Diego Montero B.

René y Simón Hernández Hidalgo contra Julio Fernández Castro

Los señores René y Simón Hernández Hidalgo demandaron ejerciendo acción reivindicatoria en contra de Julio Fernández Castro, el cual citó de evicción a su vendedor don Raúl Romero Jara quien, a su vez, citó de evicción a su vendedora doña Rosa Sepúlveda Hidalgo. El tribunal de primera instancia acogió la demanda y condenó al demandado a que se restituyera a los demandantes un inmueble de 64,5 hectáreas, parte del fundo denominado San Juan, ubicado en la Comuna de Los Lagos, Provincia de Valdivia. El demandado y la citada a evicción Rosa Sepúlveda recurrió por vía de apelación esta decisión, siendo confirmada por la Corte de Apelaciones de Valdivia. Recurrió nuevamente por la vía de casación en el fondo a la Corte Suprema. Los Ministros discurrieron de la siguiente manera, para la adecuada inteligencia del recurso, teniendo en consideración las siguientes circunstancias del proceso: En primer lugar, los hermanos René Américo y Simón Fernando Hernández Hidalgo, expresan que "adquirieron el bien raíz por legado" que les hizo don Gustavo Adolfo Sepúlveda Munita por testamento cerrado de 14 de agosto de 1991, hoy protocolizado con el Nº 26 en la Notaría de Valdivia de doña Carmen Podlech Michaud, con fecha 12 de enero de 1995. Por escritura pública de 15 de febrero de 1995, el albacea con tenencia de bienes, don Daniel Sánchez Díaz, les transfirió este inmueble; al fallecer el causante, el 6 de diciembre de 1994, doña Rosa del Carmen Sepúlveda Hidalgo, hija entonces denominada natural del causante, solicitó y obtuvo la posesión efectiva, logrando inscripción especial de herencia respecto del fundo en cuestión, luego por escritura pública de 7 de febrero de 1995, vendió el bien a Raúl Reiner Romero Jara quien, a su vez, se lo vendió al demandado el 18 de abril de 1995. La demanda resulta ser contestada sólo por la citada de evicción doña Rosa Sepúlveda Hidalgo, quien alega la nulidad del testamento por cuanto el causante no estaba en su sano juicio, por no respetarse las formalidades de apertura de dicho acto jurídico, pues se abrió en Valdivia en circunstancias que debió hacerse en Los Lagos y porque no contiene "la explicitación de la prohibición de cambiar el uso o destino del suelo de los lotes resultantes de la división".En subsidio, la citada de evicción hizo ver la falta de eficacia del testamento por las mismas razones anteriores. Y, además, plantea la inoponibilidad del legado, por no respetarse las normas sobre asignaciones forzosas, toda vez que tiene derecho a la mitad legitimaria y a la cuarta de mejoras como única heredera y en los bienes quedados al fallecimiento del causante sólo está el fundo San Juan. Asimismo, demandó de manera reconvencional, la reforma del testamento. Se rechazaron las acciones de nulidad y, en cuanto a la inoponibilidad, también lo fueron pues la acción de reforma del testamento, se encontraba prescrita. 

Por su parte, don Julio Arturo Fernández Castro, sostiene que la sentencia, al confirmar el fallo de primer grado y acoger la demanda, ha cometido error de derecho y, agrega, es un hecho que la señora Rosa Sepúlveda Hidalgo es heredera legitimaria silenciada o preterida por el testador, su padre.Y no es efectivo que proceda acción de reforma de testamento por cuanto ello es sólo para los herederos que reciben una cuota inferior en la herencia, cuyo no es el caso de autos en que la antedicha heredera fue simplemente silenciada y, por consiguiente, mantiene incólume sus derechos de acuerdo al artículo 1218 del Código Civil, existiendo, entonces, una comunidad de bienes entre los actores y el demandado, pudiendo aquellos sólo reivindicar su cuota. Así el recurso se ha fundado en una alegación que no formó parte del debate, cual fue afirmar que la citada de evicción no necesita de la acción de reforma del testamento para obtener el reconocimiento de su asignación forzosa, toda vez que al contestar la demanda, precisamente, reconvencionalmente, dicha parte, que defiende los intereses del demandado, dedujo acción de reforma del testamento en contra de los demandantes, la que fue rechazada por los Jueces del Fondo por haber prescrito. Junto con esto, debe tenerse en cuenta que la alegación de existir una comunidad de bienes hereditarios entre los demandantes y el demandado, lo cual hacía innecesaria e improcedente la acción de reforma del testamento, tampoco resulta plausible por cuanto del testamento aparece que el fundo San Juan, fue legado por el testador en una porción de 80 hectáreas "por iguales partes" a sus nietos Rosa y Adolfo Fernández Sepúlveda (ambos hijos de Rosa Sepúlveda, la citada de evicción) y en una proporción de 64,5 hectáreas, también por iguales partes, a los demandantes. Por lo dicho, doña Rosa Sepúlveda, silenciada como fue en el testamento mencionado y entendiéndose heredera legitimaria del causante, a fin de asegurar la asignación forzosa a que tenía derecho en el bien hereditario motivo de los legados, debió ejercer la acción de reforma en su favor del referido testamento, la cual se encontraba prescrita. En consecuencia y por fundarse la casación en un hecho nuevo que no fue motivo de la discusión, se rechaza el recurso.

Comentario Personal:

A hermanos René y Simon Hernandez se les reconoce su derecho sobre el inmueble al acoger la demanda por reivindicación que presentaron contra el señor Julio Fernandez. El bien inmueble lo adquirieron por legado. La sentencia de primera instancia es ratificada por la Corte de Apelaciones, por lo cual se presenta un recurso de casación en el fondo.La señora Rosa Sepulveda pide la nulidad del testamento debido a que no se respetaron las formalidades de apertura de éste al abrirse el testamento en la comuna de Valdivia. Esto no sigue la regla general en materia del lugar de apertura del testamento, que es la del ultimo domicilio del causante, la cual estaba en la región de los Lagos. En este sentido la señora Rosa estaba en su legitimo derecho de pedir la nulidad por no haberse respetado las formalidades de apertura, pero el recurso no se basaba sobre este debate, por lo que esto no es relevante.En cuanto a la demanda reconvencional de la señora Rosa, al ser la única heredera del causante, y como descendiente de éste, se debe respetar su mitad legitimaría y la cuarta de mejoras. Esto se ve vulnerado al conceder un legado a los hermanos Hernandez, el cual constituía todo el patrimonio del causante. Pero como bien dijo la Corte, la señora Rosa solo ha sido silenciada como heredera, por tanto se ha forma una comunidad hereditaria sobre ese bien inmueble, junto con los hermanos Hernandez, por tanto no procede la reforma de testamento ya que no se vulneran sus derechos como legitimaría y única heredera del causante.Por estas razones es que estoy de acuerdo con el fallo de la Corte Suprema. Esto debido a que el debatedevino en uno distinto porque lo que se pedía en principio era la reivindicación del inmueble a los hermanos Hernandez y la citación por evicción contra los demandados. Al final se termino discutiendo acerca de si procedía la reforma de testamento, ya que la señora Rosa Sepulveda en calidad de heredera única, en cuanto se estaban afectando sus derechos sobre la mitad legitimaria y la cuarta de mejoras. Sin enmbargo se llegó a la conclusión de que no estaba siendo afectados ya que se le reconocía como heredera silenciada, por tanto se rechaza el recurso, ya que la discusión se centro en un nuevo motivo.