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FORMA Y FUNCION No.2

PIERRE MAURICE BALMERUniversidad Nacional de Colombia

ELPERSONAJE DE ALEJANDRA EN LA NOVELA"SOBRE HEROES Y TUMBAS", DE ERNESTO SABATO

INTRODUCCION

Al leer "El tunel", publicado en 1948 cuando Ernesto Sabato tenia 37afios y acababa de abandonar definitivamente el campo cientifico de lafisica, nos encontramos frente a un relato escueto, corto, y de un estilotan directo que surge la tentaci6n de atribuirle poco valor literario.Hasta da la impresion de que el au tor 10 escribio con el afan de rompersu soledad y de aliviar su conciencia mediante una catarsis. Sinembargo, al terminar ellibro, ellector tiene la sensacion de que hay algoinconcluso; que esto no se puede quedar ahi. Muchos intuyeron -y 10comprendo muy bien- que "El tunel" era solo una especie de prologode una novela muy prometedora. Por esta razon, a Ernesto Sabato se lepregunto con frecuencia por que no publicaba otra novelaill. Hubo queesperar 13 afios, pero la paciencia de los lectores fue mas que premiadacon la publicacion de "Sobre heroes y tumbas", en 1961.

Es necesario leer esta novela para ver el florecimiento, el"epanouissement" del germen contenido en "El tune!". Si en ambasencontramos el tema de la soledad en la urbe, en "Sobre heroes ytumbas" esta urbe se vuelve multifacetica, la historia nacional de la Ar-gentina se convierte en el marco de los acontecimientos y los personjesson objeto de un profunda analisis a traves de monologos interiores, dedialogos, de analisis psicologicos reforzados por numerosas imagenesadmirablemente logradas, etc.

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El mismo Sabato reconoce:

Durante todos los afios quesiguieron a la publicacion de "Eltunel", me obsesionc un problemao historia que, en parte, ya habiatenido salida en esa novela, peroque estaba lejos, muy lejos, dehaber tenido su expresion inte-gral/2/.

(mas adelante)

Este problema 0 historia res-pondia, seguramente, a una preo-cupacion muy honda y confusapara que no me haya permitido lapaz ni el sosiego durante doceafios, ya que nada de 10 queescribi en ese lapso fue hecho conentera tranquilidad de conciencia.Los ensayos que publique fueron,como siempre son los ensayos,apenas expresion de la parte maslucida y abstracta de mi yo, laparte diurna y estrictamentemental. Lo otro seguia inexpresa-do y, fuera de 10 que fragmentaria-mente se manifesto en "EI tunel",presionimdome y angustiimdome.

(mas adelante)

Lo que se dice escribir, 10 heescrito en tres anos, pero estuvedando vueltas sobre el tema casidiez .. .13/.

"Sobre heroes y tumbas" es una gran novela, es la obra ficcional demayor envergadura de Ernesto Sabato/z/, la cual, por su riqueza decontenido y de expresion, es al mismo tiempo un fresco de la historiade Argentina plasmada en unos pocos personajes, entre los cuales sedestaca Alejandra, la protagonista que se podria calificar de invo-luntaria, pues sus relaciones algo misteriosas y hasta sospechosas

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para Martin, su comportamiento con el, y su suicidio, al parecer noparten de una intenci6n de perjudicar 0 beneficiar a sus allegados, ni dedar determinado rumbo a la acci6n.

"EI tunel' es un prologo a "Sobre heroes y tumbas"; asl el personajede Maris es la "semilla" de Alejandra que vamos a estudiar en estearticulo. Porque si en la primera novela el argumento y el desenlaceresaltan, en la segunda desaparecen detras de la multitud deinquietudes y de estudios de tipo psicol6gico, sociol6gico, politico,historico, etc. que emanan de su lectura detenida y fructifera.

1. Alejandra y sus relaciones

La personalidad de Alejandra que analizaremos en el segundocapitulo es el prototipo del antiheroe, personaje caracteristico denuestra sociedad de consumo.

En las sociedades primitivas, el hombre se somete a la naturaleza, alas creencias religiosas y a las tradiciones; rie, sufre, trabaja, pero todoesto hace parte de su vivir diario; no hay separaci6n entre la vidacotidiana y 10 trascendente. EI hombre es heter6nomo, y por 10 tantosabe sobrellevar los momentos dificiles porque encuentra un apoyo en 10trascendente, en el mito que tiene toda su fuerza. Todavia no hayseparaci6n entre el hombre y su mundo.

Ahora, ese mito en que confia el hombre primitivo llega a sercuestionado por la misma comunidad cuando hay cada vez mas interespor los sucesos en sl. Esta situaci6n se debe a circunstancias nuevas enque el hombre se ve obligado a tomar iniciativas, decisiones, se veobligado a luchar porque 10 mitico, 10 trascendente tradicional resultaahora insuficiente. Ej.: invasiones masivas, guerras sangrientas,cataclismos. Es una prueba de fuerza que obliga al hombre a realizarhechos, de los cuales pocos son capaces. Es cuando aparecen heroes enquienes la comunidad ve atributos divinos (ej. los semidioses). Elhombre ya no es totalmente heter6nomo sino auto-heter6nomo. Es unaepoca de crisis, la cual, de ser superada, desemboca en una terceraetapa: la etapa historica.

La etapa historica es la que vivi6 Grecia, Roma y la que estamosviviendo desde el Renacimiento. El hombre que era heter6nomo, luegoauto-heter6nomo, llega a ser aut6nomo; es artesano de su propiodestine, teniendo en cuenta 0 rechazando libremente los principiosreligiosos. Ser extremadamente hist6rico equivale a ser extremadamen-te aut6nomo; lolo somos hoy en dis? Si, cuando de nuestra vidadescartamos a Dios, cuando desconocemos las leyes, los valores

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morales, los principios de vida, para obrar a nuestro antojo, 0creyendonos capaces de guiarnos solos. Pero entonces la vida ensociedad se convertiria en un verdadero infierno y no tardaria endestruirse.

De manera que debemos ser solo relativamente autonomos, so penade vernos aislados, desamparados, y de desesperarnos, 10 quefacilmente conduce al suicidio que resulta del sentido tragico de la vida;tragico porque el individuo, demasiado autonomo, no encuentra refugiosolido y perdurable; el mito protector y guia de su vida ya no existe;ahora es un antiheroe.

En el caso de la Argentina, hay que tener en cuenta que en ese pais

no hubo ricas ni poderosascivilizaciones antes de la Conquis-ta, y las ciudades se construyeronsobre la nada, 0 sobre esa especiede metafora de la nada que es eldesierto. Asi surgieron estasciudades monotones y cuadricu-ladas/4/.

Las etapas de desarrollo de que hablamos son naturalmenteexplicaciones muy generales y son una base en la cual cada individuodesarrolla caracteristicas particulares. Se afirma con frecuencia que loschinos son de tal manera, los japoneses de tal otra, y asi para losalemanes, los italianos, los arabes, los espafioles, etc. Sin embargo, alanalizar nuestra propia comunidad y al conocer otras, llegamosrapidamente a la conclusion de que hay en todas partes toda clase degente. Todo grupo humano, desde un curso de 20 alumnos hasta unpueblo entero, ofrece un mosaico de caracteristicas individuales perotiene, ademas, caracteristicas colectivas peculiares de la comunidadcomo trasfondo.

EI medio en que crecio y vivio Alejandra nos va a ayudar acomprender su personalidad.

1.1. M edio familiar y ascendencia

Ella (Alejandra) habia nacidomadura, 0 habia madurado en suinfancia, al menos en ciertosentido; ya que en otros sentidosdaba la impresion de que nunca

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maduraria; como si una chica quetodavia juega con las mufiecasfuera al propio tiempo capaz deespantosas sabidurias de viejo/5/.

Esta breve informacion permite entrever una nifiez trastornada porun hogar inestable. En efecto, cuando tenia 5 afios, su madre falleci6; yseis afios mils tarde, sorprendi6 a su padre con otra mujer;posiblemente los dos ya habian tenido relaciones antes de morir lamadre de Alejandra, A raiz de este desagradable incidente, Alejandra seescape de su casa. Cae en manos de la policia y, por intervencion de sutia Teresa, es internada en un colegio. Su fervor religioso se despierta yllega hasta el fanatismo ciego; pero mas tarde se va apagando hasta laperdida total de la fe. Y es asi como la vemos allado de Martin.

En cuanto al linaje, Alejandra pertenece a la clase alta en plenadecadencia y su historia se confunde con la del pais/6/. Pero estadecadencia no ha afectado a toda su familia; esto se hace patente a raizdel suicidio de Alejandra y de su padre Fernando:

Los Acevedo habian tomadorapidas decisiones, indignados y.asustados por la informacion delos diarios de la tarde (no tantopor el hecho mismo, porque,supuso Bruno, a los Acevedo nopodria sorprenderles nada de 10que proviniera de aquella familiade locos y degenerados), informa-cion que proyectaba una ola deescandalo y de habladurias sobretoda la familia, aunque mas nofuera que por ellejano parentesco.

De modo que ellos, la rama ricay sensata, que siempre habiantrabajado con eficacia para queaquella desagradable parte de lafamilia se mantuviese en elanonimato [hasta el punto de queeran muy pocos los que en lasociedad de Buenos Aires cono-clan su sobrevivencia y, sobretodo, su parentesco), se encontra-ban de pronto con semejante

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escandalo en la cronica policial. Demodo que (seguia pensando Bru-no) se habrian apresurado allevarselos a Don Pancho, al Bebey hasta a la propia Justina paraque no quedaran rastros y con elfin de que los periodistas nopudieran obtener partido de aque-llos seres irresponsables/7 /.

Ahora, esta rama degenerada de la familia de Alejandra es la queSabato da a conocer porque son las personas con quienes ella vive en elbarrio Barracas: su padre Fernando, un desequilibrado y un fracasadocomo padre y como esposo; el tio Bebe, un loco manso que toea clarinetea deshoras, el bisabuelo Pancho, ya invalido por su edad muy avanzada,y la vieja sirvienta Justina.

Para Alejandra, es una familia de locos, pero la violencia ha sido lacausante de esta degeneraci6n: en tiempos del dictador Rosas, elcoronel Bonifacio Acevedo, tio abuelo del bisabuelo Pancho, victima deuna denuncia, fue degollado alllegar a Buenos Aires. Luego los de laMazorca golpearon a la ventana de su casa y, cuando abrieron, tiraronla cabeza a la sala. Encarnacion, la esposa, se murio de la impresion yEscolastica, la hija, se volvio loca y vivio ochenta alios encerrada con lacabeza de su padre guardada entre un cajon. Nunca salio, pues lellevaban los alimentos y le hacian el aseo.

Y de boca del bisabuelo Pancho, Martin se entera dellinaje directo deAlejandra: es tataranieta del capitan Olmos, de origen Ingles con elapellido Elmtrees que luego tradujo, hispanizandolo en Olmos; elalferez combatio en la Guerra Civil a ordenes del general Lavalle, aprincipios del siglo XIX.

1.2. Personajes en torno aAlejandra.

Si Alejandra pertenece ala rama "enferma" de una familia argentinaprestigiosa, hay personajes de otros estamentos sociales en torno a ella.Por ejemplo Molinari y Bordenave, empresarios de la burguesiaacaudalada; los parasites Quique, especie de fantoehe tragico, yWanda, mezquina y frivola. Luego tenemos la clase media de bajosrecursos como Bruno y Martin. Y finalmente las clases populares conChichin, D' Arcangelo, Tito, Bucich, etc.l8/.

De estos personajes, algunos se destacan como Bruno y Martin, dequien hablaremos mas detalladamente en el pun to siguiente puesto quees el segundo protagonista despues de Alejandra.

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Bruno es bastante mayor de Martin y posee una sabiduria de la vidaque tiene sus raices en experiencias ajenas. Es muy altruista y escuchasiempre con interes a Martin que le cuenta sus relaciones con Alejandra.Pero su sensatez tiene un fondo de melancolia. Por ejemplo, cuandoreflexiona sobre la esperanza de Martin de volver a ver a Alejandra:

La "esperanza" de volver a verla(reflexiono Bruno con melancoli-ca ironia). Y tambien se dijo: "noseran todas las esperanzas de loshombres tan grotescas comoestas? Ya que, dada la indole delmundo, tenemos esperanzas enacontecimientos que, de producir-se, solo nos proporcionarian frus-tracion y amargura; motivo por elcual los pesimistas se reclutanentre los ex esperanzados, puestoque para tener una vision negradel mundo hay que haber creidoantes en el yen sus posibilidades.y todavia resulta mas curioso yparadojal que los pesimistas, unavez que resultaron desilusionados,no son constante y sistematica-mente desesperanzados, sino que,en cierto modo, parecen dispues-tos a renovar su esperanza a cadainstante, aunque 10 disimulendebajo de su negra envoltura deamargados universales, en virtudde una suerte de pudor metafisico;como si el pesimismo, paramantenerse fuerte y siempre vigo-roso, necesitase de vez en cuandoun nuevo impulso producido poruna nueva y brutal desilusi6n/9/.

Bruno aparece a todo 10 largo dellibro, analizando y comentando lossentimientos de Martin, ala luz de los principios universales de vida.

Es un personaje singular, unpoco el que mueve los hilos deestas vidas y las agita antenosotros, en gran parte Sabatomismo, con sus ideas, sus criticas,su pensamiento existencial/2/.

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Otro personaje fuerte en el ambito de Alejandra es Fernando, supadre, que hizo sufrir mucho a Georgina, su esposa y prima carnal, ytambien a Alejandra. De el, Bruno dice:

No era de esa clase de seres que sepuede ver pasar a nuestro lado conindiferencia; instantaneamentenos atraia 0 nos repelia, y por 10general de los dos modos a la vez.Habia en el como una fuerzamagnetica, que podia ser deatraccion 0 de repulsion, y cuandoentraban en su zona de influencia,personas contemplativas 0 vaci-lantes como yo, eran sacudidas,como las pequefias brujulas queentran en regiones convulsionadaspor tormentas magneticas. Paracolmo, era un individuo cambian-te, que pasaba de los mas grandesentusiasmos a las mas profundasdepresiones. Esa era una de susden contradicciones. De prontorazonaba con una logica de hierro,y de pronto se convertia en undelirante que, aun conservandotodo el aspecto del rigor, llegabahasta los disparates mas inverosi-miles, disparates que sin embargoIe parecian conclusiones normalesy verdaderas. De pronto legustaba conversar brillantemente,y en cierto momento se convertiaen un solitario al que nadie sehabria atrevido a dirigirle lapalabra/Ll /.

Por otra parte, Fernando tenia una pasion por la alquimia y la magia,pero se caracterizaba mas que todo por una morbosidad en todo 10 quedirecta 0 indirectamente tuviera referenda con los ciegos. Por algo, uncapitulo de 160 paginas, mas de la cuarta parte de la novela, titulado"Informe sobre ciegos", relata la obsesion de Fernando y su odisea porlos subterraneos laberinticos y fangosos de la secta de los ciegos: puesel siente simultaneamente atraccion y repulsion por la ceguera y laoscuridad.

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En cuanto a las relaciones entre Fernando y Georgina, la madre deAlejandra, indefensa, dulce y pasiva, Sabato nos da el siguiente cuadro:

Aquella pobre criatura ejecutabaciegamente, como hipnotizada, lasordenes de Fernando.

Ahora, despues de treinta afios,trato todavia de comprender larelacion exacta que habia entreellos dos, y me es imposible. Erancomo dos universos opuestos, sinembargo, de algun modo estabanentraftablemente unidos por unvinculo ininteligible, pero podero-so. Fernando la dominaba, pero nopodria afirmar que fuese unica-mente un pavor sagrado 10 que aella ataba a su primo: a veces meparece que en Georgina existiauna especie de compasion, l.Com-pasion por un monstruo comoFernando? S1. Ella huia de prontode sus actos demoniacos, y la hevisto llorar horrorizada en algunoscuro rincon de la casa deBarracas. Pero tambien la recuer-do defendiendolo con maternaleriergia cuando yo 10 atacaba, "Noimaginas cuanto sufre", me decia.Ahora, considerando serenamentesu personalidad y muchos de susactos, admito que, en efecto,Fernando no tenia esa fria indife-rencia que dicen caracteriza a loscriminales natos; ya le dije antesque mas bien se tenia la sensacionde una caotica y desesperadalucha interior. Pero debo confesar-le que no tengo la suficientegrandeza de alma para compade-cer a seres como Fernando. Esagrandeza la tenia, en cambio,Georgina/12/ .

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1.3. Martin.

Es el otro protagonista que, a veces, se convierte en el primerprotagonista. Como veremos, es un personaje paciente e idealista, quesiempre sufrira, resignado, la frialdad, la hosquedad y los arrebatos delcaracter de Alejandra.

Martin hacia un gran esfuerzopara no recrirninarle nada, porquesabia que cualquier recriminacionseria contraproducente. Pero laspalabras surgian desde el fondo desu espiritu con silenciosa peroindomable fuerza.

(mas adelante, a Alejandra)

Prefiero que vos misma digascuando podremos vemos/13/.

(hablando de Alejandra)

Martin la observe en silencio,entristecido por las sombras quesiempre se movian detras deciertas frases de Alejandra/14/.

Martin busca afanosamente, aunque sin mucha esperanza, el arnor deAlejandra. Una vez dijo a Bruno, despues de la tragedia del mirador deBarracas:

Sufri con ella tanto que muchasveces estuve al borde del suicidio.Y, no obstante, aun asi, aunsabiendo de antemano todo 10 queluego me sucedio, habria corrido asu lado. Ella me fascinaba comoun abismo tenebroso y si medesesperaba, era precisamenteporque la queria y la necesi-taba/15/.

Pero Martin arrastra tambien otra clase de sufrimiento. CuandoAlejandra se arriesga a preguntarle que hacen sus padres, el se sienteincomodo para contestar, y Alejandra se da cuenta de ello. Despues de,

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vacilar, le dice que su padre es pintor, pero empleando esta palabracomo para salvar las apariencias. En cuanto a su madre, le contesta envoz baja que es una cloaca y termina diciendo:

Siempre fui un estorbo; desde quenaci/16/.

En realidad, Martin y su padre eran, como dice Sabato, dos islascercanas pero separadas por un abismo profundo.

Volviendo a sus relaciones con Alejandra, Martin conserve siempresu idealismo con respecto al amor; esto tuvo que ayudarle a aceptar conresignacion las citas cada vez mas espaciadas, las citas sin cumplir 0inexplicablemente aplazadas de Alejandra. Asi pudo tambien, aunquecon mucho esfuerzo, sobrellevar el incidente de Bordenave (p. 223).

Pero por fin, sobreponiendose de manera admirable, logra arrancarleun secreto de tantos que ella guardaba y que 10 hacian sufriratrozmente: persiguiendola decididamente, obtiene que ella le confiese10 que venia rodeando del mayor misterio: Fernando es su padre. Elnombre de Fernando venia obsesionando a Martin porque un diaAlejandra alcanzo a pronunciarlo delante de el, pero inmediatamentecambio de tema, esperando asi salvar la situacion, Desde ese dia,Martin queda intrigado hasta que la ve con el y la obliga a decir laverdad.

Pero a pesar de que ella parecia despreciarlo, 10 necesitaba, quizaporque encontraba en el un ser idealista y desinteresado.

2. La Personalidad de Alejandra, sintesis de la Realidad Nacional

Como dijimos en la introduccion, "Sobre heroes y tumbas" es unaampliacion considerable y adaptada de "El tunel' ,. En el personaje deAlejandra, Sabato adquiere una tecnica polif6nica/l/. Paralelamente ala historia de Martin-Alejandra se desenvuelve la marcha de Lavalle ysu legion y -desde la epoca de Rosas (primera mitad del siglo XIX)hasta los afios del peronismo- el drama de la Argentina. Esta tierraentrafiable y exasperante aparece como un rostro amado bajo losesputos y las magulladuras, herida, nobilisima en "Sobre heroes ytumbas". No como una entidad separada, sino como la urdimbre en latrama misma de las vidas de sus personajes/2/. La voluntad de asumirel pais entero, su realidad total, es una de las notas mas ambiciosas de"Sobre heroes y tumbas". Es 10 que vamos a examinar, haciendo unanalisis de Alejandra y de la realidad argentina.

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2.1. Los lugares que frecuenta Alejandra:

Alejandra es una mujer que camina por las calles de Buenos Aires,que entra en los bares, que se detiene junto al rio, que desempefia untrabajo extrafio con Wanda, actividad reprobada por Martin, pues escuando mas lejana la siente. Pero ella tambien 10 lleva al mirador deBarrancas antes del enfriamiento de sus relaciones con el: revive alli lahistoria tragica de su familia como la busqueda de un hogar que notuvo.

En los bares, estando con Martin, se va repentinamente, dejandoloahi, despidiendose 0 rnarchandose con el para otro bar. Alli, en esoslugares publicos, se debaten muchos problemas politicos, discusionesen que Alejandra no toma interes y Martin tampoco, pero que por sufrecuencia y su extension en la obra de Sabato, ayudan al lector aintegrar a los protagonistas en este panorama. Volveremos masadelante sobre estos planteamientos politicos.

2.2. Comportamiento de Alejandro:

A partir del punto 1.3., hemos aludido con cierta frecuencia alcaracter de Alejandra, pero ha llegado el momento de detenernos en esteaspecto en forma mas sistematica.

2.2.1. Su caracter uerstitil. Jacques Joset afirma que es un personajemuy ambiguo/ll. Por 10 menos, Martin nunca sabe a que atenerse conella, y en la Novela la conocemos a traves de el. Como veremos, es de unhumor muy variable; humilla, increpa a Martin que aparentementeconserva su calma y acepta estos duros tratamientos; pero a veces,pocas veces, como un oasis de serenidad en su genio tormentoso, tieneuna palabra amable con el, una palabra de tanto alcance que parececubrir todas las demas injurias:

(a Martin) Aunque por otro lado pienso que (p. 27)no deberia verte nunca. Pero tevere porque te necesito.

(en otro contexto)

Martin, dijo Alejandra, estoy (p.134)muy, muy cansada, quisiera dor-mir, pero no te vayas. Podesdormir aqui, a mi lado.

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Sos un santo, dijo ella, acurrucan-dose a su lado.

Y Bruno, al escuchar de Martin la terrible historia de sus relacionescon AIejandra y su tragica muerte, comentaba:

Todo habia sido inexplicable. Con (p. 48)ella nunca se sabia, se encontra-ban en lugares tan absurdos comoel hall del Banco de la Provincia 0el puente Avellaneda. Y a cual-quier hora: a las dos de la manana.Todo era imprevisto, nada sepodia pronosticar ni explicar: nisus momentos de broma, ni susfurias, ni esos dias en que seencontraba con el y no abria laboca, hasta que terminaba porirse. Ni sus largas desapariciones."Y sin embargo -agregaba- hasido el periodo mas maravilloso demi vida". Pero el sabia que nopodia durar porque todo erafrenetico y era lose 10 habia dichoya?, como una sucesion de estalli-dos de nafta en una nochetonnentosa. Aunque a veces, muypocas veces, es cierto, pareciapasar momentos de descanso a sulado como si estuviera enfenna yel fuera un sanatorio 0 un lugarcon sol en las sierras donde ella setirase al fin en silencio. 0 tambienaparecia atonnentada y pareciacomo si el pudiese ofrecerle agua 0

algun remedio, algo que le eraimprescindible, para volver unavez mas a aquel territorio oscuro ysalvaje en que parecia vivir.

2.2.2. Necesidad de la presencia de Martin. Alejandra sufre crisis deepilepsia y parece que la unica persona que la comprende es Martin. AIparecer, Molinari, Bordenave y Fernando, su propio padre, la querianpor el puro placer sexual. En cambio, Martin que no tenia nada que

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esperar de ella por este lado, le brindaba un amor sincero ydesinteresado. Compartia su desdicha. Su sentimiento era mucho masprofundo que el de ella: fuera de sus malestares, ella 10 humillaba, 10despreciaba. En el sufrimiento fisico 0 moral, sabia apreciar 10 que enotros momentos despreciaba: seres dotados de virtudes que habianescaseado mucho, que ya no eran sino excepciones. Martin, con suidealismo, era de esos pocos vestigios anticuados en momentos defelicidad inadvertida, pero cum maravillosos en la depresi6n 0 elmalestar fisico.

Asi era tambien con la cabeza del comandante Bonifacio Acevedo deque hablamos en el primer capitulo (1.1.):

Dice Alejandra: Es una hermosa cabeza y te dire (p. 56)que me hace bien verla de vez encuando, en medio de tanta basura(sentido propio y figurado). Aque-llos al menos eran hombres deverdad y se jugaban la vida por 10que creian.

2.2.3. El hermetismo de Alejandra. Va aumentando cada vez mashacia Martin. Al principio, habla mucho se su familia, pasa ratos largosen su compafiia y Ie presenta a su bisabuelo Pancho, al tio Bebe, yluego, quiza por ir deshaciendose de el, le presenta a Bruno, Molinari,etc. Ella espacia cada vez mas sus citas con Martin; este sufre concierta paciencia esta situacion: la llama, la busca, pero sin sercorrespondido; ella se manda negar, 0 da vagas disculpas, 0

sencillamente no cumple la cita, 0 si la cumple se va repentina einexplicablemente. Este misterio que la rodea se hace cada vez masespeso e impenetrable. Sin embargo, hacia el final, viendo sudesconcierto, le dice abiertamente que no quiere verlo mas:

No, Martin. Es mejor que no nos (p.262)veamos mas. Porque tarde 0

temprano tendrlamos que separar-nos en forma todavia poor. Yo nopuedo dominar cosas horribles quetengo dentro.

2.2.4. Otras caracteristicas. De 10 anterior se desprende que Alejandraes egoista; su necesidad de la presencia de Martin 10 demuestraclaramente (2.2.2.). Es bastante hosca con Martin porque, como dijimosen ese punto, 10 desprecia cada vez mas, a medida que se va hundiendo

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en ese mundo de relaciones reprobables. Como veremos mas adelante, lavida de Alejandra es un descenso moral: en el colegio donde fueinternada por su tia Teresa, paso por una etapa de fervor religiosociego; queria ser misionera, casarse, pero jamas tener hijos por pudorante el acto sexual y enfrentar grandes peligros, como los heroes, comosus antepasados. Ahora ya no creia en nada y habia tornado el caminode la facilidad: relaciones sexuales lucrativas/17/, antojos cada vez masmarcados, egoismo, etc. Quiza su enfermedad (tomaba pildoras, p. 64)era psicologica; despues del colegio, l.quiim la amaba con sinceridadfuera de Martin? Nadie.

Abocada a Ia soledad, sobre todo en la gran ciudad de Buenos Aires,ella habria necesitado un companero como Martin, pero mas decidido,mils emprendedor, y con mils autoridad sobre ella, una autoridadcondicionada por buenas intenciones, por un deseo de dignificar la vidade ambos.

2.3. Alejandro y laArgentina.

Martin tambien se sentia solo:

Se interrogaba sobre todo: sobre (p.217)la vida y la muerte, sobre el amory el absoluto, sobre su pais, sobreel destino del hombre en general.Pero ninguna de estas reflexionesera pura, sino que inevitablementese hacia sobre palabras y recuer-dos de Alejandra, alrededor de susojos grisverdosos, sobre el fondode su expresion rencorosa ycontradictoria. Y de pronto pare-cia como si ella fuera la patria, noaquella mujer hermosa pero con-vencional de los grabados simboli-cos. Patria era infancia y madre,era hogar y temura; y eso no 10habia tenido Martin; y aunqueAlejandra era mujer, podia haberesperado en ella, en algunamedida, de alguna manera, el calory la madre; pero ella era unterritorio oscuro y tumultuoso,sacudido por terremotos, barrido

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por huracanes. Todo se mezclabaen su mente ansiosa y comomareada, y todo giraba vertigino-samente en torno de la figura deAlejandra, hasta cuando pensabaen Peron y en Rosas, pues enaquella muchacha descendiente deunitarios ysin embargo partidariade los fe~rales, en aquellacontradictoria.y viviente conclu-sion de la historia argentina,parecia sintetizarse, ante sus ojos,todo 10 que habia de caotico y deencontrado, de endemoniado ydesgarrado, de equivoco y opaco.

En cuanto a Bruno, tambien se dedicaba a reflexiones en torno aMartin, Alejandra y el mismo:

Bruno, a! que se aterraba, a! que (p.218)miraba con anhelante interroga-cion, parecia estar carcomido porlas dudas, preguntimdose perpe-tuamente sobre el sentido de laexistencia en genera! y sobre el sery el no ser de aquella oscura regiondel mundo en que vivian ysufrian: el, Martin, Alejandra, ylos millones de habitantes queparecian ambular por BuenosAires como en un caos, sin quenadie supiese donde estaba laverdad, sin que nadie creyesefirmemente en nada; los viejoscomo don Pancho (pensaba Bru-no) viviendo en el suefio delpasado, los aventureros haciendofortuna sin importarseles de nadani de nadie, los cinicos profesoresque se adaptaban a! nuevo ordenensefiando 10 que antes habianrepudiado, los estudiantes luchan-do contra Peron y aliandose dehecho con hipocritas y aprovecha-

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dores defensores de la libertad, ylos viejos inmigrantes sofiando(tambien elIos) con otra realidad,una realidad fantastica y remota,como el viejo D'Arcangelo, mirando hacia aquel territorio yainalcanzable y murmurando.

Addio padre e madre,addio sorelle e fratelli

2.4. La realidad argentina.

A 10 largo de la Novela que es un fresco de la vida argentina, ya queen ella no solo desfilan tipos humanos propios de ese pais sino que sediscuten los problemas que aquejan a sus habitantes/18/, tenemos losrelatos del bisabuelo Pancho sobre el pas ado heroico de la Argentina, laafioranza de los hombres valiosos simbolizados en la cabeza deBonifacio Acevedo, las reflexiones de Bruno, las discusiones a vecesacaloradas en los cafes, etc.

2.4.1. Los inmigrados y la aiioranza del suelo natal.

l,Que es la Argentina? Preguntas a (p. 219)las que muchas veees Ie responde-ria Bruno, diciendole que laArgentina no solo era Rosas yLavalle, el gaucho y la pampa,sino tambien iYde que manera! elviejo D'Arcangelo con su galeritaverde y su mirada abstracta, y suhijo Humberto J. D' Arcangelo,con su mezcla de eseepticismo yternura, resentimiento social einagotable generosidad, sentimen-talismo facil e inteligeneia analiti-ca, cronica desesperanza y ansiosay permanente espera de ALGO."Los argentinos somos pesimistas(deeia Bruno) porque tenemosgrandes reservas de esperanzas yde ilusiones, pues para ser pesi-

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mista hay que previamente haberesperado algo. Esto no es unpueblo cinico, aunque estillleno decinicos y acomodados; es mas bienun pueblo de gente atormentada,que es todo 10 contrario, ya que elcinico se aviene a todo y nada leimporta. AI argentino le importatodo, por todo se hace malasangre, se amarga, pro testa, sien-te rencor. EI argentino estadescontento con todo y consigomismo, es rencoroso, esta lleno deresentimientos, es dramatico yviolento. Si, la nostalgia del viejoD'Arcangelo -comentaba Bruno,como para si mismo- ... Pero es

'que aqui todo era nostalgico,porque pocos paises debia de ha-ber en el mundo en que ese senti-miento fuese tan reiterado: en losprimeros espafioles, porque afiora-ban su patria lejana; luego, en losindios, porque afioraban su tiber-tad perdida, su propio sentido dela existencia; mas tarde, en losgauchos desplazados por la civili-zacion gringa, exiliados en supropia tierra, rememorando laedad de oro de su salvajeindependencia; en los viejos pa-triarcas criollos, como don Pan-cho, porque sentian que aquelhermoso tiempo de la generosidady de la cortesia se habia converti-do en el tiempo de la mezquindady de la mentira; y en los inmigran-tes, en fin, porque extrafiaban suviejo terrufio, sus costumbresmilenarias, sus leyendas, susnavidades, junto al fuego. Yl,como no comprender al viejoD'Arcangelo? Pues a medida quenos acercamos a la muerte tam-bien nos acercamos a la tierra, y

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no a la tierra en general, sino aaquel pedazo, a aquel infimo(!pero tan querido, tan afiorado!)pedazo de tierra en que transcu-rr io nuestra infancia, en quetuvimos nuestros juegos y nuestramagia, la irrecuperable magia dela irrecuperable nifiez. Y entoncesrecordamos un arbol, la cara dealgun amigo, un perro, un caminopolvoriento en la siesta de verano,con su rumor de cigarras, unarroyito. Cosas asi. No grandescosas sino pequefias y modestisi-mas cosas, pero que en esemomento que precede a la muerteadquieren increible magnitud, so-bre todo cuando, en este pais deemigrados, el hombre que va amorir solo puede defenderse con elrecuerdo, tan angustiosamenteincomplete, tan transparente ypoco carnal, de aquel arbol 0 deaquel arroyito de la infancia; queno solo estim separados por losabismos del tiempo sino porvastos oceanos. Y asi nos es dadover a muchos viejos como D'Ar-cangelo, que casi no hablan y todoel tiempo parecen mirar a 10 lejos,cuando en realidad miran haciadentro, hacia 10 mas profunda desu memoria. Porque la memoria es10 que resiste al tiempo y a suspoderes de destruccion, y es algoasi como la forma que la eternidadpuede asumir en ese incesantetransite.

ltalianos, alemanes, rusos, etc.; la Argentina ha sido un gran polo deatraccion para los emigrantes europeos, y la gran mayoria de ellos havivido una vejez como la de D' Arcangelo, Y Alejandra, como ya 10hemos visto, afiora tambien sus antepasados heroicos. Se siente sola enun mundo que avanza como un ciego gigante; sus antepasados,gloriosos 0 derrotados, 0 muertos en el campo de batalla sabian, por 10

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menos, por que luchaban, asi ganaran 0 perdieran, pero ternan unameta. En cambio ahora, la meta habia sido alcanzada (los heroes habiansacrificado su vida por una causa que consideraban nobillsima); es mas,habia sido superada, y desde ese momento habia empezado la nada, elvacio: el mar sin limites de las ilusiones vanas con su abismo dedesengafios, donde Alejandra, asi como Martin, flotaban a la deriva, ypor esta razon el uno era la tabla de salvacion del otro; por 10 menos asi10 sentian, Pero si para el, Alejandra podia ser una verdadera tabla desalvacion -podia porque nunca 10 fue- para ella, muy pronto, Martinse convirtio en un espejismo. Pero volveremos sobre este punto.

2.4.2. Contradicciones. Hablando de Alejandra, Sabato dice:

Todo se mezclaba en su mente (p. 217)ansiosa y como mareada, y todogiraba vertiginosamente en tornode la figura de Alejandra, hastacuando pensaba en Peron y enRosas, pues en aquella muchachadescendiente de unitarios y sinembargo partidaria de los federa-les, en aquella contradictoria yviviente conclusion de la historiaargentina, parecia sintetizarse,ante sus ojos, tod~ 10 que habia decantico y de encontrado, deendemoniado y desgarrado, deequivoco y opaco.

Las contradicciones parecen ser una tradicion en la Argentina: asi, en"Facundo", Faustino Domingo Sarmiento ya las analizo y basta conobservar la Argentina de hoy para ver que los grandes problemassiguen convulsionandola, Pero observando la historia universaly el mundo actual, tal como 10 analizo Faustino Domingo Sar-miento, vemos que efectivamente hay contradicciones mas 0 menosmarcadas, en diferentes aspectos, tanto a nivel colectivo comoindividual. Sarmiento compara varios hechos con acontecimientos de laAntigtiedad para demostrar que la humanidad es y sera siempre 10 quees y que los cambios son un retorno, en su fundamento. Y "que. es lahumanidad? Es el individuo, es la sociedad, es Alejandra, es laArgentina. Asi, no interesa saber si un ser humano 0 una comunidadtiene contradicciones porque es obvio que las tiene, por nuestracondicion de humanos imperfectos. Lo interesante es analizar, a nivel

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individual y colectivo, cuales son esas contradicciones y que incidenciatienen en el individuo y en la sociedad.

3. Significacion de "Sobre Heroes y Tumbas"

Sean cuales sean las contradicciones de que hablamos al final delcapitulo anterior, hay una fuerza inexpugnable que es la literatura. Estase puede dar solo ahi donde el espiritu es una potencia en si/19/. Enefecto, Sabato tiene el merito de haber sintetizado, en unos personajes,el panorama tan complejo de la Argentina, desde el siglo pas ado hastanuestros dias, dejando un campo amplio para innumerablesinquietudes. Vamos a debatir algunas de ellas.

3.1. La soledad.

Tanto en "El tune!" como en "Sobre heroes y tumbas", la soledad, elsentimiento de la soledad, atraviesa toda la obra. Yen ambas novelas,parece que es el hombre el que mas la sufre; Pablo Castel y Martin, peroen realidad la principal victima es Alejandra. Ella tiene su circulomisterioso de relaciones que la aparta cada vez mas de Martin, y por esopodria creerse que le sobra compafiia, sobre todo cuando 10 varechazando cada vez mas. Pero a ella no le satisface ni la presencia deMartin, ni la de nadie; su soledad moral, espiritual, es demasiadogrande para que Molinari, Bordenave, Fernando 0 el propio Martin lapuedan erradicar. Quiza Martin es el mas consciente de ella y por eso esel que le brinda a Alejandra el amor mas desinteresado y mas profundo,pero tambien se da cuenta de que su poder es limitado, que no lograsiquiera mover los nubarrones estancados en el corazon de Alejandra, yeso 10 mortifica. Por eso la busca afanosamente, y cuando ella 10rechaza, espaciando las citas cada vez mas, el quiere que ella le de unaoportunidad mas. Martin es idealista y esto, con la ayuda de Bruno, esun lenitivo moral. En cambio, Alejandra no encuentra satisfaccion porninguna parte: un hogar deshecho, ideales de adolescencia frustrados, yel carifio de Martin llego cuando ya era tarde.

El unico consuelo en este amor sin futuro, tanto para Pablo comopara Martin, es que ambas se dan cuenta del mal que les causa sucomportamiento, que este mal es peor -por 10 menos para ellas- quela soledad que ellos sufririan lejos de ellas. A esta toma de conciencia departe de Maria y de Alejandra, Angelica Correa la llama "elementomaternal".

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"Tengo miedo de hacerte muchomal" (Maria a Pablo)"Te haria mucho, pero muchisimomal" (Alejandra a Martin)/20/.

Este sentimiento matemalllega hasta Ia temura en Alejandra:

"Mira, Martin, yo me separare devos, pero no creas nunca cosasequivocadas sobre nuestra rela-cion. Martin, te dije una vez que tequiero, que te quiero mucho. No teolvides de eso. Yo jamas digo 10que no creo/21/.

Quiza esta toma de conciencia es una consecuencia de su madurezprematura de que hablamos en el primer capitulo. Sea como sea, ella esun producto tipico de la gran urbe, desprovista de mito, de calorhogarefio:

Es grande la proporcion de gentesolitaria y aislada, y el hombreurbano, reducido a un estado deimpotencia virtual como indivi-duo, esta condenado, para obtenersus fines, a empeiiarse en lograruna union en grupos organizadoscon otros individuos de interesessimilares/22/ .

Pero hemos visto que dichos grupos no son la panacea.

3.2. El otro "yo".

La comunicacion "con otro yo, con alguien igualmente libre, con unaconciencia similar a la suya" es -admite Sabato- el unico modo deescapar a la soledad, y tal vez a la locura/23/. Para el, el medio decomunicacion mas efectivo es el amor, pero un amor intimo, donde hayentrega del cuerpo y del alma. Y la tragedia en Sabato es precisamenteque los protagonistas no llegan ni al umbral y se sabe que nunca

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llegaran, El hombre si es capaz de una tal entrega, pero tropieza con elhermetismo y el rechazo de la mujer. Ella es entonces el obstaculo en laentrega mutua y total de dos seres.

3.3. Aspiracion de 10absoluto.

La aspiracion de 10 absoluto implica el amor total absoluto de 10absoluto, si no, se queda solo en 10 relativo/24/. Alejandra la tenia, peroluego la perdio, antes de conocer a Martin. Este, en cambio, no la tenia;feo fisicamente, nacido de una madre-cloaca que 10 humillaba, sinformacion ni aspiracion definida, estuvo a punto de suicidarse. Quiza elamor por Alejandra dio a su vida un sentido: 10 oblige a luchardesesperadamente para ser correspondido a medias, y eso pudodespertar en el cierto idealismo, esta busqueda de 10 absoluto,alimentada por su temperamento misantropico. Ahora la amistad deBruno, abulico, melancolico, pero profundo conocedor de las vicisitudesde la vida, pudo tal vez evitar que la muerte de Alejandra 10enloqueciera.

Al final, sigue con la busqueda de sus ideales, marchandose conBucich para la desertica Patagonia.

Conclusiones

La gran literatura de nuestrotiempo es eminentemente metafi-sica y sus problemas son losproblemas esenciales del hombre ysu destino/25/.

Esta afirmacion universaliza la literatura, ya que parte del hombre ydebe aplicarse al hombre en general. "Sobre heroes y tumbas" tieneefectivamente dimension y alcance universal, y la prueba ha sido sustraducciones a diferentes idiomas.

Sin embargo, el color local no puede faltar. No afecta el aspectouniversal sino, al contrario, 10 refuerza, porque las partes ayudan aconocer mejor el todo, e inversamente el todo echa una luz objetivasobre las partes. Ademas, sea donde sea, hay color local que, en nuestromundo, consiste en elementos y fenomenos universales en su fondo,pero con caracterlsticas propias.

Asi, Sabato parte de una ciudad, dando nombres propios de calles, debarrios; parte de un pais con su historia propia, y en este escenario se

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mueven SUS personajes marcados por el terrufio, pero con cualidades ydefectos que rebasan las fronteras del pais y del continente, y asiadquieren dimension universal. Y esta dimension esta en los heroes querepresentan la grandeza pasada, yen las tumbas que son un recuerdoperenne y glorificante, pero tambien son una pagina que se cierra,abriendo otro capitulo: el de los antiheroes.

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