Reflexiones Sobre Chile

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Reflexiones sobre chile neoliberal

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  • ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996 139

    Amrica Latina

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    L PENSAMIENTO ECONMICO dominante hoy en Amrica Latina y que, engran parte, se da en Chile es el pensamiento neoliberal, cuyas ideas bsi-cas son las siguientes:

    El crecimiento mximo del producto nacional bruto es lo esencial desdeel punto de vista del desarrollo de la economa y en la medida en queesto se logre de un modo continuado, se van a resolver todos los pro-blemas econmicos y sociales del pas.

    Este crecimiento depende, fundamentalmente: a) del dinamismo delmercado, el ms eficiente asignador de los recursos disponibles, y b) dela actividad del sector privado. El gobierno no tiene a este respecto sinoque un rol subsidiario.

    Siendo el gobierno ineficiente por naturaleza desde el punto de vista delmanejo de las actividades productivas, debe proceder a privatizar todaslas empresas que an hoy da controla e inclusive numerosos servicios,en los cuales anteriormente tena una gran responsabilidad (salud,previsin, educacin, obras pblicas, agua potable, correos etc.).

    Hay que abrir al mximo las fronteras para las mercancas, los capitales ylos flujos financieros del exterior. Todo ello conducir a que las empre-sas que subsistan sean competitivas y de alta productividad, y las empre-sas ineficientes y caras desaparecern o se reconvertirn.

    La atraccin de capital extranjero es fundamental dada la insuficienciadel ahorro y del capital nacionales. Esto permitir aumentar la inversin,el empleo, modernizar con nuevas tecnologas todas las actividadesproductivas y de servicios. Se lograr as la mayor prosperidad para to-dos.

    Para que el crecimiento continuado y estable pueda proseguirse es fun-damental el equilibrio de las grandes variables macroeconmicas

    Reflexiones sobre Chile:hay alternativas almodelo neoliberal?JACQUES CHONCHOL

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    (reduccin de la inflacin, equilibrio de la balanza de pagos, control delgasto y del dficit fiscal, tener una tasa de inters razonable y un tipo decambio apropiado).

    Tambin es necesario, para activar la economa, incrementar las tasas deganancia que son necesarias para incentivar la inversin privada. Estorequiere flexibilizar y suprimir las rigideces de origen poltico einstitucional que distorsionan la eficaz asignacin de los recursos. Estasrigideces son el excesivo poder de los sindicatos, las legislacionesproteccionistas, la intervencin gubernamental, los costos excesivos delos programas sociales que, adems de generar presiones inflacionarias,desincentivan el empleo y socavan la disciplina laboral.

    Adems, en el caso chileno, el dinamismo del crecimiento est ligado alaumento de su capacidad exportadora. Esta ha aumentado con granrapidez en los ltimos aos, habiendo ms que duplicado entre 1987,en que las exportaciones de bienes y servicios alcanzaron a US$ 6.309millones y 1994 en que subieron a US$14.507 millones.

    Un elemento muy importante del modelo neoliberal que no se reconoceabiertamente pero que se tolera con facilidad son las grandes diferenciasen la distribucin del ingreso. Las desigualdades que existen en todasociedad son consideradas algo positivo porque constituyen una fuentede dinamismo econmico. No se dice abiertamente que se es partidariode la desigualdad, pero se cree que sta ayuda al crecimiento econmicoy que este crecimiento, en un momento de la historia, cuando sea sufi-cientemente importante, resolver por desborde la situacin de los mspobres y los inconvenientes de los excludos de los beneficios actualesdel crecimiento. En Chile, por supuesto, con respecto a este aspecto,hay diferencias fundamentales entre, por ejemplo, el pensamiento de ElMercurio (smbolo mximo de este neoliberalismo) y aqullos que sepreocupan del problema de la pobreza y de la extrema pobreza. Peroms all de estas diferencias, existe una gran tolerancia de todos hacia lagran desigualdad en la distribucin de los ingresos.

    Otra idea dominante del pensamiento neoliberal es el rol extraordinari-amente selectivo que se tiene del Estado. Este es, en general, considera-do una carga y hay que liberar a la sociedad del peso aplastante delEstado, sobre todo en materia de impuestos y de reglamentaciones. Perocuando se ven afectados los intereses de los privilegiados, el Estado yano es mirado como una carga, sino como una entidad que tiene quedesempear un papel activo para ayudarlos a salir adelante. Recordemosel caso famoso del apoyo a los bancos en 1983, en que el Banco Centralcompr la cartera vencida para evitar la quiebra de 22 bancos privados

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    por la suma de US$ 5.700 millones de la poca, lo que ha dado origenal problema actual de la deuda subordinada. Como lo sealaba muybien hace un par de aos el gran economista norteamericano JohnKenneth Galbraith a propositonde los Estados Unidos, los gastossociales que benefician a los ricos, los salvavidas financieros, los gastosmilitares y, por supuesto, el reembolso de los intereses acumulados, gas-tos todos que constituyen en el presupuesto federal de la parte msimportante, son perfectamente aceptados. Pero los otros gastos sociales,los que favorecen a la habitacin popular, los gastos mdicos para aquellosque no gozan de ninguna proteccin, los destinados a la enseanza p-blica y a las diversas necesidades de las grandes zonas urbanasdesfavorecidas, eso constituye el peso inaceptable de los gastos pbli-cos en el pensamiento neoliberal.

    Finalmente, cabe sealar que en este pensamiento no existe ningunapreocupacin, o casi ninguna, por las consecuencias y los costos indirectosdel sistema productivo en materia de impactos en el medio ambiente, deagotamiento de los recursos naturales, de los efectos sociales y ecolgi-cos. Todos estos son problemas del futuro y del largo plazo y lo queinteresa al neoliberalismo es la rentabilidad inmediata. No existe,tampoco, ninguna preocupacin por el conjunto de polticas quepodramos englobar bajo el ttulo de defensa del patrimonio nacional.

    Estas son, en sntesis, las principales creencias o principios de la economaneoliberal que hoy dominan en el pensamiento econmico mundial ylatinoamericano, por supuesto con matices desde un neoliberalismo puro y duroque se cree ciencia econmica a otro que trata de corregir algunos de sus impac-tos en lo social. Esta ideologa que es casi una teologa tambin ha penetrado deun modo significativo la mentalidad chilena, an entre aquellos que se dicen decentro o de izquierda (la lnea divisoria entre los neoliberales y los que no lo sonpasa al interior de los partidos de la concertacin).

    Causas de la penetraciny desarrollo del neoliberalismo

    Cules son los factores y causas que han impulsado esta dominacin mun-dial de las ideas neoliberales?

    Me parece que es posible sealar un conjunto de factores que se produjeronen el mundo desde fines de la dcada de los 70 y comienzos de los 80, todos loscuales han contribuido a esta situacin.

    Por un lado, la respuesta de tipo extraordinariamente conservadora quese produjo en dos de los grandes pases desarrollados a la crisis del esta-

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    do de bienestar (con gastos que aumentaban ms rpidamente que losrecursos y con dficits pblicos que presionaban la inflacin). Me refieroa los Estados Unidos de Norteamrica bajo el gobierno de Ronald Reagan(la reaganomana) y a Inglaterra, bajo el largo gobierno de MargaretThatcher (el thatcherismo). Las polticas de estos gobiernos y sus ideasse propagaron primero en sus pases de origen y penetraron, enseguida,con fuerza en el plano internacional y en los organismos financierosinternacionales. En Amrica Latina, estas polticas estn en pleno augecon cierto retraso con respecto al mundo desarrollado, y cuando en steson cada vez ms criticadas.

    El neoliberalismo ocup, desde el punto de vista intelectual, el espacioque tenan antes en los pases en desarrollo las teoras estructuralistas y,en la situacin particular de Amrica Latina, la teora de industrializacinpor substitucin de importaciones que propag la Cepal. Del mismomodo, reemplaz a otras teoras de la modernizacin de los pases endesarrollo, como fue la famosa teora de las etapas del crecimiento deWalter Rostow.

    Otro factor que contribuy de un modo muy importante a la dominacinideolgica del neoliberalismo ha sido la desaparicin de las utopascolectivistas y de la planificacin centralizada como consecuencia de lacrisis de los regmenes comunistas a fines de los aos 80 (cada delmuro de Berln, desaparicin de la URSS), as como las dificultades yfracasos econmicos en muchos pases del tercer mundo que trataronde aplicar sistemas socialistas ms o menos inspirados en los de Europadel Este.

    Otro elemento de impulsin del neoliberalismo fue la crisis de la deudacon moratoria mexicana de 1982. Las limitaciones fiscales y la falta denuevos capitales condujo a una crisis financiera considerable y muchospases tuvieron que aceptar para salir de ella las polticas de ajusteimpuestas por el FMI (reduccin de los gastos fiscales y de subsidiosdiversos, privatizaciones de las empresas pblicas o semipblicas,liberalizacin del comercio externo etc.). Los pases latinoamericanosque, al comienzo de la crisis de la deuda en los aos 80 haban habladode una renegociacin colectiva de dicha deuda, pronto plegaron a ne-gociar uno por uno y aceptaron todas las condiciones impuestas por elFondo Monetario Internacional y por los organismos financieros. Valela pena sealar, de paso, que el meyor alumno de esta nica va de solucinimpuesta por el FMI y el ejemplo ms citado como buen alumno de laortodoxia econmica, es el caso de Mxico, que acaba de tener un nuevoreventn financiero que ha puesto en serio peligro su salud econmica y

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    su estabilidad poltica. Para escapar de la quiebra, necesita nuevamenteuna ayuda cercana a los US$ 50 mil millones, y ha tenido que devaluarbrutalmente su moneda, dar garantas con su petrleo al capitalnorteamericano, y lo amenaza una crisis del empleo colosal. Este es elMxico que una semana antes de la crisis, el muy prestigioso banco deNueva York Salomon Brothers calificaba, en diciembre ltimo, como unaeconoma en un estado muy positivo, y que la agencia financiera mun-dial Moodys Investors Service, que clasifica los Estados segn las garantaso riesgos para los inversores extranjeros, consideraba como una economamuy segura.

    Finalmente, se puede sealar como otro factor de impulso delneoliberalismo la aparicin, dentro de los pases latinoamericanos, denuevas lites tecnocrticas, como los Chicago Boys en Chile y los eco-nomistas que rodearon al ex-presidente Salinas de Gortari en Mxico,inspirados en la Escuela de Chicago y en las teoras monetaristas deMilton Friedmann. Todos ellos han tenido mucha influencia en otrospases de Amrica Latina.

    Las crticas al neoliberalismo

    Una de las crticas ms agudas a el neoliberalismo es aquella hecha,recientemente (en 1992), por el gran economista norteamericano John KennethGalbraith en su libro The culture of contentment. Segn Galbraith existe en losEstados Unidos una minora satisfecha que domina el sistema poltico y que entrminos nacionales es una minora, pero que constituyen la mayora de los queparticipan en las elecciones y votan y, atravs de ello, influencian decisivamente lapoltica del pas.

    Para esta minora de satisfechos, las ideas esenciales de una economa sanason las siguientes:

    La buena fortuna es la recompensa al mrito de los que gozan de ella. Esel resultado de la capacidad moral o intelectual de los que la han obtenido.

    Esta minora satisfecha prefiere siempre la inaccin del Estado, an si lasconsecuencias de esta inaccin pueden ser alarmantes a largo plazo. Larazn es evidente: el costo inmediato de la accin preventiva del Estadopara salvaguardar el largo plazo recaera sobre los actuales privilegiadosal aumentarse, por ejemplo, los impuestos. En cuanto a los beneficios alargo plazo, seguramente los que los aprovecharn sern otros. Segn lateologa del laissez-faire que inspira a estos satisfechos todo terminarpor arreglarse.

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    Tercera idea de estos satisfechos ya la sealamos anteriormente. El Esta-do es una carga en todo lo que beneficia a los pobres, pero su accin esnecesaria cuando las dificultades afectan a los ricos.

    Finalmente, segn Galbraith, la minora satisfecha soporta, con grantolerancia, las grandes diferencias en la distribucin del ingreso. Laposibilidad que los ricos continen enriquecindose, an si los pobresno meyoran su situacin o continan empobrecindose, es un estimu-lante fundamental para el crecimiento y el dinamismo de la economa.En la ciencia econmica que propicia la minora satisfecha, la polticamonetaria desempea un rol privilegiado. Tiene la ventaja de no exigir,prcticamente, ningn aparato administrativo salvo el insignificante apa-rato burocrtico del Banco Central. La poltica monetaria es considera-da el instrumento bsico para prevenir o controlar la inflacin o larecesin. En cuando al hecho de que la poltica monetaria es una manerade desviar la accin del Estado de las zonas inconfortables de la polticafiscal, de la de gastos pblicos, del control de precios o de los sueldos ysalarios y que recompensa, sobre todo, a la clase de los rentistas, nosiendo neutra en el plano econmico, nada se dice y el silencio es abso-luto.

    Una segunda crtica muy aguda del neoliberalismo es la que hace el econo-mista francs Michel Albert, presidente de la compaa AGF (Seguros Generalesde Francia) en su libro Capitalismo contra capitalismo, publicado en 1991.

    Hablando de las tres etapas del capitalismo, seala que su primera etapa ofase fue la del capitalismo contra el Estado, que se inici en 1791 con la RevolucinFrancesa. La legislacin de la poca suprimi las corporaciones que venan desdela edad media, prohibi los sindicatos y estableci la libertad de comercio y deindustria. Durante el siglo XIX, el Estado retrocedi frente a las fuerzas del mer-cado concentrndose en la funcin de Estado policial encargado de proteger elorden pblico contra las clases peligrosas, constituidas por el nuevo proletariadoindustrial. Se asiste, al mismo tiempo, a la explotacin del hombre, al desarraigodel antiguo mundo campesino, a la opresin econmica a la clase obrera y a lasdurezas sociales de la revolucin industrial.

    Este capitalismo es el que denuncia Marx en Manifiesto Comunista y con-tra el cual reaccionan las iglesias Protestante y Catlica (Encclica Rerum Novarumde Len III en 1891, por ejemplo).

    En este ltimo ao, empieza la segunda fase del capitalismo, que es del capi-talismo encuadrado por el Estado. Todas las reformas se dirigen a corregir losexcesos del mercado y a temperar las violencias del capitalismo. El Estado apare-ce como el refugio contra lo arbitrario y lo injusto y es l, bajo la presin de las

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    luchas obreras, quien, mediante leyes y decretos, humaniza las brutalidades delcapitalismo por la legislacin del trabajo, el aumento continuo de la fiscalidad ylos sistemas de redistribucin.

    Pero, desde hace algunos aos, el orden de prioridades parece haber cam-biado. El Estado no aparece ms como un protector sino como un parsito, unfreno, un peso muerto. Hemos entrado en una tercera fase que se puede denomi-nar la del capitalismo en lugar del Estado. Los principios bsicos son los delneoliberalismo y se resumen en pocas palabras: el mercado es bueno, el Estado esmalo, mientras la proteccin social era considerada como un criterio de progresode la sociedad, se la denuncia ahora como un incentivo a la flojera y un obstculoal esfuerzo; mientras que el impuesto era considerado como un medio esencialde conciliar desarrollo econmico y justicia social, es hoy da acusado de frentarla accin de los ms dinmicos, de los ms audaces. Hay, pues, que reducir losimpuestos y las cargas sociales y desreglamentar, es decir, hacer retroceder alEstado en toda lnea para que el mercado pueda liberar las energas creadoras dela sociedad. No se trata ahora, como en el siglo XIX, de oponer el capitalismo alEstado, se trata de reducir al mximo el campo de accin de ste y de substituirlelas fuerzas del mercado. En el siglo XIX el capitalismo no poda tomar el lugar delEstado, ni en el campo de la salud, ni de la enseanza, ni de la informacin, porla simple razn que las escuelas, los hospitales y los diarios dependan de la ini-ciativa privada. Pero en nuestra poca, en la mayor parte de los pases desarrollados,se trata de que todas estas actividades, empezando por la radio y la televisin,pasen del sector pblico al sector privado, desde el servicio de agua potable hastael correo y la recoleccin de basuras.

    Esta nueva fase del capitalismo en lugar del Estado, junto con laglobalizacin de la economa y sobre todo de las finanzas, que ya nadie parecepoder controlar, y que hace que los gestionarios de fondos de pensiones y deseguros y de fondos comunes de colocacin, que disponen de recursos lquidosinmensos, que desplazan rpidamente de un mercado a otro, segn lascircunstancias, con el fin de realizar ganancias especulativas, ha creado un desordenfinanciero y econmico de enormes consecuencias sociales.

    Al mismo tiempo que disminuyen los recursos de proteccin de lostrabajadores, en los veinticinco pases ms ricos del mundo (los de la OCDE)haba, en 1994, 36 millones de cesantes. Y cuando se logran crear muchos empleos,como en los Estados Unidos y en Gran Bretaa, stos son de bjsimaproductividad y con una disminucin de los salarios reales.

    El mecanismo de la pobreza y de la exclusin ligado a este neoliberalismodominante ya no es un misterio para nadie. Por una parte, el exacerbamiento dela competencia internacional, que lleva a numerosas reestructuracionesindustriales, al despido de trabajadores, al aumento de la cesanta y de la duracin

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    del perodo en que los trabajadores quedan cesantes, a la multiplicacin de losempleos precarios y mal pagados, a la modernizacin tecnolgica, que multiplicalos inaptos frente a los nuevos sistemas de produccin. Por otra parte, sistemasde proteccin social que se hacen cada vez ms inadaptados al aumento de lapobreza cuando no son reducidos por los gobiernos preocupados por losequilibrios macroeconmicos. Cuando los dos procesos se combinan y sedesagregan las solidaridades tradicionales, baseadas sobre la familia, el barrio o laaldea, la exclusin gana terreno. En 1992, en los doce pases de la CEE, haba 50millones de pobres, de los cuales 10 millones en Gran Bretaa (el 18% de lapoblacin de ese pas). En Estados Unidos, el 1% de las familias ms ricas acaparel 70% de los ingresos medios familiares entre 1977 y 1989. El 20% ms rico sealz con ms del 100% del crecimiento a expensas del 40% ms pobre. Las pol-ticas de Reagan y de Bush, afirman Donald Barlett y James Steele, en su libroAmerica What went wrong, resultado de un trabajo de dos aos en 50 ciudadesde 16 estados han acelerado el desmantelamiento de la clase medianorteamericana. Slo se pueden encontrar dos antecedentes similares, en 1913,cuando el descontento llev a adoptar el primer impuesto progresivo sobre larenta, y en 1933, el ao en que la crisis condujo al New Deal.

    Una tercera crtica al neoliberalismo, tambin en el contexto de lamundializacin de la economa, es la que hace Robert Reich, el actual ministrode trabajo del presidente Clinton en su obra The wealth of Nations, publicada en1991.

    Reich muestra que la transformacin acelerada de las grandes empresasmundiales, las hace pasar de la empresa de produccin de masa a un nuevo tipode empresa organizada en forma de pequeas unidades autnomas, relacionadasmediante redes constituidas por una multitud de grupos y subgrupos descentra-lizados, todos los cuales operan mediante acuerdos con otras unidades deproduccin igualmente difusas. Este moderno sistema de produccin estdividiendo los empleos en los pases desarrollados en tres grandes categoras: losempleos de produccin corriente, los servicios personales y los empleos que Reichdenomina de los manipuladores de smbolos.

    Mientras que los primeros y los segundos se empobrecen: trabajadores dela produccin en cadena, o dedicados a los servicios personales (enfermeras,policas, cajeros, vendedores etc.), los terceros constituidos por los investigado-res, los ingenieros, los informticos, los abogados de las grandes empresas, losconsejeros financieros o fiscales, los publicistas etc., se enriquecen cada vez ms.El conjunto de estos ltimos representaban en los Estados Unidos, en 1990, el20% de la fuerza de trabajo. El 80% restante estaba en la categora de los que seempobrecen. Esta divergencia de situacin y de ingresos est destruyendo la ideade solidaridad nacional y aumenta la distancia entre los manipuladores de smbo-los que se enriquecen, cada vez ms, y los excludos en su propio pas. Para Reich

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    esto exige un conjunto de respuestas simultneas, que van desde la compensacinpor un impuesto progresivo sobre el ingreso a una poltica educativa y de inversinpblica de intensidad creciente.

    Una cuarta crtica al neoliberalismo proviene de aquellos que podemosreagrupar bajo la gida de defensores de un desarrollo durable. Estos, preocupa-dos por el egotamiento creciente de los recursos naturales, por la destruccininmoderada de los bosques y florestas, por la degradacin de los suelos, por eladelgazamiento de la capa de ozono y por las amenazas a la biodiversidad, criticanno solamente las consecuencias del neoliberalismo dominante, sino tambin lautopa industrializante heredada, tanto de la modernizacin capitalista como delo que fue la modernizacin de los ex-pases comunistas del Esteeuropeo. Laidea central de esta crtica proviene de la creencia de que un desarrollo durableno puede hacerse, ni en detrimento de las prximas generaciones, ni en detri-mento de la salud ecolgica del planeta.

    Las crticas al neoliberalismo, desde este punto de vista, son numerosas,tanto en los pases ricos y desarrollados, como en los pases en desarrollo. Entrelos primeros podemos destacar al Worldwatch Institute de los Estados Unidos ya su director Lester Brow, que han hecho numerosas publicaciones en torno a laidea de construir una sociedad sustentable. Entre los segundos, podemos sealara la comisin de los pases del Sur, presidida por el ex-presidente de TanzaniaJulius Nyerere y constituida por un grupo destacado de economistas, polticos eintelectuales de los pases del Sur que, en su conocido informe institulado Desafospara el Sur, explic en 1990 las condiciones viables para el desarrollo de estospases. Entre muchos otros aspectos afirmaron: las estrategias de desarrollo delos pases del Sur deben considerar que el capital natural del planeta es limitado.El concepto de desarrollo viable tiene por objetivo llamar la atencin sobre lanecesidad de conciliar crecimiento y proteccin del medio ambiente y debeconsiderarse negativa toda modernizacin econmica de ptica inmediata yestrecha. Una voluntad no reflexiva de modernizacin a cualquier precio puedecausar daos irreparables a los sistemas ecolgicos. La degradacin de los suelos,la polucin de las aguas y la desforestacin, representan una gran amenaza parael desarrollo a largo plazo de los pases del Sur.

    Una quinta crtica al neoliberalismo proviene de ciertos organismosinternacionales, como el PNUD de las Naciones Unidas que considera que lamayor parte de los criterios tradicionales para medir el crecimiento econmico yel progreso estn deformados por una visin demasiado economicista de la realidadsocial. Proponen, en cambio, nuevos indicadores para medir el progreso, nosolamente material, sino tambin de la calidad de la vida. Estos indicadores hansido englobados bajo el concepto de ndice de desarrollo humano. Que s eldesarrollo, segn este concepto? Disponer de un mayor ingreso, por supuesto

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    que si, pero l no es un fin en s mismo, es un medio de adquirir bienestar. Laesperanza de vida, la libertad poltica, el acceso al saber, la seguridad fsica, laparticipacin en la vida de la comunidad, el ejercicio de los derechos humanos,forman parte del bienestar. El desarrollo no se reduce al hombre econmico. Lavida no comienza a partir de tantos dlares por habitante-ao como ingresomedio.

    Para medir cuantitativamente el desarrollo, el PNUD cre un nuevo instru-mento: el ndice de desarrollo humano, que es un agregado de diferentes indica-dores, que se reflejan tres componentes esenciales de la vida del hombre: lalongevidad, el saber y el nivel de vida. La longevidad es medida por la esperanzade vida al nacer, el saber por un ndice en el cual interviene la tasa de alfabetizacinde los adultos y el nmero promedio de aos de estudio, y el nivel de vida por elpoder de compra, determinado por el producto por habitante ponderado por elcosto de vida.

    El PNUD considera que este indicador es an imperfecto, pero en todocaso es muy superior a la tradicional medicin de tantos dlares por habitante-ao. Este nuevo indicador demuestra que crecimiento econmico y progresohumano no estn ligados automticamente. Es, por ejemplo, absurdo y peligroso,desde el punto de vista del desarrollo humano, suprimir los subsidios a laalimentacin y la salud de los pobres en nombre del liberalismo econmico, enlos pases donde no existe un sistema de seguridad social compensador.

    Una sexta crtica al neoliberalismo ha sido desarrollada, sobre todo enAmrica Latina, por la Cepal. Mientras que el neoliberalismo propone dejar almercado y al sector privado la responsabilidad del crecimiento econmico y nopone ningn acento en la equidad, la Cepal nos dice que la experiencia permitecomprobar que el crecimiento econmico no conduce, de manera necesaria yautomtica a la equidad. Para ello, el crecimiento con equidad, ambientalmentesustentable y en democracia, no slo es deseable, sino tambin posible. Es ms:as como la equidad no puede alcanzarse con ausencia de un crecimiento slidoy sostenido, el crecimiento exige un grado razonable de estabilidad socio-polti-ca, y sta implica, a su vez, cumplir con ciertos requisitos mnimos de equidad.De este condicionamiento recproco, entre crecimiento y equidad, se desprendela necesidad de avanzar hacia ambos objetivos en forma simultnea antes quesecuencial, lo que constituye un desafo histrico.

    Una sptima y ltima crtica proviene de otros organismos internacionalescomo la Unicef. Bajo el ttulo de Ajuste con rostro humano, esta organizacin delas Naciones Unidas afirma que las polticas de ajuste econmico, que gran n-mero de pases en desarrollo han adoptado para hacer frente a la crisis econmica,deben considerar las incidencias en el plano humano que estas polticas puedentener. Toda poltica de ajuste econmico debe tener en consideracin las

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    necesidades esenciales de los grupos ms vulnerables en materia de salud,alimentacin, educacin y preservacin del bienestar de estas poblaciones. Todapoltica de ajuste que no d especial consideracin a estos poblemas ser negativadesde el punto de vista del desarrollo.

    Consecuencias sociales del modeloeconmico neoliberal aplicado en Chile

    El modelo econmico neoliberal se viene aplicado en Chile desde de lapoca de la dictadura militar y con algunos ajustes sociales se ha seguido aplicadobajo los dos gobiernos democrticos que le han sucedido.

    Se ha puesto mucho nfasis en sus xitos econmicos:

    Crecimiento sostenido de la economa desde hace unos diez aos e im-portante mejoramiento del ingreso medio por habitante. Este aumenten casi 12% entre 1981 y 1990, mientras en la mayor parte de los paseslatinoamericanos el ingreso por habitante bajaba en esos aos, comoconsecuencia de la crisis. Entre 1991 y 94, bajo los gobiernos democr-ticos, el ingreso por habitante aument en casi 20%.

    Disminucin de la tasa de inflacin de ms de 20% al final de los aos 80(27,3% en 1990) a slo 8,9% en 1994.

    Disminucin de la tasa de desempleo urbano de ms de 13% en 1986 aun 4% en 1993, subiendo a slo poco ms de 6% en 1994.

    Gran dinamismo y aumento de las exportaciones, como ya lo indicamosanteriormente.

    Considerable tasa de inversin, con gran afluencia de capitales externosy buenos equilibrios macroeconmicos.

    A lo anterior, hay que agregar, desde el punto de vista social, a partir de lallegada del primer gobierno democrtico, una disminucin sustancial del nme-ro de pobres.

    Utilizando el mtodo de la lnea de pobreza, es decir, el ingreso corriente delos hogares, el nmero de pobres en Chile era em 1987 igual a 5,498 millonespersonas (casi el 45% de la poblacin) y en 1992 de 4,370 millones personas (el33%). Es todavia grave que un tercio de la poblacin viva bajo la lnea de lapobreza, pero era mejor la situacin en 1992 que en los aos anteriores (ste esel ltimo ao para el que hay estadsticas disponibles sobre pobreza).

    Conviene, por otra parte, agregar que el mtodo de la lnea de pobrezatiene una limitacin. Procede como se la satisfaccin de las necesidades bsicas

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    dependiera slo del ingreso corriente de los hogares, cuando que tengan lasfamilias a bienes y servivios gubernamentales, a la educacin, a la salud y a lavivienda. Aplicando un indicador ms completo: el mtodo integrado de medicinde la pobreza se llega a la conclusin que en 1992 un 50% de los hogares urbanostena an algn tipo de carencia (agua por acarreo, mutos de desechos o en malestado; hogares en los que algn miembro necesit atencin mdica, la solicit yno la obtuvo; ms de una familia viviendo en la misma vivienda etc.).

    Las razones de la disminucin de la pobreza durante los gobiernos demo-crticos han sido varias: fuerte aumento del implementacin de diversos progra-mas sociales y menor aumento de los precios de los productos que componem lacanasta bsica de alimentos, en comparacin con los precios promedios de laeconomia.

    Pero, a pesar de estos aspectos positivos de la sociedade chilena, que sedeben a ciertos ajustes hechos al modelo neoliberal por los gobiernos democr-ticos, ste sigue teniendo numerosas consecuencias muy negativas para el futurodel pas.

    Impactos negativos del modelo exportadoren los trabajadores y en el medio ambiente

    En los ltimos diez aos son importantes y evidentes los avances en elcrecimiento y expansin de los sectores frutcola y pesquero.

    En el caso de la fruta, a pesar de las crisis que se producen de vez en cuando(caso de las uvas envenenadas, tipo de cambio que, segn los exportadores, frenahoy las utilidades necesarias para la mayor expansin del sector), todos estn deacuerdo en sealar el importante aumento del valor de estas exportaciones (US$500 millones en 1987, US$ 982 millones em 1992).

    De lo que no se habla es de las condiciones en que se producen estasfrutas. Recientes investigaciones auspiciadas por la organizacin OXFAM de In-glaterra y realizadas por cientficos chilenos nos aportan interesantes antecedentes.

    Siendo la produccin de frutas de exportacin parte de un sistema alta-mente competitivo, se han ido adoptando paquetes tecnolgicos que sobreutilizaninsecticidas, hierbicidas y fertilizantes. En el pas, se comercializan 972 pecticidasy el monto de sus importaciones alcanz a US$ 71 millones en 1992. Varios deellos: el Paration, el Lindano, y el Paraquat forman parte de doce pecticidasconocidos en el mundo con el nombre de docena maldita y estn consideradoscomo sumamente txicos.

    El Paraquat est clasificado por la Agencia Ambiental de los Estados Uni-dos como extremadamente txico, tanto para los seres humanos, como para losmamferos y peces.

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    El Paration, se estima que causa la mitad de las muertes por intoxicacinaguda producidas por plaguicidas en el mundo, y en Chile se usa extensamente.

    El Lindano est cancelado en los Estados Unidos por ser embriotxico ycancergeno

    .

    La mayor parte de estos productos son elaborados por multinacionalesque, adems, se han diversificado hacia la produccin de otros insumos, comolas semillas hbridas de alto rendimiento, sin resistencia gentica a las plagas, porlo que requieren grandes cantidades de plaguicidas para sus cultivos, plaguicidasque son producidos por las mismas empresas que producen las semillas.

    El uso frecuente e irracional de plaguicidas, adems de destruir, junto conlas plagas, las especies benficas para el hombre, producen graves daos a lostrabajadores frutcolas mediante intoxicaciones frecuentes. En el Hospital de SanFelipe, por ejemplo, en el centro de la zona frutcola de Aconcagua, se debeatender anualmente gran nmero de trabajadores con diversos sntomas deintoxicacin, dados los equipos de proteccin insuficientes y la falta decapacitacin, a este respecto, de los propios trabajadores.

    En el Hospital de Rancagua, en estudios ah realizados, se hace referenciaa las malformaciones congnitas de nios recin nacidos como consecuencia delas exposiciones de las madres a los agrotxicos.

    La aplicacin de plaguicidas, al contaminar las aguas y el aire, no sloafecta la salud de los trabajadores de la fruta, sino de toda la poblacin que vivea los alrededores. Sin embargo, la regulacin de su uso es, en el pas, muy defici-ente. La tarea de fiscalizacin, que corresponde a los ministerios de salud y detrabajo, no se ejecuta adecuadamente por la carencia de personal capacitado,debido a la jibarizacin del aparato del Estado.

    En cuanto a los trabajadores que son empleados en la fruticultura, en suinmensa mayora son temporeros (por cada permanente hay tres temporeros) yuna buena parte est constituida por mano de obra femenina, especialmente enel caso de la uva.

    Ms de 50% de los temporeros laboran sin contrato y muchos empleadoresno cumplen, o se burlan de las obligaciones legales en materias de horario detrabajo, pago de horas extraordinarias, pago de la semana corrida y bonificaciones,descansos, pago de vacaciones proporcionales. En el peak de produccin se hacen,a veces, jornadas de doce y hasta dieciseis horas.

    Las remuneraciones brutas promedio de los trabajadores de temporadatienden a ser superiores a las del salario mnimo legal mensual, pero ello se logracon jornadas extremadamente largas, a un ritmo de trabajo agotador y bajo unambiente laboral deficiente.

  • 154 ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996

    La actual legislacin laboral excluye a los trabajadores temporeros de laposibilidad de negociar colectivamente. Al 30 de junio de 1992, slo seconsignaban 9.238 temporeros sindicalizados en instituciones, casi nunca propiassobre una masa de ms de 300 mil.

    Al trabajador frutcola slo se le paga el salario por el tiempo o la tareadesempeada, lo cual no alcanza para su mantencin durante los perodos deinactividad.

    En el caso de la pesca el sector ha tenido tambin un desarrollo espetacular.Los desembarques de productos del mar se quintuplicaron entre 1970 y 1990,pasando de 1 milln a ms de 5 millones de toneladas. Chile se ubica hoy entrelos cinco primeros lugares en nivel mundial en lo que a captura se refiere.

    Pero numerosos tcnicos sealan que buena parte de esta expansin se hahecho mediante la sobreexplotacin del patrimino natural de los recursos marinos,los que se extraen con objetivos de mxima ganancia, sin consideracionesconservacionistas ni de proteccin ecolgica. Esta situacin plantea un muy serioproblema de sustentabilidad del crecimiento del sector pesquero, a mediano ylargo plazo.

    La intensificacin del esfuerzo de algunas capturas ha tenido efectos crti-cos en las poblaciones de peces, algunas de las cuales han llegado a colapsar. Sonlos casos de la anchoveta, la sardina espaola y la sardina comn, todas especiesmuy cotizadas para la produccin de harina y aceite de pescado de exportacin.

    Los cientficos denuncian que los resultados de la sobrepesca sonprcticamente irreversibles pues, al desaparecer una especie o bordear su extincin,se producen cambios en los ecosistemas marinos difciles de recuperar.

    Esto se hace evidente en el caso de otras especies en extincin: locos, erizos,jaibas, centollas y gran variedad de peces costeros.

    Varios son los factores que contribuyen a profundizar el agotamiento delas especies marinas:

    El sobredimensionamiento de la flota pesquera y del parque industrial.

    La realizacin de la mayor parte de las actividades de la flota pesquera enlas proximidades de la costa.

    El uso de mtodos de pesca no selectivos.

    La presin de los mercados externos. Es el caso del Japn que a travs deelevados precios, logra adquirir especies en peligro de extincin (locos,algas, erizos).

  • ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996 155

    La falta de capacidad de fiscalizacin del Estado.

    A todo lo anterior, es preciso agregar la contaminacin marina costera,hecho bien conocido en el pas que, en algunos casos, ha alcanzado niveles crti-cos. Ello consiste en la introduccin en el ambiente marino de sustancias conefectos venenosos que implican peligros para los recursos vivientes y para la saludhumana.

    La industria reductora de productos marinos (elaboraderos de harina depescado) es una contaminacin de mares, aire y habitat urbano ms importantes.Como consecuencia de ello, existe una grave contaminacin marina, tanto en elnorte como en el sur del pas (Arica, Iquique, Tocopilla, Mejillones, Caldera,Talcahuano, San Vicente y Coronel). En la baha de Talcahuano, el canal ElMorro, est catalogado como uno de los cinco focos de mayor contaminacinen el mundo.

    Las condiciones de trabajo en la industria pesquera muestran tambin gran-des deficiencias. Se utiliza mucho el pago de un salario base, ms rendimiento.Se han comprobado serios discriminarios salariales entre los sexos, en perjuiciode las mujeres. Predomina, adems, condiciones y medio ambiente laboralriesgosos y precarios. El 40% del empleo el las plantas de procesamiento condestino al consumo humano, es eventual y bajo estas condiciones, trabaja lamayor parte de las mujeres, con horarios de diez a doce horas, incluyendo sba-dos y domingos.

    El modelo exportador y el sector forestal

    Otro sector del modelo exportador en que la bsqueda de la ganancia acorto plazo va, en el largo plazo, en desmedro del pas es el sector forestal. Seest condenando a los bosques nativos de Chile a la misma suerte catastrficaque han corrido los bosques autctonos de otras partes del mundo.

    El sector forestal se desarroll, desde 1975, sobre la base de la privatizacinde los activos del Estado a precios de liquidacin, transferencia de ingentes re-cursos fiscales al sector privado, mediante subvenciones y mecanismos deconversin de la deuda externa, polticas preferenciales en materia de salarios,relaciones laborales, crditos, precios, cambios y aranceles.

    A todo esto, se agrega la despreocupacin ambiental que es y ser la msonerosa para el pas. Tanto en el bosque como en las plantas industriales, lasempresas de este sector trabajan casi sin ninguna reglamentacin.

    La fabricacin de pulpa genera tasas muy elevadas de beneficio por unida-des de materia prima. Esto incentiva a una actividad que tiene un ingente impac-to ambiental, desde un extremo al otro del ciclo productivo, puesto que la

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    produccin de pulpa produce desechos contaminantes que afectan seriamente alos ecosistemas marinos y de agua dulce. En Chile, la pulpa representa ms del50% de la produccin de todo el sector forestal. Sin embargo, de los US$ 1.400millones invertidos hasta ahora, slo US$ 120 millones (menos del 10%) hansido destinados a adoptar procesos productivos limpios.

    El proyecto de ley sobre recuperacin del bosque nativo y fomento forestallanguidece en el Congreso desde abril de 1992. El Estado reconoce que losplanes de manejo forestal parecen, ms bien, planes de cosecha, pero aduce queno tiene recursos para fiscalizarlos.

    Los bosques e los renovales que estn siendo destruidos por la tala rasa,por el corte selectivo o por incendios, tambin son utilizados para la extraccinde lea, maderas de construccin, postes, durmientes y un porcentaje alto se usa,actualmente, para la fabricacin y exportacin de astillas. Los interesados enexplotarlo, con el argumento de que el bosque est sobremaduro y degradado,promueven continuar la tala de los bosques naturales para dar lugar al monocultivoforestal de plantacin. Pero estas plantaciones no son bosques, sino fbricas derboles incapaces de prestar las garantas ecolgicas de los bosques naturales(regulacin del clima, influyendo directamente sobre la temperatura, la humedady la generacin de lluvias, proteccin de cuencas de ros, lagos y otras fuentes deagua dulce, fuerte diversidad biolgica).

    El actual modelo de crecimiento del sector forestal hace un aporte escasoal progreso socio-econmico de las reas en que est concentrado y contribuye,de una manera brutal, a la continua prdida de los territorios ancestrales de laspoblaciones indgenas.

    En materia de puestos de trabajo, contribuye de un modo mnimo al empleoy a medida que avanza suprime empleos. Adems, el aislamiento y la bajasindicalizacin de los trabajadores, particularmente en el caso de los que hacen lafaena de montes, convierte a los trabajadores en parte casi invisible del debateforestal.

    Desaparicin para otros fines ms rentablesde la escasa tierra agrcola del pas

    De los 75 millones de hectreas de la superficie total de Chile, menos del10%, apenas cinco millones son hectreas arables, y de ests, poco ms de dosmillones son tierras sin limitaciones serias para la produccin agrcola. Los culti-vos slo ocupan el 2% del territorio nacional, uno y medio millones de hectreasy estn ubicados en las mejores tierras del pas.

    Pues bien, la rentabilidad del mercado est haciendo que en muchas de las

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    mejores zonas agrcolas del pas (Regin Metropolitana, por ejemplo) una buenaparte de estas tierras agrcolas estn desapareciendo para siempre, dedicadas aurbanizaciones, parcelas week end de 5 mil metros y otras finalidades, sin que elEstado haga nada para evitarlo. Toda la legislacin que exista anteriormentepara impedir este desastre para el escaso capital productivo agrcola de Chile fueabolida por la dictadura y los gobiernos democrticas no han hecho nada paracorregir este crimen contra el patrimonio nacional. Esta es una de las consecuenciasdel neoliberalismo imperante que se pagar muy caro en el futuro.

    En la sola regin metropolitana casi 50 mil hectreas de tierras fueronsubdivididas en 1994, el 70% de las tierras agrcolas restantes estn contamina-das con aguas servidas.

    Mercado de trabajo flexible, pobrezay desintegracin social en Chile (1990-94)

    La experencia de Chile durante la dictadura (1973-1990) fue un procesoradical para abrogar la legislacin laboral existente con anterioridad y facilitar lapuesta en marcha de la poltica neoliberal.

    El nuevo cdigo de trabajo promulgado en 1987 es extraordinariamentelimitativo para los derechos de los trabajadores y se justific aduciendo:

    el encarecimiento artificial de la contratacin de la mano de obra;

    el poder monoplico de los sindicatos;

    el imperativo de las empresas de contar con la flexibilidad salarial y nu-mrica requeridas para una economa abierta a la competencia externa;

    la necesidad de ensanchar los espacios de libertad personal constreidospor la legislacin laboral previa a 1973.

    Eliminar estas rigideces en el mercado del trabajo permitira bajar los costos,promover la inversin y disminuir el desempleo.

    Al asumir el poder los gobiernos democrticos mantuvieron la polticaanterior de estabilidad macroeconmica como la mejor frmula para alcanzar uncrecimiento sostenido y conservaron, tambin, la orientacin hacia lainternacionalizacin de la economa, tanto en el plano comercial, como financiero.Procuraron, al mismo tiempo, corregir algunas de las consecuencias sociales delmodelo neoliberal con un esfuerzo social creciente en los campos de salud, vivienday educacin, pero dentro de los lmites de un gasto fiscal equilibrado.

    Se mantuvo la legislacin de trabajo de la dictadura por temor que sumodificacin, al encarecer el costo de una mano de obra barata y, en gran parte

  • 158 ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996

    temporal, por el movimiento reivindicativo de los trabajadores, afectara lasexportaciones, sobre todo de productos primarios.

    A pesar de algunas leyes de reforma del Cdigo del trabajo, la falta de unavoluntad poltica ms firme de parte de los gobiernos democrticos y la existenciade una mayora opositora por el mecanismo de los senadores designados, hanimpedido una reforma ms sustancial de la legislacin laboral.

    El balance de los especialistas sobre la capacidad de las reformas laboralesdel perodo 1990-94, para modificar significativamente la esencia del Cdigodel trabajo de 1987 es desalentador. Las lneas generales de desproteccin de lostrabajadores permanecen, fundadas en el mismo espritu anterior, favoreciendocrecientemente la flexibilizacin como criterio rector para definir los salarios, losempleos y las condiciones y calidad del trabajo.

    Para los trabajadores estables, las reformas laborales sobre terminacin deltrabajo y estabilidad del empleo, centrales sindicales, negociacin colectiva, fondode capacitacin y formacin sindical, proteccin de los trabajadores etc., hantemperado los aspectos ms abiertamente represivos del Cdigo de 1987, peropara la masa de trabajadores que realizan trabajos domiciliarios, temporales,subcontratados a plazo fijo entre ellos las mujeres, jvenes y nios las refor-mas laborales tienden a avalar y normar las prcticas de trabajo flexible que, dehecho, ya venan utilizando los empresarios.

    Las caractersticas del mercado de trabajo, de acuerdo con la polticaneoliberal imperante, son hoy las siguientes: la existencia de una gran masa deocupados empobrecidos, ubicados en empleos precarios, con bajos niveles deproteccin, que se encuentran en nivel o por debajo de la lnea de la pobreza.Imposibilidados de asegurar su mnimo de vida en condiciones satisfactorias, seven obligados a empujar a otros miembros del grupo familiar a que se integren almercado de trabajo para complementar los ingresos de las familias. Esto implicaun gran nmero de personas que entran y salen del mercado de trabajo, ubicndoseen empleos temporales. Ello ampla el nmero de la mano de obra barata,presionando a la baja de los salarios. Dentro de esta mano de obra temporal ybarata, las mujeres juegan un rol muy importante. Entre 1990 y 1992, la fuerzade trabajo femenina aument de 1.581.500 a 1.712.744.

    En 1992, el 45,5% de los ocupados reciban menos del doble del salariomnimo necesario para superar la lnea de la pobreza.

    En cuanto a los trabajadores organizados sindicalmente su proporcin, noslo es muy baja, sino que ha venido disminuyendo. En 1992 haba 724 miltrabajadores sindicalizados sobre una fuerza de trabajo total de 4,773 millones(el 15,2%), y en 1993 su nmero se haba reducido a 684 mil sobre una fuerza

  • ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996 159

    de trabajo de casi 5 millones (el 13,7%). La sindicalizacin es ms baja en lossectores que concentran mayores fuerzas de trabajo: agricultura y servicios, ex-cludo comercio.

    El combate a la pobreza, en el que los gobiernos democrticos han logra-do un cierto xito, como vimos anteriormente, se ha centrado, sobre todo, en laincorporacin de los pobres al mercado de trabajo, no considerando la existenciade una legislacin laboral mucho ms favorable a los empresarios que a lostrabajadores, pero el hecho de que existe una amplia proporcin de pobres queson asalariados muestra que, an cuando se mantenga un acelerado ritmo decrecimiento de la economa y un aumento del empleo, ellos no bastaran pararesolver el problema de la pobreza, si no se aumenta considerablemente lacapacidad de negociacin de los asalariados.

    La muy desigual distribucin del ingreso existente en el pas muestra queexiste un margen importante para ello. Los aos de la dictadura significaron unenorme concentracin del ingreso hacia los ms ricos. Entre 1978 y 1990, el40% ms pobre de la poblacin vio su participacin en el ingreso total quedarestancada en un 7%, mientras que la participacin del 10% ms rico aument deun 30 a 37,2%. Y esta situacin no se ha corregido mucho con posterioridad.

    La formulacin de un modelo alternativo

    La necesidad de modificar de un modo mucho mas sustancial de lo que seha hecho hasta ahora el modelo neoliberal aplicado en Chile demanda laformulacin de un modelo alternativo.

    Los ejemplos de las consecuencias sociales del modelo econmico neoliberalmuestran la necesidad de modificarlo de un modo ms sustancial que lo que seha hecho por parte de los gobiernos post dictadura. Todo ello en funcin de larealizacin que una sociedad ms democrtica, menos inequitativa y ms preo-cupada de la defensa de su capital bsico, que son sus recursos naturales.

    La primera modificacin es de tipo conceptual. No se trata de abandonarla economa de mercado. Hoy da es la nica viable, tanto en el plano nacionalcomo internacional. Pero s, se trata de reubicarla en un contexto que permitacorregir las desigualdades que produce el mercado y su despreocupacin por losproblemas del mediano y largo plazo. Este contexto comprende cuatro elemen-tos complementarios:

    El mercado, que debe conservarse como elemento de orientacin y desancin de las actividades econmicas.

    El Estado, que debe fijar las grandes orientaciones del desarrollo y corregirlos efectos negativos del mercado.

  • 160 ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996

    La negociacin social entre actores bien organizados, que debe ser elparmetro esencial para definir los objetivos y las modalidades deldesarrollo.

    Un sistema de seguridad social, que garantice a cada ciudadano derechosmnimos en materia de acceso a la salud, a la educacin, a la vivienda y auna previsin digna para cuando no pueda ms trabajar.

    En segundo, tampoco ser necesario abandonar la orientacina hacia laexportacin como uno de los ejes esenciales del crecimiento, pero estasexportaciones tendrn de orientarse con mucho mayor intensidad que hasta ahorahacia manufacturas y servicios y menos hacia materias primas y recursos naturales.Estas dos ltimas categoras constituyen, an en 1994, ms de los dos tercios delvalor total de las exportaciones chilenas.

    Los neoliberales confunden la estrategia de crecimiento basada en lasexportaciones con la apertura econmica indiscriminada y abrupta. La aperturaes necesaria, pero debe ser selectiva y gradual y apoyndose, muy fuertemente,en las exportaciones industriales.

    Ni Chile, ni ningn pas latinoamericano puede ser competitivo en todaslas ramas de la economa. Por ello, es esencial que se formen institucionesgubernamentales de marketing y evaluacin de las tendencias internacionales, aefecto de detectar, en ntima relacin con la empresa privada, nichos de mercadoen el campo internacional y poner en marcha polticas industriales y comercialesapropiadas.

    Debe desecharse la idea favorita de los neoliberales que la integracin enlos mercados internacionales debe lograrse de acuerdo con las ventajas compara-tivas actuales. Como lo seala muy bien el economista Jos Luis Len, de laUniversidad de Columbia: Si el Japn hubiese confiado por completo en estaestrategia, sus exportaciones actuales seran artesanas, pescados y mariscos, y talvez sake; si Taiwn y Corea del sur se hubiesen atenido a sus ventajas comparati-vas, sus exportaciones actuales seran caa de azcar, productos tropicales y, talvez, ron. Es tiempo de entender que el mercado no va a ser por s mismo lo quenosotros no diseemos en polticas de desarrollo y comercio internacional, deli-berada y estratgicamente orientadas. An cuando la tentacin de utilizar losrecursos naturales y la mano de obra barata como ventajas en el mercado inter-nacional es grande, ni unos ni otra pueden considerarse como ventajas competi-tivas a largo plazo.

    Un punto esencial para prolongar la competitividad chilena en el mercadomundial ser terminar con la confusin entre el desarrollo basado en lasexportaciones y las polticas de desproteccin y apertura radical.

  • ESTUDOS AVANADOS 10 (27), 1996 161

    La tercera modificacin esencial de una estrategia alternativa al actualmodelo neoliberal es la reforma del Estado, no slo en su tamao, sino tambinen su concepcin, sus estilos y tcnicas administrativas, sus mecanismos dereclutamiento y ascenso y su relacin a los diversos sectores de la sociedad.

    Se trata de desarrollar un Estado austero, eficiente y con claro concepto desus responsabilidades en el mediano y largo plazo. Deber, por un lado, defen-der eficazmente el patrimonio de los recursos naturales del pas, malgastados deuna manera criminal hoy da, como hemos visto anteriormente, por el desarrolloneoliberal. Deber, por otra parte, promover un sistema de seguridad social que,sin ser burocrtico, garantice en forma eficiente el acceso a la salud, a la educacin,a la vivienda y a la previsin, particularmente a los sectores ms postergados de lasociedad (el tercio de los ms pobres).

    Deber, en materia de formacin de recursos humanos, recordar que elxito logrado hoy da por los nuevos pases industriales de Asia est asociado a unnivel de educacin secundaria de calidad, extensiva a toda la poblacin y noprofundamente discriminatorio, como es el actual modelo existente en Chile.Deber saber establecer los vnculos entre el sector pblico, el sector privado y eluniversitario de formacin e investigacin, que es bsico para la modernizacin yel desarrollo.

    En materia de facilidades a la inversin extranjera, deber tener en cuentaque las empresas multinacionales, al menos en los sectores ms productivos yrentables, buscan algo distinto de los salarios bajos y los recursos naturales abun-dantes, definidos hoy como nuestras principales ventajas comparativas. Unaredefinicin en este sentido tendr de aceptar que una mejor infraestructura, unaeficiente red de telecomunicaciones y transportes y una mano de obra capacita-da, gracias a altos niveles de educacin formal e informal, sern la mejor manera,no slo de atraer capitales extranjeros, sino tambin de lanzarse hacia un desarrollocon cimientos para el largo plazo. Mientras la inversin extranjera productiva nollega en la proporcin deseada, la inversin especulativa en portafolio favorecida,en gran parte, por la acelerada liberalizacin de los mercados financieros est a laorden del da y ha colocado a algunos pases en una situacin de extremadavulnerabilidad frente al exterior, como es el caso hoy da, de Mxico. La crisismexicana, extendida a todo el resto de Amrica Latina, se explica principalmentepor la volatividad de los capitales que, por muchos aos, ha captado la regin.Los US$ 62 mil millones colocados por inversionistas internacionales enLatinoamrica hasta 1994 son uno de los factores que ms desestabilizaron laseconomas regionales, puesto que, en buena parte, son capitales especulativosque se retiran rpidamente cuando se avistan problemas. Slo US$ 1 de cadaUS$ 3 que, hasta hace poco, ingresaban a las economas locales se destin ainversin real. Los otros US$ 2, segn Ricardo French-Davis se perdieron en la

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    demanda agregada, desplazaron ahorro interno, presionaron el cambio yestimularon el consumo de productos importados.

    Estos son, adems de muchos otros, algunos de los aspectos a consideraren un modelo alternativo de desarrollo al actual modelo neoliberal.

    Jacques Chonchol, engenheiro agrnomo, foi perito da Organizao das Naes Unidaspara a Agricultura e Alimentao (FAO) entre 1957 e 1961, perodo em que efetuouvrias misses na Amrica Latina. De 1964 a 1969 dirigiu o Instituto de Desenvolvi-mento da Agricultura (Indap) por indicao de Eduardo Frei, ento presidente da Rep-blica do Chile. Participou da fundao da Ao Popular Unificada (Mapu), que integroua Unio Popular, responsvel maior pela eleio de Salvador Allende. A partir de novem-bro de 1970, passou a ocupar a pasta da Agricultura do novo governo. Foi diretor doInstitut des Hautes tudes de lAmrique Latine, em Paris, onde, em 1994, concedeuentrevista ao editor de Estudos Avanados, professor Alfredo Bosi, publicada no nmero21.