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Psicoanálisis Revista Propiedad de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires Vol. XXXIV - Nº 3 - 2012, Diciembre de 2012 Buenos Aires, Argentinaa Transferencia

Rev 2012 3 - apdeba.org · Pero me parece que en Freud es muy interesante esta idea de inscripción, de marcas que se inscriben. La otra idea que nos va a quedar del block maravilloso

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PsicoanálisisRevista Propiedad de la

Asociación Psicoanalítica de Buenos AiresVol. XXXIV - Nº 3 - 2012, Diciembre de 2012

Buenos Aires, Argentinaa

Transferencia

Psicoanálisis

3 números anualesISSN 0325-819XISSN (en línea) 1853-8428Registro de la propiedad intelectual: 523.412

Editada por la Asociación Psicoanalítica de Buenos AiresSociedad Componente de la Asociación Psicoanalítica InternacionalSociedad Componente de la Federación Psicoanalítica de América Latina

Asociación Psicoanalítica de Buenos AiresMaure 1850 - C1426CUH Buenos Aires, Argentina - Tel./Fax: 4775-7867/7985Email: [email protected] - Web: http: //www.apdeba.org

Objetivo

Psicoanálisis es el órgano de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires desde sufundación en 1979. Con naturaleza temática, difunde las ideas y la actividadcientífica de APdeBA. Propone un espacio de debate y reevaluación de temasclínicos y metapsicológicos, abierto a la discusión y las controversias, testigo atentode los movimientos que atraviesan el campo de la cultura. Organiza paneles sobreproblemas de actualidad. Su carácter pluralista abre un diálogo con otras disciplinas.Incluye autores y temas de interés a nivel internacional, inéditos en español.Psicoanálisis es una referencia obligada entre las publicaciones de lengua castellana.

Indización

La revista Psicoanálisis se encuentra incluida e indizada en BINACIS y UNISALUD(RENICS); Academic Search Complete y MedicLatina (EBSCO); LILACS (BIREME);PsycINFO (APA).La indización de la revista Psicoanálisis se realiza a partir del Tesauro de Psicoanálisisde la Asociación Psicoanalítica Argentina, 3ra. edición corregida y aumentada, 2006.Los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) de BIREME, edición 2007, sonincluidos para la indización de la revista en las bases de datos BINACIS, UNISALUDy LILACS.

Diseño de Tapa: Jessica Guisasola

COMISIÓN DE PUBLICACIONES 2012

Directora de la RevistaLic. Ana Cristina Bisson de Moguillansky

PUBLICACIONESComité Editorial

VocalesDr.Ezequiel Achilli

Lic. S. María Blum de ReinLic. Daniel Duek

Lic. Jessica GuisasolaLic.Marta Lewin

Lic. Marta Martínez Román PalópoliLic. Marta Osuna de Perel

Lic. Alicia Werba de SiniavskyLic. Paulina Zukerman

ColaboradoraLic. Dora Nuesch

SecretariaDra. Anamaría Cravenna de Melazzini

CorresponsalesDr. Newton Aronis Maltchik (Brasil)Lic. Mirta Berman de Oelsner (U.S.A.)Dra. Irene Cairo (U.S.A.)Dr. Jorge Canestri (Italia)Dra. Ana R. Chait de Trachtenberg (Brasil)Dr. Eugenio Cornide Cheda (España)Dr. Alberto Eiguer (Francia)Dra. Yolanda Gampel (Israel)Dr. Héctor Fernando Maffi (España)Dr. Rogelio Sosnik (U.S.A.)

Comité de ArbitrajeDr. Enrique AlbaDra. Claudia AmburgoDr. Horacio BarredoDra. Susana BidolskyDra. Julia BraunDr. Angel CostantinoLic. Adela Costas AntolaDr. José FischbeinLic. Cristina FraigneLic. Perla FrenkelDr. Manuel GalvezDra. Yolanda GampelDr. Gustavo JarastDr. Luis KancyperDr. Jorge LebasDr. Raúl LevinDr. Eduardo MandetDra. Mabel MarcinaviciusDr. Carlos MoguillanskyDr. Rodolfo MoguillanskyDr. Julio MorenoDr. Leonardo PeskinLic. Lía PistinerLic. Marina Ravenna SelvaticiDr. Rogelio RimoldiDra. Ana RozenbaumLic. Juana San RománDra. Alicia SirotaLic. Oscar SotolanoDra. Amalia Theodoro de ZirlingerDra. Delia Torres de AryanDra. Graciela VentriciLic. Susana Vinocur de FischbeinDra. Adriana Yankelevich

Indice

Panel Transferencia

Panelistas: Ricardo Avenburg, Gerardo Pasqualiniy Janine PugetMesa Redonda: Transmisión escrita del psicoanálisis.Dinámica de la transferencia cien años después 429

Trabajos Arbitrados

Asbed AryanNuevos Encuadres. Reconsideración de latransferencia-contratansferencia 461

Valeria CorbellaEl jugar con adultos: entre la acción y lasimbolización en el proceso terapéutico 485

Carlos MoguillanskyLa clandestinidad. Su relación conla represión y la desmentida 511

Delia Torres de Aryan y Marcello Cossu GiriDibujo y no dibujo de un niño de 8 añosen Tiempos de Catástrofe Social 527

Pioneros Rioplatenses

Gladys Silka SantoroAlgunas reflexiones sobre la teoría deDavid Liberman 549

Reseñas

Sergio C. StaudePrólogo II,Lo obsceno en psicoanálisis de pareja 573

CV Autores, Resúmenes y Descriptores

CV Autores, Resúmenes y Descriptores 585

Panel

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Mesa Redonda:Transmisión escrita del psicoanálisis.Dinámica de la transferencia cien añosdespués 1

Panelistas: Ricardo Avenburg, Gerardo Pasqualini yJanine Puget

Gerardo Pasqualini: Venía con la idea que se trataba de “Dinámicade la transferencia. Cien años después”, supongo que eso es; pero mequedé pensando en “La transmisión escrita del psicoanálisis”, enton-ces me parece que ahí son interesantes algunas preguntas: ¿puedehaber transmisión que no sea escrita? y esto nos hace pensar, ¿qué esla escritura? Y ¿cómo podemos pensar la escritura? Justamente en“Dinámica de la transferencia” yo había encontrado algunas cuestio-nes con relación a la escritura en Freud.

Pienso que si no hay escritura no hay transmisión, con lo cual mepueden decir: la transmisión es el análisis del analista, entoncestenemos que pensar si hay escritura y qué escritura hay ahí; éste meparece que es el punto interesante. Nosotros teníamos un presidenteque leía a Sócrates y parecía absurdo, pero a Sócrates se lo puede leer,lo cual nos remite a la transmisión oral, justamente se sostenía la ideade que la escritura preformaba o tergiversaba la transmisión, por esopara transmitir en este caso Sócrates planteaba la cuestión oral. ¿Perola cuestión oral deja inscripción?, porque de hecho hay textos de

1 Mesa redonda presentada por la Comisión de Publicaciones de APdeBA realizada en lasede de la Asociación Psicoanalítica Argentina el 30 de agosto de 2012.

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Platón donde está Sócrates, por lo tanto ahí nos interroga: ¿dóndeescribió?, ¿en los sesos?, ¿dónde se escribe? Y esto nos remitedirectamente a Freud, a la escritura en Freud, a la memoria, que meparece que son dos puntos muy vigentes que nos deben interrogar.

De “Dinámica de la transferencia” me interesaba plantear doscuestiones. Primero lo de tiempo que hay en la lectura, porque lalectura siempre es en presente, cien años después el texto es enpresente, quiere decir que la vigencia del texto está en su lectura, en ellector que lo puede actualizar y puede cosechar algo que puedeencontrar ahí, en el texto. Y de lo que se trata es de hacer vivir algo delorden del lenguaje, por eso volvemos a la historia, Freud tiene susanalizandos, sus supervisados pero también tiene sus escritos, sustextos; también está la biografía de Freud de Jones –por ejemplo– y latransmisión o lo que puede haber transmitido Freud que aparece en losescritos de sus discípulos, donde está todo el orden de la transmisiónpero por escrito.

Yo creo que hay muchas puntas en “Dinámica de la transferencia”para pensar la idea de escrito, una que yo había marcado –para marcartambién ahí– la cuestión de la causa, pero ya que estamos en laescritura voy a empezar por: en “Dinámica de la transferencia” Freudhabla del cliché, ¿qué se re-inscribe?, Ricardo: tenemos el textoalemán…

Ricardo Avenburg: Sí, en el texto en alemán Freud dice: cliché.

Gerardo Pasqualini: Cliché… ¿y dice re-inscripciones? Nosotrostenemos el original de Freud y tenemos las traducciones, tenemos latraducción de López Ballesteros y la traducción de Etcheverry. Lalectura en sí es traducción y a veces es interesante, por ejemplo latraducción de Ballesteros es más poética, la de Etcheverry es máserudita. En la traducción de Ballesteros entre paréntesis tiene “cliché”que son re-inscripciones. Algunas partes estuve tratando –como pude–de compararlas con el texto alemán pero de todos modos la lectura ensí es transcripción. Pero ahí habla de re-inscripciones y a mí me parecíainteresante tomar la idea de cliché; cliché no se traduce, cliché es un

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cliché, es una tautología, pero entre las traducciones que yo estuvebuscando hay una que me pareció interesante, que era que en laimprenta, las letras de imprenta se invierten y caen sobre el papel. Estome evocaba a una máquina de escritura que hay en Freud que es elblock maravilloso, el block maravilloso en Freud es una máquina deescritura. ¿Y qué particularidad tiene?, de hecho no creo que la únicaescritura que hay es la escritura sobre papel, la escritura sobre papel esuna escritura en plano; en “El block maravilloso” Freud da tres capas:tiene la capa superficial, la capa plástica, que es como una protección;una placa del medio, que es una placa cerosa; y una placa interna quees la cera.

Lo interesante de esta máquina es que si vamos a pensar que la placade cera es un modelo para pensar la memoria –que es donde se escribe–nos vamos a encontrar con un problema: vamos a hacer escritura sobreescritura y nos va a quedar borroso, porque la placa de cera se fija, seescribe, y va a quedar borroso.

En la del medio –la encerada del medio– en realidad cuando seescribe tenemos estímulos de los dos lados, tenemos desde donde seescribe y tenemos desde la placa de cera, es decir que ahí hay unasuperficie que recibe estímulos de los dos lados. Esto nos puede hacerpensar que no hay acto puro en la inscripción porque en lo que seinscribe también viene lo de la placa de cera.

Por supuesto que si suponemos que el block maravilloso es modelode algún tipo de lectura que hagamos del aparato psíquico nos vamosa complicar, me imagino que es un intento metafórico de Freud deplantear este problema. Pero lo interesante además son las re-inscrip-ciones, que cada re-inscripción va a ser diferente a la anterior y ademásen cada inscripción vamos a tener una coincidencia entre lo que vienedel exterior y lo que viene del interior.

Exterior e interior es otro problema y acá es según la tópica queutilicemos; si utilizamos una tópica de cilindro sí tenemos dos carasy entonces podemos hablar de exterior e interior, pero tambiénpodemos pensar la placa intermedia con otra topología, una banda deMoebius, y entonces si bien vamos a tener dos lados, los dos lados vana estar de la misma cara.

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Pero me parece que en Freud es muy interesante esta idea deinscripción, de marcas que se inscriben. La otra idea que nos va aquedar del block maravilloso es que la memoria no es fija porque cadainscripción son re-inscripciones y se va rearmando en cada estímulo,en cada encuentro se va a rearmar. Si queremos pensar todo esto,percepción y consciencia –por ejemplo– para Freud no tienen memo-ria, la memoria está fuera de percepción y consciencia, por lo tanto lamemoria tiene que estar siempre abierta, es esta cera que no haceinscripción, que tiene que quedar siempre abierta.

En la placa externa también sabemos que necesitamos una defensa,porque la consciencia no puede recibir cualquier estímulo sino quetiene que tener una consciencia que apoye un poquito el estímulo.

Podemos pensarlo a través de un escrito con un punzón, o sea através de la voz se piensa que hay un tipo de inscripción. A mí meparece que esto siempre es princeps en Freud.

Entonces queda la pregunta si es posible la transmisión sin escritu-ra, aunque sea oral, cómo puede haber transmisión sin marca.

El otro problema que me parecía interesante marcar en “Dinámicade la transferencia”, siguiendo con las traducciones, es que Freud deentrada nomás habla de las series complementarias; en las seriescomplementarias hay que ir a un pie de página y en el pie de página élhace una aclaración donde dice que lo van a cuestionar porque tomamucho en cuenta los estímulos, las experiencias y no toma lo consti-tucional, que seguramente los médicos biólogos lo van a cuestionar.Él ahí aclara que de lo que se trata es que no hay uni-causalidad y ahíestá cuestionando las causas. Pero en el pie de página es interesanteporque él recurre a dos palabras griegas que son daimon y tyche;palabras que –justamente– yo las busqué en el texto original y noestaban traducidas, él las deja en griego, por lo menos en el textooriginal yo no las encontré traducidas.

Ricardo Avenburg: Qué lástima que no traje el texto original, no seme ocurrió.

Gerardo Pasqualini: Yo lo constaté y en el texto original él dejó

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directamente tychê y daimôn. López Ballesteros no las traduce peroEtcheverry sí las traduce como disposición y azar, daimôn la traducecomo disposición y tychê la traduce como azar.

Yo busqué la traducción y daimôn en realidad también se traducepor demonio, dios, desgracia, desventura, destino. A la palabra se larevive cuando por lo menos se le da dos significados, a la palabra sela mata cuando se la fija a un solo significado, que por lo menos tengamás de un significado ya la hace significante. Pero se rescata acádestino, demonio y dios; con dios y demonio ya ahí me evoca al sentidoantitético de las palabras al que Freud recurre también. Tanto dioscomo demonio queda ahí como un agujero en lo constitutivo, en ladisposición –como traduciría Etcheverry–, quiero decir que aparecealgo que interroga la unidad causal; dios y demonio nos remitedirectamente también –y yo creo que por eso lo marca Freud– a laFísica de Aristóteles donde está trabajando el problema de la causa.

Yo creo que acá, en estas dos palabras, está toda la causalidadfreudiana porque por un lado aparece la constitución y por otro ladoaparece tyche, que Etcheverry traduce por azar y a mí me parece quetambién se puede traducir por suerte , que creo que hay una diferencia,¿por qué?, porque azar hace suponer que es más accidental, seríasuponer que hay un punto en Freud donde supone que no haydeterminismo causal, en cambio suerte implica que hay posibilidadescausales que se pueden dar o no, pero una vez que se produjo elencuentro –este tyche como encuentro afortunado– ahí se da cuenta aposteriori de lo que lo causó. Quiere decir que tenemos la causalidadmúltiple, tenemos el encuentro, tenemos el determinismo porque hayalgo que lo determina, pero que no lo podemos pesar a priori sino quese lo registra en el a posteriori, es decir a partir del efecto podemos ira buscar la causa.

Esto es absolutamente de Freud y no creo que se pueda encontraralgo diferente en la obra de Freud con respecto a la causalidad, serescata el a posteriori, se rescata el determinismo pero lo que no sepuede es prever sino que hay que esperar el hecho. Azaroso aludiríamás a lo imprevisto en cambio en este caso, si bien aparece comoencuentro imprevisto, es afortunado. El ejemplo que da Aristóteles en

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la Física es que alguien va al mercado, se encuentra con alguien quele debe y le paga; pero resulta que fue al mercado donde era fácil, eraposible encontrar a su deudor porque no fue a cualquier lado y ahíaparece esta idea de suerte.

De todos modos la otra cuestión que nos evoca todo este desarrollofreudiano es la noción de estructura, también acá podemos pensar laidea de estructura, en la pluri causalidad hay una posibilidad deestructura que posibilita y que también podemos pensar que es unamanera de tratamiento del infinito, en el sentido que hay infinitasposibilidades pero el tychê le pone límite al infinito porque si hay unefecto le pone un borde. Para transformar un significante bastan almenos dos significados, ahora cuando estamos en el significantetenemos un problema que es si nos deslizamos al sentido nos vamosal infinito, por lo tanto necesitamos borde y el borde es el tychê, elefecto en este caso.

Entonces volviendo a la idea de lectura, una lectura no se agota enlos significados, por ahí se empobrece, lo textual de la lectura implicaque al menos se pueda trabajar sobre los significados, sobre lossentidos y sobre los efectos; esto le da más movilidad a la lectura.

El otro punto que me parecía interesante es que encontraba otrapalabra –en este caso en latín– que aparece en el texto, que es imago.Ahí no está traducida, es un latinismo que también se usa en alemán,no se la traduce y acá tampoco; lo cual trae un problema porque escierto: hay palabras que se usan y no se las traduce. En “Dinámica dela transferencia” Freud remite imago a Jung, dice imago y toma eltérmino de Jung. Y acá me parece que otra vez hay una teoría del signo,porque Jung usó los arquetipos y sabemos que Jung lleva la idea designo como un hallazgo cristalizado. En “El problema económico delmasoquismo” Freud retoma imago y dice que son los rasgos, rasgos decarácter que encuentra en el padre. López Ballesteros imago la traducepor imagen y Etcheverry no la traduce, directamente pone imago. Ycuando hablamos de imago se nos complica porque si decimos lasimagos y no decimos a qué nos referimos… imago en zoologíatambién es el pre insecto, antes del insecto imago es la forma; imagotambién es espectro en la traducción y también es fantasma, pequeñas

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palabras. Pero con imago como rasgos yo creo que se puede pensaralgo con relación a la identificación y no a la identidad, si imago esimagen va más para la línea de la inventiva, estaríamos más en la líneade la propuesta jungiana de los arquetipos, de la posibilidad de que haysignos que se repiten y ahí hay un concepto de simbólico. Si lotomamos en la línea del rasgo ya es una marca y la marca es más difícilque haga signos, va en la línea de la escritura, la marca es aquello queimpide que una imagen se constituya.

Ricardo Avenburg: Voy a hacer un pequeño resumen destacandoalgunas cosas que me parecen significativas. Se trata de cómo en latransferencia tiene lugar la cura psicoanalítica, se refiere a la vidaamorosa que se constituye en función de qué instintos el ser humanoen ella satisface y qué metas él se pone.

Quiero aclarar que yo uso Trieb como instinto y ahí es donde seconstituye un cliché.

Corresponde también a una parte separada de la personalidadconsciente, la que se tiende a repetir como cliché en la transferencia,por lo tanto es un elemento inconsciente.

Cuando empieza a hablar de esto yo me pregunto con quién estáhablando Freud, porque por un lado está planteando cosas teóricas quepienso que un analista del año ‘12 ya las debe conocer, ¿entonces aquién le está hablando?, a personas que están fuera del campo no lesinteresa mucho porque es un tema clínico –es una pregunta que yo meplanteo acá– y es una perspectiva económico-dinámica, o sea la libidocomo expresión de la vida amorosa y por lo tanto está lo dinámico;pero él pasa a hablar de representaciones, o sea de lo tópico también,y el médico que aparece como objeto de elecciones libidinosas. Diceque se da tanto adentro como afuera del análisis…

“…en el análisis la trasferencia se enfrenta al tratamiento como lamás fuerte resistencia, mientras que fuera del análisis la reconoce-mos como portadora de un efecto de curación, como condición delbuen éxito.” (traducción personal)

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No se entiende muy bien por qué en el análisis es una resistencia ypor qué en el afuera es un éxito. Yo creo dos cosas que puede pensarFreud: es una resistencia porque se agudiza un conflicto en la vidacomún, se despliega en la transferencia un conflicto y por lo tantosigue; pero no sé si es mejor o peor, creo que más bien va a ser un éxitosi hay conflicto. No aparece claro, pero vuelve a insistir que fuera delanálisis la transferencia es un buen factor y dentro del análisis es unade las resistencias más fuertes.

“…es una de las más fuertes resistencias al análisis que se encuentrabajo el dominio de una ocurrencia que se refiere a la persona delmédico o algo que le pertenece.” (traducción personal)

A partir de la década del ‘20 la resistencia más fuerte será lareacción terapéutica negativa, cosa que todavía no plantea, hasta ahoraplantea la resistencia de la represión, la resistencia de la transferenciay en Dora la ventaja secundaria de la enfermedad; son los tres tipos quetodavía no llama defensas, usa defensa pero no en el sentido generalque va a hablar después y la represión como una forma particular dedefensa. Acá defensa aparece mucho como sinónimo de represión.

Después de hablar de la transferencia que aparece en el psicoaná-lisis como resistencia, pasa a detallar el modo de producción de laneurosis: primero intervención de la libido, segundo regresión con lareivindicación de las imágenes infantiles.

En la lucha del tratamiento contra la represión –y acá ya empiezala represión obviamente– primero la relación con la realidad, introver-sión como consecuencia de una frustración, es decir el primer motivo–el motivo desencadenante, diría– la realidad que genera una frustra-ción que a su vez lleva a una regresión; y después la lucha contra laatracción de los complejos inconscientes.

El tema de la transferencia también lo trabaja en el Capítulo VII de“La interpretación de los sueños”, en un sentido un poco diferente;diferente y no, allá la define como la relación entre un deseo infantily una representación preconsciente, no se plantea el tema de larepresión ahí sino directamente cómo toda representación preconsciente

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se afirma sobre representaciones inconscientes que transfieren sucontenido, digamos cualquier cosa que nosotros observamos, dealguna manera observamos sobre un trasfondo de toda nuestra creen-cia histórica que se transfiere al presente. Tal vez sea ése uno de losfactores que Freud plantea como éxito o como logro, pero no usatransferencia en ese sentido en este trabajo, de modo que ahí quedacomo una especie de incógnita por qué dice que es un logro.

Yo en ese sentido prefiero –Freud no lo hace siempre– prefierodiferenciar transferencia de neurosis de transferencia, la transferenciala plantea en relación con una relación de un recuerdo infantil, todanuestra vida, toda nuestra comprensión se basa en transferencia denuestra historia infantil al presente y a su vez una remodelación de lahistoria infantil a partir de las experiencias presentes; eso, a través dela transferencia, es el punto de partida de la integración de los distintosniveles de organización del aparato psíquico.

Por ejemplo es natural que un chico un poco se enamore de lamaestra y que los chicos se enamoren de los maestros como imágenespaternas, pero esto no es neurosis de transferencia sino que es unaprecondición, cómo la libido es un elemento importantísimo parapoder lograr cualquier tipo de aprendizaje. En cambio la neurosis detransferencia es una transferencia reprimida que retorna de lo reprimi-do bajo forma sintomática; por lo tanto es una transferencia medioretorcida. Yo prefiero llamar neurosis de transferencia a eso y nollamar transferencia en general, que me parece que es un fenómenonormal. La neurosis de transferencia también es normal porquecaracteriza al ser humano: la represión, el complejo de Edipo, retornode lo reprimido, etc.

El motivo por el cual la transferencia deviene en una resistenciatiene que ver con mociones eróticas u hostiles y acá aparece el tema dela ambivalencia.

Freud dice:

“Bajo la resistencia de la transferencia el paciente se toma lalibertad de descuidar la regla fundamental de que debe comunicartodo lo que pase por su mente, así como desvaloriza conexiones y

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conclusiones que poco antes le habían causado el máximo impacto.Todo esto se da a partir de la situación psicológica en la cual la curaha colocado al paciente.” (traducción personal)

Y dice Freud:

“El médico quiere forzar al paciente para incluir estas mociones desentimientos en el contexto del tratamiento y en la historia vital delpaciente, someterlas a la consideración del pensamiento y recono-cerlas de acuerdo a su valor psíquico.” (traducción personal)

Éste es básicamente el resumen del contenido de este trabajo.Ahora voy a dar mis impresiones. Habiendo Freud desarrollado entrabajos anteriores –comenzando por los de la histeria– la clínicade este fenómeno que llamó transferencia, hace aquí un análisisdetallado de su estructura a partir de las fuerzas que constituyen ladinámica de este fenómeno y ante todo su fundamento libidinalcomo fuerzas.

Retomo la pregunta de para quién escribió este trabajo. En principiocreo que para él mismo poderse ubicar en este tema y, por supuesto,para quienes lo quieran acompañar. Muchas veces Freud repite cosasmuy conocidas pero se ve que es como volver a tomar marcha para darotros pasos, yo creo que este artículo es de esos porque corresponde ala década del ‘10 donde hace una revisión tanto de la técnica, de lo quetrabajó hasta ahora, como de la metapsicología; la década del ‘10 al ‘20es la década de reflexiones sobre la técnica usada y reflexiones sobrela metapsicología.

Retomo la pregunta de para quién escribió este trabajo. En principiocreo que para él mismo poderse ubicar en este tema y, por supuesto,para quienes lo quieran acompañar. ¿Lo acompaño yo? En principiosí, fundamentalmente en sus desarrollos teóricos.

¿Se me aparece en la clínica de otro modo, como resistencia? Antetodo no hay manifestación clínica que exprese pura resistencia, por lotanto es expresión de la resistencia y del retorno de lo reprimido, porlo que no la toma exclusivamente como resistencia. Hoy, cien años

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después, yo no impongo la libre asociación. Sí espero que se déespontáneamente.

En el discurso del paciente, tal vez hasta la mitad de la sesión, elpaciente me cuenta lo que ya tenía planificado, pero en el transcursode la sesión ante el solo hecho de escucharse hablar a sí mismo en vozalta, además de lo que yo puedo participar con mis intervenciones,surgen nuevas ideas que van abriendo el curso asociativo sin que elpaciente lo tuviera pensado conscientemente. Por supuesto me refieroa pacientes normales o neuróticos, para ellos no hace falta forzarlo. Porotra parte en la clínica no es habitual que aparezca el Yo como objetode la neurosis de transferencia, sino que ésta desarrolla en relación alas personas que interactúan con el analizando en la vida corriente y enese lugar es donde lo trabajamos.

Hay corrientes psicoanalíticas que enfatizan la relación del pacien-te con el analista, Freud también, pero no lo hacía sistemáticamente.Me acuerdo, por ejemplo, de analistas kleinianos que si alguieninterpretaba algo fuera de la transferencia era una defensa contra elanálisis, era una resistencia, por lo tanto todo debía referirse a larelación del médico con el paciente.

En mi caso se me da que al analizando le cueste hablar de algo, comodice Freud, pero este algo tiene relación conmigo. Por ejemplo algo quesepa de un familiar, de un colega, alguna característica mía que élconsidere negativa… estamos acá en la neurosis de transferencia. Aveces puedo incitarlo a que hable, a veces no. Yo tengo más confianzaque Freud en el retorno de lo reprimido y no le combato las resistencias.

Como dije antes, todas las resistencias vienen mezcladas con elretorno de lo reprimido y si me enfrento a la resistencia tal vez estoyayudando a que no aparezca lo reprimido incluido en la defensa. Essólo a posteriori luego del análisis de una situación, que nos podemosdar cuenta de qué era lo reprimido y cuál era la defensa; pero es luegodel análisis, en el momento uno no puede saber.

No estoy para nada discutiendo el contenido del artículo, con el cualconcuerdo.

¿Por qué me diferencio de Freud en cuanto al abordaje del fenóme-no? Cien años después yo tengo más confianza en el método, sé que

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puedo esperar y no tengo ni que pelearme con las resistencias ni buscara toda costa el contenido reprimido; éste va a aparecer y si no lo haceno es forzando al paciente que vamos a lograrlo.

Yo uso ante todo un instrumento que durante mi formación en lacorriente kleiniana estaba vedado: la pregunta, y la uso más que lainterpretación, ésta vendrá después; mejor dicho lo que vendrá des-pués y a lo que apunto es a la construcción. Sobre la interpretaciónhabría que hablar especialmente, pero con respecto a lo que corrien-temente se llama interpretación: “Usted siente que…” yo no la uso.Con el paciente analizamos situaciones problemáticas en general, locual no es psicoanálisis; éste aparece cuando surge un síntoma, o seauna incongruencia lógica en relación con la lógica del analizando nola mía, cuando el paciente encuentra su incongruencia en sí mismo yes ahí donde aparece el psicoanálisis y tomamos esta formaciónsintomática como objeto de psicoanálisis. Por supuesto que incluyodentro de la formación sintomática los sueños y actos fallidos, aunqueno siempre ni obligatoriamente.

También en estos cien años cambiaron las condiciones de trabajo.Yo por lo menos no veo la cantidad de neurosis sintomáticas, especial-mente histeria de conversión, que se describe a fines del siglo XIX yprincipios del siglo XX. Creo que esto tiene que ver con la menorrepresión sexual, especialmente genital.

Por otra parte en lo que se refiere a la transferencia con el analista,hablar sobre temas sexuales a fines del siglo XIX debía generar unamayor erotización, por ejemplo una mujer joven con un señor mayor,de ahí la mayor frecuencia e intensidad de las transferencias eróticasy negativas; quizás hoy también, pero desde mi punto de vista se dancon las personas del entorno del analizado.

Tengamos también en cuenta que Freud trabajaba con cinco sesio-nes semanales, cosa que hoy no se da. Pensemos que hace cien añosno había medicación psiquiátrica, por lo que ante una neurosis agudacon convulsiones diarias –por ejemplo– el paciente debía ser vistocotidianamente. Si bien yo no estoy de acuerdo con que se mediqueuna neurosis, no sé si no lo haría con alguno de los pacientes que veíaFreud.

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Acá se podría argüir que menos de cuatro o cinco sesiones sema-nales no es psicoanálisis y que en estas condiciones no podría compa-rar mi forma de trabajo, o la forma habitual de trabajo de hoy en día,con la de Freud que es la que definiría al psicoanálisis. Mi respuestaes que no estoy de acuerdo en que una característica formal defina loque es el psicoanálisis, si no, podría responder que esta condiciónformal no lo define pero es una condición necesaria para que elpsicoanálisis se lleve a cabo; pero esto depende de cómo cada unodefina el psicoanálisis.

Janine Puget: Es divertido la cantidad de cosas diferentes que cadauno piensa con un título, un título cambiado además porque como dijoPasqualini, cuando yo vi que decía “Psicoanálisis escrito” digo:“ahora tengo que cambiar mi texto”, pero después me tranquilizaron…igual a vos no te hizo problema, no viste que no decía transferencia…… Cuando apareció la cuestión de que en APA no figura “transferen-cia”, tuve un momento de terrible desconcierto y dije: “me borro de laMesa”…

Lo importante de todo esto es que Freud hace pensar y creo quenuestra fidelidad a Freud es a seguir pensando.

Voy a chocar un poco con los eruditos que me precedieron, yo nohablo alemán así que con la discusión de las interpretaciones y lasdiferentes maneras de traducir no me pasa nada; pero me pregunto cómoserá posible que el dispositivo analítico ofrezca un escenario en el quela función de uno de los presentes –el psicoanalista– sea estar disponiblepara captar los movimientos del mundo interno de otro u otros, delmundo infantil, sus respuestas, sus despliegues, sus inscripciones,descifrar los jeroglíficos, los efectos de su inconsciente, todos los signosque tenemos. Y todo eso sostenido por mecanismos tales como repeti-ción o transmisión –otra vez lo del tiempo– y desplazamientos que sevan haciendo. En síntesis en una sesión se trataría de crear escenas paraocuparse de lo que precede al presente, aquello que está antes.

En ese marco la relación es concebida entre un sujeto-objeto alservicio de otro u otros que son los que están para hacer el trabajo quetienen que hacer, que son también sujeto-objeto; y ahí se espera que se

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alternen repetición y transformación –porque es lo nuevo, eso lo diceFreud, lo de lo nuevo– en este artículo de transferencia resistencia,condición de posibilidad… siguiendo diversas alquimias que se danen función del presente y de quien está en la escena. La manera depensarlas depende –por ejemplo– de cómo se lee Freud, acá hay tantaslecturas y de diversas épocas además, cada uno tiene su Freud de laépoca que a uno en ese momento le viene bien y lo que otros fueronpensando acerca de Freud.

De donde se recarga que la transferencia permite reactivar –pareceser– situaciones que preceden a la relación, las que ahora son revisitadasen otros contextos de lo cual surgen reacomodamientos que posibilitanalgo: el contacto con el deseo, que habría de facilitar el acceso a unanueva manera de pensarse, es decir nunca hay repetición –sabemos–eso es la formación.

Los tres registros de Lacan le dan otra vuelta al tema sin por elloalejarse mucho de algunas formulaciones básicas. Si se alejan es encómo usan la transferencia, cada uno la usa a su manera, Ricardo bienacaba de decir cómo la usa él.

Cómo se conciben los efectos de transferencia ocupa una lista largaque depende del posicionamiento teórico y personal de cada analista,de sus propios ideales, de las posibilidades del dispositivo, etc.

Yo me imaginaba que en este encuentro de hoy cada uno iba a tomardistintos puntos de vista, no pensé tan radicalmente; “Dinámica de latransferencia. Cien años después”, las expectativas, lo que nos propo-nemos en una sesión analítica. Por mi lado, este encuentro me da laposibilidad de comentarles que fui siguiendo un trayecto que llamaré“acto de profanación” del concepto de transferencia y para ello meapoyé en algunas ideas de Agamben al respecto, si bien aplicadas aotro contexto. Esto momentáneamente me lleva a cuestionar el térmi-no transferencia, así como a proponer otras maneras de concebir larelación analítica. Parto del supuesto que el concepto de transferenciafue sufriendo una sacralización, se lo usa como tarjeta de identidad quenos asegura un lugar en el estamento psicoanalítico. Cada uno le rindeun culto especial, el que a veces cree compartir al pertenecer a unamisma parroquia.

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Rápidamente aparecen diferencias que dado que se dirimen dentrode la misma parroquia, no ocasionan demasiadas dificultades; segui-mos siendo psicoanalistas.

Esa tarjeta de identidad, como todas las definiciones identitarias,forma parte de aquellos conceptos que a mi juicio merecen revisión.Es observable que a medida que pasa el tiempo esta tarjeta de identidadse fue gastando sin producir maneras más actuales para definirnoscomo psicoanalistas, se fue incluso banalizando como sucede conalgunos conceptos teóricos psicoanalíticos hoy polisémicos, por ejem-plo la discusión que tuvieron antes con las diferentes traducciones dealgunos términos, y en ese caso al confirmarnos como psicoanalistasproducen un cierre a una producción enriquecedora. Pareciera que enalgunos círculos un acto de confirmación de nuestro ser psicoanalista,pasa por declarar que la transferencia ocupa un lugar central en laspreocupaciones del psicoanalista.

Curiosa mezcla en la que lo sacro parece intocable y es tanfácilmente banalizable, ¿entonces cómo conseguir dar derecho de vidaal amplio campo de lo que puede producirse en una relación entre doso más sujetos y la producción de nuevos dispositivos? Y esto últimopara mí –y en su momento para Berenstein, con el cual trabajamosintensamente este tema– lleva a diferenciar lo vincular –o sea dossujetos– y lo que pasa en la mente de un solo sujeto-objeto que hablaa otro sujeto-objeto.

Cuando Ricardo hablaba de los interlocutores de Freud, los cam-biaba a veces pero es verdad que era con su mundo interno, se creabasus objetos y discutía. Al fin y al cabo también lo hacemos nosotros,yo cuando escribía esto también discutía con ustedes, con Ricardo…son discusiones en las que uno no puede hablarse a sí mismo sin hablarcon otro. Eso es lo que yo llamo sujeto-objeto, no lo llamo relaciónentre dos; además uno siempre tiene razón cuando discute con susinterlocutores internos.

Profanar y deconstruir la transferencia y sacarla de su lugar privi-legiado encamina hacia los diccionarios. Me pregunté si Freud podríahaber buscado el término en los diccionarios, o sólo se le ocurriócuando le parecía que algo de lo que pasaba ahí provenía de otro lado

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y no correspondía al presente ni a la escena de una sesión. Porque aveces uno se pregunta por qué eligió ese término –transferencia– parahablar de esto y transferencia contiene la idea de transporte… estábien, traslado, pasaje de bienes a otros sin que necesariamente esetransporte pueda ser bien recibido por el otro. Lo recibe quiera o no yen psicoanálisis pareciera dar acceso a un aspecto perturbador o nonecesario de la mente.

Entonces profanar es destronar la transferencia de ese lugar en tantocondición necesaria de un encuentro analítico. Hoy sin duda para míes tan sólo uno de los instrumentos de los que disponemos, entoncestransferimos de un tiempo para otro, de una especie a otra, de unpersonaje a otro… todo lo que ya dijimos. Y hay un desfasaje entre loque se transmite –creo que en cualquier transmisión hay un desfasaje–que a veces posibilita transformación y a veces es corte brusco.

Han surgido para mí otras posibilidades ofrecidas por los disposi-tivos con los que yo trabajo y debido a la necesidad de darle un lugara lo que se presenta, a lo contemporáneo, a lo actual que no tieneprecedente. Y aquí se juega entre lo que no tiene precedente y lo quesí lo tiene. Para ello hay que alejarse del significado traslado-transfe-rencia y crear una zona que contemple los efectos de presencia de doso más sujetos: el presente. Esta zona es lo que yo llamo el campo dela interferencia; la presencia de un sujeto al tener que escuchar a otro,descoloca del lugar en el que uno está. Hoy me descoloqué al escucharlo que decían porque es la condición necesaria de cualquier encuentro.

Esta zona –la del campo de la interferencia– interfiere y descolocaa quienes ocupan el vínculo sin que ello sea una re-producción sino tansolo una producción del momento. Trato de diferenciar lo que es re-producción y lo que es producción del momento.

Dado que el resultado es siempre incierto, es posible asociar efectode presencia e incertidumbre, se trata de seguir el trayecto de laproblemática de lo que incumbe el tener que alojar al otro habitandoespacios no reproducibles.

Con Berenstein creamos ese término interferencia, digo que locreamos porque existe el término pero cuando uno lo quiere meter enel cuerpo teórico parece ser una creación; que es lo que pasó con el

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término transferencia. El término interferencia hace obstáculo y sesuperpone al de la transferencia, serían como dos campos de trabajosimultáneos que tenemos en cualquier sesión, dos contextos de pro-ducción durante una sesión.

De nuevo, volviendo a los diccionarios, algo que interfiere se tornaobstáculo para el libre traslado-transferencia y hace tope a la transfe-rencia. Sucede algo propio al momento, a la relación actual queproviene del azar del encuentro; interferir siguiendo los diccionarios–de nuevo– remite a la idea de entrometerse y alterar el desarrollonormal de un asunto, causar perturbaciones en la recepción de unaseñal e interponerse en el camino de alguien, interponer algo en elcamino, perturbar.

Es así como propongo que la relación analítica es también unencuentro durante el cual parte de lo que suceda proviene de laalteridad de cada uno, eso se registra como exceso gracias a lo cual, sibien produce una alteración, genera una experiencia. Sería calificardos experiencias: una es la experiencia analítica que se produce en lasituación transferencial y otra es la experiencia que se produce en laproducción de presente, durante la misma los efectos son algo azaro-sos, ahí no nos sirve conocer la historia del paciente porque nopodemos prever, y es necesario diferenciar dos categorías de azar; seaque lo ubique como los encuentros fortuitos con nuevos significadosy posibilidades a lo que ya teníamos, lo azaroso de cada encuentro queno re-edita sino que tan sólo crea algo que no estaba. Transferencia serefiere a lo primero, interferencia a lo segundo.

Interferencia permite diferenciar cuando la relación analítica se daentre un analista sujeto-objeto, con los matices que le otorga lacontratransferencia, y un analista sujeto-objeto y en forma superpues-ta cuando la relación depende de una mutua disposición entre unanalista sujeto y un otro sujeto analizado. Serían dos conceptos, todoesto porque pienso que no quiero seguir estirando el concepto detransferencia y me encontré en la clínica que por momentos no meservía directamente.

Los efectos de presencia ineludibles se inscriben como interferen-cia en el mundo interno, en los monólogos dialogados de cada cual. El

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campo de la interferencia da lugar a un tipo de intervenciones quesuelen inscribirse como exceso que no explican; ahí me parece quealgo que dice Ricardo podría andar, pero vos lo metés en otra situación.Nacen tanto de la condición de exterioridad como de los procesos deapropiación del otro, de lo ajeno, condición necesaria para que se déuna relación.

La fuerza del vínculo analítico proviene precisamente de esteespacio entre dos que es ineludible e irreducible y que tiene que ver conla potencialidad vincular. Origina un trabajo que es el de hacer algocon lo que el otro dice, hace, con su alteridad. Y este juego deimposiciones mutuas desaloja de posiciones estables y deja a laintemperie dado que los referentes conocidos no son útiles en esemomento.

Algunas veces me he preguntado si esta formulación, según la cualun analista –otro sujeto– impone su alteridad al otro –sujeto analiza-do– no pudiera haber sido contemplada en alguna de las formulacionesacerca de las vicisitudes de la contratransferencia, de las que seocuparon más asiduamente de la contratransferencia. Llegué a laconclusión que se trata de sistemas heterólogos, para lo atinente a lacontratransferencia se cualifica el hacer como una respuesta personaldel analista a lo que pudiera transmitirle su analizado: mientras que irhaciendo y el hacer resulta de un trabajo conjunto que no tieneantecedentes y ése sería el otro cuerpo teórico que propongo. Por loque dije propongo que conviven en una superposición siempre con-flictiva lo que corresponde al uno, o sea el sujeto con su mundo interno,y lo que corresponde a la relación entre dos sujetos y que el analista estambién un sujeto y no es solamente objeto, que sería el campo de lotransferible y el campo de la interferencia.

Evidentemente cada uno hizo cosas bastante distintas…

Público: Primero agradezco, fue muy interesante para mí escucharlosa los tres. Estaba pensando en un trabajo de Freud de 1908, “La moralsexual ‘cultural’ y la nerviosidad moderna”, y justamente tenía en micabeza cuando escuchaba todo lo que Freud en su época veía como unproblema en relación a las pasiones. Decía que tanto en arte –en esa

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época– como la escritura, como la literatura… quería compactardistintas pasiones y transmitir en un momento bastante corto.

Y estaba pensando que Freud era una persona que no usaba muchoel teléfono, ni hay ninguna mención de un número de teléfono de suspacientes, ni nada parecido a esto; en el cambio en la sociedad actualla transmisión también, lo que tiene que ver con la escritura, mepregunto si requiere un modo rápido de cambiar la posición de unalinealidad causal o estamos sí o sí obligados a ver que el concepto dela interferencia, tanto si lo vemos desde un modelo causa-efecto comodesde un modelo de la simultaneidad, tanto visto como algo queinterfiere desde un punto de causa-efecto que implica también unaintervención en términos de tiempo, como visto como algo de simul-taneidad entre dos puntos distintos; y esto es algo que nos convoca enrelación tanto a la transferencia como a la escritura. Me pregunto siesto en realidad es algo que no podemos dejar de lado, o sea unalinealidad si vamos a lo que Freud decía en esa época, tal vez de unalinealidad también en relación a una pasión específica que tiene quetransmitir en un momento bastante delimitado y si esto generaba unoído ruidoso, por ejemplo, en relación a la literatura.

Me pregunto que en verdad es casi imposible no aceptar esadimensión de la vida actual.

Público: En las tres intervenciones encontré algo sobre de a dos,interferencias, una serie de desarrollos sobre la sexualidad y lepreguntaba a ella si leía a Green en Europa, me dijo que sí y mucho…y el concepto de terceridad que Green plantea; cuando vos empezastecon sujeto-objeto, Green fue agregando la cuestión no sólo de sujeto-objeto sino el sujeto, objeto y el objeto del objeto.

Estamos acá en APA discutiendo en los grupos, pensar los límitesse llama, los límites de la realidad actual. Cuando hablábamos esto decómo impacta en la construcción de nuestra subjetividad cómo setransmiten las cosas, cuando se transmiten con el celular, la cuestiónde la computadora y todas esas cosas raras, el teléfono… Uno viaja enBuenos Aires en un colectivo y creo que hay una inmensa mayoría dejóvenes que suben y están con la música o con el celular. ¿Cómo

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incluimos eso, ese impacto en la subjetividad, esa terceridad que no essujeto-objeto sino es un objeto-objeto?, porque es muy difícil dedefinir. Quería ver cómo incluías lo de la terceridad, cómo incluíasesto de las nuevas tecnologías. Nosotros presentamos en un simposio–el año pasado, creo– algo que era muy gracioso que se llamaba Elcelular de Hansel y Gretel, el abuelo se sentaba con la nena, le contabael cuento de Hansel y Gretel y la nena le decía: “¡Abu, se hubieranllevado el celular y no tenían que ir dejando las miguitas!”. Esadimensión.

Público: Yo quería decir algo muy breve. Primero seguramente se dijo–yo llegué un poco tarde– la sorpresa de que son exactamente cienaños de “Dinámica de la transferencia”, 1912-2012. Y ya que hablo desorpresa a mí me sorprendió mucho en el texto cuando Freud habla dela persona del médico y de la persona del analizando y que ahí armauna relación entre estas dos personas o trabaja qué pasa en esa relaciónentre estas dos personas.

Digo porque ulteriormente a partir de eso se plantean toda unacantidad de discusiones que a veces son triviales, a veces son tontas yotras son muy profundas, acerca si en un análisis hay dos personas, haydos sujetos, hacen falta dos personas para que ahí se pueda producirsujeto, dónde ubicar el sujeto que se produce en la sesión.

Como para poner un poquito de leña al fuego.

Público: Yo llegué cuando ya estaba iniciada la participación deldoctor Pasqualini, pero trataba de enmarcar los puntos de unión otrataba de ver cómo integraba las diferentes perspectivas, porqueademás no sabía cómo se iba a trabajar en este encuentro…

Janine Puget: Nosotros tampoco.

Público: Yo creía que habían escrito un trabajo los tres juntos y queteníamos que hacer preguntas… Pero por de pronto se me ocurrió jugarun poquito con lo que escuché, me gustó la cuestión de la relación entrecausalidad y lo referido a azar y más que azaroso en términos de lo

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imprevisto. Lo otro es lo que trajo Ricardo –que como siempre es tansincero y tan fresco y tan rico– cuando de modo muy sencillo mostrastecómo trabajabas y yo creo que, en realidad, yo creo que más o menosme identifico totalmente y no sé si la mayoría de los que estamos aquíhacemos lo mismo, pero esto de tener que reafirmar que yo le hago unapregunta, puedo hacer una pregunta, parecería que cuando se habla entérminos de lo obligatorio como en épocas de transferencia obligada,etc., etc., no estaba permitido; y ahora poder decir lo que se hace esimportante.

Y en ese sentido también lo que trajo Janine, que yo la vez pasadaestaba viendo el video de Isidoro Berenstein en el que él toma estacuestión que ustedes habían empezado a trabajar sobre la interferenciay a mí me pareció importante; entonces la pregunta en realidad sería:desde Janine la idea de interferencia si podría tener algún punto derelación con la idea de poder preguntar, si el animarse a preguntar espoder esperar que puedan decir –entre comillas– cualquier cosa. Esaes otra cuestión, él se queda callado, yo me quedo callada, pero si nole pregunto en qué está pensando… en una de esas puede aparecer algoque puede ser o transferencia, o interferencia, o encuentro azaroso…Es una pregunta que les hago y no sé si me quieren contestar.

Público: Una cuestión chiquitita que me quedé pensando en esto de laescritura y si uno piensa qué es la escritura, lo estaba pensando comode alguna manera marcas que se van dejando en la transmisión. Ypensaba que por ahí la interferencia podrían ser –con la aparición delo nuevo– podrían ser marcas, cosas que van escribiendo, una manerade escritura en la transmisión que se da frente a lo nuevo que ocurre enla transferencia donde yo pensaba que dos no había, que había por lomenos tres o muchos más.

Ricardo Avenburg: Con respecto a la escritura y la temporalidad, laGuerra de Troya fue en el 1200 antes de Cristo. Homero escribió LaIlíada y La Odisea en el 800, o sea 400 años después… algo se habíaescrito, pero en general eran aedos los que iban recitando permanen-temente durante 400 años. No sé cuánto se habrá mantenido, pero

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durante 400 años se guardó la memoria de algo, en principio no seguardó nada escrito y uno supone que era mucho más verbal porqueinclusive la utilización del verso era sobre todo usado como para unaforma de memoria; Fulana, la de los ojos de buey…, me refiero a queeran formas de tratar de recordar, de mantener la memoria.

Público: Pero había contrabandistas de la memoria también.

Ricardo Avenburg: ¿Y por qué no?, por supuesto que la memoria noera personal. No sé, la verdad que soy viejo pero no tanto… pero merefiero a la relación con los celulares y el tipo de temporalidad. Yo creoque el tema es muy importante, cada uno de los instrumentos que unova teniendo, a veces uno lamenta porque se pierden ciertas cosas conla aparición de otras, si no se podría hacer como en el aparato psíquicoque en todo caso si no hay represión, los primeros recuerdos, lasprimeras experiencias se mantienen en los hechos posteriores. ¿Porqué tenemos que perder?

Hoy sería medio impensable el relato recitado de algo que pasó en1600 o en 1700, pero de todas maneras en qué medida uno no debe seresclavo de los instrumentos sino que los instrumentos sean esclavos deuno, porque en realidad en el pensamiento en general el pensamientocreativo es algo que apunta a una especie de intemporalidad; en elanálisis uno da cincuenta minutos pero la idea es que no esté apuradosino que ese tiempo es un tiempo intemporal, o sea cómo cada unopuede encontrar su propia intemporalidad biológica frente a lostiempos convencionales, que son necesarios porque sino no podemoscomunicarnos, pero es necesario también poder conectarse con lospropios tiempos aunque sea con un celular, con recitar o con lo quefuera.

Creo que ése es un elemento a tener en cuenta. Se discutieronmuchas cosas, las relaciones causales, en realidad Freud siempre hablade multi determinación; por lo tanto en ese sentido hay una coherenciaentre Freud, Hegel y muchos de los filósofos de aquella época.Incidentalmente el pensamiento de hoy es un pensamiento mucho másdeterminado por la tecnología, los desarrollos tecnológicos, pero yo

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creo que parte del pensamiento de Freud, Hegel, Kant, etc., es comoque se ha perdido, no encontramos ese nivel de profundización depensamiento, de desarrollo de pensamiento, de retomar Freud lomismo que dijo –a lo mejor las cosas más comunes– ¿para qué lovuelve a repetir si ya lo dijo veinte veces?, pero repite con una ciertadiferencia conceptos, contradicciones que a uno lo pone incómodo yde repente de esas contradicciones surge algo nuevo. Ese tipo depensamiento no está de moda, pero yo creo que más allá de lanecesidad del pensamiento práctico, en el pensamiento creativo tam-bién es importante recuperar un poco de todo eso; y en el análisis, porsupuesto.

Gerardo Pasqualini: Se dijeron un montón de cuestiones, por ejem-plo lo de la memoria me recordaba –para seguir siendo freudiano– lode los recuerdos encubridores, es decir si puede haber memoria sinolvido por ejemplo. Y ahí sí, por la línea de la escritura, tal vez se puedepensar algo del orden de la memoria en el sentido de los hallazgos, peromás en términos de ruptura. Justamente, ¿por qué se planteaba elproblema del cuestionamiento a la escritura en Sócrates?, porque sesuponía que la escritura era para distorsionar, para evitar.

Es gracioso porque Janine decía en la clínica, pero yo creo que enrealidad lo que nosotros tenemos en la clínica son relatos, me cuentao no me cuenta –digo– en todo caso escucho o no escucho, ahí elanalista no le pide al paciente que le cuente sino que asocie libremente,entonces ahí está todo dicho. Ahora, ¿oculta la memoria?, ¿haymemoria o no hay memoria?, es cuestión de escucha o de lectura, sepodrá escuchar lo que se pueda escuchar. Pero –digo– donde aparezcaun recuerdo constituido, porque puede aparecer un recuerdo encubri-dor, y me imagino que la operación justamente es abrir eso; tomar elrecuerdo pero a ver qué efecto se produce en ese trabajo. Por lo tantola idea de memoria es complicada, en el sentido que hay que repensarlaen términos de escritura. La idea de duración de sesión… es decir lailusión de que las cosas vienen en una continuidad o que vienen encierta compacidad. No, de lo que se trata es de fragmentos, si a esosfragmentos se les da una cierta coherencia, se les da una unión, ahí me

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parece que estamos en la línea de la comprensión, que sería una líneaque se puede seguir pero no sé si es tan freudiana.

Con respecto a la transferencia yo insisto con las traducciones, porejemplo Ballesteros a la persona le dice sujeto, yo no sé si Freudmencionaba la palabra sujeto…

Público: Creo que la utiliza solamente en “Pulsiones y destino depulsión”, es el único texto donde menciona la palabra sujeto; en esemovimiento del circuito pulsional es el único texto –creo, por lo queyo he leído– donde Freud utiliza la palabra sujeto.

Ricardo Avenburg: Pero la usa… y persona también.

Gerardo Pasqualini: ¿Y sujeto refiriéndose a qué?

Ricardo Avenburg: Tendría que ver en cada contexto.

Gerardo Pasqualini: Por eso hay que ver qué se dice cuando se dicesujeto. Si se desliza a persona –dos sujetos– esa es una historia.

Por eso puede ser molesto, pero –digo– es importante contextuarlos términos.

Ricardo Avenburg: Perdón, ligándolo a lo que decías: sujeto tal veztiene un fuerte énfasis gramatical: sujeto, verbo y objeto.

Gerardo Pasqualini: Por ejemplo.

Público: Claro porque es justamente cuando se aleja de lo reflexivo.

Gerardo Pasqualini: Sí, ahí es cuando marca el movimiento. Por esopodría pensarse más en términos de lugar, sujeto como lugar, y en esesentido no sé si podría ser pensable fuera del discurso. Ahora sipensamos al sujeto como la persona es otra historia.

Janine Puget: Yo pienso que si bien Freud usó la palabra sujeto y

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persona, a medida que pasan los años estos conceptos fueron tomandocuerpo en distintos cuerpos teóricos. A mí me parece bárbaro que lohaya usado y que uno lo encuentre, pero mi fidelidad a Freud no es verdónde la usó sino mi fidelidad a Freud es tratar de cuestionar perma-nentemente los conceptos y hacer algo con lo que se va produciendo.Como bien dijo Pasqualini, el block maravilloso nunca repite tal cual.Pero una cosa es trabajar con el block maravilloso que son las marcasque van produciendo en distintos textos distintos relatos, y otra contextos no escritos.

Las generaciones actuales y todo lo que se ha escrito y lo que se hapensado, los obstáculos, los fracasos que tuvimos como psicoanalistas–todos los tuvimos, estoy segura– tomar conciencia de los límites delpsicoanálisis, de ciertas maneras de acercarnos a los pacientes… todoeso hace pensar que tenemos que aprender de lo que va sucediendohoy, de lo que las generaciones actuales nos enseñan, y que no está enel block maravilloso, no tiene inscripción, sino que son maneras deproducir subjetividad, maneras de pensar. Ricardo dice que el pensa-miento de la tecnología es otro tipo de pensamiento. Sí, es otro tipo depensamiento pero es pensamiento al cual nosotros no accedemos otenemos que aprender de ellos.

Entonces mi intento es decir que vienen pasando, vienen sucedien-do hechos, fenómenos, maneras de relacionarse, producciones que enla época de Freud no existían y no tenían por qué existir. Hoy tenemosque hacer con lo que existe y lo que existe son nuevas produccionesque producen sus marcas pero no se valen de las marcas que ya están.

Cuando hablamos y decimos: “lo que hacen los jóvenes”, lo quehacen los jóvenes es enseñarnos que existen otras maneras de relacio-narnos que no es reproducción del pasado sino que es algo que noconocemos, no entendemos y que muchas personas tienen tendenciaa despreciar un poco: “¿cómo hacen?”. Yo estoy admirada de quepuedan hacer varias cosas a la vez de esa manera y producir un tipo depensamiento que no es el mismo que yo aprendí, es otro.

Entonces mi intención es poder hacer algo con esto que se producey que no lo tengo en el block maravilloso, y Freud no lo tenía, no teníapor qué tenerlo porque tenía otras cosas que estaban pasando.

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Público: En el marco de lo visual…

Janine Puget: De lo que sea, de la tecnología, de otras maneras derelacionarse… Hay una serie de conceptos que hay que volver atrabajar o volver a pensar si tienen la misma validez que cuando loscreó Freud. Me animaría a decir que al complejo de Edipo también hayque volverlo a pensar pero bueno, lo digo así de pasada.

Lo de la sexualidad en su momento era novedoso, hoy no tiene elmismo lugar, incluso en mi clínica no es un tema tan –tan– frecuentecomo cuando yo empecé a trabajar. Entonces sí, en su momento lasexualidad y si tenían vida sexual, si no tenían… me parecía una cosamuy –muy– importante. Hoy hay pacientes que pasan muchos mesesde análisis y que de la sexualidad no se habla… de la sexualidaddirectamente hablada; de potencia vincular sí, pero ya es otra manerade hablar.

Así que realmente me encantaron las disquisiciones que tuvieronsobre las traducciones y la riqueza que puede dar la traducción, y medio también la sensación de que es imposible encontrarse con eloriginal; por más que lean alemán, o en inglés, o en francés, etc., losfranceses se han pasado peleando años para hacer la mejor traduc-ción… pero quiere decir que es imposible volverse a encontrar con eloriginal. Entonces uno trata de decir: juguemos con las traducciones,me encanta que lo hagan, pero me parece que hay cuestiones que estánfuera de ese contexto de producción de subjetividad, de producción depensamiento.

Me pongo un poco drástica, vos me mirás…

Ricardo Avenburg: Te miro pero no hablemos de Freud, hablemosde Platón. Yo leo a Platón y me enseña cosas de hoy, una cantidad decosas que no se me habían ocurrido.

Janine Puget: Pero eso es porque sos vos pensando a Platón.

Ricardo Avenburg: ¿Y quién soy yo?, por supuesto que cada uno lolee a su manera y a Freud también. Son de una riqueza increíble Freud,

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Platón, Kant, Hegel… no hay una teoría freudiana, yo creo que cadauno toma lo que quiere, esos autores son autores en movimientopermanente por lo tanto yo no quiero ser fiel a Freud …

Público: Me parece que no podemos salir de un sesgo político que hayen nuestras discusiones permanentemente, porque cada uno de ustedesse refirió a “qué es psicoanálisis”, “cuánto es freudiano o no”, etc. Yme parece que eso sigue pesando, a mí me admira verlos a ustedes –queson nuestros maestros– que lo siguen planteando.

Gerardo Pasqualini: Una cosa: lo del Edipo. El Edipo yo creo que serescata como estructura y como límite, que es la imposibilidadjustamente de encontrar la palabra en el sentido de que hay un límite;en tanto que se habla algo se perdió.

Por eso Ricardo vos dijiste una pesada, dijiste que vos traducísTrieb por instinto.

Ricardo Avenburg: Exacto y digo por qué.

Gerardo Pasqualini: ¿Por qué?

Ricardo Avenburg: Acá tengo un diccionario alemán: Trieb, Instinkt;tanto Trieb como Instinkt valen para los animales, valen para lafermentación y todavía Trieb tiene un sentido más: mecánico, polea.¿Entonces qué quiere decir?, ¿Trieb es humano? cuando Trieb tiene unsentido todavía mucho más mecánico. Son sinónimos prácticamenteporque en alemán hay muchos términos que vienen de origen latino yque son sinónimos. Yo no estoy de acuerdo con separar, nosotrossomos animales todos, somos animales diferentes como un perro esdiferente a una cucaracha… y somos seres vivos también y somosdiferentes de una planta como una planta es diferente de otra. Pero yono me ubico en un plano diferente, yo creo que nosotros tenemosinstintos como todos los animales. Creo que cada especie animal tienesus características, yo creo que una de las características –creo que lomás rico del ser humano– es el lenguaje. Un perro tiene sustantivos,

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le puede avisar a otro perro de la presencia de un tercero; tieneadjetivos, puede avisar un peligro; tiene imperativos, pero lo que notiene son preposiciones, conjunciones, adverbios que permiten crearoraciones subordinadas, oraciones causales, oraciones finales… Esaes la gran riqueza de la humanidad de la cual surgió la magia delpensamiento primero, la mitología, y después viene lo que yo entiendoque es la estupidez humana que es el totemismo. En un momento dadoque el hombre ya había adquirido el lenguaje, pasa todo eso que cuentaFreud que es una cosa especulativa por supuesto. Pero que al mismotiempo ahí se crean los tabúes, tabúes que son estúpidos porque hoy sehabla de “guerras justas” pero no se habla de incesto justo cuando lomás erótico es el incesto y lo más terrible es el parricidio y la muerte.

A partir de ahí se crea el tema de lo profano y lo sagrado, los tabúes,y nosotros somos mucho más estúpidos que el resto de los animalesporque mi gato sabe lo que quiere, yo necesito veinte años de análisispara averiguar lo que yo quiero… Esa es la estupidez humana que sesepara de sí mismo y de su naturaleza por motivaciones históricas,según Freud.

Público: ¿Esa estupidez no impacta sobre lo mecánico del Trieb?

Ricardo Avenburg: Uno de los sentidos del Trieb es mecánico peroacá Trieb es en un sentido de instinto, vital, no es mecánico. Tambiénforma parte de la física.

Público: ¿Pero esa estupidez no impacta sobre el Trieb?

Ricardo Avenburg: Le afecta al Trieb, ahí es donde nos empobrece-mos nosotros, perdemos parte de nuestra animalidad, de nuestranaturaleza que es de lo más rico que hay.

Sé que hay mucha discusión con respecto a esto y cada vez que digoinstinto siento que estoy rompiendo un tabú, porque muchos sientenun escalofrío cuando digo la palabra instinto pero la voy a seguirdiciendo porque creo que no se justifica... En el año ́ 50 y pico cuandose empezó a usar pulsión no existía en el diccionario de la Real

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MESA REDONDA: TRANSMISIÓN ESCRITA DEL PSICOANÁLISIS...

Academia, ¿entonces para qué crear un galicismo cuando hay otrapalabra? Recién después apareció este concepto de pulsión en eldiccionario de la Real Academia, ¿por qué se creó un galicismocuando no existía esa palabra en castellano?

Público: Porque el lenguaje es vivo.

Ricardo Avenburg: De acuerdo, me parece bien…

Público: Digo Freud creó la Vorstellungsrepräsentant.

Ricardo Avenburg: No, eso estaba… pero no me parece mal que secreen, ahora con qué ideología supuesta está. Ese es el tema, que sediga está bien, yo no tengo inconvenientes, cuando me hablan depulsión no me estremezco ni mucho menos.

Público: En todo caso que no se estremezcan cuando vos decísinstinto.

Ricardo Avenburg: Ese es el tema…

Gerardo Pasqualini: Te quería preguntar: ¿pulsión en Freud noestá?, ¿la palabra pulsión?

Ricardo Avenburg: No, no, pero Trieb es la primera célula queempezó a vivir.

Janine Puget: Supongamos que la cultura le fue dando poco a pocomás significado y lo llamó pulsión.

Ricardo Avenburg: No, yo no creo que la cultura, es la incultura.

Trabajos

Arbitrados

Nuevos Encuadres.Reconsideración de latransferencia-contratransferencia1

Asbed Aryan

“No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”

A. De Saint-Exupéry

“Desde que Freud postuló el psicoanálisises necesario redefinir el concepto de ciencia”

Oscar Masotta

Es parte de la ética del psicoanalista sostener la búsqueda de nuevosinstrumentos teóricos y clínicos, destinados a ampliar las aplicacionesdel Psicoanálisis, al compás de nuevos paradigmas y transformacio-nes socioculturales, filosóficas, científicas y económicas.

Lo que parece en ocasiones novedad clínica dentro de lo yaconocido teóricamente, pronto pasa a observarse en distintos analizantesy a poco andar encontramos colegas con los mismos interrogantes quedeben llevarnos a reconsiderar entre otras cosas el encuadre con el queestamos trabajando porque la novedad debe ser enfocada como unproblema que ya es también nuestro, y no sólo y fácilmente adjudicablea la psicopatología del o de los analizantes.

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1 Este trabajo ha sido parcialmente presentado en Chicago (2009), Bogotá (2010),Montevideo (2010) y México (2011). Ésta es una versión, reelaborada y reformulada dela versión del 2003, con bibliografía actualizada.

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Estas novedades y posibilidades muestran una vez más que elmantenimiento de un contrato y un diálogo analíticos se basa funda-mentalmente en las características del vínculo entre aquellos quequieren trabajar juntos, esto es, si el que consulta quiere analizarse(más allá de las resistencias, que después aparecerán como material deanálisis) y si el analista, junto con la orientación, la destreza y laconfianza que tiene en su método practicado, cuenta con un mínimo deexpectativas en las potencialidades psicoanalíticas, tanto de sí mismoy su método como del analizando.

¿Qué se hará?: el análisis de la subjetividad de una persona.¿Cómo se hará?: con el trabajo mancomunado de dos personas, el

interesado y un analista. Un interesado que tiene el deseo de analizarsey un analista que tenga confianza en su método.

De modo que hay algo que re-considerar. Ya no nos podemosconformar con lo clásico, sabido y practicado del psicoanálisis porquehay novedades que se han transformado en hechos clínicos y obstácu-los que devienen en nuevas posibilidades de investigación. Es lo queocurre en esta primera década del siglo XXI con el caso de la prácticadel análisis a distancia por teléfono y/o skype.

Consideraciones generales

El método psicoanalítico es un conjunto de reglas y normas parainvestigar el inconsciente y aliviar al paciente propiciando cambiospsíquicos. Lo hace a medida que estimula el despliegue de la disposi-ción a transferir (lo infantil sexual y reprimido, ansiedades y defensaspregenitales y edípicas). El método incluye también en cada caso undeterminado estímulo, los rasgos personales del analista y su manerade aplicar el método (Liberman, D., 1970; Meltzer, D., 1968). Comoactitud analítica general, considero que el análisis al investigar tam-bién alivia y puede lograr cambios, pero nunca pierdo de vista que siestoy siendo fiel al método prioritariamente para investigar, no estoysiendo fiel al método para lo que fue creado por Freud, esto es, curara las histéricas, objetivo que rápidamente hizo extensivo a los neuró-ticos en general. Fue cambiando y mejorando el método, pero, que yo

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sepa, nunca cambió de objetivo, hasta incluir a los colegas que queríanser psicoanalistas. El análisis de Ferenczi es un ejemplo contundente.

Mi planteo es mantener las prioridades y no establecerlas comofunciones independientes y mucho menos, excluyentes. Es necesarioque permanentemente nos actualicemos con cada paciente cuandocuidamos el método, y tratemos de distinguir los dolores inevitablesde los innecesarios para él. No se me escapa el aspecto subjetivo deeste planteo, pero ya hemos comprendido que la neutralidad analíticadebe operar en cuanto a la búsqueda de satisfacción de los deseospropios del analista y no tratar de materializar la utopía de ser unapantalla en blanco. No olvidemos que fue en el contexto de psicoterapiassilvestres cuando Freud recomendó en “Consejos al médico” laneutralidad, tan taxativamente como lo hizo, buscando la metáfora deuna pantalla en blanco.

No quiero extenderme en estas consideraciones generales acerca dela actitud analítica, si bien representan la columna vertebral quesostiene mi actitud, sea en el contexto que sea y el canal de comuni-cación que necesite adoptar: jugar en el suelo (y no sentado en mi sillónde analista y él acostado en el diván) con un niño al juego queproponga, sea armar torres, hacer pelear soldaditos o animales feroceso enchastrarnos con plastilina; juegos de mesa con un púber oadolescente o juegos de computadora con la notebook que trae élmismo, etc., etc. (Aryan, A. 1985, 2007, 2010).

En esta oportunidad me ocuparé del teléfono y la teleconferenciasea por skype o equivalente. Expongo aquí ideas que fui tejiendo en eltrabajo con el paciente que presentaré y luego a lo largo de diez años,con 16 pacientes en total (en este momento 5, de los cuales uno está enanálisis de formación). Fue él, mi primer paciente a distancia, quienme sugirió adoptar e incluir este canal de comunicación para nuestrosencuentros. Yo no tenía experiencia y accedí ensayar con él ante susugerencia y pedido, no sin vacilaciones. Pienso que nos es necesarioconsiderar la edad emocional de un paciente, pero en este caso altratarse de alguien de edad real de más de 40 años, viviendo unaadolescencia prolongada, no me resultó previsible ni indiferente supedido. Me preguntaba si se trataba de un acting out, la evitación del

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dolor por la separación, de duelos no elaborados, manía empresarial,etc. También pensaba que no debería desestimar que el motivo básicode su planteo era sostener la continuidad y la intensidad del ritmo detrabajo que fue el motivo que me llevó a aceptar su propuesta. Nodejaba de ser un cambio importante de encuadre que debía considerarcuidadosamente. También pensé que nos gusta y lo aceptamos de muybuen grado casi enseguida cuando un paciente de consultorio nos pideaumentar la frecuencia semanal de su tratamiento y casi no noshacemos ninguna de las preguntas antes mencionadas. Deberíamoshacerlas con igual rigurosidad ya que al fin y al cabo también es unplanteo de cambio de encuadre en cuanto a los encuentros.

Con mi nuevo paciente llegué a la conclusión de que deberíaaceptar el desafío de indagar la novedad e investigar particularmentesi había cambios o no y cuáles eran las potencialidades del trabajo entransferencia. La contratransferencia ya era bastante turbulenta debidoa la desconfianza. Podría salir de ella con comprensión y trabajo de yen la pareja analítica.

Una de mis primeras conclusiones ha sido que así como el análisisclásico no es aplicable a todo el mundo, un análisis por teléfonotambién debe estar adecuadamente indicado o tiene que contemplarmodificaciones de su práctica, como hacemos en el caso de los niñosy adolescentes o pacientes fronterizos con el análisis clásico. Asimis-mo, lo debe practicar solamente aquel analista que está convencido deque para el progreso del psicoanálisis debe contar con un mínimo deexpectativas psicoanalíticas, al haber practicado el método con destre-za y durante mucho tiempo y por esa razón haber visto tambiénmuchos pacientes con muchos o pocos deseos de analizarse. Hay otrosanalistas que propugnan el ejercicio férreo del análisis clásico ytradicional sin ninguna modificación, según dicen, para asegurarnos laperdurabilidad del Psicoanálisis y de los psicoanalistas.

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La prácticaPaciente/analista en transferencia

A la otra conclusión global a la que voy arribando, porque ha estadoen continua evolución durante estos diez años de nuevas experiencias,es que si bien no todo paciente es analizable por este medio, para misorpresa, he ido descubriendo sobre la marcha que no hay tantasdiferencias entre las transferencias desarrolladas de los pacientes a loscuales analizo en el consultorio y de aquellos a los que analizo porteléfono. Lo que más trabajo me ha dado, sin embargo, es mi contra-transferencia. Cada vez que no entendía un material la pregunta fácilera “¿será por el teléfono?” o era simplemente por mí, que yo noentendía. ¿Era el teléfono que me dificultaba formular una interpreta-ción y hacerme escuchar o era yo que no lograba una interpretaciónadecuada a la capacidad de comprensión de ese momento de mipaciente? Por eso al principio de este párrafo decía que mi conclusiónglobal a esta altura de la experiencia es que cada vez que hay unproblema de comprensión y abordaje, en general el problema soy yoen primer lugar, luego el paciente junto conmigo y casi nunca elteléfono salvo que haya problemas técnicos del medio de comunica-ción, ya que hay que asegurarse desde el principio del tratamiento queel aspecto técnico de la comunicación sea de buena calidad por ambaspartes.

Si bien la frecuencia tiene importancia –justamente incluimos elteléfono para mantener una frecuencia–, sin embargo el análisis pasapor algunas variables y cualidades de la transferencia que no han sidoplenamente contempladas. La disposición a la vincularidad (I. Be-renstein y J. Puget, 1997) es un aspecto importante a ser considerado.Concentrarse sólo en los conceptos clásicos de resistencia, de ataqueal encuadre, o de desconsideración hacia el objeto externo depositariodel interno, intensifica defensas e incrementa sus repeticiones quefinalmente pueden desembocar en frecuentes escaladas porque con-templa en mayor medida los aspectos narcisísticos no integrados de larelación objetal interna… y sabemos que lo no integrado potencia lomás regresivo, cuyo indicador es la compulsión a la repetición. Así

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parece que la transferencia es sólo repetición del pasado infantil.Mientras que un cambio de mira en la instalación del encuadre dandocabida al reconocimiento de la estructura de vínculo y sus posibilida-des, hace aparecer otro paciente, quien conserva por supuesto, algunasde sus características previas.

Ya Liberman insistía en que en el proceso transferencial es necesa-rio distinguir dos vertientes: uno de repetición de clichés infantilescomo retorno de lo reprimido y otro creador de nuevas matrices, en lamedida en que cada vínculo crea sus propios personajes, sus propiossujetos, con sus propias vicisitudes y cualidades. Así podemos pensarque el vínculo analítico es también creador de transferencia, no sóloreceptor de la transferencia infantil. Siendo así, es posible que lo queel paciente vive como nuevo con el analista, vínculo constitutivo ypunto de partida de nuevas matrices de nuevas transferencias, lastransfiera luego afuera. La posibilidad de crear un encuadre segúnvariables del paciente, cambia al paciente y cambia la visión delanalista. Comienza a surgir un clima que se crea entre dos.

Estamos acostumbrados a un modelo único de transferencia dondeal atender a un paciente al que le pasan cosas, conceptualizamos comocontratransferencia cosas que a su vez le pasan al analista. Si elpaciente maltrata, sentimos que nos maltrata, pero no es algo queacontece entre los dos, que construyen juntos, sino que es algo que lepasa al paciente y que repercute en el analista. Al interpretar sóloimpulsos y defensas, aparece el inconsciente como cosa individual delpaciente.

Creo que si el abordaje se da sólo en el marco de los conceptoshabituales de relaciones objetales internas infantiles externalizadas ysus correspondientes resistencias, sea en transferencia positiva onegativa, seguiremos observando sólo las repeticiones que por mo-mentos pueden incluso acarrear colusiones en escalada narcisística.En cambio, el aspecto transferencial que se constituye en el vínculoanalítico como nuevo con el analista, como un nuevo originario (P.Aulagnier), será la base para nuevas fantasmatizaciones de lo nuevodesconocido que llenará ese vacío ocasionado por la no disponibilidadde los objetos primarios. Por otra parte, la constitución de lo nuevo en

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el vínculo con el analista posibilitará ver a su vez otros aspectos derepetición que ahora se darán con más claridad en las relacionescotidianas y cuya elaboración a su vez posibilitará la historización delo infantil en contraste con lo actual. Comienza a aparecer lo que sepodría llamar por ejemplo descuidos, ataques o dificultades, pero yaen otras relaciones, otros vínculos, no necesariamente en el vínculocon el analista, al que ahora se cuida mucho más que antes. No siempreel conflicto con un objeto externo es disociación de la transferencianegativa infantil. Podrían verse otras áreas de maltrato, de desplieguede la sexualidad y de la vida anímica, o soportar maltratos de ciertosobjetos, sin que eso fuera maltrato en el análisis. Así se separancontextos.

En el caso de pacientes fóbicos, incluso muy inhibidos o casocontrario, pacientes de vida turbulenta y accidentada, me ha resultadode mucha utilidad la propuesta del diálogo al respecto. Además deconsiderar las asociaciones (verbales y actings reiterativos), atenciónflotante e interpretaciones, propongo discutir cómo considerar su vidacotidiana y ver qué surge. También acepto propuestas de su parte,siempre con la consigna de atenernos los dos a lo que surja. Sonmomentos de diálogo entre dos personas. Un vínculo en el que sediscuten ideas. Dos personas presentes ven qué pueden hacer juntasante un obstáculo que esté perturbando tanto al paciente como alanalista. Es el aspecto del espacio analítico que se construye entre dos.Creo que esto también puede ser considerado como instalar contra-transferencia y contribuir al desarrollo de la transferencia. Junto contrabajar la relación de objetos internos, contribuye también a laevolución de la transferencia-contratransferencia trabajar con lasposibilidades creativas del vínculo. Podríamos considerarla como ladimensión prospectiva de la relación transferencial que proponíaDavid Liberman.

Esto nos llevaría al tema de diferenciar cuándo hay diálogo creativoentre dos y cuándo asociación libre/interpretación, vinculado a lahistorización de las relaciones objetales infantiles, asociado a larepetición y retorno de todo lo reprimido en general. Es imprescindiblediferenciar esta repetición elaborable-historizable de la compulsión a

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la repetición de lo inelaborable. Podría decirse la dimensión retrospec-tiva de la transferencia propuesta por D. Liberman.

Quiero insistir en que es fundamental incluir en el diálogo entredos, tanto el deseo de análisis como los obstáculos que pueden surgirdurante su aplicación. Dialogar, para ver qué pueden hacer juntas dospersonas al ponerlo en práctica y evitar que el método sea un lecho deProcusto; esta actitud también contribuye a instalar transferencia-contratransferencia.

Con esta forma de acercarse al analizante, se crea una zona en larelación con el analista en la que se toman en cuenta hechos, sin dar porsentado todavía que están determinados por un pasado. Entonces setransfiere esto a la manera de pensar los vínculos actuales, a lo cualdespués resulta posible incluir la historia. Lo creado junto con elanalista se transfiere como modalidad de pensamiento, para detectar,captar y entender la realidad actual y especialmente comprometerseafectivamente, en lugar de mantener una distancia fóbico-obsesiva,según elucubraciones previas al contacto con la realidad. Se constitu-ye la dimensión de “ir haciendo con otro presente” (Janine Puget) quees diferente a hacer sólo en base a una repetición de los modelosinfantiles. Entonces se siente la necesidad del otro como otro paraluego interiorizarlo y no como una repetición de sus modelos infanti-les. Es frecuente e interesante observar cómo se anhela, porque se lovalora, reeditar desde ahora con los objetos externos, el modelo nuevode relación logrado con el analista. No siempre es usurpación del role identificación maníaca con la tríada defensiva negación-desprecio-triunfo sobre el objeto interno depositado en el analista o disociado enuno externo. Por otra parte, la elaboración de esta nueva confusión yrepetición en dirección inversa, posibilita que con esa otra personaexterna se cree un método subjetivante propio, ya que se percibe todaotra historia. Pienso que esta manera de abordar las confusionesadentro-afuera, no sólo y siempre como resistencia y acting out,posibilita evitar las transferencias negativas innecesarias y iatrogéni-cas.

Debido a estas experiencias clínicas, sostenemos que la posibilidadde instrumentar –por ejemplo– un cambio de encuadre, cambia al

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paciente y cambia la visión del analista. Si el analista cree que con estecambio puede ayudar analíticamente a un paciente, pensamos que esético y legítimo habilitar un setting específico aunque esté por fuera delo clásicamente consensuado. De acuerdo a cómo evoluciona laexperiencia, se irá evaluando si se está instalando un proceso analíticoy si la conducción de la transferencia resulta viable con la nuevamanera de implementar el encuadre. Sostener la situación analíticasiempre favorecerá la emergencia de las fantasías inconscientes.

Material clínico 2

A modo de modelo de situación, quiero presentarles el material deun paciente de 44 años, que padece una claustrofobia subclínica en susrelaciones de todo tipo, pero obviamente mucho más intensamente ensus relaciones amorosas. Dice estar complicado en su vida, que nosabe ni cómo pensarla ni cómo organizarla. Que medita mucho perono encuentra soluciones. Que no puede terminar de hacerse cargo desu vida, a pesar de ser una persona que ha trabajado desde los 17 añoshasta los 40, 41, cuando se vendió una importante empresa familiar,fundada por los abuelos, con la participación de tíos y primos. La ventase decidió por su iniciativa y logró beneficiar ampliamente a su padre.Luego empezó en forma independiente un proyecto nuevo. Aún no seha casado y aclara que no tiene hijos. Insiste, en que si bien es unapersona que toma decisiones y es responsable en muchos aspectos,siempre tiene la sensación de no ser él el verdadero protagonista de suvida. Ensaya una interpretación: “Me cuesta mucho desprenderme delpasado para incorporar cosas nuevas. Empecé una empresa nueva,compré un departamento en Europa, abrí oficinas allí, tengo ganas deemigrar... pero no quiero abandonar lo que tengo y dar el salto. Lomismo con las parejas que he tenido. De la última me separé hace dosaños y todavía no termino de renunciar a ella. Fue una relación muyfuerte pero nunca convivimos. Hicimos una casa en la costa juntos,

2 Este material clínico ha aparecido en forma reducida en “Psicoanálisis a distancia” deRicardo Carlino como el Analista B, en la pág. 210.

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ladrillo tras ladrillo, pero no terminé de asumirla como pareja ydespués de diez años nos separamos. Han pasado dos años y notermino todavía de decir ‘bueno, che, da vuelta la hoja y arrancá conuna nueva vida! O volvé con ella’ y quedo enrollado entre la vida conella, que era muy bonita, y mi sentimiento de incapacidad para teneruna pareja, por la responsabilidad que significa. Quiero romper con elpasado, pero no termino de dar el paso para adelante”. Lo asocia a unpermanente cuestionarse cuánto es él cuando vive y cuánto unaimagen que se han formado de él los demás. Es el hijo mayor que ocupóun lugar importante dentro de la familia, padre, madre y hermanos.También socialmente tiene muchas cosas lindas, pero no termina desentirlas propias. “La verdad, mis 44 años tampoco ayudan”.

Me pareció una persona inteligente, a un señalamiento mío de quellamaba “complicaciones” a todo lo que me había contado, rápida-mente supo contestarme que él siempre había sido más responsableque disfrutador. Tenía algunas lecturas (Nietzsche, Sartre, Hamlet)que le servían más bien para sus racionalizaciones. “Tengo una visióntremendamente descarnada de la vida... también un poco cínica.Vengo con eso, medio de fábrica. En mis 20 años, me enteré que esoera el existencialismo. La vida del ser humano es, inevitablemente,una condición dura de aceptar. Mis lecturas siempre me han llevadopara ese lado y lo que veo alrededor, me la refuerza. El concepto defelicidad y la forma en que vive el ser humano nunca me han cerrado.Siempre me parece que de alguna manera tenemos que engañarnos,pero yo, no me puedo engañar. Y con 44 años ya es peor la cosa.Tampoco me puedo decir: ‘bueno, che, a ver... Juan! No meemos muylejos del tarro, está bien que no sos un viejo ni mucho menos, estássano, pero tampoco la pavada, no te hagas el pendejo pelotudo’”. Eramuy frecuente esta manera de hablarse en diálogo.

Hábilmente defendido, parecía una persona narcisista, competitivoy particularmente frágil en su autoestima. Fracaso del padre edípicoque no consigue legislar y pacificar con identificaciones secundariasa rasgos del objeto perdido, e incorporarlas al Ideal del Yo tras aceptarla pérdida y hacer el duelo. En cambio su Superyó, diferente al Idealdel Yo y equivalente al Urvater, omnisciente y todopoderoso, ilusio-

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nándolo con la completud narcisista, ordena lo imposible: sólo goza,no es necesario que pagues nada! Es más representante del Ellopulsional relacionado con un Yo ideal, donde no hay renuncia nipérdidas. Por esta razón, cada vez que tiene que renunciar a algo sesiente despreciable por este Superyó y amenazado con la pérdida de suamor; imposibilitado de hacer el duelo, cae en la melancolía.

Había tenido un tratamiento entre los 20 y 27 años con una analistalacaniana y al año había vuelto por casi dos años más. Se había sentidomuy cómodo. Lo que recordaba era que trabajando en la empresafamiliar, no se animaba suspender sus responsabilidades y hacer unviaje de tres meses a Europa y esta analista le dijo: “déjese de joderJuan, váyase a disfrutar”.

Antes de consultarme había visto al terapeuta de un amigo para unaderivación y se había decepcionado al ver que intentó retenerlo comopaciente. Después había visto otra persona mayor, porque esta vezquería un hombre y mayor, le pareció un poco light, poco desafiante,que hablaba mucho y opinaba, que las cosas que le pasaban erancomunes y frecuentes y que simplemente había que aceptarlas. Leparecía que esta persona no había captado la profundidad de lo que éldecía... “aunque yo sé que siempre me la creo”. Y agregó: “me gustaestar en pareja, pero reconozco que no soy una persona capaz deasumir los costos de una decisión, si uno elige algo, renuncia al resto.Me doy cuenta de las cosas, las pienso, las razono, pero me cuestaasumirlas, en el momento me achico, soy cobarde”.

Estaba aparentemente claro que en lo manifiesto pedía poderdefinirse en sus elecciones, pero no dejaban de resonar en mí: “no soycapaz de comprometerme, no soy capaz de asumir los costos de unadecisión, la condición de vida del ser humano es dura de aceptar”.¿Cómo encarar un análisis sin compromiso y con muchas dificultadesde asumir los costos, especialmente de tiempo y de heridas en suautoestima, con un Superyó todavía tan personificado?

En nuestro segundo encuentro lo primero que me dijo era que sehabía sentido cómodo, más bien comprendido y la pauta era que a lasalida y también días posteriores había podido pensar más sobre lascosas que me había dicho. Había recordado que al cobrar su primer

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sueldo importante, había decidido mudarse, pero que hasta el día dehoy no sabía por qué había decidido eso teniendo sólo 21 años, unafamilia bien constituida y un hogar cómodo. ¿Esa vez había sidoresuelto y valiente? Al año había comenzado un análisis con la analistaantes mencionada. También había pensado que parecería que separar-se de una persona importante lleva un tiempito largo... un par de añosy que en su actual separación, lo estaba viviendo. Pero le causabamucha tristeza la separación.

Esta reflexión mejoraba el pronóstico de nuestra posible relación.Igualmente me era evidente que quería y no quería “armar una pareja”terapéutica. Hacia el final de la entrevista le dije que me parecíapertinente su deseo de analizarse porque la mayoría de sus autoobser-vaciones eran correctas, pero no le servían para disminuir su sufri-miento porque él oscilaba entre ser a veces demasiado intelectual yotras, pasional, así como sus lecturas le permitían hacer consideracio-nes realistas sobre la naturaleza humana, pero no le permitían com-prender la realidad de sus sentimientos. Le dije que asumía ser suanalista y le pregunté qué idea se había hecho de un tratamiento. Medijo que había pensado en una sesión semanal, no por el costoeconómico, pero sí por su situación laboral: semana por medio viajabaa un país limítrofe por tres días hábiles y cada seis semanas viajaba aEuropa por dos o tres semanas y su próximo viaje era a los diez días.Además muchos fines de semana iba a la Costa, a la casa construidacon su ex-novia, a hacer retiros espirituales.

Para mí era difícil decidir un encuadre, tanto por su vida real de estaren tres países y no estar en ninguno, como por sus fantasías deinseguridad, claustrofobia y discontinuidad defensiva, operantes enlas relaciones, y su Superyó todavía tan personificado (sus diálogosinternos que le hacía sentir que era y no era él cuando vivía, pensabay actuaba), que implicaba el peligro de mi contraidentificación com-petitiva. Una cosa era entender su psicopatología y otra era operarpsicoanalíticamente. Le dije que dada la complejidad de su situaciónde poca disponibilidad era mejor pensar con tiempo en la entrevistasiguiente, donde yo también necesitaba pensar y plantear cómotrabajar juntos. Estuvo muy de acuerdo.

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Después de pensar mucho qué encuadre plantearle, le dije quenecesitábamos trabajar sus múltiples respuestas-explicaciones para lascosas que le pasaban, se le repetían y no le habían dado resultado, porquepara él sus explicaciones ya eran creencias inamovibles y le surgían muypocas preguntas nuevas. Que él necesitaba acercarse a sus cuestiones,cuestiones que demandaban un pensar que no fuera una vez parasiempre. Para esto, por el momento empezaríamos con dos sesiones,pero pasaríamos a tres si veíamos que no resultaban suficientes.

Un tanto para mi sorpresa, aceptó con alivio.A los dos meses retomó con su novia. Durante tres o cuatro meses

estuvimos trabajando cuán poco compartía su vida cotidiana conmigoy en cambio quería revisar la solidez de sus conceptualizaciones,culpabilizado, hostigado y descalificado o confirmado por “la voz”.Era para no construir una cotidianeidad conmigo y sentirse afectiva-mente ligado y expuesto.

Un lunes, al regreso del país limítrofe me relató que el fin de semanaanterior había estado allí muy angustiado, sin poder concentrarse ennada de lo que le gustaba hacer: no había podido escuchar música, nileer el diario, ni escribir, ni salir a correr. Me confió que muchas vecesle pasaba eso en sus tiempos libres, pero que había sido mucho másintenso esta vez y no se explicaba por qué. También estaba muyfastidiado. Le recordé que después de la sesión del miércoles se iba denuevo a Europa y que tal vez ahora la discontinuidad le molestaba másque antes.

A su regreso de Europa dijo que había pensado proponerme que enla semana completa que estaba en Buenos Aires hiciésemos tressesiones y si me parecía bien. Le dije que si bien no le podía ofreceruna hora fija, era posible hacerla, siempre y cuando me avisara contiempo cuál semana iba a ser. Seguimos así dos meses más. Como eralógico prever, hubo irregularidades en sus avisos para esas semanas detres sesiones, al alterar la programación de sus viajes cortos. A la vez,hacía grandes esfuerzos para combinar las horas de los vuelos. Alprincipio decía que “la voz” le reprochaba haber salido impunementecon la suya, de imponerme sus tiempos. Le dije que prefería aceptarseculpable antes de sentirse deseoso de estar cada vez más conmigo

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aunque con recelo. Que él tiene organizada su vida para que no sólo lepase con su novia, sino con los lugares, pertenencias, etc., pero que esprobable que en este momento, más allá de todas sus interrupciones ysus viajes, la relación conmigo lo estuviese reconciliando con poderestar más tiempo en un lugar.

Mi preocupación habitual era respetar la distancia prudencial queél necesitaba. Si me sentía distante, se sentía solo, abandonado yangustiado; si le resultaba muy próximo, aparecía la claustrofobia y seincrementaban sus diálogos con la voz, aunque se viese atrapado enuna relación sado-masoquista. De todos modos, su relación conmigoiba consolidándose.

Un lunes dijo “me estoy encariñando con este Dr. Aryan!” porquehabía postergado el vuelo del miércoles a Chile para poder tener lasesión “y no sé, si esto de encariñarme con el analista no va a traerproblemas para el tratamiento. Porque al analista hay que tomarlocomo analista”. Y con preocupación agregó que quería entender estode sobrecargarse con los sentimientos, porque no le permitía pensar yeso lo fastidiaba. Acongojándose cada vez más, relató que la nocheanterior había ido con su familia y la novia al teatro. Todos muy a gustoentre sí. Mientras que él se preguntaba “¿yo qué mierda quiero de lavida que no estoy conforme con esta vida que llevo?”. Se reprochabay al mismo tiempo pensaba que “todo esto me gusta, pero no puedoestar acá”. Estaba incómodo y no lo disfrutaba porque a medida quese estrechaba la relación con la novia, aumentaba su rechazo sexual yse sentía culpable y responsable de no procurarle el bienestar mereci-do. Le parecía absolutamente injusto y loco, porque la novia era “unamujer divina, aparte de ser hermosa”. Que esa mañana se abrazó a ellay lloró diciendo que no sabía qué le pasaba. Y en sesión continuócontándome todo llorando. A modo de síntesis agregó: “este estado nolo soporto más”.

Entonces le dije que por un lado sentía un montón de cosasconsiderándose ahora auténtico consigo mismo, pero sentir tanto, lohacía despreciable. Que no estaba bien sentir tanto porque tal vez noes de hombre y que era una especie de paradoja que él debiese estarsufriendo.

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Entonces asoció con que el papá de la novia está con Alzheimer,pero muy dócilmente se deja llevar de acá para allá en silla de ruedaspor la esposa que lo atiende muy cariñosamente. Él de 90 años y laesposa de setenta largos. Parecía una escena amorosa de dos viejitos,pero al mismo tiempo parecía que el Alzheimer era la condiciónnecesaria. Mientras que sus padres... hace 45 años que se pasandiscutiendo. Papá si toma más de un vaso de vino se pone violento yel fin de semana había tomado como siete vasos, no uno. Y estaba a lasreputeadas. Y que la mamá no se queda atrás... en vez de contenerlo.

Que el padre se parece al abuelo. Hasta ahora el abuelo no habíasurgido. Empezó a hablar de la empresa familiar, donde el papá era muylúcido, pero en manos de la madre, es muy frágil. Se pone gritón si tomavino. Que en la empresa también era gritón con los empleados, pero notenía empuje en el trabajo. Y que el abuelo también era gritón y la abuelasumisa. Me surgió preguntarle si era el padre del padre. Me aclaró que era“el papá de la esposa de él”. Una manera retorcida de referirse a su propiamadre. Para mi sorpresa, este abuelo era el suegro del padre. Hasta ahorame había parecido la empresa, cosa de la familia del apellido de él porquecuando él hablaba del padre y del hermano del padre y otros tíos, me dabala impresión que la empresa era de la familia paterna. Apellido mencio-nado en casi todas las sesiones cuando “la voz” le hablaba. De modo queel padre había entrado a la empresa por haberse casado con la esposa, hijay hermana de toda esta gente. Y que en la empresa, lo habían asignado alpadre al sector libros porque era lector y más culto. Mientras que los tíosatendían los otros sectores, de gran empuje. Toda una situación familiardonde la línea materna era la fuerte, hasta económicamente.

Entonces le dije que tal vez cuando se sentía como aquel fin desemana en Chile o como anoche en el teatro, me estaba diciendo queno sabía a quién parecerse y que no es que no sabía qué quería, sino quemás bien se trataba de cómo escaparse de donde estaba, por si estandoahí a gusto, lo hacía parecerse a alguno de los hombres de esta granfamilia y sellar la situación. ¿A quién parecerse, al abuelo, a algún tíoo al papá? Se alivió muchísimo. Entonces agregó las características deestos tíos. Tenía un público de parientes en la cabeza. Y que entoncessi él fuera sincero tendría que decir “en verdad, me parezco a fulano.

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Es obvio porque soy así, o se me ve asá”. Si él era sensible y lector, separecía al padre, que es el sensible y “el del sector libros”. Aparente-mente era parecido al papá y no a los tíos o al abuelo. Y él no sabía sieso le gustaba o no le gustaba, si quería también parecerse a un tío, perono podía.

También lo relacioné con la pareja: dado esto, qué tipo de esposahay que tener porque la esposa va a sellar también su elección delmodelo masculino, ¿alguien parecida a la abuela sumisa, a la mamá,a la esposa de alguno de estos tíos? Su masculinidad lo comprometía,tenía una gran confusión con todo esto porque tal vez querría tener atodos dentro de él sin renunciar a nada, cada uno tendría una parte deél y él una parte de cada uno. En cambio, si optaba por la solución deno parecerse a nadie, no podía parar en ningún lado y terminaba en unvivir desarraigado. Pero ahora podíamos pensar que con esta soluciónpadecía la contraparte: el “no es”. El llamaba “no ser sincero” alcorolario de no querer parecerse a nadie, porque sabía que así se hacíainasible. Para conmigo quedaba como un imprevisible que nunca sédónde está y qué va a hacer ¿va a viajar o no y cuándo?

La fragilidad de no estar en ningún lado confundía con falta desinceridad. Y que entonces siempre creía que estaba mintiendo,siempre creía que su mensaje no es, porque había otro mensaje. Encambio, si se fijaba en un lugar y se instalaba con un sentir mucho,como le estaba pasando con la novia y conmigo, entraba en pánicoporque creía que tenía que renunciar a su solución de tener una vida deno parecerse a nadie.

Así estábamos armando una historia de una familia que no tenía-mos, porque al andar de acá para allá no había tiempo.

En la sesión siguiente pudimos ampliar con que no querer ser nadiepodría tener que ver con el clima de pelea permanente de los padres.Con una pareja parental que por narcisismo están permanentemente enpelea, los hijos no tienen un lugar, no tienen con quien estar. Por otraparte, un padre alcohólico también infunde mucha inseguridad. Seráun padre gritón, pero la última palabra es de la madre; tampoco le habíaservido “estar con los libros”: para poder tener una esposa fiel yabnegada era necesario padecer Alzheimer.

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Lo que me interesaba era que comprendiese que el no quererparecerse a nadie, tenía algo que ver con esta cuestión de la granfamilia de la infancia y el sentir no tener rival respecto al lugar delpadre en las peleas con la madre. Que tener lugar es definirse en unode los bandos, cosa difícil porque perdería al otro. Entonces se haorganizado una vida en que no está en ningún lado ni puede jugarsepor nadie. Estaba un poco en todos lados y no estaba en ninguno.Que si bien lo asustaba como siempre el “encariñarse” ahora “conel Dr. Aryan”, pareciera que él sentía que en este momento larelación con el Dr. Aryan, es sólida, porque por más que él va yviene, el Dr. Aryan está y se amolda. Es un vínculo más allá de losviajes. Eso lo estaba tranquilizando y permitiendo revisar suhistoria, en la que no podía estar con ninguno y podía comprenderlo mal que lo pasa cuando no está en ningún lado. Es probable queen este momento, más allá de todas sus interrupciones y sus viajes,la relación conmigo lo esté reconciliando con poder estar en unlugar y que esto lo organiza. Si en este lugar empieza a ser posibleestar y sentir mucho, entonces puede empezar a pensar su historiacon más claridad y ver de qué manera influyó en cómo se siente ensu vida actual.

Fue a Chile y volvió. Al cabo de una semana de tres sesiones viajabaotra vez a España.

En el último mes del año hacía su viaje a Europa, pero esta vez a suregreso iba directamente a las oficinas del país vecino. No nosveríamos por un mes, luego pasaba por Buenos Aires por una semanay después se iba a una provincia del oeste a festejar las fiestas ycontinuar con sus vacaciones en la Costa. A esto se agregaban dossemanas de mis vacaciones. Apenas interrumpido por dos sesiones, nonos veríamos por dos meses y medio. El tema de la discontinuidadresaltaba esta vez con mucha crudeza, no sólo por el tiempo real deseparación sino además porque se sentía cada vez más interesado enel trabajo analítico, el compromiso afectivo era de entusiasmo, pre-ocupación por cuánto conservaba de cada sesión y especialmenteporque había una desidealización paulatina de los grandes conflictosinternos y valorización de la vida cotidiana.

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Comenzó la penúltima sesión antes de viajar, diciendo: “Ya le dijeque en unos días me voy a Europa. Por el otro lado debo reconocer queteniendo sesiones seguidas últimamente han sido mucho más produc-tivas. Yo alguna vez lo había escuchado, pero no sé si usted estaría deacuerdo... ¿si hacemos sesiones telefónicas? Yo lo llamaría de Europaa la hora de mis sesiones”. Me sentí descolocado. Hice tiempo parapreparar una contestación. Me pregunté si podía sostener un diálogoanalítico por teléfono, ¿cómo sería?, ¿resultaría? Recordé aquello queme dijo en una oportunidad, uno de mis supervisores oficiales, D.Liberman: ante mis dificultades contratransferenciales con una pa-ciente histérica y muy histriónica en el diván con su angustia yreproches de abandono, Liberman me dijo que la escuchara e interpre-tara sin mirarla. “Como si usted estuviese escuchándola por teléfono”,me dijo. Pensé también que evidentemente el paciente me necesitamás de lo que parecía, aunque parezca que le resulta muy difícilponerse en el lugar del necesitado. El hecho es que le cuesta irse.Aceptaría los efectos de lo trabajado. Cuando me repuse de misorpresa, le dije que yo también he escuchado y que eso lo tendríamosque probar en nuestra relación. Que no hay una pauta por sí o por no,sino que habría que ver, que cuando él me llama y podemos trabajary eso resulta productivo, la seguiríamos utilizando y si no, no. Con laidea de que la relación se construye.

Si bien dije esto, después de sesión no me quedé muy tranquilo.Pensé si debería introducir alguna diferencia en la frecuencia conla concurrencia al consultorio. Que no contribuyese a una fantasíaomnipotente y negación maníaca del efecto de las distancias.Necesitaba también pensar qué iba yo a hacer por teléfono, cómosería mi contratransferencia, qué características tendría su transfe-rencia, etc.

A los pocos minutos de nuestro primer acuerdo, interrumpió sudiscurso y dijo: “¿Sabe? eso de llamarlo por teléfono ahora me suenaun poco frívolo, de señora gorda que llama porque no tiene nada quehacer o que va a tomar el té. Me da un poco de vergüenza”. Comen-zaban ya asociaciones y elaboración de su nueva propuesta. Sentíavergüenza porque ahora le interesaban las pequeñas cosas de todos los

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días. Desde las primeras llamadas telefónicas el tema de qué le pasa yqué hace con su cotidianeidad pasó a un primer plano. No me iba allamar ni por urgencias ni por planteos seudofilosóficos. Este replan-teo era válido también para mí. Aceptar que ahora la llamada telefó-nica no era para situaciones de gravedad.

Ahora ya hace ocho meses que sesiones telefónicas complementana las de Buenos Aires. Hemos descubierto los dos vivencialmente ladiferencia entre ellas: una comunicación telefónica para trabajarpsicoanalíticamente con el encuadre pertinente para eso es muydiferente a cualquier otro tipo de llamada telefónica.

Comentarios

A través del material clínico y por haber ensayado un nuevo métodototalmente imprevisto y sorpresivo, para mí fue pareciendo con mayorclaridad que en el análisis como método terapéutico, el mantenimientodel contrato analítico, puede pasar por diferentes variables. No sólopor lo que tradicionalmente sabemos, si bien la frecuencia tieneimportancia porque para eso surgió en este caso el apelar al teléfono,podemos considerar otras variables, algunas cualidades de la transfe-rencia que surgieron después, cuestiones que habrá que considerar conmucha precisión cada vez, cuáles son. Pero sí hubo algunos compo-nentes de la transferencia que aparecieron a partir de este nuevosistema, que no aparecían, diría, no estaban en su transferenciainfantil. Por ejemplo, en cierto momento yo tomaba sus ausenciascomo resistencia, me producía malestar y al mismo tiempo un impulsode imponer alguna pauta o norma, que interpreté como contratransfe-rencial. Eso se disolvió, si bien aparecieron otras ligadas a la transfe-rencia. Para mí fue muy notorio el cambio del paciente que venía antesque era bastante desprolijo, disperso, confuso y también un tantomaltratante de su análisis. El contexto nuevo, un cambio de mira deinstalación de encuadre, creó un nuevo personaje. Si bien probable-mente irían apareciendo descuidos de otro tipo, comenzó a apareceruna persona muy cuidadosa de sus horarios y de su análisis, unapersona capaz de cuidar algo suyo, que es la relación conmigo, cosa

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que no aparecía antes, conservando a la vez por supuesto, algunascaracterísticas particulares.

La transferencia no es sólo repetición. Pueden aparecen nuevosaspectos, una vez que la novedad se transforma en hecho clínico y elobstáculo en posibilidad de indagar más. Creo que si en este casoinsistía sólo en el marco de los conceptos habituales de resistencia, deataque al encuadre, o de desconsideración hacia el objeto, iban a seguirapareciendo sólo repeticiones. La posibilidad de ver –por ejemplo– uncambio de encuadre juntos, cambia el paciente y cambia la visión delanalista. Comienza a surgir un clima que se crea entre dos personas.

Mientras que haciendo por ejemplo ese trabajo con el tema delteléfono.... el paciente propuso y yo pensé qué hacer, pero no de milado solamente. Le propuse hablarlo, aportó sus asociaciones, yo tuvemi recuerdo con mi supervisor... Hubo todo un diálogo. Dos personaspresentes que ven qué pueden hacer juntas ante un obstáculo que estáperturbando tanto al analista como al paciente. Creo que esto tambiénes instalar contratransferencia y contribuir al desarrollo de la transfe-rencia. El espacio analítico también se construye entre dos. Junto conel trabajar con la relación con los objetos internos, también contribuyea la evolución de la transferencia-contratransferencia el trabajar conaquello que puede crearse entre dos.

Esto nos llevaría al tema de diferenciar cuándo hay diálogo creativoentre dos y cuándo asociación libre/interpretación, vinculado a lahistorización de sus relaciones objetales infantiles o asociado a lasrepeticiones de lo secundariamente reprimido y de la compulsión a larepetición.

Con esta forma de trabajar, ahora está apareciendo la estructurafamiliar, padres, hermanos, tíos donde confronta la estructura infantilcon la actual. Hasta ahora era sólo en la pareja y los negocios dondeaplicaba ideas filosóficas sobre para qué sirve la vida. En vez de tenerpreconceptos sobre hechos de la vida antes de vivirlos, está ahorahaciendo al revés, vive los hechos, relata su cotidianeidad y despuésasocia y piensa sobre todo ello. Algo similar a lo que yo hice cuandose presentó el hecho-obstáculo de la discontinuidad. Algo así comotransferencia al revés. Él creó una relación conmigo en que tomamos

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en cuenta hechos sin dar por sentado que estaban determinados por unpasado. Entonces ahora transfiere eso a su manera de pensar susvínculos actuales, a lo cual después resulta posible incluir la historia.Lo creado conmigo lo transfiere como modalidad de pensamiento, deentender o de detectar, de captar su realidad y también comprometerse,en lugar de comprometerse según elucubraciones pseudofilosóficasprevias a la realidad. Antes, él no averiguaba quién era la persona, sinoque la voz le decía cómo había que hacer las cosas. Y eso era un pocola transferencia de él, de su historia directamente aplicada a la realidadactual. Mientras que actualmente es como si hubiera constituido ocaptado la dimensión de “ir haciendo con otro” que es diferente a hacersolo. Entonces siente la necesidad del otro como otro, no como unarepetición de sus modelos infantiles.

Sin concluir

– Freud consiguió hacer del obstáculo de la transferencia un motor,esa herencia nos compromete a seguir en la misma línea.

– El Psicoanálisis como pensamiento no sé perderá más, sólodepende de que hayan pensadores que lo quieran pensar.

– El Psicoanálisis como actividad profesional peligra si no encon-tramos nuevos puntos de encuentro con los pacientes y con los nuevosaspirantes a psicoanalistas en el siglo XXI (IPA 2003, Argentieri, S.,& Amati Mehler, J. 2003, Brainsky, S. 2003, Anderson, G. 2009,Aryan, A-Carlino, R. y col. 2009, IPA 2009).

– Las novedades siempre las sentimos como amenazas. Por esarazón siempre lleva tiempo y sinsabores encontrar cada vez el puntoapropiado entre permanencia y cambio, el par de categorías a recon-siderar siempre sin certezas ni garantes. Las estructuras institucionalesson necesariamente más lentas que lo que es nuestra clínica de cada día(Aryan, A., Carlino, R. 2010).

– El analista debe evitar toda forma de cura por identificación consu hacer, para dirigir la mirada a todo intento de complejización ycreatividad del analizante. Creo que este tipo de identificaciones eintelectualizaciones difícilmente tienen lugar si realmente logramos

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trabajar entre dos. Después de todo, la asimetría se refiere al hecho deque solamente se hablará de las particularidades, deseos, cotidianeidade historia del paciente. Es otra forma de referirse a lo que recomendóFreud cuando habló de la pantalla en blanco.

– Algo aún más importante es que dirigiendo la mirada a todointento de complejización y creatividad del analizante se puedefavorecer todo lo que se presenta como diferencia.

– Por ende no todo paciente es analizable por este medio decomunicación, ni todo analista puede adoptarlo. Considero funda-mental los aportes de D, Liberman y D. Meltzer en cuanto a que elmétodo incluye sine qua non para que pueda desarrollarse la transfe-rencia, los rasgos personales del analista y su manera de aplicar elmétodo y descartar definitivamente la idea platónica del analista idealarquetípica. Hay analistas que se sienten incómodos analizando caraa cara, otros sienten que es imposible trabajar ante las irregularidadesde encuadre que presenta un adolescente, o porque deben considerarentrevistas familiares y/o medicación en un paciente borderline… poruna cuestión ética es conveniente que no lo hagan si no cumplen conlo que consideran que deben hacer como psicoanalista. De igualmanera debería ser enfocado el trabajar o no con teléfono. Es necesarioconsiderar si pueden o no indagar psicoanalíticamente y aliviar a unpaciente posibilitando cambios psíquicos.

Adoptar el medio de comunicación del teléfono/skype es unaposibilidad o imposibilidad personal no del método.

El método de analizar por teléfono está ahí, habrá o no pensadores.Hay que continuar pensando.

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El jugar con adultos: entre la acción y lasimbolización en el proceso terapéutico

Valeria CorbellaDepartamento de Investigación IUSAM

Introducción

Los desafíos que la clínica contemporánea presenta son diversos.Es por ello que la propuesta en este trabajo es pensar acerca del juegocomo recurso técnico sumamente complejo y creativo. Comenzandopor una selección de viñetas clínicas, el artículo nos conduce, desde elinicio, a tomar un intenso contacto frente a diversos hechos clínicos.Hechos en donde la acción antecede al diálogo analítico. Haciendo unrecorrido por los conceptos de agieren y enactment, se intentarádemostrar que dichos conceptos se emparentan entre sí y dan cuentade las puestas en acto que se figuran a partir de las viñetas. Acto,representación dramática que irrumpe en un escenario mudo. Laanteposición del acto a la palabra, lleva al analista a preguntarse acercade su técnica y acerca del valor de dichos actos. Allí, la propuesta espensar al acto terapéutico como un juego que permite la significaciónde experiencias. Se asocian, entonces, los conceptos de agieren yenactment con el jugar para luego deslizarse hacia las nociones desimbolización e historización, haciendo una parada en la nociónfreudiana de acción específica. Es así que la acción terapéutica serápensada como una forma posible de acción específica en tanto permitael surgimiento de movimientos desiderativos. La creatividad, relacio-nada intrínsecamente con el jugar, recorre desde el inicio el presentetrabajo y constituye uno de los ejes centrales. La reflexión surgealrededor de patologías en las cuales las fracturas en el narcisismo

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horadan profundo en el entramado psíquico dejando allí sus marcassilenciosas. El jugar del analista, como posicionamiento teórico ytécnico, estimula a pensar y repensar la tarea del analista contemporá-neo.

Viñetas clínicas

Se ha escrito mucho acerca del jugar con niños pero ¿qué sucedecon el jugar con adultos? La práctica contemporánea me ha llevado aconfrontar situaciones clínicas en las cuales diversos pacientes propu-sieron “juegos” que no estaban contemplados en el manual de técnicapsicoanalítica para adultos. No así en la técnica de niños. Frente a lasorpresa de algunas propuestas, me dejé llevar por la invitación–confieso que no sin temor– y representé algún personaje que elpaciente estaba sugiriéndome. A modo de viñetas, traigo algunosejemplos como para situar al lector en el contexto referido.

Viñeta 1Sesión tras sesión, un paciente fue atiborrando un cajón de mi

biblioteca con mails impresos, cigarrillos, encendedores, fotos, dibu-jos, chocolates y dinero. Cada objeto tenía una razón de ser dejado. Losmails que compulsivamente enviaba a una ex novia y fotos de ella legeneraban un “enrosque mental”, palabras del paciente para explicarun proceso mental de ideas persecutorias y celos que no cesaban hastaque generaba un encuentro con ella. Los cigarrillos y encendedor leresultaban extremadamente dañinos (aunque fumaba solo unos po-cos). Lo mismo con los chocolates. Realizó algunos dibujos quenecesitó dejarlos porque eran de “rostros que daban miedo por lanoche” y no quería tenerlos en su cuarto. El dinero, junto con unatarjeta de crédito los dejó luego de contraer una deuda por la cual tuvoque pedir un préstamo en el banco para pagar los gastos adeudados conla tarjeta de crédito. El dinero tenía el sentido de ser una reserva parapagar el tratamiento en caso de quedarse sin plata. Yo los ibaalmacenando y el paciente no obtuvo un rechazo por mi parte paraalojar cada cosa que él traía. Refería la necesidad de dejarlas en mi

EL JUGAR CON ADULTOS...

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cajón. Me resultaba incierto el decurso que esta escena tendría –tuvouna duración de varios meses– pero entendía que era un modo decomunicar aspectos aún no representados. Nociones bionianas comoser la de continente-contenido y función de rêverie venían a esclareceralgo de lo que sucedía. Un cajón que funcionaba de continente paracontenidos mentales que aún no podían ser albergados en su propiopsiquismo. Por momentos, algún atisbo de interpretación era incluidoy podía decirle que él dejaba en mi cajón aquello que aún no podíaalojar en su mente. Escuchaba sin hacer referencia alguna. En unaoportunidad se enojó refiriendo que tan sólo necesitaba dejarlas ahí sinperder tiempo de la sesión hablando de eso. Entendí su enojo como unamanera de comunicar que todavía no era momento de poner palabrasa lo que sucedía allí, con el cajón. Decidí no comunicar este pensa-miento y seguir los tiempos del inconsciente. Comenzó a pedirmealgunas cosas para llevárselas, algunas las traía de vuelta al cabo dealgunas sesiones. Hipoteticé cierta movilidad en la escena, aunque nohabía palabras que la representaran; el cajón era una posibilidadconcreta de continente. Pensé silenciosamente si el cajón podíarepresentar algo así como una caja de juegos. El cajón tambiénadquirió movilidad en mí. Ya no era únicamente un equivalente de lamente del analista que brindaba un continente a contenidos delpaciente sino que podía estar representando también un espaciolúdico, un espacio transicional. Cabe aclarar que estas ideas operabana modo de hipótesis pero la posición técnica era esperar a que elpaciente habilitara la posibilidad de interpretar el sentido de lo quesucedía. Luego de varios meses me entrega, para que guarde en elcajón, unas hojas impresas con esos mails que lo “enroscaban” yrefiere: “Es un cajón inodoro, toda mi mierda va a parar ahí”. Momentoen el que tuvo lugar la interpretación del analista: “pero acá no van aparar a los caños”. La representación simbólica (cajón inodoro)apareció a través de la palabra del paciente la cual inauguró unainterpretación del analista en la cual se diferenciaron contenidosmentales de contenidos intestinales. La interpretación también inclu-yó algo de la historia del paciente en tanto era un paciente que solíahacer referencia a la frecuencia con la que él entendía perdía cosas

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suyas. No hablaba de objetos concretos sino más bien de experienciasvividas que prefería no recordar, vínculos de pareja y de amistades queterminaban sin entender la razón de ello; lo que le generaba algún tipode conflicto, lo desechaba. El consiguiente dolor psíquico en elpaciente y una angustia desbordante dio alguna señal de que esosobjetos comenzaban a ser alojados en su psique y dijo muy angustiado:“Siempre tiré todo a la mierda, aunque sean cosas malas, son mías yno está bueno tirarlas. Vas tirando parte de tu historia”. A medida queiban surgiendo palabras que nominaban experiencias y afectos tantopasados como presentes, el cajón iba siendo desalojado. Antes de quese llevara las últimas cosas, el paciente solicitó venir una sesión máspor semana.

Viñeta 2Una paciente sorprendía por la cantidad de ropaje con el que venía

a sesión. Llegaba y se sacaba capa tras capa de ropa, como si fuera unacebolla. Llegué a contar dos camperas, tres sweaters de lana y dosremeras. Luego se sentía el olor a suciedad y transpiración. Latemperatura externa no coincidía con el frío polar que parecía sentiresta persona. Cuatro meses transcurrieron con el mismo ritual. Al finalde una sesión me dice: “Me prestás una bufanda tuya, así no meenfermo”. El pedido, inédito en mi experiencia clínica, me tomó porsorpresa. La falta de tiempo y la ausencia de alguna ocurrencia queevitara cualquier cliché, me llevó a buscarle una bufanda. Cuandoregreso al consultorio (está ubicado en mi casa) me vuelve a sorpren-der: “¿Me la regalás?”. “No te la regalo pero te la presto” le dije sinpensar demasiado. A la sesión siguiente me dice riéndose: “Te robé labufanda”. Con un tono casi de juego le dije: “Mirá que te la presté, note la regalé. A falta de abrigo, ¿necesitarás robarlo?”. La pacienteresponde fríamente: “La vez que viene te la traigo, no te la voy a robar”.Pasada la sesión, en momentos en donde los analistas pensamos acercade lo sucedido en la sesión, se evidenciaron dos momentos de laintervención. El primero permanece atrapado en la concretud de laescena y refiere a una respuesta defensiva por parte de la analista:aclarar que la bufanda es de ella y que fue en préstamo. Cabe

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mencionar que la paciente había manifestado en otros momentos delanálisis haber tenido conductas de robo de pertenencias ajenas, espe-cialmente prendas de abrigo como ser guantes, gorros, camperas, etc.La próxima sesión me devuelve la bufanda, refiriendo: “La necesitabapara poder dormir. En mi casa siento mucho frío. Estoy sola todo eltiempo y me agarra una desesperación que me asusta. Es como si ahíestuviera lo frío”. Pregunto: “¿Lo frío?”. La paciente continúa: “No sé,es como si en mi cabeza aparecen las palabras lo oscuro, lo vacío y meda escalofrío”. No hubo más asociaciones en relación a lo dicho. Apartir de ese episodio, la paciente comenzó a vestirse acorde al climaexterno y el olor a transpiración y suciedad dejó de inundar elconsultorio. No quedaba claro cuál había sido el sentido de la bufandamás allá del sentido de un abrigo que protegiera de enfermarse. Pasadoun tiempo trae un sueño: “Había un bebé que lloraba y la mamá lomiraba pero no lo tocaba. El bebé tenía alguna discapacidad y estabadesnudo. En eso vuela un botellazo, como que iba para el bebé. Lamamá se tapa como para que no la golpee pero se olvida del bebé.Alguien lo agarra y lo tapa con una mantita. Esas de bebé, ¿viste?”. Lerefiero, acordándome que me había pedido la bufanda para no enfer-marse: “Para que no se enferme”. Casi sin dejar que termine la palabra,dice con alegría: “Es tu bufanda, la mantita es tu bufanda. ¿Te acordásla que te pedí para no enfermarme ese día que hacía frío y yo estabadesabrigada?”. “Parece que necesitaste algo mío que te abrigue?” lereferí. Prosigue: “Ahora pienso en mi mamá, es muy fría, casi pareceque no es humana, es una mamá heladera. Una vez me enfermé y loúnico que me dijo fue ‘andá al colegio’. La llamaron a la hora paradecirle que tenía 39 grados de fiebre. Vos hiciste otra cosa, me distela bufanda para que no me enfermara. Capaz que por eso me la quedémás tiempo. Es distinto lo que pasó acá. Lo otro te enferma, no defiebre, te enferma de acá (señalándose la cabeza con el dedo índice)”.El relato prosiguió cargado de afecto y recuerdos pasados, aunque a losfines de la brevedad se transcribe aquel recorte que daría cuenta de unproceso mental que va desde una acción de la analista determinada porun pedido del paciente hasta la emergencia de un sueño que conllevala elaboración y simbolización de lo sucedido junto con la aparición

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de una mamá-heladera puesta en palabras que condensan la represen-tación de un vínculo frío y deshumanizante que puede enfermar. Cabemencionar que la mamá-heladera apareció durante el proceso analíticoen varias oportunidades y resultó ser una representación cargada dediversos contenidos y afectos tanto para representar el vínculo con sumadre como para representar aspectos de sí misma congelados.1

En esta viñeta, sorprende el pedido de la paciente en tanto necesitallevarse algo concreto de la analista con ella. En el ejemplo anterior,la situación era inversa y quizás estemos menos acostumbrados a estetipo de pedidos que a aquellos en los que implica que el terapeuta seareceptor de algo del paciente. Entiendo que algo de esto se cristalizaen la interpretación defensiva de la analista. Podríamos especular ypensar si el sueño y la emergencia del símbolo verbal mamá-heladerahubieran surgido más allá de la entrega de la bufanda. Podría ser. Eleje es que algo de esa acción concreta era necesario para que surja laposibilidad de soñar algo de lo no representado, algo de lo que sólopudo ser manifestado bajo un pedido concreto, que podía ser o no serconcedido. Pasado el momento de la sesión, podríamos inferir que elno haberlo hecho hubiera corroborado la presencia de un vínculo fríoy deshumanizante en la figura del terapeuta. El pensar que estamosfrente a patologías de borde en donde el eje del narcisismo es el queestá en juego, no hacer eco a las demandas del sí mismo, en términoswinnicottianos, podría posicionarnos en un lugar riesgoso respecto dela transferencia y la posibilidad de repeticiones de situaciones traumá-ticas y riesgos en la continuidad del tratamiento.

Viñeta 3“¿Me hacés un té con galletitas?” refiere una paciente ni bien entra

al consultorio. No terminaba de sorprenderme el pedido cuando lepregunto si quiere galletitas dulces o saladas. Imaginé que diría dulcesporque se me representó el pedido de un niño, que usualmente optanpor las dulces. Así sucedió y le digo: “¿Chocolinas, está bien?”. “¡Me

1 Lo frío apareció meses después refiriendo acerca de su cuerpo que lo sentía tan frío quea veces sentía que estaba muerta.

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encantan! Son mis preferidas” dice. Regreso con la bandeja y, enhomenaje a nuestra querida María Elena Walsh, comienza a cantarriéndose: “Estamos invitados… a tomar el té”. Luego de entonaralgunas estrofas, refiere: “De chiquita jugaba a tomar el té congalletitas pero las tacitas siempre estaban vacías, tomaba aire. Ésta esde verdad. Sabés que necesito que me preparen la comida. La mayoríade las veces no como porque si me la preparo me da asco y no pasonada”. Le digo: “Por eso me pedís el té y, por lo que veo, acá coméscon ganas”. La paciente continúa: “Es que acá no me da miedo comercon vos. Mi mamá no me quiere hacer la comida, le pido para que meayude a aumentar de peso pero no hace nada, me grita que coma y yome pongo a llorar. ¡Si no hay nada para comer! No prepara comida yme dice que coma. ¿Qué quiere que coma?”. La paciente se angustiay comienza a llorar. Le digo: “Por eso esperás que yo te prepare lacomida para que puedas comer, aún llorando”. Sorprendida, mezcla dealegría y llanto, dice: “Tenés razón, estoy llorando y no se me fue elhambre. Sigo comiendo”. Cabe aclarar que tiempo atrás la madre mehabía llamado por teléfono, preocupada por el peso de su hija. Laindicación fue que le prepare la comida y se sienten juntas en la mesay coman las dos. La respuesta que me llegó fue que era imposible paraella hacer algo así ya que a la hora de la cena solía ver una novela quela estaba siguiendo desde principio de año y que comía en bandeja ensu cuarto. La paciente sufría de un severo trastorno de alimentación,en ese momento tenía un peso de 43 kilos con un metro con setenta dealtura. En la sesión siguiente a ésta, vuelve a pedir el té con galletitas.Pedido al cual accedo. Decido incluirlo como parte del encuadre y asíse lo comunico; cuestión con la que estuvo de acuerdo. Suponía queincluir al té como parte del encuadre iba a permitir interpretarlo comoun elemento más dentro de la sesión. Luego de cuatro meses de tomarel té en el consultorio y de ir poniéndole palabras a la comida que nopodía ser comida, me refiere al entrar: “Hoy no me prepares el téporque lo tomé antes de venir”. “Has podido comer sola” le refiero.Sonriendo me dice: “Sí, y además almorcé. Estoy comiendo con doscompañeras de trabajo y no me da asco la comida. Vos sabés que siahora como con alguien, no tengo miedo de comer. Todavía no puedo

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cocinarme y tengo que poder porque ya estoy grande y no puedoesperar que mamá me prepare la comida, aunque me encantaría que lohaga, pero ella no puede hacer eso, no sabe. ¿Sabés que aumenté cincokilos en este tiempo?”. “Estás contenta” le digo. “¡Y sí! Y lo mejor esque ahora tengo ganas de comer, aunque esté angustiada; aunque llore,como igual” refiere con alegría. Luego de esa sesión, volvió a pedirmeel té en algunas sesiones pero luego de un tiempo esto dejó de estarpresente.

De más está aclarar que éste también fue un pedido que mesorprendió pero que decidí tomarlo e incluirlo como elemento delencuadre debido a la patología que presentaba la paciente en unmomento en donde la angustia le impedía comer y el peso de lapaciente era realmente bajo. Dadas esas circunstancias, el pedido de lapaciente fue tomado como el surgimiento del deseo de comer. Claroestá que representé el lugar de una madre que le daba de comeralimento y no palabras que, para otros pacientes, pueden resultarsuficientes. La interpretación se centró en la posibilidad de poderdiferenciar que el comer se puede independizar de los afectos, espe-cialmente la angustia y la bronca, dos afectos que le imposibilitaban“pasar bocado”. El material es un recorte abreviado de lo sucedido yaque el sentido del alimento, el vínculo con la madre y sus propiosdeseos y fantasías pudieron ser analizados a partir de este hecho, elcual fue tomado por la paciente como una experiencia concreta de quepodía comer a pesar de estar angustiada.

Entre el agieren y el enactment, del actuar al jugar

Algunas veces tenemos la oportunidad de trabajar a través de lapalabra casi con exclusividad. Otras veces, la oportunidad se presentaen el terreno de la puesta en escena y el analista se transforma en unactor al cual le asignan un papel protagónico. A veces, el acto, puededurar un tiempo prolongado hasta poder ser decodificado. Otras, tansólo el instante que dura un acto impulsivo. Pero, seguramente, el finalse anuncia con la aparición de palabras que nominan a la obra.

Puesta en acto, pasaje al acto, enactment, acto, acting out y tantas

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formas de nombrar lo diversamente semejante. Diversamente seme-jante en tanto que hay fronteras entre estos conceptos que aún no estándel todo claras. Cada uno de estos conceptos se refiere al campo de laacción y ése es su denominador común aunque, según las escuelas quelos han desarrollado, implican posicionamientos teóricos y técnicosmuy diferentes. (Freud, 1914; Lacan, 1962; Jacobs, 1986; MacLaughlin& Morton, 1992; Sánchez Grillo, 2004; Cassorla, 2011)

Aquí el planteo es más sencillo aunque no menos complejo. Noharé un estudio detallado de cada uno de los términos ya que no resultael objetivo del trabajo. A pesar de lo cual me referiré a algunos de ellosporque dan cuenta de lo que será desarrollado. Me interesa referirmea hechos clínicos que se desarrollan en primer término en el campo dela acción y su relación con el jugar.

Las viñetas clínicas muestran hechos que generan sorpresa, des-concierto y, a veces, malestar en el analista. Han tenido curso en elconsultorio e implican a la figura del analista. En esto se diferenciande aquellas actuaciones que suceden fuera del consultorio. Suelen serrepentinos y el analista es demandado a actuar. Se desarrollan casicomo una obra teatral, en donde el analista sabe que algo de lo no dichoestá siendo puesto en acto pero aún no sabe el título de la obra. Desdeesta conceptualización diríamos que estos hechos comparten algo delagieren freudiano y del enactment inglés.2

En un interesante y minucioso trabajo, Krakov (2009) realiza unestudio del concepto agieren refiriendo que el término conlleva unapolémica aún no resuelta. En su estudio, define dos sentidos posiblesdel término:

“Por un lado, lo actuado serían recuerdos representados. No recor-dados, ni espontáneamente recordables por el paciente, por estar enestado inconsciente. Se caracterizarían por ponerse en acto, parti-cularmente en relación con el analista. El agieren en sesión puedeconsiderarse así un efecto del dispositivo analítico. Por el otro,

2 Ambos términos, agieren e enactment, serán referidos sin traducción ya que las mismasimplican deslices hacia otros sentidos abrigados por diferentes escuelas psicoanalíticas.

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remite a lo irrepresentable. Patrimonio de la pulsión de muerte,daría cuenta del fracaso de la representación y de la palabra.Correspondería entonces considerar el agieren un indicio delfuncionamiento psíquico con defecto porque ‘ya no se trata simple-mente de represión sino de la destrucción del pensamiento’ (Green,A. op. cit)”. (Krakov, H., 2009; p.7).3

Dentro de la clínica, difícilmente pensemos en cuadros puros ygeneralmente entendemos, aunque no siempre hay consenso unívocoentre los analistas, que la represión como patrimonio de la neurosiscabalga junto a la escisión del Yo como dominio de patologías deborde. Por ello es que en las neurosis también encontramos núcleosescindidos susceptibles de ser puestos en acto. Por tanto, el agierenfreudiano como parte del dispositivo analítico, permite el acceso tantoa contenidos reprimidos como aquellos aún no representados.

Una acción puede ser un acto que se realiza sin palabras. Algo deesto se trasluce en las viñetas. Claro está que los pedidos de lospacientes se han acompañado de palabras pero algo del sentido de laescena está fracturado. Algo de lo indecible se pone en juego a travésde un pedido de accionar conjunto. Pareciera que las palabras allí noalcanzan y la solicitud surge en un escenario concreto y tangible. Tanmaterial y concreto como lo es una bufanda, un té con galletitas o uncajón para guardar objetos. El terapeuta se ve interpelado a hacer algo.Se le solicita una respuesta inmediata la cual conlleva una toma dedecisión. Decisión que de él depende. Me refiero que frente a lapregunta del sujeto, el analista toma una decisión: responde enpalabras, responde en acto o no responde. Sólo sabrá en un a posterioriel sentido de la actuación compartida. El acto sólo puede ser pensadoy hablado luego de que haya acontecido. Este a posteriori también escaracterístico del agieren. Son demandas 4 que, según el posiciona-

3 Los destacados son del autor. La obra citada de André Green es en el contexto de unaentrevista que Fernando Uribarri le realizara sobre la temática “La representación y loirrepresentable” (Revista de Psicoanálisis; Nro 6, 1998-1999).

4 El uso del término demanda, en todo el trabajo, es desde su etimología y no desde unmarco teórico lacaniano.

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miento teórico y técnico, pueden encontrar o no una respuesta. No haygarantías de lo que sucederá luego aunque ello no implica que nopodamos reflexionar al respecto. Se intenta, a partir del material clínico,dar cuenta de que en el aprés coup el acto cobra sentido en tanto puedeir siendo bañado en palabras. Ello lo mantiene en un nivel de incertidum-bre difícil de sobrellevar, al menos para el analista, en tanto que, en elmomento en que acontece, se carece de conceptos como para nominarla escena. Se espera a que en un segundo tiempo emerja el sentido, através de recuerdos, sueños, afectos, símbolos, palabras, etc. En lasituaciones clínicas descritas notamos que los recuerdos aparecen luegopero el eje central, a mi entender, no es la emergencia de recuerdos sinoque éstos vayan acompañados de afectos. De lo contrario caemos en laposibilidad de racionalizaciones espurias por parte del paciente. Esa esla atmósfera afectiva que se vivenció con posterioridad a los actosdetallados. Otro eje central, es la emergencia de un vínculo diferente, unmodo novedoso de vincularse con otro sujeto. Así lo refieren lospacientes de las viñetas: en la primera hace referencia a un otrocontinente que puede alojar contenidos mentales, más allá de lo doloro-sos o desagradables que resulten (sería lo contrario a un cajón inodoroen el cual se evacuan contenidos y “van a parar a los caños”). En elsegundo ejemplo, surge un otro capaz de dar abrigo a necesidadesbásicas de todo ser humano (lo opuesto a un vínculo frío y deshumani-zante). En la última viñeta, el analista es concretamente alguien quealimenta a un sujeto que carece del deseo de comer (lo opuesto a unpecho/madre vacíos). Los pacientes refieren que, en la escena represen-tada por ambos, hay algo diferente de lo que parecía no haber registro.Quizás hayan operado, vía identificación, mecanismos psíquicos apartir de los cuales los pacientes comienzan a internalizar algo de lo quela analista hubo realizado: contener elementos psíquicos para sertransformados,5 sentirse abrigados por otro que resulte confiable parapoder abrigarse –en este caso desabrigarse sin temor al derrumbe–,desplegar sin miedo el deseo de comer con la consiguiente posibilidadde alimentarse por sí mismo.

5 Idea que se enraíza en los desarrollos bionianos.

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Intentando un posible recorrido del término enactment, MacLaughlin (1992) enuncia su etimología:

“In ordinary speech and dictionary definition, the word enactmentsuggests an action whose purpose, force, and intention are raised tohigh intensity. That intensity gives concreteness and actuality to itsimpact on the implicit other person in the field of action. It is thenan act, the intention of which is to persuade, or to force the other intoa reciprocal action” (p. 827).6

Se entiende que el concepto es específicamente vincular y fuerza alotro a un accionar recíproco. Las preguntas formuladas por lospacientes conllevan ese forzamiento.

Asimismo, tomando palabras de Borensztejn, para definir el con-cepto desde el marco teórico psicoanalítico, la autora refiere que elenactment:

“Expresa la idea de una forma de actuar dentro de la situaciónanalítica. El paciente pone en acto sus relaciones de objeto internoprimitivas a través de la transferencia de éstas sobre el analistaquien las percibe a través de la presión que se ejerce sobre sucontratransferencia, involucrándose en una forma de sutil acción.Acepta el rol o lo rechaza lo que da como resultado un tipo devínculo que es un enactment en conjunto de la relación entreambos” (Borensztejn, 2009; p. 180).

Enactment y agieren, desde mi perspectiva, son conceptos esen-cialmente vinculares. Necesitan de otro sujeto como para desplegarsey entiendo es una oportunidad, dentro de otras que surgen en elanálisis, como para que el aparato mental pueda, elaboración psíquica

6 “En el lenguaje corriente y según la definición del diccionario, la palabra enactmentsugiere una acción cuyo propósito, fuerza e intención están elevadas a una alta intensidad.Dicha intensidad brinda concretud y realidad al impacto sobre la otra persona implicadaen el campo de acción. Es entonces un acto, con la intención de persuadir o forzar al otroen una acción recíproca” (la traducción es de la autora)..

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mediante, procesar contenidos reprimidos o escindidos. En este sen-tido me resulta más clarificadora la idea de vínculos internalizados quela de objetos internos aunque ello no excluye la posibilidad de que enel vínculo se actualicen objetos internos. Ya sea por lo que estuvopresente en la historia del sujeto o lo que llama la atención por suausencia –en el sentido de lo que nunca estuvo y no de aquello que setuvo y se perdió–. Allí nos deslizamos hacia los conceptos de negati-vidad e irrepresentabilidad.

Lo que muestran las viñetas clínicas son situaciones extremas queno se presentan usualmente en la clínica, al menos en la mía, y endonde nos encontramos haciendo algo que nos sorprende y nosinterroga nuestro posicionamiento como analistas. El escribir acercade estos hechos inaugura un espacio de interrogación y reflexióncompartida con los lectores. Coincido con Borensztjen en que lapresión se siente en la contratransferencia pero no siempre se mani-fiesta como una “sutil acción” por parte del analista. La etimología dela palabra parece hablar de un accionar recíproco cargado de una altaintensidad afectiva. Al menos estas viñetas denotan que la sutilezaquedó a un lado e interrogan acerca del valor del acto del terapeuta.

¿Tiene valor el acto del terapeuta? ¿Queda cercenado a conceptoscomo contraactuación o contraidentificación proyectiva, entre otros?Krakov (op.cit, 2009) menciona la ponencia de Fred Busch en el paneldel 46° Congreso de IPA en Chicago (2009) y refiere:

“El Dr. Busch entiende la aparición en sesión de actos de parte delos pacientes como lenguaje-acción. La explicación que nos acer-ca, remite al desarrollo del pensamiento conceptual en el niño, quereemplazaría el acto motor. El lenguaje-acción sería patrimonio delo irrepresentable, en el mismo sentido en que lo piensa AndréGreen desde la perspectiva de psiquismo primitivo” (p.13).

En las viñetas queda expresado, a través de este lenguaje-acción, elpedido de satisfacción de necesidades tan primitivas como ser alimen-tación, abrigo entendido en el sentido del holding y handling winni-cottianos, o un aparato psíquico continente de elementos psíquicos

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susceptibles de ser transformados. Hablamos de logros evolutivos quese dan en un desarrollo saludable. Interesante punto de vista planteaKrakov, siguiendo sobre la ponencia de Busch, al referirse que hastalos 7 años el niño no dispone de un sistema cognitivo integrado en elcual pueda organizar el mundo de manera independiente de losreferentes de la acción. Antes de ese momento, el pensamiento delniño queda supeditado a un sustento motor. Pensamiento que coincidecon entender que en los actos hay algo que no puede aún ser puesto enpalabras y que la manera en que el paciente fuerza al analista a actuarrecíprocamente obedece a fallas en la integración cognitiva. Paradecirlo sencillamente, el paciente no puede hacer otra cosa que actuary demanda al analista a actuar en el nivel de concretud que él puedeentender. Dicho nivel está constituido por acciones y no por palabras.La tarea analítica consiste en ir ampliando el campo de las represen-taciones mentales ligadas a la palabra. Será además la de “tratar demodificar el carácter inevitable de la acción, convirtiéndola en laposibilidad de reflexionar mediante la representación de lo que antesera irrepresentable, y por lo tanto se expresaba en lenguaje-acción.Esta es la base de la capacidad para el insight”. (op.cit. p. 12).

Lo sucedido luego de la primera demanda de cada uno de lospacientes, desde mi perspectiva, da cuenta de que el lenguaje-acciónfue cediendo paso a los afectos obturados, a la aparición de recuerdosque ampliaban el universo de representaciones mentales. Asimismo ala aparición de símbolos (cajón inodoro, mamá-heladera, canción paratomar el té) que permitieron una tramitación de experiencias trauma-tizantes. Del mismo modo, cada uno de estos sujetos pudo transformarel lenguaje-acción por un mundo enriquecido de palabras. Nótese queellos mismos dejaron a un lado las demandas en el plano de la accióny el cajón fue desalojado, la bufanda devuelta y se prescindió del té,cada cuestión con las posteriores transformaciones mentales (apari-ción de símbolos,7 sueños, temperatura corporal acorde a la real).

7 Si el símbolo representa aquello que no está presente, diría que “cajón-inodoro, mamá-heladera, canción para tomar el té” estarían representando, en un nivel simbólico, conteni-dos escindidos susceptibles de transformaciones a través de la palabra y no ya en acto.

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Una nota acerca de la acción específica freudiana

El análisis de estas situaciones clínicas con demandas tan primarias–como ser la de alimentación, contención y abrigo– rememora lanoción de acción específica como una acción que, inicialmente,sobreviene del mundo exterior para calmar el displacer. Se calma unanecesidad en un momento en donde el deseo está en ciernes y necesitade una acción como para que pueda instalarse un sujeto deseante, unsujeto vivo.

En 1895, Freud nos decía:

“El organismo humano es al comienzo incapaz de llevar a cabo laacción específica. Esta sobreviene mediante auxilio ajeno (…) unindividuo experimentado advierte el estado del niño” (p. 362). Unavez calmada la sensación displacentera, nos anuncia que “el todoconstituye entonces una vivencia de satisfacción, que tiene las máshondas consecuencias para el desarrollo de las funciones en elindividuo” (p. 363).

Esto corresponde a la misma línea de pensamiento en la que Freudsostiene que las pulsiones sexuales se originan apuntaladas sobre lasde autoconservación, sólo secundariamente se independizan de éstas.Nótese que en los pacientes de las tres viñetas, hablamos de necesida-des de autoconservación: alimentación, abrigo, aparato psíquico quecontenga sus propios contenidos mentales.8

¿Será que ciertas acciones específicas del analista permitiríaninstalar una corriente deseante en el sujeto? Si tomamos, por ejemplo,la necesidad de alimentación de la viñeta 3, cabe pensar en una doble

8 Cabe aclarar que la alimentación es la que claramente considera Freud como pulsión deautoconservación básica. Por otro lado la necesidad de abrigo, es considerada en estetrabajo como el holding y handling winnicottianos y en este sentido se incluyen comonecesidades del Yo, también básicas, para las cuales se depende de un objeto externo real.Por último, la posibilidad de que el aparato psíquico pueda albergar sus propioscontenidos mentales, refiere a las nociones bionianas de transformación de elementos conla consecuente capacidad de rêverie materna.

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partida del deseo. Por un lado un sujeto que desee alimentarse y porotro alguien que desee alimentar. Al tiempo que se instala estadinámica vincular, aparece el deseo de jugar. Luego de la presentacióndel alimento por parte del analista es que la paciente se pone a cantar–tomo la canción y el canto como un fenómeno complejo en donde lapaciente comienza un proceso de elaboración y simbolización deexperiencias traumáticas en el vínculo con su madre–.9

Esta sucesión de hechos me recuerda a lo que Donald Winnicott(1979) nos dijo acerca de la psicoterapia: “la psicoterapia se realiza enla superposición de las dos zonas de juego, la del paciente y la delterapeuta. Si este último no sabe jugar, no está capacitado para la tarea.Si el que no sabe jugar es el paciente, hay que hacer algo para que puedalograrlo, después de lo cual comienza la psicoterapia” (p. 80). Cuandoeste autor nos habla de juego, no lo deja en el terreno exclusivo de lainfancia sino más bien lo refiere como actividad creadora de todapersona. Sus palabras resultan contundentes: el analista que no sabejugar está incapacitado para realizar su tarea.

El psicoanálisis se forjó desde la talking cure como métodoterapéutico en donde la palabra hablada tenía un valor primordial perotambién los actos han sido motivo de investigación en Freud (1905,1914) desde los inicios. La palabra ha tenido su rol central en cualquieranálisis de adultos. Y lo sigue teniendo. Tan sólo que el analistaconfronta con situaciones que se extrapolan más allá de la palabra yson precisamente aquellas que serán conducidas nuevamente al ordendel lenguaje. Para lograrlo, surgen espacios de transición entre el actoy la palabra. En esa interfase, se encuentra el jugar.

Hay momentos en donde no cabe la posibilidad de representacióna través de símbolos, incluida la palabra que simboliza la cosa ausente.Se demanda una presencia concreta con una acción específica. No hay

9 Menciono esta viñeta quizás porque es en la que claramente aparece el placer por el cantoposterior a la aparición del alimento. No deja de ser muy diferente a cuando los niñospequeños sienten extremo placer cuando su madre o sustituto les preparan la comida y lamisma alimentación pasa a ser casi como un juego. Recordemos situaciones concretascuando la mamá juega a que el tenedor y la comida son un avioncito que entra en la bocadel niño.

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ausencia sin presencia, no puede haberla –de lo contrario la ausenciasería aniquilante. Y, si la simbolización representa la ausencia, éstasólo es posible con la presencia del analista. Presencia que es deman-dada a entrar en la escena de los contenidos no representados, lo cualnos desliza nuevamente al agieren y al enactment. Pareciera que elanalista debe hacerse notar más allá de sus palabras. “Huellas sinpalabras, con una historia desmentida más que reprimida, que desafíalos límites del análisis” dirá Susana García (2007). Son las huellas delas compulsiones, de las actuaciones, del enfermar somático que nosconducen a una técnica diferente. Técnica diferente en la que la nociónde juego da cuenta de lo que puede suceder en el encuentro con loindecible.

El jugar es una acción y la acción tendrá sentido sólo si el padecerdel sujeto puede ser transformado, en transferencia, en ese encuentrocon un otro también afectado.

Jugar

Frente a situaciones en las que el terapeuta se encuentra demandadoa realizar una acción, es posible una solución creativa: crear un juegocon el otro. Desde esta perspectiva, la puesta en escena tiene valor porsí misma, así también como lo tiene el jugar. La actuación y el jugarposibilitan la elaboración de las experiencias traumáticas in presentiay con ello, su representación mental y simbolización.

Valeros (1997, p. 188) toma para el verbo jugar algunas de estasdefiniciones de los diccionarios Oxford y Webster:

– “comprometerse seriamente;– participar de un juego reglado;– jugar un papel en representaciones dramáticas”.Más adelante brinda definiciones tentativas de juego creativo:– “es la búsqueda de interrelaciones, de las pautas que conectan lo

subjetivo con el mundo exterior.– Es una conducta compleja de momentos de hallazgos sorpren-

dentes para el sujeto que juega –el descubrimiento de las pautas queconectan los dos mundos”. (p.194)

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Estas descripciones, tanto del jugar como del juego creativo,recuerdan a lo que venimos desarrollando alrededor de los conceptosde agieren y enactment. Ambos términos conllevan la idea de repre-sentaciones teatrales en un escenario compartido por el analista. Losactos descritos en los ejemplos clínicos no dejan de ser una búsqueda,seria y comprometida, de un sentido que nomine la obra. La búsquedade relaciones entre el mundo subjetivo y el mundo externo da cuentade la transicionalidad del espacio en el que se desarrolla. Se incluyeademás, la noción de juego reglado ya que en el encuadre analíticoexisten reglas y, a pesar de que ciertos hechos clínicos modifiquenalgunas de esas reglas transitoriamente, es en el a posteriori que surgeel sentido de esa modificación del reglamento.

Acto espontáneo –condición compartida con el jugar– y nuevo entanto no es repetición de situaciones anteriores. Se edita por primeravez en un vínculo diferente, en una zona de transición. La transiciona-lidad daría cuenta de fenómenos como estos en tanto que, a partir dela presencia del otro, puede instalarse una zona de juego en dondepaciente y terapeuta se implican mutuamente en un juego que daráespacio al símbolo “cajón inodoro”, “mamá heladera”, “canción paratomar el té”. Todos ellos representan algo de lo que no estaba dicho,algo que estaba desligado de la historia y de su sentido.

“Jugando, el niño dice toda clase de cosas que tienen el valor deasociaciones genuinas” nos dijo Melanie Klein (1926) hace ya muchosaños atrás. Así tanto como Winnicott nos legó la idea del juego en suvalor terapéutico. ¿Será lícito pensar las puestas en escena de pacien-tes adultos a modo de juego? Pienso que es una manera posible depoder instalar, en transferencia, aquello que aún no encuentra simbo-lización en el lenguaje pero sí puede hallarla a través de la acción.

Sánchez Grillo (2004), quien emparenta los conceptos de juego conenactment, es muy clara cuando dice que “podemos entender lasacciones manifiestas en las representaciones dramáticas o lúdicascomo una búsqueda de representación simbólica a través del lengua-je”. Acuerdo con lo que expresa y lo hago extensivo a los análisis deadultos que encuentran, bajo la forma de puesta en acto o enactment,una manera de expresar aquello para lo cual aún no hay representación

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verbal. Si el analista juega el juego propuesto quizás se dé la chancedel surgimiento de un nuevo sentido. El jugar implica un riesgo aunqueno muy diferente del de analizar sujetos con serias fallas en eldesarrollo y estructuración del Yo. Estos son quizás los casos quepresentan mayor dificultad y mayor desafío en nuestra práctica diaria.

Perspectivas acerca de la simbolización

Algunas últimas consideraciones acerca de un concepto que hacirculado en el presente escrito. Hemos hablado de la simbolización ycapacidad de poner en símbolos. Si bien entiendo que es un términocon el cual acordamos generalmente sin necesidad de justificarlo,resulta curioso un posible doble sentido que está en concordancia conlos dos sentidos posibles del agieren. Por un lado, el simbolismo delestructuralismo alude al símbolo como representación de una ausen-cia. En este sentido se dice que la palabra mata a la cosa. La palabra,como símbolo, sería la presencia de una ausencia. Ausencia que seforja a partir de la presencia de la cosa. Este posicionamiento alude alestructuralismo. Desde otra perspectiva, encontramos a Paul Ricoeur.Alejandra Bertucci, en alusión a este filósofo, refiere al símbolo como“la representación sensible de aquello de lo que no tenemos conceptoy que por tanto genera un trabajo de reflexión inagotable parasignificarlo” (p. 5). En palabras de Gadamer (1996) “el símbolo no esuna mera señalización o fundación arbitraria de signos, sino quepresupone un nexo metafísico de lo visible con lo invisible” (p. 111).

Aquí interesa el posicionamiento de Ricoeur, ya que hablamos deintentar representar aquello de lo que carecemos de concepto. Allícedo el lugar a los actos. Estos son mudos de palabra, no así desensibilidad. Están cargados de una intensa carga afectiva, tanto parael paciente como para el analista. Es allí en donde Ferenczi (1913) diceque el símbolo no es de orden intelectual sino de orden afectivo.

La palabra es una de las tantas posibilidades de relación simbólica,aunque no la única. En donde la simbolización como proceso hasufrido sus avatares, el lenguaje del afecto cobra primacía. Si “consi-deramos al afecto como una manifestación de la pulsión en la vida

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psíquica y al movimiento ligado al objeto analista como una manifes-tación de los movimientos de ella hacia el objeto, podemos entenderlas acciones manifiestas en las representaciones dramáticas o lúdicascomo una búsqueda de representación simbólica a través del lenguaje”(Sánchez Grilllo, 2004, p.417). Asimismo, todas aquellas manifesta-ciones que no se expresan en palabras y necesitan de otras formas deexpresión, son las que suponen un aparato psíquico con zonas defracturas y escisiones. Y es allí, en donde una y otra vez, repite unsíntoma que no encuentra significación por medio del lenguaje y lohace a través de las únicas vías posibles de comunicación. ¿Actuacio-nes a la espera de alguien que les permitan significarse?

El modelo interpretativo consonante con la represión en tantodescubrir un sentido oculto ya no nos es suficiente para dar cuenta deciertos hechos clínicos. Nos deslizamos a la lógica de la interpreta-ción de sentidos ausentes, de carencia de concepto, lo cual exige unesfuerzo diferente. Volviendo a Ricoeur, es el quien nos propone dosmaneras posibles de interpretar: “la primera se lleva a cabo como artede la sospecha; la segunda como recogimiento de sentido” (p. 162,Gondar, 2011). Aquí interpretar es crear sentidos pero no olvidemosque el agieren implica un doble sentido en tanto enlace con conteni-dos reprimidos y con contenidos no representados. De modo tal quelas dos maneras de interpretar son afines al doble sentido queconlleva el agieren freudiano. Devolverle a esos retazos de expe-riencias pasadas un sentido histórico, temporal y personal, hace queel sujeto sienta que vive creativamente su propia vida y desde eselugar se siente más vivo.

La simbolización se incluye, entonces, en una dimensión temporal.Significa la unión de momentos históricos separados entre sí. Volvien-do a la clínica, la paciente de la viñeta 3 menciona una madre que nuncacocinó como diferente de la situación analítica en donde aparecen susgalletitas preferidas. Aquí la unión de dos momentos históricos, elpasado y el actual, se resignifica en un momento nuevo: comercantando en presencia del analista. La reunión de la unidad fracturadase transforma en un elemento diferente que conlleva procesos dehistorización y búsqueda de sentidos.

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Elena Friszman Bosoer (2007) acuña el término de simbolizaciónhistorizante como para definir aquellas intervenciones que permitendar otro sentido a lo manifiesto recuperando el sentido activo del hacerhistoria. Son las que permiten construir una historia recuperada delpasado para reencontrar –o encontrar por vez primera– un sentido delexistir. Claro está que las ideas de Piera Aulagnier se hacen sentir enestas concepciones. Este sentido activo de hacer historia encuentraenlace con la noción de búsqueda creadora de Winnicott, en tanto queesta última debe ser un movimiento que va desde el sujeto hacia elmedio, recordando lo dicho en líneas anteriores en donde el juegocreativo implica una búsqueda de interrelaciones entre el mundointerno y el mundo exterior.

El jugar, en este contexto, forma parte de ese sentido activo a partirde cual se recupera parte de una historia innominada. En las situacio-nes clínicas mencionadas se da algo de este hacer que activa la propiahistoria para poder encontrar un sentido nuevo. Agamben nos dirá queel “juego representa la esencia temporalizante del ser viviente, suhistoricidad” (p. 105). Si tomamos como válida la frase de Agamben,las ideas de Winnicott acerca del jugar del analista vuelven con unsentido aún mayor. El juego es esencia del ser vivo, es esencia que losumerge en su tiempo y en su historia.

El jugar como recurso técnico plantea, tal como se hace con losniños, la posibilidad de elaborar y simbolizar pero, ante todo, laoportunidad de que el sujeto se sienta vivo. El jugar es un acto. Jugary actuar, dos verbos que se conjugan en la dupla terapéutica como unaconstrucción, como una creación de a dos que establece transforma-ciones duraderas a partir del vínculo.

Perspectivas sociológicas y antropológicas enfatizan que un modode establecer una conexión con gente de diferentes culturas es crearalgo juntos, sea una danza, una comida o un proyecto. Si parte delproyecto terapéutico se desliza hacia la construcción de conexiones yenlaces de palabra para que los procesos mentales se vayan transfor-mando, es que nuestra tarea se ve interpelada frente a la ausencia depalabra. El jugar, previo al lenguaje, se transforma en recurso válidopara un proyecto terapéutico simbolizante e historizante. El jugar es

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crear algo con otro que funciona como compañero de juego. El analistaes aquel que acompaña de la manera en que ese otro necesita.

La acción específica resulta necesaria en momentos de extremaindefensión y dependencia del ser humano. Podríamos pensar quetomar el té con una paciente en extrema dependencia y vulnerabilidadfísica y psíquica, es parte de una acción específica. Acción específicaque conduce a la misma paciente, meses más tarde, a comenzar aalimentarse por ella misma y ganar peso. Acción específica delterapeuta que permite la instalación de una corriente desiderativa quese liga a Eros y al deseo de comer, al deseo de vivir. Deseo que surgea partir de otro deseante y quizás con ello se favorezcan nuevasidentificaciones y posibles integraciones en un Yo desnutrido.

Si repasamos las viñetas, tanto la bufanda como el cajón delterapeuta pueden funcionar del mismo modo. Son acciones específi-cas de contención, de abrigo o alimentación que corresponde anecesidades muy primarias en momentos en donde el lenguaje aún nofiguraba. Cajón inodoro, mamá heladera y la Canción para tomar el té,tienen su importancia en tanto son creaciones simbólicas de cadapaciente. La palabra del analista permanece muda hasta que el pacienteautoriza el juego de palabras e interpretaciones. Antes de ese momen-to, la suspensión de las hipótesis teóricas en el analista permite, alpaciente, desarrollar su propio juego y con ello, sus propias construc-ciones simbólicas. Puesta en escena de experiencias pasadas que nohan encontrado el acceso simbolizante del lenguaje. Allí, técnicamen-te, sería una exigencia inapropiada del analista exigir palabras dondeno las hubo, donde no las hay.

El jugar: un posicionamiento teórico y práctico del analista

El jugar implica un modo de vincularse diferente. Ésta es laperspectiva que interesa acentuar. Imposibilidad de anticipación yespontaneidad son características de este jugar. En los tres casosclínicos el juego favoreció aperturas a nuevos conocimientos y re-flexiones. Coincidentemente permitió la reconstrucción de escenaspasadas y el recuerdo de experiencias pero también la mención a

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experiencias emocionales nuevas. El eje no tiene que ver necesaria-mente con el surgimiento de experiencias pasadas en tanto hacerconciente lo inconsciente. Se sitúa, por sobre todo, en el surgir deafectos obturados enlazados con experiencias vividas necesarias deincluirse en el entramado histórico. Éste es el modo de hacer activa lapropia historia.

Hay explicitado un posicionamiento particular del analista respec-to del jugar en sesión con pacientes adultos en ciertos momentos endonde un determinado hecho, en el cual estamos inevitablementeimplicados, nos sorprende. Podemos tomar perspectivas teóricasdiferentes respecto del sentido de la demanda pero el sentido de estaperspectiva radica en la apertura práctica que como analistas podemostener frente a estos hechos. Permitir que se desarrolle un juego es elaspecto acentuado en este trabajo. Jugar el juego como recurso posiblepara que contenidos no representados se enlacen en cadenas derepresentaciones mentales y simbólicas.

Este enfoque considera ya como creativa la propuesta de juego delpaciente. El sujeto realiza una propuesta espontánea al analista.

Cabe la pregunta ¿es necesario jugar el juego de estas puestas enescena? Es necesario en tanto se lo incluya como una posibilidadtécnica, entre tantas otras. La posición técnica del analista se debate entransferencia con cada paciente y desde este punto de vista, resultadifícil generalizar cualquier posicionamiento técnico. La razón por lacual veo en este jugar del analista, en los casos clínicos aquí expuestos,una necesidad técnica está dada por la misma propuesta del paciente.Jugar el juego propuesto por el paciente sin intentar modificarlo poruna forma más conveniente para el método, sin forzar una interpreta-ción verbal en un momento en donde el canal de comunicación es otro.La experiencia clínica demuestra que tiene sentido y es una apuestatécnica y estratégica para analizar aspectos internos que no han sidoposibles de ser ligados a una cadena de sentidos. Aspectos internosligados a experiencias traumáticas, la mayoría de las veces vinculares.Razón por la cual, quizás, sea necesario un otro que pueda desempeñaresa otra función o, en palabras de Freud, una acción específica. Queayude a encontrar el concepto de lo que aún no se ha dicho, en palabras

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de Bertucci. La noción de jugar en sesión implica un posicionamientofrente a otro sufriente y una comprensión diferente de un determinadohecho clínico que se manifiesta bajo la forma de una acción, de unhacer.

Una última frase: “la creatividad es, pues, el hacer que surge del ser.Indica que aquel que es, está vivo” (Winnicott, 1979, p.48). El jugares un hacer que surge del ser, tanto del paciente como del analista. Sipodemos jugar, estamos frente a un proceso terapéutico complejo ycreativo que va tejiendo un entramado yoico sobre el cual el sujetosentirá que está vivo.

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La clandestinidad. Su relación con larepresión y la desmentida

Carlos Moguillansky

Introducción

En los albores del psicoanálisis, el fenómeno disociativo formóparte del debate entre P. Janet y S. Freud sobre lo psíquico inconscien-te. Algo más de cien años después, la historia de la clínica ilustra queambos pensadores tenían razón, pues tanto la represión de lo incons-ciente como la disociación del Yo son estrategias defensivas delpsiquismo ante el dolor y la angustia. Quizás hoy, a la distancia, vemosque esos mecanismos no son tan ajenos ni tan excluyentes entre sícomo se los pensó al calor del debate inicial. En su mutua sinergia, larepresión, la desmentida y la disociación colaboran en conjunto en unamisma estrategia defensiva. El mejor conocimiento del rol de ladefensa maníaca en el desarrollo de las adicciones y los polimorfismossexuales mostró la importancia del par desmentida/disociación en laestructura neurótica, echando por tierra la esperanza inicial de haberencontrado en ellas una clave para distinguir entre la neurosis y ladepravación sexual.

La comprensión de M. Foucault de las historias de la sexualidad, laanormalidad y la locura (1984-6,1 1954 y 1997,2 1999,3 20034) ilustró

1 Foucault, M. Histoire de la sexualité I, II et III. Paris, Gallimard, 1984 y 1986.2 Foucault, M. Maladie mental et psychologie. Paris, PUF, 1954 y 1997.3 Foucault, M. Histoire de la folie à l’âge classique. Paris, Gallimard, 1999.4 Foucault, M. Le pouvoir psychiatrique. Curso 1973-4. Paris, Gallimard, 2003.

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el esfuerzo por encontrar un discurso que diera justificación en el planomédico a un desorden manifiesto en el plano moral-jurídico. Eseesfuerzo marcado por la exigencia jurídica encontró en la perversióny en la locura a dos entidades nítidas en su delimitación clínica, peroaún borrosas en su definición conceptual y metapsicológica. Esaparadoja tiene su explicación. La clínica dependía del recorte moralprecedente, pero la explicación metapsicológica exige un esfuerzo deprecisión aún por lograr. Llevó tiempo distinguir la locura histérica dela psicosis esquizofrénica (Maleval, J. C., 1987 5) y fue necesarioadentrarse en su intimidad para comprender que la falta de juicio derealidad no era un parámetro diferencial. El juicio de realidad se alteraen muchos fenómenos que hoy se consideran no psicóticos, como lalocura, la confusión aguda, los fenómenos tóxicos, etc.

Otro tanto parece necesario realizar para distinguir la depravaciónsexual de la neurosis, en tanto la desmentida y la disociación del Yo,que fueron proclamadas como defensas específicas de la primera,resultaron ser defensas neuróticas usuales. Veamos los hechos en elsiguiente ejemplo de un psicoanálisis. Una joven inteligente y exitosa,a quien llamaré Zulma, describe el siguiente dilema en su vidaamorosa: sale hace bastante tiempo con otro joven, a quien llamaréMarco, con quien todo es fluido y fácil; él accede a sus reclamos y estádispuesto a cualquier propuesta; aunque la vigilancia de sus celos nole da respiro y la abruma. Es precisamente esa obediente dedicación loque mayor insatisfacción le causa, pues ella experimenta que en esevínculo sin frenos ambos generan un mutuo abuso. Nada está frenado,pero falta algo esencial. Hace un tiempo conoció a otro joven, llamadoJuan, que está aquí por un breve lapso; con él ha mantenido algúnintercambio erótico limitado, pues él ha resuelto ser virgen por elmomento. Ella está sorprendida, pues no esperaba esa extraordinariarespuesta. Sin embargo, su insatisfacción con quien nada le niega esinversamente proporcional al clímax que vive en su apasionadaexperiencia con quien se niega a entregarse a ella. Ella sospecha que,cuando el joven se aleje de su vida en un par de semanas, vendrán otros,

5 Maleval, J. C. Locuras histéricas y psicosis disociativas. Buenos Aires, Paidós, 1987.

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pues su personal anhelo insatisfecho no ceja de manifestarse en esasvivencias. Su contenida vida pública contrasta con su apasionada vidasecreta.

¿A qué se niega Juan? O bien, ¿por qué debería responder? ¿A quétiranía debe obedecer? Si lo hiciera, ¿no caería en el lugar del seductorengañoso? Así se lo considera a ese personaje. Don Juan siempreengaña. O bien ¿cuál es la promesa seductora que luego rompe en sutraición? En la historia de Don Juan pronto se descubre que todosengañan a todos y que no sólo él traiciona sus promesas. La verdadclínica y la ficción se entrelazan en un clima de dobleces, mentiras amedias y autoengaños.

Ella siente que entre ambas zonas de su vida hay una frontera queno debe ser traspasada; ella no quiere abandonar sus apasionadasvivencias ni perder su vínculo con su pareja, con quien planea casarse.Igual que en la historia de Mozart,6 la clandestinidad entre esos dosmundos coincide con una división de su vida psíquica donde todos ycada uno de los personajes juega un papel definido. La vigilancia y larestricción del mundo clandestino son parejas con el clima apasionadoparadójico. Aunque Zulma manifiesta su pasión amorosa secreta conJuan sin la restricción propia de su vida pública con Marco, tambiénes cierto todo lo contrario, pues su mundo clandestino tambiénrestringe su vida amorosa; hay un claro límite en su relación transitoriay secreta y en la franca limitación sexual que su amante virginal leexige.

Ella comprende que su auto restricción se vincula a su temor aldescontrol de un deseo que le es aún desconocido. Sin embargo, ellasabe que ese deseo es esencial y que necesita encontrar su satisfacción.Lo más llamativo de la situación estriba en que su vida pública, alaparentemente permitirlo todo, impide que surja eso esencial. La faltade una restricción que diferencie con claridad el deseo de cadamiembro de la pareja, los arroja a ambos a una zona de abuso mutuo.

En ese clima posesivo, ella experimenta como un abuso que Marcole prohiba ser ella misma y desear con libertad, pues eso configura una

6 Mozart, W. A. (1787) Don Giovanni, ópera en dos actos con libreto de Lorenzo da Ponte.

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deslealtad. La vigilancia celosa atribuida a Marco encubre la vigilan-cia interior que impide la espontaneidad de su deseo. Ella debe acudira un escenario secreto para sentir que es ella misma, alejada ydisociada de ese Superyó exteriorizado que la culparía por unatraición. Como corolario, la tiránica libertad aparente de su vida conMarco encubre una severa limitación para la expresión de su deseo,que debe apelar a la clandestinidad para expresarse; a su vez, laaparente libre expresión del deseo clandestino encuentra una sorpren-dente limitación que envía a Zulma al desengaño; su ilusorio Juan faltaa la cita, la engaña y no le brinda la ilusión prometida. Detrás de ellos,el invitado de piedra clama por su porción de goce superyoico en esacomida que ha resultado bastante frugal.

La traición de Zulma a Marco indica un vínculo narcisista. Supromesa de lealtad y la culpa por su traición son parte de ese amor malentendido y del vínculo de poder de su Yo con su Superyó. Lapsicopatología del amor infiel no es un hecho clínico inusual en elterreno de la neurosis. La expresión del Superyó en un vínculo generadisociaciones del Yo: ellas propician una zona secreta de desmentidaparalela a la ignorancia del personaje que vigila, el Superyó. Esnecesario que alguien no sepa. Las conductas secretas del neurótico nonecesitan ser locuras (Green, A., 19727), pues surgen en el funciona-miento neurótico. Al llamarlas locuras privadas se instala un prejuiciorespecto de la desmentida y se la reserva como una defensa loca, ajenaal Yo neurótico ordinario.

Discusión

La manifestación sólo es posible en un marco de restricción, de otromodo se está expuesto a la emergencia de angustia. Se debe restringirpara que se pueda manifestar. Esa fórmula es un factor común a larepresión y a la negación, tal como Freud lo señaló en su texto sobreel tema (19258), pero en la viñeta, esa fórmula ocurre en el terreno de

7 Green, A. (1972) De locuras privadas. Amorrortu. Bs. As. 1996.8 Freud, S. Die Verneinung. Imago: 217. 1925.

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la disociación clandestina. En la tópica de la clandestinidad, algo semanifiesta sin tropiezos si se mantiene la frontera que disocia elvínculo del Yo consigo mismo y con el Superyó. Freud describió esadefensa en el fetichismo (19279) y en la perversión (194010). Alestudiar la conducta neurótica a la luz de esa estrategia defensiva, seobserva con mayor detenimiento la estricta frontera clínica trazadaentre las locuras, las defensas perversas y neuróticas, y se advierte queellas mudan su carácter a partir de la eficacia de la metáfora. La locuray la vivencia perversa no son estructuras estancas ni estables yencuentran un punto de bisagra con la condición neurótica cuando unametáfora introduce su cuña. La metáfora produce una restricciónrepresiva que reemplaza la que el par de la desmentida /disociacióndistribuye a ambos lados de la frontera clandestina. Este hecho seobserva en la eficacia de la interpretación mutativa: “su éxito dependede la producción de un cambio defensivo cuando encuentra unametáfora que muda la desmentida transferencial en una negaciónnarrativa”. (Moguillansky, C. 201111).

La historia de Don Giovanni, “il disoluto punito”,12 ilustra que elSuperyó no es ajeno a sus andanzas. En la aventura amorosa delpersonaje y sus damas seducidas se ve el juego de apariencias, engañosy secretos que pueblan la conducta de todos y todas; todos engañan yse engañan en la desmentida disociada de sus juegos. El tenuemurmullo de comedia de las aventuras, las hazañas sexuales e infide-lidades femeninas cede terreno al final ante la fuerza vengativa delSuperyó. La culpa atribuida exclusivamente al bribón exculpa a todosde sus propias travesuras. Todos pueden irse tranquilos a casa, unanueva disociación, ahora moral, los tranquiliza, mandando al infiernoal criminal y al cielo a las almas nobles de sus aparentes víctimas.Surge un mensaje doble, el crimen castigado no es tanto la violencia

9 Freud, S. (1927) “Fetichismus”. Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse.10 Freud, S. (1940) Die Ichspaltung im Abwehrvorgang. Internationale Zeitschrift für

Psychoanalyse.11 Moguillansky, C. (2011) Observación de la negación y la desmentida en el relato clínico.

[email protected] Literalmente, el disoluto castigado, en italiano.

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que asesina a un padre, que transcurre impune durante toda la ópera,sino la arrogancia de bromear con él, ya difunto; mientras tanto, elengaño del amor es una aventura pasajera que el mismo amor perdona.La justicia aparta al criminal, y con él, distingue el crimen de DonGiovanni de los pecadillos menores que salpican a los otros persona-jes. Strictu sensu, la ópera sostiene la vigencia del par disociación/desmentida de su denuncia inicial pues, salvo la condena de donGiovanni, los juegos disolutos del amor son perdonados; al fin y alcabo las tribulaciones de Zerlina, Masetto, Elvira y Leporello sonejemplos inocentes de los engaños, tramoyas y emboscadas del amorneurótico. No es que Mozart no crea en el amor, pues incluye el amorde la esposa por el esposo, el del padre por su hija y el de la hija porsu padre; él sólo intenta establecer una diferencia entre los juegos delamor y el crimen de don Giovanni.

Tanto disfraz y tanto engaño indican la presencia de un granvigilante que surge por doquier: en cada uno de los engañados, en cadavíctima seducida y en el público invitado a ser un Big Brother (Orwell,G. 1949)13 en la cita inventada por el espectáculo. El gran vigilante yla disociación que engaña son parte de un mismo esquema; no hay unosin el otro. La aparente necesidad de autonomía que se busca en elespacio clandestino no hace otra cosa que confirmar una y otra vez almirón que vigila, poniéndole el sombrero a quien se busca evitar. ElSuperyó iluminado por Big Brother es un ser omnisciente que vigilatodo y su mirada es una lectura inquisitiva de los pequeños gestos quepretenden disimular a un sujeto libre, que sólo logra ser un esclavoclandestino.

En la actividad clandestina se suman el deseo de autonomía y unpegadizo tedio que surge cada vez que la vida se vuelve una rutina. Esetedio, conocido en las adicciones y en las acciones impulsivas (Liber-man, D., 195814), resulta la causa y el producto de una actividadconsumista. El círculo vicioso del tedio, entonces más consumo y

13 Orwell, G. (1949) 1984. http://www.hacer.org/pdf/1984.pdf14 Liberman, D. (1959) “Psicoanálisis del alcoholismo”. Acta Neuropsiquiátrica Argenti-

na, 5:161.

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luego más tedio es el irremediable resultado que embarca al sujeto enun circuito maníaco. En él busca evitar a un ser omnipresente del juegode escondidas, al Superyó que debe saber y no saber lo que ocurre atrássuyo. Liberman destacó el vínculo del tedio con el desgaste consumistaque lleva a un clima depresivo, como lo había descripto Radó en laadicción a drogas (195615). Bajo la influencia del consumo se satisfa-cen las necesidades infantiles de dependencia que defienden de unmundo adulto hostil. Se crea un escenario ilusorio y clandestino al queno llega el dolor de la vida real, pues es transformado en el significadode un ataque hostil. El consumista pierde el contacto con el dolor ybusca un hedonismo sensorial sin el misterio de lo humano; laspersonas –Marco, Masetto o Juan– se vuelven objetos de consumo quepierden rápidamente su misterio y su potencia, lo que refuerza el tediode Zulma-Zerlina.

Don Giovanni ilustra el drama sexual de nuestra heroína, donde ellabusca en el consumo sexual con Juan lo que se le perdió en el consumosexual con Marco. En nuestra historia, el vigilante encuentra unarepresentación ideal en el teléfono celular. Al modo de un espía, élvigila y dice quien está o no está, quien responde o se incrimina;“¡quiero tirarlo al fondo del río!” Zulma grita impotente ante lainsistente vigilancia celosa de Marco, pero luego agrega que ella pensóaprovechar un resquicio que encontró en la vigilancia para disfrutar desu libertad clandestina, y luego dice que mejor no, pues tiene miedo adesbocarse. El juego de escondidas siempre termina con el mismopaso de danza e ilustra la encerrada historia de Zulma con su temor aun exceso, evitado y vigilado por su Big Brother Personal.16 Marco,el celular o su remordimiento personal intercambian puestos sinperder el lugar de un Superyó tan vigilante como celoso de su traición.En el espacio local del escenario clandestino aún se vislumbra que elconflicto de Zulma con su deseo trasciende la pequeñez de unatraición. Él se adentra en la tensión entre un anhelo y una prohibición

15 Radó, S. The psychoanalysis of Pharmacothymia. N. Y. London. Grune and Stratton.1956.

16 Juego de palabras con una conocida marca de telefonía celular, que ella mencionara ensu discurso.

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y la conduce a una escena clandestina y prohibida. Los celos presentesen la situación disociada mantienen un fuerte vínculo con el conflictorepresivo coexistente.

En el inicio de su teoría, S. Freud (190917) consideró la represión(Verdrängung) y la desmentida (Verleugnung) como dos defensascontrapuestas y excluyentes entre sí. En el historial de Hans, ladesmentida es la defensa previa a la instalación de la represión edípica.Hans ve el genital de su hermana y sostiene que es masculino ypequeño, pero le va a crecer; así testimonia su creencia fálica, dondeel falo es una posesión universal. La desmentida y la creencia seimplican y son actos concurrentes entre sí (Mannoni, O., 197918).Freud definió el rol de la desmentida en la alucinación y la describióen la amencia como una reacción defensiva ante el dolor de pérdida(Freud, S.,1915/719). Allí enfatizó el rol de la desmentida en laalucinación negativa, esto es, en la negación activa de un hechopercibido. Retrospectivamente, se desprende que la negación inicialdel duelo sería también un ejemplo de desmentida de la noticiadolorosa (Freud, S., 1916/720), lo que entabla una relación entre ladesmentida y el dolor que ha sido luego destacada en la descripciónkleiniana de las defensas maníacas (Klein, M., 1938[40])21.

Sin embargo, cuando la descripción de esa creencia normal de lapsicopatología cotidiana derivó hacia una definición de la perversión,la desmentida quedó asociada a la constitución de la creencia fetichista(Freud, S.,1927/822). El significado de la desmentida varió en la

17 Freud, S. (1909). “Analyse der Phobie eines fünfjährigen Knaben”. Int. Zeitschrift fürPsychoanalyse.

18 Mannoni, O. Ya lo sé, pero aún así. La otra escena. Claves de lo imaginario. Bs. As.Amorrortu, 1979.La creencia debe ser distinguida de la suposición y la opinión, debido a su cualidad dualcaracterística, que sostiene una idea y la contraria, separadas por una escisión del tipo: “si,pero aun así”.

19 Freud, S. (1915/7) Metapsichologysche Ergänzung zur Traumlehre. Int. Zeitschrift fürPsychoanalyse.

20 Freud, S. (1916/7) Trauer und melacholie. Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse.21 Klein, M. (1938) El duelo y su relación con los estados maníaco-depresivos. XV IPA

Congress, Paris. Int. J. of Psycho-Analysis,1940.22 Ibíd. Obra citada.

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medida en que pesó más su asociación con la perversión que su origenen la confección de la creencia fálica (Freud, S., 194023). Ese destinofinal de la desmentida privó a la clínica de un elemento importante paradescribir los fenómenos en el terreno de la transferencia y del síntomaneurótico. Al quedar la desmentida restringida al papel de un produc-tor del fetiche, se desdibujó su influencia práctica en los demásaspectos de la clínica. Retendremos como corolario de esta discusiónque la desmentida es una defensa asociada a la creencia fálica que tieneun notorio papel en los polimorfismos sexuales, pero no deja departicipar en prácticamente todos los fenómenos clínicos conocidos,como una defensa asociada a la represión, previa, coexistente osubsiguiente a la misma. La relación con la propia muerte o la de losseres queridos y la actitud ante la vida sexual parental son un ejemplousual del papel de la desmentida en la vida psíquica ordinaria; anteesos hechos el espíritu humano se rebela y admite dos actitudescontrarias entre sí, de aceptación y rechazo. Esos ejemplos sonabundantes en la literatura usual y no dejan dudas respecto de lanaturaleza no perversa del gesto de la desmentida ni de la condiciónneurótica de esas personas, lo que por cierto implica reconocer laeficacia concurrente de la represión en ellas. La desmentida no es unadefensa reservada a las patologías graves; ella forma parte de lapsicopatología de la vida cotidiana de cualquiera y es independiente dela estructura de su personalidad.

La creencia fálica está presente en las conductas polimorfas yparticipa en la confección de la fantasía sexual de cualquier síntoma.Juega un importante papel en el Complejo de Edipo y las variantes–masculina y femenina– del Complejo de Castración la incluyen comosu argumento principal (Freud, S., 192324, 192525). El lugar central dela creencia fálica en la clínica de las neurosis deriva de su papel endichos complejos, en tanto ellos dirimen la dirección y el destino de lasexuación humana. La creencia fálica es el tema que sostiene tanto a

23 Ibíd. Obra citada.24 Freud, S. (1923) Die Infantile Genitalorganisation. Int. Zeitschrift für Psychoanalyse.25 Freud, S. (1925) Einige psychische Folgen des anatomischen Geschlechtsunterschieds.

Int. Zeitschrift für Psychoanalyse.

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la envidia fálica como al complejo de castración masculino, lo queinvita a pensar la desmentida como un factor que interviene activa-mente en la lógica simbólica que establece las diferencias sexuales(Freud, S, 1925, Ibíd.).

La desmentida participa en el proceso cognitivo que culmina en laconfección del texto de la fantasía. Al modo de una teoría o unacosmovisión, ese proceso ordena los actos psíquicos que participan dela soldadura de la fantasía con el cuerpo sexual (Freud, S., 190826). Elsaber precario y parcial de la vida sexual se conjuga en una teoríasexual bajo el influjo del deseo y los mandatos del Yo infantil. Esesaber es eficaz si logra actuar sobre el cuerpo erógeno (Freud, S.,190827). El texto de la fantasía sigue el mandato denegativo del ordennarcisista del Yo y el mandato sexual del deseo en una selecciónarbitraria y singular. Dicha fantasía intenta tanto dar una explicacióndel orden del mundo como poner orden en los deseos sexualessingulares que se condensan en ella; incluye las tendencias predomi-nantes y deniega lo que las contradice. En esa confección, la obra dela desmentida clausura la fantasía en un texto determinado y excluyea todo lo que sea contradictorio con su tendencia predominante;debido a su arbitrario resultado, de ella depende la irrealidad que laconstituye como una creencia. Se desprende de estos hechos, que ladesmentida presente en la creencia exige una disociación perceptivay judicativa de las evidencias que la contradicen. Esta divisiónsubjetiva vale tanto para el fetichismo y las conductas sexualespolimorfas como para los síntomas neuróticos donde participa, parti-cularmente si está en juego la creencia fálica.

La clínica del poder y de la potencia

Por otra parte, es necesario destacar que la importancia de lacreencia trasciende el territorio de la significación fálica, pues en la

26 Freud, S. (1908) Hysteriche Phantasien und ihre Besiehung zur Bisexualität. Int.Zeitschrift für Psych.

27 Freud, S. (1908) Über infantile Sexualtheorien. Int. Zeitschrift für Psychoanalyse.

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clínica se observan creencias narcisistas, posesivas y del campo delpoder que forman parte de las defensas del Yo. Los dos modos depresentación de la creencia –narcisista y fálica– corresponden a dosmodalidades de la experiencia emotiva que, a grandes rasgos, sepueden distinguir como el campo sensorial del poder y el campoemocional de la potencia respectivamente, en función de su defensapredominante. Si el campo del poder busca el control omnipotente delas emociones, en el campo de la potencia se espera que surja unaexperiencia desde el núcleo singular de la persona (Agamben, G.,2005;28 Deleuze, G., 2008,29 Moguillansky, C. 201030).

El decisivo aporte kleiniano en la comprensión de estos fenómenospropició la descripción de los matices clínicos de esta defensa –que esateoría define como negación o defensa maníaca. Lo que está restrin-gido al terreno de la perversión puede ser pensado como una defensamaníaca, usual en la clínica de la neurosis. Sin embargo, al haberlallamado negación impidió una adecuada discriminación conceptualentre los fenómenos propios de la desmentida y los que Freuddistinguiera con la noción “freudiana” de negación. Realizar el esfuer-zo de mantener los términos en su definición original permitiría sacarel debido provecho de sus matices y sus diferencias de eficacia.Destaco en el aporte de Klein sobre la defensa maníaca, la implícitaasociación defensiva entre la disociación del Yo –splitting– y lanegación kleiniana, que Freud llamó desmentida. Ambas defensascooperan en su mutua eficacia. El ulterior desarrollo de la noción desplitting permitió describir la disociación en la representación de losobjetos y del self. Falta determinar con mayor precisión la cooperaciónde la desmentida en la generación de los fenómenos donde la defensamaníaca predomina.

Sin embargo, esas descripciones tuvieron la desventaja de definircomo psicótica a la falta de realismo, desconociendo la distorsión

28 Agamben, G. (2005) La potenza del pensiero. Neri Pozza, Vicenza, 205. La potencia delpensamiento, A. Hidalgo, Buenos Aires, 2007.

29 Deleuze, G. El abecedario, letra J; http://www.youtube.com/watch?v=nk8330tvTbA200830 Moguillansky, C. La ética de y con la transferencia. Depto. Niñez y Adolescencia

APdeBA. Abril 2010.

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usual que hace el neurótico de la realidad investida por su conflicto. Elamor, la idealización y las distorsiones afectivas en general no sonpsicóticos por apartarse de la común apreciación respecto de loshechos. La desmentida da una adecuada explicación de ese aparta-miento de la realidad y está presente en todas las manifestacioneshumanas singulares que contienen una sobrecarga afectiva desmesu-rada, persecutoria, idealizada o simplemente irreal.

Se puede inferir la desmentida en la constitución del Yo, aun cuandoFreud no la llamó así en “Pulsiones y destinos de pulsión” (191531). ElYo de puro placer propone una geografía imaginaria donde la desmen-tida contribuiría a la distribución arbitraria del Yo y de los objetos, enacuerdo al puro placer narcisista. Ese criterio no pierde eficacia a lo largode la vida, en particular cuando el dolor por la vulnerabilidad humana sehace más manifiesto y la desmentida se presenta aún en aquellos cuyasabiduría les permitió asumir ese límite con serenidad.

La asociación de la desmentida con la escisión del Yo instala unárea aislada del Yo. Esa clandestinidad se asocia a un personajesuperyoico que debe saber/no saber lo que sucede ahí. Es particular-mente notable cuando el secreto a voces deviene un pacto grupal y deeso no se habla. El autoengaño y los síntomas en dos tiempos del tipo“ma’sí ßà ¡qué horror!” ilustran la diplopía clínica, en corresponden-cia al mundo escindido donde ocurren. El Yo se entrega a una escenatrasgresora y desafiante del Superyó y luego emerge de ella con unsentimiento de repulsa y horror por lo que consintió en realizar.

Las dos escenas están más conectadas entre sí de lo que parecen. Lasecuencia en dos tiempos corresponde a una misma escena que vira ensu conjugación; primero, dentro de la isla desmentida donde transcu-rre la trasgresión y luego, fuera de ella, cuando el Yo se distancia desu acto y se horroriza. Ese juego de espejos entre las dos escenaspermite dos interpretaciones teóricas excluyentes y polares, según seenfatice la disociación de las dos escenas o se reconozca la íntimarelación estructural que hay entre ambas. Al trascender las aparienciasde ese viraje, se advierte que la desmentida, la disociación y la

31 Freud, S. (1915) Triebe und Triebschiksale. Int. Zeitschrift für Psychoanalyse.

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represión mantienen entre sí un fuerte y estrecho vínculo cooperativo.A pesar de su disociación, la escena desmentida está orientada haciael Superyó fuera de la escena. El personaje que no debe saber actúa enel centro mismo de la escena; en la escena infiel, el engañado está tanpresente como lo está el amante; en la escena adictiva, el personaje quedebe no saber es tan importante que fue definido como un sosténcómplice que goza transitivamente con el adicto (Moguuillansky, C.,201032). Cuando la escena vira de “ma’sí” a “¡qué horror!, el Yo, queestaba inicialmente localizado en la escena primera, migra a lasegunda y junto al Superyó observa y enjuicia los hechos desde eseotro lugar. Así se confirma que las dos escenas estaban en unasecuencia defensiva a un lado y al otro de la frontera disociativa.

La frontera tiene un gran interés clínico, pues funciona al modo deun esfínter psíquico que distribuye valores a los objetos, a un lado y alotro de su límite. Ese límite no es geográfico, aunque está claro quedefine una geografía emocional. Esa geografía guarda una íntimaproporción con la investidura del narcisismo. La acción de los perso-najes tiene diferentes cualidades según su posición “geográfica”,según esté o no investida por el narcisismo. Al igual que con lassecreciones corporales, su valor difiere en relación al esfínter: dentroy fuera del cuerpo o bien, dentro y fuera de la escena. A uno y otro ladodel esfínter corresponde a uno y otro lado de la investidura narcisista,pues la escena se ve en el “ma’sí” como un hecho aislado de susrelaciones ajenas y en el ¡qué horror!, al distanciarse el Yo de sushechos, los ve ajenos al núcleo de su identidad; los rechaza comoajenos y se horroriza de haber sido el que fue.

Su reacción es narcisista, pues el Yo se siente herido en suautoestima; pero también es represiva, pues el Yo repugna esos hechosal igual que lo haría con las heces que salen de su cuerpo. Cuando ladisociación es mayor, la escena del “ma’sí” se acerca al polo mássubjetivo de la emoción y adopta el carácter cuasi alucinatorio del

32 Moguillansky, C. Constelaciones frecuentes de la transferencia en las adicciones.www.controversiasonline.org Aryan, A. & Moguillansky, C. Clínica de adolescentes.Bs. As. Teseo, 2010.

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fantaseo delirante. El dolor en juego es muy intenso por el mayorcompromiso de las emociones íntimas. De hecho, a un mayor desplie-gue irrefrenable de la escena subjetiva, mayor será el bochorno del Yocuando la vea desde la vidriera del fuera de escena y, en algún caso, sureacción puede adoptar ribetes extremos, incluso el suicidio.

La desmentida y la represión participan en ese intrincado procesocooperativo. Al igual que en los procesos corporales, el esfínter es sedede la censura represiva ejercida por el Superyó. La escena subjetiva del“ma’sí” está aislada del efecto superyoico sólo en apariencia, pueséste está presente en la frontera misma que la enmarca. Esa frontera nosólo separa las escenas, pues también contribuye a generar su sentido;conviene recordar que la escena clandestina extrae buena parte de supimienta en la evocación del riesgo de ser descubierto.

Cuando esos hechos surgen en la vida conyugal y familiar, lamentira a otro es un auto engaño y la vigilancia del otro es un modo deauto control. Es curioso que ése sea el terreno común de la infidelidady de la posesividad celosa. La vigilancia y el engaño son un ejerciciodel poder allí donde el deseo brilla por su ausencia. El vínculo delibertad implícito en las relaciones de dependencia de deseo se pierdecuando el vínculo humano sólo es una relación de poder. “La adicciónes una patología de la libertad” (Moguillansky, C., 36533), al igual quelo son las tiranías familiares donde se enclavan el autoengaño y lavigilancia. El poder trastorna la escena emocional que realiza el deseo;en consecuencia, el carácter general de las emociones deviene en sucontrapartida pasional: la exaltación releva a la excitación y la pasiónreleva al deseo. La extrema confusión que impera allí impide distin-guir con claridad los matices de esas diferencias emotivas, cuyaadecuada distinción es un imperativo clínico necesario y primordial.

33 Ibid. Obra citada: 365.

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Delia Torres de Aryan yMarcello Cossu Giri

Psicoanálisis - Vol. XXXIV - Nº 3 - 2012 - pp. 527-545 527

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Comentarios del autor 50 años después

Un día de octubre (1943), a la tardecita, se escucha un golpazo enla esquina de casa.

Corremos a la ventana, dos vehículos de la Wehrmacht (WM) quetransitaban a toda velocidad han chocado en el cruce de Po con Salaria.

La gente corre a prestar ayuda, hay heridos y contusos y muchos noesconden, con un asomo de maldad, la satisfacción de ver a losalemanes… por tierra. Me parece estar viendo el puesto de diarios dedon Peppino donde mi padre compraba todos los días el único diarioque entraba en casa en aquellos momentos porque no era fascista:L’Osservatore Romano.1

“Recuerdo un incidente el 28 de octubre de 1943, aniversario de laMarcha sobre Roma e inicio de la era fascista.2 Yo estaba con mimadre. No lo dibujé y lo lamento, hoy todo sigue nítido en mi mente.Delante de un banco un joven empleado trepado a una escalera se agitapara poner una bandera en el asta. Se forma un corrillo, alguienpregunta por qué y él como defendiéndose dice: ‘Llegó la orden de laDirección: es el 28 de octubre’. Mi madre es impulsiva y no sabecontenerse: ‘¡póngala a media asta esa bandera!’. Es decir afirma, hoyes un día de duelo nacional. Alguien se sonríe, otro insiste y repite: ‘¡sípóngala a media asta!’.3 Interviene un hombre que con violenciainsulta a mi madre y la amenaza diciéndole que se vaya y agradezca

1 Cossu L´Abbate, Marcello (1995) L´Immagine e L´Immaginario (1942-1946). Seat.Torino. p 42.3.

2 La Marcha sobre Roma fue el acto por el cual Mussolini tomó el poder en Italia en 1922.La marcha marcó el principio del régimen fascista y el final del régimen parlamentario.No fue una marcha violenta. Civiles partidarios del fascismo salieron desde distintasciudades italianas con rumbo a Roma y presentaron un ultimátum al gobierno pidiendoque Mussolini asumiera el poder. El 29 de octubre el rey pidió a Mussolini que fueraprimer ministro y formara gabinete, el 30 de octubre Mussolini formó gobierno en Roma.Cerca de 25.000 camisas negras hicieron un desfile triunfal el 31 de octubre. La dictaduraentró en vigencia más adelante tras la prohibición de los partidos de la oposición. Laideología Fascista antepone el sentimiento a la razón. El hombre perfecto es el militar porsu obediencia y disciplina. La mujer está subordinada al hombre. Los disegni comenzaron20 años más tarde.

3 Ibídem Patrioti .taliani Irrompo No In Un Garacc. p 40.

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DIBUJO Y NO DIBUJO DE UN NIÑO DE 8 AÑOS EN TIEMPOS DE CATÁSTROFE SOCIAL

que tiene un niño en la mano, que era yo, porque si no la llevaba a lacomisaría. Ya en casa mi madre comprendiendo su imprudencia merogó que no dijese nada a mi padre. Es un pequeño secreto que siempreguardé”.4

La Resistencia desarrolló a partir del 8 de septiembre de 1943 unaguerra de guerrillas, cuando Alemania nazi invadió Italia en el mo-mento de desintegración del estado y la ruina militar consecuente yfinalizó en abril de 1945 con la rendición de las tropas alemanas. Susmiembros tenían una procedencia social e ideológica muy diversa:núcleos armados militares, miembros de partidos políticos democris-tianos, socialistas, monárquicos, comunistas, liberales. Fueron tam-bién los jóvenes llamados para formar el nuevo ejército fascista quehuyeron a engrosar la Resistenza. Al lado de esta resistencia militarestá la civil, de la población que pese a las dificultades, la indigenciay los grandes riesgos personales apoyaba a los partisanos cobijandofugitivos, rebeldes, judíos. Cada uno en la medida de sus posibilida-des, a su manera, trata de contribuir para adelantar el fin de esa tragediaque ha hundido al país.

a. Idea General“... la memoria, esa forma del olvido, que retiene el formato, no el sentido...”.

Jorge Luis Borges: “El ciego”

Este trabajo surge de la observación de los dibujos de MarcelloCossu L´Abbate* entre 1942 y 1946. Son expresión de sus afectos,experiencias personales durante la Segunda Guerra Mundial dondetranscurrieron los avatares de sus circunstancias en Roma.

Sus comentarios de 50 y 60 años después ponen en movimiento ynos permiten conjeturar sus formas de aprehender las políticas desilenciamiento y exterminio actuantes en el marco sociopolítico del

4 Ibídem. p 40.* Marcello Cossu L’Abbate: nació en Roma. Abogado. Representante sindical. Director de

STET Sociedad Telefónica. Retirado desde 1996. E-mail: [email protected].

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D. TORRES DE ARYAN Y M. COSSU GIRI

momento, en el clima familiar de compromiso con el sufrimiento conciudadanos deportados. Tal vez fueron necesarios estos 50 años paracombatir el olvido y construirse a través de una historización queestaba pendiente. Sustituir la reminiscencia por la rememoración, noes sólo recuperación de un recuerdo olvidado como efecto de larepresión, sino que es memoria del texto con el que un sujeto se definecomo quien es en un contexto social compartido, texto que a vecestiene que esperar varias generaciones.

Estas experiencias pensadas como material clínico, pueden aportaruna enseñanza al psicoanálisis mayor, que lo que el psicoanálisispuede iluminar de estas experiencias complejas y multideterminadas.A su vez, vistas como material clínico podrán dar validación a lasteorías que ponemos en juego.

El psicoanálisis trabaja con lo simbólico, con palabras, con relatosy el dibujo es una forma de relato. ¿Qué sucede cuando no hay palabraso no hay dibujo, cuando palabras o dibujo se tornan mudos? Nosencontramos con algo innombrable. ¿Qué sentido tiene ese punto delo indecible en el ejemplo que estamos considerando?

Es lo que tratamos de desplegar en este trabajo.

b. Catástrofe Social

Todos los humanos albergamos experiencias disociadas en esperade ser revisitadas que, no habiendo podido ser pensadas en su momen-to, insisten como repetición de un agujero en la trama psíquica a laespera de ser figuradas, hacerse narrables, eventualmente interpretables,pero en los momentos de Catástrofe Social tienen característicasespecíficas.

Hablamos de “Catástrofe Social” cuando la violencia social produ-ce una desarticulación del contrato que Piera Aulagnier, siguiendoideas de C. Castoriadis, llamó “contrato narcisista” entre sujeto ysociedad. El contrato narcisista viene a ubicar al sujeto con unaexpectativa existente antes de que nazca, acerca del lugar que se esperaque ese sujeto pase a ocupar en esa cultura. En circunstancias deCatástrofe Social el contexto social se vuelve incoherente, incompren-

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DIBUJO Y NO DIBUJO DE UN NIÑO DE 8 AÑOS EN TIEMPOS DE CATÁSTROFE SOCIAL

sible e inasible porque se pierden las reglas que rigen acerca de la viday la muerte y definen el delito y su correspondiente penalización.5 Noqueda lugar para la diversidad, la discrepancia, la verdad no toda.

El niño deposita en la sociedad una expectativa de orden y protec-ción, continuación de las figuras parentales que es una prolongacióndel Yo-ideal que se desarticula en los contextos de violencia socialdando lugar a crisis identificatorias ligadas a la desorganizaciónsocial. De esta desarticulación nos dice U. Eco de mayo de 1945: “Lapaz me dio una sensación curiosa. Me habían dicho que la guerrapermanente era la condición normal para un joven italiano”. “En 1942había ganado el primer premio para jóvenes fascistas sobre el tema¿Debemos morir por la gloria de Mussolini y el destino inmortal deItalia? y comenta: mi respuesta había sido afirmativa. Era un chicolisto”.6

Pensamos que el dibujo “Choque en via Po” expresa la dimensióntraumática de la guerra que puede ser dibujada usando el sosténimaginario que ofrece el invasor alemán, mientras que el dibujo quepudo pensarse pero no llevarse a cabo, se debe a que nace en relacióna amenazas de muerte que provienen del semejante, en este caso losotros romanos fascistas que detentan el poder del estado, “castigan alpadre” obstruyendo su carrera como profesor, amenazan con encarce-lar a la madre, lo ponen a él, como niño en el lugar de “salvar a lamadre”, subvirtiendo los lugares que en situaciones normales ofreceel Estado a los soportes identificatorios sociales. La violencia ejercidapor el Estado es paradigma de la violencia social.

U. Eco llama “Ur-Fascismo” en un sentido amplio a cualquiersituación en que todo desacuerdo es entendido como traición. Dice: elFascismo es una “denominación pars pro toto para movimientostotalitarios diferentes”.7

El Ur-Fascismo habla una “neolengua”, crea su propio registro, supropio léxico, su propio juego de lenguaje, y cambia las palabras, los

5 Puget J., Kaës R. (1988) Violencia de Estado y Psicoanálisis. Lumen (2006) p. 33.6 Eco, U. (1997) Cinco escritos morales. El Fascismo Eterno. Editorial Lumen. Bompiani,

p. 33.7 Ibídem. p. 42.

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nombre de las cosas, cambia los símbolos históricos, crea registros ylenguajes, de manera que se terminen pensando de una manera única:los oponentes son despojados de sus palabras, de su identidad, y se lesexhorta a que se sumen a la nueva identidad, a la neo-lengua.

c. Circunstancia Histórica

El 8 septiembre de 1943 los alemanes ocuparon Roma y seprodujeron atentados y enfrentamientos armados entre alemanes eitalianos.

Días después, el 16 de octubre, los judíos fueron deportados pororden directa de Hitler. Sabemos que en esos días la familia haescondido en su casa a una amiga judía que permanecerá con elloshasta el fin de la guerra.

Ese mes Marcello Cossu L´Abbate dibujó “Choque en via Po” y“Fascistas y Comunistas”. También sabemos que el 28 de octubrehubo un dibujo que recuerda y lamenta no haber realizado y queconsidera un “pequeño secreto”.

Sabía que estaba ocurriendo algo peligroso, que su familia estabaen riesgo al acoger a la amiga judía y al mismo tiempo al no dibujarlo,afirma que nada peligroso ocurre. Tomamos contacto con vivencias,marcas de sufrimiento. Hay algo dicho y algo que tal vez sea decibley no dicho, o tal vez sea sustancia de puro agujero. Si es decible, estáreprimido, sino es trauma puro.

Janine Puget trabaja la diferencia entre impensable e impensadocomo destino del trauma. Dice: “Lo Impensable es del orden del vacío,del desecho, del agujero”.8

Si bien el instrumento princeps del psicoanálisis es el lenguaje,todos los autores, incluyendo a Freud que lo llamó “ombligo delsueño”, encuentran un tope a la palabra, que pueden llamar: traumapuro, impensable, terror sin nombre, real.

Hemos analizado en ese eje tanto al dibujo como el no dibujo ypensamos que lo que Marcello Cossu L´Abbate no dibujó, es expre-

8 Ibidem. p. 53.

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sión de lo atribuible a lo pensable, al servicio tanto de la autoconser-vación como de los aspectos libidinales amorosos hacia la familia. Talvez sintió que si dibujaba esa experiencia amenazante en la que estabaimplicada su madre la ponía en peligro y no dibujarla, fue su forma decuidarla y mantenerla a salvo. El inconsciente remite a todo un camposocial, económico y político, en este caso la amenaza a la madre es lomás temido que no puede ser dibujado porque proviene del terrorismode estado.

El silencio, la necesidad de silenciar es una manifestaciónprivilegiada de la violencia social que Aulagnier describió y a laque llama “Alienación” del pensamiento. El sujeto sustituye larealidad vivida, por el discurso de otro poderoso como forma deevitar el conflicto psíquico. Presupone una vivencia no nombrabley no perceptible por el que la vive e implica un estado de totaldesconocimiento del accidente sobrevenido al pensamiento. No sevincula a patologías psíquicas sino que son respuestas a la violen-cia social impuesta.9 En estas circunstancias se exacerba el miedoa las diferencias.

Los alemanes impusieron una estricta censura a los periódicos,requisaron alimentos y combustible, se vivía con miedo a ser detenidoen la calle y enviado a prisión o a hacer trabajos forzados al país invasor.Al decir de Hanna Arendt, no se tenía derecho a tener derechos. ¿Cómopuede un sujeto dar cuenta de su propia disolución?10

Para C. Castoriadis11 las situaciones de catástrofe social desestabi-lizan los significantes sociales en su función de referente identificato-rio, desdibujan la autorrepresentación de la sociedad como morada desentido y valor en donde se inserta ella misma en una historia pasaday futura dotada de sentido. Esta dimensión en crisis aparece en“Choque” a través de las modificaciones de las calles en que habitaba,surge otra cartografía de la ciudad, y esa novedad implica una

9 Aulagnier, P. (1980). Los destinos del placer, alienación, amor, pasión. Barcelona,Argot. p. 35.

10 Agamben, G. (1999). Lo que queda de Auschwitz, el archivo y el testigo. Valencia, Pre-textos (2002), p. 149.

11 Castoriadis, C. (1996). El Avance de la Insignificancia, Eudeba (1997), p. 155-172.

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perspectiva nueva de todo lo sabido anteriormente, hace visible algodiferente que lo implica y muestra que lo trasciende.

El “sí-mismo individual social” es el pilar último de la identifica-ción a un “nosotros”. Su función es estructurar las representaciones delmundo, que imponen lo que hay que hacer o no hacer y establecen eltipo de afecto característico de una sociedad en un momento dado; parael capitalismo por ejemplo, todo lo nuevo es más, produce una sed demás por lo más.

En el dibujo que no se realizó está en juego un afecto que essancionado como socialmente incorrecto: es el día de la Marcha aRoma de refundación del estado y se supone que los romanos sonfascistas y deben celebrarlo izando una bandera como conmemora-ción, pero la madre de Marcello Cossu L´Abbate que no es fascista,poniéndose en peligro, metaforiza que es un día de duelo nacional ygrita “póngala a media asta, a esa bandera”, un movimiento subjetivocontradictorio entre la necesidad de silencio y la necesidad de hablar.

Apuntando a diferenciar la estructura y lo contingente, para noconfundir el horror de lo sexual con el horror de la violencia política,partiendo de sus diferencias principales, dice Marcelo Viñar: “¿Sepuede ser el mismo consigo mismo y con los otros cuando para que nome pase nada, o porque no me pasa nada, debo silenciar y declarar noacontecido …(algo)…, la exclusión de quien hasta ayer fue miprójimo, hermano, o alter ego?”12

“Choque” elige a los alemanes para representar el ataque, latransformación de la vida ciudadana porque es más fácil ver a losextranjeros alemanes como enemigos. Esto ofrece en un primermomento, una disociación defensiva, entre un “nosotros” y un “elloslos que nos atacan” que viene a poner distancia de la angustia sinnombre que proviene de percibir a un semejante, otro romano queamenaza con la privación de la libertad y aun de la vida, como sucedeen todas las situaciones de terrorismo de estado.

En un segundo momento surge la vacilación identificatoria de los

12 Viñar, M. “Violencia Social y realidad en psicoanálisis”, en Janine Puget, Rene Kaës(1988) Violencia de Estado y Psicoanálisis. Lumen (2006), p. 62.

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ciudadanos que se sienten amenazados por ese estado violento quedesconoce a sus ciudadanos, por ejemplo a los judíos o como en elepisodio que nos cuenta Marcello Cossu L´Abbate a su madre porprotestar frente a una celebración fascista, lo que convoca al terror. Eldibujo que no pudo realizarse, se refiere al extrañamiento que surge dela amenaza que sufrió su madre de un romano que se ha tornado ajeno,en donde la amenaza de muerte sale de lo próximo y familiar, es difícildiferenciar el espacio propio y el compartido, la diferencia entre laalucinación y percepción resulta indistinguible. Nada más angustianteque no reconocerse en el espejo.13 Eco hubiese dicho “un chico listo”,no es cuestión de vivir con el corazón en la mano, pasarse de listo.

En los momentos de catástrofe social los sentimientos predominan-tes son de necesidad de ocultamiento, miedo a sucumbir a la emaciación,amenaza de muerte. Así por ejemplo Marcello Cossu L´Abbateescribe 50 años después “para la visita de Hitler a Roma, ilustreinvitado, todo se presentó en forma grandiosa y espectacular: grandesdesfiles, manifestaciones, escenarios... Algunas esquinas de la viejaciudad, consideradas poco presentables, habían sido ocultadas congrandes bastidores de cartón pintado”. En estos dibujos aparecen tresformas de ocultar: el pintor, el pegador de carteles y este de biombosde cartón que seguramente refieren a tres formas diversas de manejarla angustia mediante el ocultamiento.

Las significaciones imaginarias sociales que fundamentan el “sí-mismo individual social” se crean y sostienen en lugares que en estascircunstancias ya no existen. Al desaparecer este imaginario social,desaparece “el amarse como sociedad” y se pierde la investidura de lacolectividad y las leyes que la sustentan. Cada sujeto tiene una “identi-ficación a un nosotros”, que no requiere ser religiosa, cuya funciónfundamental es ser la principal defensa contra la muerte, en tantosostiene la idea de una vida que continua en ese “nosotros social”.

Es el clima en que vivía Marcello y lo relata graficando sussentimientos en los dibujos de esos días.

Después de que unos intrépidos corresponsales extranjeros sacaran

13 Freud, S. (1919). Lo ominoso. Buenos Aires, A.E. Tomo XVII.

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fotografías de parques militares, los alemanes prohibieron las cámaras.Pio Pullini, un conocido artista que antes de la guerra había decoradopalacios y edificios del gobierno, creó un mordaz registro pictórico.Cuando los alemanes tomaron la ciudad, Pullini, de 56 años de edad, queestaba impartiendo clases de arte en Roma, se habituó a pasear por lascalles de la ciudad, observar las escenas que se producían y pintar lo quehabía visto. Luego escondía sus acuarelas mostrándolas exclusivamentea sus amigos. Presenta un amargo testimonio del tipo de vida quevivieron los ciudadanos romanos durante la ocupación. Después de laguerra, Pullini vendió sus dibujos al museo municipal de Roma y acoleccionistas privados. (Incluimos dos de sus acuarelas).

Marcello Cossu L´Abbate también sintió que debía mantener susdibujos en secreto en la cómoda de su cuarto, sin mostrarlos a nadie,es otra forma de ocultamiento además de las tres que vemos apareceren los dibujos. En este caso el tiempo no es imaginado como transitoriosino con un fin que es remoto que podrá llegar o no.

d. Testimonio y Testigo“La hermenéutica permite comprendera un autor mejor de lo que el propio autorse entendía a sí mismo y a una épocahistórica mejor de lo que pudieron com-prenderla quienes vivieron en ella.”

José Ferrater Mora

Psicoanalistas e historiadores, compartimos interrogantes episté-micos acerca del lugar del testimonio, nos enfrentamos al tema de laverdad y la posibilidad lógica de la transmisión de una historia basadaen hechos.

Freud habla de la “desfiguración” de la verdad; dice “… no laverdad material sino la verdad histórico-vivencial… cierta desfigura-ción que esta verdad ha experimentado con su retorno”.14 Se trata deque en la repetición siempre está la diferencia.

14 Freud, S. (1937) Moisés y el Monoteísmo. Buenos Aires. AE. Tomo XXIII, p. 124.

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Los relatos de una circunstancia vivida se van modificando con eltiempo en relación al momento en que se llevaron a cabo. Eso no lesquita valor a la hora de comprender a los sujetos y la responsabilidadcon la que atravesaron los momentos de catástrofe social que les tocóvivir. Esa modificación hace que la historia no sea una mera acumu-lación de datos.

Giorgio Agamben habla de la aporía del conocimiento histórico: lano coincidencia entre hechos y verdad, entre comprobación y com-prensión dado que el sujeto del testimonio está constitutivamenteescindido, no tiene otra consistencia que esa disociación aunque no seareductible a ella.

Carlo Ginzburg y Giorgio Agamben, entre otros, han subrayadoque la palabra testigo no significa sólo la presencia de alguien comotercero en un litigio, sino que se refiere al sujeto que ha vivido hastael final una experiencia, la ha hecho suya y está en condiciones derelatarla. Testigo en griego se dice martis, mártir, deriva de “recordar”,lo que sitúa al sobreviviente en la posición del que “no podría norecordar”.

El testimonio es una reactualización de la experiencia y reflexiónacerca de ella que da lugar a nuevas formas de comprensión, es unaelaboración retrospectiva. No es el mero relato de una vivencia querealiza un testigo presencial, sino que siempre hay una interpretaciónde hechos que nos acercan a la comprensión de fenómenos sociales. Eltestigo piensa y actúa desde dentro de la situación, pertenece a laescena y simultáneamente puede hablar de ella. Es afectado por ella ypasa a ser otro del que era antes de ser testigo. “Hay un aspecto decompromiso como ciudadano cuando suceden atentados contra losderechos humanos que consiste..., en crear una función de testigocapaz de testimoniar”.15

El testigo muestra su versión, nombra. El testimonio no nace deidentificaciones sino de una capacidad creativa, inventa un persona-je.16 Estas cuestiones se relacionan directamente con los modos en que

15 Puget, J. (2012) “Comentario Revista de Apdeba”, nro. 1, p. 16.16 Puget, J. (2002) Jornadas Piera Aulagnier. Asociación Psicoanalítica de Bs. As. p. 93.

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la cultura contemporánea piensa e instituye su pasado. Renunciar a lahegemonía de la verdad supone aceptar el sentido como algo exterioral campo de la conciencia donde ya no somos sus autores o sus testigosúltimos.

e. Dibujando

Dibujar es una forma de relato de lo cotidiano. Dibujando, el niñoexperimenta el tiempo placenteramente porque diluye la cronologíapropia del tiempo destinado a la producción que puede medirse comorendimiento escolar. Además configura relatos de la experienciacotidiana donde la presencia de lo ficcional y lo fantástico potenciansimbólicamente su propia vida sin perder el carácter empírico de laexperiencia. A través del dibujo el niño interpreta y configura supropia historia, se constituye subjetivamente, forma parte de unimaginario social histórico, forma parte de una memoria colectiva quemarca la pertenencia y el reconocimiento para los sujetos de unacultura.17

El niño elabora relatos verbales o dibujados que invisten de sentidosu vida cotidiana y funcionan como andamiajes organizadores de laexperiencia del tiempo y del espacio.

A través del dibujo relata lo que lo conmueve, muestra lo quetodavía no puede pensar o lo que hace desaparecer. En todo dibujoaparecen elementos, tal vez podríamos llamarlos protopensamientosporque están en vías de poder ser representados, mientras otrospermanecen como restos porque no llegarán a hacerse representables.

¿Qué es lo que puede transformarse en dibujo y qué es lo que nopuede representarse de lo que está ocurriendo en la vida del niño? Eldibujo que no dibujó fue representado en su mente y ocultado ytenemos noticia de su existencia a través del relato de 50 años después.Así nos muestra el camino para hacernos saber que algo estabasucediendo que lo sobrepasaba.

17 Benjamin, W. (1926) “Panorama del libro infantil”. En Escritos. Nueva Visión. BuenosAires (1989).

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Tenemos allí un testimonio que nos permite resignificar el dibujo a laluz de lo que desencadenó la pérdida de la condición de ciudadano tantopara su madre en el episodio que recuerda, como para la señora judíaescondida en casa. La angustia que no es procesada aparece como lo queno puede dibujarse, es un no dibujo lo que se muestra que expresa laangustia y el miedo que Marcello Cossu L´Abbate experimentaba porquetenía clara cuenta del peligro que corría la familia.

Sabemos que en los días que dibujó el choque en la esquina decasa, que quiere ser un dibujo de algo que vio desde la ventana y quepara nosotros puede ser visto y pensado como un sueño, hay otrodibujo que hoy lamenta no haber hecho. Es un “pequeño secreto” dealgo que ha sucedido que tiene con la madre, algo que no debe contar,en particular al padre. La situación política a la que se refiere esedibujo que ya comentamos, sirve de estructura para el procesamientodel Edipo del momento en que el deseo inconsciente se realiza através de dejar al padre afuera sin poder participar de la pareja queél siente que está haciendo con su madre, seguramente se sintióorgulloso y feliz compartiendo ese secreto. No es el Edipo lo queimpide hacer el dibujo; el no hacerlo está vinculado a la situación deamenaza y peligro social que su madre le trasmite al decirle que nodebe contar lo que pasó: la han amenazado con llevarla presa y sólola presencia de Marcello Cossu L´Abbate ha podido evitar su encar-celamiento, así es como lo cuenta. No hay un adentro-afuera, laamenaza externa aparece entramada en lo más íntimo y personal. Losingular del momento concreto que evocan muchos de estos dibujosactualiza el terror, la angustia que produce lo que es demasiadogrande, inabarcable como es la guerra.

En un dibujo de la misma época un personaje no dibujado perodescripto 50 años después dice “alemanes, váyanse a casa”, sólodibujó el escenario pero no el personaje a diferencia del que acabamosde considerar (ponga a media asta esa bandera) en que lo quedesaparece es el dibujo mismo. Lo que nos viene a mostrar unfuncionamiento psíquico que no consigue mediante la represión de unpersonaje resolver la angustia, digamos que en el dibujo desaparecidoganó la necesidad de silenciar al servicio de la vida impuesto por la

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violencia de estado que amenaza con la cárcel si no se comparte laideología dominante del momento.

f. Mirando el Dibujo

El título se superpone con la firma, en el Choque hay algo que afectay representa a Marcello Cossu L´Abbate muy directamente.

Los vehículos de la Wehrmacht, son enormes, desproporcionadosen relación al ómnibus local y a un auto familiar que tienen aspectoacogedor, relajado, amigable. El tamaño y la rigidez de las líneas delos autos alemanes vienen a señalar la disrupción y la disparidad defuerzas con el invasor en la vida cotidiana. Nos parece ver que uno delos autos chocados, el que venía por Salaria, corresponde a la manifes-tación de un afecto que no puede ser experimentado y que transformael auto en un objeto bizarro.

La cartografía de la ciudad se ha transformado a partir del Choque.El dibujo muestra una cronología de antes y después al choque de losautos. Antes del choque la cartografía se mantiene, se despliega unavida ciudadana tranquila. Un ómnibus se detiene y la gente desciende,un policía local marca el paso, ajenos al choque como si no hubiesepasado nada. Algunos transeúntes miran, otros continúan su marchaindiferentes, un caballo parecer sonreír, un hombre con bastón siguecaminando mirando al suelo, parece tener un gorro de cotillón y cargauna bolsa. En Salaria se ve un recolector de basura con su carrito, unpintor con su escalera y el tarro de pintura, un hombre mayor conbastón, todos ellos parecen indiferentes al Choque.

Luego del Choque la geografía se torsiona, enloquece, es irrecono-cible.

El cordón de la vereda de Salaria está dibujado sin solución decontinuidad con lo que se consigue que Via Po desaparezca despuésdel Choque. (Incluimos foto). Marcello ha eliminado la intersecciónde Po con Salaria. Podría decirse que la colisión hizo desaparecer a ViaPo que es donde se encuentra la entrada de la casa familiar.

La vía del tranvía de Salaria (que no existe en la actualidad) a partirdel Choque se duplica. En la vía del tranvía, antes del Choque hay

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niños jugando, uno en bicicleta, muñecos, después del Choque desapa-recen. El dibujo viene a mostrar que la invasión de la ciudad que estárepresentada por este choque entre los invasores destruye la vidaciudadana representada por el trazado de las calles que desaparece y delas vías del tranvía que se duplican. Tal vez representen las dos vidasparalelas que se han iniciado en la ciudad: italianos en una, alemanes enotra, disociados, sin posibilidad de encontrarse ni de ignorarse.

La creatividad propia del juego, también queda interrumpida.Antes del Choque la esquina de Po y Salaria está conservada y se

subraya usando la regla, el orden y la precisión idealizados de cómo erala ciudad antes que lleguen los alemanes. Se ve una escalera apoyada enla pared.18 Arriba, una persona mira el accidente desde el balcón.

En Salaria se ve una casa grande que nunca existió en la realidad.¿Será que Marcello representó la casa de la familia judía Mortara cuyadueña estaba escondida desde esos días con los Cossu? En una de lasventanas se ve una persona. Tal vez sea la empleada que había quedadoviviendo en la casa de los Mortara, casa forzosamente abandonada queMarcello Cossu L´Abbate hace “reaparecer”.

En el tercer piso del edificio que es el de la casa familiar dice UPIN.Próximo a la ventana, indicado por una flecha, un hombrecito consombrero mira subrepticiamente; mira hacia nosotros observadores,no hacia el Choque. En la puerta de ingreso puede leerse “Po”. ¿Seráél, Marcello Cossu L´Abbate el “Osservatore Romano” menciona-do? víctima y espectador de un hecho invisible que lo afecta en lopersonal y colectivo.

Bibliografía

AGAMBEN, G. (1999) Lo que queda de Auschwitz, el archivo y el testigo. Valencia,Pre-textos (2002).

18 El tema del pintor con la escalera se repite en muchos dibujos, (Fascistas y Comunistas,Un pizzardone, Cuando se fue el fascismo y otros). Pensamos que alude tanto al niñodibujante-pintor como a Hitler omnipresente al que le decían “pintor”.

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Con Cossu L´Abbate 2012

“I tedeschi entrano a Roma” es un recuerdo... era una mañana deseptiembre. Lo sé porque en esa época los colegios abrían a principiode octubre y entonces toda la familia estaba en casa. Mariantonia nosllamó a todos: “están los alemanes!” Había camiones con jóvenesparacaidistas de pie... estaban de pie en una actitud belicosa. Teníanametralladoras. Los camiones daban vuelta. Me acuerdo que el vecinode enfrente se acercó... era un inválido de la primera guerra mundialde mediana edad... tenía aproximadamente 50 años. Les dijo a lossoldados: “alemanes váyanse a su casa!”

Era una frase amenazante y era peligroso con esos soldados. Perodijo algo que era la expectativa de todo el mundo... que los alemanesse fueran a su casa; y podía ser... quiero decir que podía ser que losalemanes se fueran hasta los Alpes.

Había habido mucha resistencia contra los alemanes... los “Granatieri”de Cerdeña, por ejemplo trataron de frenar al enemigo en “porta S.Paolo”. También murieron civiles allí. Me acuerdo del ingenieroPersichetti, que era antifascista, que murió en “Porta S. Paolo”.

Marcello Cossu Giri: Me parece interesante que no hayas dibujadoel episodio del señor inválido...

Marcello Cossu L´Abbate: Sí... no sé…Los alemanes daban vuelta para transmitir la sensación de ocupa-

ción y para fijarse si había acciones que podían causar daño... comopodía ser tirar una maceta por la ventana. Por eso los soldados mirabanhacia arriba, las amenazas llegaban desde los pisos más altos. Este esun dibujo que tiene que ver más con la “immagine” y menos con lo“immaginario”; está dibujado en primera persona... es lo que viví... esun dibujo directo. Hay poca imaginación, no es como en “Villaggioabissino” y “L’occupazione di Napoli” que están dibujados a partir decomentarios que escuché.

Mucho se desarrollaba en las ventanas, podía pasar cualquier cosaen la calle, había que tener cien ojos... como pasó con el choque en laesquina de casa; en la esquina con “Villa Giorgina”, que ahora es laembajada israelí...

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Marcello Cossu Giri: No... ahora es la Nunciatura Apostólica...Marcello Cossu L´Abbate: ¿Estás seguro?...En conversación con Marcello Cossu L´Abbate encontramos que

él creía que en la manzana de Po y Salaria, la que dibujó con árboles,estaba en la actualidad la embajada de Israel. Hoy es residencia de laNunciatura. Ese predio conocido como “Villa Giorgina” fue donadopor el Senador Levi dueño del predio, en agradecimiento por habersido escondido en el Vaticano durante la persecución a los judíos.

Pio Pullini: Acuarelas

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Pioneros

Rioplatenses

Algunas reflexiones sobre la teoría deDavid Liberman 1

Gladys Silka Santoro

David Liberman enseñó clínica psicoanalítica durante muchosaños en la ciudad de Rosario y este trabajo no es sólo un homenajehacia él, sino, un intento de explicitar el espíritu y la generosidad quetransmitía en sus clases.

Voy a comenzar contando una anécdota, que es uno de los recuer-dos más hermosos que tengo de mi trabajo con el Dr David Liberman.

En una supervisión con él, uno de los integrantes del grupo llevó elcaso de una paciente que trabajaba como enfermera y contaba yhablaba de sus preparativos, ya que pensaba casarse en ese momento.

El novio era un compañero de trabajo, también enfermero y hablabano sólo de sus planes sino también de los recursos económicos con quecontaban para concretarlos.

Muchos de nosotros –entre los cuales me incluyo– estábamos unpoco perplejos ya que parecía que no tenían demasiado dinero parallevar adelante los proyectos, si bien éstos no aparecían como desca-bellados.

Y es así que alguien en el grupo, dijo: “¿pero doctor, cómo van avivir con tan poca plata?”. El Doctor Liberman se rió y dijo: “Ustedestá como esas mamás que dicen de qué van a vivir los chicos, no sepreocupe, ésta es una pareja que va a poder arreglarse”. Se quedópensando unos instantes, “fíjese –dijo– hay entre ellos un intercambiode humor inteligente”.

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1 Trabajo arbitrado.

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GLADYS SILKA SANTORO

“Su paciente –dijo dirigiéndose a la terapeuta– se ha conseguido ungran marido”. Entonces fuimos nosotros (el grupo) los que nosquedamos pensando.

Fue un gran maestro, enseñaba sin solemnidad y aún recuerdocuando llegaba a nuestra ciudad su andar característico, su portafolioy su gran sabiduría. Tenía una gran capacidad para generar ideas enotros y enseñaba con afecto y alegría.

David Liberman también fue un gran músico y su teoría acerca delestilo complementario para cada paciente fue una forma de ponermúsica al Psicoanálisis, ya que en el piano una mano hace la melodíay la otra el acompañamiento, y él decía que frente a la melodía de cadapaciente, frente al estilo de cada paciente, el analista tenía queinterpretar también desde un estilo determinado.

Por ejemplo, para un paciente fóbico el estilo complementario delanalista es el estilo esquizoide. Hay que mostrarse impersonal para queno se asuste.

Ahora bien, Liberman va a relacionar su teoría con la Semiótica, laTeoría de la Comunicación, la Lingüística. Chomsky es un autor quele aportó ideas muy valiosas al igual que Klein, E. Pichon Rivière,Ruesch, Abraham, Morris, Jakobson y por supuesto Freud y otros.

En ese sentido es importante destacar que también incluyó modelosmentales que nacen del arte. Fue el primero que promovió en nuestromedio la utilización sistemática de las producciones cinematográficascomo modelo para explicar los fenómenos inconscientes para quepuedan ser objetivados y comprendidos en profundidad. Decía que latrama de la película es como un tratamiento psicoanalítico y relacionabalas buenas películas, aquellas que impactaban al espectador, con las queen la mitad del film podía verse la entrada en la posición depresiva.

No hace mucho tiempo descubrí en una revista del año 1961 (1962Comunicación en Terapéutica Psicoanalítica vuelve allí a mencionarel artículo), tomo I, Nº 2 Revista de Psicología y Psicoterapia deGrupo, un artículo de David Liberman titulado “La produccióncinematográfica utilizada como ‘modelo mental’ de las fantasíasinconscientes de los grupos. (“Doce hombres en pugna”. Impacto yelaboración del parricidio)”. Allí sostenía que los modelos mentales

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA TEORÍA DE DAVID LIBERMAN

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pueden constituir un impedimento si el pensador se aferra demasiadoa ellos y cae en una confusión entre el símbolo y lo simbolizado, y tieneque tener clara conciencia de las motivaciones inconscientes que él hatenido para la elección de dicho modelo y no de otro. Esto esimportante porque siempre va a incluir la figura del investigador.

Recuerda que Freud también lo hace ya que toma la tragedia deSófocles, Edipo Rey.

Su teoría en síntesis, es también un intento de darle una apoyaturaepistemológica a sus ideas y en ese sentido va a decir que concede ala situación analítica un papel central como método y como objeto deindagación, siempre respetando la diversidad del paciente y delanalista.

El analista, decía, trabaja con su paciente en el consultorio y debetrabajar después estudiando las sesiones, como custodiando y acom-pañando ese proceso psicoanalítico. Debe investigar siempre fuera dela sesión y el análisis debe ser evaluado permanentemente. Acá va aoponerse a Freud que decía que primero había que terminar untratamiento psicoanalítico.

Por lo tanto, para Liberman la transferencia podría ser pensadacomo una creación entre el analista y el paciente; ya que Libermanjerarquizaba mucho la presencia real del analista y decía que todos lospacientes no desarrollaban la misma transferencia con todos losanalistas. El Hombre de los Lobos, por ejemplo, tuvo dos análisis, unocon Freud y otro con Ruth Mack Brunswick y en ambos el desarrollode la transferencia fue muy distinto.

Voy a referirme a los estilos del paciente, estilos complementariosdel analista, el Yo plástico que postula Liberman.

Antes quería mencionar que basándose en las ideas de Ruesch,Fenichel, Freud y también tomando de Klein los conceptos de fantasíainconsciente, relaciones objetales y ansiedades básicas, construye unatipología que fue la siguiente:

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GLADYS SILKA SANTORO

I Persona observadora y no participante Esquizoidía. Esquizofrenia Paciente(oral de succión) reflexivo

II Persona depresiva Ciclotimia. Depresión neurótica PacientePsicosis maníaco-depresiva lírico(oral secundaria)

Persona infantil Órgano- neurosis Paciente(Enfermedades psicosomáticas) lírico

III Persona de acción Personalidades psicopáticas Paciente(Perversiones e impulsión neurótica) épico(Anal 1ª) Paranoia

IV Persona lógica Neurosis obsesiva Paciente(Carácter obsesivo) narrativo(Anal 2ª)

V Persona atemorizada y huidiza Histeria de angustia Paciente dra-(Carácter fóbico) mático que(Fálica) crea suspenso

VI Persona demostrativa Histeria de conversión Paciente dra-(Carácter histérico) mático que(Etapa fálica) crea impacto

estético

Ahora bien, basándose en Jakobson, Liberman va a hablar de estilosy piensa que existen correspondencias entre los estilos comunicativos ylos distintos tipos de personas que expuso anteriormente.

Este nuevo reordenamiento de la Psicopatología le permite aLiberman describir un Yo desde el punto de vista de sus instrumentospara comunicarse en seis categorías y postula un Yo idealmenteplástico.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA TEORÍA DE DAVID LIBERMAN

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Acá va a postular una idea original acerca de lo que es reparar paraLiberman.

El Yo idealmente plástico va a ser concebido como aquel en quetodas las funciones se amalgaman y una no tiene más fuerza endesmedro de otras, cada una ocupa un lugar en los diferentes momen-tos de las experiencias de la vida.

La dirección de la cura psicoanalítica va a estar dada por laaparición de las funciones que estaban hipotrofiadas en desmedro deotras que estaban hipertrofiadas. Esto implica el concepto de repara-ción para Liberman.

Horacio Etchegoyen (1985) describe bien los 6 tipos de personali-dad que encuentra Liberman cuando distingue sendos atributos en elYo: “1) la capacidad de disociarse y observar sin participar, percibien-do la totalidad del objeto; 2) la capacidad de acercarse al objeto y verloen sus detalles; 3) la capacidad de captar los deseos propios y llevarlosa la práctica cuando existen perspectivas de satisfacerlos, calibrandola necesidad y la posibilidad; 4) la capacidad de utilizar el pensamientocomo acción de ensayo, lo que implica para Liberman la posibilidadde adaptarse a las circunstancias y a los vínculos familiares de tipovertical (abuelos, padres e hijos) y horizontal, con sus diversos gradosde intimidad, lo que también implica la capacidad de estar solo; 5) lacapacidad de movilizar un monto de ansiedad útil preparatoria para laacción y 6) la capacidad para enviar un mensaje donde acción, idea yafecto se combinen adecuadamente.”

Un proceso analítico exitoso será aquel que haya corregido elexceso de cualquiera de estas funciones y aumentado las que estabanen déficit.

Voy a dar un modelo ideal normal de lo que serían estas 6 funcionesyoicas:

I- Casillero reflexivo. Una personalidad que tiene un talentológico-matemático-filosófico para trabajar con abstracciones.

II- Casillero lírico. Persona creadora, pintor impresionista.III- Casillero épico. Capacidad de liderazgo, carisma. Pensar que

es lo que puede llegar al grupo o a la masa.

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IV- Casillero lógico. Capacidad de organizar una empresa.V- Casillero fóbico. Capacidad de afrontar situaciones de riesgo y

utilizar la angustia señal y tener el placer funcional de vencerel obstáculo.

VI- Casillero dramático. Contacto con el otro; que tenga algo delimpacto estético que puede tener un discurso publicitario.

Un ego idealmente plástico tiene casi todas estas capacidades endisposición. Una persona es idealmente “sana”, en la medida que enel transcurso de su ciclo vital, puede utilizar, según las circunstanciasdiferentes, cada uno de estos casilleros. Voy a dar algunos ejemplos:

I- Casillero reflexivo. Una persona que en la última etapa de lavida no entre en competencia con los que vienen después,puede ser un buen cronista, en la edad de retiro, instrumentandosu esquizoidía puede trasmitir a las demás generaciones comoél ve las cosas cuando se está al final del camino.

II- Casillero lírico. La capacidad de ligarse y depender de perso-nas; dejando de lado las raíces tempranas de estas funciones,por ejemplo la capacidad de poder enamorarse.

III- Casillero épico. Asumir responsabilidades y tomar decisionesporque ya no tiene consejeros; tiene que tener capacidad paraestar solo y asumir la decisión de organizar la acción.

IV- Casillero narrativo. Tener capacidad de cierto grado de organi-zación de tal manera que cuando uno llega a la edad media dela vida, tiene sus pares con los cuales uno tiene un tipo derelación, tiene personas que lo siguen, que están dependiendode uno y a su vez tiene personas de las cuales uno depende. Laedad media desde el punto de vista comunicacional está en lacúspide, es donde se pone en juego todo lo que se logró en laposición depresiva, en los primeros años de vida. Es decir, serpar con los pares. Tener capacidad de acción, depender de losque vienen después. Liberman dice que éste es un momentocrítico y riesgoso.Puede haber suicidios, divorcios, crisis vocacionales y se

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA TEORÍA DE DAVID LIBERMAN

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puede salir enriquecido o no de estas crisis. Las grandes obrassurgieron después de estas crisis. Liberman tenía 32 añoscuando escribió “Comunicación en Terapéutica Psicoanalíti-ca”, Melanie Klein descubre el Psicoanálisis y comienza atrabajar alrededor de los 38 años. Shakespeare nace en 1564 yescribe Hamlet en el 1600, tenía 36 años.

Liberman va a hablar de estilos y para ello va a tomar las ideas deRoman Jakobson, un lingüista cuyos conceptos le resultaron de sumovalor. Este autor distinguió seis factores y seis funciones; a saber:Factor fuente, contexto, mensaje, destino, contacto y código; y Fun-ciones: emotiva, referencial, poética, pática, metalingüística y conativa.

En 1978 en Comunicación y Psicoanálisis superpone dos gráficosde Freud de la siguiente manera: va a tomar las conceptuaciones deFreud del aparato psíquico de “El Yo y el Ello” y lo va a superponeral gráfico de Freud del capítulo VII de “La interpretación de lossueños” (1900) y va a decir que el ego de la teoría freudiana puesta asíes estático como un huevo y entonces superpone el gráfico del capítuloVII, es como el arco de un violoncello que dará a las funciones del Yootras perspectivas desde un ángulo tridimensional.

Estilos

I. Reflexivo: es la persona observadora no participante de latipología anterior. El esquizoide de la psicopatología clásica.

Son los pacientes esquizoides que describe Klein en “Notas sobrealgunos mecanismos esquizoides”.

Observan sin participar emocionalmente.Liberman dice: tienen una percepción microscópica “El yo se

achica y el objeto se agranda” (comunicación personal).Plantean incógnitas sin crear suspenso, por ejemplo ¿qué es la vida,

el psicoanálisis? Tienen sospechas acerca de los demás y los estudiancomo si fueran bichos raros.

Son distantes, silenciosos y se encierran en un silencio difícil y esdifícil saber qué piensan.

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Tienen mucha envidia frente a la tarea del analista y no puedensentirse queridos desinteresadamente porque son así, no son desinte-resados.

En general, hablan de generalidades y piensan que se curan por laobjetividad.

Son adictos a la nostalgia que no es lo mismo que sentir nostalgia,por ejemplo coleccionan discos de los años 60 y esto es así porquetienen preferencia por sustituir personas por objetos inanimados.

Son excéntricos, tienen un solo amigo, una cama, una casa, unaropa y nada más.

Son ideólogos y son inhábiles con el cuerpo, tienen accidentesporque andan desconectados.

Pueden ser grandes artistas. Por ejemplo el “Mono” Villegas que fueun gran amigo de Liberman y un famoso pianista. Contaba Libermanque cuando fue a visitarlo tenía en su departamento una mesa, dos sillas,una cama y en el living un gran piano de cola y nada más.

Nunca protestan por nada y cuando no dan más, entablan un juicioo se van.

Vienen casi siempre con un libro y hacen críticas literarias.La familia se caracteriza por lo siguiente: se decía una cosa y se

hacía otra.

II. Lírico: corresponde al cicloide de la Psicopatología clásica y ala persona depresiva de la clasificación anterior.

Es lírico por que se asemeja al poeta que canta sus propios afectose ideas.

Su mayor preocupación es la regulación con los objetos internos.“Ser amado por el Superyó para restablecer su autoestima”.

Tienen oscilaciones en el estado de ánimo. Vienen tarde, confusos,es la persona que se banca todo siempre y nosotros pensamos, decíaLiberman, ¿pero este tipo cuándo va a vivir su propia vida?

Se dejan invadir por los problemas y al revés de los pacientesanteriores, van a cuidar su casa, están siempre en refacción porquenecesitan crear un continente bueno en el cual sentirse protegidos.

Son los pacientes que no van a atacar el encuadre, al contrario, van

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA TEORÍA DE DAVID LIBERMAN

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a cuidarlo mucho por esta misma razón; tienen una percepcióntelescópica porque tienen una percepción parcial del objeto.

Se preocupan por la muerte de sus seres queridos (que se mueran,se enfermen) justamente por la ambivalencia que sienten.

Son pacientes que están tan cerca del objeto que sólo ven detallesy no la totalidad.

En estos pacientes está muy exacerbado el erotismo visual, mirana la cara de la gente y leen el rostro. Por ejemplo dicen al entrar a lasesión “¿Doctor, hoy usted está triste?”

El conflicto fundamental fue el trauma del destete y son importan-tes los duelos y las pérdidas.

II. Organo-neurótico: fue la primera denominación para esa pato-logía a la que luego llamó enfermedades psicosomáticas. Los incluyecomo líricos. Son latentes muy tempranamente y sus enfermedadestienen que ver muchas veces con sucesos familiares o de trabajo queel paciente no percibe.

El trabajo ocupa un lugar muy destacado e ignoran el cuerpo.Tienen una personalidad “seudoself” y niegan el dolor, el cansancio yla angustia.

Difiere del hipocondríaco que consulta al médico permanentemen-te y es un paciente psiquiátrico , es una paranoia en el cuerpo. El delirioes arreglar el cuerpo como el esquizofrénico arreglar el mundo, es unaidea de reparación maníaca, omnipotente corporal.

En cambio el enfermo psicosomático no va nunca al médico porqueestá ocupado con los negocios. Su cuerpo es un cuerpo olvidado.

Tienen una adaptación formal y masiva al mundo externo.Son muy ambiciosos y tienen una búsqueda desenfrenada por el

confort material como forma de recuperar el confort por la pérdida delpecho.

Se pueden morir en el curso de la terapia porque son suicidas yLiberman decía que hay que tener mucho cuidado si desaparece elsíntoma somático sin una verdadera comprensión del mismo, porqueno hay que olvidar que tratan de adaptarse prontamente. Hay quedecirle esto al paciente y decirle que su vida está en peligro.

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Este paciente no sólo ha tenido un destete traumático sino que debeabandonar bruscamente la fase simbiótica (Mahler) y adquiere unaadaptación masiva y formal a la realidad externa. La somatización eslo más auténtico del paciente porque es pensamiento, sentimiento yacción. En su infancia fue muy apegado a su grupo familiar.

Es decir, el órgano-neurótico es un paciente que entra dentro de lacategoría del paciente depresivo con una salvedad, en vez de experi-mentar emociones experimenta somatizaciones porque es el pacienteque se adapta o se sobreadapta y se estresa.

Nos cuenta cosas utilizando un lenguaje obsesivo, no tiene lacapacidad de abstracción del esquizoide, ni las posibilidades emotivasdel depresivo, es un paciente que se mueve con un código convencio-nal, aparentemente pobre y no se sale de sus síntomas.

En lugar de estar triste, está preocupado por un síntoma físico, esdecir la emoción se transforma en somatización.

Cuando evoluciona se hacen más emotivos, más cicloides ya queel análisis tiene que transformar la somatización en emoción.

Por ejemplo: un paciente diarreico se puede transformar en unmaníaco insoportable que habla todo el día, se enoja, hace chistes, sele da por llorar, se pone pesado pero está sucediendo algo importante,está salvando el cuerpo porque ya tiene estados emotivos.

Liberman decía que los venía a buscar la ambulancia y, les seguíandictando a la secretaria.

III. Épico: corresponde a la persona de acción.Lo llama épico porque se asemeja al poeta o al orador que nos está

involucrando en la epopeya o en una supuesta causa heroica en la cualtenemos que incluirnos.

Son pacientes que vienen siempre con una intención oculta (unplan).

El lenguaje es un lenguaje de acción, está destinado a manipular alotro y son expertos en inocular. “Hacen hacer”.

Liberman ha estudiado en estos pacientes los factores genéticos ylos aspectos de voracidad y envidia que describe Klein.

Liberman decía que el psicópata no piensa, planifica. Son pacientes

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que provocan sobresaltos y los que nos preocupan después de la hora.Se caracterizan por una huida temprana del pecho y tienen unaacelerada maduración muscular porque no pueden depender de lafigura materna. Es decir, a través de la motilidad se arreglan solos.

No pudieron hablar, el lenguaje no fue suficientemente instrumen-tado por el grupo familiar para expresar necesidades. No fueronescuchados, por lo tanto actúan y la actuación es como una frase malhilvanada.

Frente a la frustración aparece el tedio, el aburrimiento y laactuación psicopática.

El tedio es la depresión por la carencia del objeto necesitado einalcanzable. El psicópata es alguien como que le falta el timón, elobjeto bueno que dé coherencia a su Yo.

Familia: son muy inestables. Son padres cambiantes que convivenpero al mismo tiempo están alejados, padres importantes, muy ocupa-dos. Reciben cosas materiales pero carecen de afecto. Liberman contóla experiencia de un niño que lloraba porque quería irse a dormir y porsupuesto sus padres no lo escuchaban, así que se tiró al suelo, pataleó,gritó, entonces como castigo lo mandaron a dormir.

Lo paradojal es que lo castigaron por lo mismo que él había pedido.No encontramos nunca un psicópata sin un subcomponente

estilístico.

IV Estilo narrativo: límite entre la neurosis y la psicosis. Corres-ponde a la persona lógica de la clasificación anterior o a la neurosisobsesiva de la Psicopatología clásica.

Antepone la lógica formal, la lógica del pensamiento a la lógica delas emociones y sustituye el macrocosmos de los hechos por elmicrocosmos de las ideas.

Tiene tan exacerbadas las operaciones lógicas que los procesos deimaginación y lo que puede aparecer como fantasía inconsciente estánanulados.

El paciente narrativo se preocupa mucho por la forma del lenguaje,por cómo construye las frases, que lo que expresa.

“Son los que mejor hablan”.

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Son pacientes que hacen crónicas organizadas de lo que hicierondía tras día.

A veces hacen un análisis tan crítico que desbaratan la interpreta-ción.

Todo es lógica, los sentimientos son excrementos peligrosos ysucios que deben ser eliminados.

El terapeuta es exigente porque es el progenitor del control deesfínteres.

Busca con este discurso controlar la mente del terapeuta.Fue en su infancia un niño precoz, ordenado y sobreadaptado.Fijación anal retentiva.Son pacientes que cuando meten la pata es cuando empiezan a

mejorar. Decía Liberman que tenemos que recordar que una cosa es unsíntoma obsesivo destinado a frenar cambios y otra cosa es coherenciay organización para mantener estabilidad en el cambio.

V. Dramático que busca incógnitas y crea suspenso: comprende ala persona atemorizada y huidiza de la clasificación anterior. Es lafobia de la Psicopatología clásica.

Despiertan incógnitas creando suspenso, es como que hay algosiempre por descubrir y el terapeuta es una especie de detective que vaa descubrir qué pasa.

Tienen un estado de alerta crónico en la sesión y también en su vidaporque padecen de una sobreexcitación, que los impide escuchar yescuchan poco y mal.

Tienen una sola finalidad, evitar la angustia. La fobia empobrece.Juanito no podía caminar por Schönbrunn (es un hermoso paseo enViena que estaba próximo a su casa).

El estilo de suspenso muestra una diferencia entre el lenguajeverbal y el no verbal. En este último suele estar lo más auténtico delpaciente, mientras que a través del lenguaje el paciente va a tratar deocultar lo que siente.

El problema mayor es sobre la sintaxis porque tiene que evitar porla angustia ciertas palabras, cierto tipo de discurso y ciertos girosverbales.

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El terapeuta contratransferencialmente siente que hay algo quedebe evitar sentir o decir. “Hay que tener cuidado”.

Familia: padres ansiosos que no pudieron metabolizar las angus-tias.

VI Persona demostrativa: con impacto estético.Son los pacientes con más desarrollo y capacidad simbólica.

Pueden analizarse bien hasta que se reactiva el Complejo de Edipo;entonces el terapeuta es el progenitor del mismo sexo que castiga elincesto o del sexo opuesto que seduce.

Aparece la represión y ésta es la expresión de la castración.Son ingenuos y se sugestionan con la palabra del terapeuta.Punto de fijación: fálico uretral.Acepta al objeto total con exclusión de lo genital.Dramatiza, amenaza con el suicidio pero no es como el psicópata

que busca dominar, el histérico es exhibicionista y busca un públicopara su escena.

¿Para qué hace una conversión? lo que hace es solucionar unconflicto que le provoca angustia. Por ejemplo a través de un ataquerepresentar un coito pero no se entrega sexualmente. Frente a unaconversión histérica, decía Liberman, ver si alguien del grupo tuvo unsíntoma parecido, parálisis, cefalea, etc., y se debe anotar toda lasemiología neurológica.

Una persona con una conversión histérica no viene sola, viene engrupo, con la suegra, futura suegra, madre, abuela, etc.

Son pacientes que logran insight cuando el analista puede integrarel lenguaje verbal del no verbal del paciente, aparecen entoncesrecuerdos reprimidos y aparecen sentimientos de gratitud hacia losaspectos buenos de los padres y del terapeuta y el duelo por losaspectos malos.

Es decir, la reparación como la plantea Klein. Desde Liberman seríaalcanzar pautas estilísticas más logradas. Liberman dice que noexisten estilos puros sino sub-estilos y en función de éstos se puedehacer el pronóstico del paciente.

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Ideas generales

Parafraseando a Freud en “Consejos al médico” voy a hablar deciertas ideas de David Liberman que pude recordar a través de lassupervisiones, seminarios, que me parecen muy valiosas. Libermandecía que cada paciente tiene una teoría de lo que es su analista y vieneal análisis y a la primera entrevista con esa teoría.

I - Para el esquizoide, decía, el analista es alguien que está todoel día encerrado, una anacoreta, un pensador, un tipo que estásentado feliz porque está pensando y el paciente va a esperar queel analista le dé la clave para solucionar los grandes problemas dela vida, los problemas existenciales, ¿qué es la vida, la muerte, elPsicoanálisis?

II- El depresivo va a aplicar en el análisis la teoría de cómo ganaramigos y de que a uno lo quieran.

El analista es una persona muy comprensiva que lo va a querermucho, lo va a comprender y esto va a ser sentido por el paciente comoleche, como alimento, al decir desde la teoría kleiniana va a ser unpecho ideal.

No importa lo que le interprete, importa lo que quiera y así de esamanera se va a curar de sus problemas.

III- Persona de acción, persona psicopática, va a tener la teoría deque el analista lo va a ayudar a que se desempeñe con más energía enla vida y le enseñe cómo dominar más y mejor a la gente.

Para él el analista es una “persona liberada” que puede aceptarmuchas cosas y tiene una ética parecida a la suya. Por ejemplo Omar(un paciente que describe Liberman en su libro Lingüística, interac-ción comunicativa y proceso psicoanalítico) creía que el terapeuta eraun oportunista que quería aprovechar la situación y ganar dinero y élestaba convencido de esto, tenía una certeza delirante. Es decir, elpaciente espera que el análisis le dé fuerza, lo libere de las inhibicionesinfantiles y así si se desinhibe, va a poder hacer justicia y va a

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demostrar que no es cierto lo que dice la gente que es un agresivo, unaprovechador o alguien que perjudica a la gente.

IV- El obsesivo, el terapeuta lo va a ayudar a tener las cosas claras,es decir lo va a acompañar a perfeccionar sus rituales y sus sistemasde creencias regulares, ya sean éticas o estéticas, y es que se basajustamente en la idea de que el analista es una persona que aclara lascosas para que el paciente tenga ideas claras y sobre todosistematizadas.

V- La persona fóbica, el tratamiento psicoanalítico y el analista lovan a ayudar a vencer sus miedos y por lo tanto el terapeuta va a ser unacompañante, alguien que va a fomentar su contrafobia.

VI- Por último, la persona demostrativa, el analista lo va a ayudara perfeccionar técnicas de cómo promocionarse en la vida, para poderimpresionar y venderse mejor. El analista también es alguien a quienle gusta impresionar y lucirse.

Con esto ¿qué quiere decir Liberman?, que todos los pacientestienen un Superyó sádico y un Yo masoquista, pero esto es un lugarcomún por que lo importante es preguntarnos ¿qué clase de Superyósomos para ese paciente?

Nosotros provocamos efectos, entonces, el paciente no tiene sólouna teoría sobre nosotros sino también sobre la terapia analítica y enese sentido el paciente tiene también una teoría sobre su historia, unahistoria que generalmente va cambiando a medida que en el curso deltratamiento va descubriendo su verdadera historia.

Dice Liberman en Comunicación en terapéutica psicoanalítica:“La historia no es solo repetida, recordada sino que también eselaborada y por lo tanto en cierta medida creada.” Es decir, entoncesque el paciente también tiene una fantasía de curación.

Liberman decía que le interesaba ver qué pasó entre la primera y lasegunda entrevista, y en general pedía un sueño y en función de eso sepodían tener indicadores de pronóstico porque si uno ve que el

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paciente se fue rigidizando uno debe contraindicarse como terapeutade ese paciente.

Es decir, el carácter asimétrico del diálogo, el encuadre, el esquemareferencial en el cual abordamos la tarea es un elemento motivador, esun tipo de interacción que hace que el paciente se muestre másperturbado o más creativo.

“Ustedes, decía, habrán tenido pacientes que en la sesión lloran amares” y al rato lo ven en la esquina charlando o el paciente llega adecir cosas que nunca dijo, el mismo se extraña (frases inéditas);quiere decir que nosotros vemos al paciente mucho mejor o muchopeor en la sesión.

Esto nos habla de la Psicopatología para poder conjeturar que lagente puede ser de muy distintas maneras.

Por último, en relación con este tema quería destacar cómo pensabaLiberman acerca de la contratransferencia.

Reducía el concepto de contratransferencia a los escotomas, comoclásicamente se postulaba y decía que la respuesta contratransferen-cial es la percepción simétrica invertida y que si uno piensa de estamanera va a trabajar muchísimo menos con la contratransferencia y vaa trabajar más con la transferencia.

En síntesis, hay que ponerse en el lugar del paciente.Voy a dar un breve ejemplo, muy resumido:Cuenta que una paciente lo aburría en las sesiones y cuando detectó

esto se puso a pensar ¿será que yo represento para la paciente el objetoal cual ella aburre?

La paciente le cuenta que le había pasado esto con dos o tresmuchachos y que ella no entendía qué pasaba porque se esforzabamucho por agradar y despertar interés.

En ese momento Liberman tiene la ocurrencia contratransferen-cial y recuerda cuando era adolescente e iba a reuniones y se divertíamucho. Como un sueño diurno y un sueño diurno indica muchasveces un duelo por lo que uno no hace o por lo que uno no puedehacer, por ejemplo una persona tímida sueña que es un gran conquis-tador.

Y ahí entendió. No le interpretó que ella era una aburrida, que

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aburría o tomó la teoría de la envidia, la seducción o que lo queríacastrar.

Independientemente de que esto fuera cierto le dijo: que ella porquerer agradar se esforzaba tanto que terminaba aburrida y entoncesempezaba a inocular aburrimiento. Era una animadora (se identificabacon una animadora) quería animar la sesión pero estaba tan ocupadaen esto que no veía nada a su alrededor, como si estuviera metida enun televisor y la imagen televisiva como sabemos es ciega.

Por eso Liberman recordó también cuando en las fiestas de adoles-cente “Yo tocaba el piano, todos se divertían y al final era yo el que seaburría”.

Estilos complementarios del analista

Paciente Terapeuta

Paciente reflexivo Estilo dramáticoIncógnitas y no crea suspenso

Paciente lírico Narrativo(Estilo depresivo) Utilización instrumental

de frases con categoríaslógicas donde aparecerescatada la identidad delanalista

Paciente épico Estilo narrativo-lógico(de acción) Frases con categorías

lógicas en relación conel encuadre.Poner orden en el caos

Paciente narrativo Instrumentación detécnicas de acción

Paciente dramático que Instrumentación de lacrea suspenso (fobias) esquizoidía

Paciente dramático que Instrumentación de lacrea impacto estético esquizoidía

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Aportes fundamentales de la teoría de David Liberman

David Liberman hizo aportes muy valiosos al Psicoanálisis. Voy aenumerarlos:

1º) El pensamiento de David Liberman surge a partir de la influen-cia de E. Pichon Rivière y la importancia que le da éste al vínculoanalítico. También influyeron otros autores: Racker, Alvarez deToledo, Grimberg y otros, todos estaban interesados en el diálogopsicoanalítico, la transferencia la contratransferencia y la sesión comositio de investigación.

Va a postular entonces el enfoque interaccional de la transferenciay habla del encuentro singular y único del paciente y el terapeuta yjerarquiza tal como lo explicité anteriormente la persona real delanalista en el desarrollo de la transferencia y de la contratransferencia.

La evolución del proceso psicoanalítico dependerá de esto ya quesi bien el paciente trae sus series complementarias y una ciertadisposición a desarrollar una particular transferencia, serán las carac-terísticas personales del analista y de qué manera aborde este análisislo que determinará el futuro del tratamiento. Destaca también laimportancia del esquema referencial con que trabaje el analista.

2º) Ahora bien a Liberman le interesó desde los comienzos de sutrabajo demostrar que el Psicoanálisis era una teoría científica y queríadarle un status epistemologico. Para eso partió del sistema hipotético-deductivo, descubrimiento que hizo de la mano del eximio epistemólogoel profesor Gregorio Klimovsky para estudiar el diálogo psicoanalíti-co que fue el lugar más importante de indagación.

Tomó la sesión analítica no sólo desde el contexto de descubri-miento mientras trabajaba con el paciente, sino para testear y corrobo-rar sus ideas y sus hipótesis a posteriori de la sesión a través de lassupervisiones y grupos de discusión.

Prueba de ello son sus formulaciones acerca de las hipótesisintermedias y las definiciones operacionales que surgen de la interac-ción del paciente con el analista y que dieron a la investigaciónpsicoanalítica un aporte muy importante.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA TEORÍA DE DAVID LIBERMAN

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3º) Tal como lo explicité anteriormente, tomó ideas de la Teoría dela comunicación, la Semiótica, la Lingüística , la Gramática Generativade Chomsky, Morris de quien tomó la teoría de los signos y clasificóy categorizó los cuadros clínicos en: patología a predominio semán-tico, pragmático y sintáctico y, por último, Jakobson que a través desu teoría de factores y funciones le van a permitir a Liberman formularla teoría de los estilos, estilos complementarios y el yo plástico.

Es decir, para poder testear los conceptos teóricos recurrió a la ideade los cambios que se evidenciaban en el lenguaje. Fueron muyimportantes las ideas de Chomsky y de sus investigaciones acerca delaspecto creador del lenguaje. Este autor postulaba una estructuraprofunda y superficial en la lengua lo cual podía permitir detectar loscambios en el paciente, y Liberman relacionó esto con lo inconscientey lo manifiesto.

Por ejemplo, un proceso de regresión podía ser evaluada a través deun lenguaje olvidado y recreado nuevamente y la aparición de “frasesinéditas” marcarían un cambio estructural en el paciente y el comienzode un proceso de reparación.

4º) No sólo recurrió a otras disciplinas ya que no puede concebirseuna ciencia sin estar relacionada con otras sino que planteaba que elPsicoanálisis no debía encasillarse en determinadas teorías, ni tenerposturas dogmáticas, ya que esto constituiría de por sí una posturaanticientífica

Debe dejar de lado el adoctrinamiento y el dogma que pueden surgirfrente al hecho de jerarquizar una teoría en desmedro de otra.

Esta fue su actitud desde los comienzos de su trabajo. En 1947escribió “Semiología Psicosomática” que fue su tesis doctoral y en esemomento a raíz de sus dificultades par captar al enfermo en sutotalidad pensó en aplicar el método historiográfico de Ranke alexamen psicosomático de los enfermos.

5º) Va a tomar en cuenta el mundo externo, ya que habla de diálogopsicoanalítico, encuadre de la sesión y situación analítica.

En la situación analítica va a incluir el mundo externo y los

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acontecimientos o situaciones que trascienden el vínculo analítico yque corresponden a hechos que son comunes al paciente y al terapeuta.

Se refiere a la realidad, al área geográfica donde suceden aconteci-mientos en el mundo, en el país o la ciudad donde transcurre el análisis.Es decir lo externo afecta profundamente el proceso psicoanalítico.

Estos hechos pueden ser cambios climáticos, políticos, catástrofes,etc., situaciones que por otra parte tienen una gran actualidad.

6º) El replanteo que hace de ciertos conceptos en términosinteraccionales como por ejemplo, la envidia.

Melanie Klein señaló que la envidia es constitucional. “La envidiaes el sentimiento enojoso contra otra persona que posee o goza de algodeseable siendo el impulso envidioso el de quitárselo o dañarlo”(1969).2

Horacio Etchegoyen se ha ocupado de este tema y ha escritonumerosos trabajos; en uno de ellos sostiene “Lo que se pretendecuando se interpreta la envidia primaria es que el analizante se hagacargo de los impulsos hostiles que no dependen de la frustración sinode la intolerancia a recibir algo bueno que el otro tiene y da” (1981,Vol. 3, pp. 259-384). Es decir, la frustración tiene que ver con el objetoausente, la envidia tiene que ver con el objeto presente que dagenerosamente.

Liberman postula que la frustración es sentida por la personaenvidiosa como privación de algo que previamente produjo bienestar.Esta privación provoca un estado de depresión primaria y constituyeel componente primario de la envidia.

Él distingue los sentimientos envidiosos que surgen como depre-sión como el sentimiento de sentirse despojado y el ataque envidiosoal objeto que provocó envidia.

Liberman si bien no va a dejar de lado el punto de vista constitu-cional, va a tomar otro enfoque. Plantea defensas contra la envidiatomando el ángulo interaccional. Propone por ejemplo que si unapersona tiene necesidad de sentirse fuerte e inteligente para evitar

2 Klein, M.: Envidia y gratitud, p. 26.

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esa situación de despojo y sentirla, va a buscar personas débiles ypoco inteligentes para tener el sentimiento ilusorio de fuerza einteligencia.

“Así por ejemplo si decimos que W. padece de una envidiaconstitucional que le impide desarrollar actividades constructivas conotras personas, también es necesario efectuar otra lectura de la secuen-cia de los hechos y hacernos preguntas de este tipo: ¿cuál será elingrediente exhibicionista de los goces de esas ‘otras personas’ quepasan a ser elementos motivadores que desencadenan en W. sudisposición a sobrepasar el umbral de tolerancia a la envidia?, ytambién a la inversa: ¿por qué tendrá W un umbral tan bajo detolerancia al goce de los otros, que determina su selectividad perceptualpara sentirse desdichado frente a la dicha de los demás? Considero quees esencial cotejar y contrastar esta doble lectura de los hechos paraque de esta antítesis surjan nuevas síntesis.

Desde ya que esto tiene consecuencias técnicas” (Liberman, 1976,pág. 83).

Me parecen conceptos interesantes y dignos de ser pensados.Por último la teoría de David Liberman tiene aspectos muy intere-

santes y valiosos ya que no sólo permite darle un status epistemológicoal Psicoanálisis sino que fue un intento encomiable y logrado.

Su teoría de los estilos complementarios permitió sistematizaralgunos problemas técnicos y lograr un acercamiento más rico alenfermo y la posibilidad de comprenderlo.

Liberman y Lacan fueron los dos psicoanalistas que más se ocupa-ron del lenguaje. Liberman lo utilizó para comprender la sesión comotambién lo hace Lacan aunque desde otro enfoque referencial. ParaLacan la distancia es casi infranqueable entre significado y significan-te, en cambio Liberman no establece una distancia tan grande.

Lacan dice que la cadena del significante es lo que da el significado,en cambio Liberman no postula una brecha tan grande y tiene más encuenta el significado.

Liberman va a acercarse más a las ideas de Saussure y Freud.Es decir no sólo fue importante la teoría de David Liberman por los

aportes que hizo al Psicoanálisis sino porque a través de sus enseñan-

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GLADYS SILKA SANTORO

zas dejó como legado la idea de trabajar sin ideas preconcebidas y sinprejuicios.

Cada sesión, con cada paciente es un fenómeno único e irrepetible.David Liberman fue uno de los investigadores y de los clínicos más

importantes dentro del Psicoanálisis de la Argentina, por eso voy aterminar mi trabajo con las mismas palabras que dije en otro momento:“por sus ideas y por todo lo que nos enseñó de alguna manera está connosotros.”

Bibliografía

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Reseñas

Psicoanálisis - Vol. XXXIV - Nº 3 - 2012 - pp. 573-582 573

Prólogo II

Lo obsceno en psicoanálisis de parejaG. Barros de Mendilaharzu, M. Eksztain,

N. Inda, S. L. de Moscona y A. MakintachPsicolibros Ediciones, 2012, 278 páginas

Sergio C. Staude

Un prólogo

Hay muchos ejemplos que nos advierten que la categoría de “loobsceno” abarca aspectos muy diversos y disímiles. Es lo que demues-tran los textos aquí reunidos.

Por ejemplo, la invitación a escribir este prólogo me llegó viajandopor Sicilia disfrutando del barroco siciliano, estilo que podemosubicar como exponente de sublimación de lo obsceno, vinculación queentraña no pocos interrogantes. Lo hallé también en dos textos, unosobre arte barroco español (titulado significativamente “El ordena-miento de la memoria”)1 y otro sobre sus distintas expresiones: el cine,la religión, el terror, el nazismo, las primeras fotografías de la claseobrera.2 ¿Extraño? pero coherente con los propósitos de la estructuracapitalista –o de ciertas estructuras de poder– cuyo esfuerzo esmantener velado, como lo “no-visto”, a los entretelones del ejerciciodel poder. Los dueños de los medios de producción necesitan mante-ner oculto tanto a quienes con su trabajo sostienen al proceso produc-tivo como los resortes y recursos necesarios para sostener esa política.Que nada se sepa de la condición subjetiva del obrero ni del articuladoengranaje de la plus-valía. El Yo y el Poder nada quieran saber de sus

1 José Luis Marzo. La memoria administrada. Ed. Katz.2 Román Gubern. La imagen pornográfica y otras perversiones ópticas, Ed. Anagrama.

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RESEÑAS

orígenes por eso tanto el Yo como el Poder una vez constituidosocultan (reprimen o reniegan) las marcas traumáticas de su adveni-miento.

Dispuesto a entrar en el tema (pensé en decir “sumergirme” ya quetiene algo de aguas oscuras) a partir de la lectura de los textos de estelibro con ricos aportes que despliegan diferentes perspectivas: lascondiciones actuales del medio social, las modalidades culturalescomo el arte, la política, la religión, o los medios de difusión, quecondicionan y privilegian determinados vínculos sociales. El recorri-do que han hecho tiene un eje central, ya que se trata de psicoanalistas,la problemática clínica que se constituye en el disparador inicial yprincipal, explícito o implícito, de todos los aportes.

Ante el desafío de encarar un texto colectivo utilicé la metáfora deun territorio imaginando a los autores como exploradores y cartógra-fos en afán de descubrimientos, y me ubiqué como cronista de laaventura.

Cada texto es un camino de entrada a este tema de gran complejidadimposible de encerrar en un concepto pulcro y definido. Se le añadeque no constituye un concepto psicoanalítico si bien ningún analistase privó de utilizarlo. Lo ubico en cercanía con lo pulsional, conceptolímite, ya que el representarlo nos lleva al margen de lo irrepresenta-ble. Un borde entre lo social y lo individual, entre lo aceptado y loprohibido. Requiere un análisis fino porque lo que debe permaneceroculto, y que termina exhibiéndose, es algo excluido, tanto de laconciencia como de la circulación cotidiana, porque precisamente yatiene una representación o se le conjetura una que por ser tal debepermanecer oculta. Las representaciones arrastran ese peso junto a loirrepresentable que transportan. Esto requiere la prohibición. Es lo queemparenta con la pulsión, el fantasma y los mandatos superyoicos.

Dos citas de Henry Miller me sirvieron de guía: 3

– “Discutir la naturaleza y el sentido de lo obsceno es casi tan difícilcomo hablar de Dios”, que enlaza lo obsceno a lo sagrado. Lo sagradono funda una ética pero suele sostener una moral. Los dardos de lo

3 Corine Maier. Lo obsceno. Ed. Claves.

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RESEÑAS

obsceno, cuando tienen un sentido crítico, apuntan a esa alianza.La otra es:– “Lo obsceno tiene todas las cualidades del intervalo sustraído”.En el interior de las prácticas del arte y psicoanálisis es necesario

conservar ese intervalo. Como recurso operativo, para lograr verosi-militud e impacto, se lo puede velar o disimular pero a condición deresguardarlo. Marca la distancia entre el sujeto y la Cosa. El arte lologra por medio de las distancias escriturales, nuestra práctica clínicapretende lograrlo por la regla de abstinencia, la labor interpretativa y…el pudor ( los textos de Sara Moscona “Velar lo obsceno” y de GloriaBarros de Mendilaharzu “En busca de la vergüenza perdida” lededican atención a este tema). Se pone en juego una ética.

Lo “patológico”, individual o social, invade ese intervalo sustra-yéndolo o renegándolo a fin de lograr determinados propósitos. Surgecomo modo de ocultamiento, en una puesta en escena perversa o comomedio de logros políticos y de ejercicio de poder. El ejemplo másfrecuente es el de la pornografía (como detallan Martha Eksztain ySara Moscona en “Obscenidad, pornografía y erotismo”). Su eficaciaes paradojal ya que se tilda como tal todo lo que amenaza con hacerexplícito las reglas, medios y modos de poder, al tiempo que sancionaa otras como las eróticas y las del arte como lo prohibido. Lapornografía utiliza lo obsceno para encubrir perversiones estructura-les. Como dijo con cierto saber (un tanto cínico) Napoleón “es másfácil conducir a los hombres por sus vicios que por sus ideales”. Comolos mandatos del Superyó que ocultan sus rasgos obscenos disfrazán-dolos de “moralidad” o del sentido del deber.

La clínica psicoanalítica, y al parecer con más razón la vincularcomo los autores destacan, adquiere eficacia cuando sortea “la tenta-ción obscena”, por eso destacan el pudor, la abstinencia y el recurso ala palabra. La advertencia sin embargo no impide su aparición tiñiendotanto lo que diseña el encuadre como las problemáticas que convoca.Esta preocupación constituye el motor y principal motivo de estostrabajos.

Lo obsceno es consustancial a la ética y la moral. Su puesta enescena no puede estar desvinculada de una preceptiva moral o ética

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para transgredirla, burlarla, negarla o quebrarla. También para denun-ciar su falsía. Un desborde pulsional no lo es necesariamente. Puedehaber falta de límites, excesos y daños pero no intención de traspasaro de transgredir. Es lo que se distingue como conducta moral, inmoralo amoral (distinción que efectúan varios de los textos). Las viñetasclínicas abundan en ejemplos de este tipo donde una acción puederesultar chocante para un observador o producir daño sin que hayaintención en ello. El ejemplo más notorio es el comportamiento de losniños que ponen al descubierto la cualidad “perversa” estructural de lasexualidad humana pero donde no media una intención transgresora.En uno de los textos de Norberto Inda (“Horas extra”) señala que “laobscenidad está condenada a hacerle algo a alguien, en un accionardireccionado a sostener un poder sobre otro sujeto, un goce a costa dealguien”, es decir un efecto jugado entre al menos dos válido tanto parael que comete la acción como para quien lo interpreta o cataloga comootro modo de acción.

La inevitable esta correspondencia entre moral, ética y lo obsceno,es el tema de muchas viñetas clínicas y de preguntas teóricas. ¿Cómosostener una posición ética sin enredarnos en prejuicios moralizantes?,¿cómo evitar la encerrona entre la complicidad y las sanciones moralesque sólo dejan entrever los prejuicios del terapeuta?

Para seguirle el rastro a los “exploradores” imaginé un diálogo conellos.

En el primer texto, “Subjetividad siglo XXI, excesos e invitacióna la obscenidad” de Gloria Barros de Mendilaharzu, Martha Eksztainy Sara Moscona, las autoras buscan en las condiciones imperantes dela subjetividad del fin de siglo pasado y comienzos del actual susrazones y causas como su promoción y excesos. Así lo dicen “nosproponemos… enmarcar temporalmente el telón de fondo desde elcual vamos a definir nuestro tema, lo obsceno. Suponemos un ‘efectocultura’ que remitiría a ‘obscenizarnos’ al ser espectadores … [a losque] intentan mostrar hasta el cansancio un todo que no hay”. Lodetallan así: la debilitación de la función paterna (por su ausenciacomo por excesos), la hiperestimulación, un desarrollo tecnológicoque parece poderlo todo, el despliegue e incidencia de los medios de

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RESEÑAS

difusión y la promoción desenfrenada al consumo como “obligaciónde goce”. Promoción inevitablemente insatisfecha y necesaria parasostener un sistema productivo.

Me detengo en una frase: “cada época produce sus normas yregulaciones y establece lo permitido y lo prohibido” porque abrepreguntas. ¿Se trata de una proliferación de efectos obscenos o bienson momentos sociales donde los paradigmas normativos caen y aúnno han sido reemplazados? Lo incierto da lugar a que no sea claro nipreciso lo que está permitido y lo que no (que el texto destaca). Haymás confusión que obscenidad. Otra pregunta atañe a qué normativaspropias del momento actual lo obsceno busca transgredir. Las autorashacen una referencia bíblica: la vergüenza no la constituye el encuen-tro de los cuerpos desnudos de Eva y Adán sino la impronta del actoque cometieron: la transgresión a una normativa de Dios. El sujetosurge, la vergüenza y el pudor son sus signos, cuando se crea unadistancia respecto de ese Otro original sede de la palabra y de lonormativo, pero también de goce. Vergüenza, pudor y normativasdicen de la coexistencia de normas contrapuestas. La expresión “laCosa” sintetiza esa sede de goce confundida con lo impersonal de laley, ambos a-cosan invadir y anonadar al sujeto. Lo obsceno se puedehallar tanto en la transgresión como en la acción sancionadora.

La vigencia del velo, presente en la distancia propiciatoria de lapantalla, permite inscribir aquello que da sostén a un sujeto y lasescenas del fantasma y los sueños. La cita de Roland Barthes es unaposible respuesta: “idea de que por una inversión de valores lo obscenoes, actualmente la sentimentalidad del amor”.

El tema del velo lleva al texto de Sara Moscona “Velar lo obsceno”recortado desde una perspectiva estructural. El velo es el modo derepresentación psíquica –y plástica– de un límite y un intervalo queestablece la correspondencia y la diferencia entre el sujeto y aquelloOtro donde se constituyó. Un Otro de la palabra inmerso en ununiverso de deseo o de goce. Por eso la palabra, nos dice Lacan, estambién un medio de goce. El velo vela ese vínculo fundante, marcauna distancia y sitúa la existencia de la Cosa como aquello interno-externo presente, irrepresentable e inalcanzable. Como dijo atinada-

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RESEÑAS

mente un escritor (Jaques Prevert) “Padre nuestro que estás en loscielos… quedaos allí”.

La autora indaga las vicisitudes y tribulaciones de los encuentrosamorosos… transferencia incluida, como son el interjuego de lopulsional, el deseo, el odio, la idealización, la degradación del objetoamoroso.

Las distintas posiciones respecto del velo, indicador de castración,separan el territorio de las neurosis y el de las perversiones, límites nosiempre precisos ni constantes. Las primeras aceptan su vigencia quepueden reforzar hasta el extremo del “alma bella”, la que nada quieresaber de lo “no dicho”. En las perversiones su acción apunta adesvirtuarlo, transgrediendo y renegándolo como modo de afirmar suposición subjetiva al endosar su angustia al otro.

La pantalla crea una superficie de proyección que permite represen-tar un mundo fantasmático, sostén del deseo. Al neurótico le sirve parasostener su deseo, al perverso para afianzar su narcisismo y evitar laangustia.

El valor y la vigencia del velo se articula con “En busca de lavergüenza perdida” de Gloria Barros de Mendilaharzu que detalla losrecursos estructurales subjetivos que dan cuenta de la emergencia deun sujeto, de un sujeto por venir. Son diques que posibilitan destinosposibles a lo invasivo de lo obsceno.

Cito esta articulación “los velos frente a lo obsceno que nos interesaindagar serían el amor, la ternura, la sublimación, el erotismo, lacreatividad, la belleza y el humor…” [a los que se agregan] “el pudor,la vergüenza, el asco y la repugnancia”. Todos constituyen el antece-dente y la precondición de subjetivación, como destaca una cita deJean Copjec “yo soy la vergüenza que siento”.

Estos textos enlazan otra vez el tema de lo obsceno y lo social peroa partir de la diferenciación: “Obscenidad, pornografía y erotismo” (deMartha Eksztain y Sara Moscona) que destacan lo que acompañainevitablemente a lo obsceno: el erotismo y la pornografía. La indaga-ción se abre a otra veta, lo siniestro, que coincide en lo que queda fuerade escena se hace presente. Hay un goce asociado a lo que estremecey convulsiona provocando miedo y angustia. En ambos se busca el de

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transferir angustia a otro, el espectador, que queda como víctima.El hilo lleva a la función de la belleza que encubre y devela tanto

a la obscenidad como a lo siniestro. Este último evidencia el desgarroprimitivo de la constitución subjetiva cuando se carece de lo esperan-zador del deseo, del amor y la creatividad que lo obsceno sí es capazde vehiculizar. La transformación o la ausencia de ese Otro destinadoa dar sostén, propio de lo siniestro, dejan al sujeto en una intemperieangustiosa. Lo obsceno en cambio, asociado al erotismo, puedeconstituirse en un ingrediente necesario e inevitable del deseo, de lavida erótica y un instrumento eficaz de desacralización.

Ambas ponen de relieve una paradoja ya que una mostración puedeser puesta más al servicio del ocultamiento que del descubrimiento. Loobsceno en la clínica se emparenta con lo pornográfico en lo social.

A los dos textos de Alejandra Makintach (“Desnudando lo obsce-no” y “Desnudos en escena”) los ubico como un compendio, un ampliofresco, que reúne las preocupaciones y aporías que el tema planteatanto en el plano social como en la clínica, partiendo de esa preguntaque no insiste ¿es el dispositivo de pareja un territorio para lamostración de lo obsceno?

La abundancia de referencias a la escritura, a la poesía o al arte,indican la capacidad sublimatoria que puede alcanzar lo obscenocuando se entrelazan lo creativo y lo erótico. También como instru-mento de desacralización cuando da lugar a la indignación (H. Marcuse).

O la referencia al estudio del “chiste verde” en Freud, una punta deanálisis sobre sublimación de lo obsceno que nos recuerda que suanálisis es uno de los mejores acercamientos sobre la función del goceen el arte. “Algo obsceno deja de serlo y propicia la creatividad”.

Este nos lleva al sitio privilegiado de la mirada que adquiere, desdeuna cita de Jean Copjec, una cualidad distinta. Lo obsceno se producepor el hecho de ser objeto de una mirada “obscena es la creencia de queun sujeto es reductible a lo que puede ser visto…”. El cruce entre elmirar y ser visto indica su inevitable carácter vincular. Lo que unamirada puede producir se patentiza en la jugosa cita de ese abogadoamericano que aconseja a sus defendidos (acusados de pornógrafos)a “que no publiquen más literatura obscena” pero cuando le preguntan

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cómo saberlo, dice “que tampoco él lo sabe pero que no lo hagan”.La contrapartida del arte es cuando lo obsceno juega su partida

como “un goce avasallador de los sentidos” ubicando al otro comosoporte de “la presencia intolerable de goce”.

El entramado vincular adquiere presencia en el “contexto productoy productor de vínculos como son los acuerdos inconcientes de lapareja”, resaltando la vigencia de un contexto social que condiciona opredetermina los vínculos concretos que luego llegan al escenario dela clínica.

Lo que “necesita mantenerse oculto”, está al servicio de velar laverdad de lo real, el “sinsentido de la sexualidad y la muerte”. Loobsceno que oculta mostrando se enquista en el vínculo amoroso comola búsqueda de “llenar lo imposible buscando la completud… el hacerde dos Uno, que produce vincularidades diversas con sus padeceres”.

La “diversidad de padeceres” ponen en evidencia un rasgo quepuede ser “característico del vínculo de pareja [que ] es llenar loimposible buscando la completud”. El trabajo psicoanalítico con o engrupos corre el riesgo de “agregar obscenidad a los efectos imagina-rios del grupo”, de allí lo complejo de esta clínica. El “dispositivoconvoca los demonios” pero también, y es la apuesta fuerte, permite“subir a escena… disponer imaginaria y simbólicamente… [la] con-dición de posibilidad de su tratamiento”… permitiendo así “ubicarestas acciones… como pasibles de interpretación o de corte”.

Desde estos planteos podemos ubicar preguntas sobre el cómoincide la diferencia sexual, de género, en las manifestaciones obsce-nas. Tanto porque en tanto perverso es que el hombre accede sexual-mente a la mujer (Lacan dixit en “Radiofonía” y “Televisión”) comopor “lo impuro” adjudicable a la posición femenina cuando no quedavelado con los arreglos de su mascarada: rechazo inquietante de sucondición que se enquista en los prejuicios tan acentuados de religio-nes y concepciones morales.

Este tema de lo obsceno y las tribulaciones en y de la clínica es eltema explícito en los tres textos de Norberto Inda “¿Un dispositivoobsceno?”, “Horas extras” e “Intervenciones frente a lo obsceno”.

Tienen una doble ventaja: dan cuenta también de la problemática

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RESEÑAS

social pero referida a un contexto más acotado “el dispositivo depareja”. Así es como se presenta en la clínica. Los modelos socialespredisponen estereotipos que se patentizan en los modos singulares encómo cada pareja enfrenta lo real de la castración. El segundo hallazgoes que al ubicar los síntomas y extravíos de la vida amorosa en otrodispositivo, el terapéutico vincular abre posibilidades de invención derecursos que posibiliten intervenciones eficaces.

Dos referencias me fueron útiles. La primera es de Roland Barthes“la escena [y agrego no menos que la acción] es un espesor de signos”,a la que añade : “Así es la Foto: no sabe decir lo que da a ver”.4

La segunda es la referencia a Rene Kaës sobre “el pacto denegativo”,concepto rico para entender las complejidades de la vida de pareja.

La estructura y función del dispositivo como “ese artefacto o medioque se emplea para lograr un propósito… para obtener un determinadoresultado” es un tema trabajado en detalle y profundidad. ¿Hastadónde las terapias vinculares promueven la puesta de lo obsceno oconstituyen un medio idóneo para ponerlo de relieve y operar sobreél?. Lo no dicho, lo que no alcanza a ser sintomatizado y queda porfuera de la dimensión lenguajera adquiere presencia como lo dado aver y también a padecer. De este modo un encuadre como es eldispositivo terapéutico vincular puede resultar privilegiado para po-ner en evidencia que “lo real, como imposible, no puede inscribirsesino como un impasse en la formalización. El habla y la formalizacióndel cálculo persisten en su mutua exterioridad”.5

Los textos condensan lo desplegado en los anteriores brindándolesa éstos la función de despliegue para contextuar y dar pertinencia a estaproblemática y a las posibles intervenciones clínicas.

Destacan otra vez el centro de interés: los posibles efectos de loobsceno en el “dispositivo de pareja” como en el “dispositivo deterapia vincular”. Aquí hay una advertencia que espero no pasedesapercibida: el “psicoanálisis y el consenso social siempre operanen tensión” del mismo modo que “la perentoriedad pulsional y las

4 Roland Barthes. La cámara lúcida. Ed. Paidós. Buenos Aires, 1989, pág. 153.5 Juan B.Ritvo. Rev. Agenda N° 120, p. 28/9.

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RESEÑAS

prescriptivas de la vida en sociedad”. Tensiones que Freud entrevió entanto el significante rechaza la impronta de la imagen. Una diferenciade luchas teologales donde lo imaginario “lo obsceno” en oposición alo “celestial” de la palabra.

La problemática a la que nos “enfrenta la clínica de lo obsceno” esla de una reiterada narrativa donde “todo vale… [que] a diferencia delas formaciones del inconciente, como vueltas de lo reprimido, adver-timos en algunos sujetos y parejas el desinvestimento de cualquiermedida de salvaguarda, en las antípodas de la clínica de la represión.Estas modalidades de intercambio, que la clínica vincular resalta, estáreclamándonos medidas para acotar el goce mortífero”.

Es por eso que adquiere toda su importancia el análisis de estosfenómenos ya que “la interrogación sobre los excesos requiere ser re-pensada en las actuales condiciones de subjetivación y en camino desalir de los binarismos ideológicos se recomienda pensar estos impen-sables e inventar otra lengua”.

El propósito manifiesto de estos tres textos es producir “unaespecie de alerta epistemológico constante frente a la perseverante,ininterrumpida invasión de una realidad, de un medio que nos proponea cada uno de nosotros caminos y formas de alcanzar una felicidadrápida y segura”. Indagatoria que nos exige analizar “la validez de lasherramientas teórica-clínicas con que nos manejamos”.

Inda abre con estas indicaciones la secuencia de sus textos y a míme son útiles para el cierre de este prólogo y síntesis del propósitocentral de todos estos aportes. Sólo me cabe el provisorio rol depresentador para decir: señoras y señores …pasen y lean.

CV AutoresResúmenes

Descriptores

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

RICARDO AVENBURG

Médico psiquiatra (UBA). Miembro Titular en función didáctica de APdeBA.Ex profesor de la Universidad de Gotemburgo, Suecia. Miembro Fundador dela Sociedad Psicoanalítica del Sur. Ex Jefe de Servicio del Hospital Israelita deBuenos Aires.E-mail: [email protected]

GERARDO PASQUALINI

Médico psiquiatra. Miembro de Testimonios.Última publicación: Escritura de la clínica, Letra Viva, 2008.E-mail: [email protected]

JANINE PUGET

Psicoanalista. Miembro Titular con Función Didáctica de la Asociación Psicoa-nalítica de Buenos Aires. Miembro Fundadora de la Asociación de Psicología yPsicoterapia de Grupo. Premio Sigourney 2011. Directora de la Maestría dePsicoanálisis de Familia y Pareja del IUSAM.Autora de Violencia de Estado y Psicoanálisis (1989), Psicoanálisis de la parejamatrimonial (1988), Psicanálise do Casal (en colab.), Porto Alegre, ArtesMédicas, 1993; El Grupo y sus configuraciones (1982), Lo vincular (1997); LoVincular-Teoría y Clínica psicoanalítica (Berenstein I., Puget J.), Ed. Paidós,1997; Psychanalyse du Lien, Érès, 2008.E-mail: [email protected]

ASBED ARYAN

Psicoanalista, Miembro Titular con función didáctica de la IPA, Especialista enPsicoanálisis de Niños y Adolescentes (COCAP-IPA), Didacta IPA para laregión del Cáucaso, Armenia y Nagorno Gharapagh. Ex-Vicepresidente y ex-Presidente de APdeBA, ex Coordinador de Niñez y Adolescencia de FEPAL.Jurado en Posgrados de UBA. Profesor Titular del IUSAM. Profesor de laFacultad de Derecho de la UBA. Ha dado cursos en la APM, en Zaragoza, en laSBPdePA (Brasil), y desde 2009 dicta cursos y supervisiones en la SociedadArmenia de Psicoanálisis (ArPA) y en la Asociación Armenia de Enseñanza eInvestigación en Psicoanálisis (AAEIP).Autor (en colaboración) de los libros Caminos de la terapia psicoanalítica en elSiglo XXI, Libros Certeza, Zaragoza, 2007, y Clínica de adolescentes, Teseo,Buenos Aires, 2010.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

E-mail: [email protected]; [email protected]

VALERIA CORBELLA

Licenciada en Psicología (1998, Universidad Católica Argentina), Doctorandaen Psicología (2012, Universidad del Salvador).Psicóloga clínica (2003, Hospital de Clínicas José de San Martín), Psicoanalista(2009, APdeBA).Investigadora docente (2011 a la fecha, IUSAM), Docente de la Universidad delSalvador (2010 a la fecha).Premio Delia Faigón, 1° puesto, otorgado por APdeBA (2007) por el trabajo“Ofelia, en apariencia una piedra”.Publicaciones: “El analista formado en el mundo contemporáneo” en SándorFerenczi y el psicoanálisis del siglo XXI, P. Boschán compilador, Letra Viva,2011.E-mail: [email protected]

CARLOS MOGUILLANSKY

Médico Psiquiatra. Psicoanalista. Miembro Titular con función didáctica deAPdeBA (IPA). Ex Secretario Científico y ex Presidente de APdeBA. Durantesu presidencia (2005-2006) se fundó el Instituto Universitario de Salud Mental(IUSAM). Miembro del Comité Editorial del International Journal of Psycho-Analysi s 2000-2008. Asesor Científico de FEPAL 2001-2002.Autor de Decir lo imposible, Buenos Aires, Teseo, 2010; Las latencias, Stuttgart,EAE, 2012; coautor de Clínica de adolescentes, Buenos Aires, Teseo, 2009,Adicciones y perversiones, Buenos Aires, Lumen, 2002, y de Diálogos clínicosen psicoanálisis, Buenos Aires, ELEIA, 2006, y de numerosos artículos enrevistas y congresos internacionales, entre ellos IPAC 1997, IPAC 2003 e IPAC2005.E-mail: [email protected]

DELIA TORRES DE ARYAN

Médica psiquiatra. Analista de Formación. Asociación Psicoanalítica de Bue-nos Aires.Ex Directora de la Carrera de Psicoanálisis del Instituto Universitario de SaludMental de APdeBA.E-mail: [email protected]

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

MARCELLO COSSU GIRI

Psicoanalista. Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. Egresado del InstitutoUniversitario de Salud Mental de Buenos Aires.E-mail: [email protected]. Roma

GLADYS SILKA SANTORO

Doctora en Psicología (Universidad Nacional de Rosario). Miembro Titular confunción didáctica de la Asociación de Psicoanálisis de Rosario. Ex Directora deInstituto, ex Secretaria de Comisión Directiva, Profesora de Instituto, Profesorade la Universidad de Rosario.E-mail: [email protected]

SERGIO C. STAUDE

Psicoanalista. Analista miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. FuePresidente del E.F.B.A., docente de la misma e integrante del Cartel dePublicaciones. Analista Honorario del Grupo de Psicoanálisis de Tucumán.Ha publicado dos libros en colaboración: No hay Relación Sexual y Hay LazoSocial, y numerosos artículos en publicaciones psicoanalíticas, nacionales yextranjeras.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

RESÚMENES Y DESCRIPTORES

RICARDO AVENBURG, GERARDO PASQUALINI Y JANINE PUGET – MESA REDONDA: TRANS-MISIÓN ESCRITA DEL PSICOANÁLISIS. DINÁMICA DE LA TRANSFERENCIA CIEN AÑOS

DESPUÉS

RESUMEN: Mesa redonda presentada por la Comisión de Publicaciones de Apdebaen APA, en ocasión de la Feria del Libro Psicoanalítico, el 30 de agosto de 2012.Participantes: Ricardo Avenburg, Gerardo Pasqualini y Janine Puget.

Esta mesa redonda trata sobre la actualización del concepto de transferencia yla transmisión escrita y oral del psicoanálisis. Introduce también el concepto deinterferencia. Discute el uso de estas importantes cuestiones en la clínica psicoana-lítica actual.

DESCRIPTORES: Transferencia. Transmisión. Escritura. Interferencia.

ASBED ARYAN – NUEVOS ENCUADRES. RECONSIDERACIÓN DE LA TRANSFERENCIA-CONTRA-TRANSFERENCIA

RESUMEN: El autor afirma que es parte de la ética de un psicoanalista sostener labúsqueda de nuevos instrumentos teóricos y clínicos, destinados a ampliar lasaplicaciones del Psicoanálisis, al compás de nuevos paradigmas y transformacionessocioculturales, filosóficas, científicas y económicas.

Cuando una novedad clínica que comienza a comprometer un importante pilardel ejercicio de nuestro método, pasa a observarse en distintos analizantes y a pocoandar encontramos colegas con los mismos interrogantes, la novedad debe serenfocada como un problema que ya es también nuestro, y no sólo y fácilmenteadjudicable a la psicopatología del o de los analizantes. Hay novedades que se hantransformado en hechos clínicos y obstáculos que devienen en nuevas posibilidadesde investigación. Es lo que ocurre en esta primera década del siglo XXI con lapráctica del análisis a distancia por teléfono y/o skype.

De modo que hay algo que re-considerar.Estas novedades y posibilidades muestran una vez más que el mantenimiento de

un contrato y un diálogo analíticos se basa fundamentalmente en las característicasdel vínculo entre aquellos que quieren trabajar juntos: un interesado con el deseo deanalizarse y un analista que tenga confianza en el método y sus potencialidades.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

Haciendo una resumida referencia a su actitud analítica mencionando la neutra-lidad y la asimetría en particular, el autor pasa a describir mediante un materialclínico los avatares del comienzo de su aceptación no sin vacilaciones de este mediode comunicación que le propone su paciente durante un proceso analítico. Describeun tratamiento en sus primeros casi tres años de duración, centrándose en lasparticularidades del aspecto transferencial/contratransferencial del proceso por sersu primera y principal preocupación al introducir este cambio de encuadre.

Termina afirmando que no todo paciente es analizable por este medio decomunicación, ni todo analista es apto para ejercer su función. El autor consideraque son centrales los aportes de Liberman y Meltzer en cuanto a las característicaspersonales del analista para el desarrollo de la transferencia.

DESCRIPTORES: Encuadre. Vincularidad. Transferencia. Presencia.

VALERIA CORBELLA– EL JUGAR CON ADULTOS: ENTRE LA ACCIÓN Y LA SIMBOLIZACIÓN EN

EL PROCESO TERAPÉUTICO

RESUMEN: Los desafíos que la clínica contemporánea presenta son diversos. Es por elloque la propuesta en este trabajo es pensar acerca del juego como recurso técnicosumamente complejo y creativo. Comenzando por una selección de viñetas clínicas, elartículo nos conduce, desde el inicio, a tomar un intenso contacto frente a diversos hechosclínicos. Hechos en donde la acción antecede al diálogo analítico. Haciendo un recorridopor los conceptos de agieren y enactment, se intentará demostrar que dichos conceptosse emparentan entre sí y dan cuenta de las puestas en acto que se figuran a partir de lasviñetas. Acto, representación dramática que irrumpe en un escenario mudo. La antepo-sición del acto a la palabra lleva al analista a preguntarse acerca de su técnica y acercadel valor de dichos actos. Allí, la propuesta es pensar al acto terapéutico como un juegoque permite la significación de experiencias. Se asocian, entonces, los conceptos deagieren y enactment con el jugar para luego deslizarse hacia las nociones de simboliza-ción e historización, haciendo una parada en la noción freudiana de acción específica.Es así que la acción terapéutica será pensada como una forma posible de acciónespecífica en tanto permita el surgimiento de movimientos desiderativos. La creatividad,relacionada intrínsecamente con el jugar, recorre desde el inicio el presente trabajo yconstituye uno de los ejes centrales. La reflexión surge alrededor de patologías en lascuales las fracturas en el narcisismo horadan profundo en el entramado psíquico dejandoallí sus marcas silenciosas. El jugar del analista, como posicionamiento teórico y técnico,estimula a pensar y repensar la tarea del analista contemporáneo.

DESCRIPTORES: Juego. Actuación. Enactment. Simbolización. Situación analítica.Encuadre. Vínculo.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

CARLOS MOGUILLANSKY – LA CLANDESTINIDAD. SU RELACIÓN CON LA REPRESIÓN Y LA

DESMENTIDA

RESUMEN: El mejor conocimiento del rol de la defensa maníaca en el desarrollo delas adicciones y los polimorfismos sexuales mostró la importancia del par desmen-tida/disociación en la estructura neurótica, echando por tierra la esperanza inicial dehaber encontrado en ellas una clave para distinguir entre la neurosis y la depravaciónsexual. La desmentida clausura la fantasía en un texto determinado y excluye lo quesea contradictorio. Debido a ello, de ella depende la irrealidad que la constituyecomo una creencia. La desmentida exige una disociación perceptiva y judicativa,que vale tanto para el fetichismo y los polimorfismos sexuales como para lossíntomas neuróticos, cuando está en juego la creencia fálica.

DESCRIPTORES: Desmentida. Clandestinidad. Disociación. Superyó.

DELIA TORRES DE ARYAN Y MARCELLO COSSU GIRI – DIBUJO Y NO DIBUJO DE UN NIÑO DE

8 AÑOS EN TIEMPOS DE CATÁSTROFE SOCIAL

RESUMEN: Dibujar es una forma de relato de lo cotidiano. A través del dibujo el niñointerpreta y configura su propia historia se constituye subjetivamente, forma partede un imaginario social histórico, de una memoria colectiva que marca la pertenen-cia y el reconocimiento para los sujetos de una cultura.

Los autores estudian el dibujo de un niño de 8 años durante la invasión alemanade Roma. Es un choque de vehículos alemanes en la esquina de la casa familiar.

La catástrofe social de la guerra es elaborada dibujando la modificación de lacartografía de la ciudad antes y después del choque.

Los alemanes, son otros claramente diferenciables y esta diferencia favorece laelaboración psíquica.

El terrorismo de estado, en cambio, en tanto amenaza que proviene de unsemejante, italianos fascistas, inhibe la posibilidad de dibujar una situación querecuerda como traumática: estando con su madre, ella fue amenazada con serencarcelada porque expresó su disconformidad con la imposición de celebrar unaniversario fascista y pidió a Marcello Cossu L'Abbate que no cuente lo sucedido.

Los autores plantean que la Catástrofe social porque proviene de un extraño sepudo elaborar dibujando. El terrorismo de estado, en cambio, porque proviene de lomás familiar, produjo una ocultación defensiva de un dibujo que se manifiesta comorelato 50 años después. La ocultación está al servicio de la vida.

DESCRIPTORES: Catástrofe social. Terrorismo de estado. Dibujar. Inhibición deldibujar.

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GLADYS SILKA SANTORO – ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA TEORÍA DE DAVID LIBERMAN

RESUMEN: Este trabajo está basado en la experiencia de la autora en los seminariosque durante los años 1973, 1977 y 1978 Liberman dictó en la ciudad de Rosario.

Explicitó las ideas fundamentales de su teoría, y su relación con la Teoría de lacomunicación, la Semiótica, la Lingüística, Chomsky es un autor que le aportó ideasmuy valiosas como así también Klein, E. Pichon Rivière, Ruesch, Abraham, Morris,Jakobson y por supuesto Freud y otros.

Se refirió además a los estilos del paciente, estilos complementarios del analistay el yo plástico que postula Liberman, ya que en ese momento de su teoría va aconceptuar una idea original acerca de lo que es reparar para este autor.

Describió los distintos estilos a saber: I) reflexivo, II) Lírico, II) Órgano-neurótico (enfermo psicosomático) III) Épico, IV) Estilo narrativo, V) Dramáticoque busca incógnitas y crea suspenso y VI) Persona demostrativa con impactoestético.

Parafraseando a Freud en “Consejos al médico” incluyó en su trabajo ciertaspostulaciones de este autor que le parecieron muy valiosas, a saber: el paciente notiene sólo una teoría sobre nosotros, sino también sobre la terapia analítica y en esesentido el paciente tiene también una teoría sobre su historia.

Va a destacar por otra parte las ideas acerca de la contratransferencia quepostulaba Liberman y sus más importantes contribuciones.

DESCRIPTORES: Psicoanálisis. Estilos. Contratransferencia.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

Summary

RICARDO AVENBURG, GERARDO PASQUALINI Y JANINE PUGET – PANEL: WRITTEN TRANS-MISSION OF PSYCHOANALYSIS. DYNAMICS OF TRANSFERENCE; 100 YEARS LATER

SUMMARY: The Panel on Dynamics of Transference; 100 years later was issued inThe Psychoanalytic Book Fair APA –Argentine Psychoanalytic Association– onbehalf the Press Committee of APDEBA– Buenos Aires Psychoanalytic Associa-tion– and the Review Psicoanálisis. The panelists were Ricardo Avenburg, GerardoPasqualini and Janine Puget. They discussed the current ideas of Transference andPsychoanalytic Training, both in oral as in written communication. The notion ofInterference was introduced. It was discussed the importance of all these issues incurrent psychoanalytic clinic.

KEY WORDS: Transference. Writing. Interference. Training.

ASBED ARYAN – NEW SETTINGS. RECONSIDERING THE TRANSFER/COUNTERTRANSFERENCE

SUMMARY: The author considers it to be the ethical position of a psychoanalyst tocontinue the search for new theoretic and clinical tools which are designed tobroaden the applications of psychoanalysis. This must be done while keeping pacewith new paradigms as well as sociocultural, philosophical, scientific and economictransformations.

When a new clinical problem begins to appear in different patients (both our ownand those of our colleagues) and begins to challenge one of the pillars of theperformance of our method, it can no longer be regarded as a mere obstacle to thepractice, but rather must be approached as a problem that is also ours, as opposedto being regarded as a psychopathology instilled in the patient or patients. The manybreakthroughs that have taken place in our classic, well-known and practiced brandof psychoanalysis, have forged new clinical facts and made way for more researchpossibilities which have the potential of reaching beyond anything that has beenseen, known, theorized or practiced to date. This is what is happening in this firstdecade of XXIst century with the practice of remote psychoanalysis on telephoneor skype.

Therefore, there is something to reconsider.These new developments and possibilities show that the analysis follows

different paths, so that the analytic contract and dialogue can be maintained. Webelieve that it is based on the characteristics of the link of the psychoanalytic couple

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

and their desire to work together: the person who has solicited the consultation trulywants to undergo analysis and an analyst that has confidence in the practice of hismethod and its potentialities.

After a short description of his analytic attitude mentioning specially theneutrality and the none symmetric positions of the couple, the author describesthrough a clinic material the beginning of his acceptance of this new way ofcommunication that suggests to him his patient during an analytic process. Hedescribes the treatment in its first three years considering particularly thetransferencial/countertransferencial aspects of the process being his principlepreoccupation as it was a new setting.

He concludes that not every patient is analyzable by this medium, nor everyanalyst is competent to function. The author considers that the Liberman andMeltzer contributions are central about the personal characteristics of the analyst forthe development of the transfer.

KEY WORDS: Setting. Link. Transfer. Presence.

VALERIA CORBELLA– PLAYING WITH ADULTS: BETWEEN ACTION AND SYMBOLIZATION IN THE

PSYCHOANALYTIC PROCESS

SUMMARY: The challenges faced by contemporary clinical are diverse. That is whythe proposal in this paper is to argue about the play as a highly complex technicaland creative resource. Starting with a selection of clinical vignettes, the article takesus from the start, to take a close contact against various clinical facts. Acts whereaction precedes the analytic dialogue. By walking through the concepts of enact-ment and agieren will attempt to demonstrate that they are related to each other andrealize that enactments are listed from the vignettes. Act, dramatic performance thatbreaks into a dumb stage. The precedence of the act to the word takes the analyst towonder about his technique and about the value of such acts. There, the proposal isto think of the therapeutical act as a play that allows the significance of experiences.The concepts then of agieren and enactment with play to then slide into notions ofsymbolization and historicization; making a stop at the Freudian notion of specificaction. Thus, the therapeutic action will be thought of as a possible way of specificaction whilst allowing the emergence of wishful movements. Creativity, intrinsi-cally linked to the play, runs from the beginning of this work and is one of the centralthemes. Reflection arises around pathologies in which the fractures in narcissismburrow deeper into the psychic framework leaving their marks silent. The analystplay, as theoretical and technical positioning, stimulates thinking and rethinking thecontemporary analyst’s task.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

KEY WORDS: Play. Action. Enactment. Symbolization. Analytic situation. Frame.Link.

CARLOS MOGUILLANSKY – CLANDESTINE; ITS RELATIONSHIP WITH DISAVOWAL AND REPRES-SION

SUMMARY: A best approach to the role of the manic defenses in sexual polymor-phisms and in the addiction’s development gives us a clue to the importance ofsplitting and disavowal in the neurotic structure. That evidence showed the inad-equacy of using these defenses to establish a difference between neurosis andperversion. Disavowal closes the fantasy in a definitive text and excludes whatso-ever that contradicts it. Therefore, its role explains the lack of reality of the beliefs.Disavowal builds a perceptive judicative splitting. This splitting is present infetishism, in sexual polymorphisms and in the neurotic symptoms.

KEY WORDS: Disavowal. Clandestine. Splitting. Superego.

DELIA TORRES DE ARYAN Y MARCELLO COSSU GIRI – DRAWING AND NON-DRAWING OF AN

8 YEARS OLD BOY IN TIMES OF SOCIAL CATASTROPHE

SUMMARY: Drawing is a form of relating daily life. Through drawing, the childinterprets and configures his own history, he is formed subjectively. Through this,he forms part of a historical social imaginarium, of a collective memory whichmarks his belonging and recognition of subjects of a culture.

We studied the drawing of an 8 year old boy during the German invasion ofRome. It depicts a crash of German vehicles on the corner of the family home.

The social catastrophe of the war is developed drawing the change in the map ofthe city before and after the crash. The Germans are clearly decipherable ones andthis difference favours psychic development. The terrorism of the state, instead canbe seen as a threat which comes from a “similar”, Fascists Italian. The terrorism ofthe state inhibits the possibility of drawing a situation which Marcello remember astraumatic: when he was with his mother she was threatened with incarceration,having expressed her disconformity with the imposition of celebrating a Fascistanniversary and asked Marcello no to tell what had happened.

We suppose that the social catastrophe, because it came from something foreign,could be developed through drawing. The terrorism of state, instead, because it camefrom something more familiar, produced a defensive concealment of a drawingwhich is only commented upon 50 years later. This concealment favoured hissurvival.

596 Psicoanálisis - Vol. XXXIV - Nº 3 - 2012 - pp. 585-600

CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

KEY WORDS: Social catastrophe. State terrorism. Draw. Draw inhibition.

GLADYS SILKA SANTORO – SOME REFLEXIONS ABOUT DAVID LIBERMAN’S THEORY

SUMMARY: This work is based on the author’s experience, as she attended theconferences that Liberman gave in Rosario in 1973, 1977 and 1978.

She expanded the essential ideas from his theory, the way he linked together thePsychoanalysis with the Communication Theory, Semiotics and Linguistics. In fact,Noam Chomsky is an author who Liberman appealed to, as he appealed to Klein, E.Pichon Rivière, Reusch, Abraham, Morris, Jakobson, and of course to Freud, amongothers.

She also referred to the styles of the patient, complementary styles of the analyst,and the “plastic ego” that Liberman postulates since, at this moment in his theory,he conceptualizes an original idea about what is for him “to repair”.

She described the different styles, namely: I) Reflexive, II) Lyric, II) Organ-neurotic (psychosomatic ill), III) Epic, IV) Narrative style, V) Dramatic looking forunknowns and creating failures, and VI) Demonstrative person with an aestheticimpact.

Paraphrasing Freud in his “Advices to the Doctor”, she included in her worksome applications from him that she considered very important: the patient not onlyhas a theory about analysts, but also about analytic therapy and so, he also has atheory about his history.

Moreover, she distinguished Liberman’s ideas about countertransference, andhis essential contributions.

KEY WORDS: Psychoanalysis. Styles. Countertransference.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

Résumé

RICARDO AVENBURG, GERARDO PASQUALINI Y JANINE PUGET – TABLE RONDE: LA

TRANSMISSION ÉCRITE DE LA PSYCHANALYSE. DYNAMIQUE DU TRANSFERT CENT ANS

APRÈS

RÉSUMÉ: Table ronde présentée par le Comité de Publications d’Apdeba dans APA,à l’occasion de la foire du livre psychanalytique du 30 août 2012. Participants:Ricardo Avenburg, Gerardo Pasqualini y Janine Puget.

Cette table ronde traite de l’actualisation du concept du transfert et de latransmission écrite et orale de la psychanalyse, introduisant aussi le conceptd’interférence. On discute l’usage de ces concepts à la clinique psychanalytiqueactuelle.

MOTS CLÉS: Transfert. Transmission. Écriture. Interférence.

ASBED ARYAN – NOUVEAUX CADRES. RÉEXAMEN DU TRANSFERT-CONTRETRANSFERT

RÉSUMÉ: L’auteur affirme qu’il est part de l’éthique du psychanalyste soutenir larecherche de nouveaux instruments théoriques et cliniques, destinés à augmenter lesapplications de la Psychanalyse, selon des nouveaux paradigmes et transformationssocioculturelles, philosophiques, scientifiques et économiques.

Quand une nouveauté clinique qui commence à compromettre un importantpilier de l’exercice de notre méthode, peut s’observer dans différents analysants età peu près nous rencontrons collègues avec les mêmes interrogations, la nouveautédoit être pensée comme un problème qui est aussi le nôtre, et pas facilement attribuéà la psychopathologie de l’analysant. Il y a des nouveautés que se sont transformésdans faits cliniques et il y a des obstacles qui arrivent à des neuves possibilités derecherche. L’auteur pense à la pratique de l’analyse par téléphone ou par Skype.

Il y a quelque chose à réexaminer.Ces nouveautés et possibilités montrent une fois en plus que l’entretien d’un

contrat et un dialogue analytiques se base fondamentalement dans les caractéristi-ques du lien entre ceux qui travaillent ensemble: quelqu’un intéressé avec le désirde s’analyser et un analyste avec de la confiance dans sa méthode et leurspotentialités.

L’auteur fait une référence à l’attitude analytique et puis, il décrit à l’aide d’unmatériel clinique les avatars de son acceptation –pas sans hésitation–.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

MOTS CLÉS: Cadre. Lien. Transfert. Présence.

VALERIA CORBELLA– LE JEU AVEC DES ADULTES. ENTRE L’ACTION ET LA SYMBOLISATION

DANS LE PROCÈS THÉRAPEUTIQUE

RÉSUMÉ: Les défis présentés de nos jours par la clinique contemporaine sont biendivers. Voilà pourquoi le but de ce travail est de réfléchir à propos du jeu en tant queressource technique extrêmement complexe et créatrice. Prenant comme point dedépart une sélection de vignettes cliniques, le texte nous conduit, dès le début, àprendre un contact intense avec des faits cliniques divers. Des faits dans lesquelsl’action précède le dialogue analytique. Tout en faisant un parcours par les conceptsde agieren et enactment, nous allons essayer de démontrer que ces concepts sont liésentre eux et rendent compte des mises en acte qui se figurent à partir des vignettes.Acte, représentation dramatique qui fait irruption sur une scène muette. Cette placeprioritaire de l’acte avant la parole conduit l’analyste à s’interroger à l’égard de satechnique et à l’égard de la valeur de ces actes. Là, ce que l’on propose est de penserl’acte thérapeutique comme un jeu permettant la signification d’expériences. Onassocie donc les concepts de agieren et de enactment à l’action de jouer, pour glisseraprès vers les notions de symbolisation et d’historicisme, en faisant une halte dansla notion freudienne d’action spécifique. C’est ainsi que l’action thérapeutique serapensée comme une forme possible d’action spécifique tant qu’elle permettral’apparition de mouvements désidératifs. La créativité, liée intrinsèquement àl’action de jouer, parcourt ce travail dès le début et en constitue l’un des axezcentraux. La réflexion surgit autour des pathologies dans lesquelles les fracturesdans le narcissisme percent profondément dans le tissu psychique où elles laissentleurs marques silencieuses. Le jeu de l’analyste, en tant que prise de positionthéorique et technique, mène à penser et repenser la tâche de l’analyste contempo-rain.

MOTS CLÉS: Jeu. Action. Enactment. Symbolisation. Situation analytique. Cadre.Lien.

CARLOS MOGUILLANSKY – LA CLANDESTINITÉ. RAPPORT AVEC LE REFOULEMENT ET LA

DÉMENTIE.

RÉSUMÉ: La meilleure connaissance du rôle de la défense maniaque dans ledéveloppement des addictions et les polymorphismes sexuels a montré l’importancedu pair démentie/dissociation dans les structures névrotiques, terrassant l’espoirinitial d’avoir y rencontré une clef pour différencier la névrose de la dépravation

599Psicoanálisis - Vol. XXXIV - Nº 3 - 2012 - pp. 585-600

CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

sexuelle. La démentie clôture la fantaisie dans un texte déterminé et exclue tout cequi est contradictoire. À cause de tout ça, de la démentie dépend l’irréalité qui laconstitue comme croyance. La démentie exige une dissociation perceptive etjudicative, qui vaut tant pour le fétichisme et les polymorphismes sexuels commepour les symptômes névrotiques, quand il est en jeu la croyance phallique.

MOTS CLÉS: Clandestinité. Démentie. Dissociation. Super-Moi.

DELIA TORRES DE ARYAN Y MARCELLO COSSU GIRI – DESSIN ET NON DESSIN D’UN ENFANT

À HUIT ANS AU TEMPS DE CATASTROPHE SOCIALE

RÉSUMÉ: Dessiner c’est une forme de récit du quotidien. À travers le dessin l’enfantinterprète et configure son propre histoire, il se constitue subjectivement et fait partied’imaginaire sociale historique, d’une mémoire collective qui détermine l’apparte-nance et la reconnaissance pour les sujets d’une culture. Les auteurs étudient ledessin d’un enfant à huit ans durant l’invasion allemande à Rome. On y voit unecollision de véhicules allemands au coin de la maison familiale.

La catastrophe sociale de la guerre est élaborée à l’aide de la modification de lacartographie de la cité avant et après la collision.

Les allemands y sont des autres clairement différentes et cette différencefavorise l’élaboration psychique.

Le terrorisme d’État, à l’inverse, en tant que menace provenant d’un semblable,des fascistes de l’Italie, dessaisit la possibilité de dessiner une situation qu’il rappellecomme traumatique : quand il était avec sa mère, elle fut menacée d’être emprison-née parce qu’elle avait exprimé son désaccord avec l’imposition de célébrerl’anniversaire fasciste et elle avait dit à Marcello Cossu L'Abbate de ne parler pasde cet affaire.

Les auteurs proposent qu’on a pu élaborer à travers le dessin la catastrophesociale, parce qu’elle venait d’un étranger. Le terrorisme d’État, pour dériver de cequi est le plus familiale, a produit une occultation défensive d’un dessin qui semanifeste comme récit 50 ans après. L’occultation est au service de la vie.

MOTS CLÉS: Catastrophe sociale. Le terrorisme d’Etat. Dessiner. Dessiner inhibition.

GLADYS SILKA SANTORO – QUELQUES RÉFLEXIONS SUR LA THÉORIE DE DAVID LIBERMAN

RÉSUMÉ: Ce travail se base sur l’expérience de l’auteur acquise lors des Séminairesque Liberman a impartis dans la ville de Rosario au cours des années 1973, 1977 et1978.

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CV AUTORES, RESÚMENES Y DESCRIPTORES

Il explicitera les idées fondamentales de sa Théorie, comment il a mis en relationla psycho-analyse avec la Théorie de la Comunnication, la Sémiotique et laLingüistique.

Chomsky est l’un des auteurs qui lui ont apporté des idées très précieuses avecKlein, E. Pichon Rivière, Ruesch, Abraham, Morris, Jakobson et bien sûr Freud etautres.

Il fera également référence aux divers styles du patient, aux styles complémen-taires de l’analyste et au “Je plastique” que postule Liberman étant donné que c’està cette étape de sa théorie qu’il va conceptualiser une idée originale sur ce quesignifie “réparer” pour cet auteur.

Il décrira les divers styles, à savoir: I- Réflexif; II- Lyrique; II- organo-neurotique (malade psycho-somatique); III- Epique; IV- Narratif; V- Dramatiquequi cherche des mystères et crée du suspense; VI- Personne démonstrative avec unimpact esthétique.

Paraphrasant Freud dans ses conseils aux médecins, il inclut dans son travailcertains postulats de cet auteur qui lui ont semblé très importants, à savoir: le patientn’a pas seulement une théorie sur nous mais aussi sur la thérapie analytique, et, ence sens, le patient a également une théorie sur son histoire.

Il va d’autre part mettre en relief les idées sur le contre-transfert que postulaitLiberman ainsi que ses contributions les plus importantes.

MOTS CLÉS: Psychanalyse. Styles. Contretransfert.

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