Nº 49

La leche para mi cuerpo, ¡la Biblia para

mi alma!

La “Biblia – Bombón”testi

mon

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¿Has escuchado de los Gedeones internacionales? Es una organización que se dedica a repartir Nuevos Testamen-tos en hoteles, hospitales, cuarteles, cárceles y también en escuelas. Su deseo es

que todo el mundo conozca la preciosa Palabra de Dios y a través de la misma a Jesucristo, el Salvador y Señor.El regalo mal recibidoUnos obreros habían subido a uno de los barrios más altos de Quito, la capital de Ecuador. En el colegio de la zona repartieron gratuitamente los Nuevos Testamentos entre los alumnos.

Un muchacho, poco interesado en ese regalo, no tuvo mejor idea que emplear el pequeño libro para dar una demostración de

su intrepidez y de su fuerza ante sus compinches.– ¡Miren lo que hago con este libro! – les dijo, mientras arrancaba las páginas del Nuevo Testamento.Luego, con gesto triunfalista, el joven fanfarrón lanzó el ma-nojo por el aire, tirando las preciosas hojas al capricho del viento. Divertidos, los niños siguieron con sus miradas el cur-so de esos pequeños volantes blancos que descendían arre-molinados en dirección a la antigua ciudad.

Papel para dulcesUnas calles más abajo, una vendedora observó sorprendida la lluvia de papelitos que bajaba desde el colegio. Regordeta pero ágil, la mujer se aga-chó y recogió una de esas hojas; sus ágiles dedos palparon el papel. No le interesó mucho que estaban impresos, porque no sabía leer. Sin embargo,

la calidad y el tamaño eran justo lo que ella necesitaba para envolver los próximos grandes bombones que elaboraría.

Poco después, entre los chocolates de su puesto de venta

se encontraban algunos recién ma-

nufacturados, cuidado-samente envueltos en las hojas curiosas.

La Pala-bra de Dios es fuerte

y eficaz, aún cuando la usen como papel de

bombón.

3aplicaciónUn descubrimiento curiosoPronto apareció un cliente y eligió justo los deli-ciosos bombones. Al irse, metió el primero a su boca y ya quiso tirar el papelito, cuando se dio cuenta de que estaba impreso. Se sentó en un banco para leer tranquilamente lo que decía. La historia le impactó, pero justo en el momento más cautivante, el papelito terminó. Rápido exa-minó sus demás dulces y finalmente regresó al puesto para comprar todos los chocolates que estaban envueltos con el mismo papel.El regalo recibido con gozoEn casa, el hombre desenvolvió todos los dulces y ordenó sus papelitos. Ahora pudo estudiar cuidadosamente su contenido y llegó a saber que Jesucristo había muerto por sus pecados y resucitado el tercer día. Ahora le ofrecía el perdón de pecados y una nueva vida, si lo aceptaba como Salvador y Señor. Con gozo el hombre entregó su vida a Cristo. Y más tarde entró en la asociación de los Gedeones para hacer llegar la Palabra de Dios a muchas personas más.

Semillitas, año 6, n° 1; adaptado

Una Palabra para comer

“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por

alegría de mi corazón” (Jeremías 15:16).¡Qué extraño! ¿Cómo se podrían comer las palabras?

Se trata de una imagen o figura. Cuando alguien escucha atentamente a una persona, se dice que «bebe sus palabras».

Eso también quiere decir que esas palabras responden a nues-tras necesidades. Sí, esta palabra entra en nosotros como los ali-mentos que son digeridos. Así como el alimento da fuerzas y nos hace crecer, la Palabra de Dios nos ayuda a conocer mejor

al Señor Jesús. Hallamos otro versículo que concuerda muy bien con el versículo 16 de Jeremías 15. Es el siguiente:

“La palabra de Cristo more en abundancia envosotros” (Colosenses 3:1).

Semillitas, año 2, N° 2

¡Qué rica es la Palabra de

Dios!

Sólo di la palabraCierto día, el Señor Jesús llegó a un lugar llamado Capernaum. Allí vivía un centurión, cuyo siervo estaba enfermo a punto de morir. ¿Sabes quienes eran los centuriones? Eran militares muy importantes y profe-sionales del imperio romano. Siem-pre tenían soldados a cargo que entrenar y se encargaban de dar las órdenes. Eran personas muy re-conocidas en aquel tiempo.Pero más allá de todo, este centu-rión estimaba mucho a su siervo y no quería que muriera. ¿Ustedes sabían que en aquella época esto

no era muy común? Pues los sier-vos no tenían ningún tipo de de-rechos, ni siquiera podían quejarse. La mayoría de las veces los amos los trataban como si fueran obje-tos, sin pensar en sus sufrimientos.Una situación poco comúnSin embargo, en este caso fue di-ferente. El centurión estaba con-movido con lo que le ocurría a su siervo y no quería que murie-ra. Por eso, apenas se enteró que Jesús estaba en aquel lugar, fue a Él. Y cuando lo encontró le contó muy angustiado:

– Señor, mi siervo no puede levantarse de la cama,

está gravemente enfermo, a punto de morir.Entonces, Jesús conmovido le res-pondió:– Bueno, iré con-tigo y le sanaré.

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Fe en la palabraSin embargo, el centurión era muy sincero y le contó al Señor lo que sentía en su corazón:– Señor, yo no soy digno de ti y no merezco que entres en mi casa. Basta con que ordenes desde aquí que mi sirviente se sane y él que-dará sano. Porque yo sé lo que es dar órdenes y lo que es obedecer. Si yo digo a mis soldados: Vayan, entonces van; y al otro: Ven, este soldado viene; y a mi siervo: Haz esto, lo hace. Por favor, solamente di la palabra y eso será más que suficiente para que mi siervo sane.Al escuchar esto, Jesús se maravilló de su fe, gentileza y humildad, y le dijo:– Vuelve a tu casa, y lo que has creí-

historia bíblica

do se cumplirá.Y en ese preciso momento el sier-vo fue sano. Entonces, cuando el centurión llegó a su casa, lo encon-tró vivo y saludable.¡Que maravilla! Jesús curó al sier-vo sólo con sus palabras. ¡Cuánto poder tienen ellas! Pero ¿sabes que nuestro Señor también a nosotros nos ha dejado su palabra? La Biblia es la Palabra de Dios. Y hoy como siempre su palabra es poderosa, por lo que podemos confiar en ella. Por eso léela todos los días, y al igual que el centurión cree en ella con todo tu corazón.

Historia bíblica basada en Mateo 8:5-13; por Mónica

Una palabra de Jesús

es suficiente. Todo tiene que obedecerle.

histo

rieta6

acertijo

7

Los “Biblia - Muffins”¡Usa la Biblia como recetario para hacer unos ricos muffins! Pero ¿acaso han anotado sus recetas Sara, Raquel, Rut o Marta? ¡No! Utiliza los ingredientes que encuentras en los versículos siguientes. Luego mézclalos para obtener una masa homogénea. Llena tus moldes hasta 2/3 con la masa y hornéala unos 20 minu-tos a 180°C (puede tardar un poco más, dependiendo del horno que tienes). Y listos están tus “Biblia - Muffins”.

1. 1½ taza de 1

Reyes 4:22

2. ½ cuchara

de Marcos 8:15

(en este cas

o usaremos

polvo de hor

near)

3. ¾ taza de 1

Samuel 30:12ª

(de lo que recib

ió dos racim

os)

4. ½ taza de N

úmeros 17:8 pica

das

5. 1 cucharill

a de Apocalip

sis 18:13

(la primera mercade

ría mencionada)

6. una pizca de L

evítico 2:13

7. ¾ taza de J

ueces 14:18ª

8. ¼ taza de 1

Corintios 3:2

9. ½ taza de I

saías 7:22 bla

nda

10. 2 veces Lu

cas 11:12

Ingredientes:

Necesitas los utensilios

siguientes: tu Biblia, 1 taza de 200 ml,

1 cucharilla, 1 cuchara, 1 fuente, 1 espátula,

aprox. 15 moldesde Muffins.

No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Lucas 4:4

Versículo

para mem

oriz

ar:

Redacción «Rescatados» • Mensaje de Paz Casilla 139 • La Paz - BoliviaPublicación bimestral dedicada a los niños.

email: rescatados@mensajedepaz.org

Para adultos y jóvenes recomendamos el periódico mensual Mensaje de Paz.

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¿Qué es la Biblia?

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Tal vez te has preguntado qué tiene de es-pecial la Biblia. Es un libro que viene de Dios. No es como cualquier libro que puedes leer. Otros libros contienen los pensamientos e ideas de seres humanos; sin embargo, la Biblia es la palabra misma de Dios. Cada palabra de la Biblia es verdad.

¡Qué mara-villoso es lo que

Dios me dice!

¿A veces te llaman con otro nombre? Qui-zá te llamas Juan-José, pero tus amigos te dicen Juanjo. La Biblia también tiene dife-rentes nombres como “Palabra de Dios” o “Santa Escritura”, porque proviene del Dios perfecto y santo. Aunque tenga diferentes nombres, sigue siendo el libro de Dios y su mensaje para ti.

El libro devocional de maravillas, APEN

Dios nos comunica a través de la Biblia lo que quiere que sepamos. La Biblia dice de sí, que

es “útil para enseñar y repren-der, para corregir y educar en una vida de rectitud” (2 Timoteo 3:16). La Biblia nos dice cómo es Dios. Te

enseña las cosas que haces mal, es decir

tu pecado, y muestra cómo Dios quiere ocuparse de este

problema. La Biblia te entrena a vivir una vida agradable para Dios.