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poema - Amo a esa extraña mujer excepcional

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Todos queremos ser amados por alguien excepcional, sobre todo cuando descubrimos que nos hubiera gustado ser amados como aquella mujer ama a su hombre...

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Page 1: poema - Amo a esa extraña mujer excepcional

Le amo a ella porque lo amacon esa infinita bondad y delicadezaque hubiera deseado para mí

cada vez que la veono la deseo, la admiroy miro su entrega desinteresada a ese hombrequizás él, algún día, dió su vida por ella;de lo que estoy seguroes que ella da su vida, todos los días, por él.

No creo ni que María Magdalena tuviera tanta entregani tanto desinterés por Jesùscomo ella por él.No lo envidio, ni deseo su mujersólo le admiroy le admiro a ella

Cada vez que se me acerca a ofrecerme sus inciensossiento sus miles de aromas que le arropany me embriagan;escucho su dulce voz,la tersura melodiosa de su presencia y me arroba

Le temole huyopero hubiera deseado ser amado de esa manerala miro acariciar su cabellera tan larga como la míay enredar sus dedos en sus largos cabellosdeseo para mí ese beso que le prodiga en la frentedeseo sentirla sentada en mi regazocomo lo hace con él...Pero no lo niego,no quiero escuchar su voz trás de mímientras empuja la silla de ruedaspor muy suave y arabesca que parezca su sombra proyectada delante en el pavimentoAdmiro cómo le protege y le ama

cada noche, en mi camino me ofrece sus aromas y fragancias;tengo atiborrado el baño de inciensosporque no me puedo negar a sus suaves manerasa su delicadeza de mujer maduraa su certeza de vidade no poder ver correr a su amado a su encuentroy no puedo menos que dejar escaparun suspiro y un sollozo:qué bien amado es ese hombre,con su parálisis no despierta compasión sino amor pleno que se regocija en los abrazos de esa mujer

Le amo a ella por cuanto le amapero no con deseo si no con virtudcomo hubiera deseado amar si este fallido corazónno hubiera sido macerado y marchito

Ella me deshoja esta rabia contra la humanidady me hace creer que el amor sí existe;que aún hay gente venturosa y bienaventuradagente digna de ser admiradano por sus proezas sino por la grandeza de su espíritu.En fín le amo sin el deseo ni el apetito carnaly ese es un sentimiento extraño para mí,eso la hace doblemente excepcional.

Amo a esa extraña mujer excepcional....martes, 19 de marzo de 201310:25

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