QUÉ ES LA TRIKITIXA def fotocopi

Embed Size (px)

Citation preview

QU ES LA TRIKITIXA?El trmino genrico de trikitixa es utilizado para citar cosas que difieren mucho entre s. Para unos es un tipo de baile, para otros un estilo de msica, pero hoy en da y por general se le denomina trikitixa al acorden diatnico. En Bizkaia el trmino trikitixa se utiliza desde hace solo 20 aos, hasta entonces se la denominaba filarmonikea, trmino que procede del italiano fisarmonoche.As, en opinin de Prez de Urraza, se trata de un do instrumental formado por el acorden diatnico y el pandero. Por el contrario, Juan Mari Beltrn se cie ms a la etimologa del trmino: Trikitixa es una onomatopeya, y dicha onomatopeya no corresponde a la trikitia, sino al sonido del pandero, trikiti-trikiti-trikitiLa trikitixa siempre la hemos relacionado con el baile, al baile agarrado y al baile suelo. En lo que al baile suelo respecta, estas son las palabras de Juan Antonio Urbeltz: El baile suelo se trataba de una parte del final del baile de la cuerda. Tras unos bailes bien ordenados llegaba un baile catico.Durante estos ltimos aos hemos conocido numerosas parejas de trikitia, la trikitia se nos muestra como un instrumento estrechamente vinculado al pandero. Antes solan ser las mujeres quienes tocaban la pandereta y exista entre ellas una costumbre muy curiosa, pues algunas de esas mujeres que tocaban el pandero dibujaban la imagen de sus novios en dichos instrumentos.Cundo y cmo lleg la trikitixa a Euskal Herria?La primera mencin escrita sobre el acorden diatnico data de 1889. En dicha mencin Juan Carlos Guerra sita en la romera de Urkiola lo que l denomina un nuevo acorden diatnico. En cambio no est tan claro de dnde proviene y se extiende. Existen dos teoras ante esta cuestin. Segn la teora con mayor aceptacin, este instrumento lleg de manos de los trabajadores de los Alpes (franceses e italianos) que vinieron a construir el ferrocarril.Pero Kepa Prez de Urraza nos muestra una teora bien diferente: Para que exista un florecimiento, debe de haber pblico, buenos intrpretes y puntos de venta. La tienda Zengoitia se encontraba en Bilbo, probablemente fueran de la marca Honner los primeros acordeones, y los comercializaba Zengoitia. Aingeru Berguizes dice que Bilbao ha sido el centro y que si nos fijamos en la edad de los viejos acordeonistas, tenemos que dirigirnos hacia el este para encontrar acordeonistas ms jvenes, cuando ms al este ms jvenes. Ello significara que el instrumento se dio a conocer de Bilbao a Gipuzkoa. De Bilbao a Arratia, a Amorebieta, a Gernika, a Lea Artibai y luego a Elgoibar, a las cercanas de Gelatxo y a Eibar, y de aqu a Elgeta. De todas formas, Urraza no invalida la teora del ferrocarril: La trikitixa aparece en una fotografa realizada en Altsasu en el ao 1890, signo de que tambin lleg por medio del ferrocarril.No hay dudas de que se extendi por toda Europa a finales del siglo XIX, por barco, tren y todo tipo de medios de transporte.ArraigoLa trikitixa pronto ocup un lugar importante entre los instrumentos que interpretaban el repertorio de la msica popular. En opinin de Urraza, se trata de un instrumento ligero, pequeo, fcil de llevar a cualquier ermita. Los bajos posibilitan seguir a un ritmo. Afinc sus races en ambientes campestres, puesto que en las ciudades tena muchos competidores, como las bandas, metales, etc. A los txistularis y atabalaris se les pagaba en cualquier municipio, y la trikitixa se convirti en pieza fundamental de las romeras.Repertorio y bailesEl repertorio de la trikitixa est estrechamente vinculado a las piezas de baile. Tanto para el baile agarrado como para el baile suelto la trikitixa ha sido un elemento fundamental de las romeras. La palabra fandango se conoce en Euskal Herria desde el siglo XVIII. Si la trikitixa tuvo xito no fue debido a que copiaran las piezas que eran interpretadas hasta entonces con instrumentos de msica tradicional, sino gracias al repertorio que mostraba estrechos vnculos con el baile agarrado, el vals y otros. Baile suelo ya haba, tuvo xito con el baile agarrado, opina Urraza. Cita tres fuentes del repertorio de la trikitixa: la msica de los carlistas, las bandas de msica y el repertorio de los instrumentos habituales.En opinin de Beltrn, la trikitixa hace suya el repertorio de los anteriores tamborileros, albokaris y especialmente dulzaineros, y los adecua, puesto que la trikitixa ofrece muchas ms opciones que aquellos. El dulzainero necesitaba de un tambor, y el acorden ofrece la opcin de dejar la mano izquierda libre para llevar a cabo las labores del tambor. Adems, si al aspecto econmico nos referimos, una sola persona realizaba el trabajo de dos.En cambio Urbeltz destaca la importancia que el baile tiene en las relaciones de los chicos con las chicas. Con el baile exista un idioma cripto para poder hacer relaciones. De ah esa costumbre de acompaar a las chicas en el baile y otras. Por eso estaba mal visto.La msica tradicional vasca, las races vascasQu es la msica vasca?, qu es la msica tradicional?. Son preguntas complejas, pero nadie niega que la trikitixa, que no tiene ms de un siglo en Euskal Herria, se trate de un instrumento popular y tradicional.Beltrn no tiene dudas al respecto: Existen races que son nuevas. La raz no tiene por qu ser un cuento viejo, sino algo que se ha enraizado, elemento indispensable. La trikitixa no ha sido un instrumento nada acadmico, ha sido un instrumento popular. El tesoro que ha conseguido ha sido popular, el repertorio lo compuso tomado de las piezas populares (alboka. txistu, dulzaina), y los hizo suyas. Es tradicional lo que se lleva a cabo por tradicin, lo que se repite. Cuando el pueblo concede a algo su propia idiosincrasia se convierte en popular, propio, msica popular vasca. Cuando hacemos nuestras las influencias exteriores, a nuestro modo, entonces se vuelven populares, y si se repiten una y otra vez, en tradicionales.Joseba Tapia aade lo siguiente partiendo de su propia experiencia: En otros instrumentos se aprende teora musical y luego se le aplica al instrumento, y con la trikitixa la definicin musical se realiza con el instrumento, y muchas veces se chocaba con la teora musical. Es otra forma de entender la misma msica.Funcin socialEn lo que a la funcin social respecta, no hay que olvidar, adems de la relacin que tena con el pueblo, el punto de vista de la forma de vida de los trikitilaris.En opinin de Beltran, "tambin tena una funcin econmica y social, puesto que los trikitilaris han sido semiprofesionales. Surgieron muchos trikitilaris vinculados a ventas, sidreras y tabernas, ya que la posibilidad de baile atraa a mucha gente. La trikitixa qued vinculada al entorno rural, a la romera, mientras que en la ciudad se impona el acorden cromtico. Siempre ha estado presente en la vida cotidiana popular (no as en las celebraciones especiales), ha sido algo cotidiano. Lo ha mantenido el pueblo, se pagaba por ir a las romeras, no ha sido subvencionado o apoyado econmicamente".Por otra parte Urraza nos recuerda que ha sido un elemento libertador: "Tal y como una nueva corriente, trajo consigo una ruptura. Los trikitilaris tocaban el instrumento hasta que se casaban, una vez contrado el matrimonio dejaban de hacerlo, era indigno. En una poca de religin integrista y gran represin ideolgica la trikitixa cumpli con una funcin libertadora en el entorno rural. Sin duda trajo consigo una mayor libertad a la hora de la divertirse. Fue un elemento progresista y se enfrent a las prohibiciones sociales y religiosos."Urbeltz tambin tiene algo que comentar al respecto: "Ha sido nuestra generacin la que ha sido testigo de la muerte de la sociedad rural. Es tremendo el cambio que ello conlleva. Se trata de un instrumento moderno pero cubre un entorno rural. Los txistularis van al pueblo y los trikitilaris de casero en casero."En la actualidadLa sociedad ha sido testigo de grandes cambios desde el siglo anterior al da de hoy. La trikitixa ha cambiado junto a la sociedad, y se ha abierto ha nuevas influencias, estilos y formas de interpretar.En opinin de Beltrn, " no existe en la sociedad actual aquel deseo de entonces de bailes de plaza. La trikitixa ha encontrado nuevos espacios y todava es algo en constante cambio. Se estn creando muchos caminos, pero en general conserva es punto de lo popular. Mucha gente sigue viviendo de la trikitixa (enseando, vendiendo, tocando, organizando, )."Urraza, en cambio, se nos muestra muy crtico: "Es un elemento en la formacin musical. Muchos que no muestran inters alguno ante el solfeo aprenden trikitixa. Se ha extendido a nivel popular. Hubo creadores y existen unos pocos, pero son demasiados los que repiten". Podemos decir que la tendencia tradicional de la trikitixa es parte del patrimonio cultural. Si no se transforma no se mantiene, y si no se mantiene, se muere.En el futuroLa trikitixa ha conocido un gran auge estos ltimos aos. Gran cantidad de escuelas, muchos trikitilaris, diferentes estilos, profesionales, discos, salida a nivel internacional. Pero y en el futuro qu? Cmo se puede mantener la trikitixa en el futuro sin negarle su personalidad?Urraza no puede ser ms claro: "Podemos decir que la tendencia tradicional de la trikitixa es parte del patrimonio cultural. Si no se transforma no se mantiene, y si no se mantiene, se muere."Beltrn nos muestra an ms claro la necesidad de la evolucin permanente: "Hay que cumplir con dos condiciones para mantenerse a lo largo del tiempo: actitud y aptitud. Si la actitud no es flexible, cambiante y creativa, no se puede avanzar. Si la actitud es la de repetir lo anterior lo ms fidedignamente posible, no se puede mantener. Si la actitud es abierta, cambiante, entonces s. Para ello es fundamental la aptitud, sin duda".

Fandango - Jota - Orripeko -Trikitixa

El fandango es una de las danzas tradicionales vascas ms conocidas y comunes hoy en da.En este momento muestra una gran tendencia en Vasconia a confundirse con la jota, y a veces tambin recibe el nombre de orripeko. Una variante concreta, adems, es llamadatrikitixa, y en Navarra existe adems otro tipo de jota distinto y no bailado. De velocidad muy rpida, forma con el arin-arin el par de danzas vascas ms habitual. Este par tiene muy estrecha relacin, incluso de nombre, con otras parejas de danzas que realizan otros pueblos de la Pennsula. Uno de esos casos es el de Cantabria, donde un baile de ritmo ternario llamadoa lo pesauoa lo gravese combina con otro de ritmo binario llamadoa lo altooa lo ligero, pero algo parecido ocurre tambin en Burgos, La Rioja o Segovia.En este sentido, esta clasificacin se ha relacionado en ms de una ocasin con su homloga medieval entre danzasbajasyaltas. En las danzasaltaslos saltos y los movimientos eran ms violentos, y por ello ah debera de incluirse nuestro arin-arin. En las danzas bajas, por el contrario, los movimientos eran ms solemnes y tranquilos, y ese sera el lugar para el fandango vasco. Sin embargo, parece que hoy en da no hay gran diferencia en ese sentido, y adems hay otra caracterstica que cumplen la mayor parte de estas parejas de danza: al menos desde el Renacimiento, una tiene ritmo ternario y el otro binario. Ese fue el caso en aquel periodo de la pavana binaria y la gallarda ternaria y ese es concretamente el caso vasco actual: el fandango tiene ritmo ternario, y el arin-arin binario. Parejas de danzas, y bailadas por parejas: el mejor representante vasco de las mismas, bailado de forma cotidiana y por ello la danza social ms comn.Hoy da, el fandango vasco tiene ritmo ternario, escrito en comps de 3/4 o, para expresar mejor su velocidad viva, de 3/8, y presenta frases cuadradas, organizadas en mdulos de ocho compases. Cada paso se extiende por diecisis compases, y las frases musicales se organizan conforme a ellos, siendo a veces de diecisis compases, muchas de ocho compases repetidos, y casi siempre organizadas en antecedente y consecuente. Normalmente se bailan tres pasos diferentes, pero en Navarra es muy corriente realizar tambin un cuarto. Sin embargo, la organizacin de los compases es, muy binaria, al igual que ha expresado Miguel Manzano para la jota (1995), proponiendo para ello la escritura en 6/8. Hoy en da el ritmo ms habitual se puede escribir de este o parecido modo:

He aqu un ejemplo, el comienzo del que conocemos comoLas pamplonas, de autor annimo:Segn Juan Mari Beltrn (2004:406), existe una distincin a nivel formal entre fandango y jota, si bien en la prctica tienden en ocasiones a confundirse entre s. Si el fandango, en efecto, es una sucesin de frases de diecisis compases, la jota presenta un estribillo cantado, llamadokopla, sin duda porque su texto, independientemente del idioma que se utilice, presenta la estructura de la copla castellana de cuatro versos octoslabos, con la particularidad, presente tambin en otras jotas peninsulares, de la repeticin del primer verso. De esta manera, la koplapresenta una primera frase de doce, y no de ocho, compases, y una segunda de diecisis. En el ambiente delsoinu-txikia, esta estructura recibe el nombre detrikitixa, el mismo del conjunto musical que lo interpreta. En definitiva, se trata de algo parecido a lo que ocurre entre el arin-arin y la porrusalda: la trikitixatiene una copla cantada que puede bailarse al agarrado y elfandango, por el contrario, no.Finalmente, en la parte ms mediterrnea del Pas, es decir, lava y la Zona Media y Ribera de Navarra especialmente, la distincin, cuando se establece, es muy similar (Gaiteros de Pamplona 1981), aunque lacoplano se suela cantar y adopta untempoms lento, que a menudo se baila al agarrado y que sin duda la enlazan directamente con la llamadajota navarracantada.Este gnero no es bailado, constituyendo por ello un caso excepcional en el ambiente no slo vasco, sino peninsular en general. Est muy emparentado con el aragons, del que quiz procede, e incluso est muy difundida la opinin de que ello ocurri despus del sitio de Zaragoza durante la guerra de la Independencia. Se caracteriza por un acompaamiento de instrumentos de cuerda y/o acorden, y la copla adquiere aqu todo el protagonismo por su virtuosismo en la zona alta, en un estilo adornado y de gran potencia de voz, que se suele denominarvaliente. Sobre la base de dos nicos acordes de tnica y dominante, eljoteroimprovisa todo tipo de adornos que consiguen en esa tesitura una gran brillantez, lo que le proporciona una esttica muy distinta al del resto de fandangos y jotas vascos. La jota navarra, a diferencia de la aragonesa, utiliza tambin el modo menor, y se caracteriza por una mayor libertad rtmica, un mayor uso de los melismas y una diferente utilizacin formal de los instrumentos, adems del ya aludido carcter no bailado.

Primeras referenciasLas primeras referencias al fandango son de comienzos del siglo XVIII (Nuez 1999), siendo en este momento la primera conocida la del entremsEl novio de la aldeana.ElDiccionario de Antigedadeslo describa de este modo en el ao 1735: baile introducido por los que han estado en los reinos de Indias, que se hace al son de un taido muy alegre y festivo. La relacin con Amrica y su carcter alegre, por tanto, se subrayaron desde el primer momento. En este sentido la desinenciano se ha tomado a veces como prueba de su origen africano o afroamericano. Este primer fandango era al parecer cantado, y tena un esquema muy concreto, que es el que ms o menos se ha mantenido hasta hoy da: copla cantada en modo mayor y ritornelo instrumental en modo de m con cadencia andaluza. Sobre estos ritornelos compusieron en el siglo XVIII algunos autores de primera fila fandangosmuy conocidos, como son los de Scarlatti, Boccherini o el padre Soler. Ese tema debi de ser muy conocido tambin en Vasconia: en el cuaderno del tamborilero Fernando Ansorena Izaguirre, fechado en 1885 aparecen cinco versiones distintas del mismo. Es un fandango muy habitual entre los txistularis, y a da de hoy forma parte tambin delbaile de la erade Estella. He aqu su comienzo:

Este tipo de fandango se puede relacionar muy fcilmente con otras danzas habituales en la Pennsula en el siglo XVII, y especialmente con las que utilizaban ostinatos armnicos, como la fola, los canarios o la zarabanda, esta ltima tambin muy mencionada en Vasconia. Segn algunas descripciones, especialmente realizadas por viajeros extranjeros y especialmente franceses, esta danza era muy indecorosa debido a sus movimientos sensuales. Quizs por ello Iztueta toma de Zamcola su teora sobre el origen del fandango. En su opinin la influencia oriental en ste era muy grande, ya que expresabala parte ms atrevida del amor.Proveniente de Cartago, hizo caer las costumbres antiguas de Roma, y a travs de los rabes se haba mantenido en Espaa (1824:146). Especialmente famosa se hizo la sensualidad del fandango en Francia, y en 1809 se estren en Pars el vodevilLe Procs du fandango, ambientado en San Juan de Luz, en el que se describan los intentos de prohibir esta danza venida de Espaa por su carcter impdico (Batcave 1914).Sin embargo, este tipo de fandango, el ms conocido a nivel mundial, tiene poco que ver con el que se toca y baila hoy da en Vasconia. Para fray Bartolom de Santa Teresa (1816:137), por ejemplo, elpandanguaera muy indecoroso, pero sus descripciones parecen mostrar otros matices: el problema era el gran contacto fsicoya en la cara,ya en los brazos, ya en el vientre, ya en el costado. En las palabras deHumboldten sudiariode 1801 (1923:207),toda clase de chocarreras, brincos, movimientos indecorosos, pero a los cuales les falta toda sensualidad de estmulo. Desde nuestro punto de vista, pues, ms que indecorosos, violentos y desmaados. Seguramente esto justificaba la decepcin de Victor Hugo cuando vio el fandango vasco (Martnez Salazar 1995): los bailarines se movancon agilidad armoniosa,pero sin inspiracin, sin fuego, sin arrebato, sin voluptuosidad...Sin embargo, en estas partes se centraron las discusiones y polmicas en el siglo XVIII.Y, por descontado, las reformas ilustradas. SegnIztueta, en efecto, los alcaldes de Fuenterraba y Hernani haban prohibido el fandango en sus pueblos (1824:144). Con todo, en determinado momento confiesa que se bailaban despus de la soka-dantza en algunos lugares de Guipzcoa (1824:230). Por tanto, el fandango debi de ser bastante habitual en Vasconia ya en el siglo XVIII. Y tanto fray Bartolom como Iztueta y Humboldt lo relacionan con el arin-arin ya a principios del siglo XIX. Es de notar, por ejemplo, cmo en 1745 el Diccionario Trilingeaparece el trminofandangoaunque se diga de idntica forma en vascuence y castellano, as como la contradanza, pero no se mencione a la jota.Por lo que parece, la jota surgi ms tarde que el fandango, y en algunos lugares, especialmente en el norte de la Pennsula, tiene tendencia a confundirse con l. El ritmo ternario es su caracterstica comn ms notable, y en opinin de Miguel Manzano (1995), como hemos dicho, el mejor modo de escribirla no es el usual en comps de 3/4 3/8, sino en 6/8, a razn de dos compases de 3/4 3/8 por cada uno de 6/8. Esas seis corcheas normalmente se organizan en tres grupos de dos, 2+2+2, es decir, como un 3/4, pero a menudo aparece la organizacin contraria, que es caracterstica de este gnero, de dos grupos de tres, 3+3. El repertorio es fundamentalmente oral, basado en coplas de octoslabos, y los ejemplos instrumentales, siendo pocos, suelen tomar referencias vocales. Como se observa, estos criterios definidores de la jota tampoco funcionan, al igual que los del fandango, en el caso vasco. Aqu la mayor parte del repertorio es instrumental y raramente se utilizan esas hemiolias y polirritmos.

Los siglos XIX y XXCon todo, la divisin entrejotayfandangono estaba muy clara en el siglo XIX. De finales de ese siglo son, en efecto, los cuadernos ms antiguos de partituras de tamborileros, y las diferencias entre las piezas que en ellos aparecen con los nombres defandango,fandanguilloyjotano est para nada clara. Eso s, como ocurre con la mayora de melodas para txistu de esa poca, los cromatismos y los tonos con dos o tres alteraciones son abundantes, apareciendo muchas veces tambin las notas ms altas.La revistaTxistulariha publicado tres repertorios procedentes de finales del siglo XIX y comienzos del XX. El primero es el de Fernando Ansorena Izagirre (Ansorena Miner 1993), y tiene la fecha de 1885: en ese repertorio aparecen un total de seiscientas treinta piezas. De ellas, treinta y siete tienen el ttulo dejota, suponiendo casi el 6% del total del repertorio. Atendiendo a su nmero, ocupan el octavo puesto entre los gneros, tras valses, habaneras, zortzikos en 6/8, contrapases, contradanzas en 2/4, minus y contradanzas en 6/8. Sin embargo, si les aadimos los 14fandanguillosque aparecen, en apariencia imposibles de diferenciar de las jotas, podran ocupar el tercer puesto, siendo ms del 8% del repertorio total. Por sorprendente que parezca, en los otros dos repertorios, que son ms tardos (Ansorena Miner 1990; Apezetxea Aguirre 1991), slo aparece una jota y ningn fandango ni fandanguillo. Sin embargo, est claro que muchas de las piezas que aparecen con la etiqueta devals(treinta y cuatro, ms del 20% del total, siendo la categora que ms aparece) al menos hoy da los consideraramos fandangos.En esta poca, la jota se consideraba normalmente un ritmo vasco, y por ello, por ejemplo, el ayuntamiento de Pamplona haca saber al gaitero Demetrio Romano en 1887 quela dulzaina no es instrumento adecuado para tangos y habaneras, ni siquiera para valses y polkas, por lo que "solo deben tocar aires populares del pais vasco" como jotas, zortzikos, alboradas...(Ramos Martinez 1998). En 1890 el ayuntamiento de Estella tambin le orden algo similar (Villafranca Belzunegui 1999). Y la jota de la zarzuelaEl molinero de Subiza, del compositor extremeo Cristbal Oudrid cosech un extraordinario xito en Vasconia, siendo incluso pieza obligada en concursos de txistularis y apareciendo en repertorio tanto de ese instrumento como de dulzaina.Con todo, el movimiento del renacimiento cultural vasco era muy purista e intentaba echar a un lado los trminos castellanos. En aquel momento estaba surgiendo el fandango flamenco, convirtindose en smbolo de lo espaol, y algo parecido estaba ocurriendo con la jota, pronto convertida en icono de Aragn y de Espaa. Como deca Martn de Anguiozar (1929), su ejecucinresulta de ejecucin violenta, en contraposicin con nuestras danzas, que son meros deportes, ceremoniosas y marciales a la par que giles y elegantes.De estos estereotipos se valdr pronto el navarrismo poltico para tomar a la jota como smbolo navarro frente al txistu, llamando a Pamplona,el pueblo de la jotapara indicar que la msica vasca no era propia de all.Y es que, en general, no era difcil identificar, al menos desde este punto de vista, a la jota como una msica extica que se estaba imponiendo al fandango vasco (y eso cuando la propia vasquidad de este ltimo no se pona en tela de juicio). Por ello lo que escuchael ltimo tamborilero de Erraondode Campin (1917) al volver a su pueblo es, frente a su viejas melodas dulces y serenas, una jota frentica y brutal. O, por ejemplo, la descripcin que realizaFlix Urabayenen la novelaEl barrio maldito, de dos personajes reales, dostxuntxunerosque tocaban en los Sanfermines de la poca (Aramburu Urtasun 2003): Javier Echeverra, el tamborilero gitano de Esquroz, tocaba de modoms lentoeindgena. Pero a su lado tocaba otrotxuntxunerode Anoz. Ysus porrusaldas y zorzicos acusaban ya el mestizaje de la tradicin artstica; saban un poco a jotas y polcas.Pero el xito de la jota no era notable slo en Navarra. El Orfen Donostiarra haca por aquellas fechas un concierto especial en el Boulevard todos los aos. Para terminarlo de modo espectacular cantaban varias jotas, que tenan un enorme xito popular:Navarra!!, de Apolinar Brull;Siempre p'alante!, de Joaqun Larregla; y sobre todoViva Aragn!,de Pedro Fernndez de Retana. En ese momento el director del Orfen,Secundino Esnaola, pens que esas piezas deberan de ser sustituidas por otra que fueraeuskaldun, y el encargo recay enPablo Sorozabal. En 1925 se estrenKalez kale, obra brillante donde se unen los dos principales iconos musicales vascos del momento, los coros y los txistus, conformando una agrupacin que no poda ser mseuskaldun(Ansorena Miranda 1997).Azcue public cinco fandangos en sucancionero(1919): uno de ellos,Fandango con variaciones, era otra versin del esquemaostinatodel siglo XVIII. Para nombrar otro de ellos utiliza por lo que sabemos por primera vez la palabra orripeko, diciendo expresamente que es un equivalente de fandango. Y, tambin indicativo de la poca, en 1925 Pablo Sorozabal obtuvo un premio en un concurso de composicin para txistu con la obraDonostiya, muy basada en el fandango con variaciones dieciochesco del cancionero de Azcue. Estaba claro que no tena mucha relacin con el fandango vasco de la poca, ya que los jueces -personalidades importantes de la msica vasca del momento: Jos de Olaizola, Luis de Urteaga y Vctor Garitaonainda- declararon que se sentan obligados a respetar la denominacin de fandangoaunque su ritmo no parece que encaja en ese gnero, al aparecer bajo esa etiqueta en elCancionero. Su tempo lento e influencia andaluza tuvieron que ser las razones por las que, seguramente, Tomsdenomin a la versin que mucho ms tarde hiciera para txistu y rgano comofandango-bolero.Pero volviendo al cancionero deAzcue, aunque slo hubiera unorripeko, este nombre presentaba una gran ventaja: la de ser una palabra en vascuence, y no tener por ello las connotaciones extraas de los trminos fandango y jota. De alguna manera, una danza vasca mereca un nombre vasco. Sin embargo, no podemos decir que este trmino haya tenido, como ha ocurrido con otros similares, mucha fortuna, y su utilizacin no es habitual hoy da.Por otro lado, est claro que lasdeshonestidadeso por lo menos el gran contacto fsico del siglo XVIII haba desaparecido del fandango de la poca. No sabemos en qu medida pudo ser influencia de las reformas ilustradas, del gusto de las clases medias o de la pasin moralista catlica que en este momento se mezcla con los sentimientos vascos. O quiz de los tres a la vez, en la medida en que era un objetivo comn. En cualquier caso, el fandango y el arin-arin del siglo XX eran unas danzas completamentehonestas, y con toda seguridad si Iztueta las hubiera conocido as hubiera cambiado de opinin defendindolas con ardor. Por ello el propio obispo de Vitoria,Mateo Mgica, consideraba al fandango modelo de honestidad en varios escritos frente a las danzas al agarrado. Y por ello los dirigentes del renacimiento vasco, y especialmente los del PNV, intentaron desarrollarlas y extenderlas, con la intencin de mantener a la juventud vasca fuera del baile agarrado, en una lucha que adquiri dimensiones de cruzada. Y probablemente mediante este mismo proceso estos bailes empezaron de alguna manera a estandarizarse.Y por otra parte, mediante un proceso muy curioso, el fandango se convertir tambin en smbolo cara al exterior de Iparralde. El padre Donostia (1932), por supuesto, se mostr muy crtico -de forma muy inusual ciertamente en l- con esa msicade exportacin,hecha para este gnero de veraneantes para el queno hay ms que el fandango como caracterstico vasco. Y describa de un modo muy grfico una escena que podra adaptarse muy bien a tantas situaciones de hoy en da, expresando los riesgos del exotismo:Cuando de vuelta a Pars hayan de llevar algn recuerdo "de color local" que les traiga a la memoria el Pas euskaldun, metern en su maleta un par de discos de este gnero y, all, en un rincn de su saln, rodeados de unos bibelots baratos, evocarn las vacaciones deliciosas y las playas nuestras al comps de un fandango. "Oh, le fandango!".En Iparralde, en efecto, a menudo se ha utilizado la cultura popular como atractivo turstico, siendo adems sin duda uno de los primeros lugares del mundo en que esto ocurri. Y el fandango fue su elemento principal, seguramente, entre otras razones, porque su estructura, completamente integrada en la msica erudita europea, era mucho ms fcil de asumir para los turistas que otros productos musicales y coruticos de la zona, aunque a nadie se le hubiera podido ocurrir pensarlo cien aos antes. El mejor exponente de esta tendencia fue seguramenteLuis Mariano. El cantante de Irn grab en 1948 la pelculaFandango, expresamente realizada para l, donde cantaba en ese ritmo esteFandango du Pays Basque. Su letra muestra de forma muy interesante qu era el fandango y cmo era Vasconia como si fuera el folleto de una oficina de turismo:

Fandango du Pays Basque,fandango simple et fantasque.Pour te danser dans les bras d'un garonune fille ne dit jamais non !Tout le pays est en fteet tout le monde est pote.Chacun ce soir ne pense qu' l'amourla montagne flirte avec l'Adour.Fandango ... Fandango...que rythment les bravos,que rpte l'cho,de Sare Bilbao.C'est le chant des ruisseaux,c'est le chant des oiseaux,c'est le chant de l'amour Fandango !

Diferente era, claro est, el mundo de los intrpretes profesionales. En la primera poca de la revistaTxistulari, boletn de la Asociacin de Txistularis del Pas Vasco, que se public entre 1928 y 1936, aparecen treinta y tres piezas con el nombre de fandango, sin jotas niorripekos, constituyendo el gnero ms abundante en la misma por delante de arin-arin, biribilketas y zortzikos. Y el padre Olazarn de Estella no poda ser ms claro en su mtodo de txistu (1970):an cuando el fandango no parece ordinariamente vasco, como est muy en boga en Vasconia, se ponen varios ejemplos para facilitar la labor de los txistularis. Aqu tampoco aparece ni el trminojotani el deorripeko. Isidro Ansorena, por contra, es de los pocos que utiliza la palabra orripeko en su mtodo: en su segundo curso, por ejemplo, public seis ejemplos, siempre bajo los dos nombres, orripeko y fandango.En la segunda mitad del siglo XX el fandango y el arin-arin, en cierta medida, se hanprofesionalizado. Los grupos de danza han uniformizado los pasos y, como ha ocurrido en general con la mayora de los bailes vascos, stos se hacen de forma cada vez ms atltica, y por supuesto a mayor velocidad. Se crean coreografas de gran inspiracin, pero visto el alto nivel de los concursos que emite la televisin, no hay mucha gente que se atreva a salir a bailar a la plaza, y quiz por ello hoy en da sea exageracin denominar danza social a estos bailes.

Situacin actual y resumen (Fandango ,jota)

Con todo, en las seis mil primeras pginas de la segunda poca de la revistaTxistulari, aparecidas entre 1955 y 1998 (Agirregomezkorta eta Vesga 1998), sin tener en cuenta las que se incluyen en suites, rapsodias u otras obras ms largas, aparecen doscientas veinticinco piezas en el epgrafe de orripekosde sus ndices, aunque a decir verdad, muy pocas de ellas aparecieron con esa denominacin en sus nmeros originales. Esto supone el 10% del repertorio total, ocupando el tercer lugar entre los gneros por su nmero, detrs de biribilketas y zortzikos. Y si les aadimos las dieciocho jotasque aparecen constituira el gnero ms abundante de la revista.Hoy da, por supuesto, el fandango est completamente vivo. Siendo de estructura simple y completamente integrada en los parmetros de la msica erudita europea, ha sufrido diferentes influencias a lo largo de la historia, y seguramente la de la jota ha sido la ms notable, pero para mucha gente, la pareja de bailes que constituye con el arin-arin es el sinnimo de baile vasco al suelto.

Fandango - Jota - Orripeko -TrikitixaBibliografa AGIRREGOMEZKORTA, Txomin, eta VESGA, Xabier (1998): "Txistulariren aurkibideak".Txistulari176. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 4-108) ANGUIOZAR, Martn de (1929): "Los vascos en 1800: Dantzaris",Euskalerriaren Alde. (pp. 321-330) Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1974. ANSORENA ELEICEGUI, Isidro (1954): Txistu ots gozoa, nola...? cmo obtener sonido dulce del txistu...?Donostia: J. Schmoll. ANSORENA MINER, Jose Inazio (1990): "Una coleccin de msica de tamboril del siglo XIX".Txistulari 143. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 3-5 y 4419-4480) ANSORENA MINER, Jose Inazio (1996): "Fernando Ansorenaren danbolin musika bilduma".Txistulari 166. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 11-14 y 5464-5613) ANSORENA MIRANDA, Jos Luis (1997): "Pablo Sorozbal y el txistu",Txistulari169Kantuz36. (pp. 4-5) APEZETXEA AGUIRRE, Patxi (1991): "Teodoro Erauskin Etxeberria Hernaniko danbolinteroa".Txistulari 147. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 21-38) ARAMBURU URTASUN, Mikel (2003):Bailando en el barrio maldito.Euskonews and media 203. Donostia: Eusko Ikaskuntza.. BATCAVE, Louis (1914): "Le procs du fandango en 1809",RIEV 8. Donostia: Eusko Ikaskuntza. (pp. 353-360) BELTRAN ARGIENA, Juan Mari (2004):Dultzaina Gipuzkoan. 1950. hamarkada arte. Oiartzun. Herri Musikaren Txokoa. Erviti Musika Argitaletxea. CAMPIN Y JAIME BON, Arturo (1917):El ltimo tamborilero de Erraondo, inObras completas. Fantasa y realidad (2), pp. 79-89. Pamplona: Mintzoa, 1983. DONOSTIA, padre Jos Antonio de (1932): "Discografia vasca: "La Voix de son Matre"",Txistulari 26. Bilbao: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 12-13) GAITEROS DE PAMPLONA (1981): "Apuntes a favor de la jota", enDantzariak18. Bilbao: Euskal Dantzarien Biltzarra. (pp. 37-43) HUMBOLDT, Alexander von (1923): "Diario del viaje vasco de 1801".RIEVXIV,2. Donostia: Eusko Ikaskuntza. (pp. 205-250) IZTUETA, Juan Ignacio de (1824):Gipuzkoa'ko Dantza Gogoangarriak. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1968. IZTUETA, Juan Ignacio de (1826): Euscaldun ancia anciaco ta ere lendabicico etorquien dantza on iritci pozcarri gaitzic gabecoen sou gogoangarriac beren itz neurtu edo versaquin. S.l.: CAP de Guipzcoa, s. f. LARRAMENDI, Manuel de (1745):Diccionario trilingue del castellano, bascuence, y latn.San Sebastin: Bartholom Riesgo y Montero. MANZANO ALONSO, Miguel (1995):La jota como gnero musical. Madrid: Alpuerto. MARTNEZ SALAZAR, ngel (1995):Aquellos ojos extraos: Euskal Herria en los libros de viajes. Vitoria: Papeles de Zabalanda. NUEZ, Faustino (1999): "Fandango", in CASARES RODICIO, Emilio (director y coordinador general):Diccionario de la Msica espaola e hispanoamericana. Madrid:SGAE, 1999. (t. 4, pp. 923-926) OLAZARN DE ESTELLA, padre Hilario de (1970):Txistu: mtodo y repertorio de flauta baska. Bilbao: Grafor. RAMOS MARTNEZ, Jess (1998): "La danza en las fiestas y ceremoniales de Irua a travs de la historia: Los Sanfermines de Pamplona en la superacin de fronteras interiores", in FERNNDEZ DE LARRINOA, Kepa (editor):Fronteras y puentes transculturales: danza tradicional e identidad social. Pamplona: Pamiela. (pp. 439-574) SNCHEZ EKIZA, Karlos (1996): "Dos polmicas sobre msica tradicional en la Navarra de principios de siglo", enTxistulari168. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 20-27) SANTA TERESA, Fray Bartolom de (1816):Euscal-errijetaco olgueeta ta dantzaeen neurrizco gatz-ozpinduba. Bilbo: Euskaltzaindia, 1986. VILLAFRANCA BELZUNEGUI, Rosa (1999):Estella y la msica: siglo XIX. Julin Romano Ugarte. Estella: Ayuntamiento. ZAMCOLA, Antonio de (1898): Historia de las Naciones Bascas de una y otra parte del Pirineo septentrional y costas del mar Cantbrico, desde sus primeros pobladores hasta nuestros das: Con la descripcin, carcter, fueros, usos, costumbres y leyes de cada uno de los Estados Bascos que hoy existen. Bilbao: Tipografa Jos de Astuy.

Arin-arin - Porrusalda

Significado del trminoTambin escritoari-ari, este trmino tiene estrecha relacin con otras palabras:porrusalda, purrusalda, porrue, o a veces tambinbizkai dantza, bizkai soinuaobizkaikoa. Una de las danzas tradicionales vascas ms conocidas, es muy rpida y forma con elfandangoel par de danzas vascas ms habitual.Este par tiene muy estrecha relacin, incluso de nombre, con otras parejas de danzas que utilizan otros pueblos de la Pennsula. Uno de esos casos es el de Cantabria, donde un baile de ritmo ternario llamadoa lo pesauoa lo gravese combina con otro de ritmo binario llamadoa lo altooa lo ligero, pero algo parecido ocurre tambin en Burgos, La Rioja o Segovia.En este sentido, esta clasificacin se ha relacionado en ms de una ocasin con su homloga medieval entre danzasbajasyaltas. En las danzasaltaslos saltos y los movimientos eran ms violentos, y por ello ah debera de incluirse nuestro arin-arin. En las danzas bajas, por el contrario, los movimientos eran ms solemnes y tranquilos, y ese sera el lugar para el fandango vasco. Sin embargo, parece que hoy en da no hay gran diferencia en ese sentido, y adems hay otra caracterstica que cumplen la mayor parte de estas parejas de danza: al menos desde el Renacimiento, una tiene ritmo ternario y la otra binario. Ese fue el caso en aquel periodo de la pavana binaria y la gallarda ternaria y ese es concretamente el caso vasco actual: el fandango tiene ritmo ternario, y el arin-arin binario. Parejas de danzas, y bailadas por parejas: el mejor representante vasco de las mismas, bailado de forma cotidiana y por ello la danza social ms comn.En opinin deAzkue(1919:I,259), cuando present suCancionero, los jurados vizcanos le reprocharon elsantanderinismode algunas piezas, y entre ellas las que tenan este ritmo bsico, el dearin-arin:

A lo que contest diciendo que era muy habitual en determinados lugares montaosos, como Asturias, Cantabria, Catalua (ms concretamente el ritmo de sardana, aunque fuera ms lento) y tambin la Grecia clsica. A decir verdad, este ritmo es muy usual tanto en la tradicin popular como en la erudita europea, y buscar su origen en un lugar concreto no tiene mucho sentido.Hoy da, el arin-arin tiene ritmo binario, escrito en comps de 2/4, y frases cuadradas, compuestas de mdulos de ocho compases. Cada paso se organiza en diecisis compases, y de esta manera se acomodan las frases musicales, a veces de diecisis compases, muchas veces con ocho compases repetidos y casi siempre organizadas en antecedente y consecuente. Normalmente se ejecutan cuatro pasos distintos. El ritmo ms habitual hoy da, el que tocan los txistularis, puede escribirse de esta manera:

He aqu el comienzo de un ejemplo:Sorgin-zulo, deIsidro Ansorena:

En el mundo de los txistularis se ha intentado algunas veces resaltar la diferencia entre arin-arin yporrusaldabasndose en el ritmo. De este modo, el ritmo de porrusalda tendra puntillos en las dos partes del comps, y no slo en la primera. Ms o menos as:

Aunque parece que esta clasificacin funciona bien con algunos ejemplos de la primera poca de la revistaTxistulari, hoy da hay una gran tendencia a no diferenciar entre ambos nombres, y no slo entre los txistularis.Comnmente, en general, las dos palabras se consideran sinnimas. El padreOlazaran(1970), por ejemplo, lo expresa claramente en sumtodo de txistu: la seccin en la que aparecen estos bailes lleva por ttuloarin-arin (purrusalda). Sin embargo, segn Juan Mari Beltran (2004:XX), existe una distincin a nivel formal entre ambos gneros, si bien en la prctica tienden en ocasiones a confundirse entre s. Si el arin-arin, en efecto, es una sucesin de frases de diecisis compases, la porrusalda presenta un estribillo cantado, llamado kopla, sin duda porque su texto, independientemente del idioma que se utilice, presenta la estructura de la copla castellana de cuatro versos octoslabos, con la particularidad de la repeticin del ltimo verso. De esta manera, en la kopla se aaden cuatro compases ms a los diecisis usuales, formando una estructura total de veinte compases. En definitiva, se trata de algo parecido a lo que ocurre entre el fandango y la jota: la porrusalda tiene una copla cantada que puede bailarse al agarrado y el arin-arin, por el contrario, no.

Primeras referenciasPor otro lado, y en mucha menor medida hoy da, parece que nuestro baile tiene una relacin muy estrecha con Vizcaya. Segn Azcue (1919:I,259), por ejemplo, en algunos pueblos de Larrun llamabanbizkaikoaka los arin-arin.

Pero el dato ms importante, sin embargo, nos lo traeIztueta(1824: 230) en su famoso libro, cuando al hablar de labizkai dantzadice que este tipo de baile es peculiar de los vizcanos, que acostumbran hacerlo a la manera del fandango en contradanzas de dos por cuatro. El ejemplo que aparece en sucuadernode melodas no deja dudas para identificarlo con elarin-arin. En sus palabras, el fandango y el arin-arin se utilizaban en Vizcaya para finalizar lasoka-dantza, pero en Guipzcoa esa costumbre era muy reciente a principios del siglo XIX. Dicho por el de Zaldibia, las referencias al fandango y a lacontradanzano se deben tomar como cumplidos, y con toda claridad identifica el arin-arin con la contradanza en 2/4. TambinWilhelm von Humboldt, en sudiario(1903:207), mencionaba que al acabar la soka-dantza se bailaba, despus del fandango,una especie de contradanza inglesa.La contradanza, en efecto, fue seguramente el baile ms usual del siglo XVIII (Burford 1980). Al parecer tuvo su origen en Inglaterra en el siglo XVII, bajo el nombre decountry dance, y se expandi por Francia en el siglo XVIII con el nombre decontredanse, aislando al minu en la corte. Su velocidad era muy rpida, tena ritmo binario, utilizando tanto el comps de 2/4 como el de 6/8. Tanto en un caso como en el otro tenan dos frases cuadradas, la primera de ocho compases y la segunda compuesta de frases tambin de ocho compases, a menudo comenzando en la parte de arriba del comps. Como se ve, la diferencia no poda ser muy grande con respecto al arin-arin actual, y no tuvo que ser nada difcil la mezcla entre ambas o al menos la influencia de la contradanza sobre el arin-arin en este momento.

En este caso tambin son patentes la actitud y la fiabilidad de Iztueta: esta mencin es la nica que no hace referencia a Guipzcoa, y deja un resquicio claro entre sus ideas y la realidad: cuando les llamacontradanzasdescribe la realidad cotidiana. Pero en otros momentos traduce al vascuence de otra manera el trmino, llamndoleokerrezko dantzauoker-dantza turca, repitiendo las palabras dedon Preciso:el propio nombre de oker-dantza [contradanza] dice que es un baile contrario a las danzas antiguas. Estas danzas.insulsas y asquerosas, ni dicen ni significan nada(1824:134), y por ello eran uno de aquellos bailes extranjeros y licenciosos que se estaban imponiendo a las danzas vascas.A decir verdad, tenemos otros testimonios de este momento, finales del siglo XVIII y principios del XIX. En esta poca se estaban produciendo discusiones y polmicas muy violentas sobre las danzas vascas, ya que en opinin de algunos eran muy indecorosas, o al menos violentas y de mucho contacto fsico. Se centraban en buena medida en la ltima parte de la soka-dantza, ya que en ella se hacanculadasy movimientos a mucha velocidad. Esta ltima parte aparece en las fuentes con diversos nombres, y sus descripciones son muy imprecisas. Larramendi(1882:272), por ejemplo, les llamfugas apresuradas. En otras fuentes -frecuentemente listas de prohibiciones-arrebato de jigas, el son llamado tafetanoel toque llamado tapatan, albocaounzurrunzanquetan. Iztueta (1824:168), para terminar, da la que ms nos interesa: le llamaarin-arinca, y Fray Bartolom de Santa Teresa (1816:137)arin aringa, aunque no estamos muy seguros de que lo utilizara para nombrar al baile.Lo que describe nuestro fraile es que tanto en este baile como en elpandanguahaba un gran contacto fsicoya en la cara, ya en los brazos, ya en el vientre, ya en el costado. Quiz la descripcin de Humboldt (1923:207), hecha en 1801, es ms realista, al describirtoda clase de chocarreras, brincos, movimientos indecorosos, pero a los cuales les falta toda sensualidad de estmulo. Con todo, en estas partes se centran la mayor parte de las discusiones y las prohibiciones. Y, por supuesto, las reformas ilustradas.

Est claro que la velocidad de esa parte era muy alta. Lo que no tenemos tan claro es si se corresponde ms o menos con el actual arin-arin o no. Segn lo que indican algunas fuentes, poda tratarse de unagiga, es decir, una pieza rpida en comps de 6/8 procedente deljigirlands (Dean-Smith 1980). La giga era bastante conocida por formar parte a menudo de lasuitebarroca. PeroTrapatn, otro de los nombres que aparece en estas descripciones, es hoy da el nombre de la soka-dantza de Santesteban y ste procede precisamente del de esa ltima parte (Eraso Alduncin 1996). El ritmo de esta meloda es el que antes hemos visto como de porrusalda, es decir, comps de 2/4, pero con ritmo puntillado en las dos partes del comps, y no, como en la mayora de los arin-arin actuales, slo en la primera parte. Ese ritmo es tambin el que presenta el nico ejemplo devizcai dantzadelcuadernode Iztueta. Por si eso fuera poco, hay un momento en el que Iztueta le llamasaltarincho o arin-arinca(1824:168), como si ambos nombres tuvieran el mismo significado.En definitiva, los testimonios de esta poca no sirven para identificar con claridad si el final de la soka-dantza estaba en 2/4 en 6/8, o, dicho de otra manera, si se pareca ms al actual arin-arin o a la actual biribilketa. En cualquier caso, nos encontramos con dos ritmos bastante similares entre s. Y tanto fray Bartolom como Iztueta y Humboldt lo relacionan con el fandango ya a principios del siglo XIX.Los siglos XIX y XXLos cuadernos de partituras de tamborileros ms antiguos proceden de finales del siglo XIX, y en ellos no encontramos el trmino arin-arin, pero s, y adems de forma abundante, contradanzas en 2/4.En palabras de Iztueta (1824:142) a aquellos msicos no les gustaba el nombre de tamborilero sino otros comoprimer silbo, segundo, msico mayor y de ese tipo, y preferan los nombres en castellano y los usos de la msica erudita. Que esto ocurriera tambin con el repertorio y por tanto prefirieran el trmino contradanza es de entender entonces, especialmente si tenemos en cuenta que nuestro baile binario no tena, al parecer, una denominacin muy clara.Como ocurre con la mayora de melodas para txistu de esa poca, los cromatismos y los tonos con dos o tres alteraciones son abundantes, apareciendo muchas veces tambin las notas ms altas. Como en este ejemplo, tomado del cuaderno de Fernando Ansorena, las semicorcheas son tambin abundantes, sugiriendo que el tempo deba ser ms lento que el de nuestros das:La revistaTxistulari, rgano de la Asociacin de Txistularis del Pas Vasco, ha publicado tres repertorios de finales del siglo XIX y comienzos del XX. El primero es el de Fernando Ansorena Izagirre, y tiene la fecha de 1885 (Ansorena Miner 1993): en ese repertorio aparecen un total de seiscientas treinta piezas. De ellas, cuarenta y dos son contradanzas escritas en 2/4, lo que supone el 6,7% del repertorio total. A ellas, adems, podemos aadir otras cuatro piezas que aparecen bajo el nombre indeterminado dedanza, pero con el mismo comps de 2/4 y las mismas caractersticas. Atendiendo a su nmero, ocupan el quinto puesto (o el cuarto, si les aadimos las danzas) entre los gneros, tras valses y habaneras -los ms abundantes con diferencia-,zortzikosen 6/8 y contrapases. En los otros dos cuadernos (Ansorena Miner 1990; Apezetxea Aguirre 1991), ms tardos, en general el porcentajes es del 12,4 (ms del 15 si incluimos cincodanzassimilares a las anteriores), siendo el cuarto gnero en cuanto a nmero, tras los zortzikos en 5/8, valses y habaneras.Por su parte Azcue (1919), como hemos mencionado, define el arin-arin, dando algunos ejemplos. En el apartado deDanzasdelCancionerotrae dos ejemplos con texto cantado, amboszortziko txikiak. En el apartado de msica instrumental Danzas sin palabrastenemos cuatro ejemplos ms, uno de ellos en comps de 6/8, rompiendo la definicin. Y slo tenemos unacontradanza, pero su velocidad ms lenta (en los ejemplos de arin-arin en los tempi sonallegro molto, allegro vivace, allegro vivoyvivace, el de la contradanza esallegretto) y el ritmo tiene una relacin mucho ms estrecha con el contraps que con el arin-arin. En la poca del renacimiento cultural vasco era de esperar la utilizacin de trminos en vascuence en lugar de los castellanos, pero desde nuestro punto de vista es extrao que no haya mencin alguna aporrusaldao trminos similares.Est claro adems que lasdeshonestidadeso por lo menos el gran contacto fsico del siglo XVIII haba desaparecido del arin-arin. No sabemos en qu medida pudo ser influencia de las reformas ilustradas, del gusto de las clases medias o de la pasin moralista catlica que en este momento se mezcla con los sentimientos vascos. O quiz de los tres a la vez, en la medida en que era un objetivo comn. En cualquier caso, el fandango y el arin-arin del siglo XX eran unas danzas completamentehonestas, y con toda seguridad si Iztueta las hubiera conocido as hubiera cambiado de opinin defendindolas con ardor. Por ello los dirigentes del renacimiento vasco, y especialmente los delPNV, intentaron desarrollarlas y extenderlas, con la intencin de mantener a la juventud vasca fuera del baile agarrado, en una lucha que adquiri dimensiones de cruzada. Y probablemente mediante este mismo proceso estos bailes empezaron de alguna manera a estandarizarse.En la primera poca de la revistaTxistulari, publicada entre 1928 y 1936, se publicaron veintids arin-arin y trespurrusaldas, el segundo gnero en atencin a su nmero despus de los fandangos. Esas tres purrusaldas estaban compuestas o escritas por el padre Olazarn, y su especificidad rtmica no est muy clara, teniendo en cuenta que por ejemplo, lapurrusalda de Baztnapenas tiene puntillos. El capuchino de Estella tambin escribi otros arin-arin, y en su mtodo, aparecido bastante ms tarde, el ttulo del apartado en que aparecen estos bailes esarin-arin (purrusalda). Por otro lado, el trminocontradantzaslo aparece una vez en las revistas de esta poca, y ocurre en el ttulo de una pieza, debajo del nombreari-ari. Sin embargo, nombre y contenido no siempre coinciden. En las palabras deFlix Urabayen(cit. en Aramburu Urtasun 2003), por ejemplo, otro baile en ritmo binario, la polka, dej tambin su huella en nuestras danzas. Con losSanferminescomo fondo en la novela(El barrio maldito), describe dostxuntxunerosreales:JavierEcheverra, el tamborilero gitano de Esquroz, tocaba de modoms lentoeindgena. Pero a su lado tocaba otro txuntxunerode Anoz. Ysus porrusaldas y zorzicos acusaban ya el mestizaje de la tradicin artstica; saban un poco a jotas y polcas.

Arin-arin - Porrusalda (Bibliografia)

AGIRREGOMEZKORTA, Txomin, eta VESGA, Xabier (1998): "Txistulariren aurkibideak".Txistulari 176. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 4-108) ANSORENA MINER, Jose Inazio (1990): "Una coleccin de msica de tamboril de siglo XIX".Txistulari 143. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 3-5 y 4419-4480) ANSORENA MINER, Jose Inazio (1996): "Fernando Ansorenaren danbolin musika bilduma".Txistulari 166. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 11-14 y 5464-5613) APEZETXEA AGUIRRE, Patxi (1991): "Teodoro Erauskin Etxeberria Hernaniko danbolinteroa).Txistulari 147. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 21-38) ARAMBURU URTASUN, Mikel (2003): "Bailando en el barrio maldito".Euskonews and media 203. Donostia: Eusko Ikaskuntza. AZKUE ABERASTURI, Resurreccin Mara de (1919):Cancionero Popular Vasco.Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1968. BAGS ERRIONDO, Jon (1990):La msica en la Real Sociedad Bascongada de Amigos del Pas. San Sebastin: RSBAP. BURFORD, Breda (1980): "Contredanse", in Sadie, Stanley (ed.):The New Grove dictionary of music and musicians. London: Macmillan publishers limited. (t. 4, pp. 703-705) DEAN-SMITH, Margaret (1980): "Jig", in Sadie, Stanley (ed.):The New Grove dictionary of music and musicians. London: Macmillan publishers limited. (t. 9, pp. 648-649) ERASO ALDUNCIN, Francisco (1996): "Bailes tpicos y otras costumbres de Santesteban".Cuadernos de Etnologa y Etnografa de Navarra 67. (pp. 33-48) HEROS, Martn de los (1926):Historia de Valmaseda. Bilbao: Excma. Diputacin de Vizcaya. HUMBOLDT, Alexander von (1923): "Diario del viaje vasco de 1801".RIEV XIV,2. Donostia: Eusko Ikaskuntza. (pp. 205-250) IZTUETA, Juan Ignacio de (1824):Gipuzkoa'ko Dantza Gogoangarriak. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1968. IZTUETA, Juan Ignacio de (1826):Euscaldun ancia anciaco ta ere lendabicico etorquien dantza on iritci pozcarri gaitzic gabecoen sou gogoangarriac beren itz neurtu edo versaquin. S.l.: CAP de Guipzcoa, s. f. LARRAMENDI, Manuel de (1882):Corografa: o descripcin general de la Muy Noble y Muy Leal Provincia de Guipzcoa. San Sebastin: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1969. LITTLE, Meredith Ellis (1980): "Gigue" in Sadie, Stanley (ed.):The New Grove dictionary of music and musicians. London: Macmillan publishers limited. (t. 7, pp. 368-371) OLAZARN DE ESTELLA, padre Hilario de (1970):Txistu: mtodo y repertorio de flauta baska. Bilbao: Grafor. RODRGUEZ IBABE, Jos Mara (1980): "El txistu y la Iglesia en tiempos pasados", enTxistulari 102. Donostia: Euskal Herriko Txistularien Elkartea. (pp. 21-23) SANTA TERESA, Fray Bartolom de (1816):Euscal-errijetaco olgueeta ta dantzaeen neurrizco gatz-ozpinduba. Bilbo: Euskaltzaindia, 1986. ZAMCOLA, Antonio de (1898):Historia de las Naciones Bascas de una y otra parte del Pirineo septentrional y costas del mar Cantbrico, desde sus primeros pobladores hasta nuestros das: Con la descripcin, carcter, fueros, usos, costumbres y leyes de cada uno de los Estados Bascos que hoy existen. Bilbao: Tipografa Jos de Astuy, 1898.