Rebeldes Susan Hinton

Embed Size (px)

Citation preview

  • Brenda

    Susan E. Hinton

    Rebeldes

    CAPTULO 1

  • en cuando sal a la brillante luz del sol desde la oscuridad del cine tena slo dos cosas en la caza: Paul Newman y volver a casa. Deseaba parecerme a Paul Newman --l tiene pinta de duro y yo no-, aunque imagino que mi propio aspecto no es demasiado desastroso. Tengo el pelo castao claro, casi rojo, y ojos gris verdoso. Ojal fueran ms grises, pues me caen mal los tos de ojos verdes, pero he de contentarme con los que tengo. Llevo el pelo ms largo que muchos otros chicos, recto por atrs y largo en la frente y por los lados, pero soy un greaser, y por el barrio casi nadie se toma la molestia de cortarse el pelo. Adems, me queda mejor el pelo largo.Me quedaba un buen trecho hasta casa e iba sin compaa, pero por lo general suelo hacerlo solo, no por nada, sino porque las pelculas me gusta vedas sin que me molesten, para poder meterme en ellas y vividas con los actores. Cuando voy con alquien al cine me resulta un tanto incmodo, igual que cuando alguien lee un libro por encima de tu hombro. En eso soy diferente. Es decir, mi hermano mayor, Soda, que tiene diecisis aos para cumplir diecisiete, no abre un libro en su vida, y el mayor de los tres, Darrel, al que llamamos Darry, curra demasiado y demasiado duro como para interesarse por una historia o ponerse a hacer un dibujo, as que no soy como ellos, y en la pandilla a ninguno le gustan los libros y las pelculas de igual manera que a m. Por un tiempo pens que era la nica persona del mundo que disfrutaba as. As que me iba solo.

    Soda por lo menos procura entender, lo cual es ms de lo que hace Darry. Pero es que Soda es distinto de todos; lo entiende todo, o casi. Por ejemplo, nunca me abronca, como lo hace Dariy a todas horas, ni me trata como si tuviera seis aos en vez de catorce. Quiero a Soda ms de lo que nunca he querido a nadie, pap y mam incluidos. Siempre est encantando de la vida y no para de sonrer, mientras que Darry es seco y severo y casi nunca sonre. Claro que Darry, a los veinte aos, ya ha pasado por casi todo, ha crecido muy deprisa. Sodapop no crecer nunca. No s qu es mejor. Me enterar un da de estos.

    En cualquier caso, segu caminando hacia casa, pensando en la peli y con unas repentinas ganas de tener compaa. Los greasers no podemos ir andando por ah mucho tiempo sin que se echen encima, o sin que alguien se acerque y suelte un greaser!, lo cual tampoco es para quedarse tan tranquilo. Los que nos asaltan son los socs. No estoy muy seguro de cmo se deletrea, pero es la abreviatura de socia/s, la clase alta, los nios ricos del West Side. Es igual que la palabra greaser, la que se usa para clasificarnos a los chicos del East Side.

    Somos ms pobres que los socs y que la clase media. Seguramente tambin somos ms bestias. No al estilo de los socs, que andan por ah asaltando greasers y destrozando casas a patada limpia con botes de cerveza, y que les dedican un artculo en el peridico por ser una vergenza pblica un buen da y una deuda de la sociedad al da siguiente. Los greasers somos un poco como los hoods; robamos cosas y conducimos viejos coches trucados y atracamos gasolineras y armamos una pelea entre pandillas de cuando en cuando. No es que yo haga cosas as. Darry me matara si me metiera en los con la bofia. Desde que mam y pap murieron en

  • un accidente de coche, nosotros tres hemos aprendido a estar unidos comportndonos debidamente. As que Soda y yo nos mantenemos apartados del jaleo todo lo posible, y cuando no es posible, tenemos mucho cuidado de que no nos pille en medio. Quiero decir que muchos greasers hacen cosas de esas, igual que nosotros llevamos el pelo largo y vestimos con vaqueros y camisetas, o nos dejamos por fuera los faldones de la camisa y nos ponemos cazadoras de cuero y playeras o botas. No pretendo decir que los so es o los greasers sean unos mejores que otros, qu va; simplemente, as son las cosas.Podra haber esperado para ir al cine a que Darry o Sodapop salieran del curro. Habran venido conmigo, o me habran llevado en coche, o hubiramos venido andando, aunque Soda no puede estarse quieto y sentado el tiempo necesario para disfrutar de una pelcula, y a Darry el cine le mata de aburrimiento. Darry opina que ya tiene bastante con su vida sin fisgar en la de otras personas. O si no, podra haberme trado a uno de la pandilla, uno de los cuatro chicos con los que Darry, Soda y yo hemos crecido juntos y a los que consideramos familia. Estamos casi tan unidos como hermanos; cuando creces en un barrio tan cerrado como el nuestro, terminas por conocer a los otros verdaderamente bien. De habrseme ocurrido, habra llamado a Darry, que habra venido a recogerme, o si no Two-Bit Matthew -uno de la pandilla- me habra llevado en su coche si me hubiera acordado de pedrselo, pero es que a veces no uso la cabeza. Mi hermano Darry se pone enfermo cada vez que hago cosas as, pues por algo se supone que soy un chico listo; paso los cursos con buenas notas y tengo un coeficiente intelectual elevado y todo eso, pero no uso la cabeza. Adems, me gusta caminar.

    Estaba a punto de decidir que tampoco me gusta tanto cuando vi aquel Corvair rojo que me segua los pasos. Estaba casi a dos manzanas de casa, as que empec a andar un poco ms aprisa. Nunca me haban asaltado, pero vi a Johnny despus que cuatro socs lo cogieran por banda y, la verdad, no qued nada bien que se diga. Despus de aquello a Johnny le daba miedo hasta su sombra. Johnny tena diecisis aos.

    Supe que no servira de nada -andar deprisa, quiero decir- antes incluso de que el Corvair parase a mi lado y bajasen de l cinco socs. Me asust bastante -soy ms bien pequeo para tener catorce aos, aunque tengo buena complexin, y aquellos tipos eran mucho ms grandes que yo-. Automticamente met los pulgares en los bolsillos y me alej cabizbajo, preguntndome si me sera posible salir de aqulla si al menos intentaba escabullirme. Me acord de Johnny -de su cara toda cortada y magullada, y me acord de cmo llor cuando le encontramos, medio inconsciente, en un rincn de un solar-. En su casa, Johnny lo tuvo muy crudo; cost mucho trabajo hacerle llorar.Estaba sudando ferozmente, aunque tena fro. Sent cmo iban humedecindoseme las palmas de las manos y cmo me chorreaba la transpiracin por la espalda. As es como me pongo cuando me asusto de verdad. Mir alrededor en busca de una botella o una estaca o algo -Steye Randle, el mejor amigo de Soda, una vez mantuvo a raya a cuatro tos tirando de una botella rota-, pero no haba nada. As que me qued donde estaba, quieto como un clavo, mientras me rodea-ban. No uso la cabeza. Anduvieron a mi alrededor lentamente, silenciosamente,

  • sonriendo.-jEh!, greaser -dijo uno con voz excesivamente amistosa-. Te vamos a

    hacer un favor, greaser. Te vamos a cortar todo ese pelo grasiento.Llevaba una camisa de algodn fino. Todava la veo. Azul. Uno de ellos se

    ri, luego me maldijo en voz baja. No se me ocurra nada que decir. Simplemente, no hay muchas cosas que decir mientras esperas que te zurren, as que cerr la boca.

    -No te hace falta un corte de pelo, greaser? --el rubio de mediana estatura sac una navaja y la abri con un golpe seco.Finalmente se me ocurri decir algo. -No.

    Retroced, alejndome de la navaja. Claroest que retroced hasta caer justo encima de uno. Me derribaron en un segundo. Me atenazaron los brazos y las piernas y uno se me sent encima del pecho, con las rodillas sobre mis codos, y si te parece que eso no duele es que eres idiota. Ola a locin de afeitar English Leather y a tabaco rancio, y me pregunt con cierta estupidez si no me asfixiara antes de que hicieran algo. Estaba tan asustado que casi deseaba asfixiarme. Luch por soltarme, y .durante un segundo estuve a punto; luego apretaron ms y el que tena encima me solt un par de bofetadas. As que me estuve quieto, insultndoles entre jadeos. Tena una faca sobre la garganta.

    -Entonces prefieres que el corte de pelo empiece justo debajo de la barbilla?Me dio la impresin de que eran capaces de matarme. Me volv loco. Empec a chillar, a llamar a Soda, a Darry, a cualquiera. Alguno me tap la boca con la mano y le mord con todas mis fuerzas; not el sabor de la sangre, que me corra por entre los dientes. O mascullar un taco y me llev otro par de golpes; luego me metieron un pauelo en la boca. "> \

    -Que se calle, por lo que ms quieras, haz que se calle -repeta uno.Luego se oyeron gritos y pisadas, y los socs pegaron un bote y me dejaron

    all tendido, jadeando. All me qued, preguntndome qu diablos ocurra: la gente iba y vena, pasaban a empellones a mi lado; estaba demasiado aturdido para ente-rarme. Luego alguien me levant de las axilas y procur ponerme en pie. Era Darry.-Ests bien, Ponyboy?

    Me zarandeaba; ojal se est quieto, pens. Ya estaba bastante mareado. Pese a todo, supe que era Darry, en parte por la voz y en parte porque Darry siempre es un poco bruto conmigo, aun sin querer.-Estoy bien. Estate quieto, Darry, estoy bien.

    Par al instante. -Lo siento.

    En realidad no lo senta. Darry nunca se arrepiente de nada que haya hecho. A m me resulta divertido que se parezca tanto a mi padre y que acte siempre al contrario que l. Mi padre slo tena cuarenta aos cuando muri, pero aparentaba veinticinco y mucha gente crea que pap y Darry eran hermanos en vez de padre e

  • hijo. Pero slo se parecan; mi padre nunca fue bruto con nadie, ni siquiera sin querer.Darry mide uno noventa y tantos, es ancho de hombros y muy musculoso. Tiene el pelo castao oscuro, con un remolino en la frente y otro menor en la nuca -igual que pap-, pero tiene los ojos distintos. Son ojos como dos pedazos de hielo azul verdoso. Tienen un aire decidido, muy suyo, como todo l. Aparenta ms de veinte aos... duro, tranquilo y listo. Sera verdaderamente apuesto si sus ojos no fueran tan fros. No entiende de nada que no sean hechos sin vuelta de hoja. Pero usa la cabeza.

    Volv a sentarme, frotndome .la mejilla que ms me haban zurrado. Darry apret los puos en los bolsillos.

    -No te han hecho mucho dao, verdad? S que me lo hicieron. Me escoca y me daba pinchazos y tena el pelo

    dolorido, y estaba tan nervioso que me temblaban las manos y tena ganas de ponerme a sollozar, pero esas no son cosas para contrselas a Darry.

    -Estoy bien.Sodapop se acerc a paso largo. Para entonces ya me haba dado cuenta de

    que todo aquel ruido que haba odo eran los de la pandilla, que venan a rescatarme. Se dej caer a mi lado y me examin la cabeza.

    -Te has llevado algn que otro corte, eh, Ponyboy? -Sac un pauelo, humedeci la punta con la lengua y me lo apret con cuidado sobre la sien-.Sangras como un cerdo en el matadero.

    -S?-Mira,! ,-me mostr el pauelo, enrojecido como por arte de magia-.

    Tiraron de faca?Record la voz: No te hace falta un buen corte de pelo, greaser? La

    hoja deba de habrsele resbalado mientras intentaba callarme.-S.

    Soda es ms guapo que cualquiera de los chicos que conozco. No como Darry: Soda tiene ese aire de estrella de cine que hace que la gente se pare en la calle y se d la vuelta para vedo pasar. No es tan alto como Darry, y es un poco ms delgado, pero tiene una cara finamente dibujada, delicada, que de alguna manera se las arregla para estar pensativa y temeraria al mismo tiempo. Tiene el pelo rubio oscuro y se lo peina hacia atrs, largo, sedoso y recto, y en verano el sol se lo aclara hasta hacerlo parecer dorado como el trigo. Tiene los ojos oscuros -ojos vivos, danzarines, temerariamente risueos, que en un instante saben ser amables y simpticos y, al siguiente, relampaguear de indignacin-. Tiene los ojos de pap, pero Soda es nico. Es capaz de emborracharse con una carrera de drags1 o a fuerza de bailar, sin acercarse al alcohol siquiera. En el barrio es dificil encontrar un chaval que no empine de vez en cuando. Pero Soda no toca ni una gota; no le hace falta. Se emborracha nada ms que con vivir. Y entiende a todo el mundo.

    Me observ ms de cerca. Apart la mirada a toda prisa, pues, si quieres que te diga la verdad, estaba a punto de empezar a sollozar. Saba que estaba tan plido como me senta, y que temblaba como una hoja.

    Soda me puso la mano en el hombro.

  • -Tranqui, Ponyboy. Ya no te harn ms dao.-Ya s -dije, pero el suelo se desdibuj y sent lgrimas calientes que me

    rodaban por las mejillas. Me las frot con impaciencia-. Slo estoy un poco acojonado, nada ms -solt un suspiro tembloroso y dej de llorar.

    No puedes echarte a llorar delante de Darry. No, a menos que te hayas llevado una paliza como la que le dieron a Johnny aquel da que le encontramos en el solar. En comparacin con Johnny, a m no me haban hecho nada. Soda me frot el pelo.

    -Eres un chaval cojonudo, Pony. Tuve que sonrerle; Soda es capaz de hacerte rer con cualquier cosa. Imagino que es porque siempre se sonre tanto a s mismo.

    -Estas loco como un cencerro, Soda. Darry nos mir como si tuviera ganas de cascarnos una cabeza contra la otra.

    -Los dos estis como cabras.Soda no hizo ms que alzar una ceja, un truco que haba aprendido de Two-

    Bit. -Parece que es cosa de familia.Darry se le qued mirando fijamente un mo

    mento y despus se ech a rer. Sodapop no le tiene miedo como los dems, y le encanta tomade el pelo. Yo preferira rerme en la cara de un oso gris de tamao natural; pero, sea como sea, parece que a Darry le hace gracia que Soda le tome el pelo.

    Nuestra pandilla haba perseguido a los socs hasta su coche y los haban apedreado. Volvieron corriendo a donde estbamos -cuatro tos duros y flacos-. Eran todos duros como rocas, no haba ms que vedos. Yo haba crecido con.ellos, y me aceptaban pese a ser ms joven porque era el hermano menor de Darry y Soda y saba mantener la boca cerrada. 1Steve Randle tena diecisiete aos; era alto y flaco, con un pelo espeso y grasiento que llevaba peinado en complicados rizos. Era un to chulo, agudo, y el mejor amigo de Soda desde que dej la escuela. Su especialidad eran los coches. Era capaz de quitar un tapacubos ms deprisa y haciendo menos ruido que cualquier otro del barrio, pero tambin conoca los coches de arriba a abajo y por delante y por detrs"y era capaz de conducir cualquier cosa con ruedas. El y Soda trabajaban en la misma gasolinera -Steve por horas y Soda todo el da-, que tena, por cierto, ms clientes que cualquier otra en la ciudad. Fuera porque Steve era tan bueno con los coches o porque Soda atraa a las chicas como la miel a las moscas, no sabra decrtelo. Me gustaba Steve slo por ser el mejor amigo de Soda. Yo no le haca ni pizca de gracia; pensaba que era un perrito faldero y un cro; Soda siempre me llevaba con ellos cuando iban por ah, siempre que no fuesen con chicas, y eso a Steve le fastidiaba. No es culpa ma: Soda siempre me llamaba, no soy yo quien se lo pide. Soda no piensa que soy un cro.

    Two- Bit Matthew era el ms viejo de la panda y el mayor bromista de todos. Meda uno noventa ms o menos, bastante robusto, y estaba muy orgulloso de sus largas patillas color rojo oxidado. Tena los ojos grises y una ancha sonrisa,

    1 Coches trucados.

  • y no poda dejar de hacer comentarios divertidos ni aunque le fuese la vida en ello. Era imposible hacerlo callar; siempre se las arreglaba para meter sus dos paridas. De ah el apodo. Hasta los profesores olvidaron que su verdadero nombre era Keith, y nosotros apenas si recordbamos que alguna vez lo hubiese tenido. La vida era una enorme broma para TwoBit. Era famoso por su habilidad para mangar en las tiendas y por su faca de cachas negras (que no podra haber adquirido sin ese primer talento), siempre andaba de jugarretas y cachondeo con los polis. En realidad no poda evitarlo. Todo cuanto deca era tan irresistiblemente divertido que pura y simplemente tena que hacer que la bofia se enterase, aunque slo fuera para iluminar sus aburridas vidas. (As al menos es como me lo explic.) Le gustaban las peleas, las rubias y, por alguna insondable razn, la escuela. A los dieciocho an segua en el Instituto y nunca haba aprendido nada. A m me gustaba mucho porque nos haca rer de nosotros mismos tanto como de otras cosas. Me recordaba a Will Rogers, quiz por la sonrisa.

    Si tuviese que elegir al verdadero personaje de la pandilla me quedara con Winston Dallas, Dally. Antes me gustaba dibujar su estampa cuando andaba cabreado, porque poda plasmar su personalidad con unos pocos trazos. Tena cara de duende, con pmulos muy salientes y mentn huidizo, dientes pequeos y afilados, como de animal, y orejas como las de un lince. De tan rubio, tena el pelo casi blanco, y no le gustaba cortrselo, as como tampoco la gomina, de manera que le caa en mechones sobre la frente y en crencha s por detrs, y se le rizaba tras las orejas y en el cogote. Tena ojos azules, resplandecientes como el hielo y fros de aborrecimiento por el mundo entero. Dally haba pasado tres aos en la parte ms salvaje de Nueva York y haba estado en el talego a la edad de diez aos. Era ms duro que el resto de nosotros, ms duro, ms fro, ms mezquino. La sombra de diferencia que distingue a un greaser de un hood no exista en Dally. Era tan bestia como los chicos de los suburbios, como la banda de Tim Shepard.

    En Nueva York, Dally se desfogaba en peleas callejeras, pero aqu las bandas organizadas son una rareza; no hay ms que grupillos de amigos que se juntan, y la guerra tiene lugar entre clases sociales. Una ria, cuando se arma de veras, suele nacer de una pelea por rencor a la que los contendientes van con sus amigos. Bueno, s que hay por aqu algunas bandas con nombre, como los Reyes del Ro y los Tigres de la Calle Tber, pero aqu, en el suroeste, no hay rivalidad entre bandas. As que Dally., aunque a veces tena la oportunidad de meterse en peleas de las buenas, no tena nada que odiar en especial. Ninguna banda rival. Slo los socs. Y contra ellos no se puede ganar, ni por mucho que lo intentes, porque son ellos quienes tienen todas las ventajas a su favor. Y ni siquiera zurrarles va a cambiar los hechos. Quiz por eso Dallas era tan amargo.Tena lo que se dice toda una reputacin. Lo tenan fichado en la Comisara. Lo haban arrestado, se emborrachaba, participaba en los rodeos, menta, haca trampas, robaba, levantaba borrachos, pegaba a los nios pequeos... de todo. Nome gustaba, pero era listo y haba que respetarlo.

    Johnny Cade era el ltimo y el poquita cosa. Si puedes imaginarte un mueco oscuro que ha sido vapuleado demasiadas veces y que est perdido entre una muchedumbre de extraos, ah tienes a Johnny. Era el ms joven, aparte de m,

  • y ms pequeo que el resto, de complexin ligera. Tena grandes ojos negros en una cara oscura, bronceada; el pelo era negrsimo y lo llevaba muy engominado, peinado hacia un lado, pero lo tena tan largo que le caa a churretones sobre la frente. Tena una mirada nerviosa, suspicaz, y la paliza que le dieron los socs no le vino nada bien. Era la mascota de la banda, el hermano pequeo de cada cual. Su padre estaba siempre venga a pegarle, y su madre no le haca ni caso excepto cuando estaba jorobada por algo, y entonces se la oa berrearle con toda claridad desde nuestra casa. Creo que odiaba ms eso que las palizas. Si no hubiramos estado all se habra escapado de casa un milln de veces. De no haber sido por la pandilla, Johnny nunca habra conocido qu son el amor y el afecto. Me sequ los ojos a toda prisa.

    -Los pillasteis?-Qu va. Esta vez se piraron, los muy...- Two- Bit sigui alegremente, llamando

    a los socs todas las burradas que se le ocurran o que inventaba.-Est bien el chaval?

    -Estoy bien -intent pensar algo que decir. Normalmente soy bastante tranquilo con la gente. Cambi de conversacin-. No saba que te hubiesen sacado ya de la nevera, Dally.

    -Buena conducta. Acab pronto.Dallas encendi un cigarro y se lo pas a Johnny. Todos nos sentamos a fumar y

    a relajarnos. Un cigarro siempre disminuye la tensin. Yo haba dejado de temblar y haba recobrado el color. El cigarro me estaba calmando. Two-Bit elev una ceja.

    -Te queda bien esa magulladura, chico. Me toqu la mejilla con tiento.-En serio?Two-Bit asinti sabiamente.-Bonito corte tambin. Te da aire de duro. Duro y guay son dos palabras diferentes. Duro es lo mismo que rudo; guay

    quiere decir tranqui, afilado, como un Mustang guay o un disco guay. En nuestro barrio, las dos son cumplidos. Steve ech la ceniza en direccin hacia m.

    -Qu hacas caminando por aqu t solo? -haba que dejar que el bueno de Steve sacase a relucir el tema.

    -Volva a casa despus del cine. No pens que...-Nunca piensas nada--entr Darry-, ni en casa ni en ninguna parte donde

    haga falta. Tienes que ponerte a pensar justo en la escuela, total para traer buenas notas; te pasas el da con la nariz metida en un libro, pero en la vida no usas la cabeza cuando de verdad hace falta. Si es que no te jalas un rosco, chavaln. Y si no te quedaba ms remedio que ir por ah t solo, deberas haber llevado una navaja.

    Me qued mirando el agujero que tena en el dedo gordo de las playeras. Darry y yo, pura y simplemente, no nos aprecibamos as como mucho. Yo nunca fui capaz de complacerle. Me habra abroncado igual por llevar la navaja que por no llevarla. Si traa a casa notables, exiga sobresalientes, y si traa sobresalientes quera asegurarse de que iban a durar. Si jugaba al ftbol, debera estar estudiando, y si lea, debera salir a jugar al ftbol. Nunca le abroncaba a Sodapop, ni siquiera

  • cuando haca novillos, ni cuando le caan multas por exceso de velocidad. Slo me abroncaba a m.

    Soda le estaba contemplando.-Deja en paz a mi hermanito, oyes? No es culpa suya que le guste ir al cine,

    ni tampoco que a los socs les guste asaltarnos, y si hubiese llevado navaja, sa hubiera sido buena excusa para cortarlo en pedacitos.

    Soda siempre saca la cara por m. -Cuando quiera que mi hermanito me diga qu he de hacer con mi otro

    he:manito -dijo Darry con impaciencia- ya te pedir tu opinin, hermanito -pero me dej en paz. Siempre lo hace cuando Soda se lo dice. O casi siempre.

    -La prxima vez, que vaya uno de nosotros contigo, Ponyboy -dijo Two-Bit-. Cualquiera lo har encantado.

    -Hablando de pelis -Dally bostez a la vez que tiraba la colilla-, maana por la noche voy a ir al Nightly Double. Queris venir conmigo alguno, a ver cmo se da la cosa?

    Steve sacudi la cabeza.-Soda y yo vamos a. recoger a Evie y a Sandy para ir a ver el partido.No le haca ninguna falta mirarme tal como lo hizo despus. Yo no iba a

    preguntarle si poda ir. Nunca se lo digo a Soda, porque a l le gustar mucho Steve, pero yo a veces no aguanto a ese Steve Randle. En serio. A veces lo odio.

    Darry suspir, tal como supe que hara. Nunca tena tiempo para nada.-Maana por la noche tengo curro. Dally nos mir al resto.-Y vosotros? Two-Bit? Johnnycake, no queris venir t y Ponyboy?-Johnny y yo s -dije; saba que Johnny no abrira la boca a menos que lo

    forzarn-. Hace, Darry?-De acuerdo, ya que no tienes clase -Darry era estupendo a la hora de dejarme

    salir los fines de semana. Pero entre semana casi nunca poda salir de casa.-Maana por la noche pensaba cogerme un colocn -dijo Two-Bit-. Si no,

    ya me dat una vuelta a ver si os veo.Steve mir la mano de Dally. El anillo que le haba levantado a un viejo

    borracho estaba de nuevo en su dedo.-Has vuelto a romper con Sylvia?

    -S, y esta vez va en serio. Esa fulanita estaba haciendo horas extras otra vez mientras yo estaba en el maco.

    Pens en Sylvia, y en Evie, y en Sandy y en las muchas rubias de Two-Bit. Eran la nica clase de chicas que se dignaban mirarnos, pens. Chicas duras, escandalosas, que llevaban demasiada pintura de ojos y que se rean por lo bajo y decan tacos. Me gustaba Sandy tal cual, la chica de Soda, pese a todo. Tena el pelo rubio natural, y su risa era suave, igual que sus ojos, azul porcelana. No tena una verdadera casa, y era de nuestra clase, greaser, pero era una chica verdaderamente agradable. Con todo, infinidad de veces me preguntaba cmo seran las otras chicas. Esas chicas de ojos brillantes y que llevan vestidos de una longitud decente y actan como si tuvieran ganas de escupirnos. Algunas tenan miedo de nosotros, y al acordarme de Dallas Winston no se lo reprocho. Pero la mayor parte nos miraban como si furamos sucios, nos miraban igual que cuando

  • los socs venan en sus M ustangs o en sus Corvairs, y nos gritaban: Grasa! Me intrigaban.' Es decir, las chicas. Lloraban cuando arrestaban a sus novios, como Evie cuando enjaularon a Steve, o salan por piernas, como le hizo Sylvia a Dallas? Claro que quizs a sus chicos no les arrestaran, ni les dieran palizas, ni se reventaran en los rodeos.

    An segua pensando en ello mientras esa noche haca en casa los deberes. Tena que leer Grandes esperanzas para la clase de Lengua, y ese chaval, Pip, me recordaba a nosotros, por cmo se s_nta marcado y sucio por no ser un caballero, y por cmo lo desperciaba aquella chica. Eso me haba ocurrido una vez. Una vez, en Biologa, tena que disecar una lombriz, y la cuchilla no cortaba, as que utilic mi navaja. Justo en el momento en que la abr -deb de olvidar qu estaba haciendo, pues de otro modo nunca lo hubiese hecho- la chica que tena alIado dio un gritito y dijo: Tienes razn. Eres un hood. Lo cual hizo que se me subieran los colores. En aquella clase haba un montn de socs -siempre me ponen en los grupos A porque se supone que soy inteligente- y a la mayor parte aquello le pareci muy divertido. A m no, desde luego. Era una chica bien guapa. Estaba preciosa, toda de amarillo.

    Nos ganamos a pulso buena parte de nuestros problemas, pens. Dallas se merece todo lo que le cae encima, y podra ser mucho peor, si quieres que te diga la verdad. Y Two-Bit, en realidad, ni quiere ni necesita la mitad de las cosas que manga. Sencillamente le parece muy divertido afanar todo lo que est bien vigilado. Entiendo bien por qu Sodapop y Steve se meten tan a fondo en carreras de drags y en peleas: ambos tienen demasiada energa, demasiada marcha y ningn medio de desahogo.

    -Ms fuerte. Soda -o murmurar a Darry-; si no, me dormir.Mir por la puerta. Soda le estaba dando un masaje en la espalda. Darry

    siempre anda haciendo pesas y todo eso; repara tejados y siempre prueba a subir a la vez dos montones de tejas por la escalera. Supe que Soda lo iba a dormir, pues Soda es capaz de hacer dormir a cualquiera con slo proponrselo. Crea que Darry trabajaba demasiado duro. Yo tambin.

    Darry no se mereca trabajar como un viejo cuando no tena ms que veinte aos. Haba sido un to muy famoso en la escuela; fue capitn del equipo de ftbol y lo eligieron Chico del Ao. Pero lisa y llanamente, no tenamos dinero para que fuese a la Universidad, ni siquiera con la beca deportiva que gan. Y ahora, entre un curro y otro, no tena tiempo para pensar en sus estudios. As que nunca iba a ningn sitio y nunca haca nada, excepto ejercitarse en los gimnasios y esquiar de vez en cuando con los viejos amigos de entonces.

    Me frot la mejilla, que se me haba puesto morada. Me haba mirado en el espejo; ya lo creo que me daba un aire de duro. Pero Darry me hizo ponerme un tirita en el corte.

    Me acord del terrible aspecto que tena Johnny cuando le dieron la paliza. Yo tena el mismo derecho a caminar por las calles que los socs, y Johnny nunca haba hecho dao a nadie. Por qu nos odiaban tanto los socs? Nosotros nos les hacamos ni caso. A punto estuve de quedarme dormido encima de los deberes intentando averiguado.

  • Sodapop, que para entonces ya se haba metido en la cama, me grit que apagara la luz y que me acostara. En cuanto termin el captulo en que estaba, le hice caso.

    Tendido al lado de Soda, mirando fijamente la pared, record las caras de los socs cuando me acorralaron, la camisa de algodn fino que llevaba el rubio, y an o una voz espesa: No te hace falta un corte de pelo, greaser? Me estremec.

    -Tienes fro, Ponyboy?-Un poco -ment. Soda me ech el brazo por el cuello. Murmur algo con voz amodorrada.-Oye, chavalote, cuando Darry te echa una bronca no quiere decir nada. Es

    que tiene ms preocupaciones de las que nadie debera tener a su edad. No te lo tomes tan en serio. Entiendes, Pony? No dejes que eso te hunda. El est orgulloso de ti porque tienes tanto coco. Es slo porque eres el peque; quiero decir, te quiere mucho. Entendido?

    -Claro -dije, procurando quitar de mi voz todo resto de sarcasmo-. Soda?-Mmmm?

    -Por qu dejaste el Instituto? -nunca fui capaz de entenderlo. A duras penas me fui haciendo a la idea cuando dej de ir a clase.

    -Porque soy un torpe. Slo aprobaba mecnica y gimnasia.-T no eres un torpe.-S, s que lo soy. Cllate y te dir algo. Pero no vayas a decrselo a Darry.-Vale.

    -Creo que voy a casarme con Sandy. En cuanto ella termine la escuela y yo consiga un trabajo mejor y todo eso. Igual espero tambin a que acabes t. As podr echarle una mano a Darry con las facturas y todo lo dems.

    -Guay! Espera a que yo acabe, as podrs quitarme a Darry de encima.-Deja de decir chorradas, to. Te he dicho que la mitad de las broncas no van en

    serio.-Ests enamorado de Sandy? Cmo se siente uno?-Hhhmmm -suspir de felicidad-. Maravilloso.

    Un momento despus su respiracin se hizo ligera y regular. Volv la cabeza para mirarle, ya la luz de la luna pareca un dios griego venido a la tierra. Me pregunt cmo llevara eso de ser tan apuesto. Luego suspir. No haba entendido del todo lo que quiso decir sobre Darry. Darry sencillamente pensaba que yo era una boca ms que alimentar y alguien a quien soltar broncas sin ton ni son. Que Darry me quera? Pens en esos ojos duros y plidos. Al menos aquella vez, Soda se equivocaba. Darry no quiere a nada ni a nadie, excepto a Soda quiz. Yo mismo apenas le tena por humano. No me importa, me ment, a m l tampoco me importa. Es suficiente con Soda, y le tendr al menos hasta que acabe la escuela. Darry no me importa. Pero segua mintiendo, y lo saba. Me engao a m mismo todo el tiempo. Pero nunca me lo creo.

  • CAPTULO 2

    Dally nos estaba esperando a Johnny y a m bajo la farola de la esquina de las calles Pickett y Sutton, y puesto que llegamos pronto, nos dio tiempo de acercarnos al drugstore del centro comercial a darnos una vuelta. Compramos una coca y le soplamos las pajas a la camarera, y anduvimos por ah mirando las cosas que estaban expuestas, hasta que el encargado se puso serio con nosotros y nos invit a largarnos. Llegaba tarde, pens; Dally sali con dos cartones de Kool debajo de la chupa.Luego cruzamos la calle y bajamos un trecho por Sutton, hasta el Dingo. Hay un montn de drive-ins en la ciudad; los socs van a The Way Out ya Rusty's, y los greasers vamos a Dingo y a Jay's. El Dingo es un antro bastante peligroso; siempre hay una pelea en marcha y una vez una chica se llev un balazo. Caminamos por los alrededores, hablando con todos los greasers y los hoods que conocamos, apoyndonos en los parabrisas de los coches o saltando a los asientos traseros, y enterndonos de quin haba huido y de quin estaba en el maco, de quin sala con quin y de no s qu otro que tena ganas de liarse a golpes con el tal, y de quin rob qu, cundo y por qu. Hubo una buena pelea mientras estbamos all, entre un greaser grandulln de veintitrs aos y un autoestopista mexicano. Nos fuimos cuando salieron a relucir las facas, pues la pasma estara a punto de caer por all y a nadie le gusta verse pillado en medio cuando el jaleo se pone ms crudo.

    Cruzamos Sutton y cogimos el atajo por detrs de Spencer's Special, la tienda de decomisos, y perseguimos a un par de chavalines a campo travs durante unos minutos; para entonces estaba suficientemente oscuro para colarse por la verja de atrs del Nightly Double. Era el drive-in ms grande de la ciudad y daban dos pelculas cada noche y cuatro los fines de semana; podas decir que ibas al Nightly Double y tener tiempo para darte una vuelta por la ciudad entera.----------------------------------------- Todos tenamos dinero para entrar -cuesta slo un cuarto de dlar si vas sin coche-, pero a Dally le pona de mala uva hacer las cosas de legal. Le encantaba dar a entender que le importaba un comino que hubiese ley o que no. Andaba por ah procurando saltarse las leyes. Fuimos a sentarnos a las filas de asientos de enfrente del bar. All no haba nadie, salvo dos chicas sentadas. Dally las oje con frialdad, luego baj por el pasillo y se sent tras ellas. Tuve la turbia impresin de que estaba a punto de hacer de las suyas y no me equivoqu. Se puso a hablar en voz bien alta, de modo que las chicas le oyesen. Empez mal y sigui peor. Dallas es capaz de hablar de manera bien sucia cuando quiere, e imagino que en ese momento le dio por ah. Sent que se me calentaban las orejas. Two-Bit o Steve o incluso Soda habran ido con l, a ver si conseguan poner coloradas a las chicas, pero a m esa clase de jugadas no me atraen. All me sent, como un idiota, y Johnny se levant a todo correr a por una coca.No me habra sentido tan avergonzado si las chicas hubieran sido greasers; hasta podra haberle echado una mano al viejo Dallas. Pero aquellas chicas no eran de nuestra clase. Eran chicas de buen ver, vestidas con buen gusto y con una pinta fantstica. Tendran unos diecisis o diecisiete aos. Una llevaba el pelo corto y oscuro, y la otra una larga melena pelirroja. La pelirroja se estaba poniendo de

  • mala leche, o igual le estaba entrando miedo. Estaba sentada muy tiesa y mascaba chicle con fuerza. La otra finga no or a Dally. Dally empezaba a impacientarse. Puso los pies sobre el respaldo del asiento de la pelirroja, me gui un ojo y bati su propio rcord en decir burradas. La chica se volvi y lo mir con calma.

    -Quita las pezuas de mi butaca y cierra esa bocaza.To, qu buena estaba. La haba visto antes; era animadora en el Instituto.

    Siempre tuve muy claro que destacaba entre las dems.Dally simplemente le devolvi la mirada y dej los pies donde los tena.

    -Quin lo dice?La otra se volvi a mirarnos.-Es el greaser que monta para Slash J. de vez en cuando -dijo, igual que si

    no la oyramos.Haba odo ese mismo tono de voz un milln de veces: Greaser...

    greaser... greaser.... Joder, que s, lo haba odo demasiadas veces. Qu estarn haciendo en un driver-in sin coche?, pens, y Dallas dijo:

    -Os conozco. Os he visto en los rodeos. -Es una pena que no sepas montar los toros tan bien como dices palabrotas

    -dijo con tranquilidad la pelirroja, y se dio la vuelta. Lo cual no le molest a Dally lo ms mnimo.

    -As que vosotras dos os dedicis a las carreras de coches, eh? ._Ser mejor que nos dejes en paz -dijo la pelirroja como quien muerde-, o llamo

    a la poli. -Uyuyuy -Dally pareca aburrirse-, me has dado un susto de muerte. Un da

    de estos tendras que ver las cosas que s hacer, nena -sonri astutamente-. No te lo imaginas?

    -Djanos en paz, por favor -dijo-. Por qu no te portas bien y nos dejas en paz?

    Dally sonri maliciosamente.-Yo nunca me porto bien. Queris una Coca?

    Para entonces ya estaba cabreada.-No la bebera ni aunque estuviera perdida en el desierto y muerta de sed.

    Pirdete, hood!Dally no hizo ms que encogerse de hombros y sali paseando.

    La chica me mir. Me daba un poco de miedo. Me dan miedo todas las chicas guapas, especialmente si son socs.

    -Ahora vas a empezar t?Sacud la cabeza, con los ojos como platos. -No.De repente sonri. Joder, qu buena estaba.-No tienes mala pinta. Cmo te llamas? Ojal que no me hubiera preguntado eso. Odio decide mi nombre a la gente

    por primera vez. -Ponyboy Curtis.Me qued esperando el Venga, sin coa de turno, o el De verdad te

    llamas as?, o cualquier otro de los comentarios que me suelen caer. Ponyboy es

  • mi verdadero nombre, y a m personalmente me gusta.La pelirroja volvi a sonrer.-Es un nombre original, y encantador. -Mi padre era un tipo original-dije-. Tengo un hermano que se llama

    Sodapop, y as consta en su partida de nacimiento.-Yo me llamo Sherry, pero todos me llaman Cherry por el pelo. Cherry

    Valance.-Ya lo s. Eres animadora. Vamos al mismo Instituto.

    -No parece que tengas edad de ir al Insti -dijo la morena.-Es que no la tengo, pero me adelantaron un ano.

    Cherry me estaba mirando.-Y qu hace un chico tan majo como t con una basura como esa?Me qued de una pieza.-Soy un greaser, igual que Dally. Es mi colega.

    -Lo siento, Ponyboy -dijo con delicadeza-. Tu hermano Sodapop trabaja en una gasolinera? En una D X?

    -S.-To, tu hermano es un to de pelcula. Deb adivinar que sois hermanos; te le

    pareces.Sonre con orgullo; no creo que me parezca a Soda ni poco ni mucho, pero

    no se oye a una soc decir todos los das que mi hermano es un to de pelcula.-No sola ir por los rodeos, a montar a pelo?-S, pero pap le hizo dejado despus que se rompiera un ligamento.

    Todava solemos ir a los rodeos. Os he visto a las dos en las carreras, y en eso s que sois buenas.

    -Gracias -dijo Cherry, y la otra chica, que se llamaba Marcia, pregunt:-Cmo es que a tu hermano ya no se le ve por el Insti? No tiene ms que

    diecisis o diecisiete aos, no?.Por dentro hice una mueca de dolor. Ya te he dicho que nunca pude

    aguantar que Soda dejara la escuela. .-Es un dropout -dije a secas. Dropout me haca pensar en una especie de matn del tres al cuarto que anduviese por las calles desguazando farolas -lo cual no cuadraba para nada con mi hermano, un to encantado de la vida. A Dally s que le cuadraba, pero eso no se poda decir de Soda.

    Entonces volvi Johnny y se sent a mi lado. Mir alrededor por ver si vea a Dally, articul un tmido Hola dirigido a las chicas e intent ver la pelcula. Estaba nervioso, pese a todo. Johnny siempre se pona nervioso al juntarse con desconocidos. Cherry le mir de arriba a abajo, tomndole la talla, tal como haba hecho conmigo. Luego sonri suavemente y supe que le haba tomado la talla tal como era.

    Dally volvi luego pisando fuerte con el brazo lleno de botes de Coca-Cola. Le dio una a cada chica y se sent junto a Cherry.

    -A lo mejor esto te tranquiliza un poco. Ella le mir con incredulidad y despus le tir la Coca-Cola a la cara.

    -A lo mejor esto te tranquiliza a ti. Despus que te laves la boca y aprendas

  • a hablar y a actuar decentemente, a lo mejor me calmo yo tambin.Dally se sec la cara con la manga y sonri, peligrosamente. Si yo hubiese

    estado en el lugar de Cherry me habra largado a todo correr. Conoca bien esa sonrisa.

    -O sea que fiera, eh? Bueno, as es como me gustan -intent pasarle el brazo por el hombro, pero Johnny se le acerc y se lo impidi.

    -Djala en paz, Dally.-Qu? -aquello le haba cogido con la guardia baja. Se qued mirando a

    Johnny con incredulidad. Johnny era incapaz de decide Buu a un ganso. Johnny trag saliva y se puso plido, pero dijo:

    -Ya me has odo. Djala en paz. Dally frunci un momento el entrecejo. Si hubiese sido yo, o Two-Bit, o

    Soda o Steve, o cualquiera excepto Johnny, Dally le habra aplastado el morro sin dudado ni un momento. A Dally Winston no se le dice qu ha de hacer. Una vez, en una dulcera, un tipo le dijo que se apartara un poco en el mostrador. Dally se dio la vuelta y le sacudi tal golpe que le salt un diente. A un completo desco-nocido. Pero Johnny era el preferido de la pandilla, y Dally era incapaz de pegarle. Era tambin el preferido de Dally. Dally se levant y se fue de mala leche, con los puos apretados en los bolsillos y una mueca de disgusto en la cara. No volvi.Cherry suspir con alivio.

    -Gracias. Me senta asustadsima.Johnny se las arregl para sonrer con admiracin. -Pues no se te notaba. Nadie le habla as a Dally.Ella sonri.-Pues por lo que he visto, t s.Johnny se puso rojo hasta las races del pelo. Yo segua contemplndole. Le

    haba hecho falta ms que valor para decide a Dally lo que le dijo; Johnny adoraba el suelo por donde pisaba DalIas, y yo nunca haba odo que Johnny le contestase a nadie, y mucho menos a su hroe.

    Marcia nos sonri. Era un poco ms pequea que Cherry. Era bonita, pero esa Cherry Valance era una ta guapsima.

    -Sentaos con nosotras. As podris protegernos.Johnny y yo nos miramos uno al otro. De repente me sonri, elevando tanto las cejas que desaparecieron bajo el flequillo. Fjate lo que bamos a contarles a los chicos! Habamos levantado a dos tas, y adems dos tas de clase. Nada de fulanas greaser para nosotros, sino dos socs de las de verdad. Soda se iba a quedar pasmado cuando se lo contase.

    -Venga -dije con indiferencia-. Por qu no?Me sent entre ellas, y Johnny hizo lo propio al lado de Cherry.

    -Qu edad tenis? -pregunt Marcia. -Catorce -dije yo.-Diecisis --dijo Johnny.-Qu curioso -dijo Marcia-, pens que los dos tenais...-Diecisis -termin Cherry por ella. Se lo agradec. Johnny aparentaba

    catorce y lo saba, y le joda un montn.

  • Johnny sonri.-Cmo es que no os damos miedo, como Dally?Cherry suspir.

    -Vosotros dos sois demasiado dulces para darle miedo a nadie. En primer lugar, no seguisteis a Dallas cuando dijo burradas, y le hicisteis que nos dejara en paz. Y cuando os pedimos que os sentarais con nosotras no os lo tomasteis como si fuera una invitacin para pasar la noche. Adems de eso, he odo hablar de Dallas Winston, y tiene un aire de duro que no se lo pesa, y dos veces ms rudo. Y vosotros dos no tenis mala pinta.

    -Seguro -dije cansinamente-, somos jvenes e inocentes.-No -dijo Cherry despacio, mirndome cuidadosamente-, inocentes no.

    Simplemente no sois... sucios.-Dally se lo hace bien -dijo Johnny a la defensiva, y yo asent. Sacas la cara

    por los colegas, sin importar qu hagan. Cuando ests en una pandilla, defiendes a cualquier miembro. Si no sacas la cara por ellos, si no permaneces unido, si no actas como hermanos, ya no es una pandilla. Es una manada. Una manada enmaraada, desconfiada, venga a reir, como los socs en sus clubs o las bandas callejeras de Nueva York o los lobos en el bosque-. Es rudo, pero un to guay.

    -Si os conociese os habra dejado en paz -dije, y eso era cierto-. Cuando vino de Kansas la prima de Steve, Dallas se port con ella decentemente. Todos nos comportamos debidamente con las chicas agradables del tipo de aquella prima. No s cmo explicarlo; tratamos de ser agradables con las chicas que vemos de vez en cuando, como las primas o las chicas de clase; pero aun cuando vemos pasar por la esquina a una ta buena no dejamos de soltarle las mayores burradas. No me pre-guntes por qu. No s por qu.

    -Bueno -dijo Marcia de modo terminante-, pues me alegro de que no nos conozca.

    -En cierto modo, yo le admiro -dijo Cherry con suavidad, de tal manera que slo yo la o, y luego nos pusimos a ver la pelcula. .

    Ah, nos enteramos al final de por qu estaban sin coche. Haban venido con sus novios, pero se separaron de ellos al descubrir que los chicos haban trado bebida. Los chicos se cabrearon y se largaron.

    -Me da igual-Cherry pareca enojada-. Mi estilo de pasado bien no es el de sentarte en un drive-in y ver cmo se emborracha el personal.

    Por la manera en que lo dijo podras asegurar que su estilo de pasado bien era de clase alta, y seguramente caro. En cualquier caso, haban decidido quedarse y ver la pelcula. Era una de esas pelculas playeras, sin intriga, pero de un montn de chicas en bikini y con cancioncillas marchosas, as que tampoco estaba mal. Estbamos all sentados los cuatro en silencio cuando de repente una manaza vino a caer sobre el hombro de Johnny y otra encima del mo, y una voz profunda dijo:

    -De acuerdo, greasers, ya est bien.A punto estuvo de salrseme el corazn por la boca. Fue como cuando

    alguien sale de detrs de una puerta y te grita: Buu!Mir temerosamente por encima del hombro y me encontr a Two-Bit, que

    sonrea como el gato de Cheshire.

  • -Joder, Two-Bit, nos has dado un susto de muerte!Era muy bueno en imitar voces, y a todo el mundo le haba sonado como el

    gruido de un soco Entonces mir a Johnny. Tena los ojos cerrados y estaba blanco como un fantasma. Respiraba sofocadamente. Two-Bit saba de sobra que no era bueno pegarle semejante sustos. Imagino que lo haba olvidado. Es un cabeza de chorlito. Johnny abri los ojos y dijo dbilmente:

    -Eh, Two-Bit.Two-Bit le revolvi el pelo.-Perdona, chaval--dijo-. Lo olvid -salt por encima de la silla y se dej caer

    al lado de Marcia-. Quines son stas, vuestras ta-abuelas o qu?-Bisabuelas segundas -dijo suavemente Cherry.No sabra decir si Two-Bit iba colocado o no. Con l es dificil saberlo; se

    comporta como si estuviera colocado cuando est sobrio. Elev una ceja y frunci otra, cosa que siempre hace cuando algo lo confunde, o le molesta, o cuando est a punto de decir una parida de las suyas.

    -Venga, debes de tener noventa y seis, si es que tienes un da.-Tengo una noche -dijo Marcia con brillantez.Two-Bit se qued mirndola con admiracin.-Ta, vaya rapidez la tuya. De dnde diablos habis sacado vosotras dos a

    dos hoods greasers corno Pony y Johnny?-Nos los encontramos por ah -dijo Marcia-. Somos mercaderes de esclavos

    de Arabia, y estbamos pensando en narcotizarles y llevrnoslos. Valen diez camellos cada uno, por lo menos.

    -Cinco -disinti Two-Bit-. No creo que sepan rabe. Di algo en rabe, Johnnycake.

    -Venga, to, crtate --entro Johnny-. Dallas las estaba incordiando y cuando l se march nos invitaron a sentarnos con ellas para protegerlas. De greasers bromistas como t.

    Two-Bit sonri, pues Johnny casi nunca se pona as de descarado. Siempre que consiguiramos hacerle hablar estbamos convencidos de hacer algo bueno. Por cierto, no nos importa que nos llame greaser otro greaser. En esos casos re-sulta hasta juguetn.

    -Eh, dnde anda entonces el viejo Dally? -Supongo que a la caza de una juerga, bebida, damas o una pelea. Espera

    que no lo detengan otra vez. Acaba de salir.-Terminar con encontrar la pelea -dijo alegremente Two-Bit-. Por eso he

    venido por aqu. Mister Timothy Shepard y compaa andan buscando al tipo que amablemente les raj los neumticos, y puesto que Mister Curly Shepard le vio hacerla a Dally... bueno... lleva Dally una faca?

    -No que yo sepa -dije-. Creo que lleva un trozo de tubera, porque dej la faca hecha un cromo esta maana.

    -Estupendo. Tim pelear a puo limpio siempre que Dally no le saque la faca. No creo que tenga problemas.

    Cherry y Marcia se haban quedado de piedra mirndonos.-Eh!, no os creeris eso de hacroslo de duros y dems, y todo eso, no?

  • -Una pelea a pecho descubierto no es nada rudo -dijo Two-Bit_. Las facas son rudas. Lo mismo que las cadenas y las pipas, y los palos de billar y las peleas de pandillas organizadas. Pero pelear a pecho descubierto no es rudo. Es la mejor manera de desfogarse. No hay nada malo en soltar unos cuantos puetazos. Los socs si que son rudos. Caen toda una banda encima de uno o dos, y organizan peleas entre sus clubs. Nosotros, los greasers, solemos permanecer unidos, pero cuando peleamos entre nosotros se trata de peleas a pecho descubierto entre dos tos. Y Dally se gana a pulso todo lo que le cae encima, porque rajarle a alguien los neumticos no es precisamente una broma cuando ese alguien tiene que currar para ganarse unos nuevos. Adems le vieron, y eso es culpa suya. Nuestra regla de oro, aparte de Permanecer unidos, es Que no te vean. Igual se lleva una paliza, igual no. De una manera o de otra no correr la sangre por odio entre nuestro equipo y el de Tim Shepard. Si maana los necesitsemos se dejaran ver. Si Tim le rompe la cabeza a Dally y maana nos pidiera que le echemos una mano en una pelea, nos dejaramos ver. Dally quera entretenerse. Le pillaron. Tiene que pagar. Nada de apuros.

    -Vale, to -dijo Cherry con sarcasmo-, muy sencillo.-Desde luego -dijo despreocupada Marcia-. Si le matan o algo por el estilo,

    lo enterris y punto. Nada de apuros.-Entiendes estupendamente, nena - Two-Bit sonri y encendi un cigarro-.

    Quiere alguien un tabaco?Le observ con admiracin. Two-Bit saba describir las cosas con palabras a la perfeccin. Quiz fuera an un bachiller a sus dieciocho aos y medio, quiz tuviera las patillas demasiado largas, y quiz se emborrachara demasiado a menudo, pero desde luego que entenda las cosas.

    Cherry y Marcia sacudieron la cabeza cuando les ofreci cigarros, pero Johnny y yo ligamos uno cada uno. A Johnny le haba vuelto el color, y respiraba con regularidad, pero la mano le temblaba todava levemente. Un cigarro lo pon-dra en condiciones.

    -Ponyboy, vienes conmigo a por palomitas? -me pregunt Cherry.Pegu un bote.-Claro. Queris todos?

    -Yo ,s -dijo Marcia. Estaba terminando la Coca-Cola que le trajo Dally. En este momento me di cuenta de que Cherry y Marcia no eran iguales. Cherry haba dicho que no bebera la Coca-Cola de Dally ni aunque se estuviera muriendo de sed, e iba en serio. Era por principio. Pero Marcia no tena razn alguna para tirar una Coca-Cola perfecta y gratis.

    -Yo tambin -dijo Two-Bit. Me ech por el aire una moneda de cincuenta centavos-. Trae tambin para Johnny. Invito yo -aadi al llevarse Johnny la mano al bolsillo de atrs.

    Fuimos al bar, donde, como de costumbre, haba una cola de una milla de largo, y tuvimos que esperar. Unos cuantos chavales se volvieron a mirarnos; no se suele ver juntos a un chaval greaser y a una animadora soc. Cherry no pareca no-tarlo.

    -Tu amigo, el de las patillas largas, se lo hace bien?

  • -No es peligroso como DalIas, si te refieres a eso. Se lo hace bien.Sonri, y los ojos mostraron que tena la cabeza puesta en otra cosa.-Oye, a Johnny... alguna vez le han dado una buena paliza, no? -sonaba ms a

    afirmacinque a pregunta-. Una buena paliza y un buen susto.-Fueron los socs -dije nerviosamente, porque por all haba un montn de

    socs, y algunos me miraban divertidos, como si yo no debiera estar con Cherry o algo por el estilo. Y, adems, no me gusta hablar de ese asunto, de la paliza que le dieron a J ohnny, quiero decir. Pero me puse a ello, hablando un poco ms aprisa de lo normal, porque tampoco me gusta pensar en esas cosas.

    Fue hace casi cuatro meses. Me haba acercado a la gasolinera DX a pillar una botella de gaseosa y a ver a Steve y a Soda, porque siempre me compran un par de botellas y me dejan echar una mano con los coches. No me gusta ir los fines de semana, porque entonces hay un montn de chicas ligando con Soda; chicas de todas clases, socs tambin. De momento, las chicas no me importan gran cosa. Soda dice que ya se me pasar.

    Era un clido da de primavera, y el sol brillaba, pero empez a hacer fro cuando oscureca, al irnos hacia casa. bamos andando porque habamos dejado el coche de Steve en la gasolinera. En una de las esquinas de nuestra manzana hay un solar amplio y abierto en donde jugamos al ftbol y nos reunimos, y tambin es un lugar para peleas de pandillas y peleas de puos. Pasbamos por all, a patadas con los guijarros de la calle y acabando las botellas de Pepsi, cuando Steve vio que haba algo en el suelo. Lo levant. Era la chupa de Johnny; la nica que tena.-Parece que a Johnny se le ha olvidado la chupa -dijo Steve mientras se la echaba al hombro para llevada a su casa. De repente se par y la examin con ms cuidado. Haba una mancha de xido en el cuello. Mir al suelo. Haba algunas manchas ms en la hierba. Alz la vista y mir al solar con una expresin congelada en la cara. Creo que todos omos el inaudible lamento y vimos el bulto oscuro e inmvil a la vez. Soda lleg primero. Johnny estaba tumbado boca abajo. Soda le dio la vuelta con cuidado y yo a punto estuve de marearme. Le haban dado una paliza de espanto.

    Estbamos acostumbrados a ver a Johnny maltratado; su padre le sacuda bastante, y aunque nos cabreaba muchsimo, no podamos hacer nada. Pero aquellos golpes no tenan nada que ver con esto. Johnny tena la cara toda cortada, magullada e hinchada, y tena una cuchillada desde la sien hasta el mentn. Le quedara cicatriz para toda la vida. La camiseta, blanca, la tena toda salpicada de sangre. Me qued parado, temblando con un fro repentino. Pens que poda estar muerto; seguro que nadie poda aguantar una paliza as y seguir vivo. Steve cerr los ojos un momento y solt un gruido mientras se acuclillaba al lado de Soda.

    De alguna manera la pandilla entendi qu haba ocurrido. Two-Bit se encontr de repente a mi lado, y por una vez en la vida su cmica sonrisa haba desaparecido y sus ojos grises y danzarines estaban tormentosos. D'rry nos haba visto desde el porche de casa y corri hacia nosotros, parndose en seco al llegar. Tambin estaba all Dally, mascullando entre dientes; se dio la vuelta con una expresin de asco. Me pregunt vagamente por qu. Dally haba visto morir a varios tos en las calles del West Side de Nueva York.Por qu pareca entonces

  • asqueado?-Johnny? -Soda lo levant y se lo apoy contra el hombro. Le dio una leve

    sacudida a aquel cuerpo-: Eh, Johnnycake.Johnny no abri los ojos, pero emiti una dbil pregunta.-Soda?

    -S, soy yo -dijo Sodapop-. No hables. Te pondrs bien.. -Eran un montn -empez Johnny, tragando, sin hacer caso de la orden de Soda-. Un Mustang azul lleno de ellos... Me acojon... -intent soltar un taco, pero de pronto se ech a llorar, luchando por controlarse, y llorando ms porque no lo logr.

    Johnny se haba llevado ms de una con la fusta de su viejo, pero nunca solt ni un quejido. Eso pona peor las cosas, pues le costaba trabajo aliviarse. Soda no hizo ms que sujetarle y apartarle el pelo de los ojos.

    -No te preocupes, Johnny. Se han ido. No te preocupes.Finalmente, entre sollozos, Johnny pudo contarnos cmo haba sido. Estaba en el solar con el baln para practicar un poco cuando un Mustang azul aparc al lado. Venan cuatro socs. Lo cogieron; uno de ellos llevaba la mano llena de anillos; eso fue lo que le hizo tantos cortes. No fue slo cosa del palizn que le haban dado. Adems lo haban aterrorizado. Lo haban amenazado con toda clase de cosas. Johnny era muy excitable, una secuela nerviosa de las muchas veces que le haban pegado, de tanto or pelearse a sus padres todo el tiempo. Vivir en esas condiciones habra vuelto amargo y rebelde a cualquier otro; a Johnny lo estaba matando. Nunca haba sido un cobarde. Era un buen to a la hora de pelear contra otra pandilla. Estaba muy unido a la nuestra, y mantena la boca bien cerrada cuando se trataba de la bofia. Pero despus de la noche de la paliza, Johnny se amedrentaba ms que nunca. Yo llegu a creer que nunca lo superara. Nunca ms anduvo por ah solo. Johnny, que era el que mejor cumpla la ley de todos nosotros, llevaba ahora una faca de seis pulgadas en el bolsillo. Y estaba dispuesto a usarla, si volvan a asaltarle. Le haban asustado hasta ese extremo. Al prximo tipo que lo asaltara lo matara. Nunca iban a zurrarle de esa manera. Tendran que pasar por encima de su cadver...

    Casi me haba olvidado de que Cherry me estaba oyendo. Pero cuando volv a la realidad y la mir, me qued asombrado de verla blanca como una hoja de papel.

    -No todos los socs son as -dijo-. Tienes que creerme. Ponyboy. No todos nosotros somos as.

    -Desde luego -dije.-Sera como decir que todos los greasers sois como Dallas Winston. Me

    juego cualquier cosa a que ha asaltado a unos cuantos.Diger eso como pude. Era verdad. Dally haba asaltado a gente. Nos haba

    contado historias de asaltos en Nueva York que te ponan los pelos de punta. Pero no todos nosotros ramos tan malos.

    Cherry ya no pareca asqueada, slo triste. -Estoy segura de que crees que los socs lo tenemos todo hecho. Los nios

    ricos, los socs del West Side. Te dir algo, Ponyboy, y a lo mejor te sorprende.

  • Tenemos problemas de los que nunca has tenido noticia. Quieres saber una cosa? -me mir directamente a los ojos-. Las cosas estn muy crudas por todas partes.

    -Te creo -dije-. Mejor volvemos con las palomitas, o Two-Bit va a pensar que me he largado con su pasta.

    Volvimos y estuvimos viendo la peli. Marcia y Two-Bit se lo estaban pasando en grande. Los dos tenan el mismo sentido del humor, de cabeza de chorlito. Cherry, Johnny y yo estuvimos all sentados, viendo la peli y sin hablar. Dej de preocuparme y me puse a pensar qu agradable era estar all con una chica, sin tener que aguantarle sus tacos, sin tenerle que darle un tortazo de cuando en cuando. Una vez, mientras DalIas estaba en el reformatorio, a Sylvia le dio por colgarse de Johnny y engatusarlo, y Steve la agarr por banda y le dijo que si intentaba cualquiera de sus trucos con Johnny iba a ser l personalmente quien le bajara los humos. Luego le dio a Johnny una leccin en cuanto a chicas y sobre los los en que una fulana tramposa como Sylvia era capaz de meterle. A resultas de aquello, Johnny nunca les hablaba mucho a las chicas, pero si era porque tena miedo de! Steve o porque era muy tmido, no sabra decirlo.

    A m me cay el mismo rapapolvo por parte de Two-Bit despus que una vez en el centro levantamos a dos chicas. Me result divertido, pues las chicas son un asunto en el que hasta Darry cree que uso la cabeza. Y en serio que fue diverti-do, pues Two-Bit estaba bastante cachondo cuando me solt el rapapolvo, y me cont historietas que me dieron ganas de meterme debajo del suelo, o algo por el estilo. Pero hablaba de chicas como Sylvia y las que l y Dally y el resto levantaban en los drive-ins y en el centro de la ciudad; nunca dijo nada de chicas socs. As que me hice a la idea de que no haba nada malo en estar all sentado con ellas. Incluso aunque tuvieran sus propios problemas. La verdad, no era capaz de entender por qu asuntos podran afanarse los socs: buenas notas, coches buenos, buenas chicas, algodn fino y Mustangs y Corvairs; to, pens, si tuviera que preocuparme por cosas as me considerara un tipo con suerte.

    Ahora lo entiendo mejor.

  • CAPTULO 3

    En cuanto termin la pelcula, de repente, camos en la cuenta de que Cherry y Marcia no tenan forma de ir a casa. Two-Bit se ofreci galantemente a acompaarlas el lado oeste de la ciudad quedaba a unas veinte millas de all-, pero prefirieron llamar a sus padres para que vinieran a recogerlas. Two-Bit, finalmente, las convenci para que volvieran a casa en su coche. Creo que an estaban medio asustadas de nosotros. Poco a poco lo superaran, pens, mientras caminbamos hacia casa de Two-Bit para coger su coche. Me resultaba divertido que los socs -si es que aquellas chicas servan de muestra- fueran igual que nosotros. Les gustaban los Beatles y pensaban que Elvis Presley estaba fuera de onda, y nosotros creamos que los Beatles eran de lo ms ftido y que Elvis era guay, pero esa pareca ser, en mi opinin, la nica diferencia. Claro que algunas chicas greasers se habran comportado de manera ms ruda, pero haba una similitud bsica. Supuse que seguramente era el dinero lo que nos separaba.

    -No -dijo Cherry lentamente cuando me oy decir esto-. No es slo el dinero. Lo es en parte, pero no lo es todo. Vosotros los greasers tenis una escala de valores diferente. Sois ms emocionales. Nosotros somos sofisticados, fros hasta el extremo de no sentir nada. Con nosotros nada va en serio. Sabes, a veces me encuentro en m misma hablando con una amiga, y me doy cuenta de que no me creo ni la mitad de lo que digo. No creo que una fiesta con cervezas en la parte de abajo del ro sea lo ms, pero le hablara con entusiasmo de una de ellas a una amiga con tal de decir algo -me sonri.- Nunca le haba dicho est a nadie. Creo que eres la primera persona con la que de verdad he entrado en comunicacin.

    Se estaba comunicando conmigo a las mil maravillas, probablemente porque yo era un greaser, y ms joven que ella; no tena razones para estar en guardia conmigo.

    -Carreras de ratas, se es un nombre perfecto para esto -dijo-. Siempre estamos en marcha, yendo y viniendo y sin preguntar nunca adnde. Has odo alguna vez eso de tener ms de lo que quieres? De manera que no puedas desear nada y entonces empiezas a buscar algo distinto que desear? A m me da la impresin de que siempre estamos en busca de algo que nos satisfaga, y no lo encontramos jams. Quiz si dejramos a un lado nuestra frialdad, entonces s podramos.

    Esa era la verdad. Los socs estaban siempre tras un muro de reservas, muy al tanto de no mostrar su verdadera personalidad. Una vez vi una pelea entre dos clubs. Los socs hasta luchaban framente, de manera prctica, y casi impersonal.

    -Por ese motivo estamos alejados -dije-. No es cuestin de dinero, sino de sentimientos: vosotros no sents nada y nosotros lo sentimos todo con demasiada violencia.

    -Y -intentaba ocultarme una sonrisa- seguramente por eso nos turnamos a la hora de aparecer en los peridicos.

    Two-Bit y Marcia ni siquiera parecan ornos. Estaban metidos en alguna de esas conversaciones salvajes que no tenan sentido para nadie excepto para ellos mismos.

  • Tengo buena fama de ser un to tranquilo, casi tan tranquilo como Johnny. Two-Bit siempre deca que le extraaba que fusemos tan buenos colegas.

    -Debis de tener una conversaciones interesantsimas -deca, elevando una ceja-, t con la boca cerrada y Johnny sin decir palabra.

    Pero Johnny y yo nos entendamos sin necesidad de decirnos nada. Nadie, excepto Soda, poda hacernos hablar largo y tendido. Hasta que me encontr a Cherry Valance.

    No s por qu razn fui capaz de hablar con ella; quiz por la misma por la que ella poda hablar conmigo. De lo primero que me di cuenta es de que le estaba contando cosas de Mickey Mouse, el caballo de Soda. Era algo personal.-Soda tuvo este caballo, slo que no era suyo. Perteneca a un tipo que lo guardaba en los establos donde trabajaba Soda. Pese a todo, Mickey Mouse era el caballo de Soda. Soda, nada ms verlo, dijo: Ah tienes a mi caballo, y yo no lo dud ni un instante. Y o tena diez anos por entonces. Soda est loco por los caballos. En serio. Siempre anda por los establos y por los rodeos, saltando encima de un caballo en cuanto tiene ocasin. Cuando yo tena diez aos crea que Soda y Mickey Mouse se parecan. Mickey Mouse era un caballo de pelaje dorado oscuro, descarado y tozudo, no mucho mayor que un potro. Vena siempre que Soda le llamaba. Pero no cuando le llamaba cualquier otro. Aquel caballo adoraba a Soda. Estaba dispuesto a morderle la manga o el cuello. Joder, pero es que Soda estaba loco por aquel caballo. Iba a verlo todos los das. Mickey Mouse era un caballo ruin. Coceaba a los otros caballos y siempre andaba metido en los. Menudo potro tozudo que tengo, le haba dicho una vez Soda. Cmo eres tan malo, "Mickey Mouse"? Mickey Mouse se limitaba a morderle la manga y a veces a mordisquearle. Pero fuerte no. Igual perteneca a otro tipo, pero era el caballo de Soda.

    -Todava lo tiene Soda? -me pregunt Cherry.-Lo vendieron -dije-. Un da vinieron y se lo llevaron. Era un caballo que

    vala lo suyo. Pura fibra.No dijo nada ms, lo cual me alegr. No podra decirle que Soda haba

    llorado durante toda la noche despus de que se llevaran a Mickey Mouse. Y o tambin llor, si quieres que te diga la verdad, porque Soda nunca haba queridotener nada excepto un caballo, y haba perdido el suyo. Entonces Soda tena doce aos, a punto de cumplir trece. Nunca dej que mam y pap se enterasen de cmo se senta, porque nunca tuvimos el dinero suficiente, y por lo general las pasbamos canutas para que cuadrasen las cuentas a fin de mes. En nuestro barrio, cuando tienes trece aos ya sabes dnde estn los lmites. Durante todo un ao estuve ahorrando dinero, pensando que un da podra comprarle Mickey Mouse a Soda. A los diez no eres tan listo. "

    -Lees mucho, no, Ponyboy? -me pregunt Cherry.Me qued de una pieza.-S. Por qu?Se encogi de hombros.

    -Se te nota. Me juego lo que quieras a que tambin miras las puestas de sol -despus de asentir yo se qued callada un minuto-. Tambin yo sola verlas, antes

  • de estar tan ocupada.Me hice una idea, o al menos lo intent. Quiz Cherry se quedara quieta

    viendo el atardecer mientras se supona que debera estar sacando la basura. All quieta miraba y se olvidaba de todo lo dems hasta que su hermano mayor le gritaba que se diera prisa. Sacud la cabeza. Me hizo gracia que la puesta del sol que ella pudiera ver desde su patio y la que yo vea desde las escaleras de atrs fuera la misma. Quiz los distintos mundos en que vivamos no fueran tan distintos. Veamos los mismos atardeceres.

    -Cherry, mira lo que viene por ah dijo con voz sofocada Marcia.Todos miramos y vimos un Mustang azul que bajaba por la calle. Johnny

    hizo un ruido con la garganta y cuando le mir ya estaba plido.Marcia se mova con nerviosismo. -Qu vamos a hacer?Cherry se mordi una ua. -Quedarnos aqu -dijo-. No podemos hacer mucho ms.

    -Quines son? -pregunt Two-Bit-. El FBI?. -No -dijo Cherry con tono poco prometedor-. Son Randy y Bob.

    -Y -aadi Two-Bit con una mueca- algunos otros de la elite social de las camisas de cuadros.

    -Vuestros novios? -la voz de Johnny son firme, pero estando tan cerca de l como estaba yo, not que temblaba. Me extra; Johnny era una calamidad de nervios, pero nunca lo haba visto tan acojonado.

    Cherry ech a andar calle abajo. -Quiz no nos vean. Actuad con natura-lidad.

    -Quin est actuando? sonri Two-Bit-. Yo soy siempre as de natural. -Ojal fuera al revs -murmur. y Two-Bit dijo:-No te pongas bocazas, Ponyboy. El Mustang nos pas y se meti por la calle de la derecha. Marcia suspir

    aliviada.-Por qu poco.Cherry se volvi hacia m.-Hblame de tu hermano mayor. No cuentas nada de l.

    Intent encontrar algo que decide acerca de Darry, y me encog de hombros.-Qu puedo decir de l? Es enorme y apuesto, y le gusta jugar al ftbol.

    -Quiero decir que cmo es. Tengo la impresin de conocer a Soda por cmo me has hablado de l; hblame de Darry -y al callarme ella me meti prisa-. Es salvaje y temerario como Soda? Soador como t?

    Se me acalor la cara entera al morderme el labio. Darry... Cmo era Darry?

    -Es... -iba a decir que es un gran tipo, pero no pude. Explot con amargura-. No es para nada como Sodapop, y desde luego que a m no se parece. Es tan duro como una piedra y ms o menos tan humano. Tiene unos ojos iguales que el hielo helado. Cree que soy un coazo inaguantable. A l le gusta Soda; a todo el mundo le gusta Soda, pero a m no me puede aguantar. Me juego lo que quieras a que le encantara meterme en un reformatorio de esos, y desde luego que lo hara, siempre

  • que Soda le dejase.Two-Bit y Johnny se me haban quedado

    mirando con los ojos como platos.-No... -dijo Two-Bit pasmado-. No, Ponyboy, eso no es cierto... Lo has

    entendido todo al revs.-Joder -dijo Johnny en voz casi baja-, yo pensaba que t y Darry y Soda os

    llevabais pero que muy bien...-Bueno, pues no -le solt, sintindome un poco bobo. Saba que tena coloradas las orejas por cmo me quemaban, y me sent agradecido por la oscuridad. Me sent idiota. Comparada con la de Johnny, mi casa era el paraso. Por lo menos, Darry no se emborrachaba, ni me pegaba, ni sala zumbando de la casa, y yo tena a Sodapop para hablar de las cosas. Eso me puso de mala leche, quiero decir el portarme como un imbcil delante de todo el mundo-. Y t ms vale que te calles la boca, Johnny Cade, porque todo el mundo sabe que a ti tampoco te quieren en tu casa. Y no puedes echarles la culpa.

    A Johnny se le ensancharon ms los ojos y despus hizo una mueca de dolor, como si le hubiese golpeado. Two-Bit me solt una buna bofetada en la oreja, bien fuerte.

    -Cierra la boca, chaval. Si no fueras el hermano pequeo de Soda te iba a dar una somanta de sopapos que te ibas a enterar. Sabes de sobra que a Johnny no hay que hablarle de esa manera -le puso la mano en el hombro a Johnny-. No lo ha dicho en serio, Johnny.

    -Lo siento -dije apenado. Johnny era mi colega-. Es que estaba fuera de m.-Es la verdad -dijo Johnny con una sonrisa desangelada-. No me importa. .

    -Dejad de hablar as -dijo fieramente Two-Bit, revolvindole el pelo a Johnny-. No podramos arreglrnoslas sin ti, as que ya vale.-No es justo! -grit yo apasionadamente-. No es justo que lo tengamos todo en contra! -ni siquiera saba con exactitud qu quera decir, pero estaba pensando en que el padre de Johnny era un alcohlico y su madre una egosta detestable, y que la madre de Two-Bit era camarera en un bar para mantenerle a l y a su hermana pequea despus de que su padre se largara de casa por las bravas, y pens tambin en el viejo Dally, en el salvaje y astuto Dally, que se iba convirtiendo en un malhechor simplemente porque si no fuera as se morira, y en Steve, en el odio que senta por su padre, en cmo apareca eso en su voz suave y amarga Y en la violencia de su temperamento. Sodapop... un dropout para as poder conseguir un trabajo para que yo siguiera en el Insti, y Darry, que envejeca antes de tiempo en su intento por mantener a una familia y que tena dos trabajos y nunca se diverta lo ms mnimo... Mientras que los socs tenan tanto tiempo libre y tanto dinero que simplemente nos asaltaban y se peleaban entre s para pasarlo bien, que daban juergas de cerveza y fiestas en la parte baja del ro porque no se les ocurra nada mejor que hacer. Las cosas estaban crudas por todas partes, de acuerdo. En todos los rincones del East Side. Simplemente no me pareca justo.

    -Ya s -dijo Two-Bit con una de sus sonrisas de buen humor-, cuando nos toca la vez a nosotros siempre tenemos las peores cartas, pero as son las cosas. Qu le vas a hacer. Ajo y agua.

  • Cherry y Marcia no dijeron nada. Supongo que es que no saban qu decir. Nos habamos olvidado de que estaban all. Entonces fue cuando vimos que el Mustang bajaba por la calle, ms despacio que antes.

    -Bien -dijo Cherry. con resignacin-, nos han visto.El Mustang se detuvo a nuestro lado, y los dos chicos que iban delante se bajaron. Eran socs en toda regla. Uno llevaba una camisa blanca y una chupa de algodn, el otro una camisa amarillo claro y un jersey color vino. Les mir las ropas, y en ese momento me di cuenta de que todo lo que yo tena eran un par de vaqueros y la camisa vieja de Soda con las mangas recortadas. Tragu. Two-Bit empez a remangarse, pero lo detuve a tiempo; se subi simplemente el cuello de su chupa de cuero y encendi un cigarro. Los socs ni siquiera parecan habernos visto.-Cherry, Marcia, escuchar...-el soc de pelo negro, el ms apuesto, empez as.

    Johnny respiraba hondo; me di cuenta de que miraba a la. mano del soc. Llevaba tres pesados anillos. Mir a Johnny de reojo mientras en mi interior emerga una idea. Me acord de que el coche que haba parado en el solar aquella noche era un Mustang azul, y que a Johnny le haba cortado la cara alguien que llevaba anillos.

    La voz del soc me entr en el pensamiento:-total, slo porque la ltima vez nos emborrachamos un poco...

    Cherry pareca enloquecida.-Un poco slo? O sea, que andar haciendo eses y desmayndose es slo

    un poco? Bob, ya te lo he dicho, no salgo contigo mientras sigas bebiendo, y va en serio. Cuando ests borracho pueden ocurrir demasiadas cosas. Elige, o yo o la bebida.

    El otro soc, un tipo alto con un corte de pelo estilo Beatle, se volvi hacia Marcia:

    -Nena, ya sabes que no nos emborrachamos tan a menudo -y como ella se limit a mirarle framente, se puso de mala leche-. Y aunque estis cabreadas con nosotros, sa no es razn para andar por la calle con esa chusma.

    Two-Bit le dio una larga calada a su cigarro, Johnny se encogi y meti los pulgares en los bolsillos y yo me enderec. Podemos tener un aire ms desagradable que cualquier cosa cuando queremos; un aire de duro viene bien a veces.

    -A quin ests llamando chusma? -Mirad, greasers, hay otros cuatro de nosotros en el asiento de atrs...

    -Entonces qu pena de asiento trasero -dijo Two- Bit hacia el cielo.-Oye, si buscis pelea...Two- Bit alz una ceja, lo cual solamente le hizo parecer ms tranqui.-Queris decir con ello que si busco un buen asalto, nos sobrepasis en

    nmero, as que nos lo vais a dar? Bueno... -agarr una botella, rompi un extremo, me la alcanz, y sac su navaja en un abrir y cerrar de ojos-. Intntalo, amiguete.

    -No! -grit Cherry-. Para! -mir a Bob-. Nos iremos a casa con vosotros. Espera slo un momento.

    -Por qu?-pregunt Two-Bit-. No les tenemos miedo.Cherry se ech a temblar.

  • -No puedo aguantar las peleas... No puedo aguantarlas...Me la llev a un lado.-No podra usar esto -le dije, tirando la botella-. No sera capaz de cortarle a

    nadie... -tena que decrselo, porque le haba visto los ojos cuando Two- Bit sac la faca.

    -Lo s -dijo tranquilamente-, pero es mejor que nos vayamos con ellos. Ponyboy... quiero decir que... si te veo a la entrada del Insti o en alguna otra parte y no te saludo no te creas que es nada personal, pero...

    -Entiendo -dije.-No podramos dejar que nuestros padres nos vieran con vosotros. Eres un

    chaval muy majo y todo eso...-No te preocupes -dije, deseando estar muerto y enterrado en cualquier

    parte. O al menos tener una camisa decente-. No somos de la misma clase. Pero no te olvides de que algunos de nosotros tambin miramos las puestas del sol.

    Me mir rpidamente. -Podra enamorarme de Dallas Winston --dijo-. Espero no vede nunca ms,

    o de veras que lo har.Me dej all con la boca abierta, y el motor del Mustang retumb y se fue.Caminamos hacia casa, mayormente en silencio. Quera preguntarle a

    Johnny si sos eran los mismos socs que le haban dado la paliza, pero no lo mencion. Johnny nunca hablaba de aquello, y los dems nunca dijimos nada.

    -Bueno, eran dos de las chicas ms guapas que he visto en mi vida - Two-Bit bostez mientras nos sentamos en el bordillo al lado del solar. Sac un pedazo de papel del bolsillo y lo rompi.

    -Qu era eso?-El nmero de Marcia. Seguramente falso. Deb haber perdido la cabeza

    para pedrselo. Me parece que estoy como una trompa.As que haba bebido. Two- Bit era un to listo. Conoca los lmites.-Os vais todos a casa? -pregunt.-Todava no --dije. Quera fumar otro cigarro y mirar las estrellas. Tena que

    estar en casa a eso de las doce, pero pens que tena tiempo de sobra.-No s por qu te di aquella botella rota --dijo Two-Bit. ponindose en pie-.

    Nunca la habras usado. .-Igual s -dije-. Estabas colocado? -Me voy ajugar al billar y a ver si pillo por ah una partida de pquer. Igual

    me cojo un colocn de los que hacen poca. Qu s yo. Hasta maana a todos.Johnny y yo nos tumbamos de espaldas y miramos las estrellas. Me estaba

    helando; la noche estaba fra y slo llevaba encima la camiseta, pero soy capaz de ponerme a mirar las estrellas aunque haga bajo cero. Vi brillar el cigarro de Johnny en laoscuridad y me pregunt cmo se estara dentro de un ascua...

    -Fue todo porque somos greasers -dijo Johnny,. y supe que se refera a Cherry-. Su reputacin podra haber salido malparada.

    -Eso creo -dije, dudando si decirle o no a Johnny lo que Cherry haba dicho sobre Dallas.

    . -To, se s que era un coche guay. Los Mustangs son guay. .

  • . -Los socs pasndoselo en grande, ya sabes -dije mientras senta crecer en mi interior una amargura nerviosa. No era justo que los socs lo tuvieran todo. ramos tan buenos como ellos; no era culpa nuestra que furamos greasers. Sencillamente, no era capaz de admitirlo o mandado al carajo, como Two- Bit, o ignorarlo y amar la vida, como Sodapop, o endurecerme al margen de todo, como Dally, y mucho menos disfrutar de ello, como Tim Shepard. Sent que dentro de m aumentaba la tensin y supe que tendra que ocurrir algo o estallara.

    -No puedo aguantar mucho ms -Johnny dio voz a mis propios sentimientos-. Me matar, o algo por el estilo.

    -No -dije alarmado, sentndome-. No puedes matarte, Johnny.-Bueno, no voy a hacerlo. Pero he de hacer algo. Debe de haber algn sitio

    en donde no haya socs ni greasers, sencillamente gente. Gente normal y corriente.-Lejos de las grandes ciudades -dije, tumbndome otra vez-. En el campo...

    En el campo... Me encantaba el campo. Quera estar lejos de las ciudades, lejos de la excitacin. Slo m_ apeteca tumbarme de espaldas bajo un rbol y leer un libro o dibujar, y dejar de preocuparme porque me asaltaran, dejar de llevar una faca o terminar casado con alguna fulana como una cabra. As deba de ser el campo, pens ensoadoramente. Tendra un perro pachn y aullador, como en tiempos, y Soda podra tener a Mickey Mouse de nuevo y cabalgar en todos los rodeos que le diera la gana, y Darry perdera esa mirada fra y dura y volvera a ser como antes, hace ocho meses, antes de que pap y mam murieran. Puesto que estaba soando, traje a pap y a mam de vuelta a la vida... Mam hara pasteles de cho-colate y pap saldra temprano con el camin para dar de comer al ganado. Le dara a Darry palmadas en la espalda y le dira que se estaba haciendo un hombre, de tal palo tal astilla, y estaran tan cerca el uno del otro como siempre haban estado. Quiz Johnny podra venirse a vivir con nosotros, y la pandilla podra venir los fines de semana, y quiz DalIas terminase por ver que despus de todo hay algo bueno en el mundo, y mam hablara con l y le hara sonrer, aunque no quisiese. Tienes toda una madre, sola decir DalIas. Era capaz de hablar con Dally y de mantenerlo apartado de los jaleos. Mi madre era dorada y hermosa...

    -Ponyboy -Johnny me estaba sacudiendo-. Eh, Ponyboy, despierta.Me sent, estremecindome. Las estrellas se haban movido.

    -Dios, qu hora es?-No lo s. Me qued dormido mientras te oa hablar y venga hablar. Mejor

    que te vayas a casa en seguida. Yo creo que me quedar aqu a pasar la noche -a los padres de Johnny les daba igual que Johnny fuera a .casa o no.

    -Vale -bostec. Joder, qu fro haca-. Si te quedas helado, o as, vente a casa.

    -Vale.Corr hacia casa, temblando ante la idea de vrmelas con Darry. La luz del

    porche estaba encendida. Quizs estuviesen dormidos y pudieracolarme sin que me vieran. Ech un vistazo por la ventana. Sodapop estaba tumbado en el sof, pero Darry estaba en la butaca, bajo la lmpara, leyendo el peridico. Tragu saliva y abr cuidadosamente la puerta. Darry levant la vista del peridico. . En un segundo estaba de pie. All me qued, mordindome la ua.

  • -Dnde diablos has estado? Sabes qu hora es? -estaba ms cabreado de lo que nunca en mi vida le haba visto. Sacudi la cabeza, sin habla.

    -Bueno, son las dos de la maana, chaval. Una hora ms y habra puesto a la Polica tras de ti. Dnde estabas, Playboy? -la voz se le elevaba-. En qu parte del omnipotente universo te habas metido?

    Me son a gilipollas a m mismo cuando balbuce:-Me... me... he quedado dormido en el solar...-Que qu? -gritaba, y Sodapop se sent y se frot los ojos.-Eh, Ponyboy, dnde has estado? dijo medio dormido.

    -No era mi intencin -le supliqu. a Darry-. Estaba hablando con Johnny y los dos nos quedamos fritos...

    -Supongo que no se habr ocurrido pensar que tus hermanos podan estar preocupados por ti y con miedo de llamar a la Polica, porque una historia as podra dar con tus huesos en un orfelinato a tal velocidad que la cabeza te iba a dar vueltas. Y t estabas dormido en el solar? Ponyboy, qu demonios te pasa? Eres incapaz de usar la cabeza? Ni siquiera llevas un abrigo...

    Sent que se me saltaban las lgrimas calientes de ira y frustracin.-Te he dicho que no era mi intencin... .

    -Que no era tu intencin? -grit Darry, y a punto estuve de desmayarme-. Que no te acordaste! Eso es todo lo que sabes decir! No se te ocurre ninguna otra cosa?

    -Darry... -empez Sodapop, pero Darry se volvi hacia l.-T cllate la boca. Estoy harto de orte defenderle!No debi haberle gritado a Soda. Nadie debiera gritarle nunca a mi

    hermano. Estall:-No le grites! -aull. Darry se dio la vuelta y me solt una bofetada que di

    contra la pared.De repente se hizo un silencio de muerte. Nos quedamos todos helados.

    Nadie de la familia me haba pegado nunca. Nadie. Soda tena los ojos como platos. Darry se mir la palma de la mano, que se haba puesto roja, y me mir luego a m. Tena los ojos enormes.

    -Ponyboy...Me di la vuelta y sal por la puerta corriendo tan aprisa como pude. Darry grit:

    -Pony, perdona! _pero yo ya estaba en el solar y fing no orle. Me estaba escapando. Tena muy claro que Darry no me quera ver por all. Y aunque quisiera, no iba a quedarme. Ni siquiera iba a pegarme nunca ms.

    -Johnny? -llam, y me par en seco cuando se ech a rodar y salt debajo de mis pies-. Venga, Johnny, nos escapamos.

    Johnny no hizo preguntas. Corrimos varias. manzanas hasta quedarnos sin aliento. Luego caminamos. Para entonces yo lloraba. Finalmente me sent en el bordillo y llor, enterrndome la cara entre los brazos. Johnny se sent a mi lado y me ech la mano al hombro.

    - Tmatelo con calma, Ponyboy dijo suavemente-, estaremos bien.-Finalmente me calm y me sequ los ojos con el brazo desnudo. Respiraba entre sollozos. -Tienes un cigarro?

  • Me acerc uno y encendi una cerilla. -Johnny, tengo miedo.-Bueno, pues qutatelo. Me lo vas a pegar a m. Qu ha pasado? Nunca te

    haba visto llorar de semejante manera.-No lo hago muy a menudo. Fue Darry. Me peg. No s qu pas, pero no

    aguanto que me abronque y que adems me pegue. No s... a veces nos llevamos bien, pero de repente estalla conmigo o me regaa a todas horas. Antes no era as... antes nos llevbamos bien... antes de que mam y pap murieran. Ahora, lisa y llanamente, no me aguanta.

    -Creo que prefiero con mucho cuando es el viejo quien me pega -suspir Johnny-. Entonces, al menos, s quin soy. Entro en esa casa, y nadie dice nada. Salgo, y nadie dice nada. Me quedo fuera toda la noche, y nadie se da cuenta. T, al menos, tienes a Soda. Yo no tengo a nadie.

    -Venga, to -dije, sacado de golpe de mi tristeza-, t tienes a toda la pandilla. Dally no te dio de leches hoy porque eres el preferido. Quiero decir, joder, Johnny, tienes a toda la pandilla.

    -No es lo mismo que tener a los tuyos cuidndote -dijo Johnny simplemente-. Es que no es lo mismo.Empezaba a relajarme y a pensar que, despus de todo, escaparse quiz no fuera tan buena idea. Estaba adormilado y tena un fro del carajo, y quera estar en casa y en la cama, a salvo y calentito bajo las mantas y con el brazo de Soda en torno a m. Decid irme a casa y no hablarle a Darry. Era mi casa tanto como lo era suya, y si quera dar por sentado que yo no exista, por m de acuerdo. Pero no poda impedirme vivir en mi propia casa.

    -Por qu no damos un paseo hasta el parque y. vuelta? Igual me tranquilizo lo suficiente para irme a casa.

    -De acuerdo -dijo Johnny tranquilamente-, como quieras.Las cosas tienen que mejorar, supuse. No pueden ponerse peor. Me

    equivocaba.

    CAPTULO 4

    El parque tendra unas dos manzanas de extensin y contaba con una fuente en medio y una piscina pequea para los cros. Ahora, en otoo, la piscina estaba vaca, pero la fuente funcionaba alegremente. Altos olmos daban al parque un aire sombro y oscuro, y habra sido un buen sitio para quedar, pero nosotros

  • preferamos nuestro solar, y el equipo de Tim Shepard los callejones, as que el parqu quedaba para los amantes y los cros.

    No haba nadie por all a eso de las dos de la madrugada, y era un sitio perfecto para relajarse y recobrar la tranquilidad. La verdad es que no podra haberme tranquilizado mucho ms sin convertirme en un carmbano. Johnny se cerr la chupa y el cuello.

    -No te ests quedando helado, Pony? -Pues s que ests t fino -dije, frotndome los brazos desnudos entre calada

    y calada. No s qu estaba diciendo sobre la pelcula de hielo que empezaba a formarse en los bordes de la fuente cuando un sbito bocinazo nos hizo pegar un bote. El Mustang azul estaba dando lentamente la vuelta al parque.

    Johnny escupi unos cuantos tacos entre dientes y yo murmur:-Qu quieren? Este es territorio nuestro.Qu estarn haciendo los socs tan

    al este?Johnny sacudi la cabeza.-Y yo qu s. Pero me apuesto lo que quieras a que nos buscan a nosotros.

    Nosotros levantamos a sus chicas.-Dios -dije en un gruido-, es lo nico que nos faltaba para terminar una

    noche perfecta -le di una ltima calada al cigarro y apagu la colilla enterrndola con el tacn-. Echamos a correr?

    -Demasiado tarde -dijo Johnny-. Ah vienen.Eran cinco los socs que venan derechos hacia nosotros, y por cmo se

    tambaleaban supuse que venan pero bien colocados. Eso me dio miedo. Un amago duro y a tiempo a veces puede espantarlos, pero no si estamos cinco a dos, y. adems iban borrachos. Johnny se llev la mano al bolsillo de atrs .y yo record su navaja. Ojal tuviese yo aquella botella rota. Seguro que les habra mostrado que .saba usarla, de haber sido necesario. Johnny tena un miedo de muerte. En serio. Estaba ms plido que un fantasma y tena en los ojos una mirada salvaje, como la de un animal en una trampa. Retrocedimos contra la fuente y los socs nos rodearon. Olan tanto a whisky y a English Leather que a poco me asfixio. Dese con todas mis fuerzas que aparecieran Soda y Darry en mi bsqueda. Cuatro de nosotros podramos haberlos manejado con facilidad. Pero no haba nadie por all, y supe que Johnny y yo tendramos que arreglrnoslas solos. Johnny tena la cara dura, vaca; hay que conocerlo bien para ver el pnico en sus ojos. Me qued mirando a los socs con toda tranquilidad. Quiz nos tuvieran acojonados, pero nun-ca les daramos la satisfaccin de mostrrselo.

    Eran Randy y Bob y otros tres socs, y nos haban reconocido. Tambin supe que Johnny los haba reconocido; miraba con sus ojos enormes el reflejo de la luna sobre los anillos de Bob.

    -Eh!, qu os dije? -dijo Bob un tanto inseguro-, aqu estn los greasers que se llevaron a nuestras chicas. Eh, greasers!

    -Estis fuera de vuestro territorio -les avis Johnny en voz baja-. Ms vale que estis al tanto.

    Randy nos solt unos tacos y se acerc ms. Bob miraba a Johnny.-Qu va, to: sois vosotros los que haris mejor en andar con ojo. La

  • prxima vez que os .apetezca una puta, escogedla de vuestra propia clase, basura.Me estaba cabreando. Empezaba a odiarlos lo suficiente como para perder

    la cabeza.-Sabis qu es un greaser? pregunt Bob-. Basura blanca con el pelo

    largo.Sent cmo me suba la sangre a la cabeza. Me han insultado, me han dicho

    verdaderas burradas, pero nunca me haba impactado tanto como en ese momento. Johnnycake solt una especie de bufido; le ardan los ojos.

    -Sabes qu es un soc? -dije, con la voz temblorosa de rabia-. Basura blanca con Mustangs y algodn fino -y en ese momento, como no se me ocurra nada fuerte para decides, les escup. Bob sacudi la cabeza, sonriendo lentamente.

    -Te hace falta un buen bao, greaser. Y un buen curro. Y tenemos toda la noche para drtela. Dale un bao al chaval, David.

    Me agazap e intent huir, pero el soc me agarr por el brazo, me lo torci a l.a espalda y me meti la cara en la fuente. Pele, pero la mano que me agaraba de la nuca era poderosa y yo tena que contener la respiracin. Me muero, pens, y me pregunt qu le estara pasandole a Johnny. No poda contener la respiracin por ms tiempo. Pele otra vez a la desesperada, pero slo consegu tragar agua. Me ahogo, pens, se ha pasado... Una neblina roja me llen la mente y muy despacio me relaj.

    Lo siguiente que supe fue que estaba tumbado en la acera, junto a la fuente, venga a toser agua y boqueando. Estaba all tendido, dbil, respirando aire y escupiendo agua. El viento me golpeaba la camiseta empapada y el pelo chorreante. Me castaeteaban los dientes sin parar, y no era capaz de impedido. Finalmente me puse en pie y me apoy de espaldas contra la fuente, con el agua corrindome por la cara. Entonces vi a Johnny.

    Estaba sentado cerca de m, con el codo en la rodilla, y miraba fijamente al frente. Tena un extrao color blanco verdoso, y los ojos ms enormes que he visto en mi vida.

    -Lo he matado -dijo muy despacio-. He matado a ese chico.Bob, el apuesto soc, estaba all a la luz de la luna, doblado sobre s mismo y

    muy quieto. Un charco oscuro creca a su alrededor, extendindose lentamente sobre el blanco azulado del cemento. Le mir a Johnny a la mano. Tena aferrada su navaja, y estaba oscura hasta las cachas. El estmago me dio un brinco violento y se me hel la sangre.-Johnny -consegu decir a duras penas entre nuseas-, me parece que voy a marearme.

    -Adelante -dijo con voz segura-, no voy a mirarte.Volv la cabeza y, por un instante, estuve tranquilamente mareado. Luego

    me ech hacia atrs y cerr los ojos para no ver a Bob all tendido.Esto no puede ser cierto. No puede ser cierto. No puede ser cierto.

    -De verdad que le has matado, Johnny?-S -la voz le tembl levemente-. Tuve que hacerlo. Te estaban ahogando,

    Pony. Podran haberte matado. Y tenan una faca... me iban a dar una paliza...-Como... -tragu-, como la otra vez? Johnny estuvo callado un minuto.

  • -S -dijo-, corno la otra vez. Johnny me cont qu haba sucedido: -Echaron a correr cuando lo acuchill. Todos echaron a correr...

    Me estaba entrando el pnico mientras oa seguir a la tranquila voz de Johnny.-Johnny! -a poco ms chillo-. Por matar te llevan a la silla elctrica! -yo