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PRECAUCIONES EN LOS CURSILLOS DE DIVULGACION SOBRE SETAS En los últimos años ha aumentado consi- derablemente el número de personas que reco- gen setas por el campo. En unas zonas esto es debido a un incremento de la afición tradi- cional (Cataluña, País Vasco) y, en otras, es debido a los altos precios que pagan los con- serveros (Galicia, Extremadura, etc.). Al llegar el otoño, hay pueblos enteros que se movilizan para recoger por los pinares y bosquecillos, grandes cantidades de setas que se venden a los transportistas. Suele tratarse de pocas especies (Boletus edulis, Cantharellus cibarius, Lactarius deliciosus y similares, Le- piota que se llevan en camiones a las zonas de consumo, o se conservan para enviar a otros países europeos (Francia, Alemania, etcétera). Es una cosecha gratuita, un regalo de la Naturaleza, que en años húmedos, supo- ne ingresos muy elevados en algunos pueblos y que pueden conseguirse en muchos otros. Objeto de los cursillos Como consecuencia de ello, y con el fin de estimular y orientar la afición, así como ex- tender el aprovechamiento de un alimento tan interesante, el Servicio de Extensión Agraria y otros organismos y sociedades micológicas, realizan todos los años cursillos de divulgación sobre setas, cada vez más numerosos. Dejan- do aparte la buena aceptación que tales cur- sillos tienen entre el público y su utilidad indis- cutible, queremos llamar la atención de los di- vulgadores sobre las dificultades y grandes riesgos que entraña la divulgación de un tema tan peligroso. Los errores pedagógicos pueden tener en este caso fatales consecuencias, y un cursillo mal realizado puede servir para ex- tender el riesgo de intoxicación. Por ello va- mos a comentar algunos detalles que pueden contribuir a mejorar la enseñanza micológica. El alumno que va a estos cursillos, general- mente va con la pretensión de aprender una norma que le sirva para diferenciar las setas venenosas de las que no lo son. Pero tal nor- ma general no existe, y cuanto antes se le haga comprender esta realidad, mejor. Hay que hacerle ver que sólo se le enseñará a di- ferenciar una especie de hongo de otra, y esto sólo le permitirá, a la larga, conocer unas cuantas especies venenosas y algunas comes- tibles. En realidad los cursillos, aún siendo de pre tensiones modestas, son lecciones de Botáni- Sarcosphaera eximia. Especie comestible si se hierve mucho o deseca, pero tóxica si se ingiere cruda. ca muy especial, y, por tanto, difíciles. La di- ficultad se ve aumentada por las característi- cas de las setas y por el nivel cultural de los cursillistas. Características de las setas Las setas son hongos de aspecto externo muy variable; su forma y color varían mucho y con- tinuamente con la edad, con la humedad del 171 -}

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PRECAUCIONES EN LOS CURSILLOSDE DIVULGACION SOBRE SETAS

En los últimos años ha aumentado consi-derablemente el número de personas que reco-gen setas por el campo. En unas zonas estoes debido a un incremento de la afición tradi-cional (Cataluña, País Vasco) y, en otras, esdebido a los altos precios que pagan los con-serveros (Galicia, Extremadura, etc.).

Al llegar el otoño, hay pueblos enteros quese movilizan para recoger por los pinares ybosquecillos, grandes cantidades de setas quese venden a los transportistas. Suele tratarsede pocas especies (Boletus edulis, Cantharelluscibarius, Lactarius deliciosus y similares, Le-piota que se llevan en camiones a laszonas de consumo, o se conservan para enviara otros países europeos (Francia, Alemania,etcétera). Es una cosecha gratuita, un regalode la Naturaleza, que en años húmedos, supo-ne ingresos muy elevados en algunos pueblosy que pueden conseguirse en muchos otros.

Objeto de los cursillos

Como consecuencia de ello, y con el fin deestimular y orientar la afición, así como ex-tender el aprovechamiento de un alimento taninteresante, el Servicio de Extensión Agraria yotros organismos y sociedades micológicas,realizan todos los años cursillos de divulgaciónsobre setas, cada vez más numerosos. Dejan-do aparte la buena aceptación que tales cur-sillos tienen entre el público y su utilidad indis-cutible, queremos llamar la atención de los di-vulgadores sobre las dificultades y grandesriesgos que entraña la divulgación de un tematan peligroso. Los errores pedagógicos puedentener en este caso fatales consecuencias, yun cursillo mal realizado puede servir para ex-tender el riesgo de intoxicación. Por ello va-mos a comentar algunos detalles que puedencontribuir a mejorar la enseñanza micológica.

El alumno que va a estos cursillos, general-mente va con la pretensión de aprender unanorma que le sirva para diferenciar las setasvenenosas de las que no lo son. Pero tal nor-ma general no existe, y cuanto antes se lehaga comprender esta realidad, mejor. Hayque hacerle ver que sólo se le enseñará a di-ferenciar una especie de hongo de otra, y estosólo le permitirá, a la larga, conocer unascuantas especies venenosas y algunas comes-tibles.

En realidad los cursillos, aún siendo de pretensiones modestas, son lecciones de Botáni-

Sarcosphaera eximia. Especie comestible si se hierve mucho odeseca, pero tóxica si se ingiere cruda.

ca muy especial, y, por tanto, difíciles. La di-ficultad se ve aumentada por las característi-cas de las setas y por el nivel cultural de loscursillistas.

Características de las setas

Las setas son hongos de aspecto externo muyvariable; su forma y color varían mucho y con-tinuamente con la edad, con la humedad del

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ambiente e incluso con el lugar de crecimien-to. Setas que al principio son como una bolablanca, pueden llegar a ser, unos días mástarde, formaciones en embudo de color rojo.Sombrerillos graciosos de color crema con es-tructura inferior laminar, pueden convertirseen unas horas en un vástago del que cuelgangotas negras. No son como las plantas supe-riores, que siempre nos ofrecen unas referen-cias externas relativamente invariables, comoson las flores, los frutos o las hojas. Los ca-racteres específicos útiles para la identificaciónde las especies de hongos (tamaño y forma delas esporas al microscopio, reacciones colorea-das de las hifas con reactivos químicos, etc.),no suelen ser adecuados para explicarse en uncursillo breve de divulgación. Aparte de ello,las especies de setas son tan numerosas (mi-les), que ni los propios micólogos pueden co-nocerlas todas en el transcurso de su vida, porlo que suelen especializarse en grupos deter-minados.

Problemas del desarrollo del cursillo

Ante estas dificultades, imaginemos lo queocurre, cuando el auditorio tiene un nivel bajo.No se pueden dar cursos de nomenclaturabotánica a personas sin preparación suficiente,porque no servirán para nada. En algún cur-sillo hemos visto a profesores universitarioshablando de himenios, estructura hifal, espo-rulación y respuesta de los cistidios a la sulfa-vainillina.

Como es lógico, en tales casos, los oyentesno sacan de la disertación más provecho quesi hubiesen escuchado a un inglés loco. Hayque pensar en las personas a las que va diri-gido el cursillo y tener en cuenta que la mayo-ría ni siquiera comprenden el concepto de «es-pecie».

Orientaciones para el cursillo

De todo ello se deduce una consecuenciaimportante: sólo se debe pretender que loscursillistas conozcan bien unas pocas especiesde setas. Creemos que las especies a elegirdeben ser las mortales o que causan intoxica-ciones graves (para evitar así los accidentes ymuertes que ocurren todos los años), y unascuantas comestibles fáciles y sabrosas (para

que el aprendizaje tenga su premio inmediato).Del grupo tóxico se debe insistir, sobre todo,en las siguientes:

Amanita phalloides, A. yema, A. virosa, A.pan therina, Galerina margina ta, Cortinariusorellanus, Lepiota helveola y análogas, Paxi-Ilus involutus, Gyromitra esculenta y Entoloma

Lepiota procera. Especie fácil de identificar por su enorme ta-maño y anillo desplazable.

Las otras especies tóxicas se tratarán másde pasada. Pero debe procurarse infundir todoel miedo posible a las consecuencias de unerror en la determinación. Hay muchas perso-nas que no tienen la menor prudencia, y vanpor el campo cogiendo cosas con una des-preocupación suicida. Se debe procurar quenunca tal imprudencia o su fomento puedanachacarse al divulgador.

De las especies comestibles consideramosfáciles de enseñar y de buen sabor: Lepiotaprocera, Lactarius deliciosus y cercanos, Aga-ricus campestris, Boletus edulis y especiespróximas, B. luteus, Coprinus comatus, Rho-dopaxillus nudus, Can tharellus cibarius, y po-cas más.

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En zonas donde hay muchas personas afi-cionadas, que ya conocen bastantes especies,los cursillos pueden ser más ambiciosos, estu-diándose mayor número y profundizando a ni-vel más científico. En tales zonas es muy con-veniente, realizar cursillos simultáneos destina-dos exclusivamente a profesionales sanitarios:médicos, veterinarios y farmacéuticos. Estoscursillos, sólo pueden cubrir, en parte, la faltade otros cursos formales que deberían impartirlos Organismos implicados (Colegios Profesio-nales, Facultades, etc.), pero si se realizan concompetencia, pueden ser muy útiles, especial-mente, en el tratamiento de intoxicados y en lainspección de la venta de setas en los merca-dos, cosas que aumentan su frecuencia en laszonas donde aumenta la afición.

Las prácticas

Otro detalle que queríamos comentar es elde las prácticas en los cursillos de setas. Si

Boletus bovinus. Las especies de Boletus son fáciles de cono-cer por la capa de tubitos que tienen bajo el sombrero.

en cualquier enseñanza es importante la prácti-ca y el manejo de materiales, en éstos es denecesidad disponer continuamente de múlti-ples ejemplares de las especies que se divul-gan. Esto se consigue normalmente realizandoexcursiones a los bosques y encargando a losalumnos que traigan todo lo que encuentren.Pero hemos observado que al cabo de un parde días, las mesas del local donde se realizael cursillo, suelen convertirse en un vertederolleno de ejemplares podridos e inútiles para laenseñanza. Para evitarlo, hay que disponergrandes recipientes (con tapa) en los que se tirantodos los ejemplares que no sean perfectos,los que se hayan recogido en malas condicio-nes y los que no se vayan a explicar. No sedeben comentar las especies que no estén enel programa, ni dejar que los alumnos se fi-jen en ellas durante las clases; así se evitaránconfusiones.

En cuanto a las especies de las que no ha-yan encontrado ejemplares, se deben explicarcon diapositivas abundantes, realizadas a serposible en su propio ambiente natural.

Exposiciones y concursos

Es muy útil realizar una exposición conti-nua de especies mientras dura el cursillo, paraque el público de la localidad pueda visitarla.Los ejemplares tendrán cada uno su nombreen una etiqueta bien visible, indicando clara-mente las que son tóxicas. En las especies co-mestibles no creemos oportuno indicar su co-mestibilidad, pues aparte de que esa propiedades muy relativa, se presta a confusiones porparte del visitante inexperto. Los ejemplaresse deben renovar a diario, tirando siempre losque no estén frescos. Y en una mesa aparte,se colocarán las especies que se enseñan enel cursillo.

En algunos sitios se organizan concursos desetas que estimulan mucho el aprendizaje, pe-ro desde el punto de vista de la enseñanzacreemos que sólo son verdaderamente útiles sise premia el número de especies bien identi-ficadas, descontando puntos por los errores.

Mariano García Rollán

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