Revista Juridica 47 Desacato Ramírez

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    Nº47 - J UNIO 2011

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    N°47 - Junio 2011

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    Fiscal Nacional y Representante Legal:Sabas Chahuán Sarrás

    Encargado de la Revista Jurídica del Ministerio Público:Pablo Campos Muñoz

    Comité Editorial:Pablo Campos Muñoz

    Coordinador

    Sandra Luco CastroRicardo Mestre Araneda

    María Cecilia Ramírez Guzmán Manuel Zárate Campos

    Colaboradora: Andrea González Leiva

    La Revista Jurídica del Ministerio Público (ISSN N°0718-6479) es una publicación de laFiscalía Nacional de la Institución, continuadora del Boletín del Ministerio Público, cuyo primenúmero fue publicado en mayo de 2001. Durante su primer año de publicación, fue editadomensualmente. Durante el año 2002 lo fue cada dos meses y, en el 2003, el incremento delmaterial de difusión generado por la Reforma, forzó su edición trimestral, para fortalecer larecopilación y selección del material a publicar. Contiene 1.- Jurisprudencia; 2.- Comentarios d Jurisprudencia (artículos en que autores pertenecientes al Ministerio Público o externos analizaaspectos doctrinarios interesantes de fallos correspondientes al nuevo procedimiento penal) 3.- Artículos e Informes de autores pertenecientes al Ministerio Público o externos que analizandiversos temas de derecho, principalmente derecho penal y procesal penal, o se informa sobrdistintos aspectos relativos a la reforma procesal penal.

    Toda solicitud de canje o donación de la Revista debe dirigirse a la Biblioteca de la Fiscalía Nacional.

    Dirección: General Mackenna 1369, 2° piso, Santiago, Chile.E-mail: [email protected]

    eléfono: 965 9693

    Las sentencias publicadas en esta Revista, se encuentran diagramadas de acuerdo al estilo de edición la misma y sus textos son la transcripción de los originales, salvo cuando involucran a menores de eda víctimas de delitos de índole sexual o violencia intrafamiliar, o testigos cuya identidad no debe sdifundida, casos en el cuales los nombres de las víctimas y/o testigos y parientes, son reemplazados psus iniciales para resguardar su identidad.

    Las expresiones contenidas en los artículos publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autoreno representan, necesariamente, la opinión del Ministerio Público.

    El Ministerio Público autoriza la reproducción del contenido de esta publicación, siempre y cuando scite al autor, el número y año de la publicación y no se utilice para nes comerciales.

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    ÍNDICE

    PRÓLOGO

    I. MATERIAS DE INTERÉS GENERAL

    Fallos

    Recurso de queja acogido. Incumplimiento de acuerdo reparatorio: reanudacióndel procedimientoCorte Suprema

    Recursos de nulidad acogidos. Homicidio frustrado de scal, lesiones a personalpolicial. Dolo directo. estigos protegidosCorte Suprema

    II. DIVISIÓN DE ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS Y A LOS TESTIGOS

    Artículos

    Modelo de atención a víctimas y testigos Equipo OPA, División de Atención a Víctimas y estigos

    III. UNIDAD ESPECIALIZADA ANTICORRUPCIÓN

    Sentencias Comentadas

    Sentencia ribunal Oral en lo Penal de Arica que condena por los delitos defalso testimonio y presentación de medio de prueba falso en juicio José Luis Cortés Zepeda

    IV. UNIDAD ESPECIALIZADA DE TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS Y ESTUPEArtículos

    Justicia terapéutica y tribunales de tratamiento de drogas Ximena Marcazzolo Awad

    Sentencias Comentadas

    Comentario del fallo dictado en contra de la agrupación “Los Gaetes” y su

    análisis para determinar los elementos que conguran una asociación ilícitapara el narcotrácoRenzo Figueroa Aste

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    Fallos

    Exclusión de prueba. Valoración de la prueba por el tribunal oral. Validez de

    interceptaciones telefónicas. rascendencia del vicioCorte Suprema

    V. UNIDAD ESPECIALIZADA EN DELITOS SEXUALES Y VIOLENTOS

    Artículos

    Aportes criminológicos al esclarecimiento de delitos cometidos por delincuentessexuales en serieKaren Guzmán Valenzuela Aproximación fenomenológica de los delitos sexuales en Chile. La realidadnacionalFrancisco Maffioletti Celedón y Sofía Huerta Castro

    Fallos

    Recurso de nulidad acogido. Abuso sexual y producción de material pornográcoinfantil. Concurso de delitos. Ilicitud de la prueba. Principio de congruenciaCorte Suprema

    VI. UNIDAD ESPECIALIZADA EN LAVADO DE DINERO, DELITOS ECONY CRIMEN ORGANIZADO

    Artículos

    Los tipos penales de tráco de migrantes y trata de personas en la Ley20.507

    ania Gajardo Orellana y Angélica orres Figueroa

    Entidades de gestión inmobiliaria social y defraudaciones en la postulación yobtención de subsidios habitacionales Alejandro Litman Silberman

    VII. UNIDAD ESPECIALIZADA EN RESPONSABILIDAD PENAL ADOLEY VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

    Artículos

    Delito de desacato asociado a causas de violencia intrafamiliar y error deprohibición. Perspectiva de los tribunales con competencia en lo penal María Cecilia Ramírez Guzmán

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    PRÓLOGO

    En este nuevo número de nuestra Revista Jurídica ponemos a disposición de loslectores una variada selección de sentencias en torno a diversos temas, como unmuestra de jurisprudencia actual, referidosas a tópicos de relevancia jurídica y socisea porque se trata de tipos aún nuevos dentro de nuestro quehacer jurídico penal, ode gran complejidad, o ya sea por el impacto social que pueden llegar a provocar.

    Así es como se publica la sentencia dictada en un caso de agresión a un scal deMinisterio Público en una comitiva integrada por funcionarios de la Policía deInvestigaciones, que investigaba hechos delictuales en la zona del conicto mapuche, y en la cual la Corte Suprema se reere a un tema tan relevante como el de lamedidas de protección para testigos.Del mismo modo, y en la línea anunciada, también se presentan sentencias dicta-das por ribunales de Juicio Oral en lo Penal en un caso de asociación ilícita paracometer delitos de narcotráco, otra en un caso de falso testimonio y presentaciónde pruebas falsas, y una tercera en un caso de contexto de abuso sexual y produccióde material pornográco infantil.

    Fiel a la costumbre de esta publicación, se presentan estudios realizados por profesionales especializados, relativos a materias de gran interés jurídico, criminológico

    social.En este último contexto, destacamos especialmente en este número artículos queprofundizan en materias tan especícas como el delito de defraudación en la postulación y obtención de subsidios habitacionales, o en otras de gran sensibilidad sociacomo lo es el delito de tráco de migrantes y la trata de personas.

    ambién se publica un artículo que aborda materias del derecho penal general, enrelación a un ilícito concreto, como es aquél que versa sobre el error de prohibi-ción en el delito de desacato en contexto de violencia intrafamiliar, y otro que nospresenta aportes criminológicos en relación a delitos cometidos por delincuentessexuales en serie.

    Finalmente, se presentan en este número los aportes de dos de nuestras divisiones yunidades especializadas, concretamente de nuestra División de Atención a Víctima y estigos, que profundiza en el modelo que las distintas scalías del país siguen ela atención y servicios que prestan a sus usuarios, y de nuestra Unidad Especializaden ráco Ilícito de Drogas y Estupefacientes, cuya subdirectora aborda el tema dela Justicia terapéutica y los ribunales de ratamiento de Drogas.

    S ABAS C HAHUÁN S ARRÁSFiscal Nacional

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    Materias de Interés General

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    RECURSO DE QUEJA ACOGIDO. INCUMPLIMIENTO DE ACUERDO RREANUDACIÓN DEL PROCEDIMIENTO

    Tribunal: Corte Suprema

    Resumen:

    El objetivo del acuerdo reparatorio es el sometimiento efectivo y responsable a obligación contraída por el imputado con la víctima de satisfacer aquello a que sobligó; en el caso concreto, a pagar una suma de dinero, y no a formular un simplcompromiso nominativo a cuya ejecución quedará luego obligado el ofendido.Sin perjuicio del derecho que tiene la víctima de optar por ejecutar libremente eacuerdo ante el juez civil, le asiste también la facultad de pedir su revocación y dseguir adelante con el proceso penal, en cuyo decurso tiene también asegurada la idemnización de los daños civiles 1.

    1 Ver, en el mismo sentido, la sentencia citada en la Revista Jurídica N°46 de marzo de2011, p. 31.

    Texto Completo:

    Santiago, siete de abril de dos milonce.

    Vistos y teniendo presente:1° Que a fojas siete, comparece el Fis-cal Regional del Ministerio Públicopor la Región de las Araucanía,quien deduce recurso de queja contralos Ministros de la Corte de Apela-ciones de emuco, Sres. LeopoldoLlanos, Fernando Carreño y el Fis-cal Luis roncoso, por la resoluciónque dictaron el 18 de febrero del añoen curso, por la cual conrmaron lasentencia de 31 de enero de este año,dictada por el juez de Garantía de emuco, que rechazó la solicitud delente persecutor en cuanto a revocarun acuerdo reparatorio incumplido yjar nuevo día y hora para celebrar juicio simplicado, aceptando, en

    cambio, la posición de la defensa en

    orden a que tal acuerdo era irrevoca-ble y que lo procedente era el sobre-seimiento denitivo.

    Aduce que los jueces recurridoshan infringido en forma grave elartículo 242 del Código ProcesalPenal, puesto que el único efectopropio de esa norma, deriva del cum-plimiento del acuerdo reparatorio,tras el cual, se procede a pronunciarsobreseimiento denitivo.

    2° Que, informando los recurri-

    dos a fojas 19 señalan que tuvieronpresente que el Código no regula lasituación propuesta por el MinisterioPúblico, la que sí fue contempladapara el caso de la suspensión condi-cional del procedimiento, de modoque por tratarse de una medida queafectaría los derechos del inculpado y de acuerdo, además, a lo dispuesto

    en el artículo 5° de la compilación

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    procesal penal, no es posible accedera tal pretensión.

    3° Que según han expresado los mis-mos intervinientes, se jó audienciapara el día 28 de diciembre de 2010,en la que el inculpado pagaría a la víctima la suma de $29.000 comoacuerdo reparatorio, misma oportu-nidad en que se decretaría el sobre-seimiento denitivo, pago que no seconcretó en esa fecha, según ambaspartes reconocen.

    4° Que el alcance efectivo de lasnormas del artículo 241 y siguien-tes del Código Procesal en su textomodicado por Ley 20.074 de 14de noviembre de 2005 consiste ensuprimir brechas de impunidad exis-tentes, como la que acá se advierte,de dejar al arbitrio del imputado elpago de una obligación. El objetivodel acuerdo reparatorio es el some-timiento efectivo y responsable a laobligación contraída por el imputadocon la víctima de satisfacer aquello aque se obligó; en el caso concreto,a pagar una suma de dinero, y noa formular un simple compromisonominativo a cuya ejecución quedaráluego obligado el ofendido. al es larazón por la cual, sin perjuicio delderecho que tiene la víctima de optarpor ejecutar libremente el acuerdoante el juez civil, le asiste tambiénla facultad de pedir su revocación y de seguir adelante con el procesopenal, en cuyo decurso tiene tambiénasegurada la indemnización de losdaños civiles.

    La naturaleza de este tipo de acuerdo,está refrendada por la norma delartículo 247 del Código ProcesalPenal, que -producto de la modica-

    ción, antes anotada- ja suspensiónal plazo de la investigación, entreotros, en los casos en que se alcanzaacuerdo reparatorio, mientras éste nose cumple o hasta que se encuentredebidamente garantizado.

    5° Que, como se advierte, al resolvercomo lo han hecho, los ministros dela Corte de Apelaciones de emuco,han incurrido en grave falta que debeser subsanada por este medio.

    Y visto, además, lo dispuesto enlos artículos 545 y 549 del CódigoOrgánico de ribunales, se acogeel recurso de queja deducido enlo principal de fs. 7, por el FiscalRegional Subrogante del Ministe-rio Público de la Araucanía y, enconsecuencia, se deja sin efecto, laresolución impugnada de diecio-cho de febrero de dos mil once, queen copia se agregó a fs. 2 de estelegajo, y en su lugar se decide, quese revoca la resolución apelada detreinta y uno de enero de dos milonce, y en cambio se deja sin efectoel acuerdo reparatorio celebrado enla causa Rit 8901-2010 del Juzgadode Garantía de emuco, debiendojarse audiencia para la continua-ción del procedimiento, en los tér-minos solicitados por el MinisterioPúblico.

    Acordada con el voto en contra delos Ministros Sres. Künsemüller y Jacob quienes estuvieron por recha-zar el recurso de queja interpuesto,por considerar que se está denun-ciando como grave falta o abuso unacuestión de interpretación legal, loque corresponde a una facultad pri- vativa de los tribunales y respecto decuyo ejercicio, no es posible decir que

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    Materias de Interés General

    11FALLOS

    se haya incurrido en la infracciónque se reclama, al señalarse los razo-namientos que la sustentan, tal como ya lo ha resuelto de forma uniforme y reiterada esta Corte.Comuníquese lo resuelto a la Cortede Apelaciones de emuco y al Juz-gado de Garantía de emuco.

    Regístrese y archívese.Rol N°1777-11

    Pronunciado por la Segunda Salaintegrada por los Ministros Sres. Jaime Rodríguez E., Hugo Dol-mestch U., Carlos Künsemüller L.,Roberto Jacob Ch. y el abogado inte-grante Sr. Domingo Hernández E.

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    12FALLOS

    RECURSOS DE NULIDAD ACOGIDOS. HOMICIDIO FRUSTRADO DLESIONES A PERSONAL POLICIAL. DOLO DIRECTO. TESTIGOS PR

    Tribunal: Corte Suprema

    Resumen:

    Lectura de registros en el juicio oral

    El artículo 334 del Código Procesal Penal veda expresamente “incorporar o invocarcomo medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a registros u otros documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o Ministerio Público. El precepto reza “no se podrá”, lo que encierra una prohibicióncomo tal, su desconocimiento deviene en un acto nulo, por encontrarse proscrito poley. No se trata de una norma facultativa, de suerte que no puede quedar entregadaal libre albedrío de los litigantes la decisión acerca de si se acepta o no la valoracide un documento cuya incorporación no ha sido consentida por la ley.

    Declaraciones del imputado y coacción

    Desaparecido el ambiente hostil, un individuo con capacidad e inteligencia, pudo

    reclamar de inmediato por el trato vejatorio, por las lesiones, si alguna hubiese su- frido a propósito de la declaración, por el cansancio o las circunstancias en que puhaber sido forzado para declarar, sin que nada de ello se advierta en el juicio, y noresulta convincente una querella interpuesta con mucha posterioridad que no arribóa puerto y una lesión que no delató la defensa, sino que la reconoció la misma polic producida al tiempo de la detención, no de la interrogación.

    Consecuencias del exceso en la duración del período de detención

    Resulta improcedente procurar obtener la nulidad del procedimiento con la nalida

    de eliminar la declaración que un imputado prestó camino al Juzgado de Garantía,dado que de mediar exceso en el período de detención, se encuadra en el quebranto N°7° del artículo 19 de la Constitución Política, pero sin alcanzar ineludiblementela declaración del detenido, porque fue prestada en forma voluntaria y tal como enun instante aseguró que deseaba hacerlo porque no tenía participación en los hechotambién pudo negarse a proseguir hablando o alegar que prefería continuar en pre-sencia de un abogado.

    Denuncia de infracción de garantías en términos dubitativos

    Cualesquiera sean las circunstancias, no es dable analizar ni emitir pronunciamien-to respecto de una denuncia de infracción de derechos que se alza sobre cimientdubitativos, como un “quizás”, un “tal vez”, un “a lo mejor”.

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    13FALLOS

    Sobre los testigos protegidos: normas aplicables, protección en la legislación común. Justicación de su uso. Colisión de derechos

    El Código Procesal Penal reglamenta los testigos protegidos o con reserva de identidad en los artículos 307 y 308, y allí el legislador dispone que los dichos del testicomienzan con su individualización completa, sin perjuicio de las excepciones cotempladas en leyes especiales, para luego hacer una precisión relativa al domicilio ddeclarante y la necesidad de que siga en reserva si la revelación pública del mismo etraña peligro para él o para otra persona; y aun cuando el párrafo segundo se remitesólo al domicilio, el tercero, comprende también su identidad, al prohibir y penalizala divulgación en cualquier forma de la individualización del sujeto cuando se hahecho uso de ese derecho.

    Identidad y domicilio son dos cosas diferentes, de modo que si los legisladores quiron sancionar a quien divulgala identidad ordenada proteger, naturalmente, hanquerido amparar la identidad de un testigo. al conclusión está avalada y se mantie-ne dentro de los parámetros señalados en el artículo 308 del Código Procesal Penaque los legisladores quisieron segregar expresamente en precepto aparte, cuando autoriza al tribunal en casos graves y calicados para adoptar medidas especialestendientes a preservar la identidad del testigo que lo pida, las mismas que puede prohijar el Ministerio Público.La protección a los testigos no se restringe sólo a la etapa de la investigación, porqlas normas están ubicadas en el ítulo III del Libro II, que gobierna el Juicio Oraldel Procedimiento Ordinario; y, en seguida, porque el artículo 307 prescribe que “ePresidente de la Sala o el juez, en su caso,...” o sea, dicha protección se extiende tana los tribunales que funcionan colegiados, el ribunal de Juicio Oral en lo Penal,como al unipersonal, el Juez de Garantía.Las medidas de protección para testigos están reguladas en la legislación común qu gobierna la materia y la sola circunstancia que el tribunal en denitiva haya re-suelto descartar todas las acusaciones formalizadas sobre hechos tipicados en la L N°18.314, por considerar que se vericaron ciertas conductas carentes de la connotción necesaria para calicarlas en esa normativa, como lo requirió, en su momento Ministerio Público, en nada altera en este nuevo escenario la evidencia incorporadaal tenor de las prescripciones de esa ley especial, apegada como se dijo a las pau generales de nuestro régimen jurídico, puesto que se pesquisaron ilícitos de carácterrorista y se libró acusación por injustos de esa misma naturaleza, sólo que no sreunió prueba suciente que la sustentara o el tribunal llamado a su valoración,consideró que ello no se había satisfecho.La normativa general del Código Procesal Penal se abre a la comparecencia de testi gos protegidos con la reserva de su identidad, aún después de prestado su testimon y por períodos no determinados, pero sólo el necesario para su efectivo amparo d pués del juicio; de modo que ha quedado obsoleto proporcionar resguardo a los te gos con identidad protegida que depusieron en el litigio, al alero de la antigua Ley N°18.314, puesto que ya se declaró su improcedencia al caso concreto, pero subsis

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    la salvaguardia general que el artículo 308 del Código Procesal Penal les brinda,mientras subsistan las circunstancias que lo hagan aconsejable, más aún si se tiene ecuenta que las disposiciones especiales que rigen la prueba testical protegida, en tocaso, se enmarca en el ámbito de la normativa común. El lugar donde ocurrieron los hechos no es una comuna muy grande, ni cuenta cotantos habitantes, por lo cual las posibilidades de ubicar o identicar a una persona por su domicilio son bastante amplias, sobretodo, si como señaló el defensor, tenísospechas de quien podría ser el testigo protegido. Lo mismo acontece, si se reducnúmero de posibles declarantes al de imputados en la causa. En esa porción, no e posible sostener que el tribunal o el scal o la circunstancia de ser un testigo protegihayan impedido a la defensa ejercer las facultades que la ley le concede, ni menos, se haya desconocido el derecho a defensa.

    En cuanto a la supuesta inobservancia de normas de carácter internacional, cabe ex plicitar, que los testigos protegidos, secretos o anónimos, como quiera llamárseles, eten por imperativos de justicia y en los delitos más graves o de mayor trascendencsocial, donde las diferentes legislaciones y los cuerpos legales especiales, comienzsentir la necesidad de exibilizar las pautas y reconocer que puede existir una colisientre dos garantías constitucionales que habrá de resolverse afectando proporcionamente cada una de ellas, sin vulnerarlas en su esencia. Esto se justica aun más en un contexto donde no sólo parece producirse una escalade violencia, sino que además, esta se extiende sobre un territorio claramente determinado, al punto que los habitantes que se sienten menoscabos por los hechos decino perseverar en la construcción de sus terrenos, venderlos, o desmotivar a quienesinteresan en acercarse a la zona de conicto. En los mismos organismos internacionales se ha reconocido circunstancias en las cles, tanto la investigación como el juzgamiento de ciertos delitos, incluidos los terrristas, pueden exponer a quienes participan en la administración de justicia a seriosamedrentamientos contra su vida o su integridad física o psíquica o de las personaque constituyen su núcleo familiar. Y ocurre que el Estado tiene también la tarea d proteger a quienes administran justicia, tanto como a quienes coadyuvan al esclarecimiento de los ilícitos de que se trata. El Ministerio Público está obligado a entregar protección a víctimas y testigos. Enesos casos, las entidades y tribunales internacionales aceptan que debe brindarse am paro a esos testigos, sin perjudicar en su esencia el derecho a defensa, o sea, se admque la colisión de los derechos existe y se zanja por consentir que alguno de ellos dceder ante el otro, siempre que no signique romper la esencia misma del derecho. Naturalmente, tan grave decisión sólo puede adoptarse en cada caso particular y cocompleto conocimiento de las circunstancias concretas del mismo. Son medidas exccionales, para situaciones excepcionales y que se adoptan siempre con control absode los intervinientes para evitar que los cotos a la práctica de alguno de los derechoque importa la defensa en juicio sea mínima y que en ningún evento entrabe o limitel ejercicio del núcleo esencial de esa garantía.

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    El proceso de convicción de los sentenciadores y su impugnación

    La convicción corresponde al proceso de resolución íntima de convencimiento q

    cada juez desarrolla con la prueba que ha podido percibir a través de sus propiosentidos y que los magistrados realizaron durante el largo tiempo que comprendió laudiencia de este juicio oral, proceso que no fue presenciado por este tribunal superde suerte que no están en condiciones de reproducir una valoración que los ponga situación de descubrir la infracción que el recurrente denuncia por esta vía.

    Necesidad y prueba del dolo directo

    La doctrina enseña que los delitos especiales por los que se castigó a los imputadexigen para su comisión la concurrencia de dolo directo (Renato Astroza Herrera

    “Derecho Penal Militar”, segunda edición, Editorial Jurídica de Chile, año mil no-vecientos setenta y cuatro, N°305, página 480). El artículo 268 ter del Código Penal dispone que “El que mate a un scal del Mi-nisterio Público... en razón del ejercicio de sus funciones...”, vale decir, requiere ensujeto activo conocimiento y albedrío de matar a un individuo de quien debe sabese trata de un scal, al que, además, quiere matar en razón del desempeño de sus funciones. El artículo 17 bis del DL N°2.460, prescribe: “El que hiriere, golpeare o maltratarede obra a un miembro de la Policía de Investigaciones de Chile que se encontrare enejercicio de sus funciones, será castigado: 2º. Con presidio menor en su grado máxia presidio mayor en su grado mínimo, si las lesiones produjeren al ofendido enfermdad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días” y al igual que en el tipo precedente, requiere de dolo directo: el autor debe conocer y querer lesionar a un que tenga la calidad de funcionario de la Policía de Investigaciones de Chile, de modque es necesario que esté en conocimiento de esa calidad especial del sujeto pasivoQue por no haberse acreditado el conocimiento del sujeto calicado: scal del Mnisterio Público en un caso y de funcionarios de la Policía de Investigaciones, por otro, sino sólo que el grupo que integraban los acusados emboscó y disparó en for persistente contra una caravana de vehículos que creían integraba Carabineros deChile, no es posible calicar los hechos antes establecidos en la forma que lo fueen la sentencia en examen y así se ha incurrido en una infracción de derecho a loartículos 268 ter del Código Penal y 17 bis, N°2°, del D.L. N°2.460, aplicados asituaciones improcedentes.La sola circunstancia que los integrantes de la cuadrilla creyera estar disparando contra Carabineros, no es suciente para hacer aplicables ninguno de los tipos singularemencionados, porque se trata de sujetos pasivos calicados, que no admiten analog por muy parecidas que sean las labores que cumplan las autoridades de que se trat No se está ante la presencia de una sanción general a quien atenta contra la autori-dad, sino de quien ataca con conocimiento de ese hecho, a un scal y/o a funcionarde la policía civil, determinados.

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    Texto completo:

    Santiago, tres de junio de dos mil

    once.

    VISTOS:

    Ante el ribunal Oral en lo Penalde Cañete, entre el ocho de noviem-bre de dos mil diez y el veintidós defebrero recién pasado, se llevó a efectoaudiencia de juicio oral correspon-diente al Rit 35-2010, que terminócon resolución de veintidós de marzodel año en curso, que rola de fojas 1a 190 vuelta de estos antecedentes,mediante la cual se castigó a Héctor Javier Llaitul Carrillanca, RamónEsteban Llanquileo Pilquiman, JoséSantiago Huenuche Reiman y Jona-than Sady Huillical Méndez, por suresponsabilidad de autores del delito

    de robo con intimidación en la per-sona de José Santos Jorquera Rivas y su familia, de especies de propie-dad de aquél, cometido en irúa elquince de octubre de dos mil ocho;como asimismo, se les reprimió en sucalidad de autores del delito de homi-cidio frustrado en la persona de unscal adjunto del Ministerio Público y de lesiones graves inferidas al per-sonal de la Policía de Investigacionesde Chile, perpetrados ambos en esamisma localidad al día siguiente delilícito anterior.

    Por el robo con intimidación, se ini-gió a Llaitul diez años y un día depresidio mayor en su grado medio, ya Llanquileo, Huenuche y Sady, cincoaños y un día de presidio mayor ensu grado mínimo, a cada uno, máslas accesorias legales pertinentes. Porel homicidio frustrado y las lesiones

    graves, se impuso a cada uno de losmismos enjuiciados, quince años yun día de presidio mayor en su gradomáximo, con las accesorias legalescorrespondientes.

    Posteriormente, se absolvió a VíctorLlanquileo Pilquiman, Luis Mena-res Chanilao, César Parra Leiva, Juan Parra Leiva y Nolberto ParraLeiva de los cargos formulados ensu contra como autores del robo con

    intimidación ya referido y amenazasterroristas, vericadas en irúa coetá-neamente con el robo; y se absolvióa Víctor Llanquileo Pilquiman, LuisMenares Chanilao, Juan Parra Leiva y Carlos Muñoz Huenuman de loscargos librados en su contra comoautores del homicidio frustrado delscal y de lesiones graves al perso-

    nal de la Policía de Investigacio-nes; y se les absolvió de los delitosde incendio terrorista e incendio deobjeto valorizado en más de cuarentaU M; como igualmente, de los car-gos por asociación ilícita terrorista yasociación ilícita común. Finalmente,se eximió a los encausados y a losquerellantes del pago de las costas de

    la causa.Contra esta decisión las asesoríasletradas de los inculpados deduje-ron sendos recursos de nulidad pordiferentes causales, y requirieron lacompetencia de esta Corte Suprema,arbitrios declarados admisibles, porlo cual se jó audiencia para conocerde ellos a fs. 655, incorporándose elacta de las audiencias celebradas losdías doce, trece y dieciséis de mayodel presente año.

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    Materias de Interés General

    17FALLOS

    CONSIDERANDO:

    PRIMERO: Que las asistencias

    jurídicas de los convictos José San-tiago Huenuche Reiman y JonathanSady Huillical Méndez, alegaronen su causal principal, así como lasdefensas de Ramón Esteban Llan-quileo Pilquiman y Héctor LlaitulCarrillanca, en su inicial peticiónsubsidiaria, la motivación delartículo 373, letra a), del CódigoProcesal Penal, en consonancia con la seguridad de un proceso previo legalmente tramitado y el derecho aguardar silencio.

    Aunque no se trata de la causal prin-cipal promovida por Llanquileo yLlaitul, se analizarán en conjuntocon la impetrada en forma principalpor Huenuche y Huillical, sólo porrazones de economía procesal y deorden y sistema del examen que seha propuesto a esta Corte.

    SEGUNDO: Que las normas quelos recurrentes han sindicado como violentadas son las del artículo 19,N°3°, inciso 5º, y N°7°, letra f), dela Constitución Política de la Repú-blica, en concordancia con las garan-tías aludidas, como los artículos11.1 de la Declaración Universal deDerechos Humanos, 14.3 del PactoInternacional de Derechos Civiles y Políticos y 91, 93, 193, 194, 195 y196 del Código Procesal Penal.

    Explican que la participación de susrepresentados en los hechos se tuvopor acreditada con el mérito de ladeclaración del encartado JonathanHuillical Méndez, prestada ante lapolicía y luego raticada ante unscal del Ministerio Público, la que

    fuera relatada en el juicio oral por elprefecto Alfredo Espinoza, en cir-cunstancias que el referido Huillicalfue detenido en emuco, presentabauna lesión en el oído compatiblecon un golpe, más tarde fue trasla-dado a Concepción, sin permitirlecomunicarse con su familia, y lle-gado a esa ciudad, se le interrogóde madrugada por espacio de cuatrohoras, dejándose constancia sólo delas respuestas y sin que el prefectoque testicó recuerde siquiera si leleyó sus derechos. Proclaman que eseprocedimiento se desarrolló fueradel marco constitucional y, en con-secuencia, se conculcó el debido pro-ceso de sus mandantes y su derechoa que el veredicto sea fruto de unainvestigación racional y justa. raenen su apoyo jurisprudencia reiteradade esta Corte Suprema contenida en

    los autos N°s. 3666-05, 5435-2007 y6112-2006.

    Aducen también vulneración a lafacultad de guardar silencio y a noser utilizado como fuente de infor-mación, que constituye un derechoinalienable de todo ser humano, yseñalan como hipótesis suscepti-bles de afectar la voluntariedad dela declaración, aquéllas de coacciónfísica o moral (tortura, amenazas, elcansancio, la pérdida de la sereni-dad, cargos o reconvenciones, res-puestas instadas perentoriamente).Aquí incorporan la denominada“coacción inherente”, creada en la jurisprudencia norteamericana delcaso “Miranda vs. Arizona” (milnovecientos sesenta y seis), relativoal interrogatorio en sede policial, sincoacción en el sentido tradicional,pero donde la “atmósfera de inti-

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    midación” que rodea al individuo, losaca de su entorno natural, lo sometea custodia policial, le impide comu-nicarse con los suyos y le priva deasistencia y consejo de un defensortécnico, incluso omitiendo darle aconocer su derecho a guardar silen-cio, todo lo cual termina por des-truir la dignidad humana, socava lalibertad hasta impedir su libre elec-ción, por lo que el sujeto acaba porsucumbir, de modo que la decla-ración del imputado prestada antela policía, aunque no se reclama sufalsedad, lleva implícita –por el lugardonde se recibió y el estado sicoló-gico del interrogado- la posibilidadque la manifestación de voluntadallí exteriorizada tampoco sea libre y, por ende, que no sea cierta en sucontenido.

    Concretan las transgresiones alartículo 19, N°3°, de la Carta Fun-damental en la ausencia de volunta-riedad y libertad en la declaración,porque no se acataron las exigenciasdel artículo 91 del compendio proce-dimental del ramo, ya que Huillicalmanifestó su intención de declararseis horas después de su detención,mientras estaban en emuco y enlugar de conducirlo a un tribunal, sele trasladó a Concepción, donde fueinterrogado por la policía, no sóloacerca de los hechos que Huillicalconvino en declarar, sino que fueconfrontado con antecedentes quesupuestamente tenía la Policía deInvestigaciones.

    ampoco se observó el artículo193 del mismo estatuto adjetivo, enorden a comunicar la detención ala defensa, lo que quedó de mani-

    esto en la audiencia de control dedetención donde el scal se excusóque no era obligación suya hacerlo yque recién había dado la orden a lascalía de Cañete para tal aviso, locual también conduce a la nulidadde la declaración prestada por Hui-llical ante la policía. Ni se cumplióel artículo 196 de dicho cuerpo legal,debido a que fue detenido a las docehoras en emuco y trasladado enla tarde a Concepción; interrogadode madrugada por al menos cuatrohoras, para conducirlo posterior-mente a Cañete donde declaró anteel Fiscal, sin que conste que se lehaya dado descanso o algún recesoque le permitiera recuperarse, lo queigualmente invalida la actuación.

    Por último, censura la ausencia deldefensor en la diligencia, puestoque Huillical prestó una declaraciónpreliminar ante la Policía de Inves-tigaciones durante la madrugada delcatorce de abril de dos mil nueve y otra, a la mañana siguiente en lascalía de Cañete y en ninguna deellas contó con asesor letrado, lo quecongura inobservancia a la CartaMagna, y a los artículos 8°, inciso 1º,del ordenamiento procesal y 93, letrab), de la misma compilación, lo quecorrobora con más jurisprudencia deesta Corte, que uye de los números6934-2009, 9758-2009 y 4001-2010.Rearma la nulidad de los dichos deHuillical y de toda la prueba quede ellos deriva, incluido el testimo-nio del funcionario policial AlfredoEspinoza Ugarte, amén que tambiénparticiparon en la detención los poli-cías José Luis Gallegos Rabanal, JoséLuis López Leiva y Jorge OguedaFuentes, que aunque no depusieron

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    en la litis –y esto fue explicado enestrados- sí fueron ofrecidos comotestigos, de manera que el vicio tam-bién se extiende a ellos.La contravención es trascendenteporque se valoró positivamente elatestado del policía Alfredo Espi-noza, quien narra la declaración delincriminado Huillical, rendida en unprocedimiento ilegal, violatorio deldebido proceso y del derecho a noautoinculparse; así el tribunal omi-tió garantizar el orden institucionalde la República que asegura que ellaudo debe fundarse en un pleitolegalmente tramitado, y de acuerdoal artículo 160 del texto procedimen-tal de penas, el perjuicio concreto seproduce porque en su testimonio, elpolicía Espinoza reere dichos deHuillical que inuyeron en la deter-

    minación de la participación de todoslos recurrentes.

    Aseguran la preparación sus recursospor haber impetrado en su opor-tunidad la exclusión de los testigoscuestionados; y piden se declare lanulidad del juicio y del fallo para quese retrotraiga el procedimiento a lacelebración de una nueva audiencia

    preparatoria, dado que el daño sólopuede repararse con la supresión delos testigos de cargo, Alfredo Espi-noza Ugarte, José Luis GallegosRabanal, José Luis López Leiva y Jorge Ogueda Fuentes. Las defensasde los procesados Llanquileo y Llai-tul formularon peticiones, sin expli-car el propósito de reproducir aquellaaudiencia, ni el primero, el especicódesmedro sufrido por su parte conlos abusos contra Huillical, lo quesólo podría colegirse de la cita que

    hace del considerando 56° del edictocuando los jueces dicen que contratodos los acusados obra el dicho deaquél. TERCERO: Que la defensa deHuenuche rindió prueba para com-probar esta causal y su preparación,que describió en el N°1 del tercerotrosí del escrito de nulidad y queconsistió en:

    1.- Documental: copia de una que-

    rella criminal de veinticinco deseptiembre de dos mil nueve, enRit 7576-2009, rol del Juzgado deGarantía de emuco, con el proveídorecaído en ella;

    2.- Pistas de audio correspondien-tes al registro del juicio oral: de lapista 101220-00-17 y 21, atinente alinterrogatorio de Lorena Muñoz, se

    escuchó entre los minutos: 03:15 a03:35; 06:10 a 06:35; 03:45 a 04:15; y16:04 a 16:28.

    A la vez, se oyó la pista de audio110121-03 que concierne al interro-gatorio de Alfredo Espinoza, entrelos minutos: 00:12 a 00:38; 08:50 y09:03; 13:04 a 13:14; 17:26 a 17:56;21:02 a 21:09; 21: 57 a 22:19; 22:18

    a 23:18; 23:17 a 25:0; 025:42 a26:18; y 26:17 a 26:35. De la pista110121-04 se adicionaron los minu-tos 15:19 a 15:36; y 17: 30 a 18:07.

    De la audiencia de control de deten-ción, de catorce de abril de dos milnueve, se atendieron los minutos00:00 a 01:35 y 07:34 a 09:40.

    En n, de la audiencia de prepara-ción de juicio oral se escuchó sólo01:47 a 06:47, más el minuto 38:02a 42:19. Renunció en la audiencia el

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    abogado Pelayo Vial Campos a larestante prueba de audio ofrecida yque le había sido aceptada, por con-siderarla innecesaria, y atendida lacircunstancia que, preguntado porel Presidente de la Sala, el represen-tante del Ministerio Público mani-festó que no discutía la preparacióndel recurso en su oportunidad, comoasimismo, que el examen de admi-sibilidad ya estaba clausurado. Noobstante que esa pregunta fue sólo

    respondida por el representante delMinisterio Público, y de la presen-cia de los abogados que represen-taban a los otros intervinientes, sinque nadie alegare disconformidad, setendrá entonces por conrmada unaconvención en el sentido que, efecti- vamente, el recurso fue preparado enlo que atañe a esta causal.

    CUARTO: Que el letrado delMinisterio Público que comparecióa estrados, solicitó autorización pararendir prueba nueva, lo que le fuepermitido por el tribunal, y ofrecióentonces el documento que se incor-poró a la audiencia a través de su lec-tura resumida, el que consiste en elInforme Policial N°4106 de la Bri-

    sexme, con la intimación de la ordende detención a Huillical; el acta delectura de sus derechos de detenido;la declaración voluntaria del mencio-nado; el acta de declaración ante elFiscal, advertido de sus derechos; yla declaración de Huillical con men-ción de habérsele dado lectura a susderechos. anto la incorporación deese documento, como su contenido,no fueron objetados por la defensade Huenuche, ni por ningún otrointerviniente.

    QUINTO: Que el artículo 334 dela recopilación adjetiva penal, vedaexpresamente “incorporar o invocar”como medios de prueba ni dar lec-tura durante el juicio oral, a regis-tros u otros documentos que dierencuenta de diligencias o actuacionesrealizadas por la policía o el Minis-terio Público. El precepto reza “no sepodrá”, lo que encierra una prohibi-ción y como tal, su desconocimientodeviene en un acto nulo, por encon-trarse proscrito por la ley.

    Sin embargo, ninguno de los profe-sionales defensores se opuso por estemotivo a la incorporación pedida porel scal del ocio que da cuenta de losantecedentes relativos a la detenciónde Huillical, lo que pudo ocurrir, tal vez, porque al menos el apoderado de José Huenuche también incorporóregistros de las pesquisas, para lademostración de otra causal –segúnse analiza más adelante-. Empero, nose trata de una norma facultativa, desuerte que no puede quedar entre-gada al libre albedrío de los litigantesla decisión acerca de si se acepta o nola valoración de un documento cuyaincorporación no ha sido consentidapor la ley, probablemente, porque

    puede considerarse prueba consti-tuida por la parte que la presenta, en vista de lo cual, en estricto apego ala disposición legal citada, estos sen-tenciadores no asignarán mérito pro-batorio al documento incorporadocomo prueba nueva por el scal enla audiencia, consistente en el OcioN°4106 con todos sus agregados, sinperjuicio que los hechos que por esedocumento quiso probar el persecu-tor consten en algunas declaracionesreejadas en la decisión repudiada.

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    SEXTO: Que no emerge comohecho controvertido, por no haberlodiscutido en su esencia los conten-dientes, como igualmente, porque asíse escuchó de la prueba rendida enla litis y algo se advierte, además, dela lectura de la resolución que con-forma el legajo elevado a esta Corte,que el enjuiciado Jonathan HuillicalMéndez fue detenido en una horapróxima al mediodía en emuco porfuncionarios de la Policía de Inves-tigaciones, que lo hacían habilitadospor una orden de detención ema-nada de autoridad competente, comolo es el juez de garantía de Cañete.Producida la detención y en algúnmomento de ésta, Huillical sufrióuna lesión en su oído que sería com-patible con un golpe. En horas de latarde fue trasladado hasta Concep-ción por el personal involucrado y

    llegado a esa ciudad e ingresado alcuartel institucional, donde se proce-dió a tomarle una declaración, pro-cedimiento que se habría prolongadoalgunas horas, tres a cuatro, durantela madrugada. Al día siguiente, fuellevado hasta Cañete donde compa-reció a la presencia del scal de lacausa, ante quien raticó su versiónprestada a la policía, para posterior-mente ser presentado al juez quelibró la orden de detención, lo quese cumplió en horas en la mañanasiguiente.

    SÉPTIMO: Que las defensas til-dan de ilegal este proceder policial,contrario al debido proceso y aten-tatorio, además, al derecho a guardarsilencio y a no autoinculparse; y a nde acreditar tales reparos parece rele- vante esclarecer los asertos del pre-fecto Alfredo Espinoza Ugarte en

    el litigio, acerca de lo armado porHuillical ante la policía. Sobre estepunto, como se lee del motivo 49°del dictamen que se revisa, ese fun-cionario reconoció haber trasladadoa Huillical a Concepción por ordendel scal a cargo, Álvaro Hermo-silla, lo que cumplió de inmediato, junto al equipo de detectives que leacompañaba y que, “previa lectura desus derechos”, le tomó declaraciónporque el detenido dijo que deseabahacerlo porque no tenía participa-ción en el atentado al scal y, adver-tido del derecho a ser asistido por unabogado, expresó el policía que Hui-llical no lo quiso pues no deseaba quese ltrara la información, de maneraque procedió, delegado por el scal.Asevera que Huillical al principiodijo que no estaba siquiera en PuertoChoque cuando se produjo el aten-

    tado, entonces el declarante expresaque dispone de una interceptacióntelefónica que lo situaba en el lugarcon un llamado a Llaitul. Ante esaevidencia, Huillical cambia su ver-sión y admite su presencia en el sec-tor, pero que no tuvo nada que ver enel hecho y le relata que el quince deoctubre de dos mil ocho estaba conLlaitul cuando llegó un móvil contres sujetos que no recuerda, quie-nes les dicen que Carabineros andaen las inmediaciones de la propie-dad de Santos Jorquera y los invitana pelear con los policías. Se suben ytropiezan con un vehículo policialal que le arrojan palos y piedras, entanto otros individuos les disparana los mismos funcionarios. Aclara eldeponente que según Huillical esamisma gente se juntó en un cerro y quedó de acuerdo en ir a la casade Santos Jorquera, lugar al que él

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    (Huillical) no entró y no conoce alas personas que arribaron al lugar,salvo a Huenuche a quien identi-ca como el que portaba uno de loscuatro celulares sustraídos a Santos Jorquera, amén del armamento quehallaron en poder de aquél.

    Prosigue que acorde a Huillical, losautores de ese hecho asumieron quemás tarde vendrían más Carabine-ros al sector. El detenido se fue ala casa de Ramón Llanquileo y sequedó dormido, al despertar ya nohabía nadie y entonces sintió dispa-ros y vio bengalas, por lo que se fuehacia ese tramo del camino, encon-trándose con Huenuche y otro alque no conocía, que traía una esco-peta. Entonces llamó a Llaitul, pro-duciéndose un diálogo entre esaspersonas (no queda claro a quienesse reere) porque andaban medioperdidos y se dirigen a una especiede casucha donde se reúnen variosotros que llevaban escopeta y a losque no conocía. Finalmente, añadeque Huillical después fue conducidoa la presencia del scal Hermosilla,ante quien raticó sus dichos presta-dos en el cuartel policial, pero niegahaber golpeado a Huillical.

    OCTAVO: Que por haberse formu-lado varios reproches en torno a estaactuación, conviene separarlos parasu análisis.

    En lo que incumbe a la infracción aldebido proceso, en su esencia, se tachade ilegal la declaración de Huillical y,por consiguiente, lo sería también lade Espinoza, que la reprodujo en lalitis y que sirvió en denitiva paratener por demostrada la participa-ción culpable de los imputados. Se

    clama incumplimiento de una seriede normas legales, tales como elartículo 193 del Código ProcesalPenal, que autoriza al scal parahacer llevar a su presencia al incul-pado detenido o preso para losobjetivos de la investigación, “sinmás trámite que dar aviso al juez y aldefensor ”. Se rebate así el procederde la policía porque no se llamó aldefensor. Empero y según se coligede lo aseverado por el funcionario dela Policía de Investigaciones, AlfredoEspinoza Ugarte, Huillical no quisoser asistido por un abogado porquequería evitar que se “ltrara la infor-mación”, hecho que no aparece en estemomento controvertido por otro queresulte más verosímil en el contextode los sucesos sometidos al conoci-miento del tribunal y donde lo que laasistencia legal critica es que recién

    cuando fue puesto a disposición del Juez de Garantía, el scal habríareconocido que dispuso lo pertinentepara que la defensoría pública brin-dara asesoría al detenido.

    al como se desprende del recurso denulidad del mismo Huillical (página17 del recurso, fs. 277 del tomo II dellegajo) éste “manifestó su decisión de

    declarar a las 18 horas del día 13 deabril de 2009”, misma situación quese destaca en el recurso de Huenu-che Reiman (página 11 del recurso y fs. 196 del tomo II del legajo),cuando según expuso la scalía enestrados, ya no se encontraban enhora de audiencia y no disponen decuartel en Cañete, en vista de lo cual y por orden del scal Hermosilla, lotrasladaron a Concepción, que con-taba con recintos adecuados dondepodían recibirle la declaración que

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    quería rendir el detenido, para, al díasiguiente, dirigirse a la Fiscalía deCañete, lugar donde Huillical rati-có su versión entregada a la policía, y nalmente fue puesto a disposicióndel tribunal, antes de expirar las vein-ticuatro horas desde su detención.

    No se cuenta con antecedentes su-cientes que permitan satisfacer lasinterrogantes que surgen en tornoa las objeciones al artículo 196 delcompendio procedimental, que plan-tean las defensas, ya que la disposi-ción habla de mucho tiempo o de unnúmero de preguntas tan considera-ble que provocará el agotamiento deldeponente. Sólo se ha indicado queel procedimiento habría durado treso cuatro horas y que el interrogatorioempezó después de la medianoche,pero sin que se sepa cuándo o cuánto

    durmió el detenido, ni tampococuántas preguntas se le practicarono si ellas lo agotaron, sin que puedaeste tribunalsuponerque ello hubieseocurrido, porque no consta queja enese sentido al scal del MinisterioPúblico, ante quien compareció a lamañana siguiente, ni se ha mencio-nado similar sentir al Juez de Garan-tía de Cañete cuando realizó elcontrol de detención. odo el atrope-llo a esta norma reposa en supuestos y si bien es posible elaborar algunasconjeturas sobre tópicos que obvios ynaturales pueden extraerse del cono-cimiento o experiencia misma, no setrata precisamente de una de esascircunstancias.

    Invocan también vulneración delderecho a no auto incriminarse, encircunstancias que, desde ya sólocorresponde alegarlo por el legiti-

    mado para ello, esto es, quien hasufrido el daño con esa conductainjusta que sólo pudo inferirse alpropio Huillical porque auto incri-minarse naturalmente signica cul-parse a sí mismo o declarar contrauno mismo. Carecen de legitima-ción para descalicar, las defensasde Huenuche, Llanquileo y Llaitul,porque la posible auto incriminaciónde Huillical no les alcanza. A mayorabundamiento, es menester resaltarque éste no declaró contra sí mismo,sino que sólo afectó con sus versio-nes a Huenuche y a Llaitul, toda vezque a ambos los situó en los hechospor los que resultaron condenados,pero a todo evento negó su interven-ción. En el robo con intimidación aSantos Jorquera dijo saber del hecho,pero se quedó afuera. Y en la embos-cada sostuvo que los demás queda-ron en juntarse y que calcularon quemás tarde vendrían más Carabineros,pero asegura haberse retirado a lacasa de Llanquileo, donde se quedódormido, incorporándose al grupodespués de los acontecimientos.

    Otra cosa es que los jueces recojan eserelato y lo unan a otros antecedentesde que disponían, para considerarque mintió al negar su participación,desde que el resultado del procedi-miento policial, por lo menos en loque a Huillical incumbe, no fue depropia incriminación.

    NOVENO: Que otro capítulo deilegalidad en la detención de Huilli-cal estriba en la participación de almenos dos funcionarios que habíanresultado heridos en la emboscadaque se indagaba, con lo cual reves-tían a la vez la calidad de ofendi-

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    dos y entonces, merced al ambienteque describen, se habría producidoun clima de “coacción inherente”,determinante en la destrucción dela voluntariedad del atestado delsujeto, con el riesgo que fabule suce-sos inefectivos. Se denota inclusopor algunos defensores, el caso“Miranda v/s Arizona” de la juris-prudencia norteamericana, asentadaen un proceso de mil novecientossesenta y seis donde la denominada“Corte Warren” dejó de fundamen-tar en el quebranto al debido procesola exclusión de la declaración obte-nida por medio de coacción poli-cial, y comenzó a hacerlo en virtudde haberse ignorado el derecho a nodeclarar contra sí mismo.

    Como ya se adelantó, únicamenteHuillical tendría legitimidad para

    reclamar contravención a ese prin-cipio, lo que se descarta porque estehechor no declaró contra sí mismo;además que en el referido procesode “Miranda v/s Arizona”, la Corteconcluyó que la scalía no podíausar declaraciones de un detenido,a menos que observaran ciertosrequisitos, que en la especie apare-cen cumplidos: advertencia de suderecho a guardar silencio; que loque diga podrá ser usado en su con-tra; y que puede ser asistido por unabogado. La misma Corte precisóque todos esos derechos pueden serabdicados, siempre que la renunciaseainformada e inteligente .

    A su turno la defensa de Huillical,no controvirtió el cumplimiento detales formalidades (o que rmarauna serie de documentos), es decir,no puso en duda que le leyeron sus

    derechos, que sabía que podía guar-dar silencio y exigir asistencia legal ysólo insistió en reprobar un ambienteque lo privó de su entorno natural,rodeado de policías, sin comunica-ción con su familia ni abogado. Peroolvida aquello que la propia CorteSuprema norteamericana aceptó: larenuncia del detenido a sus derechos y conviene recordar que el detenidoen el caso “Miranda v/s Arizona” eraun indigente mejicano con alucina-ciones o fantasías sexuales, mientrasque Huillical es un estudiante deconstrucción de la etnia mapuche;por tanto, es una persona que poseeadecuada instrucción, no se trata deun individuo mediocre, carente de ungrado mínimo de cultura o enfermo,sino de uno en condiciones de abdi-car sus derechos “informada e inteli-gentemente”, como se concluyó en el

    fallo citado por la defensa.En lo atinente al supuesto ambientecoactivo que aducen las defensas, esnecesario destacar que aún en el casoque hubiere sido efectivo, tal esce-nario cesó cuando el imputado fuetransportado hasta la Fiscalía y allítuvo la ocasión de prestar una nuevadeclaración que pudo ser diversa de laanterior, pero Huillical no la cambió,sino que optó por raticarla. Ya no seencontraba bajo la hipótesis de coac-ción que develan las defensas, a pesarde lo cual mantiene sus dichos. Actoseguido es conducido al tribunal degarantía, sin ninguna protesta por nohaberse declarado ilegal por el juezcompetente para ello. ampoco seha dicho que a esas alturas Huillicalhaya expresado haber sido víctima deapremios o de haberse sentido pre-sionado para declarar o para hacerlo

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    en un sentido determinado u otrodiverso, de modo que la denuncia delas defensas no encuentra correlato nisiquiera en la actividad posterior deHuillical. Desaparecido el ambientehostil, un individuo con su capaci-dad e inteligencia, pudo reclamar deinmediato por el trato vejatorio, porlas lesiones, si alguna hubiese sufridoa propósito de la declaración, por elcansancio o las circunstancias en quepudo haber sido forzado para decla-rar, sin que nada de ello se adviertaen el juicio, y no resulta convincenteuna querella interpuesta con muchaposterioridad que no arribó a puerto y una lesión que no delató la defensa,sino que la reconoció la misma poli-cía (la funcionaria Lorena Muñoz),producida al tiempo de la detención,no de la interrogación.

    DÉCIMO: Que de lo expuesto, nose advierte transgresión al derechoconstitucional a no auto inculparse,como tampoco contravención con-creta al debido proceso, ni violacióna la normativa procesal penal en suesencia, lo que deja desprovista deasidero este motivo de nulidad.

    UNDÉCIMO: Que, en forma sub-sidiaria, las asesorías jurídicas de JoséSantiago Huenuche Reiman, Jona-than Sady Huillical Méndez, RamónEsteban Llanquileo Pilquimán yHéctor Javier Llaitul Carrillanca,instauraron la causal del artículo 373, letra a), del estatuto adjetivode penas, en conexión con el dere-cho a un proceso previo legalmentetramitado.

    Indican como violentados los artícu-los 19, N°s. 3° y 7°, letra b), de la CartaPolítica, en armonía con el derecho

    a un proceso previo legalmente tra-mitado; 11.1 de la Declaración Uni- versal de Derechos Humanos; 14.3del Pacto Internacional de DerechosCiviles y Políticos; 94 c), 125, 127,inciso 1º, 128, 131, inciso 1º, y 154del Código Procesal Penal y 20 de laLey Orgánica Constitucional de laPolicía de Investigaciones de Chile.

    Describen los requisitos y proceden-cia de la orden judicial de detenciónimputativa, que es distinta de aquellapor incomparecencia y luego relatanque en el caso concreto, Huillicalfue detenido el trece de abril de dosmil nueve, alrededor del mediodía,pero en lugar de cumplir el mandato judicial y ponerlo a disposición deltribunal, fue llevado a Concepciónpara ser interrogado por la policía y recién al día siguiente, a Cañete

    para su declaración ante el scal,todo antes de conducirlo al tribunal.En concepto de los recurrentes, loobrado atropella toda la normativalegal mencionada, que obliga al tras-lado inmediato de Huillical al tri-bunal que ordenó su detención. Ensu apoyo citan resoluciones de estaCorte extendidas en los autos N°s.678-2007 y 3003-2010, e ineren quecomo la policía desplegó actuacionescontrarias a la ley y violó el proce-dimiento legal vigente, por lo que elmérito que nace de esas diligenciasilícitas, no pueden ser consideradosni valorados en una sentencia.

    Insisten en que la trascendencia de lainobservancia radica en la valoraciónpositiva del testimonio del prefectoEspinoza y la abstención del tribu-nal de garantizar el orden institucio-nal; como también, que el deterioro

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    concreto arranca de ese atestado ile-gal sobre lo dicho por Huillical, queinuyó en los jueces para determinarla participación de los enjuiciados, delo cual, como pidieron su exclusión,en su oportunidad, quedaron pre-parados sus respectivos recursos. Ladefensa de Huenuche recaba comopetición la misma que hizo de la cau-sal anterior; mientras que los repre-sentantes de Huillical, Llanquileo yLlaitul, aunque impetran la nulidaddel juicio oral y de la decisión, comotambién que se retrotraiga el proce-dimiento al estado de realizar unanueva audiencia de preparación, noexplicitan cuál sería el objetivo deesta nueva audiencia de preparación.

    DUODÉCIMO: Que para demos-trar las circunstancias de esta moti- vación, así como la preparacióndel recurso en esta sede, la defensade Huenuche Reiman produjo lasiguiente prueba:

    1.- Audio del juicio oral correspon-diente a la pista 110121-01-03 delinterrogatorio de Alfredo Espinozadesde el minuto 13:04 a 13:14; del22:18 al 23:18 y del 26:17 al 26:35.De ese mismo testigo, pero de lapista 01-02, se escuchó el minuto11:16 a 11:42. De la pista 101220-00-17 que atañe a la declaración deLorena Muñoz: desde el minuto03:10 a 03:45; y de la pista 00-21se atendió la sección desde 06:10 a06:35. A la vez, se estuvo al registrode audio de preparación, ya oído enla causal principal en relación a lapreparación del recurso.

    DÉCIMO TERCERO: Que elhecho en que se alza la anomalíaahora develada ya se dio por esta-

    blecida sin objeciones de los intervi-nientes. Esta arista tiene que ver conla orden de detención provenientedel Juez de Garantía de Cañete, en virtud de la cual el detenido Huilli-cal debió ser puesto de inmediato asu disposición, prescindiéndose del viaje hasta dependencias de la Policíade Investigaciones en Concepción ysu posterior traslado hasta la Fiscalíade Cañete, porque de haberse acatadoestrictamente esa orden de deten-ción, Huillical no habría prestado ladeclaración que sirvió más tarde paraasignar responsabilidad en los hechosinvestigados a los encartados.

    DÉCIMO CUARTO: Que elartículo 131 del Código ProcesalPenal, cuyo epígrafe reza: “Plazos dela detención”, estatuye que: “Cuandola detención se practicare en cumpli-miento de una orden judicial, los agen-tes policiales que la hubieren realizadoo el encargado del recinto de detenciónconducirán inmediatamente al detenidoa presencia del Juez que hubiere expe-dido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de despacho, el detenido podrá permanecer en el recinto policialo de detención hasta el momento dela primera audiencia judicial, por un

    período que en caso alguno excederá lasveinticuatro horas.”

    DÉCIMO QUINTO: Que es efec-tivo que fue detenido en una horapróxima al mediodía en emuco, porlo que bien pudo ser conducido deinmediato a Cañete para ser puestoa disposición del Juez de Garantía deesa ciudad, autoridad que expidió la

    orden de detenerlo.Sin embargo, una vez detenido se lellevó a vericar su estado o condi-

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    ción de salud preliminar a un centrode atención pública, ignorándose porestos sentenciadores la disponibili-dad de vehículo de la unidad en esemomento, porque ningún dato sobreese hecho se ha aportado y sólo sesabe que el prefecto Espinoza sereunió con Huillical recién cerca delas dieciocho horas, en que el dete-nido exteriorizó su deseo de declarar,lo que hizo voluntariamente; y queel prefecto recibió la instrucción delscal a cargo de llevarlo a la ciudadde Concepción, según se explicó enestrados, debido a que Cañete nocontaba con cuartel para recibirlos y de emuco a Cañete transcurríanno menos de dos horas o dos horas ymedia de camino.

    Llevado a cabo el procedimientodescrito, se llegó ante el Juez de

    Garantía competente al día siguiente,alrededor de las diez de la mañana, osea, antes de expirar las veinticuatrohoras que precisa la disposición legalen estudio.

    No obstante que las defensas haninvocado otras reglas legales con-culcadas, amén de la constitucional y de los tratados internacionales, la

    normativa procesal penal citada sóloja un contexto, pues el artículo 131antes transcrito -en lo pertinente-,que también se aduce como infrin-gido, es el que resuelve el asunto ysi bien es verdad que manda poneral detenidode inmediato a disposi-ción del tribunal que hubiere expe-dido la orden, naturalmente ello seentiende dentro de lo posible y poreso el legislador permite prolongar ladetención hasta por un máximo de veinticuatro horas.

    En la situación sub judice se hanconjugado una serie de eventos y cir-cunstancias que llevaron a la policíaa mantener a Huillical hasta el plazomayor autorizado por el preceptolegal, a pesar que ese lapso pudo serinferior, pero el detenido sufrió unaherida en su oído y era necesariotrasladarlo al centro de salud a cons-tatar la entidad de sus lesiones, antesde ponerlo a disposición del tribunal;fue detenido en una ciudad distintadel asiento del tribunal que libró laorden de detenerlo; manifestó suintención de deponer; el Fiscal acargo de la investigación ordenó a lapolicía que lo trasladaran y le recibie-ran su declaración por delegación; laPolicía de Investigaciones, encargadade cumplir la orden, no disponía decuartel en Cañete, por lo que hubie-ron de trasladarse a otra ciudad geo-

    grácamente más próxima a aquelladel lugar donde fue detenido.

    En la suma de todos estos acon-tecimientos, es dable, como meraprobabilidad, que Huillical fueraconducido con mayor agilidad oprontitud ante el Juez de Garantía,pero ello no deviene en atropello degarantías constitucionales como lopretende la defensa. El scal tienela facultad de interrogar al imputadotantas veces como lo estime conve-niente y si se niega a comparecer,puede requerir su detención. Puedeinterrogarlo también mientras per-manece detenido o en prisión pre- ventiva y justamente Huillical estabadetenido cuando manifestó volunta-riamente su decisión de declarar y elscal se interesó en que ello se reali-zara, para lo cual hizo uso del plazolegal de detención.

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    El interés de las asesorías profesio-nales procura obtener la nulidad dedicho procedimiento con el designiode eliminar la declaración que Hui-llical prestó camino al Juzgado deGarantía, pero resulta improcedente,dado que de mediar exceso en elperíodo de detención, se encuadra enel quebranto al N°7° del artículo 19de la Constitución Política, pero sinalcanzar ineludiblemente la declara-ción del detenido, porque fue pres-tada en forma voluntaria y tal comoen un instante aseguró que deseabahacerlo porque no tenía participa-ción en los hechos, también pudonegarse a proseguir hablando o ale-gar que prefería continuar en presen-cia de un abogado.

    En autos consta la existencia detestigos protegidos que han llegadolesionados a rendir su testimonio altribunal y, sin embargo, se pretendeque el acusado, de quien no se advir-tió lesión alguna por el scal ni por el Juez de Garantía en la audiencia decontrol de detención, que es un estu-diante de educación técnica superior,estuvo sometido a tal coacción, queno fue capaz de protestar tan prontose vio libre de la supuesta presión,

    ante ninguna de esas autoridades.DÉCIMO SEXTO: Que en méritode estas disquisiciones la causalde nulidad en comento no puedeprosperar.

    DÉCIMO SÉPTIMO: Que, ensubsidio de las motivaciones pre-cedentes, las defensas de José San-tiago Huenuche Reiman y JonathanSady Huillical Méndez, invocannuevamente la causal del artículo373, letra a), del Código Procesal

    Penal, en relación al derecho a unproceso previo legalmente trami-tado,denunciando contravención alartículo 19, N°3°, inciso 5º, de laCarta Magna, esta vez señalan queen abril de dos mil diez, el Minis-terio Público libró acusación contrasus representados y otros más enlos autos Rit 1144-08 del ribunalde Garantía de Cañete y en el ter-cer otrosí de ese libelo se adjuntócopia de la investigación scal con-tenida en un disco compacto, asiladoen el artículo 260 del estatuto pro-cedimental del ramo; tal CD com-prende: escaneados dos archivos, unocon fotos y el otro con la indagaciónpropiamente tal, que consiste en losarchivadores 1 al 21 y luego 12b,14-1, 13-1, 11-1, 10-1, 9-1, 8-1, 7-1,6-1, 5-2, 4-2, 2-1, 1-1, otro llamadoextractos, otro denominado denunciade Eduardo Campos, otro, que es elarchivador 1, robo con intimidación y, por último, el archivador 1-1, robocon intimidación.

    La defensa interpuso reposición con-tra la resolución que proveyó la acu-sación, basada en la falta de entregade antecedentes y el uso de testigossecretos.

    Entre el dieciséis y el diecinueve deagosto último se realizó la audienciade preparación de juicio oral ante el Juez de Garantía de Cañete, dondela asesoría legal pidió la exclusiónde los testigos secretos o protegidosofecidos en la acusación, “entre otrasrazones por el desorden en la entregade los antecedentes por parte delMinisterio Público y la infracciónde garantías constitucionales, especí-camente la infracción al derecho a

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    defensa técnica...en atención a que laidentidad de los testigos protegidosno fue revelada a los defensores de lacausa”. Agrega haber fundamentado,tanto ante el Juez de Garantía comoante la Corte, que el MinisterioPúblico no cumplió con la obligaciónque le impone el artículo 260 delcompendio adjetivo penal en ordena entregar junto con la acusación, losantecedentes acumulados durante laspesquisas. El magistrado excluyó alos testigos secretos o protegidos sig-nados en la acusación scal bajo elacápite testimonial desde los N°s. 18hasta el 53 correspondiente a los tes-tigos protegidos desde los N°s. 1 al36, por desconocimiento de garantíasconstitucionales, pero el MinisterioPúblico apeló del auto de apertura,recurso que fue acogido por la Cortede Apelaciones de Concepción que

    reincorporó los testigos excluidos, asícomo la evidencia pericial y materialque había sido suprimida.

    Explica el recurrente que en la infor-mación entregada por el scal, sólolos testigos protegidos signados conlos números 12, 13, 14, 8, 1 y 2 teníanuna identicación en el encabezadodel atestado, a pesar que en los N°s.1 y 2 existían al menos 7 y 6 testimo-nios respectivamente, que claramentepertenecían a diferentes personas. ambién obran los antecedentesidenticados 16, 10, 17, 15, D, 3, 4, 5 y testigos cooperadores AA, AA, 2A y 1ª que no aparecen mencionadosen la acusación. En resumen, bajo elrótulo testigos protegidos en la acu-sación, se enumeraban del N°18 alN°53, treinta y seis personas que noguardaban correspondencia algunacon los antecedentes proporcionados

    por el Ministerio Público, sin cum-plir con un mínimo de certeza niorden. Dado que la protesta judicialno prosperó, presentaron reclamoante el scal, logrando la entregade un dossier ordenado de acuerdoa la acusación, con los asertos de lostestigos con reserva de identidad yprecisándose que cuatro de ellos notenían declaración ni policial, ni anteel scal. Sin embargo, de ese dossiersurgieron nuevas piezas de investi-gación que jamás habían aparecido ysendos números en la sección supe-rior de algunas de las declaracionesque adulteraban las mismas, contra-riando el artículo 263 de la recopila-ción procesal del ramo.

    Añade que en el largo juicio declara-ron en denitiva los testigos prote-gidos signados con los N°s 2, 3, 8, 9,13, 14, 26 y 27, pero donde los ante-cedentes suministrados sobre aqué-llos en conjunto con la acusación y,más tarde, en el dossier conseguidoa instancias del reclamo, dieren demodo tal que afecta gravemente elderecho a defensa y el debido pro-ceso en su aspecto adjetivo, a saber:

    estigo N°2: aparece con una decla-ración el 17/10/2008 a las 14:50 yconsta en la carpeta original comoanexo 6; y hay una segunda declara-ción de 12/01/2009 a las 12:45, sinidenticación, porque fue tarjada.En el dossier posterior aparece comotestigo protegido N°1, pero manual-mente se corrige a 2.

    estigo N°3: tiene una declara-ción original prestada en Cañete el28/01/2009 a las 09:50 identicadasólo como anexo 4. En el dossier vacomo testigo protegido N°3.

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    estigo N°8: registra declaraciónprestada en irúa el 16/10/2008 a las17:13, manuscrita y señalado comotestigo protegido N°1, así acompa-ñado a la acusación. En el dossieraparece manuscrito con el N°8, peroen el primer párrafo de la declara-ción sigue como testigo N°1.

    estigo N°9: en dossier surgen tresdeclaraciones: una en Cañete el01/09/2009 a las 11:10; otra en irúael 17/10/2008 a las 11:20 y la últimaen irúa el 14/01/2009 a las 17:30.Pero, las dos primeras no estaban enlos antecedentes entregados conjun-tamente con la acusación, sino quesólo aparecen después del reclamo.La última, originalmente no teníaidenticación, sino sólo decía Anexo3, pero incorporada al dossier, se laadulteró incorporándole un N°9.

    estigo N°26: en el adjunto a laacusación, sólo venían dos decla-raciones, pero después del reclamose descubren en el dossier cuatrodeclaraciones, incorporándose lasde 09/04/2009 a las 12:00 horas yde 15/04/2009 a las 11:20 horas. Laprimera aparecía al principio comoanexo 1 y después del reclamo se leincorporó a mano el N°26, en tantoque a la de dieciocho de mayo, queexistía desde un comienzo, no teníaidenticación y también se le incor-poró manuscrito el 26 después delreclamo.

    estigo N°27: presenta dos declara-ciones. La inaugural de 17/06/2009a las 10:45 horas fue adjuntada a laacusación sin ninguna identicación y después surge con el N°27 incor-porado arriba; la de 07/10/2009aparecía como anexo 1 cuando se

    acompañó a la acusación y sólo conel N°27 manuscrito después de laqueja.

    Concluye que faltaba individualiza-ción y por otra, hay antecedentes queaparecieron con posterioridad a laprotesta de la defensa y de la acusa-ción scal. Así la infracción se pro-duce en la instrucción previa reguladapor ley y que obliga al respeto de lasnormas propias del procedimiento,tanto en los plazos jados por laley, como en la forma de producir laprueba. Del modo que actuó el entepersecutor transgredió “los artículos260 del Código Procesal Penal, enrelación a los artículos 227 y 228 delmismo cuerpo legal y en relación alartículo 259 del cuerpo de enjuicia-miento procesal.”

    Semejante quebrantamiento atentacontra las posibilidades de interven-ción de la defensa, porque la entregaefectiva de las copias le permite ejer-cer los derechos consagrados en laaudiencia de preparación del juicio, aprestar prueba de descargo, interro-gatorios, etc.

    Dice haber preparado el recursomediante los reclamos formulados, ysolicita se declare la nulidad del jui-cio y de la decisión y se retrotraiga elprocedimiento al estado de realizarnueva audiencia de preparación de juicio oral donde se excluyan los tes-tigos protegidos 2, 3, 8, 9, 26 y 27.

    DÉCIMO OCTAVO: Que sola-mente el recurrente Huenuche rin-dió prueba para acreditar esta causal,sus circunstancias y preparación,consistente en:

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    1.- Documental cifrada en copia dela acusación scal en el rit 1144-2008; copia del CD agregado a laacusación scal en estos anteceden-tes y que se exhibió en su índice endatashow; copia de la resolución del ribunal de Garantía de Cañete quetuvo por presentada la acusación;copia de la reposición de la defensacontra esa resolución; copia del actade audiencia de preparación de juiciooral en el rit 1144-2008; copia delrecurso de apelación del MinisterioPúblico contra el auto de apertura de juicio oral en el Rit 1144-08; copiade la resolución de diez de septiem-bre de dos mil diez, dictada por laCorte de Apelaciones de Concep-ción en el ingreso N°427-2010;copia de la reclamación presentadaante la Fiscalía Regional del Bío Bíoel quince de septiembre del mismoaño; copia del correo electrónico delscal Andrés Cruz, de cinco de octu-bre de ese año, que ofrece copias delos dichos de los testigos protegidos;fotocopia del dossier de testimoniosde los testigos protegidos entregadosdespués del reclamo de la defensa; ycopia impresa de las declaraciones detestigos sin identicación suminis-

    trados en conjunto con la acusación.2.- Audios del alegato de seis deseptiembre de retropróximo pasado,ante la Corte de Concepción eningreso N°427-2010 pista 100906-00-11 que corresponde a las réplicasdel Ministerio Público y de los que-rellantes del 02:22 al 02:30.

    A su turno el scal Andrés Cruzofreció prueba nueva en la audien-cia de conocimiento de los recursos,la que le fue aceptada por la Corte,

    escuchándose parte del audio de unaaudiencia de reposición, desde elminuto 08:10 a 08:55 donde constaque el defensor Vial se desiste de lareposición intentada por haber reci-bido ya la información corregida.

    DÉCIMO NONO:Que en algunospasajes de este episodio de nulidad,la alegación que se propone parececonfundirse con la de los testigosprotegidos, puesto que se esgrime laexclusión de aquéllos y su posteriorreincorporación al proceso, merced ala decisión de la Corte de Concep-ción, pero lo cierto es que la supre-sión la decretó el Juez de Garantíapor estimar que no se satisfacían lasexigencias de los testigos para tenerla calidad de protegidos o reservados,lo que congura otra causal que seanaliza más adelante.

    Aquí, se discute en síntesis el hechoque el scal a cargo proporcionólos antecedentes de la investiga-ción –que iban en un CD anexo ala acusación- con tal nivel de desor-den que la asesoría de Huenuche yHuillical protestan por lo dicultosode su examen, sobretodo, el trabajo

    de unir determinados atestados sinninguna identicación con cada tes-tigo secreto ofrecido. Esto en deni-tiva se corrigió por el scal a cargo,quien luego del reclamo formal delas defensas, puso a su disposición undossier con los testimonios ordena-dos. En este escenario, el defensor seencontró con más aseveraciones delas ofrecidas originalmente e inclusocon más antecedentes probatorioshasta entonces desconocidos en lacausa.

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    VIGÉSIMO: Que, desde luego, elasunto se encuentra superado, puestal como lo reconoció la defensa,el scal corrigió la informaciónentregada.

    Para ese efecto, la prueba rendida porel apoderado Vial en la audiencia, deexhibición del CD que se aparejó ala acusación por el scal y que sólose mostró en sus títulos, adolece delmismo defecto de que adolece laprueba nueva ofrecida por el scalconsistente en un ocio de la Policíade Investigaciones, ya que se reere alas actuaciones realizadas por la poli-cía y a las declaraciones de los testi-gos protegidos, con lo que conculcael artículo 334 del Código ProcesalPenal. Sin perjuicio de lo advertido,no sirve más que para demostrar laexistencia de ciertas carpetas grosso

    modo, por cuanto no se tomó cono-cimiento del contenido de cadadocumento escaneado en ese soportedigital.

    A este n sólo pueden servir de pará-metro de comparación los documen-tos impresos que se agregaron porel abogado defensor y cuyo conte-nido no fue objetado por los restan-tes intervinientes, pero del que valetambién la limitación impuesta porla norma legal antes mencionada.

    No es atendible la referencia quese hace por el defensor de haber elscal “adulterado” los instrumentoscuando les antepone un número conplumón. Lo que hace es precisa-mente, tratar de corregir su desorden y de hacer más claro para las defen-sas, qué dichos son los que ha vertidocada testigo secreto, que son los que

    constituyen el punto más sensibledel asunto.

    El desbarajuste previo es cierto, tantocomo lo es la corrección efectuada ainstancias de las asistencias técni-cas, empero no es factible inferir deese solo hecho, ni de la aparición denuevas declaraciones producto de laorganización a que se vio compelidoel Ministerio Público, que ello pro- vocara perjuicio a la defensa. Estaexpone que debió conocer bien losatestados antes de la audiencia depreparación para poder formalizarlas solicitudes de exclusión de tes-tigos y los interrogatorios y contraexámenes. No obstante, la elimina-ción de testigos la pidió igual y le fueacogida, aunque por otro motivo yluego, revocada por la Corte de Con-cepción; mientras que para preparar

    interrogatorios y examen de testigos,bastaba con conocer la informaciónantes de la audiencia de juicio oral,lo que se cumplió y si bien despuésprotesta –más adelante- por nohaber podido ejercer adecuadamentesus derechos en cuanto al examen delos testigos protegidos, ello obedecióa otra razón: la identidad protegida,no al desorden primitivo en la car-peta de investigación. ampoco ha señalado de qué otroderecho concreto, diligencia o ges-tión precisa se vio impedida a con-secuencia de la falta de prolijidad enla recopilación de información delscal a cargo, lo que conduce necesa-riamente a la imposibilidad de anali-zar la efectividad del desmedro quedice haber sufrido y, con ello, la realtrascendencia de la irregularidad quedenuncia.

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    Lo expresado conlleva el rechazo dela causal en estudio.

    VIGÉSIMO PRIMERO: Que, enforma subsidiaria a todas las causalesen comento, la defensa de José San-tiago Huenuche Reiman, aduce una vez más la causal del artículo 373, letra a), del Código Procesal Penal,devela violentado el artículo 19, N°3°,de la Carta Política, en armonía conel debido proceso, por el derecho auna investigación racional y justa. Acude a la historia dedigna de laLey N°19.519, que reformó la CartaFundamental e incorporó al Minis-terio Público en la expresión “proce-dimiento e investigación, racionales y justos”, estampada en dicho artículo19 y a los artículos 83 de la misma,que entroniza al Ministerio Públicocomo órgano autónomo; y 53, inciso

    2º, 77 y 166 del Código ProcesalPenal, que consagran el principiode legalidad que impone al persecu-tor el deber de iniciar y sostener lapersecución penal de todo delito deacción pública, sin que pueda sus-penderla, interrumpirla o cesarla asu antojo, sin perjuicio del aforismode oportunidad reglado, lo que signi-ca que no puede ejercerse en formaarbitraria, sino que en las conjeturasdeterminadas por la misma ley.

    Expone que aunque la ley proce-sal autoriza la existencia de testigosprotegidos, tal condición sólo sub-siste hasta la etapa de juicio oral yque bajo ningún pretexto está pre- vista para eximir de responsabilidadal co-imputado que declara contralos demás. Sobre el punto la LeyN°18.314, a pesar que permite man-tener la protección del testigo, sigue

    respondiendo a la idea de resguardarla integridad de esa persona, pero enmodo alguno se introdujo para darinmunidad al imputado que declaracontra otras personas.

    Sostiene la defensa que el persecu-tor presentó como testigo de cargo alindividualizado bajo el N°26 y constade la misma acusación que hay variosimputados en la causa a quienes sefavoreció con el artículo 248, letra c),del Código Procesal, que consagra lafacultad de no perseverar en el pro-cedimiento; y consta de la disidenciaque, conforme depusieron los fun-cionarios policiales José Luis LópezLeiva y Alfredo Espinoza Ugarte,el testigo con reserva de identidadN°26 era uno más de los hechoresque manifestó su voluntad de decla-rar y prestar colaboración, a quien sele asignó la calidad y protección detestigo. Ese testigo incluso reconociósu intervención en los hechos y dis-paró un arma de fuego.

    Dice suponer quien podría ser estetestigo protegido N°26, dado que enCañete se ventiló otro juicio por eldelito de robo en lugar no destinadoa la habitación que se dividió en dos.En uno de esos litigios no se acusóa quien cree es el testigo 26, conde-nándose a todos los convictos; y enel otro pleito se acusó precisamentea quien piensa es el testigo 26, perose decretó en su benecio la suspen-sión condicional de procedimiento,improcedente en la especie, con arre-glo al artículo 245 de la compilaciónadjetiva de penas.

    Entonces se pregunta la defensa, siesa persona ya obtuvo una suspen-sión condicional improcedente y la

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    decisión de no perseverar en esteprocedimiento, ¿qué benecios pro-cesales obtuvo?, y ¿están ellos con-templados en la ley? Responde queesta situación no está dentro de lasatribuciones del Ministerio Público y que ese accionar viola el derecho desu representado a una investigación yprocedimiento racionales y justos.

    Reconoce que en las leyes N°s.20.361, 20.000 y 18.314 se contem-plan especies de recompensas parael inculpado que declara contra suscopartícipes, pero no se considera laposibilidad de no persecución penaldel imputado que coopera. Ello estáprohibido también en la ley proce-sal, artículo 195, porción nal, “Sólose admitirá la promesa de una ventajaque estuviere expresamente prevista enla ley penal o procesal penal...”

    Alega la preparación del recurso por-que pidió la exclusión del testigo yen su momento, igual solicitó que nodeclarase bajo juramento. ambiénle causó menoscabo porque la cali-dad de protegido que se le conrió,le impidió conocer su identidad paraejercer la defensa de sus derechosconforme a la ley para desacreditarlo

    e incluso para probar su interés endeclarar si consiguió provecho deello.

    En denitiva, requiere se declare lanulidad parcial del juicio oral y del veredicto y se retrotraiga la litis a laetapa de celebrar audiencia prepara-toria en la que habrá de suprimirse eltestigo N°26.

    VIGÉSIMO SEGUNDO: Quepara comprobar la causal subsidia-ria IV del artículo 373, letra a), y

    su preparación, la defensa del acu-sado Huenuche Reiman aportó lasiguiente prueba:

    1.- Registro de audio del juicio oralpista 101207-02-02 que correspondea los dichos del testigo protegidoN°26, del minuto 06:00 al 09:40. Dela pista 02-03 de ese mismo testigo,del minuto 01:03 al 04:31; de la pista02-04, también de dicho testigo pro-tegido, del minuto 01:33 al 02:14.

    Luego se escuchó la pista 101207-01-01 incidente, desde 00:44 quesi bien se ofreció hasta el 04:42, seinterrumpió poco antes de termi-nar por el defensor, por considerarlosuciente; y, después, en la pistasiguiente, 01-02 desde el 00:01 al01:33.

    2.- Documental: copia de la acusa-ción en rit 476-2009 del Juzgadode Garantía de Cañete; copia de lasentencia en rit 59-2009 del ribu-nal Oral en lo Penal de Cañete, de veintisiete de enero de dos mil diez;copia del acta de audiencia de juiciooral en rit 59-2009 del ribunal Oralde Cañete, de veintiocho de abril delmismo año; y, sobre con individua-lización del testigo con reserva deidentidad N°26.

    VIGÉSIMO TERCERO: Quecomo se advierte de la simple lec-tura del recurso, en este párrafo seimpugna el proceder del MinisterioPúblico acerca de algunas prerroga-tivas que le son privativas y, además,en relación a un sujeto cuya identidadlas defensas ignoran por habérselebrindado protección, en su calidadde testigo y atendidas las especia-

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    les circunstancias que lo hicieronaconsejable.

    La defensa estructura esta causal ylas protestas que sobre ella construyesólo en hipótesis o conjeturas, por-que al desconocer la identidad delindividuo llamado “el testigo N°26”,presume que coincide con alguienque ya obtuvo una franquicia de sus-pensión condicional en un supuestoimprocedente y en seguida aventuraque sería un inculpado en esta causaque ahora logró otra gracia tambiénilegítima, como la opción de noperseverar que fue en su momentosometida al conocimiento del tri-bunal competente y del que no sedice cuál habría sido su resultadoo si medió algún tipo de impug-nación o reclamo jurisdiccional oadministrativo.

    Cualesquiera sean las circunstan-cias, no es dable analizar ni emitirpronunciamiento respecto de unadenuncia de infracción de derechosque se alza sobre cimientos dubita-tivos, como un “quizás”, un “tal vez”,un “a lo mejor”.

    Por otro lado, esta denuncia, encuanto se yergue sobre meras espe-culaciones, resulta carente de fun-damentos, de suerte que el tribunalque conoce la identidad del testigosecreto, no está forzado a revelar suidentidad, por no encontrarse en estaqueja comprometida garantía consti-tucional o derecho alguno que debaser amparado, sin perjuicio de lo quemás adelante se dirá a propósito delexamen de la reclamación formuladapor el uso de un testigo protegidoal asilo de la Ley N°18.314. Elloqueda en descubierto por el divorcio

    que se nota entre los fundamentosdel recurso y su petitorio. El ori-gen e