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WILHELM PÓLL PSICOLOGÍA DE LA RELIGIÓN BARCELONA EDITORIAL HERDER .• - «W •»• •II.MIII.IIII •iii >Wf^— 1 9 6 9 t Inst. Sup. ticl Prof. "SAN BENITO"

Pöll, Wilhelm. Psicología de La Religión (Caps. I y II)

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Psicología y religion

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  • WILHELM PLL

    PSICOLOGA DE LA RELIGIN

    BARCELONA

    E D I T O R I A L HERDER . - W I I . M I I I . I I I I iii>Wf^

    1 9 6 9 t Inst. Sup. ticl Prof. "SAN BENITO"

  • I . BASES D E L A PSICOLOGIA D E L A RELIGIN

    1. Concepto y contenido

    Para corresponder en cierto modo a las diversas concepciones de la religin, la definiremos aqu como homenaje a lo sagrado. En el trmino sagrado se incluyen tambin las formas sociales o individuales de religin en las que se presta homenaje a una fuerza inconcebible o a un poderoso ser sobrehumano y hasta quizs supraterreno, aunque no se piense en l como persona o como ser independiente. Con la expresin homenaje se indica la clase de relacin del hombre con lo sagrado que existe en la religin. La voz homenaje (u honra) substituye a veneracin, ms corriente-mente empleada en la definicin de religin. E l primer trmino abarca, ms claramente que el segundo, la posibilidad de la relacin con lo sagrado de una comunidad o grupo. Veneracin indica principalmente una amorosa relacin de estima y respeto; adems, sugiere la expresin ritual de estos sentimientos. N i lo uno n i lo otro se asocia forzosamente al concepto de religin. La veneracin nace de un intenso sentimiento de afecto y bienquerer, y tiene en ella gran relieve la libertad de la ofrenda, mientras que en el home-naje predomina la idea del cumplimiento de una obligacin. Ambos tipos se presentan, separadamente o unidos, eq las diversas formas de religin. Pero existen tambin tipos de religin en los que slo temor y miedo hay en la relacin con lo sagrado. En tales casos, todava puede hablarse de homenaje, pero difcilmente podra de-cirse que existe veneracin. Tal vez habr quien eche de menos en nuestra definicin la mencin del reconocimiento de lo sagrado.

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  • Bases de la psicologa de la religin

    Pero el mero reconocimiento de lo sagrado no incluye la relacin religiosa, a diferencia de la fe en lo sagrado, el amor a lo sa-grado, la confianza en lo sagrado y el arrepentimiento de los pecados, que son ya formas de homenaje u honra a lo sagrado.

    E l estudio cientfico de la religin puede orientarse en diversas direcciones. As la teologa en sus diversas ramas se ocupa del contenido de la revelacin tal como se presenta en los escritos y las tradiciones sagradas. La filosofa de la religin tiene por objeto de su estudio el ser y la existencia de Dios y la capacidad de cono-cerlos naturalmente. La religin comparada indaga las particulari-dades y las caractersticas comunes de las formas de religin en los diversos pueblos y culturas. La historia de la religin investiga la sucesin de las formas y estructuraciones religiosas a base de sus relaciones causales. E l objetivo propio de la psicologa de la religin es la vida espiritual o vida interior en cuanto se orienta a la religin, es decir, de acuerdo con la definicin dada, en cuanto es homenaje a lo sagrado o se halla en relacin con lo sagrado.

    "~ La psicologa de la religin se interesa en el estudio de las fun-/ ciones psquicas que intervienen en la vida psquica religiosa, como

    el sentimiento, el deseo, la voluntad, el pensamiento y la represen-tacin mental o imagen, y tambin en sus modos unitarios de fun-cionamiento tal como aparecen en mltiples formas en la actividad religiosa, las vivencias religiosas y la actitud ante lo sagrado1. W. Gruehn ha estudiado la amplia esfera de la psicologa de la religin, primeramente en breves obritas, no por concisas menos ricas en contenido, y luego en un volumen ms extenso. Los puntos fundamentales de la psicologa de la religin han sido expuestos tambin por W . Trillhaas, R. Jelke, W. Hellpach, P.C. Johnson, G. W . Allport, H . W . Clark, L . W . Grensteds, G. V. Berguer y V. Grnbaek.

    W E R N E R G R U E H N , Religionspsychologie, Leipzig Breslau 1926. Del mis-mo, Die Fr'mmigkeit der Gegenwart, Mnster 1956, Constanza 3 1 9 6 0 . W O L F -GANG T R I L L H A A S , Die innere Welt, Religionspsychologie, Munich A 1 9 5 3 . R O B E R T

    J E L K E , Grundzge der Religionspsychologie, Heidelberg 1948. W I L L Y H E L L -

    1. Para la problemtica de los objetivos de la psicologa de la religin, v. los es-tudios de W . K I E I L B A C H y B . E X A K C H O S en el vol. 7 de Arch. f. Rel.-Psych.> y de W . K E I L B A C H , H . SALMAN, V . Ri-raat y J . H A S E N F U S S en el vol. 8 de la misma publi-cacin.

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    Evolucin y orientaciones

    P A C H , Grundriss der Religionspsychologie (Glaubensseelenkwnde), Stuttgart 1951. P A U L E . J O H N S O N , Psychology of Religin, Nueva Y o r k 21959. G O R -DON W . A L L P O R T , The Individual and his Religin, Nueva Y o r k 1950. H . W . C L A R K , The Psychology of Religin, Nueva Y o r k 1958. L . W . G R E N S -T E D S , Psychology of Religin, Londres 1952. G . V . B E R G U E R , Traite de la Psychologie de la Religin, Ginebra 1946. V I L L I A M G R N B A E K , Religionspsy-kologi, Copenhague 1958. V . la resea bibliogrfica de W I L L Y C A N Z I A N I , Das religionspsychologische Schriftum der letzten Jahrzehnte, en Arch. f. Re. Psych. 7 (1962) 265 ss.

    2. Evolucin y orientaciones

    La psicologa de la religin es una ciencia relativamente joven. Hallamos, ciertamente, profundas observaciones sobre la vida reli-giosa interior en los libros sagrados y no pocos temas de psicolo-ga religiosa son examinados con penetracin y agudo sentido de la realidad en homilas y en la literatura psicaggica, asctica y mstica moderna. Tambin en san Agustn y santa Teresa hallamos maravillosos anlisis de complejos procesos psquicos. Santo Toms presenta numerosas definiciones de comportamientos y actitudes relativos a la religin. San Juan Crisstomo, san Bernardo de Clara-val, san Francisco de Sales, Blas Pascal, Soren Kierkegaard, John Henry Newman y Alban Stolz hablaron con gran profundidad y esclarecimiento de las tormentas del alma. Encontramos innume-rables materiales sobre cuestiones de psicologa religiosa en las obras pedaggicas del pietismo y de la Ilustracin, como tambin en la literatura moderna. Pero no se ha constituido la psicologa religiosa como ciencia definida hasta tiempos recientes, con la inves-tigacin de la vida interior religiosa en forma metdica y basndose en la observacin emprica. La historia de la psicologa de la religin es en gran parte la historia de sus mtodos empricos. As aparece claramente del desarrollo de esta ciencia que nos presentan W. Gruehn, A. Bolley, W . Keilbach y V . Rfner.

    A L F O N S B O L L E Y , Religionspsychologie und Theologie, en B O L L E Y - C L O S T E R -

    MANN, Abhandlungen zur Religions- und Arbeitspsychologie, W. Gruehn zum Gedachtnis, Mnster 1963 . W I L H E L M K E I L B A C H , Die empWische Religions-psychologie ais Zweig der Religionswissenschaft, Arch. f. Rel.-Psych.. 7 ( 1 9 6 2 ) . V I N Z E N S R F N E R , Religionspsychologie heute, Mnchener Theol.

    Zeitschrift 14 ( 1 9 6 3 ) 7 6 ss.

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  • B a s e s de la psicologa de la religin

    En el desarrollo de la psicologa de la religin encontramos en sus comienzos los nombres de investigadores americanos. E. D. Star-buck public en 1899 una psicologa religiosa basada en encuestas y en el estudio de sus resultados, especialmente respecto a las relaciones entre cuerpo y alma en el proceso de la conversin. Trabaj principalmente con metodistas. W . James, en un libro apa-recido en 1902, estudi este tema y tambin otros problemas relativos a la santidad y la mstica, dedicando particular atencin a las manifestaciones extraordinarias de la vida religiosa; estudi casos extraordinarios o notables, utilizando como material numerosas autoobservaciones antiguas y modernas relatadas en cartas y escritos diversos. Starbuch, J. H . Leuba y Th . Flournoy interpretan natu-ralsticamente el material por ellos recopilado, mientras que James estudia de acuerdo con su enfoque progmtico la vida anmica reli-giosa en su accin sobre la conducta humana.

    E D W I N D . S T A R B U C H , The Psychology of Religin, trad. alemana de F . Beteau y G . Vorbrodt, Leipzig 1909. W I L L I A M J A M E S , The Varieties of Religious Experience, 1907. J A M E S H . L E U B A , A Psychological Study of Reli-gin, its Origin, Function and Future, Nueva Y o r k 1912. T H O D O R E F L O U R N O Y , Les principes de la psychologie religieuse y Observations de psychologie re-ligieuse, en Archives de psychologie 2 ( 1 9 0 3 ) . Ambos estudios se publicaron en alemn, con una introduccin de G . Vorbrodt, en Leipzig 1911.

    E n Alemania, W. Wundt, el patriarca de la psicologa experi-mental, incluy en su campo de estudios la psicologa religiosa, pero la encuadr en su psicologa de los pueblos y la someti a su mtodo gentico-comparativo, rechazando el examen de la psico-loga individual pragmtica por considerarla incapaz de ofrecer conclusiones sobre la formacin y la evolucin de la religin (iv, 3 , 511 ss). Tomando como punto de partida las concepciones menos desarrolladas, examin mltiples formas de ideas o representaciones de la divinidad y lo sagrado, como tambin formas de culto y rela-ciones y motivaciones religiosas, que fueron ulteriormente estudiadas ms detalladamente y con mayor diferenciacin por una serie de investigadores, como W. Schmidt, G. van der Leeuw, F. Heiler, J. Wach, Aug. Brunner, J . Hasenfuss, F. Knig y W . Hellpach, desde puntos de vista en parte psicolgicos y en parte sociolgicos, M . Eliade recopil amplios materiales sobre las formas arquetpicas en las religiones de los pueblos.

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    Evolucin y orientaciones

    W I L H E L M W U N D T , Elemente der Vlkerpsychologie, Leipzig 21913. Del mismo, Vlkerspsychologie, iv , Mythus und Religin, en tres partes, Leipzig il1920-1923. W I L H E L M S C H M I D T , Der Ursprung der Gottesidee, Mnster 1928-1955. G E R A R D U S VAN D E R L E E U W , Phanomenologie der Religin, Tubinga a1956 (trad. castellana: Fenomenologa de la Religin, Mxico 1964). F R I E D R I C H H E I L E R , Das Gebet, Munich 61929. Del mismo, Erscheinmgsformen und IVesen der Religin, Stuttgart 1961. J O A C H I M W A C H , Sociology of Religin, Chicago 1944 (trad. castellana: Sociologa de la Religin, Mxico 1946). Del mismo, Vergleichende Religionsforschung, trad., Stuttgart 1962. A U G U S T B R U N N E R , La religin, Barcelona 1963. J O S E F H A S E N F U S S , Die moderne Religionssosiologie und ihre Bedeutung fr die religise Problematik, P a -derborn a1937. Del mismo Religionssoziologie (1. Gemeinschaftsmchte und R e -ligin; 2. Strukturelemente der Weltreligionen), Aschaffenburg 1963. Del mismo, Psychologie bzw. Sozialpsychologie und Soziologie der Religin in Eigenstndigkeit und Wechselwirkung, Arch. f. Rel.-Psych. 8 (1964). F R A N Z K N I G (dir.), Cristo y las religiones de la tierra, 3 vols. B A C , Madrid 1960. Del mismo, Diccionario de las religiones, Herder, Barcelona 1964. M I R C E A L I A D E , Traite d'Histoire des Religions, Pars 1949/1963 (trad. castellana: Instituto de Estudios Polticos, Madrid 1954). Del mismo, Mythes, Rves et Mystres, Pars 1956.

    La fenomenologa de lo religioso, cuyo estudio surgi de las investigaciones de la psicologa de los pueblos, fue profundizada psicolgicamente mediante el anlisis de las vivencias religiosas rea-lizado por R. Otto en su famoso libro sobre lo sagrado. Valiosos criterios sobre el mundo vivencia! religioso se obtuvieron gracias a las esclarecedoras investigaciones fenomenolgicas (en el sentido de Husserl) de M . Scheler, O. Grndler y especialmente D. von Hildebrandt sobre los actos, creencias y conductas religiosas y sobre el arrepentimiento, la sumisin, la confianza en Dios y la aspi-racin a la salvacin del alma. Debemos mencionar tambin aqu los estudios de A. Pfander sobre las reas psquicas religiosas y sobre las vidas alejadas de Dios y cerradas a Dios. La orientacin filo-sfica de la psicologa fue causa de que algunos autores concentraran su atencin en la psicologa religiosa, como Ed. Spranger al estudiar los tipos de hombre religioso y el desarrollo religioso del nio y B. Exarchos al estudiar las funciones anmicas religiosas en el conjunto de la vida psquica.

    R U D O L F O T T O , Das Heilige, Breslau 1917 (citado segn las ediciones 26/28, Munich 1947; trad. castellana: Lo Santo, Rev. de Occidente, Madrid). M A X S C H E L E R , Vom Ewigen im Menschen, Berna '1954. Del mismo, Wesen und

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  • B a s e s de la psicologa de la religin

    Formen der Sympathie, Francfort 6 1 9 4 8 (trad. castellana: Esencia y formas de la simpata, Buenos Aires 1957) . O T T O G R N D L E R , Elemente zu einer Reli-gionsphilosophie auf phanomenologischer Grundlage, Munich 1922. D I E T R I C H V O N H I L D E B R A N D (seudnimo: Peter Ott), Die Umgestaltung in Christus, Einsiedeln-Colonia 1940. A L E X A N D E R P F A N D E R , Die Seele des Menschen, Halle de S. 1914, Tubinga 8 1 9 5 0 . Del mismo, Psychologie des Jugendalters, L e i p -zig 1924, Heidelberg ^ l ^ O . Del mismo, Die Magie der Seele, Tubinga 1947. B A S I L E X A R C H O S , Zr naheren Bestimmung des Gegenstandes der religions-psychologischen Forschung, Arch. f. Rel.-Psych. 1 ( 1 9 6 2 ) .

    Tambin la psiquiatra contribuy con importantes aportacio-nes al cultivo de la psicologa de la religin. J.-M. Charcot y P. Ja-net (Pars) todava se inclinaban a incluir las vivencias religiosas predominantemente en el mbito de las neurosis y la histeria, de-bido tal vez al punto de vista unilateral de la experiencia clnica. Otros autores, como K. Schneider, H . J. Weitbrecht y t. de Greef, se esforzaron en establecer una cuidadosa diferenciacin entre la vida religiosa normal y la vida religiosa anormal. G. Jud estudi el comportamiento psquico de los neurticos escrupulosos; K. Tho-mas, los grados de conciencia en cuanto a su significacin en la v i -vencia religiosa y la neurosis eclesigena resultante del tab de lo sexual.

    K U R T S C H N E I D E R , Zur Einfhrung in die Religionspsychopathologie, T u -binga 1928. H A N S J O R G W E I T B R E C H T , Beitrge zur Religionspsychopathologie, insbesondere zur Psychopathologie der Bekehrung, Heidelberg 1948. T I E N N E D E G R E F F , Psychiatrie et Religin (trad. alem.: Aschaffenburg 1 9 6 0 ) . G A L L U S J U D , Zur Psychologie der Skrupulanten, Friburgo (Suiza) 1935. K L A U S T H O M A S , Schwarmer- und Sektierertum ais ausserwache religionspsycholo-gische Erlebnisstufen und die Schlafprediger, Arch. f. Rel.-Psych. 1 ( 1 9 6 2 ) ; publicacin parcial de la obra: Die Bewusstseinsstufen in ihrer Bedeutung fr das religibse Erleben. Del mismo, Handbuch der Selbstmordverhtung, Stutt-gart 1964, 2 9 9 - 3 3 1 .

    Con la psicologa profunda surgieron nuevos puntos de vista para la investigacin y estudio de la vida interior religiosa. Las concepciones y las teoras desarrolladas por su fundador Sigmund Freud, creador tambin de la escuela psicoanaltica, sobre a amplia accin de lo inconsciente, presentaban a la religin como una neu-rosis resultante de conflictos instintivos no resueltos; segn Freud, los actos y las creencias religiosas deberan considerarse principal-

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    Evolucin y orientaciones

    mente como sublimacin de energas centrales predominantemente sexuales (libido), no suprimidas, sino solamente reprimidas, ex-pulsadas de la esfera consciente y en parte tambin como transfe-rencia a personas sagradas, usadas como substitutivas. La. psico-loga individual de A. Adler, influida a no dudar por las ideas de Nietzsche sobre el origen de la religiosidad judaica y cristiana en el resentimiento de los hombres esclavos, vea en la fe y la prctica religiosa una de las posibilidades de compensacin y sobrecompen-sacin del sentimiento de inferioridad derivado de determinadas vivencias. La creacin de objetivos y directrices ficticios permi-tira satisfacer el afn elemental de valer y de poder existente en el hombre como necesidad. Jung atribuy gran importancia para la psicologa de la religin (como para la psicologa en general) a las estructuras energticas del colectivo inconsciente (los arquetipos) por l descubiertas y a los smbolos que representan plsticamente a los arquetipos en los sueos y los ensueos. Estas estructuras y estos smbolos determinaran psicolgicamente los dogmas y los ritos, firmemente establecidos, de las religiones, que substituyen a la experiencia religiosa inmediata y permiten mantener el equilibrio anmico frente a su intensa potencia, que generara grandes ten-siones. De los discpulos de Jung que se ocuparon de temas de psi-cologa de la religin, citaremos a H . Schr, que ha publicado un extenso tratado de las ideas sobre la salvacin del alma. O. Pfister ha escrito un estudio psicolgico-religioso, histrico e higinico-religioso sobre las relaciones psicolgicas entre el cristianismo y la angustia. V . Frankl seal la complementaria necesidad de una logoterapia contra una concepcin unilateralmente biolgica y de excesiva supeditacin al medio de la existencia humana y de la psicoterapia; una logoterapia que ayudase a los que sufren en su psiquismo para que comprendan el sentido de su situacin actual, librndolos de un fatalismo y un escepticismo pesimistas y satis-faciendo de este modo una aspiracin primordial del ser humano.

    S I G M U N D F R E U D , Ttem und Tab, Viena 1913 (Obr. Compl. ix , Londres 1948; en castellano: Biblioteca Nueva, Madrid 2 1 9 4 8 ) . Del mismo, Die Zukunft tiner Ilusin, Viena 1927 (Obr. Compl. x i v , Londres 1 9 4 8 ) . Del mismo, Dtf Mann Moses und die monotheistische Religin, Amsterdam 1 9 3 9 (Obr. Compl. X V I , Londres 1 9 5 0 ) . A L F R E D A D L E R , ber den nervosen Charakter, Wleibaden 1912. Del mismo, Der Sinn des Lebens, Viena 1933. E J A H N y A L -

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  • Bases de la psicologa de la religin

    F R E D A D L E R , Religin und Individualpsychologie, Viena 1947 (cf. p. 7 7 y 8 2 ) . Del mismo, Von den Wurzeln des Bewusstseins, Studien ber den Archetypus, Zurich 1954. H A N S S C H A R , Erlosungsverstellungen und ihre psychologischen Aspekte, Zurich 1950 . Del mismo, Seelsorge und Psychotherapie, Zurich 1961. O S K A R P F I S T E R , Das Christentum und die Angst, eine religionspsycholo-gische, historische und religionshygienische Untersuchung, Zurich 1944. V C T O R F R A N K L , Homo patiens, Viena 1950. Del mismo, Theorie und Therapk der Neurosen, Einfhrung in die Logotherapie und Existenzanalyse, Viena-Innsbruck 1956.

    En la prosecucin de los trabajos de los psiclogos de la reli -gin americanos para el establecimiento de las bases empricas hall la investigacin psicolgico-religiosa un impulso decisivo para la aplicacin de los mtodos experimentales en la labor de tres telo-gos evanglicos: W . Stahlin, K . Girgensohn y W . Gruehn. Sthlin, simultneamente con Girgensohn, elabor la aplicacin a las viven-cias religiosas del mtodo elaborado por Oswald Klpe para el estudio de los procesos de pensamiento. JL,ea en voz alta textos re-ligiosos y solicitaba de los que haban participado en el experimento una relacin de los movimientos del nimo que haban experimen-tado. Girgensohn, al valorar los resultados, destac, contrariamente a la tesis de la reduccin de la religin a un sentimiento (Schleier-macher), la indispensable y esencial participacin del pensamiento en la vivencia religiosa y la multiplicidad de los sentimientos en ella suscitados. Gruehn facilit notablemente la aplicacin prctica del mtodo mediante una cuidadosa simplificacin de las palabras estmulo y elabor la primera exposicin sistemtica de la psico-loga de la religin a base de una fundamental evaluacin de los conocimientos adquiridos.

    K A R L G I R G E N S O H N , Der seelische Aufbau des religas en Erlebens, Leipzig 1921, Gtersloh A 1 9 3 0 (con notas de Werner Gruehn). W I L H E L M S T A H L I N , Experimentelle Untersuchung en ber Sprachpsychologie und Religionspsycho-logie, Arch. f. Rel.-Psych. 1 ( 1 9 1 4 ) .

    La experimentacin en la psicologa religiosa se ha aplicado al esclarecimiento de una serie de problemas particulares; V . Grn-baek la ha empleado para el estudio de las vivencias religiosas; I*. Vet-Viszkok para la creencia en la justificacin en cristianos evangelistas; H . L,eitner, para el estudio de la religiosidad en j -

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    Evolucin y orientaciones

    venes metodistas. Con anterioridad, G. Dehn haba investigado las ideas sobre la religin de los alumnos de escuelas profesionales de Berln a base de escritos sobre pequeos grupos de palabras estmu-lo ; Th . Voss ha estudiado la religiosidad infantil mediante conver-saciones; E. Nobiling, el concepto de Dios en nios y adolescentes de Pomerania utilizando un cuestionario consecutivamente a la presentacin de una imagen religiosa. V . Grnbaek estudi el mun-do religioso del nio; investig despus la religiosidad en el anciano a base de las manifestaciones de personas de edad a las que haba ledo un texto devoto. En 1914, se fund la Sociedad de psicologa religiosa, interconfesional, para el fomento de esta ciencia. Dicha sociedad edita la revista titulada Archiv fr Religionspsychologie, dirigida primeramente por Stahlin, luego por Gruehn y, a partir de 1962, por W . Keilbach.

    V I L L I A M G R N B A E C K , Om Beskivelsen of religioese Oplevelser, Copenhague 1935. L A J O S V E T - V I S Z K O K , Inwiefern ist der Rechtfertigungsglaube noch lebendig in den evangelischen Gememdenf, Arch. f. Rel.-Psych. 6 ( 1 9 3 6 ) . H A N S L E I T N E R , Psychologie jugendlicher Retigiositat innerhalb des deutschen Methodismus, Munich 1930. G N T H E R D E H N , Die religiose Gedankenwelt der Proletarierjwgend, Berln 1923 . T H . Voss , Die Entwicklung der religiosen Vorstellungen, untersucht auf Grund stenographisch aufgenommener Aussagen von 120 Volksschulkbtdern im Alter von 5 bis 14 Jhren, Arch. f. d. ges. Psychologie 5 7 ( 1 9 2 6 ) . E . N O B I L I N G , Der Gottesgedanke bei Kindern und Jugendlichen, Arch. f. Rel.-Psych. 4 ( 1 9 2 9 ) . V I L L I A M G R N B A E K , Barnets religiose verden, Copenhague 1 9 6 2 ; v. resea de J . Hasenfuss en Arch. f. Rel.-Psych. 8 ( 1 9 6 4 ) 2 6 8 . Del mismo, Det religioese alderdommen, Co-penhague 1 9 5 4 ; v. resea en A L F O N S B O L L E Y , obr. cit., p. 51 .

    E l desarrollo de la psicologa religiosa, esbozado a grandes ras-gos en el presente captulo, fue observado al principio con atencin, pero tambin con reserva, por los telogos catlicos y tambin por los filsofos y psiclogos catlicos. Se deba esta actitud a diversas causas. E l enfoque positivista, de indiferencia respecto a la rel i -gin (o, en algunos autores, de oposicin), de la mayora de los pr in -cipales investigadores en los inicios de la nueva rama invitaba a una actitud de precaucin respecto a las conclusiones aportadas y muy principalmente en lo que se refiere a las interpretaciones de los hechos observados. Otro factor que influy en esta actitud fue el modernismo teolgico de fines del siglo pasado y principios del

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  • B a s e s de la psicologa de la religin

    presente, con su psicologizacin de los textos bblicos y dogm-ticos, que prescinda de la accin sobrenatural de la gracia y consi-deraba la existencia y las enseanzas de la Iglesia sujetas a las mu-danzas de los tiempos. En los comienzos de la formacin de la psicologa de la religin, esta cuestin era todava candente. Este modernismo fue condenado en la encclica Pascendi de Po x (1907). Finalmente, influy tambin en la psicologa religiosa la creciente difusin de la revalorizacin de la filosofa escolstica i n i -ciada en el siglo x i x . Si bien en la nueva estructuracin de la psi-cologa general que se presenta en las obras de D. Mercier, J. Gey-ser, J. Donat, D. Feuling, J. Frobes, A I . Wi l lwol l y R. Brennan se aprecia una coordinacin de la psicologa especulativa y la psico-loga emprica, la base realista de la metafsica psicolgica de la ma-yora de los autores de la escuela tomista permita presagiar un curso anlogo en el examen cientfico de las cuestiones suscitadas por la naciente psicologa de la religin. Algunas indicaciones en este sentido se haban hallado en el renovado estudio de la filosofa medieval; se encontraban ya en la psicologa de Hugo de San Vc-tor, Alberto Magno y Buenaventura y en la psicologa de la fe de su poca.

    H E I N R I C H O S T L E R , Psychologie des Hugo von St. Viktor; E D U A R D L U T Z ,

    Die Psychologie Bonaventuras. Ambos estudios se encuentran en : Beitrage zur Geschichte d. Phil. u. Theol. d. Mittelalters, dirigidas por C l . Baeumker, 6, Mnster. E n la misma serie: A R T U R S C H N E I D E R , Beitrage zur Psychologie Alberts des Grossen, Mnster 1904, y G E O R G E N G L H A R D T , Die Entwicklung der dogmatischen Glaubenspsychologie in der mittelalterlichen Scholastik vom Abaelard-Streit (um 1140) bis zu Philipp, d. Kanzler, gest. 1236, Mnster 1933. Cf . M A X S E C K L E R , Instinkt und Glaubenswille nach Thomas v. A., M a -guncia 1961.

    A Georg Wunderle corresponde el mrito de eliminar los pr in -cipales reparos de la teologa catlica respecto a la psicologa de la religin, abriendo libre camino al desarrollo de esta nueva cien-cia. En un estudio crtico de psicologa de la religin aparecido en vsperas de la primera guerra mundial, coincidiendo con el cri -terio de K. Ko f fka y W . Stahlin y la escuela psicolgica experi-mental, afirm que la psicologa de la religin no poda decidir la cuestin de la verdad de una religin y del contenido de una creen-cia religiosa. En 1921, J. Iyindworsky organiz investigaciones

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    Evolucin y orientaciones

    sobre la meditacin; posteriormente, public una concisa psicologa de la ascesis. A incitacin del famoso psiclogo experimental Agos-tino Gemelli, realiz A. Canesi en individuos adultos investigacio-nes sobre la psicologa de la oracin y G. Castiglioni estudi en n i -os de 10 a 14 aos la idea que se forman de Dios mediante el sis-tema de completamiento de frases. A. Bolley, B. Winzen, A. Bur-gardsmeier y Th. Thun aportaron valiosas contribuciones al estu-dio de la religiosidad en nios y adolescentes, para lo que hubieron de idear mtodos simplificados, en forma de una conversacin pre-parada y protocolizada o en forma de cuestionario al que debe res-ponder el nio, por lo general despus de haberlo preparado en grupo o individualmente con unas palabras de explicacin. E l m-todo del cuestionario, seguido algunas veces de una conversacin, fue utilizado por Wunderle en adolescentes para la investigacin de sus creencias y en adultos relativamente a sus vivencias de arre-pentimiento y a los recuerdos de sus sentimientos religiosos en los primeros aos de la infancia; por M . Moers tambin para las v i -vencias de arrepentimiento en adultos; por M . Wachsmann para la religiosidad en jvenes universitarios de veinte a treinta aos; por G. Clostermann para las creencias de mujeres; por L . Gilan, para las creencias de jvenes de sexo masculino. G. Barra elabor una psicologa de las conversiones a base de manifestaciones de conocidos convertidos.

    G E O R G W U N D E R L E , Aufgaben und Methodik der Religionspsychologie, Fulda 1914. K U R T K O F F K A y W I L H E L M S T A H L I N , Introduccin al vol. 1. de

    Arch. f. Rel.-Psych., Tubinga 1914. J O H A N N E S L I N D W O R S K Y , Psychologie der Aszese, Winke fr eine psychologisch richtige Aszese, Friburgo 1935 . A . C A N E S I , Vorldufige Untersuchung en ber die Psychologie des Gebets, Arch. f. Rel.-Psych. 6 ( 1 9 3 6 ) . G . C A S T I G L I O N I , Ricerche e osservazioni sull'idea di Dio nel fanciullo, en Contributi del laboratorio di psicologa e biologa, Miln 1928. A L F O N S B O L L E Y , Gebetsstimmung und Gebet, Dusseldorf 1930. B U R K H A R D W I N Z E N , Das religios-sittliche Leben des Jugendlichen, Mbnchengladbach 3 1 9 3 5 . A L F R E D B U R G A R D S M E I E R , Gott und Himmel in der psychischen Welt der Jugend, Dusseldorf 1951. T H E O P H I L T H U N , Die Religin des Rindes, Stuttgart 1959. Del mismo, Die religiose Entscheidung der Jugend, Stuttgart 1963 . G E O R G W U N D E R L E , Glaube und Glaubenszweifel moderner Ju-gend, Dusseldorf 1932. Del mismo, Zur Psychologie der Reue, Arch. f. Re l . -Psych. 2 - 3 ( 1 9 2 1 ) . Del mismo, Frhkindliche religiose Erlebnisse im Lichte spaterer Erinnerung, Wurzburgo 1923 . M A R T H A M O E R S , Zur Psychologie des Reueerlebnisses, Arch. f. d. ges. Psych. 5 5 ( 1 9 2 6 ) . A L F O N S M A R A W A C H S -

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  • B a s e s de la psicologa de la religin

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    J. Geyser, E. Przywara, W . Keilbach, J. P, Steffes, H . Strau-binger, H . Fres, J. Hessen, A . Lang y otros han examinado desde el punto de vista de la filosofa de la religin y E. Raitz von Frentz y A l . Wi l lwol l desde el punto de vista psicolgico los mtodos y los resultados de la psicologa de la religin fenomenolgica y emp-rica-experimental. W. Keilbach escribi una introduccin a la psi-cologa de la religin en lengua croata (Zagreb 1939).

    J O S E F G E Y S E R , Intellekt oder Gemt, eine philosophische Studie ber Rudolf Ottos Buch tDas HeMge, Friburgo 1921. Del mismo, Augustin und die phdnomenologische Religionsphosophie der Gegenwart mit besonderer Bercksichtigung Max Schelers, Mnster 1923. Del mismo, Max Schelers Phnomenologie der Religin, Friburgo 1924. E R I C H P R Z Y W A R A , Religionsbe-grndung, Max Scheler-J. H. Newman, Friburgo 1923. W I L H E L M K E I L B A C H , Die Problematik der Religionen, eine religionsphilosophische Studie mit be-sonderer Bercksichtigung der mueren Religionspsychologie, Paderborn 1936. J O H A N N P E T E R S T E F F E S , Religionsphosophie, Munich 1925. H E I N R I C H S T R A U -

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    Adems de las investigaciones sobre el remordimiento, la ora-cin y la religiosidad en el nio y el adulto, la psicologa de la reli -gin, ya desde James y Leuba, se ha ocupado de las vivencias ms-ticas. J. Marchal estudi los procesos de pensamiento en la mstica. A l . Mager indag, con una sntesis metdica de la psicologa tomista y la psicologa moderna, las etapas de la vivencia mstica. C. Albrecht estudi la conciencia y el conocimiento msticos. J. Lher-mitte aplic la ciencia psiquitrica al estudio de la autenticidad de los fenmenos msticos. K. Gins indag con ayuda de palabras estmulo, bblicas o msticas, las vivencias que preceden a los esta-dos mstico-extticos.

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    Evolucin y orientaciones

    J O S E P H M A R C H A L , tudes sur la psychologie des Mystiques, 1, Bruselas-Paris 1924. A L O I S M A G E R , Mystik ais seelische Wirklichkeit, eine Psychologie der Mystik, Graz 1946. C A R L A L B R E C H T , Psychologie des mystischen Bewusst-seins, Brema 1951. Del mismo, Das mystische Erkennen, Brema 1958. J E A N L H E R M I T T E , Mystiques et faux mystiques, trad. alem.: Lucerna 1953. K U R T G I N S , berwaches mystiches Erleben in empirischer Sicht, Arch. f. Re l . -Psych. 7 (1962).

    Numerosos autores se han ocupado del examen psicolgico y teolgico de la evaluacin pastoral y pedaggica de los problemas de psicologa religiosa suscitados por los estudios de psicologa profunda. Solamente mencionaremos aqu a I . Klug, W . Daim, I . Caruso, Fr . v. Gagern, J . Goldbrunner, R. Hostie, I . Lepp, J . M . Hollenbach, Ch. Baudouin, J . Rudin y V . White. En 1953, Po x n seal la necesidad de no olvidar la primaca del yo perso-nal en el mbito de las funciones psquicas, la preeminencia del conocimiento de Dios frente a las vivencias instintivas transcenden-tes, la discrecin que debe tenerse en la concienciacin de los fac-tores perturbadores de la psique y la conciencia de la culpa real.

    IGNAZ K L U G , Die Tiefen der Seele, Paderborn 1926,1 21960. W I L F R I E D D A I M , Umvertung der Psychoanalyse, Viena 1951. Del mismo, Tiefenpsychologie und lirlosung, Viena-Munich 1954. IGOR A . C A R U S O , Psychoanalyse und Synthese der F.xistenz, Friburgo 1952 (trad. espaola: Anlisis psquico y sntesis existencia!, Herder, Barcelona 1954). F R I E D R I C H VON G A G E R N , Seelenleben und Seelen-fhrung, Francfort 1951. J O S E P H G O L D B R U N N E R , Personle Seelsorge, F r i b u r -go 1954. Del mismo, Sprechzimmer und Beichtstuhl, Friburgo 1965. R A Y M O N D H O S T I E , Analytische Psychologie in Godsdienst, Amberes-Utrecht 1955 (trad. i lemana: Friburgo 1957). I G N A C E L E P P , Ciarte et tnebre de VAme, Pars 1956. Del mismo, Psychanalyse de l'athisme moderne, Pars 1961. J O H A N N E S M . H O L L E N B A C H , Der Mensch ais Entwurf, Francfort del Main 1957. C H A R -L E S B A U D O U I N , Psychanalyse du Symbole Religieux, Pars 1957. J O S E F R U D I N , Psychotherapie und Religin, Olten-Friburgo 1963. V C T O R W H I T E , Soul and Psyche, Londres 1960.

    Se encuentra valioso material experimental para la psicologa de la religin en las actas de las reuniones de la sociedad Artz und Seelsorger (Mdico y pastor de almas), de Stuttgart, editadas por W. Bitter, especialmente en los estudios sobre Miedo y culpa (1952), La meditacin en la religin y la psicoterapia (1957), Lo mgico y lo maravilloso en teraputica (1958). La medicina pas-toral (v. los compendios de A. Niedermeyer y J . Antonelli), la psi-

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  • B a s e s de la psicologa de la religin

    cologa moral y la psicologa pastoral ofrecen mltiples conocimien-tos de inters para la psicologa de la religin. Mencionaremos es-pecialmente los estudios de Th . Mncker sobre las vivencias de conciencia; de W . Demal sobre las diferencias en la vida espiritual segn el sexo, la edad, el carcter, la profesin y el lugar de resi-dencia ; de A. Grres y L- Beinaedt sobre la psicologa profunda de la ascesis; de J. Bkmann, a instancias de W . Schllgen, sobre la gua de almas, especialmente en lo que respecta al discernimiento de espritus. En obras de psicologa general se estudian a menudo aspectos de psicologa religiosa; as, Ph. Lersch estudia la bs-queda religiosa y la emocin religiosa; W. Arnold, las formas de actividad y la caracterologa del hombre religioso. En las obras de psicologa infantil de W. Hansen, A. Gruber y otros se estudia la religiosidad del nio y el adolescente. M . F. Bindl investiga las vivencias religiosas de uno y otro, a partir de la edad de tres aos, a base de los dibujos del nio.

    T H E O D O R M N C K E R , Die psychologischen Grundlagen der katholischen Sittenlehre, Dusseldorf *1953. W I L L I B A L D D E M A L , Praktische Pastoralpsycho-logie, Viena 21953. A L B E R T G R R E S y L o u i s B E I N A E R T , Askese, tiefenpsycho-logisch, en Lex. f. Theol. u. K., vol. 1, p. 937ss. Problemas actuales de la psiquiatra, obra dirigida por W . S C H L L G E N y H . D O B B E L S T E I N , Herder, B a r -celona 1959. J O H A N N E S B K M A N N , La psicologa moral. Sus tareas y mtodos, Herder, Barcelona 1968. P H I L I P L E R S C H , Aufbau der Person, Munich s1964; trad. cast. La estructura de la personalidad, Scientia, Barcelona 31964. W I L H E L M A R N O L D , Person, Charakter, Persnlichkeit, Gotinga a1962. W I L -H E L M H A N S E N , Die Entwicklung des kindlichen Weltbildes, Munich 61965. A L O I S G R U B E R , La pubertad, desarrollo y crisis, Herder, Barcelona 31967. M A R A F . B I N D L , Das religiose Erleben im Spiegel der Bildgestaltung, F r i -burgo-Basilea-Viena 1965.

    Entre las revistas dedicadas exclusivamente o en un grado apreciable a temas de psicologa de la religin citaremos las siguien-tes : Archiv fr Religionspsychologie (Gotinga), Geist und Le-ben (Wurzburgo), Anima (Olten), Lumen vitae (Bruselas). En las Katechetischen Blttern (Hojas catequistas) de Munich se han publicado interesantes escritos sobre cuestiones de psicologa religiosa de J. Goldbrunner, K l . Tilmann, F. Pggeler, F. y O. Betz.

    No nos hemos propuesto presentar un cuadro completo de la bibliografa sobre psicologa religiosa. Se han indicado solamente

    28

    Evolucin y orientaciones

    las obras que han ejercido una influencia decisiva en la evolucin de esta ciencia y sus orientaciones y las que ofrecen una amplia perspectiva de la multiplicidad de mtodos y temas de la psicologa de la religin, familiarizando al lector con los nombres de los mas importantes investigadores de esta rama de la psicologa. En los dos captulos siguientes se intentar presentar una ordenada exposicin de los mtodos que pueden aplicarse a la investigacin de los temas estudiados en la psicologa de la religin.

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  • I I . MTODOS APRIORlSTICOS D E L A PSICOLOGIA D E L A RELIGIN

    1. Procedimientos psicolgico-deductivos

    Los mtodos de la psicologa de la religin pueden dividirse en aprioristas y aposterioristas o empricos. Hay apriorismo en un mtodo cuando no toma como punto de partida directamente la expe-riencia, sino que se basa en conceptos e ideas en cierto modo esta-blecidos. La posibilidad de un procedimiento apriorista en la psico-loga de la religin resulta de ser la religin una relacin entre un sujeto humano viviente y un objeto divino. Por consiguiente, siem-pre que hablamos de una vivencia religiosa se incluye por lo menos la idea de una relacin con Dios, ya que sin ella difcilmente po-dramos referirnos a tal vivencia. Sentado esto, la investigacin en la psicologa de la religin puede dirigirse inmediatamente a la vivencia del sujeto, con el propsito de establecer las caractersticas de la vivencia de la relacin humano-divina. Toma entonces como base de estudio el estado de cosas existente en la vivencia religiosa. Procede empricamente. Pero tambin puede partir del objeto divino de la relacin, actuando con completa independencia de la cues-tin de si realmente existe este objeto divino fuera de la vivencia religiosa, cuestin a la que tal ciencia no est facultada para res-ponder. En consecuencia, le incumbe considerar qu casos psquicos corresponden a este supuesto divino. Basndose en las propiedades esenciales de la idea del objeto, concluye sobre las condiciones que necesariamente debe reunir la vivencia. Es ste un procedimiento deductivo que siempre se ha usado para el estudio de las relaciones psquicas en la teologa moral, la teologa pastoral, la psicologa

    3 0

    Procedimientos psicolgico-deductivos

    asctica y la psicologa religiosa y que se ha empleado tambin, con mayor frecuencia de lo que podra creerse, en la psicologa aplicada y hasta en la psicologa pura.

    Hallamos un ejemplo de deduccin psicolgica de una sucesin de vivencias basada en premisas teolgicas en el Decretum de iusti-ficatione del concilio de Trente, en cuyo captulo sexto se desarro-lla, partiendo de la idea de la conversin del pecador y su vuelta a Dios, la serie de actos que preparan la justificacin en el adulto: Con la ayuda de la gracia divina, el pecador dirige libremente su corazn a Dios, cree en la verdad de la revelacin y las promesas divinas, se eleva del salutfero temor de la justicia divina a la espe-ranza en la misericordia de Dios, ama a Dios, se aparta con repug-nancia del pasado y forma finalmente el propsito de recibir el bautismo (o el sacramento de la penitencia), empezar una nueva vida y cumplir los preceptos divinos. Vemos aqu una amplia conexin de actos que se presentan como necesarios para el pecador, llegado al uso de razn, que quiere volver a Dios. En cuanto a las cuestiones de si realmente se producen siempre tales actos en el orden mencio-nado, de qu variaciones se presentan en este esquema segn los caracteres y los tipos de personalidad, pueden establecerse supo-siciones de carcter deductivo, pero debe buscrseles respuesta pr in -cipalmente en la experiencia.

    San Francisco de Sales, en el primer captulo de su Introduccin a la vida devota, se propone determinar el estado anmico ms favo-rable para la relacin con el objeto divino en la vivencia religiosa. Despus de afirmar que este estado es el del verdadero amor a Dios, trata de precisar con mayor detenimiento las caractersticas que debe tener este amor: En cuanto el amor de Dios hermosea nuestra alma y la hace grata a Dios, es llamado amor hermoso; en cuanto nos da fuerza para hacer el bien, es llamado amor activo. Pero no se al-canza la beatitud hasta llegar a aquel grado de perfeccin en el que el amor de Dios, no solamente nos mueve a hacer el bien, sino a hacerlo diligentemente, frecuentemente y habitualmente. Este pro-cedimiento psicolgico-deductivo no nace en Francisco de Sales de la experiencia, pero se confronta repetidamente con ella. Se refiere en este texto primeramente al pecador que no eleva el alma a Dios, sino que se mantiene en todos sus actos y su conducta en el mbito de lo terreno; alude despus al hombre honrado que se eleva a Dios

    3 1

  • Mtodos apriorsticos

    con sus buenas obras, pero con una cierta dificultad; nos presenta finalmente al hombre piadoso que eleva su alma a Dios con frecuen-cia, decisin y empuje. Utiliza, evidentemente, la experiencia, pero no lo hace con el objeto de descubrir o de excluir, sino como comprobacin, como verificacin de lo que ha deducido respecto a la conducta orientada a Dios. En forma anloga, B. Westermayr, en un estudio de gran inters, dedujo de la idea de la religiosidad ca-tlica una serie de enfoques y orientaciones fundamentales del pensamiento catlico1.

    La deduccin psicolgica no es un procedimiento ligado a una ideologa y se emplea incluso en la psicologa aplicada. Vemos as que aun antes de que se elaborasen tests de aptitud profesional, se haban presentado esquemas de las cualidades psquicas y perso-nales ms adecuadas para ejercer una determinada profesin ba-sndose en sus condiciones objetivas. Se haban sealado, por ejem-plo, las dotes de observacin para las ciencias fsicas y naturales, la fantasa para las artes y el amor a las ideas para el cultivo de la filosofa (Platn).

    Los procedimientos deductivos han revelado repetidamente su utilidad y han permitido resolver algunas dificultades de los m-todos empricos, aunque sea basndose inicialmente en hiptesis. Como la cuestin de qu procesos psquicos deben corresponder a un objeto dado suscita inmediatamente la cuestin de si realmente se producen estos procesos y de qu modo tienen lugar, resulta que la deduccin psicolgica posee cuando menos significacin heurs-tica para los mtodos empricos, porque invita a investigar y obser-var ms atentamente orientaciones y estructuras vivenciales poco observadas o meramente descuidadas por la ciencia experimental.

    No cabe duda alguna de que la deduccin psicolgica no es sufi-ciente por s sola para la investigacin cientfica de la vida psquica, especialmente de las vivencias religiosas. La. comprobacin expe-rimental consecutiva (empleada en la mayor parte de casos), la observacin ulterior del curso que realmente presenta en la prctica el proceso de la vivencia religiosa, no puede perfeccionar los pro-cedimientos deductivos hasta el punto de poder substituir a los mtodos empricos. No se consigue eliminar con ello el grave peligro

    1. J . B . W E S T E R M A Y I , Wege zu Kind und Volk, Beitrage sur Psychologie der kath. Religionspiidagagik und Seelsorge, Ratisbona 194S.

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    Procedimiento meta fsico-deductivo

    de que los postulados previos influyan en la observacin deformn-dola. La comprobacin se orienta a una vivencia y unas condiciones ya establecidas deductivamente, que se consideran necesarias. Muy fcilmente puede ocurrir que solamente entre en el campo de obser-vacin lo que concuerda con los supuestos establecidos por deduc-cin. La serie de actos del pecador en la justificacin que present el concilio tridentino forma una sucesin muy racional, muy con-vincente; adems, concuerda perfectamente con los conceptos dog-mticos fundamentales de la doctrina de la gracia. En cuanto a si la sucesin vivencial observada experimentalmente es igual que esta sucesin lgica, o si se aaden otras vivencias o si existen varia-ciones debidas a la edad, el sexo, la raza o la cultura a que pertenece el individuo, son cosas que, en su gran mayora, no puede descubrir por s solo el mtodo de comprobacin de las condiciones obteni-das por deduccin.

    2. Procedimiento metafsico-deductivo

    Con el mtodo psicolgico-deductivo est emparentado el pro-cedimiento metafsico-deductivo en la psicologa o deduccin meta-fsico-psicolgica. Tiene tambin como punto de partida las ideas que constituyen el objetivo de la relacin y establece las condi-ciones necesarias correspondientes a dicho objetivo, pero no res-pecto a la vivencia, sino respecto al ser, al alma del sujeto. Propor-ciona de este modo las bases de la metafsica del alma. Recurdense las geniales intuiciones de Platn en la elaboracin de su concep-cin de las ideas: que stas se nos hacen conscientes con ocasin de la percepcin de las cosas, que, por tanto, nos son ya previa-mente conocidas, que el alma debe haberlas contemplado antes de su unin con el cuerpo, que por consiguiente slo la parte racional del alma es capaz de conocerlas y recordarlas, y as tiene que ser inmortal como las ideas. E l procedimiento metafsico-deductivo en psicologa deduce, de la idea de la inmortalidad, la espiritualidad del alma; de la idea de verdad, la capacidad de juzgar; de la idea de pecado, la libertad y la capacidad de responsabilidad; de la idea de gracia o elevacin sobrenatural, la capacidad de recepcin o potentia oboedientialis del alma; de la idea de bienaventuranza, la

    33

    l'iill 3

  • Mtodos apriorsticos

    posibilidad de una plena armonizacin o concordancia de las facl-tales del alma. Respecto a si tales supuestos, basados en la conexin lgica con las ideas mencionadas, pueden aceptarse como realmente existentes, es cosa que ya no puede resolverse psicolgicamente; es una cuestin en cuya apreciacin divergen las orientaciones realista e idealista en la teora del conocimiento.

    El procedimiento metafsico-deductivo ha desempeado induda-blemente un rol muy importante en la especulacin patrstica y tambin en la especulacin escolstica. No siempre se ha aplicado deliberada y reflexivamente ni de modo que fuese claramente reco-nocible en el desarrollo conceptual, pero ha sido psicolgicamente activo en el establecimiento de las lneas directrices de la evolucin del pensamiento. Para la psicologa de la religin en el sentido ac-tual, solamente posee significacin inmediata en cuanto es apropiado para mostrar los supuestos ontolgicos de toda actividad anmica y especialmente para la actividad religiosa. Por lo dems, constituye una forma del curso del pensamiento religiosamente orientado.

    3. Procedimiento deductivo trascendental

    Entre los mtodos aprioristas de la psicologa debe contarse tam-bin el procedimiento deductivo transcendental o de deduccin psicolgica transcendental. Su aplicacin al rea vivencial religiosa se remonta a las ideas de Schleiermacher, que deberan corregir los conceptos kantianos sobre filosofa de la religin. Kant lleg a la conclusin de que los conceptos de Dios, inmortalidad y libertad no pueden ser objeto de la razn pura, es decir, libre de elemen-tos empricos, o del conocimiento apriorstico, sino que, en su calidad de postulados de 'la razn prctica, solamente son asequibles por la fe. La verdadera religin y la veneracin de Dios no consistiran en otra cosa que en la vida moral. Schleiermacher, en su famosa obra ber die Re&gionen, Reden an die Gebildeten unter hren Verachtern (1799), se adhiere a la doctrina de la incognoscibilidad de Dios, pero no acepta la inclusin de la religin en la moral y defiende su carcter independiente. La religin no se basa en el conocimiento ni en la voluntad, sino en el sentimiento de una com-pleta dependencia, como el que se vive en la contemplacin del uni -

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    Procedimiento deductivo trascendental

    verso. En los dogmas de la fe hallan expresin los ms ntimos sentimientos. Aunque estas tesis corresponden a la filosofa de la religin, han ejercido gran influencia en la psicologa de la misma e indujeron a Girgensohn a someter los sentimientos de la viven-cia religiosa a una amplia investigacin, predominantemente expe-rimental a.

    No menos importante es la repercusin de la labor de Schleier-macher en los fundamentos cientfico-tericos de la psicologa de la religin desde el punto de vista filosfico transcendental. A l poner de relieve el sentimiento de una ntima dependencia, parece haber alcanzado el rea especifica de la religin y (como diramos hoy) la participacin existencial del hombre dimanante de este sentimien-to. A esta demostracin de la independencia de la religin puede asociarse la peculiaridad del rea de estudio de toda ciencia de la religin y con ella su lugar lgico en la relacin con otras cien-cias. Tambin para Paul Natorp es este sentimiento (completamente indeterminado, para este autor) el acto fundamental de la religin. Rudolf Otto ve este fundamento en el sentimiento numinoso, que constituye un elemento anmico primordial, que no puede derivarse de ningn otro * y considera lo sagrado implcito en este elemento como categora a priori* . La deduccin psicolgica transcendental no formulada expresamente por este autor, pero transparentada en su estudio del elemento vivencial numinoso, fue plenamente elaborada segn el modelo del neokantismo, dando una creciente serie de conceptos religiosos y psicolgico-religiosos que, partiendo de la categora fundamental de lo sagrado, van surgiendo como lgi-camente requeridos, formando un conjunto coordenado de cono-cimientos categoriales. La formacin lgica de esta serie de conceptos corresponde plenamente a los requerimientos de la filosofa rena-centista respecto a una nueva lgica de la inventio, del descubri-miento objetivo abstracto 5. Citemos como ejemplo ilustrativo las ideas generadoras, referibles a la deduccin metafsico-psicolgica, aunque con la diferencia de que en este caso existen requerimientos relativos al ser, mientras que en la deduccin psicolgica transcen-

    2. Obr. cit., p. 383ss. 3. Obr. c i t , p. 144s. 4. Obr. cit., p. 132s. 5. Cf . R . H O N I G S W A U ) , Die Philosophie von der Renaissance bis Kant, Berln-Leip-

    zig 1923, p. 4ss.

    35

  • Mtodos apriorsticos

    dental hay requerimientos relativos a los conceptos. Por lo dems, no ha dado para la psicologa de la religin ningn resultado de gran amplitud, aunque no debe excluirse la posibilidad de que proporcione nuevos puntos de vista y nuevas conexiones8. De todos modos, tambin se hallaban en la lnea de pensamiento trans-cendental-apriorstico Vorbrodt, al esperar hallar en la psicologa de la religin el mdulo de evaluacin de valor y de verdad de los dogmas religiosos, y Wobbermin, la concepcin de lo religioso espe-cfico, particularmente de lo especficamente cristiano 7.

    4. E l procedimiento fenomenolgico

    Otro procedimiento apriorstico que debe considerarse en la psicologa de la religin, como en toda psicologa, es el mtodo fenomenolgico. Si no consideramos en este procedimiento otra cosa que la cuidadosa y detallada descripcin de las vivencias, es evidente que no lo podremos calificar de apriorstico, porque es com-pletamente dependiente de la situacin vivencial del momento. Pero Edmund Husserl, fundador de la fenomenologa, no hizo una psi-cologa fenomenolgica de este tipo. Sin poner en duda la con-veniencia e incluso la necesidad de tal descripcin, lo que le im-portaba no eran los datos relativos a la conciencia emprica, sino la conciencia pura, no la observacin de s mismo, sino la in-tuicin de la esencia 8. Con esta expresin, denota Husserl la inme-diata concienciacin de significados y unidades de significados (es decir, conceptos y juicios). Aduce a este propsito la visin de una imagen interior en forma de una percepcin o una repre-sentacin de la fantasa, que presenta o realiza concretamente, grficamente, aquellos significados. Se llega de este modo a la

    6. No es necesario detenernos aqu en la problemtica de la posicin transcendental. V . , entre otras obras, J . G E Y S E R , Nene und alte Wege der Phihsopkie, Mnster 1916; del mismo: Kant und die Scholastik heute, Pullacher Philosophische Forschungen, vol. 1, Pullach b. Mnchen 1955; H . K S I N G S , Transsendentale Logik, Munich 1964.

    7. G . V O R B R O D T , Brleitung tu Th. Flournoy, Beitrage sur Religionspsychologie, trad., Leipzig 1911. G G . W O B B E R M I N , Die religionspsychologische Methode in Religtons-mssenschaft und Theologie, Leipzig 1913, p. 35. Del mismo, Enleitung su W. James, Die religiose Erfahrung i ihrer Mannigfaltigkeit, trad., Leipzig- "1914. Cf. J . H E S S E M , obr. cit. , p. 207ss.

    8. E . H U S S E R L , Phosophie ais strenge Wissenschuft, Legos 1 (1910-1911) 318.

    36

    Procedimiento fenomenolgico

    reduccin eidtica, en la que se prescinde de la realidad del pen-sador y su actividad y tambin de la realidad individual de lo que es visto o representado interiormente. (La reduccin fenomenol-gica o trascendental postulada despus por Husserl, en la que se incluye la independencia respecto a la conciencia del contenido de la representacin, es rechazada por la mayora de sus primeros disc-pulos, entre ellos, Max Scheler, Alexander Pfnder, Dietrich von Hildebrand y Edith Stein.) L o que queda despus de estas reduc-ciones ya no es individualmente efectivo, sino general y meramente terico o una unidad de modo de ser asentada en la fantasa. La conciencia se dirige inmediatamente a estas representaciones en la llamada abstraccin ideadora, o simplemente, ideacin; observa sus rasgos caractersticos y hace posible su determinacin ulterior, descriptiva, netamente diferenciadora, de seres o ideas anlogas y hasta definidora 8. Se presupone para ello que el observador posee una organizacin o diferenciacin suficientemente elevada 1 0.

    La principal utilidad del mtodo fenomenolgico para la filoso-fa y en general para toda ciencia, con inclusin de la psicologa y la psicologa de la religin, consiste en esclarecer el sentido o significacin ideal del rea cientfica correspondiente mediante !a cuidadosa descripcin del contenido de la visin interior, con pre-servacin de la plenitud de sus caractersticas, sin forzadas reduc-ciones o sistemticas simplificaciones, ofreciendo con ello a la labor cientfica ulterior base, orientaciones y lmites. As, una i n -vestigacin fenomenolgica de la oracin debe tomar como punto de partida lo que se entiende generalmente con este concepto. No se parte de la experiencia, sino de un concepto aproximado de la oracin; se procede apriorsticamente. Una reflexin inicial puede considerar la oracin como una forma de i r a Dios. Se busca despus una observacin tpica, no como comprobacin, sino como base para ulteriores indagaciones, Puede servir como tal la observacin de una persona en oracin o (lo que sera metdicamente preferible, segn Husserl 1 1) un experimento mental consistente en formar la representacin mental de lo que debe ser una persona en oracin.

    9. V . P O L L , Wesen und Vesenerkenntnis, Untersuchung mit besonderer Berck-sichtigung der Phanomenologie Husserls und Schelers, Munich 1935.

    10. A . W E L I . E K , Gansheitspsychologte und Strukturtheorie, Berna 1955, p. 244. 11. E . H U S S E R L , Ideen su einer reinen Phanomenologie und phanomenologischen

    Phosophie, Jahrb. f. Phosophie u. phanomenologische Forschung, 1913, p. 130.

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  • Mtodos apriorsticos

    Puede establecerse la imagen de una persona que, con digna actitud y concentrada atencin, con temor de Dios o confiando plenamente en l, intensamente impulsada por un movimiento interior o por la voluntad, se dirige a Dios con palabras o slo con el pensamiento. Aparecen adems las diversas posibilidades de estado de nimo y dis-posicin interior, que pueden ser ms o menos diversas, pero estas variaciones en la observacin tipo nos informan sobre lo que es esencial y sobre el margen de variabilidad. En la reduccin eid-tica que puede efectuarse despus se prescinde de la individualidad y la realidad de la persona tomada como tipo y de su oracin, como tambin del observador, de modo que se ofrezcan a nuestro examen los rasgos caractersticos relativos al pensamiento, los sen-timientos, los mviles, las formas de manifestacin y la participa-cin personal, y puedan catalogarse y agruparse. La. exactitud de este inventario puede perfeccionarse mediante una variada y esco-gida confrontacin con las imgenes o ideas de situaciones o estados parecidos, relacionados o causales, como la elevacin a Dios filos-fica o artstica, la conformidad con Dios, la veneracin y el arre-pentimiento. Procediendo de esta manera, profundizando con el pen-samiento en las caractersticas de la imagen tipo, obtenemos, un ncleo esencial fijo o modo de ser del orante, en el que pueden distinguirse mltiples determinaciones, como serio, alegre, negligente, diligente, tardo, etc., y basndose en esta serie de cualidades puede darse una definicin, en el sentido clsico, de genus proximum y differentia specifica. Tambin podra establecerse solamente la estructura fundamental del ser, obtenindose una formulacin muy general, no especficamente cristiana, que dira, poco ms o menos: L,a oracin es la elevacin del nimo (es decir, de la esfera afectiva personalmente dirigida) a Dios. Despus de haber sealado el mtodo fenomenolgico el campo de accin de la investigacin filosfico-religiosa, de un modo lgico-apriorstico; despus de haber mos-trado sus puntos esenciales, puede ocuparse el procedimiento em-prico, utilizando observaciones, encuestas, tests y otros medios, de la determinacin y estudio psicolgico de las numerosas y va-riadas particularidades individuales en la realizacin de la oracin. Pero puede intervenir en una etapa anterior del procedimiento fenomenolgico, presentando sus resultados para mayor seguridad. Ifi, imagen del orante tipo puede elaborarse a base de una encuesta

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    Procedimiento fenomenolgico

    sobre las costumbres y experiencias de los que oran o mediante la continuada observacin de una determinada persona.

    Estimulado por Lotze y Brentano, Max Scheler ha llamado la atencin sobre el hecho de que, adems del rea del contenido esen-cial, existe todo un mundo de valores: las cualidades de valor (o modalidades de valor), lo noble y lo vulgar vitales, lo bello espiritual, lo justo y lo verdadero, y en el grado ms elevado lo sa-grado y lo profano 1 2 . Estos valores se manifestaran en sentimientos o estados de nimo determinados, es decir, se presentaran exis-tencialmente. Pueden descubrirse al aplicar el mtodo fenomeno-lgico, en el que toda vivencia afectiva, como experiencia de valor, substituye a la imagen tpica o la completa. Vemos as que R. Otto, en su descripcin de la vivencia numinosa, se esforz en ver a travs de ella la categora de valor de lo sagrado.

    L,a fenomenologa de la religin y de la vivencia religiosa tal como se presenta con el mtodo fenomenolgico de Edmund Husserl no debe insertarse en la fenomenologa de la religin en la forma en que la expone Van der I,eeuw en su conocida obra citada 1 2 1 1. Este autor nos ofrece en su libro considerables materiales sobre historia de la religin y etnologa clasificados segn los conceptos religiosos ms importantes, como sacrificio, sacramento, servicio divino, pa-labras sacramentales, sujecin a Dios, unin a Dios, amistad con Dios y seguimiento de Dios, ofreciendo con ello un rico y coloreado cuadro, pero no se sale del campo de lo emprico. Para una pura fenomenologa de la religin, que corresponda a las concepciones de Husserl y Scheler, tal material no tiene especial inters. Para estas concepciones, lo que importa es la captacin de las unidades de esencia y las conductas esenciales mismas significadas por aquellos conceptos. A esa captacin se dirige la intuicin de esencia, y para apoyarla y orientarla puede ser suficiente una intuicin, que no es preciso que parta de la realidad concreta, sino que puede ser una produccin de la fantasa. As, a pesar de hallarse incluido en la misma categora y de presentar algunas analogas, el procedimiento fenomenolgico no es una misma cosa en diversos autores. Para Van der I,eeuw, debe conducir a conocer los fenmenos religiosos

    12. M . S C H E L E R , Der Formalismos in der Ethik und die materiale Wertethik, Berna '1954, p. 125ss.

    12a. Ibid.

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  • Mtodos apriorsticos

    tal como se presentan concretamente en el hombre y en la historia, permitiendo al investigador familiarizarse con estas formas u , mien-tras que para Husserl debe permitirnos definir con exactitud unidades de esencia ideales. Observemos que en el curso de esta obra emplearemos la expresin mtodo fenomenolgico en el sentido de Husserl.

    La fuerte crtica de que fue objeto inicialmente la fenomeno-loga de Husserl y Scheler se produjo principalmente en tres direc-ciones : contra la posicin trascendental adoptada por Husserl, contra la postulacin de una intuicin de esencia y contra la falta de se-guridad en los resultados. Pero la posicin trascendental no fue adoptada por los ms importantes fenomenlogos; no es una parte indispensable del mtodo fenomenolgico, sino un juicio previo que no se toma en consideracin con el m t o d o - E n lo que respecta a la intuicin de esencia, la oposicin ha cedido y ya no se niega hoy a Husserl el derecho a afirmar que del mismo modo que per-cibimos directamente un sonido, intuimos igualmente la esencia "so-nido" , la esencia "aspecto de una cosa", la esencia "cosa visible", la esencia "representacin de una cosa", la esencia " ju i c i o " , o "vo-luntad", etc., y que podemos formar juicios esenciales a base de esta visin esencial B . En inters de la seguridad de los resultados de este modo obtenidos, es necesario proceder con el mayor cuidado tericamente y a ser posible tambin empricamente en la prepara-cin, realizacin, control y evaluacin del procedimiento fenome-nolgico.

    13. Obr. c i t , p. 773ss. Vanse otros puntos de vista crticos sobre Van der Leeuwe en: J . G O E T Z , Fe, en F . K O N I G , Diccionario de las religiones, Herder, Barcelona 1964 col. 525-527. H . O G I E B M A N N , Die Problematik der religisen Brfahrung, en Scholastik 37 (1962) 493ss.

    14. A U G . B B U J W E K , Phanomenologie und Idealismus, Stimmen der Zeit 172 (1962-1963), p. 467s.

    15. Phosophie ais strcnge Wissenschaft, obr. cit., p. 318.

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    I I I . PROCEDIMIENTOS A POSTERIORI O EMPRICOS E N L A PSICOLOGIA D E L A RELIGIN

    La psicologa de la religin, como toda ciencia, para esclarecer sus conceptos fundamentales se ve obligada a la adquisicin de cono-cimientos esenciales. Pero, puesto que no es, como la fenomeno-loga, la lgica o las matemticas, una ciencia del ser pura, una ciencia solamente de ideas, sino que estudia las vivencias y estados de nimo religiosos, que es una ciencia de hechos, para la realizacin de la tarea que le corresponde no pueden bastarle los mtodos fenomenolgicos ni otros mtodos aprioristas. Estos mtodos, con sus deducciones, proceden solamente de ideas y presentan el peligro de desconocer la amplitud y la plenitud del rea de las vivencias religiosas o, como el mtodo fenomenolgico, se orientan a lo sumo a partir de algunos ejemplos, que pueden ser nicamente recuerdos o creaciones de la fantasa, excluyendo deliberadamente toda indi-vidualidad y realidad concreta de lo percibido o representado. La psicologa de la religin necesita utilizar, pues, los mtodos que permiten conocer con garantas de certidumbre lo que hay en la experiencia religiosa en sentido amplio proporcionando de este modo el material bsico y el criterio de control para la elaboracin terica. Estos mtodos se denominan empricos y son de naturaleza aposte-riorstica, porque en ellos la experiencia es premisa y punto de arranque del estudio. La psicologa de la religin ha tomado, en gran parte, estos mtodos de la psicologa general.

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  • Vivencia de la gracia y mtodo emprico

    Como en todo mtodo debe tomarse en cuenta el modo de ser peculiar de su objeto, surge desde el principio la cuestin funda-mental de si los mtodos psicolgicos empricos pueden utilizarse para el estudio de la vida religiosa. En toda vivencia religiosa debe considerarse cuando menos (basndose en fundamentos que explica la teologa y tambin en parte la metafsica) la posibilidad de que la vivencia tenga lugar bajo la especial intervencin de Dios, es decir, la posibilidad de que bajo la accin de la gratia elevans adquiera una elevacin sobrenatural de ser y de valor 1 . Para la investigacin de estos niveles elevados no pueden ser competentes los mtodos empricos de la psicologa, porque no estn ordenados y acomodados a los procesos sobrenaturales, sino a los naturales.

    Pero la dificultad sealada por esta observacin es menor de lo que pudiera creerse. La especial intervencin divina, incluso cuan-do se presenta en forma de gracia sobrenatural, no cambia la na-turaleza del alma ni la de los procesos psquicos. Bajo la accin de la gracia divina, no aparece en lugar del alma otra cosa, no aparece un ser no psquico. La. gracia puede actuar sobrenaturalmente sobre las funciones anmicas, pero no por ello pierden su carcter anmico. Persisten las leyes esenciales de la vida psquica y con ellas la po-sibilidad de investigarlas mediante los mtodos usuales de la psico-loga. En cambio, la elevacin sobrenatural (concebible y realizable) de la vida anmica por efecto de la gracia divina pertenece al orden de lo trascendente y especialmente al orden sobrenatural del ser. Por consiguiente, queda excluida de antemano del rea de la investigacin psicolgica emprica; solamente puede ser objeto del pensamiento teolgico. Sin embargo, del mismo modo que la biolo-ga y la medicina no pierden su competencia dentro de los lmites que les corresponden por el hecho de que el hombre objeto de su estudio se halle bajo la accin de la gracia divina, tampoco la pierde la psicologa. Es cierto que la gracia divina puede ser causa de que la vivencia adquiera un curso inslito, que el pensamiento y la imaginacin presenten contenidos extraordinarios, que pueda

    1. Cf. M . S C H M A U S , Katholische Dogmatk m , 2, Munich '1956, p. 255ss (trad. cas-tellana, Rialp, Madrid) .

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    Procedimientos de acceso a l objeto

    orientarse el individuo en una direccin inesperada, que su vida afectiva pueda tener gran intensidad y la expresin de sus vivencias revista tal vez formas inusitadas. La. teologa de la gracia y de la vida mstica puede invocar justificadamente su competencia en tales casos2. No obstante, no puede discutirse a la psicologa emprica el derecho a aplicar sus mtodos, en cuanto se refiere a la investiga-cin de procesos psquicos, a estas formas extraordinarias de la vida anmica. Como vemos, en tales reas de investigacin pueden su-perponerse las respectivas esferas de la teologa dogmtica y mstica, la psicologa (y hasta la psiquiatra) y otras ciencias, como la historia, la etnologa y la biologa, sin que tal imbricacin afecte a la independencia de cada una de estas ciencias3.

    1. Procedimientos de acceso al objeto de estudio

    Los diversos mtodos empricos que pueden emplearse en la psicologa de la religin son susceptibles de clasificarse desde dife-rentes puntos de vista. E l camino de acceso al objeto de estudio de la psicologa de la religin consiste en la observacin, que no es el mero mirar y anotar, sino que es un dirigir la atencin, guin-dose por puntos de vista determinados, sobre procesos que ocurren en esferas de experiencia interiores o exteriores. Se distingue entre la observacin de s mismo y la observacin de otras personas, segn que el observador aplique su atencin a sus propias vivencias o a las vivencias de otros. Esta distincin rige para el acceso al objeto de la psicologa de la religin, es decir, a la vida anmica religiosa.

    a) Observacin de s mismo

    Durante la ejecucin de un oratorio, pueden aparecer en un oyente vivencias muy diversas, como las de inters, series de pensa-mientos varios, gozo, elevacin de nimo y tambin impaciencia o distraccin, apartando la atencin de la msica. Podemos opinar

    2. Obr. c i t , p. 258. 3. Cf. W . K E I L B A C H , Die empirische Religionspsychologie ais Zweig der Religions-

    wissenschaft, Arch. f. Rel.-Psych. 7 (1960) 30.

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  • Procedimientos a posteriori

    sobre tales experiencias y preguntarnos si tambin las tienen otras personas. Podemos tomar posicin frente a las experiencias y apro-barlas, censurarlas o condenarlas. Pero tambin podemos intere-sarnos psicolgicamente en ellas mientras duran y dirigir nuestra atencin a su naturaleza, sus cambios, su profundidad, su relacin de contenido o causal. Esta orientacin sistemtica de la atencin del propio sujeto a su experiencia interior es la observacin de s mismo.

    Es un procedimiento muy til e indispensable en toda investiga-cin psicolgica y, por consiguiente, en la psicologa de la religin. Las ventajas que ofrece son evidentes. A diferencia de la mayora de los experimentos psicolgicos, no requiere preparacin (a me-nudo bastante laboriosa en otros mtodos) ni medidas de seguridad en la ejecucin. Basta una observacin interior concentrada en pun-tos determinados, que no puede efectuarse sin ejercicio, cuidadosa atencin y autocrtica, pero no tiene necesidad de aparatos, tests ni elaboracin estadstica. Una ventaja decisiva de la observacin de s mismo es la de ser el nico medio que nos conduce direc-tamente a la vida psquica. Solamente en ella hallamos la viven-cia tal como es en s, no tal como se nos aparece exteriorizada en palabras, gestos o modos de comportamiento. Nos lleva directa-mente a la veneracin religiosa, al gozo ntimo o al sentimiento de arrepentimiento. Adase a esto que nicamente esta observacin puede revelarnos las formas fundamentales de la vivencia, permitin-donos con ello conocer en su base la vida anmica de otras personas. As ocurre, como en otras reas, en la esfera de lo religioso. Es preciso v iv ir y observar interiormente los sentimientos religiosos fundamentales, como la veneracin religiosa, el amor, la esperanza y el arrepentimiento, la fe y la oracin, para comprender adecuada-mente la significacin de tales conceptos y evaluarlos apropiadamente desde el punto de vista de la psicologa de la religin. Wunderle ha sealado insistentemente esta indispensable condicin *. Pero no significa esto que para estudiarlos psicolgicamente sea necesario haber experimentado personalmente toda clase de vivencias religio-sas, incluyendo las msticas y hasta la prdida de la fe o la aver-sin a Dios. Porque nuestras experiencias religiosas fundamentales nos permiten revivir en cierto modo o por lo menos comprender las

    4. G . W U N D E R L E , Das religiose Erleben, eine bedeuiungsgesehichtliche und psycho-logische Studie, Paderborn 1 9 2 2 , p. 8s.

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    Procedimientos de acceso al objeto

    vivencias religiosas, incluso en sus niveles ms altos y ms bajos, a partir de las manifestaciones de los hombres religiosos, o de los escpticos o no creyentes.

    Es cierto que la observacin de uno mismo, como mtodo cientfi-co, plantea algunas dudas que no pueden tomarse a la ligera 5 . De-bemos sealar ante todo la dificultad o imposibilidad de observar el proceso de nuestra propia vida anmica sin perturbar o modificar su curso o su cualidad vivencial. Aparece luego el peligro, ciertamente considerable, de engaarnos respecto a lo que acaece en nuestro propio interior, especialmente cuando se trata de la obser-vacin de vivencias penosas o de mviles de nuestra conducta impuros o egostas. Nos encontramos finalmente con serios reparos respecto a la descripcin de la vivencia, problema que no puede separarse de la observacin personal cuando nos proponemos apre-ciar el valor cientfico de este mtodo: nuestra lengua, elaborada a base de las cosas y los hechos de la vida corriente, no est suficiente-mente diferenciada para una adecuada expresin de los mudables y a menudo muy personales y peculiares procesos psquicos. Considera-ciones de este tipo fueron causa de que, en inters de la exac-titud cientfica, se evitase en todo lo posible este mtodo y la descripcin de vivencias en la psicologa experimental antes de Oswald Klpe y se eliminasen totalmente en el behaviorismo, fun-dado por John Watson, que limita la investigacin psicolgica al comportamiento exterior.

    Es evidente que los inconvenientes mencionados se presentan con especial gravedad cuando se trata de explicar la propia observa-cin de vivencias como las religiosas, de tan delicada apreciacin y tan personales. Afortunadamente, se ha comprobado que tales dificul-tades no son insuperables.

    En cuanto a la ltima de las dificultades citadas, la relativa a la insuficiencia del lenguaje para la expresin de las vivencias pro-pias, debe advertirse que esta deficiencia puede remediarse en gran parte practicando respecto a s mismo e invitando a practicar en los dems una cuidadosa comprobacin de la adecuacin de la expre-sin hablada a la vivencia descrita. Hallamos abundantes y valiosas comprobaciones de hasta qu punto es esto posible en lo que con-

    5. Cf . P H . L E R S C H , obr. cit., p. 78ss. M . S C H E L E X , Die Idole der Werterkenntnis, en Vom Umsturz der Werte, Berna *l'95Ti, p. 215ss.

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