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Sustentabilidad y Derechos Humanos en la Argentina
Lic. Carolina Romano
SUSTENTABILIDAD Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA
CONTENIDO
Resumen
Los Derechos Humanos como derecho al desarrollo sustentable.
El desarrollo sustentable, relación entre sustentabilidad ambiental y derechos
humanos.
El sistema interamericano de derechos humanos y el derecho al desarrollo
sustentable.
Los flujos de cooperación internacional al desarrollo.
La contribución al desarrollo sustentable como derecho humano en Argentina.
Conclusiones
Bibliografía
SUSTENTABILIDAD Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA
La concepción del desarrollo sustentable como un derecho humano toma
creciente relevancia durante estas dos últimas décadas. Se podría afirmar que en los
documentos generales sobre derechos humanos esto se percibía de manera implícita, hasta
que en el marco de Naciones Unidas se aprobó la Declaración sobre el Derecho al
Desarrollo. A partir de entonces el derecho al desarrollo sustentable y los derechos
humanos tienen una relación caracterizada como interdependiente.
Este trabajo busca evidenciar la contribución al desarrollo sustentable como
derecho humano en Argentina, con especial atención en los flujos de cooperación
internacional al desarrollo y el sistema interamericano de derechos humanos para
efectivizar el derecho humano al desarrollo sustentable en nuestro país.
Palabras claves: Sustentabilidad -Derechos Humanos - Derecho al desarrollo –
Cooperación Internacional al Desarrollo
SUSTENTABILIDAD Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA
Los Derechos Humanos como derecho al desarrollo sustentable
La problemática de los derechos humanos ha trascendido ampliamente el ámbito
del debate teórico para convertirse en un tema de agenda para las relaciones
internacionales, ya que ha sabido despertar un amplio interés de la comunidad
internacional. Los derechos humanos tienen una fuerte asociación con las necesidades
humanas, pues presuponen la satisfacción de un conjunto de necesidades. De esa manera
el reconocimiento, promoción, ejercicio y protección de estos derechos busca garantizar
capacidades imprescindibles para el desarrollo y alcance de una vida digna.
Los Derechos al Desarrollo, en un sentido integral, y los derechos humanos son
principios éticos y jurídicos que han evolucionado en el marco de las Naciones Unidas a
través, entre otros, del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto de
Derechos Civiles y Políticos, la Declaración sobre Derechos al Desarrollo de 1986, La
Convención sobre derechos de la Mujer y la del Niño, la Declaración de la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos de 1993 y la Declaración surgida en la Cumbre Mundial
sobre Desarrollo Social de 1995 con sus mandatos y resoluciones, como así también
aquellas derivadas de la Cumbre de la Tierra sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Este
proceso tiene su consolidación con las Metas del Milenio legitimada por los Jefes de
Estados y Gobiernos en el año 2000.
En particular, el Derecho al Desarrollo se ha ido construyendo progresivamente
durante los últimos años en el marco del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Esta relación se ha impulsado por la demanda legítima de la gran mayoría de los Estados
en la búsqueda de una participación justa y equitativa en la comunidad internacional.
EL Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destaca que en la
Declaración de Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo, los derechos que se
contemplan en el derecho al desarrollo incluyen:
Derecho de participación.
El derecho a ser el sujeto central del desarrollo
El derecho a la distribución justa de los beneficios del desarrollo.
El derecho a la no discriminación en el desarrollo sin distinción de
ninguna clase.
El derecho a la libre determinación.
El derecho a la realización libre y plena del ser humano con pleno
respeto de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
El derecho a estar protegido de las excepciones.
Esta declaración, evidencia al derecho al desarrollo como un derecho humano
garantizado en el derecho internacional. Por esto se establece que un desarrollo sin respeto
a los derechos humanos no será sustentable, mientras que una situación de respeto y
reconocimiento a los derechos humanos, promoverá un contexto razonable de desarrollo.
El concepto de los derechos humanos, como se describió, ha ido evolucionando
no solo de forma normativa, sino también en la conciencia social, y esto ha permitido que
el contenido y el alcance de los derechos se amplíen y consagren en instrumentos jurídicos
nacionales, regionales e internacionales. La integralidad e interdependencia de los
derechos humanos implican que todos los derechos se relacionan entre sí para el
desarrollo pleno del ser humano. Conforme lo define Amartya Sen, esto permite el acceso
a capacidades o libertades, como las del derecho humano al medio ambiente sano, el
disfrute de los derechos a la vida, la dignidad y la salud. No se podrán desarrollar
plenamente las capacidades humanas en un ambiente en donde el aire y el agua estén
contaminados, en donde los suelos deforestados, degradados, o derrames de residuos
tóxicos pongan en riesgo la salud de las personas y /o biodiversidad, en donde las
cambios en el clima atenten contra la seguridad alimentaria de quienes dependen
directamente de los recursos naturales.
Con el fin de incorporar los derechos humanos al desarrollo, dentro del sistema
de la ONU, en 2003, los organismos, fondos y programas de ONU acordaron el
Entendimiento Común de la ONU sobre el Enfoque basado en los Derechos Humanos
(EBDH). Esta metodología, deriva de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH) y de los nueve tratados internacionales clave sobre derechos humanos, como el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC, 1996) y la
Convención sobre los Derechos del Niño (CDN, 1989) entre otros.
Los principios fundamentales para el Enfoque basado en los Derechos Humanos
son los siguientes:
• Todos los programas de cooperación al desarrollo, políticas y
asistencia técnica deben promover los derechos humanos, tal y
como establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH), así como otros instrumentos internacionales sobre los
derechos humanos.
• Las normas de los derechos humanos, así como los principios
que derivan de ellos, deben guiar la cooperación y la proyección de
desarrollo en todos los sectores y en todas las etapas del proceso de
planificación.
• La cooperación para el desarrollo contribuye al desarrollo de las
capacidades de los sujetos de obligaciones, para que puedan
cumplir con sus deberes o a la de los beneficiarios de proyectos
para exigir el cumplimiento de sus derechos.
En el marco del Enfoque basado en los Derechos Humanos (EBDH) descripto,
Amnistía Internacional y Human Rights Watch, exhortaron a países de todo el mundo a
adoptar medidas centradas en la obligación jurídica de los Estados de respetar, proteger y
asegurar el goce de todos los derechos humanos, los cuales son indispensables para el
desarrollo sustentable. Así es que instan a la reafirmación de políticas, proyectos y
prácticas de desarrollo que reflejen las obligaciones de derechos humanos de los Estados y
que la asistencia técnica y financiera esté acorde a estas.
En este sentido, se observan en la actualidad, instituciones financieras
internacionales, como el Banco Mundial, a fin de que aprueben proyectos que hayan sido
objeto de evaluaciones efectivas sobre las posibles consecuencias para los derechos
humanos y estén destinadas a mitigar riesgos para los derechos humanos que puedan
haber sido identificados durante tales evaluaciones.
Es para destacar, el compromiso renovado con:
La participación efectiva a través de procesos transparentes y
protegiendo los derechos de libertad de expresión, asociación y
reunión;
El derecho de acceso a la información,
El principio de no discriminación,
La ayuda para el desarrollo sustentable llegue a los miembros más
marginados de la sociedad;
Los derechos de la mujer y la igualdad de género;
Los derechos humanos de los pueblos indígenas,
La evaluación, prevención y mitigación de las consecuencias para
los derechos humanos y el medioambiente.
El desarrollo sustentable, relación entre sustentabilidad ambiental y derechos humanos
El PNUD, en referencia a la interrelación entre el desarrollo sustentable y los
derechos humanos, destaca que:
“El desarrollo humano sustentable procura aumentar las
opciones para todas las personas, mujeres, hombres y
niños, generaciones actuales y futuras, a la vez que
protege los sistemas naturales de los que depende la vida.
Apartándose de un criterio estrecho, centrado en la
economía, respecto del desarrollo, el desarrollo humano
sustentable sitúa a la gente en el centro, y considera a los
seres humanos tanto un medio como un fin del desarrollo.
De esta manera, el desarrollo humano sustentable
procura eliminar la pobreza, fomentar la dignidad y los
derechos humanos, y brindar oportunidades equitativas
para todos por medio de la gobernabilidad, con lo cual se
fomenta que se hagan realidad todos los derechos
humanos, económicos, sociales, culturales, civiles y
políticos”.1(PNUD:2008 )
En la perspectiva del Desarrollo Humano Sustentable, el logro de las capacidades,
depende del respeto a los derechos humanos y de la participación efectiva de los
ciudadanos en los asuntos públicos. Por esto, el crecimiento económico se concibe como
un instrumento para la realización de las personas, de la justicia y bienestar de las
sociedades. En este sentido, los derechos humanos no podrán hacerse realidad sin justicia
social y desarrollo sostenible. La pobreza que priva a millones de personas de sus
derechos fundamentales, no es un hecho natural. Es un resultado social, construido por el
hombre. La relación opuesta a esta, es la de un círculo virtuoso, de una sociedad que
coloca al hombre y la mujer como fin del desarrollo, donde existen oportunidades, con
respeto a la naturaleza y el ambiente. En la actualidad, la mencionada evolución de la
relación que se describe hasta aquí, promueve el reconocimiento de la interdependencia
entre de los derechos humanos y el desarrollo humano sustentable.
La pobreza, y especialmente, la pobreza extrema componen entonces un elemento
común relacionado tanto con el desarrollo como con los derechos humanos. El desarrollo
no es sustentable si no se aborda teniendo en cuenta la necesidad de eliminar la existencia
de personas en situaciones de pobreza extrema. De la misma manera, una situación de
pleno respeto a los derechos humanos, solo se producirá en la medida en que no haya
personas en situación de pobreza extrema. En esta relación interdependiente, queda cada
vez más claro, que las iniciativas para el desarrollo económico que no contemplan
1 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (2008), La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable. Disponible en http://www.revistahumanum.org/revista/derechos-humanos-y-desarrollo-humano-
sustentable/#sthash.ZNm8BCeO.dpuf.
obligaciones y principios de derechos humanos, tienden a incrementar la marginación, la
discriminación y la injusticia.
A fin de abordar la problemática del ambiente y el desarrollo, teniendo presente
la creciente interdependencia señalada, se reconoce igualmente importante, fortalecer las
políticas nacionales e internacionales y la cooperación internacional como herramienta de
adaptación, a las nuevas circunstancias. Se hace presente entonces, la necesidad que tiene
la humanidad de gozar de un medio natural seguro y estable.
Las iniciativas para mitigar el cambio climático y proteger los recursos naturales
cuentan con avances positivos. No obstante, el cambio climático y el ambiente, requieren
de la colaboración y el acuerdo a nivel internacional para avanzar en su resolución. Los
organismos de vigilancia de los derechos humanos y los tribunales internacionales,
regionales y nacionales, han reconocido el daño ambiental como una causal de violaciones
de derechos humanos y establecen la responsabilidad del Estado en materia de protección.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos
Los sistemas internacionales de derechos humanos, desde diferentes organismos
internacionales, se proponen para ser utilizados y contribuir a los procesos de desarrollo,
puesto que ofrecen posibilidades para la protección y promoción de los mismos.
El sistema interamericano de derechos humanos está conformado por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
Entre las principales normas del sistema interamericano relacionadas se
encuentran: la Carta de la OEA, la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes
del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Protocolo Adicional a
la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador" y la Carta Democrática Interamericana.
Son para destacar, los aportes de la Comisión sobre Desarrollo Sostenible de las
Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Desarrollo Sostenible de la OEA y las
subregiones del Caribe, América del Sur y Centroamérica. De igual forma tendrá
influencia destacada, la Declaración de Brasilia sobre el Medio Ambiente (adoptada por la
Cumbre Latinoamericana y el Caribe. Estas iniciativas se constituyen como un aporte
valorable para impulsar el respeto de los derechos económicos, sociales y culturales, y en
consecuencia, avanzar en la realización del derecho humano al desarrollo sustentable.
En complemento a los instrumentos señalados, se suman informes y
recomendaciones generales que la Comisión Interamericana efectúa a los Estados, como
así también otros mecanismos de extrema importancia en el trabajo de la CIDH, como son
los casos individuales y las medidas cautelares para proteger derechos fundamentales de
las personas.
Los Flujos de Cooperación Internacional al Desarrollo
Vivimos en un mundo marcado por múltiples tensiones encontradas, que han
marcado los flujos de cooperación internacional al desarrollo. La primer paradoja se puede
analizar desde una dimensión económico-social, pues aun cuando ciertos países han
alcanzado el crecimiento y estabilidad económica, simultáneamente crece la brecha creada
por la desigualdad, se aumenta y profundiza la pobreza. La segunda contradicción, la
podemos encontrar en que este crecimiento se ha dado sobre la base de la degradación de
los recursos naturales e impactos considerables sobre el medio ambiente. En tercer lugar,
los efectos de la globalización traen consigo, sus propias tensiones, como el resurgimiento
de localismos, nacionalismos y fundamentalismos culturales, religiosos e ideológicos.
La crisis económica en los países del Norte, los vanos intentos por contener sus
efectos devastadores sobre la población, que se han traducido en altas tasas desempleo y
recortes del gasto público, especialmente en componentes de gastos sociales, han sido
ineficaces y el fantasma de una nueva recesión continúa planeando sobre la economía
mundial. Los medios para frenar las consecuencias de la crisis, tales como la dotación de
fondos para salvatajes a las estructuras financieras al borde de la bancarrota, o los planes
de estímulo económico, tienen como consecuencia inmediata, un incremento del gasto
público que obliga a un mayor endeudamiento. La consecuencia lógica de esta situación es
el descenso de la financiación externa, con especial atención en los fondos públicos
destinados a la cooperación al desarrollo; y la disminución de los fondos privados tales
como las remesas al exterior.
En este contexto, la cooperación al desarrollo, concebida como una herramienta
para complementar y apoyar, políticas nacionales apropiadas, tanto en los países
desarrollados como en los países en desarrollo, para viabilizar el desarrollo sustentable, se
ve afectada por esta situación y en este sentido, se diluyen los medios para promover la
justicia y la buena gobernanza global.
Precisamente, el nuevo milenio, y las tensiones descriptas, han re direccionado la
cooperación al desarrollo, promoviendo estrategias alternativas que se han manifestado
durante el Consenso de Monterrey (2002), en la Declaración de Paris sobre la Eficacia de la
Ayuda (2005) y significativamente en el Plan de Acción de Accra (2008).
En este sentido, la cooperación internacional en materia ambiental, ha impactado
progresivamente en el comercio internacional principalmente, promoviendo acuerdos
multilaterales que constituyen un gran aporte a los esfuerzos por abordar esta
problemática. Es así, como en la actualidad se han utilizado medidas comerciales en casos
concretos, cuya reglamentación justifica restricciones al comercio en actividades
identificadas como causales de degradación ambiental. En algunas regiones más, que en
otras, se trata de garantizar que las políticas comerciales y las políticas ambientales sean
compatibles y apoyen el proceso de desarrollo sostenible. Aunque es necesario aclarar, que
las normas ambientales válidas para los países desarrollados encubren costos sociales y
económicos injustos para los países en desarrollo.
La Contribución al Desarrollo Sustentable como Derecho Humano en
Argentina
En relación con los grandes temas de preocupación mundial, y con los objetivos
definidos en ese sentido en los foros regionales e internacionales, Argentina considera a la
cooperación internacional una herramienta fundamental para su logro.
Consecuentemente, con los cambios en el contexto internacional, se promueve la
transformación desde una visión asistencial a un enfoque de planificación de la
cooperación, buscando beneficios mutuos para los participantes. Progresivamente, se
direccionan acciones concertadas, participativas y de apoyo mutuo, en el mediano y largo
plazo, haciendo sinergias y superando el tradicional enfoque Norte- Sur.
La Argentina cuenta con una interesante trayectoria “dual” en el terreno de la
cooperación internacional, como país que receptor mediante la Ayuda Oficial al Desarrollo
(AOD), así también como país oferente, brindando asistencia técnica a otros países en
diversos campos, a través de la cooperación horizontal (Sur-Sur).
La planificación y ejecución de la política exterior en materia de cooperación
internacional se encuentran bajo la órbita de la Dirección General de Cooperación
Internacional (DGCIN), dependiente de la Secretaría de Coordinación y Cooperación
Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la
Nación (MRECIC), y sus lineamientos estratégicos giran en torno a la promoción de la
cooperación al desarrollo. La cooperación al desarrollo en Argentina, se puede caracterizar
por tres ejes de acción:
Modelo de desarrollo autónomo sustentable,
Fortalecimiento del multilateralismo y
Proceso de integración regional
En este último eje, desde la perspectiva del MERCOSUR, se han impulsado
iniciativas para el fomento de la inclusión social, el desarrollo sustentable, la solidaridad
entre los pueblos, la defensa de los derechos humanos.
El Fondo Argentino de Cooperación Horizontal y Traingular (FO-AR) desde 1992,
promueve el creciente impulso de la cooperación Sur-Sur, afianzando el potencial de las
relaciones triangulares con países y organismos internacionales, dirigidas a colaborar con
terceros países.
Entre los objetivos de cooperación del país, se presentan:
- Optimizar políticas de desarrollo establecidas a nivel
nacional.
- Federalizar distribución de recursos.
- Contribuir al aumento de productividad en distintos sectores.
- Apoyar reinserción de Argentina en el Comercio
Internacional.
- Renovar la infraestructura productiva y social.
- Acelerar el cambio estructural del sector público.
- Mejorar las condiciones sociales.
- Contribuir al mejoramiento del ambiente.
Flujos de Cooperación Internacional desde Argentina
La condición de oferente de Argentina, se potenció desde el inicio del nuevo
milenio. Tal es así, que se han desarrollado acciones de cooperación en administración y
gobernabilidad, derechos humanos y desarrollo sustentable. Las temáticas prioritarias de
cooperación desde Argentina son:
Agropecuaria
Ambiente
Salud
Educación
En cuanto a los receptores de esta cooperación, los principales destinos han sido
países de América Latina, como Paraguay, Haití, Bolivia y Perú.
Flujos de Cooperación Internacional hacia Argentina.
La Argentina, como país receptor de cooperación, no se encuentra en la lista como
prioritaria para donantes, debido a su clasificación como país de “renta media alta”. Esta
situación imprimido una dinámica singular a los flujos de cooperación internacional en los
últimos veinte años. Fluctuado vertiginosamente, marcado por la caída estrepitosa de los
mismos, a finales de la década del noventa y recuperándose para decaer de forma
decreciente en la década actual.
Gráfico de Ayuda Oficial al Desarrollo destinada a MERCOSUR 1990-2007 En
millones de dólares p const. 2007)
Fuente: RACI. Informe de Cooperación Internacional en Argentina, 2009.
Como se puede observar en el próximo gráfico, el retiro progresivo de los flujos
de AOD dirigidos Argentina, tienen su punto de inflexión durante el 2001, debido a la
priorización de la ayuda a países de menores ingresos. Sin dudas que esta situación, ha
restado posibilidades al desarrollo, y también ha coincidido con la angustiante crisis de
2001 y el proceso de recuperación económica y social hasta la actualidad.
Gráfico de Ayuda Oficial al Desarrollo destinada a Argentina 1990-2007
(En millones de dólares p const. 2007)
Fuente: RACI. Informe de Cooperación Internacional en Argentina, 2009.
Del mismo modo, la recuperación mencionada, ha estado acompañada de un
crecimiento económico sostenido, logrando alcanzar en menos de una década, la
restauración de los indicadores socioeconómicos, mejorando así condiciones de vida que
se habían visto deterioradas.
La evolución en los flujos de cooperación ha tenido su nivel más alto, durante el
2003 con 98 millones de dólares. Estas donaciones disminuyeron hasta 2008, como se
puede apreciar en el cuadro de evolución, no logrando superar los 80 millones de dólares
estadounidenses, cifras sistematizadas en base al informe de Cooperación Internacional en
Argentina, elaborado por RACI. Durante el 2009, de acuerdo a las estadísticas presentadas
por OCDE, el monto de AOD recibido fue de U$D 128 millones de dólares, colocando en
un nivel máximo el flujo de recepción.
Gráfico de la evolución en los flujos de cooperación hacia Argentina.
Fuente: Mapa y prioridades estratégicas de la cooperación internacional. RACI.(2010)
Entre los países destacados por los niveles de cooperación bilateral hacia
Argentina se encuentran: Japón, Italia, España y Alemania. A nivel multilateral,
principalmente los fondos recibidos son desde el Fondo para el Medio Ambiente Mundial
(GEF por sus siglas en inglés) y de la Unión Europea.
Las temáticas apoyadas por la cooperación internacional en Argentina, de
acuerdo al Informe de RACI, son:
1- Economía y DDHH (42,5%)
2- Educación (40, 19%)
3- Medio Ambiente (36,28%)
4- Reforma del Sector Público y Gobernabilidad (31,38%)
5- Salud (25,49 %)
6- Reducción de Pobreza e Inclusión (20,58%)
7- Cultura (19,60%)
8- Fortalecimiento de la Sociedad Civil (13,73 %)
9- Ciencia y Tecnología (11,76 %)
10- Transparencia y lucha contra la corrupción (7,85 %)
11- Responsabilidad Social Empresaria (3,93%)
12- Justicia y Seguridad (2,25%)
Temáticas apoyadas por la cooperación internacional en Argentina
Fuente: Mapa y prioridades estratégicas de la cooperación internacional. RACI.(2010)
En base a lo descripto hasta aquí, los flujos de cooperación internacional hacia y
desde la Argentina, se caracterizan por la Sustentabilidad, tanto para su destino y como
por su proyección. Para su destino debido a que se canalizan hacia la LUCHA CONTRA
LA POBREZA y PRESERVACIÓN DEL AMBIENTE. Por su proyección, dado que deben
asegurar que los proyectos, una vez retirada la cooperación, puedan subsistir y en la
medida de las posibilidades replicarse en otras regiones.
El desarrollo humano sustentable, conlleva una propuesta práctica y teórica del
desarrollo social y económico, que implica una perspectiva holística de análisis de la
sociedad. En efecto, una de las principales preocupaciones del análisis social, es la forma
como se accede, integra y construye la capacidad humana y capacidad social en
perspectiva de ampliar la equidad de oportunidades. Por todo esto, para la Argentina, en
su condición dual frente a la cooperación internacional, contribuye a la promoción del
desarrollo humano sustentable y por tanto a la concreción de los derechos humanos.
CONCLUSIONES
El concepto de los derechos humanos ha ido evolucionando de forma normativa
y de conciencia social, y esto ha permitido que el contenido y el alcance de los derechos se
amplíen y consagren en instrumentos jurídicos nacionales, regionales e internacionales. La
integralidad e interdependencia de los derechos humanos implican que todos los derechos
se relacionan entre sí para el desarrollo pleno del ser humano. Esto permite el acceso a
capacidades como las del derecho humano al medio ambiente sano, el disfrute de los
derechos a la vida, la dignidad y la salud. No se podrán desarrollar plenamente las
capacidades humanas en un ambiente en donde el aire y el agua estén contaminados, en
donde los suelos degradados o derrames de residuos tóxicos enfermen a las personas, en
donde las cambios en el clima atenten contra la seguridad alimentaria de quienes
dependen directamente de los recursos naturales.
El desarrollo será insustentable donde la justicia, la discriminación y la equidad
no coexistan, donde impere degradación ambiental, donde predomine la marginalización
y la pobreza. El ejercicio de los derechos humanos requiere capacidades que el desarrollo
puede hacer posibles. Por ello es necesario fortalecer la relación de interdependencia en el
eje de las políticas ambientales para garantizar el desarrollo humano sustentable.
El derecho y en especial los derechos humanos están dirigidos a fortalecer la
dignidad humana y a fomentar el desarrollo personal, sin ese objetivo los derechos
humanos pierden toda validez.
El derecho al desarrollo es un derecho humano y estos se ven sólo resguardados
con estrategias políticas que armonicen desarrollo sustentable y derechos humanos en un
todo coherente, multidimensional e interdependiente.
Del análisis de la situación de los flujos de cooperación en Argentina, se evidencia
la necesidad de incrementar la eficacia de la Ayuda al Desarrollo de la Cooperación
Internacional, la consolidación de nuevas modalidades de cooperación y los crecientes
logros de la cooperación horizontal, que constituyen el marco de la SUSTENTABILIDAD
para colaborar en la construcción de un mundo más justo, más sano y con las libertades y
oportunidades para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
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