SetD 4-2010-10

Embed Size (px)

DESCRIPTION

yauyos

Citation preview

  • SetD 4 (2010) 295-338 295ISSN 19

    70-4

    879

    Los inicios de la Prelatura de Yauyos (Per) 1957-1968. Antecedentes y recuerdos documentados

    ESTEBAN PUIG TArrATS

    Abstract: Estudio histrico sobre los inicios de la Prelatura territorial de Yau-yos encomendada por la Santa Sede al Opus Dei y conformada por las Provin-cias civiles de Yauyos y Huarochir, en un territorio de los Andes del Per. El 2 de octubre de 1957, mons. Ignacio Mara de Orbegozo y Goicoechea, nom-brado prelado de Yauyos, tomaba posesin de la Prelatura. Con l marcharon otros cinco sacerdotes de diferentes dicesis espaolas, a los que sus ordinarios haban dado permiso para esta nueva tarea pastoral. Acomunaba a todos el hecho de pertenecer a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociacin intrnsecamente unida al Opus Dei. Con la llegada de nuevos sacerdotes, el trabajo pastoral pudo extenderse por la Prelatura. En el ao 1962, se anexio-n a la Prelatura la Provincia civil de Caete. Se fund el seminario menor, se restauraron iglesias, casas parroquiales, salones comunales, capillas y se crea-ron centros asistenciales de promocin humana y social. Fueron once aos de actividad profunda, intensa y extensa.

    Keywords: Prelatura territorial de Yauyos Ignacio Mara de Orbegozo y Goicoechea Josemara Escriv de Balaguer Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz Yauyos (Per) 1957-1968.

    History of the Beginnings of the Prelature of Yauyos (Peru) 1957 1968. Background and documented memories: Historical study about the begin-nings of the Territorial Prelature of Yauyos, entrusted to Opus Dei by the Holy See, and which included the civil provinces of Yauyos and Huarochir, in a territory of the Andes in Peru. On October 2, 1957, Msgr. Ignacio Mara de Orbegozo y Goicoechea, elected Prelate of Yauyos, took possession of the Prelature. Five other priests from different Spanish dioceses, who had been

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    296 SetD 4 (2010)

    given permission by their Ordinaries for this new pastoral task, went with him. They were linked by the fact that they all belonged to the Priestly Society of the Holy Cross, intrinsically united to Opus Dei. With the arrival of new priests, the pastoral work could be extended throughout the Prelature. In 1962 the civil province of Caete was included in the Prelature. The Minor Seminary was founded; churches, parochial houses, community halls and chapels were restored, and care centers were established for human and social improve-ment. It was eleven years of profound, intensive and extensive work.

    Keywords: Territorial Prelature of Yauyos Josemara Escriv Ignacio Mara de Orbegozo Priestly Society of the Holy Cross Yauyos (Peru) 1957-1968.

    El da 2 de octubre de 1957, Ignacio Mara de Orbegozo y Goicoechea tomaba posesin de la Prelatura nullius de Yauyos (Per) una circunscrip-cin eclesistica recin constituida que la Santa Sede haba confiado al Opus Dei1. Con l marcharon otros cinco sacerdotes de diferentes dicesis espa-olas, a los que sus ordinarios haban dado permiso para esta nueva tarea pastoral. Los acomunaba el hecho de pertenecer a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, intrnsecamente unida al Opus Dei.

    El presente estudio abarca once aos de actividad pastoral en la Pre-latura de Yauyos. Se resean los hechos y sucesos ms relevantes compren-didos desde la creacin por parte de la Santa Sede de la Prelatura territorial de Yauyos (1957) hasta el ao 1968, cuando Orbegozo es trasladado a la Dicesis de Chiclayo. Se trata de un resumen muy condensado de la tarea sacerdotal realizada en la Prelatura y, asimismo, de la formacin humana y profesional llevada a cabo por la Escuela Hogar Condoray para la mujer y el Instituto Rural Valle Grande para campesinos, que se realizaron en las tres Provincias civiles de Yauyos, Huarochir y Caete. Pude acceder al Archivo de la Prelatura de Yauyos2 que se guarda en San Vicente de Caete, sede

    1 Cfr. Federico M. Requena Javier Ses, Fuentes para la Historia del Opus Dei, Barcelona, Ariel, 2002, pp. 111112.

    2 El Archivo de la Prelatura de Yauyos (en adelante APY) esta ordenado por secciones (sec.), por carpetas (carp.) y por documentos numerados (doc. 1, 2, 3). La seccin A corres-ponde a documentos de la Santa Sede referidos a la Prelatura. Los decretos, cartas y otras disposiciones van archivados en carpetas. Dentro de ellas van numerados por fecha y ao los diversos documentos. As se sigue en las dems: seccin B, Curia Prelaticia. La seccin C, Cartas, archiva en carpetas respectivas las cartas del Prelado y las testimoniales de los sacerdotes. Esta seccin conserva en sus carpetas las cartas (fotocopiadas, salvo cinco que

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 297

    del actual prelado. Las cartas que Ignacio Mara de Orbegozo escriba a sus sacerdotes desde Roma con motivo del Concilio Vaticano II, constituyen una fuente de primera mano para todo lo relacionado con los sucesos de los inicios de la Prelatura territorial de Yauyos. Un aporte capital han sido las cartas testimoniales de varios sacerdotes de la Prelatura que refieren, con un lenguaje coloquial y directo, sus trabajos y percances por las fragosas y speras alturas de los Andes. El da que se escriba la historia total de la Prela-tura, aparecer con luces propias y hermosas la tarea que desarrollaron estos sacerdotes, estrechamente unidos a su pastor, mons. Orbegozo.

    La Prelatura haba sido confiada al Opus Dei. No se apreciaran debi-damente los acontecimientos que tuvieron lugar en ella si no se pusiera de relieve el inmenso cario, la preocupacin paternal, la oracin, los consejos y atencin diligente de Josemara Escriv de Balaguer sin inmiscuirse nunca en los planteamientos pastorales, que son de incumbencia exclusiva del Pre-lado por esta labor de almas que se realizaba en los Andes peruanos. Todos los sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz viven el espritu del Opus Dei: por eso, se entiende que san Josemara los tratara como a hijos, se preocupase por ellos y les escribiera con frecuencia.

    Iniciamos con una descripcin del territorio en el que se erigi la Pre-latura, de su poblacin y de su evangelizacin previa. Luego entraremos en la historia de la Prelatura propiamente dicha.

    Las Provincias civiles de Yauyos y Huarochir

    La Provincia de Yauyos abarca una extensin de 11.643 km2, con una longitud aproximada de 112 km de norte a sur y 100 km en la parte ms ancha. Est conformada por una regin en su totalidad montaosa, cuyo territorio presenta quebradas y cortaduras profundas y muy pronuncia-

    son originales) de Ignacio Mara de Orbegozo a los sacerdotes de Yauyos y las que escriba a su hermana Rosario Orbegozo, tambin fotocopiadas; adems, estn las testimoniales de los sacerdotes, por lugar, fecha, mes y ao en que se escribieron, en carpetas con numera-cin distinta. Las cartas que el fundador del Opus Dei enviaba desde Roma al Prelado, se transcribieron literalmente dentro de las cartas que mons. Orbegozo enviaba a los sacer-dotes de Yauyos. Las diez carpetas de la seccin B, Curia Prelaticia, contienen: 1. Decretos del Prelado. 2. Visitas pastorales. 3. Nombramientos y destino de los sacerdotes. 4. Labores pastorales. 5. Asuntos parroquiales. 6. Instituciones. 7. Estadstica. 8. Labores sociales. 9. Publicaciones y 10. Seminario menor. En cada una de ellas, como hemos indicado, van los documentos con fecha y ao de expedicin.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    298 SetD 4 (2010)

    das. Los caminos son estrechos y serpentean hacia las alturas andinas, con pueblitos colgados como nidos de guila, donde vive gente humilde, buena y sencilla. Tiene como capital de provincia la ciudad de Yauyos, situada a 2.928 m sobre el nivel del mar. Las demarcaciones parroquiales de la provin-cia cuentan con 27 distritos y 50 anexos, todos con iglesia y capillas3.

    La Provincia de Huarochir participa de las mismas condiciones de Yauyos: accidentes fsicos, clima y produccin preferentemente agraria4. Tiene una extensin de 5.678 km2, 32 distritos, y 23 anexos. En lo eclesistico las dos provincias civiles pertenecan a la jurisdiccin de la Arquidicesis de Lima5.

    El marco referencial de los inicios de la evangelizacin en el Per, hay que situarlo en el momento en que las huestes de Francisco Pizarro se topan con el Tahuantinsuyo (1425-1533)6, el nico imperio indgena e histrico al sur de la lnea ecuatorial con una civilizacin adelantada, que impresion a conquistadores, misioneros y cronistas.

    Los yauyos y los huarochiranos, considerados por los soberanos del Tahuantinsuyo como poblaciones belicosas y guerreras, fueron conquistados por Pachactec Inca Yupanqui (1438-1471), IX inca, despus de una tenaz y encarnizada resistencia. Un ao antes de la fundacin de Lima, o sea en el ao 1534, Francisco Pizarro, entonces en el valle de Jauja, comision a los

    3 Para llegar desde la costa a la Provincia de Yauyos existen dos carreteras de penetracin: una parte de Caete y llega a la ciudad de Yauyos pasando por Lunahuan, Pacarn, Ziga, Catahuasi, Capillucas, Magdalena y Yauyos. Desde Magdalena zigzaguea cerro arriba, con un gradiente de 19 m. Peligrosa por su estrechez y por sus numerosas curvas al borde del abismo con el ro al fondo. La otra carretera sale del distrito de Asia y llega hasta Omas, siguiendo el curso del ro Mala.

    4 El acceso a Huarochir se realizaba desde Lima por la carretera central que sube hasta Matucana, pasa por Ticlio con una altura de 4.804 m, para descender por la Oroya hasta el cruce de Pachachaca, donde se desviaba por una trocha hacia Yauricocha, el asenta-miento minero de la Prelatura, de gran potencial aurfero. La otra va de comunicacin parta desde Lima, por los pueblos de Langa hasta Huarochir, la capital de la provincia del mismo nombre. En el tramo desde Langa hasta alcanzar Huarochir, se suba por una cuesta con ms de quinientas curvas por una carretera de trocha, sin afirmar, llena de pie-dras y baches.

    5 Cfr. Resumen de la labor realizada en la Prelatura Nullus de Yauyos, Huarochir y Caete, septiembre de 1967, APY, sec. B, carp. 4, doc. 9/67. El documento lleva la firma del vicario general, Enrique Plach i Feliu.

    6 Tahuantinsuyo etimolgicamente significa tahua=cuatro, suyu=regin, cuatro regiones. Comprenda cuatro zonas Chinchaysuyo, al norte; Collasuyo, al sur; Contisuyo, al oeste y Antisuyo, al este, diversas en el clima, la geografa, la produccin agrcola y las caracte-rsticas tnicas.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 299

    capitanes Hernando de Soto, Hernando Ponce de Len y Diego de Agero para que se apoderaran de todo el territorio yauyino.

    En el ao 1532, con la fundacin provisional de san Miguel de Tanga-rar (Piura) por Francisco Pizarro, se da inicio a la evangelizacin del Per. El 8 de enero de 1537, el Papa Paulo III cre la primera dicesis: Cuzco, ciudad imperial de los incas, nombrando como primer obispo a Vicente de Valverde, dominico7. Su dicesis abarcaba todo el Per actual, Nueva Gra-nada (Colombia) hasta Chile, Tucumn y Ro de la Plata.

    Un territorio tan dilatado reclamaba el desmembramiento. La segunda dicesis peruana se erigi en Lima (1541), capital de la gobernacin8. Una dicesis con una extensin territorial tambin inmensa. Jernimo de Loayza, dominico9, fue el primer arzobispo de Lima.

    El da 12 de mayo de 1581, ingresa en Lima el segundo arzobispo, Tori-bio Alfonso de Mogrovejo. Su actividad pastoral, tan profunda como dila-tada, puede concretarse en dos palabras: organizacin y misin. Es decir: como Iglesia establecida y como Iglesia orientada hacia la periferia, en misin permanente. Su vida y ministerio fueron decisivos en la formacin del Per como nueva realidad histrica y cultural, apoyado por un clero secular docto y apostlico as como por los ncleos de poblacin espaola y mestiza que se iban formando. Resulta un acabado modelo de buen obispo: verdad de doctrina, santidad de vida y piedad de padre con los indios10.

    7 Vicente de Valverde naci en Oropesa (Toledo, Espaa). Tom el hbito de dominico (1523) en el convento de San Esteban de Salamanca y termin su formacin en el de San Gregorio de Valladolid. All le sorprendi la orden de salir para las Indias como capelln de la expedicin de Francisco Pizarro el ao 1530. Consagrado obispo del Cuzco en 1537. Muri fuera de su dicesis, en 1541.

    8 La Dicesis de Lima se extenda al sur por los Llanos o Costa hasta Nazca y Acar; por el interior hasta Huamanga (Ayacucho), el valle de Jauja y la villa de Huanuco; por la costa norte inclua las ciudades de Trujillo hasta Tcume y Jayanca; al interior por los Huambos, Huancabamba, Chachapoyas, Moyabamba y los confines de los Bracamoros, con las dos provincias de Yauyos y de Huarochir. Cfr. Enrique Fernndez Garca, Per cristiano, primitiva Evangelizacin de Iberomerica y Filipinas 14921600 e Historia de la Iglesia en el Per, 15321900, Lima, Pontificia Universidad Catlica del Per, 2000, pp. 96ss.

    9 Jernimo de Loaysa, dominico, el 5 de diciembre de 1537 fue nombrado por Paulo III obispo de Cartagena de Indias. El 25 de julio de 1543 hizo su entrada en Lima como primer obispo de la segunda sede peruana. El Papa Paulo III elev en 1546 la sede a metropolitana. Cfr. Fernndez Garca, Per cristiano, pp. 136ss.

    10 Santo Toribio de Mogrovejo naci en Mayorga (Espaa) el 16 de noviembre de 1538. Entr en Lima, Ciudad de los Reyes, el 12 de mayo de 1581. Realiz tres visitas pastorales y en las tres estuvo en el territorio de la futura Prelatura de Caete. En la primera (15841590) visit Huarochir y Yauyos, en el mes de abril de 1588, y realiz el V Snodo Diocesano

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    300 SetD 4 (2010)

    Con referencia a la Prelatura de Yauyos-Huarochir, los inicios de la evangelizacin atestiguan la presencia de misioneros agustinos, dominicos y jesuitas. En la Provincia de Yauyos, los primeros misioneros fueron domini-cos (1542-1600) que atendan tambin las doctrinas (parroquias) de Calango y Coayllo situadas en la Provincia de Caete11. A fines de mayo de 1551, arribaron al puerto del Callao los agustinos. En 1552 se asentaron en Huaro-chir, capital de la provincia del mismo nombre, que tuvieron que abandonar muy pronto a causa de las guerras de Hernndez Girn. En 1569 llegaron al partido de Huarochir zona spera, frgida y abundante en hechiceras al decir de los cronistas, cinco jesuitas que fueron adoctrinando pequeos pueblos. En menos de un ao redujeron a los indios de las setenta parciali-dades (ayllus)12 dispersas, a ocho pueblos para facilitar la conversin de los naturales. Su presencia dur slo un par de aos13.

    en el Curato de Huaec, de la Provincia de Yauyos, el 20 de septiembre de 1588. En la segunda visita pastoral (15931599) subi de nuevo a Huarochir. Durante la tercera, de 1605 a 1606, recorri Huarochir, Yauyos y Caete, pasando por Coayllo, Calango, Mala, San Antonio y, probablemente, Chilca. En carta dirigida al Rey, escrita en abril de 1602, Santo Toribio comenta sobre Yauyos: Sal habr 8 meses en la persecucin de la Visita de la Provincia de los Yauyos, que haca catorce aos que no haban ido a confirmar aquella gente [se refiere a su primera Visita en el ao de 1588], en razn de tener otras partes remotas a que acudir y en especial el valle asiento de Huancabamba, que har un ao fui a l, donde ningn Prelado ni Visitador, ni Corregidor jams haba entrado, por los speros caminos y ros que hay En sus tres visitas pastorales (la primera de ellas dur siete aos) y dos salidas para conocer su dicesis, totaliz cuarenta mil km de recorrido a pie y en mula. Cfr. Vicente Rodrguez Valencia, Santo Toribio de Mogrovejo, organizador y apstol de Sur-Amrica, t. I, Madrid, C.S.I.C., Instituto Santo Toribio de Mogrovejo, 1956, p. 504. Convoc cinco concilios provinciales y trece snodos diocesanos, muchos de ellos en los pueblos donde se encontraba de visita pastoral. Fund conventos, casas de recogida, hospitales y el seminario Santo Toribio de Astorga (1591), el primer seminario creado en Amrica segn las disposiciones del Concilio de Trento. Lo denomin Santo Toribio de Astorga en memoria del santo de su nombre, obispo de Astorga. Muri en la ciudad de Zaa (Lambayeque-Chiclayo) el da 23 de marzo, Jueves Santo, a las tres y media de la tarde del ao 1606. Cfr. Esteban Puig Tarrats, Es hora de caminar. Vida de Santo Toribio de Mogrovejo, Chiclayo, USAT, 2006, pp. 70-72. Ningn otro obispo visit despus la Provincia de Yauyos (antes de la concesin de la Prelatura al Opus Dei) a excepcin de Hernando Arias Ugarte, preconizado arzobispo de Lima (16301638) quien, a pesar de ser casi septuagenario, visit, en 1631, Yauyos, Huarochir y Caete. Cfr. Fernndez Garca, Per cristiano, p. 257.

    11 La Provincia de Caete, como se ver ms adelante, lleg a ser, en el ao 1962, la sede de la Prelatura de Yauyos.

    12 Agrupaciones de personas que se creen descendientes de un tronco comn, real o figu-rado.

    13 Debido a la altura y al clima, muri, en la ciudad de Huarochir, el p. Hernndez Snchez.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 301

    No obstante la intensa actividad de los misioneros, la conversin de los naturales de Yauyos y Huarochir no fue tan rpida y fulminante como en otras doctrinas del Per. Eso no significa que no fuera profunda y eficaz. Sin embargo, quedaban ah solapados, en lo hondo de la sierra, residuos de creencias andinas envueltas en un ropaje cristiano, que no acababan de ser erradicadas del todo. El caso ms significativo lo constitua el culto a Paria-caca, la huaca (lugar o cosa sagrada) ms mochada (venerada) de la zona central del Per14. Cost mucho a los misioneros extirpar este foco idoltrico del alma india. Las creencias idoltricas continuaron por aos. En el siglo XVII y hasta finales del XVIII an persistan los cultos y ofrendas. Estas y otras prcticas de magia, alertaron a los misioneros: los indios no estaban debidamente catequizados. Al enterarse el arzobispo de Lima y el virrey de tales sucesos, se alarmaron. Para atacar el mal en su raz, en el ao 1610 se organizaron las visitas a los pueblos, llamadas Extirpacin de Idolatras, en las que los misioneros recorrieron Huarochir, Canta y Yauyos, predicando incansablemente y destruyendo las huacas, idolillos, conopas (piedras escul-pidas protectoras) y dems manifestaciones de culto idoltrico15.

    Sebastin Amador fue trasladado a Lima, enfermo de muerte, por decisin del superior de los Jesuitas, y muri en dicha ciudad. El superior, ante las muchas dificultades, determin que los dems jesuitas abandonaran Huarochir. No por eso desatendieron los trabajos misionales en la provincia de Huarochir. Hacia 1575 o 1576, se observa gran actividad misional en el colegio que fundaron en Lima. Desde l se atendan seis o siete misiones, dos de ellas en Huarochir y Caete. En Lunahuan (Caete) fundaron un convento base desde donde, en sucesivos periodos, visitaban los pueblos, evangelizndolos.

    14 El dolo estaba en la cima de la montaa del Pariacaca a 4.420 metros de altitud. En deter-minados trechos y en las cimas, haba montones de piedras superpuestas (parecidos a mojones) llamadas apachetas, que servan de adoratorios a los peregrinos. Cuando, en el ao 1957, llegaron los sacerdotes a la Prelatura de Yauyos, an se poda apreciar la exis-tencia de esas apachetas a lo largo del camino a Huarochir, donde hombres o mujeres, al toparse con ellas en los recodos del camino, bajaban de sus cabalgaduras a depositar una piedrita, cabellos o coca acullicada. Cfr. Esteban puig tarrats, 20 aos de labor evange-lizadora en la Prelatura de Yauyos-Caete y Huarochir, La Revista, Prelatura Yauyos, Caete, Huarochir, n 5 (2004), pp. 25-54.

    15 La voz de alerta la dio en Lima el sacerdote criollo Francisco de vila a raz de su expe-riencia como doctrinero en el pueblo de San Damin de la provincia de Huarochir. El 15 de octubre de 1609, tuvo lugar en la plaza mayor de Lima un Auto de fe. Francisco de vila (o Dvila), present gran cantidad de idolillos, unos 3.000, ante la mirada sorprendida del arzobispo Bartolom Lobo Guerrero (1607-1622) y del virrey Juan de Mendoza y Luna (1607-1615). Unos diez misioneros, de preferencia jesuitas, componan el equipo de extir-padores. Un dato sorprendente: en Huarochir se absolvi de la idolatra a 20.893 personas; se proces a 1.618 dogmatizadores (chamanes); se destruyeron 1.769 huacas (rboles, peas, cerros o cavidades dotadas, al parecer de poderes mgicos) y 7.288 conopas (piedras

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    302 SetD 4 (2010)

    A pesar de todo, sin recargar ni difuminar las tintas, se puede afirmar que el primer periodo de la cristianizacin de Yauyos y Huarochir fue fecundo y bien asentado. No, por supuesto, al ritmo pleno de la dicesis limea, a la que pertenecan las dos provincias mencionadas, que contaba con un buen nmero de clero religioso y secular que poda atender satisfactoriamente las iglesias matrices recin fundadas. Las rdenes religiosas (dominicos, francis-canos, mercedarios, agustinos y jesuitas) pronto se establecieron en la Ciu-dad de los Reyes, levantando sus iglesias y conventos para atender la nume-rosa poblacin espaola y velar, a la vez, por los innumerables centros de poblacin negra, india e indgena que residan en la ciudad como servidores, agricultores, pescadores y artesanos. En Yauyos y Huarochir se procedi al establecimiento de iglesias, capillas y cofradas que, adems de favorecer la piedad, mantuvieron la fe y fomentaron la ayuda material a los cofrades.

    Cabe destacar la influencia de los cinco concilios provinciales limeos, que fueron instrumentos bsicos para la recepcin de la reforma tridentina, no slo en el Per sino en toda Sudamrica. Inspiraron una floracin de snodos diocesanos, los cuales, durante el siglo XVII, mantuvieron vibrante el esp-ritu cristiano a lo largo y ancho del vasto continente. En las actas se aprecia una legislacin cannica y unos modos pastorales admirables que marcaron el punto culminante de la evangelizacin16. A la Iglesia, adems, le cupo el papel fundamental en la promocin de la cultura. Durante el virreinato prolifera la creacin literaria y artstica, la Historia y el Derecho, la Lingstica y la Teolo-ga, con nfasis especial en la Misionologa y la Catequstica.

    Siguiendo el desarrollo de los varios sucesos histricos en esta panor-mica visin de la Iglesia en el Per, hay que sealar que el tumor (si as puede llamarse) que se form durante el ejercicio del Patronato Regio (regalismo), fue el sometimiento al rey y, en la poca republicana, la dependencia del pre-sidente y del congreso en lo referente a los nombramientos episcopales que requeran el voto obligatorio de ambos17. Con todo, a partir del siglo XVII y hasta el XIX, comienza una etapa de consolidacin de la Iglesia en Per.

    esculpidas protectoras); y se quemaron 1.365 mallqui (momias de los antepasados). Cfr. Fernndez Garca, Per cristiano, p. 234.

    16 Cfr. Willi Henkel, El impulso evangelizador de los concilios provinciales hispanoameri-canos, en Josep-Ignasi Saranyana (ed.), Evangelizacin y Teologa en Amrica. Siglo XVI. Simposio Internacional de Teologa de la Universidad de Navarra, vol. I, Pamplona, 1990, p. 415.

    17 Cfr. Vctor Andrs Belande, La realidad nacional, Lima, Mercurio Peruano, 1945, p. 119.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 303

    Hasta finales del siglo XIX, la Arquidicesis de Lima posea clero sufi-ciente para atender la poblacin cristiana de la ciudad. Con motivo de la fiesta patronal, por la muerte de algn familiar o algn suceso religioso, suba un sacerdote a la sierra a pedido de los feligreses. No obstante, Yauyos y Huarochir, si bien pertenecan al arzobispado de Lima, no estaban suficien-temente atendidas, debido a la falta de presencia y accin sacerdotal fluida y constante18. A pesar de todos los inconvenientes, la evangelizacin en Yau-yos y Huarochir, antes de ser confiada la Prelatura territorial a sacerdotes seculares, haba echado hondas races. El sustento y mantenimiento de la fe cristiana se conserv vivo debido a varias situaciones: la Tercera Orden fran-ciscana, que los franciscanos dejaban establecida en los mltiples pueblos adoctrinados, de gran arraigo entre los fieles, fomentaba la vida cristiana, la solidaridad y la asistencia material; la fundacin de cofradas; las celebracio-nes eucarsticas y la atencin sacramental con motivo de las festividades del

    18 Resulta de inters examinar, como muestra, una solicitud de los catlicos de la Provincia de Yauyos, probablemente del ao 1954, que informa de la atencin sacerdotal por los aos de 1925 y siguientes, para darse cuenta de cmo los fieles sentan la necesidad de una atencin sacerdotal estable: el cura vicario Cipriano Agero, hijo de Yauyos, atendi la Provincia con la ayuda de ocho prrocos, distribuidos en los distritos de la Provincia, hasta el ao 1925. A partir de esta fecha salieron de Yauyos y slo qued de prroco Csar Bellido, para atender desde Pacarn, a treinta leguas de Yauyos, toda la Provincia. Los firmantes anotan los hechos siguientes: Que es imposible que un solo prroco, como actualmente sucede, pueda atender a la extensa y numerosa provincia, adoctrinado en mejores tiempos y, permanentemente por los hijos de Santo Domingo, conforme lo acre-ditan sus fundaciones. En ms de veinticinco aos continan los declarantes, nuestros diez mil escolares no han recibido formacin religiosa, ni se ha tenido en cuenta lo ms urgente, como es la primera comunin y el cumplimiento del precepto pascual. De aqu que, nuestros nios han crecido sin Dios, ni dignidad cristiana, escuchando ms bien las doctrinas de los protestantes que contaminan toda la provincia, especialmente los dis-tritos de Laraos, Huantn y Alis. Las familias se contentan con el matrimonio civil, no tanto impulsados por su espritu de economa, sino ms bien por su crasa ignorancia de los preceptos divinos. Los enfermos mueren contando solamente con la misericordia de Dios [...]. No se ha formado ninguna sociedad, asociacin, cofrada religiosa, para atender los templos, casas de Dios, que permanecen en abandono, desmantelados y muchos en lamentable ruina. Terminan pidiendo al seor arzobispo que se digne atender la soli-citud de un grupo denominado Seoras de San Pablo de Lima, que estn dispuestas a presentar la venida de misioneros extranjeros. Si esta disposicin de V.R. se convirtiera en hermosa y benfica realidad para Yauyos, nuestro reconocimiento ser imperecedero y abundantes las recompensas de Dios a favor vuestro. En conclusin estamos dispuestos a prestar los auxilios convenientes a tales misioneros que centralizando su residencia en Yauyos atiendan, permanentemente, a todos los distritos y sus pueblos. Siguen las firmas de ciento sesenta personas, entre autoridades y miembros activos de la poblacin, APY, sec. B, carp. 5, doc. 7/54.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    304 SetD 4 (2010)

    patrn o patrona del pueblo; las procesiones; las Misas de difuntos; la arrai-gada devocin multitudinaria al Seor de los Milagros y a las Cruces que se veneran durante todo el mes de mayo; el culto a la Eucarista en la festividad del Corpus Christi; la amorosa y filial devocin a la Santsima Virgen Mara en multitud de imgenes y advocaciones extendidas por todo el Per19 y, en especial, los tiempos fuertes litrgicos de las grandes festividades del calen-dario cristiano: Navidad y Semana Santa. La enseanza de la fe calaba muy hondo en sus almas sencillas con el uso de imgenes y ejemplos expresivos extrados de la Sagrada Escritura.

    Existen, en los pueblos andinos, dos actividades populares antiguas y seeras que mantienen la fe y las costumbres cristianas de modo singu-lar: la fiesta y la feria. Las dos unidas configuran y mantienen, hasta hoy da, la identidad cristiana, popular, tradicional y masiva de la poblacin. La fiesta religiosa agrupa miles de personas en torno a los actos en honor del santo patrn del pueblo o, tambin, en las grandes concentraciones en los santuarios donde se veneran imgenes que representan al Seor o a la Virgen Mara. Despus de la procesin, en la plaza del pueblo, al socaire de la sombra protectora del imponente templo colonial, se realiza la feria artesanal, popular, costumbrista, llena de colorido, animada con danzas, msica y recreaciones populares de sugestivo encanto. Tenderetes y toldos ofrecen una variopinta visin: all se pueden comprar e intercambiar vveres o enseres y disfrutar del encuentro con los parientes y amigos. En la primera evangelizacin, la msica, la danza, el canto, las representaciones teatra-les fueron aprovechadas por los misioneros con considerables resultados para la evangelizacin de los indios, muy sensibles a estas manifestaciones externas y figurativas que se exteriorizaban en esas grandes concentraciones humanas20. Son das de una vivencia religiosa impactante. Se puede afirmar que la fiesta y la feria, junto con las doctrinas y la devocin a la Virgen Mara, hicieron y mantienen cristiano al Per21.

    19 Cfr. Esteban Puig Tarrats, La Aurora en Amrica. Mara Estrella de la Primera y de la Nueva Evangelizacin, Chiclayo, USAT, 2002.

    20 Cfr. Esteban Puig Tarrats, Mara, primera evangelizadora de Amrica y Per, en Juan Jos Polo Rubio (ed.), La Evangelizacin en Huancavelica. Dicesis de Huancavelica, Zaragoza, Gorfisa, 2003, pp. 329-391.

    21 Cfr. Esteban Puig Tarrats, Breve Diccionario folclrico piurano, Piura, Universidad de Piura, 20073.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 305

    Las prelaturas territoriales en el Per

    A principios del siglo pasado la Santa Sede comenz a utilizar la figura de la prelatura nullius para dividir dicesis excesivamente extensas en pases de tradicin catlica, pero que en realidad abarcaban lugares de difcil aten-cin pastoral y en cierto sentido se podan considerar territorios de misin. La praxis que la Santa Sede sigui en Per fue desmembrar los territorios de algunas dicesis, erigiendo prelaturas territoriales (antes llamadas nullius), con el fin de que se fueran creando las condiciones necesarias (formacin de los fieles, fomento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, etc.) para que, con el correr del tiempo, pudieran alcanzar la condicin de dicesis donde el obispo, con clero propio, atendiera un territorio determinado.

    La realidad era que en algunas dicesis de la serrana peruana, con territorios difciles y caminos accidentados, muchos de los pueblos y case-ros andinos quedaban incomunicados de la sede episcopal. Esto repercuta negativamente en la atencin pastoral. La Santa Sede, consciente de estos condicionamientos, determin erigir en el Per, entre los aos 1948 y 1968, catorce prelaturas nullius dioecesis, entre ellas la de Yauyos22.

    Los obispos peruanos sealaban a la Santa Sede, a travs de la nuncia-tura apostlica del Per, la necesidad de desmembrar una parte (casi siempre de la sierra) de su dicesis y convertirla en prelatura nullius. Despus de estudiar el asunto y de proponer los territorios a adjudicar al congreso de la repblica que an mantena la figura de Patronato Regio en los asuntos eclesisticos de nombramientos y otras prerrogativas concedidas desde el virreinato23, la Santa Sede daba paso a la designacin de la Prelatura y el nombramiento del prelado respectivo.

    22 Las otras trece circunscripciones eclesisticas se confiaron tambin a varias instituciones: Moyabamba (7 de marzo de 1948) a pasionistas; Juli (3 de agosto de 1957) a Mariknoll; Caravel (21 de noviembre de 1957) a misioneros de los Sagrados Corazones; Huari (15 de mayo de 1958) a oblatos San Jos; Tarma (15 de mayo de 1958) a combonianos; Ayavir (30 de julio de 1958) a los Sagrados Corazones; Sicuani (10 de enero de 1959) a la orden de los Carmelitas; Huamanchuco (4 de diciembre de 1961) a la Tercera Orden Regular; Chuquibamba (5 de junio de 1962) a los carmelitas; Chimbote (26 de noviembre de 1962) a dominicos; Chota (7 de abril de 1963) a la orden Regular de San Agustn; Chulucanas (4 de marzo de 1964) a la orden de San Agustn y Chuquibambilla (26 de abril de 1968) a la orden de San Agustn.

    23 Cfr. Po IX, bula Praeclara Inter Beneficia (5 de marzo de 1874); en ella el Papa conceda pro tempore los privilegios del Patronato Nacional, que tena el rey de Espaa, al presidente de la Repblica. Fue aprobada por el gobierno de Nicols de Pirola el 27 de enero de 1880.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    306 SetD 4 (2010)

    Creacin de la Prelatura nullius de Yauyos

    La creacin de la Prelatura de Yauyos y el nombramiento de su pre-lado fue deseo expreso de la Santa Sede y en especial del Papa Po XII, quien quiso que el Opus Dei se hiciera cargo de una de estas prelaturas, por el gran aprecio y afecto que senta por su fundador y por la labor que desarrollaba la Obra en muchos pases.

    Mons. Samor, en nombre del Santo Padre, ofreci a Josemara Escriv de Balaguer y Albs que escogiese una de las prelaturas que se iban a crear en el Per. ste declin el ofrecimiento que se le haca pues esta tarea, mani-fest, no era algo propio del Opus Dei que, en principio, no se hace cargo de otras estructuras eclesisticas, pues sus fieles se desenvuelven en las tareas seculares, informndolas cristianamente. Pero ante la amable insistencia de mons. Samor, recalcando que era un deseo expreso del Papa, acept incon-dicionalmente, ya que se trataba de un servicio a la Iglesia santa y se quedara con la prelatura que no quisieran los dems24.

    Al desmembrarse de la Arquidicesis de Lima y quedar erigida en Pre-latura, Yauyos se convirti de hecho en territorio de misin. Sin embargo,

    Estuvo vigente en el Per hasta 1980, ao en que se firm el actual acuerdo entre la Rep-blica y la Iglesia Catlica.

    24 Cfr. Andrs Vazquez de Prada, El Fundador del Opus Dei, vol. III, Madrid, Rialp, 2003, p. 386, nota 208. Las misiones no son lo nuestro manifestaba el fundador del Opus Dei en una conversacin sostenida con dos mujeres peruanas que estaban en Roma de paso; nuestra vocacin es precisamente permanecer en medio del mundo, en la entraa de la sociedad. Encargarnos de Yauyos ha sido algo a lo que yo asent, cuando me lo propusieron en el Vaticano, para que no se diga nunca que le he negado algo al Santo Padre. Me ensearon un mapa con algunos pases que tenan mejores situaciones para que escogiese. Les dije: All donde nadie quiera ir, iremos. Pilar Urbano, El hombre de Villa Tevere, Barcelona, Plaza & Janes, 1995, p. 441. La total decisin y disponibilidad de aceptar cualquiera de las prelaturas creadas, aparece clara y transparente por parte del fundador del Opus Dei. Desde 1955 hasta 1957, antes de crearse la Prelatura territorial de Yauyos, trabajaron en ella solicitados por las autoridades provinciales, maestros y per-sonas connotadas sacerdotes seculares de la dicesis de Mallorca. Cuando informaron a san Josemara del hecho, inmediatamente escribi a Antonio Samor y a Francesco Lar-done, nuncio en Per desde 1935, sealando que no quera en modo alguno que se inter-pretara la aceptacin de la Prelatura como un atropello o como un intento de desplazar la labor apostlica que venan haciendo otros sacerdotes diocesanos de Espaa y sugera que le asignaran otro territorio, donde iran con la misma solicitud e ilusin. Finalmente, la Santa Sede otorg al Opus Dei la Prelatura territorial de Yauyos, conformada por las provincias de Yauyos y Huarochir, con sede en la iglesia parroquial de Santo Domingo de Yauyos, convertida ya en iglesia prelaticia. Cfr. Vzquez de Prada, El Fundador, pp. 385-386, nota 208.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 307

    para san Josemara, las personas del Opus Dei que iran a trabajar all lleva-ran a cabo un trabajo apostlico ordinario, ciertamente con espritu misio-nero empeo de difundir el Evangelio, de hacer apostolado, como todo trabajo apostlico del Opus Dei en cualquier otra ciudad o lugar del mundo, pero sin ser cannicamente, ni llamarse misioneros25.

    Para el fundador del Opus Dei, aceptar este trabajo apostlico concreto en los Andes imponentes del Per donde se erigira la Prelatura de Yauyos supona particular alegra pues, adems de mostrar su amor y obediencia a la Santa Sede, saba que el espritu del Opus Dei prendera tambin entre los hombres y mujeres de esa apartada zona.

    La Santa Sede, el da 12 de abril de 1957 promulg la constitucin apostlica Expostulanti venerabili, por la que se creaba la Prelatura nullius de Yauyos conformada por las dos provincias civiles de Yauyos y Huarochir segregadas de la Archidicesis de Lima. La sede de la Prelatura sera Yauyos ciudad26. A propuesta del fundador del Opus Dei, el Santo Padre nombraba prelado de la misma a mons. Ignacio Mara de Orbegozo y Goicoechea27, quien tom posesin de la sede el 2 de octubre del mismo ao.

    25 Cfr. Julin Herranz, En las afueras de Jeric. Recuerdos de los aos con san Josemara y Juan Pablo II, Madrid, Rialp, 2007, p. 392. En esas pginas de sus recuerdos, el card. Herranz narra su visita a Yauyos.

    26 Recuerdo que pocos das despus de esta fecha escribe Julin Herranz, exactamente el 23 de abril de 1957, da de San Jorge, el Padre comunic la noticia a sus hijos de Villa Tevere. Aadi que el Papa, entonces Po XII, haba nombrado Prelado de Yauyos a Ignacio Orbegozo, sacerdote del Opus Dei, uno de los primeros laicos de la Obra que conoc en Madrid en 1950. Herranz, En las afueras, p. 391.

    27 Naci en Bilbao (Espaa) el 25 de marzo de 1923; mdico cirujano; trabaj en la ctedra de patologa quirrgica en la Universidad de Sevilla; pidi la admisin en el Opus Dei en el ao 1941; doctor en Sagrada Teologa por el Laterano; ordenado sacerdote el 1 de julio de 1951; nombrado prelado de Yauyos (Per) el 12 de abril de 1957. Tom posesin can-nica el da 2 de octubre del mismo ao. Fue consagrado obispo en la catedral de Lima el 25 de enero de 1964; pidi trasladar la sede de la Prelatura a la ciudad de Caete, donde, con el apoyo de ms sacerdotes recin llegados, reconstruy la catedral, fund el seminario menor, puso prrocos en todas la capitales de distrito; cre medios pastorales para sus feligreses, sembrando doctrina y alentando instituciones de orden social, de beneficencia y atencin mdica en varios de los pueblos de la serrana y de la costa. El 18 de mayo de 1968 tom posesin de la sede de Chiclayo (Per). En la Dicesis de Chiclayo dio gran impulso a las vocaciones sacerdotales, la atencin y desvelo por los sacerdotes, la creacin de nuevas parroquias; levant el santuario de la dicesis, Nuestra Seora de la Paz y, adyacente a l, el convento de San Jos, de carmelitas. Muri en Chiclayo el 4 de mayo de 1998.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    308 SetD 4 (2010)

    El Arzobispado de Lima acogi con beneplcito la desmembracin de su territorio y la cesin de las dos provincias serranas de Yauyos y Huaro-chir para convertirse en prelatura nullius.

    Cinco aos ms tarde, fue anexionada a la Prelatura la Provincia de Caete, situada en la costa del Pacfico sur, que por sus recursos econmicos y su floreciente valle significaba una ayuda considerable para la Prelatura, sumamente pobre y aislada. El 25 de enero de 1964, Orbegozo fue consa-grado obispo y tom posesin de la nueva sede en Caete, erigida en sede de la Prelatura de las tres provincias28. A tal fin, la Sagrada Congregacin Consistorial expeda el decreto Ad totius consolendum, N. 370/62 del 24 de marzo de 196229.

    Mons. Javier Echevarra, actual prelado del Opus Dei, preguntado en una entrevista realizada en el ao 1985 sobre los inicios de la Prelatura, res-ponda:

    Cuando la Santa Sede decidi erigir esta nueva circunscripcin eclesis-tica, encomendando el gobierno pastoral a un sacerdote del Opus Dei, la Prelatura territorial de Yauyos ocup un lugar principalsimo entre los afanes apostlicos de San Josemara [...]. Adems de facilitar todo, sigui muy de cerca el desarrollo de la nueva circunscripcin eclesistica: con su oracin, con su mortificacin, con numerosas cartas al primer Prelado, mons. Ignacio de Orbegozo, cartas de un cario que se desbordaba en ma-nifestaciones muy concretas, nacidas con espontaneidad de su corazn de padre30.

    Toma de posesin de la Prelatura

    En la festividad de los santos ngeles Custodios, 2 de octubre de 1957, en la iglesia matriz de Yauyos, mons. Orbegozo, con otros cinco sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, tomaba posesin de la Prelatura nullius de Yauyos31. Le acompaaban Manuel Botas Cuervo, consiliario del

    28 Cfr. Vzquez de Prada, El Fundador, pp. 387-388. 29 APY, sec. A, carp. 6, doc. 2/62. 30 Entrevista a mons. Javier Echevarra, Palabra 239, junio de 1985, p. 25.31 Los cinco primeros sacerdotes seculares que acompaaron a mons. Orbegozo fueron:

    Enrique Plach i Feliu, de Girona; Frutos Berzal Robledo, de Segovia; Alfonso Fernndez Galiana, de Vigo; Jess Mara Sada Aldaz, de Pamplona, y Jos de Pedro Gressa, de Teruel, APY, sec. B, carp. 3, doc. 04/57. Los sacerdotes agregados y supernumerarios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz estn incardinados en sus respectivas dicesis. No forman

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 309

    Opus Dei en el Per, que actuaba como delegado del nuncio para este acto, Zacaras Untivero Gonzlez, cannigo, que representaba a Juan Landzuri Ricketts, arzobispo de Lima, autoridades civiles y militares de la provincia y algunos matrimonios amigos de Orbegozo.

    Los moradores, con sus mantas de colores las mujeres, poncho los varones y, todos, con sus sombreros, entre asombrados y felices, miraban y escuchaban con atencin. Nunca haban visto tantos sacerdotes, ni menos a un monseor. Despus del canto del Veni Creator, Antonio Torrella dio lectura a la bula pontificia Expostulandi Venerabili, con la que Po XII eriga y constitua la nueva Prelatura de Yauyos32.

    Era la primera vez que un prelado y sacerdotes seculares proceden-tes no de una sola, sino de diversas dicesis espaolas, trabajaban juntos en una misma Prelatura territorial. Estos hechos y la labor espiritual, pastoral y social que se ira desarrollando en la Prelatura, colmaban de gozo y gratitud el corazn de san Josemara, que no ocultaba esos sentimientos en las cartas a Ignacio de Orbegozo y a los otros sacerdotes33. A modo de ejemplo, sirva la siguiente carta, escrita dos aos despus de la toma de posesin:

    parte, por tanto, del presbiterio del Opus Dei. El vnculo con la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz fortalece su condicin diocesana y su amor y servicio al propio obispo (del que dependen jerrquicamente, a todos los efectos), y a sus hermanos sacerdotes. Pro-curan fomentar la unidad y fraternidad entre todos. Cfr. Lucas F. Mateo-Seco Rafael Rodriguez-Ocaa, Sacerdotes en el Opus Dei, Pamplona, Eunsa, 1994, p. 62. Vid. Javier Echevarra, Qu es la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz?, entrevista concedida a J. Molinero, en Palabra 337, marzo de 1993, p. 29 y Jos Antonio Abad, La Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, Madrid, Palabra, 2005.

    32 Acta de ereccin de la nueva Prelatura Nullus de Yauyos a norma de la Bula Apostlica Expostulanti Venerabili del doce de abril del ao del Seor de mil novecientos cincuenta y siete, del Santo Padre Papa Po XII felizmente reinante, efectuada por el Rvdmo. Padre Manuel Botas Cuervo, Consiliario del Opus Dei en el Per, en representacin del Excmo. y Rvdmo. Mons. Francisco Lardone, Nuncio Apostlico en el Per. Junto con el acta de ereccin, va el acta de toma de posesin de la sede de la Prelatura por Ignacio Mara de Orbegozo y Goicoechea, APY, sec. A, carp. 1, doc. 01/57.

    33 As lo recuerda el propio mons. Orbegozo: Estar seguros como lo estbamos de que nos hacamos acreedores de su inmenso cario, de su preocupacin paternal, de su ora-cin, de sus consejos y desvelos [...]. Sus cartas frecuentes [...] iban desgranando consejos, advertencias, ilusiones, cario, preocupacin hasta por las cosas ms pequeas de la salud, de nuestro descanso, de nuestras comidas. Prlogo de Ignacio Mara de Orbegozo, en Samuel Valero, Yauyos, una aventura en los Andes, Madrid, Rialp, 1990, p. 12.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    310 SetD 4 (2010)

    Roma, 14 de octubre de 1959 Que Jess me guarde a esos hijos de Yauyos.Queridsimo Ignacio: tu carta por el 2 de Octubre me dio tanta alegra. Yo os sigo os acompao siempre en vuestra labor sacerdotal, en vuestras ancdotas que me dan envidia, en vuestra aparente soledad.Cunto rezo por vosotros! [...]. A todos y a cada uno de estos hijos, que me gustara verles despacio y charlar. Espero que el Seor me d esta alegra cuanto antes: yo tambin tengo corazn y pulmones para Yauyos.Que estis contentos. Que os queris. Que estis muy unidos. Que me cumplis las normas y as todo ir siempre bien.Un fuerte abrazo. Os quiere, os encomienda a la Santsima Virgen y os bendice cariosamente vuestro Padre. Mariano34.

    Antes de ir los sacerdotes a trabajar en la Prelatura, el fundador del Opus Dei, al enterarse de las difciles condiciones en que se encontraran por la abrupta y escabrosa orografa de la Prelatura, pens si no expona a sus hijos a un trabajo demasiado duro, con peligros y privaciones sin cuento. Ante este momentneo desasosiego de padre, Ignacio de Orbegozo le mani-fest que no se inquietara, que l era a quien corresponda asumir la respon-sabilidad plena y hara sus veces para con esos hijos sacerdotes de Yauyos35. Y as lo hizo. Tanto con su ejemplo de vida como con el cario de padre, maestro y pastor.

    Los primeros pasos del prelado de Yauyos

    El prelado, mons. Orbegozo y Goicoechea, de ascendencia vasca, mdico-cirujano de la ctedra de Patologa quirrgica en la Universidad de Sevilla y sacerdote del Opus Dei, era el hombre cabal para la labor en estas tierras speras y difciles. De carcter recio, de mente privilegiada, nobleza de sentimientos y fidelidad a su misin, supo mantener firme el timn que se le haba confiado por las rutas andinas de Yauyos y Huarochir. Un rasgo distintivo de su personalidad era el profundo respeto y afecto que senta por

    34 Carta de san Josemara a Ignacio Mara de Orbegozo, 14 de octubre de 1959, APY, sec. C, carp. 1, doc. 01/59. Al hablar en la carta de normas, san Josemara se refiere a las prc-ticas de piedad que viven habitualmente los fieles del Opus Dei.

    35 Relacin testimonial de Alfonso Fernndez Galiana, uno de los primeros sacerdotes que llegaron a la Prelatura, Vigo, 1 de septiembre de 2006, APY, sec. B, carp.7, doc. 10/06.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 311

    el fundador del Opus Dei y por sus sacerdotes; recapitula sus sentimientos con sentidas palabras que dirige a la Virgen Mara, en la imagen de la ermita que hay junto al Pre-seminario a la salida de Caete para Yauyos: Pero aquella Virgen cholita que [mons. Escriv de Balaguer] mand hacer para nosotros siguiendo paso a paso los progresos del artfice, con tez morena y apretadas trenzas, que nos envi ilusionado bajo la advocacin de Nues-tra Seora del Amor Hermoso, le contar, mejor que nosotros mismos, del amor y de la gratitud de aquellos sus hijos de Yauyos36. El lema de su escudo prelaticio Per aspera ad astra, refleja la personalidad y la ndole de mons. Orbegozo. En una carta comenta: Per aspera ad astra es el lema del sello de la Prelatura: el spera lo vivimos siempre y las estrellas las alcanzaremos algn da con la gracia de nuestro Padre Dios; mientras tanto pasamos tan cerquita, que aunque no las alcanzamos, vivimos felices y no pesa la aspereza del camino y de nuestra vida entre estas pobres almas37.

    Una vez instalados en la sede de la Prelatura, distribuy a los cinco sacerdotes. Tres, incluyendo al prelado, para toda la extensa Provincia de Yauyos y tres para la de Huarochir. Gotas de agua en un mar inmenso38. Mons. Orbegozo tena su residencia en una casa alquilada, debidamente ade-centada con muebles que le haban regalado sus amigos de Lima, amplia para dar cobijo a los sacerdotes que trabajaban en la Provincia de Yauyos y a los que vendran despus, con un oratorio, donde, en el friso, estaban pintadas las letras del versculo 8 del Salmo II: Postula a me, et dabo tibi gentes hereditatem tuam; una bella imagen de la Virgen Mara y unas bancas; sala de estar, cocina y un patio con establos para los caballos. No faltaban conejeras, y, en un rin-cn, un pequeo terreno donde se cultivaba lechuga, cebolla y tomate.

    36 de Orbegozo, Prlogo, en Valero, Yauyos, p. 12.37 Cfr. Carta de Ignacio Mara de Orbegozo a su hermana Rosario Orbegozo, Yauyos, 17 de

    diciembre de 1958, APY, sec. C, carp. 6, doc. 12/58.38 El fundador del Opus Dei saba de la ingente labor que realizaban el prelado y sus cinco

    sacerdotes, y no dej de rezar y de buscar el modo de que otros presbteros, de acuerdo con sus respectivos ordinarios, pudieran trasladarse a trabajar all. En la carta del 30 de enero de 1958, cuatro meses despus de la creacin de la Prelatura, les recordaba: No se me ocultan las dificultades de esa tarea de roturacin: tratamos de que cuanto antes vayan otros hermanos vuestros hasta que seis veinte y el Prelado. No se dejarn de poner los medios y estoy seguro de que superaremos todas las metas, APY, sec. C, carp. 1, doc. 1/58. En los aos sucesivos fueron llegando ms sacerdotes, que paliaron el trabajo que llevaban entre manos. En el ao 1958 lleg un grupo de seis sacerdotes, dos segovianos, uno de Zaragoza, uno de Teruel, uno de Tuy-Vigo y uno de Palencia. En 1959 llegaron tres: de Girona, Tuy-Vigo y Segovia. En 1961 (en 1960 no lleg ninguno), cuatro: de Segovia, Palencia, Teruel y Guadalajara, APY, sec. B, carp. 3, doc. 4/61.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    312 SetD 4 (2010)

    Por dnde empezar ante la tarea que tenan por delante? Orbegozo marc pautas muy sencillas y muy claras: atender las labores parroquiales; fomentar la piedad cristiana centrada en el amor a Jess Sacramentado y a la Virgen Mara, nuestra Madre por derecho propio, como repeta; el deber de administrar los sacramentos; el de visitar a los enfermos y a los sanos; el de predicar la Palabra de Dios; el deber de llevar a Cristo a los pobres y a los ricos; el de no dejar abandonado el Santsimo Sacramento; el de ser, cada uno, el buen pastor de las almas, que cura a la oveja enferma y busca a la que se descarra; visitar a los maestros y maestras y a los nios de las escuelas, y pedir por las futuras vocaciones sacerdotales. Esta tarea pastoral tan absor-bente no dificultaba la vida espiritual de los sacerdotes.

    Los moradores de los pueblos, en especial los de la sierra, reciban con muestras de afecto y aprecio a los sacerdotes. No se le ocultaba a la buena gente lo que el padrecito realizaba por ellos, tanto en la actividad parroquial como en la asistencia y ayuda social. La vocacin de servicio propia del sacer-dote, en Yauyos tena repercusin social por necesidad.

    Era un tema constantemente reiterado en hechos y palabras, que nunca vivira un sacerdote solo en su parroquia andina. Mons. Orbegozo se preocu-paba de que vivieran, por lo menos, dos en una misma parroquia y, desde ella, cada uno se desplazara a los dems lugares para atender a la gente. Que procuraran vivir vida de familia, que se ayudaran mutuamente y se sintieran hermanos en todo. El desvelo y la preocupacin por el hermano sacerdote tenan la misma importancia que la atencin a los feligreses de la parroquia. Todos los meses, sin excepcin, deban asistir al retiro sacerdotal mensual. Los de la Provincia de Yauyos, en la casa prelaticia, y los de la provincia de Huarochir, en Ricardo Palma, la parroquia extrema colindante con el arzo-bispado de Lima. El retiro era de tres das: llegada despus de varias horas o das de camino; el da dedicado al descanso: pesca, caza y reidos partidos de futbito (ftbol sala); y el da completo dedicado al retiro en s: charlas, medi-taciones, acompaamiento espiritual, etc. Varias veces era el prelado quien diriga en persona el retiro sacerdotal.

    Visitando la Prelatura

    Ignacio Mara de Orbegozo, acompaado de su vicario general Enrique Plach, se lanzaron a recorrer de norte a sur, de este a oeste, las Provincias de Yauyos y de Huarochir. El motivo fue recorrerla con cierta holgura para

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 313

    conocerla ntegramente y detectar los problemas y necesidades, preparando el terreno en vista de los futuros sacerdotes que trabajaran en las parroquias de las dos Provincias. En sus cartas extiende el abanico de sus viajes, donde relata con fino sentido del humor los primeros contactos con la tierra, la gente y la cultura:

    Son muchas las ocasiones de ofrecer cosillas, chicas s pero muchas y ver la alegra con que mis curicas lo hacen. Estoy seguro que desean incluso las molestias menos chicas, esas fuera de serie que alguna vez deben ocurrir: una tormenta de esas que no se pueden siquiera describir y que ponen los pelos de punta, el descuido de esas pobres gentes que se olvidan de poner al caballo en el lugar indicado o en el da previsto y los obliga a hacer muchas horas a pie por las alturas donde el corazn no late sino brinca. Una cada, horas sin poder tomar agua con un sol de justicia, unas comidas que ponen el estmago a punto de colapso39.

    Comenta en otra carta:

    Qu viaje! He pasado ms fro que lo que haba podido soar. Toda la ropa que era posible llevar en previsin, era poca y las noches mismas las hemos pasado mitad temblando y mitad riendo con chistes porque dor-mir, slo cuando se distraa uno. Pero el pueblecito, Tanta, que est a 4.700 m de altura y al que se llega por unos caminos de rdago (hay que pasar dos puertos, el Runcho y el Tapo de ms de 5.000 m), entre nieves y nevadas y unas veces a pie y otras andando porque los caballos resoplan como el tren de Lezama y al final terminan por decir no, pero preciosos: unos nevados altsimos y unas lagunas (Paucarcocha, Ticllacocha, etc.) que son una verdadera maravilla. Y la gente pintoresqusima, pastores de lla-mas y alpacas y que viven a un pasito no ms de la edad de piedra! Pero buena gente, cariosa y acogedoras como pocas40.

    Y aade en una tercera:

    Casi la vida entera nos la pasamos a caballo con nuestros pertrechos de trabajo! Nuestros viajes son una aventura indescriptible y los preparativos toda una jornada intenssima: tenemos que llevar a cuestas todas las cosas del culto para la Santa Misa, bautismos, confirmaciones, extremauncio-nes, etc. Adems los pertrechos de dormir, unos sacos [bolsas] estupendos

    39 Carta de Ignacio Mara de Orbegozo a su hermana Rosario Orbegozo, Yauyos, 1 de enero de 1958, APY, sec. C, carp. 6, doc. 13/58.

    40 Carta de Ignacio Mara de Orbegozo a su hermana Rosario Orbegozo, Yauyos, 29 de mayo de 1961, APY, sec. C, carp. 6, doc. 14/61.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    314 SetD 4 (2010)

    que ablandan el suelo y dificultan casi hasta el extremo el ataque de los variadsimos insectos de la zona; as preparados cualquier sitio es bueno, especialmente despus de una cabalgada de ocho o diez horas, con un sol fantstico, a veces, y otras con unas nevadas imponentes, lluvias, granizos, rayos y lo que quieras. Por tener de todo, ms de una vez nos ha tocado un terremoto [...] o unas lluvias de piedras que obligan a encontrar rpi-damente un refugio bajo una roca fuertota, pues caen por las laderas, de pronto, toneladas de piedras del tamao desde un huevo hasta una sanda y ms grandes41.

    Tarea sacerdotal y promocin social

    Mons. Orbegozo, si bien estaba contento de la tarea que se desarro-llaba en la Prelatura, notaba que la atencin a los feligreses era an insufi-ciente por la falta de sacerdotes, con lo que resultaba difcil planificar todas las tareas pastorales. En 1958 haban llegado seis sacerdotes ms. En la Prela-tura trabajaban una docena de sacerdotes, incluido el prelado, pero el trabajo resultaba desbordante. Desde Yauyos, los sacerdotes atendan las parroquias de Yauyos ciudad, Huangascar, Viac, Tmas y Alis, centros que por estar ms poblados permitan una labor sacerdotal ms amplia y estable. Desde Huarochir se atendan Huarochir ciudad, Ricardo Palma, Matucana, San Mateo de Huanchor, Langa, Quinches y Huaec, capitales de distrito de mayor densidad humana. Cuando en el ao 1962 la Santa Sede aadi la provincia de Caete, fueron debidamente atendidas las parroquias de San Vicente de Caete, San Luis, Mala, San Antonio, Chilca, Imperial, Nuevo Imperial, Lunahuan y Pacarn. La vida cristiana se robusteca y la recepcin de los sacramentos aumentaba por la dedicacin atenta de los prrocos. Los fieles lo apreciaban y agradecan.

    Dentro de este bosquejo general de las actividades pastorales y de evangelizacin, se da cabida a unas tareas peculiares y especficas, dirigidas principalmente a la formacin cristiana de la gente, por medio de centros asistenciales de promocin humana y social. Para afianzar el crecimiento de la vida cristiana, surgieron iniciativas de raigambre tradicional catlica muy comunes en la pastoral de la Iglesia. La catequesis con el concurso de cate-cismo; la Asociacin de Aclitos (ADA) en vistas al futuro seminario menor;

    41 Carta de Ignacio Mara de Orbegozo a su hermana Rosario Orbegozo, Yauyos, 9 de octubre de 1960, APY, sec. C, carp. 6, doc. 15/60.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 315

    las misiones populares que, por su dinamismo y temtica, removan pueblos enteros con notables frutos en bautismos, matrimonios, confesiones y en la labor con los nios aclitos; la Casa de Formacin de Lunahuan, donde se tenan retiros espirituales, cursillos para catequistas, estudio de proyec-tos comunales y un buen nmero de iniciativas tiles para la familia y su entorno. Como colofn de esta tarea sacerdotal, prevaleca la fundacin del seminario menor, denominado Colegio-Seminario Nuestra Seora del Valle, en Caete, tan anhelado desde que se puso pie en la Prelatura.

    Paralelamente a las iniciativas eclesisticas, las acciones social-asis-tenciales ms relevantes las realizaron la Escuela Hogar Condoray para la formacin humana y cristiana de la mujer y el Instituto Rural Valle Grande para la enseanza tcnica y profesional del campesinado, de los que ms adelante daremos algunos datos. En los diez primeros aos resulta estupendo el trabajo realizado.

    En el archivo de la Prelatura de Yauyos existe un documento que recoge con minuciosidad las tareas que efectuaron los sacerdotes, el nmero de obras comunales comprendidas en un perodo de diez aos, del tenor siguiente: Yauyos. Resumen de la labor realizada en la Prelatura nullus de Yauyos, Huarochir y Caete, durante el primer decenio: 2 de octubre de 1957-2 de octubre de 1967. Bautismos: 24.218; Confirmaciones en peligro de muerte: 10.000; Confesiones: 304.742; Comuniones: 532.293; 1 Comu-nin: 27.295; Uncin de los enfermos: 1.957; Matrimonios: 6.590; Visitas a los enfermos: 4.362; Horas a pie: 10.449; Horas a caballo: 30.721; Horas en automvil: 43.890; Homilas: 12.957; Plticas: 15.154; Sermones: 6.329; Cate-quesis: 18.126; Clases de Religin: 18.330. En relacin con las obras comuna-les, en este lapso de tiempo, slo en el ao 1967, y nicamente en la Provincia de Yauyos, sin contar las que se ejecutaron en la Provincia de Huarochir, se haban efectuado 67 obras carreteras, locales comunales, escuelas, postas mdicas, acequias para riego, comedores escolares, restauracin de iglesias, campos deportivos, cementerios, talleres de costura que dieron trabajo a 265.505 obreros voluntarios en ms de 47 pueblos42.

    42 APY, sec. B, carp. 4, doc. 9/67. En el fondo, la tarea asistencial en obra de mano se cea a dos propsitos: ayudar a la gente necesitada y subalimentada y estimular el desarrollo de los pueblos de la serrana, no regalando las cosas, sino convenciendo a los moradores ante el abandono y la apata de los organismos estatales, que era a ellos a quienes competa poner la iniciativa y el trabajo para el bienestar de sus pueblos y no esperar ayudas, que no llegaran sino muy tardamente.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    316 SetD 4 (2010)

    Concurso de catecismo

    Desde un principio se tena presente la necesidad ineludible de dar doctrina en abundancia y extensivamente. Toda la Prelatura deba ser una catequesis. Los prrocos recurran a homilas, charlas, catequesis parroquial, plticas, crculos de formacin, clases de religin impartidas en escuelas y colegios, reuniones con personas de varios grupos Todo estaba encami-nado a instruir y formar a la persona en la vida cristiana. Sin embargo varios poblados, alejados de la parroquia, llevaban una vida cristiana lnguida por estar sin sacerdotes estables. La ignorancia religiosa traa consigo consecuen-cias lamentables en la conducta y en el quehacer de algunas personas. En el ao 1961, durante la reunin de pastoral, surgi la idea de organizar un concurso de catecismo. No sera fcil: no se reducira a visitar las escuelas slo cuando los sacerdotes recorrieran, cada cierto tiempo, los pueblos ms apartados de sus extensas parroquias. Era necesario que el catecismo de la doctrina cristiana llegara a los nios y nias (ms de treinta y seis mil) de todas las escuelas de la Prelatura. Se conseguira, adems, que los padres de familia y los mismos maestros revivieran las lecciones que haban aprendido de sus mayores.

    La organizacin era muy sencilla. Los prrocos y sacerdotes, durante los meses de abril a octubre, tendran que visitar, peridicamente, todas y cada una de las escuelas de su entorno parroquial. Y se lanzaron a la tarea con ganas. Metan en sus alforjas cientos de catecismos que dejaban en los colegios de su jurisdiccin. Se repartieron las bases impresas en la Hoja Dominical y se editaron las llamadas Guas Prcticas para apoyar la labor de los maestros en la enseanza del catecismo, la historia sagrada y la liturgia. Al inicio del ao escolar, se facilitaba, a un precio mdico, a todos los nios, el catecismo aprobado por la Conferencia Episcopal peruana para la ense-anza de la religin. La enseanza del catecismo se extendi como fuego en un caaveral y su voz reson por toda la Prelatura, por las casas, escuelas, familias, lugares de reunin, en el campo, en las estancias y pueblitos43. El ao 1966, participaron en el concurso de catecismo catorce mil seiscientos nios con sus trescientos sesenta y tres maestros a la cabeza. Con esta ini-

    43 Para una ms completa informacin de cmo estaba organizado el concurso vid. Esteban Puig Tarrats, Inicios de la Prelatura de Yauyos, en Prelatura de Yauyos, 50 Aniversario 1957-2007. San Vicente de Caete, Publicaciones Prelatura de Yauyos, 2007, pp. 123-125; Resumen de la labor realizada en la Prelatura Nullus de Yauyos, Huarochir y Caete, sep-tiembre de 1967, APY, sec. B, carp. 4, doc. 9/67. Cfr. nota 42.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 317

    ciativa, la Prelatura result una catequesis viviente, que sembr las verdades de la fe, foment la piedad cristiana en innumerables personas y, en algunos nios, hizo despuntar la semilla de la vocacin sacerdotal.

    ADA (Asociacin de Aclitos)

    Si bien el concurso de catecismo logr que la sana doctrina llegara a toda la gente del territorio de la Prelatura, se vio la conveniencia de ahon-dar ms en su formacin cristiana y, en especial, de conseguir que los cam-pesinos dispersos en las alturas, sin una atencin sacerdotal constante y fluida, pudieran recibir un impulso fuerte en la enseanza de la religin y en la recepcin de los sacramentos. El seminario menor ocupaba como se ha dicho el lugar central de toda esta tarea, pues si los padres de familia posean ms conocimiento de las verdades cristianas y los maestros impul-saban la instruccin de los alumnos, la semilla de la vocacin al sacerdocio comenzara a brotar y madurar en sazn para la cosecha.

    En un principio ostentara el nombre de colegio-seminario (seminario menor). El que fuera, a la vez, colegio, no deformaba la figura de seminario. Al contrario. Esto servira para que varios alumnos competentes y de escasos recursos econmicos, pudieran realizar estudios con valor oficial en un cole-gio que, adems, preparara profesionales capaces que constituiran hogares cristianos. La visin de futuro la haba sealado Orbegozo en una expresiva carta: Algunos de ellos los menos sentiran la llamada del Seor y llega-ran a ser con el tiempo los futuros sacerdotes de nuestros Pueblos, verdade-ros guas espirituales de las almas, sembradores del bien en la Prelatura y en todo el Per. Otros la gran mayora bien formados en el colegio, seran en sus distintas profesiones y carreras los futuros lderes del avance y progreso humano, social y cultural de nuestras Provincias44.

    Desde Yauyos, el 19 de marzo de 1959, escriba a los sacerdotes unas orientaciones llenas de afecto, de inters, de apreciaciones prcticas en el fomento de las vocaciones sacerdotales:

    44 Exhortacin de mons. Ignacio Mara de Orbegozo a los prrocos y sacerdotes de la Prelatura, diciembre de 1963, APY, sec. B, carp. 1, doc. 3/63. Las indicaciones propuestas por mons. Orbegozo van dirigidas en tres sentidos bien definidos: la familia, la escuela y la parroquia, fomentando la prctica de la frecuencia sacramental, por la liturgia y por los abundantes recursos pastorales de los prrocos y sacerdotes.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    318 SetD 4 (2010)

    Este proyecto se dirige a todos los sacerdotes de la Prelatura, con el ruego encarecido de que lo consideris en la presencia de Dios, lo llevis a vuestra oracin diaria y fielmente lo pongis en prctica. Dios os bendiga particu-larmente por ello, y la Virgen Santa Mara, Madre del Amor Hermoso. Tened presente que se trata de un trabajo profundo, netamente sobrenatu-ral y directo con los nios [...]. Dedicaos afanosamente en hacerlos piado-sos, y veris cmo el Seor promueve de entre ellos abundantes y selectas vocaciones.La Familia. Trabajad incesantemente con las familias y veris el fruto.La Escuela. Procurad con tacto y caridad cario sincero ganaros la amistad y sincera colaboracin de los maestros. Qu buenos servicios os prestan ya!Los Nios. Dedicadles mucho tiempo y paciencia. Tratadles con mucha bondad y comprensin. Qu guapa leccin de Jess en el Evangelio! Y nunca olvidis que los nios llevan tambin la tara del pecado original; no son ngeles, pero tambin estn hechos a imagen y semejanza de Dios y sus ngeles estn siempre en la presencia del altsimo; llevan en su alma en gracia, el germen poderossimo de una fuerza formadora harto olvidada con la que deberis contar. Esto os ayudar a no desanimaros nunca por nada.La Parroquia. Slo puedo deciros que lo hacis muy bien; que me dais grandsima alegra con vuestra abnegada labor parroquial. As, creando poco a poco y sin desmayo un clima de piedad que va prendiendo pri-mero en pocos, pero que se extiende y propaga pronto entre los otros se prepara el clima adecuado, el ambiente del que no es ajeno, por cierto, la presencia edificante del sacerdote fiel, donde germinarn vocaciones en abundancia.A crear este clima llegis por la instauracin en las almas de la prctica de la frecuencia sacramental a travs de los actos y funciones litrgicas, hechas con sencillez y dignidad, de modo que resulten formativas y edifi-cantes. Y por medio de vuestros abundantes recursos pastorales. Siempre, en cualquier oportunidad, dad doctrina!45.

    Los prrocos y sacerdotes se abocaron a poner en marcha las indicacio-nes del Prelado. Todos coincidieron en que se deba dar capital importancia a la atencin personal y cristiana de los nios aclitos. Con objeto de poner en prctica las orientaciones de mons. Orbegozo, se fund la Asociacin de Aclitos (ADA) en todas las parroquias con el fin de seleccionar, formar y

    45 Documento-carta de Ignacio Mara de Orbegozo a los sacerdotes de Yauyos, 19 de marzo de 1959, APY, sec. B, carp. 2, doc. 2/59.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 319

    orientar a los posibles alumnos del futuro seminario menor. Los nios se afanaban por ser aclitos. Paralelamente no se descuidaran las visitas a las familias de los mismos, y se preguntara a los maestros cmo iba el com-portamiento de sus alumnos aclitos46. El trabajo empez as a dar su fruto. Cuando el 14 de abril de 1964 el colegio-seminario abri sus puertas, cua-renta muchachos entraron, jubilosos, para iniciar los estudios de primaria47.

    Misiones populares

    La finalidad que se persegua con las misiones populares era propor-cionar unos das de evangelizacin masiva e intensiva para todos pero, sobre todo, visitar los pueblos ms alejados, donde los prrocos no tenan residen-cia fija y que slo eran atendidos una vez al mes.

    De un modo permanente y rotativo se establecieron las misiones popu-lares en toda la Prelatura. En 1961 tuvo lugar la primera, en el pueblo de San Lorenzo de Quinti en Huarochir. Un equipo de sacerdotes, como mnimo tres, y el prroco, visitaban, durante diez das intensos, las capitales de dis-trito, los pueblos, caseros, aldeas y villorrios o cualquier sitio donde estu-viera reunido un grupo considerable de personas. Los temas fundamentales se centraban en la Santa Misa, los Mandamientos y Sacramentos, haciendo hincapi en la Eucarista, la Confesin y la regularizacin de los matrimo-nios, la devocin a la Virgen Mara, la vida de piedad y, consecuentemente, la erradicacin de las malas costumbres que se haban afincado en los pue-blos por falta de una adecuada formacin cristiana. La misin contaba con los medios audiovisuales existentes en aquel entonces: altoparlantes, cintas magnetofnicas, proyeccin de filminas y un motor para producir luz elc-trica, de la que carecan casi todas las poblaciones.

    46 El prroco se reuna semanalmente con los aclitos. Despus de los cantos, se les daba una charla de formacin humana y cristiana. No faltaban el deporte y las excursiones por los alrededores. Se juntaban los aclitos de las diversas parroquias en alegres concentraciones en una parroquia determinada. Causaba grata impresin entre los moradores ver estos numerosos grupos de aclitos, jvenes y alegres, reunidos en su pueblo. El prroco escoga cada ao como mnimo a dos de ellos y con la conformidad familiar los enviaba al semi-nario menor.

    47 La estadstica existente en el Archivo de la Prelatura referente a la Asociacin ADA, recoge los siguientes datos: 13 parroquias contaban con la ADA; 419 nios estaban inscritos en la Asociacin, APY, sec. B, carp. 4, doc. 4/1.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    320 SetD 4 (2010)

    No se pueden silenciar las mil y una peripecias y percances por los que pasaban los sacerdotes encargados de las misiones. El traslado de los equi-pos, los medios de transporte a caballo o en mula, los cientos de kilmetros y las horas empleadas en los recorridos por las alturas inhspitas, los con-tratiempos cuando fallaba alguno de los aparatos elctricos, cosa por dems frecuente, no amilanaban el nimo, la ilusin y el buen humor por la labor de almas que se estaba realizando.

    Al final de la misin se entregaba en una cartela la relacin de los debe-res y virtudes que todo buen cristiano debe practicar. Sali la Hoja Domini-cal, una publicacin sencilla, pero muy completa, que publicaba el Evange-lio del domingo, contena puntos doctrinales, noticias de la marcha de las parroquias y del seminario con temas y ancdotas aleccionadoras. Dibujos y vietas hacan muy atractiva la lectura. Cada semana salan de la imprenta miles de ejemplares, que los prrocos distribuan por toda la Prelatura48.

    Ms adelante, como una extensin de la Emisora Radio ERPA (Escue-las Radiofnicas Populares Americanas) que imparta, desde Caete ciudad, enseanzas doctrinales, educativas y de ayuda tcnica a los campesinos, sali la revista con el mismo nombre: ERPA. Despus se ampli y mejor el for-mato, con profusin de fotos y de buenos artculos escritos por profesionales con la intencin de que sirviera de orientacin para la familia y los maestros. Se cambi el nombre y pas a denominarse Informe49.

    Casa de Formacin Lunahuan

    Las misiones populares haban enfervorizado y adoctrinado a muchas personas. Se necesitaba mantener la continuidad de las enseanzas impar-tidas. Las parroquias de la Prelatura haban formado grupos de hombres y mujeres (Legin de Mara, cursillos de cristiandad, agrupaciones juveniles, catequistas, grupos parroquiales, clases doctrinales, etc.) que deseaban saber ms y vivir mejor la vida cristiana. Convena tener una casa de formacin en

    48 En poco menos de cinco aos se repartieron en la Prelatura un milln seiscientos cuarenta mil ejemplares. Gracias al esfuerzo de los sacerdotes, llegaba hasta todos y cada uno de los pueblos de sus comarcas parroquiales. Lleg a ser la mejor publicacin en su gnero, editada en el Per. Cfr. Resumen de la labor realizada en la Prelatura nullus de Yauyos, Huarochir y Caete, septiembre de 1967, APY, sec. B, carp. 4, doc. 9/67.

    49 Tuvo una duracin efmera. Pero Informe, por un tiempo, ofreci un valioso servicio infor-mativo a las familias, tanto de la Prelatura como de las que residan en Lima.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 321

    la que, por unos das, pudieran reunirse. Una actividad esencial era formar catequistas que ensearan la doctrina cristiana a sus compatriotas y donde habitualmente no poda llegar el sacerdote dirigieran la Liturgia dominical de la Palabra en sus pueblos50.

    En Lunahuan, provincia de Caete, al lado de la parroquia, existan unos ambientes que, debidamente reconstruidos, podran suplir la falta de un edificio adecuado. Se dispuso as de una casa con oratorio, dormitorios, comedor, cocina y salas de reuniones. Funcionaba todo el ao. Llegaban de todas partes de la Prelatura y de otros lugares. El rendimiento era alenta-dor, pues se constataba que los grupos que llegaban reciban una formacin profunda en lo personal, en lo profesional, hogarea y en la tarea especfica como catequistas, maestros, profesionales, jvenes seminaristas, adems de vigorizar la piedad y robustecer las creencias un tanto venidas a menos por la falta de la debida atencin espiritual. Las iniciativas pastorales de la Prelatura se extendieron a ms campos. Se aprovecharon todos los recursos disponibles para llegar a ms personas y a ms ambientes y as echar ms semilla a voleo.

    Desde la primera evangelizacin se empleaban diversos instrumentos pastorales para dar doctrina a la gente, que los misioneros aplicaban con bue-nos resultados. La Prelatura no desaprovech ninguno de los medios aptos, con tal de dar doctrina y fundamentar la vida cristiana. Las manifestaciones populares, arraigadas en lo profundo de la conciencia del indio, conformada por su cultura especfica y por sus tradiciones ancestrales, constituan una gleba frtil. En las grandes fiestas patronales, se celebraban deslumbrantes y devotas ceremonias junto a variadas representaciones escnicas, parecidas a autos sacramentales, acompaados de danzas, cantos y msica autctona que llegaban profundamente al alma de los feligreses. En la ciudad de Caete, durante la Semana Santa del ao 1965, ante un pblico que llenaba la Plaza de Armas, se represent por primera vez La Pasin de Caete. Los actores no eran profesionales, sino gentes del pueblo que escenificaban, con gran rea-lismo, las secuencias de la Pasin. Desde esta fecha hasta la actualidad, han tenido lugar ms de cuarenta escenificaciones51. El entusiasmo por las fun-ciones teatrales, por la msica, el canto y la danza que hermanaban a hom-

    50 Los habitantes de esos lugares se reunan en las iglesias y capillas, y el catequista encargado lea los textos de la Sagrada Escritura del domingo correspondiente. Rezaban con el devo-cionario que haba editado la Prelatura, cantaban y seguan con atencin las indicaciones y avisos de la Hoja Dominical.

    51 La Pasin de Caete segua la tradicin de la obra de teatro sagrado al modo de las grandes representaciones de la Pasin de Oberammergau en los Alpes Bvaros o las tradicionales

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    322 SetD 4 (2010)

    bres y mujeres, jvenes y nios, promovi la creacin del ACAR (Asociacin Caetana Artstica Recreativa). El local donde posteriormente se construy el escenario para la Pasin fue, a la vez, lugar de descanso y solaz para los miembros del ACAR, familiares y amigos52.

    Colegio-Seminario Nuestra Seora del Valle

    Desde los inicios de la Prelatura, mons. Orbegozo y los sacerdotes deseaban con ahnco contar pronto con el seminario, donde se formaran las futuras vocaciones sacerdotales nacidas de entre los jvenes de las tres provincias. Era ese el deseo de la Santa Sede cuando creaba una prelatura nullius. El fundador del Opus Dei lo tena muy presente en su corazn, en su oracin y en su mortificacin53. Ignacio Mara de Orbegozo, con los vicarios y algunos sacerdotes que se encargaran de la marcha del futuro seminario, fueron preparando un borrador con anotaciones generales sobre la ubica-cin, aspectos financieros, seleccin de los futuros candidatos, etc.

    La preocupacin y las ansias de contar con el seminario menor de la Prelatura no eran una quimera ni una obsesin enfermiza. La crisis postcon-

    y conocidas como la de Cervera (Espaa), y la Pasin de Ixtapalapa, en la localidad de ese nombre en Mxico.

    52 El ambiente donde se representaba la Pasin, se aprovech, en el ao 1991, para levantar un esplndido santuario dedicado a Santa Mara Madre del Amor Hermoso, trasladando la imagen de su ermita situada al lado del seminario menor, al nuevo edificio mucho ms apto para las celebraciones multitudinarias y la acogida de peregrinos. El proscenio mayor se ha transformado en un gran presbiterio, amplio y efectivo, con un esplndido retablo de madera con la hornacina para la imagen de Nuestra Seora Madre del Amor Hermoso. Los dos proscenios laterales, convertidos en sendas capillas, estn dedicadas, una a San Jos Obrero y la otra, a san Josemara. Cfr. Hctor Francia Cuya, Breve resea histrica de la Prelatura de Yauyos (1968-2007), en Apuntes para la historia de la Prela-tura de Yauyos y grandes temas de la Teologa Latinoamericana (1500-1899). Curso Teol-gico Conmemorativo en las Bodas de Oro de la Prelatura de Yauyos. VIII Curso Teolgico. Lunahuan, 17 al 20 de Julio de 2007, San Vicente de Caete, Publicaciones Prelatura de Yauyos, 2007, p. 162.

    53 Mons. Herranz manifiesta: Yo vi partir a Ignacio de Roma en 1957, con la bendicin y el abrazo del Padre, quien aadi una afectuosa consideracin que recuerdo ms o menos resumida en estas palabras: T sabes cmo gobernar. Pero yo, en tu lugar, me preocupara sobre todo de tener cuanto antes un seminario. Herranz, En las afueras, p. 394. Desde los primeros das de haber tomado posesin de la Prelatura, los sacerdotes se movieron en este sentido. Su deseo y su trabajo era contar con sacerdotes nativos, salidos de la Prelatura, bien formados en el estudio, en la piedad y en el apostolado, que aseguraran la continuidad de la atencin sacerdotal.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 323

    ciliar del Vaticano II en lo referente a las vocaciones sacerdotales se dejaba sentir tambin en el Per. Se cerraban los seminarios y, en particular, se tena cierta aversin a los seminarios menores como algo desfasado y sin futuro, adems de antipedaggico54. Favoreca estas apreciaciones el desaliento de algunos sacerdotes que vivan pesimistas y desencantados por el cariz nega-tivo, segn ellos, que tomaban los sucesos eclesisticos con respecto a los seminarios.

    Se descart la posibilidad de edificar el seminario en la sede de la Prelatura, la ciudad de Yauyos; los centros de abastecimiento de materiales estaban tan alejados de la ciudad que resultaba imposible toda construccin de un edificio que no fuera con adobe. Aparte de esto, los futuros alumnos del colegio-seminario que vinieran de la provincia de Huarochir, tendran que dar un rodeo de varios das para llegar a Yauyos o cabalgar doce horas o ms por los Andes, con alturas de 4.000 m. Ignacio de Orbegozo pens en una solucin ms asequible y hacedera: trasladar la sede de Yauyos a la ciudad de Matucana, de la Provincia de Huarochir, ciudad a 30 km de Lima, que perteneca a la jurisdiccin de la Prelatura, lo que hara ms via-ble la construccin, y adems permitira mantener un contacto fluido con la Arquidicesis de Lima55.

    A la entrada de la ciudad de Matucana, cerca del ro, haba un terreno de propiedad de la parroquia. Se pens que servira para el efecto. Llegaron las lluvias abundantes, desbord el ro y arras con el terreno, que dej lleno de barro y piedras grandes. Nadie, pasado el primer infortunio, se inquiet ni se desazon. La Providencia divina tena otros caminos.

    Mons. Orbegozo no cejaba en el empeo. Al poco tiempo se le present una oportunidad inmejorable: solicitar la modificacin de los lmites terri-toriales, anexionando la Provincia civil de Caete a la Prelatura de Yauyos y

    54 Cfr. relacin testimonial del promotor de las vocaciones sacerdotales de la Prelatura, en una reunin en Lima, convocada por la Conferencia Episcopal peruana sobre los jvenes procedentes de la sierra que ingresaron en el Colegio-Seminario Nuestra Seora del Valle en rgimen de internado, APY, sec. B, carp. 10, doc. 5/65.

    55 En diciembre del ao 1959, Orbegozo enviaba al nuncio apostlico de Lima, Romolo Car-boni, una Memoria sobre la conveniencia del traslado de la Sede de la Prelatura de Yauyos a la ciudad de Matucana, en la que escriba: Son muchas las razones de orden apostlico y de orden econmico que aconsejan dicho traslado. Y estoy convencido de que, si se considera procedente, ser para mucho bien de la Santa Iglesia y de las almas que tengo confiadas en esta Prelatura. La respuesta afirmativa por parte de la Santa Sede lleg el 23 de mayo de 1960 con el decreto de la S. Congregacin Consistorial Quo munera n 479/60, APY, sec. A, carp. 6, doc. 6/62.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    324 SetD 4 (2010)

    trasladando la sede a San Vicente de Caete; esta ciudad ofreca todas las ven-tajas y garantas deseadas para el futuro seminario, tanto menor como mayor. Mons. Orbegozo vea satisfechos sus deseos: cercana con Lima, floreciente agricultura en un valle generoso, estupenda ubicacin y clima benigno.

    El da 15 de agosto de 1961, Orbegozo envi, a travs de la nuncia-tura, una Memoria sobre la conveniencia de la modificacin de los lmites territoriales de esta Prelatura nullius de Yauyos, incluyendo dentro de su territorio y jurisdiccin la Provincia civil de Caete. El 17 de febrero del ao 1962, mons. Romolo Carboni, nuncio apostlico del Per, notificaba a mons. Orbegozo que el Santo Padre Juan XXXIII se haba dignado modi-ficar los confines entre la Arquidicesis de Lima y la Prelatura nullius de Yauyos56. Mientras tanto, la Sagrada Congregacin Consistorial, por decreto Ad tutius consulendum, del 24 de marzo de 1962, cambiaba los lmites de la circunscripcin eclesistica uniendo la Provincia de Caete a la Prelatura de Yauyos57. La sede estara radicada en la ciudad de San Vicente de Caete. La iglesia matriz pas a ser la catedral.

    Con motivo del traslado de la sede de Yauyos a Caete, el nuncio apos-tlico manifestaba a Ignacio Mara de Orbegozo lo siguiente:

    Considero oportuno hacer presente desde ahora la necesidad de que se tomen las medidas pertinentes, una vez ejecutada la presente disposicin, a fin de que las finalidades con la nueva organizacin de la Prelatura, sean llevadas a la prctica, sobre todo, por lo que se refiere a la atencin espiri-tual del valle de Caete, que Vuestra Excelencia tan precisamente ha pues-to de relieve. Tengo motivos para suponer que el Revmo. Prelado proveer, entre otras cosas, a traer del extranjero los sacerdotes, con que contaba, y afrontar, igualmente, a la brevedad posible, el problema del seminario, fomentando convenientemente, las vocaciones sacerdotales locales. Es de esperar, adems, que el traslado a la nueva Sede de Caete sea el comienzo, dada la menor dificultad de las comunicaciones, de un incremento de las obras de apostolado en los pueblos de la Prelatura58.

    Mons. Orbegozo no ech en saco roto las disposiciones de la nuncia-tura. Entre los aos 1962 y 1968, llegaron ms sacerdotes, y otros, residentes

    56 Protocolo 617/62, APY, sec. A, carp. 6, doc. 7/62.57 APY, sec. A, carp. 6, doc. 8/62.58 Carta del nuncio apostlico en el Per, Romolo Carboni a Ignacio Mara de Orbegozo, 7

    de febrero de 1962, Prot. No. 617/62. Al pie de la misma, de puo y letra, deca el nuncio: P.S. Querido Monseor, la Santa Sede desea que Usted traiga al Per muchos sacerdotes del Opus Dei de otros Pases. R.C., APY, sec. A, carp. 6, doc. 9/62.

  • LoS INIcIoS DE LA PrELATUrA DE YAUYoS (PEr) 1957-1968. ANTEcEDENTES Y rEcUErDoS DocUmENTADoS

    SetD 4 (2010) 325

    de tiempo en Yauyos y Huarochir, se trasladaron a Caete59. As se conti-nuaron los trabajos ya iniciados: catequesis, misiones populares, atencin a los aclitos, desarrollo comunal de los pueblos, asistencia mdica, ayuda de ropa y comida a los ms necesitados60 y, muy en especial e intensivamente, la construccin del seminario menor de la Prelatura.

    A mediados del mes de marzo del ao 1962, Orbegozo celebraba en la inacabada catedral de Caete los Oficios de la Semana Santa. A los dos aos aproximadamente de residir en la sede de Caete, el 25 de enero de 1964, fue consagrado obispo61.

    Una vez establecidos en la sede de Caete, en el ao 1962, mons. Orbe-gozo convoc a sus vicarios y a los sacerdotes y les expuso las prioridades apostlicas que haba que tener en cuenta:

    Lo referente al Culto divino, preparacin, dignidad Y, junto con esto, la ad-ministracin (llammosla burocracia, aunque l no dijo esta palabra): los libros, las cuentas, etc. 2. Toda la dedicacin posible a la promocin de Voca-ciones Sacerdotales: padres, maestros, alumnos aclitos, Pre-seminario, Semi-nario 3. La administracin transparente de la Ayuda de Critas. Despus de esto, si os queda tiempo y ganas, todo lo que a vosotros se os ocurra62.

    Una de las primeras solicitudes de Ignacio Orbegozo fue organizar la curia, creando las oficinas eclesisticas correspondientes; simultneamente, terminar las obras en la catedral, su remodelacin y ornato y, sin cansancio ni descanso, levantar el edificio del seminario menor de la Prelatura, pues en

    59 En la Provincia de Caete, en Cerro Alegre, trabajaron los sacerdotes y hermanos de los Clrigos de San Viator, procedentes de Canad. En las parroquias de Imperial, Mala y San Antonio, estaban sacerdotes diocesanos de la Arquidicesis de Lima que, al agregarse la Provincia de Caete a la Prelatura de Yauyos, prefirieron quedarse en ella. En la Pro-vincia de Huarochir haba tan slo tres sacerdotes: Francis Kennard, estadounidense, en la ciudad de Huarochir; Marcelo de la Cruz, en Matucana y Rmulo del guila, en San Mateo de Huanchor. Relacin testimonial de Alfonso Fernndez Galiana, Vigo, 22 de abril de 2006, APY, sec. B, carp. 3, doc. 3/60.

    60 Cfr. Puig Tarrats, Inicios, pp. 117ss. Vid. nota 45.61 Cfr. Vzquez de Prada, El Fundador, p. 388, nota 214. San Josemara, el mismo da

    de la ordenacin episcopal de Orbegozo, mand el siguiente telegrama lleno de gozo y alegra: Mons. Orbegozo Pardo 298 Miraflores Lima Per. Gran cario encomindote hoy pidiendo al Seor Mediacin Santsima Virgen, haga de ti Obispo santo Fecundsimo Apostolado Stop Unido alegra todos esos hijos mos sacerdotes Prelatura os envo a todos Efusiva Paternal Bendicin Ad Multos Annos Mariano, APY, sec. B, carp. 1, doc. 11/64.

    62 Relacin testimonial de Alfonso Fernndez Galiana, vicario general de la Provincia de Huarochir, quien transcribe, el 6 de septiembre de 2006, los puntos que les seal mons. Orbegozo, APY, sec. C, carp. 7, doc. 2/62.

  • ESTEBAN PUIG TArrATS

    326 SetD 4 (2010)

    todas las parroquias estaban madurando ya las posibles vocaciones al sacer-docio, salidas de entre esos inditos63.

    El Concilio Vaticano II (1962-1965) haba dado inicio a sus sesiones. Mons. Orbegozo intervino en una de ellas, hablando del matrimonio y de la santidad de la familia, con gran atencin por parte de la asamblea, por la brevedad y precisin con que expuso el tema. Escriba al respecto a los sacer-dotes de Yauyos: Ayer intervino el Prelado de Yauyos sobre el asuntillo del matrimonio y la santidad de la familia Esta vez, deprisa y todo, se sopl los diez minutos de ley! Y si me hubieran dejado decir en castellano y sin reloj an estara all y no se hubieran aburrido los ms!64. Siguiendo las fechas de las cartas que enviaba desde Roma, Orbegozo no paraba de notifi-car a sus sacerdotes los sucesos del Concilio, los encuentros con san Josema-ra y, tambin, las gestiones que estaba realiz