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Sujeto-Objeto, como cuerpo único en Merleau- Ponty En esta breve presentación abordaremos la cuestión del carácter fáctico del sujeto en el mundo, siguiendo un hilo conductor que se inicia en el cogito cartesiano, se desarrolla en Husserl y se corona finalmente con Merleau- Ponty. Al iniciar, necesariamente tenemos que remontarnos a los escritos de Husserl y su “Crisis de las ciencias europeas y la fenomenologia trascendental” para luego dar paso a lo dicho por Merleau-Ponty. En este texto Husserl pretende ocuparse de los límites y alcances de la razón humana, estudiando su subjetividad. Para realizarlo se servirá del método cartesiano, en el que genera un retorno al ego cogito, considerándolo como el único fundamento seguro de todo filosofar. Posterior a esto lo somete a su método fenomenológico de la Epojé trascendental, en el cual suspende al ego cogito, o sea, lo pone entre paréntesis momentáneamente en una suerte de reduccionismo, y se percata de que algo se le escapaba a la tesis de Descartes, y es que se vuelve imposible cualquier tipo de cogito sin su cogitatum, o sea cualquier tipo de pensar, sin su pensador.

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Sujeto-Objeto, como cuerpo único en Merleau-Ponty

En esta breve presentación abordaremos la cuestión del carácter fáctico del sujeto en el

mundo, siguiendo un hilo conductor que se inicia en el cogito cartesiano, se desarrolla

en Husserl y se corona finalmente con Merleau-Ponty.

Al iniciar, necesariamente tenemos que remontarnos a los escritos de Husserl y su

“Crisis de las ciencias europeas y la fenomenologia trascendental” para luego dar paso a

lo dicho por Merleau-Ponty. En este texto Husserl pretende ocuparse de los límites y

alcances de la razón humana, estudiando su subjetividad. Para realizarlo se servirá del

método cartesiano, en el que genera un retorno al ego cogito, considerándolo como el

único fundamento seguro de todo filosofar. Posterior a esto lo somete a su método

fenomenológico de la Epojé trascendental, en el cual suspende al ego cogito, o sea, lo

pone entre paréntesis momentáneamente en una suerte de reduccionismo, y se percata

de que algo se le escapaba a la tesis de Descartes, y es que se vuelve imposible

cualquier tipo de cogito sin su cogitatum, o sea cualquier tipo de pensar, sin su

pensador.

Desde el punto de vista de Husserl, nos encontramos con un Descartes que se confunde

al querer separar el sujeto del objeto, ya que el cogito, separado del objeto, nunca podría

trascender de si y quedaría completamente aislado y estéril. De aquí se desprende, que

toda conciencia o sujeto, es conciencia (pienso) de un objeto (pensador), y a su vez, este

le corresponde al sujeto del mismo modo. De esta forma Husserl da por hecho la

inserción del sujeto en el mundo, del cual forma parte.

Merleau-Ponty se sirve de este postulado y con él, da un desarrollo a su propia teoría,

reconociendo de todas formas lo inacabado del método, puesto que aun se seguía

sosteniendo una mirada de “espectador desinteresado”, por parte del sujeto-objeto, con

relación al mundo que lo rodea. Por eso, llevara este método fenomenologico al terreno

existencial, buscando las esencias dentro de la existencia, comprendiendo al hombre y al

mundo en la facticidad.

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De este modo, se encuentra con que el mundo debe ser descripto, no construido o

constituido, dado que la esencia se nos aparece siendo vivida en ese mundo fáctico que

es anterior a nuestra conciencia o a nuestra reflexión sobre ella. Por ende, nos

encontramos con un mundo al cual podremos acceder a través del cuerpo y la

percepción de este, convirtiendo al objeto en el medio de apertura para el sujeto.

Para sintetizar un poco lo recién postulado, veremos que bajo la visión de Merleau-

Ponty el sujeto se entiende y conoce viviendo el mundo, se da el concepto de mundo

vivido, y asi rompe con la idea del “espectador desinteresado”.

Y tras lo dicho sentenciamos, que el sujeto se servirá de la percepción para acceder al

mundo, ya no como un ser pensante, sino como un ser pudiente, viviéndolo.