PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL DE LAS ALDEAS … · comunidades, con la finalidad de ... hábitos de higiene y prevención. ... y los Consejos de Desarrollo de las aldeas, en colaboración

MUNICIPIO DE AMATITLAN. GUATEMALA

ALDEAS DE:

CERRITOS, EL EDEN, HUMITOS, EL ZAPOTE,

TACATON, BELEN Y EL SALITRE.

Infancia con Futuro Diciembre 2010

PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL DE LAS

ALDEAS DEL ENTORNO DEL LAGO AMATITLÁN.

DAÑOS OCASIONADOS POR LA ERUPCION DEL VOLCÁN PACAYA

y por la

TORMENTA TROPICAL “AGATHA”

ONG: Infancia con Futuro C.I.F.: G-81984726

Dirección: C/ Ordóñez, 12-Bajo A 28029 MADRID

Teléfono: 91 3447378 Fax: 91 3447370

E-Mail: [email protected]

Internet: www.infanciaconfuturo.org

...mejor encender una vela que maldecir la oscuridad

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PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL DE LAS ALDEAS DEL ENTORNO DEL LAGO AMATITLÁN

Ayuda de emergencia para damnificados por erupción del volcán Pacaya y por la tormenta tropical Agatha

1.- CONTEXTO Y ANTECEDENTES:

Infancia con Futuro lleva trabajando en la zona del Lago Amatitlán desde finales del año 1998, coincidiendo con el paso del Huracán Mitch por Centroamérica. Después de realizar un proyecto de emergencia en aquellas fechas, decidió permanecer en la zona y comenzar a trabajar con la población de esas comunidades, con la finalidad de realizar una intervención a medio-largo plazo que produjera un cambio real en sus perspectivas de futuro.

Se inició entonces la puesta en marcha de un “Programa de Desarrollo Integral de las Aldeas próximas al lago Amatitlán”, que lleva en funcionamiento desde 1999 y dentro del cual se cubren las siguientes acciones:

- Proyecto de atención en salud: Este proyecto se dirige a todas las familias de las aldeas situadas en los márgenes del lago Amatitlán, en las que se ha detectado una carencia de hábitos saludables y una asistencia sanitaria inadecuada e insuficiente.

El proyecto engloba una serie de actividades orientadas a mejorar el estado de salud de las comunidades y se desarrollan de forma continua y permanente. Entre otras se incluyen:

- Asistencia permanente en la consulta médica. - Campaña de prevención en salud: Charlas en las comunidades para jóvenes y adultos sobre

hábitos de higiene y prevención. - Atención a discapacitados. - Recogida de datos estadísticos, asesoramiento y suministro de fármacos. - Capacitación de Promotoras Voluntarias de Salud.

La capacitación de promotoras se inició en el año 2002 y en la actualidad se mantiene un proceso de formación permanente. Las promotoras formadas prestan servicios de medicina preventiva en sus comunidades y dan apoyo a la doctora en la clínica.

- Proyecto Escuelas para Guatemala: Este proyecto se inició en el año 2000 y se desarrolla en las escuelas rurales de las aldeas próximas al Lago Amatitlán (El Edén, Tacatón, El Zapote, Cerritos, Belén), con el objetivo de cubrir las necesidades derivadas de una infraestructura deficiente, buscando siempre el compromiso de las autoridades educativas para que asuman la inclusión del funcionamiento de los nuevos recursos en sus presupuestos. La labor se realiza en contacto permanente con los maestros de las escuelas y con los comités de vecinos. Los objetivos de esta acción son:

- Mejorar la calidad de la enseñanza en las zonas de intervención. - Estimular la escolarización de la población a través de la ampliación y mejora de la infraestructura

educativa. - Involucrar a las familias en el proceso educativo. - Facilitar la comunicación entre alumnos de colegios españoles y los niños beneficiarios en

Guatemala.

Desde el inicio de esta intervención ha aumentado notablemente el número de alumnos matriculados en secundaria, que hasta el año 2000 era prácticamente inexistente en estas aldeas, habiéndose alcanzado en este año 2010 cerca de 450 alumnos matriculados entre los tres cursos de este ciclo. Todo ello ha sido posible gracias a los tres centros de enseñanza secundaría que se han abierto con la intervención de Infancia con Futuro y que funcionan por las tardes en las instalaciones de las escuelas de Belén, El Edén y Tacatón.

- Proyecto Becas de estudio: Este proyecto de apoyo al estudio mediante un sistema de becas se puso en marcha en el año 2000. Se trata de un conjunto de ayudas dirigidas a jóvenes que están capacitados y

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motivados para continuar su formación pero que carecen de los medios económicos necesarios. Las becas consisten en proporcionar:

- Aportación económica para el pago de matrículas, colegiaturas, material educativo, transporte y vestimenta.

- Apoyo, seguimiento y coordinación.

El proyecto se inició con 26 jóvenes becados en el año 2000 y en este año 2010 se han concedido becas a más de 100 de los 450 menores matriculados en el ciclo de secundaria en la zona de intervención de Infancia con Futuro. Los beneficiarios son seleccionados por los maestros de las escuelas y los Consejos de Desarrollo de las aldeas, en colaboración con Infancia con Futuro.

- Proyecto de guardería-escuela y comedor infantil: Este proyecto se engloba en el Programa de Desarrollo Integral que se lleva a cabo en las aldeas del entorno del Lago Amatitlán desde el año 1999.

En el mes de junio del pasado año 2009, gracias al apoyo prestado por la Comunidad de Madrid, se inauguraron las nuevas instalaciones educativas desde las que ya se está ejecutando este proyecto. Estas instalaciones han permitido mejorar las condiciones de atención a los menores y aumentar también el número de plazas disponibles. Cada año son más las familias que solicitan el ingreso de sus hijos en este servicio y estos niños, en el momento de incorporarse por primera vez a la guardería, presentan un alto grado de desnutrición o no han recibido los cuidados necesarios por parte de sus madres, debido a que no disponen de los recursos mínimos para poder atender adecuadamente a sus hijos.

El servicio de comedor infantil actualmente está atendiendo en horario de mañana y tarde a una media de 35 niños de edades comprendidas entre los 0 y los 5 años de edad, proporcionándoles tres comidas diarias. El comedor infantil, además, también acoge a otros menores de entre 6 y 12 años (en 2010 una media de 40), que acuden a la guardería-escuela a recibir clases de apoyo escolar por las tardes, al terminar sus clases en la escuela de su aldea, y a los que se les está proporcionando también almuerzo y merienda.

El horario del centro está adaptado a las circunstancias laborales de las familias beneficiarias, que deben incorporarse a sus puestos de trabajo a tempranas horas de la mañana y regresan a últimas horas de la tarde; por ello, se empieza a recibir a los niños a partir de las 6 de la mañana, comenzando su recogida a las 17:00 horas.

A lo largo de todo el año, los menores han recibido las atenciones y los cuidados del personal docente y de apoyo, así como un seguimiento de su estado de salud por parte de la doctora de Infancia con Futuro, logrando así mejoras importantes en su desarrollo físico y evolutivo.

Todas las semanas, el personal que trabaja en la guardería-escuela analiza conjuntamente el desarrollo de cada menor, aportando soluciones a los posibles problemas y facilitando recursos para obtener buenos resultados. Por ello, y a través del coordinador del proyecto, se elabora cada mes un informe de seguimiento, en el que nos indica la evolución del trabajo que se desarrolla con los niños atendidos en el Centro.

A grandes rasgos las actividades que se llevan a cabo con este proyecto son las siguientes:

- Cuidado y protección de menores. - Apoyo alimenticio (comedor infantil). - Casa Cuna: Estimulación temprana y formación en hábitos saludables (0 a 3 años) - Preparación preescolar: Introducción a la lectura y escritura (3 a 6 años) - Apoyo escolar (7 a 12 años). - Atención y control médico. - Capacitación y formación de madres y padres de familia. Implicación en el proceso educativo y

sanitario de los hijos.


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Erupción del volcán Pacaya y llegada de la tormenta tropical “Agatha”:

El pasado día 28 de mayo el volcán Pacaya, muy próximo a nuestra zona de trabajo, entró en erupción. Estuvo expulsando lava, piedras y ceniza durante más de una hora, causando graves daños en todas las poblaciones de su entorno.

Las aldeas más próximas tuvieron que ser evacuadas y el Presidente de Guatemala declaró “estado de calamidad pública”. Las comunidades del entorno del Lago Amatilán quedaron cubiertas con una capa de veinte centímetros de arena volcánica y piedras, que afectó seriamente a los techos de lámina de las casas, algunas de las cuales quedaron completamente destruidas; incluso nuestras instalaciones (con mejores materiales que los de la población local) se vieron afectadas.

La población comenzó a trabajar para quitar toda la arena posible de los techos de las viviendas que no habían caído derrumbados. Se acumularon montones de arena que no sabían donde depositar y que entorpecían la circulación del agua de la lluvia, que comenzó a caer de forma continua. Muchos techos, hundidos por una gruesa capa de ceniza y arena del volcán, se desplomaron al no poder soportar el peso del barro que se formó con la lluvia.

Las aldeas quedaron también sin suministro eléctrico y el agua potable comenzó a escasear; los caminos permanecían cubiertos de piedras y de una gruesa capa de ceniza volcánica; varias familias se tuvieron que refugiar en las instalaciones de Infancia con Futuro, pues tanto la escuela de Cerritos como la iglesia quedaron prácticamente destruidas. Se habilitó nuestra clínica, el comedor y las instalaciones educativas para atender a todos los damnificados que iban llegando. El volcán seguía activo y se temían nuevas erupciones.

El viernes 29 de mayo se proporcionó alimentación y refugio a las familias que perdieron sus hogares y se procedió a la limpieza de los techos de las instalaciones de Infancia con Futuro. Había dos áreas con la cubierta de lámina termoacústica, una en la clínica y otra en la planta alta de las instalaciones educativas, que corrían graves riesgos de derrumbe por el peso de la arena volcánica acumulada sobre sus techos.

Otro de los grandes problemas que se estaba presentando era el de la evacuación de las enormes cantidades de arena que la población acumulada en el exterior de sus viviendas, tratando de evitar que sus

tejados colapsaran. Esta arena, además, dificultaba los drenajes y tapaba desagües y cunetas.

El sábado día 30 de mayo amaneció lloviendo y no dejó de caer agua en todo el día. La tormenta tropical “Agatha” llegó a Guatemala y a El Salvador causando daños muy importantes en las precarias viviendas de nuestras aldeas, que continuaban sin luz ni teléfono. La arena depositada con la erupción del volcán hizo mucho más complicada la evacuación del agua que caía y las vías de comunicación se anegaron de barro resultando imposible la circulación de vehículos.

Continuamente llegaban a nuestras instalaciones familias afectadas

Patio de Infancia con Futuro el día 25 de mayo

Fotografía tomada el pasado viernes 28 de Mayo

Aldea Cerritos, frente a las instalaciones de Infancia con Futuro


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que habían perdido sus viviendas. El nivel del agua del lago subió de forma alarmante y las casas más próximas a la orilla quedaron inundadas. La continua caída del agua comenzó a acumularse en algunas zonas y a inundar las aulas del segundo nivel.

Aunque habíamos tenido la precaución de plantar algunos árboles y de construir unos muros bastante sólidos para protegernos de las caídas de tierra y piedras en las épocas de lluvias, en esta ocasión la montaña situada detrás de nuestras instalaciones no pudo acumular más agua y comenzaron los deslaves de tierra y la caída de piedras, algunas de tamaño importante. Una de ellas entró

en la cocina por una ventana y, ya cerca de la noche, las personas refugiadas en el salón comenzaron a asustarse y decidieron trasladarse caminando a la comunidad de El Edén, situado en un alto y a unos dos kilómetros de distancia.

El camino estaba inundado de barro y el traslado fue complicado. Allí pasaron la noche y allí continuaron la mayor parte ante la constante caída de agua. Comenzó a haber complicaciones para proporcionar alimentos a todos ellos, pues no estaba llegando ninguna ayuda debido a los daños producidos en otras zonas del país y a la incapacidad del gobierno de Guatemala para socorrer a esta gente.

En la primera valoración de daños se comprobó que debido a la proximidad del volcán y a los daños iniciales ocasionados por la erupción del volcán Pacaya, los efectos de la tormenta tropical fueron especialmente graves en nuestra zona, que resultó muy afectada.

Las aguas del lago Amatitlán subieron hasta tres metros sobre su nivel normal y al día de hoy, después de casi un mes de la erupción, no han recobrado su nivel normal, permaneciendo aún algunas casas inundadas. Las casas situadas en las laderas de la montaña quedaron prácticamente enterradas por los derrumbes y las instalaciones de Infancia con Futuro también resultaron afectadas por la caída de tierra y piedras, que terminó derribando el muro que protegía la zona de las aulas del primer piso. Desde entonces se ha estado retirando barro y escombros. La ladera posterior a las instalaciones quedó muy deteriorada con la caída de la arena volcánica y el posterior arrastre provocado por la lluvia torrencial. Se ha trabajado también en su acondicionamiento para disminuir los riesgos de nuevos deslaves en el futuro.

Los daños sufridos en las viviendas se podrían definir de la siguiente forma:

- Un gran número de viviendas, situadas próximas al lago, quedaron completamente inundadas y muchas de ellas han permanecido bajo el agua hasta los últimos días del mes de octubre y hasta este mes de noviembre no han podido comenzar las familias a reparar los daños para poder regresar a sus hogares. Gran parte de estas familias se ubicaron inicialmente en casa de algún familiar en la parte más alta o bien con algún vecino, a la espera de que las aguas del lago bajaran de nivel. La mayor parte de ellos levantaron frente a sus viviendas un pequeño refugio, con paredes y techo de lámina, al que trasladaron algunos enseres y en el que aún permanecen en este mes de noviembre.

Iglesia Católica de la aldea Los Cerritos

Gasolinera de Amatitlán


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- Las familias que sufrieron a causa del deslave de tierra, la arena y la lluvia por lo general perdieron totalmente su vivienda. Sólo quedaron de pie la mayor parte de las paredes y han estado trabajando en el desalojo de la tierra y el lodo; han limpiado las pertenencias que pudieron rescatar y algunos han podido habilitar de una forma muy precaria una pequeña parte de su vivienda.

- La mayor parte de las familias perdieron total o parcialmente el techo de su vivienda y se mojaron todos sus enseres: ropa, muebles, electrodomésticos…, algunos de ellos sin reparación posible. Este grupo, con ayuda de láminas, parales y costaneras podrán reparar los daños y habitar nuevamente sus viviendas. Entre éstos se pueden contabilizar unas 200 familias que sufrieron graves daños, teniendo sólo en cuenta El Edén, Cerritos, y El Zapote, las aldeas más próximas a la sede de Infancia con Futuro. La mayor parte de las familias del área, hasta un 90%, perdieron al menos una parte del techo y resultaron afectados en algún espacio de sus precarias viviendas.

2.- IDENTIFICACIÓN DE LOS PROBLEMAS Y NECESIDADES QUE SE PRETENDEN ABORDAR:

Como se puede apreciar, los daños han sido muy importantes y las ayudas recibidas hasta el momento meramente simbólicas. En esta ocasión no se ha prestado fuera de Guatemala demasiada atención a esta catástrofe, que, salvo una nueva erupción del Pacaya irá pasando poco a poco al olvido. Infancia con Futuro lleva ya 12 años trabajando en estas aldeas; cuando ya habíamos conseguido avances importantes, ahora vemos el sufrimiento de todas estas familias y como se retrocede de esta forma, teniendo que volver a reiniciar una buena parte del camino recorrido.

Los habitantes de estas comunidades nos están demostrando su capacidad para luchar contra las adversidades y nos animan con su actitud positiva a continuar el camino que ya llevamos tantos años recorriendo a su lado.

La mayor parte de las familias han regresado a sus hogares, después de tratar de acondicionar algún espacio, pues no disponen de otra opción. Estas viviendas no les protegen de la caída del agua, tan frecuente en estos últimos

meses, y la salud de sus hijos y la de ellos mismos se ha visto muy afectada.

Consideramos imprescindible que sus viviendas recuperen al menos las ya precarias condiciones en las que estaban antes de esta catástrofe. Para ello es necesario colaborar con el suministro de los materiales que les permitan cubrir sus hogares para protegerse de las lluvias. Ya se han comenzado a reparar algunas viviendas y trataremos de continuar según vayamos contando con los recursos para ello.

Por otro lado, aunque ya les proporcionamos víveres durante los primeros días, sigue habiendo familias que aún no pueden afrontar la adquisición de todo lo que necesitan para la alimentación de sus hijos. Por ellos nos planteamos proporcionar una bolsa más con alimentos de primera necesidad a al menos 100 familias más.

Actualmente ya tenemos de nuevo en funcionamiento nuestra guardería, el comedor y la escuela infantil, servicio que es ahora más necesario que nunca para poder atender a todos los niños que sufren las consecuencias de esta catástrofe. Se limpiaron y retiraron los escombros de las instalaciones y se acondicionó


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la ladera posterior al patio de juego de los niños pequeños. Como se aprecia en el reportaje fotográfico que se incluye más abajo, ya hemos terminado de levantar el muro que se cayó, pero con una mayor resistencia que el anterior, para tratar de evitar en lo posible futuros incidentes. Hemos consultado con técnicos que están colaborando con Infancia con Futuro para poner todas las medidas de seguridad posibles, dados los riesgos permanentes que existen en la zona.

Abajo: Actividades realizadas en las instalaciones de Infancia con Futuro en el mes de octubre de 2010

Limpieza de las instalaciones durante el pasado mes de junio Instalaciones de Infancia con Futuro durante el pasado mes de junio

Celebración del día del niño


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CÓMO LO VIVIERON LOS NIÑOS

La tarde del día 27 de mayo de este año 2010, el volcán Pacaya comenzó a expulsar ceniza, arena volcánica y piedras. Las aldeas en las que está trabajando Infancia con Futuro, situadas en las orillas del Lago Amatitlán y muy cercanas al volcán, sufrieron esta pesadilla durante casi una interminable hora, acumulándose toneladas de arena negra y pequeñas piedras sobre sus calles y sus viviendas. Al día siguiente la llegada de la tormenta tropical “Agatha” agravó aún más la situación de los habitantes de estas comunidades. Pocos días después, en la escuela de Infancia con Futuro se les pidió a los niños que nos contaran como vivieron esta experiencia.

Melany Barrillas Cordero es una niña de 10 años que vive en la aldea El Zapote.

Ese día sentí mucho miedo y pensé que me iba a morir, estaba muy preocupada por mis hermanitas pues sólo tienen un año. Nunca habíamos vivido algo así. Mi mamá pensó que unos niños estaban tirando piedras por molestar, pero después se dio cuenta que no era así y nos puso debajo de la cama y comenzamos a llorar porque teníamos miedo; después nos dijo que oráramos para que Dios nos protegiera y dejaran de caer piedras. De tanto llorar nos dormimos y al despertar al día siguiente me sentí contenta porque todas estábamos bien. Mi mamá se fue a trabajar y nosotras nos fuimos con mi abuelita a traer leña y cuando regresamos encontramos el techo de un cuarto que usamos como bodega (almacén) en el suelo; como llovió y no habíamos limpiado la arena que cayó encima, no aguantó. Le doy gracias a Dios por

que nos protegió, aunque todavía tengo miedo de que esto vuelva a pasar.

Darían Araceli Malin López es una niña de 11 años que vive en la aldea Humitos, en un caserío denominado

San José.

Yo escuché un trueno y pensé que iba a llover, pero luego empezaron a caer muchas piedras; agarré a mi hermanito y nos metimos debajo de la cama. Comenzamos a llorar porque teníamos mucho miedo y mi mamá nos llevó para casa de mi abuelita que es de terraza; nos tapó la cabeza con una tabla para que no nos lastimaran las piedras que eran como del tamaño de una pelota plástica.

Yo pensé que la casa se iba a caer y nos íbamos a morir, no pude dormir toda la noche pensando en lo que podía ocurrir, al día siguiente. Salí a ver y sentí mucha tristeza al ver mi casa casi derrumbarse con tanta piedra y arena sobre el techo.

Ayudé a mis papás a limpiar la casa bajo la lluvia y eso provocó que me enfermara; desde entonces casi no duermo pensando que sucederá lo mismo.

Angela Marisol Taque Morataya es una niña de 7 años que vive en Aldea Cerritos, a orillas del lago y así narró

lo que vivió.

Yo estaba con mi mamá y mis hermanos, y pensamos que alguien estaba tirando piedras desde la calle por molestar. Mi mamá al darse cuenta que era el volcán nos explicó que estaba haciendo erupción y nos metió debajo de la cama y nos dijo que oráramos para que nada nos pasara. Minutos después llegó mi papá de trabajar y me dio unos palos porque la lámina se estaba hundiendo. Por el golpe de las piedras se picó la lamina y ahora cuando llueve se entra el agua. También nos afectó la creciente del lago, por eso tuvimos que irnos de la casa y nos fuimos a vivir a casa de mi abuelita en el Durazno por unos días, luego regresamos a la casa porque teníamos que ir a estudiar. Le pido mucho a Dios que el agua baje.


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David Monterroso Osorio es un niño de 8 años que vive en la colonia El Arenal.

Yo sentí mucho miedo cuando escuché el golpe de las piedras sobre el techo de mi casa. Tuvimos que salir de la casa porque el techo se estaba hundiendo. Para salir mi papá nos protegió con una chamarra y nos refugiamos en casa de una vecina, que era más segura. Después de que dejó de caer piedra mi papá nos tranquilizó a mi hermanita y a mí, pues estábamos muy asustados. Luego nos dormimos y al día siguiente mi papá se dedicó a limpiar, pero ahora cuando llueve se entra el agua por que se picó la lámina. ¡Tengo miedo de que esto vuelva a pasar!

Kennet y Henry Barrios Yac. Son hermanos y viven en la aldea El Zapote; su vivienda es de lámina y viven en

extrema pobreza.

Nosotros andábamos trabajando en la panadería, cuando escuchamos que estaban cayendo piedras, pero no sentimos miedo en ningún momento; esperamos a que se quitara y nos fuimos para la casa. Al llegar nos dio mucha tristeza ver que la cocina se había caído debido al peso de las piedras. Mi mamá y mi hermano mayor limpiaron la casa mientras nosotros dormíamos. La cocina la levantaron como en

15 días después. Lo que sí nos da miedo es que si esto vuelve a pasar la casa se puede caer porque la lámina está muy vieja.

Lucrecia Arévalo Gálvez es una niña de 12 años que vive en la colonia El Pilar, en El Zapote, Villa Canales.

Yo estaba cenando junto a mi familia. Los perros empezaron a ladrar y después empezaron a caer piedras; mi mamá pensó que alguien tocaba la puerta y salió a ver, pero no era nadie. Una vecina nos dijo que se entrara porque estaban cayendo piedras del volcán. Mi mamá se entró y nos metió debajo de un mueble de madera y nos pusimos a orar. Mis hermanas y yo estábamos muy asustadas; teníamos mucho miedo por lo que estaba pasando. Mi abuelita nos dijo que no tuviéramos miedo pues eran cosas de Dios y dispusimos hacer un culto con mi abuelita y mi hermana menor. Después de que dejó de caer piedras salimos a la calle a ver como había quedado y me dio mucha tristeza ver los árboles y las flores todas dañadas. Mi papá se puso a limpiar

las láminas y después vimos las noticias.

Al día siguiente ayudamos a sacar las piedras, pero antes de que termináramos empezó a llover un lodo rojo nos entramos y de repente se escuchó que algo se había caído; pensamos que había sido en la vecindad pero cuando salimos a ver se había caído el techo del cuarto de mi abuelita. Ella se puso muy triste porque se estaban mojando las fotos de sus familiares y sus cosas, así que ayudamos a recogerlas. Cuando mi papi llego de trabajar le puso sus láminas otra vez y se lastimó la pierna, pero gracias a Dios no fue nada grave.

Con la creciente del lago teníamos miedo porque el agua del pozo también estaba subiendo, ya no pudimos tomar esa agua y una vecina nos regalaba. Lo que me alegra es que ya está bajando el agua del pozo y que pudimos componer las láminas porque la patrona de mi mamá nos regaló dinero para comprar lámina nueva. Le pido mucho a Dios que esto no vuelva a pasar.


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Davor Armando de León Escobar es un niño de 11 años, que vive en colonia El Arenal, en El Zapote, Villa Canales.

Ese día que cayeron piedras estaba cuidando a mis hermanos porque mis papás andaban pescando. Primero cayó una piedra en la casa de mi tía y mi prima nos fue a decir que porque estábamos tirando piedras; yo le dije que nosotros no éramos porque estábamos viendo tele. Me entré y de repente empezaron a caer bastantes piedras. Como mis primas también estaban solas porque su mamá estaba trabajando las fui a sacar de la casa y nos fuimos a la casa de una vecina, y nos metimos debajo de la cama y un mueble

de madera. Teníamos mucho miedo porque nuestros padres no estaban con nosotros y empezamos a llorar, cuando paró de llover piedras llegó mi tía y mis papás y nos llevaron para la casa y empezamos a limpiar porque el techo se estaba hundiendo. Después nos fuimos a dormir pero no podíamos porque teníamos miedo de que eso volviera a repetirse, aunque me sentía más seguro porque mi mamá ya estaba en la casa.

Marilyn Elena Tubac Payes es una niña de 11 años que vive en la aldea Cerritos.

Estaba en la casa viendo televisión con mi mamá y mi hermano. Mi papá estaba trabajando, cuando se oyó una piedra en la lámina; mi mamá pensó que alguien estaba molestando, salió a ver y no era nadie. Yo le dije a mi mamá que podía ser granizo y después con armonía nos pusimos a ver por la ventana y comenzaron a caer piedras más fuertemente. Mi hermanito se fue a esconder debajo de la cama y se puso a llorar del miedo. Yo me sentía tranquila lo que sí es que me dolían los oídos por el ruido que las piedras hacían en la lámina.

Cuando paró salimos a ver y las piedras se sentían todavía calientes y tenían un olor raro. Luego nos fuimos a dormir y al día siguiente empezamos a limpiar la casa y

las plantas, porque estaban todas marchitas, les quitamos las piedras y les echamos agua. Le doy gracias a Dios porque no nos pasó nada.

Marco Andrés Rodríguez Sequen es un niño de 11 años que vive en la aldea Cerritos.

Yo estaba jugando carros con mi hermana cuando oí que cayó una piedra en la lámina y salí a ver pero no había nadie. Seguí jugando y al ratito empezaron a caer bastantes más. Salí corriendo a esconderme debajo de la cama; tenía miedo de que las piedras traspasaran la lámina y no salí hasta que dejaron de caer. Me dio tristeza cuando vi los árboles y las casas dañadas, me dio mucha tristeza. Toda la gente estaba limpiando y esa noche nos acostamos bien tarde. Al día siguiente nos dimos cuenta que las paredes de la casa se rajaron y la lámina se había picado. Todavía no hemos compuesto las láminas porque mi papá no tiene dinero para comprarlas, pero dice que

cuando pueda las va a componer.


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Fotografías de daños ocasionados y evolución de la situación en la zona de Amatitlán

Interior de aula de la escuela de la aldea Los Cerritos Familias esperando a la entrada de las instalaciones de Infancia con Futuro refugiarse

Carretera de acceso a las instalaciones de Infancia con Futuro Viviendas en la aldea Los Cerritos

Familias acogidas en las instalaciones de Infancia con Futuro Niño en su vivienda de la aldea Los Cerritos


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Viviendas de la aldea Los Cerritos destruidas por la tormenta tropical y los deslaves del terreno

Patio trasero de las instalaciones de Infancia con Futuro, antes y después del paso de la tormenta tropical “Agatha”

Patio trasero de las instalaciones de Infancia con Futuro, después del paso de la tormenta tropical “Agatha”


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Abajo, patio principal de las instalaciones de Infancia con Futuro. A la izquierda antes de la erupción del volcán Pacaya y, a la derecha, el viernes 4 de junio, con los escombros y arena volcánica acumulados durante la operación de limpieza que se realizó en aquellos días

Daños producidos en la ladera situada en la parte posterior de las instalaciones y trabajos realizados para disminuir el riesgo de posibles nuevas tormentas. Abajo, estado actual del muro una vez reconstruido y reforzado. Se ha saneado también la parte trasera y realizado canalizaciones

para conducir el agua hacia una caja receptora situada a un costado de las instalaciones. Se pintará cuando terminen las lluvias.


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CONSTRUCCIÓN POZO

Debido a las dificultades surgidas con el suministro de agua en la aldea, ha sido necesaria la construcción de un pozo de agua para que las instalaciones de Infancia con Futuro puedan tener la autonomía necesaria para el desarrollo de sus actividades. A continuación se muestran fotografías del proceso. El agua encontrada, como es habitual en la zona, se halla a una muy elevada temperatura, como consecuencia de localizase la zona sobre el subsuelo del Volcán Pacaya. Se encontró el agua a menos de 2 metros de profundidad y está previsto que cuando cesen las lluvias haya que profundizar entre uno y dos metros más. El pozo está ya en funcionamiento, suministrando agua a las instalaciones. El agua se traslada a un depósito subterráneo por las tardes y se deja enfriar durante las noches.

Viviendas situadas en las orillas del lago, inundadas y con daños en sus tejados.

Pozo


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SITUACIÓN EN EL MES DE OCTUBRE DE 2010

Las aldeas en las que trabaja Infancia con Futuro han permanecido inundadas en su mayor parte desde el mes de junio al de octubre de 2010. Debido a la proximidad del volcán Pacaya, el subsuelo se encuentra a muy elevada temperatura y se puede apreciar la salida de vapor de agua en algunas de las fotos. Parte de las viviendas se inundaron con agua muy caliente que sigue emanando del subsuelo en algunos lugares.


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Hasta este mes de noviembre el agua ha permanecido en muchas viviendas y las familias se han establecido junto a ellas para evitar posibles robos de sus enseres. Quienes han podido han habitado las partes que se encontraban con menos agua; otras familias han levantado en la proximidad de sus viviendas unos cuartos con paredes y techos hechos de lámina, donde se han refugiado durante los últimos cinco meses. En este mes de noviembre ha dejado de llover y están comenzando a regresar a sus hogares y a evaluar los daños.


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Las viviendas han sufrido daños muy importantes y las familias afectadas han visto como, durante los últimos cinco meses, sus ya precarias condiciones de vida habituales se han visto aún más deterioradas. La falta de agua potable, agravada con los daños sufridos en el sistema de conducción, debido a las inundaciones, ha hecho necesario el envío de camiones cisterna para proporcionar agua para el consumo diario. Algunas familias siguen utilizando para todo el agua de lago, a pesar de encontrarse muy contaminada.


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Los últimos meses han sido especialmente duros para los habitantes del entorno de Lago Amatitlán. Las constantes y fuertes lluvias de la última temporada invernal han mantenido el nivel del lago más de dos metros por encima de su altura habitual. Las compuertas que permiten la salida del agua han permanecido cerradas para evitar la inundación de núcleos importantes de población, como Amatitlán y Palín, en el departamento de Escuintla. Ello ha afectado aún más a estas pequeñas aldeas y sus habitantes han sido quienes más han sufrido las consecuencias de los últimos desastres naturales.

Desde la erupción del volcán Pacaya Infancia con Futuro ha venido proporcionando ayudas a las familias afectadas, pero los escasos recursos con los que cuenta no han permitido cubrir más que una mínima parte de las necesidades existentes. Se ha prestado atención a los niños desde el momento en el que se recuperaron las instalaciones de los daños sufridos durante los primeros días. Gracias a este apoyo los menores atendidos por Infancia con Futuro se han visto menos afectados por las precariedades por las que están pasando sus familias.


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REPARACIONES EN VIVIENDAS

Con los fondos recaudados hasta ahora, Infancia con Futuro ha reparado los daños sufridos en sus instalaciones, para así poder seguir atendiendo a los niños con las máximas condiciones de seguridad. También se ha apoyado hasta ahora a 52 familias en la reconstrucción de sus viviendas, fundamentalmente en la sustitución y acondicionamiento de los techos. Actualmente se están evaluando los daños sufridos en las viviendas que han estado inundadas durante tanto tiempo y se procederá a ayudar a esas familias según se vaya contando con recursos para ello.


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ACTIVIDADES EN GUARDERÍA-ESCUELA-COMEDOR DE INFANCIA CON FUTURO. OCTUBRE 2010

En el mes de octubre terminó el curso escolar en Guatemala. Los niños siguen asistiendo a las instalaciones de Infancia con Futuro, donde se lleva a cabo un programa de actividades educativas y extraescolares, atendiendo a los menores durante toda la jornada. En las instalaciones reciben tres comidas diarias y también se han programado visitas a lugares de interés para ellos. El objetivo de esta programación durante el periodo de vacaciones es prolongar el programa de atención a los niños, además de proporcionarles una alimentación adecuada, que en la mayor parte de los casos no está al alcance de sus familias. Los padres asisten así a sus puestos de trabajo sabiendo que sus hijos se encuentran bien atendidos durante su ausencia.


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Se siguen realizando actividades dirigidas a fomentar la autoestima de los niños y su socialización. Además, se busca también que los menores vivan durante la mayor parte del día ajenos a la dramática situación que viven en sus hogares, agravada actualmente debido a los daños producidos por los recientes desastres naturales.

Infancia con Futuro está analizando los daños sufridos en las viviendas que en estos días están comenzando a habitarse de nuevo al ver cómo el agua del lago ha empezado a descender. En las previsiones iniciales se estimaba que el coste medio del apoyo para la reparación de al menos los techos destruidos por la tormenta y la erupción del volcán Pacaya, sería de unos 300 euros por familia. Los daños causados además por los casi cinco meses de inundación pueden variar estas previsiones y estamos tratando de conseguir más recursos para poder apoyar al mayor número posible de familias.

Las mayores dificultades las estamos sufriendo ante la casi imposibilidad de conseguir subvenciones y ayudas de entidades públicas durante este año 2010, problema derivado de la actual crisis económica. Por ello, nuestra única opción son las donaciones y apoyos privados y la realización de actividades para la recaudación de fondos.

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PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL DE LAS ALDEAS … · comunidades, con la finalidad de ... hábitos de higiene y prevención. ... y los Consejos de Desarrollo de las aldeas, en colaboración