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18_03_13 ST APZ I (51-18) LESIONES, ESTAFA, EXTORSION Y AMENAZAS CONTRA INTEGRIDAD MORAL.DOC 1 SENTENCIA NÚM. 51/2018 EN NOMBRE DE S.M. EL REY ILMOS. SEÑORES PRESIDENTE D. JUAN ALBERTO BELLOCH JULBE MAGISTRADOS D. FCO. JAVIER CANTERO ARÍZTEGUI Dª. ESPERANZA DE PEDRO BONET EN LA CIUDAD DE ZARAGOZA, A SEIS DE MARZO DE DOS MIL DIECIOCHO. La Sección Primera de la Audiencia Provincial, constituida por los Ilmos. Señores que al margen se expresan, ha visto en juicio oral y público la presente causa, Diligencias Previas Procedimiento Abreviado núm. 4039/2015, Rollo núm. 41/2017, procedente del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza por delitos de lesiones, estafa, extorsión, amenazas y contra la integridad moral, contra los acusados SAUL P. G., nacido en Huesca, el día 23-9-1985, domiciliado en Huesca, con instrucción, con antecedentes penales, parcialmente solvente, y en libertad provisional por esta causa, habiendo estado detenido del 24 al 26 de agosto de 2015, representado por la Procuradora Dª. Erika Ena Pérez y defendido por la Letrada Dª. Yolanda Remacha Segura; y ANA ISABEL L. L., nacida en Huesca, el día 24-7-1988, domiciliada en Huesca, con instrucción, sin antecedentes penales, parcialmente solvente, y en libertad provisional por esta causa, habiendo estado detenida del 24 al 26 de agosto de 2015, representada por la Procuradora Dª. Mª. José Gutiérrez Bernal y defendida por el Letrado D. Juan José Redondo Aínsa. Siendo parte acusadora el MINISTERIO

SENTENCIA NÚM. 51/2018 - poderjudicial.es SUPERIORES DE JUSTICIA/TSJ... · moral, contra los acusados SAUL P. G., nacido en Huesca, el día 23-9-1985, domiciliado en Huesca, con

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18_03_13 ST APZ I (51-18) LESIONES, ESTAFA, EXTORSION Y AMENAZAS CONTRA

INTEGRIDAD MORAL.DOC

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SENTENCIA NÚM. 51/2018

EN NOMBRE DE S.M. EL REY

ILMOS. SEÑORES

PRESIDENTE

D. JUAN ALBERTO BELLOCH JULBE

MAGISTRADOS

D. FCO. JAVIER CANTERO ARÍZTEGUI

Dª. ESPERANZA DE PEDRO BONET

EN LA CIUDAD DE ZARAGOZA, A SEIS DE MARZO DE DOS MIL DIECIOCHO.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial, constituida por los Ilmos.

Señores que al margen se expresan, ha visto en juicio oral y público la presente

causa, Diligencias Previas Procedimiento Abreviado núm. 4039/2015, Rollo

núm. 41/2017, procedente del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza

por delitos de lesiones, estafa, extorsión, amenazas y contra la integridad

moral, contra los acusados SAUL P. G., nacido en Huesca, el día 23-9-1985,

domiciliado en Huesca, con instrucción, con antecedentes penales, parcialmente

solvente, y en libertad provisional por esta causa, habiendo estado detenido del

24 al 26 de agosto de 2015, representado por la Procuradora Dª. Erika Ena

Pérez y defendido por la Letrada Dª. Yolanda Remacha Segura; y ANA ISABEL L.

L., nacida en Huesca, el día 24-7-1988, domiciliada en Huesca, con instrucción,

sin antecedentes penales, parcialmente solvente, y en libertad provisional por

esta causa, habiendo estado detenida del 24 al 26 de agosto de 2015,

representada por la Procuradora Dª. Mª. José Gutiérrez Bernal y defendida por

el Letrado D. Juan José Redondo Aínsa. Siendo parte acusadora el MINISTERIO

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FISCAL y como Acusación Particular BELÉN A. A., representada por el

Procurador D. Gregorio Portella Choliz y asistida por el Letrado D. Álvaro Lasala

Lobera. Y Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. Juan Alberto Belloch Julbe, quien

expresa el parecer del Tribunal.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- A virtud de denuncia de Dª. Belén A. A., se instruyeron por el

Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza las presentes diligencias, en las

que se acordó seguir el trámite establecido para el procedimiento abreviado,

habida cuenta la pena señalada al delito.

SEGUNDO.- Formulado escrito de acusación por el Ministerio Fiscal y por la

Acusación Particular contra Saúl P. G. y Ana Isabel L. L., no habiendo

comparecido y siendo declarada en rebeldía Jessica Mirella V. V. En su momento

se acordó la apertura del juicio oral, emplazándose a los acusados y tras

presentar estos el correspondiente escrito de defensa, se elevaron las

actuaciones a esta Audiencia Provincial.

TERCERO.- Recibidas las diligencias en este Tribunal, y tras los trámites

pertinentes, se señaló la vista oral, que ha tenido lugar el día 26 de febrero de

2018, practicándose en el mismo las pruebas propuestas y admitidas, con el

resultado que obra en las actuaciones.

CUARTO.- El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones definitivas, ha calificado los

hechos de autos como constitutivos de un delito continuado de estafa, un delito

de extorsión, un delito de lesiones cualificadas, un delito contra la integridad

moral y un delito continuado de amenazas, de los que sería autor el acusado

Saúl P. G., y la acusada Ana Isabel L., sería autora de los delitos de estafa y de

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amenazas, con la concurrencia de las circunstancias de abuso de superioridad y

de reincidencia respecto del Sr. P.; y pidió se le impusiera al Sr. P. las penas de:

por el delito de estafa, seis años de prisión y multa de doce meses; por el delito

de extorsión, 5 años de prisión; por las lesiones, 5 años de prisión; por el delito

contra la integridad moral, un año y tres meses de prisión; y por el delito de

amenazas, dos años de prisión.

Respecto a la acusada Ana Isabel L. L., pidió se le impusiera la pena de prisión de

cuatro años por el delito de extorsión, y de un año y seis meses por el delito de

amenazas. Y, en todos los casos, las accesorias correspondientes y la parte

correspondiente de las costas. El Sr. P. deberá satisfacer, en concepto de

indemnización las sumas de 2.620 euros por las lesiones, 20.000 euros por las

secuelas, 40.000 euros por el dinero obtenido de manera fraudulenta, y 6.000

euros por los daños morales. Los acusados, deberán ser condenados a

indemnizar, conjunta y solidariamente, a Belén A. en 12.000 euros por daños

morales. Con, en todos los casos, el interés legal oportuno. Además, solicitó que

sea aplicada, por cada uno de los delitos, la medida de alejamiento con

prohibición de aproximación a menos de 200 metros y prohibición de

comunicación, en todos los casos de siete años.

QUINTO.- La acusación particular mantuvo idéntico criterio, con las siguientes

salvedades: 1) Excluye la acusación por estafa continuada; 2) Respecto de la Sra.

L., fija la pena solicitada de prisión por el delito de amenazas en tres años,

fijando la duración de las medidas cautelares en cuatro años; 3) Fija el total de

las indemnizaciones en un monto de 76.820 euros; 4) Respecto a las penas

solicitadas, fija por el delito de lesiones 4 años y 6 meses de prisión (frente a los

cinco fijados por el Ministerio Fiscal); por el delito contra la integridad moral, la

fija en un año y seis meses (frente al año y tres meses del Ministerio Fiscal); por

el delito de extorsión, tres años de prisión (frente a los cinco años pedidos por el

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Ministerio Fiscal); y por el de amenazas, la pena de tres años y seis meses de

prisión (frente a los dos años solicitados por el Ministerio Fiscal).

SEXTO.- Las defensas de los acusados, en igual trámite, solicitaron la libre

absolución de sus patrocinados.

HECHOS PROBADOS

PRIMERO.- En torno al mes de octubre de 2010, el acusado Saúl P. G. comenzó a

pedir a la denunciante, Belén A. A., diversas cantidades de dinero, alegando que

tales pagos eran la consecuencia de un supuesto error cometido por la propia

Belén al filtrar a una supuesta banda latina el que el referido Saúl y una tal

Jessica V. V., mantenían una relación sentimental de pareja (lo que sería

contrario al código supuesto de tal supuesta banda).

Tras un periodo inicial, en el que se adoptó por el acusado una actitud tenue de

presión para seguir cobrando dinero de la denunciante, se pasó a una etapa

posterior en la que la exigencia de pago de dinero se efectuaba con el

apercibimiento de que, caso de no hacerlo, le darían una paliza o le causaría

grave daño. Durante todo el periodo referido, el acusado efectuó llamadas

telefónicas y envió mensajes telefónicos a la víctima -a través de WhatsApp-

EXIGIÉNDOLE de manera reiterada la entrega de sumas de dinero con

apercibimientos semejantes a los ya indicados.

Desde la referida fecha hasta el mes de julio de 2015, el encausado obtuvo de la

víctima (mediante pagos periódicos y fraccionados de entre 100 y 200 euros)

una suma de, al menos, 18.000 euros. Tales entregas se realizaron, en la mayoría

de los casos, en metálico, y, en algunas ocasiones, mediante ingresos a través de

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cajero automático en la entidad “La Caixa”, a la cuenta que, en dicha entidad,

tenía el citado Sr. P. G., o mediante giro postal.

El propio Sr. P. obtuvo de la denunciante la suma de otros 16.000 euros en

metálico el día 15 de febrero de 2015, suma que la denunciante había obtenido

de la venta (de la que era, con su padre, cotitular) de una vivienda en Huesca.

También el propio acusado consiguió, por idénticos medios, que la denunciante

le entregara, en varios pagos y en metálico, la suma de 3.304,89 euros que la

denunciante había obtenido por devolución de la administración de fincas

“Roma” de Huesca. El último pago que realizó la víctima tuvo lugar en julio de

2015 y ascendió a un importe de 60 euros.

Consta acreditado también que el acusado convenció a la denunciante para que

adquiriese y pusiera a su nombre un Mercedes Clase A, aunque tal vehículo sólo

ha sido conducido por el acusado. El precio de compra fue, al menos, de mil

euros. El dinero total obtenido por Saúl P., procedente de la denunciante,

asciende a un total, como mínimo, de 40.000 euros.

No consta acreditado que la también acusada Ana Isabel L. L. (que sólo había

establecido relaciones con el Sr. P. G. pocos días antes -seis o siete-) remitiera

mensajes telefónicos de carácter intimidatorio a la víctima, aunque, ciertamente,

se realizaron desde su teléfono.

En el momento de la detención se intervino, entre otros, un teléfono móvil-

Iphone de Saúl P. y un Samsung de Ana Isabel L.

SEGUNDO.- El 19 de marzo de 2015 el acusado Saúl P. G., en compañía de al

menos otras tres personas, entre las que se encontraba la menor de edad “V”

llevaron a la denunciante Belén A. a una vivienda de Zaragoza, donde le dieron

diversos golpes en la cara y, además, con un cuchillo calentado y otros

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instrumentos semejantes, como una lima o un abrebotellas, le produjeron

graves y numerosas quemaduras, en piernas, brazos y manos. Finalmente,

procedieron a sumergirle la cabeza en un recipiente de agua, para producir

sensación de asfixia, repitiendo tal maniobra hasta, al menos, en diez ocasiones.

De estas lesiones y secuelas, fue tratada la víctima en el Centro de Salud de

Sabiñánigo. El médico forense ha informado que tales lesiones determinaron 47

días impeditivos para su actividad habitual y 16 puntos de secuelas.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Una prueba de cargo de indudable valor cara a la formación de la

plena convicción judicial reflejada en el “factum”, en relación con el acusado

Saúl P. G., viene constituida por las declaraciones de la víctima que fueron

coherentes y persistentes, tanto en la fase policial, como en la fase judicial,

como, sobre todo, en el propio acto del juicio oral en el que, con sujeción al

Principio de Inmediación, este Tribunal pudo formarse las convicciones fácticas

reflejadas en la declaración de “Hechos Probados”, pues las declaraciones

testificales formuladas cumplen, sobradamente, los “standares” exigidos por la

jurisprudencia del T.S. y T.C. que, por sobra conocidos, huelga reiterar aquí.

Debe, en segundo lugar, valorarse también el informe forense (obrante a los

folios 134 y siguientes del rollo) en el que se afirma (consideración que hace

suya este Tribunal) que hay un hecho objetivo constante, que abona la

veracidad de lo denunciado cual es “la presencia de lesiones en hasta siete

localizaciones…” Tal dato es crucial, por cuanto está también plenamente

acreditado pericialmente el que tales lesiones son compatibles con los referidos

por la denunciante (cuchillo, lima u otros semejantes). Se trata, en suma, de

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datos periféricos pero esenciales cara a la formación de la convicción judicial,

basada en la credibilidad del testimonio.

En tercer lugar, las declaraciones testificales planteadas han tenido su particular

papel a la hora de la valoración del material probatorio, ayudando a perfilar, en

concretos aspectos, el “factum”, siendo importantes las manifestaciones

realizadas por el padre de la denunciante y, especialmente, por su actual pareja,

que fueron claras, rotundas y explícitas, a la hora de aclarar su papel en la

formación de la decisión de Belén A. A. de denunciar, aunque tardíamente, los

hechos.

En cuarto lugar, tiene también alcance probatorio la Sentencia de 18 de enero

de 2017 dictada por el Juzgado de Menores nº 2 de Zaragoza por conformidad

entre las partes. La menor “V” implicada en estos hechos, con el asesoramiento y

conformidad de su letrado, mostró su conformidad con los hechos de los que era

acusada, formulando un relato (en los “Hechos Probados”) plenamente

coincidente con el “factum” de esta resolución y, especialmente, en lo relativo a

la causación de las heridas antes referidas.

Para completar el círculo probatorio hay que referirse a las propias

declaraciones del acusado, Saúl P. G., que no niega los hechos centrales en lo

relativo a las sumas que logró obtener de la denunciante, con algunos

matices, pretendiendo, eso sí, no haber causado daño o amenaza de daño a la

víctima, lo que, en verdad, resulta increíble, frente al resto de la prueba

practicada y a las declaraciones de la inicialmente encausada Jessica Mirella V.

V. (declarada en rebeldía por Auto de 26 de febrero de 2018 al no haberse

presentado en el acto del juicio oral y por encontrarse en ignorado

paradero). Jessica declaró en sede policial (Folio 334, Tomo I) que, cuando se

llevaron a cabo las quemaduras a Belén estaban ella misma y Saúl, y que ella

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practicó personalmente dos quemaduras. En sede judicial (Folio 344, Tomo I) se

afirma y ratifica en lo declarado ante la Guardia Civil y amplía sus explicaciones

sobre el tema de las quemaduras. Tales declaraciones se hicieron a presencia de

dos Letrados que no hicieron pregunta alguna. Finalmente, constituyen también

prueba de cargo las llamadas telefónicas y los mensajes de WhatsApp

incorporados a las actuaciones por testimonio de su contenido realizado por el

Sr. Letrado de la Administración de Justicia, documental que, al no haber sido

impugnada por ninguna de las partes tiene validez probatoria sobre las

expresiones utilizadas por el denunciado Saúl P. G. para obtener dinero de su

víctima, Belén A. A.

SEGUNDO.- El desplazamiento patrimonial descrito en el “Primero” de los

Hechos Probados puede calificarse o bien de un delito continuado de estafa de

los arts. 248 y 250.1.6º (en su relación con el art. 74) o bien de un delito de

extorsión del art. 243. Estaríamos en presencia de un concurso de normas,

entendiendo este Tribunal que, conforme al Principio de Especialización,

procede declarar los hechos probados como constitutivos de un delito -siempre

continuado- de “EXTORSIÓN”, dado que el elemento central del tipo no viene

determinado por el “ENGAÑO”, sino por el empleo de “VIOLENCIA o

INTIMIDACIÓN”, que es, más allá de toda duda, el instrumento esencial

empleado por el acusado para lograr el referido desplazamiento patrimonial.

No cabe tampoco calificar los hechos, además, de un delito continuado de

amenazas del art. 169.2º y 74, ambos del Código Penal, por cuanto las

expresiones amenazantes utilizadas, a lo largo del tiempo para obtener

determinadas sumas de dinero constituyen, simplemente, un elemento del tipo

de extorsión del art. 243, no pudiendo sancionarse la misma conducta por dos

vías diferentes.

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TERCERO.- El “factum” declarado probado en el “Segundo” de los Hechos

Probados son legalmente constitutivos de un delito de lesiones cualificadas del

art. 147.1 y 148.1º y 2º, que pueden y deben ser calificados de manera

autónoma. En efecto, el art. 243 “in fine” del Código Penal establece (tras

describir el tipo penal de la “extorsión”) que ello se entiende “sin perjuicio de las

(penas) que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados”. Este

es, cabalmente, lo que procede en el caso de autos, dado que los “actos de violencia

física” descritos, de enorme intensidad, son merecedores de configurar el

referido subtipo agravado, al concurrir las circunstancias previstas en los

números 1º y 2º del art. 148 del Código Penal.

En concreto, concurren en el caso de autos las circunstancias de emplear

métodos concretamente peligrosos para la salud síquica de la lesionada (lo que

se deriva del hecho objetivo de ser más de tres atacantes y, también, de las

peculiaridades psíquicas –descritas por el médico forense- que tiene la

denunciante), concurriendo también la circunstancia de haber mediado

ensañamiento, pues resulta evidente que se emplearon medios (abundantes

quemaduras) directamente dirigidos a incrementar el dolor de la víctima.

La aplicación del referido subtipo agravado, absorbe finalmente el delito

propuesto por las partes acusadoras “contra la integridad moral” del art. 173 del

Código Penal, según criterio pacífico en la jurisprudencia.

CUARTO.- De los dos delitos referidos en los fundamentos jurídicos anteriores

(subtipo agravado de lesiones y delito continuado de EXTORSIÓN) es autor

criminalmente responsable el acusado Saúl P.G. por haber realizado

materialmente los hechos que lo integran.

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Debe ser absuelto, el acusado, de los restantes delitos que les imputaban las

acusaciones, esto es del delito continuado de estafa, del delito contra la

integridad moral y del delito continuado de amenazas.

Debe ser absuelta, asimismo, la acusada Ana Isabel L. de los delitos de extorsión

y del delito continuado de amenazas y contra la integridad moral de que se la

acusaba por el Ministerio Fiscal y por la Acusación Particular, dada la manifiesta

insuficiencia de los elementos probatorios aportados a la causa que no pasan de

la categoría de sospechas o probabilidades, pero, en modo alguno, de certezas,

lo que hace imperativo dictar respecto de ella un pronunciamiento absolutorio.

QUINTO.- En cuanto a las circunstancias modificativas de la responsabilidad, no

procede -en opinión de este Tribunal-, respecto del subtipo cualificado de

lesiones, la apreciación autónoma de la agravante genérica de abuso de

superioridad (art. 22.2 del Código Penal) por cuanto el desvalor jurídico de la

conducta del inculpado, ya viene sancionado por la vía de los subtipos

agravados. Sí concurre, para ese mismo delito y para Saúl P., la agravante de

reincidencia del art. 22.8 del Código Penal.

SEXTO.- Procede imponer al acusado Saúl P. G., por el delito continuado de

Extorsión la pena de CUATRO AÑOS de prisión y por el subtipo agravado de

lesiones la pena de CUATRO AÑOS y SEIS MESES de prisión, con la accesoria de

inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de

la condena.

Conforme al art. 57 del Código Penal, procede imponer al referido acusado la

medida de alejamiento, con prohibición de aproximación a menos de 200

metros de Belén A. y prohibición de comunicación por cualquier medio por

tiempo de CINCO AÑOS, por cada uno de los delitos.

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SÉPTIMO.- Los responsables criminalmente lo son también civilmente, y, en

consecuencia, el acusado Saúl P. deberá indemnizar a Belén A., en las sumas de

2.620 euros por las lesiones, 20.000 euros por las secuelas, 12.000 euros por

daños morales y 40.000 euros por el dinero obtenido de manera fraudulenta,

con -en todos los casos- el interés legal oportuno.

Respecto de las costas, y sin perjuicio de lo que pudiera determinarse en el caso

de alzarse la rebeldía y pudiera celebrarse el correspondiente juicio para un

tercero, en el momento actual el procedimiento se ha seguido por siete delitos

(5 atribuidos al Sr. P, G, y dos atribuidos a la Sra. L, L,). El fallo, conforme a todo

lo hasta aquí dicho, implica la libre absolución de la Sra. L., y la condena del Sr. P.

por dos delitos, absolviéndole de los restantes delitos de los que era acusado. La

consecuencia de todo ello es que procede condenar al acusado al pago de las 2/7

partes de las costas causadas, incluidas las de la acusación particular.

Procédase al decomiso y destrucción del teléfono móvil intervenido al Sr. P. y

procédase a la devolución del teléfono móvil intervenido a Ana Isabel L. L.

VISTAS las disposiciones legales citadas y los artículos de pertinente aplicación

del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

EL TRIBUNAL, por la autoridad que le confiere la Ley, emite el siguiente:

FALLO

CONDENAMOS a SAUL P. G., como autor responsable de un delito de lesiones

cualificadas de los arts. 147.1 y 148.1º y 2º del Código Penal y de un delito

continuado de extorsión del art. 243 del Código Penal, con la concurrencia de

la circunstancia agravante de reincidencia, respecto del delito de lesiones, a

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la pena de CUATRO AÑOS de PRISIÓN por el delito de extorsión y CUATRO

AÑOS y SEIS MESES de PRISIÓN por el delito cualificado de lesiones, así

como a las accesorias de inhabilitación especial para el derecho de sufragio

pasivo durante el tiempo de la condena, y al pago de 2/7 partes de las costas

procesales, incluidas las de la Acusación Particular. Así como a que abone a

Belén A. A. la suma total de 64.620 euros.

Procede, asimismo, imponer al referido acusado (art. 57 del C.P.) la medida de

alejamiento, con prohibición de aproximación de Belén A. A., y prohibición

de comunicación por cualquier medio con ella, por tiempo de CINCO AÑOS,

por cada uno de los delitos.

Procédase al decomiso y destrucción del teléfono móvil intervenido al Sr. P.

Declaramos parcialmente solvente a dicho inculpado, aprobando el auto que a

este fin dictó y consulta el Sr. Juez Instructor.

Para el cumplimiento de la pena que se le impone se le abona el tiempo que

haya estado privado de libertad por razón de esta causa.

ABSOLVEMOS a SAUL P. G. de los restantes delitos que le imputan el

Ministerio Fiscal y la Acusación Particular.

ABSOLVEMOS a ANA ISABEL L. L. de los delitos de los que la acusaban el

Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, con toda clase de pronunciamientos

favorables, declarando de oficio la parte correspondiente de las costas

procesales.

Devuélvase el móvil intervenido a la referida Sra. L. L.

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Así por esta nuestra sentencia, contra la que puede interponerse recurso de

casación ante la Sala 2ª del Tribunal Supremo, anunciado ante esta Sección

Primera de la Audiencia Provincial dentro del plazo de cinco días contados a

partir del siguiente al de la última notificación, y de la que se llevará

certificación al rollo de Sala, la pronunciamos, mandamos y firmamos.