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Septiembre 2011
“SENTIDOS DE LOS LUGARES” EN ESPACIOS TURÍSTICOS-URBANOS “GLOBALIZADOS”. ESTUDIOS DE CASOS ANTAGÓNICOS: LA CIUDAD DE OSLO Y LA CIUDAD
AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
Dra. Mónica Vasconi
Centro de Investigaciones Geográficas y Empresariales
Buenos Aires, Argentina
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: Mónica Vasconi: “Sentidos de los lugares” en espacios turísticos-urbanos “globalizados”. Estudios de casos antagónicos: la ciudad de Oslo y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, septiembre 2011.www.eumed.net/rev/cccss/13/
RESÚMEN
Los <sentidos de los lugares> en los espacios turísticos urbanos se
alimentan de la complejidad de las variables naturales y culturales que los
conforman, como del comportamiento de la población local y de la
población turística. Aunque, en esta última su incidencia depende
significativamente de las capacidades de carga del espacio urbano en
cuestión.
2
Dichos <sentidos de los lugares>, así como las valorizaciones del espacio
urbano en la población local y en la turística, en el escenario actual y a
pesar de la “globalización”, observan características muy distintas en la
ciudad de Oslo y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Palabras claves: sentidos de los lugares, espacio urbano, población local,
población turística, Oslo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
ABSTRACT
The <senses of places> of urban tourist areas in the feed on the complexity
of the natural and cultural variables that shape, as the behavior of the local
population and tourist population. Although its incidence in the latter
depends significantly on the load capacities of urban space in question.
These <senses of places> and valuations of urban space in the local
population and in tourism, in the current scenario and despite the
"globalization" look very different characteristics in the city of Oslo and
the City of Buenos Aires.
INTRODUCCIÓN
En el escenario mundial actual, a pesar de la “globalización”, los espacios
turísticos receptores muestran características únicas que surgen en
principio del complejo sistema natural-antrópico. Las mismas, son
descubiertas por los flujos turísticos, los cuales al mismo tiempo pueden
modificarlas, acrecentando o disminuyendo su grado de “unicidad”.
En dichos espacios, tanto los turistas como los pobladores locales generan
<sentidos de los lugares> propios, los cuales además están alimentados por
comportamientos y acciones mutuos, que dependen de muchos de sus
factores comunicacionales y de la percepción del grado de saturación de la
capacidad de carga turística por parte de ambos. Así nacen las
valorizaciones más o menos cercanas a la “topofobia”1 o a la “topofilia”
2,
sin olvidar las “topoidólatras”3.
1 Para Yi F. Tuan(1974), de la valorización de los lugares surgen sentimientos (García Ballesteros; 1992 y
1995) de:
-“topofilia” o simpatía
-“topolatría” o sentido reverencial, mítico
-“topofobia” o aversión, rechazo, miedo
-“toponegligencia” o desinterés, apatía 2 Ídem. anterior
3 Ídem. anterior.
3
<Sentidos de los lugares> en la población turística
De acuerdo con la Geografía Humanística, un “lugar” no posee
características únicas para todos aquellos que lo habitan, recorren, visitan
y/o perciben, si no que por el contrario origina diferentes <sentidos de los
lugares>
En los espacios turísticos, dichos <sentidos de los lugares> se dan no sólo
en la población local, sino también en la población turística. Tanto en una
como en la otra, intervienen aspectos, hechos, fenómenos o procesos
internos o externos a cada una de ellas, que integrando sistemas de diverso
grado de complejidad, junto a elementos tales como los físico-naturales,
arquitectónicos, urbanísticos, paisajísticos, psico-sociales, los grados de
contaminación, de seguridad... , son los responsables de su generación.
En el caso de la población turística, si bien el espacio turístico receptor no
forma parte de aquél sobre el cual la misma observa “territorialidad” o
“vive” en su “habitualidad” o “cotidianidad”, no muestra por el mismo
“toponegligencia”4; por el contrario, su motivación para la migración
turística involucra una valorización, la cual como los <sentidos de los
lugares> dependen de:
- la duración y tipo de las estadías. Por lo general, el turismo de masas,
sobre todo si se asocia con estadías cortas en migraciones itinerantes o
multidestinos5, obstaculiza la aprehensión del espacio geográfico y sus
características, y por ende, la generación de los <sentidos de los lugares>.
El turista casi no puede percibir con sus propios sentidos, todo se le
muestra a “vuelo de pájaro” desde un medio de transporte donde una
ventanilla puede ser confundida con una pantalla de televisión. En cambio,
estadías más largas, con aproximaciones más vivenciales al espacio en
cuestión, generarán en el “homo turisticus”: <sentidos de los lugares para
las compras>, <sentidos de los lugares inseguros>...
-las motivaciones, que concuerdan con los usos del suelo del espacio
receptor (Vasconi; 1996-2-: 10-22 y 39-125), pero a la vez legitiman
<sentidos de los lugares>: religiosos, ecológicos, de catástrofe, culturales...
Aquellas ecoturísticas y/o de valorización y compenetración con la cultura
del centro turístico dan lugar a condiciones más propicias para ello.
- las edades y el nivel socio-económico-cultural de los turistas, así como el
tipo y la calidad de los servicios de alojamiento, gastronómicos, de
transporte y amenidades requeridos por los mismos: todos los cuales
guardan una estrecha relación con las motivaciones, en las cuales también
está presente su aporte (Vasconi; Ídem.: 9-21). <Sentidos de los lugares>
diferentes- o por lo menos con matices diferentes-, se generarán
4 Ídem. anterior.
5 “Tours”
4
pernoctando en un hotel de la cadena “Hilton” o en una pensión con una
habitación sin baño privado en los alrededores de cualquier estación central
ferroviaria, y en ambas circunstancias también los moldearán en forma
diferente un adulto o un adolescente.
- la frecuencia habitual de arribo. Aunque también hay que tener en cuenta
que circunstancias conexas al escenario local y mundial pueden
modificarlos en el curso de lustros o décadas, de tal manera, áreas
inseguras con altos índices de delincuencia pueden convertirse en seguras,
tal como ha ocurrido por ejemplo en la ciudad de Nueva York. También,
una guerra o el terrorismo pueden modificarlos, pero en estos casos además
los temores o el peligro latente pueden interrumpir la misma frecuencia de
arribo, o bien impedir la primera-y tal vez única- visita, como por ejemplo
se ha dado en Israel o en Medio Oriente en forma reiterada en las últimas
décadas.
- la estacionalidad de la migración turística. Si ésta es marcada puede llegar
a saturar fácilmente límites de carga turística(Vasconi; 1996-1: 105-109), y
dar lugar a valorizaciónes “topofóbicas” como consecuencia de los
congestionamientos en el tránsito urbano o de largos lapsos de tiempo de
espera en las autopistas, entre otros ejemplos. Asimismo, si además
provoca molestias en la población local al invadir sus espacios en sus
mismos horarios y tipos de uso, alimentará <sentidos de los lugares de
conflicto, de agresión, y hasta de rechazo> (Vasconi; 2002-1- pass; 2003:
pass). Los mismos, en espacios turísticos religiosos, de compras,
deportivos... son bastantes frecuentes en ambas poblaciones en días y
horarios de gran afluencia, durante el desarrollo de algunas
peregrinaciones, recitales, festivales, ferias, espectáculos deportivos, en
mercadillos, en artesanatos...
- sus costumbres, tradiciones y vivencias anteriores. Incluso, el turista a los
elementos de su propia cultura(su música, por ejemplo) dentro de la
“globalización” la puede percibir en el centro turístico receptor, hecho que
puede provocar en él un mayor acercamiento al mismo gracias a fenómenos
conocidos y asociados con la nostalgia por su espacio de procedencia.
Mas, también puede provocar una actitud de rechazo cuando se va en busca
de la distinto, de lo diferente, de lo alejado en materia cultural. Así, en el
caso del “tango”, que el argentino como turista lo puede encontrar en
diferentes lugares del mundo, se pueden observar ambas reacciones.
- su religión
- sus valores morales y éticos. Aunque, la salida del lugar de residencia
habitual suele provocar una liberación(con diversos grados y
connotaciones) que suele trastocarlos.
- su ideología
- sus afectos o sus ídolos. Las calles o los edificios donde nació o trascurrió
la vida de un actor, artista o científico favorito y/o admirado, le asignan a
5
cada lugar otros aditamentos especiales(tal como por ejemplo lo siente el
que visita la ciudad de Casablanca y toma un café en una confitería de un
hotel cinco estrellas que fue construida en el mismo predio donde en la
emblemática obra cinematográfica homónima “Sam” tocaba en el piano
“Así pasan los años”; o bien quien en la ciudad de Estocolmo recorre los
grandes almacenes “Pub”, donde con anterioridad a su carrera de actriz
trabajó como vendedora Greta Garbo)
- características cualitativas su educación y de su concientización turística
- el grado de satisfacción de la tecnología existente en el centro turístico
receptor, el cual en los países con mayor grado de desarrollo muestra una
relación inversamente proporcional con el del país emisor.
- las condiciones psico-sociales en que se realiza la migración: estado
psíquico, cuestiones afectivas de la vida actual, relaciones con los
acompañantes del viaje, relaciones familiares, interpersonales...
- el grado de fluidez en las comunicaciones con los locales. Hay que
reconocer que el idioma en muchos casos se constituye en una “barrera”
para el intercambio cultural y ayuda en la valorización “topofóbica” propia
del turista o de los locales.
- la cantidad y calidad de información y de conocimientos que posea, así
como sus experiencias previas y su valorización, sin descuidar la
simbología y la mitología que se maneje sobre el espacio receptor.
- la incidencia de los medios de comunicación social durante la estadía, los
cuales pueden generar sentimientos y sensaciones tales como el miedo a la
inseguridad en la vía pública, o bien emoción y encanto por eventos
culturales mirados por televisión... En el último caso, aunque de hecho se
trata de fenómenos que corresponden a un escenario real, no fueron
realmente percibidos.
- la existencia de rencores históricos adormecidos- pero no fenecidos- en el
grupo cultural visitante, como se da por ejemplo entre los judíos que visitan
Alemania.
Todos estos aspectos influyen en las conductas y en el comportamiento de
esta población turística sobre todo el complejo sistema espacial turístico
receptor, donde obviamente está inserta con menor o mayor arraigo la
población local, en la cual a su vez se generarán dentro de su
“territorialidad” otros <sentidos de los lugares> como consecuencia del
contacto físico y cultural.
<Sentidos de los lugares> en la población local
Con respecto a la población local, el espacio percibido y vivido en el cual
la misma observa “territorialidad” coincide con el espacio turístico
receptor. Así, los residentes le asignarán a dicho espacio <sentidos de los
6
lugares> (Vasconi; 2002-1-: pass; 2003: pass), en cuyo sistema complejo
generador en cuanto hace a la relación con la actividad turística
intervienen, entre otros:
- su grado de pertenencia y de “territorialidad”.
- su obtención o no de beneficios gracias a la actividad turística de
diversos tipos(aunque los económicos muestran una mayor incidencia)
- si es oriunda o no del lugar, o bien su tiempo de residencia.
- elementos de la propia cultura, la historia y la “memoria colectiva”.
En el caso de comunidades que custodian patrimonios universales, las
mismas no siempre están dispuestas a compartirlas con la Humanidad
por diferentes causas relativas a valorizaciones “topofóbicas” hacia el
visitante.
Hay elementos propios de una comunidad o de una cultura, que si bien
pueden dar lugar a altos grados de rechazo o aversión por parte de algunos
de los habitantes locales, generan interés en el turista que los convierte en
atractivo, tal como se da con el fenómeno de los “piqueteros”6 en Buenos
Aires. Es más, el propio vocablo “piquetero” ha sido introducido por el
turista europeo en su vocabulario cotidiano, incluso ha llegado a los medios
de comunicación en muchos de sus países de origen, aunque con algunas
diferencias de significado.
- el simbolismo y la imaginería. Ambos son elementos intrínsecos de cada
cultura, y no siempre el habitante local está dispuesto a compartirlos; si
bien quienes se benefician económicamente no dudan en hacerlo en un
abanico amplísimo de países(por ejemplo con la venta de camisetas con sus
banderas, con otros de sus símbolos patrios, con réplicas de edificios
emblemáticos... , o cuando para incrementar clientelas, los “duendes” y las
“ánimas” de la noche se “ofrecen” al visitante junto a velones en las
veredas de restaurantes o cafés en algunas ciudades europeas... )
- sus relaciones con la comunidad en general y las lazos con los integrantes
de su vecindario
- la proximidad de los espacios de su “vivencialidad cotidiana” a los
atractivos y usos del suelo correspondientes a facilidades y provisión de
servicios turísticos, y/o a sendas de alto tránsito o caudal turísticos.
- dada esta misma “vivencialidad cotidiana”, la coincidencia o no en días
y horarios en el uso del espacio turístico(y/o de sus periferias y
proximidades), observan una significativa intervención. En muchos casos,
6 Son aquellos que realizan “piquetes”, es decir que cortan y/o interrumpen el tránsito, destruyendo el
“libre albedrío” de sus semejantes, a quienes les impiden cumplir con su rutina, sus obligaciones o sus
compromisos de cualquier tipo en tiempo y forma, al mismo tiempo que acampan y realizan “ollas
populares”.
7
los caudales turísticos con determinadas frecuencia y estacionalidad suelen
“necrosar” al espacio “vivido” del habitante local, y por ende, sus <sentidos
de los lugares>, o bien se generan aquellos de valorización “topofóbica”,
de rechazo, de exclusión (que pueden ser neutralizados en el caso de -la
antes señalada- obtención de algún beneficio)
- sus valores morales y éticos.
- su experiencia y su compromiso con el lugar
- su grado de concientización turística y ambiental
- el grado de tecnificación. La tecnología como el patrimonio puede
motivar orgullo en esta población local si está concientizada de su
importancia para el desarrollo; o bien, puede generar disconformidad por la
inversión que la misma ha requerido si coexiste con altos porcentajes de
desocupación, de pobreza... , sobre todo cuando no se percibe ningún
beneficio personal-especialmente económico- por inaccesibilidad a ella.
- su participación o no en las decisiones colectivas de ordenamiento
territorial
- su grado de apertura y de adaptación al cambio, al contacto social, al
contacto cultural, en contraposición con el “enquistamiento
antropológico”.
Grupos ajenos a la población local y a la población turística que
colaboran en la determinación de los <sentidos de los lugares>
Hay hechos o procesos que también “tallan” los <sentidos de los lugares>,
tanto en turistas como en habitantes locales. Los mismos, están generados
por grupos ajenos o extraños a ambos, generalmente marginales, que logran
asentarse en los espacios turísticos y asociarse con la delincuencia y la
inseguridad, al mismo tiempo que motivan valorizaciones “topofóbicas”.
Suelen provenir de países o regiones menos desarrollados. Su porcentaje es
alto en cualquier ciudad-puerto, donde el personal embarcado suele pulular
por ellas en sus horas libres..., si bien su accionar admite diferentes
estrategias a implementar para su mitigación. Sin embargo, hay que
reconocer que suelen ser más altos sus porcentajes en espacios de
afluencia masiva o en aglomeraciones tales como: festivales, recitales,
espectáculos deportivos, en calles céntricas y/o peatonales en “horarios
pico”..., y también en algunas peregrinaciones religiosas. En éstas, estos
grupos suelen adosarse y mezclarse; y dentro del anonimato delinquen
(Vasconi; 2002-1-; 2003: pass)
Valorización espacial y turismo
El turista puede además valorizar y asignarle identidad al espacio visitado
a través de aspectos relativos al comportamiento del mayor porcentaje de la
8
población local: los modales, la forma de caminar (tanto su velocidad
promedio como la distancia que se guarda entre peatón y peatón), la forma
de conducir los vehículos, de abordar los medios de transporte público de
pasajeros, el pedir o no disculpas por tocar, empujar o golpear a otro
peatón, el tono y la intensidad de la voz empleados, la generación o no de
ruidos, el destino que le dan a los residuos...
No obstante, hay que tener en cuenta las características culturales relativas
al comportamiento sobre el espacio interpersonal. Así, los árabes, los
mediterráneos y los africanos pertenecen a las culturas del contacto,
mientras que los norteamericanos, los escandinavos y los anglosajones a la
del no contacto. En Londres, antes del más mínimo roce con el abrigo por
parte de cualquier peatón que se llegar pueda percibir, se escuchará:
“Sorry”. Incluso, en turista también suele aparecer la comparación con el
propio país o con la propia cultura, la cual indudablemente interviene en la
conformación de la complejidad de todas y cada una de las “metrópolis
globalizadas ”.
Por otra parte, los idiomas contribuyen a la valorización de cada espacio
turístico al imprimirle uno más de sus rasgos únicos sistémicos, más allá
que en cualquier continente es hoy el inglés el idioma que se torna
universal para posibilitar y agilizar los flujos turísticos.
Sin lugar a dudas, para el turista es la motivación uno de los mayores
responsables de su valorización espacial. De acuerdo con su tipología se
focalizarán diferentes aspectos, y la percepción se dará en consecuencia.
Así, por ejemplo la mujer de clase media o media alta interesada en las
compras de vituallas femeninas, a pesar que hayan pasado muchos años de
su experiencia turística, dejará sentado en los registros de su memoria que
en la mayoría de las ciudades europeas las mismas se realizan en tiendas
por departamentos o grandes almacenes: “El Corte Inglés” (España),
“Galerías Lafayette”, “Printemps”(Francia),“Stockman” (Finlandia),
“Hennes & Mauritz” -“H y M”- (en toda Escandinavia), “Pub”, “Ahiens”,
en Estocolmo, “Ka De We”-“KDW”- en Berlín... ; o en otras con
departamentos más circunscriptos al guardarropa femenino “pret a pôrter”:
“Max Mara”, “Max and Spencer”, Gerberd Harder”, “Zara”... , cuyas
sucursales distribuidas por ciudades de varios países contribuyen también
al proceso de “globalización”.
Hoy, el turista inserto en dicha “globalización”, más allá que su
presupuesto personal le permita o no materializar la compra, tiene
conocimiento de cuáles son las calles o avenidas en las diferentes ciudades
del mundo donde puede comprar su indumentaria más exclusiva, como por
ejemplo: avenida Montaigne en París, Bahnhofstrasse en Zurich, Bond
Street en Londres, Quinta Avenida en Nueva York, Ginza en Tokio,
Diagonal Avinguda en Barcelona, Stroget(la peatonal más larga de Europa)
en Copenhague, Laugavegur en Reykjavik...
9
La íntima concordancia entre la tipología de la motivación turística y las
características del espacio turístico receptor generan valorizaciones de
“topofilia”. A su vez, ésta se acentúa en tanto y en cuanto más
características aleatorias propias de cada espacio se correspondan con las
preferencias de cada turista para su valorización.
Estudios de casos:
El caso de Oslo (Noruega)
Al aplicar la observación directa en el espacio turístico central y
significativo de la ciudad de Oslo (Noruega), se pueden verificar sus usos
del suelo urbano y los <sentidos de los lugares> de sus habitantes locales y
de los turistas. De esta manera, en dicho espacio urbano-turístico se
distinguen:
- el área céntrica atravesada por la peatonal Karl Johans Gate. La misma, es
la arteria principal que se extiende desde el boulevar Ostbanetasjonen
(Estación del Este) hasta el Palacio Real y energiza a toda la ciudad, puesto
que en torno a ella (en toda su longitud, en sus dos calles contiguas
paralelas, en los tramos próximos de sus transversales -algunas también
peatonales- y en la Plaza del Mercado) se nuclean gran parte de los
comercios y los servicios de mayor jerarquía y especialización.
El turista también comparte estos espacios durante el horario de apertura
comercial y de servicios, especialmente en verano. Hace compras en las
tiendas por departamentos, como por ejemplo “H y M”, y goza de sus cafés
y otros servicios gastronómicos. Allí, también se encuentran afamadas
joyerías, “boutiques”, casas de venta de artesanías noruegas(de cristal,
porcelana, peltre, tejidos de lana de la región, alfombras, vestimentas
típicas, piel de foca, objetos y muebles de madera), de elementos para
embarcaciones... , así como de diseños noruegos de última generación en
diferentes materiales, con predominio del vidrio, el cristal y la porcelana,
en cuyo caso se destaca la tienda Landsverk en al calle Grensen.
En torno al Palacio Real y a la Alameda de los Estudiantes (próxima a la
Universidad de Oslo), tanto en la senda Karl Johans Gate como en sus
transversales, así como en torno a la Plaza del Mercado y los jardines de la
Catedral, en los cafés y en los sectores peatonales cercados por los “pubs”,
la población local lleva a cabo sus tertulias. Pero, durante el verano la masa
turística en parte las interfiere, es más, provoca molestias en toda esta área
central de máxima “territorialidad” para todo habitante local de Oslo.
Este último observa por esta área urbana - que se constituye en espacio de
trabajo y para realizar trámites diversos-, “territorialidad” y <sentidos de
10
los lugares sociales> y <sentidos de los lugares de compras>, mas la
población turística también genera <sentidos de los lugares de compras> y
<sentidos de los lugares para disfrutar de la gastronomía, los “pubs” y los
cafés>
Durante la estación estival, la zona de la Universidad de Oslo y del aledaño
Museo Histórico se muestra temporalmente casi abandonada por la
población local, mientras que los contingentes turísticos estacionan sus
ómnibus en sus arterias para visitar la Galería Nacional. Sólo algunos
estudiantes suelen merendar, al mismo tiempo que aprovechan para
disfrutar de los rayos solares y descansar de la lectura con luz artificial a la
que se encuentran obligados casi todo el año, en las escalinatas de la
Biblioteca de la Facultad de Derecho. En el resto de los jardines e
instalaciones universitarias se efectúan las reparaciones de rigor, y en
las calles deambulan japoneses, norteamericanos, europeos y latinos en
busca en la Galería Nacional, y ya dentro de ella, de las obras de Edvard
Munch, Jonhan Christian Dahl y otros afamados artistas. Este centro
artístico, tanto para el habitante local como para el turista, da lugar a un
<sentido del lugar cultural>, aunque para el primero integra ante todo parte
de su “espacio vivido”.
En Oslo, casi no tienen lugar los robos, ni la delincuencia en general; por lo
tanto, es una ciudad muy poco custodiada. No se dan delitos ni contra
propiedad, ni contra las personas. No obstante ello, intereses
económicos internacionales y la “globalización” hicieron entrar a esta
capital en el circuito del negocio clandestino del arte, tal como lo
demuestra el robo en agosto de 2004 al Museo Edvard Munch, de donde se
llevaron dos de las obras más valiosas del expresionismo: “El Grito” y
“Madonna”(conjuntamente valuadas en alrededor de cien millones de
dólares)
A pesar de ello, los administradores estatales representando fielmente a la
cultura y a la idiosincrasia noruega, no piensan exterminar la experiencia
estética impidiendo el contacto con las obras de arte. Por eso, las mismas
no están aseguradas contra robo, dado que en el caso de estarlo no podrían
ser exhibidas sin protecciones. A diferencia de otros importantes museos de
arte internacionales, no se obstaculiza la comunicación entre la obra y el
observador. El local y la Humanidad(los turistas) pueden y deben acceder y
vivenciar el patrimonio.
Con este robo y la posterior aparición, tampoco hay que descartar una
“estrategia de marketing” destinada a posicionar turísticamente a Edvard
Munch, al museo que lleva su nombre y contiene gran parte de su obra y a
Oslo; en cuyo caso, con dicha acción también se corrobora nuestra
apreciación acerca de la cultura local.
11
- los museos de los Barcos Vikingos, de la Kon-Tiki7 y del Folklore
Noruego, que si bien para los noruegos son espacios con “territorialidad” y
<sentidos de los lugares culturales>, se convierten en escenarios para el
turismo internacional.
- la Torre panorámica más alta de escandinavia Tryvannstarnet, el Salto de
esquí Holmenkollen, el Museo del esquí y la confitería-restaurante
Frognerseteren Hovedrestaurant, cuyo edificio nórdico de madera se
comporta como un verdadero balcón al fiordo de Oslo, son exhibidos con
orgullo y ofrecidos al turista, obteniéndose un significativo ingreso.
Sin embargo, para la población local estos espacios observan <sentidos de
los lugares deportivos> y <sentidos de los lugares recreativos> En ellos, se
puede practicar esquí de fondo, disfrutar de una tarde soleada de verano o
de una noche romántica mirando el fiordo de Oslo desde las ventanas o la
terraza del Frognerseteren Hovedrestaurant, servicio gastronómico que
también da lugar a un <sentido del lugar social y gastronómico>, y dado el
patrimonio antiguo genuino que custodia y que se suma a su gastronomía
típica, al mismo tiempo genera un <sentido del lugar cultural>
- el Parque Frogner, obra de toda su vida del escultor noruego Gustav
Vigeland. La población local goza de una alta “territorialidad” sobre él y
genera <sentidos de los lugares culturales>, y especialmente durante el
verano <sentidos de los lugares deportivos y para el ocio y el descanso>.
Aunque, durante la estación estival sus puertas también se abren a los
grupos de turistas que llegan desde todo el mundo. Los mismos, en los
cuales genera <sentidos de los lugares culturales>, lo recorren por su eje
central de alta densidad escultórica, incluso siguiendo los mandatos de la
mitología popular local urbana a instancia de los guías locales.
- la zona portuaria, con todos sus sectores: los espacios netamente
portuarios, el del Palacio del Ayuntamiento de la Comuna de Oslo(donde
se entrega el Premio Nobel de la Paz), el histórico con el Castillo de
Akershus(fortaleza del 1300 y residencia real durante 150 años), y el
gastronómico, (también dedicado a la recreación). Además de aquellos
<sentidos de los lugares> derivados de sus funciones específicas, goza de
<sentidos de los lugares para la recreación de diverso tipo> generados tanto
en habitantes locales como en turistas.
- detrás de la Estación Ferroviaria Central y del hotel con mayor capacidad
y categoría de la ciudad, se encuentra el barrio donde vive la comunidad
musulmana, casi un “guetto”, donde para sus habitantes, más allá de
cuestiones culturales, tanto en los hombres como en las mujeres, se dan
<sentidos de los lugares sociales o de reunión> gracias a servicios
gastronómicos dedicados a sus comidas típicas, en los cuales suelen
7 En esta embarcación el noruego Thor Heyerdahl en 1947 navegó desde Perú hasta Raroia en la
Polinesia.
12
aglutinarse en torno a humeantes “narguilles”8 hasta altas horas de la
noche. Se observan grandes comercios mayoristas (provistos por los barcos
de ultramar que llegan al puerto de la ciudad), otros de venta de oro y
alhajas, así como pequeños mercados y autoservicios(algunos de cadenas
internacionales) para el consumo en el barrio, todos manejados por el
mismo grupo étnico.
Los noruegos muestran identidad, “territorialidad” y pertenencia por estos
espacios, pero no imponen “barreras” al que llega de “extramuros”; por
ello, no hay valorizaciones “topofóbicas” hacia el turismo. Las causas
pueden buscarse en su origen vikingo, cultura navegante que iba en busca
de otras culturas. A éstas, hoy las acepta complaciente dentro de su propio
territorio, si bien hay que señalar que todavía no se dan flujos turísticos
tales que se aproximen o superen el umbral del límite de carga.
El caso de Buenos Aires (Argentina)
Al aplicar la misma herramienta de investigación en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, se puede verificar que si bien toda ella admite receptar
turistas, su espacio netamente turístico está constituido por los siguientes
sectores9: la Plaza de Mayo y sus alrededores, los denominados
Microcentro y Macrocentro, desde Puerto Madero hasta la avenida Callao,
y desde la avenida Belgrano hasta la avenida Santa Fe y la Plaza San
Martín, funcionando la peatonal Florida como arteria-eje de circulación que
imprime centralidad, además de Retiro, La Recoleta, el Parque Thais,
Palermo Soho, Palermo Hollywood, Las Cañitas, los bosques de Palermo,
el Rosedal, el Jardín Zoológico, el Jardín Botánico, Barrio Parque10
La
Boca, San Telmo, las avenida Costanera Norte y la avenida Costanera Sur,
la Reserva Ecológica y el propio aeroparque “Jorge Newbery” en
asociación con su funcionalidad de trasporte “extramuros”; además, incluye
los alrededores de la Plaza de los dos Congresos con el edificio del
Congreso Nacional, y la necrosada área del ex-Mercado de Abasto.
En La Boca interesan al turista, entre otros: las vistas del Río de la
Plata, la Vuelta de Rocha, el contaminadísimo Riachuelo, la típica calle
peatonalizada Caminito (que se encuentra plasmada en las letras de tango)
y sus coloridas construcciones, muchas de las cuales todavía constituyen
“conventillos”11
. Toda ella y su entorno se tiñó de la cultura italiana de la
8 Objeto utilizado en la cultura árabe para fumar. Generalmente, se coloca en el centro o en zonas
privilegiadas de las mismas mesas donde se consumen los alimentos y bebidas. Su tamaño y número de
“bocas” está en asociación con el número de usuarios. 9 Los denominamos sectores porque no coinciden exactamente con los barrios de la ciudad. Ello se da con
referencia a ninguna de las clasificaciones de los mismos, las cuales se generan en las diferentes
tipologías empleadas. 10
A pesar de su autoexclusión a la función turística. 11
Viviendas multifamiliares con patios, servicios sanitarios y espacios varios de uso común.
13
“Gran Inmigración”12
, aunque en la actualidad se encuentra muy
“porteñizada”13
, y su vida cotidiana se mezcla con las artes: pinturas y
esculturas auténticamente identificadas con la cultura porteña, y
especialmente con este barrio de La Boca, de autores contemporáneos o
del siglo XX, entre quienes se destaca quien hizo que su paisaje
trascendiera las fronteras al inmortalizar en sus óleos y carbonillas
imágenes del puerto y sus barcos, cuando el movimiento de cargas gozaba
de su esplendor como consecuencia de una floreciente actividad
económica, especialmente industrial (que hoy ha decaído): Benito
Quinquela Martín. Su obra permite al observador sensible hasta “percibir”
los olores y los ruidos de antaño de La Boca y de una próspera Isla Maciel
detrás, la cual en nuestros días está convertida en un gran “bolsón de
pobreza y del delito”.
Por otra parte, San Telmo cobijó a la aristocracia porteña hasta bien entrado
el siglo XIX, momento en el cual a partir de una epidemia de fiebre
amarilla se valorizó el Norte de la ciudad y sus suburbios14
. Durante el
siglo XX- especialmente en sus últimas décadas-, comenzó su
reconversión, reciclaje y revalorización con preservación arquitectónica y
urbanística (planificada en algunos casos, y en otros no). En el
“conventillo” el uso habitacional fue reemplazado por los estudios de
artistas plásticos, escaparates donde se venden antigüedades, objetos de
arte..., aunque también revivió el uso habitacional, siempre en
construcciones recicladas y envueltas en la bohemia. Asimismo, en este
barrio se ofrecen espectáculos de vanguardia, intimistas, “underground”,
teatrales y/o musicales, muchos de los cuales también interesan al turista.
Tanto La Boca como San Telmo generan en los habitantes locales, y mucho
más en turistas extranjeros, <sentidos de los lugares históricos, culturales,
de compras (de objetos y “souvernirs” relacionados con la cultura porteña,
o bien de valiosas antigüedades en el caso de San Telmo), de recreación y
de gastronomía>
La avenida de Mayo cumple la función de eje político-gubernamental,
aunque a su vera se encuentran diferentes elementos de interés histórico-
cultural, tal como lo es el Café Tortoni, centro de reunión y de la cultura
“porteña”, sobre cuyas mesas circulares y de rocas pulidas nacieron muchas
obras literarias y numerosos tangos. De la manera cómo que se muestran
las fachadas de sus edificios, al transeúnte que la recorre le parece estar
caminando a lo largo de alguna avenida madrileña. Conecta la histórica
Plaza de Mayo, alrededor de la cual se localizan: el colonial Cabildo, la
12
Se dio a fines del siglo XIX y principios del siglo XX hasta el comienzo de la Primera Guerra
Mundial. 13
Del espacio porteño, es decir, del espacio en relación con el puerto de la ciudad de Buenos Aires.
Porteños: se los denomina a los habitantes de ciudad de Buenos Aires(la que tiene el puerto más
importante de Argentina) por parte de aquellos del resto del territorio nacional. 14
Esto, en el presente integran parte del Conurbano Bonaerense.
14
Casa Rosada (sede del Poder Ejecutivo), la Catedral Metropolitana, la sede
del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, casas
centrales bancarias públicas y privadas..., con la Plaza de los Dos
Congresos, antesala del Congreso de la Nación y donde se ubica el
kilómetro 0 de las radiocéntricas rutas nacionales. Esta avenida de Mayo y
ambas plazas han sido, y siguen siendo, de tránsito obligado de
manifestaciones y marchas políticas, sindicales, de reclamos varios..., como
así también integran el derrotero de los “piqueteros”15
. Para el porteño o
para el habitante del Conurbano Bonaerense, este espacio en muchos casos
forma parte de su lugar de trabajo, pero también observa por ellos
<sentidos de los lugares culturales, históricos, gubernamentales, políticos,
del poder, del reclamo sindical, de la protesta, de la participación
ciudadana...>, los cuales no mitigan otros que integran la complejidad de la
pertenencia y la “territorialidad”. A su vez, el turista encuentra condiciones
para dar motivo a <sentidos de los lugares históricos y culturales>, así
como para tomar contacto con elementos emblemáticos de nuestro
quehacer cotidiano en relación con nuestro devenir histórico-político,
algunos de los cuales trascendieron ampliamente nuestras fronteras y se
muestran o se han mostrado por el mundo, ya sea en forma real o a través
de los medios masivos -hoy “globalizados”- de comunicación social:
“Madres de Plaza de Mayo”16
, “Abuelas de Plaza de Mayo”, “piqueteros”...
Hacia el Norte de la Plaza de Mayo se halla la denominada “city porteña”,
es decir, el centro bancario y financiero de la ciudad. Detrás de la Casa
Rosada, ya se encuentra el Río de la Plata, alejado en el último siglo y
medio con rellenos varios17
e instalaciones portuarias, hoy recicladas e
integrantes junto a otros edificios del nuevo barrio Puerto Madero. Éste, se
comporta como un polo gastronómico utilizado por el turista y por el
habitante local, aunque también se han instalado en torno a él rascacielos
con oficinas, hoteles cinco estrellas, espacios para espectáculos, y un
puente de la autoría del arquitecto Calatrava, que le imprime personalidad
a su paisaje. Los antiguos “docks”, actualmente están convertidos en
viviendas o en sedes de muchas empresas (y hasta de una universidad
privada). Los restaurantes son utilizados por la clase media-alta y alta de
los habitantes locales, ya sea de noche o durante los fines de semana, pues
en los mediodías los visitan empleados calificados, ejecutivos y
empresarios. En estos y en los turistas genera <sentidos de los lugares para
15
Grupos de personas que agrupados dificultan y cortan el tránsito vehicular. En muchas ocasiones lo
hacen con las caras ocultas por trapos , con palos en sus manos y piedras en sus mochilas8prestas para ser
arrojadas) 16
Asociación de madres cuyos hijos desaparecieron durante el Proceso Militar que comenzó en Argentina
en 1976 . Las caracteriza el uso de un pañuelo blanco en la cabeza, tal como se han mostrado y se
muestran no sólo en sus vueltas a la Pirámide de Mayo en la Plaza de Mayo, sino en todo el mundo. 17
Generados con la asignación de diferentes usos y funciones, los cuales no siempre llegaron a
concretarse.
15
la recreación urbana en asociación con la gastronomía>. También, en sus
proximidades se pueden encontrar “pubs”, o el mismo estadio “Luna
Park”18
, donde tienen lugar espectáculos y recitales de asistencia masiva o
de amplia convocatoria, y un amplio espacio cultural de amplio espectro
generado en el Edificio de Correo y Telecomunicaciones a partir de los
Festejos del Bicentenario de la República Argentina en 2011
Hacia el Sur, se localiza la avenida Costanera Sur con la Reserva Ecológica
y la denominada Ciudad Deportiva del Club Boca Juniors. El turista llega
muy poco a esta zona, generando sólo en los habitantes locales <sentidos
de los lugares para la recreación al aire libre>
Las instalaciones portuarias continúan hacia el Norte de Puerto Madero,
destacándose las terminales de los ferrys o transbordadores a Colonia del
Sacramento (R.O.U)., y la terminal-por ahora provisoria- para cruceros
marítimos, la cual funciona como soporte de un “turismo de masas”, que
por algunas horas, “a manera de hormigas”, se introduce por el Microcentro
y el Macrocentro, pudiendo superar límites de umbrales de capacidades de
carga.
A lo largo de la avenida Paseo Colón (paralela al Río de la Plata), se
encuentran diversas sedes bancarias, de ministerios, de reparticiones
públicas, hotelería cinco estrellas... hasta llegar a Retiro, zona dominada
por la Plaza San Martín con sus pintorescas barrancas. Allí, termina la
peatonal y comercial calle Florida, y están emplazados varios edificios y
hoteles de categoría emblemáticos en la ciudad, así como la sede central de
la Administración de Parques Nacionales (que ocupa una pequeña manzana
triangular, y su diseño es de la autoría del ecléctico arquitecto Alejandro
Bustillo). Más adelante, hacia el lado del río se encuentran tres terminales
ferroviarias, la Terminal de Ómnibus, el acceso a otras zonas portuarias y
un extenso espacio ocupado por “villas de emergencia” o “bolsones de
pobreza”19
. De este enclave también parte hacia el Nord-Este la avenida del
Libertador General San Martín, que bordea primero los espacios
ferroviarios y luego el Parque Thais(en el predio que hasta hace unos años
ocupó un emblemático parque de diversiones) para permitir el acceso a la
también barrancosa Plaza Francia y La Recoleta, donde se emplaza el
Palais de Glace (centro de exposiciones artísticas), el Cementerio de La
Recoleta, el Centro Cultural Recoleta, las sedes de la O.E.A. y de la
O.N.U., la iglesia de Nuestra Señora del Pilar... También, entre otros, se
pueden observar: una feria artesanal con otros aditamentos (artistas
plásticos, músicos callejeros, tarotistas...), un “shopping” dedicado al
diseño y al hogar “Buenos Aires Design”, la Facultad de Derecho de la
18
Históricamente dedicado al boxeo, y en la actualidad a recitales masivos y espectáculos artísticos
varios. 19
Emplazados allí por la excelencia en accesibilidad al centro de la ciudad, que sus habitantes no quieren
relegar.
16
Universidad de Buenos Aires, y diferentes enclaves gastronómicos y de
cafetería, entre los que se destacan: las Terrazas del Pilar, la calle Junín y la
calle Ortiz(en la cual en uno de sus extremos, frente a la iglesia del Pilar y
en el nacimiento de la afrancesada avenida Alvear, se encuentran los cafés
La Biela y de la Paix). A la vera de la avenida Alvear, se localizan
afamadas joyerías y casas de modas internacionales y otro emblemático
hotel cinco estrellas de la ciudad, mientras que la avenida del Libertador
General San Martín y la avenida Figueroa Alcorta, hacia el Norte nuclean
a la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo
Nacional de Arte Decorativo, el MALBA (museo privado de arte
latinoamericano), el “shopping” “Alcorta”, sedes de embajadas, la réplica
de la casa del General San Martín en Grand Bourg (Francia)... También,
frente al Cementerio de La Recoleta, se localiza un ex-complejo
cinematográfico (y futuro “shoppiong”). En los turistas este sector de la
ciudad da lugar a <sentidos de los lugares de gastronomía, para la
recreación, de compras, culturales e históricos>
La peatonal Florida, la primer calle empedrada de Buenos Aires, paralela al
Río de la Plata, nace a una cuadra de la Plaza de Mayo, y -como ya se
señaló- llega a la Plaza San Martín. Atraviesa la “city porteña”, y luego
aglutina comercios destinados tanto a la vestimenta femenina como
masculina, incluso en galerías y en un “shopping”: “Galerías Pacífico”, que
en un histórico edificio cobija una Cúpula de 450 m2 donde dejaron sus
huellas pictóricas: Spilimbergo con “El dominio de las fuerzas naturales”,
Urruchúa con “La Fraternidad”, Colmeiro con “La Pareja Humana”, Berni
con “El amor” y Castagnino con “La Vida Doméstica”; y, sirve alsegmento
de turistas provenientes de otros continentes. Todos estos espacios gozan
de <sentidos de los lugares de compras> tanto para turistas como para
habitantes locales, aunque en proporción son más utilizados por los
primeros, y especialmente por aquellos de mayor poder adquisitivo. Al
respecto, compite con el “Patio Bullrich” que observa una mayor
concentración de marcas de lujo, encontrándose emplazado sobre la
avenida del Libertador General San Martín (frente al Parque Thais), y sobre
la calle Posadas, a lo largo de la cual también se localiza hotelería de lujo
en edificios emblemáticos de la ciudad reciclados.
La avenida 9 de Julio, según los “porteños” la más ancha del mundo con
sus dos “boulevares”, paralela también al Río de la Plata, y a tres cuadras
de la peatonal Florida, se extiende desde la terminal ferroviaria de Plaza
Constitución hasta la avenida del Libertador General San Martín. En su
intersección con la avenida Corrientes se encuentra el emblemático
Obelisco, y a su vera se destacan: el Teatro Colón, un edificio dentro de su
propio trazado, un hotel cinco estrellas -en un predio histórico con un
sector antiguo preservado- que altera su trazado lineal, hotelería de menor
categoría, agencias de viajes... , y al mismo tiempo concentra gran parte de
17
la publicidad urbana de la “globalización”. En los habitantes locales y en
los turistas este sector de la ciudad da lugar a <sentidos de los lugares
culturales e históricos>, así como a <sentidos de los lugares de
gastronomía> dada la presencia de la variedad cuali-cuantitativa en ese tipo
de servicios.
Paralela a la avenida de Mayo e intersectando a la avenida 9 de Julio en
el Obelisco se encuentra la avenida Corrientes, caracterizada por sus cines,
teatros, librerías, disquerías, restaurantes y confiterías. Es la avenida de la
cual se decía “que nunca duerme” hasta hace aproximadamente una década,
cuando los usos y las costumbres, la mayor seguridad y una economía más
reluciente, permitían que sus luces y las de sus comercios y servicios no
se apagaran durante toda la noche, cuando el “porteño” la “vivía” con
sentido de pertenencia. Hoy, su “vida cotidiana” es mucho más reducida
en horas, al igual que la de su paralela calle peatonal Lavalle, donde se
encuentran servicios semejantes, aunque no teatros. El turista comparte con
el habitante local en este sector <sentidos de los lugares culturales y para la
recreación (en asociación con los distintos espectáculos artísticos) y de
gastronomía>
La avenida Corrientes también atraviesa la zona de Once -con función
comercial mayorista en los rubros: textil, marroquinería, de bazar... - con
<sentidos de los lugares de compras> para los habitantes de todo
Conurbano Bonaerense como del interior del país (quienes en algunos
casos cumplen el rol de turistas nacionales o internos, y en otros, realizan
compras que integran parte de su propia actividad comercial). Luego, la
misma avenida se introduce en el barrio del Abasto, el cual se encuentra en
proceso de revitalización urbana gracias al reciclado del Mercado que le
diera el nombre (hoy, convertido en un “shopping”), a la radicación de
servicios gastronómicos y hoteleros, y a la puesta en valor del recurso
histórico y cultural: tango-Carlos Gardel. La delincuencia y la marginalidad
aún vive en la zona, a pesar que se derribaron muchas viviendas que se
encontraban en calamitoso estado y ocupadas ilegalmente. La zona todavía
motiva <sentidos de los lugares inseguros y hasta colmatados de
delincuencia>, los cuales sólo desaparecen en torno al “shopping” para
generar un <sentido del lugar de compras>, que suele compartir con el
turismo. Por otra parte, en este sector también se ofrecen en forma
diseminada diferentes espectáculos “underground”, que atrae al turismo
receptivo.
Sobre la ribera del Río de la Plata, hacia el Nord-Oeste se destaca la
avenida Costanera Norte, a cuya vera en tierras ganadas al río se
encuentran: el Club de Pescadores, complejos recreativos y deportivos,
servicios gastronómicos, la Ciudad Universitaria (con pabellones donde
funcionan las carreras de Arquitectura y de Ciencias Naturales de la
Universidad de Buenos Aires), el Parque Temático “Tierra Santa”, más el
18
Estadio de River Plate, el Complejo Parque Norte, el -ya citado- aeroparque
“Jorge Newbery”... Toda esta parte del espacio turístico está en contacto
con los parques de Palermo-el mayor pulmón verde de la ciudad- al cual se
encuentran asociados en su interior o en su periferia: el Zoológico, el Jardín
Botánico, el Predio Ferial de La Rural, el Planetario Municipal, el Jardín
Japonés, instalaciones deportivas varias... Se dan en ellos, especialmente
para los habitantes locales (ya que el turismo los recorre con baja
frecuencia), <sentidos de los lugares para la recreación y de gastronomía>
Los barrios de Palermo Soho (donde predominan los comercios con
diseños locales exclusivos o bien artesanías de diversos tipos), y Palermo
Hollywood (con predominio de usos del suelo gastronómicos y culturales,
incluso donde se han asentado algunos canales de televisión y emisoras de
radio), que nacieron de parte del desmembramiento de Palermo Viejo,
muestran tanto para habitantes locales como para el turista <sentidos de los
lugares de compras y para disfrutar de la gastronomía>
La avenida Santa Fe, eje comercial jerarquizado de indumentaria a lo largo
de todo su recorrido -desde el centro hasta Barrio Norte-, tiene emplazado
en su intersección con la avenida Coronel Díaz al “shopping “Alto
Palermo”, con alta generación de <sentidos de los lugares de compras>
para los porteños, que sin embargo se torna más baja en el caso de los
turistas. El turismo receptivo en particular, utiliza para ello mucho más la
calle Florida, La Recoleta y los “shoppings” “Galerías Pacífico”y “Patio
Bullrich”, y por ende, genera en sus espacios dichos <sentidos de los
lugares>
Buenos Aires, estructuralmente ha ofrecido y ofrece en indumentaria de
cuero muy buena calidad y diseños europeos a bajo costo. Gracias a ello,
se constituye gran parte de su producto turístico referido a las compras, más
allá de cualquier coyuntura cambiaria.
Las Cañitas, entre el barrio de Palermo y el barrio de Belgrano, y en
contacto con el Hipódromo de la ciudad, nuclea servicios y <sentidos de los
lugares para la degustación gastronómica>, que en algunos casos también
comparte el turista.
Los habitantes locales como en otros tantos centros turísticos, también en
este caso, salvo excepciones, cuando no obtienen un beneficio económico
-o de algún otro tipo- de la actividad turística suelen generar hacia el
espacio descripto valorizaciones “topofóbicas”, las cuales junto a la
“territorialidad” suelen retroalimentarse en forma permanente. Se verifica
todavía una falta de hospitalidad hacia el turista, en la cual poco incide la
“topofobia”(como consecuencia de molestias en el tránsito, en la escasez
de lugares libres en los diferentes servicios gastronómicos...), la cual por el
contrario en muchos casos acrecienta flujos y genera nuevas motivaciones,
sobre todo en los turistas europeos (demanda que siempre se muestra más
reducida que la latinoamericana)
19
Todavía se denotan bajos grados de concientización turística en el habitante
local.
En el “porteño” o en el habitante del Conurbano Bonaerense, los grados de
“topofobia” sobre todo este espacio turístico no son muy altos, dado que
forma parte de su “espacio vivido”. Al albergar generalmente sus lugares
de trabajo, de provisión de servicios... , no manifiestan hacia ellos alta
“territorialidad”. Sin embargo, no ocurre lo propio con sus lugares de
residencia habitual, dado que se encuentran en espacios barriales con los
cuales se correlaciona la pertenencia.
Aún en días hábiles, a pesar de la jornada laboral, en este espacio turístico
casi no se producen fricciones. En ello colabora el hecho que por el
momento las capacidades de carga turística por diferentes motivos no
hayan sobrepasado el umbral de su límite.
Asimismo, en este espacio turístico se encuentran muchos de los lugares
emblemáticos para el habitante local, los cuales integrando su “espacio
vivido” observan diferentes valorizaciones que dan lugar a la
“topoidolatría”.
La inseguridad da paso a <sentidos de los lugares peligrosos o inseguros>
no sólo en habitantes locales sino también en turistas. En realidad, para
ambos son lugares en los cuales <sienten miedo>. Si bien hay registros de
delitos contra la propiedad, la integridad, el honor y la vida del turista en
todo el espacio turístico descripto, se observa una concentración en torno a
ciertos sectores: San Telmo, La Boca, Abasto... En ellos aún la inseguridad
no ha podido ser mitigada, a pesar de la implementación de diferentes
estrategias, tal como lo fue la creación de una Comisaría del Turista.
En el resto del Conurbano Bonaerense, sólo eventualmente arriba el turista,
pudiendo ser sus causas: visita a familiares o amigos, apreciar algún
elemento arquitectónico, cultural o artístico (del cual se trae conocimiento
desde el país de origen), compras de objetos determinados, visita a algún
templo u oratorio en particular..., entre otros. En todos los casos, el espacio
receptor urbano está constituido por barrios con características propias y
únicas, que son objeto de una “cotidianidad” y de una “territorialidad”, que
a la vez están imbuidas de características semejantes a los intereses
turísticos.
Oslo y Buenos Aires en las antípodas
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires20
cuenta con prácticamente la
misma población que toda Noruega, alrededor de 4.000.000 de habitantes.
Oslo y Buenos Aires son dos ciudades con características propias, insertas
en un marcos culturales y económicos muy diferentes, y por ende, generan
20
Sin tener en cuenta el resto de los partidos que integran el Conurbano Bonaerense.
20
<sentidos de los lugares> muy distintos tanto en los turistas como en los
habitantes locales. Ambas son capitales nacionales y poseen funciones
administrativasy gubernamentales, pero Oslo es una ciudad humana y
sustentable, mientras que Buenos Aires es la cabeza de un conurbano que
crece día a día, acentuándose una macrocefalia cada vez más alejada de la
sustentabilidad y las necesidades humanas.
En Oslo, el turista comparte con el habitante local los lugares y la calidad
de vida que se “vive” en ellos. En el Conurbano Bonaerense, que ya en el
escenario actual tiende a convertirse en megalópolis (mientras en la
Argentina hay regiones que poseen menos de 0,01 ha./km2), el espacio
turístico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-como se ya se señaló-
para la mayoría de los habitantes locales constituye su espacio de trabajo y
de trámites de diferente índole, y para muy pocos su “lugar vivido y
cotidiano”.
Casi sólo los habitantes locales que residen en La Recoleta, Barrio Norte,
Palermo, Abasto, San Telmo y La Boca comparten con los turistas
<sentidos de los lugares>, aunque en los tres últimos están construidos
desde la “topofobia”, con baja calidad de vida urbana: inseguridad, basura
en las calles…, observándose en todos los casos: polución ambiental,
contaminación auditiva, presencia de “piqueteros”, de “cartoneros”21
,
congestionamientos en el tránsito, largos tiempos de viaje en el espacio
urbano, bajo nivel tecnológico y deficiencias varias en el transporte
público(si bien sólo lo usan los segmentos turísticos jóvenes o el de escasos
recursos)... Todos estos aspectos en Oslo están mitigados o directamente no
se observan. La calidad de vida en ambas ciudades a la hora de su
comparación guardan casi la misma relación que sus climas, prácticamente
se encuentran en las antípodas.
Mientras que las encuestas y los estudios internacionales en cuanto a
calidad de vida colocan a Noruega en los primeros puestos mundiales, la
Argentina se posiciona en los últimos. De esta manera, el número de orden
34 que se le asignó a la Argentina hacia el año 2005, fue producto del
comportamiento de diferentes variables y factores, muchos de los cuales
trascienden los espacios urbanizados. Así, se puede hacer referencia, entre
otros, a:
- altísimos índices de corrupción extendidos en todos los niveles de gestión
gubernamental, nacional, provincial y municipal, más allá de cualquier
signo político, y en asociación con el sector privado
- altos porcentajes estructurales de desocupación
21
Así se conoce a aquellos que recolectan cartones, papel y otros tantos elementos e insumos en las
bolsas de la basura que esperan ser recolectadas en los principales centros urbanos de la Argentina. Si
bien ya existían en menor número con anterioridad, adquieren mayor identidad después de su explosivo
crecimiento que se dio con la crisis del 2001/2002
21
- ayuda social estatal sin inserción laboral real, y falta de creación de
empleo genuino
- el tamaño de la deuda externa y una valorización gubernamental que
privilegia su falta de pago, política que roza condiciones delictivas
comerciales, que de continuar tarde o temprano dejaría a la Nación sin
prestigio y fuera del contexto internacional
-déficit de viviendas, e inaccesibidad del ciudadano a ella con o sin ayuda
estatal
- falta de inversión
- tecnología obsoleta
- desarrollo regional heterogéneo, e incluso, heterogeneidad en el
crecimiento y desarrollo intraregional e intraurbano
- diseños radiocéntricos del transporte que colaboran en el Ítems. anterior
- falta de criterios basados en la sustentabilidad en la normativa nacional,
provincial y municipal
- improvisación, espontaneidad, con falta de planificación estratégica y
espacial
- ineficiencia o falta de gestión y control en muchos ámbitos públicos y
privados
-falta de prevención de catástrofes naturales y/o de origen antrópico
- ineficiente manejo de los recursos de salud, educacionales, policiales y
judiciales
- altos índices de drogadicción instalados y en crecimiento, con agravantes:
Argentina ha dejado de ser un país de tránsito, utilización de drogas de
mala calidad por los escasos recursos, descenso de la edad del comienzo
del consumo...
- achicamiento de la clase media, cuyo ritmo se ha acelerado desde la crisis
del 2002
- la falta de radarización en los cielos que da vía libre al contrabando, a la
evasión, al tráfico de estupefacientes, al turismo sexual infantil... Todo ello,
desde pistas de aterrizaje clandestinas, y a veces improvisadas, instaladas
en el ámbito rural
- presencia de la burocracia en la administración pública en correlación con
otros de estos Ítems.
-“amiguismo” político y “clientelismo” a la hora de designar funcionarios
públicos, otorgar subsidios y ayudas sociales de diferente tipo, préstamos
para viviendas...
- heridas aún abiertas, por lo menos en el recuerdo, del “corralito”22
y del
“corralón”23
, e inseguridad bancaria y patrimonial
22
Medidas reglamentarias gubernamentales que impidieron disponer libremente de todos los fondos
disponibles en todas cuentas bancarias nacionales en la Argentina en el 2001 23
Normativa gubernamental que no sólo bloqueó fondos de todas las cuentas y obligaciones bancarias
nacionales en la Argentina, sino que convirtió dichos fondos de los particulares, tanto en pesos como en
22
- generalización de agresiones, mal humor, falta de solidaridad y falta de
comunicación
- irresponsabilidad y falta de valores
- realización de los quehaceres en el “apuro” y la liviandad
- suba de los impuestos por la alta evasión, la cual en el sentir ciudadano
según algunas encuestas es producto de la corrupción
- problemas energéticos en días y horarios “pico”24
, a pesar de la
desaceleración y desaliento de la actividad industrial
- falta de limpieza en la vía pública
- grandes distancias a recorrer dentro de los conurbanos25
, que dada la
tecnología del transporte representa hasta cuatro horas diarias-en promedio-
para el movimiento pendular “casa-trabajo”
- falta de uso y existencia de medios de transporte no contaminantes
- trastornos en el tránsito
- transporte público automotor de pasajeros obsoleto y sin adaptación a la
estructura urbana, así como un escaso desarrollo del metro o subterráneo
- la falta de acceso al servicio de agua potable domiciliaria, así como
también cloacal, por parte de alto porcentaje de la población
- inseguridad y delitos de todo tipo
- presencia de desechos sólidos y efluentes líquidos en la vía pública(a
veces incrementados gracias al accionar de los “cartoneros”), los cuales se
comportan como focos de infección
-contaminación con manifestaciones de diferentes tipos, grado y extensión
-accionar de los “paseadores” de perros que no incluye levantar las
defecaciones de rigor
-condiciones de insalubridad física y psíquica alimentadas en muchos de
los Ítems. anteriores
Este orden es aleatorio, puesto que todos ellos se manifiestan en forma
holística y compleja.
Finalmente, hay que destacar que mientras que Oslo recibe
mayoritariamente turistas internacionales, la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires es visitada tanto por turistas internacionales como nacionales.
Ciudades y espacios turísticos “globalizados”
La “globalización” influye sobremanera en los usos del suelo urbano
configurándose la tipología de “metrópoli globalizada”, dentro de la cual en
dólares, en bonos con las quitas de rigor y disponibilidades a plazos varios, dentro de la complejidad del
proceso de pesificación en el 2002 24
Se verifica con deficiencias de la oferta de energía eléctrica en verano y de gas natural en invierno. 25
Especialmente en el Conurbano Bonaerense, aunque en menor grado también se da en el rosarino y el
cordobés.
23
manos de empresas multinacionales se destacan ciertos servicios: cadenas
de locales comidas rápidas (Mac Donalds, Burguer King, Pizza Hut...),
compañías telefónicas, bancos... Los mismos, son utilizados no sólo por el
habitante local sino también por el turista. Éste se acerca a ellos y los
utiliza por su “familiaridad”, la cual le permite satisfacer necesidades, pero
al mismo tiempo le generan un <sentido del lugar conocido y habitual>,
aunque algunos lo consideran “ no lugar”, en el cual no tiene identidad el
espacio de Buenos Aires o de Oslo, sino los colores, el logotipo, las mesas
y las sillas de las sucursales de Mac Donalds, en las cuales a veces ni
siquiera su decoración es acorde al espacio geográfico en el cual están
insertas.
Tanto el puerto de Oslo como el de Buenos Aires, más allá de sus “telones
de fondo”escenográficos, en el primero, el Castillo de Arkershus, el
Ayuntamiento de la Comuna de Oslo, donde se entrega el Premio Nobel de
la Paz, y todo el desarrollo del fiordo homónimo, y en el segundo, el Río de
la Plata y muchos de sus edificios más altos y modernos, así como otros
emblemáticos(el Palacio de Correos y Telecomunicaciones, la Casa
Rosada, la Torre de los Ingleses...), se pueden observar los mismos
contenedores (tal como lo demuestran sus inscripciones y los logotipos que
marcan su procedencia), que junto al resto del equipamiento generan un
espacio “globalizado”.
A dicho espacio portuario “globalizado”, hoy el turista lo encuentra en toda
ciudad portuaria más o menos importante del mundo, e incluso puede llegar
a confundir a su propia “psiquis” con respecto a su localización temporal-
espacial.
Además, en ambos hay zonas de revitalización urbana dedicadas a la
gastronomía, como en otros tantos puertos del mundo, donde se generan en
los habitantes locales (que los destinan al tiempo diario de ocio reparador)
y en los turistas <sentidos de los lugares gastronómicos, sociales y
recreativos>. Al igual que en Londres o Cape Town, entre otras, tal es el
caso de Akerbrygge en Oslo y de Puerto Madero en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
No obstante, hay una gran diferencia entre estas dos ciudades que nos
ocupan, la cual está dada en el grado de inseguridad que reina en ellas,
puesto que el puerto de Buenos Aires(como la ciudad toda) requiere de una
mayor carga de seguridad (policial, de prefectura…) que el puerto de Oslo.
En este último, el personal de seguridad sólo cumple con una función
preventiva.
La “globalización” también ofrece usos del suelo fijos y ambulantes en la
vía pública, sobre todo en calles o sendas peatonales: estatuas vivientes
cubiertas de pintura, parejas de bailarines, músicos y cantantes (de países
más o menos lejanos), vendedores de artesanías (también “globalizadas”)...,
que suelen confundir al turista en cuanto a la identidad de la ciudad.
24
CONCLUSIONES
Los <sentidos de los lugares> en espacios turísticos-urbanos gozan de una
generación con un alto grado de complejidad, en la cual intervienen en
forma holística además de aspectos, factores y/o variables físico-naturales,
humanos, económicos, culturales, políticos... de los sistemas nacionales y
del mundo “globalizado”, el comportamiento, las percepciones y las
valorizaciones de la población local y de la población turística, las cuales
están sustentadas en sus propias culturas, en sus vidas, en sus experiencias
personales y en procesos comunicacionales. En este trabajo se ha realizado
un estudio de casos sobre dos modelos turísticos-urbanos, los cuales como
los sistemas nacionales en los cuales están insertos con la misma jerarquía
de capital se ubican en las antípodas: el de la ciudad de Oslo y el de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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OTRAS FUENTES
Observaciones y relevamientos realizados por cuenta propia.
Actualización:
Ciudad de Oslo. Julio de 2011
Los atentados que han tenido lugar en Oslo el viernes 22 de julio de
2011, no modifican los resultados de esta investigación, dado que sus
autores, más allá de su origen, ideología o tipos pertenencia a diversos
grupos fundamentalistas globales, han realizado una manifestación tácita de
la reafirmación del mantenimiento del modelo. Éste, acepta al extranjero
como turista, pero no como habitante local que ocupa puestos de trabajo y
que se apodera precisamente de <sentidos de los lugares>, los cuales,
aunque por caminos evidentemente equivocados, se han pretendido
defender.
27
NOTA:
Para la localización de todos los lugares señalados, tanto en la ciudad de
Oslo como en la de Buenos Aires, se sugiere recurrir a:
- google.maps