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Reseña sobre el libro de Maalouf
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RESEÑA DE LECTURA # 2
JUAN ERNESTO MORENO SOTO
CULTURA Y DIVERSIDAD EN AMERICA LATINA
Identidades Asesinas. Amin Maalouf.
El autor es originario de Beirut, de donde tiene que huir de la guerra civil en 1975. Se
traslada a Francia, es ahí en donde continúa con el periodismo y se hace un lugar en la
academia. Ha escrito diversos textos académicos, así como de ficción y libretos. Su visión
del mundo fluctúa entre occidente y oriente, enriqueciendo con esto su obra.
Este ensayo fue escrito como una clara referencia al problema balcánico en los años
noventa y trata sobre el desarrollo (causas) de las llamadas “identidades asesinas”. Principia
por hacer una advertencia sobre el contenido, interpretación y significado de las palabras,
es decir; preconiza que debe existir una desconfianza hacia ellas.
Amin nos expone el principal motivo de su trabajo: intentar entender por qué ciertos
grupos de personas utilizan a manera de excusa para cometer crímenes contra otros
atributos como son la identidad, la religión, la nacionalidad y otros del tipo. También deja
muy claro que no intentará la construcción de sus ideas a través de un lenguaje complicado.
Expone el concepto de identidad como una cuestión polisémica, en donde sólo a
través de la combinación de muchas identidades de menor tamaño es como se conforma
una sin igual, propia y original. En esta conformación juegan un papel importantísimo la
historia personal y el contexto. El tiempo también tiene un lugar importante en esta
ecuación de conformación identitaria, ya que los elementos antes descritos cambian
continuamente, estos “genes”1 como Amin los llama, no son estáticos, son dinámicos.
El caso yugoslavo es analizado en este panorama, usado para poder generalizar
algunos aspectos importantes de cómo una identidad puede ser agredida a través de uno de
1 El sociólogo francés Edgar Morin escribió un artículo muy interesante titulado “Ficha de identidad individual”, en donde aborda el tema de la construcción identitaria desde una perspectiva analógica con la construcción genética.
sus elementos, y cómo este elemento puede ser la semilla de resentimiento requerida para
un coctel de odio futuro. La “hinchazón” sufrida por una persona al ser agredida por causa
de un rasgo identitario puede llevar a ésta a esconderlo, o a resaltarlo, no todo depende de
las circunstancias.
Hace también referencia al ascenso de los caudillos manipuladores, personajes
muchas veces mesiánicos que aglutinan sentimientos guardados y los catapultan a otras
dimensiones, detonando procesos muy peligrosos. Y es que muchos de los relatos que
tienen que ver con un supuesto “pueblo elegido” u “original” se ven usados a manera de
ariete por estos profesionales del dogma y la radicalidad, llevando a una parte de la
sociedad a la que pertenecen a un barranco.
Aquí aparece un concepto nodal, Amin se refiere a cuando la identidad está “calcada
en negativo”, es decir, que se construye como contraposición de alguna otra identidad.
Entonces tenemos un elemento de diálogo pero en negativo, una especie de negociación,
una dialéctica perversa que lleva a los sujetos a construir su identidad con el fin de agredir
o atacar alguna otra.
El autor propone un ejercicio identitario que nos ayudará a poder entender cómo es
que se conforma la identidad en los seres humanos. El recorrido propuesto irá separando
elementos, los analizará y construirá una hoja de ruta que nos muestre a nuestra propia
identidad como diversa, diferente, incluso contradictoria. Al tener conciencia de que
nuestra propia identidad contiene muchas otras, un proceso de sensibilización se lleva
acabo, ya no vemos a los demás de la misma manera, comenzamos a ver como emerge su
complejidad. Se demuele ese “rasgo” tan dañino que Amin apunta, el de referirse a uno
mismo como un ente con una identidad a prueba de agua, sólida, homogénea.
Al igual que al principio de su ensayo nos advirtió sobre la desconfianza que se
debe tener a las palabras, ahora apunta una observación parecida: hay que tener cuidado de
cómo construimos frases para referirnos a distintos grupos humanos, ya que “las frases no
son inocentes”, el lenguaje es una poderosa herramienta para comunicar, pero también para
manipular, para confundir, para mentir. La manera en que nos expresamos acerca de los
demás tiene una influencia desconocida para nosotros, sabemos cómo empieza pero no
cómo acaba. Las generalizaciones que se expresan con respecto a un grupo humano deben
ser cuidadosos, muy cuidadosos.
Por último comenta sobre como los diferentes rasgos identitarios pueden significar
cosas distintas dependiendo de lugar y del tiempo en que se analicen, es decir; todo caso es
particular y debe abordarse de manera especial. Ahora bien, una poderosa propuesta que el
autor pone sobre la mesa es la que tiene que ver con identificar esos elementos negativos de
la identidad, aquellos que se han ido conformando a partir de las “heridas identitarias”, a
través de la agresión y del “calca en negativo” para anularlas antes de que sea muy tarde.
Las “identidades asesinas” están en cada grupo humano, latentes, listas a saltar, de todos
nosotros depende tomar consciencia de ellas, identificarlas, entenderlas…y luego
desactivarlas.
A manera de colofón quisiera comentar que me parece un texto nodal para abordar
el tema de la construcción identitaria y el racismo. Al principio puse en primer lugar mis
discrepancias con el autor, ahora creo que no fue un buen método, el análisis del contexto
en que el artículo se escribió me nutrió y pude comprender el alcance de lo que Amin
intentaba en aquellos años. Sin duda las ideas lanzadas por Amin tienen su aplicación en
América Latina, pienso en estos momentos en Venezuela, en la construcción de identidades
asesinas, en México, en todos esos Hydes potenciales.