turno o el propio agente del Ministerio Público, que en el caso dicha declaración debe hacerse ante el A quo en materia mercantil o civil, que conoce del caso, por lo que es un mero indicio sin ningún valor probatorio.

Al respecto, es preciso mencionar que las actuaciones y pruebas rendidas ante la autoridad penal, aportadas por medio de un documento público como lo es la copia certificada legalmente expedida que las contiene, no pueden directamente por sí mismas valer dentro de un juicio civil, o como en el caso mercantil, sin embargo no puede dejar de reconocerse que estando plenamente acreditada su existencia a través del documento público en que constan, tienen algún valor probatorio como indicios, que deben ser tomados en cuenta y valorados por el juzgador, en relación con los demás elementos de convicción traídos al juicio.

Cobra aplicación al caso por analogía la tesis de Jurisprudencia 163, sustentada por la extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en página 171 Apéndice 1917-Septiembre 2011, Tomo V. Civil Primera Parte-SCJN, Primera Sección- Civil Subsección 2- Adjetivo.- Sexta Época, bajo el tenor literal siguiente:

"ACTUACIONES PENALES. SU VALOR PROBATORIO EN JUICIOS CIVILES.- La responsable tiene el deber de estudiar y valorar las actuaciones y pruebas rendidas ante la autoridad penal, si le fueron aportadas por medio de un documento público, como es la copia certificada que las contiene, y que fue legalmente expedida, ofrecida y admitida como prueba en el juicio del orden civil; y si bien es cierto que las declaraciones testimoniales que en esa copia se contienen no pueden, directamente y por sí mismas, valer dentro de ese juicio, como prueba testimonial, no puede dejar de reconocerse que estando plenamente acreditada a su existencia, al través del documento público en que constan, tienen algún valor probatorio que debe ser tomado en cuenta y valorado por el juzgador, en relación con los demás elementos de convicción traídos a juicio. "

Máxime que cuando esas documentales que originalmente tienen valor de indicio adquieren valor probatorio pleno cuando quienes las emitieron comparecen al juicio en donde se ofreció como prueba aquella averiguación previa en documental pública.

Corrobora lo anterior la tesis XVII.2o.C.T.15 C, emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y del Trabajo del Décimo Séptimo Circuito, Tomo XIX, Junio de 2004, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época que dice.

"COPIAS CERTIFICADAS DE UNA AVERIGUACIÓN PREVIA. LOS DICTÁMENES O CONCLUSIONES DE LOS AUXILIARES DEL MINISTERIO PÚBLICO CONTENIDOS EN ELLA ADQUIEREN VALOR PROBATORIO PLENO CUANDO ÉSTOS COMPARECEN, EN UN JUICIO CIVIL, EN SU CALIDAD DE TESTIGOS A RATIFICARLOS.- La Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su anterior integración, en la jurisprudencia número 26, publicada en la página 17 del Tomo IV, Materia Civil, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, de rubro: "ACTUACIONES PENALES. SU VALOR PROBATORIO EN JUICIOS CIVILES.", determinó que en los juicios de esa materia no es dable valorar con el carácter de prueba testimonial las declaraciones rendidas ante la autoridad penal contenidas en las copias certificadas legalmente expedidas de la averiguación previa, sino que deben tomarse en cuenta como meros indicios y valorarse en relación con los demás elementos de prueba existentes. Sin embargo, si en dichas copias certificadas obran dictámenes o conclusiones de los auxiliares del Ministerio Público, en los que se determinaron ciertos hechos, esas documentales, que originalmente tienen valor de indicio, adquieren valor probatorio pleno cuando quienes los emitieron comparecen al juicio civil en donde se ofreció como prueba aquella averiguación previa en documental pública, en su calidad de testigos y ratifican el contenido de esos dictámenes o conclusiones exponiendo la razón de su dicho, tomando en cuenta que al ocurrir esta actuación pueden ser repreguntadas por las partes."

En el caso, el acta de entrevista de testigo, víctima y ofendido no fue ratificada ante la autoridad mercantil por *****, pues desconoció su contenido, como se desprende del escrito de contestación a la demanda al expresar: "...que los agentes que me entrevistaron no apuntaron absolutamente nada en la hoja que se presentó como prueba de la actora, ya que al momento de solicitársela para leerla, dicha hoja está en blanco en la parte del relato de los hechos, diciéndome dichos policías investigadores que iba a llenarla con la información que les había proporcionado y si quería una copia fuera con el Ministerio Público para que me la otorgara, que ellos no me podrían dar nada porque primero tenían que llenarla."

Y si bien al evacuar la vista respecto a la pertinencia de la prueba pericial propuso en la pregunta cuatro de su cuestionario lo siguiente: “4.- Una vez analizada la letra del contenido de la supuesta “acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido” de fecha once de septiembre del dos mil doce, y la cual falsamente menciona el actor que se trata de una prueba documental pública en el presente juicio y comparados con la letra del Arq. ***** estampada como indubitable, el perito determine si los trazos y la letra corresponden a los trazos de la letra del Arq. ***** y en consecuencia si dichas letras y palabras fueron puestas o no por el Arq. ***** de su puño y letra en el documento impugnado.”; cierto también es, que no se pudo determinar por los peritos si dichas letras y palabras fueron puestas o no por el Arquitecto *****, en las relatadas circunstancias debe decirse que el demandado no acreditó que el contenido del documento fuera falso, de ahí que dicha impugnación resulte improcedente, lo que hace inoperante el agravio de mérito.

V.- Resulta fundado más inoperante el agravio tercero, el que en síntesis se hace consistir en que el Juez va más allá de la apreciación y del desahogo de la prueba confesional a cargo GRUPO ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V., que fue desahogada por conducto de *****, en su carácter de apoderado legal, contenida en la copia certificada de los actos judiciales mercantiles expediente número 316/2013, toda vez que introduce argumentos imprecisos basándose en suposiciones de relación entre preguntas y que nada tiene que ver entre ellas, sobre todo declarando y juzgando de manera arbitraria y sin ningún fundamento que *****, llevó a cabo un reconocimiento tácito de que por conducto de sus trabajadores que supuestamente asignó en su momento, con fecha dieciséis de marzo del año dos mil doce, realizaba trabajos de remodelación en el inmueble que ocupa la negociación mercantil denominada ACE HOME CENTER.

Alega el apelante que dicha confesión tácita es completamente falsa y nada tiene que ver con la aseveración de que el demandado tenía conocimiento de los hechos que sucedieron el día dieciséis de marzo del año dos mil doce, y que tomo conocimiento de los mismos la Fiscalía General del Estado, que una cosa es reconocer que pudiera existir una investigación de carácter penal a través de la Fiscalía, y otra cosa es reconocer que su representada estuviera llevando a cabo trabajos de remodelación en el inmueble de la negociación ACE HOME CENTER que de antemano se negó y nada tiene que ver la afirmación de una con la negación de otra, son hechos completamente distintos, por lo tanto nunca reconoció tácitamente dicha primera posición; violando así el juez primario lo dispuesto por los artículos 1211, 1212, 1216, 1217, 1223, 1224, 1225, 1226, 1228, 1231, 1287 y 1289 del Código de Comercio, que se trata de la confesional su ofrecimiento, admisión desahogo y valor de la misma.

Expresa el recurrente, que en el caso el A-quo viola dichos principios puesto que el demandado si se presentó a desahogar esa prueba el tres de mayo de dos mil trece, llevándose a cabo dicha probanza, que nunca estuvo en los supuestos de los numerales 1232 y 1233 del ordenamiento legal invocado, y que fueron inexactamente aplicados.

Indica que nunca estuvo en ningún supuesto para declarársele confeso, que no es otra cosa que el reconocer un hecho como cierto cuando no comparece a absolver posiciones, es decir confesar o reconocer tácitamente un hecho que el demandado nunca reconoció, que puede verse la inexacta aplicación de los artículos en mención al pretender darle un valor de reconocimiento tácito a la posición número uno de dichos medios preparatorios de juicio, que de antemano se había negado en su totalidad y que nada tiene que ver con la posición número ocho puesto que es contraria a la número uno, puesto que se trata de hechos diferentes, ya que el primero habla de si personal de su representada estaba laborando el día dieciséis de marzo del año dos mil doce, y la número ocho versa sobre una denuncia sobre los hechos del día mencionado ante la Fiscalía General del Estado.

Sigue diciendo el apelante que si bien es cierto hablan del mismo día, la segunda trata de una denuncia penal ante el órgano investigador que nada tiene que ver el demandado con la interposición de dicha denuncia, ni se le está acusando de nada, por lo que no tenía que haber explicado como tuvo conocimiento de la misma, ya que eso es irrelevante, pero no suficiente para que el resolutor le finque una responsabilidad del incendio, y de que fue su representada a través de sus trabajadores quienes estaban laborando en el negocio en mención el dieciséis de marzo de dos mil doce, puesto que no son vinculantes, dejándolo en completo estado de indefensión.

Al respecto cabe decir que le asiste razón legal al apelante porque de la prueba confesional a cargo de GRUPO ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V. que fue desahogada por su representante *****, en los actos judiciales mercantiles expediente 316/2013, no se desprende que este haya reconocido de manera tácita la primer pregunta, si bien es cierto al responder a la marcada con el número ocho, en el sentido: “que usted se da cuenta que en relación con los hechos que sucedieron el día dieciséis de marzo del año 2012, tomó conocimiento de los mismos la Fiscalía General del Estado y que por tal motivo se inició la investigación correspondiente con el número de carpeta de investigación 4010/2012.”, dijo ser cierto, no significa que hubiera reconocido de manera tácita que por conducto de sus trabajadores que asignó en su momento, del dieciséis de marzo del año dos mil doce, realizaba trabajos de remodelación en el inmueble que ocupa la negociación mercantil denominada comercialmente “ACE HOME CENTER”, toda vez que dichas posiciones no son vinculantes.

Por lo tanto, dicha probanza resulta insuficiente para acreditar el contrato de mérito, de donde resulta procedente la objeción opuesta por el demandado en cuanto a su alcance y valor probatorio, relativa a que no tienen valor alguno porque no se desprende que su representada haya celebrado contrato con ***** y ***** de apellidos *****, representantes legales de las personas morales citadas, ni con la empresa comercial ACE HOME CENTER.

Pese a lo anterior, el agravio de mérito resulta inoperante, pues en la especie la responsabilidad no tiene como base el incumplimiento de un contrato, por lo que si alguien obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres causa un daño a otro está obligado a repararlo, independiente de si entre el autor del ilícito y la víctima existía o no un vínculo contractual.

Al respecto conviene puntualizar que si bien es cierto los medios preparatorios a juicio fueron ejercitados a fin de que la empresa constructora GRUPO ALCA ARQUITECTOS S. A. DE.C.V, por conducto de quien legalmente la represente manifieste si a la fecha dieciséis de marzo del año dos mil doce, fecha del siniestro tenía celebrado contrato de obra determinada sobre el edificio que ocupa la empresa mercantil conocida comercialmente ACE HOME CENTER, así mismo para que en su caso exhiba el mencionado contrato que celebró o de cualquier otro documento relacionado con la obra y se agreguen a las actuaciones de los mismos, lo que no sucedió, sin embargo debe decirse que en el caso no es necesario que se acredite dicho contrato, ello atento a las siguientes razones y consideraciones.

El artículo 1910 del Código Civil Federal aplicable supletoriamente al Código Mercantil, establece: “El que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a otro, está obligado a repararlo a menos que demuestre que el daño que se produjo como consecuencia de culpa o inexcusable de la víctima.”

De su contenido, se advierte que establece una obligación: la de reparar el daño causado cuando se obra ilícitamente o contra las buenas costumbres.

Al respecto la extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió en la tesis de Jurisprudencia 123, del Apéndice 1917-Septiembre 2011, Tomo V, Civil Primera Parte-SCJN Primera Sección- Civil Subsección I- Sustantivo, visible en página 130, Sexta Época, que a la letra dice:

"RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL.- Tratándose de responsabilidad derivada de algún acto ilícito, de dolo o de culpa grave, no puede decirse que tal responsabilidad tenga como base el incumplimiento del contrato, porque esos actos trascienden el contenido y alcance de la convención. Quien intencionalmente causa un daño a otro responsable de esos actos, independientemente de que exista entre él y la víctima un vínculo contractual. El que incurre en falta grave y causa con ello daños que van más allá del incumplimiento del contrato , como sería la muerte de los pasajeros en el transporte, incurre en responsabilidad extracontractual . Los actos que dan origen a este tipo de responsabilidades, colocan al causante en la condición de un tercero extraño."

Esta tesis indica que el artículo de mérito reguló la responsabilidad derivada por actos ilícitos, que no puede en esta hipótesis considerarse que esa responsabilidad se refiera solo al incumplimiento de un contrato, de donde se infiere que si alguien obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres causa un daño a otro está obligado a repararlo, independientemente de si entre el autor del ilícito y la víctima existía o no un vínculo contractual.

La responsabilidad civil conlleva la obligación de indemnizar por los daños causados por incumplimiento a las obligaciones asumidas (fuente contractual), o por virtud de un hecho ilícito o riesgo creado (fuente extracontractual), de ahí que de ser posible la reparación del daño debe consistir en el establecimiento de la situación anterior a él y cuando ello sea imposible, en el pago de daños y perjuicios.

La responsabilidad extracontractual puede ser de naturaleza: 1) objetiva, derivada del uso de objetos peligrosos que crean un estado de riesgo para los demás, independientemente de que la conducta del agente no haya sido culposa y de que no haya obrado ilícitamente, la cual se apoya en elemento ajeno a la conducta: o 2) subjetiva, la cual deriva de un hecho ilícito, que para su configuración requiere de una conducta, antijurídica, culposa y dañosa.

Corrobora lo anterior la tesis 1a. LII/2014 (10a), sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, y su Gaceta, Libro 3, Febrero del 2014, Tomo I, Décima Época, que a la letra dice:

"RESPONSABILIDAD CIVIL. SU CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.- La responsabilidad civil conlleva la obligación de indemnizar por los daños y perjuicios causados por un incumplimiento a las obligaciones asumidas (fuente contractual) o por virtud de un hecho ilícito o riesgo creado (fuente extracontractual); de ahí que, de ser posible, la reparación del daño debe consistir en el establecimiento de la situación anterior a él, y cuando ello sea imposible, en el pago de daños y perjuicios. Ahora bien, la responsabilidad civil extracontractual puede ser de naturaleza: 1) objetiva, derivada del uso de objetos peligrosos que crean un estado de riesgo para los demás, independientemente de que la conducta del agente no haya sido culposa, y de que no haya obrado ilícitamente, la cual se apoya en un elemento ajeno a la conducta; o 2) subjetiva, la cual deriva de la comisión de un hecho ilícito que, para su configuración requiere de una conducta antijurídica, culposa y dañosa.

Cuando el legislador habla de obrar ilícito supone que éste es resultado de un actuar consciente o que surge por negligencia o impericia.[footnoteRef:1] [1: Código Civil Para el Distrito Federal en materia común y para toda la República en materia federal.- Comentado.- Libro Cuarto primera parte De las Obligaciones.- Tomo IV.- Instituto de Investigaciones Jurídidas UNAM.- Editorial Porrúa.- Página 64]

Por lo que se reitera que en tratándose de daños y perjuicios ocasionados extracontractualmente se puede decir que el derecho a reclamarlos lo crea la ley a favor del perjudicado y no la voluntad de las partes, de manera que cuando es la ley la que crea y concede el derecho, el demandante sólo está obligado a justificar su acción y no su derecho que viene de la ley, la justificación de la acción se realiza acreditando la calidad del actor, en el caso con la escritura número seis mil seiscientos setenta y siete, volumen ciento setenta y ocho, pasada ante la fe del Notario Público número 18 que contiene contrato de indemnización, subrogación y finiquito y la realización de los hechos dañosos imputables al demandado.

Cabe decir que el juzgador tuvo por acreditada la relación contractual celebrada entre el hoy demandado y los representantes de la negociación siniestrada con el documento denominado "acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido" del once de septiembre del año dos mil trece, al cual le concedió pleno valor probatorio aunque *****, hubiera negado toda relación contractual o laboral así como la firma que calza el documento en mención, toda vez que en el considerando quinto de la resolución impugnada otorgó valor tanto al dictamen de la actora como al del perito en discordia, manifestando que con los mismos no existe duda de que la firma que aparece plasmada fue puesta del puño y letra de *****, en su carácter de representante de GRUPO ALCA ARQUITECTOS, S.A. DE C.V. y por tanto las manifestaciones que obran en dicha documental le pertenecen, siendo hechas con conocimiento de causa pues no obra lo contrario, de ahí la inoperancia del agravio.

VI.- Resulta infundado el agravio cuarto en el que el recurrente hace valer en esencia que el considerando quinto se asentó sin fundamento: “…Del documento denominado acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido, este juzgador, claramente puede observar de los hechos narrados una participación directa de la demandada a través del C. ***** en la remodelación de la negociación denominada ACE HOME CENTER.”, basándose el natural en lo anterior para dictar los resolutivos que hoy se combaten, sin realizar un estudio cuidadoso, completo, exhaustivo y pormenorizado de los autos, principalmente de su escrito de contestación y de las pruebas que se presentaron sobre todo en la confesional desahogada por el actor el veintisiete de octubre de dos mil catorce, donde declara el representante legal “que no existe contrato alguno de manera física”, para llevar a cabo trabajos de remodelación y que supuestamente se quemó el contrato, pero nunca acreditó la relación contractual.

Señala que el A quo no tomó en cuenta lo declarado en su escrito de contestación a la demanda, juzgando que su mandante tuvo una participación directa a través del demandado en la remodelación de la negociación denominada ACE HOME CENTER, que desde sus considerandos determina juzga y sentencia su culpabilidad, sin adminicularla o relacionarla con prueba alguna para determinar que su representada tuvo participación directa en la remodelación y que por lo tanto su representada es culpable del incendio ocasionado, no agotando el principio de de congruencia y fundamentación legal, ya que nunca menciona los documentos o pruebas que le llevaron a tal conclusión, ni mucho menos el fundamento legal para determinar que su representada llevó a cabo trabajos de remodelación, no tomando en cuenta lo expuesto por el demandado en su escrito de contestación específicamente en el numeral cuarto, en el que menciona que es falso que los trabajos de remodelación del edificio arrendado por la empresa Nueva Vizcaya Distribución S.A. DE C.V, los estuviera realizando su representada y mucho menos trabajos de soldadura en dicho inmueble, siendo de igual manera falso que su representada hubiera sido contratada por los señores ***** y *****.

Reitera que nunca operó acuerdo de voluntades por escrito, ni verbal, que sólo exhibe dos documentos ajenos a su mandante los cuales son los anexos cinco y seis que de antemano objetó en cuanto a su alcance y valor probatorio, sin que el resolutor tomara en cuenta dichas objeciones, que dichos documentos no demuestran ni acreditan una relación de tipo contractual o laboral violando en consecuencia el artículo 1324, del Código de Comercio, 14 y 16 constitucionales en relación con los artículos 349 y 352 del Código Federal de Procedimientos Civiles, siendo completamente falsa dicha afirmación por parte del juez por las razones expuestas y por lo manifestado en su contestación de demanda.

Lo infundado del agravio consiste en que contrario a lo manifestado por el recurrente, de la resolución impugnada se aprecia que el juez realizó un estudio de los autos así como de las pruebas, que se presentaron, sobre todo de la confesional desahogada por el actor.

Asimismo, como se explicó en líneas anteriores, el juez tuvo por acreditada la relación contractual celebrada entre el grupo demandado y los representantes de la negociación siniestrada, con el documento denominado "acta de entrevista de testigo víctima u ofendido", a la cual le concedió valor probatorio pleno, explicando las razones de su determinación a pesar de que *****, hubiese negado toda relación laboral, adminiculando dicha documental con la prueba confesional a cargo de la actora.

VII.- Los agravios quinto y sexto se estudian de manera conjunta toda vez que de su contenido se advierte que son idénticos, los que resultan infundados, en síntesis se hacen consistir en que los considerandos quinto y séptimo, versan sobre la valoración de los documentos denominados: acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido del once de septiembre de dos mil doce, copia certificada del dictamen emitido por el Licenciado ***** en su carácter de perito de incendios y explosivos del treinta de marzo de dos mil doce, donde el juez primario afirma en el primero de ellos, y sin acreditar que el demandado llevó a cabo una relación contractual con el dueño de la tienda para hacer una remodelación a la fachada de la tienda ACE HOME CENTER y que tenía una persona que realizaba soldaduras y demoliendo un muro, que también trabajo su ayudante que se llama *****, sin recordar sus apellidos sin recordar el nombre del ayudante y que luego de los hechos del incendio ya no se presentó a trabajar, que buscaría en sus archivos los datos de ***** y que los haría llegar al Agente del Ministerio Público.

Alega el apelante que dichas aseveraciones fueron suficientes para el juzgador sentenciara en su contra, manifestando que no existe duda de que eran trabajadores de la empresa demandada, que su representada fue la culpable del incendio de la negociación ACE HOME CENTER, violando con ello los artículos 1077, 1324, 1325, y demás relativos del Código de Comercio, que la misma no es precisa clara y congruente con respecto a su contestación, y excepciones ya que no toma en cuenta el escrito de referencia, ni lo vertido en él.

Expresa que es ambigua puesto que determina y juzga sobre presunciones y no hechos concretos, y sin tener pruebas o constancias procesales que así lo acrediten, puesto que de las que se anexaron ninguna lo señala como directamente responsable de haber provocado el incendio, ya que se puede ver a todas luces que las manifestaciones vertidas en el acta de entrevista de testigo víctima u ofendido del once de septiembre del dos mil doce, no existe responsabilidad alguna, ya que en la misma nada se menciona o se acredita que la persona o personas que supuestamente estaban realizando soldadura, fueran las mismas que hubieran provocado el incendio en el negocio en mención o que en ese momento o el día del siniestro dichos trabajadores estuvieran llevando a cabo los trabajos que menciona el Juez A-quo, por lo que va más allá de una apreciación documental, ya que establece categóricamente y sin acreditar que dicha persona que realizaba trabajos de demolición de muro y soldadura, es el mismo que provocara el incendio y que su representada fuera responsable de dicho incendio.

Reitera que en dicha acta de entrevista nada se dice que dicha persona estuviera trabajando el día dieciséis de marzo del dos mil doce en dichos trabajos de soldadura, ya que únicamente aparece en la misma que tenía una persona que realizaba trabajos como demoler el muro y de soldadura; que nunca se menciona fecha, lugar y hora en que supuestamente laboró dicha persona, es decir no mencionan circunstancias de modo tiempo y lugar del supuestamente responsable del incendio, tampoco se mencionan en el escrito inicial de demanda, ya que el actor basa su acusación y demanda en el acta de entrevista, por lo que se puede apreciar que en el numeral quinto del escrito inicial demanda el actor no precisa sus aseveraciones de modo tiempo y lugar, sin embargo, el A-quo determina y sentencia que el personal de su representada es culpable del incendio acontecido en el negocio mencionado, en base a la multicitada acta de entrevista que es el único medio que le dió valor probatorio pleno en conjunto con la pericial, que lo único que determinó fue la firma del demandado no su contenido, por lo que el natural no tiene suficientes elementos para condenarlo y afirmar que dicha persona provocó el incendio, que no es congruente ni hace una valoración exhaustiva de las probanzas y de su contenido.

Agrega que la autoridad ministerial no ha deslindado responsabilidad penal, que el juez no tomó en cuenta dicho proceso penal, ni que se trató de un accidente, condenándolo por una responsabilidad que no cometió, aplicando en forma por demás errónea el artículo 1924 del Código Civil Federal, esto independientemente y sin conceder que los trabajadores de su representada estén involucrados o sean responsables del incendio acontecido en la multicitada empresa comercial, no se les puede imputar culpa o negligencia alguna, ya que de las documentales y anexos presentados por la actora, sobre todo la señalada como sexta, que es el dictamen pericial del treinta de marzo de dos mil doce, por parte del perito en incendios y explosivos Licenciado *****, adscrito a la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado, dirigido al Licenciado JOSÉ RICARDO MARTÍNEZ BRAVO, Agente del Ministerio Público adscrito a la unidad de Delitos contra la Vida y la integridad Corporal, claramente en la foja 007, último párrafo, claramente determina que la causa que generó el incendio es de tipo accidental, que fue a causa de los trabajos de soldadura, pero en ningún momento mencionaron que se trata de un incendio provocado con dolo o por negligencia.

Manifiesta el recurrente que en las conclusiones del perito de la materia nuevamente determina y concluye que se trata de un accidente, que la causa que lo generó fue por trabajos de soldadura, pero nunca vinculan a su representada, ni mucho menos al personal de la misma.

Alega que el juzgador va más allá de lo acreditado en autos al fincarle a su representada una culpa o negligencia para condenarla al pago, que nada se menciona en la sentencia el dolo o negligencia en que incurrió su representada que de antemano se niega que la haya tenido, ni se acreditó en autos dicha aseveración, que el juez no toma en cuenta dichas circunstancias del artículo en mención para absolver a su poderdante, ni tomó en cuenta lo manifestado por el demandado al contestar la demanda, reiterando que el documento del once de octubre del dos mil doce carece de valor probatorio, por las razones apuntadas en su escrito de contestación y demanda.

Sostiene el recurrente que sin reconocer que fuera cierto, en dicha remodelación en donde le finca responsabilidad el A-quo nunca menciona que el demandado a través de sus trabajadores hayan provocado el incendio en mención pues es muy diferente llevar a cabo trabajos de remodelación que de antemano se niega que su representada los haya llevado a cabo, que dichos trabajos supuestamente hayan provocado el incendio en cuestión ya que la prueba que ilegalmente fue admitida por el natural y que es el acta del once de septiembre del dos mil doce, y tomada en cuenta como base da la condena nada menciona, ni en la pericial puesto que dicho peritaje concluye que " la causa que generó el incendio en la negociación denominada ACE HOME CENTER ES DE TIPO ACCIDENTAL, fue a causa de los trabajos de soldadura debido a las escorias calientes o incandescentes y a las chispas encendidas generadas al momento de soldar las vigas de acero.

Expone que el resolutor condena a su representada sin existir prueba alguna o testimonio en donde se acredite que los trabajadores de su representada estaban haciendo trabajos de soldadura en las vigas de acero y fueron quienes provocaron el incendio, puesto que de las pruebas presentadas por el actor, nada dice al respecto ya que solo menciona textualmente: "Por lo que tenía una persona que realizaba trabajos como demoler el muro y de soldadura", que no existe un solo documento o testimonio que acredite que dicha persona o personas, o supuestos empleados de su representada el día dieciséis de marzo del dos mil doce, estaban llevando a cabo trabajos de soldadura en las vigas de acero, ya que en las documentales no se menciona la hora de los trabajos, el día en que los llevaron a cabo ni que personas la estaban llevando a cabo, concluyendo también con la prueba pericial que ilegalmente tomó en cuenta el juzgador para condenarlo.

Indica que el Juez primigenio no tomó en cuenta el segundo punto de conclusión en el que se establece que: "LA MAGNITUD DE LOS DAÑOS OCASIONADOS A CAUSA DEL FUEGO DIRECTO, CALOR Y AHUMAMIENTO SE DEBE A LA FALTA DE MEDIDAS PASIVAS ACTIVAS EN EL INMUEBLE, ASÍ COMO NO CONTAR CON LAS MEDIDAS QUE SE DISPONEN EN LOS EDIFICIOS PARA PROTEGERLOS CONTRA LA ACCIÓN DEL FUEGO (HIDRATANTES, ASPERSORES, DETECTORES DE CALOR Y DE HUMO Y BOCAS DE INCENDIO), ESTO CON EL FIN DE MINIMIZAR LOS DAÑOS OCASIONADOS A CONSECUENCIA DE UN INCENDIO Y LO MAS IMPORTANTE SALVAR VIDAS HUMANAS...",

Señala el apelante que claramente se ve la responsabilidad de la empresa denominada ACE HOME CENTER, puesto que de tener dichas medidas de seguridad el incendio no se hubiera propagado o no hubiera habido pérdida de vidas humanas, por tanto dicha empresa es directamente responsable por su negligencia, que el juzgador solamente menciona dicha circunstancia en los considerandos más sin embargo no los toma en cuenta para dictar la resolución que se combate, atribuyendo a su representada como única responsable del incendio, sin aplicar los principios de congruencia y exhaustividad que rigen las sentencias.

No le asiste razón al apelante porque el acta de entrevista de testigo, víctima u ofendido, reviste pleno valor probatorio, pues la prueba pericial lo único que determinó fue la firma del demandado más no su contenido, lo que perjudica al demandado, pues al no acreditarse la impugnación respectiva, se te tiene el reconocimiento de lo ahí vertido pues se trata de hechos propios, con independencia de que se reconozcan o no circunstancias de tiempo modo y lugar.

Habida cuenta que lo alegado por el apelante en el sentido de que el actor no menciona circunstancias de modo, ti