Revista de Historia Naval Nº12. Año 1986

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    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL

    ARMADA ESPAOLA

    REVISTA

    DEHISTORIA NAVAL

    Ao IV Madrid, 1986 Nm. 12

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    REVISTA DE HISTORIA NAVAL

    CONSEJORECTOR

    Presidente: Directordel Instituto de Historia y Cultura Naval, D. Jos LorenzoRey Daz, almirante.

    Vicepresidentey Director: Jefedel Departamento de Historia y Director del Museo Naval,

    D. Ricardo Cerezo Martnez, capitn de navo.

    Vocales: SecretarioGeneral del Instituto de Historia y Cultura Naval, D.Juan Berenguer y Moreno de Guerra, capitn de navo.

    Redaccin: D.Mara Vign Tabar, Lda. en Biologa. D.M. del Pilar San PoAladrn, Lda. en Filosofa y Letras. D. Beln Rivera Novo, Lda. enGeografa e Historia, y D. Lola Higueras Rodrguez, Lda. en Filosofa y Letras.D. Hugo Donnell y Duque de Estrada, capitn deInfntea deMarina, Ldo. en Derecho.

    Administracin: D.Jos Luis Pando Villarroya, teniente coronel de Intendencia de laArmada. y D. Paloma Moreno de Alborn Calvo.

    DIRECCIN Y ADMINISTRACIN:

    Museo Naval Montalbn. 2.28014 Madrid (Espaa).

    IMPRIME:

    Servicio de Publicaciones de la Armada.

    Publicacin trimestral: primer trimestre 1986.Precio del ejemplar suelto:450ptas.Suscripcin anual:

    Espaa y Portugal: 1.400 ptas.Resto del mundo: 10 $ USA.

    Depsito legal: M. 16.854-1983.ISSN-0212-467XNIPO: 076-86-013-2Printed in Spain.

    CUBIERTA:

    Del libroRegimiento de Navegacin,por Pedro Medina. Sevilla,1563.

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    SUMARIO

    Pgs.

    Las islas Galpagos en la dinmica del ocano Pacfico,por Ma

    riano Cuesta Domingo5El mapa de Espaa en el sigloXVIII, por Luisa Martn Meras... 37

    El Dr. Valle y Ortega: mdico naval y antroplogo,por MiguelAngel Puig-Samper45

    La Armada Espaolaen el IV Centenario del Descubrimiento deAmrica, por Salvador Bernabu Albert67

    Salas y Gmez, una isla chilena en el ocano Pacfico,por Francisco S. Melln Blanco83

    Documento93

    Noticias generales,por Lola Higueras Rodrguez97

    Recensin101

    In Memoriam103

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    La direccin de estaREVISTA no se hace responsable de las opiniones expresadaspor los autores en sus artculos.

    La reproduccin y la traduccin, parcial o ntegra, de los textos e ilustracionedebe ser previamente solicitada por escrito a la direccin de laREVISTA.

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    LAS ISLAS GALAPAGOSEN LA DINAMICA DEL

    OCEANO PACIFICO *)Mariano CUESTA DOMINGO

    Doctor en Filosofa y Letras

    El 10 de marzo de 1535, hace450aos, eran descubiertas unas islas enel ocano Pacfico. Parece, pues, una ocasin idnea para conmemorar este

    acontecimiento, en un ao en que, por otra parte, pueden celebrarse varioscentenarios igualmente notables: los quintos del nacimiento de Corts y Alvarado, el segundo del inicio de la expedicin cientfica de Juan y Ulloa, eldel Archivo General de Indias y, uno tambin desde que se realizaron algunos interesantes trabajos sobre este apasionante archipilago.

    Merece tambin nuestra atencin, por cuanto supuso la incorporacin alconocimiento universal de las islas Galpagos ahora de Coln, que tambin fueron conocidas por el nombre de islas Encantadas. Su existencia, ignota, haba sido, fue y contina siendo verdaderamente extraordinaria.Quiz sea uno de los pocos conjuntos insulares que no ha motivado gravsimas tensiones entre Estados al menos no se han originado brutales nicruentas intervenciones a pesar de su, en apariencia, ptima situacin estratgica. Desde el punto de vista cultural son algo ms que una parte constitutiva de la patria ecuatoriana, son patrimonio de la humanidad (1).

    El estudio se va a realizar a travs de un triple enfoque confluyente: primero, una aproximacin sobre geopoltica e insularidad, apreciando la excepcionalidad del archipilago Coln o Galpagos; segundo, mediante unarevisin del descubrimiento y situacin de las islas en la dinmica del ocanoPacfico y tercero, su papel en la dinmica de la conquista continental sur

    americana.

    Geopoltica e insularidad. Las islas Galpagos.

    Los grupos humanos en estadios muy primitivos de su desarrollo cultural, inmersos en una economa de subsistencia ms o menos autosuficiente,vean algran mar ocanocomo un cmulo de peligros desconocidos y terrorficos; el apelativo demare magnum no es tan antiguo, ni tan primitiva lacultura que expresaba de tal manera su preocupcin ante la inmensidad de

    la masa acutica; por ello, podemos afirmar que no era visto tampoco con(*) De la conferencia dictada por el autor en la sede de la Real Sociedad Geogrfica. Ma

    drid, 22 de marzo de 1985.(1) Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981 por la UNESCO.

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    mayor optimismo por grupos ms avanzados, que se abastecan de productos forneos mediante rutas comerciales lentas y caras, dentro de espacios

    continentales y compactos.Conforme cada grupo social grande fue resolviendo dificultades, acumulando excedentes merced a la explotacin de recursos propios o ajenos, fueron tambin desarrollndose los medios y sistemas de transporte. El comercio sirvi para consolidar posiciones, ampliar mercados, abrir nuevas rutasy alcanzar ese mar ocanornico, universal). Paulatinamente, ese gran espacio acutico dej de ser visto como un medio hostil,mare tenebrosum;fueron afirmndose nuevas actitudes ante su presencia desafiante, que facilitaron el desarrollo de aptitudes transformadoras del ocano en soporte,

    mediante el cual se lograr la libertad de ampliar horizontes y extendersepor toda la Tierra.Sociedades, culturas, que vivieron en mutua ignorancia a pesar de en

    contrarse a orillas de un mismo mar, entraron en contacto enriquecindosemutuamente en un mestizaje benfico a nivel histrico, pero con uncosto inevitable en tiempos inmediatos a esa confluencia, con secuelas ineludibles aunque no deseadas.

    A lo largo de la historia, especialmente de occidente, la explotacin derecursos ha sido factible merced al transporte ocenico. Es un transporte detal naturaleza que las rutas martimas en s mismas y la posibilidad de controlarlas constituan tambin riqueza, tanto mayor cuanto ms completofuera el dominio de las mismas. En algunas pocas se tendi a la exclusinde otros competidores, llegndose a desarrollar doctrinas demare clausum.Los mares eran no slo ruta, sino tambin incentivo y soporte en la expansin y explotacin colonial.

    No en balde el ocano ocupa dos terceras partes de la superficie del globo haciendo que, cuantitativamente, las tierras puedan ser consideradascomo lo marginal, encuadrando a lo mayor; bien es verdad que, en ocasiones, es el marco lo importante y el leo lo puramente anecdtico, desprecia

    ble; no es este el caso; entre mares y continentes se ha producido un permanente dilogo que ha protagonizado en gran medida la Historia universal,como deca Pirenne.

    Los descubrimientos geogrficos hicieron posible que los pueblos continentales europeos se echaran hacia afuera, hacia el ocano. Las ciudades litorales del Atlntico atrajeron al comercio que se estableci sobre las costasdel Viejo y, posteriormente, del Nuevo Mundo para, paulatinamente, a caballo de los intereses econmicos, ir superponindose otros de ndole poltica o religiosa, cultural en una palabra. Penetraron hacia el interior buscan

    do drenar las eventuales riquezas que pudieran hallarse o que hubieran idoacumulando aquellos pobladores, generadas por la Naturaleza o explotablesmediante la accin del hombre sobre el medio. Es el paso dado desde la poca de los grandes descubrimientos epidrmicos, martimos, litorales o insulares a la conquista continental que se inici, de modo ntido, en 1519en Amrica.

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    LAS ISLAS GA LA PAGOS EN LA DINAMICA DEL OCEANO PACIFICO

    Todo ese proceso a escala universal constituye un fenmeno dereorganizacin y transformacin de conjuntos o unidades culturales haciauna vecindad solidaria o antagnica pero interdependiente; y ese proceso serealiz fundamentalmente por el ocano a travs de ros e islas.

    Islas que han prestado un apoyo muy superior al que caba esperar en razn a su magnitud exigua muchas veces o de sus recursos, en ocasiones,nulos. Slo su configuracin y posicin relativa haca que adquirieran valores aadidos; a veces transformndose en bases expansivas polticas y econmicas que solan exigir pocos recursos para su toma y escasos costos parasu mantenimiento y defensa; es el caso, en primera etapa, de las Indias Occidentales, durante un cuarto de siglo las nicas tierras ocupadas de Amrica fueron las islas. Histricamente podran hallarse varios ejemplos: elEgeo, Fenicia, las talasocracias del Indico, Venecia, JapnPero esa lnea de contactos entre dos medios fsica y biolgicamente diferentes que es la costa, por el hecho de ser apriori estimulante de actividades diversas del hombre; como las nuticas, no deben hacernos pensar quesea as ineludiblemente. El alemn Friederich List hablaba dehijastras delos diosesrefirindose a costas, que bien por dificultades nuticas (excepcional) o por la pobreza del traspas carecan de una actividad mrtima de cierta envergadura y alcance. Enormes espacios litorales africanos y americanosen pocas indgenas lo atestiguan, para perjuicio propio, evidenciando la

    fragilidad de su cultura. Las dificultades nuticas de los indgenas de Madagascar, Nueva Guinea, Canarias y tantas otras islas tienen mucho que vercon estas razones y con otras econmicas, como son la autosuficiencia alimentaria ms o menos precaria.

    Muchas islas se transformaron en refugios de cultura y tradiciones demodo anlogo a algunos puntosinsulares internos, como zonas de montaa o quedaron relegadas adquiriendo valores negativos para la potenciaeventualmente dominadora en cada poca. Es el efecto detaln de Aquilesde las denominadasislas intiles del Caribe para el Imperio espaol quevuelven a apuntar en el mismo sentido, siglos despus, en nuestros tiempos,preocupando a ciertas potencias en el rea geoestratgica del Caribe.Pero volviendo a las islas relegadas o de refugio, si se me permite, a lasislas aisladas, pueden hallarse ciertos casos verdaderamente notables. Quizlos ms sobresalientes sean la isla de Pascua, refugio increble donde, cita ungeopolitlogo,se perdi el ltimo eco de una antigua y poderosa civilizaciny, por fin, lasislas Galpagos, ltimo finisterrae, refugio acogedor ltimo yactual de la Naturaleza con participacin mnima de su elemento ms. importante y perturbador, el hombre (2).

    (2) A ttulo orientativo indicamos los siguientes: Defant, A.:Physical oceanography;Londres, 1961. Dietrich, Y. y K. Kaile:General oceanography. Nueva York, 1963. Sverdrup,Johnson y Fieming:The oceans; then phisics chernistry and general biology- Nueva York, 1960.Varios: The Sea. Ideas and obsrvations on pro gress in the study of the seas.Nueva York, 1963.Vicens Vives, J: Tratado general de geopoltica. El factor geogrfico y el proceso histrico:Barcelona, 1972. Whittlesey, D.:Geografa poltica. Mxico, 1948.

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    Situacin rlativa de las islas Galpagos o archipilago de Coln en el ocano Pacfico.

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    LAS ISLAS GALAPAGOS EN LA DINAMICA DEL OCEANO PACIFICO

    Las islas Galpagosen la dinmica del ocano Pacfico.

    Esta excepcionalidad del archipilago ecuatoriano debe tener alguna explicacin lgica dentro de la dinmica del ocano Pacfico (3).

    El ocano Pacfico abarca la mitad de la superficie total martima, mientras que su entorno terrestre slo engloba la sexta parte de las que componen nuestro planeta. La importancia del mar, siempre manifiesta, se haceabrumadora en esta macrorregin. El mapa muestra un gran vaco irrellenable con esa infinidad de microislas (en su parte occidental) ms o menos dispersas o arracimadas; pero el espacio se muestra mucho ms vaco y desolador al este del meridiano 158, donde aparecen poqusimas y minsculas islas: Pascua, Juan Fernndez, Cocos, Malpelo, etc., y el notable archipilago

    de Galpagos, exceptuando los otros del litoral canadiense y chileno.La ocupacin de todo ese mundo insular fue objeto de un laborioso proceso que concluye en tiempos relativamente recientes y que parti del sureste asitico. Un largo proceso que ha ido poblando hasta las islas ms relegadas, dejando testimonios, en ocasiones, de una cultura material fantstica.Pero no ocurri as con el archipilago de las Galpagos que, hace 450 aos,en 1535, no estaba todava habitado por el hombre.

    La explicacin ha de buscarse en la distribucin de las tirras y en la dinmica del Pacfico. As, el ejemplo tomado de isla relegada Pascua sehalla en un paralelo prximo y meridional al trpico de Capricornio en queel ocano parece trazar un hipottico puente intercontinental a travs de lasislas de San Ambrosio, San Flix, Sala y Gmez y Pascua, uniendo Amricay Tuamotu para confluir en este archipilago todos los avances procedentesde cualquier regin ms al oeste.

    Las islas Galpagos, por el contrario, se hallan al final de un corto me-.nos de 1.000 krn. callejn abierto que no convena sobrepasar, bajola lnea equinoccial, que tiene su nica va de contacto con el continenteamericano inmediato. Las otras tierras insulares prximas son Malpelo yCocos, carentes de entidad, aunque probablemente hayan jugado un impor

    tante papel en el poblamiento zoofitomrfico de las islas Galpagos.Las coordenadas de estas islas (bajo la lnea equinoccial y a 90 de L. O.)crresponden a un rea en que la interaccin de vientos y corrientes dificultaparticularmente la navegacin a vela. A remo son inaccesibles.

    Y es que en verdad la navegacin en el ocano Pacfico, que tuvo otrosnombres tranquilizadores, evidenciando una equivocacin manifiesta sobresus facilidades nuticashasta las damas podran navegar por l,es enor

    (3) A los ttulos reseados en la nota precedente s obligado aadir: Vallaux, A.:Geografa general de los mares.Barcelona. Friis, H. R.:The Pacific Basin. A History of (he geographical exploration. Nueva York, 1967. Landn Carrasco, A.:Islario espaol del Pacfico.Madrid, 1984. Buse,H.: Historia martima del Per.Tomo II, vol. II. Lima. Benson, E. P.(Ed): the sea in (he Precolumbian world.Washington, 1977. Edwars, C.R.: Aboriginal Watercraft on.the Pacific coast. South America.Berckley, 1965.. Riley yotros.: Man across the sea.Problems of Pre-columbian contacts.Austin, 1971.

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    memente compleja y hasta el sigloXVIII, por lo menos, muy arriesgada sutravesa.

    Su dinmica de superficie tiene unas lneas maestras elementales, queson para la regin de referencia la gran corriente de Humboldt, la corriente norecuatorial, la contracorriente norecuatorial, la corriente surecuatonal y el flujo de los alisios. Pero tambin se aprecia la existencia de reaslocales ciertamente complejas, de corrientes y contracorrientes; de monzones imperfectos y calmas y de oscilaciones, hacia el norte, del Ecuador trmico.

    Este es el rea, perdonen la reiteracin, en que se halla enclavado el archipilago de Galpagos, y respecto a estas islas los elementos clave en lacirculacin atmosfrica y en la hidrosfera, en superficie, son los siguientes:

    1. Se hallan situadas en el lmite meridional de una regin atmosfrica,particularmente estable, que abarca hasta el cabo de San Lucas (California). Los vientos suelen ser flojos, la nubosidad muy abundante y lapluviosidad copiossima sobre islas y costas continentales (centroamericanas, panameas, colombianas, ecuatorianas)dehasta ms de 6.000mm. con una excepcin: las islas Galpagos, que quedan fuera de esainfluencia y guardan mayores analogas climticas con la aridez litoraldel norte peruano.

    2. Desde las Galpagos hacia el norte y contra el continente hay un rgimen de pseudomonzones o monzones incompletos del NO. y SO. en julio, que en enero se invierten, rolando al NE. recurdese las fechas delviaje de Toms de Berlanga y pueden producir espectaculares lluvias,incluso en la desrtica costa peruana, pero no afecta pluviomtricamente a las Galpagos.

    3. Sobre las islas Galpagos confluyen los alisios del NE. y SE. en enero yslo los del SE. en julio.

    4. El archipilago de Coln evitaremos al menos por una vez la redun

    dancia recibe el influjo pleno de la corriente de Humboldt enjulio; notan frontalmente en enero, constituyendo una ayuda pasiva al viaje deBerlanga a su no deseada meta.

    5. La contracorriente ecuatorial del oeste no sufre fundamentales alteraciones.

    6. El Ecuador trmico y el frente tropical, muy separados en julio, se sitan muy al norte; mucho menos y ms proximos se hallan en enero, dejando sentir su influencia sobre la no menos excepcional climatologa delas islas.

    Todo parece confluir sobre las Galpagos para convertirlas en centro deuna de las reas ms tpicas de remolinos y calmas ecuatoriales de triste memoria en la navegacin a vela. En su entorno se aprecian divergencias quese acentan hacia el norte y disparidades entre la estabilidad en la atmsfera(los tornados no son frecuentes) y las turbulencias marinas.

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    Por otra parte conviene saber que la contracorriente ecuatorial del O.,que tiene su mbito clave entre los 92 y 1100L. O. y los 3 y 18 L. N., aunque carece de la potencia de la meridional que citaremos de inmediato, enalgunas pocas, no fcilmente predecibles, puede alcanzar una velocidad de60 millas/da.

    Pero sin duda, la corriente ms potente es la surecuatorial del este (siempre en latitudes al norte de la lnea equinoccial) que se origina prcticamente en las Galpagos, calentando las masas aportadas por la corriente deHumboldt, cuyas aguas van abrindose en abanico y entremezclndose enfranjas de diferentes temperaturas 18, 20 C. a las que es preciso aadirafluencias ascendentes que el propio Darwin comprob tres siglos despus,con temperaturas de 14 C. Esas aguas adquieren una velocidad notable con

    un mnimo de 25 millas/da y pueden alcanzar las 100 millas/da; son ramales fros que proceden de Humboldt o que ascienden del fondo e influyen enla precariedad ocasional de la vida marina y en la ausencia de islas coralinasen torno a las Galpagos.

    La corriente surecuatorial, con la interaccin de los dems elementos activos en el rea, da lugar a unas turbulencias que han sido repetidamente observadas en la historia y ampliamente descritas en pleno sigloXIX.

    As, no lejano el III centenario del descubrimiento de este archipilago,12 de febrero de 1838, la naveVenus escribe Petit-Thouars,que navegaba en sus inmediaciones

    2 L. S.; 96 L.0.atravesando el lecho de co

    rrientes muy pronunciadas, observa que la mar estaba dividida en largas fajasparalelas alternadas; en unas, la superficie apareca con chapalateo, sonora yde un azul muy oscuro; en las otras, la mar estaba lisa, estriada y con reflejosblanquecinos. En estas ltimas se ofreca el aspecto de un vasto hervidero,anlogo al que se observa aguas abajo de los estribos de un puerto, conla diferencia de qu aqu el borboteo parece de una extensin sin lmites... La comn anchura de las bandas era de 600 a 700 m., se sucedan alternando en direccin E. a O. con vientos dbiles del SE.

    El fenmeno no era sustancialmente distinto al percibido hacia el IV

    Centenario del descubrimiento de Toms de Berlanga, 1926, por elArcturus, como observ W. Beebe, a 2 L. N. y85L. 0.: Se descubre una verdadera muralla de agua, producida por la unin de dos corrientes calientes quese dirigen hacia el oeste. En la superficie se ve una estrecha lnea de espumaque ondea sobre la mar tranquila; numerosas aves marinas.., vuelan sobreesta lnea y picotean constantemente en la superficie del mar. En esa lnea hayextraordinaria concentracin de organismos; los microorganismos abundande tal manera en algunos sitios, que dan al agua consistencia de sopa. Pasantroncos de rboles y muchos de ellos parecen cubiertos de conchitas. Los peces... tiburones abundan. El lmite de las dos corrientes se revela desde elpunto de vista biolgico con extraordinaria precisin. El Arcturus lo siguidurante 100 millas; a 10 yardas a cada lado de la lnea central de espuma elagua estaba privada de vida completamente; La corriente sur era de 2,5 nudos; la del norte de 1,5 nudos; la del sur estaba 2 C. ms fra en la superficie.

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    Durante la noche se oy tres veces el caracterstico ruido de las rompientescausado por los remolinos.

    Poco antes, en 1925, el mismo barco,Arcturus,haba tratado infructosamente de hallar la corriente de Humboldt al sur de las Galpagos,fue asporque esafamosa corriente, o los fenmenos que se renen bajo ese nombre,quiz en gran parte inciertos, desapareci de inesperada manera a principiosde ao (apud.Vallaux). Es verosmil. Se trata de una poca en que la conjuncin de todos los factores que hemos citado de la dinmica ocenica, propicia que la corriente fra costera pueda no alcanzar el Ecuador; el empujede aguas clidas tambien litorales pero ms norteas la denominadacorriente del Niojuega su papel al efecto.

    Con estos pocos datos podemos pues aceptar que la regin en torno aGalpagos era de difcil navegabilidad ms si cabe en la primera mitad deXVI en el viaje de acceso, y mucho ms complicado el retorno al continente americano, siendo sencilloengolfarseen el ocano camino de longitudesms lejanas. Puede que algn barco espaol y alguna balsa indgena hayanseguido annimamente esa va.

    El descubrimiento de las islas Galpagos en la dinmica de la conquistacontinental.

    Sobre esta dinmica hidrogrfica que acabamos de enunciar es verosmilque las islas fueran conocidas por la poblacin prehispnica americana denorte del actual Per o, fundamentalmente, de la costa de la Repblica deEcuador, siempre al sur de la lnea equinoccial; slo falta precisar un condicionante: tuvieron aquellas gentes capacidad tcnica para desarrollar lanutica hasta los niveles exigidos al efecto?

    De todos los pueblos del Pacfico suramericano los asentados en la costaperuanoecuatoriana haban desarrollado suficientemente las embarcaciones

    a vela hasta lograr una autonoma de ms de 600 millas; especialmente, lagentes de la regin de Guayaquil-isla Puna, que renen las mejores caractersticas para constituir lo que alguien ha denominado, quiz con demasiadonfasis, una talasocracia (4).

    En la dcada anterior al descubrimiento oficial de las Galpagos y como

    (4) HoIm,O.: Las islas Galpagos en la prehistoria ecuatoriana.Guayaquil,1964. Jimnez de la Espada,M.: Las islas de los G-TJpagosy otras ms a poniente. Boletn de la Real Sociedad Geogrfica: XXXI: 351-401. Madrid, 1892. Eibl-Eibesfeldt, 1.:Las islas Galpagos. Unarca de No en el Pacfico.Madrid, 1975. Vidal Gormaz, F.:El archipilago de las Galpagos.Anuario hidrogrfico de la marina de Chile,50 pgs. Santiago, 1890. Larrea, C. A.:Descubrimiento del archipilago de Galpagos por navegantes espaoles. Informaciones cientficas nacionales (Boletn) LXXII: 241-266. Quito, 1955. Beebe,C. W.: Galpagos, worlds end.Nueva York y Lohdres, 1924. Sievin, J. R.:The Galapagos islands; a history of their exploration.Calif. Acadm. Scient. Occas Papers, n 25. San Francisco, 1959. Estrada, E.:Los huancavilcas; ltimas civilizaciones prehistoricas de la costa del Guayas.Guayaquil, 1957. Larrea, C A.:El archipilago de Coln (Galpagos).Guayaquil, 1957.

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    consecuencia de la bsqueda del Per(5), el mejor piloto de la primera etapa espaola en el Pacfico Bartolom Ruiz hall a la altura de Esmeraldas (1526) una balsamantea que llam poderosamente su atencin:vio ve

    nir un navo quehaca muy gran bulto, que pareca con vela latina... y lo tomaron, y hallaron que era un navo de tratantes que vena de comerciar y quese hallaba tripulado por 20 personas entre hombres, mujeres y nios.El observador era el idneo, por lo que su opinin es definitiva, y la balsa queconocemos muy estable. Consecuentemente podemos afirmar que loscontactos indgenas con Galpagos fueron posibles, incluso si pasamos poralto otra serie de datos que podramos referir detalladamente como uneventual y apcrifo viaje de Tupac Yupanqui.

    La capacidad tcnica se vio corroborada por la evidencia arqueolgica:nufragos .y navegantes manteos y eventualmente trujillanos llegaron y seasentaron temporalmente en los pocos lugares propicios que hallaron en lasislas a sotavento a la espera de vientos propicios para retornar o hastaque se hallaran dispuestos a lanzarse en su busca. Pero nunca esos asentamientos han sido numerosos ni siquiera estables, voluntariamente al menos.La arqueologa muestra evidencias muy pobres (una media de 2,5 vasijaspor yacimiento), ha proporcionado un total de 2.000 fragmentos cermicosde tipologa variada y de antigedad que puede remontarse hasta 1.000aos.

    Es obvio que la poblacin indgena fue capaz de alcanzar el archipilago,

    pero en 1535, cuando el obispo Berlanga arrib a las islas, se hallaban despobladas por el hombre. Y eso no tiene otra explicacin que la hostilidad delmedio: -

    1. Los manteos no hallaron aliciente alguno en las Galpagos para asentarse definitivamente en ellas. Seiscientas millas de navegacin y un retorno tan laborioso como lleno de peligros no eran alternativas a oponera una navegacin y comercio propicios con su costa continental haciael-sur.

    2. El archipilago careca de agua potable en la costa y, donde poda encontrarse el lquido elemento, no se hallaba tierra vegetal, agrcola.

    3. La escasez de tierra cultivable tampoco haca factible una colonizacincon fines de aprovisionamiento al continente de algn prducto; menosan si se considera que no haba presin demogrfica ni carencias ineludibles entierra firme.

    4. Tampoco las islas eran capaces de proveer de materias primas idneaspara una actividad artesanal: oro, plata, estao, plomo, platino.

    (5) Ver balsa deGuayaquil apud. Juan y Ulloa.:Relacin histrica del viaje a la Amricameridional, 1: 266-267, lmXI. Madrid, 1748, y en otros materiales documentales de Fraziery Spilbergen que fueron recogidos por Benson y Edwars y Buse o en la obra clsica de Benzoni. Tambin aportan datos de inters las crnicas de Fernndez de Oviedo, Herrera, Sarmiento de Gamboa, Cabello de Valboa, Estete, Cieza de Len y otros, todos ellos bien conocidos y repetidamente editados.

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    Balsas de la costaseptemtrional del Per, dibujadas sobrecermica mochica.(Museo deAmrica, nms. 1025y 1428).Apud: Cuesta, M. Cultura ycermica mochica. Madrid,1980.

    5. Esimpensable el aprovechamiento del archipilago como punto avanzado de pescadores norperuanos, dada la riqueza de sus sobreabundantesaguas, mucho ms que las de Galpagos, que haca nula su eventualrentabilidad en la relacin esfuerzo/producto.

    6. La actividad eruptiva es un elemento ms a considerar entre los repulsivos del archipilago para el asentamiento humano antiguo; algunosvestigios arqueolgicos han sidc afectados por lava volcnica.

    7. Los artculos hallados en la balsa por Bartolom Ruiz muy importantes sin duda para los portadores no tienen ninguna relacin con productos de Galpagos.

    8. No haba un dominio de la tcnica nutica en alta mar; los navegantesde balsas dicen los relatos teman enormemente las calmas de viento y en tales circunstancias echaban sus mercancas al mar para aliviarde peso a la balsa o para ofrecer los productos a los dioses de las aguasy obtener vientos propicios.

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    Aceptamos, pues, un contacto indgena con Galpagos pero de nulatrascendencia, para pasar al que podramos denominar descubrimiento de

    archipilago.El descubrimiento occidental, espaol naturalmente, de las islas Galpagos es producto de una doble dinmica: la ocenica y la histrica. De la primera hemos hablado sucintamente; pasemos a la segunda.

    El acceso espaol al ocano Pacfico se realiz por dos puntos la llegada portuguesa poco antes al extremo oriente insular no es aqu significativa. La primera vez Vasco Nez de Balboa (1513), lo hizo en el istmocentroamericano; careca de elementos de juicio para hacer una valoracinde lo que l llamMar del Surpor hallarlo en esa direccin; ni su magnitud,ni su complejidad podan ser apreciadas en un momento de explicable euforia, en un momento en que la dinmica era descubridora y se estaba en proceso de dominio de aquella regin stmica. Se haba hallado el mar, noelpaso.

    En segundo.lugar se efectu el contacto con el Pacfico por el sur mediante la expedicin Magallanes-Elcano que, sta s, pudo apreciar la magnitud y, con terror, el vaco ocenico. En realidad, con esta empresa nuticsimultnea a la conquista mejicana va a cerrarse el lapso de losdescubrimientos para pasar a laconquista, al dominio del continente. Los interesesdescubridores en el Pacfico en busca de islas-escala, al estilo de AzoresCabo Verde, Canarias o Madera, de otras productoras de especias no se olvidaron, pero el descubrimiento, o mejor, hallazgo de las Galpagos, escapa esa dinmica descubridora para entrar en la dinmica de la conquista continentl.

    Desde que en 1513 Balboa tomara solemne posesin del Mar del Sur, edescubrimiento del litoral pacfico suramericano e islas adyacentes era slcuestin de tiempo. Actividades ms cercanas en el espacio no hicieron sinretardar el proceso dominio del istmo y conquista mejicana, insistimospero paulatinamente la existencia de un poderoso y rico reino al surfue ha

    cindose presente en la base panamea (Andagoya, 1522), que se hara unrealidad en la razn social Pizarro-Almagro (1524-1528), que pudo valorarsdebidamente a partir de 1531. Es precisamente en esa dinmica conquistadora del continente suramericano, en la proyeccin fundamental PanamPer en la qu se inscribe el descubrimiento de Galpagos.

    El 14 de noviembre de 1533 se hallaban los espaoles a la vista del Cuzccon lo que, tras el golpe de mano de Cajamarca, se cerraba simblicamentela gran conquista del Tahuantinsuyu. Los ardores de la lucha y la unin producida por un peligro comn, al que haba que enfrentarse conjuntamente,haban soterrado las diferencias entre Pizarro y Almagro. Pero esas diferencias afloraran nuevamente: la ventaja legal de Pizarro y la omnipresencia dsu clan eran no slo incmodos, sino tambin incompatibles para el segundojefe de la conquista. El final de ese proceso podramos deducirlo si no lo conociramos: un choque violento entre dos facciones que van perfilndose etorno a esas dos cabezas que terminaran rodando por el suelo.

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    La ltima peticin de Almagro al Rey haba sido llevada a la Corte oficialmente por Hernando Pizarro, y el ao siguinte, 1534, la Corona autorizaba al manchego a descubrir y poblar en un mbito de 200 leguas al surde Nueva Castilla;era su gobernacin deNueva Toledo.Elagravio comparativo quedaba saldado en potencia, pero la realidad vendra a trastocar loque ha sido denominadoproyecto de paz.Veamos su lgica:

    1. El precario conocimiento geogrfico que sobre Amrica haba en la metrpoli sobre todo respecto a la realidad de las ltimas tierras en proceso de anexin haca imprecisa cualquier demarcacin. Las lindesentre Nueva Castilla y Nueva Toledo constituyen una de esas fronterasde tensin americana. Pizarro y Almagro seran prototipos en estas lides.

    2. Elproyecto de paz versusexpedicin de Almagro a Chile tuvo consecuencias negativas en todos los frentes excepto en el geogrfico descubridor: No hubo verdadera con4uista ni botn. Se lleg al agotamiento fsico y a la ruina econmica. Las frustraciones a la vuelta eran mayores que las que haban pre

    tendido purgar a la ida. Conocemos que la catarsis se producira en las denominadas guerras

    civiles.3. Las dos anteriores confluyen sobre la ciudad del Cuzco. La capital incai

    ca tiene tales coordenadas que con el conocimiento geogrfico de lapoca resulta difcil definir incluso a cul de las dos gobernaciones corresponda. Haba otra frontera a nivel de Estado que a pesar de sutrascendencia tampoco haba sido deslindada: lalnea de Tordesillas.

    El prestigio que supona su posesin para Pizarro y sin restar este aspecto al valor real que tena para Almagro fracasada su expedicin aChile fue incuestionable. El choque subsiguiente, brutal, era inevitable. Carece de importancia ahora, aqu, saber quin era el poseedor de

    la verdad.Ese conflicto de lmites e interpersonal tantas veces reiterado en esta y

    otras fronteras de la historia americana pona en peligro la conqista y, consecuentemente, la Corona, previsora, haba tomado una primera provisinmediadora ms entre los contendientes que entre su obra. Se haba elegidoun prestigioso fraile para que actuara como intercesor: se llamaba fray Toms de Berlanga y era obispo de Castilla del Oro (Panam). Su nombre eraToms Martnez Gmez y al igual que sucediera co tantos otros fue eltopnimo de su ciudad natal el que prevaleci sobre su apellido (recurdeseSebastin de Benalczar por Belalczar), independientemente de la sonoridad del patronmico, ah tenemos por el contrario a Juan Fernndez, inmortalizado en el nombre de las islas que descubri.

    Pero, sin tener en cuenta la obra eclesistica y su aportacin a la tica de

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    la conquista que aqu no hace al caso, hemos de hacer referencia a sendas cartas de Berlanga a Carlos V. La primera fechada en Panam(22 de febrero de 1535) (6) un da antes de partir hacia el Per; la segunda desde Villanueva de Puerto Viejo en Ecuador (26 de abril) (7), tras su retorno desdeel archipilago que acababa de hallar en el ocano. Una y otra estn escritascon una claridad y concisin de contenido que suele atribuirse a los castellanos, este dominico era de Soria.

    La primera, desde Panam, constituye un informe detallado del estadode Castilla del Oro con precisos apuntes de inters geogrfico e histrico;acababa de arribar a su dicesis y se dispona a proseguir viaje hacia el Pera pesar de su mal estado de salud y de las dificultades que entraaba el ca

    mino, paracomenzar e concluir lo que por Vuestra Sacra Magestad me esmandado.En la segunda documento capital del descubrimiento geogrfico de la

    Galpagos se hace una perfecta descripcin de su viaje, que sera inopinadamente de descubrimiento (vase apndice 1). En ella vamos a detenernos haciendo nfasis en algunos puntos de su contenido:a) Desde el punto de vista nutico, adems de la fecha de partida, 23 de fe

    brero de 1535, pueden percibirse las siguientes vicisitudes:1. Trajo el navo muy buen tiempo de brisa siete das,empujados sua

    vemente por los alisios del noroeste.2. Dinos calma seis das,entrando en la regin de difcil definicin,

    como apreciamos en el apartado segundo.3. Eran tan grandes las corrientes e nos engolfaron de tal manera que

    miercoles 10 de marzo vimos una isla.Es la fecha del descubrimiento y parece que la navegacin se vi favorecida por efectos de lacontracorriente ecuatorial y la de Humboldt con el apoyo de los alisios.

    4. E estuvimos tres das en tomar la islase refiere a otra,con calmas... padecimos muchos trabajos,reflejando la dificultad nuticainterinsular, no slo en la regin de acceso o salida del archipilago.

    5. Pensando que no estbamos de la tierra del Permsde 20 6 30 leguas continuamos con el agua dicha... e hicimos a la vela;ciertamente la dinmica en la atmsfera y en la superficie haban desviado sensiblemente al barco hacia el interior del ocano ms de lo quetenan calculado, ya que la distancia del archipilago a la costaecuatoriana, en lnea recta, es casi de mil kilmetros.

    6. Con mediano tiempo navegamos once das sin ver tierra e vino elpi

    loto a decir dnde estbamos y que quedaba una pipa de agua;el impulso de la corriente de Humboldt y de los vientos del sureste leshaca tomar un rumbo contrario aldeseado.

    (6) ArchivoGeneral de Indas.Patronato 2.2.2(7) Archivo General de Indias.Patronato2.2.2

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    7. Hall la altura del sol y calcul que se hallaba a 3 sur con rumbo meridional, que ms nos engolfbamos que llegbamos a tierra;nosmuestra la pericia nutica de fray Toms de Berlanga, o quiz delpiloto, que el obispo tom como propia, porque la latitud y la direccin que indica parecen muy ajustadas a la realidad, por lo que sehaca preciso tomar una decisin inmediata o internarse en el marhasta quiz desaparecer en l o alcanzar tierras nuevas que hubieran quedado en el anonimato por la imposibilidad de retornar; elgran bucle de vuelta a Amrica en el Pacfico Norte tardara antreinta aos en hallarse.

    8. Tom la decisin, que fue acertada,Hice virar del otro bordo, navegamos ocho das y vimos tierra,acababa de descubrir el mecanis

    mo que en el ocano Atlntico los portugueses haban denominadola volta de Guin.

    b) Desde una valoracin econmica de la naturaleza de las islas en la ptica de su descubridor, no podan presentarse datos objetivos ms negativos para la poca y, despus vlidos, hasta casi nuestros das:

    1. E salidos (a tierra) no hallaron sino lobos marinos e tort gas e galpagos tan grandes que llevaban cada uno un hombre encima, e muchas iguanas... Otro da vimos otra isla mayor que aquella y de grandes sierras e creyendo que all, por su grandeza como por su montuosidad, que no podra dejar de tener ros e frutas, fuimos a ella...

    Se trataba, pues, en primera instancia, de hallar productos deprimera necesidad, socorros en una navegacin que aun no siendolarga cuando arribaron el 9 de abril a la baha de Carquez vierongente de Nicaragua que haba salido haca ocho meses y tuvimos porbueno nuestro viaje en comparacin al suyo,s era azarosa y la supervivencia no poda asegurarse con certeza. La bsqueda de trosproductos de valor estratgico, mercantil, extractivos u otros, ven

    dra por aadidura y tambin con un resultado totalmente negativo.2. Surto el navo en las islassalimos todos los pasajeros en tierra e unosentendan en hacer un pozo, e otros en buscar agua por la isla; delpozo sali el agua ms amarga que la del mar; en la tierra no pudieron descubrir gota de agua en dos das, e con las necesidades que lagente tena echaron mano de una hoja de unos cardos como tunas eporque estaban como zumosas aunque no muy sabrosas comenzarona comer de ellas e esprimirlas para sacar de ellas agua e sacada pareca lavadizas de lega e bebanla como si fuera agua de rosas.Nopudo Berlanga decir ms sobre la inutilidad de las islas en menospalabras; para lrio sirvieron ni para matar la sed; el Domingo dePasin el obispo ofici la misa y envi a su gente en grupos reducidos dos o tres personas a explorar; tuvieron la suerte de hallaruna pequea cantidad del lquido elemento pero no antes de que

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    sufrieran la prdida de dos hombres y diez caballos por deshidratacin.

    3. La segunda isla visitada les ofreca similares productos que la primera: lobos marinos, iguanas, galpagos, pinginos, etc., y piedrasduras, otras de gran tamao y gran cantidad de escoria volcnica,parece que algn tiempo llovi piedrasexclama el obispo asombrado por la Naturaleza, y prosigue, haciendo una valoracin definitiva del archipilago:no pienso que haya donde se pueda sembraruna fanega de maiz.

    4. La travesa de Toms de Berlanga considerada como viaje de descubrimiento precisa algunas matizaciones. Las palabras del obisposon extraordinariamente escuetas pero, como hemos subrayado alprincipio, suficientemente explcitas:

    E porque el navo no haba mas agua que para dos das, acordaron de echar la barca e salir en tierra por agua e yerba para los caballos, ... desde esa isla vimos otras dos. Una mayor de todas, otramediana, ... y yo tom el altura para saber en que paraje estaban estas islas, y estan dende medio grado hasta grado y medio de la Equinocial, a la banda del Sur.

    Seleccin de la carta de Berlanga que nos presenta por un lado su capa

    cidad personal para calcular el punto en la navegacin, lo que no deja de sersorprendente en un hombre de tierra adentro Berlanga de Duero (Soria)y de actividad misional, pero tambin deja traslucir como si quisiera disculparse ante el Emperador por la tardanza en arribar al Per que fue sutripulacin quien acord realizar esa escala tcnica, en las islas Galpagos,que por otro lado pareca imprescindible.

    Consecuentemente podemos afirmar que se trata de un hallazgo fortuitoe involuntario se persegua con el viaje una finalidad clara y distinta,pero tambin afortunado, por cuanto supuso salvar la vida, ganar un archi

    pilago apasionante para nosotros y descubrir el mecanismo elico y decirculacin en la hidrosfera para regresar al continente americano. En elsentido estricto de la palabra, Berlanga no es un descubridor; el descubridortiene una serie de dotes tales comovoluntad, que puede hacerle ser duro ysin reparos con tal de alcanzar el poder, la riqueza y el honor;ingenio parasaber sobreponerse a las dificultades e improvisar soluciones a inesperadosproblemas que exigen una respuesta sbita, yvalor para arrostrar tantas situaciones comprometidas. Es cierto que Toms de Berlanga no careca deesta panoplia de cualidades, pero tambin es verdad que las tena enfocadashacia otros objetivos de mayor altura.

    El obispo Berlanga careca de intencin y de inters inmediato por eldescubrimiento que surgi ante s. Ni siquiera puso en prctica la ms mnima medida para ejercer o dar la sensacin detoma de posesin tan comny habitual en el Nuevo Mundo y en aquella poca. Ms an, no se tom lamolestia ni de poner nombre a las islas o a determinados accidentes geogr

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    ficos, accin que desde tiempos remotos se consideraba una elemental medida de posesin y dominio recurdese el Antiguo Testamento.

    Toms de Berlanga pas sobre las ahora conocidas como archipilago deColn como sobre ascuas y, sin embargo, hemos de aceptar y afirmar quefue l precisamente quien no slo descubri las islas Galpagos no puedenegarse la evidencia, sino lo que no es menos importante quien hallla va de retorno desde aquellas coordenadas al continente americano.

    Tambin puede apreciarse en Berlanga un embrin de cientfico y explorador, desde el punto de vista intelectual. Conoci someramente algunos aspectos biolgicos, climticos, ambientales pero no dio el paso de actuar deforma analtica ni minuciosa que hubiera dado a su figura talla universal.Bien es verdad que, como veremos, Rivadeneira se tom menos molestias

    an con el archipilago, tanto en su insospechada arribada como al valorarsu eventual importancia.

    Posteriores contactos.

    Tras el descubrimiento del archipilago, las islastuvieron otros visitantesque reiteraran la valoracin efectuada por Toms de Berlanga. No reunaaptitudes estratgicas y slo eran tiles para acoger a marginados que supieran sacar partido a sus carencias: agua potable, alimentos, poblacin, menasmetlicas, ni siquiera tenan una situacin dominante sobre rutas ocenicasni sobre espacios continentales apetecibles, considerando las condicionesnuticas adversas.

    Una dcada despus de Berlanga y todava dentro de la dinmica conquistadora continental iba a producirse el segundo encuentro, el de Diegode Rivadeneira (1546), comoconsecuencia del levantamiento de GonzaloPizarro en las disputas de Francisco Carvajal y Diego Centeno, como describe Cieza de Len. El viaje se realiz desde Anca a Nueva Espaa va Galpagos. En sustancia, aqu nos interesa saber que a la altura de Trujill,mar adentro, por parte que no haba andado ninguna nave,navegaron hasta

    hallar una tierra que creyeron firme, quiz por el juego de luces y sombrasmotivadas por la niebla, las ensenadas y las montaas, pero tras cuatro dasde navegacin qued atras;quisieron revolver a ella pero por ser tiempo recio no pudieron hacerlo.Corra el mes de mayo. Cerca vieron otras trece islas, y bajaron, pero no hallando agua ni nada de provecho prosiguieron tristes y con carencias vitales. Slo pudieron confirmar, aunque con menos elementos, lo que Berlanga haba descrito.

    En su rumbo hacia Guatemala hubieron de soportar sed y, posteriormente, tanta lluvia que pudieron recoger ms de 20 arrobas de ella. Tambin practicaron la pesca, incluso de la tortuga, con un luctuoso resultadoprecisamente, porque de sbito,refrescando el viento,un joven pescador notuvo tiempo de subir a bordo. Ms adelante soportaron una gran tormenta.Todo s ajusta, pues, a las, dificultades nuticas apuntadas en el segundoapartad.

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    Carta de las islas Galpagos (1793), producto del reconocimiento del capitn Torres en lfragata Santa Gertrudis.Museo Naval, Madrid.

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    La repercusin cartogrfica del descubrimiento y dems contactos del siglo xviha sido muy pobre o quiz la escasez se deba a los incendios y ventasque se han producido a lo largo de la historia. El hecho de que Berlanga notuviera una misin de descubrimiento ni de exploracin hizo que no se esperara de l mayor informacin de ndole geogrfica o nutica. El que lacarta-informe a Carlos V haya podido pasar desapercibida a los cosmgrafosde la Casa de la Contratacin explica que no haya quedado recogida en cartas magnficas como las de Alonso de Chaves, Alonso de Santa Cruz o ladescripcin de Lpez de Velasco. La literatura histrica ha canonizado al famoso Ortelius como primer cartgrafo que incluye al no menos famoso archipilago en su mapa de 1570, y ya resulta enormemente difcil corregir elerror, dada la categora del maestro. Indudablemente, el Padrn Real debirecoger su imagen mucho antes y la prueba est en que coincidiendo con laobra de Ortelius, el cronista Antonio de Herrera ya incorpora el archipilago en su descripcin de las Indias, pero, por lo menos, diez aos antes, en1560, la obra cartogrfica de Juan de Lisboa lo incluye con total nitidez.

    Contactos posteriores conlas islas.Durante el siglo XVII lasislas ejercieron su verdadera funcin marginal

    de relegadas; fueron visitadas por grupos pirticos que, sin miedo a nadaque pudiera perturbarlos, podan efectuar reparaciones, descansar o repartir beneficios. Es el caso, por ejemplo, de Morgan (ca.1675)y entreotros Cowley (1684). En 1680 el capitn Davis comunic noticias sobre lasislas, en las que tambin fonde Guillermo Dampier (mayo de 1684), efectuando un reconocimiento y, posteriormente, un interesante informe. Tambin fueron visitadas por los balleneros. En total, un cmulo de gentes devariada catadura y de intereses diversos que fuerondando nombre a islas yaccidentes geogrficos, produciendo una duplicidad, cuando no una multiplicidad de topnimos para designar un mismo punto (8).

    (8) Por decisin tomada por el Congreso de la Repblica del Ecuador, segn un proyecto

    del Ministerio de Instruccin Pblica que fue aprobado, con alguna oposicin, coincidiendocon la conmemoracin del IV Centenario del Descubrimiento, los nombres de las islas de Galpagos cambiaban los nombres con que haban ido imponindose en la cartografa por unatoponimia hispana:

    San Cristbal: antes Chatham y tambin Grande.Santa Mara: Charles, Marcarn o Floreana.Isabela: Albemarle y Santa Gertrudis.Fernandina: Narborough.San Salvador: James, Santiago y Tierra de Gil.Santa Cruz: Infatigable, Duque de Norfolk y Chalvez.Santa Fe: Barrington.Pinta: Abingdon.

    Pinzn: Duncan.Marchena: Bidloe.La Rbida: Jervis.Espaola:HoodGenovesa: Tower, Jarvis, Culpepper.Nez: Wenman.

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    Pero a pesar de toda esa actividad verdaderamente escasa las islasseguan abandonadas cuando en 1793 fueron reconocidas, descritas y trazada su carta esfrica por Alonso de Torres (9), ejecutando rdenes del Virreyfray Francisco Gil de Taboada y Lemos, trabajo que se complet con algunas inexactitudes. Estas y otras expediciones (como la de Brown, etc.) nomodificaron la valoracin hecha desde el principio sobre el archipilago, porlo que puede afirmarse que permanecieron desocupadas durante todo el perodo colonial como lo haban estado durante la poca prehispnica.

    Finalmente, durante el perodo republicano, Ecuador se decidi por unatoma de posesin efectiva del archipilago. Efectuara una primera expedicin al mando de Villamil (fines de 1831), y el gobierno tom posesin oficial el 12 de febrero de 1831. El general Villamil fue el primer gobernador,con dependencia de Guayaquil. La historia posterior de las islas Galpagospuede sintetizarse en las siguientes actividades:

    1. Actividades de ndole cientfica: protagonizadas por un nombre estelar:Darwin (1835), coincidiendo con el tercer centenario del descubrimiento de Toms de Berlanga, en elBeagle, comandado por Fitz Roy. Otrosimportantes expedicionarios y cientficos pasaron por el archipilago.

    2. Aprovechamiento marginal de las islas, que puede quedar simbolizadoen el establecimiento de una colonia penitenciaria (1835) que lleg a

    reunir 250 hombres, pero que se haban reducido a 12 en 1851, en la islaFloreana.3. Ensayos para el desarrollo econmico, para lo que se constituy una

    compaa para la explotacin de la orchilla(1858), primero, para uncuarto de siglo despus sancionar una ley de fomento(1885).

    4. Finalmente, por poco tiempo, tambin entraron dentro del circuitogeoestratgico del Pacfico: el Reino Unido (1852) realiz alguna gestin para adquirir el archipilago. En 1854 y 1858 hizo lo mismo EstadosUnidos. A fines del siglo xix y comienzos del xx, ambas potencias delAtlntico Norte insistieron reiteramos por razones geoestratgicassobre las islas, como recogen sendas publicaciones de la poca en lasque podemos encontrar estos ejemplos:Las Galpagos se hallan en el

    (9) Archivo del Museo Naval (Cartografa,XXXHI-C-2),1793.Carta esfrica quecomprehende una parte del Archipilago de los Galpagos, desde 10 35 de la lat. septentrionalhasta 10 de la meridional, reconocidos por la fragata Santa Gertrudis, del mando del capitnde navo D. Alonso de Torres y Guerra, desde el da 18 de marzo a121 del mismo.onstruidopor el Alfrez de fragata graduado y Primer Piloto D. Lorenzo Vacaro y dedicado al Excmo.Sr. Virrey del Per D. fray Francisco Gil y Lemos.

    Es una carta manuscrita, sin firma, con la costa sombreada y con orografa de normales,

    orientada con una lis, graduada y con lneas de derrotas; 610 x425 mm.En el mismo Archivo existe un dibujo previo (Cartografa, XXXIII-C-1, 520 x 400 mm.)y una copia efectuada por Thoms de la Cruz doblado (570 x 400 mm. en Cartografa,XXXIII-C-3).Otra documentacin al respecto, en el mismo archivo, ms. 96 (sobre situacinde varios puntos en las islas Galpagos) y ms. 271 (sobre encuentros armados frente a corsarios en las inmediaciones del archipilago, tambin llamado ahora oficialmente deColn).

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    camino de Panam a Nueva Zelanda y Australia y en el de Amrica delSur a San Francisco; con la apertura del canal de Panam su situacin seha hecho excepcional. Pueden servir de depsitos de carbn, aprovisio

    namiento de las escuadras, tanto ms cuanto en sus costas occidentales seabren algunos puertos bien abrigados y de buen fondeadero,valoracinque queda subrayada en el siguiente fragmento:La apertura del canal dePanam ha de darles mayor importancia por hallarse en la derrota haciael suroeste y no hace mucho tiempo se dijo que Inglaterra, nacin siempreprevisora, y tan prudente con los poderosos como audaz con los dbiles,trataba de arrebatrsela a Ecuador.

    Afortunadamente para todosen cuanto a que como patrimonio de laHumanidad todos somos beneficiarios, los estrategas se equivocaron o

    simplemente perfilaron con mayor precisin su evaluacin de las Galpagos.El archipilago-careca de condiciones idneas al efecto y tanto los EstadosUnidos como sumadre patria perdieron inters por un archipilago que econmicamente tampoco lo tena. Ello permiti que Ecuador reafirmara defiitivamente su soberana con una ocupacin suficiente (6.000 habitantes enlos 7.642 km2.), con su capitalidad en Puerto Baquerizo Moreno (menos de1.000 habitantes), sin que, como apuntbamos al comienzo, llegaran a pro-

    93 de Pqr(s 923O

    El gobierno del Ecuador impone una Toponimia hispana(1982).

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    ducirse graves y cruentas acciones comparables al episodio de las Malvinas(1984).

    Puede, pues, tener por honroso el ttulo que los viejos tratados de geopoltica le otorgaban deislas relegadas o si se quiere ltimofines terrae, refugio zoofitolgico, a caballo del contacto de dos placas (Cocos y Nazca)cuya tectnica alumbr este excepcional archipilago.

    APENDICE 1)

    Puerto Viejo, 26, abril, 1535.Carta de fr. Toms de Berlanga a Carlos V describiendo su viaje desde Panam y los padecirnientos sufridos en l.

    AGI, Patronato. 2. 2. 2..Sacra Cesarea Cathlica Maxestad.

    Parecime ser justo hazer saber a Vuestra Magestad el proceso de mi viaje desde que partde Panam, que fu en veinte e tres de Hebrero deste presente ao, hasta llegar a esta Villanueva de Puerto Viexo.

    Traxo el navio muy buen tiempo de brisas siete dias, e haziase el piloto cerca de tierra edionos calma seis das; eran tan grandes las corrientes, e nos engolfaron de tal manera, quemircoles en diez de Marzo, vimos una isla; e porquen el navio no abia mas agua que para dosdias, acordaron de echar la barca e salir en tierra por agua e yerba para los caballos, e salidosno hallaron sino lobos marinos, e tortugas egalpagos tan grandes, que llevaba cada uno un

    ombre encima, e muchas higuanas que son como sierpes. Otro dia vimos otra isla, mayor quesaquella e de grandes sierras; e creyendo que alli por su grandeza como por su mostruosidadque no podria dejar de tener rrios e frutas, fuimos a ella, porque la primera boxaria quatro ocinco leguas, e la otra boxaria diez o doze leguas, e en esto bebise el agua quen el navio abiae estuvimos tres dias en tomar la isla, con calmas, en los quales alli los ombres como los caballos padecimos muchos trabajos.

    Surto el navio, salimos todos los pasajeros en tierra, e unos entendian en hazer un pozo,e otros en buscar agua por la isla; del pozo sali el agua mas amarga que la de la mar; en latierra no pudieron descubrir gota de agua en dos dias, e con la necesidad que la gente teniaecharon mano de una hoja de unos cardos como tunas, e porquestaban como zumosas, aunqueno muy sabrosas, comenzamos de comer dellas, e esprimillas para sacar dellas agua, e sacadaparescia lavadizas, de legia, e bebianla como si fuera agua rosada.

    Domingo de Pasion yo hize sacar en tierra recaudo para dezir misa, e dicha torn a embiarla gente de dos en dos o de tres en tres, por diversas partes;fueNuestro Seor servido quehallasen en una quebrada, entre las piedras, hasta media pipa de agua, e cogida aquella hallaron mas e mas; en fin, que se cogieron ocho pipas e los barriles e botijas que abia en el flavio, pero de la necesidad del agua se nos muri alli un ombre, e desde en dos dias que salimosde aquella isla otro; e murieron diez caballos.

    Desde esta isla vimos otras dos, la una muy mayor que todas, que largamente boxariaquince o veynte leguas; la otra era mediada: yo tom el altura para saber en qu paraje estaban estas islas, y estn dende medio grado hasta grado e medio de la Equinocial, a la bandadel Sur. En esta segunda abia la mesma despusycion quen la primera; muchos lobos marinos.,tortugas, higuanas, galpagos, muchas aves de las deEspaa, pero tan bobas, que no sabianhuir, e muchas tomaban a manos; a las otras dos no llegamos; no se la dyspusicion que tienen.En esta, en la arena de la playa, abia unas chinas, que asi como salimos pisamos, queran piedras de diamantes, e otras de color de ambar; pero en toda la isla no pienso que ay donde sepudiese sembrar una hanega de mahiz, porque lo mas della esta lleno de piedras muy grandes,que parece quen algun tiempo llovi Dios piedras; e la tierra que ay es como escoria, sin quesirva, porque no tiene virtud para criar un poco de yerba, sino unos cardones, la oja de los

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    quales dixe que cojiamos. Pensando que no estbamos desta tierra delPer mas de veinte otreinta leguas, contentmonos con el agua ya dicha, que pudiramos tomar otras veynte botade aquellas; pero fizmonos a la vela, e con mediano tiempo navegamos once dias sin ver tierra, e vino a mi el piloto e maestre a decirme donde nos estbamos, o que no abia en la naomas de una pipa de agua; yo procur de tomar aquel dia el sol, y ali questbamos tres gradode la banda del Sur, e vi que por el rumbo que llevbamos, que mas nos engolfbamos, queno llegbamos a la tierra, porque ybamos al Sur; hize virar del otro bordo, e la bota de agurepartila desta manera; que la mitad se di para las bestias, e con la otra mitad hzose brevajque se ech en la pipa de vino, tenido por cierto que no podamos estar lejos de la tierra, enavegamos ocho dias, los quales dur la pipa del brevaje, dando racion a cada uno que se contentaba; e acabada aquella pipa, que no nos quedaba mas remedio, vimos la tierra e dionocalma dos dias, en los quales bevimos vino puro, pero tenamos nimo en ver la tierra. Entramos en la bahia erio de losCaraques, viernes en nueve de Abril, e hallamos all la gente deun galeon deNicaragua que abia ocho meses que abian salido deNicaragua, e tovimos por

    bueno nuestro viaje en comparacion del suyo. Esta bahia de losCaraques est en medio gradode la banda del Sur, e en las cartas est en tres grados; desde esta baha hastaPuerto Viejo,ay nueve leguas por la costa de la mar. Esta dicha baha es uno de los lindos puertos que pueden ser en el mundo, que pueden llegar los navios a barloar con la tierra, e pueden subir lonavios tres o quatro leguas, e no saben si mas. En este entr el Adelantado Pedro de Alvarado, e destruy un pueblo que all estaba de yndios e alborot otros; e por donde elfu consu gente es lstima ver el destrozo.

    Yo me part desde esta baha con los pasajeros por tierra o a pie, porque las bestias venianfatigadas, por venir a esta Villa dePuerto Viejo,e andando, e con lo qual dimos en un Valleque se llamaCharapoto, que tiene uno muy buenrio, a donde ay muchos yndios ya pacyficos,porquel Capitan Francisco Pizarro se a dado tan buena manera, que tiene de paces al pie detreynta seores: este Capitan e Teniente de Gobernador se a tan bien visto delios, que le traencomida e mahiz e pescado, e carne de venado, e quanto a menester, e si por caso quando vana ver la tierra toman algunos yndios, luego los tornan a embiar a su tierra, e les dan una cruzpara que con aquella ningun xpiano les haga mal, e que los que quisieren venir a la ver quetraygan aquella seal e no les harn mal ninguno. Si sabe que algun oro o plata les toman, luego se lo haze volver, e algunos se lo an traido, e dzeles qul no viene por su oro ni su platasino para que conozcan a Dios, e a Vuestra Magestad e que Vuestra Magestad les dar amosque tengan cargo de les ensear las cosas de la Santa Fe Cathiica, e que aquellos, por aquelcuidado, ternn ellos cargo de darles de comer. La mantencin deste dicho Capitan me a parescido ques muy buena de servir a Nuestro Seor e a Vuestra Magestad, e de descargar suReal concyencia; e puesto que an de ha.zermuy gran cosa, yo le e dicho la yntencion de Vuestra Magestad en este caso, e l est en no salir muy pronto della. Ay grandes minas de oro,

    e yo pas aqu ynformacin de los que iban con Albarado, que diez e seis leguas desta villaay muy buenas minas de oro: crese que ay vivero desmeraldas, porque los yndios las traenen sus joyas; comunmente tienen los dichos yndios sus toques e puntos desde cobre hastaveynte e dos quilates, e de la plata tambien tienen sus puntos e en partes muy buenos reparos.Creese que antes de medio ao estar pacyfica mucha cantidad desta Tierra, por el buen tratamiento quel dicho Capitan e Teniente les fase; e Vuestra Magestad le deberia dar fabor enello, e es menester segund las inportunaciones de la gente que tiene, porque se le van los ojostras cada punta de oro que veen.

    Yo me partir plaziendo a Nuestro Seor, para la Villa deSan Miguel, de aqu a quatrodias: del Gobernador Don Francisco Pizarro no se sabe al presente; est bien retirado desta,aunque algunos creen e dezian que viene a la Villa deTruxillo, ques entreSan Miguel eXauxa.

    El Seor, a Vuestra Sacra Magestad llene de santo amor e gracia por largos tiempos e conconservacion de sus Reynos e acrecentamiento de otros de nuevo como deseo. Desta Villanueva dePuerto Viejo, veynte e seis dias de Abril de mill e quynientos e treinta e cincoaos.De Vuestra Sacra Cesrea Cathlica Magestad.Muy cierto criado e siervo e perpetuo Capellan que sus reales pies e manos besa.Fray Toms eps locastelliaurii.Est firmado.

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    (2)Descripcin particular delas islas Galpagos.

    ISLA CHATHAM O GRANDE.Esta isla es la ms oriental del grupo; mide25,5millas delargo deNE. so., 7de ancho medio, 60 de permetro y una rea de 140 millas sean 48.076hectreas; pero gran parte de esta superficie es rida, principalmente en los contornos inmediatos al mar, como se ha dicho anteriormente.

    Las cumbres del SO. de la isla se elevan 500 m. sobre el nivel del mar y 219 las del NE.Segn la opinin general de los viajeros, Chatham es la ms a propsito para la implantacinde una colonia, con motivo de la extensin relativa de su suelo frtil, de los buenos puertosque ofrece en su costa occidental y la abundancia de agua, lea y legumbres.

    Los principales surgideros son los siguientes:Baha Agua Fresca(Fresh Water), al S.Es una ensenada abierta con35 40 m. de pro

    fundidad, 4 cables de la aguada. Esta consiste en un manantial que brota de una colina delava de menos de 9 m. de elevacin. Los buques provistos de buenas amarras podrn fondear

    all y hacer aguada sin dificultad y sin peligro. Vase el plano deFresh Waterde la carta inglesa nm. 1.375.Puerto Stephen.Seabre por la mediana de la costa NO. de la isla. Posee un buen fon

    deadero en 18 a 22 m. de profundidad, 0,5 de milla de la costa, y se reconoce con el auxiliode la isleta Kicker, que se encuentra hacia fuera de su mediana y se eleva 121 m. sobre el mar,casi perpendicularmente desde una profundidad de55 m. La punta Finger, en la costa NE. dela isla, es un notable picacho que mide 156 m. de altitud.

    Rada Terrapin(Tortuga).Es un fondeadero abierto al lado NO. de la isla, con 22 25m. de profundidad 0,5 de milla de la costa. La punta Hobbs destaca un arrecife peligroso por1 milla al NE. de la isla Chatham.

    Puerto Chico(Wreck).Se abre inmediatamente al N. de la punta Wreck, y es ms propiamente una caleta con buen fondeadero para buques pequeos. En este puertecito se hallaestablecida la colonia fundada en 1845 por el general D. Jos Villamil, quien estableci en ellaalgunos cultivos introdujo ganado vacuno, cabro y porcino.

    Puerto Chico es capaz de contener dos tres buques grandes con bastante holgura; peroal tomarlo es menester resguardarse del banco que obstruye su boca.

    En el fondo de la caleta hay buen desembarcadero para botes, y cerca de l un galpn pequeo que sirve de depsito para los artculos que se exportan de la isla para Guayaquil, loscuales consisten en aceite de tortuga, aguardiente de caa, bacalao, orchilla y cal de piedra,que se fabrica en regular cantidad. En las cercanas de la orilla existen rocas calizas y un hornoen que se calcinan para extraer la cal.

    En 1856 haba en Chatham como 1.000 cabezas de ganado, asnos, cabras y cerdos. En 1875ocupaban la isla los seores Cobos y Monroy, cuyas rdenes trabajaban37 individuos, queen esa poca constituan la poblacin. Sin embargo, la agricultura se ejerca en muy pequeaescala, y la tierra cultivada no pasaba de cuatro hectreas, en las cuales se producan frutas,hortalizas y caa de azcar.

    El comandante D. Federico Chaigneau, de la corbeta chilenaChacabuco,que visit la islaChatham en 1887, se expresa en los trminos siguientes con relacin ella:

    Un camino conduce desde la playa (del puerto Chio) hacia la parte superior de la isla,donde est establecida la hacienda del Progreso, de propiedad de D. Manuel J. Cobos, el cual la sazn se hallaba en las otras islas con sus labradores recogiendo orchilla, especie de liquenque producen todas las del archipilago y producto que alcanza buenos precios en Europa,para emplearlo en teir los gneros y constituye una de las principales entradas para el propietario.

    La isla Chatham es susceptible de las ms variadas producciones, debido las variacionesque experimenta el clima; as en la parte baja y plana, su terreno es incultivable, causa dela gran cantidad de piedras sueltas y de gran tamao de que se halla sembrado... Esta partees adems relativamente calorosa y seca, porque rara vez lluevey solo produce un pequeoarbusto silvestre parecido al algodn y llamado por los habitantesalgodoncillo,y unos cuantoscactus quiscos; adems su vegetacin es raqutica y poco importante. En la parte elevada y medida que se sube, la vegetacin toma mayor desarrollo y lozana, y los200m. de altura

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    donde tiene su asiento la hacienda, llega aquella su mayor fuerza. El terreno en esta partese encuentra transformado por la doble accin de las lluvias y del sol; las lluvias son frecuentesy el terreno de un color rojo, produce los frutos ms variados de la zona tropical conjuntamente con muchos de la templada; as, al lado de la caa de azcar, caf, pltanos, pias, camotesy yucas, se ven producirse las patatas, los frijoles y los melones.

    Rara es la semilla que no ha producido, de los muchos ensayos que se han hecho, parasaber de lo que es capaz el terreno productor de la isla, siendo el cacao el nico que no ha surtido buen efecto.

    La principal produccin agrcola de la isla es la caa de azcar, de la cual se extrae elaguardiente por medio de un pequeo trapiche y de un alambique que sirve para la destilacinde la miel que aquella produce.

    La isla cuenta con 140 habitantes, de los cuales 20 son mujeres.Hay una autoridad civil que con el nombre dejefe territorial del archipilago, desem

    pea el teniente-coronel del ejrcito ecuatoriano D. Pedro Jaramillo.En Chatham abundan los animales ariscos, como perros, asnos y gran cantidad de la razabovina. Los primeros son enemigos encarnizados de las cras. Los toros y vacas sirven para el

    alimento de los colonos, emplendose en la hacienda diariamente uno de ellos como cazador.La orchilla es, no obstante, la principal fuente de entrada, porque siendo el terreno cul

    tivable relativamente pequeo, todos los productos apenas bastan para la alimentacin de losmismos habitantes, compuestos en su mayor parte de relegados del Ecuador por diversos delitos, los cuales son empleados en la hacienda mediante el pago de pequeos salarios y la alimentacin que les proporciona el Sr. Cobos.

    Aguada.El agua se obtiene de pequeas vertientes manantiales que se hallan en lasquebradas; pero en los aos poco lluviosos llega esta escasear, porque el ganado la consume.A pesar de las frecuentes lluvias y rocos de la regin elevada, los depsitos de aguason pocoabundantes, favorecindolos el subsuelo volcnico y poroso que facilita la inmersin.

    Faro.En el fondo de puerto Chico existe un faro de sexto orden, que sirve de direccinpara tomar el puerto; pero el corto alcance de su luz y su situacin interna, lo hacen inadecuado para los intereses generales de la navegacin.

    Corrientes.Las corrientes que baan las costas de la isla Chatham son bastante notables,y la temperatura del agua del mar en su superficie, de 23 centgrados, es relativamente frarespecto del aire ambiente. En la costa oriental la corriente corre de S. N. con una fuerzade 0,5 de milla por hora; en el extremo N. con una rapidez de 1,5 milla hacia elNo.;en lacosta occidental el aguaje va hacia el SO. con fuerza variable de 1 1,5 milla, y sobre la extremidad S. y SO. arrastra hacia el O. y ONO. con fuerza de 1 2 millas por hora.

    El South AmericaPilot, de 1886, agrega: Se dice que las corrientes de la punta Wreck 6del Naufragio son fuertes y variables en su direccin. El buque de S. M. B.Peterel, en junio

    de 1875, refiere que cuando estaban como 3 65 millas de la costa, encontraron una corrienteque tiraba hacia barlovento, aun ms fuerte que el viento SSE..ISLA CHARLES O FLOREANA.Es de forma ms o menos circular y de 450 m. de altitud.

    Mide 26 millas de permetro y una superficie de 13.736 hectreas. Su aspecto es muy particular, por estar rodeada de pequeos montculos, semejantes en su forma, aunque diferentes entamao, con un aspecto siempre igual desde cualquier punto qe se la mire.

    Entre las colinas y hacia el centro de la isla se halla la altura llamada Floreana (en recuerdodel general ecuatoriano Flores), que es la ms prominente. En las planicies de la isla, desde180 m. de altitud para arriba, se produce en abundancia y con poco trabajo toda clase de frutostropicales, y las tierras que an no estn desboscadas parecen de igual fertilidad y aparentespara diversos cultivos, capaces de satisfacer las necesidades de 100 ms pobladores.

    En 1849 haba en Floreana 25 habitantes, 2.000 cabezas de ganado vacuno, algunos cerdos, cabras y asnos; varios aos ms tarde el ganado haba incrementado notablemente, hastaestimarse en ms de 4.000 cabezas. En 1875 ocupaba la isla un Sr. Valdison y 26 peones quese ocupaban del cultivo del terreno para su sustento, mientras llegaba la poca de la cosechade la orchilla.

    El 30 de septiembre de 1889, el jefe territorial, hablando de la Floreana. se expresa as:Esta isla, aunque pequea, tiene dos manantiales de agua potable, pequeos, y algunas lagunas que se forman con los aguaceros y continuas lluvias; pero el establecimiento de chacras

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    se hace difcil por hallarse la isla invadida de puercos, asnos y una enorme catidad de perros;los primeros destruyen los sembrados y los ltimos atacan las cras del ganado vacuno y yeguarizo que existe en Floreana en pequea cantidad. Esa plaga puede muy bien exterminarsecon un poco de empeo, para utilizar los campos, que son capaces de contener cinco seis mil

    cabezas de ganado y una buena hacienda agrcola, con la esperanza de reembolsar cualquieracantidad que se invierta, despus de cinco aos de beneficio activo, por ser sus terrenos muyferaces, tener buenas vas de comunicacin con el interior y mucha facilidad para establecermangas y potreros, y mansedumbre en sus puercos durante todas las pocas del ao.

    Rada Black Beach(Playa Negra).Se abre al SO. de la isla y proporciona un buen fondeadero en 18 36 m. de agua, con fondo de arena, 3 y 5 cables de la costa, y bien protegidocontra la mar de leva por varias rocas pequeas que se hallan entre l y punta Saddle.

    El desembarcadero se encuentra en una pequea playa de arena que hay entre las piedrasnegras, y es accesible en todo tiempo. En sus vecindades se puede obtener lea en abundancia.

    Arrumbando el pico ms alto de la isla al E. 19 4 S. se ir al fondeadero de Playa Negralibre al S. de la roca de 1,8 m., situada alguna distancia de la costa, y no se deber fondearen menos de 18 m. de agua.

    Baha Post Office(Correo).-.--Se abre en el lado NO. de la isla Floreana, y es un fondeadero bajo todo punto de vista superior Playa Negra; tiene fondo de conchuela y profundidadmoderada; es de fcil acceso, pero carece de agua potable.

    En 1870 fu visitado por el buque de S. M. B.Zealous, y diez aos ms tarde por laTriumph, que fondearon en 17 m. de agua, arrumbando la isla Onslow al N. 62 E. El nombrede la baha se debe que all haban establecido un depsito los balleneros, instalando un buzn para la correspondencia, fin de que los buques que arribaran al puerto, leyendo el sobreescrito, tomasen la que podan conducir su destino.

    El mejor desembarcadero de Post Office es el punto de observacin que seala el planoparticular de la carta inglesa nm. 1.375.

    Por el lado oriental de la isla Floreana se encuentran varios islotes circundantes; el Gardner es el ms exterior, 4 millas de la costa; y 3 millas al E. 17 S. se encuentra una rocapeligrosa debajo del agua.

    CorrientesEl aguaje del mar viene del SE. con una velocidad de 1,5 milla por hora, y alchocar contra la Floreana se bifurca: el ramal del N. dobla la isla y se dirige al NO., y el delS. va al ONO., para dar en seguida sobre la costa S. de Albemarle. Estas corrientes son insidiosas para los buques de vela, muy especialmente en la poca de calmas.

    Mareas.En la baha Post Office el establecimiento del puerto es las 2 10 y la elevacin de las aguas de 1,8 m.

    Arrecife Macgowen.Esun rodal peligroso que consiste en una roca ahogada y otra quevela poca altura sobre el agua, 0,5 de milla al E. de aquella. Con relacin la isla Hood,queda al S.530 30 E. y 23 millas de distancia. A 1,5 milla del rodal se sondan 90 m. de profundidad.

    ISLA HOOD.Es la ms SE. y meridional del grupo: mide 9 millas de longitud de E. O.,un ancho medio de 4, un permetro de 20 y una superficie de 10.300 hectreas aprximamente; es de forma ovalada, de costas escabrosas, montuosa y de 194 m. de altitud. Est cubiertade arbustos, pero no parece tener agua.

    Baha Gardner.Esun fondeadero situado en la parte NE. de la isla Hood, al lado de laisla Gardner, de 53 m. de altitud; pero para tomarlo debe tenerse cuidado con la roca Magicienne que se encuentra en el centro de la baha. Esta roca tiene 4,7 metros de agua sobre ellay 9 16 en su redoso.

    CorrientesEl aguaje del mar va prximamente hacia el NO., y al chocar contra la isla sebifurca y la contornea por el N. y el S. con una velocidad de 1,5 milla por hora. Sobre la costaN. de Hood la corriente se dirige al occidente, pero separadas de la isla, las aguas van al ONO.

    y NO.ISLA INFATIGABLE O CHALVEZ.La forma una gran montaa; es de forma ms menos circular, y mide 23 millas de E. 0., 19 de N. S., un permetro de 72 y una superficiede 92.720 hectreas. Esta isla ha tenido diferentes nombres. Los descubridores espaoles ladenominaron Santiago y supusieron que era la nica del grupo que tena agua potable. El ca-

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    pitn bucanero Ambrosio Cowley, en 1684, la denomin Duke of Nortolk, nombre que leconserv Colnett en 1794 y Duperrey en 1822; Fitz-Roy la llam Indefatigable en 1836, perolos ecuatorianos la llaman al presente Chalvez. Queda esta isla 27 millas al N. de la Charles

    Floreana.Segn el jefe territorial de las Galpagos, ya citado, la isla Infatigable es la reina del archipilago; presenta todas las comodidades para establecer en ella dos tres haciendas engrande escala y numerosas chacras, pudiendo crearse toda especie de ganados, con buen xito, por ser abundante de agua y ser frtiles los terrenos elevados y muy abundantes de pastos.Tiene tambin facilidades para la apertura de caminos, mangas y potreros en todas las estaciones.

    Infatigable ofrece varios fondeaderos, pero el ms importante de los denunciados hastaahora es la baha Conway, situada al NO. de la isla, que se reconoce por los islotes Guy Fawkes, grupo muy diseminado al N. de la baha.

    La baha Conway ofrece buen desembarcadero para botes; abundan los galpagos, msque en las otras islas, y hay agua y lea, pltanos, cabras y asnos cerriles, lo que le prometecierto porvenir en su da.ISLAS DUNCAN Y BARRINGTON.Son dos islas pequeas, la primera situada 6 millasal O. y la segunda, con 270 m. de altitud, 10 millas al SE. de la isla Infatigable.

    ISLA JAMES O SANTIAGOEs parecida las islas Chatham y Floreana, y queda al NO.de Infatigable. Est tendida de ESE. ONO. por 20 millas de longitud, con una anchura media de 10, un permetro de 58 y una superficie de 51.510 hectreas. La recorre por su centroun cordn de cerros que se elevan hasta 515 m. de altitud.

    La isla Santiago ofrece bastante terreno para el cultivo, y aun cuando es escasa de agua debuena calidad, son frecuentes las lluvias y fuertes aguaceros, como en las dems islas del archipilago. Se halla muy poblada de asnos y cerdos que destruyen el terreno apropiado parael cultivo; pero extinguidos estos destructores animales, la agricultura y la ganadera podranimplantarse en la isla con provecho.

    En esta isla hay un lago salado formado en un crter antiguo, y de l se puede extraer salen abundancia, la cual constituye un artculo valioso para la conservacin de la carne de vaca,tortuga, cerdo y pescado. Desde los tiempos de los bucaneros esta isla era una de las ms frecuentadas; y se recuerda haberse hallado en ella algunos restos de utensilios abandonados porlos viajeros que han hallado en la isla abrigo y ciertos recursos.

    Baha James.Elmejor surgidero que ofrece la isla Santiago, llamado James, se halla ensu costa occidental al N. de un notable cerro que afecta la forma de un pan de azcar de 364m. de altitud. Los buques pueden fondear en 25 m. de agua 1 milla de tierra. El puerto ofrece buen desembarcadero en todas las pocas del ao, y es el mejor de la isla.

    Puerto Sullivan.Seabre al SE. de la isla Santigo, pero es muy abierto y profundo.ISLA ALBEMARLE.Es la mayor de las Galpagos y est formada por un singular haci

    namiento de productos volcnicos. Contiene seis enormes crteres, cuyas bases se encuentranunidas por las lavas que ellas mismas han vomitado. Su forma es la de un ngulo recto cuyaabertura mira al occidente.

    Albemarle mide 74 millas de N. S., un ancho medio de 15, un permetro de 230 y unasuperficie aproximada de 376.365 hectreas. La costa 5. se encuentra expuesta los vientosgenerales y la cubren por completo los vapores y las nubes que aquellos acarrean. Es verde yligeramente provista de. arbustos; pero la fuerte mar de leva prohbe hacer un examen de estaparte de la isla, que es tan baja, que no se puede distinguir hasta que se ve en la costa la resaca.Cuatro islotes, que no son otra cosa que los restos de otros tantos volcanes, situados cerca delextremo SE., forman con la isla Brattle un grupo interesante, sino por su utilidad para preservar los buques de acercar demasiado la costa de la isla en esa parte, que es sumamente peligrosa. Una gran mar de leva que arrastra hacia la costa en circunstancias que los vientos songeneralmente flojos, son otras tantas razones que aconsejan alejarse, si es posible, de las costas de la isla Albemarle. Sin embargo, hay all surgidero para un caso de necesidad.

    El jefe territorial de las Galpagos, al hablar de la isla Albemarle, se expresa as: es abundante de agua, aunque salobre, en sus costas, y ofrece facilidad para el desarrollo de una inmensa cantidad de ganado, sirviendo de base las 7 8.000 reses que contiene la fecha (1889);pero la dificultad de abrir vas de comunicacin, por hallarse en su mayor parte rodeada por

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    terrenos volcnicos, la hace desmerecer y no pensar en la agricultura por la dificultad de exportar los productos. Desde febrero hasta junio, en que prevalecen las calmas y las corrientes,los pobladores quedaran incomunicados>.

    Albemarle abunda en tortugas y las aguas en peces variados, que forman un ramo de explotacin en los meses de julio hasta enero.

    Caleta Iguana.La punta Essex, que es el extremo SO. de la isla Albemarle, es alta, y alN. de ella y al pie del crter ms alto se halla la caleta Iguana, fondeadero mediocre; su costaes abundante en el reptil que debe su nombre, de repelente aspecto, si bien de carne exquisita.

    Baha Isabel(Elizabeth).Ocupa el fondo del ngulo recto que forma la isla Albemarley que mira al occidente; cerca de ella se halla el istmo Perry, bajo y de 6 millas de anchura.

    Al N. de la caleta Iguana est la punta Christopher, que es el extremo austral de la bahaIsabel, cuya costa septentrional est formada por la isla Narborough. El paso que hay entreesta isla y la Albemarle es como de 2 3 millas de ancho, con una profundidad de 100 m.

    Caleta Tagus.Sehalla en la mediana de la costa occidental del cuerpo N. de la isla Al

    bemarle y en el canal que forma esta con la de Narborough, mirando hacia esta ltima. Es unsurgidero abrigado y cmodo, formado por un viejo crter, con profundidad de 11 25 m. deagua. Tiene capacidad para seis buques. No hay peligros su entrada, y sus costas son tan escarpadas que se hacen inaccesibles. Durante la estacin de las lluvias deben haber all muchascadas de agua, juzgar por los desgastes producidos en las rocas.

    Prximamente 0,5 de milla al SE. de la entrada S., en la punta de la caleta Tagus, y poca altura sobre la marca de las altas mareas, se encuentra una aguada pequeaen unos charcos que existen en la boca de dos angostos filones de roca acantilada. En este punto el desembarcadero es bastante regular.

    Baha Banks.Sellama as la abertura que media entre la isla Narborough y el caboBerkeley, punta NO. de Albemarle. No ofrece surgidero alguno, siendo muy profundo el mar 0,5 de milla de la costa Narborough, pues no se halla fondo con 273 m. de sondaleza.

    La punta ms septentrional de la isla Albemarle destaca un arrecife hasta 1 milla fuerade ella.ISLA NARBOROUGH.Ocupa el ngulo que forma la isla Albemarle; tiene una forma

    ms menos cuadrada y la constituye una gran montaa volcnica. Mide1.130 m. de altitud,54 millas de permetro y una superficie de 65.510 hectreas.

    Es enteramente estril y desolada, contorneada por un extenso manto de lavas; ha sido elfoco donde se han manifestado las ltimas convulsiones ignvomas. El buqueTagusvio en1814 dos crteres en ignicin y M. Morrel, en sus viajes del ao 1825, describe una terribleerupcin volcnica, siendo sta la ltima manifestacin de la fuerza central citada por las narraciones modernas que hemos podido consultar.

    ISLOTE REDONDOPea de 460 m. de permetro y 26 m. de elevacin, que se encuentra 13 millas al N. 84 30 0. de la punta septentrional de la isla Albemarle.

    ISLAS BINDLOE Y TOWER.La Bindloe es ms menos circular, de 243 m. de altitud.Mide 8 millas de largo de ONO. ESE., 5 de ancho por travs y una superficie de 9.615 hectreas. Aunque por sus dimensiones y altura podra ser de alguna utilidad, no es conocida niaun se sabe si ofrece surgidero.

    La isla Tower es pequea como superficie, pues no tiene ms de 1.717 hectreas. Es muyescarpada, aplanada en su cima, y mide 64 m. de altitud.

    ISLA ABINGDON.Esta isla mide 7 millas de longitud de NO. SE. y una superficieaproximada de 5.151 hectreas. En cuanto. su altitud, no pasa de 600 m. Consiste en unamontaa de aspecto semejante las dems del grupo, pero no posee un puerto propiamentehablando. Sin embargo, ofrece un surgidero con 13 27 m. de profundidad, fondo de arena, 3 4 cables de la playa, de travs con los altos peascos que hay al costado occidental dela isla, prximamente 1,5 millas al N. del cabo Chalmers.Lospeascos rocas de su vecindad tienen prximamente 300 m. de altura, y yendo de fuera parecen levantarse perpendicularmente del agua; pero aproximndose, un angosto tajo escarpado y muchos pedazos de playa de arena negra pueden verse al pie de. los escarpes.

    DireccionesTomando este fondeadero por el S., si se rodea el cabo Chalmers 1 milla,lo que puede hacerse con toda facilidad y sin riesgo, se ver un gran manchn verde al pie de

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    M. CUESTA DOMINGO

    la parte ms alta del peasco; fuera de l y 2 3 cables al N. se encuentra el fondeadero.Sin embargo. desembarcadero no podr hallarse sino 1,5 milla al N. del fondeadero.

    El comandante del buque de S. M. B.Conway, capitn Basil Hall, desembarc en 1822 en

    la costa S. de la isla Abingdon para hacer observaciones con el pndulo. Tambin hizo algunasobservaciones con el termmetro durante los pocos das que permaneci en tierra en el mesde diciembre, y pudo comprobar que la temperatura mnima durante la noche era de 20,5centgrados, y la mxima durante el da de 30,5.

    ISLAS CULPEPPER Y WENMAN.Son dos islotes rocosos y apartados del grupo de lasGalpagos, situados al NO. y SE. uno de otro, 20 millas de distancia. Wenman es el islotems austral, con una altitud de 249 m. Queda 72 millas al N. 28 0. de la punta Albemarle,y correctamentehablando consiste en tres islotes y una roca grande. cerca unos de otros, yfragmentos de un solo crter, que la distancia parecen formar un solo cuerpo.

    El islote Culpepper, de 165 m. de altitud, es de naturaleza semejante al Wenman, con unaroca por fuera de su extremidad SE.

    MareasEl establecimiento del puerto en la baha Post Office tiene lugar las 2 10; enla caleta Iguana las2h; en baha Agua Fresca las 2 23; en baha Conway la 1 56; enbaha James las 3 10. La diferencia de nivel vara entre 1,5 y 1,8 m.

    Peligro.El buque ingls Talisman ha denunciado la existencia de un peligro situado 100millas prximamente al SE. de las Galpagos, por la latitud de 2 18 S. y 88 16 de longitudO. En agosto de 1871, el buque de 5. M. B.Carnaleon pas varias veces sobre el punto indicado sin haber encontrado ningn signo de su existencia, y el comandante Mac Langhlin, dela marina real inglesa, no cree en su existencia.

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    EL MAPA DE ESPAAEN EL SIGLO XVIII

    Luisa MARTIN MERASJefe de Investigacin del Museo Naval

    En 1789 aparece en Madrid elAtlas Martimo Espaolhecho por ordendel Rey por Vicente Tofio de San Miguel, director de las compaas deguardamarinas de Cdiz. Este magnfico atlas se completaba con elDerrotero de las costas de Espaa en el Mediterrneo ysu correspondiente de Africa para inteligencia y uso de las cartas esfricas,Madrid 1787 y con elDerrotero de las costas de Espaa en el ocano Atlntico y de las islas Azores o Terceras para la inteligencia yuso de las cartas esfricas,Madrid 1789, del mismo autor, quien en el prlogo del Atlas dedicado al Rey consideraba que lascartas que le presentabala mayor gloria que pueden traer a V. M., es queimiten su exemplo las dems potencias.

    Este fue el resultado de una amplia campaa de levantamientos y