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Pueblos en marcha: la transformación de América …unesdoc.unesco.org/images/0006/000689/068956so.pdf · 2014-09-25 · I Creación del Centro de Documentación Cien-I tífica y

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UNESCOUNA VENTANA ABIERTA HACIA EL MUNDO

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N° 2

1955

(Ano VIII)

Precio: 30 f.(Francia)7 pence (G. B.)1 5 centavos (EE.UU.)o su equivalente enmoneda nacional,

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La transformación de América Latina

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LA OBRA DE LA UNESCO Í

EN AMERICA LATINA

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I MEXICO. Establecimiento del Centro Regio-I nal de Educación Fundamental para la AméricaI Latina. Hasta hoy han obtenido su gradoI estudiantes de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,I Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guate-I mala, Haití, Honduras, México, Nicaragua,I Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela.I Creación del Centro de Documentación Cien-

I tífica y Técnica en la ciudad de México : Proveeinformación científica a las Universidades,

I industrias, etc.

I GUATEMALA. Desarrollo del sistema de

I escuela comercial. Ver página 1 6.

I EL SALVADOR. Dos misiones de asistencia

Ü técnica completan su obra : una de educaciónI para el mejoramiento de la vida en el Valle deI San Andrés; otra, para el fomento de lasI escuelas primarias (vida rural) y escuelasI secundarias (orientación profesional y trabajo).

I NICARAGUA. Asistencia técnica para laI formación de maestros y para la educaciónI fundamental.

I COSTA RICA. Ver página 24.

CUBA. Funcionamiento de la Oficina Regionalde la Unesco para el Hemisferio Occidentalen la Habana.

; HAITI. Proyecto-piloto del Valle de MarbialJ para la educación.

VENEZUELA. Asistencia técnica para la

[formación en el ramo de Estadística.

COLOMBIA. Ver página 18. BibliotecaI Pública Modelo en Medellín.

I ECUADOR. Centro de Ex-Becarios de la

! Unesco : actividad para el mejoramiento de| los manuales de lectura para los niños. Asis-I tencia técnica para la formación de maestrosI en matemáticas, física, química y biología.

PERU. Misión mixta conjuntamente conI las Naciones Unidas, FAO y OMS para elI estudio de la colonización del Valle deTambo-

I pata, Ver página 4. Asistencia técnica para laI formación científica : desarrollo del " labo-I ratono mínimo ".

I BOLIVIA. Experimento sobre educaciónI primaria en La Paz : los niños aprenden a leerI y escribir en 50 días.

I BRASIL. Asistencia técnica en física nuclear

I (rayos cósmicos), química agrícola, física elec-trónica, geología, industria de la celulosa y

[ tecnicología en Río de Janeiro. InspecciónI de los recursos minerales del "Polígono de la[Aridez". Ver página 10.

- URUGUAY. Funcionamiento del Centro de

Documentación Científica y Técnica ba|odirección uruguaya. Montevideo, sede de laOficina Regional de Cooperación Científicade la Unesco para la América Latina.

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m El Correo«... UNA VENTANA ABIERTA HACIA EL MUNDO »

Número 2-1955

A Ñ O VI I I

SUMARIO

PAGINAS

3 LA TRANSFORMACIÓN DE AMERICA LATINAEditorial

por José de Benito.

4 HAMBRE DE TIERRAS

El drama de los Indios de los Andes

por Alfred Metraux.

10 EL POLÍGONO DE LA ARIDEZ

El yermo del Brasil es rico en mineralesPor E. Aubert de la Rue.

16 LOS "UNESCOS" EN AMERICA LATINA

Reportaje de Daniel Behrman.

I. Viejos dibujos mayas en nuevos telares

Quezaltenango descubre la máquina " Jacquard "

II. El Don Quijote de la Radio Colombiana

200.000 campesinos van a la escuela " por radio ".

III. En Costa Rica surgirán las escuelas como lasplantas de café.

Educación para el fomento de la comunidad.

27 ARENA EN UN CÁNTARO MOCHICA

La crónica fabulosa de un pueblo de alfareros

por Jorge Carrera And rade.

3.3 LATITUDES Y LONGITUDES

34 LOS LECTORES NOS ESCRIBEN

Publicación mensual

de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la

Ciencia y la Cultura.

Director y Jefe de Redacción

Sandy Koffler

Redactores

Español : Jorge Carrera AndradeFrancés : Alexandre Levantis

Inglés : Ronald Fenton

Composición gráfica

Robert Jacquemin

Jefe de difusión

Jean Greffier

Henry Evans (Para Estados Unidos)

Redacción y Administración

Unesco, 1 9, Avenue Kléber, Paris, 1 6, Francia.

Lot artículos publicados en el "Correo" pueden ser reproducidos siempre quese mencione su origen de la siguiente manera : "Del CORREO de la Unesco".Al reproducir los artículos firmados deberi hacerse constar el nombre delautor.

Las colaboraciones no solicitadas no serán devueltas si no van acompañadas deun bono internacional por valor del porte de correos.Los artículos firmados expresan la opinión de sus autores y no representanforzosamente el punto de visu de la Unesco o de los Editores del CORREO.Tarifa de suscripción anual del CORREO : 6 chelines $ 1,50 300 francosfranceses.

M. C. 54, I, 89, F.

El Correo, N» 2. 1955

PUEBLOS EN MARCHAEn la alta meseta de los Andes, en medio de

una civilización que es sólo un eco del pasado,el ferrocarril agujerea por algunos instantesei vasto silencio de la puna, deslizándosesobre los rieles que son apenas d,os- hilos deacero, ajenos al paisaje. No obstante, de modoimperceptible, el tren modifica la vida eco¬nómica y contribuye a modernizar las viejasculturas. La América Latina es hoy la imagende un Continente que avanza. (Foto PaulAlmasy, tomada cerca del Lago Poopo, en Bolivia.)

Por las cumbres y por las llanuras de América Latina,por sus puertos, por sus ciudades y por sus aldeas,sopla desde hace años un fuerte viento de renovación.

En ese saludable airearse de los pueblos y de los gobiernos,unos han acometido la empresa activamente, otros con ritmomás pausado, pero lo cierto es que a lo largo y a lo ancho delgran triángulo que forma el Continente sudamericano, la brisadel progreso penetra hasta el último rincón geográfico.

Como en lodo gran Continente, los contrastes abundan:nieves perpetuas en el sur y 'en las cumbres y calor tropicalen los valles; tierras resecas y selvas en las que la humedadda al proceso biológico un ritmo acelerado; grandes ciudadesmodernas y aldeas perdidas primitivas; indios, blancos, negrosy mestizos; escritores y poetas de fama universal cerca de unenorme contingente de analfabetos ¿para qué seguir? No puededefinirse todo un mundo en pocas líneas.

Cuando las Naciones Unidas estudiaron en su Consejo Eco¬nómico y Social el problema de sentar las bases de una vidade paz, miraron hacia todas las regiones del universo. Una deellas, la América Latina, que algunos designan como Itfdoamé-rica, llamó poderosamente su atención. Junto a un importantecomienzo de desarrollo industrial, problemas como el del mono-

. cultivo; al lado de un elevado nivel cultural, tipos de vidaelemental, pero siempre, y esto era lo esencial, con un deseode progreso, curiosidad científica y anhelo de superación. Enlos planes de Asistencia Técnica que las Naciones Unidas y susOrganismos Especializados previeron, fué cuestión impor¬tante decirle al mundo cuáles eran algunos de los más esen¬ciales problemas que esa gran región deseaba ardientementeresolver.

Y así comenzaron las misiones de las Naciones Unidas y desus Organismos Especializados a abordar, ' siempre contandocon los pueblos interesados y con sus gobiernos, las másurgentes de esas tareas.

¿Cuáles son los problemas ? En materia de enseñanza, lanecesidad de alfabetizar. La de enseñar a vivir sacando del

medio ambiente mejores rendimientos. La modernización delos métodos agrícolas; el afinamiento de las técnicas de pro¬ducción y el aprovechamiento más racional de las primerasmateria«.

Dentro de ese plan se han iniciado una serie de experienciasque los distintos pueblos han de coronar con su propioesfuerzo y por sus solos medios : desde la creación de centrosde cooperación científica o de bibliografía, hasta elementalesmisiones de educación fundamental o de alfabetización, sinolvidarse de la preparación de especialistas nacionales, quehabrán de continuar por los caminos recién abiertos. El CRE-FAL, que en México prepara promociones de maestros espe¬cialistas en educación rural y fundamental, es la más clara ypatente prueba de ello.

Guatemala, Costa Rica, Colombia, Bolivia, Ecuador o Brasil;es decir, pueblos en los cuales la geografía y la climatologíahan aumentado las dificultades naturales que ha tenido queremontar cualquier otro país, han recibido los expertos deasistencia técnica de las Naciones Unidas y de sus Organis¬mos Especializados.

La visión que ofrecemos ha de ser forzosamente parcial; nopodemos en este número del CORREO más que mostrar allector determinadas condiciones de vida de los indios andinos;los problemas que en el llamado «polígono de la aridez», enel Brasil, agobian. a sus habitantes, y el esfuerzo admirable delas poblaciones de Costa Rica, Colombia y Guatemala, en múl¬tiples aspectos de la educación. Pero por los ejemplos podrápercibirse la importancia del movimiento y de las justas espe¬ranzas que despierta.

José Dé Benito

El drama de los Indios de los Andes

"HAMBRE DE TIERRAS"por Alfred Métraux

EN las mesetas andinas de Bolivia, Perú y Ecuador, a altitudesasombrosas que causan el vértigo y la fatiga a los hombresde otras regiones, viven seis o siete millones de Indios que¬

chuas y aymarás pastoreando sus rebaños y labrando penosamentesus parcelas de tierra exhausta por un incesante cultivo de siglos.

En nuestra época, el destino de estos pueblos del altiplano ysu rehabilitación económica y social no sólo interesa a los gobier¬nos de esas tres Repúblicas hispanoamericanas cuyo porvenirdepende en gran parte de la adaptación de los Indios a lasformas de vida del siglo XX sino también a las NacionesUnidas. Esta Organización internacional y sus organismos especia¬lizados se hallan trabajando en colaboración con las tres nacionesya nombradas para mejorar las condiciones de salud, alimenta¬ción, vivienda y servicios sociales de los habitantes de los Andes.

El Programa de los Indios andinos proyecto internacionaly de colaboración múltiple que funciona dentro del Programa Am¬pliado de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas y de susorganismos especializados no puede abarcar el conjunto de lapoblación indígena. Los métodos que se escojan para resolver losproblemas comunes deben ensayarse primeramente en zonas limi¬tadas y luego, con la plena seguridad de que se ha encontradola única solución justa y aceptable, deben ser. propuestos a losGobiernos para su aplicación en más vasta escala.

En los Andes se ha abierto esta campaña en diversos frentes.Bajo la dirección general de la Organización Internacional delTrabajo, los especialistas de otros organismos internacionales

la Organización para la Agricultura y la Alimentación, laUNESCO y la Organización Mundial de la Salud se hallancolaborando con los gobiernos y las agrupaciones nacionales paracombatir la ignorancia, la falta de higiene y los malos hábitosancestrales.

En Pillapi, en las tierras de Bolivia, una gran propiedad ha sidotransformada en centro experimental de fomento agrícola. Se hanorganizado cooperativas .agrarias que han permitido a los Indiosadquirir ganado selecto, productos de consumo y las semillas quenecesitan para sus siembras. También se ha previsto la ayudamédica, dentro del mismo proyecto, y los especialistas interna¬cionales se esfuerzan actualmente por instruir sobre el terreno alpersonal técnico destinado a sucederles. Igualmente se ha ela¬borado, en coordinación con el centro de Pillapi, un programa deeducación fundamental.

Existe en las Repúblicas andinas un desequilibrio en la distri¬bución de la población. Las zonas templadas de los Andes poseenuna elevada densidad demográfica mientras que las tierras tropi- ,cales y subtropicales se encuentran en gran parte deshabitadas.Los gobiernos del Perú y Bolivia toman todas las disposicionespara dirigir hacia esas tierras vírgenes el excedente de su pobla¬ción indígena. Bolivia anhela establecer en la Provincia de SantaCruz a todo los Indios que no encuentren trabajo en los centrosmineros. Este desplazamiento de la población implica la creaciónde varios servicios, como centros de recepción, escuelas y dispen¬sarios médicos. También en esta clase de actividades incumbe alas Naciones Unidas proporcionar los técnicos que integrarán elpersonal inicial y formarán con sus enseñanzas al del porvenir.

El distinguido antropólogo Dr. Alfred Métraux, autor del artí¬culo que sigue, encabezó la primera misión mixta para ímple-mentar el programa de Asistencia Técnica en los Andes. Su tareaconsistió especialmente en estudiar las causas de las migracionesde Indios y examinar las posibilidades de colonización del vallede Tambopata con el excedente de la población indígena del LagoTiticaca.

El Correo. N° 2. 1955

PAISAJE DE CO¬MIENZOS DEL

MUNDO cuando aún

no existía la vida : tal

es la impresión quesugiere el caos derocas, de glaciares yde arenas que se ex¬tiende ante los ojosdel viajero que cruzaen avión la gran Cor¬dillera de los Andes.

No obstante, millaresde hombres viven en

este escenario de

muerte y desolación.Luchan sin cesar con¬

tra la naturaleza ci¬

clópea y, en otrotiempo, llegaron aúna crear allí una civili¬

zación de indudable

grandeza.(Fjtos.A/masye I.L.O.)

Siglos de servidumbre, de po¬breza y ,de humillaciones handejado huellas tan profundas

en los Indios, que éstos han perdidohasta su orgullo. Los problemas queplantean son innumerables y no sepuede concebir el mejoramiento desu nivel de vida sin una renovación

de casi todos los aspectos de sucultura híbrida. No trataremos aquísino de las dificultades originadaspor la falta de tierra y las migra¬ciones de los Indios hacia la ver¬

tiente oriental de los Andes.

Después de la espantosa sangríade la conquista, la población indí¬gena que había disminuido enproporciones alarmantes, se estabi

lizó para comenzar a aumentarnuevamente a un ritmo rápido enel curso del siglo XIX. El fenómenoes sorprendente para quien conocelas condiciones antihigiénicas enque viven esos Indios. El inventariode sus enfermedades haría estre¬

mecer a cualquiera. No obstante, apesar de la tara de una fuerte cifrade mortalidad infantil, la propor¬ción del aumento de la población noes inferior a la de otros grupos dela América Latina.

Este acrecentamiento demográ¬fico ha hecho acentuar el «hambre

de tierras» entre los Indios, que seencuentran estrechos en las propie¬dades que los blancos han consen

tido en dejarles. Hoy, los camposestán divididos y subdivididoshasta tal punto que se puede hablarde una «pulverización» de la pro¬piedad agraria. Las herencias suce¬sivas agravan esta atomizaciónhasta convertir las parcelas detierra en unos cuantos «surcos»como llaman los Indios a sus bienesraíces. El rendimiento de un suelo

explotado desde hace miles de añoses pobre. La tierra no descansa sinocuando está agotada. A grandesaltitudes, la agricultura está some¬tida a innumerables azares. El

clima es riguroso y bastan unanoche de helada o una caída de

granizo para aniquilar una cosecha.

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"HAMBRE DE TIERRASM

(Continuación)

La miseria de los Indios habría acabadocon su resistencia si no hubieran tenidoet recurso de la emigración. El añopasado, una noche glacial había des¬truido las plantas de las orillas delTiticaca. A la mañana siguiente, losIndios nos anunciaron que muchos deellos se aprestaban a partir a la costa.¿Qué otra cosa podían hacer?

¿A donde van esos Indios, a quienesla implacable necesidad les obliga aabandonar sus hogares? Se dirigen hacialas ciudades del litoral, en donde esperanencontrar trabajo como peones, alba-ñiles, cargadores . o en cualquier otraocupación que no exige calificaciónalguna. En su mayor parte no hablanespañol y todos son analfabetos. Efec¬túan esos largos viajes a pie, a través delas regiones más desoladas del mundo.

Se consideran privilegiados aquellosque, por algún dinero, consiguen amon¬tonarse en camiones descubiertos.

El ambiente de las ciudades les es

extraño y hostil. Tienen que buscartrabajo a ciegas. Durante, días y sema¬nas, se arrastran por las calles, duermenen los umbrales de las puertas y sealimentan de chuño, o sea patatas des¬hidratadas, y de granos que llevan enun saco. Aun en Lima se los ve pormillares, en torno de fogones al airelibre, mascando sus. hojas de coca yesperando impasibtes~,v taciturnos serrecibidos en eLlrábajo»de alguna obrapública.

Esta proletarizaron de las masas in¬dígenas ha conmovido al Gobierno. Enlas altas esferas oficiales se ha pensadoque tal vez era posible colonizar con

HERENCIA HISPÁNICA. Los habitantes actuales de Bolivia, llamada Alto Peru por losgobernantes españoles del siglo XVI, todavia en su vestido algunas prendasde la indumentaria de los conquistadores.. Aqui, una india del valle de Cochabamba luceel sombrero redondo con ribete que usaban los caballeros en' la época de la Colonia.

(Foto ll.O.j

este excedente de población los terri¬torios todavía vírgenes de las vertientesorientales de los Andes. Las autoridadesperuanas solicitaron entonces a la Asis¬tencia Técnica de las Naciones Unidas suayuda para establecer en el valle deTambopata a los Indios aymarás quedifícilmente pueden subsistir en iasorillas sobrepobladas del Lago Titicaca,a 39.000 metros sobre el nivel del mar-

donde la densidad demográfica llega de100 a 150 habitantes por kilómetrocuadrado en el distrito de llave.

El proyecto despertó una gran emo¬ción en el Perú y en otros lugares. Enefecto, es general la creencia casi undogma de que las tierras bajas y cáli¬das son fatales para los Indios de lasalturas. El célebre fisiólogo peruanoDr. Monge ha consagrado su vida aprobar que, como consecuencia de unaevolución milenaria, el organismo de losIndios que viven entre 3.000 y 4.500metros ele altitud se ha modificado paraadaptarse de la mejor manera al airerarificado. Había, pues, motivo de creerque la ruptura de este equilibrio va enmengua de la salud y aún de la vida delos Indios. Las crónicas españolas delsiglo XVI dejan entender que los Incas,que reinaron antaño sobre el Perú,Bolivia y Ecuador, participaban de estaconvicción/Cuando procedían a ordenarel destierro de poblaciones enteras deun extremo a otro del Imperio, teníanmucho cuidado en asignarles cada vezun habitat análogo a aquel del quehabían sido arrancadas.

¿En verdad, esta incompatibilidad deorigen biológico es tan absoluta comose afirma con tanta frecuencia, y laexpansión de los Indios andinos hacialos territorios inhabitados de los afluen¬

tes del Amazonas es realmente impo¬sible? La cuestión es de importanciacapital para el porvenir de esos pueblos.La misión asignada al primer equipo déexpertos de las Naciones Unidas consis-

DETRAS DE SUS LLAMAS, ESTOS INDIOS ANDINOS

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El Correo. N° 2. 1955

A pesar de los vestidos europeos, la danzaes la misma de sus antepasados. Los indios giranavanzan, retroceden con un aire monótono,

obstinado e infatigable. (Foto Verger.)

lía en estudiar sobre el terreno si el

valle de Tambopata que se extiendehacia Madre de Dios y la cuenca ama¬zónica, podía acoger a los Aymarás entrance de perecer sobre sus camposminúsculos y estériles.

A vista'de pájaro, el valle de Tambo-pata, sobre la frontera boliviana, estámuy próximo del altiplano. En realidad,se halla separado por una barrera for¬midable la Cordillera de los Andes

en la que se penetra por desfiladerosprofundos, estrechos y negruzcos. Sóloel Infierno del Dante según la con¬cepción del gran dibujante GustavoDoré puede dar una idea de los pai¬sajes del valle de Sandia que es menesterseguir para llegar a Tambopata. Esta esuna gigantesca hendidura de dos mil atres mil metros, en cuyo flanco serpenteaun estrecho sendero que desciende hacia

Como en tiempos del Imperio del Sol, los muros son de tierra apisonada. Para que la tierra sevuelva resistente a las inclemencias del tiempo, es menester comprimirla y volverla compacta.Con este fin se la aplasta con los pies, en un movimiento rítmico de danza. (Foto I.L.O.)

un torrente espumoso para remontar aalturas que producen el vértigo. El grangeógrafo Raimondi que era un cono¬cedor de los caminos peores no havacilado en afirmar que éste es el máspenoso de todo el Perú. Cuando, despuésde cuatro días de marcha fatigosa, elviajero llega al valle de Tambopata,descubre otro mundo: montañas 'más

apacibles, bosques profundos en los quese escucha el murmullo de innumerables

riachuelos, praderas de altos pastos yserranías azuladas que se escalonanhacia la gran planicie amazónica.

Esta Arcadia andina ya no es undesierto como hace cien años, cuandopasó por ella Sir Clemente Markham enbusca de las semillas de quina, planta¬das después en Indonesia. Cuatro o cincomil Indios la cifra exacta no ha podidoaún fijarse han venido a establecerse

en este lugar y aquí viven, en unaprosperidad relativa, del cultivo del caféy otras plantas tropicales. Hemos visi¬tado sus cafetales, muy bien cuidados,en donde los árboles crecen con vigor.La alimentación no falta y las chozasindígenas son más grandes y mejorconstruidas que sobre las altas .mesetas.Estos zapadores que han conquistadola selva, solos, sin ninguna ayuda parti¬cular o gubernamental, son Indios ori¬ginarios de las aldeas de Moho y Conima,situadas a orillas del Lago Titicaca.Allá nacieron, fueron criados en el airefrío de la montaña y luego removieroncon sus cortos azadones el suelo pedre¬goso de la puna. Entre su lugar deorigen y éste en que los hemos encon¬trado, el contraste es en verdad im¬presionante.

¿No son estos montañeses, explora-

RECORREN INCANSABLEMENTE LAS IMMENSAS Y GRISES SOLEDADES DEL ALTIPLANO... LA LLAMA ES SOBRIA Y SILENCIOSA COMO SU DUEÑO. (Foto Almasy).

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A LOS INDIOS del Lago Titicaca les hace falta la madera. Paranavegar en este lago a 3.900 metros de altura construyencon los largos tallos de la totora, especie de junco lacustre, pequeñasembarcaciones bastante estables para afrontar las tremendas tempes¬tades que se desencadenan de pronto'en esos parajes. (Foto Almasy.)

TRISTEZA Y MONOTONIA de las aldeas del altiplano. Enfrentede las viviendas y en medio del frió, las vendedoras esperan en silen¬cio, detrás de sus montones de productos agrícolas, la llegada delas compradoras con las que entran en ásperos regateos, como sepuede ver en esta escena tomada en Chunumaki, (Foto Almasy.)

dores de la selva tropical, un desmentidocategórico a todas las teorías pesimistassobre el conservatismo, la falta de espí¬ritu de iniciativa y la inadaptación psi¬cológica de los Indios andinos? No bastacon responder a esta pregunta con laafirmativa. Lo importante es com¬prender cómo estos campesinos acostum¬brados a un tipo de cultura han podidoobtener, los conocimientos que los hantransformado en excelentes agricultorestropicales.

Los Indios de Conima nos han dicho

con cierto orgullo: «Nosotros hemosabierto el país de los Yungas de Boli¬via.» Esta pretensión es, sjn duda,excesiva; pero es exacto que millares deIndios de ese distrito han participauo ala rehabilitación económica de los vallestropicales que se abren en los Andes,

detrás de La Paz, capital de Bolivia.Esas tierras cálidas producen un cafémuy codiciado y se cuentan entre lasregiones más ricas y fértiles de aquellarepública andina. Todos estos precur-sores de la futura grandeza de Tambo-pata han estado en la escuela de losYungas. Allí trabajaban como' labriegoso granjeros cuando, a raíz de las convul¬siones políticas, se vieron obligados aregresar a sus villorrios natales, endonde sólo encontraron la miseria. Sin

descorazonarse, franquearon los Andes,provistos de víveres para algunas sema¬nas, y, habiendo encontrado terrenossemejantes a los que habían abandonado,se pusieron bravamente a desbrozar laselva. Cuando hubieron plantado maíz ypatatas en sus aradas, unos regresaronal altiplano y otros fueron a explotar

LA CARRETERA

que enlaza los fértilesvalles de los Andes

Orientales ha sido

tallada en ia rocaviva. Los automóviles

pasan junto al abismo.Cada encuentro con

un vehículo que viaja.en sentido contrario

obliga a ejecutaracrobacias peligro¬sas. (Foto A. Métraux.)

8

antiguos lavaderos de oro, abandonadospor los españoles. Volvieron luego enla época de las cosechas y encontraronlos campos cubiertos de maíz. Compren¬dieron que habían logrado echar raíz enel valle y que ya no tenían nada quetemer. Entonces continuaron el desbroce

de la selva para plantar café.Este primer grupo de agricultores

constituyó algo como un núcleo para lacolon.zación: los Indios que les siguieronbeneficiaron de su ayuda. A éste pro¬pósito, no está demás señalar la impor-tencia del sistema de ayuda mutuallamado «ayni» que se acostumbra entrelos Indios aymarás. El «ayni» toma laforma de un auxilio pecunario cuandoun miembro de la comunidad debe hacerfrente a un fuerte gasto: matrimonio,funerales, fiesta del Santo, etc. Tambiéneste sistema prevé una cooperaciónentre parientes y amigos para ejecutaralguna tarea agrícola. Gracias al apoyoque se le acuerda, según las reglas del«ayni», el colono inexperto que llega aTambopata puede esperar sin temor laprimera cosecha. Más tarde, cumplirá consus obligaciones hacia sus benefactores.

Los colonos indígenas de Tambopatano han roto de manera alguna sus vín¬culos con la montaña. Cada año vuelvena su aldea, en la época de las fiestaspara respirar «el aire fresco» y gustarde las viandas tradicionales. Conservancelosamente sus derechos de propiedad'sobre las parcelas de tierra que hanheredado, aunque su rendimiento seadudoso. La diferencia de estaciones

entre el altiplano y la selva hace quegran número de colonos participen asíde una doble economía. Durante una

parte del año, llevan la existencia delos agricultores tropicales y el resto deltiempo retornan a sus costumbres decampesinos montañeses. Ellos consti¬tuyen el elemento indígena en la pobla¬ción de las tierras vírgenes. No hay dudaque si el programa actualmente contem¬plado llega a dar sus frutos, el primerresultado será la valorización de las

fuerzas ocultas que representan la ener¬gía, la sobriedad y el ánimo esforzado

" de los Indios.

El Correo. N° 2. 1955

BAJO UN. CIELO PÁLIDO, estatierra de las proximidades de Palca,esculpida por la lluvia y por el vientoparece la imagen de un mundo enruinas. No obstante, las montañas

encierran grandes riquezas mineralesque habrían permanecido inaccesiblessin la presencia de los Indios, únicoshombres capaces de trabajar a talesaltitudes sin desmoralizarse ante ef"

sombrío aislamiento de esas regiones(Foto Almasy.)

9

EL POLÍGONODE LA ARIDEZ

Evocar el Nordeste, o sea la partemás desheredada de la inmensa

región del oriente septentrionaldel Brasil, es evocar al mismo tiempoel espectro de la sequía y del hambreque le dan un aspecto desolador. Estefenómeno es tanto más desventurado

cuanto, por su situación geográfica, elNordeste debía ser húmedo y lluvioso,como la vecina región amazónica. A laamenaza periódica, originada por estaextraña anomalía climática se añaden

los efectos de una superpoblación demuchos millones de habitantes, a losque no pueden alimentar de modoconveniente una agricultura y una críaesporádicas.

, lisos 800.000 kilómetros cuadrados, acaballo sobre ocho Estados brasileños,desde el norte de Bahía hasta el

Piauhi, han recibido el nombre dePolígono de la Aridez, mientras susinfortunados habitantes son conocidos

con la denominación de Flagellados. -

La fisonomía especial y los proble¬mas particulares de esta tierra ingratay ruda, atrasada en su proceso evolu¬tivo, en relación con el resto del país

con exclusión naturalmente de la

región amazónica la convierten enuna zona curiosa ypaisajes no estángrandeza.

En realidad, todo el Nordeste delBrasil no soporta por igual tan mala

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pintoresca, cuyosdesprovistos de

por

E. Aubert de la Rue

situación, y si en el Ceará aun sulímite marítimo sufre de sequedad, nosucede lo mismo al Este, en donde eselímite recibe lluvias abundantes.

Antaño poblada de bosques, esafranja litoral húmeda y privilegiada

pero que no excede de cincuenta,kilómetros de ancho se consagraahora al cultivo de la caña de azúcar

en gran escala. Allí, en un marco devegetación, se encuentra Recife, puertaprincipal y metrópoli del Nordeste, endonde se combinan' el Brasil arcaico yel Brasil joven e impetuoso. Detrás deesta fachada sonriente, aunque enga¬ñosa, se extiende el sertao, región in¬terior cuyo grado de aridez varía mu¬cho, con sectores casi desérticos quereciben tan sólo lluvias insignificantesy otros lugares relativamente favore¬cidos que corresponden en general arelieves aislados, no mayores de 1.000metros pero suficientemente elevadospara beneficiar así como sus alrede¬dores de lluvias más fuertes que lasllanuras circundantes. Estas y las me¬setas de poca altura se hallan acapara¬das por la caatinga, palabra de origenindígena que sirve para designar lamás extraña de las vegetaciones,adaptada a las rudas condiciones de un

.clima hostil.

AGUA POR GO¬

TAS, En los arenales

sedientos de la exten¬

sa zona árida del

Brasil, el hombre

tiene que cavar latierra en busca del

agua como de untesoro. Este trabajose hace con resulta¬

dos satisfactorios en

el cauce seco de los

ríos y arroyos. Aquíse ve a un habitante

de Parelhas extrayen¬do agua del lechoárido del río Seridó.

Las fotos que ilustraneste reportaje son copy¬right E. Aubert de laRue. El dibujo que apa¬rece en la página 1 1 estomado del libro de

Josué de Castro " GEO-GRAFIA DEL HAMBRE"

Generalmente en forma arbustiva, lacaatinga presenta aspectos muy var.a-dos. En su conjunto, está constituidasobre todo por árboles tortuosos yachaparrados, con frecuencia muyespinosos, entre los que se presentancactos de todas clases y bromeliáceasde formas elegantes aunque peligrosaspor sus hojas aceradas. De trecho entrecho, unos árboles ventrudos y gro¬tescos las barrigudas ponen unanota cómica en este áspero matorral.La necesidad de maderas de construc¬

ción, de combustible, los desmontes,los frecuentes incendios y la presenciade un ganado numeroso particular¬mente de grandes rebaños de cabrashan hecho disminuir mucho la caa¬

tinga en los lugares más habitados yno han dejado substituir sino las plan¬tas de maleza, más espinosas las unasque las otras. Para afrontar esos temi¬bles matorrales que sirven de pasto asus rebaños, los vaqaeiros, pintorescosy taciturnos pastores del Nordeste,montados sobre~ pequeños caballoságiles, visten completamente de cuero.Con su traje taheño y su tricornio depiel de cabra, esos caballeros de lacaatinga , no carecen de originali¬dad. A veces, tienen que .cortar ellosmismos los cactos y quemarlos paradespojarles de sus espinas antes dedarles como pasto a sus animales. Ade¬más, en previsión de los períodos deescasez, los vaqueiros tienen el cui-

El Correo. N0 2. 1955

El secano hostil

El paisaje desolado del secano ha servido deinspiración a toda una literatura original yrealista en el Brasil del siglo XX. Sobre tocjo,la novela ha tratado de interpretar la vidaviolenta de esa región. Si bien hay grandesescritores de la caña de azúcar y del cacao,ninguno ha alcanzado la celebridad de Euclidesda Cunha, cuya obra maestra Os Sertoes,tiene como cuadro las tierras Inhóspitas y, además de ser una epopeya, constituye la crónicade la campaña de las autoridades del Brasilcontra el rebelde Antonio Conselheiro y sus

seguidores que le acompañaron con devociónfanática hasta la muerte. La caatinga áspera

y seca del Ceará, limitada por la lejana Sierrade Uruburetama (izquierda) ha visto pasar confrecuencia los lamentables cortejos de reti-rantes hacia regiones más propicias para lavida (abajo). Los episodios dramáticos de estoséxodos han sido pintados con vigor en lanovela 0 Quinze cuyo título evoca laemigración de 1915 de la escritora brasi¬leña Raquel de Queiroz que nació en las tierrasdel Ceará.

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dado de conservar grandes campos decactos, de una especie muy poco espi¬nosa,, que es la alimentación habitualdel ganado en esas regiones secas yardientes.

Las condiciones del suelo, por ingra¬tas que sean, no se oponen sin embargoa ciertos otros cultivos, entre los queson comunes los de maíz, manioc, algo¬dón y sisal que se adaptan a los terre¬nos pedregosos y de clima áspero. Ellecho arenoso de los ríos, sin agua du¬rante la mayor parte del año, conservade todas maneras una humedad sufi¬

ciente para hacer posibles los cultivosde plantas alimenticias. Muchos cau¬ces temporarios, plantados de fréjol,batatas y calabazas, aparecen comosinuosas cintas de verdura, desenro¬llándose entre ondulaciones amarillen¬

tas y peladas.

Sólo el majestuoso río San Franciscofluye de manera permanente, con pro¬cedencia de ' las lluviosas regionesmeridionales y atraviesa en parte lazona . árida en donde se acaban de

acondicionar las grandes cascadas dePaulo Alfonso que serán muy prontola más poderosa fuente de energíaeléctrica del Nordeste.

Los particulares y el Estado seesfuerzan en multiplicar las represasy compuertas para retener las aguasde las crecientes y las lluvias, en todoslos lugares en donde esto es posible.

II

EL POLÍGONO

DE LA ARIDEZ

(continuación)

ARTERIA

FLUVIAL.

Desde el sur corre

el río San Fran¬

cisco a través del

Nordeste llevan¬

do la palpitaciónde la vida a las

tierras áridas.

Todo el país está constelado de estan¬ques y depósitos, pequeños y grandes,los acudes, algunos de los cuales tienenuna capacidad de varias decenas demillones de metros cúbicos. En mu¬

chos sitios," estos estanques han hechomejorar la situación de los nordesii-nos, permitiéndoles el mantenimientode algunos cultivos de regadío.

Es prodigiosa la rapidez con que lasprimeras lluvias hacen cubrirse debrotes y de tierno follaje esa pequeñaselva espinosa que es la caatinga. Elfenómeno sucede entre diciembre ymarzo, después de siete u ocho mesesde sequía casi total. En pocos díasdesaparece la anomalía de un escena¬rio invernal acompañado de tempera¬turas cercanas a 40" para dejar lugara un paisaje de verdor que no tienenada de tropical. Los ramos de coco¬teros cerca de las aldeas y el ardorinsoportable del sol recuerdan, sin em¬bargo, que la línea equinoccial se en¬cuentra próxima.

La extrema irregularidad de laslluvias, más que su escasez, origina elgran retraso de la economía del Nor¬deste. Esas lluvias no se limitan úni¬

camente a un corto período sino quecaen en forma de aguaceros torrencia¬les, acogidos con alegría por toda lapoblación pues siginifican la garantíade una abundante cosecha futura. Ta¬

les aguaceros" violentos son temiblespor los efectos de erosión que provo¬can, arrastrando cada vez considera¬bles cantidades de tierra vegetal.

En' ciertos años, las tan esperadaslluvias no caen sino en cantidades

ínfimas. Si el hecho se repite .el añopróximo y el que le sigue, comosucedió de 1951 a 1953 entonces la

sequía se vuelve catastrófica y decimalos rebaños, persiguiendo a las poblacio¬nes con el fantasma del hambre y em¬pujándolas hacia las regiones menosinfortunadas. Cada una de esas sequíasprovoca un éxodo numeroso y desorde¬nado, que hasta la fecha se ha tratadovanamente de canalizar hacia el terri-

MI NEROS IMPROVISADOS. De manera ingeniosa y con instrumentosrudimentarios, los gor/mpeiros agricultores convertidos temporalmenteen mineros hasta que llegue la época de las lluvias se dedican a extraerlas riquezas del subsuelo. Estos mineros campesinos ya no buscan el oro

12

sino el berilo y la tantalita (arriba, derecha) o extraen la fluorina (izquierda)y otros minerales que, en volumen reducido, alcanzan precios muy altos.A la derecha, algunos garimpeiros que han ¡do al mercado semanal deParelhas para vender sus minerales, esperan e¡ momento del regreso.

El Correo. N" 2. 1955

LAS PEQUEÑAS INDUSTRIAS DEL PAISLos campesinos aprovechan totalmente los pocosrecursos naturales que les ofrece la tierra dela eterna sequía. Allí donde no es posible laagricultura se dedican a otras actividades pro¬ductivas como la alfarería o el comercio. Por una

extraña paradoja, tienen mucha venta los cánta¬ros y vasijas en este país sin agua (arriba, dere¬cha). Los alfareros del Ceará no dejan de tenercierto gusto artístico en la ornamentación desus vasijas (arriba, izquierda). En el Cearáse fuma el tabaco traído de los pueblos vecinos.Buen negocio realizan en el mercado de Cratolos vendedores de tabaco en rollo (abajo, dere¬cha), cuya elaboración es una de las industriastípicas del Paraíba, como se puede ver en estainstalación cerca de Campiña Grande (abajoizquierda).

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torio limítrofeMaranhao.

y poco habitado de

El sur del país, en pleno floreci¬miento, atrae más que cualquiera otraregión a los Flagellados. Sobre loscaminos del sertao se ven cortejosmiserables de retirantes que, despuésde haber abandonado su vivienda yvendido sus pocas bestias, afluyenhacia los centros /ya excesivamentepoblados, en donde todos los que pue¬den hacerlo se amontonan en incómo¬

dos camiones para un largo viajehacia el sur. La llegada de esos olea¬jes de Flagellados, con familias nume¬rosas, y desprovistos de lo necesarioorigina graves problemas, pues no todosencuentran trabajo. Muchos guardan lanostalgia de su caatinga natal, y cuandose. anuncia una favorable estación llu¬

viosa en el Nordeste, sienten - el deseode regresar, pero seguramente máspobres aún que al comienzo de su éxodo.

Se ha pensado con razón que laexplotación del subsuelo podría mejoraren gran medida la economía, hasta aquíagrícola y pastoril, del Nordeste. Estaesperanza no es quimérica y reposa

sobre el descubrimiento de variosmetales raros y de diversas substanciasinteresantes, en el curso de los últimosquince años. Hasta aquí el subsuelo dela zona árida del Brasil aún imperfec¬tamente conocido ha producido, en elcurso del período 1940-1946, una vein¬tena de especies minerales de utilidadpráctica.

Esta actividad minera es, en granparte, obra de los garimpeiros, busca¬dores improvisados, provistos de susúnicos medios, que les permiten traba¬jar de una manera muy primitiva. Bajoel clima tórrido del Nordeste, en dondeel agua necesaria para sus trabajos,con frecuencia debe ser conducida desde

lejos a lomo de asno, su oficio demineros es duro, pero algunos descubri¬mientos afortunados recompensan superseverancia. Todos tienen presente enla memoria el magnífico hallazgo hechocasualmente en 1941 por un simpletrabajador, Vicente Paulo, en San Vi¬cente del Paraíba. La fortuna de Paulehizo acudir millares de garimpeiros que,en pocos años, recogieron en ese lugarcinco toneladas de pepitas y de polvo deoro. Actualmente ya no estimula el

ardor de los buscadores este metalamarillo sino el berilo, o los mineralesde tántalo, de litio, de tungsteno y otrassubstancias que, en volumen reducido,alcanzan precios elevados y cuyos yaci¬mientos dispersos y superficiales seprestan a una explotación relativamentefácil.

La actividad de los garimpeiros estemporal y, en gran parte, depende delas viscicitudes del clima. Si llegan laslluvias en la época prevista, éstosextraños mineros abandonan la bús¬

queda de minerales para dedicarse alos trabajos agrícolas. Su número au¬menta, al contrario, en los años desequía, pues la escasez de los cultivosincita a muchas gentes a buscar en laexplotación del subsuelo el medio deasegurar su subsistencia.

Las investigaciones mineras, localizadasúnicamente en ciertos distritos, deberíanextenderse al conjunto de la zona árida,confiadas a ingenieros experimentadosque podrían guiar eficazmente a losgarimpeiros. A esta gran tarea, se hanconsagrado, felizmente, desde hace mu¬cho tiempo, las autoridades federalesdel Brasil.

13

Jornadas de

un geólogoEL Dr. Edgar Aubert de la Rue, 'geólogo francés,

se trasladó al Brasil después de que el Banco deFomento Industrial solicitó la ayuda técnica de

las Naciones Unidas. Habia trabajado durante su ca¬rrera en la mayor parte de los países de América delNorte y del Sur, así como en Australia. Antes de llegaral Brasil ocupaba el cargo de consejero científico dela delegación del gobierno francés en las islas Ker-guelen, en el mar Antartico.

Cuando el Dr. Aubert de la hue llegó al Brasil en1953, permaneció dos meses en Río de Janeiro cola¬borando con el'Dr. Paiva Leite y con el DepartamentoBrasileño de Producción Mineral para recoger losdatos geológicos conocidos sobre el nordeste del Bra¬sil. Luego desapareció en el «polígono de la aridez»,montado en su jeep.

El trabajo del geólogo consistía en indicar los yaci¬mientos posibles para que se procediera a una pros¬pección más intensa en el futuro. Esta labor repre¬sentaba no sólo un trabajo personal de agrimensor yde fotógrafo tomó más de dos mil fotografías du¬rante su estancia de un año en el Brasil sino tam¬

bién la ímproba tarea de inspeccionar todos los vesti¬gios abandonados por los garimpeiros.

Cierto día, el Dr. Aubert de la Rue empezó a tra¬bajar en la ciudad de Arcoverde, importante empalmede caminos en el centro del Estado de Pernambuco.Por una ironía de la suerte, había perdido ya dos díasen Arcoverde, porque el polígono seco y las carrete¬ras estaban inundados a causa de una de las lluvias

torrenciales de la estación. Empleó este tiempo envisitar al Prefecto y en recoger la mayor iníorma-ción posible sobre la minería de esos lugares.

El Prefecto le presentó al sastre de Arcoverde, elprincipal comerciante del pueblo en minerales. Elsastre fué muy amable. Ofreció al Dr. Aubert de laRue muestras de titanio, amianto, glucinio, mica ymineral de hierro. Pero cuando el geólogo preguntóde dónde procedían dichas muestras, el sastre selimitó a sonreír cortesmente.

El Dr. Aubert de la Rue llevó las muestras y lasenseñó en la plaza del mercado. Un campesino lasreconoció. Procedían del municipio de Sertania, aunos 30 kilómetros de distancia, por la carretera dePetrolandia. El geólogo salió escapado hacia este pue¬blo. En el polígono no es posible examinar las piedrasen el campo después de las once de la mañana, por¬que el termómetro se eleva a 40 grados centígrados ala sombra, si por azar puede encontrarse alguna. Losminerales queman literalmente demasiado para quese los pueda tocar.

Cuando el viajero indagador pudo llegar alpueblo cercano, entró en conversación con un pastorde ganados, que parecía saber de dónde veníanlas muestras. El rac/ueiro ató su caballo y saltó aljeep. Ambos hombres se lanzaron a través de los cam¬pos, por donde el vehículo se abrió camino a travésde grupos de cactos tan altos que los rancheros de laregión tienen que proteger con barrigueras de cuerolas panzas de sus caballos.

A unos seis kilómetros de distancia, llegaron a lacasa de un hombre del scrtao, quien se ofreció aconducirlos hasta la mina. Tras los montes próximosa la tierra en que trabajaba, les enseñó un pozo detres metros de profundidad de donde él, su mujer ysus siete hijos, ruando la familia tenía necesidad dedinero líquido, extraían mineral de amianto.

El Dr. Aubert de la Rue indicó en su mapa estamina desconocida de los cartógrafos y continuó surecorrido de la región. En el mismo municipio encon¬tró también algunas muestras de titanio y algunosindicios muy favorables de la presencia de uranio.

Al día siguiente, dejó Arcoverde con nueva destina¬ción, conduciendo su jeep por mas de 300 kilómetrosa través del «polígono de la aridez» bajo los rayos delsol de la tarde. Luego, el mismo proceso volvió arepetirsemetros.

y continuó a lo largo, de millares de kiló-

RECURSOS DEL SUELO ESTÉRIL. Las poblaciones pobres extraen de lasindustrial, elaboran con sus semillas una substancia semejante al café y utilizan laconstrucción.

BARRERA VEGETAL. Después de las lluvias de diciembre, reverdecela caatinga, extraña vegetación compuesta de arbustos y cactos espino¬sos. Esta barrera salvaje nó se abre sino a la cabalgadura y al machete.

El Correo. N» 2. 1955

EL POLÍGONO

DE LA ARIDEZ

(Continuación)

hojas de estas palmeras una ceramadera de sus troncos para la

DESIERTOS DE AGUA. El rio San Francisco visto desde Juazeiro (Bahía) proporciona un contraste entre las planicies dearena y las extensiones acuáticas, en donde la vela viajera reemplaza a la palmera sedentaria.

CABALLERO DE LA CAATINGA. Este jinete es la figura tradicionaldel Nordeste. Con su traje de cuero, de color rojizo, innumerablesvaqueiros semejantes a él afrontan los filudos matorrales.

LA VIDA EN LAS ROCAS. En la sequedad polvorosa de las rocasque se desintegran, únicamente algunos arbustos raquíticos logran echarraíz como avanzada de la vida vegetal en el sertao..

íí j-n América Latina, la palabra Unesco puedet evocar un jeep avanzando por sendas

lodosas y vadeando arroyos en Costa Ricadurante la estación de las lluvias, o un hombrea lomo de muía subiendo por la región mon¬tañosa de Columbia. Puede ser un sacerdote

católico que escribe un libro de texto o unhombre de ciencia que estudia la virtud ali¬menticia de ciertas plantas. O puede referirsea la obra de vn mecánico que instala un tornoo de un maestro que inicia a los niños de ochoaños de edad en el secreto de la palabra im¬presa. »

Esto es lo que encontró el corresponsal de-la Unesco, Daniel Behrman al observar eltrabajo de Jos expertos de Asistencia Técnicade la Unesco en siete países latinoamericanos,en donde son conocidos simplemente con elnombre de « los Úneseos ». Enviado con una

misión especial de esta Organización, Behrmantrajo una información realista y de primeramano sobre los resultados de la asistencia téc¬

nica en México, Guatemala, Costa Rica, Co¬lumbia, Bolivia, Perú y Brasil. Allí, y en otroslugares de América Latina, el estuerzo com¬binado de maestros, locutores de radio, lío-tánicos, agricultores y otros especialistas, sehalla actualmente transformando la vida de

innumerables pueblos. En los artículos quesiguen, Daniel Behrman narra lo que ha vistoen Guatemala, Columbia y Costa Rica.

Cuando don Pedro -de Alvarado continuó desde México su

marcha, hacia el Sur y llegó a Guatemala en 1523, alfrente de un puñado de conquistadores, descubrió en

las tierras altas de los mayas un pueblo de tejedores. Para sutrabajo usaban una especie de telar de palo, que consistíaúnicamente en una urdidera con un extremo arrollado alrede¬

dor de la cintura del tejedor cuando trabajaba agachado sobre,sus talones; pero sus tintes y sus dibujos eran sorprendentes.Todos los pueblos de los indios quichés de la altiplanicietejían sus propios huspiles, o blusas que llevan las aldeanasy que contienen una gran riqueza de pájaros simbólicos, deanimales, de figuras humanas y dibujos geométricos.

El quiche era un pueblo que se adaptaba fácilmente. Cuandolos españoles les trajeron los telares europeos de pie, notuvieron dificultad alguna en trabajar con ellos, e incluso encopiarlos ellos mismos. Con estos nuevos, telares, los habi¬tantes de Quezaltenango, de San Marcos, de San Pedro Saca-

LAS MANOS GUIADORAS de un hábil profesor de cerámicaayudan a un aprendiz del Instituto Industrial de Niños de laciudad de Guatemala, centro educativo, dirigido por funcionariosgubernamentales en colaboración con un equipo internacional dela Unesco. (Foto UNESCO.)

tepéquez y otros pueblos de la meseta continuaron tejiendosus antiguos dibujos mayas.

El telar de palo se convirtió en una curiosidad para losturistas que visitaban la altiplanicie de Guatemala. No habíalímite para los dibujos que los tejedores podían crear con esteinstrumento primitivo, pero el trabajo era lento e impro¬ductivo. Las mujeres llevaban consigo su trabajo donde quieraque iban arrebatando algunos momentos a su labor de cocinay al cuidado de sus campos para desenrollar su telar y atarloa un árbol.

Cada niño era un tejedor

E telar de pie representaba un progreso inmenso con respectoal telar de palo, pero los tejedores se encontraron con quedebían sacrificar algo por este ensayo hacia la producción.

Los fantásticos dibujos de los mayas, tumultuosos de rojos yamarillos, con tintes cuyo secreto se ha perdido hoy, necesi¬taban demasiado tiempo para ser realizados. Los tejedoresadoptaron modelos más estilizados en beneficio de una mayorproducción. Tan pronto como un niño sabía leer, bastaba conescribir la descripción del modelo en un cuaderno escolar, yal poco tiempo se transformaba en un tejedor. Por desgracia,estos dibujos simplificados tenían poco que no pudiera serreproducido a máquina. Los productos de los tejedores de laaltiplanicie desaparecieron de los mercados de la capital deGuatemala y el arte ancestral de los mayas empezó a morir.

Fué entonces, hace algunos años, cuando un extraño per¬sonaje hizo su aparición en Quezaltenango, segunda ciudadde Guatemala en importancia y la capital de su industriatextil. (El nombre de la ciudad significa «Lugar del Quetzal»;el quetzal, pájaro que muere en la cautividad, es el emblemanacional de Guatemala).

Jean-Charles Hugoné es un francés típico y como tal podíaparecer completamente desplazado en Quezaltenango. Guate¬mala puede enorgullecerse de ser «el país de la primaveraeterna», lo cual no impide, sin embargo, a M. Hugoné, siemprereceloso del tiempo, pasearse por las calles empinadas deQuezaltenango vestido con trajes de lana y con un paraguasnegro siempre dispuesto a recibir la lluvia.

Pero si se reflexiona bien. M. Hugoné no puede ser consi¬derado como un extranjero en Quezaltenango. Llegó a laaltiplanicie como miembro de la Misión de Asistencia Técnica

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El Correo. N° 2. 1955

de la Unesco para la educación industrial en Guatemala, ycontaba con 35 años de experiencia textil, incluyendo una dé¬cada en la Argentina. Donde quiera que M. Hugoné esté al ladode un telar, se encuentra como en su propia casa.

En las mesetas mayas, el problema que se planteó aM. Hugoné era evidente: los tejedores debían aumentar suproducción en la medida necesaria para1 que pudieran ganarsela vida, y al propio tiempo conservar los dibujos mayas, sumejor triunfo comercial, impidiendo su extinción. El Sr. Hu¬goné tuvo una inspiración un día que se encontraba en laciudad de Guatemala con el doctor Ernesto Cofiño, directordel principal Centro Educativo Asistencial del Orfanato de lacapital, para asistir a las clases de formación profesional dedicha institución. Mientras los dos hombres estaban inventa¬riando las existencias de uno de los almacenes, vieron elarmazón de un antiguo telar Jacquard, que aparecía en laoscuridad.

El sistema Jacquard fué inventado a principios del siglo XIXpor un francés de Lyon, Jean Marie Jacquard, uno de losprecursores de las modernas «máquinas de pensar». Esteinvento consiste en la adición de un dispositivo al telar quetrabaja automáticamente los hilos de la urdimbre de maneraque formen un dibujo, mientras el tejedor se limita a empujarla lanzadera. Su principio es parecido al del piano mecánico:el modelo del dibujo se perfora en una hoja de papel,' que seintroduce en el aparato Jacquard. Todo puede tejerse con eseaparato': paisajes, retratos e incluso como en el caso de unapieza de museo en Lyon el testamento de Luis XVI:

Esta era una solución para los tejedores de la altiplanicie,pero había un gran obstáculo para que pudieran adoptarla. UnJacquard puede costar de 500 a 1.000 dólares, y- ningún arte¬sano que trabaja en el telar familiar en una casa de ladrillosde San Pedro de Sacatepéquez puede disponer de esta sumapara invertirla en su pequeña industria.

Llegado a este punto, M. Hugoné decidió emplear su habi¬lidad Tuvo una entrevista con un carpmtero guatemaltecoy, entre los dos, construyeron un «Jacquard nacional», comple¬tamente de madera que costaba solamente 75 dólares.

Cuando empezaron las nuevas clases textiles en el Orfanatobajo la dirección del doctor Cofiño, el Jacquard casero estabaya terminado. En cuanto al carpintero, se puso inmediata¬mente a construir Jacquards en su taller y encontró clientessin dificultad entre los tejedores de la ciudad de Guatemala.

Entonces, M. Hugoné se dirigió a las mesetas, que se encuen¬tran a doscientos kilómetros al oeste de la capital. En Que¬zaltenango, con el director de la escuela de orientaciónindustrial de la ciudad concentró sus esfuerzos en la forma¬

ción de los tejedores que empleaban los telares movidos porfuerza humana en las grandes fábricas textiles situadas en losarrabales de la ciudad. Pero, tres días por semana, M. Hugonése trasladaba a San Pedro Sacatepéquez, a 50 kilómetros aloeste por una carretera que trepaba hasta las nubes. Traba¬jaba allí con Raimundo Sánchez, director de la Escuela Indus¬trial de Hilados y Tejidos Regionales «Cirilo López», para pre¬parar a los futuros artesanos continuadores del oficio tradi¬cional. Quezaltenango necesitaba buenos obreros para susfábricas; San Pedro necesitaba artesanos. Ambos tenían unbuen mercado para sus productos.

El telar para el pueblo

En San Pedro, los señores Sánchez y Hugoné se encontraroncon dificultades cuando decidieron trasladar la escuela a

un edificio más espacioso. Había un edificio disponible enel pueblo de San Marcos, a pocos minutos de distancia, perolos habitantes de San Pedro no estaban dispuestos a olvidar suantigua rivalidad con los de San Marcos. Una vez, un gober¬nador inspirado trató de «hacer las paces» y ordenó a los veci¬nos de San Pedro que pasearan su santo por las calles de SanMarcos y viceversa. Las relaciones mejoraron, hasta que losde San Marcos supieron que los de San Pedro no habíanpaseado realmente la estatua del auténtico San 'Pedro en suprocesión sino que habían disfrazado a otro santo de la iglesiacon una barba postiza. Por ello puede comprenderse fácil¬mente que el proyecto de trasladar la escuela textil a SanMarcos fuera suficiente para provocar la reunión de unnúmero imponente de padres, profesores, del alcalde y delconsejo municipal en la plaza de San Pedro. Antes que perderla escuela decidieron encontrar un nuevo emplazamiento másamplio en su propia ciudad.

El propósito de la escuela es la integración de los descen¬dientes de los tejedores mayas en la línea de la producciónmoderna. La escuela les enseña también a calcular el precio decosto para ayudarles a organizar su negocio particular. Lamáquina Jacquard les permite así conservar su independenciapersonal.

17

LOS

UNESCOS

PADRE JOSÉ SALCEDO, sacerdote colom¬biano, cuya transmisora nacional ha logrado desa¬rrollar uno de los más grandes programas delmundo para la educación de adultos por mediode la radio. (Foto UNESCO.)

En el año 1947, un joven sacerdote católico llegó a una,aldea perdida, anidada en un pico elevado de los Andesde Colombia, para ocupar el cargo de vicario-cooperador

de la parroquia de Sutatenza. El P. José Joaquín Salcedo aca¬baba de ser ordenado, y este era su primer ministerio. Llegabati Sutatenza con un deseo impaciente de mejorar la suerte delos campesinos de Colombia, que arrancaban de la tierra susmedios de subsistencia en fincas inverosímiles, situadas en

lus lugares desiertos de unas montañas vertiginosas.

El pueblo de Sutatenza se encuentra a 140 kilómetros alnorte de Bogotá y apenas tiene derecho al nombre de aldea.En 1947, su población era de 80 habitantes y constituía, sinembargo, la comunidad más importante de una parroquia de9.000, cuya geografía es típica en los Andes colombianos. Laparroquia tiene sólo una superficie de 150 kilómetros cuadra¬dos, pero su desnivel desde la parte más alta a la más bajaes de más de dos mil metros. La parroquia de Sutatenza cul¬tiva la caña de azúcar y el naranjo en sus cálidas llanuras ycría ovejas en sus picos fríos y sin vegetación. Algunos peda¬zos de tierra son tan escarpados que, según la leyenda local,los campesinos tienen que sembrar con escopetas.

Los montañeses de Sutatenza llevaban una vida primitiva.Trabajaban sus parcelas de tierra como sus antepasados lashabían cultivado siempre, se uncían ellos mismos a sus aradosen aquellos declives demasiado verticales para poder serlabrados con bestias, y la tierra se hundía bajo sus pies.La mitad por lo menos del suelo de Sutatenza había sido escar¬bada por la erosión hasta no poder utilizarse. Vivían entreparedes sin ventanas, en moradas que el padre Salcedo llamómás tarde «fortalezas antihigiénicas». El analfabetismo eramuy elevado; los habitantes de la parroquia no sabían leer niescribir. En aquellas montañas los hombres no podían hacerotra cosa que beber; muchos de ellos consumían chicha, bebi¬da de maíz prohibida ahora en la región. Con gran frecuencia,,las noches del sábado en la chichería terminaban en reyertas,cuyos principales protagonistas iban a parar al hospital deGuateque, en la parte baja de la llanura.

Lo peor de todo es que no conocían otro sistema de vida, yasí lo habían aceptado hasta que un vicario-cooperador de26 años decidió despertarlos. El P. Salcedo creía que la predi¬cación de sermones contra las tabernas no era eficaz, y decidióhacerlas la competencia para quitarles su clientela. En la plazaprincipal de Sutatenza inició a los aldeanos en los misteriosde la pantalla de figuras móviles. Los vecinos creyeron que se

DonEl Correo. N" 2. 1955

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encontraban en otro mundo; mucho después de haber acabadola proyección se agrupaban todavía maravillados en torno al-aparato, que admiraban con respeto.

El P. Salcedo había ganado un primer peldaño. Tres mesesdespués empezó la construcción en Sutatenza de un teatro paraconsolidar esta primera etapa. El mismo trazó los planos. Losaldeanos ofrecieron su ayuda, pero eso no bastaba y no habíamanera de hacer un llamamiento general a la parroquia parareclutar albañiles y carpinteros voluntarios, hasta que el padreSalcedo, que había empezado a interesarse por la radio desdela edad de trece años, se puso a trabajar con su emisora deradio.

Movilizó a los seminaristas de Tunja y los mandó monta¬dos en burros a través de los montes, llevando cada uno deellos un receptor de pilas. Desde Sutatenza les habló por suemisora de onda corta, y cuando regresaron pudo saber exac¬tamente si sus señales eran oídas en las montañas de la

parroquia.En mayo de 1948, el P. Salcedo estaba listo para comenzar

la obra. Radio Sutatenza hizo su primera emisión a los tresreceptores situados en la vereda de Irzón. El sacerdote pidióa los campesinos le ayudaran a construir el teatro deSutatenza y les prometió grabar la voz de todos los que le

asistieran. Pronto transmitió por radio las voces de los cam¬pesinos a sus familias maravilladas, y sesenta hombres pordía llegaron a Sutatenza para trabajar en la construcción delteatro. Los habitantes del pueblo compraron los materialesnecesarios y dieron con generosidad su dinero; en tres añosla parroquia contribuyó con doscientos mil pesos a la obra deRadio Sutatenza.

Gran empresa de educación de adultos

Los campesinos ayudaron con su trabajo y hasta hicierondonativos en especies. Cierto día la radio anunció que losagricultores podían pagar su participación con pollos. El

P. Salcedo recibió más de 800, y tuvo que alquilar un camiónpara llevarlos al mercado de Bogotá. En aquel momento habíareceptores suficientes para 15 escuelas y el cura difundía porradio su programa educativo una vez por semana, el sábadoa las cinco de la tarde.

La emisora, construida a mano, del presbiterio de la pa¬rroquia de Sutatenza y los tres receptores traídos por mulos através de los cerros se han convertido en siete años en la

Acción Cultural Popular, uno de los más importantes progra¬mas del mundo para la educación de los adultos por radio.

de la Radio

La Acción Cultural Popular difunde ahora sus clases porRadio Sutatenza, con seis horas de programación diaria, a200.000 alumnos diseminados en doce de los diez y seis De¬partamentos de Colombia y a los países vecinos, Venezuela yEcuador. Las escuelas por radio utilizan 6.000 aparatos recep¬tores, construidos especialmente a este efecto, y hay 10.000más en construcción. En un futuro próximo se espera queescuchará estas clases un millón de alumnos.

Los programas continúan transmitiéndose desde Sutatenza,pero ahora se difunden por una emisora de 25 kilovatios, lamás potente de Colombia. El Gobierno colombiano subvencio¬na a Acción Cultural Popular con 800.000 pesos colombianosal año y la Unesco participa en su obra por medio del' \)¡ro-grama de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas.

Además de sus estudios y de su emisora en el pueblo deSutatenza transformado, Acción Cultural Popular ocupa en laactualidad la mayor parte del séptimo piso del más impor¬tante edificio de oficinas de Bogotá. Desde uno de estos despa¬chos, desde el cual se alcanza una hermosa vista panorámicade los cerros de Guadalupe y de Monserrate, el P. Salcedodirige su obra.

Sigue en la póg» 20

LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA DE LA RADIO entran en hilera eri su "aula" simple cabana de adobes deun granjero colombiano para una lección matinal. La Acción Cultural Popular, notable programa educativo deColombia, dispone de una potente emisora y empieza su radiodifusión a las 6 a.m., la única hora libre de que pueden

disfrutar los labradores, pero repite sus lecciones en el atardecer para los otros radioescuchas. En los villorriosaislados, los niños acompañan con frecuencia a sus padres a la escuela de la radio. Las cabezas de viejos y de jóve¬nes se inclinan concienzudamente sobre los cuadernos : la escuela es un trabajo serio. (Fotos UNESCO.)

1819

La elevación cultural no se mide con termómetro(Viere de la pag. 19)

«Es ridículo decir que si la cultura ha mejorado es porqueaquí y allá muchos han aprendido a leer y a escribir medijo el padre Salcedo . La temperatura de la cultura no puedemedirse con un termómetro. Pero sólo en la parroquia deSutatenza podemos comprobar una nueva aspiración por unnuevo método de vida, y esto es lo que importa. Actualmentetreinta y seis muchachos del valle asisten a las escuelas secun¬darias; hace siete años había sólo uno. Cada vez son menoslos campesinos que pasan su tiempo en las tabernas, lo quesignifica que gastan menos dinero en la bebida y puedendestinar más a sus familias. Esto solo es ya suficiente paraelevar su nivel de vida.»

Pregunté al P. Salcedo có¬mo podía explicar el desa¬rrollo sensacional de Acción

Cultural Popular en tan pocotiempo. Dijo que no creía quefuera sensacional. «Toda la¬

bor que satisface una necesi¬dad básica del pueblo debecrecer en proporción directacon esta necesidad dijo.En nuestro caso se trata de

la necesidad de aprender aleer y a ecribir y de culturageneral de siete millones dehabitantes en un país de docemillones. No es sorprendenteque el número de alumnos delas escuelas de radio haya au¬mentado de 5.000 a 200.000.

En la edad de la bomba ató¬

mica, la educación del puebloes todavía nuestro objetivomás importante.»

Cultura popularDesde el principio de su

labor se manifestó la

ayuda de la jerar¬quía eclesiástica y de

la opinión- pública. «Algu¬nos pedagogos han hecho re¬servas sobre nuestros méto¬

dos de enseñanza explicó elPadre Salcedo pero se hanpuesto ahora a nuestro lado,porque estamos introduciendomateriales que han hecho suspruebas científicas en nues¬tras escuelas radiofónicas. Es

precisamente por esta razónpor lo que solicitamos la ayu¬da técnica de la Unesco, paraque nuestros métodos docen¬tes fueran más científicos.»

Sus aparatos de radio sonmaravillas de simplicidad, re¬ceptores de pilas, ae onua corta, fabricados especialmentepara Acción Cultural Popular, por compañas holandesas yamericanas. Pueden sincronizarse con una sola emisora.

Radio Sutatenza, precaución tomada para proteger la vidasus baterías. De acuerdo con la teoría de que la cultura

no debe obtenerse gratuitamente. Acción Cultural Popularvende sus aparatos y sus baterías a las escuelas radiofónicaspor su precio de coste, la equivalencia de 18 pesos. No obs¬tante, cada escuela recibe gratuitamente el material necesario:tiza, borradores, libros de texto y una campana de aviso, paraque los alumnos sepan cuando deben dar la vuelta al botónde su aparato.

Los programas comienzan a las seis menos diez de la ma¬ñana, la úuica. hora de que pueden disponer los. habitantesantes de su trabajo en el campo. Según el día de la semana, elprograma matinal de una hora y media consiste en clases delectura y de escritura, higiene, historia, instrucción cívica o

religiosa, siempre seguidas por un boletín de noticias. Esteprograma se graba sobre una cinta magnetofónica y su emi¬sión se repite a las cuatro menos diez de la tarde para lasmujeres, y a las cinco, para los hombres que no hayan podidoasistir a la clase "de la mañana.

Por la tarde, Radio Sutatenza continúa sus emisiones desdelas seis y cuarto hasta las nueve, pero las clases han termi¬nado. Difunde programas de música clásica y popular,

aunque los campesinos prefieren los ritmos tradicionalesdel bambuco, baile popular colombiano noticias, espectáculosde variedades, charlas religiosas y media hora de teatro sobre

temas de historia, ciencia,

viajes por Colombia o pro¬blemas que interesan al hom¬bre rural.

U'culo

dros

CAMPANA DE LA ESCUELA. "El son de una campana pasó porsobre nuestras cabezas con dirección a los cerros. Cuando nos acercamos,

pude ver a un joven campesino que daba golpes rápidos sobre un riel deferrocarril colgado de la rama baja de un árbol: Era la campana escolarusada en todas las radioescuelas de Colombia..." (Foto UNESCO).

Cuadros Campesinosna de las emisiones más

populares de Radio Su¬tatenza es un espectá-teatral, titulado «Cua-campesinos» que son

escenas del país sobre acon¬tecimientos reales de la vida

de todos los días, princi¬palmente sobre las trampaslegales de la vida rural. Loscampesinos colombianos sien¬ten un amor desordenado porlos pleitos, y muchos de elloscaen entre las manos de abo¬

gados y de leguleyos (llama¬dos allí «tinterillos»), quecomplacen a sus clientes ha¬ciendo durar el procedimientodurante el tiempo más largoposible. Los «Cuadros campe¬sinos» se esfuerzan en ense¬

ñar a sus oyentes algunos he¬chos fundamentales de la leypara protegerlos, a ellos y asus familias, en un lenguajetan familiar para el auditoriocomo el techo de sus casas.

Esta emisión es la obra de

Fernando 'Gutiérrez Riaño,

antiguo director de la másimportante estación de radioprivada y actual director deprogramas de Radio Suta¬tenza.

Un día, el sacerdote difun¬día una clase para mujeresdesde Radio Sutatenza. El pa¬dre sabía perfectamente quesus alumnas asistían a la cla¬

se con la cabeza y los oidoscubiertos por los tradicionalespañolones colombianos. Antes

de empezar su lección, dijo a sus oyentes que se descubrieranpara poder oírle mejor. Empezó la clase, y un minuto después,la radio dijo de pronto :

«La viejita del rincón... ¿Por qué no se ha quitado el paño¬lón?»

Dos semanas más tarde, cuando el sacerdote atravesaba unode los pueblos, una abuelitaje detuvo en frente de la iglesia.Le saludó muy cortesmente y le preguntó: «Padrecito ¿estáusted todavía enfadado conmigo?».

A un lado de la carretera se eleva una antigua iglesia espa¬ñola, con su campanario del que brotan los frágiles alambresde una antena de modulación de frecuencia. En el otro lado,más allá del valle, se erigen tres torres de radio de acero, lamás alta de las cuales mide sesenta metros de alto, nacia lascumbres que' separan del mundo a Sutatenza. Cerca de ia igle¬sia se encuentra el teatro de Acción Cultural Popular. A unos

20

El Correo. N» 2. 1955

cien metros más allá de la iglesia (en Sutatenza sería másapropiado decir más arriba), se ha construido un nuevoedificio de un piso, con una puerta de madera maciza, que seabre a un gran patio. Allí se escribe el material para lasescuelas por radio, más tarde leído e interpretado en un estu¬dio inundado por la luz del sol.

Este material es obra de dos miembros de la misión de

ayuda técnica de la Unesco para Colombia, los hermanos Idi-nael y Fulgencio, de las Escuelas Cristianas, comunidad do¬cente de la Iglesia Católica.

A las cuatro y media de una madrugada de llovizna, el her¬mano Idinael y yo compartimos un «termos» de café a la luzde una bujía en su cuarto de trabajo. Teníamos ante nosotrosuna hora de camino en jeep hasta la radioescuela de Guavila,a veinte kilómetros de distancia de Tibirita por la carretera deBogotá. No teníamos tiempo que perder después del desayuno,porque las clases empiezan a las seis menos diez minutos.

Llegamos con algunos minutos de adelanto y dejamos el jeepen la carretera. Seguí al hermano Idinael por un camino res¬baladizo, ancho apenas para permitir el paso de dos personas.Vimos una casa de campo de adobes, con una antena de radioalineada con las dos escarpadas cumbres próximas y unterreno de baloncesto en un campo inmediato. El son de una

campana pasó por sobre nuestras cabezas en dirección a loscerros. Cuando llegamos más cerca pude ver un joven campe¬sino que daba golpes rápidos sobre un riel de ferrocarril de unmetro de largo, colgado de la rama baja de un árbol: Es lacampana usada en todas las radioescuelas, por ser la másbarata y la que puede obtenerse con mayor facilidad.

Alfredo Segura actuaba como auxiliar inmediato de la escuelade Guavita. Con sus veintidós años era el representante típicode la joven generación de campesinos colombianos formadospor los cursos rurales del Gobierno. Estaba muy orgulloso de suescuela: con el fin de dejar una habitación libre para la clase,él y su familia se apiñaban en la otra habitación de la casa.Los bancos y el encerado eran su propia obra. Con su padre ysiguiendo las instrucciones radiodifundidas por el Sr. Vargas,habían plantado un pequeño huerto detrás de la casa y habíancosechado ya legumbres. La familia Segura había proporcio¬nado el terreno para el campo de baloncesto y los alumnoshabían puesto la mano de obra necesaria para excavarlo en lamontaña. El joven auxiliar hacía también su propio apostoladopara ayudar a sus vecinos a vacunar el ganado y espolvorearsus campos con insecticidas. Mientras Alfredo Segura esperabael comienzo de la clase para entrar en ella, le preguntamos sila vida había cambiado completamente para las familias veci¬nas desde que la radioescuela abrió sus puertas en 1953. Visi-

21

Don Quijote (continuación)

No hay

mas asientos

en el Teatro

de la aldeaEl padre Salcedo disparó un cohete paraseñalar el comienzo de la representaciónen el Teatro Cultural de Sutatenza.

Los aldeanos hacen la cola en espera depoder entrar en el teatro, que combinala educación con el entretenimiento.

blemente satisfecho, nos dijo: «A todo el mundo le gusta, me¬nos a las chicherías. La gente vivía antes aislada, cada cualpara sí; ahora estamos juntos; sentimos que todos formamosparte de una comunidad; ahora la población va a la escuela ojuega al baloncesto. Antes, todos teníamos el hábito de beber,principalmente los domingos».

Los alumnos empezaban entonces a llegar. Los escolares nollegan nunca con retraso a esta escuela en la que el profesorno espera a nadie. Silenciosamente entraron en fila en la clase,veintidós hombres y muchachos, todos ellos con esos grandessombreros que llevan en los pueblos de tierra fría los campe¬sinos cnlomhianos.

El Sr. Segura da vuelta al botón del aparato de radio. Des¬pués de uncorto momento de espera, el receptor empieza a darseñales de existencia con un mensaje matinal de Acción Cul¬tural Popular. Luego, una voz llena la pequeña habitación, enla media luz de la mañana:

«Auxiliares y alumnos de las Escuelas Radiofónicas de Co

lombia. Mucha atención... Vamos a iniciar nuestra clase delectura para los principiantes... Auxiliar, borre el tablero,tenga listas la tiza y la almohadilla... Alumnos... Alisten suscartillas, abran sus cuadernos en la tarea de hoy... Auxiliar,revise las tareas».

La voz enmudeció, y durante unos momentos la radio dejóoír un intermedio musical. Luego la voz volvió a resonar en lahabitación:

«Alumnos, abran sus cuadernos, sujeten bien el lápiz... van aescribir lo que les voy a dictar... Auxiliar, haga lo mismo en eltablero.

«Escriban... con minúscula... ca... Ahora... escriban... co...

aprisa... más aprisa... por último, escriban... cu».Volvió la música y la voz dijo luego al auxiliar que corri¬

giera el trabajo de los alumnos. La lección continuo durantequince minutos, hasta que el profesor Mesa pidió a los alum¬nos más adelantados que abrieran sus libros. Siguió el trabajo,con intermedios cada vez más cortos, y el profesor Mesa ter-

El teatro de la aldea fué construido con el trabajo voluntario, en 1 948, a raíz de un llamamiento hecho por radiopor el Padre Salcedo. El sacerdote ofreció transmitir por la emisora la voz de cada hombre que le ayudara en suobra. Muy _pronto, empezaron a oirse en el seno de las familias las voces de los aldeanos, y 60 hombresllegaban cada día a trabajar en el teatro. Hay siempre "sala llena" para cada función.

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El Correo. N° 2. 1955

\

**v 2:

-. -. .

Aunque sólo hay 500 asientos en el teatro, esto no impide que muchedumbres de 700 personas acudan a llenarloen las funciones jde cine o en las comedias representadas por el propio personal de la estación de radio. Cuandoestán ocupados todos los asientos de la sala, los espectadores retrasados se agrupan en la entrada para atisbar lafunción. (Fotos NACIONES UNIDAS.)

minó con una breve lección de historia. Le sucedió el Sr. Var¬

gas, que disertó sobre temas agrícolas y terminó la clase mati¬nal con un boletín de noticias. ~

El aspecto de esta clase, obedeciendo a un profesor invisi¬ble, era algo misterioso. Cada vez que empezaba la música,todas las cabezas se inclinaban sobre los pupitres. Los alum¬nos trabajaban concienzudamente sin un murmullo ni el másligero ruido.

Los campesinos están ahora familiarizados con sus radios,pero no están todavía completamente satisfechos con las escue¬las radiofónicas. He oído que el padre Salcedo va a empezar enbreve una campaña para mejorar las condiciones de su insta¬lación. Mientras me encontraba en la carretera de Tibirita con

el hermano Idinael pude ver casas con muros blanqueados ytechos de teja que punteaban el paisaje, y muchas, teníanhasta ventanas.

La introducción del sistema de arada siguiendo las curvas denivel en los Andes fué otra de las finalidades de la campañade radio. Los absurdos surcos verticales en las montañas, que

sirven únicamente como vías de desagüe para la lluvia, em¬piezan ya a desaparecer. En la escuela de Rosales, cerca de|Sutatenza, el hermano Idinael preguntó- al auxiliar si habíaobservado alguna mejora desde que empezó a emplear el nuevosistema de arar. Nos dijo que sólo había empezado este año,pero que podía ya comprobar alguna diferencia... «Ahora,cuando llueve agregó la tierra se queda en el mismo sitio.»

Se necesitan semanas enteras para poder hacer una descrip

ción completa de los resultados de las escuelas radiofónicassólo en la parroquia de Sutatenza. El aislamiento de los mon¬tañeses hace posible, obtener su adhesión a la Acción CulturalPopular, pero también convierte en ridicula cualquier tenta¬tiva que se efectuara para encontran las huellas de su labor pormedio de un sistema ordinario de inspección escolar. En losAndes de Colombia, la Radio Sutatenza constituye el únicomedio de comunicación , de los campesinos con el resto delmundo.

Pero los campesimos aprendieron a escribir y escriben car¬tas a Acción Cultural Popular. Las cartas afluyen al ritmo de150 por día y son un medio eficaz para comprobar la popula¬ridad de los diversos programas. Demuestran al mismo tiempola penetración profunda de la escuela radiofónica en el mundoantes inaccesible de los campesinos.

Escriben sobre cualquier cosa. Algunos dan gracias a laescuela por haberlos arrancado de la soledad en que vivían, opor haber apartado a los maridos de las tabernas. Otros hacenpreguntas prácticas sobre temas de todos los días: ¿Qué esbueno para curar una mala gripe? ¿Cómo curar un caballo;lisiado? ¿Cómo puede casarse una pareja unida por la leyusual? ¿Qué puede hacerse con una hija desobediente? ¿Cómopuede educarse a los chicos cuando no existe escuela en elpueblo? ¿Cómo puede una mujer obtener que el esposo mez¬quino le dé dinero? Cada carta recibe su contestación,, aunqueAcción Cultural no pretende dar soluciones aptas para todaslas dificultades.

23

Los "Úneseos" en

America Latina

©

ESTE CAMPESINO

medita sobre los ade¬

lantos de su valle y, encompañía de otros labra¬dores, escucha a un ora¬dor en una reunión de

fomento -comunal queacordó votar fondos y

-mano de obra para obraspúblicas. (Foto UNESCO)

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El Correo. N° 2. 1955

En Costa Rica

Las Escuelas

surgirán comoplantasde café

ARTISTAS INDÍGENAS de

Costa Rica pintan sus carros debueyes con vividos colores. Losdibujos en las ruedas forman unfulgurante caleidoscopio cuandoéstas giran. (Foto Dr. Estebande Varona.)

En el mapa de carreteras de Ja repú¬blica centroamericana de CostaRica, la Carretera Panamericana

se destaca como una arteria principalque corre a través de la casi total lon¬gitud de este pequeño país, que tienesólo una superficie de 51.000 kilómetroscuadrados. La carretera entra én Costa

Rica por.el norte del país en la fronterade Nicaragua, a pocos kilómetros de laorilla meridional del lago Nicaragua.Después de atravesar las provinciastropicales del norte de Costa Rica, trepahacia la rica meseta elevada que rodeala capital de San José y luego serpenteaa través de un paisaje parecido al suizohasta llegar a San Isidro del General, suactual estación de término en CostaRica.

El valle El General se ha desarro¬

llado tan rápidamente que todas lasfases de su crecimiento no han podidoseguir el mismo ritmo vertiginoso. Loscampesinos del valle gozan del mejorsuelo de Costa Rica, pero algunos deellos carecen de caminos para podertransportar sus productos. Donde existenlos caminos, el tráfico debe reducirse alque puede efectuarse por bueyes y caba¬llos, puesto que los puentes no puedensoportar pesos más elevados. Los cam¬pesinos tienen medios de fortuna larenta individual de Costa Rica es una

de las más elevadas de la región centro¬americana pero sus cosechas crecenmás de prisa que las nuevas escuelaspara sus hijos, que el aprovisionamientode agua potable para sus hogares, quela electricidad para sus pueblos y losservicios sanitarios para sus familias.

Fué este aspecto de prosperidad, afec¬tado por estigmas innecesarios de po¬breza, el que incitó al gobierno de CostaRica a elegir el valle El General, en losprincipios de 1952, como una de las doszonas destinadas para experimentar unproyecto piloto de educación rural. Laotra zona escogida fué La Lucha, a50 kilómetros al sudeste de San José.

En este caso, «proyecto piloto» signi¬ficaba un experimento ideal de educa¬ción social relativo a todos los factores

educativos, económicos, sociológicos ysanitarios que impiden el progreso en

estas zonas. Para dirigir esta expe¬riencia, Costa Rica contaba con la ayudade dos hombres, miembros de la misióneducativa que, la Unesco mandó a estepaís en 1951,' de acuerdo con el pro¬grama de Asistencia Técnica de las Na¬ciones Unidas.

Estos hombres eran Adrián Cruz .Gon¬zález, ciudadano norteamericano dePuerto Rico, y Max Miñano García, delPerú. El Prof. Cruz, que tiene ahoratreinta y ocho años de edad, venía deVega Baja, barrio de Puerto Rico, dondehabía sido inspector escolar después dehaber completado sus estudios en laUniversidad de Puerto Rico, en RíoPiedras y en el colegio de profesoresde la Universidad de Columbia, en NuevaYork. En Columbia obtuvo su diplomade doctor en pedagogía, como estudianteacogido al programa de «GI Bill ofRights», de los Estados Unidos de Amé¬rica, disposición que permitía la conti¬nuación de sus estudios a los veteranosde guerra.

La obra de dos especialistasEl Prof. Cruz había servido dos años

como sargento en el ejército norte¬americano, aunque nada haya en

él del sargento clásico. Es rubio y calvo,de modales reposados, y franco en sumanera de presentar los hechos. El Prof.Miñano, aunque tiene ocho años más,es desembarazado y enérgico. Fué ins¬pector de escuelas normales rurales enPerú y trabajó intensamente en Méxicocomo profesor de las escuelas normalese investigador de la educación rural.

Cuando me encontré con ellos, el Prof.Cruz tenía el título de especialista deprimera enseñanza y el Prof. Miñano elde especialista de la educación rural:ninguno de los dos daba importancia alvestir. El Prof. Cruz parecía preferirun guardapolvo y una gorra de mecá¬nico puntiaguda, mientras que el Prof.Miñano iba todos los días a su trabajo

. en overall azul. En el valle El General

nadie los conocía por el nombre de pro¬fesor. Los colonos los llamaban simple¬mente «los Úneseos», y el Prof. Cruz sedivertía contando lo que le sucedió un

día con un labrador que le saludódesde un campo vecino. El hombre noconocía su nombre y le llamó simple¬mente: «¡Unesco!»

Al trabajar en las dos zonas, los pro¬fesores Cruz y Miñano se negaron aestablecer ninguna separación- peda¬gógica o administrativa entre «educa¬ción primaria» y «desarrollo de lacomunidad». Después de tres años depráctica, es poco menos que imposiblesepararlas, o sea que las condiciones devida rural no pueden elevarse sinmejorar las escuelas de los pueblos, einversamente, que las escuelas no puedenmejorarse sin haber obtenido antes elapoyo incondicional de las comunidades.

Las experiencias de La Lucha y delvalle El General empezaron solamentedespués de investigaciones preliminaresque necesitaron un lapso de tiempo decinco meses. Estas investigaciones sellevaron a cabo con la ayuda de losmaestros de escuela de Costa Rica; losdos especialistas de la Unesco habíancomprendido que los aldeanos seríanreticentes para contestar a las preguntasde informadores extranjeros. Al ter¬minar su encuesta, tuvieron una des¬cripción exacta, sociológica y económicade las regiones escogidas para la expe¬riencia, comprendiendo todos los aspec¬tos esenciales: régimen de propiedadesy arriendos, cosechas principales, gana¬dos, educación, aprovisionamiento deagua potable, costumbres y facilidadessanitarias.

Este método tuvo eficacia no sola¬

mente para obtener datos muy nece¬sarios de Mos campesinos reacios ahablar, sino que puso también a losdirectores de la experiencia en condi¬ciones para formar a los maestros deescuela rurales en los métodos de inves¬

tigación y en ganarlos a su causa desdeel principio. Después de terminada estainvestigación, se preparó el plan parauna campaña de educación rural, quefué sometido para su aprobación alConsejo Superior de Educación.

La investigación demostró la necesidadde la experiencia, incluso en el prós¬pero valle El General. La salud del valleera precaria; estaba infestado de enfer-

25

Las Escuelas(continuación)

medades de origen hídrico y la morta¬lidad infantil era elevada. No habíahospital en la región. El problema agrí- «cola más importante era el de convencera los colonos de suspender la tala delos árboles para hacer carbón, lo quetenía por efecto destruir la vida en elsuelo y aumentar el problema, crónicoen Costa Rica, de la despoblación fores¬tal. Había que modernizar los métodosde cultivo en comunidades aisladas enTalamanca, donde se utilizaban todavíalos arados de madera tirados por bueyes.

Los colonos estuvieron dispuestos aproceder a la tala de los árboles con unequipo mecánico en lugar de hachas ya reemplazar los bueyes por camionesy tractores donde ello era factible eco¬nómicamente. Pero hubo un obstáculomayor: nadie pudo conducir un camióno un bulldozer por los caminos que en¬lazaban las comunidades rurales. Don¬de los puentes no existían o eran de¬masiado débiles, los arroyos debíanatravesarse con bueyes o mulos.

Los colonos cuentan en San Isidro lahistoria de dos agricultores que, duran¬te la estación de las lluvias de 1953,tuvieron que transportar en carreta uncargamento de café de un valor de 450dólares hasta San Isidro a sólo 18 kiló¬metros de distancia. Una yunta resba¬ló en el camino, transformado en unmar de lodo y de piedras, y rompió suharnés. Los plantadores de café perdie¬ron cinco horas en reparar el harnés ytuvieron que pasar la noche en la car¬retera. Tardaron dos días y medio paracubrir 18 kilómetros. Cuando llegaron asu destino, un inspector les dijo que losgranos de café habían fermentado y queno podían venderse.

El experimento del valle El Generalempezó con reuniones de la comunidadpara hacer comprender a los habitantesde la región que nada podría hacerse sino querían prestar su contribución. Nohubo dificultad alguna en suscitar suinterés : conocían perfectamente sus

CARRETAS, jeeps y jinetes transitan por la calle mayor de San Isidro delGeneral, en el sur de Costa Rica. La Carretera Panamericana, construida recien¬

temente, ha traído el progreso y la prosperidad pero también muchos pro¬blemas a esta pequeña ciudad. Las obras comunales, como escuelas, aguapotable, caminos y mercados, no se desarrollan al mismo ritmo de las abun¬dantes cosechas. (Foto UNESCO).

TORERO AFICIONADO, el maestro

de escuela Celindo Alvarado bajó a laarena para reunir el dinero que reque¬ría la construcción de una nueva ala

en| el edificio escolar. Aquí se ensayacon un toro manso. (Foto UNESCO.)

problemas y, como, buenos costarricen¬ses, no vacilaban nunca en exponer susopiniones en voz alta.

La medida inmediata consistió en or¬

ganizar en cada pueblo un comité parala cooperación con la Unesco, constituí-do por un grupo de ocho ciudadanos,elegidos por el voto de la población yentre los dirigentes reconocidos -dela comunidad. La fase final de la ope¬ración vino más o menos por sí solacuando los habitantes de la región su¬pieron que podían poner en valor suentusiasmo natural y su energía pro¬pia.

Mejora la vida en el valle

En los trece pueblos pilotos del valleEl General hay once centros para laeducación de adultos, que cuentan

con un total de 300 alumnos. Cuando

terminan el curso se les da un diplomade escuela primaría, que tiene muchaimportancia en el valle. En un hotel deSan Isidro, el proprietario lo había pues¬to en un marco y colgado en el comedor.

Además de enseñar a leer y a escri¬bir, los centros contribuyen a hacer lavida en el valle más agradable, princi¬palmente estimulando la formación deequipos de fútbol, y de baloncesto.En El General Viejo, la fiebre deafútbol . ha tomado un gran incre¬mento, y los jugadores del equipo locaLllevan. a través del pecho .el emblema«Club Unesco»;

Aunque los colaboradores de la ayudatécnica de la Unesco han servido prin¬cipalmente para estimular las fuerzaslatentes en la comunidad para su desa¬rrollo, nada parece poder impedir a loshabitantes del valle que pongan la eti¬queta Unesco en sus escuelas, en sumercado, en los nuevos puentes y en susequipos de fútbol. De una manera gene¬ral, resulta divertida la internacionali-zación de este pequeño rincón de CostaRica. En la nueva escuela de primeraenseñanza de San Isidro, construida porel gobierno, cada clase lleva el nombrede una república de América Latina, yla sala de reuniones se llama «Sala delas Naciones Unidas».

En las clases superiores, la escasez delibros fué atenuada por las bibliotecas.En una de las cartas circulares perió¬dicas remitidas a los maestros se su¬

giere una lista de los libros necesariosen una biblioteca escolar «mínima» pa¬ra ayudar al trabajo escolar y servir delectura de diversión. Esta biblioteca po¬día adquirirse por una suma total de17 dólares, gracias en parte a la exen¬ción de derechos de aduana en Costa

Rica para los libros que hay que im¬portar, y los profesores encuentran po¬cas dificultades para convencer a lascomunidades del interés que existe en lacompra de tales bibliotecas.

El empleo de la radio como suple¬mento de la educación primaria y de laeducación de adultos fué sugerido porlos inspectores escolares de la provinciade Cartago.

26

El Correo; N° 2. 1955

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Arenacántaro

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Moc hu n

ica CRÓNICA FABDLOSA

DE UN PUEBLO BE ALFAREROS

por

Jorge Carrera AndradeEn el valle fértil de

Moche, en la costaseptentrional d e 1

Perú, entre los sembra¬dos de yuca, habichuelas,maní y calabazas, queseparaban las viviendasde adobe dispersas alre¬dedor de la pirámide de la

Huaca del Sol y el palacio dela Huaca de la Luna, fun¬cionaban activamente, hacemás de quince siglos, losobradores y los hornos dedonde salían los maravillo¬

sos cántaros, vasijas, garrafasy vasos de arcilla cocida quecausan asombro al hombre

moderno por su perfección yrealismo. El alfarero mochica

modelaba en la materia plás¬tica todo lo que veían susojos de artista creador : loshombres y los animales, lospájaros y las frutas, laslegumbres y los objetos máshumildes de la vida diaria.Así fué formando un fasci¬

nante inventario en, barro dela fauna y la flora, de sumundo real e imaginario, yde su civilización que flore¬cía en ese entonces en medio

del desierto, en la regióncostera de la América Meri¬

dional, comprendida entre elgrado cuatro hasta el veintede latitud sur. Ese era el

territorio de la nación fabu¬

losa que hablaba la lenguamochica y que supo viviralgunos siglos en paz con susvecinos, entregada al laboreode la tierra, a la construcciónde acueductos y al cultivo delas artes plásticas.

No sólo trabajaban losalfareros en el valle de Mochesino también en el de Chi-

cama, en el de Chimbóte, enel de Virú y otros vallesincrustados en los arenales

como oasis de verdura y pla¬cidez, en las cuencas de losríos. Hace más de dos mil

años, en el llamado períodode Chavin, esa región fluvialhabía sido el centrode otra civilización (5'2ueanterior a la mochica: ° ,la civilización de Cu- vuelta)

SÍMBOLO ALADO DE LA GUERRA. Cántaro de greda cocida, encontrado en elvalle de Chicama. La figura está pintada en rojo sobre fondo amarillo, colores característicosde la cerámica mochica (Del siglo II al IV de nuestra Era.)

27

LA CRÓNICA FABULOSA

DE UN PUEBLO

DE ALFAREROS(continuación)

pisnique, creadora de las vasijas conasa, horizontal en forma de estribo ycon gollete -.superpuesto. La cerámicade Cu'pisnique, de« arcilla tosca ymatiz anaranjado, decorada de sím¬bolos religiosos, entre los que des¬cuella el felino deidad suprema-precedió a la civilización de Salinarque introdujo la pintura en la cerá¬mica. El color rojo de la sangre y elblanco de las nubes, así como larepresentación zoomórfica, vinieron aañadir dramatismo y realidad a laalfarería primitiva. Salinar repre¬senta un avance en la técnica del tra¬

bajo de la arcilla cocida en hornos abiertos, como se puedever en la colección del Museo Arqueológico de Chiclin, cuyaspiezas proceden de las excavaciones hechas en liUl por elarqueólogo Larco Hoyle, en el alto Chicama.

La civilización mochica que había logrado crear una socie¬dad estable y había gozado por largo tiempo de los beneficiosde la paz, pudiendo dedicarse libremente a las especulacionesmetafísicas como su idea del más allá o de la segundavida se transformó hasta la raíz en el año 600, ante laamenaza creciente de los hombres de Tiahuanaco. La organi¬zación militar reemplazó a la agricultura y a la ingenieríahidráulica, mientras la vida familiar y el arte acusaban francadecadencia. Los motivos representados en la cerámica pierdennaturalidad y se hacen cada vez más abstractos. Los seres ylas cosas se estilizan en frías actitudes intelectuales. Final¬mente, en los primeros años delsiglo VIII, los pobladores del imperioandino de Tiahuanaco bajan desde laCordillera y ocupan el país de losmochicas. No solamente traen conellos la llama y la vicuña quenunca llegan a aclimatarse en esosvalles cálidos sino también su cerá¬mica de estilo gigantesco, geomé¬trico y («cubista», como se lo ha cali¬ficado con razón en nuestro tiempo.

Las características del pueblomochica no perecen por completo,sin embargo, y después de tres siglosde dominación material e 'intelectualde Tiahuanaco, vuelven a florecer en la cerámica del Gran Chi¬mú. Pero, otra vez se repite la historia, y el Gran Chimú consus veinte oasis fluviales, su muralla de adobe que encerrabacatorce fortalezas y defendía la frontera meridional en unaextensión de sesenta kilómetros, y su asombrosa metrópolide Chan Chan sucumbe, en la segunda mitad del siglo XV,bajo el poder militar del imperio de los Incas. Los grandesvasos y los botijos incaicos vienen a reemplazar a los cántarosy vasijas poliformes de la alfarería chimú y a los productosdecorativos y multicolores de la cerámica de Tiahuanaco.

En esta marejada histórica, el punto culminante del artecorresponde al pueblo mochica,. pueblo de alfareros, dignos decompararse con los mejores del mundo. Es de suponer que laalfarería no era oficio de unos pocos, sino un arte popular,tan grande es el número de cántaros y otros objetos que se hanconservado hasta nuestros días. La cerámica funeraria repre¬sentaba todas las escenas y episodios de la existencia humana,con el fin de que el difunto recordara, en la supuesta «otravida », las actividades ejecutadas durante su residencia tem¬poral en la tierra. De las tumbas se han ido sacando, poco' apoco, centenares de vasijas y recipientes de muchas formas,

decorados de figuras humanas enactitud de realizar los menores ac¬tos de la existencia diaria. Cada

objeto de arcilla es un documentofidedigno. Toda la civilización mo¬chica ha salido, de este modo, de susepultura y se ha desplegado antenuestros ojos en una fantásticaresurrección de .gestos y de formas.

En esa prodigiosa (Sigue encrónica modelada en el . b ,-.barro en la- que cada ? *' '

28

El Correo. N» 2. 1955

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TODAS LAS CASTAS

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"^^«¡k m también otros objetos de uso' ^^^*ElK», M doméstico. He aquí una botella

^mm^ w de greda cocida, de 22 centímetros de altitud, encontrada enTrujillo.

29

RETRATOS DE BARRO. Como

los artistas modernos que esculpenla «máscara» de los hombres ilustres,

los Mochicas copiaban en sus vasijaslas facciones del difunto y las colo¬caban en su tumba para el «viajeal mundo desconocido.»

INSTRUMENTO RELIGIOSO.Esta cabeza estilizada de zorro

es un cáliz y un sonajero para llevarel ritmo en las festividades religio¬sas. (Chirnbote.)

LA VIDA DE UN PUEBLO

PLASMADA EN SU CERÁMICA(viene de la pág. 28)

vasija es una escena o, a veces, un capítulo entero se puedeseguir paso a paso la vida del hombre en el país de los mochi¬cas, desde su nacimiento hasta su muerte. Aquí un vaso repre¬senta una vivienda; otro copia una familia; otro, la cena, o elsueño, o las actitudes del amor o una ceremonia fúnebre. Laabundancia habita en los oasis de ese reino del desierto. Loshombres del pueblo se dedican a la pesca y a la agricultura,mientras los nobles y los guerreros salen de cacería, a matar elvenado y los más extraordinarios pájaros, cuya carne sabrosase ofrecerá en el festín. Las ceremonias religiosas se desen¬vuelven con profusión de ornamentos, cascabeles, campanas ytrompetas, y gran variedad de trajes, cotas de malla y cascosemplumados. La muchedumbre se dirige al templo de la colina,por el camino en espiral, y va a prosternarse ante Ai-Apee, eldios-jaguar, señor del mundo animal y vegetal y defensor delpueblo.

El alfarero no olvida ningún hecho o detalle en su obra, queejecuta con la minuciosidad de unverdadero cronista. Todas las cos¬

tumbres, la organización social y lascreencias de los mochicas están im-"mortalizadas en el barro. Los mo¬

chicas creían que la muerte era unviaje a otro mundo desconocido, prac¬ticaban el culto de los antepasados yposeían varias leyendas, entre ellas ladel diluvio. Comerciaban -con los

países vecinos. Navegaban en balsaspor el mar y en pequeñas embarca

ciones llamadas «caballos de totora»por los ríos. Tenían un sistema decorreos, mediante mensajeros quellevaban un saco de habichuelas pin¬tadas, en las cuales el destinatariodescifraba el mensaje. Trataban lasenfermedades a su modo y ejecutabanoperaciones quirúrgicas. Lapidaban alos transgresores de la ley o les da¬ban muerte precipitándoles desde unaroca. Trabajaban con arte la madera,el cobre, el hueso y otros materiales.Decoraban sus templos con muralespolicromos como se puede ver enlas ruinas de Moche y eran hábilestejedores, aunque no llegaron asuperar a los arcaicos y sorprenden¬tes artesanos de Paracas. ¿í^os altareros mochicas conocíanel torno y la rueda para redondear el bloque de arcilla y darlela forma globosa del cántaro? Algunos recipientes redondos,encontrados en las tumbas, muestran haber recibido en sufabricación un movimiento giratorio. Acaso no se equivocaPaul Hermann cuando afirma que existía la rueda entre lospueblos primitivos de América, pero que nunca se la empleabapara el transporle sino para los juegos y ciertos oficios (1).

A orillas de los rios, el alfarero mochica escogía la arcillamás fina y apropiada para elaborar una pasta uniforme ymodelaba con ella la figura deseada, copiándola de lanaturaleza o de su mundo imaginario. Terminada su obra,destinada a servir de modelo, la cocía y la revestía de nuevapasta arcillosa hasta formar un molde dividido en dospartes que utilizaba para plasmar ios recipientes definitivos,a los que añadía después la base, el asa y el gollete. Con laespátula de hueso herencia de la antiquísima civilización deCupisnique el alfarero pulía luego la superficie del objeto y

(1) « L'Homme à la découverte du monde. » Editorial Pion. Paris, 1954.

30

El Correo. N° 2. 1955

ARTE DE MISTERIO YHUMORISMO. - Los mo¬chicas eran finos animalistas

y sabían captar con gracia laexpresión de los seres quehabitaban su mundo, comolo prueban el venado decuerpo humano (a la dere¬cha) y el tucán de pico des-mesurado (abajo). Estasvasijas zoomorfas fueron en¬contradas en el valle deChimbóte.

FIGURA RELIGIOSA. -

La forma particular de esterecipiente, de 25 centíme¬tros de altitud, sugiere la deun cáliz destinado a las liba¬

ciones religiosas.

ejecutaba su pintura con color rojo. Expuestos al aire, prepa¬rados al fuego en un horno abierto para obtener la mayoroxidación lo que les daba su tono amarillo característico ypulidos de nuevo hasta obtener el lustre requerido, los cánta¬ros'!) vasos mochicas estaban ya listos para el uso o para serenterrados con los restos de su propietario. Muchas veces, esosvasos eran retratos en relieve del difunto, modelados con unaextraordinaria fidelidad, reveladora de los conocimientos delartista en anatomía y de su gran penetración psicológica.

Las mil formas de la cerámica mochica delatan que la alfa¬rería fue en ese país un arte de imaginación y. libertad. Artede horizontes abiertos como las llanuras desérticas de la costa

peruana en donde vivió ese pueblo de artistas.

Los alfareros no se contentaron con ser asombrosos anima¬

listas como lo prueban esas ranas dotadas de vida, esospapagayos burlones, esas impresionantes cabezas de venado,esos pavorosos monstruos marinos sino también pensadoresmetafísicos y poetas fantaseadores.

Así representaron la idea de la velocidad mediante lasalas, simbolizaron la embriaguez en el «demonio de ' lachicha» y encarnaron en escenas eróticas la idea de la fecun¬didad y de la muerte. Los mensajeros son colibríes en vuelo';

la anciana se trueca. en lechuza alu¬

cinante, y la lechuza inmóvil en cala¬baza.

Una fauna diabólica se agita en lasprofundidades del mar. Y la mujer,

en su carácter de madre está re¬

presentada entre un recién nacido yun esqueleto. Desde la montaña haslael caracol de tierra, desde la ballenahasta el molusco, todo el universomochica revive en su cerámica sin

rival, comparable únicamente porsus motivos y su naturalismo a los

nclzukes de marfil y a los antiguosgrabados japoneses.

Gracias a los esfuerzos de Natham

Cummings, el mundo moderno va arecibir el mensaje de ese gran pue¬blo arcaico de alfareros y hombresde paz. Desde hace algunos mesesfunciona en el Instituto de Arte de

Chicago la Exposición de Antiguo.Arle l'eruano que cuenta con dosdoscientas piezas de la ColecciónNatham Cummings, correspondien¬tes a las épocas mochica, nazca; tia-huanacota y chimú.

En esas" obras maestras se puede seguir la órbita de laevolución de la cerámica desde el primitivo mochica hastael mochica medio, que se ha llamado con justicia «.edad deoro del arte mochica» y se puede comprobar la decadencia delperíodo ulterior.

Mas, toda decadencia ya seguida de un renacimiento, comola proclama entre las muestras de la Colección NathamCummings la multiforme cerámica chimú, de color negrometálico o ahumado, con su vasijas silbadoras, en las que ellíquido al salir violentamente por el gollete imita el silbido oel grito del animal plasmado en la arcilla.

Ejemplares de esta cerámica se han encontrado en la costasudamericana, en la gran zona que se extiende desde Manabí,en el Ecuador, hasta Pativilca, en el Perú. No se sabe si losvasos-retratos, los cántaros panzudos de doble gollete, lasvasijas negras en forma de frutas y legumbres, llegaron a lastierras ecuatoriales con los guerreros y con los mercaderes.

De todas maneras, estos objetos como las estrofas dis¬persas de una epopeya primitiva ayudan a reconstruir unepisodio desconocido de la gran aventura de la civilizaciónhumana.

3!

LA CRÓNICA FABULOSA DEUN PUEBLO DE ALFAREROS

(continuación)

EXPRESIÓN HU¬MANA. Estos

semblantes procla¬man la inspiraciónartística del alfare¬

ro que los modelóhace más de mil

años. Cerámica

Chimú.

LA MUERTE ES LO

DESCONOCIDO.- La

gran riqueza de moti¬vos tratados por losMochicas no tiene lí¬

mite : Estas cabezas de

muertos otean algomás allá de la vida. Ce¬

rámica del vallede San¬

ta. Primitivo Mochica

(200-400 años d.J.-C).

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JfcC.y3JS>:

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MOTIVO DOMES¬

TICO. Es notable

el efecto producidopor esta araña pin¬tada en negro sobrefondo gris, en laparte convexa deuna garrafa. Cerá¬mica del Valle deMoche.

%m

LA VIDA COMUNAL. Con¬

ducción de prisioneros con lacuerda al cuello. Otras vasijassemejantes representan escenaspopulares . y fiestas religiosascon multitud de personajes.

MATERNIDAD Y MUER¬

TE JUNTAS. Vasija ne¬gra, encontrada en el vallede Santa y que representaen relieve una mujer yun niño muertos, Primi¬tivo Mochica. (Todas las fo¬tografías que ilustran las págs27,28, 29, 30, 31, 32 y 36 sepublican gracias à la cortesíade Nathan Cummings. Colec¬ción de Arte Antiguo del Perú.)

32

El Correo. N» 2. 1955

Latitudes y LongitudesmLy ONGRESO BAJO LA LI¬

NEA EQUINOCCIAL: Todos lospaíses de la América Latina es¬tuvieron representados reciente¬mente en el« Segundo CongresoIberoamericano de Educación

que tuvo lugar en Quito, bajolos auspicios del Gobierno delEcuador y previa convocatoriade la O.E.I. Este Congreso contócon la asistencia de nueve Mi¬nistros de Educación incluso el

de España y delegados de losEstados Unidos y« Francia.

Tanto por la presencia de lasaltas personalidades del mundoeducativo de "habla española,como por la significación de susrecomendaciones a los Gobier¬

nos entre ellas la dotación de

personal administrativo y desubcomisiones de , especialistaspara las Comisiones Nacionalesde la Unesco este Congresotendrárecultados prácticos en loque se refiere a la cooperaciónmás estrecha entre esta Orga¬nización y los maestros de Amé¬rica Latina.

El próximo III Congreso Ibe¬roamericano de Educación se

reunirá en la República Domini¬cana, organizado igualmente porla Oficina de Educación Ibero¬americana.

NOTICIAS A GRAN DIS¬TANCIA: La Unesco acaba

de efiitar la versión .españoladel libro «Las Telecomunica¬

ciones y el periodismo», delescritor británico Francis IV'ií-

liams, en que se desciiben lospi egresos- últimos que hancontribuido al desarrollo delperiodismo moderno. El autoraboga por la necesidad de unabase más económica en el en¬

vío de las noticias y unama¡/or uniformidad en las ta¬rifas aplicadas. Regiones muyimportantes carecen de comu¬nicaciones adecuadas y mu¬chos países, entre ellos quinceen América Latina, no dispo¬nen de agencia .nacional deinformación. El Sr. Williams¡impone la creación de orga¬nismos apropiados, bajo losauspicios de la Organización

Internacional de Telecomuni¬

caciones, pai a que, teniendoen cuenta el interés general,se multipliquen las facilidadesactuales en el campo de tascomunicaciones destinadas ala pienxa.

EiiL CODICE MAYA DE JA-

BLONEC: En el Museo de Praga,se hallan actualmente varioshombres de ciencia estudiandoel contenido de un manuscrito

maya que acaba de encontrarseen Jablonec (Checoeslovaquia).El manuscrito, formado por unaserie de fragmentos de pita pe¬gados unos con otros y cubiertoscen una capa de almidón, tratade las viejas civilizaciones mexi¬canas y ofrece un gran interéscientífico. Probablemente lo llevó

a Checoeslovaquia alguno de losmuchos misioneros jesuítas deese país que fueron a cristiani¬zar los pueblos del Nuevo Mundo.

Las primeras investigacioneshan permitido descubrir en tan

valioso códice determinados he¬

chos históricos poco conocidosreferentes a la antigua civili¬zación precortesiana que flore¬ció en México, Guatemala y lospaíses vecinos y que dejó obrastan impresionantes como el Li¬bro de Chilam Balam de Chu-mazel.

ISÓTOPOS PARA AFRI¬CA: En una de las recientes

reuniones del Consejo' de Tu¬tela de lus yaciones Unidas, elDelegado Mason Sears explicóla forma en que los «trazado¬res» radioactivos podíantransformar la vida en losterritorios bajo luida. Afirmóque las facilidades de forma¬ción de técnicos y los mate¬riales radioactivos disponiblesactualmente en los Estados

Unidos para los mencionadosterritorios ' liarán posible elincremento de la fertilidad delsuelo, la expansión de la agri-culura y la disminución de lasenfermedades. Especialmente,

Los lectores nos escriben......Con toda franqueza

Acabo de leer con verdadero interés

el No. 10-1954 (Jaulas para hombres) de«EL CORREO» de la Unesco, que tanmagnífica obra viene realizando por laeducación y el perfeccionamiento de lahumanidad. En mi carácter de educa¬

dora, tributo mi aplauso sincero yefusivo a esa extraordinaria publicación.«EL CORREO» es digno de ser conocidoy difundido ampliamente. En las pági¬nas 12 y 13 de dicho número se formulauna sintética biografía de «Siete após¬toles de los derechos del preso», perso¬najes todcs dignos de ser recordados.Pero pienso que se ha incurrido en unainvoluntaria omisión. Ha habido una

mujer singular, Concepción Arenal, in¬signe penalista española nacida en elFerrol, provincia de Coruña, Galicia, en1820 y fallecida en 1893.

Su vida y su obra fueron dignas deser destacadas muchas veces por losestudiosos de las disciplinas jurídicas.Concepción Arenal, luchando contra laincomprensión, la« oposición y dificul-'tades de toda suerte, consagróse total¬mente, con la fe del apóstol, a mejorarla vida de los penados. Fue una heroínadel bien y de la justicia. Fundó «LaVoz de la Caridad» y durante treintaaños visitó numerosas cárceles. Su«Manual del Visitador del Pobre» con¬

tiene tan interesantes observaciones quefue traducido a varios idiomas. La obra

de esta mujer estupenda ejerció graninfluencia en favor del mejoramiento dela situación de los encarcelados.

Luisa Buren de Sanguinetti.

Buenos Aires,Argentina.

Me es muy grato expresarles el graninterés que despierta en mi la lectura desu notable revista. Los números consa¬

grados a los problemas sociales, a laetnología, al arte, y el último dedicadoa las formas de utilización pocífica dela energía atómica, me "han procuradouna alegría creciente.

Estoy seguro que los números próxi¬mos de «El Correo» de la Unesco no ce-sai<tn ae maravillar a sus lectores. Mo¬

destamente, ya quiero felicitarles por laperfección progresiva de la revista yagradecerles por el gozo intelectual queme proporciona con su bella presenta¬ción y la calidad de su documentación

Padre Reginald Declerc,Prior de los Dominicos,

Rouen, Francia.

En la página 33 del número 10 de «ElCorreo» de la Unesco año de 1954

hay referencias a la «adopción» degranjas por los niños de las escuelas deBirmingham. La impresión que da esanota es que se trata de algo nuevo yoriginal («todo éxito para su empresa»)y que la iniciativa se debía totalmentea los niños de Birmingham. Uno de miscolegas no británicos, interesado igual¬mente en esa nota, porque en su paísno se había hecho nada semejante, harecibido con sorpresa la noticia de quela «adopción de granjas» se ha venidopracticando por las escuelas rurales deInglaterra, por los menos desde hace25 años.

La idea de la «adopción» es buena,pero en Inglaterra no es una cosanjeva, y tal vez los niños de Birmin-ghan se han sentido un poco molestoscon el manto de originalidad que haechado sobre ellos «El Correo» de laUnesco.

C. R. P. GiUet.

Instituto de la Unesco para la Educación,Hamburgo, Alemania.

Pregunto a la Dirección de «ElCorreo» de la Unesco si no sería una

buena idea, ahora que la revista es detamaño más reducido, ver la manera desumisitrar una cubierta de cartón paraconservar los ejemplares en buen estado.Esta cubierta ofrecería las siguientesventajas.

1) Las escuelas y los hogares puedenguardar los números de la revistaconforme vayan publicándose. Esto evitala pérdida o destrucción de los númerosy ofrece al hogar y a la escuela el sitioadecuado para conservar la revista.

2) Al final de un período determinado,digamos seis meses, los números puedenempastarse, formando asi un libro deconsulta permanente. En este caso, loscompradores de las cubiertas podrían"recibir un índice separado, correspon¬dante a ese período.

Puedo predecir que esos libros seríanun complemento valioso de cualquierbiblioteca, particularmente en las es¬cuelas. Este procedimiento podría asi¬mismo hacer aumentar la circulación

de «El Correo», cuando el público se decuenta de los hermosos libros que consus números pueden formar.

Fred Massey.Fair Vale, N. B.Canadá.

Todas mis felicitaciones por «ElCorreo» de la Unesco. Esta revista

constituye, a nuestro parecer, un esce-lente instrumento de cultura generalpara el personal docente. Por mi parte,he enviado a varios colegas de provinciael número especial (No. 11 : Maravillasing-oradas del arte) con el fin de difun¬dir esa publicación.

Mme Jouvancy.Ecoles du Parc,St. Maur des Fosses, Francia.

Tengo doce años. Colecciono sellos decorreo y me gustaría mantener corres¬pondencia en portugués y español conpersonas de otros países. ¿La revista«El Correo» de la Unesco podría publicarmi dirección? Todos mis agradeci¬mientos.

.Armando J. P. Barone.

R. Paula Ney 404,Aclimaçao, Sao Paulo, SP.-BrasiL

33

Latitudes y Longitudesseñaló que esos «trazadores»

subproductos de la fisiónnuclear probablemente re¬solverían los grandes proble¬mas de Africa como la ame¬naza de la mosca Tse-tsé yabrirían nuevas y vastas zo¬nas para el cultivo. MasonSears igualmente expresó alConsejo que los «trazadores»ya habían hecho aumentar la.fertilidad en ciertas regionesy que lo mismo podría ha¬cerse en Africa.

Eii DAD: 250 MILLONES DEANOS: Esto dice la ficha de

identitad del reptil cuyo esque¬leto ha sido descubierto recien¬

temente por el geólogo suecoFritz Brotsen en la región deNegev, Israel. Este reptil es elejemplar más antiguo de su es¬pecie, muy próxima por sus ca¬racterísticas de la familia de lastortugas. «La más vieja ser¬piente del mundo» se encuentraen restauración actualmente en

el Instituto Geológico de Suecia,de donde será enviada al Museode Jerusalén. El afortunado des¬cubridor trabaia en Israel encalidad de experto de la Asis¬tencia Técnica de las NacionesUnidas.

PRIORIDAD AL ÁTOMO:

Proteger al hombre contra lospeligros de las radiacionesatómicas: tal es la tarea de¬

clarada como urgente por elConsejo Ejecutivo de la Orga¬nización Mundial de la Salud,en su última reunión. Con ese

fin, esta Organización partici¬pará, en agosto próximo, enla Conferencia Internacionalsobre la energía atómica quedebe celebrase en Ginebra. LaUnesco, que también tomaráparte en esta Conferencia, preprepara actualmente dos in¬formes: uno,' sobre los reac¬tores experimentales necesa¬rios para que las universida¬des y los laboratorios puedanproseguir eficazmente sus in¬vestigaciones de física nu¬clear, y otro, sobre la forma¬ción de personal científico ytécnico indispensable para éldesarrollo de la utilización

pacífica rie la energía atómica. .

M. EATRO AL AIRE LIBRE:

Durante la temporada de ve¬rano, los habitantes de Buda

pest tienen la suerte de poderelegir entre veinticinco teatrosal aire libre. La Opera quedescansa oficialmente en esa

temporada se instala bajo losárboles del Jardín Zoológico, enun teatro de verdor en el quepueden caber 3.500 espectado¬res. Entre los teatros al aire

libre se distinguen por su granconcurrencia el Guyla Kulich

con des mil asientos , elTchaikovsky y- el Maiakosky, asícomo el Teatro del Parque de laAlegría, reservado a los espectá¬culos de variedades. Las «salasde concierto» tienen también su«casa de verano ». En la tem¬

porada estival del año pasado,la Sociedad Filarmónica Hún¬

gara dio 28 conciertos en el Jar¬dín Karolyi.

* CATALOGO DE ENFER¬

MEDADES: Convocada porla Organización Mundial de laSalud, se celebró en la Casade la Unesco en París, del 21al 26 de febrero último, unaConferencia especial para larevisión de las estadísticas

sanitarias y médicas, entreéstas la lístamele las enferme¬dades que aquejan al génerohumano. Treinta y tres paísespaiticiparon en esta conferen¬cia que llegó a dar una formadefinitiva a la catalogación delas enfermedades cuyo nú¬mero se ha fíjalo en nove¬cientas noventa y nueve-para ayudar eficazmente a lasautoridades sanitarias en sulabor de establecer medidas

preveniieas. Esta es la sép¬tima revisión de la lista ori¬

ginal formulada hace cienaños, exactamente.

JLNSDOC: «MISIÓN CUM¬PLIDA»: El experto canadienseJoseph Reid ha regresado a supaís después de haber llevado acabo con éxito, en compañia dedos colegas un americano y unbritánico > su misión de asis¬

tencia técnica, confiada por laUnesco. Esa misión consistía en

ayudar a los sabios de la Indiaa superar uno de los más gran¬des obstáculos para su trabajo:el aislamiento. En efecto, mu¬chas veces transcurrían nueve o

diez meses antes de que un quí¬mico o físico hindú recibiera in¬

formaciones^ gracias a las pu¬blicaciones científicas extranje¬ras acerca de las experiencias

E L SEÑOR TOR GJESDAL, Director principal del Depar¬tamento de Información Pública de las Naciones Unidas, enNueva York, desde 1946, acaba de tomar, posesión de su nuevocargo de Director del Departamento de Información de la Unesco.

El señor Gjesdal nació en Dyvaag, Noruega, en 1909. Hizo susestudio: de Derecho en la Universidad de Oslo y adquirió suformación de periodista en diferentes países europeos. Sirviósucesivamente, de 1929 à 1940, como Corresponsal en el extran¬jero o como Corresponsal de Guerra de varios periódicos norue¬gos en Europa occidental y oriental, Africa del Norte, OrienteMedio y Lejano Oriente e Indonesia. Desempeñó los cargosde Oficial de Prensa del Estado Mayor General del EjércitoNoruego, en 1940; Adjunto de Prensa de la Legación deNoruega en Washington, en 1940 y 1941; Director General delos Servicios de Información del Gobierno de Noruega en Londresy Oslo, de 1941 -à 1945; Corresponsal Diplomático en Londresen 1945-1946.

a que se había dedicado y queotros hombres de ciencia, a mi¬llares de kilómetros de distancia,comenzaban o habían terminado

ya con éxito. El Servicio de Do¬cumentación para la India(INSDOC) creado por los tresexpertos de la Unesco con lacolaboración de cuarenta espe¬cialistas de otros países, obedeceasí a una necesidad real y ur¬gente y se dedica a suministrara les sabios de la India datosinformativos, resúmenes de ar¬tículos, microfilms, traduccionesde obras y, en una palabra, to¬dos los documentos que permi¬tan aprovechar totalmente lasrealizaciones de los investiga¬dores de otras regiones.

* TRADUCCIÓN DE OBRAS

MAESTRAS: Dentro del pro¬grama de la Unesco, dedicadoa fomentar y difundir lasgrandes obras literarias deItalia y América Latina, sehan publicado recientementeen traducción francesa tresobras clásicas: dos de Italia

y una de Cuba. La obra liteiu-rla cubana es una selección de

páginas escogidas «PagesChoisies» de José Martí, lafigura máxima de la indepen¬dencia de ese país, y las obrasitalianas son la «Vita Nova»

del Dante y «La Science Nou¬velle» de Oiambatlista Vico,Estos libros pueden adquirirseen: Editions Nagel, 7, rue deSavoie, Paris G-", Francia.

S,» E NECESITAN MARINOSEXPERIMENTADOS: Los ma¬

rinos bisónos de la Universidadde Londres harán bien en bus-

car abrigo en el costado de sota¬vento. Para recibir sus clases se

hallan navegando por el mar,mezclados con la tripulación, enmas de 1.600 barcos petrolerosy mercantes que recorren ac¬tualmente los siete océanos.

Como resultado de un arregloconcluido por el Servicio deEducación de los NavegantesBritánicos, los marinos mercan¬tes se enrolan ahora en la tri¬pulación como estudiantes acti¬vos de la Universidad y presen¬ten sus exámenes en altamar.

Durante 1953 según informedel mencionado servicio de Edu¬cación se embarcaron 250.000

libros de texto para los estu¬diantes de los barcos mercantes

y petroleros, y un cargamentooriginal de composiciones y de¬beres escritos comienza a re¬

gresar al puerto.

* LA MUJER TRIUNFA :

En Turquía, la palabra«maestra» se está volviendo

un sinónimo de mujer, comoresultado de la grandiosacampaña nacional para au¬mentar las oportunidades deempleo de las mujeres en laenseñanza. Un Informe proce¬dente de ses país anuncia que,por primera vez, el número demujeres es mayor que el dehombres en las escuelas pri¬marias urbanas y que 'rápi¬damente sucederá Igual cosaen las zonas rurales.'

oz<

Lista de ios Agentes de venta de la Unesco, aquienes se pueden solicitar ejemplares dela edición española. Otros Agentes de ventafiguran en las ediciones francesa e inglesadel CORREO.

Argentina : Editorial Sudamericana, S.A.,Alsina 500, Buenos Aires.

Bolivia : Libreria Selecciones, Av. Cama¬cho, 369, Casilla 972. La Paz.

Brasil : Livraria Agir Editora, Rua México98-B, Caixa postal 329 1, Rio de Janeiro.

Chile : Librería Lope de Vega, Calle Estado5-4, Santiago de Chile.

Colombia : Emilio Royo Martfn, Carrera 9a,1791, Bogotá.

AGENTES GENERALES DE VENTA

Costa Rica : Trejos Hermanos, Apartado1313, San José.

Cuba : Centro Regional de la Unesco para elHemisferio Occidental, Calle 5, No. 306,Vedado, La Habana.

Ecuador : Librería Científica, Luque 23 3,Casilla 362, Guayaquil.

España : Aguilar, S.A. de Ediciones, JuanBravo 38, Madrid-Ediciones Ibero-Americanas, S.A. Pizarro

19, Madrid.Estados Unidos : Unesco Publications

Service, 475 Fifth Avenue, New York,N.Y. >

Filipinas : Philippine Education Co. Inc.,I 104 Castillejos, Quiapo, Manila. 3.00.

Francia : Servicio de Publicaciones de la

Unesco, 19, avenue Kléber, Paris 16e.

Gran Bretaña : H. M. Stationery Office,P.O. Box 569, Londres, S.E.I.

Italia : G.C. Sansoni, via G-ino Capponi 26,Casella postale 552, Firenze.

Mexico : Difusora de las publicaciones de laUnesco, Artes 31int., Bajos, MéxicoD.F.

Panamá : Agencia Internacional de Publica¬ciones, Apartado 2052, Panama, R.P.

Perú : Librería Mejia Baca Azangaro 722Lima.

Portugal : Publicaçoes Europa-América.Ltd a, Rua das Flores, 45, Io, Lisboa.

Puerto Rico : Panamerican Book Co., SanJuan 1 2. -

República Dominicana : Librería Domi¬nicana, Mercedes 49, Ciudad Trujillo.

Surinam : Radhakishun & Co. Ltd, BookDept., Watermolenstraat 36, Paramaribo.

Uruguay : Centro de Cooperación Cientí¬fica para la América Latina, Unesco, Bule¬var Artigas 1320, Montevideo.

Oficina de Representación de Editoriales.Avenida 1 8 de Julio 1333, Montevideo.

Venezuela : Libreria Villegas Venezolana,Madrices a Marrón 35, Pasaje Urdaneta-local B., Caracas. O

Pura cualquier país no incluido en la lisia solicite informes a la Unesco, 19, avenue Kléber, Paris (XVIe)

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...Una ventana abierta hacía el mundo "

' EL CORREO " de la Unesco

PRESENTARA EN SU NUMERO PROXIMO :

EL MUNDO DE

LOS TÍTERESLa historia maravillosa de su

desarrollo a través de los tiemposy su función como forma dearte y medio de entretenimientode los adultos.

Su utilización actual como instru¬

mento educativo.

Los títeres como origen de obrasmaestras en literatura. Grandes obras

representadas en el teatro detíteres actualmente.

PRÓXIMAMENTE* EL HOMBRE Y EL DESIERTO.

Número de 60 páginas sobre losesfuerzos desarrollados en todo el

mundo para hacer florecer eldesierto. Adelantos en el aprove¬chamiento de la energía solar, dela potencia motriz de los vientos,de la extracción de agua dulce delmar, el cultivo de plantas que nonecesitan de la tierra, la forma¬ción de lluvia artificial, los mitos

de la vida en los trópicos, losantiguos dioses de la lluvia en lospueblos primitivos.

* HOMBRES Y PECES. La ex

plotación de los nuevos recursosdel mar. Las últimas investigacio-

La colabora-nes oceanógraficas.

ción internacional para la cosechade plantas marinas. El símbolo delpez en diferentes naciones y en lahistoria.

* COMO VEN LAS NACIONES AL

EXTRANJERO. Como ve el

granjero francés al hombre deotros países. Un Chino examina alos americanos, un británico ana¬liza el carácter de sus compatrio¬tas, etc.

* BIENVENIDO EXTRANJERO.

Becas internacionales e intercam¬

bio de personas entre diferentespaíses como el medio más pode¬roso para construir la paz y lacomprensión internacional. El

programa de intercambios de laUnesco. Intercambio de estudian¬

tes y de maestros. Trabajadoresen el Extranjero. Vacaciones enel Extranjero.

* ¿QUE HAY DE ERRÓNEO ENNUESTROS LIBROS DE

TEXTO ? Deformación de la his¬

toria en los Iibrosescolares. La

edición de libros de texlo, granindustria desconocida.

* ¿LAS MUJERES SON SERESINFERIORES? Los adelantos con¬

seguidos en la situación de lamujer en los últimos años, en laeducación, la política, la vida so¬cial, etc.

SUSCRÍBASE HOY AL CORREO DE LA UNESCO. - Ediciones en inglés, francés y español.

SUSCRIPCIÓN ANUAL al precio económico de :

300 francos franceses ; 6 chelines ; $1,50 o su equivalente en moneda nacional.

(Edición de los Estados Unidos : §2,50).

TESTAMENTO DE

LOS MOCHICAS

El expresionismo y la variedad de la cerámicade los antiguos pueblos sudamericanos delPacífico son portentosos. En los arenales de lacosta peruana se han conservado mejor que encualquier otro lugar del Ecuador, Chile o Colom¬bia, las tumbas protegidas de la humedad, dedonde se han extraído innumerables vasijas que

atestiguan el arte de los alfareros arcaicos delos siglos II al VI de nuestra Era. (Ver en pág. 27" Arena en un cántaro Mochica : La cró¬

nica fabulosa de un pueblo de alfareros ").