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RECAMBIO GENERACIONAL, OPORTUNIDAD DE INNOVACIÓN DE LA CARRERA ACADÉMICA EN LAS UNIVERSIDADES MEXICANAS Magdalena Fresán Orozco, mexicana es doctora en Educación por la Universidad Anáhuac y la Universidad Complutense de Madrid. Realizo la Maestría en Ciencias Biomédicas (Inmunología) en la Facultad de Medicina y la licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias, de la UNAM. Formó parte de la planta académica de la Unidad Xochimilco donde impartió docencia en el Tronco Interdivisional, en la Licenciatura en QFB y en el Doctorado en Ciencias Sociales. También ha sido profesora en la Facultad de Medicina, el CINVESTAV y el INAP. Los resultados de sus trabajos de investigación incluyen artículos, libros y capítulos de libros que ascienden a más de 50 publicaciones. Actualmente su principal línea de investigación aborda el tema: Actores y procesos en la Educación Superior. Desde el 2003 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I). Ha desempeñado distintos puestos académico- administrativos: Secretaria General de la Universidad Autónoma Metropolitana; Secretaria Unidad Xochimilco; Coordinadora de Extensión Universitaria y jefa del Departamento de Sistemas Biológicos. Fuera de la UAM ha sido Coordinadora General de Proyectos Especiales (1998-2000) y Asesora de la Secretaría General Ejecutiva de la ANUIES (2001-2004). Actualmente es Rectora de la Unidad Cuajimalpa de la UAM (2005-2009). Angélica Buendía Espinosa, mexicana es doctora en Ciencias Sociales en el área de Sociedad y Educación por la UAM Xochimilco, maestra en Economía y Gestión del Cambio Tecnológico y Licenciada en Administración. Ha impartido docencia y ha ocupado diversos puestos directivos en instituciones de educación superior públicas y privadas. Actualmente es jefa de la oficina técnica del Consejo Académico de la UAM Cuajimalpa. Es autora de artículos de divulgación científica universitaria y ha participado en conferencias, congresos, foros y simposios sobre educación superior, ciencia y tecnología. Sus últimas dos publicaciones son “Acreditación institucional de la Educación Superior Particular en México”, presentada en el Foro Nacional de la Educación Particular, ANUIES-UIA, 2006 y la Ponencia en coparticipación con Comas, Óscar y Fresán, O. Magdalena: “La historia de una universidad pública mexicana en el siglo XXI, la UAM-C de los obstáculos del presente a los desafíos del futuro, presentada en V Encuentro Nacional y II Latinoamericano. La Universidad como objeto de investigación, Buenos Aires, Argentina, 2007. Algunos reconocimientos académicos son “LINCE DE ORO 1998, 2000 y 2001” al mejor Funcionario Académico por la Universidad del Valle de México, Noviembre/1998, Excelencia al Desempeño Académico periodo 01/99 por la UVM, y la Medalla al Mérito Universitario por la UAM, Unidad Xochimilco por los estudios de maestría realizados, Noviembre 2000. Oscar Comas Rodríguez, nacionalizado mexicano, es doctor en Educación, por la UAEM. Además tiene maestría y doctorado en ciencias naturales por la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, 1974, maestría en geología por la facultad de Ciencias de la UNAM, 1982. Actualmente, profesor titular “C” de tiempo completo y secretario de la UAM Cuajimalpa. Es perfil PROMEP para el periodo 2005–2008. Ha sido director y responsable de 11 proyectos de investigación auspiciados por instituciones como: CONICET, CONACYT-UAM-I, UAMI- SEDUE, UAMI-PRONAES, UAMI-PROIDES, CINVESTAV (Centro de Teoría y Metodología de la Ciencia). UNRISD, IFIAS y UNAM. En docencia sus últimos cursos impartidos son: Grandes Paradigmas Científicos y Seminario de Sustentabilidad y Cultura Ambiental. Entre otras 1

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RECAMBIO GENERACIONAL, OPORTUNIDAD DE INNOVACIÓN DE LA CARRERA ACADÉMICA EN LAS UNIVERSIDADES MEXICANAS

Magdalena Fresán Orozco, mexicana es doctora en Educación por la Universidad Anáhuac y la Universidad Complutense de Madrid. Realizo la Maestría en Ciencias Biomédicas (Inmunología) en la Facultad de Medicina y la licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias, de la UNAM. Formó parte de la planta académica de la Unidad Xochimilco donde impartió docencia en el Tronco Interdivisional, en la Licenciatura en QFB y en el Doctorado en Ciencias Sociales. También ha sido profesora en la Facultad de Medicina, el CINVESTAV y el INAP. Los resultados de sus trabajos de investigación incluyen artículos, libros y capítulos de libros que ascienden a más de 50 publicaciones. Actualmente su principal línea de investigación aborda el tema: Actores y procesos en la Educación Superior. Desde el 2003 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I). Ha desempeñado distintos puestos académico-administrativos: Secretaria General de la Universidad Autónoma Metropolitana; Secretaria Unidad Xochimilco; Coordinadora de Extensión Universitaria y jefa del Departamento de Sistemas Biológicos. Fuera de la UAM ha sido Coordinadora General de Proyectos Especiales (1998-2000) y Asesora de la Secretaría General Ejecutiva de la ANUIES (2001-2004). Actualmente es Rectora de la Unidad Cuajimalpa de la UAM (2005-2009). Angélica Buendía Espinosa, mexicana es doctora en Ciencias Sociales en el área de Sociedad y Educación por la UAM Xochimilco, maestra en Economía y Gestión del Cambio Tecnológico y Licenciada en Administración. Ha impartido docencia y ha ocupado diversos puestos directivos en instituciones de educación superior públicas y privadas. Actualmente es jefa de la oficina técnica del Consejo Académico de la UAM Cuajimalpa. Es autora de artículos de divulgación científica universitaria y ha participado en conferencias, congresos, foros y simposios sobre educación superior, ciencia y tecnología. Sus últimas dos publicaciones son “Acreditación institucional de la Educación Superior Particular en México”, presentada en el Foro Nacional de la Educación Particular, ANUIES-UIA, 2006 y la Ponencia en coparticipación con Comas, Óscar y Fresán, O. Magdalena: “La historia de una universidad pública mexicana en el siglo XXI, la UAM-C de los obstáculos del presente a los desafíos del futuro, presentada en V Encuentro Nacional y II Latinoamericano. La Universidad como objeto de investigación, Buenos Aires, Argentina, 2007. Algunos reconocimientos académicos son “LINCE DE ORO 1998, 2000 y 2001” al mejor Funcionario Académico por la Universidad del Valle de México, Noviembre/1998, Excelencia al Desempeño Académico periodo 01/99 por la UVM, y la Medalla al Mérito Universitario por la UAM, Unidad Xochimilco por los estudios de maestría realizados, Noviembre 2000.

Oscar Comas Rodríguez, nacionalizado mexicano, es doctor en Educación, por la UAEM. Además tiene maestría y doctorado en ciencias naturales por la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, 1974, maestría en geología por la facultad de Ciencias de la UNAM, 1982. Actualmente, profesor titular “C” de tiempo completo y secretario de la UAM Cuajimalpa. Es perfil PROMEP para el periodo 2005–2008. Ha sido director y responsable de 11 proyectos de investigación auspiciados por instituciones como: CONICET, CONACYT-UAM-I, UAMI-SEDUE, UAMI-PRONAES, UAMI-PROIDES, CINVESTAV (Centro de Teoría y Metodología de la Ciencia). UNRISD, IFIAS y UNAM. En docencia sus últimos cursos impartidos son: Grandes Paradigmas Científicos y Seminario de Sustentabilidad y Cultura Ambiental. Entre otras

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actividades se pueden mencionar: asesorías a instituciones de educación superior, proyectos Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica 2003-2004, más de 100 Artículos de divulgación científica universitaria publicados en diversas revistas y ponente en Conferencias, Congresos, Foros y Simposios al nivel nacional e internacional. Es evaluador externo del INAH para los programas de estímulo y reconocimiento académico a los profesores de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”. Ha sido sinodal en exámenes DEA Universidad de Valencia, y es evaluador de los pares académicos de los CIEES desde 2005.

Palabras clave: carrera académica, definitividad, recambio generacional, TIC´s y futuros.

Resumen: El futuro de la universidad es una preocupación presente, su análisis y consideración

en el debate actual, representan la posibilidad de imaginar cómo será en las próximas décadas una

institución trascendente, que hoy enfrenta retos y tendencias que sugieren su transformación. De

éstas, la globalización, las TIC´s y la producción, distribución y gestión del conocimiento,

simbolizan elementos detonadores de cambio y sugieren la autorreflexión de las universidades.

Por ello, en este trabajo los autores proponen tres escenarios para imaginarse los modelos de

universidad que coexistirán en el futuro, cuyo eje principal para pensar en los procesos de cambio

es uno de los elementos estructuradores más importantes en la universidad actual: la carrera

académica asociada a la figura de la definitividad y el inminente recambio generacional, dadas las

diferentes historias institucionales. El análisis se centra en el caso de la UAM, con el propósito de

que este incite al pensamiento constante de la renovación necesaria que deben considera las

universidades mexicanas frente a un mundo cada vez más complejo.

INTRODUCCIÓN

Esta investigación incita al análisis y polémica sobre la dinámica, el devenir de los tiempos de

cambio y el futuro de la universidad. La reflexión inicial del presente universitario y la búsqueda

de la definición de una alternativa futura condujo a los autores, a identificar procesos complejos y

entrelazados y señalar los principios y fundamentos del recambio generacional, como un

poderoso vector de cambio y reestructuración en la carrera académica, estructurante de las

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relaciones interdependientes que se establecen entre los actores y la organización de las funciones

universitarias.

Este trabajo está orientado a responder ¿qué procesos y factores del contexto demandan el

cambio en la universidad como institución?, ¿en qué forma la institucionalización de la carrera

académica ha conducido al envejecimiento de la planta académica y a la resistencia al cambio

institucional? ¿El recambio generacional constituye una oportunidad para abatir las resistencias al

cambio y plantear una carrera académica que permita consolidar los modelos previsibles de la

universidad en las próximas décadas? Interrogantes que implica construir escenarios para la

universidad del futuro y delinear las características de las carreras académicas que forjarán

diferentes modelos de universidad que coexistirán en el mediano plazo.

LA UNIVERSIDAD Y EL FUTURO: UNA TRANSFORMACIÓN NECESARIA

Durante siglos hemos comprendido a la universidad como el referente cultural de la sociedad y el

espacio ideal para reflexionar sobre los problemas políticos, económicos y sociales, es una

institución compleja donde la producción y socialización del conocimiento se fundamenta en

elevados niveles de calificación, y en una organización que encuentra su razón de ser en la

producción de sinergias que de otra manera no se generarían (Acosta, 2000; Ibarra, 2000). Estas

sinergias derivan de una atención permanente a los avances en el conocimiento, y han impulsado

nuevas configuraciones de la institución universitaria, marcos alternativos de interpretación, así

como otras formas de producción. Según Gibbons: “el nuevo modo de producción de

conocimiento afecta no sólo a qué conocimiento se produce, sino también a cómo se produce, el

contexto en el que se persigue, la forma en que se organiza, el sistema de recompensas que utiliza

y los mecanismos que controlan la calidad de aquello que se produce” (Gibbons, 1997:7 ).

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Conservar el papel central de la universidad en sociedad del siglo XXI le exige prever escenarios

posibles que, necesariamente, le demandarán una transformación, los cuales están condicionados

por una serie de fuerzas y/o tendencias que le darán una nueva fisonomía. La globalización, el

multiculturalismo, el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), la

participación de “nuevos actores” en la generación y distribución del conocimiento y el

necesario aggiornamiento de la organización universitaria son factores inductores para el cambio

y la generación o diseño de otros modelos de universidad.

Globalización y educación

La globalización ha producido profundas transformaciones en la sociedad, La globalización es el

concepto con el que designamos los arreglos complejos de la sociedad contemporánea (Ordorika,

2006:31). Diversos autores coinciden al señalar que esta fase del desarrollo del capitalismo se

caracteriza porque los procesos económicos, las interacciones sociales, políticas, culturales, e

incluso las relaciones individuales trascienden las fronteras nacionales. Los intercambios ocurren

en un mundo que ha reducido virtualmente sus dimensiones a una velocidad instantánea

utilizando las tecnologías de la información, las comunicaciones digitales y los medios de

transporte más modernos. El espacio y el tiempo se redefinen por interacciones que ocurren en el

tiempo real (Castells, 1996; citado por Ordorika, 2006).

El debate sobre el impacto de la globalización en el ámbito de la educación superior se resume en

dos perspectivas. La primera visión es optimista y plantea a las universidades su incorporación al

mundo global a fin de transformase en instituciones competitivas en la generación, aplicación y

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gestión del conocimiento, a partir del uso intensivo de las tecnologías. La segunda perspectiva,

que se asume en este trabajo, aborda el análisis de las modificaciones sustanciales de la

naturaleza del Estado contemporáneo como organizador principal de la acumulación de capital y

como articulador de la identidad nacional, (Castells, 1996, Evans, Rueschemeyer y Skocpol,

1985; citados por Ordorika, 2006). Estas transformaciones suponen la reducción del

financiamiento del Estado a la educación superior, bajo los patrones tradicionales, y una nueva

forma de relación de las universidades y sus actores con el Estado y el mercado, compitiendo por

recursos para realizar investigación.

Desde esta perspectiva Slaughter y Leslie (1997) señalan que la estructura del trabajo académico

está respondiendo a la emergencia de mercados globales. Los cambios son inducidos en la

universidad tradicional (o de investigación) a partir de la implementación de políticas educativas

que han transformado la identidad de los profesores y su relación con el Estado y el mercado,

fenómeno denominado capitalismo académico. Las universidades y los académicos asumen

conductas de mercado al competir por recursos económicos provenientes del Estado y del

mercado, situación que transforma el trabajo académico, su forma de organización, y las

funciones de docencia, investigación y difusión de la cultura (Ibarra, 2001).

Multiculturalismo

El reconocimiento de la existencia de “otros” sujetos y “otras” formas de concebir y construir el

mundo, también, imponen transformaciones a la universidad. El multiculturalismo confronta la

ideología de la globalización y cuestiona las categorías del conocimiento propuestas por la

modernidad, proponiendo espacios de aprendizaje diferentes y alternativos a la universidad

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tradicional occidental1 (Inayatullah y Gidley, 2003). Sin embargo, cuando el multiculturalismo,

revisado de manera conceptual, se considera un valor prioritario, “que aunque sigue anclado en

las etnias, es de cuño cultural”. El término supone un proyecto, dado que propone una nueva

sociedad y diseña su puesta en práctica, el cual se construye sobre cleavages acumulativos. Desde

cualquier óptica, el multiculturalismo plantea una ruptura histórica, que privilegia la igualdad

sobre otros valores sociales que prevalecieron en el siglo pasado (Sartori, 2001). En este

escenario la universidad puede plasmar un futuro posible a través de su memoria colectiva, de

sus prácticas reinventadas y del juego de su comunidad frente a otros” sujetos y “otras” forma de

concebir y construir el mundo.

TIC´s y educación

La tendencia más visible en las transformaciones sociales del mundo contemporáneo es el uso de

las TIC’s, y particularmente del Internet, aunque el acceso a este recurso es aún limitado2. La

educación superior no ha sido ajena a la incorporación de las TIC’s, las cuales posibilitan la

creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas al que Javier Echeverría

(2000), llama el tercer entorno, este espacio genera nuevos procesos de aprendizaje y transmisión

del conocimiento a través de las redes telemáticas, requiere de nuevos conocimientos, destrezas,

escenarios, instrumentos y métodos para los procesos educativos, y genera nuevas y múltiples

percepciones y oportunidades en el ámbito educativo. Pero también, exige ensayar diferentes

1En México se han creado nuevos modelos de universidades, por ejemplo las indígenas, bajo los supuestos de ampliación de cobertura y diversificación del sistema. Otras universidades alternativas se encuentra en las propuestas de Ivana Milojevic y Patricia Nicholson (2003), Bussey (2003) y James Grant (2003). 2 Para el 2005 en México había aproximadamente 103, 872, 328 habitantes, mientras que el porcentaje de usuarios de Internet era de 16.4%, aproximadamente 16, 995 400 habitantes, en http://www.exitoexportador.com/stats2.htm#central.

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lenguajes o marcos de inteligibilidad pedagógicos para comprender la transformación que está

viviendo el proceso de enseñanza aprendizaje.

Los profesores utilizan estas herramientas para fortalecer sus procesos de enseñanza y mantener

códigos de comunicación con las “nuevas generaciones”. La web tiende puentes entre

generaciones, de modo que la sabiduría del pasado sea utilizada para vincular el futuro con el

presente o a los jóvenes con los adultos, generando espacios virtuales donde es difícil identificar

al profesor y al estudiante (Inayatullah y Gidley, 2003). Las TIC’s con su capacidad para

reproducir simulaciones, aprendizaje en la acción y resolución de problemas basada en el

descubrimiento, facilitan el aprendizaje, y en muchas ocasiones superan el aprendizaje

tradicional, basado en la conferencia y el aula. Al nivel de los sistemas y las instituciones la

educación a distancia se propone como estrategia para ampliar la cobertura en educación

superior, ya que resuelve problemas asociados al aislamiento geográfico, a la necesidad de

formación y actualización a la vez que constituye un ahorro de recursos. No obstante, Cabero

(2006), señala que hay más de un 80% de fracaso en la gestión de cursos a distancia y más de un

60% de abandono de los mismos por parte de los estudiantes (Cebrián, 2003:31, cit. Por Cabero,

2006).

Nuevos actores y conocimiento

La transformación de la universidad también se asocia con la importancia económica, política y

social del conocimiento en la era postmoderna. Akrich y Miller (2006) señalan que la sociedad y

economía del conocimiento se caracterizan por la existencia de nuevos regimenes de producción

y circulación del conocimiento en donde aparecen actores que en el pasado dependían, del trabajo

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realizado por los investigadores de las universidades. Estos actores hoy interactúan en redes

complejas por su alcance, pero eficaces por el papel que desempeñan en la conformación de

comunidades de aprendizaje, generando formas colectivas de producción del conocimiento e

innovación. Entre ellos se encuentran organismos e instituciones públicas o privadas, tales como

las grandes empresas transnacionales y nacionales, organizaciones privadas dedicadas a la

investigación y desarrollo tecnológico, agencias de investigación y desarrollo de los gobiernos

nacionales y regionales y la propia sociedad. La universidad dejó de ser la catedral del

conocimiento, para compartir su estatus con actores cuyo objetivo principal es la aplicación

comercial y social.

En 2002 en Hourtin, cerca de Burdeos varios investigadores reflexionaron sobre el futuro de las

universidades. Vislumbraron distintos modelos, todos ellos posibles, algunos deseables y otros

indeseables, pero todos suponen una transformación esencial de la universidad tal cual la

conocemos ahora (García González, 2007)3. En México, una aproximación a la universidad del

futuro requiere de un ejercicio de formalización de criterios, métodos o modelos, que reflejen la

realidad de una nueva organización universitaria que rompa con el peso del conformismo y

proponga futuros que hoy pueden resultar inimaginables.

LA UNIVERSIDAD ACTUAL EN MÉXICO. UN MODELO VULNERABLE

3 Algunos de los modelos son: la escuela por todos lados: las redes y el territorio virtual en comunidad se reencuentra en un mismo espacio y allí se reconstituye. La escuela de todas las edades, real o virtual, que reúne en sus bancos todas las edades y aprovecha el tutorado intergeneracional, no más profesores. La escuela rota: escuelas de ricos, de pobres, de clanes o de sectas, de comunidades, de pueblos, de territorios, de opiniones. Las tecnologías de la información se utilizan para imponer la dominación de cada una de estas escuelas.

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La universidad es el punto de partida del estudio de la educación superior y el antecedente de los

modernos sistemas de educación superior a nivel mundial. Es una institución social y

temporalmente trascendente. A partir de la segunda mitad del siglo XX han coexistido distintos

modelos y tradiciones de universidad y de sistemas de educación superior. No obstante, el

modelo hegemónico (Ordorika, 2006) a seguir en el mundo es el estadounidense, o la llamada

universidad de investigación.

En México, de acuerdo con Ibarra (2001), analizar la universidad requiere recrear sus procesos de

conformación y cambio al menos a partir de los años sesenta, década caracterizada por la

acelerada y no regulada expansión de la educación superior, que impactó el crecimiento de la

matrícula; la proliferación de instituciones públicas y privadas; la diversificación de la oferta

educativa con la creación de nuevas licenciaturas; la incorporación de nuevas formas de

organización académica; la exploración de nuevas formas de organización de planes de estudio,

la creación de un sistema nacional de formación profesores y el establecimiento de políticas

públicas de planeación de la educación superior (Díaz Barriga, 1999).

Después de la fase de expansión, las políticas educativas se orientaron al “ordenamiento” del

sistema, la matrícula se redujo con el argumento de promover su calidad; también se

disminuyeron los recursos fiscales asignados a la educación superior, promoviéndose la

diversificación de las fuentes de financiamiento y se reorientó la matrícula hacia áreas con menor

demanda, como las ciencias exactas, naturales y agrícolas y la expansión de la educación superior

privada.

Los años noventa significaron otro periodo central en la transformación de la educación superior.

Con los planteamientos de la reconversión industrial y la reestructuración económica se

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incorporó en México, el discurso de la globalización a principios de la década de los ochenta, se

suponía que los procesos de cambio y modernización permitirían a la nación la incorporación a

un espacio económica y políticamente caracterizado por la competitividad y la integración

regional y mundial. En el ámbito educativo la evaluación del sistema de educación superior por

organismos externos4 se acompañó al Programa de Modernización Educativa implementado por

el gobierno mexicano en el sexenio 1988-1994, el cual planteó un proceso de transformación en

los dispositivos que regulaban las relaciones entre el Estado y las universidades, principalmente a

través de la evaluación y la rendición de cuentas.

Actualmente las universidades mexicanas son extraordinariamente complejas y resistentes al

cambio. Sus tiempos no corresponden al ritmo de las transformaciones que observamos en la

industria, en los servicios y en el avance mismo del conocimiento. Esta inanición les ha permitido

mantener la estabilidad ante distintas amenazas del entorno a lo largo de muchas décadas. No

obstante, hoy constituye su punto más vulnerable. La rigidez de los planes de estudio y la

orientación hacia la enseñanza son sus características definitorias. Se sigue procurando una

formación terminal y especializada sustentada en la adquisición de conocimientos y constatada

mediante evaluaciones de contenidos, el proceso formativo privilegia la enseñanza de carácter

acumulativo, a pesar de las políticas modernizadoras que indicaban que era imprescindible que

las IES apoyasen el desarrollo económico, cultural y social del país con servicios académicos de

calidad, para lo cual debían llevarse a cabo las reformas institucionales necesarias (Comas, 2003).

4 La OCDE, el Banco Mundial y la UNESCO a través de la CEPAL realizaron evaluaciones externas al sistema de educación superior mexicano. Destacan los estudios:“Educación y conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad” (1992) (incluía recomendaciones para América Latina y Caribe); “Estrategias para mejorar la calidad de la educación superior en México” (1991); “Examen de las políticas nacionales de la educación en México” (1997); además de las documentos de UNESCO de 1995 y 1998.

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PROFESIÓN ACADÉMICA Y CARRERA ACADÉMICA EN LA UAM

La expansión de la educación terciaria, la necesidad de fortalecer a las universidades y

transformarlas en centros adecuados para el desarrollo de la docencia, la investigación y la

preservación de la cultura, la definición de mecanismos para atraer, estabilizar y retener a sujetos

con la formación y el interés necesarios que dedicaran su vida productiva a la universidad, fueron

los principales factores del surgimiento, en la mitad del siglo XX, de una nueva profesión en el

mundo, que pronto fue denominada profesión académica.

En México la profesión académica como espacio laboral se constituyó a partir de 1960, cuando la

matricula universitaria ascendía aproximadamente a 76 269 estudiantes (Rangel, 1979), 10 mil

puestos de profesor universitario que laboraban en 50 instituciones fundamentalmente públicas,

de los cuales el 95% eran de tiempo parcial, y la mayoría tenía estudios de licenciatura (Gil,

2004). La situación actual es distinta, existen alrededor de 1,250 instituciones (entre públicas y

privadas), la matrícula de educación superior alcanzó en el 2004 la cifra de 2, 012 962 estudiantes

en el nivel licenciatura y 200 254 profesores, (26.9% de tiempo completo, 6.8% de medio tiempo

y 66.3% de asignatura) (ANUIES, 2004). El incremento en los espacios para el trabajo académico

es reflejo de la ampliación de la cobertura para la educación superior en la segunda mitad del

siglo XX, pero también se asocia a otros fenómenos sociales como la industrialización,

urbanización, complejización de la vida social, que le dan sustento y sentido a la expansión de los

espacios para la formación especializada (Gil, 2006). La política educativa de los últimos 30 años

ha enfatizado la necesidad de “contar con un sistema adecuado de formación de maestros, de

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actualización de conocimientos y de perfeccionamiento de sus capacidades, así como de

fortalecer la función de investigación de las instituciones”5.

Las transformaciones sociales, económicas, políticas y tecnológicas ocurridas en el entorno de las

universidades tuvieron una escasa repercusión en el ejercicio de la profesión académica. Quizá el

efecto de las crisis económicas fue la influencia más evidente pues incidió inicialmente en las

percepciones de los profesores y luego en la retención de los académicos mejor preparados,

quienes por su capacidad accedieron a mejores oportunidades laborales fuera de la universidad.

Para contender con esta situación las instituciones de educación superior generaron sistemas de

retención o permanencia que tuvieron consecuencias positivas en cuanto a evitar la fuga de

profesionales académicos, pero negativas respecto a la agudización de las condiciones de rigidez

derivadas del encasillamiento y el confort de la vida académica creando un sistema cerrado sin

tasa de recambio generacional y de oportunidades para el ingreso de jóvenes en la docencia e

investigación en el nivel superior y con una pérdida de diversidad en categorías y niveles

(Comas, 2003).

Hoy la profesión académica constituye una opción laboral real para el universo de profesionales y

graduados de universidades nacionales y extranjeras, que se formaron, en gran parte, al amparo

de la política educativa. La situación actual es diferente a la prevaleciente en los años 70´s

5 Programa de Modernización Educativa (1988-1994), Programa de Desarrollo Educativo (1994-2000) y el Programa Nacional de Educación (2001-2006). Algunos programas son el SUPERA, el SNI y el PROMEP, cuyo objetivo es promover que las IES incrementen el número de profesores de tiempo completo y apoyen la formación de sus profesores en el posgrado (maestría y doctorado) fortaleciendo el nexo docencia-investigación. Según las cifras de la Secretaría de Educación Pública de 134 357 profesores (30.9% con posgrado, de los cuales 4.8% tenía doctorado) en el ciclo escolar 1994-1995 a 248 782 (42% con posgrado de los cuales 8.3% cuenta con doctorado) en el ciclo escolar 2004-2005, de los de tiempo completo de 38 398 (44% con posgrado y 10.2% con doctorado) a 68 923 (61.4% con posgrado y 19% con doctorado) y de los que están adscritos en el SNI de 5879 a 12 096 en el mismo periodo (Rubio, 2006).

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cuando, por el proceso de expansión de la matrícula, las universidades tuvieron que contratar

profesionales recién egresados e incluso estudiantes avanzados para conformar su planta

académica y realizar las funciones universitarias. El otorgamiento de la definitividad para

alcanzar este propósito. Sin negar que el proceso de contratación tuvo resultados positivos,

también es cierto que propició la incorporación a la universidad de profesores sin una vocación

clara por la docencia y la investigación, cuya presencia afectó negativamente el proceso de

consolidación cualitativo de muchas universidades mexicanas.

La carrera académica ha sido estudiada por Gil (2006), quien la define como el conjunto de

normas, procedimientos y mecanismos institucionales establecidos para propiciar el

cumplimiento de las funciones sustantivas de la universidad, mediante la regulación del trabajo

académico en general y de las trayectorias específicas a que da lugar en los diversos espacios

organizativos y disciplinarios en que se desarrolla. La carrera académica puede ser desglosada

por tres dimensiones de análisis específicas: dimensión contractual, organizacional y simbólica; y

un eje transversal que las modula: las disciplinas.

También implica un conjunto de procesos asociados a mecanismos decisorios que estructuran una

red de interrelaciones que incluye desde los procedimientos de ingreso a la universidad, pasando

por los mecanismos para incentivar la permanencia hasta el diseño de trayectorias académicas

(tabulador académico). Procesos, todos, que inciden en la vida de la institución y repercuten hasta

en las formas de intervención y participación en el medio externo a través de los egresados de

licenciatura, especialidad, maestría y doctorado.

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Hablar de la carrera académica en México tropieza con la problemática de la diversidad

institucional del país. En este trabajo abordamos como caso de estudio la carrera académica de la

UAM, cuyo análisis, si bien no permite la generalización a todas las instituciones de educación

superior nacionales, recupera una experiencia que ha servido de modelo a muchas de ellas, por su

trascendencia en la educación superior mexicana.

Gil (2006) reconoce cinco periodos en los modos de regulación y definición del trabajo

académico en la UAM. La primera etapa (1974-1976) de fundación se caracteriza por la

centralidad de los órganos unipersonales en lo contratación del personal con un tabulador similar

al de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La creación del Sindicato Único

de Trabajadores de la UAM marca el inicio del segundo periodo caracterizado por la bilateralidad

en los mecanismos en el ingreso, promoción y permanencia del personal académico y la creación

de comisiones dictaminadoras y comisiones mixtas con participación sindical.

La modificación de la fracción VIII del artículo 3° constitucional que consagra el principio de la

autonomía universitaria y define las características especiales del trabajo en las universidades

(Barkin, 1998) constituye el sustento del tercer periodo, donde el Colegio Académico regula el

trabajo académico al aprobar las normas para el ingreso, promoción y permanencia del personal

académico. Durante estas tres primeras etapas el tabulador no sufrió modificaciones

significativas.

Con el fin de eliminar la discrecionalidad en la evaluación del desempeño y la producción

académica de los profesores El cuarto periodo de regulación colegiada se caracteriza por la

operación de un nuevo Tabulador para el Ingreso y Promoción del Personal Académico (TIPPA)

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que cuantifica y acumula los productos del trabajo académico como mecanismo fundamental para

asignar la categoría y el nivel del profesor. Finalmente, el quinto periodo se orienta a la

recuperación de la capacidad adquisitiva del salario de los académicos, profundamente

deteriorado por las subsecuentes crisis económicas nacionales. Este proceso se sustenta en un

modelo de deshomologación de los ingresos, a través de una diversidad de modalidades para la

obtención de estímulos y becas, la aprobación de un nuevo Reglamento para el Ingreso,

Promoción y Permanencia del Personal Académico (RIPPA) y el diseño de criterios por parte de

las comisiones dictaminadoras para conducir la evaluación del personal académico, de acuerdo

con las pautas peculiares de las áreas de conocimiento.

En estos cinco periodos identificamos tres elementos centrales: la existencia de un tabulador que

jerarquiza y ordena categorías y niveles para el personal académico, la transición de las

decisiones unipersonales de la primera etapa a una regulación colegiada a partir de la segunda

fase, que teóricamente garantiza los valores de institucionalidad e imparcialidad en el ingreso,

promoción y permanencia del personal académico y la definitividad como característica del

modelo universitario sustentado en la figura del profesor-investigador, que da certidumbre laboral

a quienes decidan consagrar su vida al quehacer universitario, particularmente a la docencia e

investigación.

En la UAM el concurso de oposición es el mecanismo de evaluación académica para el ingreso

por tiempo indeterminado. En los requisitos para participar no es necesario tener antecedentes de

trabajo en la propia institución y la capacidad para el desempeño de las funciones del puesto al

que se aspira se valora a través de una entrevista y la exposición de un tema asignado de

antemano a los concursantes. El organismo evaluador carece de elementos para conocer el

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compromiso del aspirante con ninguna de las funciones para las que se le contrata. Por estas

razones en muchas ocasiones se contrata a individuos para los cuales la universidad representa un

salario seguro y no un compromiso con un conjunto de funciones centrales para el desarrollo de

la sociedad.

La carrera académica está regida por instrumentos que en teoría debieron sustentar la diversidad

de la planta académica en la que los individuos se distribuyeran las tareas de acuerdo con su

formación, experiencia y méritos académicos. Sin embargo, hoy casi la totalidad de la planta

académica ostenta la categoría más alta del tabulador, independientemente de su nivel de

habilitación y de la calidad de su producción académica. El reconocimiento de estos elementos

fue asignado a un conjunto de comisiones dictaminadoras integradas por pares que, de realizar

una evaluación estrictamente académica de la trayectoria de los profesores, se han transformado,

dada la sobrecarga de procesos de evaluación, en simples revisiones acumulativas del producto

del trabajo y asignación de puntajes a las actividades.

Esta carrera, diseñada para consolidar la planta académica de la universidad, en los hechos se

orienta fundamentalmente a la mejora de los ingresos de los profesores, a través de cambios de

categoría o nivel y mediante la obtención de becas y estímulos asociados a la productividad y

desempeño de las funciones universitarias. Así, la evaluación en vez promover una actualización

constante y la mejora continua de la calidad de las funciones universitarias, ha desembocado en

un statu quo que se caracteriza por la burocratización de la vida académica (acumulación de

comprobantes con valor en el proceso de evaluación), el descuido de la función docente

principalmente en la licenciatura (las actividades docentes reditúan menores puntajes que la

investigación), la orientación hacia el trabajo individual y la simulación (multiautorías,

16

fragmentación de proyectos), y sobre todo, a la simple acumulación del producto de trabajo de

validez relativa.

La operación de la carrera ha implicado dedicar un gran esfuerzo y un excesivo número de

horas/hombre altamente calificadas al seguimiento, evaluación y dictaminación de los productos

académicos de los profesores. Dada la importancia de sus decisiones en el ingreso, promoción y

permanencia del personal académico, ha propiciado también la formación de grupos de intereses

particulares que se rotan el papel de dictaminadores generando presiones sobre las comisiones y

distorsiones en la aplicación de los criterios académicos.

DEFINITIVIDAD: DOS CARAS DE LA MONEDA

El análisis de la definitividad en educación superior debe considerar al menos dos perspectivas: la

académica y la económica. Desde la primera, la definitividad significa estabilidad en el empleo

para el resto de la vida de un profesor universitario, el reconocimiento de méritos de los

profesores, actúa como motivador para continuar con una carrera académica prestigiosa,

garantiza el respeto a la libertad académica y la posibilidad de que las universidades, a partir de la

docencia y la investigación, sean las responsables de la generación y distribución del

conocimiento para los distintos sectores de la sociedad, es un valor excepcional para la

comunidad académica. Además, constituye la vía para propiciar la participación en las estructuras

y en los procesos de distribución de autoridad de las universidades, principalmente en aquellas

que operan bajo organizaciones y estructuras colegiadas en la toma de decisiones (McPherson y

Owen, 1999).

17

Desde la óptica económica la definitividad presenta una serie de desventajas. Los

cuestionamientos más importantes se enfocan a las limitaciones que impone al mercado de

trabajo y reduce la competencia de posibles candidatos a incorporarse al mismo, disminuye la

flexibilidad y movilidad del personal académico dentro de las universidades, requiere una alta

inversión por parte de las universidades y del Estado, aún después de que los profesores

concluyen su vida útil, por lo que hay quienes afirman que es injustificable y se ha convertido en

un problema para los recursos públicos asignados a la educación superior6.

La definitividad limita la facultad de la universidad de intervenir en situaciones que puedan

deteriorar la calidad del trabajo, por ejemplo:

• profesores que dedican un esfuerzo mínimo a los deberes académicos;

• profesores con contrataciones incompatibles con la jornada laboral contratada;

• profesores que se resisten a la actualización o elevación del nivel de habilitación;

• profesores que se niegan a impartir docencia en la licenciatura, privilegiando el posgrado;

y,

• profesores que no participan o interfieren en las actualizaciones de los planes de estudio.

La disminución de la productividad académica de los profesores en relación con la edad es otro

argumento usado para cuestionar la definitividad dada la tendencia de los profesores a

6 En Estados Unidos el debate sobre la definitividad ha cobrado relevancia. En 1995 en la Universidad de Minesota varios de los programas de ciencias de la salud experimentaron dificultades financieras. El Estado asignó a dichos programas $8.6 millones de dólares con el compromiso de que se cambiara el concepto de definitividad, bajo el argumento de que la universidad tenía el derecho a terminar la relación laboral con los profesores-definitivos cuando se eliminaran departamentos o de reasignar miembros de la facultad cuando un programa fuera cerrado. En 1997 fue aprobada una nueva política sobre la definitividad para toda la universidad, de la cual tres puntos son importantes: a) incrementos significativos en los salarios de los profesores definitivos, b) la facultad aprobó el sistema de revisión post-definitividad y c) cuando un departamento fuera eliminado la universidad estaba obligada a reasignar a los miembros de la facultad, con la salvedad de que podrían darse disminuciones salariales en el caso en que la universidad estuviera en una situación financiera delicada (McPherson y Owen, 1999).

18

permanecer en la universidad hasta edades avanzadas pues el escenario de retiro o jubilatorio no

les ofrece condiciones para mantener un nivel de vida decoroso y continuar con el desarrollo de

su actividad intelectual (Lynn, 1997).

México no es ajeno a algunos efectos anteriores, la seguridad que supone la definitividad, el

confort de la vida académica y la resistencia al cambio forjaron una perspectiva conservadora que

obstaculiza la renovación de las universidades. El encasillamiento en un número reducido de

tareas y de maneras de atenderlas; el automatismo derivado de la experiencia y el poder de los

académicos sobre tramos de los planes y programas de estudio en los cuales se consideran

expertos constituyen los núcleos de la resistencia a cualquier intento de cambio.

LOS EJES DE LA TRANSFORMACIÓN

Visualizar las transformaciones de la universidad y específicamente de la carrera académica

implica considerar tanto las tendencias que la universidad enfrenta, como las variables críticas

que han configurado la carrera académica. De las primeras consideramos como las más

importantes a las TIC’s y el papel de la universidad en la generación, aplicación y gestión del

conocimiento; y de las segundas la figura de la definitividad y el carácter académico de la

evaluación. Cambios en estos aspectos implican la transformación de la universidad.

Los escenarios para la universidad

Imaginar escenarios para la universidad bajo los elementos arriba mencionados supone distintas

alternativas, las cuales se resumen en el siguiente espacio gráfico:

19

Alta intensidad en el uso de las TIC’s

Baja intensidad en el uso de las

TIC’s

Sin definitividad/trabajo por comunidades de

creatividad distribuida y

proyectos

1

Gestión y aplicación de

conocimientos

Definitividad

Generación de conocimientos

2

3

4

Nota:

1. Universidad virtual

2. Universidad tradicional

3. Universidad renovada

4. Universidad innovadora

20

Este espacio se definió por tres planos: la intensidad en el uso de TIC’s por las universidades, la

participación en la generación, aplicación y gestión del conocimiento y la figura de la

definitividad como el elemento regulador del trabajo académico. La intersección de estos planos

permite identificar cuatro modelos: la universidad tradicional, la universidad renovada, la

universidad innovadora y la universidad virtual. La transición entre un modelo y otro supone

posiciones intermedias derivadas de diferentes combinatorias.

No es susceptible de incorporar como un plano el carácter académico de la evaluación, porque es

común y parte de la estructura y naturaleza de todos los modelos. Esta dimensión en la carrera

académica de la UAM significa ubicar a las comisiones académicas encargadas de evaluar la

trayectoria de los profesores en los departamentos de adscripción auxiliados por expertos

externos. La idea es que este grupo de académicos, conocedor de las pautas de producción

académica propias del área a la que pertenece el profesor evaluado, lleven a cabo un juicio

eminentemente académico y no una simple sumatoria de productos de trabajo de diferente

relevancia e impacto. La decisión de asignar a los departamentos la evaluación de sus profesores

favorece su capacidad de orientar su desarrollo con mayor flexibilidad, de reconocer liderazgos

académicos y de propiciar una organización académica adecuada en armonía con sus líneas de

investigación y programas educativos.

La evaluación por pares académicos del área permite reconocer la diversidad de las trayectorias

académicas y las prácticas disciplinares emergentes y el ritmo temporal de la promoción es

acorde al proceso de maduración y productos de los académicos. Además, garantiza la

formación y actualización pedagógica constante del personal académico y la atención

21

personalizada a los alumnos. Por ello, el modelo exige un tope de edad para el ingreso que

limita el aprovechamiento de potenciales líderes académicos.

Estas comisiones no tendrán la facultad de decidir la categoría y nivel que se asignará al profesor,

tarea a realizar por una comisión dictaminadora general. La presencia de expertos externos

abatirá la posibilidad de que intereses de grupo afectasen el juicio académico. Sólo se enviarán a

la comisión dictaminadora los casos en que se considere la promoción del académico evaluado o

bien, reducción de su categoría o nivel.

Los planos

La intensidad en el uso de la TIC´s, como se comentó en las primeras líneas de este trabajo, están

produciendo cambios dramáticos en la educación superior. Sin embargo, la resistencia de una

planta académica envejecida y reticente a la utilización de nuevos recursos para el aprendizaje

que hacen obsoletas las formas tradicionales de realizar las actividades docentes y de

investigación, obstaculizan su arraigo en las instituciones. La tensión generada entre la tendencia

a la innovación y la resistencia al cambio permitirá la construcción de distintos perfiles

institucionales, el espectro ubicará en un extremo a la universidad virtual y en el otro las

instituciones que no han incorporado las TIC´s al proceso educativo. La universidad actual se

encontrará próxima a este punto del espacio, en ella la introducción de la enseñanza no presencial

es un proceso que crece paulatinamente, aunque sin la celeridad con la que podría esperarse,

dados los avances tecnológicos de nuestra época.

22

El dominio de las TIC´s en estas condiciones se convertiría en un requisito adicional para los

profesores. El nivel de exigencia sería diferente dependiendo del modelo de universidad. No

obstante, hay que enfatizar que el dominio de las TIC´s, implicaría profesores más jóvenes, ya

que entre los académicos de mayor edad se observa una mayor resistencia al uso de las nuevas

tecnologías. Además, cualquier modelo de universidad en el futuro deberá utilizar las TIC´s para

mejorar en forma importante la cobertura y la calidad de su oferta educativa.

Otra definitividad

En el plano que corresponde a la definitividad, en un extremo se encuentran las instituciones con

las condiciones en las que el profesor obtiene la definitividad una situación en la que el profesor

obtiene la definitividad desde el ingreso (universidad actual), y en el otro se sitúan aquéllas donde

no existe la contratación por tiempo indeterminado dada la naturaleza y organización del trabajo

académico y de los programas formativos (universidad virtual).

En los escenarios propuestos consideramos situaciones en las cuales el aspirante será probado

durante un periodo de al menos entre tres a cinco años antes de presentarse al concurso de

oposición. En esta fase de prueba el desempeño del profesor deberá evaluarse cada año a fin de

renovar el contrato temporal. Entre la prevalencia de la definitividad y la contratación temporal es

posible establecer situaciones intermedias que permitan la contratación por lapsos multianuales.

En este caso el resultado del concurso de oposición no sería la definitividad, sino una

contratación a un plazo mayor (cinco años) que permite que el profesor se involucre en proyectos

de largo aliento en la universidad (contrato de estabilidad).

23

Una vez obtenido el contrato de estabilidad, el desempeño del profesor y su producción

académica serán revisados cada cinco años para determinar si los resultados obtenidos

corresponden a lo esperado, si son apenas aceptables o si son inferiores a lo previsto. En el

primero de los casos el trabajador académico podrá promoverse de categoría o nivel y su contrato

renovarse por cinco años adicionales. En el segundo, sólo obtendrá la renovación del contrato sin

ninguna promoción asociada. Una evaluación negativa exigirá al profesor un esfuerzo adicional

para someter su trabajo a revisión un año después de recibir el resultado negativo y, de no ser éste

un resultado satisfactorio, procederá una contratación temporal adicional asociada a una

reducción de categoría o nivel y, a la cancelación del contrato, en el caso de obtener un tercer

resultado negativo. En el escenario que imaginamos un profesor que ha obtenido cuatro

evaluaciones positivas a lo largo de 20 años sería candidato a un contrato de definitividad.

La periodicidad quinquenal de las revisiones integrales de la trayectoria del profesor tendrían un

efecto potenciador de la calidad de la producción académica y en el rigor en el desempeño de las

funciones, es decir: tendrían un carácter dinamizador de la superación continua del académico en

lo que se refiere a su habilitación y al desempeño de sus actividades.

La participación en la generación y distribución del conocimiento.

Durante el último siglo la generación del conocimiento ha sido una de las aportaciones centrales

de las universidades mexicanas. Esta tendencia es de tal magnitud que la fortaleza académica de

24

una institución se asocia frecuentemente a la participación de sus profesores en el Sistema

Nacional de Investigadores (SNI) lo que implica una producción académica sistemática y de

calidad, y una participación activa en la difusión de los resultados de la actividad científica y

humanística, a través de publicaciones en los espacios nacional e internacional.

Sin embargo, el papel de la universidad en la distribución del conocimiento ha sido limitado. Las

universidades han participado poco en la transferencia de resultados de investigación producidos

por ellas o por otras instancias, de hecho, su participación en la socialización y apropiación del

conocimiento por los grandes sectores de la sociedad necesitados de opciones para mejorar sus

condiciones materiales y culturales de vida también ha sido escasa. La expansión de espacios

para la generación del conocimiento ajenos a las universidades tiende a disminuir su relevancia

en este proceso, pero en un momento como el actual y el que se prevé para las siguientes décadas,

en el cual la universidad puede participar con intensidad en la distribución y gestión del

conocimiento, constituye una oportunidad para conservar su papel de vanguardia dentro de la

sociedad (García González, 2007).

Según Van Ginkel la universidad del futuro debe desarrollar menos su propia investigación en

provecho de la gestión y difusión. En otras palabras, se aproximaría a los modelos de Gestión e

Innovación Tecnológica, mediante la creación de unidades interfaces u oficinas de transferencia

de resultados de investigación. Su papel sería ofrecer servicios de información científica,

humanística y tecnológica, buscando una inserción efectiva, a partir del desarrollo de sus

funciones, en su entorno social, productivo y de servicios. Ello implicará transformaciones en el

esquema de organización de la actividad científica, donde la producción de información, que hoy

constituye un elemento de carácter complementario, pasaría a ser uno principal.

25

Será un imperativo de la investigación universitaria del nuevo siglo, el mostrar una comunidad

científica integrada a las más importantes redes del conocimiento universal, para conformar

comunidades de creatividad distribuida y participar de la gnoseodinámica y la hipervinculación7.

La excelencia científica se medirá por la direccionalidad nacional o internacional del flujo de

conocimientos en una determinada temática de investigación.

Las intersecciones de los planos descritos para los modelos propuestos se resumen en la siguiente

tabla:

ESCENARIOS VARIABLES

Universidad actual Universidad renovada

Universidad innovadora

Universidad virtual

Definitividad ++++ ++ ++ -

Intensidad en el uso de las TIC´s

+-

++ +++ ++++

Participación en la generación del conocimiento

++++ ++++ +++ +

Participación en la aplicación y gestión del conocimiento

+ ++ ++++ ++

Carácter académico de la evaluación

++++ ++++ ++++ ++++

Fuente: Elaboración de los autores

En el siguiente apartado se describen las características de cada uno de los modelos y el tipo de

carreras académicas que serían los óptimos para su operación.

7 Entendemos por gnoseodinámica la necesidad de atender a los cambios en las formas y modos de producción, así como a las variaciones que se producen en los medios de difusión de conocimiento y su incorporación oportuna y sistemática en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en su relación con los distintos actores sociales. Por creatividad distribuida nos referimos a la incorporación de múltiples visiones sobre un mismo objeto de estudio, cuyo análisis requiere de la participación de un grupo de trabajo multidisciplinario que revise de una línea de investigación, tanto antecedentes como comportamientos en el presente y los incorpore a una perspectiva de futuro. La hipervinculación recupera la propuesta de Raschke (2003) de la hiperuniversidad reflejada en la no localidad de una institución y la creación de redes que conduzcan a la reespacialización del aprendizaje.

26

Modelo probable: la universidad renovada

Este modelo presenta varios rasgos en común con las universidades públicas que tienen un alto

nivel de solidez y prestigio en nuestro país. Su misión será formar profesionales, investigadores,

expertos y técnicos, así como desarrollar investigación para contribuir a que el país cuente con las

capacidades científicas y tecnológicas suficientes para competir en una economía mundial

globalizada. Además, creará los cuadros profesionales y técnicos que la renovación de las

estructuras de producción y de servicios requieran; participará en el debate sobre temas cruciales

para definir las opciones de política económica, de modelos de desarrollo social, de gobierno y

participación ciudadana, entre otros y responderá a las necesidades de actualización de los

profesionales en activo mediante programas de formación continua para sus egresados.

Entre sus valores destacará una legítima vocación en favor del descubrimiento, creación y

comunicación de conocimientos sobre la materia, la naturaleza, la sociedad y el ser humano, así

como el rigor, originalidad e inteligibilidad organizada y sistemática de la producción de

conocimiento. Tendrá a su cargo las funciones universitarias tradicionales (docencia,

investigación, difusión de la cultura y gestión universitaria).

Su operación se sustentará en una planta académica con un nivel progresivamente mayor de

habilitación. La simulación y el comportamiento tribal que comprometieron su sobrevivencia se

eliminarán gracias a la progresiva desaparición de los contratos de por vida inherentes a la

definitividad — valor supremo en las últimas tres décadas del siglo XX —. Los periodos de

prueba y la revisión académica periódica constituirán mecanismos para asegurar la productividad

27

y la calidad en el desempeño de los académicos. El reconocimiento de las necesidades de una

formación pedagógica y didáctica para el ejercicio de la docencia permitirá la implantación de

innovaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En el perfil del profesorado predominará la

figura de profesor investigador de tiempo completo (PTC) que se complementará con profesores

de tiempo parcial con una amplia experiencia profesional.

La tendencia a la formación especializada persistirá. Sus planes y programas de estudio serán

gradualmente más flexibles. A partir del perfil del egresado se definirán, en primer lugar los

contenidos y posteriormente las habilidades y destrezas que adquirirá el egresado, como ocurre

en la universidad actual. El énfasis en los contenidos disminuirá progresivamente, lo que se

traducirá en una formación que propicie una aproximación creciente a las prácticas emergentes y

a las exigencias del campo laboral.

Será una institución con espacios para la formación de estudiantes de pregrado y posgrado con

laboratorios, talleres y áreas de experimentación que paulatinamente incorporarán la TIC´s para

mejorar su eficiencia y calidad.

Aunque inicialmente mostrará una incipiente participación en redes, avanzará de manera

sostenida en su maduración, a partir de los contactos individuales de sus académicos y de los

productos de su trabajo.

La carrera académica en la organización probable

En este modelo la carrera académica se concebirá como un proceso integral de consolidación de

las habilidades para el desarrollo de las funciones universitarias, acompañado de una estructura

28

de reconocimientos académicos y económicos que propiciarán la permanencia y la productividad

de los profesores a lo largo de varias décadas.

Por ello y por la necesidad de avanzar en la flexibilización de las actividades universitarias,

particularmente de la docencia, la edad para el ingreso será preferentemente de 30 años, pues

posibilita la realización de una carrera académica de largo aliento. Lo anterior, implicará

establecer una edad límite para el ingreso cuando menos hasta lograr el recambio del 50 o 60% de

la actual planta académica.

El inicio de la carrera académica supondrá una evaluación curricular para su ingreso a un puesto

temporal durante tres a cinco años (fase de prueba) con renovación anual mediante evaluación

colegiada de su desempeño, en el que las publicaciones arbitradas y los resultados en docencia

serán los principales criterios de valoración. Durante esta fase, los aspirantes deberán mostrar su

disposición a involucrarse sistemáticamente en programas de formación docente y en algunos de

los grupos de investigación preexistentes, así como contribuir a la realización de las distintas

funciones universitarias.

La conclusión de la formación pedagógica y la evidencia de su capacidad para la concreción de

propuestas viables para nuevos proyectos de investigación le permitirían acceder al concurso de

oposición. Los PTC no serán candidatos al concurso de oposición, sino hasta obtener una

formación pedagógica que les permita desempeñar adecuadamente el rol de profesor. Para lograr

el primer contrato de estabilidad requerirá la presentación de un proyecto de investigación para

desarrollarse en los siguientes años, destacando nexos con las líneas, redes y grupos de

investigación. Una vez obtenido un contrato de estabilidad por cinco años iniciará la etapa de

29

maduración, asumiendo la responsabilidad de proyectos y grupos de investigación y participando

en la formación de recursos humanos al nivel de posgrado.

El tránsito entre la etapa de maduración y consolidación será evidente a través de una producción

académica de calidad, participación en redes nacionales e internacionales, asesoría a proyectos de

otros grupos, realización de investigaciones patrocinadas, en el momento de mayor consolidación

de la reproducción de su grupo de investigación. Durante este período, que pudiese durar de 10 a

15 años, se someterá a evaluación de promoción quinquenalmente, proceso en el cual demostrará

la realización de actividades de superación (estancias en otras instituciones o investigación),

contar con publicaciones arbitradas y continuar evidenciando resultados positivos en docencia.

En cada evaluación presentará el proyecto de investigación a desarrollar en los siguientes años.

El modelo no requiere la participación permanente de muchos académicos. Una sola

dictaminadora realiza la determinación de categoría y nivel de todas las áreas del conocimiento.

El sistema favorece el recambio del personal académico y las opciones de flexibilización al

impedir la permanencia de profesores improductivos y permite la retención de académicos de

calidad. También, se basa en la evaluación periódica del desempeño y la producción académica.

El otorgamiento de la definitividad es selectivo y a largo plazo. Los períodos entre promociones

sucesivas podrían desalentar la permanencia de académicos altamente productivos. La

contratación temporal y la evaluación negativa en algún momento de la carrera académica

permitirá el recambio de profesores y la retención de los mejores académicos.

Los criterios de ingreso y promoción son públicos, aunque su aplicación tiene un alto grado de

subjetividad, dado que los procesos de dictaminación se llevan a cabo por comisiones

30

académicas departamentales, problema que puede abatirse con la participación de árbitros

externos.

La siguiente figura sintetiza las características de la carrera académica en la organización

probable.

GA

5 años

5 años

10 años

Fase de prueba Fase de maduración Fase de consolidación Fase de declinación

EC

ER

ER

CO

R E

CD

3 a 5 años 10 años 10 a 15 años años

Integración del nuevo

académico a los grupos

preexistentes formación

pedagógica.

Desempeño, producción académica y planeación a 5 años

ORGANIZACIÓN PROBABLE Evaluación por pares académicos del área

Responsabilidad de proyectos y

grupos de investigación.

Dirección de tesis de posgrado

Alta producción académica, participación en redes

nacionales e internacionales, asesoría a proyectos de otros grupos,

investigaciones patrocinadas

Elaboración de libros de texto,

antologías, tutorías,

proyectos de vinculación,

asesorías

5 años

5 años

ED

ED

Desempeño y producción académica

Edad

EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. CD = Concurso para obtener la definitividad. ED = Evaluación del desempeño y

ratificación de la definitividad

Modelo posible: la universidad virtual

31

Se define como una organización para el aprendizaje sin límite de edades y condición, sin límite

de tiempo y espacio, y con una base tecnológica y logística importante utilizada para propiciar

aprendizajes significativos. Su misión será satisfacer necesidades particulares vinculadas con el

“saber hacer” o con la adquisición de competencias8. Promueve la indagación autodirigida, la

selección de opciones curriculares y la construcción del conocimiento a través de programas

interactivos. A reserva de que los modelos por competencias demandan una discusión rigurosa y

responsable por parte de las universidades, particularmente de las públicas, sobre todo porque

constituyen directrices del sector productivo cuyo seguimiento vulnera los principios y las

funciones de las instituciones de educación superior, es importante mencionar que constituyen

un lenguaje con el cual se establece una comunicación precisa entre la universidad y el sector

empresarial.

Será una institución con un conjunto propio de valores que alienta el uso de las tecnologías en

cualquier actividad individual o colectiva y considera a las TICs como uno de los factores

determinantes de la productividad (Rodríguez de la Heras, 2004), además de que enfatiza la

innovación, la productividad y la comunicación, como exponentes del desarrollo.

Formar parte de la universidad virtual exige ser experto, lo mismo en las disciplinas que en la

pedagogía; de igual manera en el desarrollo de material didáctico para ser usado en la red que en

8 La universidad posible entiende por competencia la aptitud de una persona para desempeñar una misma función en diferentes contextos y con base en los resultados esperados. Una competencia laboral, es por consiguiente, la capacidad productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral y refleja los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarias para la realización de un trabajo efectivo y de calidad. por último, una competencia profesional es el conjunto de habilidades, conocimientos y procesos desarrollados dentro de un espacio y tiempo de formación necesarios para desempeñar una determinada ocupación dentro de una profesión.

32

la administración de programas en línea9. Los académicos jóvenes recién egresados del

doctorado no son candidatos para ingresar a este modelo universitario. Quienes hayan transitado

por una carrera académica regular en una institución universitaria de corte tradicional serán los

mejores candidatos para enriquecer el entorno de aprendizaje de la educación virtual por su

experiencia en la docencia e investigación. Los desarrolladores de software, jóvenes socializados

desde su infancia con el uso de TIC´s tendrán mejores alternativas para el diseño creativo y para

el rediseño estimulado por los desarrollos tecnológicos, pues su flexibilidad será más importante

que su experiencia. Los nuevos actores trabajarán juntos en igualdad de condiciones, sin

jerarquías sustentadas en el prestigio académico o en la edad.

Los académicos abandonarán el centro del proceso formativo para coexistir con un nuevo tipo de

pares con formaciones diversas, pero con experiencia y relevancia similares (especialistas en

pedagogía, diseñadores de software y administradores de la red). Los equipos colaborativos

integrados por individuos de formaciones diversas trabajarán en grandes proyectos

multirrelacionados de duración finita. La creatividad no es un fenómeno individual sino

distribuido.

Los contenidos y su aprendizaje son accesibles a cualquiera, dondequiera y en cualquier tiempo,

porque no hay planes y programas de estudio; cada estudiante genera su propia trayectoria a

través de un proceso de indagación activa, exploración e interacción.

Será una institución dedicada en su mayoría a la formación de saberes profesionalizantes, dado el

uso intensivo de las TIC’s. La formación en este modelo de universidad es generalista, se

9En el futuro en lugar de tener puestos de trabajo a tiempo completo para el profesorado es posible que se especialicen en uno de los siguientes: una combinación de expertos en contenido, expertos en diseño de procesos de aprendizaje, gestor de la operación del proceso, asesor experto en el aprendizaje y competencias (Massy, 2003).

33

orientará a la adquisición de competencias de base mercantil (marketable Skills) y competencias

profesionales básicas y genéricas en algunas áreas del conocimiento, tales como administración,

mercadotecnia, diseño, comunicación y computación.

Será una modalidad de formación que permite la convergencia de dos dimensiones. Una

sustentada en el autoaprendizaje (conforme el sujeto avanza en el dominio de las herramientas

tecnológicas, incrementa su capacidad de autoaprendizaje). La otra, proporcionada por los

programas diseñados para el desarrollo de competencias técnico-profesionales que se basa más en

la enseñanza que en el aprendizaje, más en la lógica de las tecnologías que en la pedagogía,

apoyada más en los modelos neoconductistas del aprendizaje que en los sociocognitivos. Se

presentará como una modalidad de formación flexible, ubicua, eficaz, de bajo costo para los

promotores, dotada de sutiles mecanismos de control sobre los aprendices, quienes deben asumir

toda la responsabilidad en el proceso ante la ausencia de institución que les arrope. Este tipo de

instituciones otorgará esencialmente diplomas y certificados de competencias, y aquéllas

consolidadas otorgan títulos y grados académicos.

En lugar de un campus universitario con aulas laboratorios, talleres, auditorios y áreas deportivas

se ubicará en un espacio virtual sin límites espaciotemporales que establece nuevas formas de

articulación entre lo local y lo global, entre el individuo y la colectividad, entre el aprendiz y el

saber (San Martín Alonso, 2004), integrada por redes que permitirán la interconexión total entre

actores universitarios en los niveles, local, regional e internacional.

34

La carrera académica en la organización posible

La carrera académica en este modelo institucional tiene un perfil totalmente distinto a los otros10..

Se inicia cuando el académico es un experto reconocido en su campo, por que la planta

académica podría estar conformada por expertos de edad media en áreas disciplinares. El resto de

los equipos colaborativos se ubicará entre los 25 y 35 años para garantizar la flexibilidad

permanente en la planeación, organización y operación de los programas virtuales.

Para su ingreso el académico se someterá a una evaluación curricular y obtendrá contratos por

obra determinada (proyectos de educación en línea). La experiencia de haber transitado por las

etapas de iniciación, maduración y consolidación en instituciones tradicionales o de haber

desempeñado cargos en instituciones u organizaciones de impacto educativo y social a nivel

mundial, constituirá una ventaja selectiva para el ingreso.

En la etapa de iniciación se integrará, después de un periodo de capacitación (fase de prueba), a

un equipo colaborativo que tendrá a su cargo programas definidos. Deberá evidenciar su

disposición a recibir una intensa formación pedagógica y a colaborar con los grupos de

creatividad distribuida preexistentes. Durante esta fase participará en discusiones asíncronas

jugando alternativamente roles de participante y facilitador, examinará materiales de los alumnos

10 Este modelo está sustentado en equipos colaborativos, similar a un modelo atómico en donde el centro y los elementos que lo rodean participan de manera conjunta en el diseño, operación y modos de conducción de los aprendizajes. En este trabajo nos referiremos sólo a la carrera de los académicos responsables de los contenidos, la coordinación de grupos operativos en línea, la facilitación y retroalimentación del aprendizaje en línea, la evaluación de aprendizajes de los participantes en programas virtuales y la investigación en escenarios artificiales.

35

para realizar observaciones apropiadas y realimentarlos, etc. El desempeño y los resultados del

trabajo del personal académico se evaluarán al concluir los proyectos; en función de su duración.

En la etapa de maduración el académico asumirá la responsabilidad de proyectos de educación

virtual de envergadura creciente. En esta etapa se evaluará su desempeño y resultados en los

programas a su cargo y podrá obtener contratos por tiempo determinado cada tres años.

En la fase de consolidación el académico será responsable de la dirección de programas de

educación virtual. También podrá dirigir, dada la experiencia derivada de la operación de los

programas, proyectos de investigación educativa para lograr un nivel equiparable o superior a la

enseñanza presencial o tradicional (Fresán, 2007).

La oferta de oportunidades de colaboración en programas de este tipo hace previsible que muchos

académicos tengan una alta movilidad institucional hasta etapas tardías de su vida intelectual, por

lo cual la definitividad no constituye un incentivo para permanecer en una institución, y es

probable que no se encuentren académicos en fase de declinación vinculados a una universidad

virtual.

La siguiente figura esquematiza las características de la carrera académica en la organización

posible:

36

3 años

Fase de prueba Fase de maduración

Fase de consolidación

EC

ER

ER

ER

C O

ED

Contrato por proyecto

Incorporación a proyectos de

educación virtual

3 años 3 a 10 años años

3 años

3 años

ED

Contrato por proyecto

Responsabilidad de proyectos de

educación virtual

Contrato por tiempo determinado Estabilidad

Dirección de programas de educación virtual

3 años

Expertos de edad media en áreas disciplinares y

en pedagogía Desempeño, producción académica y planeación a 3 años

ORGANIZACIÓN POSIBLE Evaluación por pares académicos del área

EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. ED = Evaluación del desempeño y ratificación de la contratación por tiempo

determinado

Este modelo tiene un alto potencial de internacionalización pues favorece el uso de un lenguaje

común entre naciones. Además, es útil para promover la colaboración interinstitucional e

internacional. Sin embargo, requiere un seguimiento de resultados sistemático y una estrategia

de integración de perspectivas multidisciplinarias para el trabajo con problemas complejos.

Es ideal para incrementar la cobertura en forma exponencial y resolver las dificultades de acceso

a la universidad para estudiantes geográficamente aislados. Aunque paradójicamente excluye a

los sectores menos favorecidos de la sociedad que se caracterizan por su analfabetismo

tecnológico, abate costos y tiempos de traslado para los alumnos y profesores y favorece la

37

combinación de las actividades formativas y el trabajo, ya que los alumnos podrán continuar los

estudios mientras se desempeñan en el mercado laboral.

La necesidad de expertos que se mantengan actualizados asegura la formación y superación

pedagógica constante del personal académico. El sistema de evaluación reconoce la diversidad

de las trayectorias académicas y ofrece oportunidades de desarrollo a los académicos con una

trayectoria que les han alcanzado el nivel de experto.

Los criterios de ingreso y promoción del personal académico dependen del mercado, pues

trabaja sobre prácticas disciplinares emergentes. En este modelo no hay una carrera académica

como tal, ni estabilidad más que por períodos relativamente cortos (tres años). El sistema

favorece el recambio del personal académico por lo cual no propicia el compromiso de largo

plazo. Sin embargo, la posibilidad de optar por mejores oportunidades a lo largo del tiempo hace

de la estabilidad una alternativa poco atractiva para el personal académico.

Un aspecto preocupante en el ámbito de la educación virtual es que el énfasis en la innovación

tecnológica desplaza al compromiso de la universidad con la pertinencia y servicio a la

sociedad. El predominio de este modelo, que seguramente coexistirá con otros, privaría a la

sociedad de un centro referencia, reflexión y apoyo a las necesidades y demandas de sectores

desfavorecidos que la han caracterizado como institución trascendente.

Modelo deseable: la universidad innovadora

38

Será una organización socialmente activa, abierta e interconectada con su entorno y en la cual se

forman individuos portadores de una cultura de aprendizaje continuo, capaces de actuar en

ambientes intensivos en información, mediante un uso racional de las TIC´s. Con una estructura

dinámica capaz de aprender y de adaptarse a los cambios a través de procesos cada vez más

revalorizados, como son el liderazgo efectivo, la cultura colaborativa, el clima abierto y la toma

descentralizada de decisiones, mediante la activación de las redes internas de comunicación

(Terrén, 2004). Estas universidades combinarán la educación presencial con todas sus ventajas

(socialización, experimentación, exposición directa a la cultura institucional) con programas no

presenciales que favorecen la revisión, ampliación y profundización del aprendizaje y que

facilitan además la adquisición de herramientas necesarias para el ejercicio profesional (idiomas,

manejo de bases de datos, bancos de información y software especializado).

Su misión será crear los cuadros profesionales y técnicos que requiere la renovación de las

estructuras de producción y de servicios del país; por ello, una de sus tareas sustantivas es formar

profesionales e investigadores; además realizará las funciones de docencia, investigación,

difusión de la cultura y gestión universitaria. No obstante, a diferencia de la universidad

tradicional, tiene un papel relevante en la gestión y dirección de los flujos de conocimientos en su

entorno; desarrollará la gestión tecnológica de las investigaciones realizadas por la propia

institución o por otros centros científicos con los cuales mantendrá vigorosos procesos de

vinculación que orientarán sus transformaciones internas y la interacción de sus productos con los

sectores sociales y productivos.11

11 La universidad es parte activa del Sistema Nacional de Innovación, caracterizado por la calidad de los investigadores en campos científicos de excelencia para contribuir a solucionar problemas específicos de salud, ambiente, alimentación, en la incorporación de tecnología y el éxito innovativo y comercial de algunas empresas, así

39

Dado que a partir de la segunda década del siglo XXI la excelencia científica se medirá por la

direccionalidad nacional e internacional del flujo de conocimientos que se observe en una

determinada temática de investigación en red, la universidad deberá formar parte de una

comunidad científica integrada a las más importantes redes del conocimiento universal y contará

con unidades u oficinas de transferencia de los resultados de investigación, así como con espacios

para la formación de estudiantes que enfaticen la generación, distribución y gestión del

conocimiento con base en laboratorios, talleres y áreas experimentales con equipamiento de

vanguardia, que soporten el trabajo multi e interdisciplinario.

Conservará el carácter crítico del acontecer social de las universidades públicas del siglo XX. En

sus espacios se estimulará sistemáticamente el debate sobre la agenda nacional e internacional y

la definición de opciones de política económica, de modelos de desarrollo social y de gobierno y

se propiciará la participación ciudadana. A los valores de la universidad tradicional se añade la

vocación por la innovación (flexibilidad, aprendizaje continuo, movilidad y uso intensivo de las

TIC´s).

El perfil del profesorado será diferente al de la universidad actual. Se conformará por una

proporción equilibrada de PTC y de técnicos académicos (particularmente del área de Diseño de

Sistemas y de Software) que se complementará con especialistas en pedagogía y profesores de

tiempo parcial. Los PTC estarán altamente habilitados (doctorado y posdoctorado) y se someterán

a periodos de actualización planeados. Se demandará de ellos un dominio amplio de los recursos

como en la emergencia de clusters regionales, es decir, se potencia la acumulación de capacidades de ciencia y tecnología (Lundvall, 1994).

40

electrónicos para el proceso de enseñanza aprendizaje presencial y no presencial. Los técnicos

académicos, que adquirirán una relevancia similar a la de los PTC en este modelo, serán

especialistas (al menos con nivel de maestría); en áreas relacionadas con la producción de

software y materiales educativos en línea. Los profesores de tiempo parcial (PTP) requerirán una

sólida formación disciplinaria y una amplia experiencia profesional. A los PTP se les exigirá un

aceptable manejo de las herramientas básicas para la comunicación electrónica.

El perfil de la formación en este modelo de universidad será esencialmente generalista, orientado

al desarrollo de competencias básicas y genéricas seguidas de un proceso de especialización en

áreas profesionales. La combinación de los sistemas presencial y a distancia se traducirá en el

logro de nuevas competencias para el ejercicio profesional, la capacidad para la resolución de

problemas y para la integración a colectivos locales y regionales, por lo que la cobertura en este

modelo de institución trasciende el espacio local.

En este escenario las instituciones operarán modelos educativos flexibles orientados a las nuevas

necesidades que plantea el desarrollo económico del país, a la solución de problemas mediante el

juicio crítico y a la exploración y el uso de perspectivas interdisciplinarias. Son instituciones a las

que el estudiante acudirá durante su formación universitaria y regresa en varios momentos de su

vida productiva para actualizarse, enriquecer y diversificar su empleabilidad. Otorga títulos de

licenciatura y grados académicos (especialización, maestría, doctorado y posdoctorado).

La carrera académica en la organización deseable

41

La carrera académica de los profesores investigadores será igual a la de sus pares en la

organización probable, por lo cual en este apartado se aborda el carácter distintivo de este

modelo, que es la centralidad de la figura del técnico académico como elemento estratégico para

el diseño, la planeación y la organización de la educación no presencial que complementará a la

educación presencial.

La evaluación para el ingreso de los técnicos académicos implicaría una revisión curricular de su

formación académica y evidencia del dominio de las TIC´s. Será deseable que, al momento del

ingreso estos técnicos académicos fueran aún más jóvenes que los aspirantes al puesto de

profesor investigador. De esta manera, se garantiza una mayor flexibilidad en la incorporación de

las TIC´s a los procesos de enseñanza aprendizaje.

Su carrera académica iniciará en forma parecida al modelo de universidad probable, pero con un

fuerte énfasis hacia la educación en línea (implica criterios y procedimientos de reconocimiento

adecuados al modelo). Entre sus funciones se encontrarán la impartición de docencia utilizando

enfoques centrados en el aprendizaje de los alumnos, la evaluación de los aprendizajes de los

participantes en programas virtuales, el diseño de planes y programas de estudio a distancia, la

tutoría y la realimentación por medios electrónicos, la producción de materiales para la educación

a distancia y la coordinación de grupos operativos en línea.

Durante la fase de iniciación los técnicos académicos se insertarán como colaboradores a los

equipos de creatividad distribuida preexistentes en el diseño de programas interactivos

multimedia. Participarán activamente en el diseño e instalación de espacios virtuales,

producciones de televisión, programas de videoconferencias (punto a punto y multipunto),

portales electrónicos (web) y administración de cursos en línea. Esta fase, que durará al menos

42

tres años y en la que los sujetos se someterán a una evaluación anual, recibirán una intensa

formación en el ámbito de diseño de software educativo.

La conclusión de la fase formativa para el dominio de las TIC´s, el diseño, preparación y

operación de programas en línea, así como la obtención de resultados satisfactorios en la

docencia a través de programas virtuales constituirán el requisito para acceder al concurso de

oposición. Éste permitirá al técnico académico obtener un contrato de estabilidad por cinco años

durante los cuales se ubicaría en la fase de maduración. La incorporación a equipos colaborativos

permitiría el diseño y coordinación de la operación de programas en línea. Otro requisito para la

evaluación académica del aspirante en el concurso de oposición será la presentación de un

proyecto de formación en línea para desarrollarse en los siguientes años (conferencias y eventos

virtuales en vivo o bajo demanda, implementación de modelos e-learning, bibliotecas digitales),

destacando nexos con el equipo de trabajo al que pertenece y al equipo de creatividad distribuida

con el que colabora.

Cuando el técnico académico evidencie la capacidad para la dirección de grupos de investigación

cuyos resultados puedan ser llevados a soportes electrónicos (García, 2007) para su difusión y

comercialización en el mercado del conocimiento, se considerará que se encuentra en la etapa de

consolidación de su carrera académica. A partir de que apruebe el concurso de oposición contará

con un contrato de estabilidad por cinco años, mismo que para renovarse por un periodo similar,

requiere de una nueva evaluación académica en la cual deberá demostrar su participación en

actividades de superación y presentar un proyecto de formación en línea para desarrollarse en los

siguientes años.

43

La trayectoria y proyección de las actividades de los técnicos académicos, les permitirá acceder

como expertos a mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional en otros modelos

universitarios, tal como la universidad virtual. Por lo tanto, para este tipo de personal académico

la definitividad no constituye un atractivo para vinculase a una institución educativa. La siguiente

figura sintetiza la carrera académica de los técnicos académicos que comparten la organización

de la universidad con los profesores investigadores.

GA

5 años

5 años

10 años

Fase de prueba Fase de maduración Fase de consolidación Fase de declinación

EC

ER

ER

CO

RE

CD

3 a 5 años 10 años 10 a 15 años años

Colaboración con grupos de creatividad distribuida. Diseño e

instalación de espacios virtuales, programas multimedia, portales electrónicos (web) videoconferencias

formación en el diseño de software

educativo.

Desempeño, producción académica y planeación a 5 años

Diseño, y coordinación de la operación de programas en línea

Asesoría en implementación de modelos e-learning. Bibliotecas digitales dirección de tesis de

posgrado

Dirección de grupos de investigación cuyos

resultados puedan ser llevados a soportes electrónicos para su

difusión y comercialización en el mercado del

conocimiento

Elaboración de libros de texto,

antologías, tutorías,

proyectos de vinculación,

asesorías

5 años

5 años

ED

ED

Edad

Dominio apreciable de los de las Tic´s

ORGANIZACIÓN DESEABLE Carrera de Técnicos académicos

EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. CD = Concurso para obtener la definitividad. ED = Evaluación del desempeño y

ratificación de la definitividad

44

Este modelo de universidad que combina la educación presencial y no presencial imprime una

mayor versatilidad y dinamismo a las instituciones educativas, ya que las diferencias en el ritmo

de avance de una y otra vertiente son distintas y el acelerado cambio tecnológico de las TIC´s

impulsará vigorosamente el avance de los programas presenciales. Los estudiantes obtendrán

una formación más acorde con las demandas actuales y futuras del entorno y las competencias

necesarias para ajustarse a las nuevas exigencias del entorno laboral y social.

La universidad, por un lado seguirá teniendo el papel central en la vida de la sociedad como

espacio de reflexión, análisis y desarrollo de soluciones a los problemas más relevantes, y por

otro dotará a los ámbitos locales y regionales de instancias idóneas para la gestión y

transferencia de la innovación del conocimiento favoreciendo la apropiación de los resultados de

la actividad científica por los sectores social y productivo.

Obviamente, este modelo implica un cambio en la posición central del académico que deberá

compartir con los técnicos académicos las posiciones jerárquicas en la vida institucional. Una

situación que podría debilitar periódicamente este modelo es la coexistencia de un segmento de

la planta académica (los PTC) con tendencia a permanecer durante muchos años como personal

universitario, con otro sector (los TA) con una alta tasa de recambio dada la demanda de este

tipo de personal por otros modelos universitarios.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

La institucionalización de la profesión académica ha favorecido la conformación de la carrera

académica en las instituciones de educación superior. Esta carrera, ligada a un esquema

escalafonario ha sido un eje estructurador de las instituciones, dotándolas de una fisonomía

45

particular que, en un primer momento, se constituyó como un elemento básico de la certidumbre

laboral, pero en las dos últimas décadas ha esclerosado el desarrollo de las funciones

universitarias.

Cualquier intento de modificación la carrera académica tropieza con la resistencia inherente a

una organización rigidizada, por las relaciones de poder generadas en todas sus instancias de

decisión, es decir, el ingreso, promoción y permanencia del personal académico. Renovar la

planta académica en una organización caracterizada por la casi nula diversidad entre categorías

y niveles, así como por la definitividad en la relación laboral, es casi imposible porque ambas

han favorecido como resultante el estancamiento y confort de la planta académica,

desvalorizando las ventajas que estas figuras representaban para la consolidación de las

universidades y su capacidad de adaptación permanente.

Por otro lado, la planta actual de la UAM está envejecida con un promedio de edad arriba de 56

años; se aproxima un periodo natural de recambio que hace viable una transformación de la

carrera académica como opción para la evolución de la universidad. Los modelos que se

proponen se sustentan en esta circunstancia.

En los escenarios propuestos la definitividad como elemento estructurante se modifica gracias a

la oportunidad que ofrece el recambio generacional. Los modelos pueden coexistir con base en

distintas historias institucionales y aportan nuevos elementos para caracterizar la actividad

académica: la creatividad distribuida, la gnoseodinámica, la hipervinculación, y la gestión de la

producción del conocimiento y permanece la necesidad de una alta habilitación por parte de los

académicos para su ingreso.

46

En todos los modelos se plantea la conveniencia de revisar la edad del ingreso, con el fin de

favorecer la incorporación de visiones diferentes que aportan los jóvenes investigadores formados

en contextos caracterizados por las transformación tecnológicas, políticas y sociales. Los tres

modelos implican el aplazamiento en la obtención de la definitividad hasta que el académico

logre un nivel de madurez reconocido por sus pares. Plantean también períodos de prueba con

renovaciones anuales sustentadas en procesos de evaluación, antes de acceder a contratos de

estabilidad, los cuales implican a su vez, evaluaciones quinquenales. En todas las evaluaciones se

considera la producción académica y la superación sistemática del personal académico en

aspectos científicos técnicos y pedagógicos, dominio progresivo en el manejo de las TIC´s y la

planeación de la siguiente etapa de la vida académica.

Los periodos de prueba y la revisión académica periódica constituyen mecanismos para asegurar

la flexibilidad institucional y la calidad en el desempeño de los académicos. El reconocimiento de

las necesidades de una formación pedagógica y didáctica para el ejercicio de la docencia

redimensiona la posibilidad de innovaciones en el proceso de enseñanza aprendizaje.

En los tres modelos las evaluaciones serán llevadas a cabo por una comisión académica

conocedora de las pautas de producción académica propias del área a la que pertenece el profesor

para asegurar un juicio eminentemente académico. Ello implica que los resultados de las distintas

evaluaciones (evaluación para el ingreso, evaluación para la renovación de contrato, concurso de

oposición y evaluación de revisión) son ponderados en cada nueva evaluación. La incorporación

a la institución implica la integración de nuevos académicos que favorezcan de manera periódica

47

y sistemática las posibilidades de recrear el trabajo académico hacia áreas emergentes y

reconstituir la planta académica con flexibilidad y visión de futuro en los grupos preexistentes.

En particular, el modelo posible manifiesta la preocupación por las características que favorecen

la individualización de la relación entre los actores que propician, junto con la adhesión al

mercado, el aislamiento de este tipo de institución de las necesidades y demandas de otros actores

sociales. Para el caso del modelo deseable se destaca la pérdida de la centralidad del profesor

investigador para compartir este espacio con la figura del técnico académico que resulta

estratégica para su operación y se apuesta al potencial de la combinatoria entre los programas

presenciales y no presenciales para dinamizar la vida institucional y superar la rigidez actual. Se

caracteriza como una nueva función de la universidad la gestión del conocimiento y las

tecnologías, procurando de esta manera ofrecer a la sociedad una instancia cuya carencia en el

pasado y en el presente constituye una limitante para el desarrollo científico y tecnológico del

país. Los dos modelos anteriores no rechazan la emergencia de modelos intermedios donde se

conjugan paulatinamente las características de uno y de otro.

Los escenarios propuestos implican múltiples transformaciones en diferentes niveles. De ellas, la

más compleja es la relativa a la desaparición de la definitividad como elemento de cohesión de la

institución universitaria. Sin embargo, pensar en el futuro implica cuestionar las certezas

aparentes que una vez cumplido su objetivo se transforman en obstáculos no sólo para el

desarrollo institucional, sino incluso para la sobrevivencia de la universidad.

48

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