Embed Size (px)
Citation preview
Por
Juan Pablo SÁEZ-GIL
2
a todas las mujeres salvajes
que me ayudaron a liberarme
de mis prisiones mentales
3
Alma
lma era una mujer resplandeciente, vibrante y sutil. Buena hija, buena amiga, buena amante. Independiente, disciplinada y honesta. Modelo de mujer ideal.
Pero todos los modelos ideales son construcciones mentales, son solo ficciones, frágiles como los cristales, inestables como las emociones.
El aullido ancestral de la loba interior resonó en el pecho de Alma y su corazón empezó a condensar la energía de un instinto secreto que se elevaba silencioso desde la raíz de la columna vertebral, envolviéndola como una enredadera invisible.
A
4
Laberintos
lma sintió que el ojo del Gran Autor la estaba observando, se avergonzó por su instinto latente y se perdió nuevamente en el laberinto de los patrones mentales, de los patrones sociales, de los patrones opresores.
Observó fijamente al ojo ciego del Gran Autor perfeccionista que escribió la Historia Universal del Hombre y pensó:
—Ese relato es pura ficción —respiró aliviada—, es hora de narrar la Historia Universal de la Mujer.
Percibió un sutil ronroneo felino en su garganta, se dejó poseer por la vibración y liberó un incontenible rugido salvaje.
A
5
Instintos
alió de la caja en la que estaba encerrada, atravesó el portal de la incertidumbre y se conectó con la vitalidad de una energía felina que creía muerta.
Se abrió la caja de Pandora. Se abrió el ojo de la intuición. Empezó a ver el espectro de energía emocional que había permanecido invisible ante sus ojos biológicos, atrapada entre el rojo y el violeta.
La realidad tridimensional de su mente dejó de tener sentido. El instinto había desarticulado los artificios de la razón.
Liberó otro rugido salvaje.
s
6
Pensamientos
n rocío de lágrimas embebió la semilla de la liberación y los pensamientos se transformaron en flores.
Bailó, cantó y giró de alegría, reviviendo el ritual ancestral de las brujas danzantes.
De tanto girar la oruga se transformó en mariposa.
Descubrió entonces su verdadera belleza y la verdadera belleza del mundo exterior. Entendió que la verdadera belleza está en las proporciones mágicas de la Naturaleza.
Abrió su alas y salió a volar.
U
7
Plantas ornamentales
iajó lejos de su tierra. Se dejó maravillar por la belleza exótica de los espíritus libres.
Comprendió que su belleza había sido transformada en un producto. Se sintió aprisionada en un envase tóxico. Se sintió
desvalorizada por ser valorada con un precio en el mercado. Se sintió consumida por una sociedad voraz.
Gruñendo deshilachó su vestido con garras felinas, se pintó la cara como si fuera un reina tribal y cubrió su cabeza con una corona de flores púrpuras.
Descalza empezó a transitar el sendero salvaje, entre espinas y flores, hacia el corazón la Naturaleza.
V
8
Plantas aromáticas
ecidió que nunca más encaminaría sus pasos guiada por señales visuales. Ya no confiaba en la frivolidad de las imágenes.
Decidió cerrar los ojos para siempre y empezó a caminar a ciegas, sintiendo el camino, en busca de señales invisibles.
Descubrió así la verdadera naturaleza de la sabiduría ancestral:
Todos los caminos llevan aroma.
Respiró hondamente como si recién llegara a este mundo, descifró el mapa trazado por los matices aromáticos y empezó a caminar por el sendero del perfume.
D
9
Plantas mágicas
uiada por los aromas Alma llegó al corazón de la Naturaleza y comenzó a aprender sobre la naturaleza de su propio corazón.
Apenas llegó, aún con los ojos cerrados, percibió la presencia de una entidad imponente que infundía poder y sabiduría.
Sintió que se trataba de una bruja o una anciana, luego sintió que podía ser una madre o una doncella. Prefirió no preguntar.
—He venido a sanar mi corazón —suspiró con voz resquebrajada.
—Bebe mi savia y come mis hojas —invitó la entidad con su lenguaje aromático—, si quieres sanar tu corazón.
G
10
Plantas medicinales
nfrentando sus miedos, cruzó el jardín de espinas por el desierto de su soledad, se enfrentó a su niña herida y reconectó con su pureza primordial.
Regó con lágrimas el jardín secreto, purificó la tierra fértil de su vientre y experimentó la fuerza creativa de la claridad emocional.
Se consumió en la hoguera de una pipa sagrada, despertó el poder de la bruja dormida y renació de las cenizas de su pasado ancestral.
Bebió el trago amargo de la copa de la sabiduría, transitó el sendero de su vejez, atravesó el portal de su muerte y comprendió el poder de la oscuridad.
e
11
Plantas afrodisíacas
e despojó de sus velos, de sus máscaras y de sus disfraces. Quedó desnuda.
Encendió una fogata en el interior de su vientre y empezó a bailar desenfrenada en torno a su fuego interior, en un ritual de
alquimia liberadora.
Se dejó consumir por las llamas de la trasmutación, evaporó los humores tóxicos que la habían contaminado y renació desde su esencia purificada.
Se miró en el espejo de la nada y se sintió plena, exótica y sensual, como una orquídea salvaje.
s
12
Nexo tántrico
ue entonces cuando Alma conectó con su complemento espiritual.
Apareció alguien, transitando también los senderos de la magia, y con una sutil caricia metafísica tocó la herida cicatrizada en el
corazón de Alma. Luego abrió su pecho, mostró la herida de su propio corazón y ella se atrevió a tocar también su cicatriz.
Se encontraron en un abrazo atemporal, los corazones latieron en una misma pulsación y entonces Alma abrió los ojos.
F
13
Amor esencial
lma y su alma gemela se fusionaron por un instante en una sola unidad existencial.
—El amor es libertad —dijo el ser fundido en ese instante atemporal.
Al siguiente instante Alma despertó.
Estaba sola. Desnuda. Con los ojos abiertos.
Se paró frente al espejo, ya sin velos, ya sin máscaras, ya sin disfraces.
—Acabo de encontrar al amor de mi vida —se dijo sonriendo sensualmente ante su propio reflejo— ¡Me amo!
A
14
Oscuridad
ada vez que una mujer se encuentra a sí misma y conecta con su esencia animal, aparece inmediatamente el depredador natural acechando en el umbral de la locura.
Alma percibió la presencia de una entidad oscura que la observaba desde la sombra. Quedó sumida en la oscuridad más profunda, miró en torno suyo tratando de identificar al agresor sigiloso y asustada empezó a correr.
Tropezó con una raíz del árbol del terror, cayó rodando por la pendiente de la dependencia y terminó tirada en el agujero negro de la angustia existencial: en la guarida de su depredador natural.
La presa quedó presa en caverna del predador.
C
15
Luz
lma miró directamente a los ojos de su depredador.
—El depredador está dentro de mí —se dijo sorprendida.
El depredador miró directamente a los ojos de Alma.
—El depredador no existe —se dijo con certeza.
Alma se miró directamente a sus propios ojos.
—Yo soy la presa —sonrió, mostrando los colmillos— y también soy el depredador.
Conectó con la conciencia de todos los seres del planeta y sin mover los labios expresó:
—Yo soy el Universo… yo soy la Gran Diosa dormida.
Y en ese instante la Gran Diosa despertó.
A
16
Espíritu libre
lma permanecía recostada de espaldas en el fondo de la caverna oscura poseída por un éxtasis místico.
Por la abertura circular de la caverna por donde había caído se veía el cielo estrellado y la luna llena resplandeciendo en su
centro. Parecía un mandala de luz y oscuridad.
Sintió que ese mandala era el ojo de un enorme ser desconocido que la observaba como si fuera ella un insignificante ser microscópico.
—Soy insignificante —pensó Alma— pero también soy trascendental.
Cerró los ojos y se quedó dormida.
A
17
Espíritu salvaje
uando Alma despertó todavía era de noche.
Llena de energía y vitalidad salió de la cueva trepando como una lagartija. Caminó entre los árboles descalza, llegó hasta un río sereno y miró sorprendida su reflejo iluminado por
la luna llena:
Alma se había transformado en una guerrera tribal.
Sonrió mostrando sus colmillos, trepó hasta la cima de una roca con agilidad felina y aulló a la luna, entonando el mantra instintivo del ritual de plenilunio.
De ese modo Alma anunció el renacimiento de la mujer salvaje.
C
