MARTÍN GARRO, MARÍA ELENA

Legajo: VABG34346

03 de noviembre de 2015

Carrera: ABOGACIA

Materia: EFIP I

Módulo 3: Derecho Privado

Profesor: Esteban Cardozo

Entrega N°: 3

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1) Qué clase de contrato se ha celebrado entre la concesionaria y el Sr. Fernández? Fundamentar la respuesta.

El contrato celebrado entre la concesionaria y el Sr. Fernández es un contrato de compraventa puesto que se

trata de un acuerdo en virtud del cual una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagar por ella un

precio en dinero. Según el Código Civil “Habrá compra y venta cuando una de las partes se obligue a transfe -

rir a la otra la propiedad de una cosa y ésta se obligue a recibirla y a pagar un precio cierto en dinero.” (art.

1323 C.C.).

“La compraventa tiene una inmensa importancia en las relaciones económicas y jurídicas de los hombres. La

circulación de bienes obedece en su casi totalidad a éste dispositivo legal”. (Puig Peña, Tratado, T.2, Vol.2,

p.83)

Sus caracteres son:

* Bilateral: porque implica obligaciones para ambas partes

* Consensual: porque produce todos sus efectos por el solo hecho del consentimiento y sin necesidad de la

entrega de la cosa o del precio

* No formal: aun en el caso que tenga por objeto la transmisión de inmuebles

* Oneroso: ventajas económicas para ambas partes y recíprocas.

* Conmutativo: porque es de su naturaleza que los valores intercambiados sean aproximadamente equivalen-

tes.

2) Explicar brevemente en qué consisten los vicios redhibitorios, sus presupuestos y fundamentar si es proce-

dente en el supuesto planteado citando las normas correspondientes.

“Se llaman vicios redhibitorios los defectos ocultos de las cosas que existen al tiempo de la adquisición y

cuya importancia es tal que de haberlos conocido el comprador no la habría adquirido o habría dado menos

por ella”.

Para que se configure el vicio redhibitorio capaz de dar origen a la responsabilidad del vendedor es necesario

que tal sea oculto, importante y anterior a la venta.

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Presupuestos:

Oculto: pues los vicios aparentes no dan origen a ninguna responsabilidad por parte del enajenante. “Como

principio puede afirmarse que no son ocultos aquellos defectos que podrían descubrirse mediante un examen

atento y cuidadoso de la cosa, practicado en la forma usual para ese negocio y para esa mercadería”.

Importante: debe tener el vicio una importancia tal que, de haberla conocido el comprador no hubiera adqui-

rido la cosa o hubiera pagado un precio menor. “La gravedad del vicio se vincula sobre todo con las acciones

que la ley pone a disposición del comprador: si fuera tan importante que la cosa resultare impropia para su

destino o indudable que el comprador de conocerlo no la hubiere adquirido; tiene a su disposición dos accio-

nes: la redhibitoria, por la cual puede obtener la resolución del contrato, y la quanti minoris, por la que puede

exigir una parte del precio proporcional a la desvalorización de la cosa como consecuencia del defecto; si por

el contrario no tuviera tal gravedad, solo podrá ejercer la última”. (Borda, Guillermo. Tratado de Derecho

Civil. Contratos. 1998.TI p.166.)

Debe existir al tiempo de la adquisición: solo los vicios que existen al tiempo de la adquisición de la cosa

pueden dar fundamento a una queja del comprador; los ulteriores no son imputables al vendedor y deben

atribuirse a la acción del tiempo o culpa del adquirente. “El vicio debe reconocer un origen anterior o contem-

poráneo a la época de la enajenación de la cosa; debe existir al momento de la adquisición.” (Mosset Iturras -

pe, Jorge. Contratos. Ed. Rubinzal-Culzoni Editores p.488).

“Cabe advertir que la ley habla del momento de la adquisición y no celebración del contrato; no importa que

el vicio no exista todavía en el momento de celebrarse aquel, si existe en el momento de la tradición, que es

cuando la propiedad se transfiere.” (Borda, Guillermo. Tratado de Derecho Civil. Contratos.1998. T1. p.167.)

Los vicios redhibitorios si proceden ante el caso planteado, ya que se dan los presupuestos de tal garantía, ya

que los vicios fueron ocultos, atento que el informe del perito mecánico afirma que solo mediante el desarma-

do del motor puede observarse el mal estado en que se encontraba el vehículo y dar cuenta que previamente

había sido arreglado; graves, ya que luego de presentar fallas se detuvo su marcha debiendo solicitar un auxi -

lio mecánico; y tales vicios si bien sobrevinieron luego de su adquisición, existían al momento de la enajena-

ción. Finalmente el campo de aplicación de este contrato es de carácter oneroso.

La comprobación de la existencia de un vicio oculto hace nacer dos acciones: la redhibitoria, cuyo objeto es

dejar sin efecto el contrato con devolución de la cosa y el precio, y la quanti minoris por la cual se obtiene una

disminución del precio equivalente a la desvalorización de la cosa como consecuencia del vicio, pero mante-

niéndose el contrato.

“Las acciones nacidas de los vicios redhibitorios, no aparejan la reparación de los daños sufridos por el com-

prador, como regla. La estimatoria o quanti minoris sólo autoriza a pedir una rebaja en el precio, siendo inad-

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misible toda pretensión relativa a obtener una reparación proporcional en los gastos del contrato o como satis -

facción por el daño moral causado y, por la misma razón, un resarcimiento de los daños materiales. Si se

acciona para dejar sin efecto el contrato y se demuestra la mala fe del enajenante, su conocimiento real o

posible del vicio, es procedente la reparación integral o satisfacción del interés positivo.” (Mosset Iturraspe.

Contratos. Ed Rubinzal-Culzoni Editores. p.489)

En el caso planteado proceden los vicios redhibitorios al ser amparado el comprador por la Ley de Protección

al consumidor 24.240 la cual establece en su art 10 bis “Incumplimiento de la obligación. El incumplimiento

de la oferta o del contrato por el proveedor, salvo caso fortuito o fuerza mayor faculta al consumidor a su libre

elección a:

a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuere posible;

b) aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;

c) rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, con -

siderando la integridad del contrato. Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que corres -

pondan.”

Esta ley viene a remediar las dificultades probatorias que enfrenta el accionante por vicios ocultos dentro del

régimen general, poniendo a su disposición un menú de opciones para reparar no sólo la desvalorización de la

cosa o la rescisión del contrato, sino además los daños y perjuicios sufridos en la relación de consumo, en la

cual el consumidor es la parte débil del contrato. Así, pone al proveedor en la obligación no sólo de reparar el

vicio sino además de responder por los daños y perjuicios que esa prestación, inculpable pero defectuosa

causare al consumidor.

Cabe advertir que en el ámbito del derecho del consumo el consumidor no se encuentra atado al ejercicio de la

acción redhibitoria para perseguir el resarcimiento de los daños que le cause el incumplimiento del proveedor,

incluso si este se traduce en la existencia de un defecto oculto, por cuanto la posibilidad de reclamar la repara-

ción de tales perjuicios se encuentra expresamente establecida en el artículo 10 bis, de la Ley 24.240.

3) Como abogado de la demandada, ¿qué argumento esgrimirías en su defensa? Responder y fundamentar en

doctrina y/o jurisprudencia.

En defensa de la parte demandada es pertinente afirmar que para entender que estamos en presencia de vicios

redhibitorios los defectos de la cosa deben tener tal entidad que la tornen inepta para su destino, no siendo

particularmente este el caso, en el que de hecho lo que sí se encuentra afectada es la calidad del rodado que

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fue adquirido por el actor; sin embargo este desperfecto puede deberse al mal uso del vehículo, ser producto

del descuido del comprador quien no revisó diligentemente lo mínimo necesario de un automotor, no siendo

responsabilidad del proveedor, y aún mas, de haberse presumido su conocimiento por parte del adquirente no

habría alterado su determinación en relación al objeto.

Así mismo “le incumbe al adquirente probar que el vicio existía al tiempo de la adquisición, y no probándolo,

se juzga que sobrevino después. Es una simple consecuencia del principio de que la carga de la prueba corres -

ponde a quien alega el hecho.” (Borda, Guillermo. Manual de Contratos. Ed. Abeledo-Perrot.1998. p.198.)

“La concedente no puede, cuanto menos en principio, ser responsabilizada por las consecuencias de la ausen-

cia de control sobre la concesionaria como modo de evitar el obrar ilícito de algún empleado de ésta, aún

admitiendo, en vía de hipótesis que el objeto en cuestión había previamente sido reparado.”. (“TORRE, JUAN

MANUEL c/ GUNI S.A. Y OTRO s/ ORDINARIO” – CNCOM – SALA C- 09/09/2011.) Por lo tanto “hay

que advertir que el adquirente no siempre tiene esa acción para dejar sin efecto el contrato, pues cuando el

vicio no es mayormente importante, solo podrá reclamar la restitución de una parte del precio.” (Borda, Gui-

llermo. Manual de Contratos. Ed. Abeledo-Perrot. 1998 p.196.)

De esta forma el demandado ofrece llevar adelante la acción quanti minoris, por la cual ofrecerá devolución

de una parte del precio equivalente a la desvalorización de la cosa.

Para estimarla se tomara en cuenta el costo de los trabajos que deben realizarse para subsanar el vicio o defec-

to, o bien el importe total de la desvalorización.

4) Como juez de la causa, ¿De qué manera resolverías el presente caso? Redactar una sentencia (utilizar el

modelo de sentencia del Punto 9 de la presente Guía).

SENTENCIA NÚMERO: 106/15

Córdoba, 01 de noviembre de dos mil quince

VISTOS:

Los autos caratulados “F.Benito c /MACARS S.A. s/ordinario Expte N°2548/14”, de los que resulta que a fs.

06, se presenta el Dr. Guillermo Martínez en nombre y representación de F. Benito según poder general para

pleitos que debidamente juramentado acompaña, promoviendo formal demanda ordinaria por vicios redhibito-

rios con más los daños y perjuicios en contra de la Concesionaria MCARS SA persiguiendo el cobro de la

suma de Pesos …. ($….. ) con más sus intereses legales y costas.-

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CONSIDERANDO:

1).- Que el instrumento contractual del negocio jurídico es celebrado válidamente por el Sr. Benito Fernández

y la Concesionaria MCARS S.A. en el cual consta la compra de un vehículo de alta gama, optando en el caso

particular por la adquisición de un BMW 530 i modelo 2013, color gris por la suma de pesos CIENTO CUA-

RENTA MIL ( $140.000).

Que a los 19 días de uso, circulando por la RN 19, percibe un ruido extraño en el motor, el cual posterior-

mente se apaga, deteniendo su marcha. Al descender del vehículo el Sr. Benito Fernández observa como brota

y sobresale agua por debajo del capot, y al abrirlo observa que la misma provenía del radiador. Ante esto, se

comunica con la concesionaria y le indica al vendedor lo ocurrido, el cual no le ofrece respuesta y aduce que

tal vez recalentó el motor por las altas temperaturas de ese día. Al intentar arrancarlo nuevamente no respon-

de, por lo que llama al auxilio mecánico y lo traslada hasta un taller cercano, donde desarmado el motor, se

observa que el mismo se encontraba en muy mal estado y que ya había sido arreglado previamente, lo que no

le fue informado al Sr. Fernández por el vendedor, y no era constatable sino realizando la operación de desar-

mado

2) Que mediante prueba aportada por peritos mecánicos se deja constancia que el vehículo se encontraba en

mal estado habiendo sido reparado en anterior oportunidad, no pudiendo ser constatable sino, llevando a cabo

la operación de desarmado.-

3) Que acreditándose que el Código Civil establece como garantía de los vicios redhibitorios la facultad del

comprador de ejercer acciones contra el vendedor para resolver el contrato.-

4).- Que conforme a ello, el Sr Fernández decide incoar en legal tiempo y forma la presente acción, conforme

a los artículos 175 y ss del CPCC, y 4041 del CCivil.-

5) Que no es superfluo señalar que los vicios redhibitorios son los defectos ocultos en una cualidad normal de

la cosa que afectan su funcionalidad, y que los recaudos que los configuran estructuralmente son: I) Ser ocul -

tos y no aparentes, es decir los que no pueden ser advertidos por quien actúa como buen comprador. II) Ser

graves, puesto que imposibilitan o dificultan cumplir con el fin para el cual la cosa fue creada, es decir que la

importancia del defecto debe traducirse en una disminución significativa de la funcionalidad de esta última.

III) Existir al tiempo de la adquisición, por haberse originado en una causa preexistente o concomitante con

aquella sin ser relevante que se hubiera manifestado luego. IV) Ser desconocido por el adquirente.-

6) Atento al resultado arribado, las costas se imponen a la demandada (art. 130 CPC) debiendo regularse los

honorarios del Guillermo Martinez.- Por todo ello,

RESUELVO:

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1)Declarar en estos autos vencida a la Concesionaria MCARS SA, imputándole el hecho de vicios redhibito-

rios, por defectos ocultos sobre el automotor individualizado como BMW 530 i modelo 2013, color gris de

alta gama . 2) Ordenar la inmediata restitución de la cosa objeto de la presente acción por parte del Sr. Fer-

nández, como así también la restitución del precio abonado por parte de la Concesionaria MACARS SA, más

el pago del capital reclamado de Pesos …. ($ ….), con más sus intereses en concepto de indemnización por

daños y perjuicios ocasionados a la parte actora. 3) Costas a cargo de la parte demandada a cuyo fin se regu-

lan los honorarios del Dr. Guillermo Martinez.- Protocolícese, hágase saber y dese copia.-

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BIBLIOGRAFIA.-

Borda, Guillermo. Tratado de Derecho Civil. Contratos. 1998. Tomo I.

Borda, Guillermo. Manual de Contratos. Ed. Abeledo-Perrot. 1998

Código Civil Argentino

Lorenzetti, Ricardo Luis. Tratado de los Contratos. : Rubinzal-Culzoni Editores. Tomo I.

Llambias Jorge Joaquín, Benegas Patricio Raffo, Sassol Rafael A. Manual de Derecho Civil-Obliga-

ciones. 1999-

Mosset Iturraspe, Jorge. Contratos. Ed. Rubinzal-Culzoni Editores.

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