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N° 86 - Junio 2019 Revista Digital de Podologia Revista Digital de Podologia Gratuita - En español Gratuita - En español TEL EM HO CANCÚN ANA R PORIO CANC QUINT ÚN OO TEL EM HO PORIO CANC ÚN

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N° 86 - Junio 2019

Revista Digital de PodologiaRevista Digital de PodologiaG r a t u i t a - E n e s p a ñ o lG r a t u i t a - E n e s p a ñ o l

T E L E MH OC A N C Ú N A N A R

P O R I O C A N CQ U I N T

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DirectorAlberto Grillo

[email protected]

Revistapodologia.com

Mercobeauty Importadora e Exportadora de Produtos de Beleza Ltda.

Tel: +598 99 232929 (WhatsApp) - Montevideo - Uruguay.

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La Editorial no asume ninguna responsabilidad por el contenido de los avisos publicitarios que integran la presente edición, no solamente por eltexto o expresiones de los mismos, sino también por los resultados que se obtengan en el uso de los productos o servicios publicitados. Lasideas y/u opiniones vertidas en las colaboraciones firmadas no reflejan necesariamente la opinión de la dirección, que son exclusiva responsabi-lidad de los autores y que se extiende a cualquier imagen (fotos, gráficos, esquemas, tablas, radiografías, etc.) que de cualquier tipo ilustre lasmismas, aún cuando se indique la fuente de origen. Se prohíbe la reproducción total o parcial del material contenido en esta revista, salvo median-te autorización escrita de la Editorial. Todos los derechos reservados.

R e v i s t a p o d o l o g i a . c o m n ° 8 6J u n i o 2 0 1 9

ÍNDICEPag.

5 - Actualización sobre el Síndrome de Estrés Tibial Medial.

Santiago Gómez García, Mikhail Benet Rodríguez, Colombia - Fernando Marco

Martínez, África López-Illescas Ruiz, Martha C. Gómez Tinoco y

Juan M. Alarcón García, España.

24 - Pie del adulto mayor - Tercera edad con calidad.

Isabel Cristina Paim Teixeira. Brasil.

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Resumen

El síndrome de estrés tibial medial, es una delas causas más comunes de dolor inducido por elejercicio en las extremidades inferiores entre lospracticantes de actividad física y deporte, es unevento semiológico producido por lesiones repe-titivas de estrés mecánico en la región medial dela tibia, frecuente entre las patologías que afec-tan a los corredores y militares en formación;generalmente no suele ser grave, pero si no setrata adecuadamente puede evolucionar a lesio-nes incapacitantes como la llamada fractura porestrés de la tibia. Existen factores de riesgo quecontribuyen al desarrollo de la patología entre losque cabe mencionar el tipo de actividad, lasinadecuadas técnicas de entrenamiento, las con-diciones del terreno y el tipo de calzado utilizado,también la pronación anormal de la articulaciónsubastragalina, el sexo femenino, un índice demasa corporal elevado, así como la disminuciónde la densidad mineral ósea.

El diagnóstico generalmente se establece a tra-vés del interrogatorio y el examen físico ya que

las radiografías no aportan datos de interés,solamente sirven para establecer el diagnósticodiferencial con las fracturas por estrés de la tibiay exámenes de imágenes más costosos no se jus-tifican.

El tiempo de recuperación de los afectados poresta patología es bastante prolongado, existien-do la tendencia al abandono, impidiendo así con-seguir los objetivos terapéuticos propuestos, eltratamiento gold estándar es la terapia física, sinembargo, existen otras modalidades terapéuticascon grandes perspectivas para el tratamiento deesta entidad patológica entre las que sobresale laterapia por ondas de choque extracorpórea, yaunque existen estudios científicos a respecto,no son suficientes, tanto la fisiopatología, comola prevención y el tratamiento aún no están cla-ros. Debido a lo anteriormente expuesto se reali-za una revisión del estado del arte de los aspec-tos fundamentales de la patología.

Palabras clave: Síndrome de estrés tibialmedial, lesión por estrés tibial, dolor en extremi-dades inferiores, actualización, deporte, rehabili-tación, fisioterapia.

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Actualización Sobre el Síndrome de Estrés Tibial Medial.Update on medial tibial stress syndrome.

Actualización sobre el síndrome de estrés tibial medial *Santiago Gómez García** Dirección de Sanidad - ColombiaFernando Marco Martínez*** Universidad Complutense de Madrid - EspañaÁfrica López-Illescas Ruiz**** Consejo Superior de Madrid - EspañaMartha C. Gómez Tinoco***** Ejército Nacional de Colombia - EspañaMikhail Benet Rodríguez****** Fundación Universitarias Cafam - ColombiaJuan M. Alarcón García******* Hospital Nuestra Señora de América - España

* Articulo producto del proyecto de investigación: Diagnóstico del Mercado de Trabajo y Contexto Socioeconómico de Cúcuta y Área Metropolitana, Universidad Libre Cúcuta.

** Máster en Traumatología del Deporte. Médico Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Médico Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología. Candidato a Doctor en Cirugía. Servicio de Medicina de la Actividad Física y el Deporte. Dirección de Sanidad. Policía Nacional de Colombia. Bogotá. Colombia. Correo electrónico: [email protected]

*** Doctor en Medicina y Cirugía. Médico Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología. Catedrático de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Universidad Complutense de Madrid. Madrid. España

**** Doctora en Medicina y Cirugía. Médico Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Centro de Medicina del Deporte. Consejo Superior de Deportes. Madrid. España

***** Master en Psicología del Deporte y la Actividad Física. Psicóloga especialista en Psicología Deportiva. Candidata a Doctora en Psicología del Aprendizaje Humano. Dirección de Sanidad. Ejército Nacional de Colombia. Bogotá. Colombia.

****** Doctor en Ciencias Médicas. Médico. Máster en Fisiología General. Especialista en Fisiología Normal y Patológica. Coordinador de Investigaciones. Fundación Universitaria Cafam. Bogotá

******* Doctor en Medicina y Cirugía. Médico Especialista en Cirugía General. Director de la Unidad de Ecografía y Ondas de choque del Hospital Nuestra señora de América. Madrid. España.

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AbstractMedial tibial stress syndrome is one of the

most common causes of pain induced by exerci-se in the lower extremities among practitioners ofphysical activities and sports. It is a semioticevent produced by repetitive injury of mechanicalstress on the medial aspect of the tibia, frequentamong the diseases that affect runners and mili-tary training; not usually serious, but if not trea-ted properly it can evolve to disabling injuriessuch as the stress fracture of the tibia.

There are risk factors that contribute to thedevelopment of the pathology among whichinclude the type of activity, inadequate trainingtechniques, soil conditions, and the type of foot-wear used, also abnormal pronation of the sub-talar joint, the female sex, a high body massindex, and decreased bone mineral density.

The diagnosis is usually established throughhistory and physical examination due to X-raysnot providing useful information, they only helpto establish the differential diagnosis with stressfractures of the tibia and more expensive radiolo-gical exams are not justified.

The recovery time for those affected by thisdisease is quite prolonged, and there is the ten-dency to quit the therapy, preventing the achieve-ment of the proposed therapeutic objectives, thegold standard treatment is physical therapy,however there are other therapeutic modalitieswith great prospects for the treatment of thisnosologic entity, in which Extracorporeal ShockWave Therapy excels, and although there arescientific studies in this subject, there are notenough. Both the pathophysiology, and the pre-vention and treatment are still unclear. Due to theabove, a review of the state of the art of the fun-damental aspects of this pathology is performed.

Key words: Medial tibial stress syndrome, tibialstress injury, lower extremity injuries, update,sports, rehabilitation, physiotherapy.

Introducción

En la sociedad moderna, donde las personaspractican cada vez con más frecuencia activida-des deportivas de diferentes intensidades,muchas veces sin una orientación adecuada porespecialistas, aparecen de manera frecuentelesiones de las extremidades inferiores porsobreuso. Entre estas entidades el Síndrome deEstrés Tibial Medial (SETM) constituye una de lascausas de visita más frecuentes a las consultasde traumatología o medicina del deporte en losdiferentes servicios de salud.

El síndrome de estrés tibial medial , común-mente conocido como shin splints o periostitis

tibial es una lesión que se produce con frecuen-cia en las proximidades de la unión de los terciosmedio y distal de la tibia, y es una de las causasmás comunes de dolor inducido por el ejercicioen los practicantes de actividad física y deporte.(1-3) El término shin splints se documentó porprimera vez en 1948, (4) mientras que el de sín-drome de estrés tibial medial no fue acuñadohasta 1982. (5)

En la literatura no abundan los trabajos cientí-ficos que refieren a esta patología en temas tanimportantes como la prevención de su aparición,la epidemiología, fisiopatología y tratamiento. Enese sentido, esta revisión pretende hacer unapuesta al día de los aspectos antes señalados.

Características clínicas y epidemiológicas

Las personas afectadas con el SETM presentandolor en las piernas inducido por el ejercicio. Eldolor se sitúa a lo largo del borde posteromedialde la tibia, por lo general en el tercio medio o dis-tal. En el 2004 Yates y White definieron el SETMcomo "dolor a lo largo del borde posteromedialde la tibia con una extensión mínima de 5 centí-metros que se produce durante el ejercicio, ysensación de disconfort a la palpación local,excluyendo el dolor de origen isquémico o signosde fracturas por estrés". (6) Aunque a menudo elSETM no suele ser grave, si no se trata adecua-damente puede evolucionar a lesiones de mayormagnitud e inclusive incapacitantes. (7) El SETMdebe diferenciarse en particular de las fracturaspor estrés de la tibia (8), lesiones que son fre-cuentes entre el personal estudiantil de lasescuelas de formación de las fuerzas armadas ypara establecer dicho diagnóstico diferencial nosapoyamos en las radiografías simples de las pier-nas.

Inicialmente, los síntomas están presentes conel comienzo de la actividad y desaparecen amedida que avanza el ejercicio, pero más tarde eldolor sigue presente durante la actividad. Si lossíntomas empeoran, entonces el dolor se puedesentir incluso después del cese de la actividad.(9,10) El dolor posteromedial difuso a la palpa-ción es, al examen físico, la prueba más sensible.(9) El dolor está presente en la palpación de losdos tercios distales del borde tibial posterome-dial. (8) En ocasiones se puede presentar leveinflamación de la tibia. (10)

El SETM, por lo general, afecta a los corredoresy a los militares en formación. Existen estudiosbasados en entrenamiento militar y civil que rela-tan que entre el 80% y el 90% de las lesiones enlos militares y entre el 25% y el 65% en corredo-res civiles se producen en las extremidades infe-

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riores; en los militares entre el 60% y el 80%están relacionadas con el sobreuso del aparatolocomotor.(11)

En estudios militares, 4-10% de los reclutasfueron diagnosticados con periostitis tibial entre8 a 12 semanas de formación básica. (9,12)

Muchos estudios muestran que el SETM es unade las causas más frecuentes de quejas de doloren las piernas en atletas y poblaciones militares(13-14).

La frecuencia varía entre 4 y 35% en las pobla-ciones atléticas y militares. (9,15)

Etiología y factores de riesgos

La etiología exacta del síndrome aún se desco-noce y la evidencia para el tratamiento y la pre-vención óptima está ausente. Aunque varios estu-dios han tratado de encontrar la fisiopatologíaexacta de esta condición común, ésta todavíasigue sin resolverse. Hasta hace unos años, lainflamación del periostio debido a la tracciónexcesiva se consideró la causa más probable deesta patología. (5,16,17,18,19). Detmer seopuso a esta teoría proponiendo periostalgiacomo la causa probable del SETM, después deque no encontró evidencia de cambios inflamato-rios y de haber encontrado tejido adiposo inter-puesto entre el periostio y la superficie delhueso.(20) Johnell et al. fueron los primeros enproponer la teoría de la reacción de estrés delhueso después de realizar estudios anatomatoló-gicos (biopsias) de 37 extremidades afectadaspor el SETM y encontrar cambios osteometabóli-cos sin evidencia de cambios inflamatorios.(21)

Otros estudios han apoyado esta idea de que elSETM no es un proceso inflamatorio del periostioy si una reacción de estrés del hueso que setorna dolorosa. (22-24) Cuando una personacomienza un programa de ejercicios, el huesosufre cambios metabólicos; estos cambios en latibia se caracterizan inicialmente por porosidadósea debido a la canalización de los osteoclastosen el borde cóncavo posterormedial comprimido.(25). Seguidamente se produce nuevo tejido óseopara resistir estas fuerzas de compresión y forta-lecer el hueso. (26)

Esta última teoría hace referencia a una sobre-carga en la remodelación ósea que conlleva aosteopenia. Recientemente se ha demostradoque la sobrecarga ósea medial de la tibia tienegran importancia en el problema subyacente.Hay cuatro conclusiones importantes que apoyanla teoría de que la sobrecarga ósea constituye labase fisiopatológica principal para el SETM. Enprimer lugar, en una gammagrafía ósea en tresfases, la última fase se mostró anormal, eviden-

ciando que el hueso y el periostio están involucra-dos. (17, 22) En segundo lugar, en la tomografíaaxial computarizada de alta resolución se haencontrado osteopenia en la corteza tibial. (27)En tercer lugar, en las imágenes de resonanciamagnética se puede constatar edema de médulaósea así como una señal a lo largo del periostio.(28,29). En cuarto lugar, en los pacientes conSETM la densidad mineral ósea se reduce encomparación con los controles. (30) Cuando lossíntomas mejoran la densidad ósea vuelve a losvalores normales. (31)

Se han reportado una serie de factores que pre-disponen a padecer el SETM, los que podemosdividir en extrínsecos e intrínsecos. Entre los fac-tores de riesgo extrínsecos se mencionan: tipo deactividad, (10) inadecuadas técnicas de entrena-miento, (32) el aumento de la intensidad delentrenamiento demasiado rápido (33). El terreno(superficies duras o irregulares) y el tipo de cal-zado utilizado también han sido mencionadoscomo factores de riesgo, sin embargo, respecto aestos últimos no hay estudios científicos queapoyen estas afirmaciones.

A través de estudios prospectivos se han esta-blecido una serie de factores de riesgo intrínse-cos entre los que se destaca la pronación anor-mal de la articulación subastragalina, (6) unaprueba de caída navicular positiva, (34-37) elsexo femenino, (6,34,38) un índice de masa cor-poral elevado, (36) mayores rangos de movimien-tos de cadera tanto externos como internos, (37,38) circunferencia de la pantorrilla disminuida(38), así como la disminución de la densidadmineral ósea. (30)

La presencia de dismetrías en las extremidadesinferiores y la tendencia a dorsiflexión del tobillocon la rodilla a 0° de extensión son posibles fac-tores de riesgos del SETM. (39)

Tratamiento

Consideraciones generales

El tratamiento tradicional del síndrome deestrés tibial medial es generalmente prolongado,asociado de repeticiones frecuentes, y en algunoscasos, un grado inaceptable de mejora.

Se evidencia que muy pocas intervenciones yopciones de tratamiento conservador para elSETM han sido rigurosamente estudiadas. (40)

Las opciones terapéuticas actuales son en sumayoría basadas en opiniones de expertos y enla experiencia clínica. (7) Además, uno de losaspectos cuestionables para el manejo de patolo-gías ortopédicas de este tipo, es la necesidad ono de realizar procedimientos invasivos y los

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resultados clínicos que se pueden obtener conlos distintos métodos de tratamiento.

Tratamiento estándar

Actualmente, el tratamiento estándar de oropara esta patología es la fisioterapia, el cual seha observado a través de la experiencia clínicaque requiere de un largo periodo de convalecen-cia provocando el abandono de la conducta elegi-da, trayendo consigo la recurrencia de nuevaslesiones pudiendo evolucionar hacia patologíasmás graves lo que a su vez conlleva baja deporti-va así como, altos índices de ausentismo escolary laboral.

El uso de reposo y antinflamatorios

El reposo está bien documentado en la literatu-ra como parte del tratamiento en la fase agudadel SETM. (10, 41-44) Sin embargo, el reposoprolongado de la actividad no es lo ideal, y otrasopciones de tratamiento son necesarias paraayudar al paciente a retornar a la actividad rápi-da y segura, estos pueden requerir “reposo rela-tivo'' y el cese del entrenamiento habitual porperíodos prolongados de tiempo (de 2 a 6 sema-nas), dependiendo de la severidad de sus sínto-mas.

Los antinflamatorios no esteroideos y elAcetaminofén se utilizan a menudo para propor-cionar analgesia. La crioterapia también se utili-za comúnmente en la fase aguda a través de laaplicación de hielo directamente en la zona afec-tada después del ejercicio por aproximadamente15 a 20 minutos.

Varias modalidades de tratamiento con tera-pias físicas como el ultrasonido, bañeras dehidromasajes, fonoforesis, movilización de teji-dos blandos, electroestimulación y deambulaciónsin carga han sido usadas en la fase aguda perohan mostrado ser definitivamente ineficacessobre otras opciones de tratamien-to.(10,32,41,42,43,45)

Tratamiento en la fase subaguda

En la fase subaguda el objetivo se centra en lamodificación de los programas de entrenamientoy en tratar anormalidades biomecánicas. (2,10,41,42) La disminución de las distancias recorri-das semanalmente, la frecuencia, y la intensidaden un 50% llevan a que mejoren los síntomas sincese completo de la actividad. (10, 41, 42, 43)Se previene a los corredores a no correr en lascolinas y superficies muy firmes e irregulares.(32). El uso de una pista sintética o una superfi-cie uniforme de firmeza moderada proporciona

más amortiguación y causa menos tensión en lasextremidades inferiores.(41) En esta etapa lospacientes se benefician alternando con ejerciciosde bajo impacto como pueden ser caminar o tro-tar dentro de la piscina, nadar, utilizar unamáquina elíptica o pedalear en una bicicletaestática. (10, 42, 43)

Tratamiento aplicando ejercicio y estiramientos

En la literatura hemos encontrado varios estu-dios soportando los estiramientos y ejerciciosexcéntricos de la pantorrilla para prevenir la fati-ga muscular. (2, 10, 32, 39,41, 44, 45, 46, 47)También se han encontrado estudios que relacio-nan la fuerza de la cadera y las lesiones de lasextremidades inferiores en corredores. (48,49)Se cree que los pacientes pueden beneficiarsecon el fortalecimiento de los grupos muscularesestabilizadores de la cadera.(32,33,42,48,50,51,52) El desarrollo de la esta-bilidad central fortaleciendo los músculos abdo-minales, glúteos y de las caderas mejora la eje-cución mecánica y evita las lesiones por sobreu-so de las extremidades inferiores. Desarrollandola fuerza muscular mejorará la resistencia, perono se debe hacer en la fase aguda, ya que puedeexacerbar la lesión debido al aumento de la ten-sión en la tibia. (41)

Estudios para evaluar tratamiento conservador del SEMT

En la literatura científica se encontraron algu-nos artículos relacionados con la terapéutica delSETM, muy pocos controlados y alaeatorizados,otros con grandes deficiencias metodológicascomo muestras pequeñas y falta de cegamiento.

En 1974 se realizó un ensayo con 97 reclutasde la Academia Naval de los Estados Unidosdiagnosticados con SETM (9), siguiendo los crite-rios de la Asociación Médica Americana del año1966, la población fue aleatorizada en cinco gru-pos. El tiempo de duración del dolor antes de lainclusión fue de 1 a 14 días. Los pacientes delgrupo uno guardaron reposo hasta no tener dolory se aplicaron hielo sobre el área dolorosa tresveces al día. El segundo grupo hizo lo mismo queel grupo uno, añadiendo 650 mg de Aspirina cua-tro veces al día durante una semana. El tercergrupo también hizo lo mismo que el grupo uno,pero añadió 100 mg de Fenilbutazona cuatroveces al día durante una semana. El cuarto grupomantuvo la misma terapéutica del primer grupotambién pero adicionó estiramientos de los mús-culos de la pantorrilla tres veces al día durantetres minutos. El quinto grupo se trató medianteinmovilización con bota de yeso durante una

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semana. Se registró el número de días que losmarines no fueron capaces de realizar su activi-dades en plenitud. Se consideraron recuperadossi no presentaban quejas de dolor o sensibilidadmantenida o cuando conseguían completar qui-nientos metros lineales de corrida cómodamen-te. El tiempo de recuperación para los grupos porseparados fue: reposo y hielo; 6,4 días, reposo,hielo y aspirina; 9,4 días, reposo, hielo yFenilbutazona, 7,5 días, reposo, hielo y ejerciciosde estiramiento de la pantorrilla; 8,8 días y elgrupo de la bota de yeso; 10,8 días. El tiempomedio de recuperación fue 8,6 días. No se encon-traron diferencias significativas entre los gruposde intervención.

En 1991 se publicó otro estudio donde se utili-zó electroterapia en 8 pacientes siguiendo lossiguientes parámetros: 20% de galvánica más80% de frecuencia media a 50 a 100 Hz porperiodo de 5-8 minutos, descarga de peso de laextremidad afectada, reintroducción gradual dela carga, corrección del arco plantar cuando seasociaba con pronación excesiva y crioterapia enlas fases tempranas de la reintroducción delentrenamiento. Se describe que todos los casosse recuperaron entre 4 y 17 días. (53)

Posteriormente se describe otro estudio reali-zado con militares daneses diagnosticados con elSETM. (54) El efecto de la terapia con láser debaja energía se evaluó mediante un estudio alea-torio con un diseño no ciego. Cuarenta y nuevepacientes participaron, 23 en el grupo de láser y26 en el grupo control. Al grupo de tratamientose les aplicó láser activo (40 mW en 60 segundospor cm en el borde sensible de la tibia) y al grupocontrol láser placebo. Todos los pacientes fueronexentos de realizar actividades como correr ymarchar. Desde el inicio el estudio fue diseñadopara ser doble ciego, pero por accidente el códi-go fue roto hacia el final del mismo. No se encon-traron diferencias significativas entre los gruposen cuanto a dolor en la puntuación de la escalaanalógica visual y la disposición para volver alservicio activo después de 14 días.

Un estudio del año 2002 se basó en tratamien-to con Acupuntura (55), en este se usó un cues-tionario de 8 ítems basado en Escala de Likertpara valorar entre otros aspectos el nivel de doloren diferentes momentos y situaciones, la efectivi-dad del tratamiento y el uso de AINES. Se dividie-ron los 40 atletas en 3 grupos de tratamiento: elprimero de Medicina Deportiva donde se utiliza-ron medios físicos, el segundo de Acupuntura y eltercero fue una combinación de ambos grupos(Medicina Deportiva y Acupuntura). Los partici-pantes respondieron los cuestionarios basándose

en la intensidad y duración del dolor durante yentre las actividades mientras tomaban unadosis de AINES. Todos los atletas reportaron unincremento en la efectividad del tratamientodesde la segunda semana de seguimiento.Atletas de los grupos de Acupuntura y MedicinaDeportiva más Acupuntura tuvieron mayor aliviodel dolor durante la realización de deportes yentre actividades deportivas y necesitaron meno-res dosis de antinflamatorios respecto al grupode Medicina Deportiva.

En ese mismo año también se encontró unreporte de caso tratado con la misma modalidadterapéutica (56).

Fue publicado en el año 2006 otro estudio (57),donde se comparó una órtesis de pierna conreposo relativo. La órtesis consistía en una fundade neopreno elástico con una barra de aluminioacolchada diseñada de tal forma que se centrarasobre la porción más sintomática de la regiónmedial de la pierna. Se incluyeron 25 soldados,pero la mitad de ellos no completaron el estudio.La aleatorización dividió a los soldados en dosgrupos: con y sin órtesis en la pierna. Ambosgrupos siguieron un idéntico programa de reha-bilitación que consistió en modificación de activi-dad y masaje con hielo. Siete días después deinmersos en el estudio se inició un programa gra-dual de caminata-trote. La escala analógicavisual (EVA) se registró antes y después decorrer, el criterio de valoración fue el tiempo quelos soldados pudieran completar 800 metroscorriendo sin dolor. Sólo 13 soldados completa-ron el programa de rehabilitación. Los días hastala finalización del programa fueron 13,4 ± 4,5días en el grupo de órtesis y 17,2 ± 16,5 días enel grupo control. Estas diferencias no fueron sig-nificativas (p = 0,575).

Existe una revisión del año 2009 relacionadacon las diferentes opciones de tratamiento delSETM donde se concluye sobre la necesidad decontinuar investigando a respecto. (7).

Se encontró otro estudio simple ciego randomi-zado con 15 reclutas realizado en 2010 en el cualse estudió el efecto del brace neumático de pier-na añadido al tratamiento de rehabilitación con-vencional consistente en realización de ejerciciosde la musculatura de las piernas diariamente yprograma de trote progresivo tres veces porsemana. La medida principal fue la cantidad dedías necesarios para completar el programa detrote, la escala de calificación de actividad depor-tiva (SARS) y la satisfacción con el tratamientofueron las medidas secundarias. Finalmente nose encontraron diferencias significativas en nin-gunas de las mediciones realizadas en ambosgrupos de tratamiento. (58)

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En el mismo año 2010 se realizó un estudio decohorte prospectivo con 23 corredores diagnosti-cados clínicamente con SETM (59), a los cualesse les trató con plantillas ortopédicas en los piesy estiramientos de los músculos de la pantorrilladurante tres semanas, se midió el dolor a travésde la escala numérica del rango del dolor (NPRS)antes y después de la intervención, también sepasó el cuestionario de valoración global delcambio (GRS) al final de la intervención. Seencontró que en 15 pacientes el dolor se redujode 5.3 ± 1.9 a 1.9 ± 1.3, lo cual fue estadística-mente significativo (p <. 00). En los 8 pacientesrestantes la disminución del dolor fue de 5,8 ±2,2 para 5,5 ± 1,3. En cuanto al cuestionarioGRS se observó que el grupo de los 15 pacientesobtuvo un 4.3 que se considera "moderadamentea un poco mejor." El otro grupo alcanzó un pro-medio de 0,80, que se anotó como "ningún cam-bio", existiendo una diferencia significativa entrelos grupos (p <. 0001).

Se publicó una serie prospectiva de casos en el2011 donde siete pacientes recibieron tratamien-to bajo guía ecográfica con proloterapia (inyec-ción con solución de Dextrosa al 15%), y seencontró que todos los sujetos reportaron unamarcada mejoría en sus síntomas. Hubo una dis-minución significativa en el dolor promedio medi-do por valores de la escala EVA a las 4 semanas(p <0,05) y 18 semanas (p <0,05) en compara-ción con el inicio. La puntuación media de mejo-ría en la Escala de Likert a las 18 semanas des-pués de la inyección fue de 2,0 lo que representó"mucho mejor" en una escala de seis puntos. (60)

En 2012 fue publicado el primer estudio con-trolado, aleatorizado con atletas sobre tratamien-to del SETM, las opciones investigadas en el estu-dio habían sido examinadas en militares pero noen atletas, este estudio investigó si las medidasfuncionales en los tres grupos de tratamientofueron las mismas para ambas poblaciones. Sedividieron los pacientes en tres grupos de trata-miento, programa de trote, programa de trotemás estiramientos y fortalecimiento muscular yprograma de trote y medias de compresióndeportivas. La principal medición de resultadofue el número de días hasta poder completar 18minutos trotando sin dolor a una velocidad eleva-da y secundariamente se midió el grado de satis-facción con el tratamiento mediante una escalade uno a diez donde uno era muy insatisfecho ydiez muy satisfecho. No se encontraron diferen-cias significativas entre los grupos estudiados.(61)

En la literatura se encontró publicado en el2013 otro estudio que relata una serie de casos

de 66 atletas que presentaban dolor en las pier-nas inducido por el ejercicio físico, los cuales sedividieron en tres grupos, el primero de 20pacientes con Síndrome compartimental ante-rior, el segundo conformado con 42 pacientesdiagnosticados con SETM y el tercero con 4pacientes con fracturas tibiales por estrés. Losdel grupo de SETM fueron tratados con terapiafísica y reentrenamiento. Al final del seguimiento28 pacientes respondieron bien y no tenían dolor,10 pacientes permanecieron con dolor al realizarsus actividades lo cual limitaba su participaciónen deportes y cuatro pararon toda actividaddeportiva por persistencia del dolor en la pier-na.(62)

También en el mismo año se publicó una seriede casos de 47 pacientes tratados medianteinyecciones de corticoesteroides y anestésicoslocales distribuidas en el origen de la fascia delsóleo, la principal medición utilizada fue que elsujeto consiguiera realizar algunas actividadesespecíficas como correr, realizar saltos de alturay de longitud sin dolor o con las mínimas moles-tias (EVA <2). Pasadas cuatro semanas 39pacientes (82.9%) de los 47 regresaron a su acti-vidad total sin dolor y seis pacientes (12,8%) refi-rieron molestias mínimas. Solo dos pacientes(4,3%) regresaron a sus actividades deportivasseis semanas después del inicio del tratamientocon mínimas molestias. (63)

En el año 2014 se publicó un estudio de casosy controles (20 pacientes sanos y 20 pacientesdiagnosticados con SETM) en el cual se midieronlos picos de fuerza antes y después de la aplica-ción del kinesiotaping, los pacientes caminaronsobre una plataforma de presiones inmediata-mente a la colocación del vendaje y 24 horas des-pués, se observó que el grupo de SETM presentóun menor pico de presión en la parte medial delpie antes de la aplicación del vendaje, queaumentó significativamente después de la aplica-ción del vendaje (p <0,05). Estos datos apoyan lahipótesis de que el kinesiotape se puede utilizarpara corregir factores biomecánicos y por endemejorar a los pacientes afectados por la patolo-gía. (64)

En el mismo 2014 se realizó otro estudio pros-pectivo de serie de casos con 32 soldados alema-nes (30 hombres y 2 mujeres). Para evaluar latolerancia máxima de ejercicio sin dolor de lospacientes se utilizó la escala VAS, también se lespreguntó qué distancia fueron capaces de correre incluso si correr o caminar era imposible.Además se les preguntó a qué velocidad pudieroncorrer y también se evaluó la habilidad para sal-tar. Posteriormente se efectuó el tratamiento

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mediante el modelo de distorsión a nivel de lafascia crural, los pacientes se reevaluaron y laterapia se continuó hasta alcanzar la toleranciamáxima al ejercicio o la ausencia de dolor.

Se encontró una reducción significativa de lapuntuación de dolor en la escala VAS de 5,2 a 1,1(p<0,001). El deterioro de la tolerancia al ejerci-cio se redujo de siete a dos puntos (p <0,001) .Laduración del tratamiento fue de 6,3 (DE: 4,3)días en promedio. Concluyen que el modelo dedistorsión facial es un método eficaz para el tra-tamiento agudo del Síndrome de estrés tibialmedial. Debido al pequeño número de pacientesen dicho estudio piloto asociado con la ausenciade un grupo control y un corto período de segui-miento con los pacientes la interpretación de losresultados es limitada. (65)

Tratamiento quirúrgico

Respecto al tratamiento quirúrgico del SETM,se encontraron algunos estudios sobre la cirugía,pero ninguno fue controlado y presentan bajacalidad metodológica. En todos los estudios eldiagnóstico se hizo clínicamente y los pacientescon sospecha de síndrome compartimental fue-ron excluidos. La cirugía generalmente se realizacuando las quejas persisten después de fallar eltratamiento conservador. Se han descrito diferen-tes enfoques quirúrgicos. Algunos autores hanrealizado una fasciotomía en el borde posterome-dial de la tibia utilizando sólo anestesia local.(66,67) La misma técnica fue usada bajo aneste-sia general. (68) Otros añadieron la eliminaciónde una tira del periostio a lo largo del borde inter-no de la tibia. (16, 20, 69) El efecto de la opera-ción es para que exista menos tracción sobre elperiostio.(16) Referente al dolor se encontraronbuenos y excelentes resultados en 69-92% de lospacientes (Yates et al. 69% y Detmer 92%).Algunos de los artículos quirúrgicos reportaron latasa de retorno al deporte. (16,20,69) Los resul-tados mencionados tienen un rango amplio; 29-93% retornaron al nivel deportivo preoperatorio.El estudio de Abramovitz et al. mostró que 29%retornó a la actividad deportiva preoperatoria(16), Holen et al. informaron 31% (66), Yates etal. 41% (69), mientras que Detmer mostró un93% de retorno al nivel deportivo preoperatorio.(20)

Tratamiento con terapia por ondas de choque

En la actualidad se están investigando nuevasalternativas terapéuticas con las que se puedadisminuir el tiempo de recuperación y el dolor,entre las que se encuentra la terapia por ondasde choque extracorpóreas, que consiste en ondasacústicas que transportan gran energía hasta el

punto fibroso o musculo-esquelético que originael dolor. El efecto de estas ondas en los tejidos esagudizar la condición subaguda, subcrónica ocrónica en la que se encuentran provocando neo-vascularización, la cual lleva a la regeneracióntisular. Estas ondas se clasifican en focalizadas(de alta energía) y radiales o de presión (de bajaenergía).

Los efectos producidos por las ondas de cho-que se dividen en efectos biomoleculares y enefectos físicos. (70)

Este tratamiento frecuentemente se realiza deforma ambulatoria y no ocasiona riesgos consi-derables para el paciente, generalmente no seutiliza anestesia, estudios previos con sujetosdiagnosticados con tendinopatia de Aquiles y fas-citis plantar crónica, han demostrado que la apli-cación de anestesia local en el área de aplicaciónde las ondas de choque compromete los efectospositivos del tratamiento. (71-72) La anestesialocal puede interferir con el efecto clínico de lasondas de choque o, más probablemente, alterarla respuesta inflamatoria neurogénica y los efec-tos antinociceptivos asociados. (73)

En estudios realizados se ha demostrado que laterapia por ondas de choque ha sido eficaz cuan-do se ha aplicado a patologías del sistema mus-culoesquelético, entre las que se destacan la fas-citis plantar (74), la epicondilitis lateral (75), lafractura por estrés (76), la trocanteritis (77), larodilla del saltador (78), la tendinopatia aquilia-na, (79), la tendinitis calcificada de hombro (80),entre otras.

Hasta el 2010 no existía ningún artículo publi-cado en una revista revisada por pares sobre eluso de la terapia por ondas de choque extracor-pórea aplicada al SETM. Sólo se identificó unestudio piloto no controlado realizado en el 2006en el que diecisiete sujetos con SETM recalcitran-te, recibieron 5 aplicaciones de 2000 choques de2,5 bar (~ 0,1 mJ/mm²) a una frecuencia de 6 Hzcon un dispositivo de ondas de choque radiales.Tras cuatro semanas de tratamiento se redujo eldolor relacionado con el ejercicio en la escalanumérica del dolor de 7,8 en la etapa pre trata-miento para 2,2 puntos y a las doce semanasdescendió para 1,9. La media de duración detiempo de corrida sin dolor aumentó de 11 para73 minutos a las cuatro semanas y para 91 minu-tos a las doce semanas. (81).

Existen dos estudios publicados en revistasindexadas referentes al tema expuesto anterior-mente, el primero fue un estudio de cohorteretrospectivo con sus respectivas limitaciones elcual no fue aleatorizado y no contempló un grupoplacebo.(82) Se compararon las ondas de cho-

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que radiales con un programa de reposo relativo,crioterapia y una pauta de ejercicios terapéuticosdomiciliarios en pacientes en los que habíanfallado tres modalidades terapéuticas conserva-doras. La recuperación se valoró a través de laEscala de Likert de seis puntos y el grado dedolor medido mediante la escala numérica deldolor (NRS) de 10 puntos.

Basados en los resultados de la escala Likert,los autores constataron que al mes se había recu-perado el 13% de los pacientes del grupo controlen comparación con el 30% de los del grupo detratamiento; a los 4 meses, 30% y 64%, y a los15 meses 37% y 76%, respectivamente.(p<0,001 para cada punto de tiempo y de dolor).En cuanto a la medición del dolor la puntuaciónmedia de la escala de valoración numérica de losgrupos de control y tratamiento fue de 7,3 y 5,8al mes, 6,9 y 3,8 a los 4 meses y 5,3 y 2,7 a los15 meses respectivamente.(p <0,001 para cadapunto de tiempo y de dolor). Cuarenta de los 47pacientes que recibieron ondas de choque(85,1%) regresaron a su deporte previo a lalesión pasados los 15 meses desde la inclusiónen el estudio, mientras que en el grupo control de47 pacientes solo 20 (46,8%) lo lograron. Seconcluyó que los resultados de éxito fueronmayores en el grupo de tratamiento que en elgrupo control.

El otro estudio (83) también fue limitado yaque fue observacional y no fue aleatorizado nicegado, se compararon dos grupos de tratamien-tos, uno sometido a un programa de ejerciciosprogresivos consistente en trotar en una cintarodante a velocidad fija con otro grupo de igualescaracterísticas al que se le añadió la aplicaciónde 5 sesiones ondas de choque focalizadas(0,10-0,30 mJ/mm²); la principal medición fue eltiempo de recuperación, el parámetro de recupe-ración fue completar 18 minutos consecutivostrotando sin dolor. Este estudio concluyó que elgrupo sometido al programa de trote más ondasde choque focales se recuperó en 59,7 (SD 25,8)días mientras que el grupo control lo hizo en91,6 (SD 43.0) días, existiendo una diferenciasignificativa (p = 0,008).

En ambos estudios se obtuvieron mejoresresultados con la aplicación de las ondas de cho-que en cuanto al tiempo de recuperación, obte-niéndose un acortamiento de 30 días en el grupoen el que se añadieron las ondas focales. Encuanto a las ondas radiales, el 64% de lospacientes se recuperaron pasados los 120 días.

En un estudio recientemente concluido por losautores de esta revisión (aún no publicado), rea-lizado con cadetes militares diagnosticados con

el SETM, se encontró una alta efectividad del tra-tamiento en el grupo tratado con ondas de cho-que focalizadas.

Conclusiones

Se ha evidenciado que a pesar de la existenciade diferentes estudios respecto al Síndrome deestrés tibial medial, son necesarios más estudiosprospectivos, ciegos y randomizados que susten-ten las diferentes teorías existentes en cuanto ala fisiopatología, prevención y tratamiento. Lasondas de choque extracorpóreas han mostradoser una alternativa terapéutica efectiva para dis-minuir el tiempo de recuperación y el dolor en lospacientes afectados por la patología.

Artículo extraído de:Revista LOGOS CIENCIA & TECNOLOGÍA

Artículo de investigación ISSN 2145–549X-ISSN 2422-4200 - Vol. 6, No. 3, Diciembre de

2015Dirección Nacional de Escuelas / Vicerrectoría

de InvestigaciónFecha de Recibido: Agosto 01 de 2015

Fecha de Aceptación: Noviembre 15 de 2015Fecha de Publicación: Diciembre 21 de 2015

DOI:http://dx.doi.org/10.22335/rlct.v10i2.557

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LISTA DE FIGURAS

FIGURA 1: Principales Patologías en los Pies del Anciano

FIGURA 2: OnicomicosisFIGURA 3: OnicocriptosisFIGURA 4: Onicofosis / Queratosis SubunguealFIGURA 5: OnicogrifosisFIGURA 6: OnicolisisFIGURA 7: Callo SubunguealFIGURA 8: CallosFIGURA 9: CallosidadesFIGURA 10: Tinea interdigital / sabañón FIGURA 11: Tinea Pedis (Pie de atleta)FIGURA 12: Fisuras / Grietas o hiperqueratosisFIGURA 13: Verruga PlantarFIGURA 14: Psoriasis PlantarFIGURA 15: Hallux Valgus - JuaneteFIGURA 16: Dedo en MartilloFIGURA 17: Dedo en GarraFIGURA 18: Mapa de Reflexología en el Pies

SUMARIO

1. INTRODUCCIÓN2. REVISIÓN LITERARIA2.1. Envejecimiento en los pies2.2. Principales patologías en los pies del

anciano2.3. Onicomicosis2.3.1. Tratamiento en el anciano y/o

prevención2.4. Onicocriptosis2.4.1. Onicocriptosis en ancianos2.4.2. Granuloma piógeno2.4.3. Tratamiento en el anciano y/o

prevención2.5. Onicofosis / Queratosis subungueal2.6. Onicogrifosis2.6.1. Tratamiento en el anciano y/o

prevención2.7. Onicolisis2.8. Callo Subungueal2.8.1. Hiperqueratosis subungueal2.9. Callos y Callosidades2.9.1. Tratamiento en el anciano y/o

prevención

2.10. Tinea interdigital2.11. Tinea Pedis (Pie de atleta)2.12. Fisuras/Grietas o hiperqueratosis2.12.1. Tratamiento en el anciano y/o

prevención2.13. Verruga Plantar2.13.1. Tratamiento en el anciano y/o

prevención2.14. Psoriasis2.15. Hallux Valgus (Juanete)2.16. Deformidades en los dedos2.16.1. Dedos en Martillo2.16.2. Dedos en Garra2.17. Reflexología - calidad de vida para los

ancianos2.17.1. Introducción a la Reflexología2.17.2. Reflexología para ancianos3. CONSIDERACIONES FINALES4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. INTRODUCCIÓN

Analizando a menudo los pies de los ancianosde mi círculo familiar y observando en las callesal azar, el andar con dificultad, la falta de higieneadecuada y/o el conocimiento de cuidados nece-sarios con los pies a lo largo de la vida, me hizoreflexionar y aguzar la curiosidad en estudiarcómo podemos tener más calidad de vida en lospies de la tercera edad.

Envejecer forma parte de la naturaleza y con laexpectativa de vida cada vez mayor, los ancianosestán cada vez más activos en la sociedad.

Las herencias genéticas y el proceso natural deenvejecimiento celular de cualquier ser vivo, defi-nen los procesos biológicos de la vida.

Envejecimiento es el proceso de desarrollo nor-mal, que implica cambios neurobiológicosestructurales, funcionales y químicos. Otros fac-tores también inciden sobre el organismo, comofactores ambientales y socioculturales, siendo lacalidad y estilo de vida, privación de algunos ali-mentos, inactividad y/o actividad física. Estosfactores están directamente relacionados con elenvejecimiento sano o patológico(PERAL,A.;MARIANO,F.;REIS,M.;SILVEIRA,M.,2016, p. 27).

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Pie del Adulto Mayor - Tercera Edad con Calidad.

Este trabajo fue presentado por Isabel Cristina Paim Teixeira, como requisito parcial, para concluirel Curso de Educación Profesional de Nivel Técnico, en el área de la Salud, con Habilitación deTécnico en Podología del INA - Instituto de Naturopatía Aplicada de Blumenau, Brasil.Orientador: Profesor Marcelo Kertichka.

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Los problemas con los pies de los ancianos sonfrecuentes y comunes en el proceso del envejeci-miento, muchas podopatologías son influencia-das por patologías que forman parte del enveje-cimiento, así, exigen atención de los familiares yde cuidadores donde el tratamiento adecuadopuede evitar lesiones frecuentes.

El proceso de envejecimiento con el ambiente,estilo de vida y servicios sociales convencionales,llevan a la vida a adquirir algunas enfermedadesy podopatologías en la tercera edad.

Este estudio tiene como objetivo caracterizar elconocimiento de las principales podopatologíasmás comunes en la tercera edad y los principalescuidados, tratamientos y prevención.

2. REVISIÓN LITERARIA

2.1 Envejecimiento en los pies: Calidad de vida

A medida que envejecemos, nuestro sistemainmunológico se deteriora y nos hace más sensi-bles a las enfermedades. La mayoría de las per-sonas mayores tienen al menos tres molestiascrónicas, poca energía vital y propensión a can-sarse con facilidad (KEET, 2017, p.336).

Sin embargo, cabe destacar que el pie delanciano, presenta algunas características pecu-liares en relación al niño o adulto joven (CORDEI-RO, 2000, p.6).

Los procesos biológicos se definen por laherencia genética y el proceso natural de enveje-cimiento celular al cual todos los seres vivosestán sujetos. El envejecimiento está íntimamen-te ligado a procesos biológicos, ambientales,estilo de vida y acceso a servicios sociales(BEGA, 2008, p.4).

Los pies, con el envejecimiento, se ensanchan ypierden el amortiguador plantar. El aumento delpeso puede comprometer las estructuras óseas yligamentos, además de alterar el tamaño de lospies. La mayoría de las enfermedades en la podo-logía se derivan del desequilibrio muscular o desobrecarga, y varias pueden ser fácilmente diag-nosticadas, recordando también que la disminu-ción de la capacidad para caminar o ponerse depie está asociada frecuentemente a gravescomorbilidades (FREITAS, PY, 2013, p.1172) .

Con el envejecimiento del cuerpo humano ocu-rren cambios en la anatomía y fisiología de lospies, dificultando el caminar e interfiriendo en lacalidad de vida de la población anciana. El enve-jecimiento de la población brasileña vieneaumentando, según datos presentados en laencuesta del IBGE (Instituto Brasileño de

Geografía y Estadística, 2010) (PERAL, A.,MARIANO, F.; REIS, M., SILVEIRA, M., 2016, p.28).

La flexibilidad motora y la visión son funcionesperjudiciales con el envejecimiento. Esta pérdida,en los ancianos, puede acarrear el surgimientode patologías en los pies, debido a la falta de pro-cedimientos básicos, como la higienización ocorrecto corte de las uñas. La acción del podólo-go es fundamental para garantizar la salud de lospies y la calidad de vida de esas personas(SIQUEIRA, GOES, 2010, p.9). Conociendo losprocesos del envejecimiento, se observa quetodas las estructuras sufren alteraciones, inclu-yendo la piel, uñas, músculos, circulación sanguí-nea y articulaciones (BELO, 2007, p.11).

En el anciano, las uñas se presentan curvadasy espesadas, creciendo más lentamente que en eladulto. Se presentan más frágiles como conse-cuencia de la reducción de esteroles y lipofílicosy ácidos grasos libres en su constitución (ZALLI,FERNANDES, BENGHI, SPARRENBERGER,MACHADO, 2012, p.2).

La preocupación por la calidad de vida en lavejez se vuelve cada vez más relevante, a medidaque se hace evidente el número de ancianos y laexpansión de la longevidad (TERRA, DORNE-LLES, 2002, p.66).

Aquí algunos de los principales cuidados delpodólogo con los pies de los ancianos:

• Onicotomía;• Podoprofilaxis;• Ortopodología;• Terapias en onicomicosis;• Hidratación;• Orientación (BEGA, 2008, p.6).

Las patologías de los pies pueden ser efectiva-mente controladas, sin embargo, muchos ancia-nos continúan sufriendo innecesariamente pordesconocer las opciones terapéuticas o por servi-cios de salud no se familiarizó con los recursosutilizados por la podología (FREITAS; PY, 2013,p. 1169).

Grandes cambios están ocurriendo con el enve-jecimiento poblacional, cambios culturales, eco-nómicos y familiares. La falta de cuidados delfamiliar con el anciano hace que el Estado tengala preocupación con esa población anciana,teniendo su parcela de responsabilidad, creandolas Instituciones de Larga Permanencia para losancianos (PERAL,A.;MARIANO,F.;REIS,M.;SILVEI-RA,M.,2016, p. 28).

Con el creciente envejecimiento de la poblaciónmundial, las estrategias que actúan para la pro-moción de un proceso de envejecimiento sano y

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activo se vuelven cada vez más imprescindibles(BEZERRA, 2012: 22).

En la podología geriátrica, los trastornosencontrados son a menudo caricatures, y ciertasenfermedades, cuyo diagnóstico en el adulto esdifícil, se vuelven evidentes con el envejecimiento(FREITAS; PY, 2013: 1169).

El término envejecimiento se utiliza para refe-rirse a un conjunto de procesos que ocurren enorganismos vivos y que, con el paso del tiempo,llevan a la pérdida de adaptabilidad, a la deficien-cia funcional y, finalmente, a la muerte (SPIRDU-SO, 2005, p.6 ).

La calidad de vida representa dignidad para lapersona que envejece, la capacidad de moverse,asegurada por un estilo de vida activa, permiteautonomía, esto significa la independencia parasus actividades de la vida diaria, el derecho de iry venir, la interacción social y la participaciónactiva en la comunidad. Un estilo de vida saluda-ble adoptado a lo largo de nuestras vidas es lamayor garantía de tener longevidad con calidad(TIERRA, DORNELLES, 2002, p.95).

2.2 Principales patologías en los pies del anciano.

El podólogo, como profesional de la salud,tiene que estar atento a ciertos detalles quehacen la diferencia durante los procedimientosgeriátricos (BELO, 2008, p.4).

Los cambios patológicos más frecuentes sonlas infecciones del aparato ungueal como la oni-comicosis. Las alteraciones típicas de la onicomi-cosis son: onicolisis, hiperqueratosis subun-gueal, cromoniquia, destrucción de la lámina ydistrofia importante. Se debe tener en cuentaque estas alteraciones son también característi-cas de otros procesos, principalmente de la pso-riasis ungueal, con la que siempre levanta eldiagnóstico diferencial (TORRENS, MIRALLES,2011 p.17).

Además, hay otros puntos importantes en esteproceso: el resecamiento de la piel es una condi-ción común en el anciano, y con el grado dedependencia, puede tener dificultad de higieniza-ción y en los cuidados con los miembros inferio-res, lo que también acarrea o agrava enfermeda-des en los pies. Los cambios a menudo encontra-dos en la literatura son Hallux Valgus, deformida-des en las uñas, callosidades, infecciones fúngi-cas, onicofosis, onicocriptosis, onicolisis, dolor,entre otras (PRATO, SANTOS, TREVISANI, 2014,LOPEZ, et al., 2012, página 18).

Los problemas ortopédicos de los pies tienenun efecto significativo en la marcha y el equili-brio. Los adultos mayores pueden presentar atro-fia del acolchado plantar con pérdida de la capa-

cidad de absorción de choques, onicogrifosis(uña del dedo grande en garra), callos y áreas depresión que causan dolor y, de este modo, alte-ran la marcha (ADELMAN, DALY, 2004, 262).

Las curvas del pie cambian con el paso de losaños, así puede ocurrir pérdida del arco plantary ensanchamiento del antepie, y eso hace que elpie quede más grande, más pequeño, más largoo más corto. De este modo, es bueno orientar alpaciente a comprar el calzado siempre por elconfort y no por el número (BELO, 2008, p.6).

Los estudios realizados en Estados Unidosmostraron que, después de los 50 años, estaqueja se presenta en cuatro de cinco personas,perjudicando el modo normal de caminar y aúnpudiendo desencadenar dolores en otras articu-laciones, como rodillas, cadera y columna verte-bral. Por lo tanto, este síntoma nunca debe serdespreciado. El cuidado de sus pies es importan-te y, siempre que sea necesario, busque ayuda deun profesional habilitado (podólogo) (GOLDEN-BERG, 2004: 24).

2.3 Onicomicosis

Son las onicopatías más frecuentes en los adul-tos, pero lo mismo no ocurre en los pacientespediátricos. La prevalencia en varios países esbaja, variando de 0,1% a 2,6% lo que puede serexplicado por los siguientes hechos: crecimientomás rápido de la lámina ungueal, área superficialmenor para invasión, menor probabilidad detrauma, menor incidencia de tinea pedis y elmenor contacto con esporas infectantes (BARAN,NAKAMURA, 2011, p.70).

Es una infección de las uñas, por hongos, queafecta del 2% al 14% de la población general yque puede afectar casi el 50% de la población en

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Figura 1: Principales patologías en los pies deanciano.Fuente: https://www.lineavitta.com.br/wp-content/uploads/2015/05/micose-nos-pes-dos-idosos.jpgAccesado el 28 dic. 2018.

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la casa de los 70 años (ADELMAN, DALY, 2004,p.340).

Con la llegada del invierno, necesitamos prote-ger nuestro cuerpo del frío. Como no podía dejarde ser, nuestros pies también reciben atención,quedando abrigados en zapatos cerrados y botasbien calientes. Esta condición, que involucra prin-cipalmente factores como ausencia de luz, calor,humedad, es propia para que algunos agentesque habitan nuestra piel, como los hongos der-matofitos, se multipliquen por encima de losniveles de control de nuestro orgánico de defensa(PIEDADE, 2002, p. 87).

Infección micótica que afecta toda o parte de lalámina ungueal, causada por el ataque de hongosdermatofitos o no, también conocida como tineade las uñas o "tinea unguium" (VIANA, 2013,p.27).

Hay gran dificultad para llegar al diagnósticode infección fúngica de las uñas, pero esa dife-renciación en el diagnóstico es importante, puesimplica diferentes tratamientos (PERAL, A.T.R.,MARIANO, F.G., REIS, M.C., SILVEIRA, M.F., 2016,p. 29).

Para confirmar la sospecha de onicomicosis esnecesario realizar un examen microscópico direc-to que permita visualizar las hifas. Es necesarioraspar la uña o cortar unos fragmentos que,sobre el porta-objeto, se trata luego con hidróxi-do potasio al 10-30%, al que puede añadirsetinta Parker para visualizar mejor los elementosfúngicos. Los cultivos se hacen preferentementeen medios de Sabouraud agregados con antibió-ticos para impedir el crecimiento de bacterias(TORRENS, MIRALLES, 2011, p.17).

La onicomicosis, por tratarse de hongos queacometen la uña, normalmente necesita un trata-miento más largo y multidisciplinario con derma-tólogo. Es necesario investigar los factores pre-disponentes, normalmente la dificultad de cura-ción es mayor en pacientes inmunodeprimidos einmunosupresores. Por lo tanto, no siempre es elcaso de usar medicamentos (BELO, 2007, p.12).

La onicomicosis, infección en la cual los orga-nismos fúngicos invaden el lecho ungueal, es laenfermedad ungueal más común. Es responsabledel 50% de todos los problemas ungueales. Suprevalencia en la población general varía de 2 a14%. Esta infección produce cambios progresi-vos en el color, la estructura y la textura de lauña. Rara vez cura de modo espontáneo, e inclu-so con tratamiento puede tardar meses a añospara desaparecer (SWARTZ, 2015: 111).

La baja inmunidad, la exposición de áreasinfectadas, la falta de higiene con calzado y cal-cetines pueden llevar a la onicomicosis, infecciónpor hongos (SIQUEIRA, GOES, 2010, p.9).

Se caracteriza por una evolución de todos lostipos, resultando la destrucción total de las uñas,con una producción intensa de hiperqueratosissubungueal, uñas astilladas, descoladas, espesa-miento, cambio de coloración y suele ser devarios años (VIANA,2013,p.27).

De acuerdo con BARAN et.al (2001) las onico-micosis se clasifican en cinco subtipos clínicos:subungueal lateral y distal, superficial, subun-gueal proximal, endonyx y onicomicosis distrófi-ca total (PERAL, A.T.R., MARIANO, F.G., REIS,M.C., SILVEIRA, M.F., 2016, p. 28).

La tinea de las uñas comienza en el margenlateral o en el margen distal y, de ahí, se disemi-na al centro y puede eventualmente afectar lauña entera. Las uñas del primer y del quintodedos son las más comúnmente afectadas(ADELMAN, DALY, 2004, p.341).

Entre los cinco subtipos, la onicomicosissubungueal lateral y distal es la más común,caracterizándose por la invasión de las hifas fún-gicas que se inician en el hiponiquio esparciéndo-se proximalmente a lo largo del valle ungueal,con concomitante consumo del estrato córneo yde la porción inferior de la uña , resultando endecoloración, espesamiento de la uña, hiperque-ratosis subungueal y onicolisis (BARAN, 2001:25).

Onicomicosis por Cándida - La invasión de lauña puede ser primaria o secundaria a una paro-niquia. Se presentan manchas blancas o amari-llentas, alteraciones del brillo ya veces verdosassi hay pseudomonas asociadas y tienden a des-pegar (VIANA, 2013, p.28).

Lo importante es tratar a partir de aquelmomento, anotando siempre todo el procedi-miento, evolución de las podopatías y las quejasde los clientes. Se debe orientar para que no des-istan de cualquier tratamiento que estén hacien-do, mostrando a ellos que todo tratamiento eslento, pues depende de la respuesta de cadaorganismo (SIQUEIRA, GOES, 2010, p.10).

El tiempo de recuperación de una uña conmicosis puede variar de 7 meses a 1 año, depen-diendo de la dedicación del paciente, que en lamayoría de las veces abandona el tratamientopor creer que no está funcionando o que estádemorando mucho. Otros no se recuperan por-que no siguen el tratamiento con frecuencia ytiempo necesarios (PIEDADE, 2002, p.89).

2.3.1 Tratamiento en el anciano y/o prevención

Es difícil conseguir un tratamiento efectivo conmedicación prescrita por el médico por ser caro,pero da buenos resultados con orientación en

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cuanto a la higienización de los locales conHipoclorito de Sodio evitando mayor prolifera-ción y diseminación de los hongos y también deuna completa higienización de las láminas mejo-rando el aspecto de las mismas (BELO, 2008,p.5).

La decisión de tratar una onicomicosis se basaen varios factores. Si el aspecto anormal de lauña es el único síntoma, el tratamiento puede serdispensado. Si el paciente se queja de dolor oque las uñas infectadas están afectando el des-empeño de sus actividades diarias, hay variasopciones de tratamiento a considerar (ADEL-MAN, DALY, 2004, p.341).

La retirada de la uña, sólo utilizada cuando haypresencia de masa fúngica, apunta al desbrida-miento de la placa ungueal para disminuir estamasa, permitiendo así una mayor biodisponibili-dad del medicamento (ZALLI, FERNANDES,BENGHI, SPARRENBERGER, MACHADO, 2012,p.510).

Para aquellos pacientes que no pueden hacer eltratamiento sistémico, una metodología desarro-llada por el servicio de podología, que aumentala eficacia de los fungicidas tópicos, consiste enretirar delicadamente, con bisturí, la capa gruesade la uña, exponiendo las ranuras que se alojanlos microorganismos. La aplicación del fármacose realiza diariamente, la uña es lijada en susuperficie externa, semanalmente, y la supervi-sión por el servicio de podología se realiza men-sualmente, hasta obtener la cura (FREITAS; PY,2013, p.1177).

El podólogo deberá remover mecánicamentetoda la parte dañada de las láminas con onicomi-cosis. Para ello deberá recurrir a recursos comoalicates de eponiquio, piedras montadas, brocas,fresas, bisturís, etc., respetando los límites desensibilidad del paciente al dolor (PIEDADE,2002: 90).

En la medicina popular, el uso de esmaltes abase de aceite de Caryophilus aromaticus (clavode la India), pequeño botón floral del claveiro,rico en eugenol, ha demostrado efectividad, prin-cipalmente como antiséptico, previniendo lasrecidivas de onicomicosis y onicobasteriosis. Dela misma forma, el poder bactericida y antifúngi-co del propóleo rojo, aún en estudios experimen-tales en la dermatología, es prometedor comotratamiento efectivo y accesible para onicomico-sis (KEDE;SBATOVICH, 2009, p. 332).

El tratamiento más indicado necesita fresasdiamantadas o de tungsteno, sino las últimasmás indicadas, y de equipo neumático o eléctri-co. Es finalizado con las debidas antisepsias yrecomendaciones para evitar futuras recidivas(BEGA, 2014, p. 216).

El tratamiento consiste en identificar y eliminarlas causas y, cuando la afección está instaladadefinitivamente, se debe cortar adecuadamentela uña afectada, desgastándola para que quedecon un aspecto estético y funcional adecuado. Esnecesaria la corrección del formato y de la tra-yectoria de crecimiento. Se debe orientar parahigienizar calzados y calcetines, así como los ins-trumentales usados en el corte de las uñas(BELO, 2007, p.12).

2.4 Onicocriptosis

Aquel dolorcito incómodo y persistente en unode los laterales de la uña del Hallux, cuando ocu-rre, cambia hasta nuestro humor. La uña se infla-ma, la piel rojiza, el lugar se hincha y notamos lapresencia de pus. Nuestra primera providenciaes limpiar el lugar, colocar ungüento y hielo. Peroel dolor no pasa. Y al día siguiente no consegui-mos calzar ni siquiera aquel zapato suave (PIE-DADE, 2002, p.82).

Afección podológica de la lámina ungueal,caracterizada por la incrustación de un pedazo ouna punta de uña (espícula), en los tejidos suavesdel dedo. Una inflamación del pliegue periun-gueal y puede estar o no asociada al granulomapiógeno (VIANA, 2013, p.25).

La uña encarnada: crecimiento dentro de la pielde una porción de uña, traumatizando las partesblandas, con enrojecimiento, hinchazón ya vecesinfección (panadizo o paroniquia) (GOLDEN-BERG, 2004, p.66).

La popular uña encarnada. La condicióncomún, dolorosa e incapacitante (limitando ladeambulación y el uso de calzados cerrados) queacomete principalmente el Hallux, pudiendo serunilateral o bilateral, caracterizada por la pene-tración de la lámina en el tejido periungueal,

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Figura 2: Onicomicosis.Fuente: https://www.bing.com/th?id=OIP.o36lsfY9KlZ5pcn7Wv3F9QHaEc&w=267&h=160&c=7&o=5&pid=1.7Accesado el 29 nov. 2018.

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muchas veces ocasionando reacción inflamatoriaen el local (BEGA, 2014, página 33).

Las uñas de los pies y de las manos encarna-das son comunes; el Hallux es el más frecuente-mente afectado. La uña atraviesa el pliegueungueal lateral y entra en la dermis, donde actúacomo un cuerpo extraño. Las primeras señalesson dolor y edema. El área de penetración sevuelve purulenta y edematosa a medida que eltejido de granulación exuberante crece al lado dela uña penetrante. Las uñas encarnadas son cau-sadas por presión lateral de zapatos inadecua-dos, corte inadecuado o excesivo de la láminaungueal lateral o traumatismo (HABIF, 2012, p.963).

Uña encarnada u onicocriptosis: Se producecuando el tejido blando de los pliegues unguealeslaterales es penetrado por los bordes laterales dela lámina ungueal. Como consecuencia de estehecho, se produce inflamación, dolor y, en últimainstancia, tejido de granulación y supuración. Losdedos que se afectan con mayor frecuencia sonlos dedos gordos de los pies. La causa más habi-tual es el uso de zapatos muy estrechos en lapunta y/o un error en la forma de cortar las uñas(TORRENS, MIRALLES, 2011, p.18).

La penetración de parte de la lamina unguealen la estructura de la piel, generalmente en elsurco periungueal, causa dolor y puede o no pre-sentar cuadro infeccioso, asociado o no a la pre-sencia de granuloma piógeno (PIEDADE, 2002,p.82).

Los factores predisponentes que pueden contri-buir a la formación de la espícula lacerante en elborde lateral de la lámina ungueal son:

• Afinamiento o hipercurvatura transversa de lalámina ungueal;

• Distrofias por enfermedades inflamatorias;Infección fúngica o métodos inadecuados decorte del borde libre;

• Zapatos apretados o puntiagudos;• (Dedo ancho o desviado en valgo, Tejidos

periungueales espesados, Pie plano o valgo)(PERAL, A.T.R., MARIANO, F.G., REIS, M.C., SIL-

VEIRA, M.F., 2016, p. 29).

La mejor prevención de la uña encarnada esuna técnica adecuada de corte de las uñas. Sedebe permitir que la uña del pie crezca más alládel pliegue cutáneo lateral, debiendo ser cortadoen línea recta, y no redondeada en las esquinas.El riesgo de uña del pie atascado es minimizadoasegurándose de que el borde cuadrado de lauña se extienda un poco más allá de los plieguescutáneos y mediante el uso de zapatos cómodos(IANNOTTI, PARKER, 2014, 239).

El calzado tipo mocasín y los calzados mayoresque el pie, dejan los pies a punto de deslizarsehacia adelante durante la deambulación, compri-miendo las láminas frontalmente y también laspliegues periungueales, contribuyendo también ala formación de la onicocriptosis (ALVAREZ,2010, p.06).

2.4.1 Granuloma piógeno

Proliferación carnosa o esponjosa, sangrante,en la que existe una inflamación crónica, pudien-do durar varias semanas o meses, seguidos deepisodios inflamatorios agudos y recurrentes(VIANA, 2013, página 25).

Cuando algo alcanza nuestra piel, perforándolay generalmente produciendo sangrados, aunqueinsignificantes, se abre una puerta para el accesode bacterias y otras microformas de vida dentrode nuestro cuerpo (PIEDADE, 2002: 95).

Los granulomas piógenos múltiples puedendesarrollarse en los pliegues ungueales proxima-les y laterales como efecto colateral típico deltratamiento con retinoides y con indinavir (inhibi-dor de proteasa antirretroviral). Una o variasuñas presentan tejido de granulación, con forma-ción de nódulos hemorrágicos dolorosos. Lapatogenia todavía es desconocida, pero algunosautores sugieren que el fármaco pueda activarlos factores angiógenos (BARAN, NAKAMURA,2011, página 294).

2.4.2 Onicocriptosis en ancianos

La falta de flexibilidad (amplitud del movimien-to), junto con el uso de instrumentos inadecua-dos, lleva al anciano al corte incorrecto de las

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Figura 3: Onicocriptosis.Fuente: Https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biw=1366&bih=657&tbm=isch&sa=1&ei=qv2HXIXgNcW75OUPvM2=pesquisa+onicocriptose+em+idoso&oq=pesquisa+onicocriptoseAccesado en 12Mar. 2019.

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láminas. Este procedimiento, aliado al uso dezapatos inadecuados, favorece el surgimiento dela onicocriptosis (uña encarnada) (SIQUEIRA,GOES, 2010, p.10).

Estadísticamente, la gran mayoría de las perso-nas adquieren uña encarnada como consecuen-cia del uso de calzados inadecuados. No debe-mos olvidar que nuestros pies pasan por variasmodificaciones durante nuestro crecimiento yenvejecimiento, necesitando de esa forma recibirel confort ideal proporcionado por el uso demedias y calzados adecuados (PIEDADE, 2002,p.85).

Es causada principalmente por falta de cortede las uñas. Otras etiologías incluyen trauma,hipertrofia del lecho ungueal, deformidadesóseas como Hallux Valgus y neuropatías. El trata-miento es requerido por motivos estéticos, deaseo y complicaciones con gangrena subungueal(BARAN, NAKAMURA, 2011, página 79).

2.4.3 Tratamiento en el anciano y/o prevención

Un tratamiento para corregir un problema deesta naturaleza dura de 5 a 8 meses, dependien-do de las características de cada paciente y de sugrado de participación en el proceso, pero el cua-dro doloroso se elimina en la primera sesión deatención (PIEDADE, 2002: 82).

El tratamiento se realiza con la ayuda de unaparato corrector, llamado de ortesis, que secoloca sobre la uña. El aparato actúa por mediode la tracción de la uña, dejándola más plana eimpidiendo que encarne. Existen diversos tiposde este aparato, fabricados con diferentes mate-riales y que se indican de acuerdo con cada caso.A menudo sólo la educación del corte de correode la uña, que se hace de acuerdo con el formatodel dedo, ya trae resultados bastante satisfacto-rios (VENTURI, 2009, p.28).

La ortesis acrílica, también llamada fibra dememoria molecular (FMM), es una opción con-servadora moderna que se coloca en la láminaungueal con el objetivo de trazarla lentamentellevando al alivio del dolor y la modificación pro-gresiva de la convexidad de la misma. En loscasos más simples de onicocriptosis (FERREIRA,VICARI, RIEN, 2012, página 18)

El uso de las ortesis acrílicas en el tratamientoconservador de la onicocriptosis dependerá deltiempo de evolución de la enfermedad, de la cla-sificación clínica de la criptosis y de la asociacióno no con granuloma periungueal. La correcciónde la uña pinzada en la mayoría de las veces esquirúrgica. El éxito del tratamiento depende de la

indicación adecuada en cada caso (KEDE, SBA-TOVICH, 2009, página 339).

Paralelamente a estos cuidados, es importanteeliminar las causas predisponentes y, principal-mente, rectificar el corte de las láminas, hastaque se restablezcan las condiciones normales.En casos de gran mutilación de las hojas de lasuñas, se hace necesario el uso de ortesis, queson pequeños dispositivos metálicos o acrílicosfijados en las uñas, destinados a rectificar, corre-gir o cambiar su formato (PIEDADE, 2002: 83).

2.5 Onicofosis / Queratosis Subungueal

La onicofosis es una queratosis que se formadebajo de los surcos ungueales: debido al espa-cio que se forma, principalmente después de unaonicocriptosis, se crea una piel entre la lámina yel cuerpo de la uña (SIQUEIRA, GOES, 2010,p.10) .

Una producción anormal de queratina con teji-do hiperqueratósico en el lateral de la lámina,agravados por la presencia de pequeños callosendurecidos en los surcos ungueales e hipertro-fia de la cutícula, haciendo los pliegues periun-gueales más gruesos (VIANA, 2013, p.26).

La queratina de la uña está siendo producida aun ritmo irregular, la zona de la matriz con uncrecimiento mayor determina la dirección de ladeformidad. Suele producirse en el primer dedoy su causa suele ser traumática (TORRENS,MIRALLES, 2011, página 20).

El término hipertrofia de la placa ungueal serestringe a cambios en la matriz, por defecto enla producción de la placa. Los cambios del lechoy de la matriz ocurren de forma aislada o simul-tánea en la onicomicosis, en la psoriasis, en eltrauma de los zapatos, en la ictiosis congénita(BARAN, NAKAMURA, 2011, p.40).

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Figura 4: Onicofosis/Queratosis Subungueal.Fuente: https://www.google.com/search?q=onicofo-se&rlz=1C1GGRV_enBRAccesado en 19mar. 2019.

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2.6 Onicogrifosis

A la onicogrifosis, que es una patología muyfrecuente en personas ancianas sin los debidoscuidados de higiene, o simplemente causada porla dificultad en lavar y cortar las uñas que sonmuy duras, pudiendo estar relacionada tambiéna la onicomicosis y problemas circulatorios(BELO, 2007, p 0,11).

Las uñas se transforman en masas similares alcuerno, que pueden crecer hacia arriba y fre-cuentemente se doblan. Su superficie es irregu-lar. No existe ninguna fijación al lecho ungueal yla bolsa ungueal es muy corta. A menudo existeuna asociación con alteración ortopédica de lospies, pareciendo en algunos casos, ser heredita-ria (BARAN, HANEKE, 2009, página 49).

Progresivamente, hay el aumento de la convexi-dad transversal, tendiendo al pinzamiento de lospliegues ungueales laterales. La deformidad enpinza de la uña lleva a una relación anormal entreel primer metatarso y el Hallux. El crecimiento dela uña se vuelve doloroso y, en el anciano, asocia-do a la disminución arterial, propiciando desdeinfecciones hasta la gangrena (KEDE, SBATO-VICH, 2009, p. 325).

La hipertrofia ungueal se caracteriza por lasuñas gruesas, opacas, con el crecimiento exage-rado hacia arriba y/o hacia los lados. Las causasmás probables para esta patología son los trau-mas crónicos con compromiso circulatorio en lamatriz germinativa (VENTURI, 2009, p.24).

Distrofia que suele afectar al Hallux y otrosdedos de los pies, donde se observa un exagera-do espesamiento de las uñas, en forma de gan-cho, garra y muy dura. De crecimiento lento,puede ocurrir fracturas, dolor y penetración enlos tejidos blandos (VIANA, 2013, p.27).

Conocida popularmente como uña en garra, laonicogrifosis es una patología que hace que lasuñas presenten espesor y curvatura exageradas(BELO, 2007, página 11).

Por no poder hacer el corte de las láminas encasa, los portadores de onicogrifosis empiezan atener dificultad de deambulación. La forma equi-vocada de pisar genera la aparición de callos ycallosidades en puntos diversos de los pies, impi-diéndoles usar la mayoría de los modelos de cal-zados cerrados existentes (PIEDADE, 2002,p.94).

2.6.1 Tratamiento en el anciano y/o prevención

El tratamiento se realiza con la endoniquia dela lámina para descomprimir el lecho doloroso yla prescripción de antimicóticos cuando se aso-cian al caso (VENTURI, 2009, p.24).

Manejo conservador se hace a través del lijadode la lámina, remoción de la hiperqueratosissubungueal y cortes periódicos. Se puede emple-ar la avulsión quirúrgica o químico de la uña, cono sin matricectomía(BARAN;NAKAMURA,2011,p.79).

El tratamiento consiste en identificar y eliminarlas causas y, cuando la afección está instaladadefinitivamente, se debe cortar adecuadamentela uña afectada, desgastándola para que quedecon un aspecto estético y funcional adecuado. Esnecesaria la corrección del formato y de la tra-yectoria de crecimiento (BELO, 2007: 11).

Observando siempre el espesor en relación allecho ungueal, que podría haber sido proyectadohacia arriba, rebaje la altura de la lámina, tantocomo sea posible, respetando los límites de sen-sibilidad del paciente al dolor (PIEDADE, 2002,p. 94).

2.7 Onicolisis

La onicolisis (desprendimiento de la lámina dellecho ungueal) no siempre tiene etiología fúngi-ca. Esmaltes, uñas postizas, removedores, fortifi-cantes para uñas, psoriasis, traumatismos, ecze-ma de contacto, solventes químicos, drogas foto-sensibilizantes (tiazídicos, psoralénicos, tetraci-clinas y doxiciclinas) y enfermedades sistémicasson también causas de esta alteración. El trata-miento se basa en la retirada de la causa cuandosea posible (KEDE, SABATOVICH, 2009, p.333).

La onicolisis forma separación entre la uña y ellecho ungueal usualmente distal o lateral. Es unacaracterística de muchas condiciones, tanto sis-témicas como locales. El problema puede ser enun dedo o ser generalizado. La onicolisis en lospies es diferente de aquella en las manos porque

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Figura 5: Onicogrifosis.Fuente:https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biw=1366&bih=657&tbm=isch&sa=1&ei=RCyRXKq5AsKAccesado en 19mar. 2019.

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no hay causa ocupacional evidente, excepto enalgunos casos raros, hay menos daño relaciona-do con los cosméticos. Las dos mayores causascoinciden comúnmente con la onicomicosis y elmicro trauma en los pies (PERAL, A.T.R .; MARIA-NO, F.G., REIS, M.C., SILVEIRA, M.F., 2016, p.29).

La separación distal o lateral de la uña dellecho ungueal. La parte separada aparece decolor blanquecino o amarillento, debido a la pre-sencia de aire debajo de la uña y por la acumula-ción de desechos, descamación (VIANA, 2013,p.27).

2.8 Callo Subungueal

La presión constante del cuero del calzado con-tra los bordes medios y laterales de los dedos,principalmente del Hallux, causa la formación decallos - dispositivos de defensa del cuerpo paraevitar la penetración de la lámina, el rompimien-to de la piel o la formación de burbujas acuosasPIEDADE, 2002, p.102).

Se desarrolla debajo de la uña pudiendo produ-cirse en cualquier parte del lecho formandohiperqueratosis (VIANA, 2013, página 23).

Es consecuencia de un proceso de hiperquera-tosis subungueal, principalmente debajo de laporción distal al margen ungueal, en virtud deuna deformidad ósea o una anormalidad en lafunción de los pies. Se puede enuclear mediantela remoción de la porción ungueal correspondien-te, con la extirpación del tejido hiperqueratósico(BARAN, NAKAMURA, 2011, p.79).

El nombre es debido al hecho de que ese callose forma bajo la uña. Cuando la lámina ungueal

presiona constantemente el lecho debajo de ella,el callo nace para proteger la piel contra esa fric-ción intensa. La excesiva presión de la uña sobresu lecho es provocada por el uso de calzados depico bajo y fino (COELHO, 2018, p. 16).

Puede ser congénita o adquirida y ocurre porhiperplasia epitelial de los tejidos subunguealesen razón de enfermedad cutánea exudativa o porenfermedades crónicas inflamatorias que involu-cran a la región, incluyendo las infecciones fúngi-cas (SILVA, 2000, p. 627).

Para quitar el callo, utilice bisturí nuclear estre-cho o bisturí descartable n° 15, haciendo incisio-nes cuidadosas primero en la superficie externadel pliegue y luego en el interior del surcoungueal, tirando de abajo hacia arriba toda laqueratina desprendida (PIEDADE, 2002, p.104) .

2.8.1 Hiperqueratosis subungueal

Una anomalía caracterizada por la acumula-ción de detritos córneos bajo la uña. Produce elestrangulamiento del lecho, altera el formato, lacoloración, los tejidos alrededor de la uña ycausa dolor (VIANA, 2013, p.23).

2.9 Callos y callosidades

Los callos, callosidades e hiperqueratosis seoriginan de fricciones con repeticiones en unadeterminada región de los pies. Estas regiones,cuando sometidas a traumas mecánicos externos(fricción en el calzado, sandalia) muchas vecesasociadas a deformidades óseas, resultan en elestímulo y formación de células de defensa, en elintento de proteger el tejido subcutáneo o partesblandas de esas agresiones, apareciendo enton-ces las queratosis (callosidades, callos) (CORDEI-RO, 2000, p.6).

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Figura 6: Onicolisis.Fuente: https://pt-br.facebook.com/rsette.7/pho-tos/onic%C3%B3lise-descolamento-da-placa-em-rela%C3%A7%C3%A3o-ao-leito-ungueal-comum-em-infec%C3%A7%C3%B5es-p/1057622570992302/Accesado en 20mar. 2019.

Figura 7: Callo subungueal.Fuente: https://www.facebook.com/SHIR-LEYREGINACARRIER/photos/a1513126362268152/1695520837362036/?type=3&theaterAccesado el 19 de marzo. 2019.

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El callo no es más que la defensa de nuestroorganismo para proteger los tejidos de las capasinferiores de la piel. La epidermis -capa másexterna-, al ser agredida, reacciona con un engro-samiento de la piel, provocando la muerte deltejido y muerte celular, generando el callo o callo-sidades (COSTA, 2013, página 13).

Callos y asperezas son un problema común envirtud de la presión ejercida en ciertas áreas delos dedos y en la parte delantera de los pies.(KEET, 2010, p.57).

Son espesamientos de la piel, una acumulaciónde queratina (proteína) sustancia que forma lacapa superficial y más resistente de la epidermis.Causas: estímulo, fricción, uso inadecuado decalzados, vicios de postura, problemas ortopédi-cos, obesidad, presión, productos químicos, etc.Cuando aparezcan, pueden ser de forma igual ocon fisuras, por pérdida de la elasticidad de lapiel. Puede aparecer en un solo pie o en los dos,en los dedos, en los laterales, total o parcialmen

te (VIANA, 2013, p.14).Comencemos por los callos. No todo el mundo

sabe, pero a medida que envejecemos, nuestrospies aumentan. Sin embargo, seguimos usandoel mismo tamaño de zapato, lo que puede causarincomodidad y hasta callos debido a la friccióncon la piel. Normalmente, los callos ocurrendebido al uso de calzado inadecuado o de lapráctica de alguna actividad deportiva o profesio-nal que pueda resultar en presión constante enlos pies (COSTA, 2013, página 13).

Se entiende por callosidad una formación exa-cerbada de queratosis diseminada a nivel de laepidermis (piel). Sus signos y síntomas aparecencomo espesamiento de la capa córnea, pero noalcanza tejidos más profundos ni hay formaciónde "núcleo", pues, en muchos casos, eliminandolos factores causales y una buena hidratación dela piel, se obtienen buenos resultados (CORDEI-RO, 2000, p.4).

Los callos son consolidaciones de queratinaantigua, revestidas de espesamiento queratiniza-do más blando en la estructura de la epidermis.Son patologías de fricciones y presiones conti-nuas sobre el mismo punto de la piel, hacia laestructura ósea. Presionados entre los huesos yel calzado, los tejidos musculares se estrechan ytienden a romperse (PIEDADE, 2002, p.75).

El callo tiene aspecto circular, espeso y el tejidohiperqueratósico se forma en respuesta a la fric-ción y presión excesivas sobre la piel. Tiene bor-des definidos y se puede observar dentro de lalesión un "núcleo". Sin embargo, Cordero (2000),los callos, también denominados helomas, estánpresentes en muchas atenciones envolviendo elpie del anciano, principalmente el llamado piereumático (VIANA, 2013, p.15).

Los callos se pueden clasificar por:• Su ubicación: plantares, en los dedos, entre

los dedos, dorsales, debajo de las uñas y alrede-dor de las uñas.

• Sus características: millares, vasculares, neu-rovasculares e infiltrados.

• Las callosidades se pueden clasificar en: sim-ples, Infiltradas, fisuradas (ALVAREZ, 2010, p.7).

Sin cuidados especializados, un simple callo setransforma en un callo con núcleo. "El núcleo delcallo es un área central circular, de color amari-llento y formato cónico (de fuera hacia adentro)."Causa mucho dolor, debido no sólo a la presiónconstante y consecutiva sobre él, sino principal-mente por el hecho de estar presente en unaregión rica en terminaciones nerviosas y compri-mir el nervio, causando dolor e infección", explicaUania Hauly, técnica en Podología y responsablepor la Clini-Pé, en Curitiba (COSTA, 2013, página13).

Las callosidades son espesamientos de superfi-cies cutáneas del pie, con un espesamiento delárea más extendida superficialmente, que en pro-fundidad (LIMA, M.A., 2010, p.18).

Callosidades profundas pueden bloquear elflujo de energía y provocar inflamación o conges-tión en la parte del cuerpo representada por losreflejos en esa área (GILLANDERS, 2008, p.31).

Las callosidades difieren de los callos por sermás extensas. Reciben una presión excesiva obiomecánica anormales. No tienen núcleo y pro-vocan a menudo fisuras en la piel. La lesión gene-ralmente es difusa y se localiza en la región plan-tar, más precisamente debajo de las cabezas delos metatarsos y región calcárea (VIANA, 2013,página 15).

2.9.1 Tratamiento en el anciano y/o prevención

Ingerir agua es importante para regular lahidratación, reduciendo o amenizando las callo-sidades. El estado emocional también altera elnivel de hidratación, contribuyendo a la forma-ción de callosidad. Se observa que los portado-res de callosidades beben poca agua y que lasmujeres presentan mucho más callos que loshombres (PIEDADE, 2002, p .75).

Hay varios tipos de tratamientos para callos,callosidad o hiperqueratosis. El podólogo es elprofesional del área de la Salud con habilitacio-nes técnicas y legales para tratar de enfermeda-des superficiales de los pies y las uñas y, sinembargo, éste debe siempre estar actualizadocon los avances científicos de la profesión, a finde proporcionar un mejor tratamiento para cadasituación que aparezca en su consultorio, bus-

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cando siempre la satisfacción de su clientela(CORDEIRO, 2000, p.8).

El tratamiento consiste en una limpieza y exfo-liación profunda para retirar las células muertas(VENTURI, 2009, p.22).

Aceite de castor frotado dos veces al día en elárea afectada suaviza los callos o excrecencias,para poder arrancarlos con los dedos (GILLAN-DERS, 2008, p.48).

El tratamiento de los callos duros consiste endesbridamiento cuidadoso sin llegar al tejido nor-mal. El desbridamiento agresivo puede causarinfección secundaria, que debe evitarse en lospacientes con diabetes mellitus o deterioro vas-cular (FREITAS, PY, 2013, p.1176).

El tratamiento incluye el uso de calzado denúmero correcto, plantilla o remoción de la pielendurecida. Fricción con piedra pómez o hume-decer el pie dos veces al día puede ayudar a eli-minar callos (KEET, 2017, p.87).

Los callos son removidos mecánicamente, porinstrumentación, debiendo ser retirados elnúcleo, los residuos y detritos resultantes.Estando el paciente debidamente higienizado ydespués de efectuada la aplicación del emolienteadecuado, se inicia el procedimiento de remo-ción. Se utiliza bisturí desechable número 20 y21 para remover los mayores y bisturí nuclearestrecho para extirpar el núcleo (PIEDADE, 2002:76).

2.10 Tinea Interdigital (Sabañones)

Se caracteriza por la presencia de lesiones des-camativas, blanquecinas, de intensidad variable,localizadas en los espacios interdigitales, pudien-do extenderse hacia áreas subdigitales y otroslocales de los pies. Su curso es crónico y puedeasociarse al mal olor por contaminación bacteria-na (VIANA, 2013, p.16).

La tinea de los pies es causada principalmentepor E.floccosum, T. mentagrophytes y T. rubrum.Se presenta de tres formas clínicas: tinea interdi-gital, que puede ser aguda o crónica, tinea enmocasín, que es la forma crónica con descama-ción difusa del pie; y tinea inflamatoria, con vesí-culas (LOPES, 2006: 476).

La tinea de los pies se localiza en los espaciosinterdigitales, en la planta y en el borde. Es cons-tituida por vesículas y pústulas que revientan,secan, descaman, a lo que suceden maceración,fisuras, hiperqueratosis y alteraciones de lasuñas. La evolución es, en general, cíclica, conexacerbación en el tiempo cálido y tendenciahacia la cronicidad (ESTEVES, CABRITA, NOBRE,2005, p.460).

Los conocidas sabañones (tinea interdigital)son ocasionadas por la humedad entre los dedos,por no haber sido secados correctamente des-pués del baño, y también por el sudor causadopor el uso de calzados sintéticos o de medias sin-téticas (SIQUEIRA; GOES, 2010, p. 0,10).

Similarmente, podemos citar el caso del saba-ñón, o "pie de atleta". Causada por el hongoTricophyton, es de fácil contagio, esta lesión esmuy común. La terapia consiste en mantener laasepsia preconizada al tratamiento (TRAJANO,2007, p.11).

El tratamiento se basa en la aplicación local decremas con fármacos de acción contra los hon-gos, llamados genéricamente de antimicóticos,añadiendo por vía oral medicamentos de lamisma acción (FERRON, RANCAN, 2007, página80).

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Figura 8: Calos.Fuente: https://tse1.mm.bing.net/th?id=OIP.qWb9DIQB5jCNqemCxdg0rQHaFj&pid=ApAccesado el 01 dic 2018.

Figura 9: Callosidades.Fuente: http://2.bp.blogspot.com/3maio0_eEZc/1600/157092_1522114609735_1140675275_31103283_135242_n%255B1%255D.jpgAccesado el 01 dic 2018.

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2.11 Tinea Pedis (Pie de atleta)

Aunque no es en sí una enfermedad, el pie deatleta representa todo un conjunto de síntomasque en general incluye descamación entre losdedos, picazón y debilitamiento del tejido. Puedeser de inicio resultado de hongos, pero cuando sevuelve crónico, engrosa la piel, proceso a que serefiere el nombre de hiperqueratomicosis. El piede atleta ocurre más a menudo en los hombresque en las mujeres; a veces no es más que unproblema local, pero también puede ser conse-cuencia de alergias, sobredosis de drogas o que-maduras solares (GILLANDERS, 2008: 48).

Infección muy común y está entre las tres másfrecuentes de todas las enfermedades cutáneasdel pie (VIANA, 2013: 16).

La tinea pedis está relacionada con la humedadde los pies, contacto con suelos de lugares públi-cos, uso colectivo de medias y de calzados, entreotros motivos (SIQUEIRA, GOES, 2010, p.10).

Se describen tres formas: aguda, intertriginosay crónica (VENTURI, 2009, p.23).

El pie de atleta, como es conocido Tinea Pedis,es una inflamación causada por hongos y es másconocida como sabañon. Esta podopatología secaracteriza por la picazón en el lugar, el cambioen la coloración de la piel, a veces dolores y malolor. Para evitar, seque bien entre los dedos des-pués del baño y antes de colocar las medias.Siempre haga también la higienización correctade sus pies y calzados (MELO, 2019, p.15).

El sudor contiene normalmente alto contenidode proteína, en la cual el virus responsable delpie de atleta se desarrolla en abundancia. Amenudo, una atención mayor a los procesosexcretores del cuerpo, en forma de ejercicios,

baños calientes y fríos, y fricciones le dan al cuer-po la oportunidad de eliminar sus residuos porlos canales adecuados, haciendo que el proble-ma desaparezca (GILLANDERS, 2008, p. ).

El pie de atleta a veces se cura sin medicacióny, en la mayoría de los casos, responde bien a lasdrogas antifúngicas prescritas por un médico.Los cuidados adicionales incluyen cambiar fre-cuentemente las medias, enjuagarse bien entrelos dedos, evitar compartir el uso de toallas y cal-zar zapatos bien ventilados (KEET, 2010, página85).

2.12 Fisuras / Grietas o hiperqueratosis

La fisura es la pérdida lineal de la epidermis yderme con paredes verticales y bien definidas(grietas de las manos y pies, intertrigo, eccemade la punta de los dedos) (VIANA, 2013, p.13).

Se conocen como grietas, hay casos leves, másfáciles de tratar, y los tipos más severos, quepueden conducir al dolor y al sangrado. En gene-ral, son provocadas por la falta de hidratación,pero hay lesiones causadas por patologías comodiabetes, hipertensión, obesidad, cardiopatíasdiversas o problemas vasculares (VENTURI,2009, p.23).

Espesamientos significativos, acompañados dedeshidratación plantar, normalmente son produ-cidos por factores como:

• La obesidad;• Bajo consumo de agua;• Desproporcionalidad entre pies y estatura;• Disminución del funcionamiento de las glán-

dulas sudoríparas;• Patologías dermatológicas y endocrinas (PIE-

DADE, 2002, p.106).

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Figura 10: Tenía Interdigital / sabañón.Fuente: https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biw=1366&bih=657&tbmAccesado en 19mar. 2019.

Figura 11: Tinea Pedis (Pie de atleta).Fuente: https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biw=1366&bih=657&tbm=isch&sa=1&ei=NSqRXOqGIJOG0Abu8rmoCg&q=Tinea+pedis&oAccesado en 19mar. 2019.

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Espesamientos acompañados de deshidrata-ción plantar pudiendo estar asociadas o no ahongos causantes de micosis plantar. Piel reseca,áspera, fisuras con sangrado o no y dolor son losprincipales signos / síntomas (VIANA, 2013,p.19).

Las fisuras en los talones pueden ser dolorosasy causar sangrado. El calzado abierto en el talónpuede agravar o ser la causa de este problema.Las patologías dérmicas como el eczema y lapsoriasis también pueden conducir a fisuras enel talón. La piel se vuelve más gruesa debido a lafricción (REFOSCO, I.S., SIMONE, I., SILVA, A.A,2015, p.6).

Las fisuras, o hiperqueratosis, en la mayoría delos casos, son causadas por falta de hidratación,tanto interna como externa, exceso de peso,entre otros (SIQUEIRA, GOES, 2010, p.10).

Además de los callos, las hiperqueratosis sonbastante corrientes en los pies de los ancianos.Sus causas son numerosas y muchas de ellasestán relacionadas con enfermedades de fondogenético (CORDEIRO, 2000, p.8).

El resecamiento de la piel, puede estar relacio-nado con el uso de zapatillas y problemas circu-latorios, donde puede haber fisuras. Es necesarioorientar en cuanto al uso del AGE (aceite de gira-sol), este mismo encontrado en los mercados,que es barato y de fácil acceso a todos, propor-cionando una hidratación ideal a los pies (BELO,2008, p.5).

La fisura o la grieta, pueden definirse como unapequeña fisura o una grieta en la piel callosa delas manos o de los pies causados por la pérdidalineal de la epidermis y derme, en el caso de lasáreas de pliegues de la piel. Son lesiones elemen-tales y forman parte del grupo de las “PérdidasTeciduales”. Provienen de la eliminación o des-trucción de los tejidos cutáneos causados básica-mente por la pérdida de la elasticidad de la piel(REFOSCO, I. S., SIMONE, I., SILVA, A.A, 2015,página 7).

2.12.1 Tratamiento en el anciano y/o prevención

De preferencia, el paciente deberá ingerir aguapura, evitando de esa forma que otros compo-nentes vengan a comprometer las sales minera-les en ella contenidas y que son fundamentalespara:

• Dar condición ideal al tráfico de informacio-nes neurológicas de los terminales nerviosos;

• Mantener el ciclo de descarte de la epidermisen un tiempo ideal (PIEDADE, 2002, p.106).

Hay muchas maneras de tratar las fisuras delos pies, entre ellas es el uso de la urea. La urea

promueve la hidratación cuando se utiliza en can-tidad adecuada, promueve las siguientes accio-nes en la piel: humectante, descamativa, antimi-crobiana, anti-inflamatoria, queratolítica (BEGA,2014, p.235).

Para tratar las fisuras, el podólogo indica elaumento del consumo de agua y de la hidrata-ción externa de los pies, con cremas adecuadas,además de la hidratación profunda a base deparafina, como primera providencia, siemprehecha por un especialista (VENTURI, 2009, p.23).

2.13 Verruga Plantar

A veces, las personas al caminar comienzan asentir un determinado puntito incómodo, gene-ralmente localizado en la región plantar próximaa los dedos. Este puntito comienza a doler leve-mente y a crecer, adquiriendo la forma de unpequeño callo, que llega a quedar enorme, cau-sando mucho dolor y serios compromisos a lapostura natural de andar (PIEDADE, 2002: 76).

La verruga es una enfermedad causada porvirus, se trata del virus del VPH (virus de papilo-mas humanos). El virus es el agente infeccioso yaconocido, no tiene metabolismo propio, necesitaotras células vivas para vivir y está presente en elambiente. (LIMA, 2010, p.4).

Las verrugas son alteraciones escamoprolifera-tivas causadas por el papiloma virus humano.Las verrugas son lesiones comunes en niños yadolescentes, aunque se pueden encontrar acualquier edad. La transmisión de la enfermedadgeneralmente implica el contacto directo entreindividuos o la autoinoculación. En general, lasverrugas son autolimitadas, retrocediendoespontáneamente dentro de 6 meses a 2 años.(KUMAR, ABBAS, ASTER, 2016, página 1202).

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Figura 12: Fisuras / Grietas o hiperqueratosis.Fuente: Https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biwAccesado en 19mar. 2019.

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La verruga es un área protuberante de la piel,debido al crecimiento de las células de las que eltejido epidérmico se compone (KEET, 2010, pági-na 85).

Tiene crecimiento endofítico, presentándosecomo lesiones planas con halo hiperqueratósicosiendo conocido popularmente como "ojo depez". (VIANA, 2013, página 18).

Las verrugas se diferencian de los callos comu-nes por presentar una rica red de capilares cercadel centro de la lesión. Además, como la verrugaplantar tiene como raíz las células virales, tanpronto como éstas son removidas, la patologíadesaparece por completo (COSTA, 2013, página13).

Los pequeños traumas como arañazos, lesio-nes provocadas al remover el eponiquio, despren-dimiento de la uña (onicolisis) y el acto de roerlas uñas (onicofagia) favorecen la penetración delvirus, éste infecta el tejido epitelial causando laverruga (LIMA, 2010, p. 4).

Las verrugas tienen una apariencia esponjosa,con pequeños puntos negros, rojos o marrones,son las venas por las que se alimentan, de ahíque sean más dolorosas al pellizque que a la pre-sión. Las lesiones están delimitadas con unpequeño anillo o borde alrededor de cada verru-ga una forma de separación de la piel circundan-te. En algunas ocasiones las verrugas proliferantanto que representan una amplia lesión que sedenomina mosaico o placa verrugosa (ALVAREZ,2010, página 10).

La distinción entre verruga plantar y callorequiere un análisis más técnico, para prevenir elagravamiento de las patologías y, por supuesto,la ineficacia de un eventual tratamiento inade-cuado. No trate de resolver el problema solo, conrecetas caseras: busque un podologista, profe-sional de la salud apto para la prevención, diag-nóstico, tratamiento y rehabilitación de las pato-logías de los pies. Él sabrá cuál es el problema, ycuál es la mejor manera de deshacerse de él(COSTA, 2013: 14).

A menudo son muy dolorosas, dificultando ladeambulación, presentando pápulas hiperquera-tósicas, puntos negros (vasos trombosados vas-cularización de la verruga), ásperas, únicas omúltiples con interrupción de las líneas normalesde la piel (VIANA, 2013, p. 17).

2.13.1 Tratamiento en el anciano y/o prevención

El tratamiento se refiere a la destrucción de laslesiones, que puede ser hecha por varios méto-dos (LOPES, 2006: 500).

La remoción del núcleo de la masa de la viralno podrá ser hecha como la del núcleo de un

callo, pues hay peligro de contagio, Siendo losmismos bisturís indicados para la remoción decallos de cualquier naturaleza, retire la mayorcantidad posible de material, sin causar lesión enlos vasos aparentes, creando sangrados. En casode que esto ocurra, haga una hemostasia presio-nando una compresa de algodón con agua oxige-nada por algunos minutos, hasta interrumpir elflujo hemorrágico (PIEDADE, 2002: 76).

Es necesario hacer el desbaste del callocomúnmente formado sobre la VERRUGA PLAN-TAR para tener certeza del diagnóstico. Es impor-tante no confundir la VERRUGA PLANTAR con elCALLO (LIMA, 2010, p.4).

Su tratamiento es muy variado, pero la comple-ta colaboración entre el paciente y el Podólogo esfundamental para obtener un resultado satisfac-torio, recordamos que tiene tratamientos basa-dos en la auto-sugestión, que en la actualidadtiene cierta lógica, ya que existen estrechas rela-ciones, cada vez más evidentes entre el sistemainmunológico y el sistema neurológico (ALVAREZ,2010, página 13).

2.14 Psoriasis

La onicomicosis debe diferenciarse sobre todode la onicopatía psoriásica. En esta suelen afec-tarse varias uñas de forma simétrica y, ademásde la onicolisis, suele tener piqueteado ungueal.Si se sospecha la existencia de psoriasis, se deberealizar un examen de toda la piel en busca delesiones específicas. En el apartado tratamientose dan pautas de cómo deben tratarse las onico-micosis (TORRENS, MIRALLES, 2011, página22).

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Figura 13: Verruga Plantar.Fuente: https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_=657&tbm=isch&sa=1&ei=TOOYXJWMKbLX5OUP086u4Ao&q=verrugas+planta-res+&oq=verrugas+plantares+&gs_l=img.Accesado en 25mar. 2019.

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En el liquen plano puede ocurrir el acometi-miento de las 20 uñas, o de apenas algunas quetoman el aspecto distrófico, pero el signo carac-terístico es el pterigium. El tratamiento puederealizarse con acetato de triaminoloma intramus-cular de 0,5 a y m/kg una vez al mes, hasta seismeses después de que la mitad de la uña estécurada (KEDE, SABATOVICH, 2009, página 324).

Enfermedad de piel incurable, no contagiosa,crónica, hiperproliferativa de la piel, de causagenética/hereditaria y/o emocional. Se manifies-ta con la inflamación en las células de la piel, lla-madas queratinocitos provocando el aumentoexagerado de su producción, que se va acumu-lando en la superficie formando placas rojizas deescamación blanquecinas o plateadas. Esto enmedio de un proceso inflamatorio e inmunológi-co local (VIANA, 2013: 16).

El patrón normal de la enfermedad son irrup-ciones ocasionales seguidas por períodos deremisión. La psoriasis puede ser hereditaria yresulta de un rápido crecimiento de las células enla capa externa de la piel, produciendo manchasque se extienden por una vasta área (KEET, 2010:248).

Recomendar que aplique diariamente hidratan-tes para mejorar la elasticidad de las placas,tomar el sol sin quemarse y apoyo psicológico. Eltratamiento de la onicopatía psoriásica es pocoefectivo (TORRENS, MIRALLES, 2011, página22).

El tratamiento de la psoriasis ungueal es amenudo desalentador, y debe tener en cuenta laextensión de la participación de los dígitos, elestilo de vida del paciente y la presencia decomorbilidades (KEDE, SABATOVICH, 2009, p.328).

2.15 Hallux Valgus (Juanete)

A menudo, los podólogos atienden a personasportadoras de juanetes (hallux valgus) - deformi-dad que alcanza los dedos más grandes de lospies, aproximando sus extremidades y alejandola articulación principal de la estructura del pie.Se forma un enorme volumen proyectado haciafuera, creando callosidades, dolores e incluso elrompimiento de la piel, además de la intensa difi-cultad para caminar y usar calzados. Casos cró-nicos, muy antiguos, pueden requerir cirugía(PIEDADE, 2002, p.135).

Progresividad, hay el aumento de la convexidadtransversal, tendiendo al pinzamiento de los plie-gues ungueales. La deformidad en pinza de lauña lleva a una relación anormal entre el primermetatarso y el Hallux (Hallux Valgus). El creci-miento de la uña se vuelve doloroso y, en el ancia-no, asociado a la disminución de la circulaciónarterial, propiciando desde infecciones hasta lagangrena (KEDE, SABATOVICH, 2009, p.325).

Esta deformidad tiende a ocurrir entre perso-nas que utilizan calzado de tacón alto o de picofino, pero la osteoporosis y una predisposiciónhereditaria son factores de riesgo (DRAKE, VOGL,MITCHELL, 2005, 565).

En el caso de que se produzca un aumento dela anchura del antepie, la fricción constante conel calzado llevando a la región la inflamación,edema y eritema extremadamente dolorosa,puede ocurrir con frecuencia callo y callosidad(BOMBONATO, JUSTINO, JUSTINO, JUSTINO,2009, p. 75).

El primer metatarso se desvía hacia adentro yel Hallux hacia fuera, causando un síndrome deinsuficiencia del primer rayo. Una deformidadprogresiva:

• Hallux flexus - Hallux se desvía hacia abajo.• Hallux extensus - Hallux se desvía hacia arriba

(VIANA, 2013, p.11).

El hallux valgus ("juanete") se suma a las causasantes citadas y provoca una fricción excesiva enla cara interna del primer dedo, destruyendo lospliegues laterales y favoreciendo el crecimientovertical de la hoja (TORRENS; MIRALLES, 2011,p.16).

En algunos, pero no en todos los casos, la bolsalocalizada encima de la articulación del dedogrande se inflama e hincha, empujando ese dedohacia debajo de los dos más cercanos (GILLAN-DERS, 2008, p.48).

Los dedos encajados, sobrepuestos unos aotros, son otro ejemplo de imperfecciones quealcanza los pies. Desorganizándose en relación alformato natural del pie, acaban por quedar conun formato totalmente incompatible con los cal-

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Figura 14: Psoriasis plantar.Fuente: https://www.natalie-barney.com/o-que-e-psoriase-cura-sintomas-tratamento/Accesado en 25mar. 2019.

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zados usuales, generando incomodidad, dolor,callos y callosidades. No siempre la cirugíapuede corregir el problema, debiendo el portadoradaptarse al uso de calzados adecuados al nuevoformato que los pies adquirieron (PIEDADE,2002, p.135).

Esta deformidad favorece la inflamación de labursa localizada en el lado interno del Hallux pro-duciendo bursitis, que provoca dolor y dificultadpara usar cierto tipo de calzado. Alcanza princi-palmente a las mujeres y su incidencia aumentacon la edad, puede progresar desplazándosehacia otros dedos (PERAL, A.T.R., MARIANO, F.G.,REIS, M.C., SILVEIRA, M.F., 2016, página 30).

Síntomas:• Se desarrolla una prominencia dura en el

borde externo del pie, en el Hallux.• Enrojecimiento, edema, dolor local o alrede-

dor de la articulación metatarso-falángicas.• Callosidades u otras irritaciones causadas al

sobreponer un dedo sobre el otro.• Movimiento limitado o doloroso del Hallux

(ALVAREZ, 2017, p.14).

La terapia incluye el uso de zapatos bien ajus-tados, la aplicación de una almohadilla protecto-ra para aliviar la molestia y, como último recurso,la cirugía de remoción (KEET, 2010, p.86).

El dolor es el factor principal que indica la ciru-gía. En líneas generales, se busca agrupar lascirugías en seis tipos, teniendo en cuenta todoslos factores ya enumerados (HEBERT, 1998,p.304).

2.16 Deformidades en los dedos

Todos estos tipos de deformidades pueden pre-sentarse de forma rígida o flexible, y esto debe

ser evaluado por un ortopedista para orientarmejor el método de tratamiento a ser utilizado. Elcambio de tipo de calzado, aparatos de conten-ción y dediles de silicona son métodos conserva-dores que pueden aliviar los síntomas, pero nocorregir las deformidades (PERAL, ATR, MARIA-NO, FG, REIS, MC, SILVEIRA, MF, 2016, p.29).

Esta atrofia también puede alterar la biomecá-nica y favorecer la aparición de dedos en garra omartillo y puntos de hiperpresión, que acabanresultando en callos. Se debe tratar de aliviar lapresión y la fricción con el uso de protectores yplantillas apropiadas, además de un descensoleve, evitando sensibilidad en el lugar (BELO,2007: 14).

Otra patología derivada de la pérdida de lacapacidad de visión son las deformidades de lasfalanges (dedos en forma de garra/martillo). Conla visión comprometida, el anciano pasa a equili-brarse con la región del antepie, causando laatrofia de las falanges (SIQUEIRA, GOES, 2010,p.10).

2.16.1 Dedos en Martillo

Se produce cuando tiene una elevación de laprimera falange, la segunda y la tercera estáncaídas, o casi horizontales. Hay un callo dorsalcon higroma por presión en la articulación deldedo. Al caminar se produce, generalmente, otrocallo en la pulpa del dedo y otro plantar por pre-sión de la cabeza del metatarsiano (ALVAREZ,2017, p.22).

Se forman callos en el dorso de las articulacio-nes interfalángicas flexionadas. La falange proxi-mal con frecuencia sufre subluxación a partir dela cápsula que queda excesivamente alargada, ylas cápsulas y tendones del lado flexionado(superficie plantar) se contraen (CAILLIET, 2005:186).

El tratamiento del dedo en martillo incluye ejer-cicios, uso de calzados adecuados o abiertos enel nivel de los dedos, uso de elementos para pro-teger las articulaciones y la cirugía para corregirla mala alineación (TIMBY, SMITH, 2005: 1107).

2.16.2 Dedos en Garra

Es la deformidad más compleja y se presentacon la hiperextensión (hacia arriba) de la articu-lación que une el dedo al resto del pie y de la fle-xión (hacia abajo) de la articulación del mediodel dedo. Esta deformidad ocasiona dolor plantaren la porción frontal del pie y callosidades muydolorosas en el dorso de los dedos acometidos,pudiendo incluso imposibilitar el uso de calzadoscerrados o con suelas finas y rígidas (PERAL,ATR, MARIANO, FG, REIS, MC, SILVEIRA, MF,2016, p.30).

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Figura 15: Hallux Valgus - Juanete.Fuente: https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&tbm=chips=q:halux+valgo,online Accesado en 19mar. 2019.

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2.17 Reflexología - calidad de vida para ancia-nos

2.17.1 Introducción a la reflexología

La reflexología es la técnica de aplicar presiónsuave en áreas reflejas en los pies y en las manospara promover un estado de relajación profunday estimular los procesos curativos del propiocuerpo. La terapia natura, también puede esti-mular el flujo de energía vital, fortaleciendo elsistema inmunológico y dejando la mente másserena en un cuerpo más fuerte (KEET, 2010,p.8).

La reflexología puede beneficiar a jóvenes yancianos, hombres y mujeres, observándose hoyun creciente interés por ese tipo de terapia natu-

ral. Muchos pacientes recurren la reflexologíacuando todo lo demás falló (GILLANDERS, 2008,p.6).

Tocar los pies, raramente lo hacemos. Algunaspersonas incluso ponen calcetines y zapatos sintocar los pies. La reflexología nos trae algo muydiferente de nuestra vida cotidiana: el toque enlos pies. El toque es esencial para el ser humano.Sin el toque el hombre no vive plenamente (FELI-CIANO, CAMPADELLO, 1999, p.26).

Un tratamiento con la reflexología no debe sertomado como una terapia puramente mecánica.En el transcurso del tiempo de tratamiento, lasauras del paciente y del terapeuta entran en con-tacto. Si son sensibles a eso, los terapeutas pue-den ser capaces de sentir al paciente y detectarproblemas y bloqueos de que éste no puedehablar. Este conocimiento puede ayudar muchocuando se intenta devolver la armonía a una per

sona (WILLS, 2018, p.50).La Reflexología Podológica (también llamada

Podal) tiene su campo de acción en los pieshumanos, pero debido a la existencia de puntosreflejos en otras zonas del cuerpo susceptiblesde ser tratados, es que tiene lugar: laAuriculoterapia, (donde la imagen corporal seencuentra proyectada en el pabellón auricularpor lo que la práctica se realiza en la oreja), laReflexología Facial (aplicada desde el rostro), deEspaldas, de Abdomen, y la de Mano (tambiénllamada Holograma de la Mano), entre otras(CAPECCHI, 2012, p.27).

El objetivo de la reflexología es corregir los tresfactores negativos implicados en el procesosalud-enfermedad que son: inflamación, conges-tión y tensión, pues los cuadros inflamatorios ycongestivos acarrean enfermedades y la tensiónafecta el sistema inmunológico (SANTO, DIOS,IZIDORO, LORENA, 2013, 1871).

Beneficios del masaje en el pie:• Mejora la circulación;• Reduce la hinchazón y el edema, sobre todo

alrededor de los tobillos;• Alivia y previene calambres;• Reduce la rigidez y mejora la flexibilidad del

tobillo y de las articulaciones de los dedos;• Trata todo el cuerpo. De acuerdo con la refle-

xología, todos los órganos y partes del cuerpo seencuentran en miniatura en los pies;

• Elimina las toxinas (BROWN, 2001, p.44).

2.17.2 Reflexología para ancianos

La reflexología es un tratamiento muy eficazpara quien ya está en la edad dorada, proporcio-nando una sensación de bienestar y restaurándo-le el equilibrio. Puede ayudar también en el aliviode dolores e incomodidades, además de mitigar

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Figura 16: Dedo Martillo.Fuente: https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biw=1366&bih=657&tbm=isch&sa=1&ei=18OSXIPvDbDF5OUPotSuaA&Accesado en 20mar. 2019.

Figura 17: Dedo en Garra.Fuente: https://www.google.com/search?rlz=1C1GGRV_enBR751BR751&biw=1366&bih=657&tbm=isch&sa=1&ei=3cOSXN2kAoid5OUPicSd0Ak&q=DEDO+em+garraAccesado en 20mar. 2019.

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los síntomas de las enfermedades crónicas.Recuerde siempre que, en el nivel más básico, lareflexología estimula la circulación, lo que esmuy importante para los ancianos (KEET, 2010:336).

A medida que envejecen, tanto hombres comomujeres pueden ser víctimas de presión arterialalta, angina de pecho y problemas cardiacos, asícomo de dolores reumáticos, muchos ancianosse someten regularmente a tratamientos de refle-xología no sólo a causa de condiciones médicasespecíficas, sino también para preservar la saludla salud y la vitalidad por el máximo tiempo posi-ble (GILLANDERS, 2008, p.20).

El creciente uso de medicamentos y sus reper-cusiones en la salud del anciano muchas vecesllevan a eventos adversos frente a las peculiarida-des de su organismo frente al proceso de enveje-cimiento llevando la necesidad de investigacio-nes enfocando la efectividad de prácticas no far-macológicas como complementarias al trata-miento alopático, como es el propósito de estainvestigación cuyos hallazgos nos permiten pro-ferir que las prácticas con masaje, como la refle-

xología (SANTO, DIOS, IZIDORO, LORENA, 2013,p. 1872).

La reflexología busca al cuerpo lo que necesita- más energía, un sistema orgánico más eficiente,una memoria mejor o un estado de espíritu másjovial. A medida que envejecemos, nuestras ener-gías internas se ven afectadas por la mala postu-ra, la alimentación inadecuada, la contamina-ción, las enfermedades, los pensamientos nega-tivos, las preocupaciones y el estrés. Esto todobloquea el flujo energético por el cuerpo, produ-ciendo aún más toxinas (KEET, 2010, p.95).

El GM recibió el masaje de reflexología podaluna vez a la semana, durante 45 minutos, duran-te 8 semanas. El GC recibió el masaje después delas 8 semanas. Las participantes fueron evalua-das antes y después de 8 semanas en cuanto a lasensibilidad podal; miedo a caer, velocidad de lamarcha y movilidad funcional. Después de 8semanas de masaje de reflexología podal, nohubo alteración significativa en relación a la fun-cionalidad, sensibilidad y miedo de caer enancianas de la comunidad (RODRIGUES, SAN-TOS, SILVA, LISSA, STURIÃO, STELMACH, 2018,p.14).

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Figura 18: Mapa de Reflexología de los Pies.Fuente: https://casaerepouso.com.br/bem-estar/massagem-em-idosos-conheca-os-pontos-de-pressao/Accesado el 28 mar. 2019.

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3. CONSIDERACIONES FINALES

Vivimos en un mundo de altas tecnologías, deagilidad de informaciones y buscando siemprevivir más y mejor. Para ello, los cuidados básicosde higiene, hábitos alimenticios y perfecciona-miento de la mente, son una de las principalesacciones en la búsqueda de calidad de vida alenvejecer.

Así, si tenemos cuidado de nuestra salud a lolargo de la vida, podremos llegar a la terceraedad con más calidad.

Pero los pies a lo largo de nuestra caminata seolvidan de cuidado y preocupación.

Verificamos que con el paso de la edad, los piessufren con las cargas generadas por el propiocamino de la vida y necesitan cuidados especia-les. La mayoría de los ancianos presentan dificul-tades físicas o visuales, lo que impiden cuidarsolo de los propios pies y las uñas.

También la medicación ingerida por el ancianoal pasar de los años y añadida a otras enferme-dades que pueda padecer, contribuye y muchopara que otros órganos del cuerpo, como piel yuñas sean perjudicados.

Se puede decir que el objetivo de la podología,en ancianos, es el estudio de las alteraciones enlos pies causados por el envejecimiento naturalde los años vividos. El papel fundamental está enla orientación del anciano, familia y cuidadores,pudiendo además encaminar a médico especia-lista los casos necesarios.

Con tratamiento adecuado y seguimiento dia-rio, prevención y ayuda profesional, el ancianopodrá caminar y seguir con mucha más calidadde vida y bienestar.

Entonces, lo más importante es tener salud ycalidad de vida, todo anciano merece y necesitaatención especial y es obligación del podólogohacer cumplir a sus pacientes, independiente-mente de la edad, la prevención y el tratamientodebe ser claro a todos.

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