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Revista literaria/cultural de circulación mensual. Literatura, música, cine y entretenimineto. Una producción de Editorial Sad Face.
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Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
D i r e c c i ó n e d i t o r i a l , r e d a c c i ó n , mercadotecnia, ventas, diseño y t o d o e s o : Ed i t o r i a l S ad Face L. Letras Ra ras es una marca registrada. 2011 . Año 1 , número 5. Fecha de circulación: octubre de 2011. Revista editada y pub l i cada por Editorial Sad Face y Her Majesty’s Entertainment. D o m i c i l i o conocido, código pos ta l 90210 . T o d o s l o s c o n t e n i d o s originales aquí v e r M d o s s o n propiedad de sus r e s p e c M v o s autores y están protegidos por INDAUTOR todo poderoso… ¡Así que no te fusiles n a d a o t e haremos pagar!
1 Ejemplar digital gratuito.
L E T R A S
RARAS
r e v i s t a
@LetrasRaras Letras Raras + [email protected]
LITERATURA 2 QWERTY 6 Biblio-‐T-‐K: At the Mountains of Madness 7 El Ser del Portal 9 Iván B 14 Los CuenMtos Fumados de… MÚSICA 17 Radio Ghost Avenue 18 Editors 19 Guns n’ Roses
Música no tan Clásica CINE 20 Carnage
Ghostbusters 21 Paranormal AcMvity 3 ENTRETENIMIENTO 22 Astronomía + Caballeros del Zodiaco
10 hechos de… 23 Origami Time!
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- R E V I S T A L E T R A S R A R A S -
O C T U B R E Antes de que los romanos
añadiesen los meses de julio y agosto al calendario, octubre era el octavo mes del año; de ahí su nombre: octo = octavo.
Para los que inmediatamente piensan en cerveza al escuchar el nombre de ese mes, lamentamos informar que la mayor parte de Oktoberfest tiene lugar en septiembre.
Algunas preguntas que quizá no te haces muy a menudo: ¿por qué las letras del teclado están acomodadas así? ¿Quién determinó este orden? Bueno, todo empieza con un señor llamado Christopher Latham Sholes, un editor e impresor de Milwaukee a quien por ahí de 1860 le entraron aires de inventor y con sus cuates Samuel Soule y Carlos Glidden diseñó una máquina de escribir más o menos inspirada en un piano.
Q W E R T Y Dr. Sa
lomón Stembe
rg, autor
- 3 5 7 9 N O P Q R S T U V W X Y Z� 2 4 6 8 . A B C D E F G H I J K L M
Con esta disposición, que entre sus caracteres no contemplaba minúsculas ni los números 1 y 0, patentaron su invento en 1867. Las dos filas de teclas de este ‘piano literario’ incluso estaban fabricadas de marfil y ébano, y aunque en su momento fue toda una innovación éste tenía sus detallitos: en primer lugar, si se presionaban dos teclas al mismo Mempo el mecanismo se atascaba, en segundo, uno no veía lo que escribía; el campo del texto estaba dentro del aparato, de modo que uno no se percataba de los errores hasta que era demasiado tarde para corregirlos.
¡Intenta escribir tu nombre!
Pásale a la siguiente página
Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
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Sholes sabía que su invento distaba de ser perfecto, así que en lugar de irse de vacaciones con las ganancias decidió inverMr los siguientes cinco años perfeccionando la máquina de escribir. En dicho periodo se asesoró con un maestro llamado Amos Densmore, quien le ayudó a elaborar una nueva disposición de cuatro filas cuya única intención era prevenir los molestos atascos.
2 3 4 5 6 7 8 9 -� A E I . ? Y U O ,�
B C D F G H J K L M�Z X W V T S R Q P N
1868
Aunque tenía seis caracteres más y
cumplió su propósito aún no me terminaba de
convencer.
(1819-‐1890)
En 1873, tras estudiarle un poquito más y mover algunas figuras de lugar, Sholes y Densmore visitaron a Eliphalet Remington (el mismo de los rifles) que por aquél entonces era el fabricante número uno de máquinas de coser en los Estados Unidos, y lograron venderle el diseño del teclado de cuarenta caracteres para las primeras máquinas de escribir comerciales, que más o menos les quedó así:
2 3 4 5 6 7 8 9 - ,�Q W E . T Y I U O P�
Z S D F G H J K L M�A X & C V B N ? ; R
Más parecido al teclado que conocemos, ¿no? Bueno, con todo, a los mecánicos de Remington les causaban ruido los signos de puntuación entre las letras y tras intercambiar el punto con la R concibieron el primer teclado QWERTY, que se haría mundialmente famoso con el lanzamiento de la Remington No. 1. Aunque solamente escribía en mayúsculas y le faltaban algunos números y signos de puntuación (el 0 se hacía con una O y el 1 con una I) probó ser sumamente popular: esta disposición de letras permiua al usuario teclear más rápido uMlizando ambas manos, sin mencionar que las columnas diagonales ofrecían una ventaja mecánica y ergonómica tanto a técnicos como mecanógrafos (checa tu compu, si te fijas, las teclas no están alineadas verMcalmente).
Los clientes del siglo XIX quedaban apantallados
cuando veían que se podía escribir TYPEWRITER
utilizando solamente la fila superior del teclado�
LEYENDA URBANA
- R E V I S T A L E T R A S R A R A S -
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Hice tanto dinero vendiendo máquinas de escribir que incluso pensé en dejar el negocio de las
armas... ¡Ja! ¡Hasta creen!
Lo cierto es que en 1878 míster Remington lanzó al mercado la versión aumentada y mejorada de su máquina de escribir, la cual incorporaba una tecla denominada “shiw” que permiua intercalar entre mayúsculas y minúsculas, además de un teclado mucho más cercano al que uMlizamos actualmente:
ß Upper row ß Home row ß Bottom row
Así se denominan las filas del teclado
Con el paso del Mempo esta configuración sufriría sus úlMmas modificaciones, añadiendo al reparto de caracteres el 1 y el 0 que tanto hemos mencionado, así como otros signos de puntuación. Ahora, cabe señalar que este teclado fue diseñado para escribir en inglés, (se dice que el 70% de las palabras de esta lengua pueden teclearse con la mano izquierda), no obstante, existen variaciones regionales para los diversos idiomas que emplean el alfabeto romano, como AZERTY, que se uMliza en Francia, o QWERTZ, empleado en Alemania y países circundantes. La versión que uMlizamos en castellano es muy similar a la anglosajona, siendo las principales variantes la inclusión de la Ñ y nuestros exclusivísimos signos de admiración/exclamación inverMdos. Cabe señalar que existen dos versiones del sistema QWERTY para hispanoparlantes: el europeo y el laMnoamericano. Las principales diferencias entre éstos radican en la ubicación de la @ (en la Q en América, en el 2 en España), la inclusión/omisión del caracter Ç y la disposición de los acentos. Para evitar revolMjos, recientemente los fabricantes han optado por dejar la configuración europea como el estándar para el castellano, siendo esta la disposición “oficial,” por así decirlo:
Imagen: W
ikipedia
Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
Ahora es un buen momento para echar un ojo al teclado de tu computadora en caso de que no lo hayas hecho aún. ¿Qué tanto se parece al que acabas de ver? Si notas algunas inconsistencias, es perMnente aclarar que no todos los fabricantes se apegan a esta configuración, y es probable que incluso te toque escribir en máquinas que cuando pulsas la Ñ en la pantalla te arroja dos puntos o un acento. Ahí te va un comercialote (por el cual debe constar no recibo un centavo): el teclado QWERTY para habla hispana más preciso en el mercado es el de una Mac, por eso 8 de cada 10 escritores preferimos la manzanita (aunque hay quien afirma que los modelos periféricos de Logitech son aún mejores, no lo sé de cierto).
¿Y qué? Yo sigo siendo más rico
que Jobs.
Ash, no empiece de ardido, don Bill, se
parece a los que usan teclado Dvorak.
Oh, sí, casi lo olvidaba: QWERTY no es un teclado universal. En el alto mundo de la mecanogra~a Mene muchos detractores que lo consideran lento, mal diseñado y hasta tartamudo (es decir, que los errores son frecuentes al escribir en él). Verás, lo ideal es teclear con la vista fija en la pantalla o el papel, de hecho, si te fijas, en la F y la J puedes senMr un par de pestañas que sirven para guiar tus dedos índices a la home row (esto en inglés se llama touch typing). Los expertos en este arte afirman que el Dvorak Simplified Keyboard (DSK) es superior al QWERTY en cuesMones de velocidad, comodidad y precisión, toda vez que ubica las vocales en la home row y las consonantes menos usuales en la bo�om row, que es la más ‘di~cil’ de alcanzar. También dicen que es mucho menos cansado escribir por periodos prolongados en él. Por ejemplo, Barbara Blackburn, escritora con el récord Guiness a la mecanógrafa más rápida del mundo, alcanzaba las 150 palabras por minuto en un teclado Dvorak… ¿Qué tan verídica es la supremacía de Dvorak por encima de QWERTY? La verdad es un pleito tan anMguo como el de PC contra Mac, que será mejor dejar para otra ocasión porque se me
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acaba el espacio. Para finalizar, te dejo la
disposición del DSK para que decidas si te gustaría escribir en él o no. Nos leemos en el siguiente ejemplar.
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BIBLIO-T-K
Esta genial caricatura nos la fusilamos de acceleratingfuture.com, de la autoría de un tal Michael
At the
Mountains of Madness
Títulos de ayer y hoy que tienes que leer antes del fin del mundo
Toca el turno de que uno de los escr i tores consenMdos de esta publicación honre nuestras páginas: Howard Phillips LovecraK. Siendo una
de las contadas novelitas que escribiera el prodigio de Rhode Island en su corta, corta vida, At the Mountains of Madness (En las Montañas de la Locura para los menos observadores) relata la travesía de un grupo de invesMgadores de la Universidad de Miskatonic a través del conMnente antárMco, mismos que entre otros pormenores se topan con los remanentes de una civilización pre-‐humana descrita en susurros por algunos obscuros autores, así como con uno que otro horror que ha sobrevivido a los eones para embrujar nuestros días. El lector lovecrawiano (y el no-‐lovecrawiano también) debe entender que At the Mountains of Madness no es sino H.P. Lovecraw escribiendo en todo su esplendor; absolutamente todos los elementos de su literatura fantásMca están presentes en esta narración: los AnMguos, Kadath, Leng, Cthulhu, el Necronomicon, el árabe loco… Pero quizá el punto más fascinante de esta obra es la detalladísima descripción de la arquitectura y el esMlo de vida de una civilización totalmente ajena a la humanidad. Inclusive podría afirmarse que este es un vasto estudio sociológico de los Primigenios tantas veces citados en los mitos de Cthulhu. La vividez
con que el buen Howard presenta cada rincón de este mundo congelado es poco más que fenomenal, proyectando a la mente del lector imágenes cuya niMdez está únicamente limitada por la imaginación de cada cual. Este no sólo es un tesoro de la literatura de ficción, sino un hito en la narraMva de horror que sería pecado omiMr en cualquier biblioteca. Considerado frecuentemente como el pináculo de la obra de Lovecraw, no son pocas las veces que se ha intentado adaptar At the Mountains of Madness al cine (hasta hoy ningún director hollywoodense se ha atrevido a llevar a Lovecraw a la pantalla grande). El úlMmo en apuntarse (y quizá el único que pudo haber hecho un buen trabajo) fue Guillermo del Toro. Es una lásMma que Universal le echara atrás el proyecto.
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E L S E R D E L
P O R T A L
Un cuento de:
C.H.K.
Él… Más bien, eso está ahí afuera; me está buscando. Temo por mi vida, aunque sería más válido decir que temo por mi alma, por mi existencia misma. No logro comprender qué es o de qué oscuro abismo provino. No encuentro explicación alguna a su naturaleza. Si tan sólo no hubiese abierto ese libro… ¡Demonios! ¿Por qué lo hice?
Fue un fatídico día cuando encontré el endiablado tomo en un estante de la librería del monasterio de ***. Debí presentir que algo malo sucedería, pues un aura helada me rodeó en cuanto lo tomé. Por un instante sentí presencias oscuras en esa habitación, e incluso cuando salí me pareció ver sombras acechando a mi alrededor. No sé por qué seguí adelante, por qué no solté ese infernal libro. Llegando a casa lo abrí y fui embargado por la misma gélida sensación. ¡Por Dios! Tuve miedo, pero mi curiosidad fue mayor. Ahí estaba un compendio de saberes ocultos, transcrito al parecer por los monjes franciscanos al antiguo castellano. Seguramente fue escrito en base a los conocimientos de los antiguos pobladores indígenas de la región. El monasterio de donde lo tomé es famoso por rumores que hablan de sus previos ocupantes, de quienes se dice rendían culto a dioses paganos en secreto, llevaban a cabo ritos oscuros y grababan imágenes de seres abismales en su entorno, al igual que hacían íconos de éstos. El libro página tras página describía las maneras de traerlos a este mundo, de obtener saber y poder de estas criaturas y tomar control sobre ellas. Esa noche y las siguientes a esa me persiguieron horrendos sueños del Hades; vislumbraba almas siendo devoradas por demonios alados y seres parecidos a los sátiros. Amorfos engendros de pesadilla torturaban las pobres ánimas que caían en ese apocalíptico paraje. Estos sueños cada vez eran más vívidos, siniestros y oscuros. Por aquel entonces me encontraba estudiando los escritos y rastreando descendientes de los indígenas de quienes se sustrajo este arcano saber, pues deseaba aprender su dialecto y la pronunciación de ciertas palabras clave inscritas en el libro. Cuanto más aprendía más era mi miedo, pero incluso mayor a éste era mi curiosidad por lo que era conocido como el Ritual de la Llama Oscura; el ceremonial que me otorgaría autoridad y poder sobre un sombrío espíritu cuyos conocimientos me darían control de las enfermedades, la muerte, el terror y la vida misma. Todo parecía prometedor: los ingredientes estaban listos; el ritual había sido practicado muchas veces. Sin embargo, aún dudaba en adentrarme por esta oscura ciencia, mas el veredicto estaba dado y no podía retroceder ya habiendo iniciado la empresa.
El final llegó el 16 de julio, una noche despejada pero plagada de misterio. Se podía
percibir el aroma del miedo flotando en el ambiente; un potente elixir para aquellos que van tras lo oculto. Los hechos tuvieron lugar en el antiguo monasterio. Revisé el libro por última vez, tracé los símbolos en el atrio exterior y comencé a conjurar las palabras:
– Demonios y seres del abismo, venid a mi encuentro. Llenadme con vuestro antiguo saber y poder. ¡Otorgad a este mortal vuestro don! La noche se tornó turbulenta. Las montañas anunciaban Su aproximación con el resonar de tambores, al igual que el viento con un chirriante silbido de flautas. Los rayos de la luna
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En este momento veo el fuego en el horizonte. Gritos demenciales llegan a mis oídos. Se acercan, están tras mis pasos… Aquel ser me persigue. Tal vez no ha saciado su hambre y busca mi carne… O tal vez quiera el libro para llamar a su estirpe desde los propios abismos del infierno.
Ahora aquí, en mi casa a las afueras de esta lúgubre ciudad, nadie sabrá lo que hice ni lo que sucedió a menos que encuentren este escrito, aunque de ser hallado nadie
iluminan el altar condenado a los seres infernales. El portal se abrió: llamas oscuras brotaron desde el abismo mientras que todo alrededor cambió a un entorno lúgubre y demacrado. Las sombras invadieron la Tierra; seres infernales apoyaban la embestida de su campeón a este mundo. El demonio conjurado había encontrado finalmente la forma de escapar a su exilio y regresar a este plano para causar un eterno caos, y fui yo quien rompió su sello. Aquel ser de imponente aspecto comparado con las burdas descripciones judeocristianas del maligno, con cuatro prominentes pares de alas, retorcidos cuernos cabríos, rostro de murciélago y cuerpo de bestia: una fiera maldita semejante a una pesadilla.
Tuve miedo, mucho miedo, pero yo tenía el poder; era a mí a quien serviría. Allí estaba mi oportunidad de conocer secretos más allá de la imaginación, de alcanzar un entendimiento absoluto de las artes oscuras. ¡Todo! ¡Todo era mío! Pronuncié entonces el hechizo de subordinación para obtener su obediencia y a cambio…
¿Qué recibí a cambio? El demonio soltó un chillido demencial y, hambriento, comenzó a devorar a sus
esbirros. Se alimentó de una sombra tras otra. Aterrado, me puse en pie y corrí como si el mundo se desmoronase a mis plantas.
Después todo fue silencio.
comprenderá nunca lo que ha sido de mí… Es muy tarde y estoy agotado, demasiado agotado. Cuando Él dé conmigo no seré más que un bocado que no opondrá resistencia. Tal vez pueda extinguir mi vida antes de que me alcance; estaré feliz de ello, ya que no deseo morir de esa manera tan espantosa. Si me preguntáis por el libro, éste se encuentra en…
FIN
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M E T A F Í S I C A
PORTÁTIL
B I V Á N
Iván entró a su cuarto esa aburrida tarde de julio; miró a la ventana y sólo vio nubes y más nubes agolpándose hasta el horizonte. No hay nada que hacer hoy —pensó, y se miró al espejo con un dejo de aburrimiento—.
Iván B entró a la cámara SEI004116 (las siglas SEI significan Simulación Espacial Interior) que emulaba una recámara exactamente igual a la de Iván (nuestro personaje del párrafo anterior, que llamaremos, en adelante, Iván A). Era realmente tedioso tener que realizar ese ritual, cronométricamente coreografiado, de vez en cuando; peor aún era la idea que aquellos seres ingenuos de universos paralelos no sospechen siquiera de su existencia. En el Universo B se descubrió desde hace Mempo la coexistencia de universos paralelos, además de que, por alguna extraña razón, la voluntad se aloja en universos superiores, como lo es Universo B respecto a Universo A (y muchos otros).
Una vez que Iván A no supo qué hacer en su habitación, pues olvidó para qué había ido, dejó de observar su reflejo, se dirigió a la puerta y salió al vesubulo. Estuvo un rato en la sala leyendo un libro que le dejó varias ideas revoloteando en su interior: La Mente Nueva del Emperador, escrito hacía ya más de veinte años por un tal Roger Penrose, ~sico matemáMco inglés que ahora era Sir. ¿Se imaginaría Penrose cuando escribió ese libro que en 1994 lo nombrarían caballero y su fama sería aún mayor? Así como quizás él no imaginaba ese ni otros sucesos futuros, algunos bastante interesantes, Iván A tampoco imaginaba que en el año 2025 idearían, al fin, una interpretación adecuada a las observaciones de la mecánica cuánMca.
Yo como profesores de matemáticas en
el desayuno.
(Penrose) EfecMvamente la hipótesis de los muchos mundos o universos
paralelos era verdadera, sin importar lo incómoda y poco elegante que resultaba para Penrose y el mismo Iván A. La solución a que aparecieran dos fotones en vez de uno después del espejo fue, a fin de cuentas, algo muy obvio: el “segundo fotón”, cuyo ángulo de trayectoria era disMnto del de la trayectoria original, provenía de un universo paralelo a través del espejo. Así, los fotones no sólo Menen velocidad fija, sino también ángulo fijo. Los disMntos ángulos en que puede viajar la luz son, en
JIMM
PRESENTA
realidad, “préstamos” de otros universos; fotones que han “entrado” o sido proyectados desde otros universos a través de espejos y mecanismos similares. Los espejos en el universo de Iván A (y en todos los universos) no eran más que ventanas a universos paralelos.
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Era el año 56323 en Universo B; contando desde el momento en que los habitantes de Tierra B la dejaron para formar una civilización completamente espacial. A veces Iván B se preguntaba cómo sería un planeta, cómo eran las estructuras biológicas: árboles y animales que eran mitos en esta civilización de Universo B; aunque se enseñaran en la clase de prehistoria, mediante cámaras SEI adaptadas, tenerlos frente a uno debía ser diferente. Algo tendría en común con ese ridículo personaje, llamado Iván A, a quien había que “visitar” nuevamente esta
tarde. Iván B imaginó a Iván A como una persona reflexiva, pero ineludiblemente condenada al desconocimiento de su universo-‐época. En el mismo Universo B había controversia sobre universos de grado superior, que, en caso de exisMr, determinarían los eventos experimentados en Universo B. Entonces, hipotéMcamente, era posible un Universo C donde radicaría la verdadera voluntad y fuera transmiMda a Universo B, donde personajes como Iván B tendrían la ilusión de que su voluntad es original. Iván A, de hecho, como todos los personajes de Universo A, Mene la ineludible sensación de que su voluntad es la única. En su universo, de manera semiinconsciente, semiinocente, se han asumido posturas para explicar la aparente existencia de pluralidad de voluntades o conciencias y no caer en el solipsismo total. En la época de Iván A, por ahí del año 2011, todas esas opiniones se Mldaban de dogmáMcas por cienuficos, y sobrevivían sólo en el “incierto” terreno de las religiones, donde tales unidades voluntariosas eran llamadas “almas”. Si supieran que en los Universos nivel B dichas hipótesis se hayan ahora confirmadas; mas sólo hay un número específico de almas cuya voluntad es regida desde esos universos (como lo hace Iván B sobre Iván A). Es comprensible, pues, el desagrado que sienten en general los cienuficos de Universo B ante la idea de niveles de universo infinitos; los humanos B aún guardan (¿inconscientemente?) una forma primiMva de antropocentrismo, de universocentrismo.
Solipsismo es la postura
filosófica que dice que sólo
hay una conciencia, la
propia, y lo demás es como
un ensueño de ésta. Es
equivalente, más o menos, a
afirmar: yo soy Dios.
(Véase el cuento Juan el Solipsista
en Letras Raras agosto.)
Al llegar a la cámara SEI, que ahora era la SEI004255, Iván B recorrió, guiado por un técnico, el túnel de exclusión lumínica: un pasillo de paredes negras que serpenteaba para que ningún fotón intruso llegara de un universo nivel A. Al fin, entró al vesubulo iluminado de la cámara SEI, donde el técnico lo dejó no sin antes recordarle algunas indicaciones. Iván B se sinMó molesto de ser tratado como inepto pues hacía muchos años que venía preparándose para sus visitas a la cámara SEI. Era humillante que se tratara así a los ciudadanos de Civilización B. La única instrucción era: haz lo que quieras. Evidentemente éste es un punto de ocio en el que se topan los universos nivel A. Debe haber universos nivel B, donde la voluntad sea uMlizada de manera adecuada, donde se hagan cosas, se resuelvan problemas. Llegar,
hospedarse desde hace semanas en la cuidad limítrofe a la muralla del complejo SEI, pasársela perdiendo el Mempo para esperar el día, el momento. Era degradante. Pero Iván B olvidó sus quejas y hasta estuvo agradecido (¿agradecido?) de no tener que pasar horas, y hasta días, ya que había veces en que los sujetos del lado A dejaban entornada la puerta y el espejo quedaba a la vista por la rendija.
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—Momento —pensó Iván B—, ¿estoy confiriendo voluntad a los sujetos del lado A? ¡Qué disparates!
Seguramente, si dejan entornada la puerta y por la abertura se ve el espejo es que los sujetos B deben pasar más Mempo según las infalibles leyes de nuestro universo, perfectamente cronometrado por los cienuficos (esos que nadie-‐ha-‐visto-‐jamás) de civilización B.
Finalmente escuchó los pistones de apertura y una leve niebla escapó del interior de la cámara SEI. Iván B entró a Mentas; la niebla era espesa y no permiua visibilidad alguna. Escuchó un bip que indicaba que la escoMlla de la cámara SEI se había cerrado y pronto la niebla comenzó a disiparse. Apareció un espejo giratorio, un sofá cama negro; libros regados por todas partes.
—Una habitación bastante desordenada —pensó Iván B—.
Frente a él había un aparato cuadrado, pronto encontró un disposiMvo portable con botones e intuyó que el rojo haría algo importante. Al presionarlo un ruido arcaico indicó que ese aparato cuadrado, con una pantalla en la parte anterior, comenzaba a funcionar. Vio para qué servían los demás botones y encontró los que cambiaban las escenas móviles bidimensionales que iban apareciendo. No vio nada que no hubiera visto en las simulaciones históricas del colegio, y, al no haber algo interesante, apagó el disposiMvo. En el reflejo del espejo vio que la pasta de uno de los libros —esas tabletas prehistóricas de información— engalanaba un utulo singular: Rayuela.
—¿Qué es una rayuela? —se preguntó—, ¿qué es una rayuela? —e imaginó mil formas posibles.
Sin embargo, quedó frente al espejo, que no difería en nada a un espejo común. Vio que la luz que se colaba por entre las persianas de la ventana lateral se tornaba, poco a poco, de un violeta más oscuro.
—Ahora comprendo las largas horas de entrenamiento —se dijo—. Nada en este mundo arMficial me hubiera preparado para la primera visión de un ocaso en Tierra A.
Recordó aquellos tediosos años de la secundaria donde era introducido a cámaras SEI obsoletas, pedagógicamente adaptadas. El espejo, que no debía ser normal, lo distrajo de nuevo y volvió a concentrarse en su reflejo: en Iván A. Como en broma dijo a la imagen: “pobre Iván A, crees que existes pero ni siquiera Menes voluntad, —y, después de una larga pausa, prosiguió— eres tan ingenuo, vengo de un mundo donde ocurren cosas que jamás entenderías.” Entonces, acercó su mano: quiso tocar a Iván A. Se olvidó de una verdad básica; evidente en Universo B desde hace
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milenios: Un fotón Mene velocidad y ángulo constantes. En cuanto tocó el espejo cambió levemente su ángulo de refracción (en más de un grado Planck) y la niebla cubrió estruendosamente la cámara SEI. Alcanzó a ver una esquina de la pasta negra del reflejo del libro Rayuela antes de que todo se desvaneciera.
Iván B se preocupó un poco; seguramente indujo el final de la simulación antes de Mempo, pero el técnico le dijo que no había problema, que todo estaba perfectamente cronometrado e
Así como la longitud de Planck designa la
mínima distancia que puede “entender” la física, se me ocurrió una unidad ficticia
para este cuento, que designa la mínima
cantidad angular en que algo se puede
curvar o puede girar. Esto, en parte, existe
en las ideas de “gravitón” de Penrose.
incluso el incidente de tocar el espejo estaba previsto: no habría ninguna extraña alteración al espacioMempo en universo B por un incidente tan mínimo. Iván B no pudo evitar senMrse ultrajado en el fondo y, de camino al hotel donde se hospedaba, no pudo escapar al recuerdo de esa úlMma imagen: la esquina de una pasta negra... “¿Qué es una rayuela?”
Max Planck
1858 - 1947 Yo apoyé la teoría de la relatividad
cuando nadie pelaba a Einstein.
De regreso en su ciudad natal, Iván B invesMgó en todas las bibliotecas, en todas las enciclopedias (había información que, como en nuestra experiencia, debía transmiMrse de manera presencial).
—Privación de la información, otra de las argucias de Civilización B —pensó Iván B— para controlar a sus ciudadanos.
Jamás encontró referencia a una palabra como rayuela. En ese universo, el concepto así denominado jamás había exisMdo. El úlMmo día de búsqueda, faMgado, Iván B
regresó a su casa sin dejar de pensar en Iván A. ¿Tiene caso siquiera imaginar a otro Iván? ¿Qué hizo después de que nuestros universos se desconectaron? Evidentemente no lo volveré a ver pues, en mi vida, no tengo otra visita programada al Complejo SEI, lo cual en parte es un alivio tremendo. Sin embargo he
escuchado que algunos reciben citatorios inesperados, lo cual no es descabellado dado el hermeMsmo que guardan las altas esferas de Civilización B. También hay otra leyenda que dice que los que se pierden en realidad son secuestrados y llevados a Civilización B prima, para prácMcamente fusionar sus vidas con sus paralelos del nivel A.
—Tal vez algún día me pierda e Iván A y yo seamos el mismo, o esclavo el uno del otro; no sé.
JJLJ à
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—Pobre Iván A —y al pensar eso, se acordó que jamás sabría lo que es una rayuela... su error más grande fue tocar el espejo antes de hojear el libro.
Iván B no volvió a ser pleno pues siempre se quedó con la sensación de algo faltante: el irresoluble enigma de rayuela; el jamás llegar al cielo… (¿Al cielo?.. —¡Vivimos en una ciudad espacial!)
Esa tarde, Iván B regresó muy nostálgico a su casa. No podía quitarse de la cabeza las úlMmas palabras que dijo a Iván A. Si pudiera verlo otra vez le diría algo “úMl”: el principio del ángulo del fotón o algo así… puede que en el universo de Iván A aún no se sepa. Entró al baño, se miró al espejo y se quedó perplejo. Un eco de esas palabras, que no se podía quitar de la cabeza, resonó tanto que fue casi real: ...eres tan ingenuo, vengo de un mundo donde ocurren cosas que jamás entenderías.
::: FiN :::
El Nempo
se escurre entre los dedos como cabellos largos y mojados como río que me lleva en su corriente
a veces tranquilo a veces furioso siempre constante e inmisericorde
Me pregunto…
¿Cómo sería si sucediera lo que dices? Si en algún momento el Nempo se detuviera y nosotros, ingenuos, sin darnos cuenta
seguramente se detendría mientras miro tus ojos, cuando toco tus manos, tu cercanía se plasmaría como retrato. Y escondidos bajo fresca sombra, como capullos resguardados
para nunca ser rosa para que el viejo llamado Tiempo se compadezca; para jamás marchitarnos.
Estos versos son parte de mi
poemario Palabras Son Sólo Palabras.
J:I:M:M
Si se detuviera el tiempo
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Los Cuentitos Fumados de…
Daniel Jennings
En las calles de París.
Ocurrió antes de que el euro se apoderase de las calles de Francia. Me encontraba de vacaciones en París, fotografiando como buen turista cuanto jardín, edificio o monumento se cruzaba en mi camino –inevitable manía de los extranjeros al visitar este rincón de Europa. Recién había descendido de la Torre Eiffel, con mi confiable Nikon colgando del cuello y una bolsita llena de tarjetas postales, imanes para la heladera e incluso un par de reproducciones en miniatura de la dame de fer en la mano; ustedes saben, las baratijas que uno lleva consigo como para cerciorarse de que, efectivamente, estuvo allí.
Vagaba por las calles aledañas al Champ de Mars cuando cruzó a mi mirada un solitario hombre que ocupaba una banca junto a un poste del alumbrado. Las posibilidades de haberle visto allí, entre las miles de personas que se daban cita a la sombra del gran falo de París, eran remotísimas; no obstante, había algo tan singular en su estampa que atrajo mi fascinación con magnético influjo. No fue el Windsor de la corbata entre los ángulos de su camisa ni el fino saco de pana, sino la obscura barba que cubría su mentón y sus pómulos por debajo de unos ojos cuya curva recordaba la luna menguante. Llevaba el cabello echado para un costado, entre sus labios pendía un cigarrillo sin encender y sus dedos jugueteaban con las teclas de un teléfono móvil. Dejé caer la quijada al caer en cuenta de quién se trataba; había visto ese rostro en la contraportada de varios libros. “No–puede–ser,” me dije a mí mismo, a sabiendas de que tal encuentro sólo era posible en las líneas de esos cuentos que tengo afición por escribir; pero la realidad es que le tenía allí, a sólo unos pasos de distancia, bajo el cielo parisino que tantos poetas han ensalzado.
Sin pensarlo más me aproximé a él, lo suficiente para que mis sucios tenis entrasen en su campo visual, más allá de la pantalla del aparato que tan absorto le tenía. Al mirarle a esa distancia no me quedó duda alguna de su identidad y me atreví a dirigirme a él:
– Disculpe, señor – enuncié. Él levantó la mirada y clavó sus ojos en mí; su gesto frío como el invierno montañés. Tras titubear un poco proseguí – Usted es Julio Cortázar, ¿no es cierto?
– ¿Puedo ayudarle en algo? – preguntó bruscamente, devolviendo su atención al móvil. Quise descubrir qué tanto observaba en la pantalla, pero se percató de mi intromisión y aferró el dispositivo entre las palmas de sus manos – ¿Y bien?
– Bueno, verá… Perdóneme si esto es demasiado impulsivo, pero… ¿No había muerto usted en el 84?
Entonces, como quien ha escuchado la misma cuestión hasta el hartazgo, cerró los ojos y con un suspiro dejó caer la
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cabeza entre sus hombros. Guardó el teléfono celular en el bolsillo del saco y se puso de pie. Era más alto de lo que supuse en un principio. Produjo una cajetilla de fósforos y encendió su cigarrillo, la flama apenas rozando el tabaco. Tras exhalar la primera bocanada de humo posó sus ojos de vuelta sobre mí y, ladeando la cabeza, ordenó:
– Sígame. Sus lustrados zapatos me guiaron entonces
en dirección opuesta a la Torre Eiffel, como si deseasen escapar a su férrea presencia adentrándose entre rues, avenues y boulevards de n o m b r e s a p e n a s p r o n u n c i a b l e s p o r e l hispanoparlante; las mismas calles, avenidas y bulevares que él mencionara en más de una de sus obras. Me cuesta trabajo precisar cuántas cuadras recorrimos, lo único que sé es que mientras avanzábamos por las transitadas arterias de París, él delante mío y yo detrás suyo como un par de pingüinos, Cortázar no dijo una palabra: se limitó a calar el tabaco y dejar caer las cenizas sobre la acera. No me atreví a romper su silencio, después de todo, me encontraba caminando entre los distraídos peatones de la ville-lumière a espaldas de un hombre que, según todo registro histórico, debía estar descansando en el Cimitière de Montparnasse bajo los poemas y claveles de sus lectores.
Cuando la cúspide de acero se hubo perdido tras las azoteas de los edificios mi guía se detuvo y desechó la colilla de su cigarro. Encendió uno nuevo
Contrario a la creencia popular, el nombre de
París nada tiene que ver con Paris, el joven
príncipe troyano que raptó a Helena y se
chingó a Aquiles en La Iliada. Sus orígenes se remontan a un pueblo
celta-galo que habitó la región por ahí del siglo III
antes de nuestra era conocido como ‘los parisios.’ Previo a la ocupación romana la
ciudad se llamaba Lutecia y no fue hasta el
siglo IV d.C. que el emperador Juliano el Apóstata la rebautizó como París. El primer monarca en asentar la
capital de sus dominios allí fue Clodoveo I, rey de los francos, en el siglo VI.
y, sin aviso ni invitación, se introdujo por la puerta abatible de un establecimiento cuyo dintel rezaba en estilizadas letras mayúsculas: LIBRAIRIE.
– Bonjour – saludó con impecable acento bajo las campanillas que le recibían. – Ah… Monsieur, vous ne pouvez pas passer avec le cigarrette – le respondió la chica
tras la caja registradora. Cortázar, sin detenerse, levantó su mano izquierda y con ello puso punto final al
discurso de la muchacha, quien le miró por encima de sus gafas, sacudiendo la cabeza como diciéndole “váyase al demonio pues.” Apenado, seguí al escritor en su recorrido por los estantes. Me condujo entre muebles dedicados a la lingüística, la filosofía y la historia hasta que se plantó frente a un exhibidor y, con las manos en los bolsillos y el humeante cigarro en los labios, señaló con la mirada una de sus repisas. En ésta descansaban acomodados sin orden particular medio centenar de libros con el nombre de Julio Cortázar inscrito en sus irregulares lomos; copias de Bestiario, Rayuela, Octaedro, La Vuelta al Día en Ochenta
Mundos y demás historias de cronopios y fantasmas que abarcaban las casi cinco décadas de carrera del hombre que, cual canterburiano espectro, se encontraba de pie al lado mío. Ediciones en castellano, francés, inglés e incluso en alemán; paperbacks con portadas minimalistas como poemas de un solo verso y hardcovers forrados de cuero, grabados con góticas letras doradas. Pensé en coger uno de esos volúmenes y dárselo a firmar para después pagarlo en la registradora –acaso dedicando una sonrisa a la chica de las gafas– y llevarlo a casa como un trofeo. Pero no pude hacer nada de esto: me limité a observar al fabuloso che con gesto confundido mientras, despreocupado, expulsaba el humo de sus pulmones.
– ¿Y a usted quién le dijo que yo estaba muerto? – preguntó haciendo caer las cenizas del cigarro sobre el parqué.
Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
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El nombre del gato de Cortázar es un
homenaje a Theodor
Wiesengrund Adorno, un filósofo y
sociólogo alemán cuyos escritos son
tanto o más confusos que los
de Hegel. �
Permanecí en silencio cual deslenguado felino al no encontrar una respuesta. El tabaco se consumió entre los dedos de Cortázar, que sin enunciar una palabra más se llevó las manos de vuelta a los bolsillos, cruzó frente a mí y abandonó el establecimiento, ignorando la mirada de reproche que la chica de la registradora le dedicaba. Salí de la librería detrás suyo, no sin antes disculparme por el incidente del cigarrillo con un “excuse-moi” mal pronunciado. Deseaba alcanzarlo y preguntarle a dónde se dirigía. ¿Acaso a comprar un nuevo paquete de Gauloises en el Carrefour? ¿O debía volver a su apartamento para alimentar a Teodoro W. Adorno? Tales cuestiones jamás encontrarían respuesta: su alta silueta se escabulló entre los anónimos transeúntes y en cuestión de segundos había desaparecido en el ajetreo vespertino como una metáfora en una novela. Nadie en París volvería a ver a Julio Cortázar fuera de las páginas de un libro.
FIN Y la neta eso está
muy cabrón.
¡Ay, güey! ¡Es herr Hegel!
(1770 -‐ 1831)
myspace.com/radioghostavenue
Fart-knocker.
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Tal como lo anunciara Mike Judge en la Comic-Con pasada, Beavis & Butt-head regresan a la televisión luego de una década encerrados en el cajón de su estudio. La nueva temporada, consistente en 24 episodios, se estrenará en Estados Unidos a finales de este mes por MTV (ese canal que alguna vez pasara música). Con suficiente suerte podremos verlos por cable antes de navidad (crucen los dedos y pídanle a Santa Claus que así sea).
Asswipe. ¡OMFG, miren q u i e n e s regresaron!
Ghost Avenue es una emisora de radio por Internet hospedada en la popular plataforma de transmisión Radionomy. Casi haciendo honor a su nombre, es un proyecto sumamente elusivo que no revela datos sobre su historia, su base de operaciones (que se presume es Brasil o Portugal) ni sobre las personas involucradas en él. Lo que es innegable es el exquisito gusto con que sus programadores arman las playlists que día y noche tocan lo mejor del dark wave, rock industrial, new age, post-‐punk e incluso algunas melodías alternaMvas vesMdas de terciopelo negro. Como tal, puedes escuchar rolas de Bauhaus, Joy Division, The Cure, Siouxie and the Banshees, Mephisto Waltz, Dead Can Dance, She Wants Revenge y otros amigos musicales de la noche. En crisMano: es una emisora idónea para darketos y afines. Te recomendamos sobre todo las Dark Nights, que se transmiten diariamente desde las 10 de la noche hasta que el sol asome más allá del horizonte.
G H O S T
ESCÚCHALA EN
iTunes Radio
ghost-avenue.playtheradio.com
Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
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ROLAS INDISPENSABLES
MUNICH -
BLOOD -
BRICKS AND MORTAR -
FALL -
PAPILLON -
BONES -
THE BOXER -
ALL SPARKS -
ESCAPE THE NEST
Tom Smith, Chris Urbanowicz, Russel Leetch y Ed Lay se conocieron en 2002 cuando estudiaban tecnología de la música en la Universidad de Straffordshire. Al darse cuenta que los estudios no eran lo suyo formaron
una banda llamada Pilot. Les fue bien en sus primeros gigs, no obstante, no tomaron en cuenta que ya había exisMdo una banda con ese nombre en Escocia, de modo que pasaron los siguientes años cambiando de idenMdad hasta que en 2004 firmaron con Kitchenware Records y lanzaron su primer álbum como Editors. Desde entonces se han consolidado como uno de los actos de rock más sobresalientes en la escena independiente de Europa, sumando a la fecha tres discos en su haber, dos muy buenos y otro… pues más o menos. Su debut The Back Room (2005) los lanzó al estrellato casi instantáneamente, sobre todo por las muchas reseñas que les comparaban con la agrupación neoyorquina Interpol, llegando a ser denominados “the BriTsh Interpol” en sus tempranas giras. El segundo lanzamiento de su carrera, An End Has a Start (2007), siguió muy de cerca los pasos de su antecesor, pero el tercero, In This Light and In This Evening (2009), marcó un cambio de rumbo que no fue muy bien acogido por algunos fans pero les abrió los brazos de un público más adepto a la música de sinteMzador.
Por si te llama la atención, estos chavos se presentarán por vez primera en México el día 14 de este mes en El Plaza Condesa y un día después en el FesMval Corona Capital, al lado de Moby, PorMshead y los Strokes… Cáele, vale la pena.
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MÚ
SIC
A
no t
an
CL
ÁSI
CA
¡Sí me caso!
Nacida en Virginia en 1980, Ann Marie Calhoun (Simpson cuando era soltera) se crió en un seno familiar lleno de música: su padre era un hillbilly de esos que tocan el banjo y su madre una pianista clásica. A los tres años comenzó a tocar el violín, a los cuatro ejecutaba melodías que escuchaba en la televisión y a los catorce ya había ganado un chingo de concursos de bluegrass, género al cual dedicó los primeros años de su carrera. Durante su adolescencia coqueteó con la música clásica (estudió en el Kennedy Center), pero ulMmadamente decidió que lo suyo eran la
Además de romper madres en el
violín y tener una sonrisa patea-
traseros, es licenciada en biología.
improvisación, el blues y el rock. A la fecha Ann Marie ha comparMdo el escenario con nombres tales como Jethro Tull, Mick Jagger, Incubus, Foo Fighters, Ringo Starr,
Joss Stone, Bon Jovi y, aunque usted no lo crea, con Steve Vai (su rendición de “For the Love of God” no Mene madre). Aunque sus apariciones al lado de una orquesta son poco frecuentes, cabe señalar que en 2009 colaboró con Hans Zimmer para el OST de Sherlock Holmes, y figurará como solista en la secuela de esta cinta. Date una vuelta por YouTube y checa su música; no te arrepenMrás.
Los auténMcos conocedores saben que Guns n’ Roses
llegó a su fin entre 1996 y 1997, cuando Slash y Duff McKagan dejaron la banda. Actualmente lo único que queda de
una de las agrupaciones más emblemáMcas del rock de los 80/90 es el nombre y un Axl Rose berrinchudo que se pasó ca
si quince años escribiendo el míMco Chinese Democracy al lado de una plétor
a de músicos invitados (con todo, al final ni le quedó tan bueno). Bien pues, este rem
anente de Guns n’ Roses se presentará en el Palacio de los Depor
tes de la Ciudad de México el 18 y 19 de este mes. Si piensas asisMr toma las siguientes precauciones: abstente de pronunciar el nom
bre de Slash, no vistas playeras donde aparezca Slash y evita a toda c
osta parecerte a Slash; Axl podría sacarte del evento o canc
elar el concierto como ya ha hecho en otras fechas de esta gira.
Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
Llega a la pantalla grande una de las puestas en escena más exitosas del momento: God of Carnage. De la pluma de Yasmina Reza, relata el encuentro que sosMenen dos parejas luego de que sus hijos Menen una pelea en la escuela, encuentro en el que asomaran las más viscerales facetas de cada uno. La adaptación de esta obra corre a cargo de Roman Polanski y cuenta con un reparto interesantón conformado por Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reily y el genial Christoph Waltz. Aunque aún no hay fecha de estreno en México, llega a las salas norteamericanas este diciembre.
( por pedófilo, según)
Les cuento: aunque Carnage está planteada en Nueva York, tuve que rodarla en París porque estoy
vetado de Estados Unidos.
Who you gonna call? DOS BUENAS NOTICIAS PARA LOS FANS DE LOS CAZAFANTASMAS
Desempolva tu overol y ponle baterías a al proton pack porque los cazafantasmas están de regreso: el Ecto-‐1 circulará por las calles de Nueva York una vez más, puesto que la producción de la tercer entrega de esta franquicia arranca en la primavera de 2012 “con o sin Bill Murray en el reparto,” según reveló Dan Aykroyd en agosto pasado. Por otro lado, el Facebook oficial ha adelantado que una versión remasterizada de Ghostbusters será exhibida en cines de aquí y allá antes que termine 2011; una gran oportunidad para quienes únicamente conocimos esta genial cinta en las retransmisiones del 5.
¡Eso vienen diciendo desde el 91!
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Literatura – Música – Entretenimiento – Todo lo demás
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PA R A N O R M A L A C T I V I T Y 3
En 2007, armado con una cámara de video casera, cuatro actores y quince mil dólares el director israelí Oren Peli rodó un filme Mtulado Paranormal AcTvity que, para sorpresa de tantos, logró la gran hazaña del Blair Witch Project: aterrar a la audiencia con supuesto material recuperado de un documental que terminó en tragedia. Con una cinta barata pero efecMva, Peli llamó la atención de Miramax y Paramount, quienes en 2009 accedieron a distribuirla a lo largo de Estados Unidos con magníficos resultados críMcos y comerciales. Poco duró el embrujo cuando tan sólo un año después se estrenó Paranormal AcTvity 2, que aunque recaudó muchos dólares no fue bien acogida ni por la prensa ni por los cinéfilos. Ahora la franquicia se hunde un poco más con la tercer entrega de esta saga, que narra el primer encuentro de KaMe y KrisM con el demonio que las acecha. Con alrededor de tres meses de producción, esta precuela promete poco, aunque podría dar una que otra sorpresa. En cines a finales de octubre.
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Dante Alighieri
(1265-‐1321)
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- R E V I S T A L E T R A S R A R A S -
Sylvester Stallone ha confirmado a
Chuck Norris para la secuela de The
Expendables, a estrenarse en 2012. Quienes
no entiendan lo épico de esta noticia hagan
el favor de pegarse un tiro en la cabeza,
pues han fracasado como seres humanos.
10 hechos de:!CHUCK NORRIS 1. Chuck Norris puede dividir entre cero. 2. Antes de ir a dormir, el Coco revisa que Chuck Norris no esté en su armario. 3. Chuck Norris sí puede comer sólo una. 4. Las lágrimas de Chuck Norris curan el cáncer; lástima, Chuck Norris nunca ha llorado. 5. Un policía detuvo a Chuck Norris… Chuck lo dejó ir con una advertencia. 6. Chuck Norris murió hace veinte años pero la muerte no se ha atrevido a decírselo. 7. Una vez Chuck Norris visitó Marte; no dejó ni rastro de vida. 8. Cuando atardece es porque el sol está huyendo de Chuck Norris. 9. Chuck Norris hace llorar a las cebollas. 10 . C h u c k N o r r i s p u e d e sentarse en la esquina de una habitación redonda.
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+3
Uno de los personajes más populares de la saga de Saint Seiya es Milo, el caballero dorado del Escorpión. Quizá recuerdes que su ataque principal es la famosa ‘aguja escarlata,’ con la cual le pone una chinga a Hyoga de Cisne. Como se explica en el anime, cada uno de estos golpes representa una de las quince estrellas de la constelación del Escorpión, siendo el úlMmo, llamado Antares, el que pone fin a la vida del oponente. Antares es el nombre que dieron los griegos a alpha scorpii, la estrella más brillante de la constelación, ubicada justo en el aguijón. Se trata de una súper gigante roja cuyo radio Mene casi 800 veces el tamaño del de nuestro sol. Esto significa que si colocásemos a Antares en nuestro sistema solar ésta se ‘comería,’ por así decirlo, a Marte y todos los planetas que le anteceden. Irónico, considerando que en griego Antares significa “opuesto a Ares” (o Marte).
Con todo, de Antares nadie se murió.
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ORIGAMI TIME! Por: Fumiaki
Shingu
Cartas. Prehistóricas, ¿no es cierto? Bueno, imagina por un momento que las computadoras se rebelan contra la humanidad como en Terminator y necesitas enviar un mensaje urgente a John Connor… Un sobre podría ser útil, ¿no lo crees? Aquí te enseño cómo hacer uno. Te invito a que utilices una hoja de esta revista.
marca perpendicularmente
dobla un
a tercera parte
de la m
itad inferio
r, luego
sigue
el diagram
a
¡Listo! Puedes utilizar este sobre para enviar mensajes amistosos, amenazas de muerte y hasta una carta de amor al chavo o la chava que te gusta, aunque no te hagas ilusiones: seguramente te mandará al cuerno.
H e r M a j e s t y ’ s -‐ E n t e r t a i n m e t -‐
Todos los derechos reservados Editorial Sad Face
Her Majesty’s Entertainment Octubre 2011
L E T R A S
RARAS
r e v i s t a
S A D F A C E!E D I T O R I A L
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