Seis Episodio de la Educación Chilena 1920-1965

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  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    1/82

    .

    .

    ~

    .

    Seis Episodios

    de la Educacin Chilena,

    1920-1965

    Editoras

    M Y R I A M Z E M E L M A N e I S A B E L JA R A

    370,

    3

    .562}

    e,3

    UNIVERSIDAD DE CHILE

    F A C U L T A D D E F IL O S O F IA

    Y H U M A N I D A D E S

    B I B L I O T E C A E U G E N I O P E R E I R A S A L A S

    _ Ediciones Facultad de Filosofa y Humanidades

    Universidad de Chile

    S ERIE ES TU D IO S

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

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    3/82

    FACULTAD DE FILOSOFA Y HUMANIDADES

    UNIVERSIDAD DE CHILE

    NDICE

    INTRODUCCIN

    7

    CAPTULO 1

    ELITISMO Y CRTICA DE LA EDUCACIN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

    Atisbos de modernizacin de una sociedad tradicional

    La ilusin de un Estado responsable

    Instruccin y desigualdad: fundamentos de la educacin

    formal

    Educacin

    - y desarrollo: la discusin pblica,

    1912-1917

    1 1

    1 1

    16

    18

    23

    39

    39

    47

    52

    55

    56

    59

    6 5

    7 3

    CAPITULO

    2

    LA OBLIGATORIEDAD SE HACE DEMANDA SOCIAL:

    LEY DE INSTRUCCIN PRIMARIA 0131.1GATORIA DE

    1920

    La obligatoriedad: de las tertulias a la calle

    Contenidos de la Ley

    Expectativas frustradas

    CAPTULO 3

    Lo s

    MAESTROS A LA OFENSIVA: LA REFORMA EDUCACIONAL

    D E 1 9 2 7 - 1 9 2 8

    Un ambiente de agitacin

    Critica a la Ley de Instruccin Primaria Obligatoria y

    llamado a una "reforma total de la enseanza"

    Consolidacin del ideario de la "Escuela Nueva"

    El Anteproyecto de Reforma y el Decreto Ley 7.500

    CAPTULO 4

    EXPERIMENTACIN Y ESTANCAMIENTO: LA REFORMA

    EDUCACIONAL DE 1945

    3

    Los trminos del debate: 'Estado Docente' y 'Libertad de

    Enseanza'.

    5

    Seis Episodios de la Educacin Chilena, 1920-1965

    M ay o 2 00 6

    Reg. Propiedad Intelectual N 155.259

    I S B N N 9 5 6 - 1 9 - 05 1 0 - 8

    D ibujo de Portada: Bernardo Gonzlez Me lla

    D iagramacin y correccin de textos:'

    LOM Ediciones Ltda.

    Impresin:

    LOM Ediciones Ltda. Fono-fax: 6722236

    Santiago - Chile

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    4/82

    Plan Experimental de Educacin Rural San Carlos

    9

    Plan de Renovacin Gradual de la Ensenanza

    Secundaria

    6

    Evolucin del sistema educacional entre 1939 y 1952

    05

    C A P T U L O 5

    L A S O L U C I N C I E N T F IC O - T C N I C A : E L P L A N E A M I E N T O I N T E G R A L

    DE LA EDUCACIN CHILENA (1961-1964)

    1 1

    La comunidad internacional opta por el Planeamiento

    115

    Iniciativas nacionales

    19

    Marco general del Planeamiento de la Educacin

    Chilena

    23

    Redefinicin y reestructuracin del Sistema Escolar

    26

    La

    Reforma Administrativa del Sistema Escolar

    29

    C A P T U L O 6

    L A S O L U C I N E S T R U C T U R A L : L A R E F O R M A E D U C A C I O N A L D E 1 9 6 5 1 3 3

    El escenario previo

    34

    Bases tericas de la reforma educacional

    39

    Contenidos de la Refirma

    47

    C O N C L U S I O N E S

    B I B L I O G R A F A

    INTRODUCCIN

    Este t rabajo t iene su or igen en un proyecto de investigacin apro-

    bado en 1 996 y f inanciado por la D ireccin de Invest igacin de la

    Universidad de Chile, bajo la direccin, corno investigadora res-

    ponsable, de Myriam Zemelman Grnwald. Participaron: Estela

    A yala , Patr icia H ermosi l la , A rturo M anci lla , M ario M atus .

    (Su objettysits examinar de manera general las reformas edu-

    cacionales del periodo 1920-1965, describiendo sus contextos de

    origen, fuentes tericas y contenidos; realizaciones y rendimiento

    9

    Al mismo tiemi76121 tende establecer su continuidad o discontinui-

    dad en el t iempo y los agentes sociales comprom etidos en su gesta-

    ti

    cin, e lementos a t ravs de los cualeshposible percibi r la concien-

    cia social y poltica sobre la educacin en cada momenjEsta ex-

    loracin se organiza en seis captulos, en los cuales las sucesivas

    rmas a arecen a ordadas como unidades temticas

    respecto

    el anter ior , e lemento que resa l ta como caracter s tica de

    la

    historia de las reformas educacionales chilena4Sin embargo,

    ellas denotan al mismo tiempo las conexiones o continuidades teri-

    cas y las re laciones e nt re los equipos de t rabajo.

    i

    i

    r"

    E

    ermer captu

    , . .

    ntroduce en los trminos

    delllebate bli-

    -

    co y de a ea id ae e ucacional

    glo X ,comespecial atencin

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    5/82

    c

    a

    ramente la remisa ante

    intencionalidad terico-tcnic y

    fiesto la

    intencionalidad sociop

    n

    e

    ormas ed ucact on orno

    e e .11~111~~

    O S iguiendo esta pers:

    pectiva_de trabajo osible identi fi

    re los

    oluntad po i t i esta lgica - este trabajo no preten e hacer

    cin naciona sin mostrar, a travs de seis

    S

    aradi mas oro lamente

    eda fi

    11 41.

    "

    M ,S .

    _ 1 1

    IMIMME14

    a

    siglo XX. tercer capiTiMtratii Reforma de 1927-1928/ surgi-

    da de las expe ctativas insatisfechas por la Ley anterio (idea-

    rio pedaggico dell1;:escuela nuev2 con especial inters en el

    rol 'u iado or el ma gisterio y la conflictividad po l tico-social . El

    itu c

    xamina Reforma de 194 n los trminos de

    stado docente" y "Libertad e ense anza' , conceptos antiguos

    111

    en torno aos cuales

    s se produjo la discusin pblica que la ge st y

    orient, adems de los planes concretos implementados en la edu-

    cacin Secund aria y en la e ducacin rural, y las dif icultades que

    impidieron su desarrollo. La iniciativa del gobiernle251

    Alessandri se estudia en nulo cin en el que se revisan las y

    \

    f i l v 1 ;

    \

    e dieron origen ---- - --. omo fuera del pas, aten-

    RO

    1 pensamiento social y pedaggico de los

    aos sesenta, al t

    abrupto

    t nde se de scri se e contexto histrico en el cual se fragu,

    s

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    6/82

    LITIS Y CRITICA DE LA EDUCACIN A

    PRINCIPIOS DEL SIGLO

    sest ta o Yuardi

    orr o-ren t." ue traspasabnancias a la clase dirigente.

    omo la nica manera para que la riqueza se distribuyera

    CO

    En el plano polticcire

    ff caracteriz

    p cleprao oligrnuialCiecir, pol la ascen-

    1 ) roz

    h

    au

    C ;111

    o

    virti entrera sa IP

    s in y decadencia ifice

    Cumpla las funciones tra sl-

    cionale

    dejx.e,s1~del orden intern e defensa del territorio

    nacional

    ly 'prestacin de algunos servicios pblico' Con e au

    de la r

    .

    -

    . _ar

    chilena. Por tanto, sus progresos y demoras deben entenderse en

    el ritmo de esa historia.

    p a v 6 1 1 / v w 1 (f\DI

    ot14

    /0

    /./

    ir-

    luk

    O

    Vil/u)

    21 o/\ tv

    Ar oi

    1 0

    Atisbos de modernizacin de una sociedad tradicional

    igual itariamente en su interior, busc un si stema pol t ico de repre-

    sentacin directa: el Parlamentarismo (Barros y Vergara 1998:

    125-130) .

    El aume nto de sus ingresos propios y e l dom inio sobre la po-

    blacin restante (sufragio censitario, soborno, cohecho o repre-

    sin directa) configur un sistema de coaccin institucionalizada

    (Carmagnani 1984: 141-152) Precisamente esta confianza en

    su

    r

    absoluto explica la fa ta se ransformaciones

    del marco jurdico y que los cambios d e la ract ica ol i t ic

    mas r

    r

    ane

    , en lo general, de la

    Constitucin 8

    un cuando las funciones tradicionales del

    Estado diseado por e l las hubieran cambiado) . El mismo consen-

    so general de los partidos que controlaban el poder poltico explica

    la falta de programas definidos y de disciplina partidaria de la elite,

    hasta bien entradas las primeras dcadas del siglo XX.

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    5

    (41

    4k 1 4 1 1'1 (

    /

    A.A.~

    N o obstante lo anterior]lastrai lajp,gr.ficasi,t_.

    ..

    ec

    s condiciones de

    ras y tensionaban su relacin con la clase dirigente.

    Chile tena el a

    poblacin total de 3 249

    sonas, de la cual u

    viva en las ciudades y u 6 6/0;en los

    campos, normalmente trabajando en la agricultura de la zona cen-

    t ral p a ra p od e rosos h a c e n d a doST ia

    -

    7

    pro-

    piedad de la tierra co. h.

    co. Los citadinos se

    concentraban en las provincias de S antiago, Valparaso, Concep-

    cin y Magallanes. Haci

    a poblacin nacional habla llega-

    do a 3.753 99 habi ates, aumentado en un 15,5% respecto al

    d e 1 9en s o

    907 , un 46,5% de los cuales viva en los centros urba-

    nos y un

    ermaneca en el espacio rural

    989: 3-

    11)LEste emento total de poblacin se acompa del incre

    mento de la esperanza de vida y de la poblacin 1.1110 ltimo

    "debido a las migraciones internas que trasladaban a los habitantes

    hacia las zonas ms urbanizadas, preferentemente a la capita l y

    localidades intermedias.

    ktmr-wl

    p

    /

    9 r e I V I n i t

    i

    duci a que se

    entro

    "TiBo porcentaje de los habitant

    de su .apel dinamizad

    tamiento fue inexorable. trasia-P-r4p443

    _ _ _

    / mostr los limites de un modelo primario exportador poco

    diversif icado, que sufri su golpe de gracia con la Gran D epresin

    de 1929.

    El increme nto, que entr

    riplic el nmero de

    alumno

    a .rimarla Anli.wr

    iliffiktKi

    m. -

    tis_ _

    _

    o

    ismo t iempo el nme ro de ciudadanos

    cho a yo andez 1992: 15). ambi o, en los secto-

    es me dios, aquel de mayo r calificacin e influencia social como

    los empresario medianos, los profesionales e

    ineertimPC

    i hera-

    les. Fu ron ellos quie

    y i usio

    na c

    a su es i o e vida, en proceso paralelo al abandonbc Issiuti ,

    im

    y hostil a la estructura socio-poltica monopolizada por la clase

    dirigente. Tal cambio, en definitiva, fue un factor decisivo para

    que la h

    eterognea clase de

    esarrollo l

    :a manera de ser ms propia

    sin identidad clara, se trans-

    formara en and

    dad alternativos.

    r

    o-universitario

    y su radicalizacin ue, tal vez, el mejor ejemplo de los cambios

    anotados. Al periodo de expansin de 18 .5.1 :

    1 1 2 7s igui e l de 1 907-

    2 2 _ 1 ( . 5 a l a z a r

    1994: 72) . Esta expansin, notable en la matrcula

    de los e studios'

    na mental i dks urhan

    y menos individt, insatisfecha con el modelo econmico-so-

    cial, expectante de la inquieta clase media urbana y al bullente

    proletariado citad i no.

    cyrik) S

    4

    -

    Por supuesto, estos cambios no afectaron al m un o ruraljun-

    damentalmente del valle central, dominado por el paternalismo y

    el tradicionalismo cultural, ambo s conformadore s -

    arfrrerte-

    identidad campesina, discinlinado laboral N i

    sn

    e por el -

    nuilina -

    e, Ben oa 1988:

    12-35) . Esta realidad escinde la sociedad chilena e

    que viven tiempos histricos diferentes: una. caminan

    o aclama

    conflictiva modernizacin, y la otra, estancada en unas

    -

    e

    casi de tipo coloni. o

    u f/ 1 / 4 4 ,0

    -uy

    hilena estuvinada_

    o

    lamado ciclo salitrero (1 8

    e si bien dese stimulaba

    otras reas productivas de menor nivel tecnolgico (la agricultura,

    por ejem plo) y enriqueca principalmente al capitalismo e xtranje-

    ro,Ituvo un efecto dinamizad

    ecOnom particularmente por la cantidad de moneda

    extranjera aportad , la ampliacin de las ofertas de trabajo, la ge-

    neracin de una proto-industria mediana y e l f inanciamiento de

    importantes obras 1~ como - construccin

    bu o

    1

    1

    nrdida

    u ago-

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    8/82

    n definitiva, el estado educacional de 910

    suma en: un

    e ana

    a etnq

    en la poblacin total; un 62,7 e analfabe-

    n escaso 22,3% de las escuelas pblicas

    En l

    l

    cto ideol

    lixo, la implementaci

    ral estaba "cercenada"n

    -

    Sr

    s 'excesos" democratizantes ya que

    ue aplicado sin remover la fuerte exclusin social y racial y la

    dependencia econmica nacional. La "interpretacin oligrquica"

    del Liberalismo permiti la aceptacin casi total de sis premisas

    econmicas pero la aplicacin sesgada de las polticas.

    A trincherada e n un exa cerbado individuali smo y exhibicionis-

    mo (Millar 1981: 20 e mantuvo por largo tiempo centra-

    da en el perfeccionan ento e sistem

    cuestiones e

    uctrinario como la procedencia del matrimialia.

    i

    civil sobre el religiosolla Lev de Instruccin Primaria Obligatoria

    o la separacin de la Iglesia del Estado. Empero elgolanieuto

    del modelo salitrero y sus consecuencias de incertidumbre, pobre-

    za e inestabilidad y la llamada cuestin sodi

    olpearon a la

    oligarqua con una sensacion de cri

    . - es provenientes de'

    sectores medios y proletarios tambin denunciaron (Afejandro

    Venegas, Luis Emilio Recabarren, etc.). De hecho,.la conmemo-

    racin del Centenario de la Inde en

    minada por

    reac

    rrtmcion I, que se rolon aron

    hasta los aos treinta.

    N p n

    sello"nacinlisia" cubri todas las re-

    flexiones, no en el sentido ideolgico sino que como bsqueda de

    soluciones nacionales a los problemas de la "patria" o, al menos,

    de adaptacin original de modelos "prestados". A ello contribuy,

    adems, la estrategia del Estado chileno que, ansioso por consoli-

    dar la figura del ciudadano en los nuevos territorios y habitantes

    incorporados, fortaleci sus instituciones y difundi sus conceptos

    nacionales, incluso a veces en oposicin a los Estados vecinos.

    Por otra parte, un clima permanente de tensin en las provincias

    del norte, cuya posesin legal recin se resolvi en 1929, fue un

    factor importante en la transformacin de aquella sensibilidad na-

    cionalista en un nacionalismo reaccionario propiamente ideolgi-

    co, ya fuera de raz intelectual (Nicols Palacios, Francisco Anto-

    nio Encina, Tancredo Pinochet) o popular (Ligas Patriticas de

    principios de siglo).

    1 4

    1 1 , Q v ' I 0 4 4 . ( i ' v k \

    ,

    1 A

    (j~uardias polticas de las primeras decadas del siglo

    l A N t V V I (1 1 )

    ,,

    4 / 1 4

    ero corno proyecto de l ibe-

    racin socio-poltica

    no conservador ni xen-

    fobo como e l anter ior . Una nueva gene racin de hombres y m uje-

    res impelidos a romper con los convencionalismos, a travs de la

    actividad intelectual o poltica, encontr en las corrientes crticas

    al Liberalismo su fuente de inspiracini

    nientos pacifis-

    tas y antimilitarist.-- rgidos tras laprimeraGuerrunc

    7 1--

    u- -1 descrditosIgl mundo capita istay las

    e

    se extremaran los existentes (como e socialismo

    no podan ser

    1 8

    a analfabeta

    1 1 1

    los chilenos. En

    /Ta

    , segn el censo d:intep. slo el 42% de los hom-

    ._

    es sag a eer y el 37% de las mujeres; en el rea rura , era capaz

    de leer'''

    L e Y T t le los

    -

    Tinitantes; y en la urba

    ) Es t e

    censo indicaba, adems, que medio milln e en esco-

    lar (ent re 6 y 1 4) aos no saba l eer ( l rrazbal 1988 : 30). Luego, e l

    ~esitlerre~ O reconoci que de los 328.453 chile-

    jio s-

    ue reciban instruccin, slo 226.262 lo hacan en escuela

    pub l icas y que no teniendo las primarias particulares ms de 47.729

    es tudiantes , los a lumnos res tantes pe r tenecan a los l iceos , la U ni-

    versidad, escuelas profesionales u otros establecimientos fiscales

    o privados. S i se descontaba a los adul tos de las primarias part icu-

    lares y se agregaban los liceanos de primeros aos a la primaria,

    no eran ms de 27 0.000 nios de ent re 6 y 14 aos los que estaban

    en el circuito educacional. Esto, sobre la base de las matrculas y

    no al promedio de asistencia. La misma cifra, calculada sobre la

    asistencia media -no mayor del 60%- se reduca a algo ms de

    135.000 alumnos.

    ( (cm

    1 e i v k

    ti

    v i )

    t1 ckitm,

    ,

    rw

    r ,

    vi.iltiv

    'VV\

    VO

    ucin Bolchevi

    vanguar ias artisticas euro

    contribu

    ue nuevos

    paradigmas sedu eran en Chile con

    e

    ee

    En este contexto,

    as

    cifr

    caci

    positivas

    8 9 5

    XX, encabezadas

    ota nizadas or 'venes ta

    1 5

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    9/82

    m e

    pero que

    cerse xigible

    con la obligatoriedad.

    ' Con respecto al presupuesto, Argentina invertia por entonces, slo en las

    escuelas primarias, 33 millones de nacionales.

    l

    '(340 bk,v,tu. y

    \

    1 1 ; i i i (A J f i t A

    'i

    v A

    i m c t v i , ( /

    tt i l tkpt

    n v i t o l o .

    l A t m , k .

    o l e k i t 4 W 1

    1 6 L

    wAl

    17

    t

    E l

    cumplimiento de este

    conc

    ocencia de Esta

    t ransformado e n

    e l s ig lo X X e n CE sta d o Do c e n te > e ra u n a s e

    s

    motivaciones ce ntrales de los m ovimientos pedaggicos y del pen-

    samiento

    pblico sobre e ducacin_enla_contem

    oraneidad chile-

    na.1Pero tendra que esperar el fracaso de nuevas iniciativas lega-

    les antes de instalarse.

    al Peda gico d 8 9

    :por ejemplo,

    e Mara Muoz Hermosea"

    - esent un proyecto

    de ley de

    obligatorie ad que poda cumplirse en las escuelas

    phli,cas,_2L

    iv

    sLas_o_en_ las casas, en que una

    Junta de Educacin multara. a m o -

    nestara o encarcelara a los infractores y en que una Oficina de

    Beneficencia subsidiada por el gobierno sumara sus dineros al

    aporte municipal y a las donaciones para colaborar con los padres

    2

    Citado en labres, Recabal y Pereira 1970: 8.

    70M

    o

    f

    11111 I

    u /vvk

    4

    4

    c a

    c a

    c a

    4

    c a

    instaladas en edificios fiscales; profesor por cada 770 habitan-

    ,tes;.y un presupuesto educacional apenas equivalente a una

    treintava parte del gasto nacional, es decir, de 10 millones de pe-

    sos (Salas 1987: 56-58)'.

    1 1 ) u . t . - L

    La ilusin de un Estado responsable

    En efectoCinstitucin de 18

    su artculo

    ecla-

    raba que la instruccin pblica erkuna

    prencupacinpreferente_

    del

    Gobierno_(

    s iada)_y_en_ eL art culo 154 e s tableca que la ins-

    truccin nacional (pblica y privada) estaba bajo la direccin y

    vigilancia de la autoridad p blica, a travs de una Supe rintendencia

    de Educacin Pblica. Por su parte, la ley que cre e la

    Universidad de Chile, encarg a la Facultad de Filosofa a super-

    visin de la enseanza, sin que sta pudiera cumplirla por falta de

    recursos. Luego, un proyecto de Jos V ictorino Lastarria, en 18 48 ,

    propuso que las mu nicipal idades, conventos y monasterios mantu-

    vieran escuelas primarias gratuitas para ambos sexos, pero fue

    frustrado por aqul los que consideraron

    que fomentaba la

    injeren-

    cia del Estado en el mbito privado. La Le orgnica de 1860 que

    ble . Iratuidad de

    la ens

    e la obligatorie a y

    slo logr un leve aumento de a ls encia

    escolar , que no decay t ras e l c ierre de a lgunas escuelas producto

    de la falta de presupuesto tras la Guerra con Espaa (1866). Esta

    ley fue complementadakon

    u n R e g la me n to d e 18 6 3 qu e n orm

    sus disposiciones, dividi las escuelas

    _ e

    i la gratuidad en ambs.

    ti l

    lna Comisin Vis i tadora de escue-

    las formada en 18 68 , propici conferencias pedaggicas para pre -

    ceptores santiaguinos, public el "Boletn de las escuelas" y ela-

    bor un reglamento para ordenar el caos reinante en materia edu-

    cacional. Sin embargo, sus intentos fracasaron porque no funcio-

    naron las Juntas Locales que deban informar al visitador del avance

    educacional zonal. Tambin fracas la institucin Protectores de

    Escuelas, creada en 1877 para vigilar la accin docente y apoyar

    a los establecimientos necesitados (Renin 1956: 41-42)

    rv y

    84 -

    tzl 1/1441J

    E

    erdadera

    afianzar concep o e

    l que asimilaba

    ---TirM'ZWET

    a fiscalizacin de

    e prue

    estu los que habilitaran a la

    obtencin de grados como con la responsabilidad social de termi-

    nar con el analfabetismo y la ignorancia. Por ello, denunciaba:

    `Chileenepre.critc k

    en las leves no en la prctica

    b .-

    4

    5ncJ(.1~:elotho la ha impuesto coercitivamente

    en la prctica. As los artculos 222 y 279 del Cdigo Civil

    imponen a los padres la obligacin de educar a los hilo.s y el

    artculo 495 inciso 15 del Cdigo Penal castiga con multa o

    prisin la inobservancia. Pero no hay

    fiincionario alguno

    encargado de hacer cumplir la ley"

    2

    L a e

    in co

    o aeore

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    10/82

    sin recursos. Pero, como caba esperargeste proyecto no tuvo

    xito unque la mayora estuviera de acuerdo en Fa nece sidad de

    fomentar la instruccin gene ral. El mismtoj

    e:

    1

    004~fialo

    calific de ingenuo: "...

    es primordial fijar la necesioao y los

    principios a que debe sujetarse la

    formacin de u censo

    escolar con el lin de saber la situacin del educando, preci-

    sar la edad en que debe hacerse la obligacin escolar... se

    cree que es la cosa ms sencilla, que hasta slo con ordenar

    que los nios vayan a la escuela, que se enven a los padres

    de familia que no quieren mandar a ellas a sus hijos a prisin

    y con sto se tendrn las escuelas llenas de nios'''.

    Como se ve,

    hasta los ms interesados en la educacin espe- ,

    raban ue la obli iatoriedad

    tcnicos aue

    ocumentaran

    la real situacin de la escolaridad chi-

    '

    leva. Pero la clase dirigente no avanz ni en lo uno ni en lo o tro.

    t

    Slo el desm oronamiento del Estado oligrauiro cre el

    clima ne- I

    cesario para que un

    prolongado debate pblic911 12 lisiesenel- ,

    ( .

    ce r t r6 M e

    a agg

    -

    rid

    desarrollo nacional. )

    1

    1)/k/ (

    1 . P

    .

    0 1A, vv

    y

    l. 9

    1 - , \

    in

    1_ but

    c m , tmlypv .

    A [R

    Instruccin y desigualdad: fundamentos de la educacin

    formal

    Y a e

    . Row profesor de ciencias Oliticas en la

    U niversida e Pennsylvania, de paso por Chile,

    hizo una

    aguda

    comparacin entre la educacin c

    e

    r "El progreso de la educacin en Chile contrasta nota-

    blemente con

    el de la Repblica Adentina...En

    este l-

    timo pas, el desenvolvimiento. democrtico iniciado en

    1850 condujo al desarrollo preftrente de la educacin

    primaria. A la instruccin secundaria y a la universita-

    ria se prest, en cambio, poca atencin. (...)11

    1

    a organi-

    -,

    -

    .

    versa con-

    dujo a la concentracin de los iterros

    en

    e la

    instruccin secundaria.t7omo

    consecuencia, Chile po-

    see los mejores liceos e institutos de Sudamrica. Des-

    graciadamente, a educo

    rante muchos aos, y esto produjo

    talstado de ig-

    norancta en las m~?Egit

    li=k12.4,,,...

    se ara all a las diversas

    as

    sufre

    ahora los resultados de ese largo

    a andono (...) A los cursos preparatorios de los liceos

    concurren los hijos de las ~inca acomodadas, mien-

    tras que a las escuelas primarias asiste el elemento po-

    bre de la poblacin. (...) Por esta razn, kis

    escuelas

    hlicas no han contribuido tanto

    c o m o

    aluja

    iko

    es ar

    ~5gar~tall~rtom

    s

    t

    ren-

    .es

    ~

    na

    ( R o w e

    1 9 1 0 : 1 3 7- 1 3 9 ) .

    L a

    publicadas en los

    Anales de la Uni-

    versidad de Chile,

    aparecieron

    justo en el momento e n que la

    clase dirigente chilena a travesaba por la aguda autocrtica des-

    conci rto

    "moral" de la llama a cuestion social"

    conserva ora

    egimen portaliano 4

    i al que ensalzaron por su

    rancisco Atitonio Encin 291~alasevisiluhisumiagrriza_

    amplio desarroo ma era acias a su estabilidad polticapara

    ambos, ese desarrollo se habra frustrado

    despus de 1860,

    ten

    particular c`

    --------

    1j;7---S18

    0 debido

    ppgreqivn rip

    ad mbos autores compartieron una valo-

    racin global positiva del periodo po r la "estabilidad y progreso"

    que lo habra caracterizado. No co nsideraron, por supuesto, los

    rasgos de exclusin pol tica y subord

    .

    nacin social del "rgimen

    portaliano", basados en el ejercicio d- una ciudadana elitista. De

    hecho, ..

    itucin

    Poltica

    de 183 onsa raba,sor

    voto

    aldad olti

    dencial,

    lin e

    .der casi absoluto a l E 'ecutivo, con lo que esta tua

    .. e -

    II

    e

    1

    .. .

    .

    una verdadera"

    y

    Pinto 1999).

    " Salazar

    3

    En Ibid: 15.

    1 8

    1 9

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    11/82

    El revisionismo conservador tampoco consider los dficits

    del proyecto educativo heredado por Andrs Bello, correlato cul-

    tural del modelo sociopoltico oligrquico. Este proyecto, compar-

    tido en su generalidad por conservadores y liberales, ha sido defi-

    nido como

    "un proyecto de educacin para el orden social"

    (Ruiz 1989: 13-23), ya que estableca que la educacin deba ajus-

    tarse a la situacin de cada una de las clases sociales existentes..

    As, la formacin humanista y cientfica, que formaba para el go

    bierno y los roles ciudadanos, deba ser privilegio de unos pocos.

    En cambio las clases .obres merec

    moralizante

    ", tal como sealaron los liberales

    mi.~1111111I

    ndrs Efe iihaba defendido este modelo en 1836_ al soste-

    ner: ra

    s o todos los hombres han de tener i ual educacin,

    au c es preciso que todos tengan algunc4 porque cadauno

    tiene distinto modo de contribuir a la felicidad comn. Cual-

    quiera que sea la igualdad que establezcan las instituciones

    polticas, hai sin embargo en todos los pueblos una desigual-

    dad, no diremos jerrquica (que nunca puede existir entre

    republicanos, sobre todo en la participacin en los derechos

    pblicos) pero una desigualdad de condicin, una desigual-

    dad de necesidades, una desigualdad de mtodo de vida. A

    estas diferencias es preciso que se amolde la educacin para

    el logro de los interesantes fines a que se aplica"

    .

    Ig ocio D ome

    k jsucesor de Bello en la rectora de la Uni-

    versi

    a sido i =ualmente preciso'En una Memoria

    presentada

    irm: "...

    observemos que habiendo en

    Chile como en todas las nacier7121 mundo dos clases (no

    ha o t c L. privi c as porque aqu no las hai ni debe

    haberlas) que son: l" La clase pobre que vive del trabajo

    mecnico de sus manos i a la cual ni el tiempo, ni el retiro en

    que vive, ni sus hbitos, costumbres y ocupaciones permiten

    En Ruiz 1989 20. o \

    1 k t i t ; 1 1

    rr

    1

    1 1

    A

    1 ( I A ;1

    r

    AMMAl\ VI/11'11/r

    tomar parte efectiva en los negocios pblicos aunque la Cons-

    titucin les diese facultades para esto. 2 La clase que desde

    la infancia se destina para firmar el Cuerpo Gubernativo (le

    la Repblica. La instruccin pblica debe tambin dividirse

    en dos ramos ue son ns ira la rimero;

    nstruccin superior para la segunda clase"

    .

    En defi tivajel modelo educacional del siglo XIX estuvo desti-

    'facto a a

    ular como

    r0

    de

    e la ciudadana. El esta-

    munic i ales, es a a es o religio-

    de institu tos CJ577cur

    TS7

    cuelas preparatorias, consolid la segmentacin socia l en dos cir-

    cuitos incomunicados. M s an,p55g,a que la Constitucin Poltica

    de la educacin dl pueblo co

    el escaso de , o ue

    ucacin rimada

    secundario ue le asi =n

    ente , en consecuenciT, la

    inexistencia, en la p rctica, se un ;

    -

    .7 a o ocent

    -

    La educacin pbli

    1 vino j s bien a com e lementar,

    n el terreno ideolgic

    n

    ttencin del orden s e en

    rripTan lis aparatos po i la es y mi itares, dada la

    ausencia de un consenso social que lo legitimara. Una filosofa

    poltica autoritaria asociada a una concepcin econmica liberal

    extrema inspiraba el pensamiento educacional de la mayora de

    los hombres pblicos del siglo XIX'.

    En Ibid. Esta con cepcin de ciudadana se encuentra en todos los discursos

    referidos al rol de la educacin.

    6

    La idea de un "Estado do cente" en el siglo XIX es so stenida, por ejemplo, por

    Serrano en

    Universidad y nacin. Chile en el siglo XIX.

    Editorial Universitaria,

    1993. Mara Loreto Egafia habla de prctica poltica estatal para la educacin

    primaria decimonnica, pero reconoce la limitacin de sus logros y su objetivo

    disciplinador en lo social. Cfr.

    La educacin primaria popular en el siglo XIX en

    ('hile: una prctica de poltica estatal.

    DIBAM-PIEE-LOM-Centro d e Investi-

    gaciones Barros Arana, Santiago, 2000.

    ' Uno de sus pocos crticos fue Domingo Faustino Sarm iento, en su libro

    &bia-

    l& Comn,

    de 1856.

    o

    V D \ J r

    1 ^"

    21 :

    -

    1

    is r li =ioso

    i =Lie

    us

    20

    1 (7 1

    :r V IP^

    \ nado

    L

    lrecho de la Comunidad oltica esto es

    sta o ,

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    12/82

    Se ha descrito la situacin de las escuelas primarias en el

    siglo XIX con dramatismo y justicia :

    Las escuelas del sistema

    nacional de 'educacin popular' rara vez fueron algo ms

    que un 'rancho', es decir; que una habitacin tpica de bajo

    pueblo (en los informes oficiales se hablaba, ms propiament0

    te, de 'cuartos ). All, durante muchas dcadas, un 'precep-

    tor o 'preceptora' de extraccin peona , con sueldo de pen y,

    \

    h )

    .

    formado rpidamente en 'escuelas filantrpicas' para peo-

    nes, instrua como poda a un grupo etariamente heterog-

    neo de 'peoncitos', con arreglo a un currculo de inspiracin

    grecorromana y dentro de un rgimen diSciplinario de origen

    francs, que mezclaba lo carcelario y lo militar

    ( S a lazar 1 987 '

    91) . La precariedad materia l de aquellos 'establecimientos' edu-

    cacionales, as como de las condiciones en que se desenvolvan

    las jornadas de clases y, e n gene ral, de la vida de los 'preceptores '

    y alumnos, qued ampliamente registrada en los numerosos infor-

    mes de los 'visitadores' de escuelas primarias.

    Educacin y desarrogila

    discusin

    pblica, 1912-1917

    i

    _L a "crisis del

    'a situacin

    nmicos, sociales y

    generaron un fuerte

    ebate

    nacional en torno al papel quea

    -E b T a-

    jugar la educacin en el desarrollo del pas. En el ao

    eno-

    minado el ao pedaggico por la cantidad de congresos,

    oma as

    '57 -

    cttfses-de-per-feeciurrantnto, se produjo una o l '

    l

    isTorirdat

    a)quien postulaba e o a eci-

    ento de la educa . e e

    4..

    -e

    -

    . e te

    uctivas, el

    tiI(5212Erl

    t r i ue M o T a) q ue rec lam aba una f o rm acin hum anis ta

    como fundamento de un ciudadano consciente de su protagonismo

    que defenda la combinacin de ambas

    A nivel general

    den-

    ci en su e

    gn el--

    astro Adolfo Larenas, por

    e jem plo , en

    o o estaban matriculados 36.902 nios de los

    363.775 queino

    i

    qt z

    ee )lai

    nasist

    a Escuela,

    de manera que slo se

    . .

    .843

    A lo anterior se sum 11 bajo

    s. La situacin de

    D e tal manera, como dia mostic Rowe

    e l

    de privile vio de la

    d-

    no de la in ccion prima la a la llegado a un punto ta t, ..q.ue la

    discusin pblica generada por la `crisis del centenario deri.144

    4 4

    ,_

    -

    un debate general sobre e l papel que jugaba la educacin en el

    d sarrollo nacional.

    cin secundaria

    99

    la llamada cuestii=i4.9-K-e-

    conjuntamente con los calco-

    niversi tan

    la situacin

    y el aban-

    social,

    modalidades.

    la enseanza s ecundaria refle jaba an ms el espritu e litista del

    conjunto del sistema: en los 34 aos transcurridos entre 1854 y

    18 88 el nmero de alumnos de los l iceos f iscales masculinos subi

    slo desde 2.026 a 3.31:. Una tasa global de anal

    pas en torno al 83% re reataba este clasismo. atura men e, no

    poda habe r otra realidid

    -

    lie l presupuesto de Instruccio

    apenas fluctu entre el PA el 4%

    ntre

    1842

    y

    uerra y M arina oscil entre e l 33,3%y 40,9

    5707

    y cjue promedi el 5,4% entre 1850 y 1900 (Guerra y Marina

    pro m edi 3 0 , 1 %)

    ) .

    En Sa laz ar 1 9 87 : 9 1 .

    - 1 M A

    . 7 f0

    v z

    1 , 1 7 1

    permitiendo la infil tracin de o tros enfoques, como aquella

    eral de la "escuela activa" del pensador nor-

    tearnerican

    ue se present con uerza a comien-

    zos del siglo

    e ech% el magisterio haba hecho traducir su

    libro il/fi: .

    c

    fedo pedaggico

    ta n te mp ra no c omo e

    --

    7 7 1 121Felj

    ----

    de la e ducacin, que implicaba, por una parte, la necesaria expe-

    rimentacin, y, por otra, contar con ciudadanos informados y ap-

    tos en el mane jo de la ciencia en una sociedad que se abra a la

    modernizacin.

    /

    V V I A

    L

    A 4

    Intk

    i t i ,

    -

    e / 1 A

    Lv,z

    En el debate e ducacional del cambio de s iglo4el

    scendiente

    ositivista h IV e emon izado las polticas las me

    stra-

    das

    novisima corriente

    23

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    13/82

    in embarg

    por sobre las h

    paradi ma

    ero

    no logr impulsar los estudios tcnicos y utilitarios

    l eaees

    thel l, ed . 1 991 : 1 4- 1 7 ) . B ajo es te

    acin supero ms representativa del

    o n un gran nm ero de

    D entro de una conce pcin ilustrada que conceba e l aprendi-

    zaje como la acum ulacin enciclopdica de conocimiento y con un

    currculo uniforme que priorizaba la descripcin de hechoula

    i. _

    sitivlsranahrilaposilailidad_a, a expe rimentacin en las ciencias

    naturales -" e dologa de stas a las ciencias socia-

    pro esores alemanes, devotos de la_ osofa de Herbartste ins-

    t i tuto fue e l instrumento del posit ivismo pedaggico y de l Estado

    c ~endose fortaleci o por una doctrina que ornen a la a

    adhesin al secularismo y al control estatal. En todo caso, y como

    mencionamos, a despecho de lo que hubieran querido algunos de

    sus intelectuales tributarios ms tardos como Encina, ms que

    desplazar a las huma nidades, el sesgo cie ntif icista las replante

    dentro de los nuevos cnones. E l s imple hecho que la el iminacin

    del L atn del plan de estudios secundario requiriera de una verda-

    dera campaa ideolgica"' demostr el peso de la tradicin

    "i lumi nista" en la educacin chilena.

    En realidad, el debate pblico de 1912 lo haba iniciado Enci-,

    na el ao a nterior, al destacar la responsabilidad que le caba a una

    acion

    L W

    c 72TEsta obra, lejos de permanecer en el terre-

    no de las disyuntivas econm icas, tan tpico de sus contempor-

    neos, se ade ntr en el plano moral y sociolgico en tanto all crey

    encontrar las causas ms profundas del problema nacional.

    caba, en gran parte, el atraso

    se co ncent raba en_ las capas super io res . Indudablem ente , es tas

    ca ls nrrertritrt~tiuencias decisivas: a fornea y la educacio-

    1 " Defendida por Valent in Lete l ier en "El nuevo plan de es tudios secundarios y la

    filosofa positiva" de 1895.

    nal. Am bas involucraban la asimilacin pasiva de mo delos cultu-

    rales europeos y, peor an, sin su correlativo impulso productivo:

    "La propia educacin y el contacto intenso con Euro-

    pa, en cuanto estimulando la extraordinaria capacidad

    de imitacin pasiva de todo pueblo atrasado, nos refi-

    naron violentamente, despertando grandes deseos de

    consumos, sin darnos los correspondientes deseos y

    capacidades de produccin, y rebajaron la moralidad

    en la misma medida en que desequilibraron el alma na-

    cional. (...) No pudiendo hacer otra cosa, los creadores

    de la instruccin pblica copiaron los sistemas ms en

    boga en Europcit Amuntegui y Barros Arana, cuya in-

    fluencia pes cons

    -

    miniltrativa, en los programas y en los mtodos durci-

    acin, corriente en los pue-

    os euro eo

    menos desarrollado y cuya evolucin se realiza e

    diciones sociol* ustancia mente distintas, sin cau-

    sar gravsimos trastornos morales. Entre los pedago-

    gos alemanes y chilenos que colaboraron en la reforma

    de los programas de 1893, lecha en que el descalabro

    moral estaba y

    , tampoco hubo quien sacu-

    diera la vend

    2: 145) .

    En de finitiva, En cina consideraba que la edu cacin tambin

    haba debili tado e l sentimiento de nacionalidad. Pero de qu ma-

    nera?

    "La enseanza consiste en una educacin meramente

    intelectual, o mejor dicho, en una simple instruccin,

    de marcado sabor clsico al principio, y

    acentuadamente cientfica ms tarde. (...) De la educa-

    cin del carcter no hay otras huellas que cierta ten-

    dencia a atrofiar en el nio el desarrollo de la volun-

    tad, para hacerle ms dcil y ms educable intelectual-

    mente. Esta omisin deriva no slo de las dificultades

    a

    ostenia qu:4 .

    la eot

    f6fti e, del pueblo chileno ex di-

    -

    1 m e l e k i

    .

    te e

    comprend

    ercio

    9

    e sig

    o

    icieron o mismo. o

    a u e

    2

    4

    ut

    ~

    I

    VLKSID/'UUE. 1/4-rit LE 5

    F A C U L T A D D E F IL O S O F IA Y H U M A N I D O E S

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    14/82

    na, segn Molina, eran u

    nal ismo

    -

    uerte r iciona isn

    e

    711.,~P

    nti-

    1 ,

    prcticas que presenta la educacin de la voluntad, sino

    tambin de un prejuicio terico sobre el valor relativo

    del carcter y de la inteligencia, compartido por casi

    todos los directores de la instruccin pblica. (...) En la

    enseanza general se alejan deliberadamente los idea-

    les que conducen a la actividad econmica, 'para no

    desvirtuar sus fines'."

    (Encina 1972: 146-147).

    Por ser Chi le un pueblo nuevo, Encina pensaba que esta orien-

    p

    negativamente sobre e a ma

    s antiguos, porque al esat

    I

    r

    eiri5kna

    o , sin pesar en ella la herencia ti el medio, resultaba ex-

    tremadamente sensible a los valores educativos. En este sentido,

    el desprecio de las tareas productivas constitua la torpe herencia

    de la formacin "iluminista" que conspiraba contra el presente y

    el futuro econmico del pas. Sin embargo, ello no era todo. La

    misma falta de originalidad, de "chilenidad", de la propia educa-

    cin constitua su otra gran falencia:

    1

    1,a segunda peculiaridad de nul.

    . s li : a e m s

    ,ehettrtre-s,

    u

    descasfamiento, o mejor dicho, la ausencia de todo sa-

    bar y tendencia nacionales

    ntre la en.e."4.-9 #ue

    nos

    1e1110S ( ac

    o y nuestra socieda hay absoluta 'bita

    de adecuacin. Es un vestido de seda rosa plido, cor-

    tado sobre el talle

    fino y esbelto de una modelo de

    Paquin, llevado por una araucana recia, retaco,

    ventruda y desgreada. (.0) La influencia desquiciadora

    de esta enseanza exclusivamente intelectual, dada a

    un pueblo que no haba an realizado la transforma-

    cin perfecta de su

    .

    fave militar en industrial, ni conso-

    lidado su desarrollo moral, obr bajo muchos respectos,

    en el mismo sentido que la influencia del contacto nti-

    mo con Europa"

    (Encina 1972: 149-151).

    en el pais tan insi c

    uulLelvreceptos abstractos y universales como

    desfasada de la realidad nacional, preparaba a sus hijos para pro- 0

    1

    egn

    Encin, el tipo de educacin predominante

    f r

    fesiones liberales o endeupblicos,

    conesprecio por los temas

    4 .

    2 6

    econmicos en general e ineptitud para las ocupaciones industria-

    les, verdaderas garantes del progreso econmico en aquella fase

    del desarrollo local y mundial. Y

    "si a esta ausencia de prepara-

    cin tcnica se agrega la falta de vocacin por el trabajo, la

    carencia de hbitos de disciplina y el vaco moral, conse-

    cuencias de una enseanza completamente inadecuada para

    el alma nacional"

    (Encina 1972: 62), como diagnostic el autor,

    se comprender su obsesin por el peligro que corra nuestra

    "raza", otrora fuerte y seera.

    [ En defensa del

    l iceo, public

    nrique Moli su obra

    La Cul-

    tura y la Educacin Genera

    intetiz las refuta-

    ciones que hiciera en varias conferencias a los dichos de Encina

    (S a l as 1 9 8 7 :

    89-94).K~lasificando las crticas ue se for-

    .

    mulaban a la enseanza secundaria en tres

    cate orasaquellas

    t_q_rslefern_a

    s

    to (por ejemplo, la e

    JulioSaavedra en

    Reformemos nuestra Enseanza Secunda-

    ria~

    e l la Y M n a lme n t e a

    cativos por otros ms

    este ltimo tipo

    pertenecian, a juicio el autor, las observaciones d

    T ras caracter izarlo de m anera general , M olina examin dete-

    nidamente los presupuestos esenciales del discurso educacional

    "enciniano". Con respecto al origen de l at raso econ mico de l pas,

    0 ,` I

    ` estableci algunos elementos que, en su visin,jel historiador haba

    olvidado m encionar : la debi l idad del E s tado en un Par l

    taris-

    ,), inihegemnico, la influe

    -

    or supuesto, e l mal

    t

    _ clut ,

    estado de la educacin primaria y el aplastante analfabetismo de

    los sectores populares. Discrep, adems, de que los hombres

    u v u

    pblicos haban abandon'ado las cuestiones econmicas, pues a

    su juicio- aquellos no haban tenido otra preocupacin durante

    mucho t i empo.

    En sntesislias fuerzas ue inspiraban los

    2 7

    tacto 1

    naciona

    ( A A

    elativizan o el valor

    , un ob etable

    nulo-

    I

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    15/82

    cimientos espe cializados resulta

    a en ecido por lo econmico

    o por su misma escasez. En comparacin con las potencias eco-

    nmicas y cultura es -Francia, Estados U nidos o A lemania- Chile

    estaba lejos de demostrar exceso de instruccin general, como

    para debili tarla an ms reem plazndole sus metas.

    n ante

    La

    Cultur

    f

    larms

    r

    ocloce. .z . ,v ,

    29

    absoluto de la ' tradicin', M olina rechaz la funcin directriz so-

    bre las decisiones nacionales que su antagonista le encomendaba.

    Por otra parte, aunque saludaba su nacionalismo, pues re ve-

    laba espritu cvico y pre ocupacin por lo pblico, le pare can dis-

    cutibles las conclusiones que Encina estableca en su contexto. En

    primer lugar, porque consideraba ms importante el conocimiento

    disponible que e l espritu de nacionalidad para enfrentar con xito

    la lucha econm ica, salvo que dicho nacionalismo involucrara va-

    lores humanos esenciales. En consecuencia, yten contradiccin

    con E ncina, la influencia extranjera no resultaba de pouL leinaa_

    los intereses e conmicos nacionales (de hecho los centros comer-

    ' dales ms de sarrollados eran cosm opolitas) , as como tampoco la

    nacionalizacin de la e conoma la inclusin de la educacin

    ticular bajo la tul

    aportes mundi . - -I -

    e

    a enseanza no

    tena responsabilt a. en e ecaimiento del espritu cvico pues su

    "descastamiento" no era tal; por el contrario, conservaba sus pro-

    pias caractersticas, al menos en los ramos de Instruccin Cvica,

    Lectura, Geografa e Historia. Tampoco tenan responsabilidad

    las ideas socialistas o las humanitarias, sino que precisamente las

    con ranas: sopa lsmo ln lvl ua ls .11a)-

    esultado del

    predominio exclusivo de los intereses materiales , era el que aten-

    taba contra los intereses generales y las pol t icas desinteresadas

    del bien comn.

    Las asignaturas cientf icas del l iceo e ran la mejor mane ra de

    formar un criterio preciso sobre el funcionamiento del mundo y la

    forma prctica de dese nvolverse e n l . A su vez, el carcter inte-

    lectual, literario y artstico aportaban un refuerzo moral mediante

    su estmulo al trabajo perseverante ms que la bsqueda del xito

    fcil, a la accin y la iniciativa ms que a la contem placin y la

    repeticin, y a los hbitos de respo nsabilidad y sistematicidad ms

    que a la inconstancia y negligencia. En definitiva, si la secundaria

    no resultaba ms eficiente en la formacin del alumnado no se

    deba a la ause ncia de carreras industriales sino que a sus l imita-

    ciones presup uestarias y administrativas (ma la organizacin de

    28

    los internados, falta de establecimientos para casos especiales,

    sueldo docen te pagado por horas de clase, etc. ) y, por supuesto, a

    la herencia o rgnica y social .

    No corresponda al liceo, argument Molina, preparar para

    las ocupaciones industriales ya que el e spritu especf icamente in-

    dustrial no se avena al fin de la educacin general, que deba

    garantizar una preparacin integral, compartida por todos los ciu-

    dadanos, y porque, ade ms, existan los e stablecimientos destina-

    dos a satisfacer esa necesidad

    t

    laliliale vocacin industrial y

    comercial de la juventud chilena

    noSPdaTjin

    H i e a s u i n

    -

    ,

    es no cum. eran

    ase .ino

    e el acceso a los estable-

    ,econmico

    e in primordial

    -

    de -

    Su orientacin y no de svirtuara el espritu del

    iceoique deb la en atizar una ormacion comp e a, mora , inte ec-

    ' tu& y fisica . La eco nmica deba circunscribirse a l currculo de

    historia, geografa y e ducacin cvica.

    Curiosamente

    uis Galdanks iien primero reaccio-

    general

    -

    de Molina. Bajo

    el ttulo

    Educacin Econmica e Intelectua

    lic

    sus ro ias im resionescon el objefiun dp

    nrlarar In

    que-._

    gn su

    parecer, eran errores de i

    -

    4

    ..

    Se-

    gn Galdames, ste no habra advertido la importancia que en

    las sociedades modernas haba adquirido el elemento econmi-

    co, e l esfuerzo generalizado de los pases por armonizar la edu-

    cacin general, particularmente la secundaria, con sus respec-

    tivos mundos productivos, ni que casi todos ya contaran con

    una reforma educativa.Er

    por tanto, esta medida era

    ms que perentoria dada la carencia de hbitos productivos y

    tig,w,eAh/tn

    oct

    ou

    zvt,t,ta

    (;\

    i

    W

    6

    6V

    4

    P

    4

    G

    o

    .

    4

    P

    4

    P

    4

    P

    4

    P

    .

    P

    4

    P

    e

    g

    G

    4

    I Iee

    o estaba en contra de introducir el ideal

    a s iempre

    cuando no se convirtiera en

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    16/82

    la desnacionalizacin de la actividad econmica. Otras amena-

    zas tambin la hacan urgente: un contacto previsiblemente cada

    vez ms estrecho con Estados Unidos as como el rpido cre-

    cimiento de Argentina constituan, por ejemplo, peligros prove-

    nientes del exterior, mientras que, desde dentro, lo podran ser

    las emigraciones o convulsiones sociales que podran protago-

    nizar quienes, beneficiados por la expansin educacional, sin-

    tieran necesidades nuevas y no contaran con los instrumentos

    para desarrollar labores productivas.

    Para conciliar equilibradamente su carcter cientfico-lite-

    rario con el econmico,

    se e sue

    duca-

    ,

    cin sentara sus bases en cuatro *dar(

    m_todos abierto, u

    dente

    e ale s, iritu .roductivo

    nizacin

    co m -

    pleta del

    sistemadeales nacionale

    que unificaran el queha-

    c e r -

    e -

    su sistemas. (El

    primer aspecto; contemplara la

    implementacin de metodologas

    que desarrollaran la dimen-

    sin prctica y las aplicaciones econmicas

    de las distintas

    materias curriculares, sin suprimir su carcter cientfico e

    f i n t =

    lectual.

    Lo referente a la orientacin del alumnado hacia las labo-

    res prcticas, podra resolverse con la inclusin de la Ciencia

    econmica, con un enfoque individual, social y nacional, como

    ramo

    obligatorio

    del programa liceano, de tal matrera de fami-

    liarizar

    a los estudiantes con las rubros productivos locales,

    estimular su valoracin por aquel tipo

    de trabajo y despertar

    futuras vocaciones aco rde las reales urge ncias del pas .

    La reforma organizacional poda tomar tres diferentes

    di -

    recciones. Una de ellas, dividir los estudios en dos ciclos, ge-

    neral y comn el primero, de cuatro aos, y especializado en

    diversas ocupaciones el segundo, de dos aos. Otra alternativa

    sera reducir las humanidades a cinco aos, estableciendo cur-

    sos intermedios entre liceo y Universidad destinados a la espe-

    cializacin o a la investigacin cientfica. Por ltimo, estaba la

    opcin de tambin reducir las humanidades a cinco aos, pero

    creando preparatorias anexas a las distintas escuelas universi-

    tarias. Galdames prefiri la primera posibilidad para la relacin

    entre educacin general y superior.. Abord tambin la cohe-

    rencia

    interna del sistema pre-universitario, planteando un vn-

    culo fluido entre primaria, secundaria e instruccin especial,

    proponiendo la constitucin de un Consejo propio para cada

    una de aquellas y su integracin en una Su perintendencia de

    educacin pblica.

    Galdames cre e ue slo "nacionalizando" la actividad edu-

    . Airn

    (teg acordes al

    unidad y eficacia a todo el

    istemaindlidablemente,

    r o la doble dimensin que tena esta "nacionalizacin": idea-

    lista, por una parte, al inspirar ideales colectivos que moviliza-

    ran a la accin en beneficio de la comunidad; y realista, por

    otra, al adaptar ls modelos educacionales a las condiciones

    concretas de la poblacin, del medio y de los requerimientos

    nacionales.

    Sin conceder t re

    sus dichos el o 1912

    su nuevo libro

    La

    educacin

    econonuca y el Liceos

    C o he re n t e

    con

    cIcl.egue eran las capas superiores las mejores expo-

    nentes de la sicolo =la nacional de que el liceo reciba justamente

    lo ms granado de la juventud,

    'en intelecto y ortuna, se ocup

    especficamente de su programa de estudios.

    DiSti

    educacin ec

    sy

    lecin profesional

    jestinalaz

    formar

    productoresurales

    o urbanos y que, en consecuencia,

    l a

    primera no deba suplirla sino que desarrollar en el escolar el inte-

    rs por las tareas econmIcas y las habilidades para emprenderlas

    con xito. Como la instruccin fsica o la

    .

    sa

    n

    clejarte c. 1 a _ s e

    s e fi

    anzagenza

    l Desprovista nuestra po-

    blacin de la herencia y del ambiente social que suplieran a la

    educacin formal en el fomento de la vocacin industrial, resulta-

    ba un error sociolgico grave que el liceo mantuviera sus deficien-

    cias al respecto.k.Lpera

    3 0

    3 1

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    17/82

    En abierta contradiccin con el ensayista, I educador D aro

    haba dimensionado

    cuesti

    S

    : .

    / : t i ~ . , .. : :

    Aapional y la oferta del sistema e ducacional .

    Esta situacin, en gran m edida fruto de

    la "absoluta igno-

    rancia de la actividad econmica y sus resortes que domina

    entre los tericos de la educacin"

    (Encina 1912: 1 01) , atrofia-

    ba las aptitudes productivas de los chilenos. Por lo tanto, terminar

    con ella y con la concepcin de educacin integral que la funda-

    mentaba, era el objetivo primordial de la reforma educacional que

    propona:

    "Consiste esta quimera (la educacin integral) en ca-

    pacitar al nio durante un periodo, que generalmente

    vara de los siete a los diecisiete aos, para la vida y la

    sociedad mediante el desarrollo de sus facultades en

    abstracto, o mejor dicho, en firma igualmente til para

    lu

    astronoma y la agricultura, para la poltica y las

    InalelnlleaS

    para las industrias y para la abogaca,

    etc., etc." (...)"Ah'eja doctrina, anterior a la sicologa

    colectiva que, confundiendo el alma individual con el

    alma

    social, aspiraba a desarrollar en cada individuo

    todas las caractersticas que

    deben adornar a una civi-

    lizacin (...) con la pretensin de firmar al individuo a

    imagen y semejanza de la sociedad en que va a vivir,

    ms los mejoramientos que se juzgue oportuno introdu-

    cir en ella"

    (Encina 1912: 81 , 46 y 64) .

    na

    an como una causal del atraso ecnnrmico sino antes

    Nuestras humanidades, como toda enseanza, adaptan la psiquis en una

    direccin dada. Simple preparacin para los estudios universitarios superiores,

    en vista de los cuales fieron creadas y organizadas, ejercitan slo las aptitudes

    que habilitan para las actividades meramente intelectuales. Tienden a desarro-

    llarlas exclusivamente a expensas de las dems. Obran en el sentido de adaptar

    la organizacin cerebral entera a la mera especulacin. Procuran moldear en

    vista de ella la complexin mental del nio, modificando sus inclinaciones y

    aptitudes naturales .

    F.A. Encina,

    La Educacin econmica y el Liceo.

    Imprenta

    Universitaria, Santiago, 1912, pp. 126-127.

    zacin de la De mocracia:

    Y

    si la educacin es un deben una necesidad, de parte

    de una sociedad cualquiera, lo es ms an de parte de

    una sociedad democrtica. Aqu, nadie tiene ms inte-

    rs que el Estado en la educacin de todos. Porque si el

    despotismo y la oligarqua pueden perpetuarse y flore-

    cer a la sombra de la ignorancia de la masa y cooperar

    aun al progreso de la civilizacin dando a unos pocos

    la educacin superior, la Repblica, en donde las pre-

    rrogativas del poder y los privilegios reservados all a

    unos pocos se extienden a todos los ciudadanos, o edu-

    ca a todos, haciendo de la escuela su salvaguardia, o

    perece; all, el iletrado puede ser prenda de seguridad

    y el ilustrado que no pertenece a la clase dirigente, un

    peligro; aqu, es ste un guardin y aquel constituye

    una amenaza. Aqu, donde todos tienen derecho a par-

    ticipar en el gobierno, la ignorancia es, ms que cual-

    quiera otra parte, un peligro para la estabilidad y el

    desenvolvimiento de las in.slituciones"

    1 2

    En realida

    o desconoca el vnculo entre educacin y

    roc

    ua

    r----------

    dFC5Ffe

    ffiTrErel e je centris'

    ala

    reforma educacional , como lo hizo e l h is tor iador lo consideT "

    .

    ..la

    re ine4

    ora - cial.l.n la conferencia titulada

    "Nuestra

    educa-

    cin y sus falencias ,

    de 1913, por ejemplo, seal:

    "Hay ya quienes creen que nuestro pueblo decae fsi-

    camente y quedan tambin optimistas

    que entretienen

    sus ocios en cantar nuestro vigor tradicional. Cuestin

    no investigada todava, se me presenta, sin embargo,

    con claridad bastante para fundar una conviccin. Me

    basta esta vez el camino deductivo. El cuerpo, para

    mantenerse sano y

    vigoroso, necesita alimentacin ade-

    " En Salas 1987: 54-55.

    32

    33

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    18/82

    ~yo

    0 . 1

    cuada; nuestro pueblo consume en alcohol gran parte

    de lo que debera consumir en procurarse esa alimen-

    tacin: luego, su salud y su vigor disminuyen. Ms: la

    salud y el vigor exigen determinado rgimen y determi-

    nados ideales de vida, que son el resultado principal-

    mente de la educacin y, en particular, de la educacin

    moral, que casi en parte alguna se recibe conveniente-

    mente entre nosotros. De ese rgimen y de esos ideales,

    carece, por lo tanto, nuestro pueblo, y de ah tambin

    su decadencia. (...) Y si a esto se agrega todo lo que

    revela de precocidad sexual el yalklore'injantil de nues-

    tros das, todo lo que nos dice la explotacin y corrup-

    cin del nio en las fbricas y talleres, la vida inmunda

    del cuarto redondo, el enorme porcentaje de nios muer-

    tos en la primera infancia

    iwe ve

    acaso que

    si

    algo

    urge en esta educacin que nos en.o,

    ulle

    -

    a

    hasta hace

    poco,

    es dirigil

    sanidad moral de nuestra raza?"'

    Dentro de esta terrible realidad, el esti lo especulativo de las

    asignaturas escolares perda la dramtica centralidad que le otor-

    gaba Encina, aunque sin dejar de constituir uno de los aspectos

    perfectibles:

    "Las actuales orientaciones de la educacin son socia-

    les y econmicas; empieza a entendrsela como prepa-

    racin del individuo socialmente eficiente.

    Y

    no podra

    ser de otra manera: los valores de la vida han cambia-

    do, y si las instituciones educacionales no evoluciona-

    ran adaptndose a esos cambios, se convertiran en

    rganos sin funcin, ms o menos intiles y ms o me-

    nos perjudiciales... Aparte de otras, algunas de las cua-

    les acaban de indicarse, es esa una razn por qu las

    disciplinas clsicas van cediendo el paso, con mayor o

    menor dificultad, segn cual sea el peso de la tradicin

    en cada pas, a las asignaturas que ms directamente

    tienden a hacer del individuo una unidad productora.

    En Ibid, p. 56.

    :tambin nos.otros empezamos ya a modificar en ese sen-

    tido nuestros rumbos, y de ah que .finnentemos la ense-

    anza del Trabajo Manual en sus diversas firmas y de

    la Economa Domstica. (...) El liceo, por su parte, poco

    o nada ha hecho en el sentido de encauzar a sus

    alum-

    nos

    hacia las actividades comerciales o industriales, a

    pesar de que, como hemos dicho, un 90% de los jve-

    nes que a l ingresan, sea por dificultades econmicas,

    sea porque no encuentran en el liceo lo que sus aptitu-

    des especiales reclaman, abandonan los estudios

    se-

    cundarios

    antes de terminarlos y entran a luchar en la

    vida desarmados. Le seria fcil, sin embargo, sin per-

    der su carcter de institucin de educacin general,

    orientar a los alumnos en esa direccin, dando impor-

    tancia al aspecto econmico de los ramos de ensean-

    za y preferencia entre las materias de sus programas a

    aquellas de mayor aplicacin prctica. Eso hara que

    el liceo respondiera mejor a las necesidades sociales, y

    traera aun otra ventaja: pondra ms en evidencia la

    necesidad de esa nueva didctica que exige del alumno

    que produzca algo til, que ejercite el esfuerzo perso-

    nal, que trabaje individual e independientemente".

    Sin embargo, como especialista que era, Salas percibi que la

    modificacin curricular seria insuficiente sin un cambio en el estilo

    del aprendizaje que se impleme ntaba en la misma sala de clases:

    "Otra gran necesidad. Sabemos que el aprendizaje

    nemnico y verbalista ha hecho ya su poca y ha cedi-

    do su sitio a la enseanza racional; sabemos que ya no

    se concibe la escuela pasiva, con bancos para or; y

    que la escuela de hoy es activa, con aparatos para

    obrar; sabemos que el arte de la enseanza consiste en

    dar o negar estimulantes a fin de que se produzcan las

    desfavorables consecuencias; y sabemos tambin, por

    consiguiente, que lo que modifica al sujeto de la edu-

    4

    En Ibid, pp. 117-120 y 74-75

    .

    34

    5

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    19/82

    Por su parte, e l debate po l tico registrado en e l Parlan

    se

    a ust a los contenidos programticos de los artidos 1 Prti

    Radical or ejemplo, gran de -

    ..' Pitado Docente en

    o crn_o_princriial res

    1.

    princi ojo d

    dad, la justicia y la libertad, aspiraba, en materia educacional, a

    ta laica continua desde la escuela

    hasta la

    . e

    1

    ue incluyera a e ucaci

    pe-

    II la

    res

    uya orientacin democrtica

    ra a a ormacin de

    ase a la igualdad de derecholl

    III ii

    ~ni

    o, reclamaba g

    rbe II - - san

    o

    aterno de educar a sus hi os en su casa o n e coge Tio.

    bogaba, en conse cuencia, por la supresin

    que interpretaba como mo nopo to es ta ta l sobre la educacin na-

    cional, responsable de la prdida de derechos de los prrocos so-

    bre la formacin moral y religiosa de la juventud, que propona

    recuperar. Planteaba, adems, una orientacin ms industria l de

    la ensea

    - es. E

    an

    ero tutelada por el E stado, para el cual reservaba la atri-

    "

    bid, p. 25.

    ( 1 / 4

    6

    \

    \

    V J\

    -

    1 -

    II

    _

    t

    inspirado en el

    la solidari-

    v ude

    sirvieran se

    en cam -

    ntendida como el dere-

    e

    E stado D o c

    37

    1 1 . 1 ~ : ~ 1 1 1 1 ~ 4 1 [ 0 .

    F . T i r

    M I T M

    lctico, propiciaba la libertad de ense-

    para que desarrolle al mximo sus talentos, hacemos

    triunfar sobre la inteligencia las facilidades"'

    6 .

    f_jUghatz4222licapczoa-tazio,Q7ec7O

    stP

    al mbito de los

    especialistas o aficionados., L

    r t

    pInsa_esiableQL,

    a como

    El Mer-

    scurio, El Diario Ilustrado o

    El Tiempo Nuevo,

    ventil continua-

    mente las opiniones de hombres pblicos o simplemente sus pro-

    pios comentarios. Los tesistas universitarios, especialmente de

    D erecho, tambin abordaron el problema lo en que ur-

    la

    conven

    e 'Lie una instruccin primari

    za, contribuira al e n

    e

    la democracia.

    cacin, o sea, lo que lo educa, son en realidad, sus

    propias reacciones (..) De modo, pues, que ya no edu-

    camos sino indirectamente; el nio se educa a s mis-

    m o '

    9

    En de finitM el pedagogo e staba convencido de que slo una

    trans Jetivos currcu

    lo, mtodos, edificios, presupuesto, e tc . , de la mano de nuevas

    concepciones socia

    de las mayora

    r

    orque, a

    ncia e ncina, eran las mayo-

    ras las que pesaban e n la constitucin de la na cin chilena y no

    slo las capas superiores. De all, entonces, que la difusin de una

    1, educacin primaria de calidad fuera tan urgente, para -

    las,

    as, que la reforma del liceo.

    De ta l modo, aunque compartiera con Encina la preocupa-

    cin por problemas reales de la sociedad chilena, su enfoque inte-

    gral y el valor que o torgaba a la educacin primaria en e l mejora-

    miento general de la calidad de vida nacional fueron cuestiones

    bsicas que lo alejaron del eli i mo y utilitarismo de aquel. Ambos

    rasgos fueron reiterados p n su famoso texto de 1917,

    El

    Iroblema Nacion

    cin descarnada, logr remecer a a opinin

    ara emana por eucacin 22Q

    azo a i n o os os tonos y para todas las

    menta edades, meladas las que decidan en funcin de criterios

    econmicos y de beneficio:

    "...es energa humanalaue.e

    ,mos en la ignorancia a ms de

    medio m il ln de nios y

    a ms de medio

    milln de adultos y adolescentes; cuan-

    do educamos a esencia en vez de educar ara

    la cooperacin y el

    servicio;ruando encauzamos la

    actividad de nuestros nios en direcciones que no ar-

    monizan con los intereses del pas ni con las propias

    aptitudes; cuando, en vez de dar ocasin a cada cual

    Irn Ibid.

    36

    Z.

    meando rigurosa estadstica

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    20/82

    e

    _1111

    55

    _ _ ^

    bucin exclusiva de oto

    tulos. Comparta el criterio de la ins-

    truccin obligatori

    coincida con e l R adical en mante-

    ner la gratuidad de to

    istema educacional, en procurar su

    laicizacin definitiva y en establecer la obligatoriedad de la prima-

    ria, aunque era part idario de est imular la educacin part iCular, que

    slo deba ser vigilada sor el Estado si era subvencionada por l.

    La opinin d

    1 1 1 -

    art

    e r

    emocrav

    sintetiz siii i lder M alaquas

    Concha en 1910

    m r:- Y--c

    id e

    la

    i

    e lu i ualdad ei crtic La instruccin

    ce no tan , inters del indivkluoel

    astado t

    a obligacin de educar las clulas del cuerpo

    ___j2ciulpc

    ,...

    ra que llenen la misin que corresponde a or anis-

    mo social llamado nacin hira

    979-

    3-105).

    CAPTULO 2

    ) LA OBLIGATORIEDAD SE HACE DEMANDA

    SOCIAL: LEY DE INSTRUCCIN PRIMARIA

    OBLIGATORIA DE 1920

    La obligatoriedad: de las tertulias a la calle

    Como ya se ha visto, la obligatoriedad de la instruccin pri-

    maria constituy un debate de las e e . - -

    e le -

    ,

    deslio a a reticencia de algunos sectores, se prolong hasta el

    XX

    to e profesor y senado

    por los congresales conservadores; en

    egas Enrique Mac-lver y aimundo Si

    una superior a la precedente en c

    ro ecto d Jos Abelardo Nez; en 900,

    radical Pedro Banne i

    O

    defen ido por sus

    Cruz e impugnado

    ~rayecasU,

    d jurdica:

    proyec-

    Antonio Vara , poco conocido, y del diputado radical Enrique

    Oyarzn, que logr dividir a los conserva es pero no lo suficien-

    te como para resultar aprobado; y e I calor

    del

    -Ubate

    reanimado por la aparicin de la obra clsica de D arl_o_S alas- - ( -14

    ro ema 'aciona , e

    ere

    vincu aso a autor) y la

    propt

    -

    va ora

    de

    reforma const i tucional (de R afae l Luis

    Gumucio y Toms Concha) que confluyeron en un texto despa-

    chado por los diputados pero congelado por los senadores (Cam-

    po s 1 9 6 0 : 1 2 8 y 2 8 - 2 9 ) . .

    H asta 1920 pe s la opinin de que una ley de este t ipo atenta-

    ba contra el derecho de los padres, restringa la l ibertad individual

    y permita la intromisin estatal en temas que no le competan, o

    que simplemente era inadecuada en un pas que no tena ni el

    personal ni la infraestructura adecuada. Ni las gestiones del Co-

    mit Central Pro-Educacin Primaria Obligatoria lograron la re-

    3 8

    39

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    21/82

    ul una solicitud formal en dicho sentido. En el intertanto

    2 \ f o

    se bia fundad la Asociacin de Educacin Nacional

    02 01L .

    con el expreso ob etivo, entTTfiZrae presionar por un texto legal

    de esa naturaleza. El primer presidente; gestor de la Asociacin

    fue el doctor C

    ndez Pe a y e nt re sus m iem bro s es tu-

    viero

    dro Banr, Isaura Dintor Claudio

    Matte y cro Sala A travs e las paginas de la

    Revista Peda-

    ggica,

    esta asociacin de maestros divulg un pensamiento crti-

    co y reformista que

    retenda promover v difundir la educa-

    cin del pueblo al mismo tiempo que mejorar el status econ-

    mico y social del prqk.sor, unindolos a lodos en una institu-

    posicin del debate en la tabla del Senado , hasta que Pablo Ram rez

    ocup el M inisterio de Justicia e Instruccin Pblica en 1 919 y el

    Gobierno present un proyecto que haca algunas concesiones para

    agilizar el trmite. E ntonces, tras una prolongada discusin l lena

    de retrasos y acusaciones, que adquiri carcter doctrinario cuan-

    do se trat la pertinencia de la enseanza religiosa, se arob el 26

    de agosto de 1 920, bajo la Presidencia d Ju 'a ii Luis Sanfuente

    N aturalmente, e l inters del M agisterio por una ley de ins-

    truccin primaria obligatoria remontaba e l cambjo de siglo. Por

    el lo , I Primer Con =reso N acio

    o

    -~

    S,

    at abier-

    ..~

    tam nte el tem. e Con Tres

    . d za P

    e

    cin nacional con ramificacion_es_em~:as..."

    1 7 .

    acidila Federacin de Profesores_ de_ lnstruccin

    Primaria o de cuyos rip_Icip_allanbje.tivos era unificar al

    . profe-

    nacional en torno , .m aa or

    191 8 part icipaban de la direct iva H ctor

    Puebla , V c to r T ro nco so , O scar B us to s , E rc il ia M ate luna, E s ter

    B a rra y L e op old ina R ifo d e B le s t (ma d re d e Clota rio B le s t ) . E l

    ms see ro\logro de la Federacin fue la conformacin del "Co-

    mit N acional pro-dictacin de la

    gatoria", que promovi un movimiento de opinin pblica a favor

    -

    T e-ra

    -

    iniciativa. El 3 de no viembre de 1 918 , este Comit lanz un

    manifiesto que tuvo hondas consecuencias:

    "Los progresos en la escuela primaria en la observa-

    cin diaria de la realidad, constatan con projimda pena

    que el desarrollo material de la Nacin, que el auge de

    sus industrias y de su comercio no guarda relacin con

    la evolucin mental de las clases desposedas de

    lartuna.(...)Los educadores

    de muchos aos constatan

    que el nio enviado por las clases proletarias a nues-

    tras escuelas, se inclina a la tristeza, sus actividades

    psquicas acusan desnutricin, sus voliciones son pe-

    rezosas, las asociaciones de ideas lentas y deficientes.

    Ante el esfuerzo del maestro responde tardamente y algo

    as como una desintegracin parece que se opera en

    sus

    cuerpecitos marchitos.(...)La democracia que supo-

    ne la posesin

    de los mismos derechos en todos los in-

    dividuos

    de la unidad poltica, derechos que nadie puede

    abandonar sin perjuicio de sus intereses, debiendo por

    el contrario afirmarlos y extenderlos, aqu yace esta-

    cionaria y debilitada, escrita en

    las leves, tericamente

    considerada en las instituciones, pero ajena a la reali-

    dad, porque para que esa democracia sea un hecho

    verdadero, es necesaria la participacin efectiva

    de

    todos los ciudadanos en la soberana de la nacin. Esa

    democracia no puede existir; porque anualmente que-

    dan cuatrocientos mil nias separados de la colectivi-

    dad, como parias, condenados a ser ms tarde juguete

    de sus pasiones, vctima de su ignorancia"".

    En respue sta a este M anifiesto, se constituy el Com it Cen-

    tra l Pro-Educacin Primaria O bligatoria (entre la A sociacin de

    Educacin Nacional, la Sociedad Nacional de Profesores, la So-

    ciedad de Profesores de Instruccin Primaria y otras organizacio-

    Ctado en Mranda 1998: 40-41.

    40

    41

    En Ibid: 50-51.

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    22/82

    nes) cuyo primer directorio estuvo formado por Vctor Troncoso,

    Julio Prado Amor, Hctor Puebla y Oscar Bustos.

    O

    e-fue

    rucial en el im guiso de la obl igatoriedad

    f

    .

    - M S

    - o

    ni r-lue,

    a travs de sus contactos polticos con el

    --

    romulgacin

    -

    desde pnn-

    T i-

    pi -S

    - d e sig14 -

    h reaTidd -

    -

    esc

    -----1 Z -

    ljegunda mitad del siglo XI)

    -

    (

    -

    muchas de las iniciativas particulares al respecto. Por ejemplo,

    ._

    ...vtd

    e V al para so e

    fue edific establecimientos para prestar

    particip en la fun

    n de la Sociedad de Instruccin Primaria

    un servicio educacrunal gratui to y laico. Esta So ciedad vio cumpli -

    das sus metas en 1874, con la creacin de la Escuela Sarmiento,

    que brind instruccin elemental a trabajadores analfabetos, y luego

    con la Escuela Goyenechea, en e l mismo puerto . El al iciente pron-

    to l leg a S ant iago, donde la Logia n 5 prom ovi la creacin de la

    Sociedad de Instruccin Primaria de Santiago. Esta abri en 1874

    la Escuela Italia. Anteriormente, sin esperar la constitucin de la

    Sociedad, algunos masones porteos haban formado la Escuela

    Blas Cuevas, dedicada a los nios.

    vt.-k ("\

    1 ws/

    (

    A 3

    Como caba espera

    estz

    ..

    _

    .

    11dLi

    ativa secular.i..7444m-rrrrr-,

    lest

    a la lgicsia Catlica y a los conservadores

    .que vieron en

    estos cent

    s

    - - es" una amenaza para los nios catlicos. El

    mism Mariano Casano 1, Gobernador Eclesistico de Valparaso,

    Masonera fund la Escuela Blas Cuevas n 2 en 1873, la Escuela

    Nocturna de Artesanos de Santiago

    en 1875, la Escuela nocturna

    A braham L incoln en 18 76 , la Escuela nocturna gratui ta Pedro Pablo

    Muoz de La Serena y la Liga Protectora de Estudiantes de La

    Serena. Ms adelante, a travs del diputado masn Pedro Bannen,

    propuso el proyecto para legalizar la obligatoriedad (1900) e hizo

    lo mismo a travs del proyecto Oyarzn (19 09) y del radical (191 7) ,

    todos ya m encionados. Finalmente , aport e l informe tcnico en e l

    cual se bas Arturo Alessandri para intervenir en favor de la obli-

    gatoriedad en cinco sesiones consecutivas de 1919, y que contri-

    42

    urgi a sus

    s

    7

    contrarrestar la influencia mason

    - gam

    ero, sin

    e ejarse intimidar, a

    buy a avivar el sentimiento favorable al despacho de la ley (Fabres,

    Recabal y Pere i ra 1970: 50-76) . Resul ta entendible , entonces, que

    la M asonera sint ie ra la l egal izacin de la obl igatoriedad corno un

    triunfo propio. Y no estaba de l todo equivocada.

    Fuera de los crculos intelectuales o gremialeinJzi.

    ventilaron opiniones al r- e - e. L. ere , e -

    e la

    por ejemp o, reco aciones d

    sindicalizados

    respecto al tema, mostrando,

    sin entrar en los tecni-

    cismos cge os e special i stas, una cierta proximidad al pensam iento

    iluminista moralizador de Enrique Molina y Daro Salas. Por su

    part

    a Federacin de Estudiantes de Chile

    (FECHIidopt una

    posicin obrerista y atinoamericanista, que inclin al estudiantado

    a la preocupacin por la educacin popular: la U niversidad Popu-

    lar Valent n L e te l ie r, fundada y gest ionada por los propios univer-

    sitarios, por ejemplo, cristaliz este entusiasmo.

    res

    -

    ne\intelectuales, profesores, estudiantes y obreros

    olo modernizante u

    i

    empujaron su concep-

    cin

    democratizadora de la sociedad gestionando perfiles y mode-

    los pedaggicos que com binaran la ciencia y la necesidad con las

    aspiraciones y los derechos colectivos.

    En realidachas.estalLgicasdernostraban que todos estos de-

    ates e iniciativas en torno a la

    (

    cortos y que

    es.ecialmente

    mejorado hacia '20 Permaneca todava un 49% de chilenos

    7

    analfabetos,jun

    51 4% de analfabeto

    y tul 37% entre los

    maynrescle15-atia disminucin total

    po rce ntua l de e s t e nd ice de sde 1 8 8 5 hab a s i do de 2 1 , 4% y de un

    12,1 % desde 1 907 . Ni siquiera la formacin de profesionales l ibe-

    rales era la mnima para satisfacer las necesidades de todo el

    pas. Si Estados Unidos, por ejemplo, tena un abogado por 863

    habi tantes, Chi le t ena uno cada 1 .8 67 ; si e l primero tena un m-

    dico para 7 29, Chi le t ena uno para 4.094; si al l haba un de nt i sta

    por 1.883 personaS, aqu haba uno por 5.578; si el pas del norte

    \

    1

    \

    1

    \

    \

    1 0

    NAkfa

    3

    ieneral a )eras haba

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    23/82

    contaba con un ingen iero por 777 ind iv iduos, aqu haba uno para

    2 .232; f ina lmente , a di fe renc ia de l a rquitecto por cada 5 .813 nor-

    teamer ican os que al l exist a, en nuestras f ronter as apenas haba

    uno pa ra 8 .073 ch i lenos ( l r razbal 1989: 31-33). De tal man era, e l

    _ p a s se en co n t r ab a en 1 9 20 t an

    lelos de la saturacin de profesio-

    nes l iberales que Encina haba denunciado d iez aos antes como

    lo estar a una

    dca~s de la le

    cy Jeinstruccil iP rinraria

    O bl igator ia (Salas 1987: 57-58). , f

    U aspecto

    c i tado e n l a i ns t ruc c i n r i ma -

    ria fi er

    ns ura b l e e n e l p rome di o

    porcentual de ma r

    Ile

    e as ist a a c lases cont inuamen te . A l

    respecto, e l ao 1920 presentaba una regre sin en comparacin

    19 te arrojaba el unto ms alto de asistencia media o

    entras qu

    e encontraba por debajo, con u

    Aunque esta cifra reflejaba un leve repunte respecto a

    (57 ,8 ) , no superaba, n i siquiera a lcanzaba, e l menor desequi l i -

    br io

    matrcula/asistencia media con

    que la enseanza general ha-

    ba iniciado el siglo XX (63,7% de asistencia en 1900)

    1

    aumento_

    ..e la matrcula escolar

    e

    4 0 1

    1920) no

    garantizaba

    por

    s misma una

    instruccin

    e

    e 190O

    efectiva;

    Por ot ro

    ladotl jncremento del nmero de escuelas pblicas

    bastante lento de todos

    modoslueuia

    l

    situacin. A los problemas socioeconmicos de los

    sectores

    so

    aula-

    its se suma an as simas

    condic iones

    hi mnicas en ue funcio-

    n .

    pblicas de 1900 , la s 2 . 5 5 6 de 1 910 y a s

    3.148 de 1 920. S i b ien e xist a una ley de ed i f icacin escolar desde

    1916 , todava en 1920 un 70,2 de

    los establecimientos eran arren-

    dados,

    el 13,1 eran cedidos en comodato al Estado y slo el 16,6

    era propie dad f iscal . En los pr imeros, una may ora aplastante, la

    renovacin de in fraestructura era una demanda secundar ia respec-

    to de l a r rendamien to (este tem se l lev cas i e l 6 de l

    presupuesto

    total de educacin y ms del 16% del

    presupuesto de la instruccin

    pr imar ia

    en 1920). Para los establecimientos cedidos en comodato,

    no haba inters ni del particular ni del Estado por mejorar algo que

    no le serva al primero ni le perteneca al segundo.

    4 4

    La evolucin del gasto nacional en educacin resultaba

    tambin insuficiente. Porque aunque el presupuesto total de

    Instruccin Pblica haba aumentado desde el siglo pasado (Sa-

    las 1987: 232), en 1920 habla disminuido levemente su partici-

    pacin en el presupuesto general del pas, mantenindose siem-

    pre por debajo del 20% (Irrazbal 1989: 34-42) . Si todo el atra-

    sado sistema pblico de enseanza se financiaba con menos

    de un quinto del gasto fiscal, la primaria lo haca con apenas

    algo ms de un tercera parte del presupuesto educacional (un

    36

    en 1920). Y esto s que constitua una involuc in, porque

    en 1911 ocupaba el

    52,6 de aquel y cinco aos despus el

    63,7%. Es decir, en 1920 la enseanza primaria contaba con un

    26,7% menos de dinero para desarrollarse que en 1915 (Salas

    t re s

    tambin afectaba el funcionamiento e a

    e

    3

    Telffirrimaria en oart icyjar_Sus

    bases jurdicas estaban conteni-

    ffs

    littsposiciones

    dist intas QLey de lnstr

    y

    Ley

    de Instruccin Secundaria

    quearga-

    n Ciaban de manera independiente en lo

    administrativo y

    esvinculada en lo

    pedaggicoQuer laloAckisas+444-nasiGual ,por_

    a nto d

    a mult i . l icac in

    y re

    veyera de una orientacin com n derivada de intereses

    nacionales. Sin embargo, la conversin de la escuela primaria en

    la base de la educacin secundaria o especial encontraba tambin

    obstculos en su propio terreno. La existencia de preparatorias,

    escuelas bsicas creadas por algunos liceos para preparar a sus

    futuros alumnos, al estilo de los gimnasios prusianos'', fomentaba

    no slo la desigual formacin de los escolares chilenos sino que,

    adems, la segregacin social: tales preparatorias eran las favori-

    tas de aquellos sectores laicos que no deseaban ver a sus hijos

    Segn lo expres Daro Salas en una Conferencia que dict en 1913. Ctado en

    Salas 1987: 75 .

    4 5

    ,

    1987: 274

    nales); reforma completa de la enseanza,

    c i i : 1 : a

    'aeirewek4. . .5uperintendencia

    de Educar-442,u fin de infor-

    marla, orientarla en base a las necesidades nacionales e

    inspirarla en un amplio concepto de justicia social...

    3 2 8 .

    En abri l de 19 24, la Agrupacin de Santiago celebr una gran

    asamblea pblica para dar a conocer las reformas patrocinadas

    por el magisterio. Se dieron cita en el "Septiembre" algunos cen-

    tenares de profesores y numeroso pblico, que conocieron los

    acuerdos fundame ntales de la Convencin de Conce pcin: refor-

    ma de la ley de Instruccin Primaria y realizacin de una co nven-

    cin latinoamericana de profesores; me joramiento econmico del

    magisterio (pago de las diferencias de clasif icacin comprendidas

    entre el 16 de febrero de 1921 y el 15 de marzo de 1923, seguro de

    vida, previsin social) ; y reformas sociales nacionales ( estableci-

    m iento de un im pues to a la r enta ) 2 9 .

    Nuevos Rumbos, 1 de abril de 1924.

    Ibid, 15 de abril de 1924.

    6 2

    A l iniciarse 1 925, el problem a de la transformacin total de la

    enseanza se ha la convertido en la preocupacin central del

    pr im era sem ana de enero de ese a o T C s

    profesores se reunieron en Valparaso en la Tercera Convencin

    general de la Asociacin. Sin embargo, la situacin poltica nacio-

    nal se haba vuelto a favor de la oligarqua con el regreso de A rturo

    A lessandri y su reinstalacin en la primera m agistratura del pas

    e n 1 9 25 . A l mome n to d e oc u rr ir e l lo , la A soc ia ci n Ge n e ra l d e

    Pro f eso res se e nco ntraba en plena cam pa a de agi tac in. E l d a

    18 de abril los maestros efectuaron un gran comicio nacional bajo

    ema reconstruccion e a ense

    anz n mes espus, una

    c57nT jri salida de la Junta Ejecutiva, junto a un grupo de de lega-

    dos de algunas de las agrupaciones provinciales de la A sociacin,

    se entrevist con Alessandri. En esa ocasin el 1-

    5 .

    ' esizic~

    ~ment que los maestros se encontraran

    "empeados

    en agitar al ueblo sobre una cam

    e es de incumben-

    te col

    r . Agreg:

    "Lo que ustedes debieran haber he-

    cc o lile convencerme a m de las bondades de su reforma

    porque es el Gobierno el que la va a dictar. La campaa que

    hacen ustedes es inconveniente y desquiciadora porque sig-

    nifica una presin que mi dignidad de Mandatario no puede

    tolerar y si continan en ella no les dicto ninguna reforma.

    Yo debo hacer sentir el principio de autoridad, tan mal trado

    en este pas (...) Es el Gobierno el encargado de aplicar las

    leyes sociales y no ustedes, porque su labor est en la escue-

    la.VIstedes han constituido un Estado dentro del Eslado y su

    club es un cen

    principios iso yentes

    Tengo la mesa llena de partes que me trae la polica, y es

    increble que a los maestros de mi patria haya que tenerlos

    constantemente vigilados por la polica"".

    Nuevos Rumbos, 2 de junio de 1925.

    go, e

    en ener de

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    6 3

    9

    ron vistos como

    reproduccin en e

    is-

    Ilafalta_de

    entendimiento entre el Gobierno la Asociacin

    General de Profesores

    llev a sta

  • 8/10/2019 Seis Episodio de la Educacin Chilena 1920-1965

    33/82

    tente:

    "La actual organizaci

    s bastante para que

    se pueda caracterizarla con una sola palabra:

    La escuela

    crrmona a Iny nios pica

    m'e ec-

    tal y moralmente para dirigir el desarrollo de sus lit-

    cultades en el sentido anhelado; es priva del contacto

    con la nat