Política Exterior No 165

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REXTERIVOL. XXIX MAYO / JUNIO 2015 NM. 165

Bismarck en 2015200 aos de historiaalemana muestran lanecesidad de cooperaren el orden internacional,Frank-WalterSteinmeier

Quin es Putin?Un hombre, una misin,un sistema a su servicio.Cmo Mosc buscarecuperar la grandezadel Estado ruso,Roberto Toscano

Irn, lo que puede venirLeopoldo Stampa / Jessica T. Mathews / Jorge Dezcallar

Reino Unido-Unin EuropeaCarlos Carnicero Urabayen / Claudi Prez / Ronen Palan

Giro en las AmricasCuba, EE UU y el deshielo de 50 aos derelaciones hemisfricas, William LeoGrandeEconoma, poltica y legitimidad: las tres crisisde Venezuela, Juan M. Trak VsquezWashington, La Habana, Bogot, Guillermo Prez

El AntropocenoLa accin humana es lacausa de la sextaextincin en la Tierra.Elizabeth Kolbert relatasus primeros efectos,Luis E. G. Manrique

Nigeria maanaYihadismo, corrupciny desigualdad. EsBuhari el presidenteque el pas necesita?Xavier Aldekoa

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6 El largo adis de Reino UnidoEditorial

A C T U A L I D A D8 Carta de Amrica: Cosechando con Irn y Cuba

Jaime de Ojeda

Obama ha decidido aplicar a la poltica exterior los ideales con los quelleg. Sus aproximaciones a La Habana y Tehern pasarn a la historia.

22 Carta de China: La nueva norma de desarrolloEugenio Bregolat

El siete por cien es el objetivo para garantizar en los prximos aosun desarrollo que afronte los problemas estructurales de China.

28 Londres, Bruselas, Brexit o la gran coalicinClaudi Prez

El excepcionalismo britnico se ha convertido en una especie deesquizofrenia: cmo alejarse de la UE y seguir influyendo en ella?

16 Carta de Europa: Desde la Ucrania post-MaidnFrancisco de Borja Lasheras

La guerra de las reformas es a menudo el conflicto olvidado en Ucrania.El reto es transformarse sin descomponerse en plena guerra con Rusia.

C O N T E N I D O

POLITICA EXTERIORVOL. XXIX MAYO / JUNIO 2015 NM. 165

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C O N T E N I D O

E S T U D I O S

43 Nigeria ante su momento de la verdadXavier Aldekoa

Acabar con la desigualdad y la corrupcin y plantar cara al yihadismode Boko Haram son los retos del nuevo presidente, Muhammadu Buhari.

36 Irn, Israel y la verdadera amenaza existencialLeopoldo Stampa

El acuerdo con Irn abre inexplorados caminos de distensin con Israel.La nica amenaza es para la poltica de enfrentamiento de Netanyahu.

72 Irn, el acuerdo y la geopoltica de Oriente PrximoJorge Dezcallar

El acuerdo de Lausana es la nica va para evitar la proliferacinen Oriente Prximo y abrir una nueva etapa en la poltica regional.

82 El nuevo pactoJessica T. Mathews

Quienes en Israel, Arabia Saud y Estados Unidos critican el pacto conIrn no desean ningn acuerdo que cuestione un statu quo de dcadas.

60 Un Reino cada vez menos unido y ms aisladoCarlos Carnicero Urabayen

Desde Blair, en 1997, hasta la coalicin de Cameron y Clegg en 2010,Reino Unido ha sufrido un cambio que marca las elecciones de 2015.

50 La City o el segundo imperio britnicoRonen Palan

Las fronteras de la City van ms all de Londres, a travs de las islas delCanal, el Caribe y el Pacfico. Cmo se convirti en un centro de poder?

92 KGB y nostalgia. Quin es Vladimir Putin?Roberto Toscano

Su origen modesto y el paso por el KGB han marcado la mentalidad, lasprioridades y el modo de hacer poltica de Putin. l tiene una misin.


104 Multilateralismo y mantenimiento de la pazMariano Aguirre

Las esperanzas de un mundo ms cooperativo tras la guerra fra no sehan cumplido y no hay acuerdo sobre cmo responder a los conflictos.

134 Entre Washington, La Habana y BogotGuillermo Prez Flrez

La reforma migratoria, la apertura a Cuba y el apoyo a las negociacionesde paz en Colombia modifican la poltica hemisfrica de Washington.

114 Europa y la dependencia de hidrocarburosCarlos Echeverra Jess

El menor consumo de energa por la crisis y la debilidad de la economarusa crean las condiciones para que Europa diversifique su suministro.

124 Largo camino a la normalidad entre EE UU y CubaWilliam M. LeoGrande

La de Castro y Obama el 11 de abril de 2015 es la nica fotografa delencuentro entre dos presidentes de Estados Unidos y Cuba desde 1959.

144 La triple crisis de VenezuelaJuan Manuel Trak Vsquez

Econmica, poltica y de legitimidad interna y externa: las tres crisisdel gobierno de Nicols Maduro y el incierto futuro de Venezuela.

152 La poltica exterior 200 aos despus de BismarckFrank-Walter Steinmeier

La refinada y compleja poltica de Bismarck deriv en el aislamiento y laconfrontacin con Europa. Hay grandes lecciones en 200 aos de historia.

160 El gasto de defensa en EspaaFrancisco Prez Muinelo

El mbito de la defensa, desde el ministerio a la industria, ha sufrido unareestructuracin para adaptarse al nuevo contexto espaol y europeo.

170 LIBROS:La sexta extincin, de Elizabeth Kolbert, por Luis Esteban G. Manrique.


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2015. Estudios de Poltica Exterior SA. Nez de Balboa, 49, 28001 Madrid.ISSN 0213-6856/Depsito Legal: M-41.221.86

Esta revista recibi una ayuda a la edicin del Ministerio de Educacin, Cultura y Deporte.

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ENRIQUE FANJULLEONEL FERNNDEZCRISTINA GALLACHANTONIO GARRIGUES WALKERMIGUEL HERRERO DE MINJOS LLADMANUEL MARNFEDERICO MAYOR ZARAGOZAALDO OLCESEJAIME DE OJEDA

MARCELINO OREJAJOS PEDRO PREZ-LLORCAWILLIAM PFAFFANTONIO REMIRO BROTNSJOS MARA ROBLES FRAGAJAIME TERCEIROJOCHEN THIES HUGH THOMASJUAN URRUTIAJOS LUIS ZAVALA RICHI

POLTICA EXTERIOR publica seis nmeros al ao en enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre. La empresa editora, Estudios de PolticaExterior, es una sociedad annima inscrita en el Registro Mercantil, tomo 9346, 8117, seccin 3 del Libro de Sociedades, folio 48, hoja 87031-2.

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o que durante aosfue un lamento perma-

nente en Bruselas se haconvertido en aceptacin:Reino Unido no est com-prometido con el ncleodel proyecto europeo. Otiene otra idea sobre lo quedebe ser ese ncleo: mscomercio y apertura finan-ciera; menos integracinpoltica y responsabilida-des compartidas. En el fon-do del recelo para algunosdesafeccin est el temora la prdida de poder brit-nico, un poder que, segnel acadmico WalterRussell Mead, hoy ya soloreside en la City deLondres.

Desde la entrada en1973 en las ComunidadesEuropeas, Reino Unido noha hecho ms que marcardistancia y mostrar su am-bigua visin sobre el futurode la hoy Unin Europea.Esto ha sido as tanto congobiernos conservado-res Margaret Thatcher era

una euroescptica confesay practicante como labo-ristas pese al entusiasma-do europesmo inicial deTony Blair. Pero ha sidoDavid Cameron el agitadorde la relacin con Bruselas,hasta el punto de prometerun referndum en 2017 so-bre la permanencia en laUE de ganar las eleccionesde 2015.

Se celebre o no el refe-rndum, Cameron ya creun grupo de trabajo para re-visar todas y cada una delas competencias queReino Unido tiene transfe-ridas (total o parcialmente)a la UE. El objetivo es plan-tear un proceso de devolu-cin; es decir, una renego-ciacin de las condicionesde pertenencia para uno delos miembros. Si el Tratadode la Unin contempla lasvas de salida de un pas, norecoge nada semejante auna devolucin. Claro quepara eso est la poltica: pa-ra hacer posible lo que en

El largo adisde Reino Unido

E D I T O R I A L

La salida de ReinoUnido daara laintegridad ycredibilidad dela UE: Londresy Bruselas seranmenos el unosin el otro

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un principio no lo es. Quizel referndum sea un aliviopara todos, independiente-mente del resultado. Los eu-ropeos se muestran firmesen que no se ofrecer unaEuropa a la carta, algo que,en cualquier caso, ya tieneLondres con sus opt-outssobre varias polticas.

En los aos de la crisis deleuro, las objeciones britni-cas han colmado la pacien-cia del resto de miembrosde la Unin, que dan pordescontada su negativa acualquier paso que conduz-ca a ms integracin. El go-bierno de Cameron hizo to-do lo posible por vetar elpacto fiscal, no apoy aJean-Claude Juncker parapresidir la ComisinEuropea, se opuso a la crea-cin de eurobonos y ha mar-cado una lnea infranquea-ble respecto a la polticamigratoria. No ha sido des-de luego el nico en torpe-dear las soluciones que im-plicaban ms uninpoltica, pese a que este hasido justamente el resulta-do de la gestin de la crisisdel euro: ms integracin y,en paralelo, ms desconten-to ciudadano con la formaen que se gobierna la UE.

Recordar que la salida deReino Unido de la Unin (eldenominado Brexit) daa-ra la integridad y credibili-dad de la UE es innecesario.Londres y Bruselas seranmenos el uno sin el otro.Reino Unido supone el 16por cien del PIB europeo yes la gran potencia militardel continente con Francia.Hay que aadir, no obstan-te, los recortes en el gasto dedefensa britnico, y los fra-casos de su poltica exterioren Afganistn y en OrientePrximo cuestionan su pa-pel como estabilizador glo-bal. Su casi ausencia en lagestin europea de la crisisentre Ucrania y Rusia es elltimo ejemplo de esta re-tirada de los asuntos euro-peos y globales.

Por qu dedica PolticaExterior una parte impor-tante de este nmero a unpas que parece buscar suaislamiento y dar la espaldaa Europa? El componenteeuropeo de las eleccionesde 2015 es ms relevantefuera de Reino Unido quedentro. Si las consecuen-cias para la UE sern inevi-tables habr cambios en elvnculo con Bruselas igual-mente inevitables sern los

efectos sobre el propio siste-ma poltico britnico.

Como en otros pases eu-ropeos, y de forma particularen Espaa, el bipartidismo ylos gobiernos de mayorasms o menos estables se hanterminado. Viene un tiempode gobiernos en minora ocoalicin. Lo que pase enReino Unido se seguir conmucha atencin en Espaa,y no solo por el efectoEscocia, sino por la trans-formacin de los partidos yla divisin del voto.

La poltica interna y laevolucin econmica y ex-terior de Reino Unido, des-de el gobierno de Tony Blair,en 1997, hasta la coalicinconservadora de Cameron yNick Clegg, en 2010, estanalizada por Carlos Carni -cero Urabayen, buen cono-cedor de la poltica britni-ca y del encaje europeo.Claudi Prez presenta conagudeza el debate sobre elBrexit desde Bruselas.Ronen Palan repasa la histo-ria de la City y el procesopor el que se ha convertidoen el mayor centro financie-ro global. Precisamente enla City est la respuesta amuchos de los dilemas bri-tnicos sobre su poder.

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MAYO / JUNIO 2015

s admirable la serenidad conla que Barack Obamacontina labrando el legadode su presidencia durante sus

dos ltimos aos, pese a losconstantes obstculos que lepresenta la irreconciliable y ciegaoposicin republicana y laresistencia, no menos ciega, de unaopinin pblica tan polticamentepolarizada. Est demostrando,contra los que le pensaban ya comopato cojo, la amplitud de lacapacidad ejecutiva que an quedaentre sus competenciasconstitucionales. El presidente ha logrado laefectividad del seguro mdicouniversal, ha humanizado lasdeportaciones de la inmigracinilegal, ha impuesto una estricta

regulacin de emisiones de carbono,ha iniciado en todo el pas unmovimiento para elevar el salariomnimo y ha comenzado a realizaren poltica exterior los ideales queproclam al principio de supresidencia, en Asia, Europa yAmrica, si bien no ha superado deltodo las severas hipotecas que ledej su predecesor en Irak yAfganistn, ni los envites querepresentan Irn, Rusia e Israel.

Todo tiene su precio, sin embargo,y ahora el presidente se enfrenta conmultitud de demandas judiciales quela oposicin republicana y poderososgrupos de intereses han interpuestocontra la efectividad de sus decretosejecutivos y la reglamentacin de lasagencias del gobierno respecto a lainmigracin y el medio ambiente.

Cosechando con Irn y CubaObama ha decidido aplicar a la poltica exterior los ideales con losque lleg a la presidencia. Ya nada impedir que pasen a la historiala apertura diplomtica hacia Cuba y las negociaciones con Irn.

Jaime de Ojeda

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C a r t a d e A m r i c a

8 POLTICA EXTERIOR

Jaime de Ojeda, profesor de la Universidad del Shenandoah, Virginia, colabora regularmente en POLTICA EXTERIOR.Carta entregada el 21 de abril.

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Incluso algunos Estados, yespecialmente Arizona, hanresucitado la doctrina de lanulificacin, por la que pretendenno cumplir todo cuanto provenga delejecutivo si no se ve apoyado por lascorrespondientes leyes delCongreso. Por su parte, el jefe de lamayora republicana en el Senado,Mitch McConnell, los anima, encartas dirigidas a los gobernadoresde los Estados, a no cumplir lareglamentacin nacional de medioambiente, y pretende enervar as lasprximas negociaciones globalessobre conservacin medioambiental.

La efectividad de la Ley deTratamiento Mdico Asequible yProteccin del Paciente (el seguromdico universal) que el presidenteha ido reforzando y cuyos beneficiosla nacin comienza a comprender, sepuede ver desbaratada si el TribunalSupremo dicta prximamente unasentencia negativa respecto a lossubsidios que han de recibir los queno puedan pagar las primas de losseguros mdicos obligatorios. Lasintenciones de los magistradosconservadores del Tribunal Supremoya se pusieron en evidencia alaceptar la demanda sobre un aspectotcnicamente trivial de la citada ley.

En su famoso discurso en El Cairoen 2009, Obama propuso unapoltica conciliatoria respecto a Irnen las prolongadas y complejasnegociaciones para impedir que

desarrolle su capacidad atmicamilitar. Un gran xito inicial ha sidoque las negociaciones se estnllevando a cabo con los cincomiembros del Consejo de Seguridadms Alemania, lo que modera laoposicin que encuentran lasnegociaciones con Irn tanto entrelos republicanos, que ven unaexcelente oportunidad de atacar alodiado presidente negro, como entreun importante sector de losdemcratas.

Es cierto que en Lausana elsecretario de Estado, John Kerry, haconseguido un proyecto deextraordinario inters que pareceasegurar la renuncia del armaatmica durante al menos losprximos 10 aos, bajo el estrictosistema de inspeccin del ProtocoloAdicional del Tratado de NoProliferacin (TNP); y que elacuerdo marco al que han llegado el2 de abril va mucho ms all de loque muchos esperaban fuera posible.Pero sobre este proyecto pesa ladesconfianza que Irn ha generadopor el incumplimiento de su palabradurante el pasado, a lo que se sumasu inveterada y violenta accincontra EE UU y los pases sunes dela regin.

El mundo chi, que ahorarepresenta Irn, ha desarrollado,durante siglos de penosasupervivencia en un universo sun,una doctrina que recomienda el

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JAIME DE OJEDA / C a r t a d e A m r i c a


engao y el disimulo como tcticasnecesarias y que aplaude ademscuando tienen xito. Durante losltimos aos, Irn ha desarrollado supotencialidad nuclear, que inici elsah en anteriores dcadas, ocultandosus laboratorios y plantas deenriquecimiento de uranio, ynegando o engaando sin reparoalguno a los inspectores delOrganismo Internacional de laEnerga Atmica, que una y otra vezhan ido descubriendo reiteradasviolaciones del TNP. Qu confianzapuede tenerse en el cumplimiento decuanto acuerden ahora?, se preguntaun amplio sector del Congreso y dela prensa.

Quedan an varios puntos poraclarar: los programas nuclearesmilitares desarrollados en el pasadoo las fechas en que Irn quede librede continuar el enriquecimiento deuranio y la suerte de lascentrifugadoras que no serandestruidas sino simplementeinvernadas. Muchos recuerdantambin la manera en que Corea delNorte supo eludir las restriccionesacordadas hace 12 aos para evitarla potencia nuclear que ahoradetenta.

En el Congreso 47 senadoresrepublicanos, en un intento detorpedear las negociaciones,advirtieron en una carta dirigida alos iranes un acto sin precedentesen la historia que todo acuerdo no

tendra efecto alguno si no esaprobado por el Congreso. Ahora losrepublicanos han intentado,apoyados tambin por importantesdemcratas, preocupados por nodisminuir la autoridad del Congreso,pasar una ley por la que el resultadode esas negociaciones tiene queestar sometido a su aprobacin. Peroaunque se alegue que el acuerdo alque eventualmente lleguen en junioen Viena no es propiamente untratado, que tenga que ser ratificadopor el Senado, solo el Congresopuede levantar las sanciones queactualmente pesan sobre Irn.Incluso est sobre la mesa unproyecto que las aumentara, si lasnegociaciones no consiguen supropsito. Pesa el discurso quepronunci a principios de marzo enel Congreso de EE UU el primerministro israel, BenjaminNetanyahu, denunciando todanegociacin con Irn y reclamandoun rgimen rgido de sanciones,apoyado por la amenaza de unaposible accin militar, como nicamanera de contener a la teocraciairan.

Obama, tan bien secundado por susecretario de Estado, ha logrado ungran xito con el compromisoaceptado por el Congreso. Ha tenidoque admitir la aprobacin legislativadel acuerdo, que exigen inclusomuchos demcratas y aconseja larealidad de la autoridad del

C a r t a d e A m r i c a / COSECHANDO CON IRN Y CUBA



Congreso respecto al rgimen desanciones, pero la ha reducido a 30das despus del acuerdo, lo queprcticamente limita la capacidaddel Congreso de anularlo. De todasmaneras, Obama est incurriendo enun tremendo riesgo poltico: esposible, ante todo, que el mismo Irnhaga fracasar las negociaciones. Elansia que manifiesta EE UU poralcanzar un acuerdo es tal que losiranes pueden sobrestimar su propiafuerza y desvelar que lo nico quedesean realmente es eliminar lassanciones. En este caso, se pondren evidencia la futilidad de laspretendidas negociaciones, tal comohan estado pregonando losrepublicanos. Incluso si se consigueun autntico acuerdo, no reduce enabsoluto el irredentismo iranrespecto a Israel ni su violentapoltica de intervencin en Irak,Siria, Lbano y ahora tambin enYemen.

Las apocalpticas diatribas que seoyen a diario en Tehern contraIsrael y EE UU seran ridculas si nose vieran acompaadas por la accinde sus testaferros en toda la regin.Que ahora el presidente HasnRohan est apoyando ruidosamentea los huzes en Yemen, pas tanalejado de Irn y unas tribus que noson propiamente chies, es bienelocuente. Todo esto empaar demanera sustancial el triunfo queObama pueda alegar si consigue un

xito en las negociaciones nuclearesa finales de junio.

Muchos critican duramente lapoltica del presidente en OrientePrximo, denunciando el desastre enel que se ha hundido Irak tras laretirada de tropas americanas, supasividad cuando el rgimen sirioviol repetidas lneas rojas y sunegativa a armar o asistiractivamente a algunos de los gruposopuestos a Bachar el Asad. Ms an,no comprenden cmo EE UU noacaba de un golpe con el pretendidoEstado Islmico (EI) y lasbarbaridades cometidas conrehenes, minoras y prisioneros.Otros, en cambio, al ver el apoyoque EE UU est prestando a Irak ensu lucha contra el EI, nocomprenden, por muy modesto quesea, que se est en realidadauxiliando al mismo Irn que tantodao ha causado, directa eindirectamente, a las fuerzasamericanas.

Por mucho que se afanen encriticar a Obama, no presentanalternativas viables, y menos anque gusten a la opinin pblica, queaunque de mala gana, porque comoocurre siempre en EE UU preferirareacciones contundentes, sinembargo est ahta del fracaso de susanteriores intervenciones militares.Despus de inauditos esfuerzos pordar fin a las intervenciones en Irak yAfganistn, viendo el complejo caos




en el que se sume toda la regin, elpresidente est intentando distinguirlo malo de lo peor: reacciones adhoc, en funcin de su peligrosidad yde su amplitud, y aplicando lasmedidas ms apropiadas a cadasituacin. Naturalmente, esto alarmaa Arabia Saud y los Estados delGolfo, que temen una conciliacinde Washington con Tehern quepueda conducir a la consolidacin desu pretendida hegemona en laregin y su influencia sobre laextendida poblacin chi.

Pocos son los observadores que sepercatan de que si EE UU e Irnpueden tener intereses comunes queanen sus esfuerzos polticos ymilitares, los fines que persiguenestn tan contrapuestos que, al fin yal cabo, volvern a enfrentarlos. Porde pronto la libertad de navegacinpor los estrechos de Ormuz y Bab elMandeb est siendo protegida pornavos americanos contra todoatentado iran.

La gran sorpresa que ha dadoObama a todo el pas y en especial ala oposicin republicana ha sido laapertura diplomtica hacia Cuba,que ha culminado en el apretn demanos con Ral Castro en laCumbre de las Amricas en Panam.Ha sido un acto sensacional que ibaen contra de cuanto se pensabaposible en este campo. El presidentese ha arriesgado a hacerlo en susltimos dos aos, consciente de que

la opinin nacional comprender lamedida, a pesar de todo lo que losCastro han hecho en Cuba y fuera deella, particularmente en frica yCentroamrica, pues el fin de laguerra fra ha cambiado laspercepciones de muchos, y el mundocomercial, incluso la conservadoraCmara de Comercio, estfirmemente a favor. Adems, lasnuevas generaciones de cubano-americanos ya no sienten laamargura del exilio con la intensidadde sus abuelos.

El presidente ha comunicado alCongreso que, siguiendo un prolijoinforme del departamento de Estado,ha quitado a Cuba de la lista deEstados terroristas, como secomprometi con Ral Castro. ElCongreso tiene 45 das paraoponerse, pero es poco probable quepueda aprobar una ley al respecto.La apertura de embajadas es, pues,cosa de tiempo. Sin embargo, lequeda al Congreso el levantamientodel embargo en toda su amplitud, yesto ofrecer a los republicanos unnuevo campo de batalla y un asuntoclave para la campaa electoral.

Un gran xito de Obama ser laaprobacin, por rara mayorabipartidista, de la autoridad para lapromocin del comercio o fasttrack, que le permitir negociar laAsociacin Transpacfica, el magnoacuerdo de libre comercio con 11pases del Pacfico que el Congreso




solo podr aprobar o rechazar, perosin introducir enmiendas, condicinabsolutamente necesaria para elxito de toda negociacin comercialen el sistema americano de divisinde poderes. Los republicanos hanapoyado la autorizacin por serpartidarios de estos acuerdos quefavorecen sus bases econmicas, yporque estn convencidos de que vaa dividir fuertemente a losdemcratas. En efecto, el presidentese enfrenta con una cerradaoposicin de los sindicatos, losdefensores del medio ambiente y, engeneral, la izquierda del partido, queve en ese eventual acuerdo unasegura prdida de puestos de trabajo,un ataque al medio ambiente y undesprecio a los derechos laborales.Se basan en los resultados negativosdel Nafta, el acuerdo de LibreComercio con Canad y Mxico queBill Clinton logr aprobar en 1994superando tambin la oposicin delmundo laboral y del ala radical de supartido.

Curiosamente, mientras Irn,Israel y Oriente Prximo siguenconcentrando los esfuerzos militaresy polticos de EE UU, no representanretos tan graves como los que surgentanto en la cuenca del Pacfico, consus pases cada da ms emergidosy la creciente influencia de unaChina que ser pronto la principalpotencia econmica mundial, comoen una Europa oriental gravemente

amenazada por las ambicionesirredentistas de Rusia y la desidiapoltica y militar de Europaoccidental.

La violacin del DerechoInternacional que representa laanexin de Crimea y la ocupacinpor fuerzas irregulares rusas deUcrania occidental est pasando sinque EE UU ni los pases europeossepan o puedan reaccionaradecuadamente para restaurarnormas que han mantenido la pazdurante tantos aos. Rusia no solo seha separado de los acuerdos deniveles de fuerzas convencionales enesa y otras regiones de su entorno,sino que viola tambin el mismoTratado de Fuerzas NuclearesIntermedias, verdadera piedraangular de todo el sistema de controlde armamento. Frente a una OTANcompuesta de pases en crisiseconmica, que no logran cumplircon el compromiso de un dos porcien del PIB de gasto militar, y cuyosreflejos de contencin y disuasinparecen haberse atrofiado, qupasara si Rusia inicia unasubversin al estilo de Ucrania, enPolonia o los pases blticos, quegozan de la seguridad de la Alianza?

Mientras la Tierra sigue girandosobre su eje, la campaa electoralempieza aqu su alocada carrera. Yason 20 los candidatos presidencialesdel Partido Republicano, y los hay detodos los colores, reflejando su




crtica divisin interna. Unos, comoTed Cruz, Mike Huckabee y BenCarson, se esfuerzan por conquistarla conciencia religiosa de losultraconservadores; otros, comoRand Paul, intentan aprovechar lacorriente libertaria del partido delt; y otros, como Jeb Bush y MarcoRubio, se afanan por ganar el gruesomoderado y tradicional del partido.Recorren los Estados que ms seaproximan a sus respectivastendencias pronunciando discursoscuyo nico comn denominador esatacar a Hillary Clinton, aun antesde que anunciara el 12 de abril sucandidatura a la nominacin delPartido Demcrata.

En este campo, se han presentadohasta la fecha el exgobernador deMaryland, Martin OMalley, elexsenador y exgobernador deVirginia, James Webb, y el senadorindependiente de Vermont, BernardSanders, pero no tienen ni porasomo la estatura nacional deClinton. Elizabeth Warren,actualmente senadora porMassachusetts y dursima crtica deWall Street, la irresponsabilidad delos bancos y el egosmo capitalistade los republicanos, insiste en nopresentar su candidatura pese a lasexhortaciones de todo el ala liberaldel partido. La exsecretaria deEstado, sin embargo, se enfrenta conserios obstculos: adems de suhistorial en el gobierno de Obama,

cuyas sombras ha expuesto en susmemorias, y de su pasado en la CasaBlanca, donde se le reprochanincidentes y errores tan graves comosu fracasado plan de seguro mdiconacional, tiene que demostrar, porun lado, que no es el retorno de sumarido, ni que tiene la personalidadtan spera y tan dura que manifestdurante la ltima campaa electoral.Sobre los candidatos republicanosest gozando la ventaja de posponerla presentacin de sus planes,evitando as un debate prematuro, yse pasea modestamente en unacamioneta para mantenerconversaciones de t a t porpueblos y comarcas de singularanonimato poltico.




MAYO / JUNIO 2015

ara Ucrania y su gobierno hoyes casi ms fcil tratar laguerra que las reformas,afirma una extenuada

activista en una destartalada oficinaen las afueras de Kiev, repasandoinformes sobre violaciones dederechos humanos en Crimea y elEste. Esa es la gran disyuntiva a laque se enfrenta el pas a un ao de lacada de Viktor Yanukovich y delsubsiguiente comienzo de laestrategia violenta para ladesmembracin territorial deUcrania; primero en Crimea, despusen los oblast de Lugansk y Donetsk.

Una herclea tarea: avanzar, gradualo radicalmente, hacia una verdaderatransformacin y modernizacin deun Estado post-sovitico. La finalidad:

convertirse en un Estado europeo, enpalabras de los propios ucranianos,normal, occidental. El contexto nopuede ser ms adverso: crisiseconmica, descontento social latente,tras una fracasada revolucin anterior,mezclado con grandes expectativas, yla guerra.

La Ucrania post-Maidn da losprimeros pasos hacia esatransformacin en pleno conflictoblico con Rusia y la confusaamalgama de grupos armados queMosc apoya, de distinta procedenciay estructura. Un desafo doble, portanto. El de una transformacinrevolucionaria, a marchas forzadas yen periodos histricamente breves,con una lejana, pero cierta,perspectiva de la perspectiva

Desde la Ucrania post-Maidn:entre las reformas y la guerraLa guerra de las reformas es a menudo el conflicto olvidado enUcrania. El reto es transformarse sin descomponerse en plenoconflicto blico con Rusia y los grupos armados en el Este.

Francisco de Borja Lasheras

Francisco de Borja Lasheras es director adjunto de la oficina en Madrid del Consejo Europeo de RelacionesExteriores (ECFR). Texto entregado el 15 de abril. El autor agradece a Carmen Claudn (Cidob) sus valiosos comentarios auna versin inicial del texto.

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C a r t a d e E u r o p a

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europea. Y el desafo de la propiacontinuidad de Ucrania como Estadoindependiente, no solo de iure, algopuesto en cuestin sin ambages porsu vecino del Este y algunossegmentos y fuerzas polticas deEuropa Occidental.

Dos conflictos coexisten enUcrania: uno consigo misma, con lospoderes fcticos que han lastrado supotencial de modernizacin; otro, elreciente conflicto blico.

A poco ms de un ao delcomienzo de un cambio polticoincierto es fundamental intentarentender el complejo contexto post-Maidn, la naturaleza de algunasfuerzas reformistas en la sociedadcivil y las instituciones, y losprincipales desafos en ese otroconflicto de Ucrania (el granolvidado), tal como se ven y viven enel pas. Se trata de arrojar algo de luzsobre una situacin compleja ycambiante, como es habitual encontextos de transicin y conflicto,pero demasiado a menudo prejuzgadaen Espaa y Europa, a partir devisiones simplificadoras acadmicasy/o ideolgicas sobre geopoltica,Rusia y Europa Oriental.

Contexto poltico

El periodo de gracia del segundogobierno de Arseny Yatsenyuk,apenas unos meses despus de sunombramiento, podra estar

agotndose. Una encuesta recienterefleja una notable cada de apoyo alas dos principales fuerzas de lacoalicin gubernamental, el FrentePopular, del primer ministro, y elBloque Petro Poroshenko, delpresidente. En una dura situacineconmica, el gobierno es visto comoun mal comunicador en aspectosclaves, como la condicionalidad delFondo Monetario Internacional y laagenda de reformas.

Existe descontento populartambin con el proceso de reformas,percibido como insuficiente, y unagran impaciencia para ver resultadosinmediatos en asuntos como laendmica corrupcin. A ello se uneuna profundsima desconfianza en elEstado y sus instituciones. Unadesconfianza que viene de lejos y que,en lo concerniente a las fuerzas deseguridad, ha crecido enormementecon los trgicos hechos del Maidn.

Hoy existen dos formas demovilizacin civil y popular enUcrania. Por un lado, un reformismocvico, liderado por fuerzas yorganizaciones vinculadas con elEuromaidn, tambin presente en laVerkhovna Rada (Parlamento) tras laselecciones parlamentarias de octubrede 2014. Por otro, protestas en tornoa reivindicaciones concretas, en sumayora socioeconmicas y de difusoorigen (que se ven estos das en lascalles de Kiev), con mtodos ysimbologa del primer Maidn.


FRANCISCO DE BORJA LASHERAS / C a r t a d e E u r o p a


En estas circunstancias, a lo que seaade la incertidumbre derivada de laguerra, hay especulaciones nogeneralizadas an sobre un segundoMaidn. No resulta claro cul sera elelemento catalizador en esehipottico escenario, ms all de lapenuria econmica y frustracinpopular, ni si sera tan aglutinadorcomo el primero. Las ansias decambio radical se atemperan con lanecesidad de estabilidad poltica,unidad nacional y el descrdito delBloque de Oposicin, mayormentecompuesto por miembros del extintoPartido de las Regiones deYanukovich y, por tanto, percibidoscomo prorrusos.

Entre fuerzas del cambio

A menos que uno sea un cnicoempedernido, es difcil no quedaradmirado por la dedicacin y calidadprofesional de muchas de lasorganizaciones civiles que proliferantras el Maidn, que estuvieron en suorigen y que lo distinguen claramentede la Revolucin Naranja de 2004. Sulabor abarca desde la implicacin enel proceso de reformas, hasta elseguimiento de la situacin de losderechos humanos en el conflicto, ola atencin a los casi un milln dedesplazados internos que la guerra haprovocado. Ucrania es un casosingular de sociedad civil implicadaen un proceso de transformacin de

estas dimensiones, muy por delantede algunos pases candidatos de la UEcon similares problemasestructurales, como en los Balcanes.

Este espritu de organizacin, partede la historia reciente de Ucrania, haadquirido cierta simbologa pica traslos sucesos de finales de noviembrede 2013 y febrero de 2014. Otrofactor clave es la falta de confianza enel Estado, percibido como corruptoen sus entraas e incapaz de resolverlos problemas bsicos de ciudadanos.Esa debilidad estructural del Estado,por una parte, y sus excesos, por otra,han conducido a la cuasisustitucin de las instituciones pororganizaciones de la sociedad civil enalgunos aspectos pblicos.

En este proceso, el concepto deautoayuda es clave en la Ucrania post-Maidn, y es el que inspira tanto aorganizaciones civiles como a la fuerzapoltica del mismo nombre(Samopomich), la tercera lista msvotada en octubre, integrada poractivistas del Maidn, ONG,emprendedores y otros, sin cargosprevios en el Parlamento. Los lderesde Samopomich tienen un novedosodiscurso reformista y vnculos congrupos promotores de la iniciativa deReanimacin de Reformas. En palabrasde algunos de sus lderes, no esperanque la UE resuelva estas cuestiones(los propios ucranianos tenemos queacabar con la corrupcin). Alcontrario, piden que Bruselas sea

C a r t a d e E u r o p a / DESDE LA UCRANIA POST-MAIDN: ENTRE LAS REFORMAS Y LA GUERRA



absolutamente exigente con la agendade reformas y con el gobierno.

No obstante, en Ucrania, elverdadero cambio, an potencial, esclaramente de generacin, no tantode unos partidos u otros. Ms all deSamopomich y las esperanzas(excesivas?) depositadas en estenuevo partido, uno se encuentra conun perfil de jvenes profesionales(entre 20 y 40 aos) en diversasorganizaciones y hoy en elParlamento, adscritos a distintasfuerzas polticas.

y continuismo: la vieja guardia

Hoy se habla en Kiev de des-oligarquizacin; esto es, medidas paracontrarrestar la masiva influenciapoltica de los oligarcas.Paradjicamente o no tanto sipensamos en otras transiciones,podra ser el propio Poroshenko(oligarca, proveniente de lo que seconoce como vieja guardia oantiguo rgimen) quien tomara lasprimeras decisiones reales en esesentido. Por ejemplo, la recientedestitucin de Ihor Kolomoisky (paraalgunos, el otro presidente deUcrania) como gobernador deDnipropetrovsk. En esa lnea vantambin algunas de las propuestas deSamopomich, en lo que concierne afinanciacin estatal de partidospolticos. La falta de financiacinoficial es una fuente de corrupcin y

de compra de puestos en las listas. Lapropia crisis econmica, ladestruccin del tejido industrial delDonbs en guerra, o la condicionalidaddel FMI estn contribuyendo tambina una cierta disminucin del poder delos oligarcas.

Este proceso profundamentecomplejo, como casi todo lo queatae a la transformacin de Ucrania,est lleno de dilemas de Realpolitik.Los oligarcas son vistos comoobstculo para la plena normalizacindel pas. No obstante, en tiempos deamenaza nacional distintosinterlocutores reconocen que algunasde las unidades militares bajo controlde los oligarcas o los batallones devoluntarios que estos financian yque el gobierno est intentandointegrar bajo su mando y control sona veces ms eficaces que las fuerzasregulares en la cruenta guerra delEste.

Ms all de decisiones formales yretrica oficial, est por ver lavoluntad del gobierno de Yatsenyuk(o de la UE) de tratar esta cuestin,as como su capacidad para,gradualmente, limitar el peso deintereses fcticos. Pues, a pesar delMaidn y de nuevas caras, talesintereses, en un sistema polticodonde ms que partidos ideolgicosexisten plataformas de intereses,siguen presentes en todas lasinstituciones. Ello incluye el gobiernoy el Parlamento, tanto en fuerzas que




lo apoyan como en el actual Bloquede Oposicin.

De hecho, parte de las dificultades ybaos de realismo poltico a que seenfrentan los activistas del Maidn,hoy convertidos en parlamentarios y/uostentando algn cargo ministerial,reflejan lo inevitable de tener quehacer poltica, mano a mano, con lavieja guardia y su asociacin pblicacon figuras de la misma. Algo queotras transiciones, como la espaola,tambin han conocido.

Reformando el Estado

Oligarcas y vieja guardia son, sinembargo, parte de problemas msamplios, enquistados en Ucrania y sucultura poltico-social. En lascircunstancias actuales, hay por lomenos tres prioridades urgentes:atajar la corrupcin, consolidar elEstado de Derecho y relanzar laeconoma. Las tres estnntimamente relacionadas y soncruciales si el proceso polticoiniciado por Ucrania ha deconsolidarse o estancarse.

Corrupcin es la palabra msrepetida por el ucraniano medio, enun pas donde hay que pagarsobornos para aspectos bsicos de lavida diaria, ya sea el hospital, lapolica o el registro de matrculas.Transparencia International colocaUcrania en el puesto 142 en su ndicede Percepcin de Corrupcin en

2014, estando Rusia en el 136.Ciertas prcticas operan casi comopoltica social y en parte tiene quever con un sistema que paga a susfuncionarios salarios nfimos,insuficientes para vivir.

De entre los sectores percibidoscomo ms corruptos destacan lasmismas instituciones que,irnicamente, han de garantizar elEstado del Derecho: la judicatura y elsector de seguridad, cuya reputacin,por su papel central en los violentossucesos del Maidn, es psima.

Tericamente, habra dos grandesopciones o vas en este tipo decontextos. Una sera la plena lustracinde rganos y cuerpos de seguridad,limpiando de manzanas podridas lasinstituciones y reclutando segncriterios meritocrticos. Otra opcinpasara por reformas ms graduales eincrementales, similares a las probadasen pases de la ampliacin oposconflicto.

Hay propuestas ambiciosas ylegislacin en marcha para jueces,fiscales y sector de seguridad, en lalgica de la primera opcin. Pero, enla prctica, la impresin es que lasmedidas son, en el mejor de los casos,parciales y, peor, que sectores dentrode los mbitos correspondientesestn minando su aplicacin.

Ambas opciones tienen pros ycontras. Una lustracin radicalpresenta problemas serios de recursoshumanos, seguridad y estabilidad en

C a r t a d e E u r o p a / DESDE LA UCRANIA POST-MAIDN: ENTRE LAS REFORMAS Y LA GUERRA



tiempos de guerra (riesgo de crear msgrupos fuera del control del Estado),adems de vulneraciones de proceso yEstado de Derecho. Pero tampocoqueda claro cun factible o realista eshoy en Ucrania una transicin pulcrau ordenada, de ley por ley, que noreforme sustancialmente el sector deseguridad ni establezca un poderjudicial y fiscal mnimamenteindependiente. Los precedentes enotros escenarios (desde Irak a Bosnia oKosovo) no arrojan conclusiones muypositivas sobre ambas opciones. Existeun riesgo real de que Ucrania camine aotra europeizacin o transformacinsuperficial, como es el caso de algunospases candidatos a la UE (o yamiembros de pleno derecho).

Guerra y esperanzas europeas

Los retos que tiene ante s Ucraniadesbordaran las capacidades demuchos Estados europeos constituidos.

El conflicto blico, en el mejor delos peores escenarios, quedarcongelado o aislado, siendo larealidad de hechos consumados porla fuerza en el terreno la que es. Perosi consiguiera estabilizarrelativamente el frente blico en elEste (algo que depende de Mosc),Ucrania podra dedicarse plenamentea la batalla central, la que se libradiariamente en el Parlamento y en lasotras instituciones del Estado.Desgraciadamente, al Kremlin de

Vladimir Putin no le interesa ni unconflicto congelado, sino uno latente,ni la normalizacin de Ucrania, nodigamos su inclinacin europea.Probablemente intensificar la guerrahbrida para evitar progresos en esteotro frente.

Estamos hablando de procesoslargos y espinosos. Precedentes comoel modelo de Polonia son de ayudarelativa. Pero son tambin procesosdemasiado a menudo al capricho deotras agendas nacionales, personalesy de Bruselas.

Ucrania comienza un procesotransformador en el que, como todos,habr ganadores y perdedores.Aunque le esperan an duraspruebas, la sociedad ucraniana tieneuna oportunidad. Ms all demensajes contradictorios y promesasirreales, los europeos deberanimplicarse de lleno en este otro frentedescuidado: el de las reformasdemocrticas y de buen gobierno.

Parte de la lucha por reavivar elenfermo proyecto europeo y la utopaeuropea, no est en Bruselas sino ennuestras propias capitales nacionalesy tambin en Ucrania. Por ello, loseuropeos tienen que contribuir aconsolidar este proceso. Y, con lgicosmatices de oportunidad y estrategia,apoyar a fuerzas que a menudo creenms en el modelo europeo y su futuro,y estn ms dispuestos a mssacrificios por hacerlo realidad, quenosotros mismos.




MAYO / JUNIO 2015

omo todos los aos, el 5 demarzo se abri en el Palaciodel Pueblo de Pekn el plenoanual de la Asamblea Popular

Nacional (APN), el Parlamentochino. Ante sus ms de 3.000miembros, el primer ministro, LiKeqiang, ley su informe,equivalente al discurso sobre elestado de la nacin en otros pases.Repas lo hecho el ltimo ao y fijlos objetivos para 2015, con nfasisen la economa.

En 2014 el PIB de China creci un7,4 por cien, una dcima menos delo previsto, y para este ao se esperaun crecimiento en torno al siete. De1978 a 2011 la media de crecimientoanual fue del 9,9. Entre 2000 y 2011del 10,7. En 2012 se redujo al 7,8 yen 2013 al 7,5 por cien. As, la del

2014 ha sido la tasa de crecimientoms baja desde el inicio de lareforma econmica en 1978. Perohay que aadir que ya el vigente XIIPlan Quinquenal (2011-16) preveauna tasa media de crecimiento delsiete por cien. Es decir, no seconsigui reducir el crecimientotanto como se deseaba.

Los dirigentes chinos sabanperfectamente que el crecimiento dedos dgitos no iba a durar, y ya elequipo dirigente anterior (Hu Jintaoy Wen Jiabao) acu el conceptocientfico del desarrollo: menoratencin a la cifra de crecimiento enaras de su calidad (menor costemedioambiental, ms equitativadistribucin de la renta entreregiones y grupos sociales, menoscorrupcin, etctera) y

El siete por cien o la nuevanorma de desarrolloSe acab el crecimiento de dos dgitos. El siete por cien es el objetivomarcado para garantizar en los prximos aos un desarrollo queafronte, al mismo tiempo, los problemas estructurales de China.

Eugenio Bregolat

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C a r t a d e C h i n a

22 POLTICA EXTERIOR

Eugenio Bregolat, diplomtico, ha sido embajador de Espaa en China durante tres distintos periodos, 1987-91,1999-2003 y 2011-13. Carta entregada el 7 de abril.

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sostenibilidad. La nueva norma delsiete por cien se ha fijado, dijo Li,teniendo en cuenta lo que esdeseable y lo que es posible y seespera mantenerla por un tiemporelativamente largo.

Larry Summers, exsecretario delTesoro de Estados Unidos, estimaque el crecimiento de China sereducir al cinco por cien en 2023 yla media de la dcada siguienteestar poco por encima del tres. ElChina Daily, diario del gobiernochino, le rebati, entendiendo queno hay una norma universal y queChina crecer ms, evitando latrampa de la renta media, si escapaz de reconvertir el modelo decrecimiento basado en el incrementode los factores de la produccin enotro basado en la innovacin.

La inflacin fue del 0,8 por cien en2014 y la meta para 2015 es el tres.En 2014 se crearon 13,2 millones deempleos urbanos y este ao se prevcrear 10 millones, de modo que elparo urbano no supere el 4,5 porcien. El supervit comercial fue en2014 de 118.000 millones dedlares, aunque el ltimo trimestreregistr un dficit de 66 millones.Para este ao se prev que elcomercio exterior crezca un seis porcien, frente al 3,4 de 2014. Lainversin exterior en China seespera que se mantenga este aoigual que el pasado, 120.000millones de dlares, y la inversin

china en el exterior se prev quepase de 103.000 millones en 2014 a113.000 millones este ao.

Li Keqiang constat que al crecerlos problemas relacionados con ladisponibilidad de recursos y elmedio ambiente, al tiempo queaumentan los costes laborales y deotros factores de produccin, elmodelo de desarrollo basado en altosniveles de inversin y consumo deenerga, as como en la expansincuantitativa, es difcilmentesostenible. El ao pasado dijo Lihubo ms problemas de loanticipado, y puede que lasdificultades que tenemos por delantesean an ms formidables que las delao pasado.

Los problemas sistmicos,institucionales y estructurales sehan convertido en tigres en lacarretera (los chinos sientenpredileccin por los refranes eimgenes protagonizados por eltigre) que paralizan el progresoeconmico. Para superarlos esimperativo transformar el modelo dedesarrollo econmico, de acuerdocon la estrategia fijada por el XVIIICongreso del Partido ComunistaChino (2012) y por el vigente XIIPlan Quinquenal. En concreto, seprev dar mayor peso al consumo(que el ao pasado gan tres puntospara alcanzar el 51,2 por cien delPIB, en detrimento de la inversin yla exportacin), y los servicios (que


EUGENIO BREGOLAT / C a r t a d e C h i n a


significaron en 2014 el 48,2 del PIB,frente al 46,9 del ao anterior).

El crecimiento no se va aconseguir con el aumento de lainversin y el crdito, sinofomentando la iniciativa empresarialy la innovacin. En 2014 se crearon12,9 millones de empresas, unaumento del 45,9 por cien respectoal ao anterior, lo que demostr elpotencial ilimitado del mercado. Sefomentar la cultura empresarial yde la innovacin. Tal como decidi elXVIII Congreso del PCCh, se estdando un mayor papel al mercado,en detrimento del sector pblico(vase Carta de China de enero-febrero de 2014), liberando la grancapacidad empresarial de losciudadanos. El chino es, en efecto,un emprendedor nato. En ciertaocasin un embajador de Japn medijo: El verdadero animaleconmico no es el japons ni elcoreano, sino el chino.

El gasto en I+D pasar del dos porcien del PIB en 2014 al 2,2 en 2015.Se har hincapi en el aumento de laproductividad y el fomento de lasindustrias emergentes estratgicas.Los dirigentes chinos tienenrecuerdo una vez ms unaverdadera obsesin tecnolgica (Cartade China de marzo-abril 2014). LiKeqiang dijo que en 2014 segraduaron 7,49 millones deuniversitarios, lo que est en lnea conla previsin del informe del Banco

Mundial China 2030, publicado en2012, segn el cual el pas graduar200 millones de universitarios, lamayora ingenieros y cientficos, enlos prximos 20 aos.

Dos de los ms inminentespeligros a los que se enfrenta laeconoma china son las burbujascrediticia e inmobiliaria. China hizofrente a la crisis econmica globalcon grandes aumentos del gastopblico y del crdito. Aunque ladeuda pblica es manejable, ya queascenda solo al 20 por cien del PIBen 2014 (frente a ms del 90 en laUE, por encima del 100 en EE UU ycerca del 250 por cien en Japn), ladeuda de las entidades locales(provincias y municipios) es msproblemtica, ya que pas entre2008 y 2013 del 18 al 36 por cien delPIB. Para hacerle frente, el gobiernoha decidido transformarla enobligaciones con bajo tipo de intersy, segn Li, ms del 70 por cienconsiste en proyectos con buenasperspectivas de rentabilidad.

En cuanto al crdito concedidopor el sistema financiero, pas del153 por cien del PIB en 2008 al 282en la actualidad. Los expertosadvierten de que la experienciahistrica demuestra que burbujassemejantes acaban pinchando.Respecto a la burbuja inmobiliaria,creada bsicamente por ser el sectorrefugio del ahorro en busca derendimientos superiores al muy bajo

C a r t a d e C h i n a / EL SIETE POR CIEN O LA NUEVA NORMA DE DESARROLLO



tipo de inters ofrecido por la bancaa los depsitos, imagino que loschinos, siempre en busca de buenasprcticas a imitar y de malas aevitar, habrn ya analizado endetalle lo sucedido con la burbujainmobiliaria espaola. De no ser as,les conviene hacerlo.

Respondiendo a una preguntasobre los riesgos financieros deChina en la conferencia de prensaque sigui a la clausura de la APN, LiKeqiang dijo que hay casosindividuales y aislados de riesgofinanciero, que sern resueltos por elmercado, pero que China esperfectamente capaz de evitar crisissistmicas o regionales.

La Repblica Popular haprotagonizado el ltimo tercio desiglo el proceso de desarrolloeconmico ms rpido yespectacular de la historia universal.La renta per cpita ha pasado depoco ms de 200 dlares en 1978 acerca de 8.000 en la actualidad.China ha sacado a ms de 600millones de personas de la pobreza,en muchos casos de la ms abyectamiseria.

Si sobre la legitimidad de origende un sistema poltico hay opinionesdiversas (las urnas en unademocracia, el triunfo de larevolucin comunista en China o enla extinta Unin Sovitica, labiologa en una monarqua,etctera), la legitimidad de

ejercicio se mide por el mismorasero en todo tipo de sistemaspolticos: la capacidad de generarseguridad y bienestar econmicopara los ciudadanos, que ya paraConfucio, 25 siglos atrs, eran lasobligaciones del gobernante; si no lascumpla, perda el mandato delcielo y poda ser depuesto. En unademocracia, en tal caso, losciudadanos dan el poder a laoposicin.

Esa legitimidad de ejercicio quedareflejada en los sondeos que publicael Centro de Investigacin Pew deWashington sobre el grado deaceptacin de los gobiernos por suciudadana: poco ms del 30 por cienen Europa y EE UU; por encima del85 en China. Hace pocos meses odecir al vicepresidente de laRepblica Popular y miembro delPolitbur, Li Yuanchao, que el PCChsabe muy bien que no puede dar porsentada su permanencia en el poder:solo si los ciudadanos consideran quesu gestin es positiva para el paspodr mantenerlo. Ser Chinacapaz de consolidar esta legitimidadde ejercicio, creciendo por largotiempo en torno al siete por cienanual, la nueva norma, segn laaspiracin expresada por Li Keqiang?

Desde el lanzamiento de la polticade reforma econmica y apertura alexterior de Deng Xiaoping, en 1978,la capacidad de respuesta delPartido-Estado ha sido superior a los

EUGENIO BREGOLAT / C a r t a d e C h i n a



retos que se han ido presentando.Todo lo contrario que en la Rusia deMijail Gorbachov o Boris Yeltsin,quienes se vieron totalmentedesbordados por la magnitud delproceso de cambio que pusieron enmarcha, y que condujo al desplomedel Estado sovitico y al quebrantoeconmico de Rusia.

En los 25 aos que vengosiguiendo la marcha de China heodo constantemente que se iba aestrellar. De momento, somos Europay EE UU los que nos hemosestrellado. Obviamente, China tienemuchos y graves problemas, bienconocidos: un modelo econmicoagotado, cuyo proceso de revisindetall Li Keqiang en su informe; elenvejecimiento de la poblacin; eldeterioro ecolgico; las crecientesdiferencias de renta entre grupossociales; la corrupcin; la adaptacin

del sistema poltico a las nuevasrealidades sociales, por citar solo losms importantes. Li nos puso al dasobre los esfuerzos que est haciendoel gobierno chino para resolverlos.

Con una economa y una sociedadcada vez ms complejas, seguir lacapacidad de respuesta del poderchino estando por encima de losretos? Ser el PCCh, la mayormeritocracia del mundo, anclada enlas milenarias tradiciones delmandarinato, capaz de seguirencontrando soluciones? Podrasegurar el crecimiento econmico,manteniendo por largo tiempo lanueva norma del siete por cienanual, as como la estabilidad socialy poltica, para garantizar loselevados niveles de aceptacin de losque goza por parte de suciudadana? Solo el tiempodespejar estos interrogantes.

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MAYO / JUNIO 2015

uropa se ha pasado la mayorparte de estos aos (2000-15)sin nombre la granconfusin, combinacin de la

gran moderacin seguida de la granrecesin intentando unirse, condudoso xito, para gestionar, conescaso xito, sus relaciones con unmundo cada vez menos europeo. Trasms de un lustro metido enproblemas, el continente se planta enmitad de 2015 cargado de dudas, conlas cicatrices bien visibles que dejauna crisis inacabable y un buenpuado de riesgos al acecho.

Por dentro, destaca la saga griega,eptome de una crisis del euro que hadejado un ejrcito de 23 millones deparados, amenazas de deflacin, unempacho de endeudamiento y, en fin,la autntica bomba de relojera que es

la cada vez ms evidente fracturaNorte-Sur. En los aledaos, el conflictocon Rusia en Ucrania. Y en la vecindadSur, los flujos migratorios por elMediterrneo, convertido en una delas fronteras ms peligrosas delmundo. Con ese ramillete deincertidumbres no es extrao que elrelato de muchos analistas desprendaun tonillo de Antiguo Testamento, unaire de plaga de lceras, de fin de lostiempos; como si el apocalipsis nodefraudara casi siempre a sus profetas.

Hay una especie de centrifugado delproyecto europeo, en el que se imponeel pesimismo, como si nadie cayera enla cuenta de que en los ltimos aos lagestin es ms que criticable, perocada vez que ha surgido un verdaderoproblema la respuesta ha sido msintegracin. Eso deja fuera de juego a

Londres, Bruselas, Brexito la gran confusinEl excepcionalismo britnico se ha convertido en una especie deesquizofrenia: Reino Unido teme ser excluido del corazn de Europa,pero no est dispuesto a comprometerse con el proyecto europeo.

Claudi Prez

Claudi Prez es corresponsal en Bruselas de El Pas.

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A C T U A L I D A D

28 POLTICA EXTERIOR

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quienes tradicionalmente no hanquerido ver ni en pintura esa directriz:el encaje de Reino Unido en Europaviene a sumarse a ese retablo de lasmaravillas azuloscurocasinegro yconvierte al continente en algoparecido a uno de esos ccteles quellevan angostura.

Europa, en fin, tiene un problemabritnico o Reino Unido tiene unproblema europeo, tanto montadesde hace dcadas, y las eleccionesde 2015 no son solo las ms reidas dela historia reciente; marcarn a fuegoel devenir de las complicadasrelaciones entre Londres y Bruselas.

Cada vez que Reino Unido tengaque decidir entre Europa y el marabierto, decidir el mar abierto (elinevitable Winston Churchill, 1944).Dios separ a Gran Bretaa de laEuropa continental y fue por algunarazn (la no menos inevitableMargaret Thatcher, 1999). Las semillasde la desconfianza siempre estuvieronah la veta irnica del diccionarioCollins habla del continente europeoexcepto las Islas Britnicas perocon David Cameron ha pasado a otroestadio; a otra categora. Nosotros, losescpticos, tuvimos razn alcuestionar los grandes planes y lasvisiones utpicas [sobre Europa],empezaba hace un tiempo uno de susdiscursos el actual primer ministrotory, justo antes de una serie deerrores de clculo en los asuntoseuropeos que acabaron con el anuncio

de un referndum sobre la pertenenciaa la Unin Europea antes de finales de2017 si ganaba las elecciones de 2015.

Cameron se convirti a finales de2011 en el nico primer ministrobritnico que ha vetado un tratadoeuropeo: el Pacto Fiscal, que los sociosde la UE aprobaron por la puerta deatrs para dar esquinazo al veto deReino Unido (interesado, como casisiempre, en blindar su City). Trat dedescabalgar a Jean-Claude Junckercomo presidente de la ComisinEuropea: de nuevo, agua. Intenttorpedear una y otra vez todos losesfuerzos europeos por apuntalar eledificio del euro. Y ha puesto palos enlas ruedas en prcticamente todo:desde el presupuesto europeo a lapoltica migratoria, desde la crisis deGrecia (Londres no deja de subrayarque tiene listos los planes decontingencia, como si deseara laimplosin del euro en un remedo conacento british de la profecaautocumplida) hasta formar un grupopropio en el Parlamento Europeo queles alej del centroderecha clsico ysubraya, solamente, sueuroescepticismo.

Gran Bretaa nunca secomprometi con la idea de Europa,dice Gavin Hewitt, director paraEuropa de la BBC. A Londres le dejafro el sueo de una Unin cada vezms estrecha. Teme el debilitamientode su poder porque ve que cada vezms decisiones se toman desde


CLAUDI PREZ / A C T U A L I D A D


Bruselas. Con la crisis del euro lasreglas del club han cambiado: loslderes europeos se adentran en uncamino incierto que conduce a unaunin poltica an sin definir. GranBretaa no quiere saber nada de eso ytiene que aceptar que, si se empea enacentuar su carcter insular, acabardesempeando el papel de forastero,advierte Hewitt en Europa a la deriva.

El presidente de la Eurocmara, elalemn Martin Schulz, resume elsentir de Bruselas al respecto: GranBretaa se opone a una mayorintegracin y ha sido un frenoperpetuo para Bruselas. En estepunto, cabe recordar que el freno demano no es una exclusiva de Londres:Pars se resiste a dar ms podereconmico a Bruselas y quiererestringir Schengen, el acuerdo quepermite la libre movilidad de personas;Berln ha sido el primer defensor de launin poltica, pero quiz soloretricamente: se opone con fiereza alos eurobonos y ha puesto objecionesa herramientas fundamentales como elMecanismo de Rescate (MEDE), en launin bancaria o a la hora de permitirlas compras de bonos a gran escala delBCE, por ejemplo.

Esa actitud de Londres, que se haintensificado en los ltimos aos, haacabado provocando el hartazgogeneral en Bruselas con los britnicos,asegura el embajador de uno de losgrandes pases del euro. Reino Unidono sabe qu demonios quiere. Su

primer ministro se ha metido decabeza en la dinmica perversa deUKIP (Partido por la Independencia deReino Unido) y el ala euroescptica delPartido Conservador con unreferndum que es una amenazaficticia. Ciertamente, UKIP sacabuenos resultados en las eleccioneseuropeas, pero no en las legislativasbritnicas; para evitar que le robeapenas un puado de votos fantasma,Cameron monta un referndum que enrealidad es una mascarada, unaceremonia de la confusin en la que niliberales ni laboristas ni conservadoresvan a atreverse pedir el voto a favor dela salida de la UE, explica esediplomtico.

Una vez ms, Londres se vale de unpeligroso juego de amenazas paraobtener contrapartidas: antes delreferndum, quiere renegociar variosasuntos con Bruselas, pero es evidenteque est de capa cada; inclusoAlemania, tradicional aliado de ReinoUnido en muchos dossieres, estcansado del juego britnico. AngelaMerkel se ha distanciado de Cameron.Y, sin el apoyo de Berln, el primerministro navega a la deriva enBruselas. Su estrategia europea selimita a responder a Nigel Farage, ellder de UKIP: en lugar de combatir esediscurso populista y casi xenfobo,prefiere asumirlo para intentarrentabilizarlo, en lo que parece elensimo error de clculo del gobiernobritnico. Porque ni siquiera la

A C T U A L I D A D / LONDRES, BRUSELAS, BREXIT O LA GRAN CONFUSIN



demoscopia domstica explica esaderiva: ni la UE parece ser la principalpreocupacin de los electores, ni laeurofobia es un sentimientodominante, a juzgar por las encuestas.El apoyo a la salida de la UE no haaumentado en los tres ltimos aos ynunca ha alcanzado un nivel tan altocomo en los aos ochenta, cuando loslaboristas se oponan a que ReinoUnido estuviera integrado en Europa,segn un informe de NatCen SocialResearch. Los instintos euroescpticosde Reino Unido estn muy arraigados,pero de ah a salir de la Unin mediaun abismo.

La vida no es una cuenta deprdidas y ganancias, y la relacinentre un pas y la UE tampoco puedeser un simple anlisis coste-beneficio:la poltica, afortunadamente, es algoms que una hoja de Excel; no es elcoche escoba de la economa. Aun as,hay que hacer nmeros y ponerlos allado de los argumentos polticos paratratar de hacer una valoracin ms omenos objetiva de lo que supondrauna salida de Reino Unido: el propioParlamento britnico est elaborandoun completo informe con los pros y loscontras. Ah van los cinco principales,estupendamente resumidos en un parde trabajos de dos think tanksproeuropeos: el Centre for EuropeanReform (CER) y el European Councilon Foreign Relations (ECFR).

1. Datos. Reino Unido supone el12,7 por cien de la poblacin europea

y casi el 16 del PIB de la Unin: esasdos macrocifras bastan para intuir queel bocado sera sensacional. Pero losdatos micro son igualmenterelevantes: 2.800 empresas alemanasoperan en Reino Unido y dan trabajo a370.000 personas: Deutsche Bank, pors solo, emplea a 7.000 en Londres, yBMW a 5.500 para fabricar el Mini. Lasexportaciones britnicas a la UEsuponen el nueve por cien del PIB delpas, y casi 2,3 millones de empleos.Europa sera ms pequea y mspobre sin Reino Unido (que aporta,entre otras cosas, un 12 por cien delpresupuesto y, a pesar del chequebritnico, es contribuyente neto). Yviceversa: una salida provocara cadasdel comercio y la inversin por amboslados; pensar que las consecuenciasseran nfimas es ilusorio, explicaJohn Springford, del CER.

2. Desintegracin poltica. La salidade Grecia del euro es ms temida porel flanco poltico que por el econmicoy financiero: una vez sale un pas, lapregunta es cul es el siguiente. Lamisma mecnica sirve para la salida deReino Unido del club europeo, ya quecreara un precedente con el potencialde iniciar un proceso dedesintegracin de la UE, supondraabrir una puerta por la que despuspodran desfilar pases con las mismas(aunque menos marcadas) tendencias,como Suecia, por no mencionar losms euroescpticos (Hungra yRepblica Checa). Al margen de ese




efecto, los anlisis microeconmicosapuntan a graves distorsiones en laregulacin: la salida obligara aLondres, en la prctica, a anclarse enlas leyes europeas (sin tener capacidadde decisin sobre ellas, como ocurrecon Noruega y Suiza) y a cumplirtodos los estndares continentales enmateria econmica, financiera, socialo medioambiental para no perder suprincipal mercado de exportacin.

3. Irlanda, Escocia, EstadosUnidos. Un portazo de Londresdesestabilizara a Dubln, que siguemanteniendo fuertes lazos conLondres: Reino Unido no haparticipado en los rescates europeos,salvo en el caso irlands. ElexTaioseach (jefe del gobiernoirlands) John Bruton ha alertadocontra esa posibilidad, as como elactual primer ministro, el conservadorEnda Kenny. La sacudida poltica serasensacional en Irlanda, amn de losefectos de un posible restablecimientode los controles en frontera, conrepercusiones negativas para ambosbandos. Pero es que Reino Unidotendra problemas incluso dentro:Escocia es mucho ms europesta queInglaterra. Los analistas consideranque un s en el referndum abrira lapuerta a un segundo referndum deindependencia escocs de inciertoresultado: la posibilidad de tener quesalir de la UE marc a fuego lavotacin del pasado septiembre enEscocia. Un Brexit provocara un

terremoto en el mundo anglosajn engeneral: Londres sigue obsesionadocon su relacin especial con EE UU,pero Barack Obama ha dejado claroque no ve la idea con buenos ojos.

4. Poltica exterior y de defensa.El peso de Reino Unido en esas reases muy superior al de su poblacin yPIB dentro de la Unin. Reino Unidoes, junto con Francia, la granpotencia militar europea: acapara un25 por cien del gasto en defensa y esun actor importantsimo en lageopoltica mundial, en casicualquier zona de conflicto. Su peso,por tanto, en la toma de decisionespor el flanco exterior y de la defensaes enorme. La tradicin britnica enpoltica exterior es casi msimportante que sus tanques: unautntico ejrcito de diplomticosextraordinariamente preparados handesempeado un papel deprimersimo orden en la historia dela integracin europea yprcticamente en todos los mbitos,incluida la creacin del euro (RoyJenkins), la del mercado nico (LordCokfield) o la ampliacin al Este, dela que Londres fue gran impulsor (sibien las malas lenguas siempre hansubrayado que el nico objetivo eraampliar el mercado nico y que elmayor nmero de socios significarauna menor integracin, un procesode toma de decisiones an mscomplicado y, por tanto, un mayordebilitamiento de la comunidad).




5. La City. Una de las joyas de lacorona, ha sido siempre objetivo dedisputa: Londres ha tratado por activay por pasiva de obtener ciertosprivilegios. La salida arrancara decuajo a la UE uno de los principalescentros financieros del mundo, en unmomento en el que ese poder, comocasi todos, se est desplazando conrapidez hacia Oriente. La City haexpresado abiertamente que no quiereni or hablar de Brexit; los mercadossuelen ser poco partidarios de losexperimentos. Pero tambin perderese centro financiero debilitara aEuropa a ojos de los pujantes asiticos:Tendra un efecto corrosivo sobre lapercepcin de la UE en todo elmundo, resume Mark Leonard,director del ECFR. Hay una cosa ms:una sentencia reciente del Tribunal deJusticia de la UE ha reforzado el papelde la City como centro financiero deleuro, en contra de lo que quera elBanco Central Europeo (BCE). Lasentencia se vendi en Londres comouna victoria aplastante. Pero contieneuna mina: el tribunal recuerda a loseuropeos que bastara con cambiar losestatutos del BCE para impedir que lascmaras de compensacin (un eslabnfundamental de los mercados,especialmente en momentos de crisis)estuvieran fuera del territorio del euro.Eso es un aviso a navegantes en todaregla.

Desde la Segunda Guerra mundialhasta los aos setenta, Reino Unido

solicit el ingreso en las comunidadeseuropeas hasta en tres ocasiones, bajotres gobiernos distintos. El innegabledeclive britnico y los temoresasociados a la guerra fra la angustiaposimperial, lo llaman loshistoriadores de las islas bastaronpara anclar los intereses britnicos enla Unin. El Libro Blanco de 1971,previo a la celebracin delreferndum, adverta sin ambages, quede no estar en la UE, en una solageneracin habremos renunciado a unpasado imperial y rechazado un futuroeuropeo.

En los ltimos 30 aos handesaparecido los temores asociados ala guerra fra, y Londres ha sabidosiempre tejer alianzas y dejar hacer asu esplndido cuerpo diplomtico parair trazando el camino de lo que AlainDuhamel denomin la Europainglesa: una unin econmica ymonetaria grande, flexible,librecambista, abierta,profundamente no francesa, enexpresin del intelectual britnicoTimothy Garton Ash. Esa Europa taninglesa hace an ms paradjico elexperimento que parece dispuesto aemprender Cameron si gana laselecciones: en Bruselas hay unamezcla de aburrimiento y saturacin acausa de esa poltica de tierraquemada de Cameron, un lderpoltico a quien el proyecto europeo leresult siempre ligeramenteanticuado, un autoproclamado




modernizador liberal que consiguiser elegido lder del partido haciendopromesas a sus compaeroseuroescpticos, y que de algn modose ha puesto a competir con elantieuropeo Farage.

Cameron, en la prctica, se haquedado sin voluntad de seguir en elproceso de integracin (euro, uninbancaria, justicia, rea Schengen,inmigracin, etctera), pero tambinsin capacidad para frenarlo, en unaespecie de segunda divisin delproyecto europeo en la que los sociosya no estn dispuestos a que ReinoUnido picotee lo que le gusta y deje lodems. El cansancio y la intoleranciaal llamado excepcionalismobritnico estn en mximos: Europaya no est de humor para ofrecerle aLondres un europesmo a la carta. Enla capital europea son cada vez msquienes han perdido la paciencia, ytiene menos eco la constatacin deque el proyecto europeo se veragravemente afectado si Reino Unidoabandona el barco.

El resultado es una especie deesquizofrenia: Reino Unido teme serexcluido y convertirse en un extrao,y, sin embargo, no est dispuesto acomprometerse con el proyecto;Bruselas est cada vez menosdispuesta a ofrecerle un acuerdoflexible y critica a los pases queintentan socavar la UE con labsqueda de privilegios especiales,segn el expresidente del Consejo

Herman Van Rompuy. A su vez, lascabezas ms brillantes deleuropesmo son conscientes de laimportancia de Reino Unido en eljuego de frgiles equilibrios que es laUnin: el gran Jacques Delorssostiene que si los britnicos noquieren seguir la tendencia hacia unamayor integracin en Europa debenpoder seguir siendo amigos de todasmaneras (Handelsblatt, diciembrede 2012).

Juncker se ha comprometido aescuchar las propuestas britnicas, yse da por hecho que podra transigiren algn aspecto relacionado con lainmigracin. Pero habr poca rnica.El presidente de la Comisin Europeay Cameron no tienen buenasrelaciones, aunque de momento, elluxemburgus ha optado por el guanteblanco.

Cuando las potencias ganadorasfirmaron la Paz de Versalles, tras laPrimera Guerra mundial, un jovenJohn Maynard Keynes escribi unlibro visionario sobre lasconsecuencias de imponer grandesreparaciones de guerra a Alemania:pobreza, depresin, quiz otra guerraque acab llegando. No acaba de salirun Keynes en medio de la granconfusin. Ojal surgiera, al menospara escribir una suerte depremonitorio las consecuenciaseconmicas del Brexit.




MAYO / JUNIO 2015

reo que fue en uno de esosencuentros organizados poruno de los activos think tankal uso, donde o decir a

Shlomo Ben-Ami una de susclarividentes frases, dirigidas alcentro de la diana: [Benjamin]Netanyahu confunde a propsito elalcance de las amenazas. Una cosason las amenazas existenciales y otramuy distinta las amenazasestratgicas. Frente a una amenazaexistencial se reacciona; ante unaamenaza estratgica, se negocia. Eldossier nuclear iran no es unaamenaza existencial. Es estratgica.

Estoy seguro de que el encuentrodel que hablo debi producirse allpor 2012, fecha en la que Irndebera haber tenido ya la bombadesde 2010, como vaticinaban

diversos expertos de ambos lados delAtlntico. La cosa no pareca habersido as, aunque ciertamente lasinstalaciones de Natanz, la necesidadde clarificar el pasado, el aumento delos kilos de uranio enriquecido, laactividad de las centrifugadoras y lasfacilidades de Arak, noproporcionaban tranquilidad ydejaban en el tintero muchainformacin que requerir de Tehern.

Hoy ese retrato de la realidadpoltica pertenece al pasado. Elgobierno de Hasn Rohan en Teherny el acierto negociador del ministro deAsuntos Exteriores, Javad Zarif, hancontribuido al cambio. El esfuerzodiplomtico del G5+1 permitir variascosas, pero bsicamente verificarintenciones y comprobar el grado decumplimiento de lo pactado. Se

Irn, Israel y la verdaderaamenaza existencialEl acuerdo con Irn podra abrir inexplorados caminos de distensincon Israel. La amenaza existencial advertida por Netanyahu es enrealidad una amenaza para su poltica sostenida en el enfrentamiento.

Leopoldo Stampa

Leopoldo Stampa ha sido embajador de Espaa en Irn entre 2000-04 y 2008-11.

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A C T U A L I D A D

36 POLTICA EXTERIOR

07,165-stampa_Maquetacin 1 30/04/15 17:30 Pgina 36

abordarn los lmites a la capacidad deenriquecimiento y al stock de uranio;Natanz quedar sin instalaciones deenriquecimiento; Fordo ser un centrotecnolgico y Arak no producirplutonio de calidad militar. En todoacuerdo de desarme o de control dearmamentos y este aunque no lo sease lo parece mucho, la verificacin esclave. Y aqu es la pieza central de loque se est pactando.

De esta manera, la amenazaestratgica es la que se ha venidonegociando y creo que se hanegociado bien. Qu sucedeentonces con la amenazaexistencial a la que tanto aludeNetanyahu? Para Israel esta nuevasituacin podra abrir inexplorados

caminos de distensin, pero para elprimer ministro Netanyahu no. Elmejor acuerdo para l siempre fue elno acuerdo (the best deal, anydeal). Vestir de amenazaexistencial un largo y complicadoproceso que controlar el programanuclear civil de Irn es unaexageracin ms del primer ministro,que maneja bien las hiprboles y semueve con soltura diseandoescenarios apocalpticos.

Es el acuerdo que se negocia con elG5+1 la autntica amenazaexistencial, pero no para Israel, sinopara la vida poltica de Netanyahu. Y esque el acuerdo ha removido algunosfundamentos hasta ahora en Tel Avivconsiderados inamovibles. Hace aos,


El ministro de Exteriores de Irn, Javad Zarif, y Husein Fereydoon, asistente especial del presidente,durante las negociaciones sobre el programa nuclear (Lausana, 27 de marzo de 2015). GETTY


en una de las conversaciones con elacadmico iran, MahmudShariolghalam, terminamos con unacuriosa conclusin: para reaccionarcontra Irn en poltica exterior, Israelsiempre ha trazado varios cortafuegoscon Estados Unidos y los pases rabes.El primero ha querido evitar comofuera un posible acercamiento entreIrn y EE UU. Porque elloproporcionara a Tehern la capacidadde regatear con Washington en elmbito de Oriente Prximo y de algunamanera legitimara la RepblicaIslmica de Irn ante EE UU.

Y, sin embargo, ahora, dndequed el inmutable teorema deacuerdo con el cual EE UU noreconocera Irn, si Irn no reconoceIsrael? O qu hay de cierto en esaafirmacin de que Irn niega laexistencia de Israel? Zarif fue muyclaro en su reciente visita a Madrid.Est de acuerdo con la idea de laaniquilacin? le pregunt unaperiodista y Zarif respondi: No. Laidea es una solucin democrtica porlo que un rgimen que est basado enel apartheid debe ser apartado y debetener un recambio democrtico. Notenemos nada en contra del pueblojudo. Los judos han vivido en Irndurante siglos y tienen unrepresentante ahora en elParlamento. An se rememora entrelos israeles a Ciro el Grande,fundador del imperio Persa, queconquist Babilonia en el ao 539 a.C

y liber a la comunidad israelitaesclavizada por Nabucodonosor trasel asalto a Jerusaln. Ello semenciona en los Libros de Isaas y deDaniel. Ms cercano a nuestros das,el compositor Giuseppe Verdi seinspir en ello para su Nabucco.

Pero volvamos a hoy. De nuevorecurro a quien fuera ministro deIsrael, Ben-Ami, para explicar ciertasimplificacin en el antagonismoentre ciudadanos judos y persas. Suslazos, segn vimos, se remontan aBabilonia, pero en la poca modernahubo gestos. Irn fue el primero enOriente Prximo en reconocer Israelen 1950, y aunque la revolucinislmica perturb la amistad entre losdos pases, siguieron manteniendorelaciones. Ben-Ami recordaba elcaso Irn-Contra (Irangate) en losaos ochenta, cuando Israelsuministr armamento a Irn paraaumentar su capacidad ofensivacontra Irak. Contra Sadam Husein.

Frente a un entorno rabe hostil,Irn e Israel compartan interesesbsicos a pesar de los cambios tradospor la revolucin. De hecho, elconflicto abierto no se inici hasta losaos noventa del siglo XX, cuando lasrelaciones se ideologizaron. La causahabra que encontrarla en el cambiode las circunstancias, cuando EE UUafirm su liderazgo en solitario tras lavictoria en la primera guerra del Golfoy en el desplome de la UninSovitica. Washington qued

A C T U A L I D A D / IRN, ISRAEL Y LA VERDADERA AMENAZA EXISTENCIAL



convencido de que era el superman dela regin. Ide por cierto con elconcurso de Espaa la Conferenciade Paz de Madrid; los Acuerdos deOslo y la paz de Israel con JordaniaIrn, que apoy a EE UU en la guerradel Golfo, no fue invitado porWashington. En su competencia conIrn por la hegemona en OrientePrximo, Isaac Rabin forz su pulso yla rivalidad pas a nutrirse de baseideolgica.

Las estrategias cambiaron hastaextremos insultantes y reprobables,como en el caso del presidente iranMahmud Ahmadineyad, y Tel Avivaument en intensidad su hostilidadcontra Irn. Las ramificaciones de esaactitud se materializaron en unaconstante propaganda manejada conhabilidad y contundencia, rociandoIrn con toda una gama de eptetos,desde el calificativo de constituir elmayor peligro en la regin, a ser elmximo oponente a los intereses de EEUU en Oriente Prximo, el pas msamenazante a la seguridad del mundorabe y el obstculo para el proceso depaz entre los rabes e Israel. Hace pocose aadieron las referenciasapocalpticas al programa nuclear irany las conversaciones G5+1 que servancomo caballo de Troya.

Esas etiquetas, debidamenteargumentadas, se diseminan conautntico virtuosismopropagandstico a travs de mediospolticos, sobre todo en EE UU;

grupos de influencia; centros deseguridad e inteligencia, y son parteinseparable de algunos centenares demedios de comunicacin a escalaglobal, que los airean, convencidosunos y agradecidos otros.

Pero algo cambia. Era impensableque un congresista o senadorestadounidense, pudiera adoptar unapostura contraria a los interesesdefinidos por Israel. Hasta hace unassemanas. El fenmeno de unpresidente de EE UU enfrentado a unprimer ministro del Estado de Israel,era lo nunca visto. Las secuelas deldesencuentro entre Barack Obama yNetanyahu tuvieron ramificacionesen el Congreso y el Senado. Y todoello a causa de Irn. Realmente eseprimer empeo tradicional en lapoltica exterior israel de evitar elrapprochement (acercamiento) entreWashington y Tehern empezaba aser historia. Al menos por ahora. Unadiplomacia rica en propuestas haciaIrn sera importante para iredificando una regin msprometedora. Pero Irn, en eseproceso, debe verse ms como unanacin que como el predicador deuna causa, que deca HenryKissinger. Aunque tan pronto como seenunciase el intento, arreciaran lascrticas del coro de los McCain, losRos-Lehtinen, los Lieberman, losMenndez y los Rubio.

En otro esfuerzo por abortar elentendimiento entre EE UU e Irn,




Netanyahu exige que Tehernreconozca explcitamente el derechoa existir del Estado de Israel en elacuerdo 5+1. Ninguno de losfirmantes ha apoyado la idea, por noser ni el lugar ni el texto adecuadopara ello. Vaya por delante que elreconocimiento al derecho a laexistencia del Estado de Israeldebera ser una exigencia universal. Yel del Estado Palestino tambin. Otracosa es el reconocimientodiplomtico. Por eso no queda claroqu es lo que pretende Netanyahucon su idea? El derecho a laexistencia de Israel no es algo que enTehern se discuta. Al menos hoy da.Pero el mantenimiento de relacionesdiplomticas es otro asunto.

Irn no es el nico Estado que noreconoce a Israel. Otros 32 pases enla comunidad internacional estn enel mismo caso. En la Liga rabe, 18 delos 20 miembros no lo reconocen. Porello resulta curioso que hayainiciativas, como las del senadorrepublicano Marco Rubio, quepatrocinen enmiendas quecondicionan el respaldo del pactonuclear al reconocimiento de Israelpor parte de Irn. Y resulta llamativoque Rubio no tenga tiempo para exigirese mismo reconocimiento a ArabiaSaud, que tampoco lo hace, lo que noimpide a Washington tener cuantiososintereses en ese pas; o a Catar, quetampoco mantiene relaciones con TelAviv y que abriga instalaciones

militares de EE UU, o a Indonesia, elmayor pas musulmn del mundo.Dnde quedan las exigenciasrepublicanas a Kuwait, a Malasia, aMarruecos o a Afganistn, donde losamericanos sostienen el gobierno deKabul, para que reconozcan Israel? Eluso de tanta doble vara de medir nopuede dar resultado.

El segundo cortafuego de Tel Avivfrente a la diplomacia de Tehern seha centrado en los esfuerzos paradistanciar a Irn del mundo rabe, demodo que se impidan las relacionesestratgicas. A pesar de los tmidosprogresos en la poca de MohamedJatami, permanecen las diferenciasfundamentales en ambos lados.

Con la excepcin de Siria, Irncarece de relaciones slidas con lospases rabes, algo que curiosamentele empareja con Israel. Incluso en elIrn prerrevolucionario, las relacionescon los rabes no fueron nuncaflorecientes. Pero este panoramaquedara incompleto sin una reflexinsobre el papel que Washingtondesempe durante aos parapreservar el statu quo, modelando asu gusto la naturaleza de los gobiernosrabes y acallando los sobresaltos enla zona. Acordmonos del aforismoamericano de los aos ochenta, quedibujaba su visin para la regin:Keep the Soviets out, the oil flowingand the region quiet (Mantener a lossoviticos fuera, el petrleo fluyendo yla regin tranquila).

LEOPOLDO STAMPA / A C T U A L I D A D



Ese escenario de calmadespreocupada se trastocara con eldenominado plan del Gran OrienteMedio de la administracin delpresidente George Bush hijo. El planpasaba por asegurar las fuentes desuministro del crudo en manos amigas,segn un esquema cuidadosamentetrazado. Para ello haba que consolidarel cambio en Irak una vez depuestoSadam y redefinir el papel de losprotagonistas de la regin. Para ello, sepropiciaban acuerdos en el mbitoisraelo-palestino que marginaban aYasir Arafat; se olvidaban de Siria ycondenaban a Irn, encasillado en eleje del mal. La democracia imperaraen la zona se pensaba y asiladas,Siria e Irn, caeran como frutasmaduras.

Todo sali al revs. Nada de elloayud a mejorar la relacin de Irncon los rabes, que siguieronrecelando de su vecino persa. De entreellos destaca Arabia Saud. Su mayortemor era contemplar la media lunachi emergiendo de las cenizas de Irak.Ahora lo teme ms. Ya ha habidoadvertencias en este sentido ante lapresencia de los instructores delgeneral Qasem Soleimani en Irak ensu lucha de xito contra el EstadoIslmico (EI). Y aumentan los recelospor parte de Irn e Irak sobre ArabiaSaud, a quien ven tras este fenmeno.

Riad, por su parte, no renuncia a sudeclarada ambicin por convertirseen la potencia de mayor influencia de

Oriente Prximo, aspiracin nonueva y que choca con la de suvecino de la otra orilla del golfoPrsico. Una carrera complicada.Tendrn los saudes mayores recursosfinancieros y el apoyo de Occidente,pero difcilmente se encontrar en laregin otro pas con una identidadnacional ms slida que Irn y mayorvitalidad social, histrica y deatributos geogrficos. Por eso lamayora de los pases rabes ven Irncomo adversario. Siempre fue as,incluso en los tiempos de todos lossahs que reinaron en la zona, amedida que Francia y Reino Unidoiban abandonando la regin y dabanforma y nombre a los nuevos pasesrabes emergentes.

El entendimiento entre los pasesrabes e Irn sera otra amenazaexistencial para Netanyahu. Perocontrariamente a lo que piensa, nocreo que haya que tener miedo a lapaz y al dilogo con los adversarios.Una diplomacia que excluye a losadversarios es claramente unacontradiccin en sus trminos decaKissinger. Quin sabe si el tiempo dara Israel e Irn nuevas opciones. Nadielo pensaba de Egipto, contra quienIsrael luch varias guerras y hoymantienen lazos polticos. O EE UU yCuba o Vietnam.

Irn necesita ser animada a actuarcomo una nacin, no como unacausa, y lo mismo podra aconsejarseal Estado de Israel.





l presidente de NigeriaGoodluck Jonathan apur losltimos das de marzo con lamirada perdida y sentado en

un sof de la villa presidencial de AsoRock, en las afueras de Abuya.Durante horas, sus hombres deconfianza le haban ido pasandoresultados que anunciaban ladebacle: su partido, el PartidoDemocrtico del Pueblo (PDP), estabaa punto de perder por primera vez enla historia las elecciones del pas. Amedida que aparecan nuevas cifras,el cuerpo fatigado del mandatario sehunda ms y ms en el sof. Jamsantes un presidente nigeriano habaperdido el poder en las urnas.

Cuando la derrota segura yaamargaba el paladar de Jonathan, untro de antiguos presidentes africanos

(John Kufuor, de Ghana, Bakili Muluzi,de Malaui, y Amos Sawyer, de Liberia)llam a la puerta. Venan a mezclardiplomacia con amistad para tratar deevitar un bao de sangre: venan apedir al an lder de Nigeria queaceptara la victoria de su rival, elgeneral Muhammadu Buhari,exgolpista y presidente de Nigeriabrevemente en los aos ochenta. Esimposible saber si

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Política Exterior No 165