100
Revista de Psicología de contenido científico e información colegial

Revista de Psicología de contenido científico e ... · hermanas mayores: anuario de psicología clínica de la salud 88| cuadernos de neuropsicología 89 ... Depósito Legal: LE

  • Upload
    ngohanh

  • View
    221

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Revista de Psicología de contenido científico e información colegial

sumario

notas y noticias del copcyl 2 | sylvia de béjar “deseo” 10 | entrevista a ramónbayés 11 | virtual stop smoking: el uso de la realidad virtual para el tratamientodel tabaquismo 17 | el sufrimiento: un acercamiento psicológico radical 27 |perspectiva de género estrategia transversal de análisis de la realidad.“acros-cutting strategy for analysing reality” 34 | conducta suicida. proto-colo de intervención.suicidal behavior. intervetion protocol 46en.red.ando el cerebro como pseudoexplicación (las teorías biológicasde la conciencia) 67hermanas mayores: anuario de psicología clínica de la salud 88| cuadernosde neuropsicología 89curiosidades: postfordismo y mentalismo 90

Coordinadores de la publicación: Miguel A. González Castañón -tfno.: 659 579 885-, Moisés García Melón y VicenteMartín Pérez. Responsables de la edición: Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León. Consejo de Redacción:Miguel A. Castañón, Juan Donoso Valdivieso, Luis Melero, Raquel Cariacedo, Manuel Andrés y Eduardo Montes.Consejo editorial: Eduardo Montes, Francisco Sevillano, Manuel Andrés, Mª Dolores Jiménez, Dionisio López, VicenteMartín, Mª Belén Martínez, Mª Ángeles Pérez, Jesús de Blas, Silvia Mateo, Jesús García y Félix Rodríguez, CarmenFernández Pérez., Esther Prada Esteban, Mª Luisa González Gutiérrez, Pilar Valbuena Álvarez, Moises García Melón.Consejo asesor: Luis Álvarez - Universidad de Oviedo, Manuel Andrés Corral - Fundación Huarte de San Juan, Jesús deBlas Recio - Universidad IE Segovia, Manuel García Cabero - Universidad de León, Luis Melero Marcos - Universidad deSalamanca, Eduardo Montes Velasco - Consejo General de COP, Marino Pérez Álvarez - Universidad de Oviedo, JoséCarlos Sánchez García - Universidad de Salamanca, Teresa Sánchez Sánchez - Universidad de Salamanca, JuanDonoso Valdivieso Pastor - Universidad de Valladolid, Guillermo Vallejo Seco - Universidad de Oviedo, Carlos J. ÁlvarezGonzález - Universidad de La Laguna, Rafael Moreno Rodríguez - Universidad de Sevilla, Luis Valera Aguayo -Universidad de Málaga, José M. García-Montes - Universidad de Almería, Alfredo Oliva Delgado - Universidad de Sevilla,Javier Urra - Doctor en Psicología. Ramón Bayes - Universidad autónoma Barcelona.Diseño y maquetación: SERES DESIGN. Foto de portada: J.Quiñones. Imprime: Narcea Servicios Gráficos.Publicidad: Javier Morán, 680 266 954, [email protected].

Depósito Legal: LE - 1342 -2008. ISSN: 1889-2957

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

2

El Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León ha firmado, en elmes de marzo, un Acuerdo con la Dirección General de SaludPública de la Consejería de Sanidad, para la acreditación de la for-mación de los colegiados en los procedimientos de autorizaciónsanitaria e inscripción de su consulta o gabinete de Psicología enel Registro Autonómico de Centros, Servicios y EstablecimientosSanitarios de esta Comunidad Autónoma.

Una comisión creada al efecto en el Colegio Oficial de Psicólogosde Castilla y León comprobará el cumplimiento de los requisitosque establece la normativa sobre acreditación en PsicologíaSanitaria. Los psicólogos/as deberán contar al menos con 400h deformación en postgrado, 100 de ellas prácticas en el área de clíni-ca. Igualmente se incluye en el acuerdo a los colegiados/as quetrabajen en Centros de Reconocimiento de conductores.

Este acuerdo forma parte de todo un conjunto de medidas quedesde el Colegio Castellano y Leonés se están desarrollando parafacilitar a los psicólogos/as el pleno ejercicio de la profesión congarantías, y que tuvo como otro de sus pilares básicos el Másterde Formación iniciado en este año en Psicología Sanitaria y reali-zado en colaboración con la Universidad Pontificia de Salamanca,y el Hospital San Juan de Dios de Palencia.

NOTAS Y NOTICIAS del COP

Psicología sanitaria: acreditación de laformación de los colegiados en castillay león

El pasado 17 de febrero el Colegio Oficial de Psicólogos de Castillay León (COPCyL) celebró la festividad de su patrón y con tal moti-vo entregó, en su novena edición, los Premios Juan Huarte de SanJuan a las personas e instituciones que se han destacado por lapromoción y el impulso de la Psicología.

La entrega de los Premios estuvo presidida por Eduardo MontesVelasco, Decano-Presidente del COPCYL quien, en la apertura,

Premios “juan huarte de san juan encastilla y león”

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

3

hizo hincapié en el papel de los colegios como interlocutoresentre la sociedad civil y las administraciones y resaltó el alto gradode reconocimiento social que ha alcanzado la psicología.

Con motivo de los 20 años de la Festividad de Huarte de San Juanel COPCYL ha editado una publicación que lleva por título,Semblanzas de los homenajeados en la festividad de Huarte porel Colegio Oficial de psicólogos de Castilla y León 1990 – 2010.

Los premios, en sus diferentes modalidades, fueron entregados a:

• Un profesional por su contribución al progreso científico de laPsicología al DR. D. JOSE MARÍA PEIRÓ SILLA.

• Un profesional de la psicología por su destacada trayectoriaprofesional y promoción de la psicología en CyL al DR. D.MIGUEL PÉREZ FERNÁNDEZ.

• Una institución por su contribución al desarrollo de la profe-sión al CENTRO ASISTENCIAL SAN JUAN DE DIOS DE PALENCIA.

• Colegiado de Honor por su contribución al desarrollo de laorganización colegial dentro y fuera de la Comunidad de CyL alDR. D. VICENTE CABALLO MANRIQUE.

• Reconocimiento por su destacada actuación en la celebracióndel VI Congreso Internacional de Psicología y Educación – IIICongreso Nacional de Psicología de la Educación: COMITÉDIRECTOR DEL CONGRESO.

Foto: Mesa de premios.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

El sábado 18 de Febrero de 2012 se celebró la Asamblea GeneralOrdinaria en la sede del COPCyL, una vez realizada la reunión de laJunta de Gobierno que la precede habitualmente.

Durante la Asamblea, se presentó la Memoria de Actividades delaño 2011 así como el Proyecto del año actual, que fue aprobadapor unanimidad. Igualmente se expuso y aprobó la gestión eco-nómica del año pasado y la previsión presupuestaria del presente,dando las personas asistentes su conformidad a las actuacionesque viene realizando la Junta de Gobierno.

Asamblea general ordinaria

4

El pasado 10 de enero falleció en Valladolid José Luis RodríguezBello, el que fuera primer Decano y colegiado número 1 delColegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León.

José Luis Rodríguez fue el principal promotor y responsable dehaber dado nombre y estructura al Colegio Oficial de Psicólogosde Castilla y León.

Fue un incansable luchador por el reconocimiento de la profesión,lo que le llevó a tener que aguantar contratiempos, vicisitudes eincomprensiones de unos y de otros, llegando incluso a ser juzga-do en 1.970 por su lucha reivindicativa profesional. Pese a todologró que se creara el Colegio Oficial de Psicólogos de España asícomo la delegación de Castilla y León. Fue el primer psicólogo encolegiarse dentro de la Delegación de Psicólogos de Castilla yLeón, en el mes de noviembre de 1980.

José Luis estuvo al frente de la primera coordinadora del Colegio dePsicólogos en Castilla y León, después de más de diez años en labrega por defender una profesión que consideraba como agentede cambio y promotora de la mejora social y dirigió la InstituciónColegial Castellano Leonesa entre los años 1.978 y 1.984.

Desde entonces y, aunque no volvió a desempeñar cargos de res-ponsabilidad en el Colegio, ha sido una persona muy cercana a

Fallece el primer decano del colegiode castilla y león

Foto: José Luis

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

esta institución, colaborando activamente en numerosas ocasio-nes, aportando su experiencia y visión profesional.

Ejerció su actividad profesional en el ámbito de la Psicologíade la Educación en diversos centros La Salle, entorno en el quealcanzó un reconocido prestigio entre padres, profesores ycompañeros de profesión.

5

El pasado 8 de febrero de 2.012 el consejero de Fomento y MedioAmbiente y su homólogo en Sanidad, Antonio Sáez Aguado, inau-guraron en el Monasterio de Prado de Valladolid la jornada XAniversario del 112 de Castilla y León, en la que participaron directi-vos de los centros de emergencia de todas las comunidades autó-nomas, así como el nuevo director general de Protección Civil yEmergencias del Estado, con el objetivo de mejorar la coordinaciónentre ellas. Asistieron directivos del Sacyl, representantes delGobierno central, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado,Unidad Militar de Emergencias, el operativo de rescates aéreos,policía local, el servicio meteorológico, voluntariado y, por nuestraparte, fueron invitados D. Eduardo Montes Decano Presidente delColegio de Psicólogos de Castilla y León y los coordinadores delGrupo de Intervención psicológica en emergencias GRIPDE. ElCOPCyL está plenamente integrado en el organigrama de emer-gencias a través del convenio con la Junta de Castilla y León.

X Aniversario del 112 de Castilla y León

Psico-rutas de senderismo para colegiados/as

A partir de una iniciativa surgida en el seno de la Sección dePsicología del Deporte, el Colegio de Psicólogos de Castilla yLeón ha organizado a lo largo de 2012 rutas de senderismodirigidas a colegiados/as y familiares que se desarrollarán enparajes de interés turístico y paisajístico de las nueve provinciascastellano leonesas.

El Objetivo es fomentar el encuentro entre compañeros/a a tra-vés de una actividad lúdica, deportiva y relajada, lejos de losdespachos y de los formalismos del día a día. Los recorridos sonsencillos y accesibles a cualquier grado de entrenamiento físico

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

6

de los participantes, puesto que se trata de compartir unosmomentos agradables y tener la posibilidad de conocer a máscompañeros/as de profesión en comunión con la naturaleza.

La primera de las marchas se realizó el 22 de abril en la ruta sego-viana, ”El camino de las trincheras y los búnkeres”, en la zona deValsaín. En un entorno muy diferente, pero no por ello menosatractivo, el 20 de mayo se realizó una cómoda ruta por la zona dela Santa Espina, en la provincia de Valladolid.

Foto: Ruta de la Santa Espina – provincia de Valladolid.

Foto: Ruta de Valsaín – provincia de Segovia.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

7

Más de una centena de hijos/as de personas colegiadas castella-nos y leoneses asistiendo el 5 de Enero de 2012 a las instalacionesdel Colegio, para participar en las actividades infantiles que seorganizaron con motivo de esta celebración, como ya viene reali-zándose desde hace algunos años

Los Reyes Magos en persona entregaron a los niños y niñas unregalo, y participaron en el acto de confraternización con los psi-cólogos/as y familiares que asistieron al evento.

Celebración de los reyes magos enla sede del copcyl.

El 23 de Junio de 2.012 se realizó un simulacro en la población deCuellar. Se trató de un supuesto de incendio en el que 50 perso-nas son desalojadas de sus viviendas y tienen que ser atendidaspor grupos de rescate, médicos, psicólogos, cruz roja, policía localy miembros de protección civil.

El objetivo de la intervención fue entrenarse en la coordinaciónentre los distintos grupos de intervinientes. En este simulacroMiguel Angel Holguín, técnico del 112, hizo entrega de una carpa,mesa y sillas para la realización de la intervención psicológica.

El supuesto finalizó con una reunión entre los distintos grupos,con la presencia del alcalde y un concejal de la localidad.

Enmarcado en el plan de formación de 2012, en este periodo desdeenero, el COPCyL ha organizado directamente varios cursos:

- Fundamentos de neuropsicología- Formación en Constelaciones Familiares - Curso superior de formación y capacitación para el coachingpersonal y organizacional - Curso de actualización profesional para profesionales noveles dela Psicología.

Simulacro de emergencías en cuéllar(segovia)

Formación

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

8

Asimismo, están previstos otros sobre Terapias de TerceraGeneración basadas en Mindfulness y La pareja y el lenguaje tera-péutico con constelaciones familiares.

Jornadas “La psicología Hoy: ¿qué puede hacer por ti?”

Se ha desarrollado en Soria una nueva edición de “La psicologíaHoy: ¿qué puede hacer por ti?”, de puertas abiertas con el fin dedifundir e informar a la sociedad sobre las aportaciones de la psico-logía en relación con el bienestar de la vida para las personas. Se handesarrollado varias ponencias impartidas por profesionales de la psi-cología, en concreto “Qué da sentido a la vida de una mujer del sigloXXI”, a cargo de Dña. Teresa Plaza Marina; “El Cuidado del Cuidador”por Dña. Ana Mª Casado; “Sociedad Permisiva o jóvenes alcohólicos”por Dña. Encarna del Río Jiménez; y “Cuando la alimentación es unproblema” impartida por Dña. Carmen Martínez García.

El pasado día 22 de mayo se celebró la jornada en Salamanca enel salón de grados de la Universidad Pontificia. El Ilmo. Sr. D. LuisMelero Marcos, Vicedecano II del COCyL disertó ante el públicoasistente sobre la ”Situación actual de la Psicología Sanitaria”. Acontinuación, Dña. Mª Ángeles Gómez Martínez, Vocal Presidentadel COPCyL por Salamanca, impartió la confernecia titulada“Avances en el tratamiento de los Trastornos de Alimentación.Una perspectiva transdiagnóstica”

Actividades en BurgosLos colegiados de la provincia burgalesa han seguido mantenien-do sus reuniones colegiales para la difusión de la profesión. Entre

Actividades provinciales

Foto: De izq a dcha: Vicente Martin, vocal del COPCyL y Presidente en León; Enrique Maiz, presidente dela AEBH; Mª del Mar Rodríguez, psicóloga y coordinadora del evento.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

9

las actividades realizadas en el primer semestre destacar la parti-cipación de Mª del Mar Herrero sobre los trastornos alimenticios.

Por otra parte el COPCYL ha renovado con el Ayuntamiento deBurgos el Convenio que mantiene para prestar atención psicoló-gica a jóvenes de la localidad.

Las constelaciones familares en León.Durante los días 9,10 y 11 de marzo, se celebraron en León las VIIIJornadas de la Asociación Española de Constelaciones Familiares(AEBH) en león, con las que colaboró el Colegio Oficial de Psicólogosde Castilla y León y a las que asistieron más de cien participantes.

Estas jornadas tenían el objetivo de acercar al público en generaly a los profesionales a este innovador método psicoterapéutico.Es un método que brinda al mundo terapéutico, empresarial yeducativo un conjunto de soluciones sistémicas para las proble-máticas más diversas.

La familia, sus vínculos y sus relaciones vitales constituyen elpunto de partida para descubrir el fondo de muchas de nuestrasdolencias, sean de carácter físico, emocional o psíquico, así comode nuestras dificultades relacionales en los diferentes ámbitos denuestra vida (laboral, familiar, de pareja, etc).

A.M.A. obtiene un beneficio de 16,14 millones de euros en 2011,

con un alza del 93,8%La gestión de la siniestralidad, determinante para la intensa subida de beneficios

Madrid, 1 de junio de 2012

A.M.A. Agrupación Mutual Aseguradora, la mutua de los profesionales sanitarios, cerró 2011 con un beneficio bruto de 16,14

millones de euros, que fueron 12,54 millones de euros después de impuestos, con aumentos respectivos del 93,8% y del 92%

sobre los obtenidos en 2010. La mutua, única de España especializada en seguros de no Vida para profesionales de la Sanidad,

facturó por primas de seguro directo 187,54 millones de euros el año pasado, un 2% más que el ejercicio anterior.

Diego Murillo, presidente de A.M.A., ha presentado hoy las cuentas de la mutua a la Asamblea Ordinaria de mutualistas, que las

aprobó con un 99,61% de los votos. Asimismo, se eligió y reeligió por unanimidad a 13 consejeros de la mutua. Murillo valoró

como “históricos” los resultados del ejercicio, con incrementos del 2% en facturación, del 2,9% en número de mutualistas y del

1,7% en número de pólizas.

Crecimiento por encima de la media.

En seguros de automóvil, el principal producto de A.M.A., la facturación se elevó en 2011 hasta 133,77 millones de euros, con un

alza del 2,2%, mientras la media sectorial se contrajo un 2,3% En multirriesgos la mutua facturó 21,21 millones de euros, con un cre-

cimiento anual del 5,4%, dos puntos porcentuales por encima de la media del sector.

Murillo consideró especialmente meritoria la evolución en pólizas de Responsabilidad Civil Profesional, con un significativo incre-

mento del 25,1% en el número de pólizas individuales, que pasaron de 54.024 a 67.585 durante el ejercicio.

El presidente explicó que el ligero incremento en facturación permitió alcanzar un significativo aumento de los beneficios gracias

a la gestión y control de la siniestralidad, “que logramos reducir en seguro directo un 7,1% y en términos netos de reaseguro un

5,8% durante el ejercicio”.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

10

COMENTARIODesde un lenguaje cercano y certero Sylvia de Béjarnos habla del DESEO, con un punto de vista abierto,sin tapujos, como hablaríamos en confianza con unamigo. En este libro nos descubre cómo funcionanlos mecanismos del deseo, diferentes en hombres ymujeres, cómo nuestra vida en pareja afecta anuestra relación sexual y los problemas que surgende la falta de deseo o del desajuste en la frecuenciade ese deseo en la pareja. Introducir conceptoscomo el cabreo oculto o desmontar mitos comoque el deseo es una chispa, algo que sólo puedeencenderse de manera espontánea y sin la cual nohay excitación, nos hace tomar conciencia de cómofuncionamos y nos lleva a asumir que nosotros mis-mos nos encargamos de dinamitar nuestra vidasexual, en lugar de comprenderla y potenciarla.Mención aparte merecen los capítulos sobre “lonormal”: ¿qué es lo normal?, ¿cuántas veces es lonormal?, si esto me excita, ¿soy normal?. Como dicela autora, ¡cuánto placer perdido esconden pensa-mientos como estos!

Para finalizar, el apartado de la rutina a la creativi-dad es ameno, impactante e ilustrativo y es imposi-ble leerlo y no sentirse en muchos momentos iden-tificado. Está lleno de sugerencias para hombres,mujeres o ambos, algunas de ellas enviadas por loslectores o utilizadas en terapia. La idea general que

perdura tras leer este libro es que desear es unadecisión y esta decisión implica conocerse, cuidar-se y quererse. Definitivamente Sylvia me ha con-vencido de que dedicar tiempo, energía e imagina-ción a cuidar nuestro deseo es una inversión que símerece la pena. Al fin y al cabo es algo que va avivir con nosotros toda nuestra vida. Yo quierodesear, yo decido desear, siempre.

NOTA DEL LECTORTengo que dejar claro que me acerqué a leer estelibro por casualidad, nunca he sentido que tuvieraproblemas con el deseo. Quizás precisamente poreso, por no haber tenido nunca problemas no mehabía parado a pensar sobre ello, nunca había con-siderado que fuera algo que hubiera que “currarse”tanto, tanto cuando hay problemas o no hay enten-dimiento con la pareja, como cuando no los hay yte invade la rutina. Mi visión al respecto ha cambia-do tras leer este libro.

La primera parte del libro, la más teórica, me haenseñado mucho. He visto reflejadas situacionespropias y de gente cercana y he entendido quenos basamos en estereotipos y que quien másquien menos, se deja llevar por el pudor en untema tan privado como es el sexo. Según ibaleyendo, el modelo de Basson, la convivencia, losdesacuerdos en las necesidades de la pareja, lasexperiencias personales que se relatan, todo meha resultado interesante.

Más o menos en la mitad del libro me tomé un des-canso para pensar en ello y decidí hacer una lista conmis fantasías, las cosas que despiertan mi deseo yque me gustaría experimentar. Cuál no ha sido misorpresa cuando he descubierto que en las 365 + 1sugerencias finales, en el capítulo de la rutina a la cre-atividad, estaban todas incluidas. Qué diferentessomos pero qué iguales en muchos aspectos!

Creo que lo más ilustrativo que puedo decir sobre miopinión de este libro es que he decidido comprar elanterior de la misma autora; quiero informarme, quie-ro aprender, quiero tomar las riendas de mi deseo…es demasiado importante como para perdérselo.

Laura Moreno. FarmaceúticaR&D Quality Assurance

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

11

Entrevista a Ramón Báyes

RESUMENEs licenciado en Filosofía y Letras (sección Psicología), por la Universidad de Barcelona y diplomado enPsicología Clínica por la misma. Desde 1982 ha sido catedrático de Psicología Básica en la UniversidadAutónoma de Barcelona hasta su jubilación, cuando fue nombrado Profesor Emérito de la misma. Es DoctorHonoris Causa de la UNED.

Autor de numerosas publicaciones científicas, también ha escrito libros de divulgación, destacando los referidos apsicología de la salud y cuidados paliativos para enfermos terminales. Ha accedido a contestar a nuestras preguntas.

ABSTRACTHe graduated in Philosophy and Arts (Psychology), University of Barcelona and a diploma in Clinical Psychologyfrom the same. Since 1982 he has been Professor of Basic Psychology at the Autonomous University ofBarcelona until his retirement when he was appointed Professor Emeritus of it. It is Doctor Honoris Causa fromthe UNED. (Mag castañon y Esther Prada Esteban)

Author of numerous scientific publications, has also written popular books, emphasizing those related tohealth psychology and palliative care for terminally ill patients. Has agreed to answer our questions.

Miguel Ángel García Castañón y Esther Prada Esteban

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

12

Tendemos hacia la felicidad, y última-mente parece que no podemos tenerningún tipo de sufrimiento ¿Estamospreparados para enfrentarnos al sufri-miento? Puede haber hospitales sin dolor;es algo que se puede pensar, y de hechohay en Suiza una línea de Hospitales sindolor; no es posible pensar en hospitalessin sufrimiento, porque el hombre, desdeel momento en que viene al mundo,empieza a tener pérdidas; y tienes pérdidasde todo tipo;. En este sentido, es absurdo,un mundo sin sufrimiento no tiene sentido.Hay que hacer frente al sufrimiento; yo creoque los psicólogos podemos y debemosayudar a combatir el sufrimiento; si el dolorpuede eliminarse, se elimina; el dolor úni-camente nos puede servir como toque deatención en momentos determinados parahacernos reaccionar; pero si no sirve paraesto el dolor... y en este sentido sí se haavanzado mucho realmente en el trata-miento del dolor.

El sufrimiento es más amplio que el dolor;hay un modelo muy bonito en el cual seincluye el sufrimiento, y el dolor es uno delos elementos que pueden conducir alsufrimiento, pero no es el único: las pérdi-das, el estrés, los sentimientos de culpa, elmiedo... Todo esto puede conducirnos alsufrimiento igualmente; entonces hayque adoptar un acercamiento globalizadoa los problemas.

En este sentido tenemos un buen modelo,que es el modelo del Hastings Center, deNueva York; se trata de un modelo holísti-co, global, en el cual se habla de muerte, sehabla de sufrimiento, se habla de preven-ción, y se habla del hombre como una uni-dad. A mi modo de ver, lo que hay es que

descartar de una vez por todas en la prác-tica, y esto va a ser muy difícil, es esta dico-tomía entre cuerpo y mente. Hay un ciruja-no, amigo mío, que dice que, cuando elhombre va al médico, no pone su páncre-as, sus ojos, su esternón, o lo que sea, enci-ma de la mesa; va todo él, con sus espe-ranzas y sus miedos y sus expectativas y sufamilia, y va con toda su humanidad;entonces, realmente, hay que dar un trata-miento global al sufrimiento.

Este tipo de intervención supone laacción conjunta de diversos profesiona-les. ¿Estamos preparados para trabajaren equipos multidisciplinares? Dehecho, hay pocos, pero los hay; hay genteque está promoviendo el trabajo interdis-ciplinar y yo he visto trabajar interdiscipli-narmente bien, sobre todo diría, según miexperiencia, en Unidades de CuidadosPaliativos; pero sí es posible. En este enfo-que es imprescindible un equipo de per-sonas preparadas para atender las múlti-ples necesidades de aquellos que seencuentran al final de la vida, superando elviejo dualismo "cuerpo-mente", ya que"Los que sufren no son los cuerpos; son laspersonas", tal y como afirmaba Cassel(1982). Además en este ámbito no se trataya de preservar la vida a cualquier precio,sino de aliviar en lo posible el sufrimiento ytratar de conservar la vida que, a juicio delenfermo, merezca ser vivida. En el InformeHastings se incluye que "la amenaza querepresenta para alguien la posibilidad depadecer dolores, enfermedades o lesionespuede ser tan profunda que llegue a igua-lar los efectos reales que éstos tendríansobre su cuerpo". En este informe, cuyalectura es imprescindible para todos losprofesionales sanitarios y por supuesto

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

13

para los psicólogos, se reflexiona amplia-mente sobre el miedo, el sufrimiento, laangustia, la amenaza o la ansiedad, térmi-nos claramente psicológicos; por tanto, lospsicólogos tienen mucho que aportar enlos equipos interdisciplinares de cuidadospaliativos, en la tarea común de mejorarno sólo la sintomatología somática delenfermo, sino también su calidad de vidaemocional y existencial. En este sentido seencuentran propuestas planteadas duran-te los últimos 30 años, como las de Cassell(1982), Laín Entralgo (1983), Chapman yGravin (1993) o Loeser y Melzack (1999), yen esta misma línea hace más de diez añosque aquí también venimos desarrollando,junto con Pilar Arranz, Javier Barbero yPilar Barreto, un modelo de intervenciónen cuidados paliativos que nos permitadisponer de instrumentos para detectar,evaluar y atender las necesidades de lapersona al final de la vida, adaptándonos ala realidad de ese enfermo y a cadamomento y con independencia de la eti-queta de su enfermedad.

¿Esto significa que se ha superado elmodelo médico tradicional? Actual-mente los fines del nuevo campo de lasalud, equivalentes en cuanto a prioridady relevancia, han sido acertadamenteresumidos por Callahan (2000): a) preveniry curar las enfermedades, el objetivo de lamedicina de siempre; y b) ayudar a las per-sonas a morir en paz. Por tanto, los proble-mas son múltiples, y las soluciones pue-den venir desde una perspectivabiológica, psicológica, social, etc. El hom-bre tiene muchas dimensiones, pero encada momento él está priorizando algo, ysi lo queremos ayudar hay quizá algo quepuede ser más claro en este sentido;

Lazarus y Folkman (1986) dicen que tanimportantes son las estrategias de afronta-miento que tiene una persona como elhecho de que éstas pueden variar de horaen hora, de semana en semana y de mesen mes. Si queremos ayudar a una perso-na tenemos que ayudarla en el momentoen el que estamos y con sus estrategias deafrontamiento actuales.

Víctor Frank dice algo parecido con respec-to al sentido de la vida; lo importante no esconocer qué sentido de la vida tiene unapersona, sino qué sentido de la vida tieneesta persona en este momento, porqueesto puede cambiar. Por ello, yo diría quelo que hay que hacer normalmente sonestudios longitudinales, lo que hay quehacer es investigación longitudinal, lo quehay que hacer es investigación individual.

¿El análisis experimental del comporta-miento sigue siendo la única estrategiafiable y científica para afrontar el com-portamiento humano? No lo sé; yo diríaque hay gente que lo defiende, yo mesiento muy cercano a ello, pero esto no lopuedo contestar; yo creo que las cosas sonmuy complejas y esto es algo que nosofrece datos y que nos ofrece datos yodiría que fidedignos y verificables; de estoya se dio cuenta Karl Popper, que vivió enViena en un momento en el que salieronlos grandes modelos: salió el modelo deEinstein, el modelo de Freud y el modelode Marx; entonces Popper se dio cuentaenseguida de que había una gran diferen-cia; el modelo de Einstein era falsable, aun-que no se pudiera falsar en ese momento,pero daba las líneas para que en unmomento determinado se pudiera falsar.Los modelos de Freud y de Marx no; más

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

14

bien, los datos que iban saliendo iban aco-modando el modelo a la teoría inicial.

¿Y con qué reconocimiento cuentaactualmente la función del psicólogo enlas unidades de cuidados paliativos? Sinduda el papel de médicos y enfermerasestá claro en una unidad de cuidados palia-tivos, pero la función de otros profesiona-les, como es el caso del psicólogo, es máscuestionada. El control de los síntomas seconsidera algo prioritario, cuando deberíaconsiderarse como un objetivo intermedio,ya que es insuficiente para que los enfer-mos tengan, en la medida de lo posible,una buena muerte. Muy al contrario, enalgunos casos se ha observado que mitigarlos síntomas somáticos facilita que la per-sona sea más consciente de su deterioro yde la proximidad de su muerte, lo que leocasiona mayor ansiedad y sufrimiento.

¿Cómo se debe desarrollar la actuacióndel psicólogo en el contexto de los cui-dados paliativos? Fundamentalmente yoconsidero que existen tres niveles de inter-vención ante el sufrimiento. En un primeracercamiento a la realidad del enfermo,todos los miembros del equipo deben serempáticos y ser capaces de aportar susobservaciones sobre esa persona, sus pro-blemas, sus relaciones en el contexto hos-pitalario; además, es imprescindible unposicionamiento bioético y una elevadaimplicación con el enfermo, así como esnecesario conocer en profundidad el tra-bajo de los demás miembros del equipo.En un segundo nivel, se deben incluir ladetección temprana de angustia vital o deduelos complicados, la evaluación de sín-tomas psicológicos refractarios o de losestados de ánimo, ansiosos o depresivos,

la prevención del burnout, el tratamientode los trastornos desadaptativos, o la inter-vención en crisis; actualmente se estáincrementando también la participaciónen investigaciones sobre aspectos psicoló-gicos positivos, como la resiliencia. Porúltimo, un tercer nivel de actuación delpsicólogo se referiría a la evaluación exter-na del equipo. (Bayés, 2005).

En cualquier caso, es importante que laayuda profesional no sea demasiadointervencionista, ya que se puede caeren el error de corporativizar la muerte.Un psicólogo que interviene ante el sufri-miento de un enfermo en sus últimospasos debe estar sólidamente preparadopara no defraudar a esa persona en unatesitura tan difícil.

Vd. también ha hablado mucho sobre laimportancia del tiempo subjetivo, deltiempo percibido por cada persona.Esto es especialmente relevante cuandouna persona se encuentra sufriendo.¿Qué se puede hacer en estos casospara que el tiempo sea más llevadero?El tiempo objetivo es el que marcan loscalendarios y los relojes; sin este tipo detiempo nuestra sociedad como tal nopodría existir, no habría posibilidad deencontrarnos con los amigos, ni habríahorarios; pero el tiempo que nos interesa,el tiempo de verdad y el que particular-mente a cada uno le hace sentir es el tiem-po subjetivo; por ejemplo, del pasadopodemos recordar acontecimientos queduraron apenas unos segundos o minutos,buenos o malos, los podemos recordar 20años después, con todo detalle; en cam-bio somos incapaces de recordar cosascotidianas; es decir, existen dos formas de

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

15

duración del tiempo, una es la que nosmiden los relojes, y otra forma es lo queese tiempo significa para nosotros. Laduración del instante depende precisa-mente de lo que estás haciendo o estássintiendo; así para una persona con insom-nio el tiempo seguro que se hace máslargo que el que marcan las manecillas delreloj, al contrario de lo que le sucede a unapersona que se está divirtiendo; son dosvalores distintos ante el mismo fragmentorecorrido por las manecillas del reloj.

En el caso de los cuidados paliativos, amayor importancia de lo que está ocu-rriendo en nuestro entorno y menor con-trol percibido, mayor sensación de dura-ción de ese tiempo y, en muchos casos,mayor sufrimiento. En una enfermedadgrave la información puede producirsufrimiento, pero sin duda la incertidum-bre y la incomunicación suelen tenerefectos mucho peores. Existen técnicaspara modificar ese valor subjetivo deltiempo; son diversas, pero tienen encomún que modifican nuestra percep-ción, bien mediante la detención deltiempo o bien consiguiendo que tú veastu vida desde la distancia, como si vieraspasar las cosas sin que te afectaran; enun caso disfrutas de lo que estás hacien-do, y en el otro caso, te distancias deldevenir de tu vida normal, que se perci-be como un río al que vemos desdefuera. En este sentido hay técnicas derelajación, de visualización, desde el bio-feecback, la hipnosis, las técnicas nuevasde Aceptación y compromiso, que tienenen común esto, es decir, el que tú te dis-tancies del devenir de tu vida y la veastranscurrir sin que te afecte; técnicastambién de importación oriental muchas

de ellas, denominadas Mindfulness oTécnicas de meditación.

En cualquier caso, se trata de distraer laatención de aquello que nos está afec-tando, de nuestro dolor, hacernos salirfuera de nuestro tiempo a través de fijarnuestra atención en otra cosa que nossea atractiva. Hay que encontrar cosasque nos guste hacer: encontrar cosasque al hacerlas nos sintamos implicadosy en tiempo desaparece y si esto no esposible, distanciarnos de nuestro tiempoy pasar de las cosas que nos están suce-diendo como si le sucedieran a otro.

¿Hay alguna otra cuestión que quieraañadir? Pues vamos a hablar de los ancia-nos, que yo soy un anciano, y aquí hay unacosa muy clara; yo lo que defiendo es quela jubilación debe ser una fase activa, abor-dada desde el optimismo; el ancianoactual ya no responde a aquel estereotipode persona inactiva. Actualmente nosencontramos con esa etapa de la vidasocial y laboral en un momento en el quetodavía se cuenta con buena salud ymuchas habilidades intactas que se pue-den continuar desarrollando. La cuestiónes cómo plantearse esta nueva fase, másallá de aspectos políticos, sociales o eco-nómicos, desde el punto de vista del bien-estar psicológico. En la línea de lo quehemos venido comentando, reflexionarsobre la propia muerte, en este sentido,puede ser incluso algo liberador.

Llegados a este punto, nos permitimosreproducir las recomendaciones queRamón Bayés propone en su libro El psi-cólogo que buscaba la serenidad sobrela felicidad y la jubilación:

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

16

1. Simplifique el entorno donde vive; amenos que tenga un sentido muy especialpara usted regale, venda o elimine todo loque no ha usado durante años y ha idoacumulando a lo largo de la vida. DecíaGandhi que la verdadera civilización con-siste no en la multiplicación, sino en lareducción de las necesidades.

2. Haga ejercicio regularmente. Andardemora la aparición de los síntomas dedeterioro.

3. Si no le gusta, no puede o no le dejanseguir con el trabajo que hacía antes dejubilarse, busque una actividad alternativaque disfrute al hacerla y proporcione, ade-más, sentido a su vida. Notará que la haencontrado -da igual que sea pintar, traba-jar de voluntario, escribir, o cultivar unhuerto- cuando al practicarla sienta que eltiempo desaparece y experimente satis-facción por el hecho de llevarla a cabo.

4. La estrategia para conseguir la felici-dad consiste no en desear lo que nosfalta, sino lo que no nos falta; en apren-der a disfrutar de lo que hacemos y tene-mos aquí y ahora. Pegue en el espejo desu cuarto de baño esta frase, : «Pasé lamitad de mi vida preocupándome porcosas que nunca sucedieron».

5. Haga planes, tenga ilusiones y expec-tativas, pero no condicione la felicidad asu cumplimiento. No piense «Sería felizsi…», «Sólo seré feliz si…». No rumieexcesivamente sobre su pasado; acepte

su futuro aunque no se corresponda consus sueños. Nadie ha vivido nunca en unpasado ni en un futuro. Todo lo que tene-mos es el presente.

6. Regálese momentos de lentitud y dereflexión en los que contemple su propiavida, sin juzgarla, como si estuviera en lacima de una montaña y la viera transcurrirdesde lo alto, como un río que serpenteapor el fondo del valle.

7. Reflexione ocasionalmente sobre lamuerte. La meditación sobre la muerte,nos señalan Séneca y Montaigne, es medi-tación sobre la libertad. El que ha aprendi-do a morir ha desaprendido a servir.

8. Enriquezca tanto como le sea posible suvida cultural, social y afectiva. Intente serapasionadamente creativo. La vida no esrepetición; es cambio.

9. Sea generoso y compasivo con los quele rodean; trate de hacer felices a las perso-nas, especialmente a las más próximas, asu pareja, a su familia, a sus amigos, a lasque comparten con usted una historia, untiempo y un espacio.

10. El perdón sincero es un arma poderosa.Perdónese los errores cometidos y, siem-pre que sea posible, perdone a los demásseres humanos sus equivocaciones y mal-dades. Si tiene ocasión y visita algún día elMuseo del Ermitage, en San Petersburgo,dedique unos minutos a contemplar elcuadro de Rembrand “El hijo pródigo”.

Bayés, R. (2010). La Jubilación y la felicidad. En Bayés, R., El psicólogo que buscaba la serenidad. (pp.72-79). Plataforma Editorial. Barcelona

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

17

Virtual Stop Smoking: el uso de la realidadvirtual para el tratamiento del tabaquismo

José Gutiérrez Maldonado*, Irene Pericot Valverde*, Olaya García Rodríguez** y Marta Ferrer García* *Universidad de Barcelona** Universidad de Oviedo

La adicción al Tabaco constituye un graveproblema de salud pública, considerándo-se la primera causa de muerte prevenibleen el mundo. Según la OrganizaciónMundial de la Salud, si el consumo actualde tabaco se mantiene, en el año 2030habrá más de ocho millones de muertesanuales por esta causa (OMS, 2010).

Además de los probados efectos nocivospara la salud, el coste económico derivadodel tratamiento de las enfermedades cau-sadas por el tabaco hace evidente la nece-sidad de desarrollar tratamientos efectivos.

A pesar de la ley 42/2010, en vigor desdeenero de 2011, que prohíbe el consumode tabaco en cualquier tipo de espacio deuso público que no esté al aire libre, el con-sumo dentro de la población españolasigue siendo elevado. Según la últimaencuesta domiciliaria sobre alcohol y dro-gas (Plan Nacional sobre drogas, 2010) seestima que un 42,8% de la población de15 a 64 años ha consumido tabaco duran-te los últimos 12 meses, un 39,4% en elúltimo mes y un 31,8% diariamente.

TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS PARAEL TABAQUISMOEn la actualidad se dispone de tratamien-tos psicológicos eficaces para el taba-quismo (Secades Villa y FernándezHermida, 2001). No obstante, uno de los

principales problemas continúa siendo laalta tasa de recaídas tras las intervencio-nes: entre un 40 y un 70% de los pacien-tes que finalizan con éxito el tratamientovuelve a fumar con el paso de tiempo.

Los primeros tratamientos psicológicospara el abordaje del tabaquismo apare-cieron en los años sesenta de la mano dela modificación de conducta. Desdeentonces, se han desarrollado diferentestécnicas efectivas para el tratamientopsicológico del tabaquismo, entre ellas,las técnicas aversivas, la prevención derecaídas, el manejo de contingencias ylos tratamientos multicomponentes.

Las principales técnicas aversivas son: latécnica de fumar rápido, la saciación y latécnica de retener el humo. A pesar de quedichas intervenciones han mostrado sermás eficaces que otro tipo de abordajes, notienen una mayor implantación debido alos posibles riesgos que pueden acarrearpara la salud del paciente y lo desagrada-bles que resultan. La prevención de recaí-das tiene como principal objetivo el man-tenimiento de la abstinencia mediante eluso de diferentes técnicas que permiten alos fumadores identificar las situacionesque pueden provocar una caída y enfren-tarse a ellas. El manejo de contingenciasutiliza los principios del condicionamien-to operante para modificar el consumo

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

18

de sustancias, reforzando medianteincentivos u otro tipo de privilegios clíni-cos la conducta de abstinencia. Por últi-mo, las intervenciones psicológicas multi-componentes son el tratamiento deelección para la dependencia del tabaco.La característica principal de estos trata-mientos es la utilización de distintas técni-cas (componentes) de intervencióndurante las tres fases por las que pasa unfumador (preparación, abandono y man-tenimiento). En la fase de preparación, elobjetivo es incrementar la motivación y elcompromiso del paciente para el abando-no del consumo de cigarrillos. Durante lafase de abandono, se utilizan las estrate-gias existentes para dejar de fumar. Porúltimo, en la fase de mantenimiento sefomenta la abstinencia a largo plazo.

Después de que la persona haya dejadode fumar, el mantenimiento de la absti-nencia puede ser difícil y a menudo sur-gen dificultades que pueden desembo-car en una recaída: el craving es uno delos precipitantes más habituales de lascaídas. El término anglosajón craving,que define el deseo o ansia por consumiruna droga, es considerado un factoresencial en el ámbito de las adicciones yuna de las principales causas del consu-mo compulsivo de tabaco. Además, es elprincipal responsable de las dificultadescon que se encuentran las personas quehan dejado de fumar durante el periodode abstinencia, provocando la mayoríade las recaídas. Se ha comprobado queexperimentar bajos niveles de cravinguna vez se ha dejado de fumar resulta unbuen predictor de abstinencia a largoplazo (Ferguson, Shiffman, y Gwaltney,2006; Killen y Fortmann, 1997).

El craving puede desencadenarse duran-te la exposición a una situación o estímu-lo fuertemente asociado al consumo desustancias (Marlatt y Gordon, 1985;Piasecki, 2006). A diferencia de otras dro-gas, donde los estímulos o situacionesrelacionados con su uso pueden ser evi-tados favoreciendo así la abstinencia, laconducta del fumar está asociada a unagran variedad de situaciones socialesque no pueden ni deben evitarse (estaren una fiesta con amigos o incluso enuna reunión familiar donde otros fumen)en comparación con el consumo de otrassubstancias que suele darse en contex-tos marginales o incluso peligrosos y queconviene evitar.

Las técnicas de exposición a señales (CueExposure Treatment, CET) se basan, engran medida, en los principios del condi-cionamiento clásico para explicar ciertosaspectos de la adicción a las drogas.Desde las teorías clásicas del aprendiza-je, estímulos originalmente neutros (EC)que se emparejan de manera reiteradacon la sustancia (EI), son capaces de pro-vocar una reacción similar a la que pro-duciría la presencia de la sustancia. Dicharespuesta es conocida como respuestacondicionada (RC). En términos operan-tes, los estímulos asociados a la sustanciafuncionarían como estímulos discrimina-tivos (ED) que informarían de las proba-bilidades de que la conducta, en estecaso la auto-administración de la sustan-cia, fuese reforzada,.

Las técnicas de exposición a señales tie-nen como objetivo reducir la respuestade consumo a través de la exposicióncontrolada y repetida a estímulos o

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

19

entornos asociados al uso de la sustan-cia. Así, a través de la exposición contro-lada (LaRowe, Saladin, Carpenter yUpadhyaya, 2007) a estas situaciones sepodría reducir o eliminar el deseo facili-tando la abstinencia a medio y largoplazo. Los estímulos utilizados para laexposición pueden presentarse en vivo,en imaginación, a través de fotografías,filmados o grabados en video. La exposi-ción en vivo implica la exposición siste-mática y deliberada a estímulos y situa-ciones reales de la vida cotidiana.Mediante la exposición en imaginaciónse pueden revivir con detalle experien-cias relacionada con el consumo de ladroga.En la exposición a través de foto-grafías o mediante otras ayudas audiovi-suales, como pueden ser videos, suelenpresentarse situaciones de consumo detabaco, así como elementos utilizadosdurante su consumo como mecheros,cigarrillos, etc.

Un aspecto relacionado con la modali-dad de exposición es el tipo de estímu-los que pueden presentarse. Se puedenencontrar dos tipos de señales: las pro-ximales y las distales. Las señales proxi-males son los estímulos concretos pre-sentes en las situaciones relacionadascon el consumo de tabaco, por ejemplocigarrillos, mecheros, bebidas alcohóli-cas; por otro lado, las señales distalesson las situaciones y contextos más fre-cuentemente asociados al consumo detabaco, como un bar, un pub o unasituación social donde se consuma lasustancia. El segundo tipo de señalestiene mayor complejidad, pues presen-tan de manera simultánea tanto estímu-los proximales como distales.

Estudios previos llevados a cabo en elámbito de las drogodependencias hanmostrado que la presentación de estímu-los relacionados con la sustancia produ-ce un aumento del deseo de consumo ocraving (Carter y Tiffany, 1999). Sinembargo, los estudios realizados hasta elmomento tienen algunas limitaciones,entre ellas, la presentación de maneraaislada de los estímulos asociados al con-sumo (Upadhyaya, Drobes y Wang,2006), olvidando la complejidad de lassituaciones que provocan el deseo deconsumir. El uso de videos o fotografías(Lubman et al., 2009) podría verse comouna solución, pero la situación artificialde laboratorio hace que la experienciasubjetiva de deseo de consumo puedaverse afectada. Por último, la exposiciónen imaginación es una modalidad quepor su bajo coste resulta muy atractivapara la práctica clínica; no obstante,debe tenerse en cuenta que con la expo-sición en imaginación, aspectos clave delos parámetros de la exposición puedenverse afectados, pues el terapeuta tienemenos control sobre las característicasde la situación imaginada; todo ellopuede comprometer la utilización efecti-va de dicha técnica.

Una alternativa que está recibiendoatención en estudios realizados reciente-mente está basada en la utilización derealidad virtual (RV). La exposiciónmediante RV permite alcanzar a la vezelevados niveles de control de variablesy de generalización, es decir de validezinterna y de validez externa, dado quefacilita la simulación de situaciones rea-les (Rovira, Swapp, Spanlang y Slater,2009) en las que se presenta el trastorno,

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

20

con lo que las señales ante las que seexpone al paciente no quedan descon-textualizadas (Campbell et al., 2009).

Aunque una definición amplia de RVincluye gran cantidad de ámbitos y aplica-ciones, usualmente se reserva tal denomi-nación para aquella tecnología informáti-ca que genera entornos tridimensionalescon los que el sujeto interactúa en tiemporeal, produciéndose de esa manera unasensación de inmersión semejante a la depresencia en el mundo real (Gutiérrez-Maldonado, 2002). Presencia e interac-ción son dos propiedades fundamentalesde los sistemas de RV. Se denomina pre-sencia a la sensación de “estar en” el entor-no virtual. Los sujetos que pasan porentornos de RV no tienen la sensación deobservarlos desde fuera, sino de formarparte de ellos. Esta característica hizo pen-sar a algunos investigadores, durante losprimeros años de la década de los noven-ta, que la simulación de situaciones fóbi-cas mediante realidad virtual podría serempleada como una forma de exposición.

Los primeros estudios en los que se apli-có la RV para el tratamiento de distintostrastornos mentales mostraron que eraeficaz para el tratamiento de la fobia avolar (North y North, 1994), la acrofobia(Rothbaum et al., 1995), el trastorno porestrés postraumático (Rothbaum et al.,1999), la fobia social (North, North yCoble, 1998), la agorafobia (North yNorth, 1994), la claustrofobia (Botella etal., 1998), la fobia a conducir (Wald yTaylor, 2000) y la fobia a las arañas (Vince,1995); pero no se mostraba útil solamen-te como técnica de exposición y desensi-bilización sino que también permitía

mejorar el uso de las técnicas cognitivasen trastornos tan graves como la anore-xia o la bulimia (Riva, Bacchetta, Baruffi,Rinaldi, y Molinari, 1998), o incrementarlas habilidades de niños autistas(Strickland, Marcus, Hogan, Mesibov yMcAllister, 1995). Desde entonces se haavanzado también en otros camposcomo el tratamiento del dolor, la rehabi-litación psíquica y psicomotora, y unaamplia variedad de trastornos que nopara de crecer.

LA REALIDAD VIRTUAL EN EL TRATA-MIENTO DEL TABAQUISMODiferentes grupos de investigación hanestudiado el tratamiento mediante RV dela adicción a sustancias como la heroína,la nicotina y el alcohol (Nemire, Beil ySwan, 1999; Bordnick, Graap, Copp,Brooks y Ferrer, 2005; Lee, et al., 2004;Bordnick, et al., 2008). Se desarrollanentornos virtuales que representansituaciones, personas u objetos que sesuponen disparadores del deseo de con-sumir. Se pretende que se llegue a laextinción o a la máxima reducción deeste deseo urgente de consumir y, obvia-mente, que esta reducción del deseopueda generalizarse después a situacio-nes similares en el mundo real. La mayorparte de estudios hechos hasta elmomento se centran en comprobar si losentornos de RV son capaces de elicitar larespuesta de craving o deseo urgente deconsumir. En este campo, nuestro grupo,en la Universidad de Barcelona y en laUniversidad de Oviedo, ha venido des-arrollando durante los últimos años unaserie de estudios cuyo objetivo es eva-luar la efectividad de la exposiciónmediante RV en el tratamiento de la adic-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

21

ción a la nicotina (García-Rodríguez et al.,2010; García-Rodríguez, Pericot-Valverde,Gutiérrez-Maldonado, Ferrer-García, 2009;Ferrer-Garcia, Garcia-Rodriguez,Gutierrez-Maldonado, Pericot-Valverde ySecades-Villa, 2010). Los resultados obte-nidos hasta el momento, de forma consis-tente con los de otros grupos como loscitados anteriormente, confirman la utili-dad de la RV en este ámbito. Como sedecía anteriormente, la presentación deseñales mediante RV, al contrario de loque pudiera parecer a primera vista, esincluso más realista que la presentaciónde señales físicas. En los procedimientosestándar de presentación de señales semuestra al paciente un determinadonúmero de objetos relacionados con suproblema (una botella de licor en el casode pacientes con alcoholismo, un cenice-ro o un cigarrillo en el caso de pacientescon adicción al tabaco, comida en el casode pacientes con bulimia, etc.), sin embar-go, aunque esos objetos físicos son reales,el entorno en el que se presentan (la con-sulta, el laboratorio, etc.) dista mucho depoder ser calificado como realista para elpaciente, dado que no es el contexto en elque habitualmente encuentra esos estí-mulos. Los objetos están descontextuali-zados, restando realismo a la exposición.Mediante RV es posible simular no sólolos objetos mencionados, sino los entor-nos en los que se encuentran de formanatural, haciendo por tanto que la situa-ción sea más realista y que, en consecuen-cia, pueda esperarse que tenga unamayor validez ecológica.

Se podrían sistematizar los avances reali-zados hasta el momento sobre aplicacio-nes de RV en el ámbito de la adicción al

tabaco diferenciando dos líneas deinvestigación. Por una parte, la evalua-ción de la capacidad de entornos virtua-les en los que aparecen situaciones rela-cionadas con el consumo de tabaco oparafernalia asociada con su uso, paraprovocar respuestas de deseo de consu-mo en fumadores. En este sentido, losestudios realizados muestran como la RVpuede ser una forma más eficaz de pre-sentar los estímulos, por encima inclusode las modalidades de presentación tra-dicionales como fotografías o videos(Baumann y Sayette, 2006; Bordnick etal., 2004; Bordnick, Traylor, Graap, Copp yBrooks, 2005; Lee et al., 2003). Los resul-tados obtenidos en el laboratorio, en losque se observa que la RV es capaz desimular situaciones reales que son capa-ces de provocar craving en fumadoresconfieren validez a su utilización comotécnica de exposición (García Rodríguez,Pericot-Valverde, Gutiérrez Maldonado,Ferrer García, M. y Secades Villa, en pren-sa). Además de los estudios que han eva-luado la capacidad de producir respues-tas de deseo de consumo, otros handirigido su interés hacia la posibilidad deaplicación de la RV dentro de los trata-mientos para el tabaquismo. Los escasosestudios que han utilizado la técnica deexposición mediante RV como interven-ción terapéutica (Lee et al., 2004;Woodruff, Conway, Edwards, Elliott yCrittenden, 2007), muestran que a travésde las sesiones de tratamiento lospacientes reportan reducciones en losniveles de dependencia de la nicotina yniveles de consumo (Girard, Turcotte,Bouchard y Girard, 2009).Uno de los últi-mos estudios llevados a cabo hasta elmomento ha sido el realizado por el

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

22

grupo Patrick Bordnick, de la Universidadde Houston. Este equipo ha desarrolladoun programa virtual denominado Virtualreality nicotine cue reactivity assessmentsystem (VR-NCRAS), que incorpora dosentornos virtuales: una situación social enla que aparecen avatares fumando y unentorno que simula una habitación dondeaparecen diferentes elementos relaciona-dos con el consumo como paquetes detabaco, café y bebidas alcohólicas(Kaganoff, Bordnick y Carter, 2012).

En los estudios realizados hasta ahorasobre aplicaciones de la RV para el trata-miento del tabaquismo aparecen doslimitaciones principales. En primer lugar,la mayoría de los resultados obtenidos, apesar de ser prometedores, no muestranresultados a medio-largo plazo. Son nece-sarios estudios con periodos largos deseguimiento que permitan comprobar sila abstinencia se mantiene a largo plazo.En segundo lugar, en la mayoría de losestudios realizados hasta el momentoúnicamente se han desarrollado uno odos entornos virtuales que reproducensituaciones relacionadas con el consumode tabaco. Para una buena utilización dela RV dentro de un paquete de tratamien-to del tabaquismo es necesario un mayornúmero de entornos virtuales que posibi-liten un tratamiento más individualizado.

Con la finalidad de superar estas limita-ciones, nuestro grupo de las universida-des de Barcelona y Oviedo está desarro-llando un protocolo de intervenciónvalidado empíricamente para el trata-miento del tabaquismo que combina loselementos de un programa multicompo-nente para dejar de fumar (Becoña, 2007)

junto con un nuevo módulo de exposi-ción mediante técnicas de realidad vir-tual. A continuación se describen lasfases de este proyecto y los resultadosobtenidos hasta el momento. En la faseinicial, con el objetivo de determinarqué entornos virtuales se desarrollarían,se administró un cuestionario a 154fumadores en el que los sujetos debíaninformar acerca del deseo de consumode tabaco en 12 situaciones donde losfumadores suelen consumir: despuésdel desayuno, después de comer o cenaren casa, después de comer en un restau-rante, tomando algo en un pub, toman-do un café en una cafetería, viendo latelevisión o leyendo un libro en casa,durante las pausas en las clases, durantelas pausas en el trabajo, esperando a unamigo en la calle, trabajando, estudian-do para un examen y conduciendo.Igualmente, se les pidió a los participan-tes que enumerasen los estímulos pre-sentes en dichas situaciones y quepudiesen funcionar como precipitantesdel deseo. Los resultados mostraron quelas situaciones en las que los participan-tes refirieron mayor nivel de deseo deconsumo fueron, en primer lugar,tomando algo por la noche en unbar/pub; en segundo lugar, después decomer o cenar en un restaurante; en ter-cer lugar, tomando un café por la tardeen una cafetería y, finalmente, despuésde comer o cenar en casa (Garcia-Rodriguez, Ferrer-Garcia, Pericot-Valverde, Gutierrez-Maldonado,Secades-Villa, y Carballo, 2011). Lasseñales proximales que los participantesrelacionaron con el deseo de fumar fue-ron ver a otras personas fumar y la pre-sencia de café o bebidas alcohólicas.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

23

El conocimiento de cuáles son los precipi-tantes del consumo más habituales fueimportante a la hora de llevar a cabo lasegunda fase del proyecto. A partir de lasrespuestas al cuestionario, se desarrollaronocho entornos virtuales que simulan sietesituaciones diferentes de la vida cotidiana

asociadas al consumo de tabaco: un des-ayuno en casa, un almuerzo en casa, unasituación de sobremesa en un restaurante,una cafetería, una parada de autobús, unpub/discoteca y una situación de relax encasa; y una situación que se pretendía utili-zar como control: un museo (figura 1).

Figura 1. Entornos virtuales para el tratamiento del tabaquismo mediante exposición a señales

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

24

Con el objetivo de evaluar la capacidad delos entornos virtuales desarrollados paraproducir craving en fumadores, y utilizar-los posteriormente durante el tratamiento,se registró el nivel de deseo generadodurante la exposición a los entornos vir-tuales en 46 fumadores (García Rodríguez,Pericot-Valverde, Gutiérrez Maldonado,Ferrer García, M. y Secades Villa, en pren-sa). Los participantes en el estudio fueronexpuestos a los entornos virtuales utili-zando un HMD (Head Mounted Display)con sistema de posicionamiento, permi-tiendo a los participantes interactuar entiempo real con el entorno como si fuera elmundo real. Durante la exposición seregistraron los niveles de craving. Losresultados de este estudio mostraron quelos entornos virtuales fueron capaces deproducir deseo de consumo y que losfumadores informaron de mayores nivelesde deseo en los entornos que simulaban elpub, la cafetería y la comida en casa, resul-tados coincidentes con los del estudio pre-vio mediante cuestionario.

Durante la misma fase del proyecto, y conel objetivo de determinar la capacidad dedistintas variables individuales para prede-cir el craving autoinformado en fumadoresdurante la exposición a los entornos virtua-les, se midieron tres grupos de variables. Enprimer lugar, variables relacionadas condependencia de la nicotina: número decigarrillos al día, puntuación en el testFagerström y medición de monóxido decarbono (CO); en segundo lugar, variablesrelacionadas con la ansiedad: puntuaciónde los tests STAI-R y STAI-E y, por último,variables relacionadas con la sensación delos sujetos de “estar” en los entornos virtua-les y no ser un observador externo: pun-

tuación en un cuestionario de presencia(Ferrer-García, García-Rodríguez, Gutiérrez-Maldonado, Pericot-Valverde y Secades-Villa, 2010). La sensación de presencia hacereferencia a la capacidad de experimentarla inmersión virtual como si se tratara delmundo real (Gutiérrez Maldonado, 2002).Los resultados mostraron que el cuestiona-rio de presencia fue la variable con mayorcapacidad predictiva de las puntuacionesde los sujetos en la escala de craving. Portanto, conseguir que la persona tenga lasensación de estar en los entornos virtua-les y no ser un mero observador externo esuno de los aspectos clave durante el trata-miento. Facilitar la interacción con losentornos virtuales y el aislamiento de lasituación real para centrarse en la situaciónsimulada pueden ser dos vías para favore-cer altos niveles de presencia.

En la actualidad, el proyecto de investi-gación se encuentra en la última fase, laincorporación de la técnica de exposi-ción a través de RV a un programa multi-componente para el tratamiento deltabaquismo. El tratamiento multicompo-nente utilizado durante el proyecto estábasado en el programa para dejar defumar de Becoña (2007). El tratamientodesarrollado, Virtual Stop Smoking(García-Rodríguez, Pericot-Valverde,Gutiérrez-Maldonado, García-Fernández,Ferrer-García y Secades Villa, 2011) cons-ta de seis sesiones de una duración apro-ximada de 90 minutos en las que se utili-zan las siguientes técnicas: reduccióngradual de ingesta de nicotina y alqui-trán, información, control estimular,entrenamiento en habilidades, preven-ción de recaídas y exposición en RV conprevención de respuesta. Con el compo-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

25

nente de exposición se pretende reducirel deseo de fumar hasta su extinción yevitar, de esta forma, el consumo detabaco en esa situación después de laexposición. Los objetivos de esta últimafase son, en primer lugar, determinar laadaptabilidad de las técnicas de exposi-ción a través de RV dentro de un progra-ma multicomponente para el tratamien-to del tabaquismo y, en segundo lugar,

comprobar la eficacia del tratamiento amedio y largo plazo. A la espera de losresultados definitivos del ensayo clínico,la adaptación de las técnicas de RV alprograma multicomponente ha derivadoen el protocolo Virtual Stop Smoking.Este programa está siendo utilizadocomo protocolo de intervención en lasUniversidades de Oviedo y de Barcelonacon resultados prometedores.

AgradecimientosProyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación: “Aplicación de técnicas de realidad virtual en el tratamiento deltabaquismo” Referencia PSI2008-05938/PSIC.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASAmerican Psychiatric Association.(1996). Practice guideline for the treatment of patients with nicotine dependence.American Journal ofPsychiatry, 153, 1-31.

Baumann, S. B., &Sayette, M. A. (2006). Smoking cues in a virtual world provoke craving in cigarette smokers. Psychology of addictivebehaviors, 20(4), 484-489.

Becoña Iglesias, E. (2007). Programa para dejar de fumar. Vigo: Nova Galicia Edicións.

Botella, C.; Baños, R. M.; Perpiñá, C.; Villa, H.; Alcañiz, M. y Rey, A. (1998): Virtual reality treatment of claustrophobia: a case report.

Behavior Research and Therapy, 36, 239-246.

Bordnick, P. S., Graap, K. M., Copp, H., Brooks, J., Ferrer, M., & Logue, B. (2004).Utilizing virtual reality to standardize nicotine craving rese-arch: a pilot study.Addictive Behaviors, 29(9), 1889-1894.Bordnick, P. S., Traylor, A. C., Graap, K. M., Copp, H. L., & Brooks, J. (2005). Virtual reality cue reactivity assessment: a case study in a teensmoker. Applied Psychophysiology Biofeedback, 30(3), 187-193.Bordnick, P. S., Graap K. M., Copp H. L., Brooks J. y Ferrer, M. (2005). Virtual reality cue reactivity assessment in cigarette smokers.Cyberpsychology & Behavior, 8(5), 487-492.Bordnick, P. S., Traylor, A., Copp, H. L., Graap, K. M., Carter, B., Ferrer, M., y Walton, A.P.. (2008). Assessing reactivity to virtual reality alcoholbased cues. Addictive Behaviors, 33(6), 743-756.

Campbell, Z., Zakzanis, K. K., Jovanovski, D., Joordens, S., Mraz, R. y Graham, S. J. (2009). Utilizing Virtual Reality to Improve the EcologicalValidity of Clinical Neuropsychology: An fMRI Case Study Elucidating the Neural Basis of Planning by Comparing the Tower of London witha Three-Dimensional Navigation Task. Applied Neuropsychology, 16(4), 295-306. doi:10.1080/09084280903297891

Carter, B. L., y Tiffany, S. T. (1999). Meta-analysis of cue-reactivity in addiction research.Addiction, 94(3), 327-340.

Ferguson, S. G., Shiffman, S.,y Gwaltney, C. J. (2006). Does reducing withdrawal severity mediate nicotine patch efficacy? A randomizedclinical trial.Journal of consulting and clinical psychology, 74(6), 1153-1161.

Ferrer-García, M., García-Rodríguez, O., Gutiérrez-Maldonado, J., Pericot-Valverde, I. y Secades-Villa, R. (2010). Efficacy of virtual reality fortriggering smoking craving: relation with level of presence and nicotine dependence. Studies in health technology and informatics, 154,123-7.

García Rodríguez, O., Pericot-Valverde, I., Gutiérrez Maldonado, J. García Fernández, G., Ferrer García, M. y Secades Villa, R. (2011). VirtualStop Smoking : exposición a través de realidad virtual en un programa para dejar de fumar. Adicciones, 23, 198.García Rodríguez, O., Ferrer-Garcia, M., Pericot-Valverde, I., Gutiérrez Maldonado, J., Secades Villa, R. y Carballo, J.L. (2011). IdentifyingSpecific Cues and Contexts Related to Smoking Craving for the Development of Effective Virtual Environments. Cyberpsychology, beha-vior and social networking, 14, 91-97.García Rodríguez, O., Pericot-Valverde, I., Gutiérrez Maldonado, J., Ferrer García, M. y Secades Villa, R. (in press). Validation of smoking-related virtual environments for cue exposure therapy. Addictive Behaviors.doi: 10.1016/j.addbeh.2012.02.013.García-Rodríguez, O., Pericot-Valverde, E., Gutiérrez-Maldonado, J., Ferrer-García, M. (2009). La Realidad Virtual como estrategia para lamejora de los tratamientos de tabaquismo. Salud y Drogas, 9 (1), 39-55

Girard, B., Turcotte, V., Bouchard, S., y Girard, B. (2009). Crushing virtual cigarettes reduces tobacco addiction and treatment discontinua-tion. Cyberpsychol Behav, 12(5), 477-483.

Gutiérrez Maldonado, J. (2002). Aplicaciones de la realidad virtual en Psicología clínica. Aula médica psiquiátrica, 4, 92-126Kaganoff, E., Bordnick, P.S. y Carter, B.L. (2012). Feasibility of using virtual reality to assess nicotine cue reactivity during treatment.Researchon Social Work Practice, 22, 159-165.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

26

Killen, J. D., y Fortmann, S. P. (1997). Craving is associated with smoking relapse: findings from three prospective studies. Experimental andclinical psychopharmacology, 5(2), 137-142.

LaRowe, S. D., Saladin, M. E., Carpenter, M. J. y Upadhyaya, H. P. (2007). Reactivity to nicotine cues over repeated cue reactivity sessions.Addictive Behaviors, 32, 2888-99.

Lee, J., Lim, Y., Graham, S. J., Kim, G., Wiederhold, B. K., Wiederhold, M. D., Kim, I. Y. y Kim, S. I. (2004). Nicotine craving and cue exposuretherapy by using virtual environments. CyberpsycholBehav, 7(6), 705-713.

Lubman, D. I., Yucel, M., Kettle, J. W., Scaffidi, A., Mackenzie, T., Simmons, J. G. y Allen, N. B. (2009). Responsiveness to drug cues andnatural rewards in opiate addiction: associations with later heroin use. Archives of general psychiatry, 66(2), 205-212.

Marlatt, G. A., & Gordon, J. R. (1985).Relapse prevention. Maintenance strategies in the treatment of addictive behaviors.New York:TheGuilfodPress.

Nemire, K., Beil, J. y Swan, R. W. (1999). Preventing teen smoking with virtual reality. Cyberpsychology & Behavior, 2, 35-47.

North, M. M. y North, S. M. (1994): Virtual environments and psychological disorders. Electronic Journal of Virtual Culture, 2 (4), 37-42.North, M. M.; North, S. M. y Coble, J. (1998): Virtual reality therapy: An effective treatment for phobias. En Riva, G., Wiederhold, B. K. yMolinari, E. (eds.): Virtual Environments in Clinical Psychology and Neuroscience. Amsterdam: IOS Press.

Organización Mundial de la Salud (2010). Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo. Plan de medidas NPOWER. Ginebra:Ediciones de la OMS.

Piasecki, T. M. (2006). Relapse to smoking. Clinical Psychology Review, 26(2), 196-215.

Plan Nacional sobre Drogas. (2010). Encuesta domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), 2009-2010. Madrid: Delegacióndel Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Riva, G.; Bacchetta, M.; Baruffi, M.; Rinaldi, S. y Molinari, E. (1998): Experiential Cognitive Therapy: a VR based approach for the assessmentand treatment of eating disorders. En Riva,G.; Wiederhold, B. y Molinari, E. (eds.): Virtual environments in clinical psychology and neuros-cience: Methods and techniques in advanced patient-therapist interaction. Amsterdam: IOS Press.

Rotbaum, B. O.; Hodges, L.; Kooper, R.; Opdyke, D.; Williford, J. y North, M. (1995): Virtual reality graded exposure in the treatment of acro-phobia: A case report. Behavior Research and Therapy, 26 (3), 547-554.Rotbaum, B. O.; Hodges, L.; Alarcon, R.; Ready, D.; Shahar, F.; Graap, K.; Pair, J.; Herbert, P.; Gotz, D.; Wills, B. y Baltzell, D. (1999): Virtual rea-lity exposure therapy for PTSD Vietnam Veterans: A case study. Journal of Traumatic Stress, 12 (2), 263-271.

Rovira, A., Swapp, D., Spanlang, B., y Slater, M. (2009). The Use of Virtual Reality in the Study of People's Responses to Violent Incidents.Frontiers in Behavioral Neuroscience, 3, 59. doi: 10.3389/neuro.08.059.2009

Strickland, D.; Marcus, L.; Hogan, K.; Mesibov, G. y McAllister, D. (1995): Using virtual reality as a learning aid for autistic children.Proceedings of the Autism France Third International Conference on Computers and Autism, 119-132.

Secades Villa, R. y Fernández Hermida, J.R. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la drogadicción: nicotina, alcohol, cocaína yheroína. Psicothema, 13, 365-380.

Upadhyaya, H. P., Drobes, D. J. y Wang, W. (2006). Reactivity to in vivo smoking cues in older adolescent cigarette smokers. Nicotine &Tobacco Research, 8(1), 135-140

U.S. Department of Health and Human Services.(1996). Clinical Practice Guideline nº 18.Smoking cessation. Washington, DC: USGoverment Printing Office.

Vince, J. (1995): Virtual reality systems. Cambridge. ACM Press.

Wald, J. y Taylor, S. (2000): Efficacy of virtual reality exposure therapy to treat driving phobia: a case report. Journal of Behaviour Therapyand Experimental Psychiatry, 31 (3-4), 249-257.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

27

El sufrimiento: Un acercamiento psicológico radical

Moisés García Melón. CENTRO DE PSICOLOGIA CONDUCTUAL. León.

RESUMENEl sufrimiento esencialmente es una experiencia verbal propia e inevitable del ser humano en exclusiva. Se atie-ne principalmente a la raíz de estar experimentando lo que no estamos dispuestos a sentir o pensar: un sentidode resolver los problemas que ha aportado al ser humano muchos éxitos en un sinfín de áreas, permitiendo quela evolución haya llegado hasta nuestros días con tanto como tenemos. Pero el procedimiento no funciona enel área de la vida privada, la vivida “de la piel para dentro”. La Psicología científica está aportando alternativas alsufrimiento de probada efectividad para desmontar el entramado de variables que lo mantienen o lo aumen-tan. Así todo, la más previsible de aquellas, la felicidad, tan sólo se coloca como una realidad verbal, más propiadel lenguaje escrito en la literatura que de las soluciones científicas. Paradoja donde las haya, la felicidad no esmás que un mito y su búsqueda también puede ser la trampa.

ABSTRACTSuffering is essentially a verbal own inevitable experience of human beings exclusively. Sticks mainly to the rootto be experiencing what we are unwilling to feel or think one way to solve the problems it has brought solve theproblems it has brought to man success in countless areas, allowing evolution has survived to this day withboth as we have. But the procedure does not working the area of privacy, lived “the skin to the inside”. Scientificpsychology is providing alternatives to the suffering of proven effectiveness to dismantle the network of varia-bles that maintain or increase it. Yet, the more likely of those, happiness, only stands as a verbal reality, moretypical of written language in the literature of scientific solutions. Paradox if ever there, happiness is just a mythand search may also be a trap.

INTRODUCCIÓN.La acepción del concepto lingüístico es untanto contradictoria, acaparando signifi-cados como “padecimiento, dolor o pena”,pero también en el mismo términoencontramos “sostener, resistir o tolerar”(Diccionario de la Lengua Española; 1992).

Es propio entonces declinar nuestra mira-da en una visión eminentemente psicoló-gica sin la cual y de partida no tiene senti-do ninguna explicación. Algunas cotasparecen bien sostenidas si consideramosque (a) el sufrimiento humano se refiere auna experiencia (o al campo de las expe-riencias); (b) es específica de los humanospor ser verbales (es una experiencia ver-

bal); (c) e implica necesariamente un fun-cionamiento particular con lo experimen-tado y ya vivido o por vivir: por vía verbalestar donde no es presente.

En el sentido anterior, las consideracio-nes de Wilson K. K y Luciano M.C. (2002)están claras: “El sufrimiento en el sentidode volver sobre las penalidades de lavida como uno las vive y/o poner en elpresente un sufrimiento futuro” (pp.29).

Ahora bien, tener en cuenta el sufrimien-to como experiencia verbal, supone lasujeción a ciertas marcas o influenciasculturales sin las cuales no cabría vivirlode tal forma. Así por ejemplo, está deter-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

28

minado que sufrir implica necesariamen-te un grado de anormalidad o psicopato-logía, ya sea normativa o subclínica, queno se corresponde con lo esperado y dic-tado. Además, está la paradoja (una detantas, como veremos) de que el mismobuen servicio que el lenguaje ha hechopara las cualidades humanas, como sonlas que implican prevenir los peligros yvivir más y con menos dolor, ha revertidoen un sinfín de sinsabores adueñados delser humano que continuamente estánacechando, bien por anticiparse al dolorque puede vivirse (o viviéndolo ahorapor adelantado), bien volviendo sobre loque ya pasó, dolió y parece que necesita-mos que vuelva a doler (o vuelve a dolerpor estar de nuevo con ello: recordando).

Para más inri, el contexto cultural deter-mina así mismo lo que hay que hacer conel sufrimiento cuando se está sintiendo(o cuando se previene que ocurra):empeñarse en no sentirlo, desterrarlo,eliminarlo. A costa de que así lo hacemoses más el sufrimiento que estaremosviviendo, aún cuando, y en el mejor delos casos, en plazos más bien cortospuede implicar alivio. El mundo estálleno de obligaciones centradas en bus-car la forma que sea para no estar con loque duele. A consta, no obstante, de sen-tirnos peor (por ello). Así es que lo quehacemos con nuestro mundo privado(pensamientos, sensaciones…) está suje-to a efectos contradictorios: esperandobienestar por quitarnos de encima dolor,obtenemos lo contrario.

Nos quedarían por tanto dos cuestionescentrales a la hora de entender o explicaral sufrimiento humano (y de aportar

cuanto proceda en consecuencia). Poruna parte, lo propio es referirnos a estefenómeno en cuanto al material expe-riencial y verbal que implica; y por otra, yconsiguientemente, no está sujeta, dichaexperiencia, a la normativa usual demanejo de los problemas humanos endistintos órdenes (físico, psicológico osocial), puesto que eliminarla, sustituirla,razonarla o interpretarla con la lógica delmundo corriente, podría implicar unaumento considerable de la experienciadel sufrimiento, lejos de la esperanzabasada en su eliminación.

EL SUFRIMIENTO COMO EXPERIEN-CIA VERBAL.Teniendo en cuenta que el lenguaje per-mite que los humanos conformemos elmundo (dándole forma y sentido), seríatambién parte esencial de las metas demás alto nivel para vivir la vida. Con len-guaje identificamos los problemas yembarcamos las soluciones.Esencialmente, el lenguaje es útil, pero elmundo de los humanos verbales está llenode experiencias problemáticas que sin ellenguaje no serían posibles. Como señalanC. Hayes et al. (1999), “el lenguaje está enel núcleo de la notable tendencia humanaa sufrir en medio de la abundancia”.

Ahora bien, la pregunta oportuna, anali-zando estos cometidos, estaría en laforma en que el lenguaje actúa en el serhumano para efectos como los señala-dos. El lenguaje en la experiencia priva-da, “de la piel para adentro” por así decir-lo (articulando una separación formal denominación skinneriana), no está estruc-turado (al menos esencialmente) conpresentaciones prototípicas de la comu-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

29

nicación interpersonal (sonidos, gestos, yformas auditivas de transmitir informa-ción de diverso tipo), sino que se presen-ta como una experiencia inmediata. Y esésta la cualidad que permite goces yvivencias placenteras, singulares en com-paración con los demás componentesdel mundo (animales), pero proclive alpeligro o dolor vivido por cada uno.

Una primera consecuencia de estar asílas cosas de nuestro mundo privado ointerno, verbal para más señas, es que sepuede presentar con funciones tan sim-bólicas que hace ilusa la experiencia asívivida, por cuanto puede asumirse queasí es el mundo (o la parte del mismoque se conecta y construye con las imá-genes, palabras o experiencias), aparen-tando por tanto que lo experimentadointeriormente es lo que realmente se pre-senta. Por ejemplo, somos capaces desentir tal intensidad al reconocer nues-tras limitaciones por el fin de la vida, quepodemos “morir en vida” (como si lamuerte se construyera con nuestras pala-bras, imágenes y experiencias derivadas).

El lenguaje implica una suerte de activi-dad en el razonamiento que no es posi-ble eliminar. Pero esta cualidad es gestio-nable y podemos aprender formas deuso que le permita (a dicha experienciade sufrimiento) disuadirse de aumentar,como consecuencia. Y para permitirlo espreciso cuestionar el orden de mecanis-mos basados en el manejo de los razona-mientos que se suponen lógicos, sobrelos que habitualmente pretendemos unmejor “pensar”, llenándonos de racionali-dad y hasta de soluciones matemáticaslo que así estamos analizando. Es otra de

las paradojas que implican un afronta-miento más efectivo del sufrimiento:manejar estas verbalizaciones no tantocon el dosier de los procedimientos razo-nables, sino más bien al contrario: norazonando, o dedicándonos activamentea observar sin aportación alguna lo que-verbalmente- estamos viviendo.

ACERCA DE CÓMO EL LENGUAJE PER-MITE SUFRIR.Para vivir experiencias que determina-mos psicológicamente como dolorosas ode sufrimiento, es preciso crear una seriede relaciones entre actos que no estánen el presente y lo que particularmenteen ese momento estamos experimentan-do (y figurando verbalmente). Este es elprototipo del aprendizaje relacional talque “respondemos a un evento en térmi-nos de otro”. Esencialmente (tal comoseñalan Hayes y Wilson, 1993; cit. enWilson K. K. y Luciano M.C., 2002), se tratade una forma de relacionar y asociar sus-tentada y basada en la “Teoría del MarcoRelacional” (Hayes, Barnes-Holmes yRoche; 2001). El prototipo consiste enunir simbólicamente, bajo criterios arbi-trarios, la experiencia en ese momentovivida, incluyendo un montón de pensa-mientos e imágenes que dan luz a lamisma, con eventos del pasado y/o delfuturo, los cuales actualizan con tal auto-ridad lo así concebido, que dotan de cer-teza y absoluta verdad lo que, o bien yano existe (porque es pasado) o no estáciertamente ahora (porque la conexiónimplica algo previsiblemente venidero).

Así por ejemplo, somos capaces de aso-ciar el resultado negativo de un cometidolaboral ocurrido en el compañero admira-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

30

ble y con dotes de maestría, a una activi-dad concreta que a mí me corresponde enlos próximos días, y en virtud de tal aso-ciación experimentar ahora sensaciones ypensamientos que bien se pueden deno-minar de preocupación, malestar, nervios,angustia o sufrimiento. Es más, la virtudde que así experimente (con sufrimiento)la “sin duda” realidad que se me va a pre-sentar, le da autoridad o evidencia de quede tal forma van a ser las cosas, consa-grando, o dando por más que razonable,que tal relación se haya establecido.

En estas disposiciones de relacionareventos privados con asuntos pasados ofuturos, se establecen formas tan rígidasde concluir lo que ha de venir que sólovale implicarse con, y dar sentido, a lassensaciones que en ese momento seestán teniendo. Difícilmente se puedenvivir otras opciones o experiencias. Estoda una suerte de contextos que rela-cionan estrictamente lo que se está sin-tiendo con lo que arbitrariamente se haasociado, impidiendo la flexibilidad psi-cológica que ha de incluir cualquier alter-nativa funcional (y por tanto reparadora).

LA EVITACIÓN EXPERIENCIAL COMOFORMA MÁS COMÚN DE AUMENTAREL SUFRIMIENTO.Tal como señalan Hayes et al. (1996; cit.en Hayes S., S.C., Strosahl K. y Wilson KG. ;1999), “la evitación experiencial es elintento de escapar o evitar la forma, fre-cuencia o sensibilidad situacional deeventos privados, incluso si hacerlocausa un daño psicológico”.

Implica un conjunto de características untanto singulares que hacen de este fenó-

meno una suerte de trastorno o disfun-cionalidad para aportar más sufrimientocon el fin de (curiosamente) eliminarlo.

Es un intento intencionado, por cuantotratamos con el interés de eliminar “loque duele”.

También es un intento aprendido (obvia-mente), pero que alguna vez al menostuvo sus éxitos (digamos que algunasuerte de éxito eliminatorio sí ha habidoen la historia de todo ser humano). Otracontradicción más: pudo funcionar, peroya no funciona. Por muchos motivos espropio hacerlo así, pues es la comunidadverbal la que también de esta formaenseña a hacer las cosas que son propiasdel mundo privado de cada uno.

Representa una forma de aprender firme yconsolidada. Se constituye en base areglas bien establecidas (un cumplimien-to de reglas fundamentalmente adquiridopor mediación de otros o de la culturapropia del contexto), aún cuando difícil-mente las reglas surgen por la consisten-cia de las contingencias naturales; esdecir, puede más lo que se aprende por lamodulación socio-cultural, y que el con-texto verbal determina, que la propiaexperiencia. De hecho, por ser así, caemoscon frecuencia en una suerte de rigidez enel uso de lo que internamente nos duele, yque implica sufrimiento, la cual suponehacer lo que no funciona (o eliminar loque “duele” a costa de que sólo inmediata-mente parece funcionar). Así por ejemplo,repetidamente intentamos “deseadamen-te” eliminar un pensamiento obsceno,algo que una y otra vez logra éxitos porbreves momentos para más tarde apode-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

31

rarse de nuestra conciencia, apareciendo“indeseadamente” y doliendo.

Como adelantaba, es un intento intencio-nado, deliberado. Con conciencia de hacer-lo así lo hacemos. Se insiste con la contra-dicción por delante: justamente cuando lopropio, por la experiencia o utilidad delprocedimiento, sería desistir, porque nofunciona. Y la persistencia (una vez más encontra de lo aportado por las contingen-cias naturales) ocasiona más rigidez: la queconsiste en repetir la eliminación de lo quesentimos con el fin de no estar mal, paraestar mejor, para ser feliz, para sentirsecomo la cultura espera que nos sintamos.

Tomando peso las consideraciones ante-riores, serían dos los pilares que sostienenel fomento de la experiencia humana desufrimiento: la inflexibilidad o rigidez psi-cológica (propia de lo “pegado” que esta-mos a los pensamientos y demás cogni-ciones con las que interaccionamos, cualverdades incuestionables) y la evitaciónde experiencias o emociones que senti-mos (basta con que sean aversivas omolestas), como así predica el contextoverbal al que pertenecemos.

A MODO DE ALTERNATIVAS. Derivado directamente de cuantos ele-mentos o variables psicológicas participande experiencias que se corresponden conel sufrimiento, el conjunto de herramien-tas (no menos experienciales que el propiosufrimiento) se constituyen como modifi-caciones o alternativas a los factores oca-sionales y mantenedores (de dichas expe-riencias). Se supone que cualquierreparación del sufrimiento ha de implicaruna suerte de variaciones funcionales

sobre los ejes que lo han construido (a serposible, dejándolos sin función alguna, oal menos variando las funciones que losmantienen). Así, podemos plantear unaconstrucción alternativa que fundamen-talmente implica experiencias de los tipossiguientes. Probablemente la conjunciónde todas ellas sea la alternativa esencialdel cambio.

Una experiencia alternativa ha de ser laaceptación (la alternativa esencial contrala evitación emocional o experiencial). Detodas formas no ha de ser, ni se plantea,ninguna suerte de aceptación racional (ocognitiva si se prefiere). Aceptar la expe-riencia de la muerte venidera, por ejemplo,no es aceptar con razón y lógica que todosvivimos un tanto de tiempo y luego mori-mos. Es, simplemente, experimentar laexperiencia o vivencia de cuanto sentimosante la presencia verbal o cognitiva, conlos acompañantes estimulares que proce-dan (según las circunstancias y la historiapersonal de cada uno) y nada más. Sentirlosin dejar de sentirlo (o sin hacer nada paratratar de modificar lo que sentimos). Nohacer nada contra lo que sentimos es unaforma de aceptar.

Una alternativa a las reglas que mantienenel sufrimiento ha de ser también la separa-ción entre el “ser” o la persona y sus conte-nidos. Adquirir experiencias de no ser loscontenidos o cogniciones que estamosteniendo o viviendo, sino mucho más.Nadie es la cabeza, o el corazón que late, ola piel que tiene. Todos somos eso ymucho más. “Yo no soy mis pensamientos”(pues soy mucho más que mis pensamien-tos). Poder experimentar los contenidospsicológicos como contenidos de un con-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

32

tinente (que no es el contenido, sino quienlos contiene) es la forma alternativa queprecisa entrenarse.

Es una alternativa esencial funcionar conindependencia de lo que sentimos y condependencia de lo que queremos lograr oalcanzar, según dicten nuestros objetivosvitales. Nuestro compromiso de valor.Supone en todo modo una suerte deacciones, acciones encaminadas a alcanzar“algo que importa” (pero “sin que importe”lo que sentimos). El resultado ha de seruna suerte de independencia comprome-tida con logar lo que nos resulta importan-te (según nuestra historia). Obviamente,clarificar hacia dónde vamos, dónde enca-minar nuestras actuaciones, en una suertede dirección general, es un requisito.

Otra alternativa, actual donde se precie,resulta de estar presente. El sufrimiento,como se señalaba, funciona en base aconectar verbalmente con el pasado y/o elfuturo. Atender intencionada y plenamen-te al presente, resulta sin duda la alternati-va derivada. Al menos atender al presentepermitiendo las “variaciones mentales”(distorsiones que alejan la atención pre-tendida para irse por el pasado o adelan-tarse al futuro), y dándonos cuenta volverla atención a lo que hemos elegido aten-der en el presente experimentado.Podemos atender pretendidamente alpresente de nuestra respiración (por ejem-plo), y cada vez que la atención se distraigadarnos cuenta y volver donde queremos.

LA FELICIDAD: UNA TRAMPA Y UN MITO.El sentido común, contexto social porexcelencia, tiende a considerar a la felici-dad como la alternativa al sufrimiento (en

el sentido más común de los que caben).Su logro se basa en la ocasión de obtenerun sentimiento (placer, satisfacción…) oalcanzar un fin (la vida llena, plena…), aúncuando, vista desde esta perspectiva ometa, no es posible el sentimiento perma-nente que se supone o implica: la alegría.La paradoja aquí presente es que estarencaminado en la meta también supone elsentimiento de dolor. Para la Psicología, elinterés sin duda se atiene al segundo tér-mino. En síntesis, no estaríamos hablandode felicidad aludiendo al sentido positivode estos sentimientos, tal como señalaBueno G. (2005): “Quien ha decidido reple-garse definitivamente a las cuestionespositivas que envuelve bajo el rótulo felici-dad (evitar la depresión, ganar amigos,etc.) (…). En realidad no ha hecho nada deesto, porque simplemente está ocupán-dose de otras cosas” (pp. 35)

Ahora bien, considerada como tal, la felici-dad precisa enmarcar de partida su propianaturaleza: ¿Qué es?; y no menos ¿de quése trata?. Esencialmente la experiencia (ofelicidad vivida) es en realidad opuesta a ladescrita o narrada (la felicidad tal como seatribuye desde la literatura). Así pues, lacontraposición, siguiendo a Bueno G.(2005), lejos de ser una realidad vivida, enrealidad sólo se atiene a cuantas narracio-nes verbales que sobre ella se han realiza-do; se pregunta Bueno G. “¿acaso la felici-dad no es precisamente algo que sólo seencuentra en la literatura de la felicidad?”para finalizar con la conclusión en la quebasa su obra: “la tesis de que la felicidad es,ante todo, una idea construida medianteuna palabra con sufijo hipostático (-tad, -dad), una figura literaria” (pp. 9-10) .Siendo pues la felicidad una realidad ver-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

33

bal, aún cuando el filósofo nos aclara quese atiene como tal al lenguaje escrito: “ellenguaje escrito (literario) es más impor-tante para la felicidad que el lenguajehablado” (pp. 11).

Por lo que se acaba consumiendo su signi-ficado en la perspectiva natural que lecorresponde: un mito. Y es que la visiónalcanzada de cuanto es suyo, no es coinci-dente con la experiencia vivida, tal comoseñala Harris R . (2010). Así, el autor nossitúa las consecuencias en base a esta per-tenencia, la que supone la visión mítica dela felicidad, a modo de trampas queenmarca en cuatro mitos: (1) “la felicidades el estado natural de todo ser humano”(de estar convencidos sólo podemosaumentar la infelicidad); (2) “si no eres felizes que tienes algún defecto” (el sufrimien-to es anormal); (3) “para construir una vidamejor tenemos que deshacernos de lospensamientos negativos” (y si tratamos dedeshacernos de ellos, lo más probable esque nos crecerán); (4) “deberías ser capazde controlar lo que piensas y sientes” (perotal control es una ilusión).

A MODO DE CONCLUSIÓN: EL SUFRI-MIENTO Y LA FELICIDAD.Una visión psicológica radical implicaentender este fenómeno, el sufrimiento,como una experiencia que funciona envirtud de relaciones verbales: las que seestablecen entre lo experimentado

(vivencia sentida) y toda conglomeraciónde otras experiencias (vividas y por vivir;y no menos por otros vividas), entrelaza-das entre sí por reglas o normas verbalesque nuestro contexto nos disciplina.

La inmensa mayoría de los procedimientosaprendidos para gestionarlo lo amplían,sin ocasión de alcanzar la meta esperada,que es la felicidad. Esta tiene su realidadcomo mito y puede ser la trampa, sobretodo cuando se encauza como logro deexperiencias placenteras continuadas, enal amparo de que no tiene sentido (social-mente determinado) abandonar la luchacontra todo síntoma que implique sensa-ciones o cogniciones “dolorosas”.

No aporta nada, cuando sí puede sercontraproducente y permitir más sufri-miento, la perspectiva de considerar enla experiencia de sufrimiento sus conte-nidos: abordarlos como “males a extin-guir”. Como un “grano” inevitable quesiempre llegaremos a tener en nuestrapiel; en su inmensa mayoría de las vecesno es el grano lo que importa, sino cómonos relacionamos con él. Podemos vivircon él mientras andamos hacia delante, oen cambio podemos empeñarnos en sueliminación, como razón esencial paraseguir viviendo, aún cuando –contradic-ción donde las haya- tanto rascarlo sólofavorece su crecimiento y debilita el fun-cionamiento en la vida.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Bueno G. (2005): “El mito de la felicidad. Autoayuda para desengaño de quienes buscan ser felices”. Ed. Ediciones B, Barcelona.

Diccionario de la Lengua Española (1992). Real Academia Española, 21ª Edición.

Wilson K. y Luciano M.C. (2002): “El sufrimiento humano” (pp. 29-42). “Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Un Tratamiento con-ductual orientado a valores”. Ed. Pirámide, Madrid.

Harris R. (2010): “La trampa de la felicidad. Deja de sufrir, comienza a vivir”. Ed. Planeta, Barcelona.

Hayes S., Barnes-Holmes y Roche B. (eds.) (2001): “Relational Frame Theory A post-skinnerian account of human language and cognition.”Kluwer Academic, N. York.Hayes S.., Strosahl K. y Wilson K. (1999): “Terapia de Aceptación y Compromiso: Un enfoque experimental para el cambio de comporta-miento”. Guilford Press, N. York.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

34

Perspectiva de género: estrategiatransversal de análisis de la realidad.“A cross-cutting strategy for analysing reality”

Ana Calvo Álvarez. Psicóloga CL 2708. Psicoterapeuta Familiar y Agente de Igualdad.Fundación Pioneros. Programa de Medidas Alternativas al Internamiento de Menores en Conflicto Social

RESUMENUn análisis con perspectiva de género de la realidad en occidente va a permitir entender las desigualdades entrehombres y mujeres, respecto a las diferencias en la representatividad en esferas de poder, de visibilidad en la vidapolítica, remuneración económica, seguridad, salud, el uso del tiempo, el valor que se concede al trabajo en elámbito público y privado, la Violencia de Género, o la promoción profesional, y por qué todavía hoy se siguen man-teniendo. Romper con los estereotipos y roles de género que mantienen la diferencia nos permitirá convivir en unasociedad más justa, equitativa y autónoma.

Palabras clave: perspectiva de género, igualdad, patriarcado, feminismo, discriminación de género, androcentris-mo, equidad de género, espejismo de la igualdad, sistema sexo-género, corresponsabilidad, violencia de género.

ABSTRACTA gender-based approach to Western reality will allow us to understand inequalities between men and women inseveral domains: differences of representation in the areas of power, visibility in political life, economic income,safety, health, use of time, the value attached to work in the public and private domain, Gender-based Violence,career advancement, as well as the reason why they are still maintained today. Doing away with the stereotypesand gender roles that sustain the difference will allow us to live in a more just, fair and independent society.

Keywords: gender, equality, patriarchal society, feminism, gender discrimination, androcentrism, gender equity,equality illusion, sex/gender system, co-responsibility, gender-based violence.

Forges

(Fuente:

http://www.migualdad.es/ss/Satellite?c=MIGU_Campania_FA&cid=1193050209869&pageid=1193049831625&pagename=Mi

nisterioIgualdad%2FMIGU_Campania_FA%2FMIGU_campaniaGenerica)

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

35

LA MIRADA FEMINISTA: ANÁLISISTRANSVERSAL DE LAS DIFERENCIASENTRE LOS GÉNEROSTodas las mujeres del planeta por elhecho de serlo sufren desigualdades. EnEspaña, tienen un formato diferente alque vivieron mujeres en épocas anterio-res, ya que hoy tienen garantizados dere-chos de los que mujeres en el pasado nodisfrutaron (derecho al voto, el acceso a launiversidad -primera mujer universitaria:Concepción Arenal en 1910-, cierta repre-sentatividad en el ámbito político, social,cultural, etc.). Antes, en la mayoría de loscasos, las mujeres accedían a una profe-sión (la mayoría de las veces no remunera-da ni considerada como tal) sin capacidadde elegir sobre ella ni sobre su futuro. Eralo que les tocaba. Ahora la mujer estudiapara decidir sobre su futuro, para ser autó-noma e independiente, sin necesidad dedepender o contar con los bienes ganan-ciales de su marido (el cual todavía en2010 decide casi unilateralmente en quéinvertir el dinero y en qué no).

Gracias al recorrido de mujeres que hicie-ron posible la Igualdad deOportunidades entre hombres y mujeresen ámbitos como los que se ha nombra-do anteriormente, y a la importancia deresaltar el valor femenino tan infravalo-rado todavía, hoy es posible analizar, sinmiedo a ser guillotinadas o quemadas enla hoguera, las discriminaciones que sitú-an a las mujeres en un papel de desven-taja respecto a los hombres.

La “mirada feminista” va a permitir anali-zar el mundo desde una perspectiva en laque las mujeres puedan darse cuenta delos micromachismos a los que se ven

sometidas a diario en su vida, los hombrestambién van a verse provistos de herra-mientas para identificar mensajes sexistasdados en los medios de comunicación, laescuela y la propia familia, y que contribu-yen a una socialización de género. La“mirada feminista” también va a analizar elproceso salud-enfermedad en clave degénero, el uso desigual del tiempo, la dife-rente atribución del valor del trabajodependiendo de si se da en el ámbito pri-vado o público, análisis de la brecha sala-rial, el fenómeno de la prostitución, etc.

Una de las trampas del patriarcado que hahecho desvirtuar la imagen delFeminismo, es promocionar la idea de quela Igualdad beneficia solamente a lasmujeres. En realidad, es una apuesta másamplia a favor de sostenibilidad social ycalidad de vida. La Igualdad entre mujeresy hombres empezó a ser un objetivo insti-tucional (y no sólo de organizacionesfeministas y de mujeres), a partir de la cre-ación del Instituto de la Mujer en 1983.Además, la desigualdad y la discrimina-ción de género son incompatibles con lademocracia. La Igualdad de Género vamás allá de la equiparación de lo femeni-no con lo masculino, también considera lofemenino como riqueza, afirma la libertadfemenina y atiende a la singularidad y plu-ralidad de las mujeres. Las mujeres sonmás del 50% de la población general, portanto, no se las puede seguir tratandocomo colectivo. De ahí que lo masculinodeba ya dejar de ser considerado comoreferencial universal y medida de la expe-riencia humana (Androcentrismo).

Otra de las trampas viene definida poraquellas personas que defienden que la

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

36

Igualdad de Géneros existe afirmandoque “hoy en día hay Igualdad”. Ni en tér-minos de poder, ni de visibilidad, ni deremuneración económica, ni en lo querespecta a la seguridad ni a la salud hayIgualdad. Tampoco en el uso del tiempo,al valor que se concede al trabajo en elámbito público y privado (ver anexo 1), laViolencia de Género, o la promoción pro-fesional (Espido Freire, 2005). Por tanto,no podemos hablar de equidad. Este esel formato actual de la desigualdad.

Se entiende por “Espejismo deIgualdad” cuando determinados logros(mencionados anteriormente), se asu-men como universales y se afirma quehay Igualdad. Podemos decir que esteenunciado es falso ya que la situación dedesempleo en términos generales tienerostro de mujer, también la pobreza, lareducción de jornada, el mayor tiempode cuidado hacia los y las menores, etc.

Otra de las falacias del patriarcado con-siste en afirmar que la Igualdad es laIgualdad de Oportunidades. El recono-cimiento de la Igualdad de derechosno implica su puesta en marcha en lasociedad. Por lo tanto, las mujeres seven limitadas en el disfrute de los dere-chos civiles y sociales. Lo que evidenciaque el mero reconocimiento de losderechos no es suficiente. Hay queerradicar todas estas discriminaciones.Es necesario implementar políticas deIgualdad orientadas a superar la discri-minación y garantizar la Igualdad. Laley orgánica 3/2007 de 22 de Marzopara la Igualdad Efectiva de mujeres yhombres establece el fundamento jurí-dico para avanzar hacia la Igualdad

efectiva en todos los ámbitos de la vidasocial, económica, cultural, etc.

El origen de las desigualdades se sitúaen la tradición histórica socio-culturalbasada en la distribución de roles y este-reotipos de género. Incluso antes denacer, dependiendo de nuestro sexo,hombres y mujeres son socializados yeducados de manera diferenciada. Setrasmiten los llamadas “mensajes en rosay en azul” (ver anexo 2), lo que hace quelas diferencias biológicas entre mujeres yhombres se traduzcan históricamente endesigualdades entre ambos sexos, sien-do las mujeres las más desfavorecidas eneste proceso. Por tanto, el sexo no es ensí mismo la causa de la desigualdad delas mujeres, sino una posición de géneroconstruida culturalmente (sistema sexo-género). Esta construcción implica valo-raciones que atribuyen mayor importan-cia y valía a las características yactividades asociadas al hombre. El pro-blema no es la diferencia de roles, sino lajerarquización entre ellos.

Hacer un análisis feminista de la mane-ra en que mujeres y hombres enfer-man implica considerar que lo hacen demanera diferente y que existe un vínculodesigual con los recursos sanitariosdependiendo del sexo, así como que elproceso salud-enfermedad está condi-cionado por factores socioeconómicos,productivos y psicosociales procedentesde modelos y roles de género que deter-minan formas de vivir (las mujeres tienenuna sobrecarga de los cuidados, trabajoreproductivo y no remunerado, situacio-nes de subordinación, dependencia,abusos, Violencia de Género, doble o tri-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

37

ple jornada laboral, ideal corporal modé-lico, eterna juventud, etc. Por su parte,los hombres tienen que demostrar forta-leza, mantener las relaciones de poder yel ideal de éxito, lo que implica modos devivir y enfermar diferentes). Por lo tanto,la dicotomía histórica construida social-mente que marca lo “típicamente mascu-lino y femenino” se ve reflejada en todaslas conductas personales, familiares,sociales o laborales del ser humano.Estas diferencias han tenido implicacio-nes diversas en la salud que van en dossentidos: diferencias de género en la pro-fesión médica y diferencias de género enel trato que el sistema sanitario da ahombres y mujeres. En el entorno sanita-rio hablamos de atención diferenciadaen cuanto a la atribución de diferentesformas y objetivos en el tratamiento delpaciente si este es hombre o mujer, ladiferente atención en la consulta,cuando las médicos mantienen una acti-tud más comunicativa y participativaque los médicos. Diferencias en el diag-nóstico y el esfuerzo terapéutico: dife-rentes diagnósticos según el género delmédico, diferentes tratamientos segúnel género del paciente, diferente gradode consumo de medicación, etc.También existen diferencias en el nivelde satisfacción, con preferencias poruno u otro sexo según zona la corporalque se haya de tratar o con prejuiciosnegativos si el tratante es mujer y ade-más joven. Los estereotipos condicionanlas opiniones, valores y expectativas pro-fesionales sobre los modos de enfermarde hombres y mujeres, las enfermedadeso los puestos de trabajo propios de cadasexo, las profesiones masculinas y feme-ninas, el diferente valor de los cuidados y

las innovaciones o el diferente uso deltiempo profesional que destinarán ellosy ellas a la investigación y a la escucha dela población en la consulta. Según elInforme Salud y Género de 2005 delMinisterio de Sanidad y Consumo:

1. En 2006, la esperanza de vida de lasmujeres es de 83,8 años y la de los hom-bres de 77,2 años. De modo que las muje-res viven 6,6 años más que los hombres.2. Entre los 45 y 65 años las muertes pre-maturas son significativamente más altasentre los hombres que en las mujeres.3. La primera causa de muerte en perso-nas maduras son los tumores (de mamaen mujeres y de pulmón en hombres) ylas enfermedades del sistema circulatorio.4. Entre los hombres destaca la mortali-dad por enfermedades del sistema res-piratorio, la cirrosis y otras enfermeda-des del hígado, relacionadas conconductas de riesgo de mayor inciden-cia en los hombres debido al modelode socialización de género.5. La percepción de la salud es peor enlas mujeres que en los hombres, refi-riéndola como buena o muy buena el54 % de ellas y el 63% de ellos (a pesarde vivir más años se perciben conmenos calidad de vida).6. Como manifiestan hombres y mujeres,sus quejas son diferentes. Si bien el tipode quejas crónicas es similar en ambossexos, la frecuencia en las mujeres es deldoble al triple en todas las categoríasprincipales (artrosis y problemas reumá-ticos, mala circulación, jaquecas, migra-ñas, dolores de cabeza y depresión).7. Existen oportunidades de mejora enla atención a las enfermedades cardio-vasculares en la mujer, tanto en relación

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

38

con la percepción de riesgo de pade-cerla como en las actitudes del perso-nal sanitario de todos los ámbitos asis-tenciales para su identificación precoz yla optimización de su tratamiento.8. El climaterio se ha interpretado comouna situación de declive y pérdida defeminidad y funciones principales de lasmujeres, por tender a equiparar ciclo vitalcon vida reproductiva. Se debe evitar estaasociación y la medicalización de esteperíodo, ya que muchos de los malestaresque se encuentran en ella se deben alproceso de la socialización de génerorecibida y no a los cambios biológicos.9. El aumento de la esperanza de vida dela población, sumado al descenso en lanatalidad y el atraso de la emancipaciónde la juventud, provocan que gran partedel peso de cuidados en la sociedad,tanto en el terreno productivo comoreproductivo, recaiga sobre las personasmaduras. Sin embargo, este peso se dis-tribuye de manera desigual en mujeres yhombres, lo que tiene importantes con-secuencias para su salud.10. La incorporación de las mujeres almercado de trabajo no ha traído de lamano la inclusión de la mayoría de loshombres al espacio de la reproduccióndoméstica y del cuidado. Por lo tanto,las mujeres están asumiendo la multi-plicidad de roles y la doble o triple jor-nada laboral. Estos roles de ama decasa, cuidadora de las personas depen-dientes y trabajadora remuneradasuponen una sobrecarga de funcionesque tiene efectos perjudiciales en lasalud de las mujeres.11. Esta etapa de la vida suele coincidirtambién con la madurez profesional. Enel análisis de uno de los campos profe-

sionales, el sanitario, se observa queaunque su feminización es importanteen los estudios universitarios y en lospuestos de trabajo de categorías infe-riores, las mujeres están menos repre-sentadas que los hombres en puestosde responsabilidad y de mayor presti-gio y remuneración.

Analizar con mirada feminista el repartode tareas es hacer un llamamiento a lacorresponsabilidad en lo doméstico y loprofesional para re-equilibrar la participa-ción de hombres y mujeres en la esfera delo privado y de lo público. La idea es quelos hombres se responsabilicen de los cui-dados para democratizar el espaciodoméstico y para evitar su actitud subsidia-ria de ayuda a dichas tareas. Las ventajasde la corresponsabilidad son varias: mejorala calidad de vida de los miembros de lafamilia, proporciona mayor autonomía per-sonal, libera tiempo para dedicarlo a otrascuestiones y porque es justo. Es impor-tante visibilizar las consecuencias sobre lasmujeres cuando no hay reparto de tareas:

- 80% de los contratos a tiempo parcialson de mujeres- 31% de las abuelas maternas cuidan alos niños/as- la presencia de la pareja en el hogaraumenta 8 horas semanales el trabajorealizado por la mujer- cuanto mayor es la familia, menor es elnúmero de personas que hacen tareasen el hogar- entre 6%-25% de los hombres hacenla compra- por cada hora que la mujer trabajafuera de casa, el hombre sólo aumentasu trabajo 5 minutos en el hogar

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

39

- como media, las mujeres ganan 28%menos que los hombres- por cada hombre que abandona supuesto de trabajo por razones familia-res, lo hacen 27 mujeres- baja por paternidad: 1,6%

Analizar con mirada feminista la educa-ción proporcionada en la escuela suponehablar de Igualdad en el sentido de “juntarlo masculino con lo femenino y ponerlo adisposición de niños y niñas” en palabrasde Elena Simón. Hoy se les enseña a losniños y niñas a través de los juguetes habi-lidades instrumentales y de competitivi-dad (“yo más que tú”). Los mensajes enrosa y en azul no son sostenibles. Vamos adejar de decir a las niñas “qué guapa eres”porque el día que no lo estén va a ser undrama… La idea es dar otro tipo de mensa-jes para que las expectativas que deposite-mos en ellos y en ellas rompan el sexismoactual. P. e: si un chico es muy sensible valo-rémoslo como positivo en vez de decirle“qué flojo eres”. Desde la escuela se siguereproduciendo desigualdad porque hay:

- división de tareas en función del sexo- construcción social de género: losniños y las niñas están aprendiendoroles sociales muy incompatibles conla realidad. Por ejemplo en cuanto alcanon de belleza actual. Además, seestán educando roles incompatibles. - expectativas diferenciadas- no difusión de la obra femenina. Elcurrículo escolar no es neutro. A loschicos no se les enseña la obra femeni-na, por lo que los niños se hacen pose-edores de la cultura, generando la leydel dominio: asocian la fuerza, el podery el dinero a cualidades masculinas.

La diferencia de sexo se ha convertido enuna distinción social por la que “sermujer es tener de menos”. Esta distinciónestablece la desigualdad de trato, decondiciones, etc., aunque del discursogeneral se desprende que hay Igualdad,en la práctica no es así. Para romper laidea de hombre=privilegios, hay queeducar en Igualdad desde la escuela.

Berta Muñoz habla de que en las mujeresque han tomado conciencia de la des-igualdad de género conviven la “mujerancestra” y la “mujer moderna”. La ances-tra representa la herencia patriarcal y lamujer moderna la ética feminista. La sumade estas dos partes va constituyendo lasingularidad de cada mujer. Y de ahí surgeel conflicto. La idea es acostumbrarse a lanegociación consigo misma para avanzarhacia posturas igualitarias.

Los medios de comunicación son pro-ductores y reproductores de los estereo-tipos de género. Hacer un análisis degénero en este campo implica considerarque el tratamiento de las mujeres es losmedios de comunicación refleja la invi-sibilidad mediática de la figura femenina,la poca visibilidad de los distintos rolesque personifican las mujeres, las repre-sentaciones estereotipadas denigratoriaso el distinto tratamiento informativo enfunción del sexo.

Analizar con mirada feminista la educa-ción en Igualdad y promoción de roles yestructuras no sexistas implica la incor-poración de los hombres en las profesio-nes de cuidado. Los motivos son varios:

- Es justo, como ya se ha mencionado

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

40

anteriormente, y permite la democrati-zación del espacio doméstico.- La corresponsabilidad como fórmulaideal: reparto de tareas equitativo. Loshombres suelen desempeñar las tareasrelacionadas con la gratificación. Encambio las mujeres se ocupan deaquellas que son más monótonas,pesadas, domésticas, etc.- Promocionar los roles familiares simé-tricos. Hakim 2005 habla del abismoentre las preferencias declaradas y suconducta real. España y Grecia son lospaíses menos igualitarios de la UniónEuropea. Un dato: las mujeres españo-las dedican 561 horas anules de pro-medio a sus hijos o hijas, mientras quelos hombres 157 horas- ¿Cómo es posible que los hombrestengan más reconocimiento social sison padres implicados que una madreque desarrolla las mismas tareas?- Por todo ello, se hace necesario des-arrollar nuevas identidades masculi-nas relacionadas con el desarrolloemocional, el valor del cuidado, hom-bres igualitarios, etc.- En la familia no hay Igualdad deoportunidades

Hacer un análisis de género sobre laincorporación de la mujer al mundolaboral supone entender que, a pesar dellevar 30 años en ello y resultar más visi-bles en profesiones típicamente masculi-nas como el derecho (lo que inicialmentees un logro), puede suponer inconvenien-tes. Las mujeres han reorganizado la vidacomún. Lo cual genera el problema de lacompatibilidad entre la vida familiar ylaboral. Surge la necesidad de sacar alámbito político esta disyuntiva para rom-

per la doble presencia y las precarias con-trataciones laborales de estas por el hechode ser madre trabajadora. Se tendrían querevisar los convenios colectivos que regu-lan estas contrataciones, así como sedebería promover el uso de permisos depaternidad para evitar la discriminación ala hora de contratar a una mujer.

La cultura patriarcal está llena de abusos yde privaciones sufridas por las mujeres. Poreso es tan importante tomar conciencia deellas. La mirada feminista puede ayudarnosa ver la diversidad del pensamiento.

“El Feminismo es producto del cabreo”dice Celia Amorós. ¿Y quién no se cabreapor todas estas injusticias?

En cuanto a la Participación Política ySocial, las mujeres están presentes entodo tipo de organizaciones y con una for-mación generalmente más amplia que losvarones. A medida que ascienden en laesfera de poder, prestigio o remuneracióneconómica, la presencia de mujeres dismi-nuye significativamente. Las causas de lano participación vienen marcadas por: ladesigual designación de los tiempos entremujeres y hombres, la “doble presencia” enla vida familiar y laboral y el “techo de cris-tal”. Mientras las mujeres no tengan la pre-sencia equilibrada y cualificada en la tomade decisiones, la situación de desigualdadse mantendrá en todos los ámbitos de lavida. Se proponen los siguientes objetivosa desarrollar en un posible Plan deIgualdad en una corporación local:

a. Fomentar la participación de lasmujeres en la toma de decisiones en losámbitos público y social. Actuaciones:

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

41

I. Sensibilizar a las mujeres para que seanimen a participar en la vida pública yconcienciar a la sociedad de los benefi-cios de una participación paritariaII. Potenciar la investigación de las cau-sas que dificultan el acceso de lasmujeres en los puestos de decisión enlos distintos ámbitosIII. Introducir medidas de acción positi-va que permitan a las mujeres accedera los ámbitos de toma de decisionesIV. Asesorar e informar a las empresasde la zona, de programas y ayudas parapromover el incremento de la partici-pación de las mujeres en las estructu-ras de poderV. Fomentar la promoción profesional ypolítica de las mujeres en laAdministración LocalVI. Visibilizar el sistema sexo-génerocomo falta de empoderamiento delas mujeresVII. Desarrollo de programas de empo-deramiento y desarrollo personal

b. Aplicar acciones positivas en la políti-ca del personal municipal. Actuaciones:I. Creación de un protocolo de recogi-da de información sobre la existenciade casos de discriminación desde lasentidades locales

c. Mejora de la capacitación del perso-nal al servicio de la AdministraciónPública. Actuaciones:I. Cursos de formación y sensibilizaciónII. Medidas en ofertas de empleopúblicas, procesos selectivos y promo-ción internaIII. Agentes y Promotores de IgualdadIV. Uso de un lenguaje no sexista oinclusivo

d. Incorporación de la Perspectiva deGénero en los procesos de diseño, eje-cución y evaluación de las políticaspúblicas. Actuaciones: I. Evaluación previa del impacto degénero en las disposiciones de las nor-mativasII. Presupuestos de GéneroIII. Comisiones administrativas decoordinación interdepartamentales einterinstitucionales

e. Visibilización y difusión de compro-misos y responsabilidades en relacióncon la Igualdad de Oportunidades enlos procesos de toma de decisiones ydesarrollo de las políticas públicas.Actuaciones:I. Compromisos de las administracio-nes públicasII. Medidas dirigidas a medios decomunicación. Observatorios depublicidad y códigos éticos y de bue-nas prácticas

Dado que el origen de la Violencia deGénero es la discriminación y la desigual-dad, si mejoramos la autonomía e inde-pendencia de las mujeres contribuiremosal equilibrio de poder entre hombres ymujeres, garantizando de esta manera quelas mujeres tengan más dominio sobreellas mismas. En este sentido la estrategiafundamental para combatir la violencia degénero debe pasar por el apoyo y fortale-cimiento de las mujeres. Al hablar de vio-lencia contra las mujeres la denominamos“Violencia de Género” para señalar laimportancia que en ella tiene la cultura.Para dejar claro que esta forma de violen-cia es una construcción social, no una deri-vación espontánea de la naturaleza.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

42

Una cultura de violencia que no sólosufren las mujeres víctimas directas de laviolencia sexista sino que empapa a todasaquellas personas que la rodean: hijos ehijas, madres y padres, hermanos y her-manas, vecinas y vecinos y un largo etcé-tera de personas que entran en la espiraldel desconcierto y la desesperanza.

En 1948, la Asamblea General deNaciones Unidas aprobó la DeclaraciónUniversal de los Derechos Humanos“toda persona tiene los derechos y liber-tades proclamadas en esta declaraciónsin distinción alguna de raza, color, sexo,idioma, religión, opinión política o decualquier otra índole, origen nacional osocial, posición económica, nacimiento ocualquier otra condición”. Derecho a lavida, a la libertad, a la seguridad (a no servíctima de amenazas, violencia o agre-siones) a igual protección ante la ley…

Estos Derechos forman parte de lasConstituciones de muchos de nuestrospaíses, aunque las mujeres siguen encon-trando muchas dificultades para disfru-tarlos. En su caso, se ven vulnerados porrazón de sexo, convirtiendo en desigual-dades las diferencias intersexuales, comohistóricamente se ha hecho con las dife-rencias interraciales. Cuando se consideraque los hombres están por encima de lasmujeres, y que pueden ejercer poder ensu contra, se están incumpliendo losderechos fundamentales de las mujeres.Es en una sociedad desigual donde surgela violencia de género, que es la manifes-tación más extrema e intolerable de ladiscriminación sexista. Según ÁngelesÁlvarez, “la violencia es la coacción físicao psicológica ejercida sobre una persona

para viciar su voluntad y obligarla a eje-cutar un acto determinado”.

La expresión “Violencia de Género” indicaque la víctima es una mujer, que el agre-sor es un hombre y el objeto de dichaagresión es mantener un orden estable-cido que la víctima ha intentado des-montar. Evidentemente la violencia hacialas mujeres se manifiesta de muy diver-sas maneras, no limitándose a las agre-siones claramente manifiestas (físicas ypsicológicas) sino que abarca todasaquellas situaciones de desigualdad ydiscriminatorias que en muchas ocasio-nes están o son normalizadas en el día adía por nuestra sociedad. La desvaloriza-ción, control y dominio, aislamientosocial, amenazas, violencia física y sexual,chantaje emocional, etc. son sólo algu-nos ejemplos de violencias.

En definitiva, no podemos obviar que laViolencia de Género es un gran obstácu-lo que impide el desarrollo social yhumano en libertad, de más de la mitadde la población.

La cultura patriarcal en la que aún vivi-mos sitúa al hombre como un ser supe-rior, reforzando un modelo de pareja asi-métrica donde la mujer es alguien aquien someter, controlar y dominar conel método necesario en su caso. Portanto, la violencia estaría justificada,como lo ha estado y sigue estando aúnen el siglo XXI, ya que son modelos queresiden en el imaginario colectivo. Todoesto ha llevado a que se silencie la vio-lencia tanto por parte de la víctima comode la sociedad. En muchas ocasiones lasfamilias de las víctimas desconocen lo

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

43

padecido por su hija hasta que estaregresa al hogar, en el mejor de los casos,o hasta que un episodio provoca la inter-vención de la policía o asistencia médica.Las amistades cercanas tampoco sonconocedoras habitualmente de la pro-fundidad y gravedad de la violencia.Pueden ver discusiones o malos tratosverbales que nunca identificarían comoviolencia porque como decíamos estánnormalizadas. Trabajar la Violencia deGénero implicaría:

- Sensibilizar a la ciudadanía sobre el pro-blema social y estructural que supone.- Aumentar la calidad de los servicios deatención a mujeres en situación de vio-lencia o en proceso de salida de la misma- Prevención de la Violencia de Género

El análisis de género referido a laprostitución pasaría por desarrollarpolíticas que persigan al prostituidor,castigando la demanda y no la oferta(Marie De Santis, Women's JusticeCenter), para evitar que se responsabili-ce a las mujeres de una práctica que uti-lizan los varones. Esta iniciativa tiene suantecedente en Suecia donde la prosti-tución ha disminuido considerablemen-te. No podemos sostener la libertad indi-vidual para desarrollar la prostitución yaque perpetúa el esquema previo (el

cuerpo como objeto a ser consumido). Elque una mujer ejerza la prostituciónafecta al resto. En cambio, si la ejerce unhombre no debilita al colectivo que ejer-ce el poder. El hombre es el que puedeeliminar el estigma.

Como reflexión final, es convenienteseñalar que mujeres y hombres nosomos idénticos pero podemos ser igua-les en derechos y oportunidades.Caminaremos hacia la Igualdad si evita-mos la socialización sexista, y cuandoentendamos que no hay cosas de chicoso de chicas, sino que son “patrimonio dela humanidad”, como defiende ElenaSimón. Para esto, es fundamental educaren la compatibilidad de roles.

Queda un largo camino por recorrerhasta alcanzar la Igualdad efectiva. Lasociedad española está todavía impreg-nada de estereotipos y roles de géneroque colocan a las mujeres en una posi-ción de desventaja con respecto a loshombres y dificultan el disfrute completode sus derechos. “El Feminismo es unamanera de entender las relaciones perso-nales, económicas, culturales, elmundo… Lo que es verdaderamentelimitado es no ser Feminista. Esto te privade conocer lo que le ocurre a la otramitad del mundo”. Ángeles Álvarez

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

44

ANEXO 1

ANEXO 2

Fuente: Proyecto Alba Plata en Equal. Fundación Mujeres

Fuente: Fundación Mujeres. “El origen de las desigualdades”

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

45

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

TOBÍO C., M. S. Agulló Tomás, M. V. Gómez, M. Martín Palomo (2010): El cuidado de las personas. Un reto para el siglo XXI. ColecciónEstudios Sociales. Num 28. Obra Social fundación “La Caixa”.

DURÁN, M. A. (2006). El valor del tiempo. ¿Cuántas horas te faltan al día? Madrid. Espasa

INSTITUO DE LA MUJER (2009): Mujeres en cifras 25 años. Ministerio de Igualdad

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) (2009a): Mujeres y hombres en España, Madrid: INE/Instituto de la Mujer

VARELA, N. (2005). Feminismo para principiantes. Ediciones B

SIMÓN RODRIGUEZ, M.E. (2010). La Igualdad también se aprende. Cuestión de coeducación. Narcea, MadridSIMÓN RODRIGUEZ, M. E. (1999). Democracia vital: mujeres y hombres hacia la plena ciudadanía. Narcea, MadridSIMÓN RODRIGUEZ, M. E. (2008). Hijas de la Igualdad, herederas de injusticias. Narcea, Madrid

BALBÁS, Mª . J. (2010). Bueno chicas, esto se acabó. Una guía para desdramatizar la menopausia. Ediciones B

DE LA PEÑA PALACIOS, E. Mª. (2007). FUNDACIÓN MUJERES. Fórmulas para la Igualdad. Reparto de Tareas: corresponsabilidad. En línea:http://www.fundacionmujeres.es/maletincoeducacion/pdf/CUAD4horiz.pdfDE LA PEÑA PALACIOS, E. Mª. (2007). FUNDACIÓN MUJERES. Fórmulas para la Igualdad: El origen de las desigualdades. En línea:http://www.fundacionmujeres.es/maletincoeducacion/pdf/CUAD1horiz.pdf

Plan Estratégico de Igualdad De Oportunidades 2008-2011

ARCONADA MELERO, M. A. (2007). “La responsabilidad de los hombres en el trabajo doméstico: ¿Tradición o Justicia?”. Santiago deCompostela

Informe salud y género 2005. Ministerio de sanidad y consumo

Observatorio Estatal de Violencia de Género sobre la Mujer

Guía de Recursos contra la Violencia de Género. Entre todos podemos. No a la Violencia de Género. Junta de castilla y León

Protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género (Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.Ministerio de Sanidad y Consumo)

Protocolo marco de actuación profesional para casos de Violencia de Género en Castilla León

Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección oficial contra la Violencia de Género

Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres

Ley 39/99 de Conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras de 5 de noviembre

II Plan de Igualdad de Oportunidades de mujeres y hombres. Concejalía de Igualdad de Oportunidades, Familia y Mujer.Ayuntamiento de Palencia

II Plan contra la Violencia de Género en Castilla y León. Junta de Castilla y León

III Plan Provincial de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres. Diputación de Palencia

IV Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres de Castilla y león (2007-2011)

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

46

Conducta suicida. Protocolo deintervención.Suicidal behavior. Intervention protocol

Vicente Martín Pérez. Psicólogo CL-403. Interpsicología Aplicada. León. Coordinador del Grupo de IntervenciónPsicológica en Emergencias de Castilla y León. GRIPDE - 112.

RESUMENEn el presente artículo, he justificado la necesaria utilización de los principios de aprendizaje como método deevaluación y análisis funcional para obtener el mayor número de variables relevantes y establecer una serie dehipótesis explicativas de cada caso que inexorablemente generarán las pautas que deben seguir la hipótesispredictivas y la intervención con conductas suicidas. El entrenamiento del psicólogo de emergencias en habili-dades de evaluación in situ, en habilidades sociales, en escucha activa, en el establecimiento de empatía, enmanejo y contención emocional, en estrategias de negociación, etc. en definitiva habilidades de conexión emo-cional y cognitiva, aumenta la probabilidad de modificar las respondentes fisiológicas y cognitivas, al variarestos antecedentes, cambiarán las operantes del suicida a favor de la vida. Propongo un protocolo de evalua-ción e intervención en estos casos.

Palabras clave: Suicido, Conducta autolítica, Ideación suicida, Operantes suicidas, Autolisis, Análisis funcional,Principios de aprendizaje, Conductas autolesivas, Emergencias, Psicólogo de emergencias, GRIPDE.

ABSTRACTIn the present article, I have justified the necessity of using the learning principles as a method of functionalassessment and analysis in order to obtain the largest number of relevant variables and establish a set ofexplanatory hypothesis in each case that will relentlessly generate guidelines to be followed by predictivehypothesis and intervention with suicidal behavior. The emergency psychologist’s training in in site assess-ment skills, in social skills, in active listening, in empathy establishment, in emotional management and con-tainment or support, in negotiation strategies, etc. In summary, in emotional and cognitive connection skills,increases the probability of modifying the physiological and cognitive respondent, by varying these antece-dents, the suicidal’s operants will change in favour of life. I propose an actuation protocol in these cases.

Keywords: Suicide, Autolytic behaviour, Suicidal ideation, Suicidal operants, Autolysis, Functional analysis,Learning principles, Self-injurious behaviour, Emergencies, Emergency psychologist, GRIPDE.

Foto: J. Quiñones

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

47

INTRODUCCIÓN.Recordar que en los últimos años lascifras de muerte por suicidio son másaltas que las que se producen por acci-dentes de tráfico o que es una de las pri-meras causas de mortandad en los jóve-nes nos sigue sorprendiendo.Estadísticamente se configura entre lasprimeras causas de muerte en elmundo. Como en cualquier conductasiempre hay que tener en cuenta lasvariables disposicionales del entorno ylas del individuo que facilitan o probabi-lizan los comportamientos para poderdescribirla, hay multitud de variablesque explican la ideación suicida, elintento o la consumación.

La historia de aprendizaje, los valoressociales del entorno, los problemas fun-cionales y/o estructurales, el condiciona-miento de la interacción, el patrón derefuerzo prioritario, las habilidades, etc.la interacción de todos los factores con-venientemente evaluados y el análisisfuncional del segmento conductual nosexplicaran cada caso, desde las motiva-ciones hasta el método elegido.

La actuación del Psicólogo emergentistacon un sujeto que está intentado suici-darse es una de las situaciones más com-plejas y difíciles que puede encontraseen una emergencia por las implicacionesque supone a nivel familiar, sanitario,legal, personal y profesional. El suicidiointencional es cualquier lesión autoinfli-gida o conducta deliberadamente reali-zada por el sujeto con el propósito demorir y cuyo resultado es la muerte. LaOMS define acto suicida al hecho por elque un sujeto se causa a sí mismo lesión,

independientemente de su intención ydel conocimiento de sus motivos.Si el acto de suicidarse dura un tiempo losuficientemente dilatado para que losequipos de ayuda puedan personarse enel lugar donde permanece el sujeto, existi-rá mayor probabilidad de que el objetivodel sujeto ya no sea el de suicidarse, entreotros puede ser llamar la atención o unintento de manipulación, o que siendo elsuicidio el primer objetivo, haya comenza-do a dudar sobre su propósito.

Lógicamente existen tentativas suicidasque son actos sin resultado de muerte enlas cuales un individuo, deliberadamen-te, se hace daño a sí mismo. En estas oca-siones, de no mediar situaciones fortui-tas, no esperadas o casuales, hubieraterminado en la muerte. Son tentativasde autoeliminación o autolesión inten-cionada que conllevan la muerte noesperada del sujeto. Por tanto el suicidioaccidental es el realizado con un métododel cual se desconocía su verdaderoefecto o con un procedimiento conoci-do, pero que no se pensó que el desenla-ce fuera la muerte, esta no era deseadapor el sujeto al llevar a cabo el acto.

Generalmente el Psicólogo del GRIPDE(Grupo de Intervención Psicológica enEmergencias) es activado para manejarde un modo eficaz la amenaza suicida enel momento del intento. Normalmentese constata que el sujeto insinuó o afir-mó verbalmente las intenciones suicidasante personas estrechamente vinculadasa él, estas harán lo posible por impedirlosi la afirmación es contundente, peroestas verbalizaciones no siempre sonexplícitas o complejas, pueden ser meras

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

48

expresiones como “es mejor morirse, estono vale la pena, para que molestarse, paravivir así es mejor acabar, etc.”, lo que encaso de consumarse genera culpa en losallegados por no haber dado la importan-cia necesaria a estas afirmaciones.

DATOS ESTADÍSTICOS.En general en las estadísticas sobre eltema si existen diferencias muy significati-vas, muchas de ellas sin investigar. En loscasos de suicidios consumados solamentepodemos establecer hipótesis puesto queno es lo mismo dependiendo del método:ahorcamiento, precipitación, descargaeléctrica o mediante gas, etc. en estoscasos existe conciencia, intención, conoci-miento y se ponen los medios necesariospara lograrlo. No está tan claro con elmétodo de ingestión de fármacos ya quecuando se salvan, en ocasiones por casua-lidad ya que les sorprenden, se puede sos-pechar que en otros casos y también porcasualidad no son descubiertos y mueren.Por ejemplo personas que ingieren unagran cantidad de fármacos y esperan sersorprendidas a una hora determinadaporque calculan que el marido, la madre,el hermano o el novio tienen por costum-bre llegar a una hora y ese día llegan mástarde, los fármacos actúan y la personamuere, siempre surge la duda sobre si lapersona tenía realmente la intención deconsumar o murió accidentalmente porerror en el cálculo.

En algunos casos de ahorcamiento sesospecha que el sujeto simplementeestaba probando el método y perdió laconsciencia por bloqueo de sangre alcerebro al presionar las arterias del cue-llo. Tampoco se sabe con certeza los

fallecimientos por suicidio, que aparen-temente parecen accidentes de tráfico.La realidad es que hay diferencias signifi-cativas en las conductas suicidas entresexos, países, población rural y urbana,etc. sobre las que no tenemos más quehipótesis explicativas y algunas predicti-vas. Lo que sí está claro es que la disponi-bilidad y/o la oportunidad son variablesmuy relevantes en el método elegido.

Cuando se realizan entrevistas a familia-res de personas que se han suicidado,estas buscan irremediablemente “moti-vos”, si no tienen “razones contundentes”,encontraran “pequeñas razones” paraexplicarse la acción y aliviarse o bienpara culpabilizarse. En algunas estadísti-cas se consideran las revelaciones de lasfamilias y amigos como argumentos,existe alta probabilidad de que los resul-tados estén sesgados.

Con las diferencias entre intentos realesy verbalizaciones previas se dan muchasvariables extrañas que pueden alterar lasignificación estadística. No es lo mismouna secuencia de conducta en la que severbaliza “no merece la pena vivir”, “esmejor desaparecer” o “cualquier día mequito del medio” y que tiene una fun-ción aliviadora temporal, que si tienefunción discriminativa o amenazante,esto solamente lo conoce quien lo pro-nuncia. Existe datos de muchos deaquellos que se suicidaron y que habíanrealizado estas manifestaciones, perono el porcentaje de los que lo expresa-ron y no lo hicieron. Aún así, por ejem-plo, se sigue considerando que 9 decada 10 personas previamente habíanavisado de sus intenciones.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

49

A continuación expongo algunos datossignificativos:

Lo consuman el triple de varones(78,31%) que de mujeres (22,56%).

Dos de cada cinco suicidios son de per-sonas de 15 a 29 años de edad No tenía trabajo casi el 30% de quienesse quitaron la vida.

La Organización Mundial de la Salud, cal-cula que para el año 2020 la cifra de falle-cidos anual será de millón y medio, sesupone que la OMS, al estimar estosdatos, no considera que las variables dis-posicionales del entorno como econo-mía, estructura social, política, etc. segui-rán como en la actualidad.

El suicidio se sitúa entre las quince prime-ras causas de muerte en el mundo. Cadaaño se suicida un millón de personas en elmundo y más de 20 millones lo intentan.

Según la Organización Mundial de lasalud (OMS) supone un 1,8% del totalde fallecimientos.

En algunos países es la segunda causa demuerte violenta en el grupo de edad de10 a 24 años y la tercera en los de 15 a 44. El riesgo de que se intente repetir un sui-cidio fallido es elevado. Hasta un 40% delas personas que lo han intentado reinci-den durante el siguiente mes.

Por países las tasas más altas de suicidiose dan en Hungría, Finlandia, Austria,Países del Este, Suiza, Alemania y Japón. Las más bajas se dan en España, Italia,Irlanda, Grecia, Egipto y Países Bajos.

En Europa mueren cada año 58.000personas por suicidio, 7.000 más quepor accidentes de tráfico. Se suicidan 9personas día.

La mortalidad de 6,7/100.000 habitantes. Este problema alcanza especial dramatis-mo en los más jóvenes, donde el suicidiose convierte en la segunda causa demuerte, tanto en hombres como en muje-res, entre los 15 y 24 años (Ceverino, Baca,Díaz, Zabala, García y Lozano, 2001).

Las personas que padecen enfermedadespsiquiátricas tienen más riesgo de con-ductas suicidas consumadas. En 2.008 laprovincia de Castilla y León en la que massuicidios se consumaron por cada 100.000habitantes es en Salamanca (12.12%) ydonde menos en Palencia (2.88%). La dife-rencia es muy significativa y solamente sepuede explicar por el efecto de las varia-bles disposicionales del entorno en elsujeto. Las variables disposicionales estánsin investigar y es imposible hacerlo yaque cuando los suicidas están plenamen-te decididos a ejecutar con intención ymedios apenas quedan sobrevivientespara contarlo.

ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA CONDUCTA SUICIDA.Cada sujeto es un caso único, cada con-ducta se da en un tiempo y en un espa-cio irrepetible. Propongo algunos posi-bles análisis funcionales que no se debengeneralizar. La interacción entre las varia-bles disposicionales del sujeto y delentorno probabilizan la conducta y encada caso se presentan diferentes condi-ciones, si bien es verdad que el mundo

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

50

de las contingencias es caótico eimpredecible, pero aún así es posibledescribir variables relevantes queexplican el comportamiento.

Algunos estímulos externos de la vidacotidiana como dificultades económicas,despido laboral, duelo, infidelidad, con-flictos sociales, divorcios, problemas físi-cos como enfermedades y/o dolor cróni-co etc. asociados a respondentescognitivas con función discriminativacomo pensamientos de ineficacia, inca-pacidad, ruina, culpa, etc. se encadenano condicionan por la historia de aprendi-zaje a pensamientos con función amena-zante como inviabilidad de soluciones,falta de alternativas, imposibilidad deescapar o evitar, etc. también a respon-dentes fisiológicas como ansiedad yangustia con alto grado de sufrimiento.En una primera fase y ante la falta dealternativas para afrontar, escapar o evi-tar las respondentes de la estimulaciónantecedente, el sujeto anticipa el suicidiocomo una operante capaz de evitar elsufrimiento. La estimulación consecuen-te encubierta tiene función aliviadora, esun alivio de la aversión (R-).

En la siguiente secuencia el sujeto emiteoperantes, pone en marcha el plan estable-cido y busca el lugar, el momento, el instru-mento, etc. y se dispone a ejecutarlo. Sidecide hacerlo en solitario (ahorcamiento,disparo, ingestión de fármacos, etc.) conalta probabilidad lo conseguirá sin quenadie pueda evitarlo por desconocimiento.

En otros casos decide hacerlo en unlugar público, (balcón, tejado, puente,etc.) si hay testigos y estos se percatan de

la situación llamaran a los servicios deemergencia, la policía local, policíanacional, los grupos de rescate, ambu-lancias se movilizarán y, en cuestión deminutos acordonarán la zona, se agrupa-rán los curiosos y posiblemente alguiense acordará que existen psicólogos espe-cializados en el tema.

Antes de llegar el experto en conductahumana, ya se habrán hecho variosintentos con el sujeto para que desista.Hay que recodar que en todas las situa-ciones suicidas y por imprevistos, sepuede producir el suicidio accidental,aquellos casos que el sujeto calcula mal ymuere sin desearlo.

Las personas uniformadas como la poli-cía local, la policía nacional, los gruposde rescate, ambulancias, cruz roja, ade-más de grupos de curiosos añaden nue-vos elementos a la estimulación antece-dentes que se pueden configurar para elsujeto con función amenazante, disuaso-ria, discriminativa, etc.

Dependiendo de la función de estasvariables disposicionales del entorno elsujeto ejecutará o desistirá.

Si da tiempo y llega el experto en conduc-ta humana, el Psicólogo, intentará retirartoda la estimulación potencialmente ame-nazante o facilitadora del contexto quesea posible e iniciará la intervención.

El profesional es consciente que con sushabilidades deberá ser capaz de configu-rarse como un estímulo con diferentesfunciones para el suicida, es decir trataráde “provocar” en el sujeto; tranquilidad,

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

51

seguridad, sensación de control, empa-tía, disminución de respondentes y cam-bios en sus operantes, este encadena-miento de conductas probabilizará larenuncia al suicidio.

En estos casos cuando el sujeto desiste delintento de suicidarse lo que cambia es queen la estimulación antecedente se hanintroducido otras variables relevantes queafectan a la funcionalidad de la secuencia,en ocasiones esa variable es el Psicólogo.

En ocasiones el suicida desiste porque anti-cipa alternativas y soluciones al problemamediante nuevos estímulos internos cog-nitivos producidos por la intervención psi-cológica. La estimulación consecuente esun alivio de la aversión (R-).

En otros casos disminuyen o se extinguenlas respondentes fisiológicas, ya sea porfatiga, por habituación o por ventilacióninducida por el profesional. La estimula-ción consecuente vuelve a ser (R-).

En situaciones suicidas, en las que nointerviene el psicólogo, la estimulaciónantecente cambia en sí misma, concreta-mente la estimulación externa, el procesoes el siguiente; el sujeto inicialmente tomóla decisión de suicidarse en casa, en el bar,en la oficina, en la calle, etc. Cuando realizael intento está en otro lugar, balcón, cua-dra de vacas, en casa con la escopeta, en lacama con ingesta de psicofármacos, etc. yeste cambio en los antedentes cambia lasecuencia funcional.

Recordemos que la conducta es la inter-acción entre el organismo y el entorno y,por tanto, el cambio en la funcionalidad

del estímulo externo modifica las respon-dentes cognitivas y fisiológicas, (se piensay se siente de otra forma distinta), la con-ducta será diferente y desistirá de sus pla-nes autolíticos sin que nadie intervenga.

En aquellas persona que amenazan consuicidarse en público para reivindicar underecho o llamar la atención sobre algúnaspecto de su vida (R+) o manipular elentorno, pero que en realidad no quierensuicidarse, cuando consiguen la movili-zación de medios (policía, ambulancia,bomberos etc.) y se aseguran que aque-llas personas a las que va dirigida su con-ducta, “su mensaje”, se enteran delhecho, el refuerzo social que consiguencon ello es suficiente para detener suacción. Simplemente su objetivo era ese.El paradigma de conducta se mantienepor la función del refuerzo positivo obte-nido, de ahí que estas personas enmuchos casos vuelvan a repetir suacción, por la anticipación del R+.

En otros casos se añade un elementonuevo, una respondente fisiológica máspotente que tiene función prioritaria yamenazante, “el miedo a los elementos queintegran la acción” (miedo a la altura, a lasoga, al impacto, etc.) o a las consecuenciasde la acción suicida (proceso doloroso,sufrimiento, desconocimiento, perder lavida etc.) En unos casos la función de esti-mulación consecuente es la anticipaciónde Castigo positivo (C+), en otros comodesistir de morir tiene función de Castigonegativo (C-). Cada caso es único.

Cuando existen delirios, alucinaciones,disociaciones o alteraciones de la con-ciencia por fármacos o por enfermedad

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

52

mental, la propia “alteración de la concien-cia”, la pérdida de la realidad, la confusióno la falta de anticipación de las consecuen-cias probabilizará el objetivo del suicidioya que el sujeto tendrá serias dificultadespara conectar con la realidad.

En todos los casos lo importante es queel psicólogo mediante su lenguaje ver-bal, no verbal y paralingüístico modifi-que la función de las variables relevantesde la estimulación antecedente externa,las respondentes cognitivas y fisiológicaso bien su funcionalidad. Más adelanteestudiaremos los diferentes métodospara intentar el fin propuesto.

PERFILES.En este caso hago referencia a perfiles defrecuencia estadística. También algunosperfiles concretos de trastornos asocia-dos, aunque en este último caso son dedudosa veracidad. En los suicidios con-sumados, es obvio, que no se puedenutilizar para investigar los modelos biop-sicosociales o multifactoriales.

Suicidios consumados.Hombres mayores de 50 años.Jóvenes menores de 24 años.Bajo control de impulsos.Motivación sociolaboral o afectivasAsociado a trastornos y/o enfermeda-des físicas.Ahorcamiento o precipitación.Desempleados o jubilados.

Tentativas de suicidio.Mujeres menores de 30 años.Pobre control de impulsos.Motivación afectiva y manipulativas.Problemas psicológicos.

Con tratamiento farmacológico.Normalmente han comunicado laamenaza.Varios intentos a lo largo de su vida.Con conflictos interpersonales.Con problemas de adaptación.Mediante ingestión de fármacos.Amas de casa.

VARIABLES DISPOSICIONALES Y SUICIDIO.Existen alteraciones funcionales del sujetoque están más relacionadas con la con-ducta suicida. Hay un acuerdo generaliza-do en que los pacientes con problemaspsiquiátricos tienen un porcentaje signifi-cativamente mayor de autolesionarse, deintentar suicidios y de consumarlos, quelos que no tienen este tipo de problemas.

Como generalmente este tipo de trastor-nos conlleva el consumo de antipsicóti-cos, ansiolíticos y/o antidepresivos, tam-bién existe una relación paralela entresuicidio y consumo de fármacos.

Algunas investigaciones apuntaban rela-ción entre la ingesta de antidepresivos yaumento de suicidios, se llego a afirmarque potabilizaban los riesgos de suicidiomás que otros fármacos. Los intereseseconómicos de las farmacéuticas propi-cian estudios más amplios en contra deestas hipótesis, incluso se acusa a estasempresas de promover el consumo depastillas para cada día, en vez de la utili-zación de sustancias con ingesta únicaque podrían ser más efectivas pero eco-nómicamente menos rentables. Variasempresas farmacéuticas cotizan enbolsa, otras tienen en nómina directivosde la OMS, que son los que aconsejan

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

53

tratamientos y manejan datos reales sobreenfermedades mentales, incluso colabo-ran en el estudio de los trastornos descri-tos en el Manual Diagnóstico DSM en sussucesivas ediciones. Curiosamente asocia-ciones psiquiátricas y consejeros del DSM-IV R están en nómina de estas empresas.

El consumo de sustancias ilegales, heroí-na, cocaína, cannabis y en general las dro-godependencias también tienen relaciónya que facilitan episodios de intoxicación,abstinencia y dependencia que probabili-zan conductas autolíticas por la alteraciónde la conciencia, la pérdida de la realidad ola dificultad de controlar los impulsos.

Todos los profesionales relacionados conel área de la conducta humana conocenla relación entre suicidio y el trastornolímite de personalidad.

La esquizofrenia, los trastornos deliran-tes, los trastornos distímicos, las habilida-des básicas, etc. Las alteraciones estruc-turales como enfermedades agudas ocrónicas y el dolor son también variablesdisposicionales del individuo que proba-bilizan la conducta suicida. Los trastor-nos de personalidad, los episodios yestados disociativos, las pérdidas perso-nales o materiales y la soledad contribu-yen como factores de vulnerabilidad enla ideación suicida. La falta de habilida-des básicas como resolución de proble-mas, habilidades sociales, dificultad en elmanejo de pensamientos son predicto-res de riesgo.

Las variables disposicionales del entornocomo contexto rural o urbano, valoressociales, entorno sociolaboral, proble-

mas psicosociales y ambientales, sonvariables a tener en cuenta para profun-dizar en el estudio de cada caso.

En el entorno rural el método más elegidoes el ahorcamiento o el envenenamientopor productos fitosanitarios, en el urbanola precipitación desde lugares altos comobalcón o terraza. La disponibilidad demedios en el contexto cercano son los queprobabilizan el método elegido. Tampocoestá claro por falta de información elnúmero de accidentes de tráfico, atrope-llos, caídas al vacio, aceptados como acci-dentes y que en el fondo son suicidios.

MITOS SOBRE EL SUICIDIO.Las leyendas urbanas como los mitos sonafirmaciones no probadas, realizadas porpersonas ajenas al conocimiento científico.Se dan por válidas en la población general.Se sustentan en generalizaciones o simpli-ficaciones de la experiencia propia o ajena.Son “leyendas urbanas”. Si estas afirmacio-nes colectivas no se filtran conveniente-mente se pueden integrar en el conoci-miento y darlas por válidas. A continuaciónseñalo algunas de las más extendidas.

Los que hablan sobre suicidio no lo lle-van a cabo. Hechos: De cada 10 perso-nas que se suicidan, 9 habían advertidode forma clara sus intenciones suicidas,la otra dejó entrever sus intenciones deacabar con su vida.

Los que intentan el suicidio no deseanmorir, sólo llamar la atención. Hechos:Son personas a las cuales les han falladosus mecanismos útiles de adaptación yno encuentran alternativas, excepto elatentar contra su vida.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

54

Si de verdad se hubiera querido matar,habría utilizado un método más agresi-vo. Hechos: Todo suicida se encuentra enuna situación ambivalente, es decir, condeseos de morir y de vivir. La elección delmétodo dependerá de la disponibilidad.

Todo el que se suicida estaba deprimi-do. Hechos: Aunque toda persona depri-mida tiene posibilidades de realizar unintento de suicidio o un suicidio, no todoslos que lo hacen presentan este desajuste.

Todo el que se suicida es un enfermomental. Hechos: Los enfermos menta-les se suicidan con mayor frecuencia quela población en general, pero no necesa-riamente hay que padecer un trastornomental para hacerlo.

El suicidio se hereda. Hechos: No estádemostrado que el suicidio se herede,aunque se puedan encontrar variosmiembros de una misma familia quehayan terminado sus vidas por suicidio.Puede intervenir el aprendizaje vicario.

El suicidio no puede ser prevenidopues ocurre por impulsos. Hechos:Toda persona antes de cometer un suici-dio evidencia una serie de síntomas quehan sido definidos como SíndromePresuicidal, consistente en la constric-ción de los sentimientos y el intelecto,inhibición de la agresividad, la cual ya noes dirigida hacia otras personas y reser-vándola para sí mismo.

Al hablar sobre el suicidio con unapersona que está en riesgo se lepuede incitar a que lo realice. Hechos:Está demostrado que hablar sobre el

suicidio con una persona en tal riesgo,en vez de incitar, provocar o introduciren él esa idea, reduce el peligro decometerlo y puede ser la única posibili-dad que se le ofrezca para el análisis desus propósitos autodestructivos.

Una persona que se va a suicidar noemite señales de lo que va a hacer.Hechos: Muchos suicidas expresan conpalabras, amenazas, gestos o cambios deconducta lo que va a ocurrir.

El suicida desea morir. Hechos: El sui-cida está ambivalente, es decir deseamorir si su vida continúa de la mismamanera y desea vivir si se produjeranpequeños cambios en ella. Si se diag-nostica oportunamente esta ambiva-lencia se puede inclinar la balanzahacia la opción de la vida.

El que intenta el suicidio es un cobar-de o un valiente. Hechos: Los queintentan el suicidio no son cobardes sinopersonas que sufren.

Si se reta a un suicida no se matará.Hechos: Retar al suicida es un acto irres-ponsable pues se está frente a una per-sona vulnerable, en situación de crisiscuyos mecanismos de adaptación hanfracasado, predominando precisamentelos deseos de autodestrucción.

Los medios de comunicación no pue-den contribuir a la prevención del sui-cidio. Criterio científico. Los medios decomunicación pueden convertirse en unvalioso aliado en la prevención del suici-dio si enfocan correctamente la noticiasobre el tema.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

55

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA DE LACONDUCTA SUICIDA.Fase previa: Antes de iniciar la inter-vención con el sujeto.Como en toda intervención psicológicaes imprescindible seguir la máxima “sinevaluar ni podemos ni debemos interve-nir” y por tanto, debemos recabar toda lainformación disponible con familiares,intervinientes, testigos, etc. sobre:

La hora de inicio de la amenaza, el tiem-po siempre corre a nuestro favor ya queel sujeto se cansa, ventila, puede reconsi-derar su conducta, etc.

Antecedentes psiquiátricos o ingestiónde sustancias, la intoxicación o el abusoson variables disposicionales.

Hipótesis sobre las motivaciones, proble-mas de pareja, económicos, etc.

Antecedentes del hecho, discusionesprevias, conflictos, despido, etc.

Datos biográficos del sujeto: edad, estu-dios, trabajo, estado civil, hijos, etc. todosestos datos nos pueden servir para lafase de afrontamiento.

Recursos materiales del sujeto para qui-tarse la vida; armas de fuego, arma blan-ca, gas ciudad, etc.

Fase de afrontamiento: En presenciadel sujeto suicida.Evaluar la presencia física del sujeto. A continuación voy a señalar aspectosimportantes del sujeto con algunosejemplos, pero estos son generalizacio-nes, simplificaciones o acercamientos

hipotéticos del caso, nunca perfiles opatrones de conducta que permitanestablecer relaciones causales. El esta-do de nutrición por exceso o defecto,pueden indicar enfermedad física. Elgrado de higiene y aseo personal, lasuñas cortadas o descuidadas son indi-cios del nivel de abandono. Las ojeras opelo despeinado señalan falta desueño o que ha estado tumbado enlugar inapropiado.

Complementos de apariencia física.Es importante valorar desde la forma devestir hasta los accesorios, cada uno de loselementos nos aportan datos que pode-mos utilizar. Cordones de zapatos desabro-chados pueden indicar cansancio.Pantalones y camisa arrugados horas deespera, el tipo de ropa (chándal, abrigo, enmangas de camisa), son datos de la aco-modación al tiempo, a la estación del año,en general estos son elementos indicativosdel grado de adaptación al medio. Si laropa es de marca o no, está conjuntada enel color, tejido, clase, etc, esto nos permitevalorar aspectos del sujeto como pulcritud,orden, nivel económico, estatus social, etc.En todo caso se puede utilizar como temade conversación intrascendente.

La combinación de colores muy llamati-vos se da en personas más descuidadas oque quieren llamar la atención, etc.

Evaluar el lenguaje no verbal.La anestesia emocional o falta de trans-misión de emociones, puede indicaringesta de fármacos ansiolíticos. Losmovimientos o gestos bruscos, la agita-ción indica hipervigilancia, ataque-defensa, ingesta de cocaína o síndrome

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

56

de abstinencia. La postura, la disposi-ción de los miembros inferiores o supe-riores, los movimientos lentos indicanposible estado distímico. Los movimien-tos automáticos pueden indicarnos fasesobsesivas, etc. La mirada perdida puedeindicarnos también ingestión de fármacos.

Evaluar elementos paralingüísticos.Exceso o defecto en el volumen, tono,cadencia, pausas, voz clara o ronca. Cadauno de estos elementos indica diferentesestados de ánimo y estados de concien-cia. En general la aceleración de estoselementos revela que el sujeto está acti-vado. La desaceleración es un indicio deangustia y de pero pronóstico.

Evaluar indicadores psicofisiológicos.Hiperventilación, suspiros, temblores, sud-oración, etc. son predictores de conductas.Reexperimentación, son cambios bruscosen sus respondentes que ocurren duranteel estrés agudo o postraumático, tambiénen los estados disociativos, son señales desituaciones traumáticas antecedentes.

La cara pálida o sonrojada, sudoración,las manos hinchadas, etc. todos estosindicadores sirven para generar hipótesisy trabajar sobre ellas con el sujeto.

En último caso valorar la posibilidad de lacontención física (sujetarle, tumbarle),no se recomienda ni es una competenciade los psicólogos.

Evaluar los contenidos verbales.Ideas Intrusivas y recurrentes. El sujetopuede repetir las verbalizaciones de lospensamientos e imágenes relacionadoscon una situación anterior, son ideas

rumiantes que el sujeto utiliza para resig-nificar síntomas e intentar que sus res-pondentes integren una situación trau-mática previa. Hay que intentar queventile emocionalmente.

Confusiones. Las confusiones se produ-cen cuando el sujeto está bajo los efec-tos del estrés o abuso de psicofármacoso drogas ilegales, junto con otros sínto-mas puede deberse a un proceso deli-rante, alucinatorio o psicótico. En estoscasos se debe intentar valorar los ante-cedentes previos al intento de suicidio.

Orientación temporo- espacial. El sujetopuede estar desorientado en estas varia-bles, el psicólogo intentará que tomecontacto objetivo con estos vectores, tra-tando que se centre en el “aquí y ahora”. Ideaciones. Son pensamientos circulares,el psicólogo debe intentar distanciar alsujeto del hecho que las produce o quetome contacto con la realidad, tambiénutilizar la contraargumentación.

Ideas delirantes. Son verbalizaciones depensamientos fuera de la realidad oaltamente distorsionados, pero basadoo apoyados en pequeños elementosreales, son síntomas de un proceso psi-cótico, de disociación, de la abstinen-cia alcohólica o de la ingesta de psicó-tropos, abuso de sustancias y tambiénde la interrupción brusca de un trata-miento psiquiátrico. Tiene mal pronós-tico. El psicólogo debe alargar el tiem-po de intervención para propiciar lafatiga del sujeto. También intentando lacontención poniendo límites, en loscasos agudos las probabilidades disua-sorias disminuyen.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

57

Alucinaciones. El sujeto percibe senso-rialmente estímulos inexistentes. Comoen los delirios, la actuación del profesio-nal irá en el mismo sentido.

Índice de realidad. Hace referencia a lacapacidad del sujeto para contextualizarsu experiencia en un marco objetivo. Esbajo cuando el área emocional perturbagravemente el criterio racional. El psicó-logo tendrá como objetivo que el sujetotome contacto con la realidad. Irademandando datos objetivos sobre lavida del sujeto.

Discurso cognitivo. Puede ser ordenadoo desordenado, en el segundo caso elpsicólogo tratará durante el proceso queel sujeto lo ordene.

Verborrea. Hace referencia a un ritmoexagerado de contenido verbal y de con-tenidos dispares desordenados, se pro-duce en algunos estados previos al brotepsicótico, también en las fases eufóricasde los trastornos bipolares. La empatía, lahipoactivación mediante los elementosde comunicación y el “tomarse” el tiemponecesario, son las mejores armas quepuede utilizar el psicólogo.

Coherencia cognitivo emocional. Hacereferencia a si el sujeto acomoda el dis-curso cognitivo con su correspondienteexpresión emocional. Cuando existemucha diferencia tiene peor pronóstico.El psicólogo intentará integrar los dosniveles de comportamiento disociados.Nivel de empatía. Nos dará indicios sobreel pronóstico, tiene mal pronóstico eldefecto, es decir que el sujeto no establez-ca empatía. En caso contrario, es una varia-

ble que juega a favor de la eficacia de laintervención. La empatía es un buen pre-dictor. El psicólogo deberá saber manejar-la sin perder el argumento de autoridad.

Expresión emocional (perturbaciones agu-das, moderadas, leves). Son respondentesexacerbadas. Si consideramos que sondebidos a estados de ansiedad como crisisde angustia o ataques de pánico, el mane-jo del lenguaje no verbal y paralingüísticopuede ser eficaz para desactivar.

Reconstrucción de los hechos, está rela-cionado con la percepción de continui-dad temporal. Indagar sobre los antece-dentes anteriores a la ideación suicida lopodemos emplear para valorar la capaci-dad de reconstruir ordenadamente o no elrelato. El desorden puede ser debido avarias causas, desde un proceso de demen-cia hasta una perturbación transitoria. Entodos los casos tratar de ordenar los acon-tecimientos puede dar sensación de con-trol al sujeto, esto mejorará el pronóstico.Hipervigilancia. Es una variable que tam-bién se detecta con las verbalizaciones yel lenguaje no verbal que presenta elsujeto. El psicólogo intentará que se sien-ta seguro eliminando la presencia deestímulos internos (pensamientos) yexternos con función amenazante.

Evaluaciones sobre sí mismo y verbaliza-ciones, también atribuciones internas alsuceso. El sujeto puede verbalizar pensa-mientos o ideas de minusvaloración, cul-pabilidad, negación, ineficacia, ruina etc.mediante la argumentación y la exposi-ción a pensamientos alternativos dismi-nuirá la probabilidad de emisión de laoperante suicida.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

58

Valores culturales y derechos. En ocasio-nes darle la información de los derechosde defensa, económicos, laborales, judi-ciales, familiares, etc. ayudan al suicida areconsiderar su propósito. También deter-minados valores culturales como la infide-lidad, la falta de trabajo, la orientaciónsexual, etc. motivan a las personas a reali-zar actos suicidas. La argumentación, lasestrategias de afrontamiento y la negocia-ción serán el objetivo del psicólogo.

Hábito psicomotor. Puede ser colabora-dor, defensivo, de ataque, lento o pausa-do. El abuso de cocaína puede producirepisodios paranoides con agitación, elabuso de ansiolíticos hábito psicomotorlento. En todos los casos el psicólogodeberá tomar el control de la situacióny, poco a poco, ir marcando los tiem-pos, con sus gestos, sus posturas y sulenguaje verbal.

Orientación temporo-espacial. Este apar-tado es muy relevante y fácil de detectar através de preguntas simples. En la demen-cia, el Alzhéimer y en general cuando exis-te un deterioro de las funciones cognitivas,el sujeto no tiene claro dónde está, ni lahora o el día en que se encuentra. El profe-sional utilizará estrategias de toma de con-tacto con la realidad, por ejemplo median-te pruebas de realidad horaria o utilizandoelementos del entorno.

Manifestaciones de Temor/ miedo/pánico.Ante este tipo de verbalizaciones el psicó-logo se centrará en conseguir que el sujetovaya recuperando progresivamente el con-trol de la situación, que se vaya sintiendoseguro por aproximaciones sucesivas. Si loacepta intentará marcar ritmos en la respi-

ración, también con pruebas de realidad.Además podemos utilizar técnicas deriva-das del condicionamiento encubierto deltipo “imagina que”……. si esto ocurrieracomo te sentirías?, etc.

INTERVENCIÓN DEL PSICÓLOGO ANTEUN SUICIDA.La metodología que indico a continua-ción debe ser utilizada por una personaentrenada, con habilidades y recursospsicológicos. La evaluación del sujeto encada fase permitirá diseñar la siguiente.Nunca la relación causal del suicidiodebe ser atribuida a la intervención delpsicólogo. Las auténticas variables rele-vantes están en la historia de aprendiza-je, sobre todo en el condicionamiento dela interacción del sujeto, cuando el suici-da toma la decisión y no se producencambios relevantes en su entorno essolamente cuestión de tiempo que cum-pla la amenaza.

Presentación: Exponer el nombre y laprofesión a la mayor distancia pero sufi-ciente para tener contacto visual y audi-tivo con el sujeto. El psicólogo debe pre-sentarse como un profesional ymanifestar que está en esa situación paraofrecer la ayuda que se le demande.

Acercamiento progresivo: Debe hacersecon aproximaciones sucesivas y siemprepidiendo permiso para ello, anticipando,avisando y describiendo cada uno de losmovimientos que realice, reforzando elconsentimiento verbalmente o mediantegestos (gracias, vale, de acuerdo, muybien, asentimiento, sonrisa). Hay quetener en cuenta que el acercamientodebe ser lento y pausado ya que los

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

59

movimientos o acciones bruscas puedenalterar al sujeto. Inicialmente el acerca-miento se detendrá cuando el psicólogoesté seguro que las señales de emisor yreceptor son captadas.Utilizar apoyos del entorno para la apro-ximación: Parece y es natural utilizar ele-mentos propios o del entorno para reali-zar el acercamiento (silla, mesa, cigarro,bebida, teléfono, pared,) siempre paraintentar acercarnos lo suficiente parapoder establecer el rol correspondientesde emisor y receptor.

Acercamiento psicológico: Hay queintentar combinar la aproximación físicacon la psicológica mediante la conexiónempática sucesiva y la escucha activa, todoello lentamente ya que intentar convencer-le de forma inmediata propicia el fracaso.

En esta fase los objetivos principales sonque el sujeto: Ventile emociones y sentimientos. Es con-veniente y adaptativo que verbalice y eti-quete el contenido de sus sensaciones;ira, frustración, culpabilidad, miedo,angustia, ansiedad, frustración etc. inclu-so le podemos preguntar directamenteque es lo que siente o que emoción tiene.

Localice sensaciones en su cuerpo. Saberque alteraciones o que cambios en sus res-pondentes le acompañan, las más habitua-les son opresión en pecho, taquicardia,ahogo, tensión muscular, etc. Esto ayudaráa tomar contacto con la realidad, Para lle-gar a este conocimiento le podemos pre-guntar directamente donde lo siente.

Exprese pensamientos sobre la propiasituación y sobre sus sentimientos, para

que pueda distanciarse de sí mimo yobservarse en su propio proceso.

Verbalice también sus preocupaciones,aquellos conflictos que le han llevado a lasituación suicida, es decir los estímulosexternos y su función, le servirá para ven-tilar y a nosotros nos servirá de granayuda para intentar negociar alternativas.

El profesional en todo el proceso seguirálas pautas establecidas en cualquierintervención psicológica:

Respeto a todo aquello que diga y sientael sujeto. Hay que tener siempre presen-te que las funciones de estímulo sondiferentes para cada sujeto y condiciona-das por su historia de aprendizaje, noexiste problema pequeño para quien lovive intensamente.

Legitimación de sus verbalizaciones yemociones. Si lo siente de un mododeterminado, para él es cierto. Cuandouna persona siente emociones, estas nose pueden discutir ya que es el propiosujeto quien las padece. Incluso es legíti-mo que una persona decida suicidarse,es su vida la que está en juego, el proble-ma que debemos resolver es si las razo-nes que alega están contaminadas porenfermedad mental, por conflictos o porsustancias tóxicas, etc.

Normalización de los contenidos verbalesdel sujeto, este apartado hace referencia aque el sujeto está respondiendo según loesperado en su situación, respuesta nor-mal ante una situación anormal. Es muyimportante no cuestionarle, tampoco cul-pabilizarle o sobreprotegerle.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

60

Proceso empático que consistirá en con-tagiarse emocionalmente (el psicólogoimitará pequeños gestos verbales y pos-turales) y aprobará sus reacciones conexcepción de la acción suicida. En estoscasos el lenguaje no verbal y paralingüís-tico es más importante que el verbalpuesto que el sujeto confuso y desbor-dado por sus emociones tendrá dificulta-des en el procesamiento lingüístico. Entodo este proceso ayudará:

Utilizar la conversación intrascendente:primero con elementos del entorno, pos-teriormente con elementos personalesdel sujeto como su presencia física, suprofesión, etc.

Obtener todas las palabras clave: sonelementos significativos del contenidoverbal, sirven y son apoyos para conti-nuar y retomar la conversación.

Poco a poco el profesional introducirápreguntas abiertas, el psicólogo tambiénpuede exponer opiniones personalesque establezcan conexiones afectivas.

Seguidamente añadirá preguntas cerra-das utilizando frases cortas y concretaspara indagar sobre sus emociones, locali-zación corporal de las mismas y pensa-mientos que lo acompañan.

Es de gran ayuda utilizar elementos típicosde comunicación como paráfrasis, circun-loquios, devolver pregunta, resumir, técni-ca del sándwich, interrogación negativa,petición de conductas, operativización, etc.

Cuando el sujeto vaya permitiendo elacercamiento psicológico se podrá

comenzar a buscar los motivos que lehan llevado a esta situación. El psicólogoseguirá controlando todas las estrategiasde la escucha activa para conectar con elsujeto, reforzando sus aportaciones conseñales de receptor. Es más importantesaber escucharle que hablar.

Se deben utilizar los silencios y respetarlos suyos como parte de la comunicaciónadecuada. El profesional psicólogo debeestar entrenado en habilidades sociales yun aspecto importante es ser capaz desoportar los silencios del interlocutor.

Cada persona y dependiendo de la situa-ción tiene un ritmo individual que hayque respetar. No existe ninguna prisa enmodificar su conducta, el tiempo “corre”a favor del profesional.

La deformación profesional del psicólogole lleva a intentar dar consejos, prescrip-ciones y sugerencias inmediatas cuandosu interlocutor le está hablando de unproblema y realiza una pausa. Es especial-mente importante en la intervención consuicidas seguir el protocolo. En todo elproceso es necesario que el profesionalse muestre empático y seguro y cuando elsujeto le “dé la oportunidad” devolverleseñales de comunicación que propicie lasensación de control.

Acercamiento psicológico al hecho suici-da: Cuando el sujeto ponga en evidenciasu situación suicida y solamente en estemomento, el psicólogo debe aprovecharpara ser emisor y dar diferentes versio-nes adaptativas de su situación. En estafase hay que tener mucha cautela, hablarlento, con frases cortas e ir observando si

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

61

las reacciones del sujeto confirman queescucha de forma adaptativa. Existenalgunos recursos como trabajar con queel suicidio no es una elección y que suce-de cuando el sufrimiento anula o distor-siona la percepción que se hace de losrecursos necesarios para buscar alterna-tivas al problema. Aunque se constate untrastorno, en este momento no se debehacer alusión a enfermedades mentales.

Otro recurso hace referencia a que tam-bién existen salidas a situaciones muyproblemáticas, pero que en determina-dos momentos no se ven. Si va aceptan-do las afirmaciones, se pondrán ejem-plos de la vida, que no tengan nada quever con su problema actual: el disgustoque supone dejarse las llaves dentro dela casa, el pinchazo de una rueda delcoche en un viaje nocturno, llegar tardea una cita, etc. y que recuerde el disgustoinicial que supuso y como poco despuésestaba solucionado y se procesaba de unmodo diferente. En definitiva intentare-mos con estos recursos que salga delcontexto y que se aleje de su estadoemocional y perceptivo e imagine situa-ciones ajenas para probabilizar la gene-ralización y transferencia de toma decontacto con las soluciones.

Técnicas de argumentación. Ante afirma-ciones o creencias desadaptativas o irra-cionales por parte del suicida, como que“la vida no merece la pena” o que “es unamala persona” o que “no le van a perdo-nar” o que “todo seguirá igual”, valorare-mos el tipo según las diferentes clasifica-ciones. Evaluaremos si son anticipacionesnegativas, sobregeneralizaciones, pala-bras no operativas, pensamientos de

ruina, primeras personas, relaciones erró-neas de causalidad etc. y aplicaremos losdiferentes métodos argumentales paracontenerlas o reducirlas al absurdo.

Una de estas técnicas (operativizar) estratar de que el sujeto reduzca la percep-ción de alta frecuencia de acontecimien-tos negativos. Se consigue con pregun-tas como ¿cuántas veces? o ¿en cuantasocasiones? En las anticipaciones negati-vas o las relaciones de causalidad sepuede utilizar el argumento socrático, lareducción al absurdo etc.

Un aspecto importante de las relacionesde causalidad es que normalmente la pre-misa mayor (suicidarse) se condiciona apremisas menores (antecedentes), obser-varemos como premisas menores verda-deras o dudosas son utilizadas como pre-texto para justificar premisas mayoresfalsas o dudosas, de tal manera que la con-clusión general parece cierta. El argumen-to socrático es un recurso útil que ayudaráal profesional a manejar la situación.

En ocasiones el sujeto utiliza la primerapersona, lo que piensa, supone o imagi-na como un argumento objetivo, el pro-fesional tratará que el sujeto reflexionesobre otras situaciones de su vida en lascuales la experiencia, los hechos realesno coincidieron con lo subjetivo o ima-ginado, etc.

Estas técnicas no deben utilizarse deforma directiva como en una consulta,más bien de manera poco inquisitiva,“con guante blanco”, para intentar conse-guir acuerdos parciales e ir dando al suje-to sensación de control.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

62

En todo caso no utilizar las típicas fraseshechas como tranquilo, todo tiene solu-ción, piensa en tus hijos, no hagas locu-ras, etc. Tampoco dar consejos, recetas oprescripciones vulgares.

En todo este proceso trataremos que elsujeto intente buscar pequeños objeti-vos a corto plazo que le ayuden a salirdel “túnel emocional”.

En algunos casos podemos sugerirlepequeñas estrategias alternativas. Estoreviste peligros porque el sujeto puedehaberlas desechado de antemano.

A la mínima señal de contrariedad, elprofesional tratará de volver a la situa-ción de receptor.

FINAL DE LA EMERGENCIA.En cada ocasión que lo permita elPsicólogo intentará que busque razonespara vivir como alternativa a razones paramorir, si va mostrando acuerdos se lereforzará por ello. En estos casos los estí-mulos verbales y gestuales solamentetendrán función reforzadora o gratificantecuando se instaura una relación empáticaentre el sujeto suicida y el profesional, obien cuando se establece una jerarquía deargumento de autoridad a favor del psicó-logo, por ello el orden de las diferentesfases de la intervención deben ser respe-tadas. Las prescripciones tienen muchasmás probabilidades de ser acatadas cuan-do quien las otorga tiene argumento deautoridad sobre quien las recibe.

A estas alturas de la intervención, des-pués de seguir el largo proceso descritoanteriormente, es muy posible que el

sujeto decida desistir voluntariamentede su intento autolítico, o quizás el profe-sional valora que los objetivos propues-tos están conseguidos, pero solamentecuando se constaten varios de lossiguientes segmentos conductuales ycuantos más mejor, será el momento deproponerle salir de la situación poten-cialmente peligrosa (dejar el arma, sepa-rarse de la ventana, alejarse del alero deltejado, bajarse del puente, etc.).

El psicólogo puede intentar que el suici-da desista de su intención cuando se danalgunos de los comportamientos queenunciaré a continuación. Lo expuesto acontinuación solamente son hipótesis yaque, a pesar de todo, si el suicida tiene sudecisión tomada de poco servirán lashipótesis predictivas.

Si el sujeto consuma el acto suicida lashipótesis explicativas pueden ser varias,pero el auténtico análisis funcional sola-mente se podría realizar mediante lavaloración psicológica del sujeto si desis-te y le podemos evaluar.

Considero que el propio sujeto debe serquien verbalice que renuncia al intento desuicidio, pero a continuación señalo algu-nos indicadores que pueden facilitar latoma de decisiones del profesional paradar por finalizada la intervención e inten-tar que el sujeto abandone el intento.

En definitiva hay que estar atentos a loscambios en la estimulación antecedente.La presencia del psicólogo y sus habilida-des en la comunicación, en la práctica, esun estímulo nuevo que añadirá valenciaa la estimulación previa que tenía el sui-

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

63

cida. El profesional tendrá que intentarcambiar la funcionalidad antecente delsujeto a favor del abandono de la acción,ante este cambio el sujeto emitirá nue-vas operantes que son las que debeobservar el profesional para sugerirleconservar la vida.

Hay que tener mucho cuidado ya que loscambios del sujeto pueden ser solamenteformales como habilidad para adaptase ala situación y no cambios en la funcionali-dad con respecto a sus intenciones autole-sivas. El suicida puede cambiar sus operan-tes simplemente porque el psicólogo le“cae bien” o porque el suicida es educado otímido, pero la funcionalidad de la estimu-lación antecedente sigue teniendo funciónamenazante o facilitadora del suicidio. Elsujeto puede seleccionar y cambiar sus res-pondentes y operantes ante el psicólogo,pero no ante el resto del contexto.

El profesional en conducta humanapuede manipular y enseñar al sujeto acomportarse discriminativamente dife-rente con él, pero no conseguir ningúncambio con respecto al resto del contex-to. El patrón de refuerzo prioritario segui-rá siendo acabar con su vida. Propongoalgunos indicadores que pueden servir-nos como “indicios relativos” para irdando por terminada la intervención.

Modificaciones Kinesiológicas. Cuandodespués del proceso descrito anterior-mente, cambia su posición en relación alcontexto potencialmente amenazante.Disminuyen o cambian las posiciones cor-porales de amenaza, (se aleja de la venta-na, cambia su posición frontal a lateral enel puente o en la grúa, etc.)

Modificaciones de señales no verbales.Cambios en sus gestos, (relaja cejas, man-díbulas, cambia la mirada fija, sonríe, etc.) Muestra asentimientos a los aspectospositivos propuestos por el psicólogo.Muestra señales de arrepentimiento. Emite señales de disculpa (eleva cejas,eleva hombros, eleva brazos, extiendelos labios lateralmente, etc.).

Modificaciones en el discurso verbal.Cuando disminuye la verborrea.Disminuyen los silencios.Ordena el discurso verbal.Se centra en la conversación de mane-ra lógica.Acepta la contraargumentaciónExpone más argumentos para vivir.Se han negociado acuerdos parciales ototales.Realiza proyecciones al futuro.Realiza autocrítica constructiva.

Modificaciones de señales paralingüísticas.Cambios consecuentes en el tono.En el volumen.En la cadencia.En la velocidad del habla, etc.

Modificaciones psicofisiológicas.Cuando el sujeto disminuye la activa-ción de señales como sudoración, tem-blor, tics, etc.Ha ventilado emociones.Disminuye su activación psicomotora.Manifiesta sentirse mejor o aliviado desus síntomas.Cuando expresa señales de fatiga.

Modificaciones cognitivas.Cuando toma contacto con la realidad.Duda de sus razones.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

64

Se replantea sus argumentos.Establece un orden cronológico de loshechos.Disminuyen sus delirios o sus alucina-ciones.Se orienta en espacio tiempo.Disminuye la culpabilidad.

Modificación de las operantes.Si cambia o disminuye su conducta poten-cialmente peligrosa (suelta el arma, elcuchillo, deja de mirar fijamente el vacío).Si se aleja de la situación peligrosa.Emite acciones diferentes a las antece-dentes.Es capaz de generar alternativas adapta-tivas a su conflicto.

Modificaciones en su patrón defensivo.Cuando comienza a colaborar con lasindicaciones del profesional.Cambia su patrón de defensivo adependiente.Deja el control de la situación al psicólogo.

Modificaciones en el establecimiento deempatía.Emite constantes señales de relaciónempática.Imita con señales emocionales al intervi-niente psicólogo.Utiliza elementos paralingüísticos vica-riamente.Nos da la razón.Cuando nos otorga el argumento deautoridad.

INTERVENCIÓN DEL PSICÓLOGO CONLA FAMILIA Y ALLEGADOS PRESENTESEN EL INTENTO.Solamente si lo pide o con su permisointentaremos involucrar presencial-

mente en la situación a miembros desu familia o amigos cercanos, pero des-pués de evaluar la situación ya que, enocasiones su presencia, si son parte delproblema antecedente, precipitarán laconducta operante autolítica. Generalmente los estímulos externoselicitan respuestas de más alta intensi-dad, frecuencia y duración que loseventos privados.Si son parte del problema o lo ignora-mos, la familia será retirada del campovisual y auditivo mutuo para eliminar sufunción amenazante o discriminativa. Sebuscará un lugar tranquilo e íntimo y ale-jado del lugar. Otro psicólogo será elencargado del acompañamiento y pon-drá en marcha las estrategias de ventila-ción, contención y manejo emocionalque se utilizan en los primeros auxiliospsicológicos. Si es posible tratará de con-seguir datos relevantes de las motivacio-nes del suicida que hará llegar, si es posi-ble, al profesional que realiza laintervención directa.

INTERVENCIÓN DEL PSICÓLOGO CONLOS CURIOSOS.Hace referencia a testigos circunstanciales,viandantes, periodistas, etc. que están en elentorno de la situación suicida. El sujetopuede sentirse reforzado socialmente (R+o R-) y cumplir su amenaza.

Existe un acuerdo generalizado que esmuy negativo para el sujeto suicida tenertestigos de su conducta ya que probabi-lizan la consumación por su funciónamenazante, discriminativa, reforzante,etc. ante la duda y a falta de análisis fun-cional de conducta es mejor no experi-mentar ya que es posible que solamente

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

65

se pueda hacer un ensayo de conducta yel resultado sea fatal.

Las fuerzas y cuerpos de seguridad delestado son conscientes de ello y ante lapetición alejaran a los curiosos, tenemosnumerosos ejemplos a favor de esta afir-mación si está presente el Psicólogo.

INTERVENCIÓN DEL PSICÓLOGO CONLOS INTERVINIENTES PRESENTES.La policía local, nacional, guardia civil,bomberos y grupos de rescate puedentener diferentes funciones pero general-mente probabilizan que el sujeto se sien-ta amenazado y busque el alivio de laaversión (R-). Los elementos con funciónamenazante o discriminativa son los uni-formes, las armas, cascos, señales identifi-cativas, grúas, sirenas, focos, etc. tambiénque cuando intervienen generalmente lohacen en grupo, lo que reduce la privaci-dad y la posible relación empáticas.

Es importante que, tanto si se espera alPsicólogo como si no se le ha llamado,intervenga con el suicida una sola perso-na interviniente y con los menos ele-mentos identificativos, también puedeestar presente, pero sin intervenir y enun segundo plano, otro psicólogo ointerviniente observando la situación.

CONCLUSIONES.A lo largo de este artículo he tratado derepasar algunos aspectos relevantes dela conducta suicida y un posible protoco-lo de evaluación e intervención.

Consideramos que la conducta es inter-acción entre el individuo y el entorno yque la historia de aprendizaje y el condi-

cionamiento de la interacción configu-ran las diferentes funciones que el entor-no tiene para el sujeto. Las variables dis-posicionales del entorno y del individuoprobabilizan las conductas y estas semantienen por sus consecuencias.

Las personas aprenden una serie dehabilidades para adaptarse a las diferen-tes situaciones. Cuando la interacciónproduce un alto nivel de sufrimiento (C+y/o C-) y fallan o no se encuentran meca-nismos de evitación y escape, el sujetopuede pensar en la alternativa suicidacomo método para aliviarse (R-) o comoforma de castigo (C+) contra los que con-sidera responsables de su sufrimiento ocontra sí mismo. Cuando un sujeto anti-cipa el suicidio y lo asocia con la finaliza-ción del sufrimiento y con el alivio de susrespondentes fisiológicas y cesan lasoperantes de solución de problemas, lesobreviene una cierta tranquilidad quefacilita la preparación del suicidio y enmuchos casos se consuma si el sujetodecide realizarlo en solitario.

En otros casos el suicida bien porque deci-de hacerlo en público, bien porque es sor-prendido, duda durante un tiempo, en estecaso si el psicólogo interviene debe seguirun protocolo de actuación que probabili-zará el abandono del objetivo suicida.

He realizado una pequeña exposición yhe justificado la necesaria utilización delos principios de aprendizaje comométodo de evaluación y el análisis fun-cional para obtener las máximas varia-bles relevantes y poder establecer unaserie de hipótesis explicativas de cadacaso que inexorablemente generará los

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

66

principios que debe seguir la hipótesispredictiva y la intervención.

El entrenamiento del psicólogo deemergencias en habilidades de evalua-ción in situ, en habilidades sociales, enescucha activa, en el establecimientode empatía, en manejo y contenciónemocional, en estrategias de negocia-ción, etc. pueden modificar las respon-dentes fisiológicas y cognitivas del sui-cida. Si el profesional consigue

modificar las variables antecedentes,cambiarán las operantes del suicida.

En un estudio posterior abordaré el temade la prevención. El psicólogo como exper-to en conducta humana es un profesionalque puede trabajar en la prevención ydebería estar a disposición de los ciudada-nos que en un momento de su vida decidequitarse la vida. Cerca de 3.500 suicidios alaño en España y 60.000 anuales en Europaavalan esta afirmación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Cautela J.R y Upper D. Condicionamiento encubierto (1983).Bilbao. Ed. Desclée de Brouwer

Fernández Millán, J.M. (2005) Apoyo psicológico en situaciones de emergencia. Madrid: Psicología Pirámide.

Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Guías de práctica clínica del SNS. 2011. Ministerio deCiencia e Innovación.

González Vandunciel E. y GRIPDE. (2007). Colegio Oficial de psicólogos de Castilla y León. Guía resumen de actuación Psicológica enEmergencias.

Mariana Segura. Pilar Sánchez. Pilar Barbado. Análisis Funcional de Conducta Humana: Un modelo explicativo. (1991). Universidad deGranada.

Memoria de la Organización Mundial de la salud (OMS).

Parada Torres, E. (2008). Psicología y Emergencia. Habilidades Psicológicas en las profesiones de socorro y emergencia. Bilbao: Descléede Brouwer.

Robles Sánchez, J.I; Medina Amor, J.L. (2003). Intervención psicológica en las catástrofes.

Holland J.G., Skinner B.F. (1984). Análisis de la Conducta. Biblioteca Técnica de Psicología. Editorial Trillas. México, D.F.

Torrico., E; Remesal, R y Andrés, M. El suicidio en la población adulta, FOCAD 2009. Diferencias en la conducta suicida. Estudio compara-tivo entre los intentos de suicidio y suicidio consumado. (Tesis Doctoral). Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

Foto: J. Quiñones

en.red

.and

o

67

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

El cerebro comopseudoexplicación (las teoríasneurobiológicas de la conciencia)http://www.nodulo.org/ec/2005/n043p13.htm

Carlos López Marbán

RESUMENCrítica de las teorías neurobiológicas de la conciencia, entendiendo que son inca-paces, por su fisicalismo grosero, de dar cuenta de lo que pretenden explicar..

ABSTRACTCriticism of the neurobiological theories of consciousness, understanding that theyare incapable, by their physicalism rude to account for what they purport to explain.

Observando la conciencia

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

68

prolepsisprolepsis

Resulta un tópico muy socorrido en círculos científicos definir el sigloXXI como «el siglo del cerebro». Se defiende que el estudio de suestructura y funcionamiento debe aportar datos fundamentales parala comprensión no sólo del comportamiento humano (es comúnhablar de «las bases neurológicas de la conducta») sino además, y par-ticularmente, del fenómeno de la conciencia. Se buscan de este modobases neurológicas para dar cuenta de cuestiones consideradas hastaahora parte del campo de estudio de otras categorías, como la psico-logía, las ciencias sociales o las ciencias humanas. La búsqueda pasa aconsiderarse, además, tema central e imprescindible para un correctocierre de estas disciplinas, llamadas genéricamente neurociencias (oneurociencia, en claro intento unificador{1}):

«Dilucidar el origen biológico de la conciencia parece ser un temacrucial de las neurociencias, a tal punto que puede sostenerse quemientras no se esclarezca la génesis de la autognosis, de la concien-cia, del 'yo', la neurobiología parecerá trunca e indefinida.» Dr. SergioFerrer Ducaud. Academia de Medicina de Chile. [1]

Estas posiciones científicas se ofrecen como materialistas (por oposi-ción a otras tachadas de espiritualistas o metafísicas) aunque en rea-lidad no suelen superar un fisicalismo reduccionista y simple. Elmaterialismo que defienden es decididamente monista y precisa-mente por ello, como veremos, incapaz de dar cuenta cabal del pro-blema de que se trata. Un destacado neurocientífico, Rodolfo Llinás,afirma que para comprender la naturaleza de la conciencia el requi-sito primordial es disponer de una perspectiva apropiada:

«así como la sociedad occidental, sumida en el pensamiento dualista,debe cambiar de orientación para captar las premisas elementales dela filosofía monista, también es necesario un cambio fundamental deperspectiva para abordar la naturaleza neurobiológica de la mente».[2]

Lo cierto es que el tema se ha convertido en recurrente y ha trascen-dido el ámbito estrictamente científico, constituyéndose como lugarcomún en todo tipo de publicaciones, tertulias, programas divulgati-vos, &c. Un ejemplo que desarrolla lo que decimos, extraído de unportal generalista de Internet, es el siguiente:

«La conciencia humana se genera en la parte posterior del córtex cere-bral. Descubiertos los mecanismos neuronales que permiten al cerebrodarse cuenta del entorno y de los procesos subjetivos. El córtex es la

en.red

.and

o

69

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

región del cerebro que genera la conciencia del entorno y de unomismo, según una investigación que describe por vez primera los meca-nismos neuronales del psiquismo humano. Aunque la investigaciónsobre la formación de la conciencia está aún en un estado primitivo, susautores consideran que las facultades de nuestro cerebro pueden expli-carse totalmente por la interacción de las células nerviosas.» [3]

Como se puede apreciar, se considera la conciencia una facultad delcerebro, cuya explicación puede encontrarse, en última instancia, enla interacción de sus neuronas.

Verdad es que la información se codea con otras de la talla de: «laciencia ya experimenta con híbridos que son mitad hombres, mitadanimales»; «las comunidades de insectos generan sus propios esta-dos policiales» o «el Universo inicial era líquido». Pero esto no supo-ne tanto un menoscabo a la validez de las teorías neurobiológicas dela conciencia cuanto la evidencia de que han pasado a formar partedel acervo 'científico' popular.

La perspectiva neurobiológica parece haberse convertido en el acer-camiento idóneo para aquellas personas que, no admitiendo yaenfoques religiosos o mentalistas, buscan una explicación «científi-ca» a las realidades humanas «más profundas». Todo lo cual viene aofrecerse, por supuesto, en consonancia con el «espíritu laicista»propio de los tiempos que corren. Se ha sustituido, en alguna medi-da, la creencia religiosa por una ingenua fe en la Ciencia, de modoque no puede sino confiarse en ella para que descubra las causasúltimas de la conducta, la subjetividad o la conciencia.

LOS MODELOS DE LOS CIENTÍFICOS Francis Crick –premio Nobel en 1962 por su descubrimiento, junto aJames Watson, de la estructura del ADN– a la manera habitual deotros científicos que alcanzan éxito en sus respectivos campos deestudio, pretende resolver 'de un plumazo' cuestiones que llevansiglos siendo debatidas. Tras años de dedicación a tareas experimen-tales y empíricas decide, ya jubilado, 'resolver científicamente' elproblema de la conciencia, para lo cual se ve obligado a trabajar conella de un modo grosero y reduccionista.{2}

En su libro «La hipótesis sorprendente. La búsqueda científica delalma»,[4] Crick afirma que «la conciencia es una banal fusión de neu-ronas del cerebro». Además, recuerda al lector que «tú, tus alegrías y

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

70

prolepsisprolepsis

tus penas, tus recuerdos y tus ambiciones, tu sentido de identidadpersonal y libre albedrío, no son de hecho más que el comporta-miento de un gran agregado de células nerviosas y las moléculasque se les asocian». La conciencia no se entiende como algo propiode la persona, ni siquiera del organismo, sino exclusivamente delcerebro: un epifenómeno, un producto que brota de una determina-da arquitectura neuronal. Se considera una propiedad emergente,que no puede ser explicada únicamente por las partes cerebrales, nisiquiera por su interacción, sino sólo por la estructura total del siste-ma. No es el funcionamiento el que la genera (la mente no es fun-ción del cerebro) sino el orden espacial que alcanzan los componen-tes del sistema nervioso humano en un momento dado de suevolución. Lo que parece obviarse o preterirse, es que esa mismaevolución del sistema nervioso sólo ha sido posible por el funciona-miento del organismo como un todo.

La conciencia se entiende entonces como conocimiento (por ejem-plo, de 'tus alegrías, tus penas', &c.) pero éste, desde la perspectivareduccionista neurológica de Crick, sólo puede entenderse a su vezcomo un conjunto de procesos de aferencia sensorial que dan lugara actos motores, así como sus correspondientes patrones neuralesjerárquicos donde quede 'representado'. Esto es lo que defiendetambién la psicología cognitiva: el conocimiento no es una acción,directa y necesariamente ligada a sus consecuencias (para unomismo y para otros) sino un proceso que ocurre a nivel neurológico.El conocimiento es algo diferente y previo a su manifestación, enten-diendo que puede comprobarse verdaderamente su existencia contécnicas de neuroimagen; en otras palabras: mediante la observa-ción de una pantalla digital donde diferentes zonas encefálicas cam-bian de color en función de lo que hace un sujeto.

De modo que la conciencia (el conocimiento) se intenta explicar (ymedir{3}), por sus correlatos cerebrales, aunque sea obvio que loscambios que ocurren a este nivel se producen tanto al conocer algocomo al des-conocerlo (o conocerlo de modo erróneo). El cerebronunca deja de 'hacer cosas' y la más profunda ignorancia acerca decualquier cuestión requiere también de sus correspondientes trans-formaciones neuronales; perseverar en el error, de modo contumaz,también supone una ardua labor neuronal (con sus correspondien-tes 'patrones neurales') sin que esto nos permita afirmar que quienactúa de modo repetidamente erróneo esté aprendiendo. Tan cons-ciente se es, por otra parte, de algo real como de una ilusión o una

en.red

.and

o

71

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

alucinación. Se produce aquí una confusión entre procesos apotéti-cos, que requieren distancia con los objetos (e implican relacionesalotéticas, es decir, relaciones de otros sujetos con las mismas o simi-lares situaciones) y procesos paratéticos. Porque si el conocimientotiene sentido, lo tiene en cuanto que aquello que se conoce es tam-bién conocido por otros. Los cambios neuronales que ocurren cuan-do realizamos cualquier aprendizaje son precisamente los que no sepueden compartir con los demás (sin perjuicio de que ellos mismos,a su vez, puedan convertirse en objeto de conocimiento común).

Las teorías de Gerald Edelman, por su parte, se presentan como dota-das de una complejidad de la que carecen las de Crick. Las diferenciasfundamentales serían, por un lado, la introducción de la interacción,con la que intenta superarse la explicación emergentista y, por otro, elconcepto de mapa. Para el filósofo John Searle, de la Universidad deBerkeley, la teoría neurobiológica de Edelman es la más profunda ycompleta por su idea de 'mapa neuronal': «la primera idea esencialpara Edelman es la noción de mapa. Un mapa es una capa de neuro-nas del cerebro, los puntos de la cual están vinculados sistemática-mente con los puntos correspondientes de una capa de células recep-toras, como la superficie de la piel o la retina del ojo. Los mapaspueden también vincularse con otros mapas.» [5] Sin embargo, Crickya hablaba de circuitos en los que las neuronas entran en contacto,formando patrones más o menos estables de intercambio electro-quí-mico. Aunque la idea de mapa parece más flexible, menos estructural,lo cierto es que también Crick afirmaba que la sincronía neuronal estemporal, no de estructuras. De modo que la supuesta diferencia entreambas teorías es más bien una similitud constante en este tipo deenfoques: su carácter representacional.

Edelman parte de sus trabajos sobre inmunología, por los que reci-bió el Nobel de Medicina en 1972, en los que defiende que el funcio-namiento del sistema inmunológico no depende de un repertoriofijo de anticuerpos sino de una selección de aquellos que mejor seadaptan a la estructura de los cuerpos extraños: los seleccionados sereplicarán en la cantidad necesaria para combatirlos. El sistema sepresenta entonces como selectivo, en el sentido darwiniano del tér-mino. Su teoría de la selección del grupo de neuronas (TNGS) [6]concibe el funcionamiento del cerebro del mismo modo selectivo-evolutivo, a tres niveles: en el desarrollo biológico, conforme se com-pletan las conexiones neuronales más básicas, que garantizan yregulan las funciones fisiológicas necesarias para la existencia (tron-

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

72

prolepsisprolepsis

coencéfalo y sistema límbico); mediante la experiencia, que permiti-ría incorporar nuevas conexiones (corteza y tálamo); y en la dimen-sión de re-entrada o comunicación en ambos sentidos.

El primer nivel hace referencia a una selección primaria, que consoli-daría una codificación genética determinada, sólo posible por lo queEdelman denomina lucha topobiológica (lucha de especies por 'ocu-par el espacio') y que no es sino otra forma de decir 'lucha por lavida'. La segunda sería una selección secundaria de los grupos neu-ronales, que llevaría a la formación de mapas o patrones en los quese 'dibuja' la memoria, de modo flexible, mediante sincronizacionesneuronales temporales (se trata, en suma, de apelar a la plasticidadsináptica y de hacer referencia a la ontogénesis en vez de la filogéne-sis del nivel anterior). La re-entrada, por último, sería un procesodinámico en el que la constante interacción entre sistemas (límbico ytálamo-cortical) permitiría categorizar las nuevas percepciones ymodificar los mapas, siempre a partir de la memoria de valor, queimpondría unos límites{4}.

El aprendizaje se explicaría por la consolidación de algunos de estospatrones, lo que sólo es posible en la medida en que la informacióndel medio permanezca estable, ya que de otro modo los patronesmismos habrían de variar. La posibilidad misma de aprendizaje estádeterminada por la regularidad de la estimulación ambiental, demodo que los 'mapas' son copias o representaciones del exterior, apesar de la apelación a los circuitos autoorganizativos, las re-entra-das, &c. El problema de los modelos interaccionistas es que intentansuperar el fisicalismo simple (la conciencia se explica por leyes físico-químicas, de orden neuronal) introduciendo la idea de interaccióncon el mundo físico externo al cerebro, pero para ello necesitan pos-tular un representacionismo que duplica el mundo, mediante los'mapas neuronales'. El mundo ha de representarse de algún modopara que el cerebro pueda trabajar con él, de manera que se cae denuevo en el dualismo externo/interno típico del mentalismo (contrael que se construyen precisamente estos modelos) pero sustituyen-do ahora la mente por el cerebro.

De modo que la interacción se vuelve fundamental para Edelmanporque con ella intenta superar el emergentismo simple de Crick (laconciencia emerge, como epifenómeno, al llegar a cierto nivel deorganización cerebral). Pero al introducirla, lo único que hace es 're-cordarnos' que el cerebro 'está' en el cuerpo (pero el cerebro no

en.red

.and

o

73

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

'está', sino que 'es' cuerpo) y éste, a su vez, inmerso en su medioambiente (aunque más que inmerso en el medio, diríamos que élmismo es medio para otros cuerpos y éstos, a su vez, para él), ope-rando los tres de forma integrada. Habría entonces un intercambioconstante entre la información de los sentidos corporales –a travésde los cuales se 'accede' al mundo– y todo aquello que es recordadoe imaginado (y que está en el cerebro en forma de 'mapa'). Ahorabien, la conciencia misma sólo es posible, según Edelman, gracias alas interacciones reentrantes entre el tálamo y la corteza.

De modo que se introduce el entorno y el cuerpo pero la explicaciónrecae de nuevo en el sistema nervioso. El mundo entorno parecemás bien una excusa para el desarrollo de la capacidad cerebral deautoorganización y reconocimiento de patrones; mientras que elcuerpo se ofrece casi como una extensión ortopédico-biológica delcerebro hipostasiado, necesaria sin duda para que éste pueda mani-pular el medio. Frente a todo esto, habría que decir que es más bienel cuerpo, en su integridad, el que actúa y el que se hace conscienteen su actividad, de modo que la conciencia es siempre operatoria.No se niega, por supuesto, la importancia del sistema nervioso enesta actividad, pero puesto que los neurocientíficos son tan amantesde las metáforas, quizá habría que comenzar a presentar el cerebromás bien a la manera de una centralita telefónica automática quecomo un director ejecutivo que tomara decisiones.

Edelman diferencia también, frente a Crick, entre conciencia prima-ria y conciencia superior. La primera sería propia de los animales{5}:conciencia de 'escenas' o experiencias concretas, sin sucesión tem-poral; mientras la segunda sería específicamente humana, sustenta-da en su capacidad simbólica (que incluye el lenguaje y la concienciade sí). La conciencia superior requeriría del desarrollo del aparatolaríngeo de fonación y de las áreas del lenguaje del hemisferioizquierdo (Wernicke y Broca). Pero Edelman reduce la explicación deesta conciencia a un nuevo circuito interactivo, ahora entre las áreasque realizan la conversión simbólica (las ya referidas del lenguaje) ylas preexistentes de la conciencia primaria, [7] de modo que no seevita el dualismo ya referido y el 'yo' se entiende, no de un modooperatorio, sino como otra representación cerebral, esta vez concep-tual, narrativa, posible porque el 'mapa' neuronal no es ahora única-mente espacial o jerárquico ('escenas') sino también temporal o sin-crónico ('narraciones'). En palabras de Vicente M. Simón, ahora setiene la capacidad de «construir modelos de la realidad que permi-

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

74

prolepsisprolepsis

tan su manejo conceptual sin requerir la presencia de la realidadmisma. La posibilidad de trabajar con estos modelos fuera del tiem-po real (sic) es lo que hace posible escapar a la tiranía del presenterecordado a la que se hallan sometidos aquellos seres que sólo pose-en conciencia primaria». [8] Pero esta temporalidad o 'emancipaciónde la tiranía' de la 'realidad en tiempo real', no se consigue por larecursividad de las operaciones de un yo socialmente constituido,sino gracias a la sincronicidad de la circuitería neuronal.

Representacionismo

Desde una perspectiva monista y representacional, defendiendo tam-bién la interacción y la sincronicidad neuronal como mecanismosexplicativos, Rodolfo Llinás afirma que el cerebro es la estructura queinteractúa con la 'información del medio', captándola, almacenándola,transformándola y transmitiéndola en diversas formas, desde movi-mientos hasta emociones. Este autor defiende que la conciencia existeya en los organismos biológicos más primitivos (lo que viene a coinci-dir con las ideas de Teilhard de Chardin) por lo que la conciencia espe-cíficamente humana sería resultado de la evolución filogenética delsistema nervioso. La conciencia no surge del cerebro tras alcanzar ésteuna determinada estructura, sino que, en realidad, es el sistema ner-vioso mismo (todo organismo con sistema nervioso la tiene). La res-puesta de contracción de una esponja a una estimulación directa seríaya una forma de conciencia. La conciencia humana sería más comple-

en.red

.and

o

75

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

ja únicamente porque es más complejo su sistema nervioso. La con-ciencia se puede entender entonces de una manera geológica, condiferentes capas; o como una ciudad, construida con diversos materia-les a través de las épocas. Su arqueología incluiría una capa prehistóri-ca, una capa medieval, una capa renacentista, etc. Desde estas pers-pectivas neo-teilhardianas cada uno de nosotros llevaría dentro de susistema nervioso la historia entera de la biología del planeta. Este es elfrívolo mecanismo explicativo que subyace a argumentos que presen-tan desde la psicopatía hasta la violencia doméstica como causadaspor un supuesto 'cerebro reptiliano'.

Estas teorías y otras, como las de Howard Bloom{6}, se convierten endeudoras de las concepciones espiritualistas de Teilhard de Chardin yde las ideas de noosfera o esfera humana: esfera de reflexión y deinvención consciente. Pero estos autores amplían de modo generoso elconcepto, extendiéndolo a todos los niveles de complejidad de lamateria viva, en defensa de una 'conciencia planetaria' o 'mente de laTierra' (cuando el biólogo Francisco Varela conoció a HumbertoMaturana, con el que trabajó durante años, le señaló que su interés era«el psiquismo del universo», a lo que Maturana respondió: «Muy bien,has llegado al lugar correcto. Comencemos por el ojo de la paloma»)[9]. En realidad, estas teorías se ofrecen en lógica consonancia con otrasque consideran el planeta como un ser vivo: si vive y respira, ¿por quéno va a tener también conciencia? El caso de Maturana y Varela{7} tam-poco es diferente, no sólo por que sus ideas están teñidas de un espiri-tualismo panteísta muy latinoamericano, sino porque tampoco supe-ran los problemas ya reseñados de las teorías de Edelman. Así, aunqueVarela dirija atinadas críticas hacia otras teorías representacionistas (alas que acusa de kantianas) y solipsistas (donde podríamos encajar, porejemplo, la de Crick) [10] sus propias teorías intentaron superar estoslímites con conceptos como el de 'clausura operacional del sistemanervioso', cuyo mayor 'mérito' es introducir la acción como determinan-te del estado particular del sistema nervioso en cada momento. La(casi) siempre preterida conducta del organismo se recupera, ponién-dola al mismo nivel que el estado mental o cerebral, de modo queambos se co-determinan (sujeto y mundo se co-determinan, dice tam-bién la psicología cognitivista de Bandura). Pero esta co-determina-ción, que se ofrece pretenciosamente con el término enacción, tomadode la filosofía, no es sino otra forma de nombrar la interacción: al fin y alcabo, el conocimiento sigue estando en el cerebro, aunque éste se vin-cule circularmente a la acción. El sujeto de conocimiento sigue siendoel cerebro hipostasiado, no la persona o el organismo como un todo.

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

76

prolepsisprolepsis

El 'último grito' en concepciones fisicalistas de la conciencia y que pre-tende ir más allá (o, para ser exactos, más abajo) del nivel neurobioló-gico, son las teorías que buscan la explicación de la conciencia en lamecánica cuántica. El autor más conocido de este enfoque es RogerPenrose, físico famoso por sus trabajos junto a Stephen Hawkingsobre la relatividad general, en los que desarrollaron los teoremas delas singularidades espacio-temporales. Al modo ya referido de Crick yotros científicos, no duda en proponer una explicación de la concien-cia desde su propio campo de estudio, la física cuántica.

Afirma Penrose que no podemos hallar la respuesta al problema de laconciencia en el nivel de las neuronas porque éstas son demasiadograndes: son ya objetos explicables mediante la física clásica. Comoésta no resuelve el 'problema fuerte' de la neurociencia (como pasarde las conexiones neuronales a la experiencia de la conciencia) decidebuscar aún más adentro: debemos escrutar el interior de la neurona yencontrar allí una estructura denominada citoesqueleto, que mantie-ne unida la célula y es el sistema de control para su funcionamiento.

El citoesqueleto contiene diminutas estructuras llamadas microtúbulos,los cuales desempeñan un papel decisivo en el funcionamiento de lassinapsis. La hipótesis que propone es la siguiente: «según el modo dever que provisionalmente propongo, la conciencia sería alguna manifes-tación de este estado citoesquelético interno, cuánticamente trabado, yde su participación en la interacción entre niveles de actividad cuánticosy clásicos.» [11] Los microtúbulos fueron un hallazgo del anestesistaStuart Hameroff y otros investigadores de la Universidad de Arizona. Enestas microestructuras «se detecta una anulación de la actividad ordina-ria cuando los pacientes son anestesiados. Los microtúbulos contienenproteínas cuyo tamaño sí entraría dentro de lo que es la escala en la cualse producen fenómenos cuánticos. De modo que tales fenómenos serí-an amplificados por los microtúbulos a la escala (biológica, no física, ymenos cuántica) de las neuronas.» [12] Las consideraciones de Penrosea favor de estas entidades celulares como factores explicativos de laconciencia se apoyan en pseudo-argumentos del siguiente jaez: [13]

• Estas entidades existen en todo tipo de células, con lo que habríauna explicación para los comportamientos 'complejos' de seres 'sim-ples' sin sistema nervioso desarrollado (el paramecio, por ejemplo) • Puesto que cada neurona contiene una cantidad enorme demicrotúbulos, el poder de computación del cerebro se incremen-taría en un factor de 1013

en.red

.and

o

77

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

• Dentro del microtúbulo podría existir un estado especialmenteordenado del agua (agua «vicinal») que podría ayudar a mantenerel estado de coherencia cuántica buscado. • La acción de los anestésicos generales podría interferir en laactividad microtubular, hipótesis apoyada por el hecho de queestos anestésicos también actúan sobre seres simples comoamebas o paramecios.

Cómo recuerdan Robles y Caballero, Penrose piensa en la 'alternativacuántica' al 'descubrir' que los procesos cerebrales no pueden serreplicados por ningún ordenador. Pero, en realidad, no se explicamuy bien que tiene que ver todo este entramado con la conciencia.En realidad, el modelo cuántico peca de los mismos errores que losanteriores: el dualismo y el fisicalismo más reduccionista y simple:todo, incluso la conciencia, puede ser explicado mediante leyes físi-cas (aunque sean las de la física cuántica).

El empeño de Penrose (y el de tantos otros investigadores de la neu-rociencia) se asemeja al de un obrero que cayera con su pala en ungran agujero. El hombre no sabe como salir de allí y la pala no le ayu-dará a conseguirlo, pero es la única herramienta que tiene a su alcan-ce y además sabe usarla con destreza, de modo que comienza acavar con ella. Cuanto más cava más se hunde, pero aún piensa ilu-sionado que si sigue intentándolo conseguirá su objetivo. Los neuro-científicos trabajan con sus herramientas, convencidos de que si aúnno han explicado la conciencia (con sus propias herramientas y ensus propios términos) es porque sus investigaciones están todavíaen los primeros estadios. Por suerte para ellos, parece que ya no sepuede 'cavar más abajo' de los microtúbulos.

Todos estos modelos parten de un error habitual y común, que resultade considerar el cerebro como la base de la conciencia. El mejor ejemplode esta falacia son las teorías de Searle, que defiende de modo tajanteque «deberían darse por sentados los fenómenos mentales [...] de lamisma manera que uno da por sentados los fenómenos digestivos en elestómago».[14] Este autor considera que la diferencia mente/cuerpo noes ontológica sino epistemológica (conocimiento en primera personafrente a conocimiento en tercera persona). La mente no es sino una cua-lidad o propiedad del cerebro, producto de su microestructura; peroaunque causada por mecanismos 'micro' (impulsos electroquímicos,por ejemplo) no puede ser explicada en términos de esos mismosmecanismos. Se pretende buscar una explicación científica de la con-

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

78

prolepsisprolepsis

ciencia (considera muy importantes las teorías de Edelman) pero a la vezse rechaza que la objetividad científica pueda decir nada interesanterespecto a ella. Se busca una objetividad diferente (frente a la científica)para explicar el reino de la mente, que sería el de la subjetividad y la apa-riencia: esto es así debido a que la ontología de los estados mentales esuna ontología de primera persona, distinta a la del resto de hechos físi-cos. De modo que aunque los estados mentales son, en última instan-cia, físicos, no pueden estudiarse del mismo modo pues su realidad con-siste en su apariencia: son como a cada uno le parece que son. El restode los hechos físicos, en cambio, se presentarían con una diferenciaentre la realidad de lo que se percibe y su apariencia. Como no se puedeacceder científicamente a esos estados mentales, puesto que son subje-tivos (no pueden ser científicamente objetivables) ha de hacerse pormétodos indirectos: observando las conductas apropiadas y buscandolos registros fisiológicos subyacentes, para atribuir al sujeto los corres-pondientes estados mentales. En resumidas cuentas, lo que llevanhaciendo los enfoques reduccionistas (neurológicos, neurobiológicos,cognitivos, &c.) desde hace mucho tiempo. Las teorías de Searle son unbuen soporte filosófico (con su correspondiente carga ideológica) paraeste tipo de pseudoexplicaciones cientifistas.

Contra todo ello habría que decir que:

• como es habitual en explicaciones que se pretenden monistas,no se demuestra en ningún caso que 'lo macro' sea un rasgo de lo'micro' o que emerja de él • aunque se rechaza el fisicalismo, afirmando que la conciencia nopuede explicarse por leyes físicas, no se da una alternativa válidapara entenderla; así que, en realidad, a pesar de la importanciaque se le concede, no se explica • aunque se niegue, la supuesta diferencia epistemológica prime-ra/tercera persona esconde un dualismo de dos ontologías dife-rentes (físico/mental) • la pretensión de estudiar de modo objetivo el ámbito de la subje-tividad sería en cualquier caso descabellada, pues si la realidadsubjetiva fuese la pura apariencia perceptiva, no puede analizarseen términos objetivos, que se fundamentan precisamente en ver-dades en las que el sujeto queda anulado • el ámbito de la subjetividad y la conciencia no puede entender-se formado por percepciones puras, previas, sobrevenidas eindubitables sino como operatorio, que trabaja a nivel de fenó-menos (y apariencias)

en.red

.and

o

79

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

La alternativa a Searle –y con él a todas las concepciones neurobio-lógicas que hemos visto– pasa por considerar la conciencia comooperatoria; la operación como corporal, sobre todo de tipo manual yfonético (no reducible, pues, al cerebro o al sistema nervioso); y alcuerpo mismo como formando parte de una totalidad de cuerpos.La conciencia es entonces necesariamente relacional, evitándose deeste modo las falsas relaciones:

percepción/apariencia →mundo físico percepción=apariencia → 'mundo mental'.

Se puede afirmar ahora que la percepción subjetiva no es aparienciasino conocimiento verdadero y que sólo se convierte en aparienciaen tanto lo que se percibe obstaculiza el conocimiento de lo que seconoce, tal como es conocido por otros sujetos. «Las aparienciasimplican la relación de un sujeto a más de dos objetos o disposicio-nes objetivas. El concepto de apariencia implica un componentepráctico (obstrucción o facilitación) en relación a un sujeto operato-rio, al margen del cual el concepto de apariencia se desvanece». Losfenómenos, por el contrario, «implican la relación de un objeto o dis-posición de objetos a más de un sujeto».[15] De modo que la con-ciencia no es una manifestación, epifenómeno o rasgo del sistemaneuronal sino una operación, en todo caso, de una totalidad corpó-rea que actúa junto, frente, a través o en contra de otras.

OTRAS MANERAS DE DECIR CONCIENCIA Desde aproximaciones neurobiológicas puede entenderse también laconciencia, con pretensiones explicativas más modestas, como 'alerta' o'vigilancia'. Se alude entonces al grado de activación córtico-reticular o'arousal', que se despliega en una escala que va desde la vigilancia ('estardespierto') hasta el sueño, pasando por distintos niveles intermedios(somnolencia). Por supuesto, el paso de un 'estado de conciencia' a otro(alerta-sueño) es un hecho repetido y común a lo largo de la vida de unapersona, convirtiéndose en problemático cuando deja de producirse(insomnio, narcolepsia{8}) o no lo hace con la suficiente fluidez. Lo ciertoes que lo importante aquí es 'estar alerta', independientemente deaquello ante lo que se está alerta (abstrayendo el medio).

También se utiliza desde esta perspectiva el término 'lucidez', definidocomo la capacidad general de percibir el entorno y responder a él,pero también en ocasiones como 'claridad de ideas' o 'claridad de jui-cio', ofreciéndose entonces como su contrario la llamada 'confusión

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

80

prolepsisprolepsis

mental'. Su valor de uso (desde parámetros exclusivamente neurobio-lógicos) ha de residir en su sentido de adecuada percepción y respues-ta al mundo entorno, mientras que la apelación a ideas claras o juicioscorrectos nos remite ya a otros planos explicativos de la conciencia{9}.La 'lucidez' puede aceptarse si se ofrece como la necesaria contraparti-da biológica (funcional-adaptativa) de la activación neurológica ('aler-ta'), pero de ningún modo como 'claridad de ideas', ya que el saltoentre ambas concepciones no es meramente cuantitativo.

La lucidez implica de algún modo la luz, que ilumina los objetos adistancia con los que actuar (el entorno al que adaptarse) y ante losque se pone en marcha la alerta o vigilancia{10}, es decir, supone very actuar con claridad; no tanto pensar o juzgar con acierto. Tener'ideas claras', en cambio, requiere operaciones con conceptos, lo quesupone un mundo social y culturalmente organizado, que no puedeser reducido a la escala neurobiológica.

En este sentido de percepción y respuesta al entorno se ofrecen losdiferentes 'estados confusionales' que recoge la investigación psico-patológica al uso, en una escala entre la lucidez y el coma:

• Lucidez: conciencia normal • Estado oniroide: la persona está despierta pero le cuesta diferen-ciar entre lo real y lo imaginado • Estado crepuscular: se actúa de modo automático, sin poder darcuenta de lo que se está haciendo • Torpor: dificultad para razonar y contestar con claridad, sin quehaya sueño • Estupor: la persona está despierta pero no contesta (mutismo) nise mueve (acinesia) • Obnubilación: sólo se reacciona ante estímulos fuertes • Sopor: la capacidad de reacción es ya muy pequeña • Coma: sólo hay actividad vegetativa, no cortical

En el estado oniroide, la respuesta se ve entorpecida por la influen-cia de estímulos imaginados (oníricos), de modo que, aunque sereacciona al medio, éste aparece 'contaminado' por dichos estímu-los. El llamado estado crepuscular, habitual en epilépticos, no es unconstructo unívoco, ya que se utiliza para dar cuenta de un nivel deconciencia que puede fluctuar desde una total desconexión delmedio hasta cierta capacidad de respuesta parcial. Pero en generalsuele referirse a niveles de conciencia prácticamente normales, en

en.red

.and

o

81

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

los que sólo llama la atención el cambio de comportamiento, que seconvierte en extraño o extravagante{11}. Las conductas y movimien-tos automáticos y las acciones que, tras las crisis, se describen comoinvoluntarias, se vuelven habituales. En cualquier caso, aunque en laepilepsia se producen déficit a nivel neuronal{12}, lo relevante esque estos comportamientos no resultan adaptativos, no hay lucidezy se presenta confusión y desorientación, así como lentitud en lasrespuestas verbales y en la ejecución de órdenes sencillas.

Los conceptos de conciencia usados hasta ahora nos sitúan, entonces,en la dimensión organísmica (individual) y lo hacen de un modo com-plementario. En otras palabras, el concepto de alerta (vigilancia) poneel énfasis en la activación nerviosa (componente 'neuro') necesariapara una correcta o adaptada responsividad del organismo al medio(lucidez), que sería el componente 'bio' del par neurobiológico{13}. Sinperjuicio de que puedan ofrecerse ambos por separado (abstrayendoel otro término del par) aunque tampoco debe llegarse a la conclusiónde que lo neurológico es la base de lo biológico: la funcionalidadadaptativa del organismo en su medio es la que determina el desarro-llo del sistema nervioso, tanto a nivel filogenético como ontogenético.Una explicación en términos neuronales de la conciencia como luci-dez resultaría errónea, aunque sólo fuera por insuficiente.

El problema de estos conceptos es que resultan tautológicos. Sedefine la conciencia como 'estar despierto' o 'darse cuenta del entor-no' pero esos términos no son sino formas diferentes de afirmar queel sujeto es o está consciente. Lo que habría que cuestionar enton-ces es la necesidad de denominar como conciencia, de manera con-fusa, lo que ya se rotula de otras maneras.

LA AUTOCONCIENCIA COMO CONCIENCIA OBJETIVA Otro término que suele utilizarse desde perspectivas de corte neuro-biológico, entendiéndolo como una dimensión de conciencia dife-rente a las anteriores, es el de autoconciencia o 'conciencia de unomismo'. El asunto es que si se entiende como tal autoconciencia unaadecuada capacidad de reacción al 'mundo interno', no hay enton-ces entre este mundo y el 'externo' más que una diferencia de locali-zación de los estímulos: la autoconciencia sería una forma de lucidezo reactividad. Un animal que pone en marcha unas pautas de bús-queda de alimento ante señales propioceptivas de hambre está sien-do consciente (reaccionando con lucidez). Un bebé que respondellorando ante este mismo tipo de señales está reaccionando tam-

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

82

prolepsisprolepsis

bién conscientemente. Este tipo de conciencia no nos sitúa, pues,ante un significado diferente, sino que nos remite al que ya hemoscalificado de tautológico («conciencia es darse cuenta de las cosas»).

Intentando establecer una concepción de conciencia (autocon-ciencia) que sea exclusiva de la sensación interna, sin que se puedahablarse de reacción o respuesta, el profesor de filosofía del MITNed Block (94, 95) [16] [17] distingue entre conciencia-P (P-cons-ciousness) y conciencia-A (A-consciousness o conciencia de acce-so). Defiende que la primera es una conciencia estrictamente feno-ménica o experiencial{14} («la conciencia-P es la experiencia»)mientras la segunda tendría ya una funcionalidad, al integrarse enla relación del sujeto con el mundo. Pero lo que no explica Block esde qué modo podemos conocer la existencia de esta conciencia sino es precisamente a través de dicha relación. Aun más (utilizandoel ejemplo anterior) si sabemos que el animal tiene hambre, no esporque leamos en su interior (intus-legere){15} ni porque intente-mos percibir la situación como él, situándonos en su 'campo feno-ménico', sustituyéndole de algún modo al proyectar sobre él nues-tra propia subjetividad operatoria{16}, sino porque percibimos elconjunto de sus operaciones:

«Es la construcción de una exterioridad: cuando percibo el movi-miento de un animal como un 'zarpazo', no penetro en su interior,sino que inserto el segmento percibido de su movimiento en unatrayectoria de conjunto.» Bueno (80) [19]

El 'campo fenoménico' en el que nos situamos no es el del animal (o elbebé) sino que es el mundo mismo, el mundo construido a escala ope-ratoria humana en el que el término hambre tiene significado. La cues-tión es que si existiese esa conciencia 'pura', entendida como 'pura per-cepción' o 'pura experiencia' sin funcionalidad, sería inaccesible.

«...no hay posibilidad de separar el orden sensible del orden inteligi-ble, las percepciones de los pensamientos o, si se quiere, las intuicio-nes de los conceptos. Toda intuición contiene a la vez un concepto ytodo concepto contiene una percepción.» Bueno, op. cit. [20] Así pues, la 'autoconciencia', entendida como 'lucidez' o responsivi-dad a estímulos corporales internos, requiere, en realidad, de unaconstrucción 'desde fuera', apotética. Los 'estímulos internos' sehacen conscientes cuando se ofrecen a distancia: sea la distanciaentre diferentes partes del cuerpo, sea la distancia a que se ofrecen

en.red

.and

o

83

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

las operaciones para el observador.{17} En cambio, los procesosparatéticos del organismo (celulares, neuronales, &c.) se dan precisa-mente a nivel automático, inconsciente. Por ello, como dijimos, losprocesos neurológicos resultan insuficientes por sí mismos paraexplicar la percepción y respuesta adecuada al entorno (incluyendoen él lo que hay 'bajo la piel'). El 'mundo interno' de la sensacionesestimulares corporales no puede presentarse, entonces, como unmodo diferente de conciencia.

Sin embargo, cuando se habla de autoconciencia, el sentido que sesuele utilizar es diferente, haciendo hincapié no tanto en uno mismocomo fuente de estimulación, sino más bien en el conocimiento delo que uno hace y lo que uno es: 'conciencia sobre la propia concien-cia'. El propio Block (1994, pág. 213) la define como «la posesión deun concepto de yo (self ) y la habilidad para utilizar este conceptopara pensar acerca de uno mismo»{18}. Las anteriores 'dimensionesde conciencia' son, por decirlo así, basales, en el sentido de que si seven alteradas, se verá alterado el comportamiento en su conjunto,pero esto no significa que la autoconciencia pueda ser explicada porellas. Esta dimensión hace referencia ya a operaciones verbales,específicamente humanas (lenguaje doblemente articulado) quesuponen una equivalencia funcional entre los conceptos y las situa-ciones (y otras operaciones no-verbales). Al modo como la concien-cia, entendida como lucidez, no puede entenderse sin el entorno (nopuede explicarse por el sistema nervioso, aunque lo suponga), laautoconciencia no puede reducirse a las anteriores dimensiones deconciencia, ya que requiere de un mundo organizado socialmente,que es el que proporciona precisamente el significado de las opera-ciones verbales. En este sentido, la autoconciencia puede entender-se como la forma de conciencia específicamente humana, la formamisma en que «se manifiesta como activo el ser social del hombre...»(Bueno, op. cit., pág. 85)

En una crisis epiléptica que curse con un estado crepuscular, se ofre-ce como alterada la autoconciencia, pero esto no nos obliga a afir-mar que la epilepsia sea un problema de comprensión del 'yo' o untrastorno psicológico (un error cognitivo, una inadecuada conductaverbal) sino más bien que la capacidad de dar cuenta de lo que unohace requiere, como cualquier otra conducta, de un adecuado fun-cionamiento general del sistema nervioso; sin que ello signifiqueque el buen funcionamiento pueda, por sí mismo, explicar dichacapacidad (o cualquier otra conducta). Al modo como, por ejemplo,

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

84

prolepsisprolepsis

una lesión nerviosa puede causar parálisis en una mano, sin que esonos diga nada acerca de la 'parálisis del guante' que podía 'sufrir' unahistérica, cuyo sistema nervioso funcionaba perfectamente.

En este sentido, «el trastorno mental se vería [...] como el despliegue deuna serie de acciones recíprocas entre diversos actores y no [...] comoalgo debido al presunto disfuncionamiento de algún mecanismo inter-no. Se entiende que los trastornos mentales presuponen una culturaque organiza tanto el funcionamiento normal de la vida como el malfuncionamiento cuando sea el caso» (Marino Pérez Álvarez, La contin-gencia generalizada-discriminada como drama.) [21]

Podemos establecer, pues, tres modos diferentes de decir la concien-cia, que serían los siguientes:

• Capacidad de alarma (arousal): atención, alerta, exhibida por ani-males con sistema nervioso, con aprendizaje (conductas aprendi-das) o sin él. • Lucidez (awareness): darse cuenta del entorno, mostrada por ani-males con sistema nervioso desarrollado, pero no por animalescon conductas innatas, sin aprendizaje. • Autoconciencia (consciousness): darse cuenta del Mundo y perci-bir las propias conductas, integradas en él. Requiere lenguajedoblemente articulado.

Pero la cuestión, entonces, es que el funcionamiento de esta auto-conciencia, nos remite a la cultura que será la que determine subuen funcionamiento, y nos aleja radicalmente de cualquier posibleexplicación reduccionista de corte neurobiológico.

Si utilizáramos aquí una escala figurada de autoconciencia, su extre-mo sería el insight o 'toma de conciencia', entendido, no a la manerade la Gestalt, como un descubrimiento súbito{19} sino a la manerafreudiana, como una interpretación, aunque el 'material a interpre-tar' no haya que buscarlo en las profundidades del psiquismo sinoen la profundidad del mundo (a lo lejos). Pero este material se pre-senta ya organizado y la propia interpretación (o interpretaciones)está dada socialmente, por lo que no puede depender de la estruc-tura (o la función) del cerebro ni de la mera adaptación biológica aun nicho ecológico, sino que descansa en un mundo social previa-mente organizado (grupos, clases, instituciones). La autoconciencia,como conciencia específicamente humana, no puede ser entendida

en.red

.and

o

85

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

ya de un modo subjetivo, sino trascendiendo lo individual; es, ensuma, una 'conciencia objetiva':

«[...] el concepto de 'conciencia objetiva' (conciencia social, suprain-dividual, no en el sentido de una conciencia sin 'sujeto', sino en elsentido de una conciencia que viene impuesta al sujeto en tantoéste está siendo moldeado por otros sujetos del grupo social). Ydebe ser desconectado del concepto de conciencia subjetiva, quenos remite a una conciencia individual, perceptual, distinta y opues-ta a la conciencia objetiva.» [22]

En el otro extremo de la escala no estarían las conductas automáti-cas del epiléptico (o del sonámbulo), ni la incapacidad básica de sen-tir dolor o ver un objeto{20} (todo ello depende del funcionamientocorrecto de otros niveles de conciencia) sino más bien la incapaci-dad para comprender el funcionamiento general de las cosas, la pér-dida del contacto con el sentido común (el sentido de los otros), laidiotez moral. Por ello resulta tan absurdo pretender explicar lo quetrasciende los cuerpos individuales, lo que está más allá de la piel,desde perspectivas reduccionistas que miran hacia dentro de ella,incluso cuando se ofrece la interacción como contrapartida.

Las explicaciones, no ya de corte neurobiológico, sino incluso las psi-cológicas, en el sentido estrictamente conductual-funcional del tér-mino (no en el psico-histórico) resultan insuficientes para explicar laconciencia (específica) humana, por lo que se hace necesaria unaexplicación que tenga en cuenta su carácter supra-individual. Laconciencia se da en el conocimiento compartido con otros, es un«saber con» (cum-scire), como la define Ferrater Mora en suDiccionario de Filosofía[23]. Saber compartido y moldeado por otrosincluso cuando se da «dentro de una sola persona, con referencia alos diversos hechos o actos de su vida» (ibídem). Precisamente, estecarácter de la conciencia supraindividual que 'se vuelve hacia den-tro', hacia uno mismo, es el que nos permite hablar de concienciapsicológica y de conciencia moral (la voz de la conciencia) pero sóloporque se reflexiona sobre los propios actos en cuanto que se ajus-tan mejor o peor a modelos genéricos culturales de comportamien-to (psicología) o a patrones de normas y valores propios de gruposespecíficos (moral), sin perjuicio de que ambos tipos de reflexiónpuedan interseccionar o confundirse entre sí. La razón para el augede la neurociencia o ciencia cognitiva quizá haya que buscarloentonces en motivaciones de tipo ideológico, que escapan ya al

en.re

d.a

nd

oCOLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

86

prolepsisprolepsis

objetivo de este trabajo. [Puede verse al respecto el artículo deRobles y Caballero anteriormente citado.]

De modo que el «concepto de yo (self ) y la habilidad para utilizareste concepto para pensar acerca de uno mismo» al que hacía refe-rencia Block, es un producto social, fruto además de una cultura muydeterminada, la cultura moderna occidental. Lo que nos dota de unaidentidad individual, de la conciencia de uno mismo, del yo recono-cible, claro y distinto, es precisamente, por decirlo con términos de lapsicología conductista, el refuerzo de los otros. La identidad mismaes el refuerzo social. Pero también lo social nos enfrenta a otros y, deese modo, a nosotros mismos, en tanto que integrados y moldeadospor grupos diferentes, en cuanto que sometidos irremediablementea planos contradictorios, a trayectorias contrapuestas, a desajustes, aconflictos. La conciencia no ha de entenderse entonces de un modocorrelacional, como propia de un sujeto, un organismo (o un cerebrohipostasiado) que es 'consciente del entorno que le rodea', sino enun sentido relacional, entendiendo a la persona enclasada en gruposque lo someten a conflicto de modo inevitable:

«La conciencia se nos define entonces, por tanto, como ese mismoconflicto, cuando en un punto individual, se llegan a hacer presenteslos desajustes o las inconmensurabilidades [...] asociados a diversosgrupos, de los cuales los individuos forman parte. La conciencia esalgo así como una percepción de diferencias y, por tanto, es siempreconciencia práctica (operatoria).» [24] REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] http://www.uchile.cl/instituto/medicina/boletin/boletinxxxv

[2] Rodolfo Llinás (2003), El cerebro y el mito del yo. El papel de las neuronas en el pensamiento y el com-portamiento humanos, Editorial Norma, Bogotá.

[3] http://www.tendencias21.net/index.php?action=article&id_article=67982

[4] Francis Crick (2003), La hipótesis sorprendente. La búsqueda científica del alma, Editorial Debate.

[5] John R. Searle, «Los misterios de la mente I y II», artículos publicados en la revista Vuelta, nº 231 y nº232, febrero y marzo 1996, México.

[6] G. M. Edelman (1990), Bright air, brilliant fire. On the matter of mind, Basic Books, Nueva York. Este libroes una sistematización de las teorías de este autor, recogidas en tres libros anteriores: Neural darwinism(1987); Topobiology (1988) y The remembered present (1989).

[7] Traducción de Carlos Muñoz Gutiérrez del capítulo 10 de Wider than the sky, (2004), «The phenomenalgift of consciousness». Yale University Press. http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/index.html

[8] Vicente M. Simón (2000), «La conciencia humana: integración y complejidad», Psicothema, vol. 12,nº 1, págs. 15-24

[9] Francisco Aboitiz, «Sincronía, conciencia y el 'problema duro' de la neuro-ciencia»:, Rev. Chil. Neuro-Psiquiat., 2001; 39: 281-5.

[10] Francisco Varela (1990), Las ciencias cognitivas: tendencias y perspectivas, Editorial Gedisa, Barcelona.

[11] R. Penrose (1996), Las sombras de la mente, Crítica, Barcelona.

[12] F. J. Robles & V. Caballero, «Mentalismo mágico y sociedad telemática», Cuaderno de materiales, nº 18.

http://www.filosofia.net/materiales/num/num18/Mentalismo1.htm

[13] R. Penrose, op. cit.

en.red

.and

o

87

COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

prolepsisprolepsis

[14] John R. Searle (1996), El redescubrimiento de la mente, Crítica, Barcelona.

[15] http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Apariencia

[16] N. Block (1994), «Consciousness», En S. Guttenplan (Comp.), A Companion to the Philosophy of Mind,Blackwell, Oxford.

[17] N. Block (1995), «On a confusion about a function of consciousness», Behavioral and Brain Sciences,18, 227-247.

[18] T. Nagel (1974), «What Is It Like to Be a Bat?», Philosophical Review, 83 (4) 435-450. En N. Block, O.Flanagan y G. Güzeldere (comps.), The Nature of Consciousness, MIT Press, Cambridge, MA.

[19] Gustavo Bueno (1980), El individuo en la historia. Comentario a un texto de Aristóteles, Poética,1451b. Discurso inaugural del Curso 1980-81, Universidad de Oviedo, pág. 79.

[20] Gustavo Bueno, Op. cit., págs. 60-61.

[21] http://www.metapsicologia.com/articles.php?do=viewart&id=9&cat=10

[22] Pelayo García Sierra, Diccionario filosófico [297]

[23] José Ferrater Mora (1976), Diccionario de filosofía, Alianza Editorial, Madrid.

[24] Pelayo García Sierra, Diccionario filosófico [302]

NOTAS

{1} Carlos Muñoz Gutiérrez, en un artículo en el que comenta las teorías de Edelman dice: «podemosentonces decir que una ciencia nueva ha colonizado el ámbito del saber, ha colocado a sus gentes eninstituciones y ha creado hogares donde habitar. Desde muchas direcciones, a través de muchos cami-nos se llega a esta nueva ciudad que se ha llamado neurociencia o ciencia cognitiva.http://aparterei.com

{2} James Watson no le va a la zaga: en una entrevista en la BBC de Londres afirmó, sin rastro de ironía,que la estupidez humana es una enfermedad y que algún día logrará ser curada.

{3} Se postula un factor genético de inteligencia (G de Spearman) o una 'inteligencia fluida', frente a otra'cristalizada' o cultural (Cattell). Pero, si existiera inteligencia tal ¿cómo podría accederse a ella? Se habla detest libres de influencias culturales (matrices de Raven, por ejemplo) como si el mero hecho de responder aun test no fuese ya algo cultural. La inteligencia debe entenderse como algo normativo, relacionado siem-pre con diversos niveles de acceso a patrones culturales por parte de distintas personas.

{4} Edelman le confiere a este sistema básico una 'memoria de valor', entendiendo así que la configura-ción primaria 'recuerda' aquello que es bueno para el mantenimiento vital del organismo. La percepciónse categoriza entonces (buena/mala) antes de pasar a modificar el mapa.

{5} También la del hemisferio cerebral derecho del hombre: si se realizara una callosotomía, deberíapresentar una conciencia inmediata y sucesiva, que es supuestamente la conciencia de un animal.

{6} Para este autor, hay un 'cerebro global' que no es sólo humano sino que está tejido entre todas lasespecies. Una masa mental que anuda los continentes, los océanos y los cielos.

{7} Varela impulsó un paradigma de investigación llamado «neurofenomenología», en el que intentóconciliar la investigación neurobiológica y su experiencia relacionada con la práctica budista.

{8} Personas con lesiones en la formación reticular pueden llegar a dormir durante días.

{9} Salvo que entendamos que un animal que se adapta adecuadamente hace 'juicios' o tiene 'ideas'.

{10} Muchos animales no necesitan, obviamente, de la luz para desarrollar sus conductas adaptativas,pero se entiende que el concepto está construido a la escala funcional humana.

{11} De hecho, suele ser habitual en crisis epilépticas, pero es fácil que en ocasiones se diagnostiquecomo un trastorno psiquiátrico.

{12} En concreto, una hipersincronización neuronal, que extiende la actividad nerviosa de unas neuro-nas a otras, como una mancha de aceite.

{13} Se entiende que las situaciones de falta de lucidez o alerta son 'normales' y se presentan en muchassituaciones (tras un sueño profundo, una comida copiosa o un shock momentáneo) pero se ofrecen comopatológicas cuando se hacen estables, cuando se convierten en verdaderos 'estados de conciencia'.

{14} En palabras de Nagel: «lo-que-se-siente» (what-it's-like) (Nagel, 1974) [18]

{15} Lo que sería mentalismo.

{16} El concepto de 'empatía' de la psicología humanista.

{17} Incluso cuando el observador es uno mismo: los métodos introspeccionistas de la psicofísicarequerían de la comunicación verbal de lo sentido y sus resultados estaban viciados por el entrena-miento previo.

{18} Aunque considera que cae dentro del ámbito de las explicaciones del conexionismo, la neurocien-cia cognitiva, &c.

{19} Un cambio perceptivo, a partir de un cambio neurológico, fruto a su vez de un cambio físicoen el entorno, en función todo ello de un isomorfismo universal postulado ad-hoc precisamentepara justificar el insight

{20} V.g.: en el blindshigt o visión ciega, producida por lesiones en el área visual primaria, se pierde laconciencia de percepción visual, aunque queda cierta capacidad de discriminación no consciente

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

88

hermanas MAYORES

El Anuario de Psicología Clínica y de laSalud/Annuary of Clinical and HealthPsychology es una revista editada por elDepartamento de Personalidad,Evaluación y Tratamientos Psicológicosde la Universidad de Sevilla e intentarecoger todas aquellas aportaciones cien-tíficas que desde la Psicología Clínica y dela Salud puedan ser de interés para losprofesionales y científicos dedicados alestudio del comportamiento humano.

Título Anuario de psicología clínica de la salud

Título Abreviado Anu. psicol. clín. salud

País España

Situación Vigente

Año Inicio 2005

Año Terminación 9999

Tipo de Publicación Publicación Periódica

Soporte En línea

Idioma (s) Español / Inglés

ISSN 1699-6410

Otros Títulos Annuary of Clinical and Health Psychology

Temas Psicología

Clasificación Decimal Universal 159.9

Organismo Responsables Evaluación y tratamiento

Psicológicos Universidad de Sevilla, España

Editorial Universidad de Sevilla

Responsable Juan Francisco Rodríguez Testal

Calle Camilo José Cela, s/n

Ciudad Sevilla

País Editor España

Código Postal 41018

Email [email protected]

Teléfonos 34 954557813; 34 954557810

Fax 34 954557807

Indizada/Resumida en Latindex-Catálogo

Latindex-Directorio

Naturaleza de la Publicación

Revista de Investigación Científica

Naturaleza de la Organización Institución Educativa

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

89

hermanas MAYORES

CNPs es una revista electrónica editadapor Neuropsicologia.cl que busca el diálo-go de la psicología con las ciencias biológi-cas y se orienta a la difusión de revisiones,reflexiones e investigaciones sobre temasrelacionados, como apoyo a la formaciónuniversitaria en áreas como la psicología,neuropsicología, neurología, psiquiatría,entre otras. Su objetivo es ser una tribunade discusión y divulgación académica entorno a los avances de la neurociencia y suintegración con la psicología.

Título Cuadernos de neuropsicología

Título Propio Cuad. neuropsicol.

País Chile

Situación Vigente

Año Inicio 2007

Año Terminación 9999

Frecuencia Semestral

Tipo de Publicación Publicación Periódica

Soporte En línea

Idioma(s) Español / Portugués

ISSN 0718-4123

Otros Títulos Panamerican journal of neuropsychology

Temas Neurología, Pediatría, Psicología

Clasificación Decimal Universal 612.82

Clasificación Dewey 150

Organismo Responsable Centro de Estudios Académicos

en Neuropsicología - Neuropsicología.cl

Lugar Chile

Editorial Neuropsicología.cl

Responsables Roberto Polanco - Carrasco

Calle Valparaiso 396

Sector/Barrio/Colonia Rancagua Sur

Ciudad Rancagua

País Editor Chile

Email [email protected];

[email protected]

Enlace Electrónico Parcial www.cnps.cl

Teléfonos (56-09) 87163822

Indizada/Resumida e-Revistas

Imbiomed

Informe Académico

Latindex-Catálogo

Latindex-Directorio

Pepsic

Naturaleza de la Publicación

Revista de Investigación Científica

Naturaleza de la Organización Institución Privada

Precio Gratuita

Distribución (vías) electronica; suscripción; por ww.cnps.cl

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

Postfordismo y mentalismoVICENTE CABALLERO DE LA TORRE.

RESUMEN.La metáfora idónea para comprender la noción de reunión de mentes que representan el mundoes la del computador.

ABSTRACT.The ideal metaphor for understanding the notion of meeting of minds represent the world is thatof computer.

El Mentalismo, tal y como el profesor Robles y yo hemos tratado de exponer en algún artí-culo,{1} es la ideología o, mejor dicho, la instalación existencial que se comienza a perfilarcomo forma de conciencia contemporánea en las sociedades de la información. La pre-tendida naturaleza mental de los intercambios en la Red puede conducir en la práctica ala pérdida del cuerpo en la Política, la Producción y el Saber de modo que los individuoscorpóreos devienen signos flotantes, sin referencias mundanas –entendiendo mundodesde un punto de vista fenomenológico o desde la ontología de la existencia heidegge-riana. Las pseudo-representaciones que fluyen en Red son secuencias concatenadas deimágenes y emociones sin término de modo que se produce una recurrente alteración dela conciencia, una pérdida del mundo de la vida. No sería descabellado, como apuntába-mos en aquel escrito, basar la razón del afloramiento súbito de las Neurociencias en unaintención de hallar una analogía entre el ser humano y la inteligencia artificial. Se trata dehacernos creer que estamos hechos a imagen y semejanza{2} de la máquina que hahecho posible la expansión planetaria de la sociedad de la información cuya porosidad,como estamos viendo estos días, está siendo tapada a través del derecho de autor y simi-lares que se intentan aplicar a los códigos abiertos y a todo tipo de software libre.

El proyecto de Mathesis universalis, defendido hoy en día por muchos pensadores afinesal Neoliberalismo económico y a las Ciencias cognitivas, es el horizonte de sentido paraeste propósito, ya que el discurso cognitivista puede llegar a la generalidad de la comuni-dad científica siempre que, independientemente de su especialidad, se les haga creer enel prejuicio del mundo, tal y como Merleau lo denominó y cuyo origen es el racionalismomanierista del Barroco. La viabilidad de un proyecto matematizante de esta índole, noobstante, hace ya muchas décadas que resulta muy discutible; en concreto, desde queCantor llegó a la conclusión desconcertante de que se pueden medir conjuntos como elde los números reales, que son conjuntos infinitos actuales (no potenciales) y que algu-nos conjuntos son más infinitos que otros, por decirlo concisamente. Es por ello que –yaprovechando para rendir un pequeño homenaje a los olvidados de los currículos de lasmodalidades del ámbito científico del Bachillerato y de los que, a duras penas, nos pode-mos hacer cargo los profesores de Filosofía– los matemáticos constructivistas propon-

C U R I O S I D A D E S

90

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

drán una reedificación de las matemáticas en la que no se recurra a conceptos no intuiti-vos, como el infinito actual, introducidos en Matemáticas desde hace unos siglos. Es decir,que el fracaso del proyecto panlogicista-reduccionista –detrás del cual, como en Penrose,se encuentra la peor manera de entender a Platón– de Russell, el Círculo de Viena, A. Ayery afines, aboca a un grupo de matemáticos de indudable solvencia a plantear incluso laabolición de la noción de infinito en Matemáticas –recuérdese que en el inicio del cálculoinfinitesimal encontramos también a Leibniz. En la actualidad, la pretensión no ha des-aparecido pero prescinde partir de las Matemáticas. En efecto, si la Lógica y la Matemática–piensan algunos- no se muestran operativas para ser la Ciencia matriz– sino que sonmeros instrumentos del proceder científico- quizá sí sea válida la Física. El problemas esque algunos –quienes, casualmente, también se entretienen en elaborar discursos acercade Teoría económica– confundan cualquier tipo de relación con la reducción, como es elcaso de J. Elster: «Los programas de investigación reduccionistas tienden a ser controver-tidos. Por un largo tiempo muchos afirmaron con vehemencia que la reducción de la bio-logía a química no podía ser, pero fue. Muchos sostienen que la sociología no puede serreducida –al menos hoy– a psicología. Como insisto en que la acción humana individuales la unidad básica de explicación de las ciencias sociales, estoy comprometido con estareducción.» (Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos de las Cienciassociales, Gedisa, Barcelona 1996, pág. 79.)

Como es sencillo ver, el proyecto científico leibniciano puede ponerse en relación con elconjunto de prejuicios que deben flotar para considerar el computador como un modeloadecuado para entender al ser humano. En efecto, las Ciencias cognitivas, son una ver-sión tecnocientífica y fisicalista del mentalismo clásico, reconocible en Leibniz, cuyosgrandes defensores se encuentran en las facultades de Física, Psicología y Filosofía detodo el mundo.

Dentro del proyecto mentalista, hay partes de cuyo vínculo con esta metáfora del compu-tador se muestra más evidente que el de otras. Así ocurre, como hemos visto, con la intui-ción leibniciana de que toda proposición puede reducirse al binario. Y, efectivamente–como explica Echeverría en Telépolis{3}– es el código máquina el que ha permitido queobjetos fenomenológicamente tan distintos como un escrito, una composición musical,un videojuego o una imagen estática o en movimiento (los cuales requerían para suretención y reproducción artefactos muy dispares) puedan ser, a través de la reducción aun mismo lenguaje –aunque siempre medie una máquina virtual con otro idioma conce-bido ad hoc para la construcción de programas específicos– almacenados y reproducidospor un mismo aparato. Pero no es éste el único parentesco genealógico que puedeencontrarse entre la ontología monista y espiritualista del racionalismo manierista deLeibniz y uno de los pilares sobre los que se fundamenta la idea de que lo que define a lohumano y lo social es la información. Otra filiación, también apuntada por Echeverríapero menos explorada,{4} es la que existe entre el Analysis situs leibniciano, la Teoría degrafos y el desarrollo de las nuevas redes de información y comunicación que han entre-

C U R I O S I D A D E S

91

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

92

lazado a esos aparatos polifacéticos y que están dando lugar a un nuevo Entorno para laconducta humana. Sin adentrarnos en las características de ese nuevo Entorno –para locual remito al lector interesado a la lectura de Mentalismo mágico y sociedad telemática–lo que no podemos dejar escapar, desde el punto de vista del genealogista, es la vincula-ción existente, ya desde sus inicios, entre los modelos cibernéticos y la cultura capitalistade libre mercado tal y como Gustavo Bueno puso de manifiesto en los Ensayos materialis-tas. Si aplicamos el modelo metafísico de Leibniz al plano de la Economía política –pode-mos interpretar las mónadas como individuos perfectamente conscientes de la situaciónde las demás en lo que refiere a lo que éstas ofertan y demandan– vemos que la imagenque se nos da coincide a la perfección con la de la sociedad de consumo volcada sobre lasatisfacción de los deseos y necesidades individuales, todos los cuales se satisfacen obien mediante el mercado de libre competencia –en el caso de los asuntos privados– obien mediante el mercado de la libre elección de los representantes políticos –en losasuntos públicos. La sociedad civil acaba por ser entendida como un aglomerado de indi-viduos con la capacidad de elegir qué comprar o a quién votar. Como vemos, la metafísi-ca representacionista monista y reduccionista propia del racionalismo manierista no estáal margen del origen, que se produjo entonces, de la sociedad de mercado y de la demo-cracia parlamentaria, las cuales no se entienden la una sin la otra. De modo que el menta-lismo puede ser entendido desde su inicio como ideología de elites comprensiva con elcapitalismo emergente. De modo que las bases de su triunfo pueden cifrarse en esteaspecto más que en su verdad intrínseca, absolutamente inexistente por tratarse de unaposición filosófica aporética en virtud de sus presupuestos representacionales.{5}

La pregunta que ahora cabe hacerse es a qué estado de cosas favorece hoy la resurrec-ción de esta ideología de elites. Y la respuesta que cabe dar es la siguiente: a un capitalis-mo surgido tras la desaparición del Telón de acero y cuya característica fundamental esuna nueva forma de gestión que, para ser comprendida, pide la sustitución, dentro de losesquemas marxistas, de la fuerza proletaria por la nueva figura económico-política deloperario vinculada, pero no totalmente identificable, con el trabajador autónomo.{6}Precisamente es esta figura del operario la que está en la juntura de los tres ejes–Producción, Significación y Dominación– del campo antropológico tal y como nosotroslos entendemos. Esto no es nuevo, ya lo han señalado Negri y Lazzarato, en especial cuan-do analizan la figura de Benetton. Merece la pena reproducir sus palabras ya que dan unperfil meridianamente claro de la cuestión: «El hecho de que este nuevo emprendedor–para Negri y Lazzarato ni Berlusconi ni Benetton son manipuladores mediáticos, comoles califica la izquierda tradicional, sino auténticos pioneros– utilice la comunicacióncomo modalidad estratégica de comando y desorganización debe solamente hacernosentender que se entró en otro paradigma, en el cual la relación entre lo económico, socialy político, está modificada. [...] Para no confundir lo hábitos mentales de los hombres deizquierda, podemos decir que se establece una nueva relación entre la producción, la dis-tribución y el consumo. Para Benetton, la extracción de la plusvalía no será más un resul-tado directo del trabajo, al contrario, la explotación es organizada por las pequeñas y

C U R I O S I D A D E S

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

93

medias unidades productivas, o se trata de explotación auto-organizada por parte de losindividuos empresa.»{7}

En otro lugar{8} se ha tratado de estos individuos-empresa a los que se ha denominadotrabajadores incorpóreos y se han explicado las distintas modalidades de los mismos. Loque aquí, no obstante, interesa recalcar es que se trata de profesiones que tienen que ver,fundamentalmente, con los servicios a las empresas en el contexto del fomento de laliberalización, la competencia y, sobre todo, en las labores que conciernen a la genera-ción de expectativas y a la creación de ambientes mentales idóneos para el consumo par-ticipativo –generador de estilos de vida y de autoimágenes– dentro del proceso general,fácil de reconocer por cualquier observador un poco avispado, de transformación del ciu-dadano y espectador en cliente. Todo este proceso forma parte de la época post-tayloris-ta: un proceso que, visto desde la cara de la clase detentadora, consiste en que el empre-sario alcanza el poder mediático y el político y que mirado desde el envés –o la cruz, si sequiere– de la clase trabajadora, se caracteriza por la reforma de la actividad sindical demodo que los nuevos operarios del sector servicios tuvieran cabida y protección: la formaen que esto se produjo tuvo como médula espinal no a los macro-proyectos de las gran-des centrales –a los cuales deberían plegarse los trabajadores– sino al operario mismo,ante cuyas nuevas necesidades debía reestructurarse no sólo la actividad sino el mismoorganigrama de los grandes sindicatos horizontales. Pero este post-taylorismo estápasando por una nueva fase, desde 1989 hasta hoy. Una fase que Lazzarato y Negri califi-can de nuevo paradigma en el cual se está dando una modificación de la Producción, laSignificación y la Dominación, como estos mismos autores señalan. ¿Pero en qué consisteesa modificación? La respuesta es: La modificación radica en la confusión de los tres ejesdel campo antropológico cuya raigambre es de naturaleza psicológico-mentalista y vienefavorecida por el entorno telemático involucrado en las nuevas formas productivas. Unentorno que, por todo lo expuesto anteriormente, propicia esta forma psicologista desdela cual ver el mundo y entender la propia existencia a la que nosotros hemos denomina-do mentalismo mágico y a la que hemos definido como una forma de conciencia que tansólo se nutre de una suerte de maná que consiste en el sucederse de un flujo de signifi-cantes –imágenes y expresiones– suspendidos, colgados, en el entorno virtual y que con-gelan el tiempo biográfico dado que no remiten ni a un pasado ni a un futuro sino al pre-sente continuo de su propia retroalimentación.

Wiener, discípulo de Russell, en su obra Cibernética y Sociedad, define la libertad comoincertidumbre entendida en términos informacionales. De modo que la libertad desapa-rece si se extingue la incertidumbre. La perfección comunicativa, es decir, la desapariciónde la incertidumbre, supone la instantaneidad en el envío de mensajes. Como es sabido,la velocidad de la luz no es infinita sino que hay un lapso de tiempo desde la emisiónhasta la llegada. Sin embargo, cuando hablamos de recorrer el globo terrestre la distanciaes tan despreciable que, en términos prácticos, puede considerarse esta velocidad comoequivalente a infinito de modo que el intervalo temporal del recorrido es igual a cero.

C U R I O S I D A D E S

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

94

prolepsis prolepsis prolepsisprolepsis

Como señala Bueno{9} en Ensayos materialistas, comentando a Wiener, la necesidadde contar con el factor tiempo podría considerarse como elemento clave para probarque un sistema social o político no puede regularse desde la armonía preestablecida.Y, desde luego, esto es así cuando no existe un Entorno en el mundo en el cual seaposible reducir el tiempo a cero –el teléfono y el fax no pasaban de ser meras herra-mientas, utilísimas, sin duda, pero que en ningún caso proporcionaban lo que deno-minamos un Entorno. Pero hoy, treinta años después, ese Entorno existe aunque, porsupuesto, sólo sea un Entorno más del mundo fenomenológico, junto a la Naturalezay la Ciudad, como explica Echeverría.{10}

¿Cuál es el problema, entonces? Desde luego, el mundo real, tridimensional y opera-torio no ha desaparecido ni va a cesar en ningún momento –incluso en la peor pesa-dilla apocalíptica al estilo Matrix permanece uno de los dos entornos restantes: el dela organización social de los efectivos sujetos corpóreos, es decir, Sión o la Ciudad–pero sí que puede conducirse a las elites y a la ciudadanía en general –a través de laEducación obligatoria universal mediada por la Psicopedagogía de nuevo cuño y porlicenciados en Ciencias acríticos con su propio prejuicio del mundo– a hacerles pen-sar que todos los tres Entornos se caracterizan por pertenecer a una misma forma deacceso al mundo: la representación por parte de la mente de una serie de inputs pro-cedentes de una sustancia ahí fuera (donde estaría incluso el propio cuerpo) que sedefine en virtud de términos puramente fisicalistas y en lenguaje matemático–sobreentendiendo en todo momento que los otros discursos científicos podránreducirse en un momento dado a tales términos. La metáfora idónea para compren-der esta noción de reunión de mentes que representan o reproducen el mundo es ladel computador en su doble vertiente hardware-software. ¿Y qué otra cosa llevanhaciendo las Ciencias cognitivas desde su origen que reproducir esta metáfora?

C U R I O S I D A D E S

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

{1} Francisco José Robles & Vicente Caballero, «Mentalismo mágico y sociedad telemática», en la revista Cuaderno de materiales, nº18, publicación de la Facultad de Filosofía de la UCM (páginas 21-34), e ídem «Mentalismo», accesible también desde:www.filosofia.net/materiales

{2} Véase de Francisco José Robles Rodríguez, «Experiencia fenoménica versus representación computacional», en Terminología cientí-fico-social. Aproximación crítica, Anthropos, Barcelona 1991, páginas 232-238.

{3} Publicada por Destino en Barcelona 1994.

{4} Vicente Caballero de la Torre, Redes, lógicas no clásicas y neuronas. De los límites de la matematización más allá de la Física [enpreparación].

{5} Francisco José Robles Rodríguez, Para aprehender la Psicología, Siglo XXI de España, Madrid 1996. Véase también, del mismo autor,el artículo «Acerca de la naturaleza aporética de las psicologías cartesianas o representacionales», en la revista El Basilisco, n º 12,Oviedo, verano de 1992, páginas 61-68.

{6} Cuyas coberturas sociales en el Sistema de la Seguridad Social de nuestro país han sido ampliadas recientemente en Consejo deMinistros, lo cual ha generado una polémica sobre el finis operantis supuestamente electoralista de tal medida –lo que nos pone en lapista del gran volumen de autónomos actualmente existente; un volumen que ha aumentado por el fomento del trabajo incorpóreo(véase nota siguiente) que se acoge a la figura contributiva y fiscal del trabajador autónomo.

{7} «Estrategias del emprendedor político», en Futur Antérieur, nº 23 y nº 24 (París 1994)

{8} «Operarios y mercancías incorpóreas» [en prensa], publicación a cargo de la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia conmotivo del Congreso Filosofía y cuerpo: debates en torno al pensamiento de Gustavo Bueno (Murcia, 10-12 de septiembre de 2003) enel que el autor del presente artículo presentó la comunicación «Sobre el trabajo incorpóreo».

{9} Gustavo Bueno, Ensayos materialistas, Taurus, Madrid 1972, páginas 130-136.

{10} Los señores del aire. Telépolis y el tercer entorno, Destino, Barcelona 1999.

prolepsis prolepsis COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DE CASTILLA Y LEÓN

SUSCRIPCIÓN ANUALNACIONAL 30 euros

boletín de suscripción

nombre y apellidos

nif

dirección

código postal y población

forma de pago/ domiciliaciónbancaria banco/caja

nº de cuenta

nombre del titular

deseo factura

Remitir en sobre a:COLEGIO OFICIAL DE PSICÓLOGOS DECASTILLA Y LEÓN.C./ Divina Pastora, 6 - Entreplanta47004 VALLADOLID.

Tfno.: 983 21 03 [email protected]

firma:

1. A la revista de Psicología Prolepsis podrán enviarse trabajosinéditos desarrollados en el ámbito general de la psicología,tanto en su vertiente teórica como aplicada. La revista aceptarárevisiones actualizadas, informes de investigación, experienciase intervenciones profesionales y reseñas, tanto de libros comode congresos y jornadas científicas y/o profesionales. (Ver nor-mas específicas para la publicación de estos últimos tipos deinformaciones en el apartado 13). 2. Los trabajos se dirigirán a Prolepsis, Colegio Oficial dePsicólogos de Castilla y León, c/ Divina Pastora, 6 –Entreplanta. 47004 Valladolid. Con la recepción del trabajola redacción de Prolepsis acusará recibo del mismo. Los tra-bajos que no cumplan las presentes normas serán devuel-tos a sus autores. 3. Los trabajos tendrán una extensión máxima de 20 foliosmecanografiados a doble espacio (equivalente a 40.000 carac-teres). Se presentarán usando procesador de textos Word yadjuntando un CD en el que se especifique el título del/losarchivo/s. De cada trabajo deberán enviarse original y trescopias escritas.4. En información aparte deberá figurar: a) Título del artículo encastellano y en inglés; b) Nombre, apellidos, titulación de cadaautor (en esta información podrá incluirse categorías profesio-nales, Universidades u otras instituciones de pertenencia…); c)Nombre, teléfono y dirección del autor al que debe dirigirse lacorrespondencia sobre el manuscrito. En su caso, podrá indicar-se una dirección de correo electrónico. 5. Al comienzo del trabajo deberá aparecer un resumen delmismo (150 palabras como máximo) en español e inglés.También se incluirá, en ambos idiomas, un listado de palabrasclave (máximo 10). 6. Deberán presentarse originales de calidad de todas las ilus-traciones (dibujos, figuras y gráficos); no se aceptarán fotoco-pias. Las ilustraciones vendrán separadas del texto y numeradascorrelativamente, indicándose con claridad en el propio texto ellugar que ocuparía cada figura y acompañados del texto de piecorrespondiente. 7. Las notas a pie de página, cuando sean imprescindibles, seseñalarán con claridad en el texto.8. Los trabajos empíricos o informes de investigación, deberánpresentarse conforme a los apartados de introducción, método,resultados y discusión o conclusiones. En los restantes trabajosha de procurarse una presentación clara, estructurada y organi-zada en diferentes apartados, debiéndose cuidar especialmentela sintaxis y redacción de los mismos. 9. Las citas bibliográficas se intercalarán en el texto con el apelli-do del autor y el año de la edición del original entre paréntesis.En el caso de reproducirse alguna cita textual, habrá de especifi-carse necesariamente el número de la página del texto en quese encuentra. Todos los trabajos deberán ir acompañados de lacorrespondiente lista de referencias bibliográficas. Todas las referencias citadas en el texto deben aparecer en lalista y viceversa. Las referencias, presentadas por orden alfabéti-co, se ajustarán a los formatos siguientes: a) Libros: Apellido/s, inicial/es del o los nombres. Año de publi-cación entre paréntesis. Título de la obra en cursivas.. Lugar depublicación: Nombre de la editorial. Ejemplo: Rodrigo, M.J. yAmay, 1. (Comps.) (1997). La construcción del conocimientoescolar. Barcelona: Paidós. En el caso de que el libro referenciado sea una traducción, debeindicarse, tras la inicial del nombre del autor y entre paréntesis,el año de publicación original, apareciendo al final de la referen-cia el año de publicación de la traducción. Ejemplo: Karmiloff-Smith, A. (1992). Más allá de la modularidad: la ciencia cognitiva

desde la perspectiva del desarrollo. Madrid: Alianza Ed., 1994.b) Referencias extraídas de artículos de revista: Apellido/s, ini-cial/es del o de los nombres. Año de publicación entre parénte-sis. Título del artículo. Nombre completo de la revista en cursi-vas, número del tomo en cursivas, y, entre paréntesis, númerodel volumen en cursivas, números completos de la primera yúltima página del artículo. Ejemplo: Moreno Rodríguez, M.C.(1996). La persona en desarrollo: una reflexión acerca de la con-tinuidad y el cambio en la definición de las trayectorias de vida.Apuntes de Psicología, 47, 5-44. c) Capítulos de libros: Apellido/s, inicial/es del o de los nombres.Año de publicación entre paréntesis. Título del capítulo, inicialesy apellido/s del editor o recopilador. Título del libro en cursivas.Números de primera y última páginas del capítulo. Lugar depublicación: Nombre de la editorial. Ejemplo: De la Mata, M.L.(1993) Estrategias y acciones de memoria. En J.1. Navarro(Coord.). Aprendizaje y memoria humana. (pp.277-30l) Madrid:McGra~-Hill. Cuando sean varios los autores de un trabajo, deben aparecerreferenciados los apellidos e iniciales de los nombres detodos ellos. 10. Los trabajos que cumplan las normas expuestas hasta elpunto 9, serán enviados de manera anónima a, como mínimo,dos revisores de la especialidad correspondiente de entre losque componen el Consejo Editorial de Prolepsis. Los comenta-rios realizados por los revisores servirán de directriz para laaceptación, rechazo, o sugerencias de modificación de un tra-bajo. Los autores de trabajos que requieran alguna modifica-ción para ser publicados, recibirán por correo las oportunassugerencias. 11. Por cada trabajo publicado, Prolepsis entregará al primerautor 2 ejemplares del correspondiente número de la revista asícomo 1 ejemplar a cada uno del resto de los firmantes del artí-culo. 12. Reseñas bibliográficas. Indicar título de la obra en el idiomaoriginal, lugar de publicación, editorial y fecha. En caso de tra-tarse de una traducción al español, además de los datos anterio-res, indicar título en castellano, lugar de publicación, editorial,fecha y nombre del traductor de la versión española. Es optativodel autor de la reseña dar un título general a su informaciónsobre la obra revisada. La extensión aproximada de la reseñaserá de cinco folios mecanografiados a doble espacio. Indicarnombre y apellidos, domicilio, teléfono/s de contacto y lugar detrabajo del autor de la reseña. 13. Información sobre encuentros profesionales y científicos. Laextensión aproximada será de dos folios mecanografiados adoble espacio. Reseñar nombre de la convocatoria en español einglés, lugar y fecha de celebración y entidades o institucionesorganizadoras. Enumerar las conferencias, mesas redondas, etc.,más relevantes y los nombres de sus ponentes. En su lugar,resaltar la asistencia de personalidades de prestigio científicoy/o profesional que hayan participado. Resumir brevementeaquellos aspectos del contenido que, a juicio del autor de lainformación, se consideran más importantes. Si el encuentro esde ámbito internacional, insertar un breve análisis estadísticode la participación española y, si es de carácter nacional, de laparticipación andaluza. Conclusiones generales y perspectivasde futuro. Nombre y apellidos, domicilio, teléfono y lugar de tra-bajo del autor de la información. 14. La redacción de Prolepsis se reserva el derecho de publica-ción de un artículo en el número de la revista que considereoportuno. 15. Prolepsis no acepta ninguna responsabilidad sobre los pun-tos de vista y datos de los autores en los trabajos publicados.

normas para la publicación de trabajos en prolepsis,revista de psicología de contenido científico e información colegial