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Revista del Departamento Universidad Bernardo O’Higgins Facultad de Derecho y Comunicación Social Año 1 – N°1 / Enero de 2013 de Ciencias del Derecho

Revista del Departamento · gran base de la igualdad ante la ley, que quienes se en-cuentran en una situación objetiva similar tengan un mismo tratamiento jurídico y consecuentemente,

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Revista del Departamento

Universidad Bernardo O’HigginsFacultad de Derecho y Comunicación Social

Año 1 – N°1 / Enero de 2013

de Ciencias del Derecho

Presentación ........................................................................................................................................................................ Pág. 2

El Principio de la Igualdad ante la Ley y su Tratamiento por la Doctrina y Jurisprudencia –

Alejandro San Martín B. ................................................................................................................................................... Pág. 3

Entrevista a la Presidenta del Colegio de Abogados de Chile – Olga Feliú S. ............................................. Pág. 6

La Tecnología en el Proyecto de Código Procesal Civil desde la Ciencia Jurídica: Análisis y Crítica ... Pág. 8

Recensión. Franco Mangua, Javier Francisco. Deontologismo y Consecuencialismo. Visiones y

Actividades realizadas ....................................................................................................................................................... Pág. 10

Actuaciones de Economistas y Juristas. (2012). ....................................................................................................... Pág. 12

SUMARIO

PRESENTACIÓNEste año 2012, la Escuela de Derecho de la Universidad Bernardo O’Higgins, además de obtener su acreditación, concretó el anhelo de crear sus primeros departamentos: el de Ciencias del Derecho y Derecho Privado. Cada uno de ellos se encarga de coordinar la extensión, investigación y vinculación con el medio de las respectivas áreas. Tuve el honor de ser nombrado director del primero de ellos, y puedo decir que, a fin de año, los resultados han sido muy satisfactorios. En lo relativo a investigación, los profesores de este departamento han publicado o tienen aceptados durante este año 2 artículos en revistas ISI, 4 en Scielo y 2 en Latindex Catálogo, sin contar los aparecidos en revis-tas de indexación distinta. Asimismo, varios de ellos han participado en congresos y seminarios como ponentes, y hemos realizado tres seminarios: uno titulado “La Intangibilidad de los Tratados Internacionales y el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia”, que tuvo lugar el 14 de junio; el segundo, titulado “Derecho y Tecnologías”, se realizó el 9 de octubre; y el tercero, que conmemoraba los 200 años de la dictación del Reglamento Constitucional Provisorio de 1812, tuvo lugar el 15 de noviembre. En todos ellos expusieron destacados académicos del ámbito nacional e internacional, y se contó con una gran asistencia de público.

Los resultados anteriores nos hacen mirar con optimismo el 2013, año en el que esperamos mejorar los resultados anteriores y contribuir a posicionar a la Escuela de Derecho de la Universidad Bernardo O’Higgins como una de las más destacadas a nivel nacional.

A continuación presentamos el primer boletín de este departamento en el que, además de la información relativa a las actividades realizadas, encontrarán interesantes contribuciones de los profesores Alejandro San Martín Barraza, Sergio Peña-Neira y Alejandro Robledo Rodríguez.

Carlos Isler Soto.

Jorge Van de Wyngard MoyanoDecano de la Facultad de Derecho y Comunicación Social

Alejandra Gormaz RosasDirectora de la Escuela de Derecho

Carlos Isler Soto Director del Departamento de Ciencias del Derecho

Ximena Romero Aránguiz Diagramación y diseño

EQUIPO

EL PRINCIPIO DE LA IGUALDAD ANTE LA LEY Y SU TRATAMIENTOPOR LA DOCTRINA YJURISPRUDENCIA(Alejandro San Martín Barraza1)

1Alejandro San Martín Barraza. Abogado. Magíster en Derecho Público con mención en Derecho Constitucional, Pontificia Universidad Católica de Chile. Profesor introducción al Derecho Universidad Bernardo O’Higgins.Profesor Clínica Jurídica I, Universidad Santo Tomás.2 Silva Bascuñan, Alejandro; “Igualdad ante la Ley”, en Actas XXXIV Jornadas de Derecho Público, 2005, página 3633 Fermandois Arturo, “Derecho Constitucional Económico Tomo I”, Ediciones Universidad Católica, Santiago, Chile, 2005, página 109.4 Ibidem.5 Fernandois Arturo, Ob. Cit, página 252.

Nuestra Carta Fundamental, dedica muchas disposiciones al principio de igualdad. Para efectos, señalaremos cuales serían las disposiciones constitucionales objeto de estudio:

Artículo 1°. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.

El Estado está al servicio de la persona humana y su finali-dad es promover el bien común, para lo cual debe contri-buir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece.

Artículo 19. La Constitución asegura a todas las personas:

2º. La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni gru-po privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer dife-rencias arbitrarias.

20º. La igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión o forma que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas.

22º. La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en materia económica. Sólo en virtud de una ley, y siempre que no signifique tal dis-criminación, se podrán autorizar determinados beneficios directos o indirectos en favor de algún sector, actividad

o zona geográfica, o establecer gravámenes espe-ciales que afecten a uno u otras. En el caso de las franquicias o beneficios indirectos, la estimación del costo de éstos deberá incluirse anualmente en la Ley de Presupuestos.

La preocupación de la Ley Fundamental por el man-tenimiento del principio de la igualdad humana se refleja al tomar en cuenta que la igualdad jurídica, como base primordial de nuestro ordenamiento institucional, junto a normas precisas que traducen con alcance general tal principio, se afirma conse-cuentemente en diversos sentidos que pueden cla-sificarse atendiendo a los siguientes aspectos:

1.) Igualdad en la definición y en el régimen de los derechos garantizados por la Carta Fundamental.2.) Igualdad de acceso y de suministro y uso de los medios necesarios para el ejercicio y efectivo apro-vechamiento de tales derechos.3.) Igualdad en cuanto a las obligaciones que hayan de asumir todas las personas sometidas al ordena-miento institucional2.

Existe consenso en la doctrina nacional y compa-rada que el principio de igualdad es más que una simple garantía constitucional, elevándose al ca-rácter de principio general del derecho3. En nuestro ordenamiento, tal principio de la igualdad ocupa el sitial más destacado luego del derecho a la vida, al consagrarse en el número 2 del artículo 19, que asegura a todas las personas la igualdad ante la ley4. Como señala el profesor Fermandois, el principio de igualdad o no discriminación arbitraria es una de las dos líneas centrales de nuestra Constitución junto al principio de subsidiariedad.

¿Pero que implica el principio de la igualdad y no discriminación arbitraria? Las definiciones clásicas como “dar a cada uno lo suyo”, no hacen más que perpetuar un vacío que sólo ha venido llenándose en el último tiempo conforme avanza la necesidad de explicitar los criterios prácticos de la igualdad5. Somos de la idea que la definición de igualdad se enmarca dentro de los parámetros que el Derecho Constitucional chileno ha enfatizado desde una concepción de justicia retributiva.

Sea como sea, la doctrina universal concuerda en que el llamado “juicio de igualdad”, es decir, el juzgamiento de si un acto cumple o quebranta el mandato-garantía de la igualdad, comienza con el agrupamiento de aque-llos a quienes vamos a tratar igual6. Es obvio entonces que el primer paso para determinar si hay igualdad o discriminación arbitraria en un acto o norma es el ejer-cicio del agrupamiento de los iguales. Así, se dispondrá de forma similar para aquéllos que se encuentren en las mismas circunstancias y diferente para aquellos que no lo están7.

El principio jurídico de la igualdad se haya íntimamen-te vinculado a la noción de justicia, tal como señalá-bamos anteriormente. Si la justicia es dar a cada uno lo que le pertenece, han de considerarse antecedentes que permitan determinar que es lo suyo de cada cuál8. Estos antecedentes previos sea que consistan en situa-ciones de naturaleza, hechos, actos, etc., reciben la de-nominación genérica de títulos jurídicos9. Es función, de estos títulos jurídicos enseñar los derechos de cada cuál y en consecuencia, lo debido, esto es, el objeto de ese dar justo. Así la atribución de lo suyo de cada cual viene a ser un acto segundo en cuanto presupone un acto anterior que es la Constitución10. En suma, pode-mos señalar que es la propia Carta Fundamental, la que establecerá en una noción de igualdad lo que cada uno debe recibir en base a la justicia. Realizando una interpretación a nivel doctrinal de lo que implica la definición de igualdad, desde el punto de vista de la justicia, y tal como se señaló anteriormen-te en este informe, podemos sostener que la expresión “dar” ha de ser entendida en altísimo sentido, esto es, comprensiva tanto de acciones como de omisiones, en cuya virtud lo suyo de cada cual es atribuido11. Esta atri-bución puede ser desde una acción consistente en una entrega real o ficta hasta el respeto que se debe a lo ya entregado a otro. En consecuencia la posibilidad de dar presupuesto que lo suyo de cada cual pueda estar bajo la esfera de acción de otro o bien ser vulnerable, en el sentido que otro pueda dañarlo o colocarlo en riesgo de daño.

Como se aprecia, la expresión dar alcanza una ampli-tud que excede los usos que le confiere el Derecho Po-

6 Fernandois Arturo, Ob. Cit, página 253.7 Idem.8 Valdés Prieto Domingo, “La Discriminación Arbitraria en el Derecho Económico”, Editorial Jurídica Conosur, 1992, página 7.9 Ibidem.10 Ibiden.11 Ibiden.12 Ibiden.13 Ibiden.14 Zúñiga Urbina Francisco, “Principio de no discriminación, Principio de Discriminación Compensatoria e Igualdad Constitucional”, en “Anuario de Filosofía Jurídica y Social, N°20”, 2002, página 238.

sitivo12.La segunda expresión, “a cada uno” alude a que toda relación jurídica sólo puede darse entre personas, es decir seres dotados de entendimiento y voluntad. Por último, “lo suyo” es aquello que se presenta como debido para con cada uno de los sujetos acreedores de la atribución, que dependerá de los títulos jurídicos que cada cual tenga13.

Cabe destacar que la igualdad de todas las personas, es un principio que no sólo tiene una justificación consti-tucional, sino que ha sido elevado a Principio General de Derecho Internacional generalmente aceptado por la mayoría de los Estados Miembros de la Comunidad Internacional. Todo ello, en virtud al respeto íntegro de la dignidad de le persona humana en cuanto tal y la protección que se les debe dar a aquella dignidad por las naciones civilizadas.

Como se señalaba en el párrafo anterior, el Derecho Internacional, por el afán de la protección a la digni-dad humana, se ha ocupado muy contundentemente sobre aquellos aspectos relacionados a la discrimina-ción de cualquier tipo. A modo de ejemplo, podemos señalar que la figura de la discriminación es regulado por distintos cuerpos legales de rango internacional, como lo constituiría el Pacto de Derechos Civiles y Po-líticos de la ONU de 1996 (art. 21) y en la Convención Americana de 1969 (art. 1.1, 13.5, 17-4,24); además de instrumentos convencionales específicos; a saber: Con-vención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza de ONU-UNESCO, de 1960, (art. 1.1), la convención sobre eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer de ONU de 1979, (art. 1º) y los convenios Nº 100 y 111 de la OIT sobre Igualdad de Remuneración y la Discriminación (empleo y ocupación).

De lo expuesto, podemos colegir que el principio de igualdad y sus derechos y principios garantistas, han encontrado en el Derecho Internacional Convencional un notable desarrollo siendo ilustrativo además la labor del Comité de Derechos Humanos y el Comité para la eliminación de la Discriminación Racial, en el campo de la discriminación racial, religiosa y sexual o de género14. El modelo constitucional propone justamente como la

gran base de la igualdad ante la ley, que quienes se en-cuentran en una situación objetiva similar tengan un mismo tratamiento jurídico y consecuentemente, los mismos derechos15.

La igualdad no es un producto de las declaraciones de derechos, sino que estas se basan en la igualdad que emana de la común dignidad que tiene toda criatura humana y que la hace merecedora de respeto como tal16. En otras palabras, a juicio de la profesora Ángela Vivanco, la igualdad es un componente mínimo y bási-co de la estructura misma del hombre ontológicamen-te hablando, de la cual se hace cargo el derecho para asegurarla17.

El Derecho se instituye en una norma que enmarca adecuadamente a la igualdad y que, por otra parte, se inspira en ella a la hora de reconocer derechos y liber-tades preexistentes, por ser parte de la naturaleza hu-mana18. Todo ello no significa, sin embargo, que la pura norma jurídica baste para garantizar que el principio de la igualdad sea respetado, no sólo porque la sanción no genera automáticamente el cumplimiento, sino porque la concepción sobre la igualdad forma parte de aque-llos contenidos en los que fuertemente intervienen el criterio de las personas, la idiosincrasia de los pueblos y su formación cultural19. Es por ello que pese a los mu-chos esfuerzos que se realizan en torno a la igualdad, los elementos que significan el respeto y salvaguarda de ella no provienen exclusivamente del Derecho sino también de la conciencia que las personas tienen acer-ca de su propio ordenamiento, ello sin perjuicio de la vi-sión que existe en las sociedades sobre la importancia y la trascendencia de la persona humana20.

En suma, podemos concluir diciendo que la igualdad ante la ley, es un principio que gozaría de una natura-leza prácticamente infranqueable e inviolable. Sin em-bargo es común que se generen algunas confusiones cuando se alega que una simple discriminación, aten-taría contra este principio constitucional. Lo arbitrario, es lo que derrumbaría los pilares sobre los cuales se ha erigido el derecho público chileno de fines del siglo XX.

BIBLIOGRAFÍA

1. Silva Bascuñan, Alejandro: “Igualdad ante la Ley”, en Actas XXXIV Jornadas de Derecho Público, 2005, p 361.

2. Fermandois Arturo: “Derecho Constitucional Econó-mico Tomo I”, Ediciones Universidad Católica, Santia-go, Chile, 2005, 333 páginas.

3. Valdés Prieto Domingo: “La Discriminación Arbitra-ria en el Derecho Económico”, Editorial Jurídica Cono-sur, 1992, 187 páginas.

4. Zúñiga Urbina Francisco: “Principio de no discrimi-nación, Principio de Discriminación Compensatoria e Igualdad Constitucional”, en “Anuario de Filosofía Jurí-dica y Social, Nº 20”, 2002, p 237.

5. Vivanco Martínez Ángela: “La Garantía Constitucio-nal de Igualdad ante la Ley: ¿De que igualdad estamos exactamente hablando?”, en “Revista Chilena de Dere-cho, Volumen 26”, 1999, p 173.

6. Barnes, Javier: “Introducción al principio de propor-cionalidad en el Derecho Comparado y Comunitario”, en “revista de Administración Pública Nº 135, 1994, p 495.

7. Alexy, Robert: “Epilogo a la teoría de los Derechos Fundamentales”, en “Revista Española de Derecho Constitucional” Nº 66, 2002, p13.

8. Martín Vida, M Ángeles: “Evolución del principio de igualdad en Estados Unidos, Nacimiento y Desarrollo de las Acciones de Acción Afirmativa en Derecho Esta-dounidense”, en “Revista Española de Derecho Consti-tucional”, Nº 68, 2003, P 151.

9. Suay Rincón José: “El Principio de la Igualdad en la Justicia Constitucional”, Institutos de Estudios de Ad-ministración Local, Madrid, 1985, 229 Páginas.

10. Bernal Pulido Carlos: “El principio de proporcionali-dad y los derechos fundamentales”, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2005. 873, pági-nas.

15 Vivanco Martínez Ángela, “La Garantía Constitucional de Igualdad ante la Ley: ¿De qué igualdad estamos exactamente hablando?”, en “Revista Chilena de Derecho, Volúmen 26”, 1999, página 177.16 Vivanco Martínez Ángela, Ob. Cit, página 181.17 Idem.18 Idem.19 Idem.20 Idem.

El 10 de agosto nos visitó la Pre-sidenta del Colegio de Abo-

gados, doña Olga Feliú Segovia, quien dictó una conferencia so-bre el nuevo Código de Ética Pro-fesional del Abogado. Al término de la misma, UBOTv le realizó una entrevista, que puede ser consul-tada en su canal en Youtube, que transcribimos a continuación:

¿Cuál es la importancia y la dife-rencia de este nuevo código de ética respecto al anterior?Es una modernización del Códi-go. El Código anterior tenía unas reglas muy escuetas. Era muy breve, en el fondo instaba a que los abogados tuvieran un com-portamiento ajustado a la ética: no hacer trámites indebidos, no extender los pleitos por rituales procesales. En suma, eran reglas muy cortas y precisas.

Con respecto al secreto, por ejemplo, se decía que el secre-to profesional era un deber y un derecho. ¿Hoy día que es lo que hay? Es mucho más complejo, cada una de estas figuras está analiza-da en las distintas hipótesis que

puedan plantearse, y así el secre-to se analiza qué ocurre cuando deba el abogado dar cuenta de un hecho del cual ha tomado co-nocimiento; distintas facetas, las distintas hipótesis que se puedan presentar. Entonces, es un Códi-go mucho más complejo, con una descripción mayor de conductas que el anterior, y que además tie-ne otra connotación.

Como él fue el fruto de un trabajo de unas comisiones que trabaja-ron por largo tiempo, tiene una especie de historia de las discu-

siones de las comisiones respecti-vas que lo hace fácil para analizar y estudiar. Porque, en general, la regla común es que puedan ana-lizarse faltas a la ética relativa-mente simples, pero también se presentan situaciones complejas. Yo creo que casos recientes, de-muestran lo difícil que es exami-nar el conflicto de intereses: no es fácil, no es simple, “existe” “no existe”. Entonces, en ese sentido, normas como las de este nuevo Código de Ética ilustran para po-der saber exactamente cuándo nos encontramos enfrentados a

OLGA FELIÚ SEGOVIAENTREVISTA

Presidenta del Colegio de Abogados de Chile

“Para los abogados puede hacerse más exigente todavía el cumplimiento de normas éticas.”

un conflicto de intereses o cuán-do este no existe.

En comparación con otras ca-rreras, ¿Cuál es la importancia que un estudiante de derecho y un futuro abogado sea comple-tamente ético?Yo creo que todas las carreras re-quieren un comportamiento éti-co, y creo que es muy importante siempre considerar que los profe-sionales tienen en la legislación respectiva, asegurado un “mono-polio” para ejercer las actividades que son propias de su profesión, los protege respecto de las activi-dades que comprende.

Protege a la sociedad, porque la sociedad es la que está protegida en el sentido de que los temas ju-rídicos ante los tribunales solo po-drá desempeñarlos un abogado. Pero eso es válido, exactamente igual, respecto de los ingenieros. Yo creo que todos los profesio-nales tienen una exigencia ética muy importante. Tal vez, la única connotación respecto de los abo-gados es que los abogados por su formación tienen un mayor conocimiento. Están enfrentados desde el día que ingresan a la uni-versidad al examen de normas.

Para ellos es más fácil, que para otros profesionales, ver cuándo una conducta puede ajustarse o no ajustarse a un comportamien-to debido. En ese sentido, creo que para los abogados puede hacerse más exigente todavía el cumplimiento de normas éticas.

¿Cree que debiera ser obligato-ria la enseñanza de ética profe-sional, y la colegiatura?

Considero que la colegiatura no debe ser obligatoria. Así también lo establece la Carta Fundamental que reconoce que hay profesio-nales colegiados y no colegiados. La gran diferencia que hay entre los abogados colegiados o no, está en quien aplica la sanción.

En el caso de los no colegiados, las sanciones las aplican los tri-bunales ordinarios mientras se crean los tribunales éticos que se-ñaló la reforma del año 2005.

¿Qué ventaja tiene para el pro-fesional y para el reclamante que la persona esté afiliada a un colegio?Tiene la ventaja de que va a ser juzgada por un tribunal que cono-ce plenamente la ciencia de que se trata. Esto es válido para todas las profesiones, los médicos, los ingenieros, los arquitectos y los propios abogados. El tribunal éti-co del Colegio está formado ex-clusivamente por abogados y, en consecuencia, ellos saben exacta-mente qué es lo que es exigible a un abogado, porque hay mu-chas situaciones que pueden ser dudosas. Es decir, “yo hice esto, pero en realidad esto es lo usual

porque en este juzgado…”, en fin, y eso lo conocen los juzgadores. En cambio, cuando quien debe resolver, o quien debe fallar, es un tribunal con competencia gene-ral, este tribunal está en pleno co-nocimiento de muchas materias, pero no exactamente las propias

del ejercicio mismo de la profe-sión del día a día que tiene el pro-fesional. Yo creo que la diferencia es esa.

Y respecto de la ética ¿Debería ser obligatoria?En cuanto a la enseñanza de la ética, cabe recordar que la Cons-titución Política le entrega la res-ponsabilidad por la enseñanza a las universidades y ellas son las que tienen que adquirir la convic-ción de la necesidad de enseñar la ética o al menos procurar incul-car los principios éticos en todos los alumnos de la universidad, cualquiera sea la profesión que ellos estudien.

La formación con sólidos princi-pios morales – ajustados a la ética – debe ser una finalidad presente en todo establecimiento de ense-ñanza superior.

“La formación con sólidos principios morales, debe ser la finalidad en todo establecimiento de enseñanza superior”

LA TECNOLOGÍA EN EL PROYECTO DE CÓDIGO PROCESAL CIVIL DESDE LA CIENCIA JURÍDICA: ANÁLISIS Y CRÍTICA

La tecnología y la ciencia jurídi-ca. El tema de la tecnología en el Derecho es de suyo antiguo, el problema es determinar las capa-cidades que se tienen para poderentender términos y conceptos aplicables a la regulación del Ser humano en sociedad.

Este objetivo tiene ciertos méto-dos o metodologías una de las cuales es la tecnología que po-seemos para solucionar los pro-blemas que se plantean por el Derecho. Es allí donde los opera-dores jurídicos deberíamos entre-gar opiniones, en el problema de la informática jurídica procesal.

La tecnología en la Ciencia Jurí-dica: El Código Procesal Civil y el Derecho procesal.

La tecnología es la aplicación de la Ciencia a la práctica. La pre-gunta que anima esta sección es si poseemos la “tecnología inte-lectual” para entender el nuevo paradigma que se coloca en el centro de la temática en discu-sión, a saber, un Código Procesal Civil oral donde enfrentamos un periodo de discusión diferente del de prueba y sentencia en que

la prueba es propuesta y evalua-da de manera más rápida y en un tiempo breve así como de modo diferente al actualmente existen-te y evitar, a la vez, las peticiones de modificaciones, en el futuro, para volver al actual sistema, pu-diendo alcanzar un engendro. Así debemos explicarnos cómo un sujeto de Derecho puede deman-dar sin que dicho acto jurídico procesal deriva en sus peticionesdel derecho substantivo civil por-que no lo posee, y gane. Ese es un problema que la Ciencia jurídica ha resuelto a través de principios y conceptos diferentes y viene a modificar la estructura del Dere-cho civil cuyo origen es el Dere-cho romano que indica que de todo derecho nacen acciones pero no explica ni la demanda in-fundada ni la querella infundada ni el juicio ganado sin tener dere-chos. Eso se explica porque el de-recho de acción es diferente del derecho deducido en juicio, “el fondo de la acción deducida”. No entender la distinción es no saber de la “tecnología” del Derecho y del Orden jurídico.

1. No cabe distinguir entre dis-cusión, prueba y sentencia, estas etapas se plantearán de manera diferente y nuestras afirmaciones deberán pensarse en las eviden-cias que presentaremos.

2. Tendremos que analizar clara-

mente los documentos que sir-van de base y sean el fundamento de las relaciones jurídicas civi-les excluyendo la posibilidad de presentar documentos durante el procedimiento ordinario sino que deben ser detallados en la demanda y acompañados como fundamento de las afirmaciones.

3. Luego deberá estarse a lo que señale el tribunal en torno a los hechos controvertidos que sean pertinentes y substanciales.

4. Las limitaciones de la carga de la prueba, hoy un tema estricta-mente procesal, no relacionado a las obligaciones sino, desde el inicio y a nuestras afirmaciones acerca de los hechos (porque si no se explica la responsabilidad extracontractual o delictual don-de, por ejemplo, no existe obliga-ción previa, o de actos jurídicos unilaterales en la misma situa-ción).

5. En conclusión debemos con-siderar que cada “operador jurí-dico deberá estudiar lo que es la Ciencia Jurídica a fin de entender lo que son los procesos cognosci-tivos o de conocimiento, base del trabajo del juez al fallar resolvien-do una contienda entre partes, así como entender como dentro de dicho proceso de conocimien-to el juez efectúa diversas activi-dades, razonamiento jurídico.

Sergio Peña Neira

Abogado, Doctorando en Derecho, profesor de Introducción al Derecho

Sin embargo, no nos detendremos aquí, sólo. Existen normas jurídicas que explícitamente han desarrollado el tema de la tecnología.Algunas de dichas normas son las siguientes:

1. Las audiencias, conforme al ar-tículo 72 son públicas. Es posible que de oficio o a petición de parte el tribunal pueda dejar ingresar a “me-dios de comunicación social” para fotografiar, filmar o transmitir la to-talidad o partes de las audiencias.

2. Es posible que las presentacio-nes se ejecuten firmadas electróni-camente. Para esto y otras materias la Corte Suprema debe dictar un Auto Acordado.

3. Escritos y documentos electró-nicos deberá regularse la forma en que las copias y documentos habrá de ponerse a disposición de la con-traparte según el artículo 77.

4. Existirá un registro de desmate-rialización de notificaciones donde se incluirán todas las resoluciones que se dicten en el proceso con ex-cepción de la sentencia definitiva. Conforme al artículo 78 in fine.

5. Existirá un “registro desmateria-lizado” donde los actos procesales, actuaciones, constancias de las no-tificaciones, documentos y otros an-tecedentes parte del proceso serán conservados o registrados por orden sucesivo por el tribunal. Esta conser-vación se efectuará por cualquier medio. Este “medio” debe garantizar la fidelidad, preservación, reproduc-ción de su contenido y con todos ellos se formará un registro “desma-terializado” a regularse por un Auto Acordado de la Corte Suprema, artí-culo 81.

6. Las audiencias deben quedar registradas a través de medios elec-trónicos que logren la imagen y el sonido en un “formato” reproducible según el artículo 82.

7. Las bases de datos y los registros desmaterializados se encuentran a disposición de las partes conforme al artículo 84 y es posible pedir re-producción del material, artículo 85.

LA TECNOLOGÍA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL

- Es evidente que la tecnología en materia de Ciencia jurídica deberá ser complementada por la doctrina de la misma así como la doctrina procesal. Las críticas de civilistas al código muestra que no se comprenden las instituciones procesales y los aspectos relevantes en materias de importancia sobre el instituto.

- Es necesario además un re entrenamiento a “operadores jurídicos” para comprender los problemas de este nuevo pro-cedimiento.

- En lo referido a las discusiones relacionadas a las capacidades para comprender los problemas tecnológicos de imple-mentación de la reforma nos encontramos con dificultades técnicas a enfrentar en una cantidad importante de ciudades chilenas donde deberán constituirse todos los juzgados civiles que conocerán de estos asuntos.

- Es imprescindible entrenar a quienes serán auxiliares de jueces en los tribunales para evitar las críticas que se han desarrollado de manera continua en familia y laboral respecto del trato de empleados subalternos a representantes de demandantes o demandados.

Conclusiones

8. Los avisos de las notificaciones se enviarán por correo electrónico conforme al artículo 93 inciso final.

Otro aspecto de importancia es la falta de cuidado respecto de las di-versas disciplinas jurídicas cuando áreas como el Derecho civil u otras cuestionan al Derecho procesal. Eso resulta paradójico porque el Dere-cho civil tiene una data reciente, hasta donde se sabe el Derecho civil es una nueva forma de enseñar Có-digo Civil. El Derecho procesal ad-quiere independencia con las obras del Winscheid y Muther así como la obra de Chiovenda sobre las polé-micas sobre la “Actio” o “Acción”. Es decir, existe un problema tecnológi-co en Licenciados en Ciencias Jurídi-cas que no conocen cómo es que sin pretensión se puede accionar y aun con pretensión basada en un dere-cho podría no obtenerse por ausen-cia de prueba.

ACTIVIDADES REALIZADA POR EL DEPARTAMENTO DURANTE EL AÑO 2012

El Departamento realizó durante este año tres seminarios.

El primero, titulado, “La Intangibilidad de los Tratados Internacionales, y el Tratado de 1904entre Chile y Bolivia”, tuvo lugar el 14 de junio. Expusieron los profesores Hugo Llanos Mansilla, de la Uni-versidad Central; Roxana Forteza, de la Universidad de Aquino de Bolivia; Loreto Correa Vera, de la Acade-mia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos; Cristián Garay Vera, de la UBO; Eduardo Téllez Lúgaro, de la UBO, y Fernando Villamizar Lamus, de la UBO.

El segundo, que tuvo lugar el día 9 de octubre, se tituló “Derecho y Tecnologías”, y los expositores fueron los profesores Raúl Madrid Ramírez, de la PUC; Salvador Millaleo Fernández, de la Universidad de Chile; Jorge Alzamora Contreras, de la Universidad Andrés Bello; y Sergio Peña-Neira, de la UBO.

Finalmente, el día 15 de noviembre se realizó un seminario para conmemorar los 200 años de la dictación del Reglamento Constitucional Provisorio de 1812. En el mismo, expusieron el ex rector de la UBO y actual Secretario General de la PUC, Mario Correa Bascuñán; y los profesores Sebastián Donoso Rodríguez, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Waldo Parra Pizarro, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; y Francisco Ocaranza Bosio, de la UBO.

Seminario sobre “El Reglamento Constitucional Provisorio de 1812, a 200 años de su dictación”, realizado el 15 de noviembre

De izquierda a derecha:Jorge van de Wyngard Moyano, Decano de la Facultad de Derecho y Comunicación Social UBO, Jorge Arias Garrido, Vicerrector Académico UBO; Mario Correa Bascuñán, Secre-tario General de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Alejandra Gormaz Rosas, Directora Escuela de Derecho UBO; Francisco Ocaranza, profesor de la Facultad de Educación de la UBO, Carlos Isler Soto, Director del Departamento de Cien-cias del Derecho UBO.

De izquierda a derecha:Mario Correa Bascuñán, Carlos Isler Soto y Sebas-tián Donoso Rodríguez, profesor de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

ACTIVIDADES REALIZADA POR EL DEPARTAMENTO DURANTE EL AÑO 2012

Seminario sobre “La Intangibilidad de los Tratados Internacionales y el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia”

De izquierda a derecha:Agente Consular de Bolivia, Pablo Paniagua Bustillos; Profe-sora Roxana Forteza, Universidad de Aquino de Bolivia; Ka-ren Amstein, Directora Extensión de la Universidad Bernardo O’Higgins y Oswaldo Flores Montaño, Cónsul Adjunto de Bo-livia.

De izquierda a derecha:Roxana Forteza (Universidad de Aquino de Bolivia),Eduardo Escanilla Abarza y Cristian Garay Vera (Universidad Bernardo O’Higgins)

Profesor Cristián Garay, entrevistado por CNN Chile De izquierda a derecha:Hugo Llanos Mansilla, Eduardo Escanilla Abarza, Jorge Van de Wyngard Moyano, Decano de la Fa-cultad de Derecho y Comunicación Social UBO.

Búscanos en Facebook http://www.facebook.com/departamentodecienciasdelderecho.ubo

RECENSIÓNFRANCO MANGUA, JAVIER FRANCISCO

TRECE PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO APOYADOS EN AFORISMOS JURÍDICOS LATINOS. (2012). Ed. Universidad Antonio Nariño, Seccional Neiva, Huila. Colombia. 105 páginas(Alejandro Robledo Rodríguez1)

Con ocasión de celebrarse en la ciudad de Neiva, Huila, Colombia, el “II Congreso Internacional de Derecho Pú-

blico y II Nacional de Derecho Administrativo”, organizado por el Decanato de la FACULTAD DE DERECHO DE LA UNI-VERSIDAD ANTONIO NARIÑO, y desarrollado en la sede de la Asamblea Departamental, fue puesto a la disposición de la comunidad académica el trabajo de los autores DR. HUGO DANIEL ORTIZ, EL PROFESOR ÓSCAR ALIRIO ÁNGEL Y LA DRA. MAGDA PAOLA TAFUR.

Principiada la lectura de la obra, puede llegarse a la no li-teral conclusión de que contiene tres partes: Una primera destinada a las referencias histórico-culturales (p. 11) y fi-losóficas que dan lugar al despliegue en torno a los aforis-mos jurídicos y su lugar en el razonamiento jurídico y en la formación de los futuros juristas, en lo que podría llamarse, su contexto de descubrimiento. Una segunda, destinada a orientar la lectura comprensiva de las grandes corrientes de pensamiento que sobre el rol de los Principios Generales del Derecho han imperado sobre gran parte del siglo XX y continúan ejerciendo su impronta en las cátedras jurídicas (p. 16). Es lo que podríamos decir, el contexto de justifica-ción de tan importante despliegue intelectual. Su declina-ción en el ordenamiento jurídico colombiano, de la mano, ante todo de las resoluciones de la Corte Constitucional, es impecable, en tanto en cuanto, criterios auxiliares de la ac-tividad judicial. La cita a la sentencia C-083 de 1º de marzo de 1995 da cuenta de ello al referir a la “analogía iuris”. (p. 29). Por último el estudio cuenta de una tercera parte, inte-grada en el cuerpo mismo del texto en que se encuentran los principios jurídicos y su apoyo en las fuentes latinas que vehiculan su intelección, permitiendo al intérprete y al lec-tor no lego, una aproximación muy precisa y pedagógica al tiempo que sistemática y responsable de tan complejos conceptos. Su aporte a la docencia es en este sentido, in-soslayable. Esta parte es en realidad la obra misma y está presente desde sus inicios a su epílogo.

La denominación, como refirió uno de sus autores, en el seno de su presentación académica, no es azarosa ni baladí, aunque tampoco encuentra su razón última en alguna explicación nu-merológica. Es el puro devenir de los Principios Generales del Derecho agrupados así por los autores en un dígito más que el duplo de seis, esto es en: Trece. La labor es tributaria, entre otras expresiones, de los trabajos desarrollados dentro del grupo de investigaciones “Opinio Iuris” de la Universidad Antonio Nariño en que los académicos desempeñan su labor académica y res-pectivas vocaciones por la justicia.

Algunos de los contenidos de mayor relieve, a mayor abunda-miento, lo constituyen las referencias a la Teoría de la Imprevi-sión o “Pacta legem contractui dant” (p. 57), sobre el Abuso de Derecho o “Abusus, non usus, sed corruptela” (p. 62) y el Enri-quecimiento Ilícito o “Ilicite ditescere reipublicae constitutio vetat” (p. 66). Principios que, en la estructura elegida para su ex-posición, y atendidos los complejos de constitucionalización y publicitación del Derecho, tienen su más plena comprensión en función de los aforismos: “Prior constitutio, postea leges” (p. 70) y de la dignidad humana o como refieren sus autores: “Etiam cum humilibus servanda et iustitia” (p. 74).

Comprender así su labor, en un determinado sistema de Dere-cho, permite ir más allá de un estudio exegético, e inteligir de un modo sintético los principios que permiten el funcionamiento del Derecho y la Justicia, entre otros, aquel que deviene del Di-gesto conforme al cual puede referirse, se desarrolló el Congreso en que se presentó tan impecable obra, a saber: “Ius publicum privatorum pactis mutaris non potestas”.

Finalmente, su epílogo, es generoso en la perspectiva en fue de-sarrollado por los autores: La humildad del trabajo del docen-te-investigador en función del enriquecimiento sistemático en ideas de los primeros recipiendarios de su contenido: Los estu-diantes de Derecho y los futuros abogados y jueces de Colombia.

1 Doctorando en Filosofía, Universidad de los Andes. Licenciado en Ciencias Jurídicas, Universidad Católica del Norte, profesor de Razonamiento y Argumentación Jurídica, Universidad Católica del Norte