32
ARGENTINOS EN ESPAÑA Año 9 · Nº 52 · enero / febrero 2013 LA ENTREVISTA PABLO MESSIEZ PONE LOS OJOS EN EL AMOR Y EL DESARRAIGO CINE LA 'INFANCIA CLANDESTINA' DE BENJAMÍN ÁVILA VA PARA GOYA TURISMO PUEBLITOS PERDIDOS DE BURGOS

Revista Argentinos.es #52

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Enero - Febrero 13

Citation preview

Page 1: Revista Argentinos.es #52

ARGENTINOS EN ESPAÑA Año 9 · Nº 52 · enero / febrero 2013

LA ENTREVISTA

PABLO MESSIEZ PONELOS OJOS EN EL AMOR Y EL DESARRAIGOCINELA 'INFANCIA CLANDESTINA' DEBENJAMÍN ÁVILA VA PARA GOYA

TURISMOPUEBLITOS PERDIDOS DE BURGOS

Page 2: Revista Argentinos.es #52
Page 3: Revista Argentinos.es #52

// 3EDITORIAL

Doce más uno suelen llamar los más supersticiosos al número de la mala suerteque desde el 1 de enero coincide con el nuevo año. 2013 ya está en marcha o,mejor dicho, en el papel para Argentinos.es con esta edición que tiene en susmanos. No haremos caso ni al FMI, a ningún banco, ni a Ángela Merkel, ni a susfunestos pronósticos porque creemos, queremos y necesitamos que este seanuestro año. El de todos los que no tenemos ningún futuro ni presente aseguradoy nos levantamos día a día con ganas de trabajar, con ideas, con proyectos y, a lavez, con la inquietud de cómo nos encontrará el final de cada mes. Que el 2013nos encuentre cada dos meses en las páginas de Argentinos.es. n

AAÑÑOO 99 ·· NNºº 5522 ·· EENNEERROO--FFEEBBRREERROO 22001133

EEddiittaa:: ARGESPAÑA de imageny comunicación s. l.

Calle Oña, 151, 2º 3 28050 Madrid

DDiirreecccccciióónn yy pprroodduucccciióónn::

NORBERTO [email protected]

RReeddaaccttoorraa jjeeffaa::

BETIANA [email protected]

CCoollaabboorraaddoorreess ppeerrmmaanneenntteess::

AGUSTÍN LAJEALEJANDRO TALLARICOCARLOS OCHOA BLANCOCINTIA MORROWLYLIANA COLOTTOMIGUEL PEDANOSERGIO GONZÁLEZ BLANCO

PPuubblliicciiddaadd::

NORBERTO NAVARRO630 95 46 65

DDiisseeññoo GGrraaffiiccoo::

APB

IImmpprreessiióónn

C. G. A.Depósito Legal: M-25327-2004

Portada: Mar del Plata,el Provincial y la Bristol.

ARGENTINOS EN ESPAÑA

EL AÑO DE LA BUENA SUERTE

Page 4: Revista Argentinos.es #52

Entre los muchos nombres argentinos que hoy pueblanla escena española, el de Pablo Messiez suena, ymucho, arriba y detrás de las tablas. El actor y drama-turgo lleva ya más obras que tiempo en Madrid.‘Ahora’, ‘Muda’, ‘Los ojos’, ‘Las Criadas’, ‘Hamlet’,o‘Las palabras’ son los montajes en las que participó,o todavía participa, en alguno de sus dos roles, duran-te sus cuatro años de residencia en España.Estos días, mientras interpreta a Horacio, el mejoramigo del príncipe ‘Hamlet’, a las órdenes de WillKeen, por diferentes ciudades del país, sus dirigidos

4 // ENTREVISTA

Pablo Messiez

“Tu lugarestá dondehaya alguienque tequiera”Actor y director de teatro, el argentino pone los ojos en elamor y el desarraigoBETIANA BAGLIETTO

Page 5: Revista Argentinos.es #52

recorren también la geografía española con el texto‘Los ojos’ que el dramaturgo adaptó de la novela‘Marianela’, de Benito Pérez Galdós. De esta últimaobra, de su vida, del amor y el desarraigo habla en unaentrevista con Argentinos.es“El disparador arbitrario de este montaje fue la novela

de Galdós, que me encantó. Yo buscaba alguna señalpara emprender un nuevo proyecto y en la historiaencontré muchas. El personaje de Natalia, la madre,por ejemplo, se va de España persiguiendo a un italia-no, un amor que está muerto antes de empezar, peroella no lo quiere ver. A mí me sucedió algo parecido.

// 5ENTREVISTA

Page 6: Revista Argentinos.es #52

6 // ENTREVISTA

Me enamoré de un español y me vine a Madrid, cuan-do para todos los que me rodeaban, excepto para mí,era evidente que no iba a funcionar”, recuerda de esarelación ya superada. “Además, una de la protagonis-tas de Galdós se llama Nela, y así llamamos a Maria-nela Pensado (actriz que encarnaba a la muda en‘Muda’). Tal vez llamen así a todas las Marianelas, peroa mí me pareció otra casualidad inquietante, sumada ala de compartir nombre con Pablo, el otro protagonistade la novela”, se explaya.Con un instinto especial para hallar señales en elmomento justo, el mismo día que se separó empezó aensayar ‘Muda’ con una de sus musas, compatriota yahora amiga inseparable, la actriz Fernanda Orazi.“Cuando me fui de Buenos Aires dejé a todos helados.Pero aquí había más cosas. Era demasiado triste quetodo fuera eso, y por eso me quedé”. La apuesta no lesalió mal, porque nunca dejó de trabajar ni se sentó aesperar a que lo llamen. “Hago lo que me gusta hacer.Sos actor porque lo necesitás, tenés el deseo de con-tar algo. Está bien ganar plata con esto, siempre es elfin último. Pero si no hay producción ni dinero detrás,

lo montamos de la

nada, con lo que tene-mos. Es algo que se da más en Argentina, tiene quever con realidades muy distintas, estamos más forma-dos a los golpes, aunque ahora, la situación en Espa-ña va a ser más parecida”, dice. En esa formación, que para Pablo empezó a los 15años en el colegio secundario, cuando representó ‘Elsueño de una noche de verano’, tuvo mucho que verDaniel Veronese, todo un director de culto a uno y otrolado del Atlántico, y a cuya versión de ‘Tres Herma-nas’, de Chejov, Messiez se unió en 2005, en BuenosAires. “Me encanta su forma de trabajar. Con él laempecé a pasar muy bien en los ensayos”, cuenta.“Rara avis. Encantador de espectadores. Abre mun-dos, los arma oscuros pero a la vez luminosos. Es muyparticular, no copia, no sigue modas”, devuelve el piro-po el maestro.Cuando el actor y director se refiere a “su forma detrabajar”, quiere decir: “con gente con la que nosconocemos, compartimos maneras de encarar la pro-fesión, con la que más historias comunes tengamos,porque más profundo se puede llegar, con la que reno-var el deseo de elegirnos para compartir escenario”:

Fernanda Orazi, Marianela Pensado y Óscar Veladoson parte de ese grupo de actores de su círculo ínti-mo. Con ellos trabajó en ‘Muda’, y con ellos ha vuelto acontar para ‘Los ojos’, estrenadaen enero de 2012 en el teatro Fernán Gómez. deMadrid, y ahora de gira por toda España. Un montajeen el que el amor, el desarraigo, el otro y la miradasobre el encadenan la historia de esa madre e hija queabandonan su Tucumán natal para perseguir el amorde la mayor de las mujeres, pero ya en el exilio es lapequeña quien encuentra un hombre que por fin laquiera.Nela es la hija, una muchacha con poco atractivo, yese hombre que se enamora deella se llama Pablo y es ciego. El conflicto llega cuandoaparece una doctora, Chabuca, que asegura poderdevolverle la vista. "Siempre hay un punto de vista, un lente a través delcual vemos la vida. Todo noscondiciona, dónde nacimos, dónde nos criamos,dónde estudiamos, de quién nosrodeamos. Por eso creo que para ver de verdad, hay

que dejar de ver, porquetodo ojosano tiene un puntociego", reflexiona sobre laesencia del texto queadaptó del escritor españolGaldós."Todo esto nos sirve parahablar del amor y la comu-nicación. El prójimo es otro

mundo, y ese otro universo está lleno de malentendi-dos. El amor, entonces, esencontrar a alguien con quien entenderte", prosigue.La madre, la hija, los enamorados y la oftalmóloga pro-tagonizan un melodrama construido sobre la búsquedade un lugar en el mundo, la fragilidad de las relacionesy la capacidad esclarecedora de la distancia. Sobre elamor, la tierra y la vista, o sobre la ausencia de las trescosas. ¿Y cómo encajan el amor y el desarraigo?"Tengo una especie de tesis o teoría a partir de laobra, que dice que tu lugar está dondehaya alguien que te quiera. Y no sólo me refiero alcuerpo, sino también a ese mundoque uno construye cuando está enamorado, esemundo de entendimiento del quehablábamos antes. Es como si el amor te diera unanueva nacionalidad", expone alguien que no cree nadaen los pasaportes ni en las banderas de ningún tipo."Uno llega siempre donde lo están esperando". APablo ahora lo espera un nuevo amor en Argentina,donde no descarta regresar tras el proyecto que tieneplaneado estrenar en marzo, llamado ‘Las palabras’. n

Page 7: Revista Argentinos.es #52

www.francoargentine.com

Depósito y sede central en FranciaS.A. LA FRANCO-ARGENTINE4, Place des Prélêts02120 Sains RichaumontTel: +33 323 673 446Direct: +33 364 178 001Fax: +33 323 041 829Cell: +34 610 274 083mail: [email protected]ón al público en ParísCafé “El Sur”35, Blvd. Saint Germaine

Oficinas y atención al mayorista MadridC/ Conde Duque, 17Tel: 91 540 02 57Fax: 91 559 26 [email protected] de Rios Rosas, 3008940 Cornellá de Llobregat Telf 93 458 5510 Fax: 902 010 [email protected]

Atención al público en MadridC/ Conde Duque, 28 - 28015 MadridTel. Fax: 91 559 74 [email protected]ón al público en GaliciaPasadizo de Pernas, 5 La CoruñaTel: 981 908 [email protected]

Page 8: Revista Argentinos.es #52

Estambul tenía que aparecer lenta y claramente… perose hizo un bollo. Primero porque el avión se aproximóa la ciudad “por el lado incorrecto”, entonces Alejo nosabía bien qué era lo que estábamos viendo. Yo, ni lointentaba. Solo atiné a preguntar “¿Qué agua es esa?”y se me contestó una de las dos opciones que yasabía: el Mar Mediterráneo o el Mar Negro. Igualmente,tampoco es el Mar Mediterráneo estrictamente hablan-do, los turcos lo llaman Mar de Mármara. Pero escomo hacer la distinción entre el Mar Argentino y elOcéano Atlántico, solo nos importa a los argentinos.Llegamos al aeropuerto y nos estaba esperando unseñor bigotudo con un cartel con nuestros nombres.Mi nombre había llegado a Estambul antes que yo. Esoes nuevo. El señor nos dijo “Hola”, y entonces le pre-guntamos si hablaba español. “No”, contestó, y pasa-mos abruptamente al inglés. Viajamos en un auto-combi por la ciudad mientras se ponía el sol. No reco-nocí nada de cuando había estado aquí para mi lunade miel. Tal vez la torre de Gálata, pero definitivamenteno me colmaron los recuerdos.Estambul es la ciudad en la que se encuentra la divi-sión entre Europa y Asia. Esa división es el Estrechodel Bósforo, una lengua de agua que conecta el Marde Mármara, con el Mar Negro. Así que la ciudadqueda dividida en dos, la parte europea, que tienetodo el centro histórico y que, a la vez, está surcadapor un río llamado Cuerno de Oro; y luego está la parteasiática. Cruzamos toda la parte europea y el puentehacia el lado asiático, para llegar al barrio de Üsküdar,

donde están las oficinas de Ale y, temporalmente,nuestro hogar en forma de hotel. El Volley Hotel. Ya sevan a enterar por qué.Un botones parecido a un pequeño boxeador nosayudó con las valijas. Las arrastró vigorosamente porel hotel, sin hacer caso a nuestras insistencias. Prime-ro, el horror: la llave no andaba. ¡Como si no lo supie-ra! Siete meses de vivir en el Holiday Inn de Puebla,México, me enseñó la facilidad con la que se desmag-netizan esas llaves-tarjeta. Las coleccionábamos. Alprincipio los de la recepción nos preguntaban “¿Laacercó al teléfono celular?” pero, a medida que fueronpasando los meses, nuestras facciones se convertíanen puro odio al llegar a la habitación y comprobar que,una vez más, la llave no andaba. Ninguna de ellas.Entonces las arrojábamos sobre el mostrador de larecepción ante la mirada atónita del mexicano de turnoy ya no se animaban a preguntarnos nada. Así que tuve un poco de pena por el pequeño boxea-dor que corría por los pasillos rumbo a la recepciónpara reconfigurar nuestra llave-tarjeta. Mientras loesperábamos apareció otro que, con una llave que síabría, se acercó a la puerta. El mini boxeador volvíacorriendo con una tarjeta en la mano y se encontró,casi con decepción, que ya otro había abierto la puertay ahora encendía las luces. Al principio pensé que la heladera (esas heladeritas dehabitación de hotel) estaba en un lugar un poco incon-veniente: el medio del pasillo. Pero no puedo decir queme haya llamado demasiado la atención. Sí me di

ESTAMBULla ciudad bicontinentalCINTIA MORROW

8 // LAS CRÓNICAS DE CINTIA

Page 9: Revista Argentinos.es #52

Productos argentinos de Máxima Calidad

Alberto Luis Hughes · Importación - ExportaciónOficina: Islas Pitiusas 72 28230 Las Rozas Madrid

Almacén: Calle Berlín (posterior), Nave 22 A, pol. ind. Európolis, 28230 Las Rozas MadridPedidos: Tel/Fax: 34 91 631 40 06 Móvil: 607 70 37 32

www.alhughes.net E-mail: [email protected]

Otros productos: SABORES DEL PLATA Dulce de leche · PANQUECO CREPS Panqueques y masa lasagna

CONDIMENTOS SABORES DEL PLATA Ají Molido y Chimichurri HARINA BLANCAFLOR · VINO VALENTÍN LACRADO DE BODEGAS BIANCHI

Pan de MigaSABORES DEL PLATA CAPITÁN GAUCHO

Dulce de leche

Page 10: Revista Argentinos.es #52

cuenta que había algún pro-blema cuando el señor con lallave correcta y el mini boxe-ador se pusieron a dar alari-dos de sorpresa mientraszarandeaban las manos entorno a la heladera. Seguía yo en otro mundo,mientras a ellos le daba unataque. Me senté en lacama, cansada como estabay le pregunté a Ale qué pasa-ba. “La heladera como que…se salió”, contestó sorprendi-do de que yo no hubiera notado todas las bebidas ydemás productos que estaban alineados en una mesi-ta al costado.Largué la carcajada. No pude evitarlo, me tenté de risamientras miraba la heladerita que parecía haber inten-tado huir del hueco en el que le correspondía quedar-se. Me imaginé por un momento a la heladera en plenafuga, luego de haber acomodado los productos enci-ma de la mesa.El pequeño boxeador y el de la llave correcta me mira-

ron y me dio pena que pensaran que me reía de ellos.Intenté concentrarme en otra cosa que no fuera laheladera prófuga, pero eramuy gracioso. Decidieroncambiarnos de habitación.Cuando ya se iban, habien-do comprobado que todoslos electrodomésticos esta-ban en su correcto sitio, elmini boxeador le dijo a Aleque lo invitaba a un partidode vóley que había en unahora. No entendimos dema-siado. No sabíamos si que-ría que Ale jugara con ellosal vóley o había un partidoimportante que ver en la tele.Cuando bajamos al bar del hotel, con la vaga esperan-za de comer algo más que las papas fritas que mimarido ya había abierto en la habitación, vimos que elambiente estaba un tanto agitado. Todos parecían…apurados. Los seguimos. Subimos una escalerita y nosencontramos con una impresionante cancha de vóleytechada. ¿O se dice estadio?Se disputaban alguna clase de titulación los equiposde vóley femenino: Galatasaray vs. Tomiz (de Ruma-nia). Como diría mi primo “¡Partidazo!”. Las jugadorasmedían 6x3 metros. Rápidamente nos decidimos aapoyar al equipo local. Sobre todo cuando vimos lahinchada, una horda descontrolada hombres que can-taban y sacudían banderas. No sabía que el vóley des-pertara tanta pasión.

No consideraba necesarioponer quién ganó pero, derepente, me acordé de mislectores masculinos. ElGalatasaray, por muy poco,estuvo peleado.De cena, comimos unossándwiches muy raros y yome tomé mi primer çay (té).La televisión turca fue unacompleta pérdida de tiem-po porque, los programasque no estaban en turco,estaban en alemán. Gran-

dioso. Terminamos viendo por un rato la propagandadel Easy Off Bang, que acá también existe, por lovisto.Cuando corrí las cortinas por la mañana, dándomecuenta que no había oído el primer llamado a la ora-ción (es como a las 5 y media), contemplé azorada lavista desde mi habitación: un gran terreno con algunoscamiones y, más atrás, un bosque. ¿Un bosque?Pensé que estábamos en plena ciudad. Después mirémejor el bosque y resultó que era un cementerio. Tantomejor.Desayuné en el último piso del hotel, con el equipo del

Tomiz, mientras veía la ciu-dad y, lejos, el agua. Vaya asaber uno qué agua. Hastaque mire bien en un mapa,no lo sabré. Tampoco cola-boran acá en el hotel con micultura porque me contesta-ron, con descaro, que notenían un mapa. Un míseromapa. Debería darles ver-güenza. Seguro que si ledecía al pequeño boxeador,habría ido trotando por laciudad hasta dar con uno.

Lo que desayuné no supe si era té o café. Una rarezade las infusiones. Acompañé mi té con un plato depapitas al horno, aceitunas, un rollito de jamón yqueso y un pan. Un desayuno de lo más absurdo, losé, pero debo probar especialidades locales.Por la tarde caminé hasta la oficina de Ale, a escasascinco cuadras y, aún así, logré perderme. Después mehallé, por suerte, y fuimos a ver el primer departamen-to de lo que será la búsqueda del nuevo hogar.Poniendo en riesgo mi escaso conocimiento de turco,un mediodía me atreví a sentarme en un bar. El menútenía fotos. Comí un dürüm de pollo, que es como unagran tortilla rellena de pollo y verduras. También pedíun agua y contesté que “Sí, quiero un té”. Todo unlogro para mi primer choque cultural con la vida salvajeturca. n

10 // LAS CRÓNICAS DE CINTIA

Page 11: Revista Argentinos.es #52
Page 12: Revista Argentinos.es #52

TEATRO12 //

El director de escena Mario Gas, hasta este veranoresponsable del Teatro Español de Madrid, dirige elduelo interpretativo de dos actores argentinos, MiguelSolá y Daniel Freire en 'El veneno del teatro', de RodolfSirera, un espectáculo que se estrenó en la Sala Verdede los Teatros del Canal el pasado mes de noviembre.Según Gas, se trata de "un texto paradigmático de la

dramaturgia contemporánea", "una pequeña joya dehora y veinte minutos" que su autor escribió en losaños 70 a raíz de un encargo para televisión y queposteriormente se ha representado en numerososescenarios, entre ellos el María Guerrero de Madridcon Manuel Galiana y José María Rodero al frente delreparto.Es una obra interesante, un juego dialéctico sobre ser

y representar. Es una fábula moral, maldita, un thrilleren torno a lo que es el arte", apunta el director deescena.La función, ubicada inicialmente en la Francia revolu-cionaria, se ha trasladado a los años 20 del pasadosiglo, "un periodo entreguerras, en el que aparecen losfascismos, que encaja mejor con lo que expone laobra", explica.En este texto, Gabriel de Beaumont, un famoso actor,es invitado por un misterioso marqués, aristócratafamoso por sus aficiones extravagantes, a visitarle ensu palacio. Allí recibirá el encargo de interpretar unaobra teatral sobre la muerte de Sócrates, escrita por elpropio marqués. Pronto comprobará que todo es unatrampa de éste para someterlo a un cruel experimento

Solá y Freire te inyectan 'El veneno del teatro'Los dos actores argentinos protagonizan la obra dirigida por el españolMario Gas, estrenada en Madrid y que en abril viajará a Buenos AiresMIGUEL PEDANO

Page 13: Revista Argentinos.es #52

// 13TEATRO

sobre realidad y representación, en relación con eltema de la muerte.

UN JUEGO DE AJEDREZPara Mario Gas, la obra "permite un juego de ajedrezentre dos actores fantásticos y un trabajo pormenori-zado de dirección, sin alharacas". El director de esce-na reconoce que, tras dejar el Teatro Español, la "ape-tecía" un montaje "íntimo" como éste para poder tenertiempo de pensar por qué caminos se moverá en elfuturo.Asimismo, Gas opina que hay muchas posibles inter-

pretaciones de este texto: "juego de poder y sumisión,castas enquistadas en sí mismas, experimentos, unahistoria de búsqueda de dominación..."Por su parte, Miguel Ángel Solá cree que 'El venenodel teatro' es un "texto difícil y abigarrado, con un len-guaje que no es fácil retener". En su opinión, los dosprotagonistas muestran dos formas de creer en el tea-tro con las que él no comulga pero que respeta ydefiende interpretativamente. Para Solá, el actor "debeabrir el camino al personaje pero sin estar distanciado,separar la paja del trigo y estorbar lo menos posible.Es la transmisión de sentimientos, sensaciones y pen-samientos", apunta.Asimismo, considera que esto tiene mucho que vertambién con las modas. "Ahora se acepta la naturali-dad, que depende de muchas cosas pero que es unode tantos principios de la actuación", explica.A este respecto, para Daniel Freire, que califica estaobra de Sirera de "texto complejo", actuar tiene quever otros aspectos: "con cómo trabajo yo mi campoemocional, con mi forma de percibir y sentir la vida",señala. "La técnica es necesaria pero, más allá deesto, existen otros elementos que sirven como basepara rellenar esa estructura", añade.Ambos actores argentinos viajarán con esta función elpróximo mes de abril al teatro Maipo de Buenos Airesy regresarán en mayo a España para realizar una girapor distintas ciudades españolas. En septiembre de2013 volverán a los Teatros del Canal y en enero de2014 hay otra gira con la obra programada por Hispa-noamérica. n

Page 14: Revista Argentinos.es #52

14 // REFLEXIONES

Las estrategias guardan siempre relación con las cir-cunstancias. No es posible (o al menos no es conve-niente) preguntarse cómo lograr determinado propósi-to y elaborar un plan a ese efecto, sin antes echar unvistazo al contexto.Las épocas en que se creía casi religiosamente en elsocialismo como el inevitable “fin de la historia”, unasuerte de profecía que convenció a millones de hom-bres de que debían acelerar con su accionar los inelu-dibles sucesos históricos matando y muriendo por elideal, son parte del pasado. Los ideólogos de aquellostiempos pensaron y propusieron diversas estrategiaspara hacer realidad sus prédicas, todas las cuales tení-an como común denominador el uso de la violencia.Se trataba, pues, de los años de guerra fría, dictadurasy revoluciones.Las cosas en el nuevo siglo cambiaron significativa-mente: el fin del orden bipolar, la expansión de la glo-balización, la revolución de las comunicaciones, mar-caron una nueva era en la que las viejas estrategiascolectivistas no tienen cabida. Resulta poco probablehoy, por ejemplo, que una revolución triunfe aplicandolas ideas foquistas y, de hecho, las guerrillas que aúnsobreviven como las FARC son movidas más por finescomerciales (narcotráfico) que ideológicos. Esto, sinembargo, no quiere decir que el “fin de la historia” seala libertad del individuo, como interpretó erradamenteFrancis Fukuyama tras la implosión comunista. Tampo-co significa que la dicotomía individuo – colectivo,libertad – servidumbre, haya quedado sepultada: ladisyuntiva está más viva que nunca, sólo que otras sonlas estrategias que hoy sacan de la manga los enemi-gos de la libertad.Podría sostenerse, en efecto, que lo que antes seintentaba era la destrucción física o el sometimientocoactivo; lo que ahora se intenta es la destrucciónmoral y el consiguiente sometimiento “voluntario”. Loque antes se conseguía era colocar cadenas al hom-bre; lo que hoy se consigue es que el hombre mismopida al Estado que se las coloque. Gramsci fue, eneste sentido, un adelantado para su tiempo, puescomprendió que el triunfo del colectivismo sería resul-tado de una modificación del orden cultural y educati-vo, es decir, moral. El poder ya no brotaba de la bocadel fusil como señalaba Mao, sino de la corrupciónmoral.La corrupción del hombre se transformó así en lanueva estrategia de dominación. ¿Pero cómo se puede

corromper a un hombre? Siexistiera un recetario que indi-cara paso a paso cómohacerlo, podría presentarsede la siguiente manera:1.- Suprima la individualidaddel hombre incrustándolo apresión en aquello que llama-rás “sociedad”, y presenta la“sociedad” como una entidadmetafísica distinta y superioral individuo. Así pues, dirásque “la sociedad quiere”, “lasociedad exige”, “el bien de lasociedad es”. El hombre esta-rá desconcertado, sentirá que“sociedad” es todos menosél, pero no advertirá que enrealidad es ninguno exceptotú.2.- Enseña al hombre que elinterés personal es malvado;que la realización moral nadatiene que ver con sus deseosy aspiraciones personales;que para ser moral necesariamente debe salir perdien-do en beneficio de otros. Así podrás separar lo moralde lo práctico, y colocarás al hombre en una mortíferadisyuntiva: ¿Se elige ser moral o se elige ser racional?3.- Quiebra la independencia del hombre ligando suexistencia al Estado, logrando que hasta los másminúsculos detalles de su vida pasen por éste. Dileque es demasiado bruto como para elegir su educa-ción, y arma tú los planes de estudio como más teconvenga; dile que es demasiado irresponsable comopara prever su futuro, y quítale su dinero para adminis-trarle tú mismo la jubilación (te harás de paso de unaabultada caja para otros gastos); dile que es demasia-do egoísta, y grava todos sus intercambios económi-cos. Hombres independientes es todo lo que no quie-res.4.- Predica el igualitarismo como el fin más bondadosode tu sociedad: anula la diversidad, y anularás losincentivos para salirse de la media; anula las diferen-cias, y tendrás hombres hechos en serie, listos paraservirte. No quieres hombres más exitosos y perfectosque tú. El truco está en eliminar la única igualdad legí-tima: la igualdad ante la ley, y podrás decir que los

¿Cómo corromper a un hombre?AGUSTÍN LAJE*

Page 15: Revista Argentinos.es #52

// 15REFLEXIONES

hombres deben igualarse no ante ella, sino a través deella.5.- Estropea la solidaridad humana diciendo que setrata de una cuestión de obligación más que de virtud,y como el hombre es “muy egoísta” para desprendersede sus posesiones, quítaselas tú mismo: tendrás paradar algunas limosnas y quedarte con abultados vuel-tos. Nadie protestará, pues ya le has enseñado queser moral no tiene nada que ver con sus deseos.6.- Destruye los derechos individuales aseverandoque no es el individuo sino el “grupo”, la “masa”, la“sociedad”, los que en rigor tienen derechos. Así nadietendrá verdaderamente ningún derecho, exceptoaquellos miembros de grupos afines a ti.7.- Deifica el número, y podrás sostener que la verdades una cuestión de estadística. De esta manera todosquerrán pensar como lo hace la mayoría, y aquellosque se quieran apartar de la masa serán despreciadoscomo “políticamente incorrectos”, “golpistas”, “destitu-yentes”, “fascistas”, o el calificativo que más te agra-de.8.- Hazle creer al hombre que existe un “bien común”que sólo tú puedes definir: nunca digas en qué consis-

te tal bien, sólo busca que se acepte irreflexivamente,casi como un acto de fe. Todo lo que hagas será refle-jo de ese “bien común” y nadie se atreverá a pensarque su “bien individual” no tiene por qué ser sacrifica-do bajo tus caprichos; nadie osará en pensar tampocoque el verdadero “bien común” es una situación en lacual cada uno puede perseguir su “bien particular”.Cuando usted ve que las libertades retroceden apasos acelerados y las responsabilidades se devalúancada día un poco más; cuando de repente cae en lacuenta de que trabaja gran parte de su vida para man-tener un Estado que cada vez lo exprime más y recla-ma más y más de usted; cuando entiende que le espermitido tener propiedad pero no disponer de ellacomo desea; cuando comprende que ya no se colecti-vizan los medios de producción sino la producciónmisma; cuando escucha que la democracia ha triunfa-do en el mundo, pero advierte que muchos gobiernoslo único que tienen de democrático es su origen puesejercen el poder de modo dictatorial, lo que subyace atodo ello, es un retroceso de la moral: es la corrupcióndel hombre. n

* Autor del libro “Los mitos setentistas”.

ENRIQUE ORTEGA

Page 16: Revista Argentinos.es #52

16 // CINE

La infancia clandestina deBENJAMÍN ÁVILAUna de las películas de 2012 más exitosas de Argentina llegó aEspaña y quiere pelear por un GoyaBETIANA BAGLIETTO

Page 17: Revista Argentinos.es #52

// 17CINE

Casi diez minutos con el público aplaudiendo de piesiguieron a la proyección de ‘Infancia clandestina’ en elúltimo festival de cine de San Sebastián. Quizás laimagen y el resumen de lo que provoca la ópera primade ficción del argentino Benjamín Ávila en el especta-dor: emoción. Algo de lo que se encargan de resaltartanto su creador como uno de los protagonistas,Ernesto Alterio o el tío Beto.Porque la historia de un niño de 12 años que regresaen el año 1979 de su exilio cubano a Argentina consus padres montoneros dispuestos a luchar contra ladictadura militar se puede suponer como el relato de“uno de los bandos” de aquella época nefasta para elpaís o una narración cargada de ideología. Sinembargo, la película “une y apela a las emociones,tiene una función sanadora”, asegura el actor tanargentino como español. “Es una película diferente.La ideología no era sólo una cuestión dialéctica oteórica, era de vida, del día a día, de tomarse elcolectivo, de charlar con el vecino, llevar los hijos alcolegio. Aporta una nueva mirada, más cotidiana delos guerrilleros que vivían en la clandestinidad”, cuen-ta Ávila a Argentinos.es unos días antes del estrenoen Madrid. Esa es la mirada de un niño, Juan quien, inmerso enese mundo de reuniones de militantes, escondites,resistencia, pasaportes falsos, ideales y armas, intentavivir con la mayor normalidad que puede el tránsito a laadolescencia. Y esa vida no es otra que la del propioBenjamín Ávila -hijo de madre desaparecida y un padremás “hippie” que murió hace algunos años- cuyainfancia inspiró el guión del filme. “Es mi historia y la demis hermanos. Yo, en realidad, era algo más chicocuando volvimos del exilio, tenía 7 años, pero muchasde las cosas que se ven en la pantalla me pasaron amí”, confiesa.Juan, interpretado por Teo Gutiérrez Moreno, al regre-sar al país tiene que ir a un nuevo colegio, cambiar sufecha de cumpleaños y convertirse en Ernesto. Su tíoBeto (Ernesto Alterio) es su principal apoyo y confesor.Pero la vida del niño vuelve a dar otro tumbo cuandose enamora de María, una compañera de la escuela,

OFERTA ARGENTINA

LE ECHAMOS UNA MANO CON LA DOCUMENTACIÓNADEMÁS SERVICIOS DE CONTENEDORES POR BAJA CONSULAR A TODA SUDAMÉRICA CONSULTE SU PAÍS BARCOS DIRECTOS A PUERTO

·Mudanzascontenedores todaSudamérica

·Barcos semanales·Baja consular·Grupaje marítimo o aéreo

·Exceso de equipajea todo el mundo

·Cargamos en todaEspaña

·Marítimo porcontenedor ygrupaje

·Salidas semanales·Trato directo con naviera sinintermediario

·18 días de tránsitoa Buenos Aires

1 KG - 4 EUROS*SERIEDAD HONESTIDAD

CONTENEDOR

20%DTO

ENVÍO AÉREO: EZEIZA - MENDOZA- CÓRDOBA - BAHIA - BUENOS AIRES

EXCESO DE EQUIPAJE LLEVE SUS MALETAS SIN PROBLEMAS913689134 - 913682104 www.akiservicios.com

C/ José María Pereda, 27 · 28027 Madrid (Metro Quintana) [email protected]

SERVICIOS DIARIOS *MÍNIMO 100 KG

Page 18: Revista Argentinos.es #52

de la que sus padres (Natalia Oreiro y César Troncoso)no quieren oír hablar.No fue fácil hacer una película sobre esa época niencontrar gente que confiara en el proyecto. Dehecho, muchos de los productores a los que les toca-mos la puerta, incluso acá en Europa, ahora se aga-rran la cabeza y dicen, ‘si hubiera sabido…’”. Si hubie-ran sabido la buena acogida que tiene la obra, queestaría en la carrera por competir por un Oscar a lamejor película extranjera (la dejó afuera la chilena ‘No’),que competirá por un Goya, o quese llevó los premios Sur másimportantes, la hubieran financiadosin dudarlo. “Estamos muy con-tentos, la repercusión está siendomasiva, y la crítica y el público,impresionantes”, dice Benjamín,que ese mismo día se despertócon una artículo de FranciscoPeregil, corresponsal en BuenosAires del diario El País, que no legustó tanto. Compara a los eta-rras, que mataron gente en demo-cracia, con los montoneros, quese armaron para defenderla, y esono se puede hacer, es simplificar lahistoria, que es mucho más com-pleja”, explica antes de difundiruna carta abierta que replica laopinión vertida por el periodista.Con algo más de edad que la que tiene el protagonistade ‘Infancia Clandestina’, Benjamín supo que queríahacer cine y contar su historia. Le llevó unos cuantosaños conseguirlo, mientras se dedicó a filmar cortome-trajes, documentales y a realizar programas culturalespara la televisión. Y ahora que la ve en la gran pantallaestá satisfecho del resultado aunque las emocionesque le genera varían según el día. “Me representamucho. Pero más me reconforta que me hayan llama-do muchos hijos de desaparecidos para agradecerme,porque se la han apropiado como su historia”, detalla.“La verdad es que no te deja en el lugar habitual, desiempre. En ese sentido, es una película incómoda.

Genera una charla familiar, hacia dentro, de reencuen-tro, una nueva manera de sentir aquella época. Teayuda a reamarte y reverte”, continúa el realizador,quien no recuerda con claridad nombres y caras deesa infancia clandestina, pero sí tiene presentemuchos espacios y momentos.El éxito del filme le abre ahora a Benjamín Ávila muchaspuertas, y él espera que sea el comienzo de algo, aun-que no tiene “grandes ambiciones”. “Vengo haciendocine hace mucho tiempo, produzco, trabajo para latelevisión”, argumenta. Eso sí, no deja de enorgullecer-se de lo recién hecho: “Los actores han hecho un tra-bajo fenomenal, pero el trabajo musical, de vestuario,escenografía, arte, foto también es muy completo”.Como completo, o universal ha sido, según su creador,el resultado: “Todos hemos tenido un tío Beto, alguienque funciona como nuestro apoyo emocional más fuer-te. Todos hemos tenido un primer amor, y de algúnmodo hemos vivido lo que Juan siente. Las emocio-nes, las conocemos”.¿Algún reproche que hacer a su madre?“Las charlas y la relación con mi madre eran las decualquier hijo. De amor, aceptación e idolatría. No fue

así siempre. Mi madre desapareció cuando yo teníasiete años y durante mi adolescencia yo no podíacomprenderla. A los 20 años ya empecé a verla deotra manera, y me di cuenta de que era un idiota y deque ella, a mi edad, ya había hecho un montón decosas, incluso tenerme a mi. A los 27, la edad que elladesapareció yo casi ni había comenzado a vivir, tuveuna crisis personal muy grande, y ya sabía que mi viejaera una persona increíble y me empecé a identificarplenamente. Cuando fui padre, a los 30, me cambió lavida y ya establecí una relación más humana y directa”resume Ávila la evolución de la relación real y espiritualcon quien le dio la vida. n

18 // CINE

Page 19: Revista Argentinos.es #52

// 19DEPORTES

Los legados afines a lasensatez conductiva emu-lan a los finos varietales: lauva del campeón -tarde otemprano- les da un saborirresistible. El enólogohacedor del actual modeloVélez se llamó José Amalfi-tani. Ejemplar dirigente quecombinó gestión conpasión. Presidente veleza-no en dos ejercicios(1923/1925 y 1941/1969),el inolvidable Don Pepesembró toneladas dehonestidad al servicio delFortín de Liniers. Ajeno aviles especulaciones, hipo-tecó su casa y se convirtióen fiador y principal paga-dor de todas las deudas yobligaciones del Club Atlé-tico Vélez Sarsfield. De esemodo, salvó al club de laquiebra. O de su literaldesaparición. Lejos deincomodar, el extensomandato de Don Pepe fueuna bendición. A la vezque una enseñanza paralos aprendices de dirigen-tes. Por ello, el Vélez cam-peón del Inicial 2012 es unacervo cuyo autor ético eintelectual tiene nombre yapellido ilustre: ¡JoséAmalfitani!

Marcado a fuego por elejemplo del Jefe, las suce-sivas generaciones de diri-gentes velezanos honraronel legado y el ideario. Sintraicionar las raíces, adap-taron los postulados deDon Pepe a la era 2.0. Nisiquiera la engañosa tramade las magras cosechas deresultados alteró el guión.Porque la identidad no senegocia. Aplicando cabal-mente la filosofía Amalfita-ni, Vélez invierte dinero eingenio en cultivar sus divi-siones inferiores. Más,

siguiendo la visionariarecomendación de MarceloBielsa, la dirigencia deLiniers construyó su parti-cular Masía en Ituzaingó:¡la Villa Olímpica! Así, eltrauma de la fuga del crackdel presente siempre lasuple con la mágica recetadel crack del futuro. Con-cepto y planificación. Esasson las virtuosas claves delos herederos de DonPepe. Párrafo aparte parael ‘Tigre’ Gareca, el Fergu-son de Liniers. Entrenadorde perfil bajo y nociones

amplias. El único látigo queutiliza es el de la sonrisa.Porque no hace falta serautoritario para enseñar.Basta con transmitir la ideay ser consecuente en el díaa día. Ricardo Gareca, ami-gado con la mesura y ene-mistado con la soberbia, vacamino de imitar al granAmalfitani: Don Pepe en losdespachos; Ricardo en elbanco.El nuevo título de Vélezgratifica y dignifica. Conta-minado por un viciado airede corruptela, el fútbolargentino tiene un espejodonde mirarse. Mal que lespese a los inmorales quepululan por Viamonte -ines-crupulosos estafadores dela corona G-, la ejemplargestión del Fortín no semancha. Mucho menos ellegado de Amalfitani,homenajeado cada 14 demayo con el “Día del Diri-gente Deportivo”. Vigilante,en el emotivo paraíso de laV azulada, un cascarrabiaspaladín de la honradez alzala voz y advierte: ¡el mode-lo Vélez no se contamina!Si lo dice el patrón DonPepe, palabra sagrada.¡Feliz 2013! n

Vélez Sarsfield y el legado AmalfitaniSERGIO GONZÁLEZ BUENO www.laculturadelapelota.com

Page 20: Revista Argentinos.es #52

El arte no cambia las cosas, no sirve para eso…” sonlas palabras de la propia protagonista, que atiendeuna galería de arte, en el diálogo que mantiene consu marido mientras están cenando; sin embargo laliteratura se impone con toda su fuerza, algo que senos irá revelando en el transcurrir de la película. Elmarido, profesor de literatura, fija su atención en unalumno, sentado en la última fila, que demuestra enun deber de narración tener dotes de escritor. De laatención pasa a un entusiasmo que pronto se con-vertirá en una pasión por este alumno que no sólo ledevuelve las ganas de enseñar, sino que parecierarecordarle su frustrada vocación de escritor. Se dedi-ca con ahínco a transmitirle las pautas de la escrituray qué debe y no debe hacer para llegar a ser un buen

narrador. Uno de sus consejos es que no debecopiar literalmente la realidad, debe inventar, crearexpectativas, mantener la intriga y un final inespera-do pero ineludible. La historia es un crescendo de situaciones y senti-mientos magnífico que me ha mantenido en un sus-penso expectante durante los 105 minutos. Todo seva mezclando, se va diluyendo y a su vez haciéndosemás nítido a medida que avanza. La profundidad queemerge a la superficie y deja desnudos a todos ellos. Los actores excelentes, principalmente el profesor deliteratura, creíble, no deja escapar esta oportunidadcasi única de apasionarse como enseñante, ante unasituación que no sucede a menudo. Se aferra a lo quele está sucediendo con tanta fuerza que su pequeño y

La fuerza de la literatura‘En la casa’ de François Ozon es la ganadora de la Concha de Oroa la mejor película en el Festival de cine de San Sebastián 2012LYLIANA COLOTTO

20 // CINE

Page 21: Revista Argentinos.es #52

// 21CINE

rutinario mundo comienza a tambalear hasta hacerseañicos.Hay otras lecturas que extraigo de la película. Las rela-ciones de pareja donde reina una calma aparente, quecomo bomba de relojería no tardará en estallar, dondelos diálogos aluden a la vida de los otros, en las que elmundo exterior entra e invade la vida de los protago-nistas sin que exista entre ellos deseos sinceros yafectuosos de profundizar en ellos mismos, de eseotro que está a su lado y convive con él a diario; lasrelaciones superficiales de padres e hijos. Los dosmaridos coinciden en algo: que sólo les obsesiona sumundo laboral, llegan a casa y cual cubos de basura,vuelcan en sus cónyuges todos los residuos, los bio-degradables y los tóxicos. Ese alumno que decide sentarse al final de la fila pasaa ser el voyeur del mundo que le rodea, que será lacasa de su compañero de colegio, en un anhelo porencontrar en las historias ajenas no sólo materia primapara inventar sus propias narraciones, sino para esca-par y conjurar su propio destino triste y desolador. Por

eso otra lectura de la película es la escritura y la litera-tura como catarsis, pues todos se ven envueltos enese enredo literario que los atrapa y losconfunde.¿quién es quién en toda esta historia verosí-milmente real? n

g Envíos de documentación y paquetería a Argentina

g Entregas a domicilio puerta a puerta

g g g

g g gArturo Soria 267 local 6 posterior28033 Madrid91 383 21 6191 383 21 [email protected]

Page 22: Revista Argentinos.es #52

22 // TURISMO

Habrá cientos en España. Basta con ir desde un puntoal otro del país para encontrarlos al pie de cualquierruta. Puede que no tengan más de veinte o treintacasas, e incluso aún menos habitantes, aunque enmuchos no falta ni la iglesia ni la plaza. Muchos seresisten a morir. Otros resurgen al calor del incipienteturismo rural.

De tanto asaltar al viajero, hasta parecen repeticionesunos de otros. Todos son parte de la pintoresca geo-grafía de una tierra que ha sabido salpicar de historiasus caminos (casi siempre impecables). Pero hay algunos en los que merece la pena detener-se, desviarse e incluso perderse,al menos por un día. La provincia castellanoleonesa de

Esos pueblitos perdidosde... BURGOSUna de las provincias de Castilla y León, en su límite con Cantabria,esconde toda una zona de exuberante naturaleza salpicada con pe-queñísimos pueblos con encantoB. B.

Page 23: Revista Argentinos.es #52

// 23TURISMO

Padre Damián nº 15 - 91 458 20 56 - Madrid / Ibiza nº 40 - 91 409 40 40 - MadridCosta Rica nº 28 - 91 350 56 33 - Madrid / Mayor nº 53 - 91 559 45 79 - Madrid

Villa nº 5 - 91 541 90 10 - Madrid / Av Europa nº 16, - 91 143 96 84 - Pozuelo de Alarcón

TTeennttaazziioonnee

Burgos, en su límite con Cantabria, al noroeste, estállena de estos ejemplos escondidos dentro del ParqueNatural Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Orbaneja delCastillo es uno de ellos. El pueblo está partido por elcurso de un arroyo que nace en la Cueva del Agua, deochenta metros de profundidad y uno de los atractivospara visitar por solo 1,50 euros. El arroyo se convierteen una cascada abrupta que cae un lado de la carrete-ra, y se convierte en piscinas de agua turquesa al otrocostado. El torrente de agua cristalina combinado conuna espesa vegetación y casas de madera y piedraañeja que trepan por la ladera de la montaña es la ten-tadora carta de presentación de Orbaneja. Se puede subir en coche, pero mejor aparcarlo alborde del camino y escalar susempinadas escaleras siguiendo el curso ascendentedel agua. Después de recorrer sus pequeñas calles, ycruzar a uno y otro lado del improvisado puente depiedra, todavía queda por descubrir el sendero quebordea la montaña y que ofrece una vista incompara-ble del conjunto del lugar. O contemplar las capricho-sas formas que adoptan las rocas que envuelven elenclave, entre ellas, el "beso de los camellos".No es, ni mucho menos, la única joya que guarda lazona, por la ruta N-623 y sus bifurcaciones. Valdelatejaes otro de los puntos por los que no se puede dejar de

Page 24: Revista Argentinos.es #52

24 // TURISMO

pasar en este viaje. Otro de esos pueblitos con encan-to y muy preparado para los visitantes, con un par demesones con terrazas que se venden con el lema“gastronomía y entorno”. Y no les falta razón. Al bordedel río Rudrón, sus casitas antiguas lucen como nue-vas mirando al agua, otra vez cristalina, y al puenteromano. A media hora de camino a pie se escondeuna ermita medieval, la Santa Centola, con vistas per-fectas de todo el enclave.Valdelateja sirve además como punto de partida y lle-gada para una excursión de senderismo de una horay media hasta Pesquera de Ebro, que discurre por elcañón del mismo nombre y al costado del río que,escoltado de árboles, desemboca en el Ebro. De unoa otro lado también se accede en coche, y en el tra-yecto hay una parada obligatoria, no apta para quie-nes sufren de vértigo, en el mirador que se asoma auna visión de todo el cañón que quita el aliento. Laruta recorre la cima de la montaña, decorada con unallanura verde interminable. Poco antes de Valdelateja,en Covanera, está el Pozo Azul, un nacedero enforma de pozo cuyas aguas cristalinas aparentan serazuladas.Un buen sitio para hacer base durante este viaje porlos paisajes del Parque NaturalHoces del Alto Ebro y Rudrón, que desvela un Burgosmuy poco conocido y habitado (poco más de 2.700personas en todos sus núcleos), es Crespos o Pobla-

ción de Arreba, sobre todo por la coqueta, confortabley acogedora casa rural, Caléndula, que allí espera. Unalojamiento ideal para cuatro o cinco familias o seisparejas a la que no le falta ningún detalle. Población esuna de las tantas localidades casi desiertas que cortanla inmensidad de los Valles de Manzanedo, Sedano yde Zamanza. Ambos invitan a caminatas infinitas conlas montañas como únicas espías. Arreba, San Miguelde Cornezuelo, Cidad de Ebro, Manzanedo o Manza-nedillo son algunos otros en la ruta hacia Villarcayo, laseñal de civilización más cercana al lugar (supermerca-do, hospital, farmacia, etc). Otra vez hacia el lado deOrbaneja y Valdelateja, entre Quintana y Escalada, hayempresas que organizan excursiones de rafting.Cabalgatas o la visita al cántabro Parque Zoológico deCabárceno, donde los animales se pasean por la natu-raleza sin demasiadas restricciones, cuevas o iglesiasrománicas son otras de las alternativas de ocio y turis-mo que ofrece el lugar.Un paseo ideal para un puente y para los amantes dela naturaleza, en pareja o con niños de cualquier edad.Donde se puede descansar y a la vez traer la maletallena lugares nuevos, con cada pueblo como punto departida de paseos únicos por senderos boscosos ocon el río y el sonido de fluir como compañía. De esossitios en los que sólo con ir de un poblado a otro ya sellenan las retinas de imágenes imborrables o de esasque dan ganas de volver a grabar. n

Page 25: Revista Argentinos.es #52

// 25DE CUENTO

Solía sucederme que aldespertar, por una fracciónde segundo no sabíadónde estaba; era unasensación conocida perono por eso menos aprensi-va cada vez que ocurría.Se trataba de un lapsodiminuto en el que meencontraba perdida, fueradel mundo, fuera de mipropia historia y sin identi-dad; era como si volviera anacer, como si aún no per-teneciera a ninguna parte,ni a ningunos brazos, peroa sabiendas de que algunavez pertenecí.Si creyera, se me ocurreque así puede ser la reen-carnación; un bebé queestá naciendo y que duran-te un ínfimo período sabeque viene de otra parte; noreconoce ese nuevo espa-cio, donde el capricho delkarma lo ha enviado parapagar sus culpas en elcamino hacia la purificacióny, acto seguido, olvida todovestigio de su vida anteriore inicia como una tabularasa.En épocas de mucho traba-jo, cuando por ejemplotomaba seis aviones encuatro días, dormía cadanoche en un hotel diferentey andaba exhausta hasta loindecible, esa experienciase repetía mucho. Algunasmañanas, mientras sonabael despertador, antes deabrir los ojos pensaba‘¿Dónde estoy? ¿Qué día

es? ¿Qué debo hacer?’, yun minuto después estabaen la ducha. Sin embargo,había un lugar donde estasensación me abandonabapor completo y despertabacomo pez en el agua; elúnico espacio que durantetoda mi vida sentí realmen-te propio: mi casa materna.Los días en los que visitabaa mi madre solían coincidircon mis crisis de autoesti-ma, las que a pesar de miscuarenta y de mis éxitoseconómicos me seguíanacosando. La última vez

que fui, se sumaba el peormomento de mi históricoproblema de sobrepeso, yla aventura de Carlos conuna de veinte delgados ypico de años.Siempre dormía en mi anti-gua habitación y cadamañana, un rayo oblicuo deluz se daba de bruces con-tra mis ojos diciéndome‘estas en casa niña, estás asalvo’.Toda mi infancia me acom-pañó ese hilo de luz, quese filtraba por una de lasrendijas de la persiana demadera azul claro, colorque yo misma elegí condudoso buen gusto cuandotenía diez años, y que mimadre repitió cada vez quepintó mi habitación desde

entonces.Me fascinaba esa ranuraapenas más ancha que elresto de las separacioneslongilíneas entre listón y lis-tón; ella daba mejor paso alsol y lo enredaba con misfantasías.De pequeña imaginaba queese rayo era un caminomágico por el que desfila-ban mis personajes queri-dos: mis padres, mis ami-gos, mi maestra de tercercurso o el chico de la clasedel que me había enamora-do sin esperanza ese año;todos los que me importa-ban indefectiblementepasaban a su turno por allí,y todos me aceptaban. Enla rendija yo era tan delga-da como ella y nada resul-

Un resquicio de solALEJANDRA TALLARICO [email protected]

Page 26: Revista Argentinos.es #52

26 // DE CUENTO

taba imposible.Era bueno despertar siem-pre en la misma habitación,con los mismos ruidos, losmismos olores, y con mirayo oblicuo apuntando aun punto u otro de lapared, según la hora en laque abría mis ojos, un pocomenos remolones que elresto de mi cuerpo.Durante ese renacer meconectaba con la vida a sutravés, con la certeza deque todo lo que por allípasaba me acompañaríapara siempre y de que, alotro lado de la puerta de mihabitación, se seguiría pro-duciendo la magia de lastostadas crujientes de mimadre, las medialunas dedoña María y los abrazosde Súper Héroe de mipadre.Yo era una niña y, al igualque todos mis amores, erainmortal, por eso nuncaentendí cabalmente porqué mi padre un día medejó, antes de que mi rayode luz viniera a despertar-me.Tal vez fue culpa mía y poruna vez debí ser menosdormilona y más activa -como él siempre me repro-chaba- y haberme desper-tado a tiempo para avisarleque tenía que montarse enmi mágico rayo oblicuo,donde todo era perennidad.Me había levantado a lasdiez y, pegada en la puertade la heladera, encontréuna nota, escrita con prolijaletra de maestra que decía‘Fui a lo de doña María acomprar las medialunasque tanto te gustan’. Esaletra no la habían cambiadoni la jubilación, ni el Parkin-son’s incipiente.La verdad es que ya no megustaban tanto esas media-lunas, había conocido otrasdelicatessen desde lostiempos en los que doñaMaría era el único blancode mis tentaciones, perome enternecía que mamácreyera que nada habíacambiado.Doña María era su cómplice,y cuando yo estaba de visitaagregaba a la compra, sincargo extra, algunos pro-

ductos de su propia elabo-ración, con la expresa con-dición de que fuese a darleun beso antes de irme.Desde hacía muchos añosella había pasado de ser ladueña de la panadería a lamejor amiga de mamá,pero por esas cosas quetiene la costumbre, a la queambas se aferraban paraconjurar el tiempo, seguíantratándose de usted. Cada vez que volvía a miviejo barrio, regresaba acasa y a Carlos sintiéndo-me un hipopótamo, culpa-ble por haber comido tanto,

pero feliz por esa transfu-sión de sabores, olores,texturas y visiones de miinfancia, esa infancia dondetodos los Carlos fueronposibles cada mañana.Recuerdo que hacermeacabar las verduras era unalucha cuerpo a cuerpo conmi padres, que terminabacasi siempre en un empate,un poco porque ellos seagotaban, y otro porque yotragaba un bocado más acambio de un MILKYBARcomo postre, en lugar de laobligatoria fruta. El arte dela negociación siempre fuemi lado fuerte, incluso si loque logro en la transaccióna la larga me hace perder.Hoy, axiomáticamente,antes de la cena y el cham-pagne con mis socios,celebro en secreto cadacontrato, cada inversiónrentable o cada venta con-venientemente cerrada, conun MILKYBAR, que ya noes blanco y pequeño, sino

negro, grande y con almen-dras; ¡codicias que traenlos años!Estaba sola en la cocina,pensando en la batería deplaceres caseros de losque era imposible escogerunos sin lamentarse de nodisfrutar de los otros,cuando una seguidilla deembates desatinados con-tra la cerradura anunció lallegada de mamá. Cadavez veía peor de cerca, yno había caso de que lleva-ra colgando las gafas paratenerlas a mano; ‘es incó-modo’ decía, pero lo cierto

era que una cadena sopor-tando un par de gafas, learruinaba la estudiada con-junción entre blusa y bijou-terie.- ¿Es necesario que tevayas mañana? - me pre-guntó.- Sabes que no puedo evi-tarlo mamá, tengo quecerrar una operación muyimportante.- Lo sé hija y verás que lacerrarás, siempre le cuentoa doña María lo orgullosaque estoy de ti; pero almenos desayunaremos jun-tas ¿no?; te prepararé tupastel preferido, le he pedi-do a doña María que estatarde me consiga ese cho-colate para taza que tegusta tanto, ¡es que coneste frío se lo quitan de lasmanos!Estaba a punto de quejar-me de mi sobrepeso perodesistí, ya que esa era unade las discusiones en lasque mi madre no era per-

meable a ningún tipo denegociación, pero tambiénporque yo estaba acostum-brada a perderla.Es increíble cómo la miradade alguien que nos ama,puede estancarse en losmomentos en los que nosveía más bellos.A la mañana siguiente medesperté sin ninguna luz enla habitación. ‘¿Acaso llue-ve?’ me pregunté. Pero no.El reloj daba las seis y fui ala cocina a tomar un vasode agua. Aún flotaba elaroma del pastel horneadoel día anterior. De regreso ami cuarto me asomé amirarla; sin hacer ruido aca-ricié su rostro apergamina-do y, como cuando erapequeña, me metí en sucama para abrazarla y asíalejar a todos los fantas-mas.Su pequeño cuerpo tibio norespiraba.Con el corazón disparadopensé ‘son las seis’, y laletra de ese tango que ellasiempre cantaba vino a micabeza ‘es la hora en laque mueren aquellos quesaben morir’. Mamá siem-pre fue muy sabia.El último bastión de misintentos por mantenerme asalvo de mis contiendas seiba con ella.Esta vez había sido buenaniña y me había levantadotemprano pero, igual quepapá entonces, se fue sinavisarme. Sólo esperé queguiada por su propia luz, laque no cabría por una ren-dija, mamá viajara haciaese devenir inespecífico delas almas buenas.Después de varios días dearreglos y trámites, con lamaleta a mis pies, sentadaen la cama, recién lloré.El coche estaba en marchay bajé la persiana azul claropor última vez, pero antesde salir ajusté cerrandofuertemente con una pinza,los eslabones de metal queunían esos dos listonesque ahora le cerraban elpaso para siempre a esachiquilina golosa, miedosay utópica, que navegabacada mañana por un res-quicio de sol. n

Page 27: Revista Argentinos.es #52

// 27EL CONSULTORIO

Me gusta recibir argentinosen casa.Como no voy hace tiempome gusta tentarlos con unafamilia “de sus pagos” quelos recibe y les hace laestancia más agradable,más familiar. Así, me traigoun poco de allá para acá.Es llamativo, cada nuevovisitante que entra encasa, en cuanto se le pre-senta la oportunidad, sacael tema de K...o eres de Ko estás contra K. ¿Uste-des?¿De qué me hablan?Si opino siento que es

comparando mi realidadactual con la de allá, con laque yo construyo de allá.Una translación salvaje,injusta, ficticia.Una muestra.

- “El gobernador deTucumán puso una ley queprohíbe beber después delas 4 de la mañana...”

- “Ah, mirá vos....¿ysalís de joda allá?”

- “No, hubo varioscasos de chicas que viola-ron cuando tomaron untaxi”Los ojos como platos. Noentiendo nada. No quierenque beban pero te puedenviolar.Nuestro proceso de trans-

formación, digámoslo así,fue lento. Al principio discu-tíamos fervientementesobre asuntos de Argenti-na...pero la cosa fue cam-biando.K....que lejano me suenatodo, que poco entiendoesa realidad que ya no esmía.Qué poco entiendo el fervor

argentino por sus presiden-tes (¿les haría bien el titu-beante Rajoy o el sosoZapatero?).K...sé que al final de este pro-ceso de transformación, demi transformación, sólo sevislumbra una única pre-gunta....¿Quién coño es K? n

¿K or not K?MIGUEL PEDANO

Ediciones Sud Americanas, S. L.Distribución de diarios y revistas argentinas y de Sudamérica

Todos los miércoles en los quioscos de MadridTambién hacemos suscripciones por correo en España

y en EuropaPelículas argentinas en vídeo

DISTRIBUIDOR DE ARGENTINOS.ESC/. Luis Cabrera, 58, bajo B - 28002 Madrid

Telf. - Fax 91 563 83 16

Page 28: Revista Argentinos.es #52

28 // OPINIÓN

Ya he saltado la pared delos 60. Es curioso, puescuando era pequeño, cadanueva década que deseá-bamos pasar, nos parecíaun gran muro que escon-día detrás un paraíso soloapto para mayores. Paramí las décadas eran, yson, como una especie demuros que a medida queuno va saltando, nos vandescubriendo realidadesque, en la infancia y juven-tud, imaginábamos fasci-nantes. La primera gran pared erala de los diez años, detrásde la cual estaban los 18,que en nuestra infancia

eran la puerta que nosseparaba del mundo de losadultos. Un mundo prome-tedor, que para nosotrosescondía secretos tentado-res y prohibitivos. Hoy,gracias a las nuevas tec-nologías, la mayoría deniños y jóvenes casi no tie-nen secretos por descu-brir. La juventud de ahoravive tan de prisa, quecuando llegan a los treinta,solo les queda la incógnitade descubrir cuáles seránlos achaques de su vejez.Incluso algunos ya lospadecen antes de serancianos. En mi infancia, llegar a los

18 años era el deseo másimportante para la mayoríade nosotros, pues detrásde esa cifra mágica imagi-nábamos un mundo delibertad, en el que haría-mos todo lo que hasta eseentonces nos estaba veda-do. Nuestra inocencia nosllevaba a pensar que losmayores hacían siempre loque les daba la gana, cosaque nosotros no podíamoshacer. También recuerdoque aquel espacio de tiem-po, hasta la llegada de los18, parecía interminable.Daba la sensación de quelos años eran más largos.La Navidad, el fin de año y

Reyes, estaban excesiva-mente lejos. Era tanto eldeseo de cumplir los 18,que el año en vez de tener365 días, parecía que tenía900. Es curioso, perocuando pasas de los 18,parece que los años sevan encogiendo. Al princi-pio no te das cuenta, perodespués de los 30 o los40, el fin de año llega cadavez más pronto, y por loque me comentan losmayores, los años se vanacortando tanto, que alfinal parecen un suspiro.La cuestión es que cadamuro que he pasado, meha ido enseñando la dife-

El muro de las décadasCARLOS OCHOA BLANCO

Page 29: Revista Argentinos.es #52

rencia que había entre loque yo imaginaba y lo querealmente se escondíadetrás de las décadas quehe saltando. Recuerdo quecon 9 o 10 años, me pusemuy contento el día queFidel Castro tomó Cuba.Creí que aquel luchadoraltruista, llevaría el bienes-tar a un pueblo que habíasufrido tanto, por culpa delnefasto gobierno de Batis-ta. Pero a medida que fuipasando décadas, hecomprendido que estabaen un error y que aquellofue otra ilusión, cuya reali-dad ya veían muchas per-sonas que habían dejadoatrás varias décadas,mucho antes que yo. Losaños me han descubiertoque Castro, al igual quetodos los que usan la vio-lencia para conseguir elpoder, terminó convirtien-do Cuba en una dictadura,donde solo se hace lo queél y los suyos quieren.

Los muros de la edad quevamos saltando, a pocainteligencia que tengamos,nos van abriendo los ojos,y al final uno ve que losque persiguen el poder,tanto por la fuerza de lasguerras, como por las lla-madas democracias, no lohacen por el bien del pue-blo, sino para lograr susueño de dominar y obligara los demás, a hacer loque ellos consideran quees justo y correcto.Peroeso solo se descubre conel paso de las décadas.Aunque algunos no espa-bilan con los años, pues sucuerpo va saltando déca-das, pero su cerebro debióperderse en alguno deesos saltos. Otra cosa que he ido des-cubriendo con los años, esque los humanos nohemos cambiado casinada, seguimos siendoigual de tontos, listos, bru-tos, violentos o salvajes

que nuestros antepasados,aunque quizás ahoramanejamos mejor la hipo-cresía y el arte de interpre-tar, teatralmente, lo quellamamos buenas costum-bres. Pero los humanos dehoy no se diferencianmucho del hombre de laedad de piedra. No haymás que ver las gradas dealgunos campos de fútbolde mi querida Argentina, eimaginar que si a esos per-sonajes violentos, los vis-tiésemos con pieles, lesdiésemos un garrote y unhacha de piedra, estaría-mos viendo al hombre pri-mitivo. Eso demuestra queno hemos evolucionadotanto como creemos.Seguimos actuando enmanadas, al servicio de unlíder, que es lo mismo quelos seres humanos hanhecho desde que hay testi-monio escrito. Por eso, al saltar el murode los 60, uno comprende

que ya no encontrará nadanuevo detrás del resto dedécadas que pueda vivir.No hay esperanza. El ino-cente muro de los 10 añoso el de los 18, detrás delcual escuchábamos aque-llos eslóganes de: “Haz elamor y no la guerra”,“Prohibido prohibir” o “Elpueblo unido jamás serávencido”, han quedadomuy lejos. Hoy para mí elarcaico eslogan, de “Liber-tad, igualdad y fraternidad”no tiene ninguna connota-ción de esperanza. Sonfrases que jamás seránrealidad en los países deeste planeta. Me gustaríavolver a los diez años ycreer en la honradez de lospolíticos, en sus promesasy en un mundo sin pobre-za, como lo soñaba hastaque salté el muro de los60. Ahora comprendo lafalta de fe en el futuro, quetenían los mayores de mibarrio. Un saludo. n

// 29OPINIÓN

Page 30: Revista Argentinos.es #52

La historia de la humanidadestá hecha de grandesprogresos, terribles retro-cesos, épocas iluminadaspor florecimientos artísti-cos, culturales y científicos,eras de oscuridad, ignoran-cia, crueldad e intolerancia,momentos de crisis, cam-bios drásticos, decadenciade modelos de sociedad,mutaciones graduales oviolentas que provocan eltriunfo de unos y las derro-tas de otros.En medio de ese maremág-num, en todas las civiliza-ciones y en todas las épo-cas aparecen adelantosprimero resistidos portabúes y prejuicios y luegoincorporados a la vida coti-diana.De la rueda a la computa-dora y de la pólvora aInternet el hombre no haparado de inventar, investi-gar, probar, acertar o errar,y siempre ha buscado quecada nuevo invento sirvieraa la mayor comunicación, ala mayor funcionalidad y ala mayor y mejor calidad devida.Pudo haberse equivocadouna generación, pero lasiguiente superó el fallo yperfeccionó lo anterior.La rueda sirvió para trans-portar más rápido al hom-bre y a sus necesidades;del carruaje se pasó alautomóvil y de la diligencia,al tranvía, al ferrocarril, alómnibus y a la aeronavega-

ción cada vez más veloz ymás difundida.¿Todo para qué? Parasolucionar problemas, paraacercar a los pueblos, paraefectuar todo tipo de tras-lados con los más variadospropósitos a un ritmo verti-ginoso. O sea, para comu-nicarse mejor.La carta escrita a mano diopaso al telegrama no tanexpresivo, pero más rápi-do: al télex y al fax. Y todolo que siguió después per-mitió acortar distancias eintercomunicar a perso-nas muy alejadas entresí.La telefonía celular, contodos sus aditamentos,la máquina para men-sajes, Facebook,Twitter y cuantanovedad seincorporó anuestras vidasigualó elalcance queantes sólo

tenía la televisión, el satéli-te, el video y el DVD.Todo bien. Pero este dino-saurio firmante ha vivido ysigue viviendo sin muchosde esos adelantos, y juroque me comunico, no soyun lobo estepario, un autis-ta emocional, un ermitañomilitante o un extrañoextraterrestre. Admiro lacapacidad del ser humanopara extremar la posibilidadde progreso y modernidad.Lo que no puedo aceptares que una nueva genera-ción haya roto algo que

viene con la naturalezahumana como marca en elorillo desde que el mundoes mundo: la palabra, esaherramienta que a los quetenemos la suerte de poderhablar nos lleva a la mejory más profunda comunica-ción. Nuestra voz expresanuestro sentimiento, revelanuestras intenciones y des-nuda nuestro espíritu. Lossordomudos y ciegos tie-nen sus códigos para lacomunicación, los parlan-tes tenemos esa maravillaque es la palabra.Es preocupante ver a tan-tos niños, jóvenes y no tanjóvenes encerrados en susmensajitos, su Twitter y suFacebook, hablando cadavez menos, encapsuladosen esas maquinitas que,bien usadas, podrían y dehecho pueden comunicar,acercar y tender puenteshacia los demás.El idioma escrito pierdecada día más valor y lasabreviaturas, elipsis ysobre-entendidos paraahorrar tiempo han perjudi-cado y reducido a límitesinsospechados hace ape-nas quince años las posibi-lidades maravillosas denuestra lengua. Ya sé, sonépocas. Quizá estemosrealmente asistiendo al finde una era y también esposible que nada sea tanapocalíptico como uno love. Pero no hay duda deque se habla poco y mal,que los ¿cómo se dice,che? están a la orden deldía y que para encontrar unsinónimo adecuado hayque esperar media horacomo mínimo. n

30 // OPINION

Apocalipsis ¡no!ENRIQUE PINTI

Suscríbetepor un año nuestra revista bimestral y la recibirás por correo

en tu domicilio en EspañaIngresa 15 euros en la cuenta nº: 2100-5454-45-0200193021 de la Caixa a nombre de

Argespaña de Imagen y Comunicación, S. L. y envía por e-mail tus datos personales y el comprobante de pago a [email protected] o llama al 630 95 46 65

También puedes suscribirte a través de la web: www.argentinos.esM U C H A S G R A C I A S P O R T U I N T E R É S

Page 31: Revista Argentinos.es #52

BIENVENIDA LIBERTAD

Page 32: Revista Argentinos.es #52

www.argentinos.es