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ARMAS I CAZA I BUCEO I CONSERVACIONISMO Año I - Número 1 - República Argentina - Revista de distribución gratuita - Prohibida su venta. SHARK TV América Sport Martes 21.30 hs Sábados 10.30 hs Canal 2 de Cablevisión Somos Zona Norte Sábados 14.00 hs Martes 12.30 hs

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Edición Nº1

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A R M A S I C A Z A I B U C E O I C O N S E R V A C I O N I S M O

Año I - Número 1 - República Argentina - Revista de distribución gratuita - Prohibida su venta.

SHARK TVAmérica Sport Martes 21.30 hsSábados 10.30 hs

Canal 2 de Cablevisión Somos Zona NorteSábados 14.00 hsMartes 12.30 hs

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Nos preguntamos que nos impulsó a editar esta revista, ¿No teníamossuficiente con la actividad diaria de la producción, más los productosque tenemos adormecidos y los proyectos de los que están por venir?,¿O con los requerimientos del programa de televisión?. ¿Será que nonos alcanza con la lucha constante a que nos someten las crisis ince-santes en que parece desenvolverse la humanidad actual? SI VISPACEM PARA BELLUM, decían los antiguos romanos (“Si quieres la pazprepárate para la guerra”).

Tal vez sea una forma de liberarnos de todas estas presiones por satu-ración, paradójicamente creándonos más obligaciones como si quisié-ramos estar en la calma del centro del huracán.Bueno quizás no podamos encontrar los verdaderos motivos, o simple-mente no los hay, y todo esto fue surgiendo por un desencadenamientoinexorable de nuestra propia actividad, algo asi como una reacción nu-clear. De todos modos estamos lanzados y no podemos detenernos.Trataremos de que el resultado sea lo mejor posible y sea del interésde nuestros amables y pacientes lectores.

Estaremos tocando temas que aparecen en otras publicaciones, tran-tando de darles un enfoque distinto, otros que no son muy tratadospero creemos que pueden ser de interés de los lectores, y algunos queserán referentes a nuestros productos. Eso si, no podremos abarcar de-masiados temas, porque aunque quisieramos, y tenemos mucho paratratar, todo tiene un límite (el que mucho abarca poco aprieta). Tratare-mos de dar a las notas un matiz histórico, porque creemos que le de-bemos mucho a ella, y que más nos valdría volver atrás un poco haciael pasado, (rectificando sus errores, como guerras por ejemplo), porqueel deterioro que esta produciendo esta “civilización” al mundo, nuestropequeño y frágil mundo puede ser irreversible. Esto lo estamos viendopermanentemente en la contaminación de ríos lagos, lagunas arroyos,etc, por la fumigación de cultivos, efluentes de ciudades e industrias,desmontes para el avance de la agricultura y ganadería, provocadospor el aumento incontrolado de la población mundial, etc.

Veremos si con el transcurrir de las notas podemos expresar estos con-ceptos con más exactitud, quedando muy satisfechos si encontramoseco de ellos.

Ing. Julio A. Omaña

StaffDirector: Ing. Julio Angel Omaña

Productores: Diego MenaEduardo RamirezRoberto Dominguez

Colaboradores

Caza Mayor: Abel Mario Santa CruzSeguridad Personal: Oscar TajesRedes e Informática: Mariano TuccilloEspecialista en Rescate: Carlos GarciaBuceo: Juan Cela

Realización fotográfica:www.videofilmix.com.ar

Diseño: Hernán Grilli15-5463-5162 - [email protected]

SHARK EN ACCIONAparece mensualmente.

El editor no se hace responsable, necesariamente delcontenido de cada nota, ni comparte, necesariamente,las opiniones vertidas en artículos firmados y cartas delectores.

Productores, miembros de la redacción y colaboradorespermanentes y eventuales se desempeñan ad honorem.

Permitida la reproducción parcial citando la fuente ydando aviso a la redacción.Registro Nacional de la Prop.Intelectual e/t.

Distribuye en todo el país SHARK

Impresión: Méndez Industria Gráfica (011) 4919-1852

Editorial

Armas Shark - Desde 1975

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Las armas de aireLa historia de las armas de aire es un relato que se remonta centurias atrás, hay quienincluso afirmaría que para hallar el origen del uso de esta tecnología habría que fijar lavista milenios atrás. Siguiendo esta última línea de investigación se contemplaría la cer-batana como la primera arma que utilizó la fuerza del aire para impulsar un proyectil.Así, la cerbatana se convertiría en antecesora de las posteriores armas de aire, cla-ramente la evolución fue grande, sin embargo es cierto que se desarrollaron empleandoun sistema similar, la potencia que ofrece el aire impulsado.

Para situar el origen de los rifles y pisto-las de aire tal, habría que retrotraersehasta los siglos XV y XVI d. C. No existeunanimidad por parte de los historiado-res para fijar un momento exacto deaparición de este tipo de armas. Esto sedebe a que los restos materiales sonmuy escasos, por desgracia, en la ac-tualidad no conservamos gran cantidadde carabinas antiguas de aire. Aten-diendo al criterio arqueológico, el año1580 marca un punto de inflexión en lahistoria de las armas de aire compri-mido, ya que a esta fecha pertenece elarma de aire más antigua que se con-serva. Esta pieza se guarda en el MuseoLivrustkammaren de Estocolmo y se

trata de una carabina de muelle, tambiénllamada de pistón, ya que es esta piezaes la encargada de comprimir el aireexistente dentro del cilindro del arma,que impulsa el balín que saldrá dispa-rado. Este sistema de muelle o resorte,junto con el de aire pre comprimido(PCP) fueron los dos sistemas de cargamás empleados desde los inicios deldesarrollo de las armas de aire. Este úl-timo sistema consiste en un depósito deaire natural que pasa a una válvula, estase abre a través del accionamiento delgatillo. Así el aire queda liberado impul-sando la munición que se encuentra al-bergada en el interior del cañón y quesale disparada a grandes velocidades.

La cerbatana es considerada como la predecesorade las posteriores armas de aire comprimido porqueemplean una tecnología similar

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El uso más difundido de las armas de airecomprimido durante el siglo XVI fue lacaza. Al ser unas armas de alto coste, fuela nobleza quien la empleó con mayorasiduidad. Eran armas muy eficaces, ca-paces de abatir a piezas de gran tamañocomo jabalíes o ciervos de un solo dis-paro. Desde sus inicios, el uso de armasde aire comprimido mostró claras venta-jas sobre el uso de armas de fuego. Enprimer lugar las armas de aire podían em-plearse en caso de condiciones meteo-rológicas adversas como la lluvia o lanieve; en cambio los tradicionales riflesde pólvora no eran útiles ante la lluviapuesto que la mecha no prendía. Otraventaja muy importante fue el hecho deque las armas de aire eran muy silencio-sas, no causaban fogonazo a la hora deldisparo y no generaban humo, al contra-rio de lo que sucedía con las armas de

fuego, sobre todo algunas carabinas quegeneraban gran cantidad de denso humonegro y además podían provocar quema-duras en los ojos del tirador a causa delas chispas producidas en el momentodel disparo. Esta condición facilitaba elocultamiento y discreción del tirador en elmomento de efectuar el disparo tanto enla batalla como en la zona de caza. Tam-bién la velocidad con la que podía efec-tuarse el disparo y la potencia constanteconstituyó una ventaja a favor de lasarmas de aire comprimido. El disparo delas tradicionales armas de fuego requeríade un largo proceso de preparación queconstaba de varias fases: introducción dela pólvora, del papel para prender, de labala y la baqueta Por el contario, lasarmas de aire del siglo XVIII d. C. como lafamosa carabina Girandoni, podían efec-tuar hasta veinte disparos por minuto.

Esta última ha sido considerada poralgunos estudiosos del tema comola primera carabina de PCP o aireprecomprimido de la historia. Fue inventada por el armero italianoGirandoni Bartolomeo en 1780 parael ejército austriaco en el contextode las guerras napoleónicas entreFrancia y Austria. Este modelo aus-triaco se denominó en alemán

Windbüchse, es decir, rifle deviento. Como se ha referido, erauna carabina de calibre 51 capaz dedisparar hasta 20 balines por mi-nuto. La velocidad de este rifle fueuna gran novedad en la época to-mando como referencia que los ri-fles de fuego empleados por elejército napoleónico únicamentepodían llegar a disparar hasta tres

balines por minuto. Además la pre-cisión era mucho menor para estosrifles que para la carabina de aireGirandoni.

La eficacia del arma fue tal que Na-poleón llegó a dictar una ordendonde mandaba ejecutar a todoaquel soldado enemigo que pose-yese un rifle de aire comprimido.

Carabina moderna de aire comprimido

El rifle de aire comprimido tiene enormes ventajas sobre el arma defuego tradicional

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El uso de armas de aire comprimidoconllevó algunas desventajas queprovocaron que este tipo de armasquedaran desbancadas nuevamentepor las armas de fuego sobre todo enel ámbito bélico. Las carabinas deaire precisaban de unos depósitosque eran muy caros y engorrosos demanejar ya que requerían gran es-fuerzo físico. Además precisaba de

ciertos conocimientos mínimos enmecánica que no todos los soldadosposeían; por otro lado, los depósitoseran muy delicados y corrían elriesgo de explosión.A pesar de que los rifles de aire com-primido se retiraron del escenario dela batalla su uso continuo, sobre tododestinado a actividades cinegéticasy deportivas. Este es el caso de In-

glaterra donde en la década de 1890se empleó la carabina de aire com-primido en actividades de tiro alblanco. Fue una actividad que pocoa poco ganó en popularidad, tal esasí que se creó una Asociación Na-cional del Rifle de Aire, que llegó a al-bergar a más de 4.000 clubes yasociaciones del rifle de aire de todaGran Bretaña.

Uno de los rifles de aire comprimidomás famoso de la historia se localizóen el continente americano. Fue elrifle empleado por Lewis y Clark enuna expedición al Pacífico por tierrasdel oeste durante los años que trans-curren desde 1803 a 1806. Tal comoparecen indicar las últimas investiga-ciones realizadas, éste sería un rifleneumático de calibre 31 fabricado enFiladelfia. Esta carabina, que fue em-pleada por el capitán Lewis para lacaza, fascinó a las tribus indias,quienes bautizaron al arma comopalo de trueno sin humo.

La fabricación de rifles y pistolas deaire no sólo se restringió a la mitadoccidental del planeta (América y Eu-ropa), sino que también se desarrollóen la zona del Este. Veinte años des-pués de que el capitán MerriwetherLewis emplease su rifle en América,concretamente entre la década de1820 y 1830, el inventor japonés Ku-nitomo Ikkansai creó una carabinade aire aplicando los conocimientosque había adquirido de la tecnologíaoccidental, concretamente siguiendomodelos holandeses.

Arma de aire creada por el japonés Kunitomo a imitación de modelos occidentales

El rifle de aire Girandoni se empleó por primera vez enlas guerras napoleónicas

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A lo largo de la segunda mitad del

siglo XX las armas de aire comprimido

retornaron con fuerza al mercado ar-

mamentístico. A raíz del fin de la II

Guerra Mundial Alemania inició una

amplia producción de armas de aire a

causa de la prohibición expresa de fa-

bricar armas de fuego. Estas armas se

destinaron a la caza y poco a poco

han ido conquistando territorio.

En la actualidad su uso está muy ex-

tendido sobre todo relacionado con

actividades deportivas. Desde 1984

existe una competición de tiro con

armas de aire en los Juegos Olímpi-

cos. Además existen diferentes moda-

lidades de tiro reservadas para el uso

de este tipo de armas de aire. Una de

las disciplinas más extendidas es el

Field Target que se constituye en una

excelente manera de pasar una buena

jornada en compañía de amigos y fa-

miliares compartiendo la afición por

las armas de aire comprimido.

El Field Target, tiro de campo, es una

modalidad de tiro recreativo que tiene

una vertiente competitiva ya que se

utilizan blancos rebatibles, en cada

uno se constituye una silueta metálica

con forma de plaga como ratón, co-

nejo, ardilla, cuervo, paloma.

Posee un orificio con un diámetro que

puede variar entre los 9,5 y los 40mm,

precedido de una placa impactante en

que, cuando alcanzada por un plomo,

acciona un mecanismo simple que

produce en el rebatimiento del blanco.

Posteriormente el tirador rearma el

blanco estirando una cuerda conec-

tada a este para que el siguiente par-

ticipante pueda tirar.

Aquí también funciona la Asociación

Argentina de Field Target

este es su sitio en Internet:

http://www.aaft.com.ar/

El uso de armas de aire comprimido ha entrado en auge en los últimos años sobretodo destinado a competiciones deportivas

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Grandes calibres

ACLARACIÓN DEL AUTOR

Antes de que el lector se adentre enesta entrega suponiendo que se tratade un articulo de cacería, voy a proce-der a desilusionarlo: Lo que van a leer se trata de unaexperiencia - de la que no estoydemasiado orgulloso - puramentereferida a la balística y a sus efec-tos, tanto teóricos como prácticosque, como pasa habitualmente, nocoinciden en lo mas mínimo.

LOS TRIVIALES ANTECEDENTES

Todo empezó hace unos años cuandoun viejo compañero de tiro, Jorge Pa-trisio, me comentó un problema quetenía en su estancia ubicada en el par-tido de Roque Perez.; fué divertido alprincipio y gradualmente se había idotransformando en algo preocupante:Entre las múltiples actividades quehabía probado en su establecimiento,se incluía la cría de cerdos. Rema-nente de ese emprendimiento habíaquedado un chiquero con un conjuntode animales de características alar-mantes; animales enormes, de colorrojo, de patas muy largas, orejas echa-das hacia atrás, cola recta y con enor-mes colmillos. Mi amigo conservaba

los bichos, tanto como una curiosidad,como por gula, ya que, cada tanto,obtenía magníficos lechones de carnemuy magra. La captura de estos sehacía cada vez más difícil, por obra deun enorme verraco, que atacaba siste-máticamente a quien tuviera la malaidea de trasponer la puerta de su re-cinto. Por lo que me contaba Jorge,los peones le tenían realmente miedo(no a él, sino al chancho) y su aspectoera cada vez más intimidante (el de miamigo). Para colmo, en una de esasescaramuzas y al intentar defendersecon una cadena, uno de los paisanosle había roto la amoladera del lado de-recho por lo que el colmillo de eselado se le había “alunado”, dándole unaire de gigantesca babirusa. Sucediólo inevitable: finalmente logró saltar lasparedes del corral y se refugió en unmaizal cercano, en el que se alimen-taba a gusto y de donde atropellaba atodo cristiano o animal doméstico queosase acercarse. Todo esto le causabaa Jorge muchísima gracia, hasta el díaque un puestero montado, intentóhacer volver al bicho al redil. Este, alverse acorralado, embistió al equinocon consecuencias que pudieron serrealmente graves si hubiese logradodesmontar al jinete. El ataque delsuido dejó como consecuencia uncorte de 30 cm en la pared abdominal

del montado y una herida muy pro-funda en una de sus patas traseras. Elveterinario fue llamado para hacer losremiendos del caso y se descolgó conuna cuenta de 300 pesos (300 dólares,en aquella época), que se sumaban alas pérdidas ocasionadas en el sem-brado. Cuando le tocaron el bolsillo,se acabó el sentido del humor de Pa-trisio, ya que según él, la yegua, másla montura y más el puestero, no va-lían ni la mitad de esa suma… ¡No pornada llegó a estanciero!...

UN PROFUNDO DILEMA MORAL(El precio de mi dignidad)

Había que resolver el problema; tomóel teléfono y solicitó mis servicios deverdugo. Me negué de plano, profun-damente ofendido; mi trayectoria decazador internacional, mi ética y miprestigio de tantos años no tenían por-qué sufrir ese oprobio. Le colgué el te-léfono. Insistió dos días después, paracomentarme que había faenado uncordero y un lechón, que pensaba co-cinarlos ese fin de semana y que suoferta seguía en pie. La actividad quí-mica de mis glándulas salivares y demis jugos gástricos (véase a Pavlov)disolvieron rápidamente mis principiosmorales, éticos y deportivos: Por su-puesto, acepté.

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para pequeños resultados“Es triste saber que el verdugo existe, pero

es más triste saber, que mata para comer” (Nicolás Guillén - “El Son Entero”)

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SI LO VAMOS A HACER,VAMOS A HACERLO BIEN

Quedaba por dirimir el arma a emplear.En nuestro absurdamente bien provistoarmero teníamos las siguientes opcio-nes: un Winchester 70 .375 H&H, unMauser-Moggia .458 W., un Ruger Nº 1.416 Rémington, un doble V.Sarasqueta.375 H&H y un BRNO .458 Lott. Nos decidimos por este último porqueel mismo lo habíamos utilizado una solavez en Mozambique, contra un hipopó-tamo, con resultados verdaderamenteterribles: destrucción total de la calotacraneana, provocada por un proyectil de500 grains a 2343 p.p.s ¡más de 6000 lpde energía! y que obligó al taxidermistaa la reconstrucción en acrílico de buenaparte del cráneo. No había ningunaduda de que debía ser una buena medi-cina para el Sus Mediterraneus Domés-ticus, pero, lamentablemente, comoalguien dijo (prefiero no decir quién): ¡Laúnica verdad es la realidad!.

COMIENZA EL BOCHORNO

Llegamos al campo un viernes a las 7de la tarde. Nos instalamos en nuestrascomodísimas habitaciones, con todoslos lujos inimaginables. ¡Es tan dura lavida de campo!. Después de la cena,hicimos una agradabilísima sobremesa,con los paisanos del establecimiento.Ya se olía en el aire cierto tufillo de iro-nía. Nos despertó a las 7 de la mañanael aroma de un lechón sobre las brasas.Queríamos cumplir con nuestro come-tido lo más temprano posible ya que elmanduque del lechón estaba provistopara el mediodía. Abordamos un Jeepcamuflado, como si la cosa fuera enserio, y partimos para el maizal linderoal chiquero y que quedaba en un cuadrodistante unos kilómetros. Aparente-mente, nuestro protagonista jamás sealejaba de ahí. Después de un corto re-corrido en el vehículo y cuando ya es-tábamos llegando, me pareció ver a lolejos, una silueta que se metía entre las

hileras del plantíos, supuse que era unavaca, lo que era bastante extraño. Des-cendí y Jorge se fue a estacionar a unmontecito alejado unos 100 mts.; elchancho jamás se acercaba en presen-cia de un automotor. Me senté en untronco de donde se divisaba el plantíoen toda su extensión. Como a la mediahora me pareció ver - soy corto devista - que un Fiat 600 rojo se acer-caba a campo traviesa. Levanté mirifle y, por la mira, noté con horror queel Fiat 600, estaba todo cubierto decerdas, que en lugar de espejos retro-visores, tenía colmillos y… ¡Se veníadirecto a mi persona! . Yo he cazado muchos jabalíes, perosiempre apostado y de noche. De día,los había visto de muy lejos y tratandoescapar de mí lo más rápido posible. Decerca, solo cuando ya estaban bienmuertos. Este, no solo no mostraba nin-guna intención de huir, sino que trotabaa nuestro encuentro con vaya a saberque aviesas intenciones. Para colmo era

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Por Abel Mario Santa Cruz

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del doble de tamaño del más grandeque yo hubiese podido abatir. Cuandoestaba a unos 30 mts, dobló repentina-mente - posiblemente, con la idea deatacarme por la espalda - y al hacerlopresentó el flanco. Levanté mi mata ele-fantes, le apunté, tipo escopeta, al cen-tro del cuerpo y disparé, con laseguridad de despatarrarlo. Nada... si-guió corriendo. Corregí a la paleta y, aunos 60 mts volví a disparar... Siguió co-rriendo, pensé que le había errado, volvía apuntar al mismo lugar y disparé. Estavez cayó, pero no dando la voltereta enel aire que yo esperaba de mi calibre,sino con una gran parsimonia. Me acer-qué comprobé que finalmente estabamuerto.

EMPIEZA LA GASTADA

A todo esto, cuando en las casas sintie-ron el tiroteo se escuchó el siguiente co-mentario:- ¡Se ve que le dieron un fusil al chan-cho, para que se defienda!

Después de unos minutos de silencio,supusieron que el duelo en el Corral.O.K., había terminado y vinieron a nues-tro encuentro, montados en un tractormunido de una rastra. Durante todo el almuerzo flotaba en elaire un clima de cargada que impidióque yo pudiera disfrutar plenamente delos manjares servidos. Finalmente, mecomunicaron que yo, por haber sido elintrépido cazador de la jornada, sería elencargado de destripar, cuerear y, paraposteriormente destinar a chacinados.Despostar sin ayuda el monstruo de 240Kg. - la cabeza pesó 23 Kg. y haciendouso de una fórmula de física quánticaestimaron ese tonelaje total -, que meesperaba colgado del techo del galpón.Por supuesto no arrugué. La operaciónfue realmente un martirio. Sumada a lafalta de cancha en esas actividades, elinterior del cuerpo estaba prácticamentelicuado a fuerza de grains, energía y ve-locidad. Terminé la labor seis horas des-pués , empapado en sangre einmundicias de pies a cabeza. En la au-

topsia, lo único que pude sacar en lim-pio de las efectos de Lott, fue que el pri-mer tiro pegó detrás de las costillas yhabía bandeado al animal, los otros dosproyectiles los encontré entre las costi-llas y el cuero, donde habían llegadoluego de atravesar el cuerpo, perfecta-mente expandidos. ¡Habían dejado18.000 libras pié de energía en el bicho,para a gatas lograr voltearlo!.

CONCLUSIONES

La conclusión más obvia. El calibre noreemplaza a la precisión. Todos esospuristas que se la pasan comparandotablas de velocidades y energías es muyposible que nunca hayan probado susarmas fuera del tiro federal. No creanjamás lo que lean publicado (incluyendoeste artículo). Posiblemente lo que afir-man los autores más serios, sea cierto,pero la verdad es que mi super-riflehabía quedado a la altura de la Carabinade Ambrosio frente a un vulgar ejemplarde chancho doméstico.

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Armas de aire comprimidoComo cualquier otra máquina, nuestras queridas armas de aire comprimido requierende unos cuidados básicos con el fin de garantizar un funcionamiento óptimo por largotiempo y una conservación adecuada. Las modernas armas con nuevos materiales ysistemas de funcionamiento requieren cada vez menos intervenciones del propietario.

El mantenimiento periódico de estetipo de armas es muy simple a dife-rencia de las armas de fuego queestán expuestas a elementos corrosi-vos resultantes de la combustión dela pólvora, en el caso de las armas deaire comprimido y Co2 los problemasúnicamente vienen de mano delóxido, la humedad, el polvo y elplomo. Estos problemas afectan tantoal exterior como a las partes interio-res. En el caso de vivir en zonas hú-medas las tareas de mantenimientodeben ser más exhaustivas y lasarmas siempre deben guardarse pro-tegidas de la acción del óxido preferi-blemente introducidas bien lubricadasen una bolsa de plástico y dentro sufunda.Una de las primeras cosas que hayque hacer antes de iniciar cualquiertarea de mantenimiento es la de leeratentamente el manual de instruccio-nes del fabricante, el cual suele indi-car cuáles son los puntos básicos deintervención por parte del propietariosin que sea necesario para ello laayuda de personal especializado. Hayque observar que zonas del arma re-quieren de lubricación y cuáles no, asícomo la periodicidad de las tareas demantenimiento. También es impor-tante prestar atención al tipo de pro-ducto recomendado por el fabricantecon el fin de evitar daños al arma.Toda manipulación del arma deberealizarse con seguridad, por tantohay que comprobar primeramente

que el arma esté descargada y conlos seguros puestos, en el caso de lasarmas basadas en gas o aire compri-mido debe asegurarse de que lascápsulas o depósitos están vacíos.Como norma general recomendadapor todos los fabricantes NUNCAdebe lubricarse el mecanismo del dis-parador por el peligro existente de al-terar su seguridad. La cantidad delubricación que necesitan las moder-nas armas de aire comprimido es muypequeña, es muy perjudicial la sobre-lubricación de las partes del arma. En cuanto al tipo de lubricante debeutilizarse únicamente aceite orgánicoo sintético especial de bajo punto decombustión, el aceite lubricante nor-mal puede inflamarse por el llamadoefecto diesel, combustión del aceitedel cañón o de la recámara por latemperatura del aire comprimido, estopuede dañar seriamente las gomas deestanqueidad y explosiones que pue-

den afectar al arma e incluso provocardaños al tirador. En el mercado hayproductos de calidad que no contie-nen aceites inflamables y son los idó-neos para nuestras armas.

LIMPIEZA DE LOS CAÑONES

Cada vez que disparamos una pe-queña parte del aceite interno delgrupo de presión es expelido al inte-rior del cañón, este aceite o lubricantese va mezclando poco a poco con elmaterial de los balines como elplomo, cobre e incluso plástico. Estasuciedad se aloja en el estriado delarma pudiendo llegar a producir varia-ciones en la precisión. Hay varios sis-temas para la limpieza del cañón yciertamente hay distintas "escuelas"con recomendaciones de lo más va-riado, así que aquí va el método quemejor me funciona. Primeramentecomprobar los procedimientos rutina-

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MANTENIMIENTO BÁSICO

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rios de seguridad (arma descargada ycon el seguro puesto) y verificar queel cañón está libre de obstrucciones,para iluminar el cañón y comprobar suestado hay en el mercado unas linter-nas muy útiles que tienen en su ex-tremo un ángulo de fibra óptica quepermite iluminar cómodamente elcañón sin deslumbramientos y acce-der a partes de difícil acceso con lin-ternas convencionales.Para la limpieza se necesita una ba-queta del calibre del arma, que tengacepillo de limpieza (grata) y un acce-sorio pasa paños para el acabadofinal del cañón. La baqueta debe des-plazarse siempre en el mismo sentidoque el balín, es decir, desde la recá-mara del cañón hasta la boca. Esto esfácil en las armas de cañón bascu-lante y para las armas de cañón fijohay que recurrir a las baquetas defibra flexible o bien a los balines defieltro. En el caso de la limpieza de ca-ñones basculantes hay que pasar pri-mero el cepillo de cerdas por elinterior, de forma suave, se puede em-papar ligeramente con algún aceitesintético especial para facilitar su apli-cación, y luego pasar trapos secospara eliminar la suciedad desprendidapor el cepillo y eliminar restos deaceite, hay un accesorio para la ba-queta que es una grata de lana parael acabado final. También sirve utilizaralguna solución desengrasante yposteriormente con paños secos seseca totalmente el cañón.

Existe la falsa creencia de que puedenutilizarse disolventes como los utiliza-dos en las armas de fuego, pues conla intención de quitar el plomo hay al-gunos tiradores que lo usan, sin em-bargo estos productos estándiseñados para eliminar los restos depólvora y otras sustancias resultantesde la combustión de la pólvora y susagresivas propiedades disolventespueden dañar seriamente las juntasde nuestras armas de aire comprimidoo perjudicar los acabados plásticos.Hay que pedir consejo en las armeríaspara saber que productos pueden serutilizados o cuales no, determinadosdisolventes pueden ser efectivos paraeliminar muy bien el plomo y protegerel cañón pero deben usarse cuidado-samente y evitar el contacto con lasgomas y plásticos. En las armas de cañón fijo se puedehacer el mismo procedimiento con lasbaquetas flexibles especiales o biencon los balines especiales de fieltro,que primeramente pueden empaparsecon aceite especial y luego se van"disparando" balines secos hasta quese observa que salen limpios. Enarmas muy potentes pueden ponersedos balines de fieltro en cada disparo.En las armas de Co2 el problema delos restos de aceite es menos impor-tante ya que el gas no es inflamable.Sin embargo en las armas de Co2 esimportante una lubricación ligera delos cañones ya que las armas de Co2producen mucha condensación de

humedad por las bajas temperaturasdel gas, lo cual puede derivar en oxi-daciones. Hay en el mercado unascápsulas especiales de manteni-miento para las armas de Co2, seutilizan del mismo modo que las con-vencionales pero con el Co2 estámezclado un lubricante especial quetiene como objetivo mantener losmecanismos de la válvula en per-fecto estado, especialmente el me-canismo en el que actúa el martillopercutor y que abre la válvula.

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CUIDADO EXTERNO

El cuidado externo del arma abarca laspartes metálicas y la madera especial-mente, en el caso del metal es imprescin-dible después de cada sesión de tiropasar un paño humedecido en aceite porlas partes metálicas que hayan estado encontacto con las manos, ya que la hume-dad de las manos es el principal culpablede las oxidaciones del arma. Además delaceite hay unos prácticos paños de sili-cona que protegen el metal de la oxida-ción ya que tiene propiedades hidrófugas(repele el agua y la humedad). Las partesde madera son susceptibles de ralladurasy manchas por el uso, para su limpiezahay en el mercado productos específicos.Las maderas sin barniz pueden cuidarsecon aceite y frotando periódicamente conun paño. Existen también productos paratapar los poros o rellenar pequeños gol-pes en la madera. Las armas construidascon materiales plásticos deben limpiarseúnicamente con un paño humedecidocon agua y jabón, otras sustancias pue-

den dañarlos. Dentro del apartado ex-terno de cuidados no hay que olvidar unarevisión de los accesorios de nuestrasarmas, como pueden ser los visores óp-ticos o electrónicos, es conveniente revi-sar el estado de sus sistemas de sujeción,así como revisar toda la tornillería, queconviene proteger cuidadosamente de laoxidación de la misma manera que elresto de partes metálicas del arma. Lasguías y partes móviles deben estar lim-pias y suavemente lubricadas.

Lista orientativa de puntos de revisión:

Puntos de cuidado después de cadasesion de tiro.•En todas las armas con partes metálicasproteger con antioxidante o paños de si-licona.•Poner las cubiertas de los visores ópti-cos.•Quitar cápsulas de Co2 en las armaspropulsadas con este gas.Puntos de cuidado despues de 500 dis-paros

•En las carabinas vigilar el engrase del pi-vote del cañón con la cámara de poten-cia.•Engrase de las articulaciones de las pa-lancas de carga.•Limpieza ligera del cañón (pasar paño).•Engrase del martillo percutor (armas deco2, bacs, pcp.)•Engrase de la aguja perforante de lasarmas de Co2.•Engrase del tornillo o palanca de aprietede las capsulas de Co2.•Revisión del apriete de todos los torni-llos.•Estado de las guías de las correderas(pistolas).•Palancas de correderas y seguros.•Capsula de mantenimiento armas Co2.

Después de 2.000 disparos•Revisar el estado de las juntas y gomas.•Estado de la tornillería.•Lubricación cámara de potencia (segúnindicaciones fabricante).•Limpieza a fondo del cañón (desengra-sar y limpiar).

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La carabina se halla construida ínte-gramente en Acero SAE 1040, sinpiezas plásticas ni de aluminio.Su peso es sorprendente, sólo 2,8 kg.(4 libras), todo un logro de diseño.Con una mullida cantonera de gomay la culata de madera de calidad, conformato clásico; el almacén contene-dor de balines es de acero con capa-cidad para 30 postones esféricos deplomo calibre .22, sus aparatos de

puntería son sencillos y todo el con-junto es de solidez.

La mecánica es simple e inge-niosa, y responde a un diseño ori-ginal y propio del Ingeniero JULIOOMAÑA responsable de SHARK,donde su obra habla por si sola:solidez, confiabilidad y sencillez demecanismos, sin detrimento de lacalidad.

Shark Carabina de repetición - 30 tirosCARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

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www.armasshark.com.ar

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PRUEBA DE MATERIALES

Debido a las conocidas restricciones a las importaciones impuestas hace un tiempo,que nos privaron de utilizar un excelente tubo de acero inoxidable de origen suecopara nuestros rifles PCP, buscamos una opción nacional. Detalle de las pruebas.

Con resistencia a la tracción su-perior a 100 kg/mm2, que posi-bilitaba un presión de llenado de250 bar, buscamos una op-ción nacional.Obtuvimos de plaza un tubo deacero al cromo molibdeno de lalínea 4130/4140 que podría so-lucionar el problema. Los proveedores no teníandatos de la resistencia a la trac-ción de este acero, por lo quefue necesario que lo determina-ramos nosotros para asegurar-nos de su capacidad deresistencia.Para ese propósito elaboramosvarias probetas con el tubo su-ministrado, para someterlas aun ensayo de rotura. Las mues-tras se hicieron cortando roda-jas del tubo de un ancho de 20mm. Luego cortando las rodajasa lo ancho y enderezandolaspara poder mecanizar las pro-betas con la forma y medidasque se ven en la Fig. 1.El propósito era llevarlas a un la-boratorio de ensayo de materia-les para realizar las pruebas,pero la máquina que las haríaestaba fuera de servicio, y dadala necesidad de evaluar el ma-terial decidimos hacerla en

forma propia, para lo que con-feccionamos una palanca de di-mensiones y material adecuado,para someter las probetas a unafuerza de tracción conocida quelas llevara a la rotura. En la Fig. 2 se esquematiza ladisposición de la probeta, lasfuerzas aplicadas, materializa-das por rollos de alambre deplomo y la palanca con su puntode apoyo. Para determinar lafuerza que actúa sobre la pro-beta, y que provoca la rotura, seaplican las condiciones de equi-librio de la mecanica (física), enel plano, y que establecen:

1) La suma vectorial de lasfuerzas aplicadas debe serigual a cero Fi = 0

2) La suma de todos los mo-mentos de las fuerzas con res-pecto a un punto debe serigual a cero.

Entendiendose como momentode una fuerza con respecto a unpunto, al producto del valor dela fuerza por su distancia alpunto (brazo de palanca). Con los valores que figuran enel dibujo, y que representan las

fuerzas aplicadas y su distanciaal punto de apoyo de la pa-lanca, obtenemos los momen-tos, que volcamos en el cuadrorepresentado en la Fig. 3, dondevemos en la primer columna lafuerza aplicada, en la segundacolumna el brazo de palanca decada fuerza con respecto alpunto de apoyo A, y en la tercercolumna el producto de cadafuerza por su brazo de palanca.La suma de todos estos mo-mentos en el momento de la ro-tura es 14.837,94 kg x cm, ydebe ser igual al valor de lafuerza de rotura por su brazo depalanca (19 cm)

Es decir: RX19 = 14.837,94 o sea R = 14.837,94 dividido 19 (R = 14.837,94/19 = 780,94 kilos)

Esta fuerza es la que rompe laprobeta en un sector que tieneun área de 10,5 mm 2, pues esde 2,1 mm de espesor y 5 mmde ancho. La tensión de roturaes por lo tanto de 780,94 kg /10,5 mm2 = 74,37 kg/mm2Este valor es aproximada-

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Determinación de la resistenciade un depósito de gas comprimido

Por el Ing. Julio Omaña

Page 19: Shark en acción

mente el DOBLE DEL ACEROSAE 1010 utilizado comun-mente y 40 % superior a lostubos de acero inoxidable ven-didos comunmente en nuestropaís.

Desde ya que se realizaron múl-tiples ensayos para tener unpromedio seguro de tensión.Finalmente, se determinó a quetensión esta sometido un tubo

como el del deposito, con undiámemtro exterior de 25,4 mme interior de 21 mm sometido auna presión de 200 bar(kg/mm2). Aplicando el cálculo ymétodos de la resistencia demateriales, de lo que no pode-mos exponer en este artículo,determinandose que producenuna tensión de 10 kg/mm2. Es-timandose la resistencia a la fa-tiga para ciclos de llenado

infinitos un 50% de la tensión derotura = 37 kg/ mm2 (74,37/2),estamos teniendo un cohefi-ciente de seguridad superiora TRES .

Conclusión

Los depositos hechos con estematerial son aptos para car-garse con seguridad HASTA200 BAR.

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73

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ZONA DE ROTURA

Fig. 1

Fig. 2 Xo=70cm

Xo=19cm

X1=52,5cm

A

X2=65cm

X3=78cm

X4=91cm

X5=104cm

X6=118cm

R=780,94kg

FUERZA(PESO) Kg

Fo=6,36F1=19,5F2=19,4F3=19,10F4=19,43F5=19,55F6=57,77

DISTANCIAAL APOYO

7052,50657591104118

MOMENTOKG x cm

445,21023,7512611489,801765,132033,206816,86

14.837,94

Fo

=6,

36

F6=

57,7

7

F6=

57,7

7 F5=

19,5

5

F4

F3

F2

F1

Fig. 3

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La nobleza del ACEROSir Henry Bessemer nació en Charlton, Inglaterra, un 19 de Enero de 1813 fue ingeniero,pionero de la siderurgia moderna e inventor del proceso Bessemer. Durante la guerrade Crimea inventó un proyectil de artillería muy eficaz, sin embargo los técnicos militaresinformaron que los cañones de hierro fundido de la época no eran capaces de resistir lafuerza de este nuevo proyectil. Bessemer se ocupó en resolver el asunto y así, en 1855,patentó un proceso para producir acero en cantidades industriales a bajo costo.

El término acero sirve comúnmentepara denominar en ingeniería metalúr-gica, a una aleación de hierro con unacantidad de carbono variable entre el0,03% y el 1,075% en peso de sucomposición, dependiendo del grado.Si la aleación posee una concentraciónde carbono mayor al 2,0% se produ-cen fundiciones que, en oposición alacero, son mucho más frágiles y no esposible forjarlas sino que deben sermoldeadas. El acero es un elemento aleado funda-mentalmente formado por carbón yhierro, es de entender que en las apli-caciones industriales y tecnológicasactuales suele ser combinado por otrosmetales los cuales le brindan propieda-des específicas como son el manga-

neso, cromo, molibdeno, como pig-mentos y catalizadores en aplicacionesde alta presión y temperatura.La proporción del acero es usualmentede máximo el 2% de carbón, en un98% de hierro, aunque la proporcióncomún es de 0.2 al 0.3% de carbón.Cuando se sobrepasa esta porción seda origen a aleaciones que son muyduras y difíciles de maquinar por lo cuales usual la elaboración de partes me-diante el colado en moldes, identificán-dose por este efecto acabadossuperficiales y hasta rústicos, sin em-bargo con el advenimiento de nuevas ymejores tecnologías se ha podido su-perar esta deficiencia ya sea mediantela micro fundición, fundición centrífuga,fundición modular...

No se tiene a ciencia cierta un indiciode cuál fue la fecha exacta de la elabo-ración de los primeros aceros, pero seidentifican productos elaborados deacero, en el año 3000 A.C., sin em-bargo los primeros aceros producidoscon características similares de calidadal acero actual fueron obtenidos por SirHenry Bessemer en 1856. El procedi-miento consistía en soplar aire a pre-sión en el fondo de la cuchara dondese colaba el arrabio, compuesto de hie-rro y gran abundancia de carbono. Elaire hace reaccionar su oxígeno con elsilicio, luego el carbono, seguidamenteel fósforo, los cuales son impurezas delhierro de la fundición. La reacción del oxígeno y el silicio esaltamente exotérmica, lo que hacía que

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el metal se siguiera fundiendo sin nece-sidad de gastar más combustible. El aire se inyecta a presión por la partede abajo del recipiente que tiene formade una cuchara abierta, y se detienehasta que surge una llama roja, la cualindica la oxidación del hierro, actual-mente este método también quedó endesuso. Aunque en 1878 Siemens tam-bién fue el primero en emplear electri-cidad para calentar los hornos deacero, el uso de hornos de arco eléctri-cos para la producción comercial co-menzó en 1902 por Paul Héroult, quienfue uno de los inventores del métodomoderno para fundir aluminio. En estemétodo se hace pasar dentro del hornoun arco eléctrico entre chatarra deacero cuya composición se conoce yunos grandes electrodos de carbonosituados en el techo del horno. Tras la segunda guerra mundial se ini-ciaron experimentos en varios paísescon oxígeno puro en lugar de aire paralos procesos de refinado del acero. El éxito se logró en Austria en 1948,cuando una fábrica de acero situadacerca de la ciudad de Linz, Donawitzdesarrolló el proceso del oxígeno bá-sico o L-D. En 1950 se inventa el pro-ceso de colada continua que se usacuando se requiere producir perfiles la-minados de acero de sección cons-tante y en grandes cantidades. Elproceso consiste en colocar un moldecon la forma que se requiere debajo deun crisol, el que con una válvula puedeir dosificando material fundido almolde. Por gravedad el material fun-dido pasa por el molde, el que está en-friado por un sistema de agua, al pasarel material fundido por el molde frío seconvierte en pastoso y adquiere laforma del molde. Posteriormente elmaterial es conformado con una seriede rodillos que al mismo tiempo loarrastran hacia la parte exterior del sis-tema. Una vez conformado el materialcon la forma necesaria y con la longi-tud adecuada el material se corta y al-macena.

Características

Como se dijo anteriormente las carac-terísticas del acero varían mucho enfunción de su composición pero en tér-minos generales se puede decir que elacero se aproxima a lo siguiente:

Densidad de 7850 Kg/m3Punto de función depende de laaleación pero se puede considerarlos 1500 C como un valor medio.Punto de ebullición de 3000 C

Es dúctil (maleable) y tenaz (resistenteal impacto) y por lo tanto tiende a serfácil de soldar. La corrosión suele ser uno de los pe-ores enemigos del acero ya que éstese oxida fácilmente, por lo cual es re-comendado protegerlo del contactocon el aire y la humedad mediante laaplicación de pinturas o tratamientossuperficiales, o en su defecto se lomezcla con cromo para evitar esteefecto (acero inoxidable).Es un buen conductor del calor y laelectricidad y tiene también una inte-resante capacidad de dilatarse apro-ximadamente 1,2*10-5 y es muysimilar al del hormigón por lo cual esuna razón más para usarlo en la cons-trucción.Actualmente, el proceso de fabrica-ción del acero, se completa mediantela llamada metalurgia secundaria. Enesta etapa, se otorgan al acero líquidolas propiedades químicas, tempera-tura, contenido de gases, nivel de in-clusiones e impurezas deseados. Launidad más común de metalurgia se-cundaria es el horno cuchara. El

acero aquí producido está listo paraser posteriormente colado, en formaconvencional o en colada continua.

El uso intensivo que tiene y ha tenidoel acero para la construcción de es-tructuras metálicas ha conocido gran-des éxitos y rotundos fracasos que almenos han permitido el avance de laciencia de materiales. Así, el 7 de Noviembre de 1940 elmundo asistió al colapso del puenteTacoma Narrows al entrar en reso-nancia con el viento. Ya durante losprimeros años de la Revolución In-dustrial se produjeron roturas prema-turas de ejes de ferrocarril quellevaron a William Rankine a postularla fatiga de materiales y durante laSegunda Guerra Mundial se produje-ron algunos hundimientos imprevistosde los cargueros estadounidenses Li-berty, al fragilizarse el acero por elmero descenso de la temperatura,problema inicialmente achacado a lassoldaduras.

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Buceo en Porto Galinhas"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidadcon que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicablesy personas incomparables".

Eran comienzos de temporada en la re-gión Nordeste de Brasil, más especifi-camente en Porto Galinhas, litoral dePernambuco; cuando los fuertes vien-tos del Nordeste comienzan a disminuiry a mezclarse con una suave brisa delOeste, conocida en la región como “te-rral”, viento que sopla de tierra hacia elmar por la mañana bien temprano yque transforma el bravo mar abierto, enuna calma laguna. Junto con éste, apa-recen los grandes cardúmenes de sar-dinas como grandes manchas de aguahirviendo que se desplazan de un ladoa otro por el ataque de peces de pasajeque aguardaron este momento tantocomo nosotros. Ese día me despertéantes del amanecer por las ansias queme carcomieron todo el invierno; ape-nas amaneció fui a la casa de Edy,amigo, compañero, ingeniero de pescacon más de 30 años de experiencia ymi mentor en este deporte. Allí nos en-contramos con Selito, salvavidas y an-tiguo pescador de la zona. Todos losequipos ya estaban en el gomón desdeel día anterior, así que solo fue empu-jarlo hasta la playa y salir en direcciónNordeste, íbamos observando el maratentamente para reconocer los ban-cos de sardinas, unos 20 minutos des-pués de la partida avisté el primero, ycomo estaba en movimiento por el ata-que de una gran cantidad de “serra”(Scomberomorus Brasiliensis) decidi-mos adoptar una técnica en la cual unodirige la embarcación al borde del car-dúmen mientras que los otros se equi-pan y saltan listos para disparar. El

agua se encontraba agradable, comode costumbre, con unos 28 grados yuna excelente visibilidad de 18 a 20metros verticales y unos 15 horizonta-les. Efectuamos nuestros tiros (Selito yyo), ambos conseguimos las primeraspiezas con unos 2,5 a 3 kg cada una einmediatamente nos subimos a la em-barcación para perseguir el cardúmenque se desplazaba errante y con prisa.Luego de algunas repeticiones me tocócomandar la embarcación y otros ban-cos de sardinas se nos cruzaron en elcamino, así que dejé a cada uno en uncardúmen diferente. Así pasó la ma-ñana y la tarde también, intercam-biando de puestos y persiguiendocardúmenes. No aparecieron otrospeces excepto un Bonito (EuthynnusAlleteratus) variedad de atún pequeño,pero que no me dio chance alguna porsu gran velocidad. Cuando ya estaba-mos regresando y como yo era el másinexperto y tal vez por eso, el más dis-puesto a seguir en el agua, al ver otrocardúmen dije: “Ahí, echenmé ahí”,ambos me miraron cansados, se son-rieron y me dejaron caer solo. Apenasentré al agua vi unos cuatro especíme-nes que atacaban frenéticos al inde-fenso y cansado cardúmen. Tomé elaire que pude y nadé rápidamentehacia ellos que se movían incesante-mente, intenté apuntarle a uno que sedirigió inmediatamente hacia el otrolado, giré sobre mi propio eje para bus-car alguno de los otros pero ya se ha-bían dispersado y a mi no me restabamucho aire para perseguirlos, así que

me dirigí hacia la superficie, unos 15metros arriba de mi cabeza, pero siem-pre observando hacia abajo. Cuandoestaba llegando a unos 5 metros de lasuperficie, desde el fondo vi una man-cha que subía directamente hacia micomo si yo fuera su presa, inmediata-mente lo reconocí, era un Bijupira oCobia (Rachycentron Canadum) deunos 8 a 10 kg que típicamente me en-caraba con su particular curiosidad; sa-biendo que si lo perseguía, él se alejaríay que tal vez no tuviese una segundachance, fui subiendo muy despaciopero apuntándole y cuando lo tuve adistancia suficiente le disparé un mediode la cabeza un tiro certero y definitivo.Para asegurarme lo tomé por las aga-llas, le clavé mi puñal en el punto apa-gador y subí gritando a miscompañeros de alegría, riendo de mipersistencia que era mi mayor virtud yla razón por la cual podía compartir mipesca con tan expertos cazadores.Nuestro día fue muy fructífero, ya querealizamos entre los tres unas 35 cap-turas de entre un kilo y medio y cuatrokilos y medio, además de mi “Beiju”que pesaba 9,3 kg. Al final del día muy cansados pero feli-ces, retornamos a la hermosa playa dePorto Galinhas con 87 kg de pescadoya limpio que, en su mayoría, entrega-mos en la pescadería y nos fuimos adar mantenimiento a los arbaletes(armas de elásticos) que ya tenían susnailon cansados de tanto tironéo; acomer y descansar para recomenzar aldía siguiente.

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Por Juan Cela

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Page 24: Shark en acción

Mi debutEstimado lector, el relato que pasarán a leer es ni más ni menos que mi primer expe-riencia con la reina de la caza menor, y la dura experiencia vivida, que marca a fuegola diferencia entre la teoría y la cruda realidad.

Hasta mañana!!!, me decía Gustavo almomento de cortar la comunicación, lahora convenida para que me pasen abuscar eran las 11 de la mañana, de ahíhacíamos una parada más donde su-biría Eduardo y pondríamos rumbohacia la Ciudad de Dolores.Antes de subir a la autopista paramosa cargar combustible, llenar el termo ynos preparamos para un viaje que entreanécdotas, comparaciones de balinesy velocidades, transcurrió sin sobresal-tos. La ruta 2 estaba con bastante tran-sito, ya que el fin de semana tenía buenclima pronosticado. Ya en la Ciudad deDolores, pasamos a buscar al guía, úl-tima carga de combustible y a la rutanuevamente, en unos 15 minutos llega-mos al campo.Por fin!!!, ya eran las 3 de la tarde y laspiernas, las ansias y “el bagre” nodaban más. Sin pérdida de tiempo nospusimos a preparar lo que sería nuestrocampamento base, nos ubicamos enun hermoso bosquecito de eucaliptos,que no solo nos dio una reparadorasombra sino que además nos proveyóde leña para hacer fuego. Mientras ata-cábamos sin piedad al salamín y al pa-tegrás, pusimos a punto el equipo,regulamos mira, realizamos disparos adistancias variadas para el cálculo delos “dot”; recargamos los depósitos delos pcp con los infladores. En el morral,Eduardo y Gustavo pusieron un par debolsas, una botella de agua, ganchovizcachero, cuchillo y por supuesto lalinterna que en este caso y a modo de

filtro le adosaron un celofán rojo, apa-rentemente no molesta tanto a los bi-chos ese color.Mientras preparábamos el equipo, alguía le suena el celular y habla con al-guien; a los pocos minutos nos diceque hay cambio de planes, tenemosque dejar el auto y caminar, están tras-ladando ganado entre lotes y lo mejores no incomodarlos con el ruido delauto ya que hay vacas preñadas y po-drían asustarse. No hay problema mu-chachos!!!, nos dice el guía, lavizcachera esta acá cerquita!. El “acácerquita”, eran unos mil quinientos me-tros de donde dejamos el auto. Yo, pri-merizo en estas lides de la caza de lavizcacha (me había leído todo lo quepasó por mis manos: que apostado,que recorriendo las vizcacheras, que elfrío, que el calor), decidí agregar algode confort para pasar la noche: unamini parrilla, pava, un bidón con agua yel equipo de mate completo; todo a lamochila.¿Todo eso vas a llevar?, me preguntóel guía mientras no podía disimular unasonrisa; Siii!!!, si vamos a estar lejos esmejor tener alguna provisión no te pa-rece?. Bueh!, fue la respuesta del guía,¿Nos vamos?, está anocheciendo yhay que caminar un tranco… Ya arran-camos mal, entre la mochila, el infladory el rifle no daba pie con bola, le pasoel inflador a Eduardo y seguimos cami-nando en fila india bordeando el alam-brado con destino a la primertranquera.

Listo, el guía pone el candado para evi-tar que el ganado se escape del lote yseguimos, todo bien por unos 50 me-tros hasta que mi pie izquierdo no en-cuentra fondo y PLAFFF!!!, quedodesparramado en el suelo como unbaldazo de agua, el SHARK PCP bolódos metros delante de mí y la mochilase me subió de golpe por la caída, gol-peándome la cabeza y haciendo que lanariz se me estrelle contra el suelo, mipie había encontrado una cueva de pe-ludo, providencialmente no muy pro-funda.¿Estás bien?, dijo el guía con ciertaobligación y aguantando la risa,cuando me levanto y me ven la carallena de tierra ya no se puede aguantarnadie, un coro de carcajadas hace quese me olvide de inmediato el dolor demi orgullo herido y me sumo a la risageneral, mientras mis amigos me ayu-dan a recomponerme y acomodamoslas cosas en la mochila, el guía noshace señas de que no perdamostiempo y sigamos camino. Entre gasta-das y risas, llegamos a las vizcacherasa tiempo para hacer un breve recono-cimiento visual antes de que el atarde-cer deje paso a la noche.Debido a la caída me molestaba el to-billo, por lo que decidí que cazaríaapostado. El guía me llevó hasta unosárboles que distaban unos 40 metrosde la vizcachera donde podía guare-cerme con tranquilidad. Me retire unosmetros para hacer un par de disparosde prueba y así verificar que el golpe

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Por Diego Mena

con las vizcachas

Page 25: Shark en acción

que recibió mi Escualo no haya afec-tado su precisión, por suerte solo teníaun poco de tierra, y los corchos en elposte volaban en el primer disparo.Ya más tranquilo, me despedí de losmuchachos mientras ellos se retirabanal otro extremo de la vizcachera, lamisma era enorme, las últimas lucesdel día hacían unas sombras un tantoextrañas en este paisaje que de no serpor las plantas, parecería un paisajelunar de tantos agujeros y ondulacionesformadas por el incesante trabajo delas vizcachas. Sin hacer ruido monté lalinterna Led y su remoto, de esta ma-nera al estar en soledad el proceso dealumbrado es mucho más sencillo.La noche trae un descenso de tempe-ratura que no llega a incomodar peroque dice presente con firmeza, y alpoco tiempo ya se empieza a escucharel griterío, tímido y espaciado al princi-pio y ya al poco tiempo ensordecedor.Cada tanto hacía una recorrida con lalinterna y la cantidad de “puntitos rojos”iba en aumento pero ninguno a una dis-tancia segura de disparo, aún con lacerteza de que nuestros SHARK cuen-tan con potencia sobrada no queríaarriesgar un tiro sin tener blanco se-guro, hasta que…Ya estaba apagando la linterna cuandovi de refilón un par de ojos casi en elborde de la vizcachera, esta es la míapensé, me acomodé entre las ramasesquivando algunas espinas y encaréhacia donde había visto ese par depuntos rojos, prendí la linterna y los vi

claramente a través del lente de la mira,un instante antes de soltarle el disparoel animal se esconde, espero un pocoy prendo nuevamente la linterna, la cu-riosidad le había ganado y el vizcachónasomó el cuerpo un par de pasos fuerade la cueva, PAFFF!!!, el SHARK pegael primer grito de la noche y el vizca-chón queda en el lugar, como puedocorro hacia él no sin cierto temor deque el animal se encueve, pero ni bienllego me doy cuenta que la corrida fueinnecesaria. Pagué un alto precio por lacorrida, el tobillo, resentido de la caídaempezó a doler cada vez más, ren-gueando, dolorido pero muy contentoregresé a mi escondrijo con la pieza co-brada. Unos minutos más tarde se es-cucha a lo lejos el inconfundible sonidode los Shark de Gustavo y de Eduardo,y media hora después el mío agrandala cuota con una mediana.Ya a eso de la 1 de la mañana llegan losmuchachos, Eduardo con 4 y Gustavocon 3, pero que pesaban por 5, los viz-cachones le llegaban de la cintura alsuelo de lo grandes que eran, el can-sancio no podía sacarle la sonrisa de laboca a mi amigo. Como pude fui me-tiendo las cosas en la mochila, y lenta-mente, cansados y contentosemprendimos el regreso hasta el auto.Con lo que me quedaba de orgullo ca-miné ahogando palabrotas, no solo lle-vando el equipo que nunca usé, sinoademás cargando las dos vizcachasabatidas. Mi “previsión”, tuvo un altocosto, una caída que le puede pasar a

cualquiera se agravó por el peso adi-cional que cargaba en la mochila; ade-más no me di cuenta de usar la linternaauxiliar que había comprado una se-mana atrás, de tal modo que si veía elpozo lo hubiera esquivado sin mas trá-mite.Como se habrán de imaginar, nuncamás llevé equipaje en exceso ya quesalvo que se haga noche en el lugar, loúnico que se logra es cargar kilos demás en la espalda.Pero no todo tiene un resultado nega-tivo, mientras termino este relato dis-fruto de un exquisito escabeche,regado de un muy rico vino tinto.

Estimado amigo, advertido estausted, lleve estrictamente lo necesa-rio a la hora de caminar y reparta lacarga equitativamente entre los par-ticipantes, y, si ese pozo se cruza ensu camino, linterna de por mediosolo será una anécdota de la salida.

Hasta la próxima…

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Page 26: Shark en acción

Muchas personas al comprar unarma, obtienen una falsa sensa-ción de seguridad pensando queya es suficiente con tener el armapara protegerse a si mismos y asus seres queridos.

Es recomendable tomar clasessobre tiro defensivo con un ins-tructor calificado, que no solo loentrene en la manipulación efi-ciente del arma, sino que lo hagatomar conciencia de los aspectoslegales que conlleva tener y usarun arma en legítima defensa. Asítambién que le enseñe sobre los

procesos que sufre el organismobajo la presión a la cual se some-tería en un enfrentamiento armado,además inculcarle que no es unjuego y la posibilidad de que elagresor lo impacte, es una variableque debe tener en cuenta comotambién la posibilidad de distinguirlos objetivos y a veces no disparar.

Existe un gran numero de instruc-tores que dedicaron mucho tiempoa perfeccionar un método y luegode ello lo tomaron como “doctrinaúnica e inapelable”, no evoluciona-ron ni se adaptaron a los cambios

del mundo, de la sociedad e in-cluso, de los delincuentes.

Es fundamental la apertura mental,replantear y evolucionar en aspec-tos metodológicos, legales, técni-cos y otros temas vitales.

Los instructores por ser multiplica-dores al transmitir a otros, debenhacerlo con humildad, dejando delado el ego y no creer que lo quese enseña es la última palabra.Invierta en conocimientos, en ca-pacitación; el no hacerlo puede re-sultar caro.

Comprar un armaAprendizaje - Seguridad

consulta a [email protected]

Page 27: Shark en acción

Un tirador comentó (ante la ola deinseguridad) que si alguien sal-taba a su jardín (con una cercamuy baja), con un arma y por lanoche, no dudaría en “bajarle” elcargador. Asistiendo con la ca-beza algunos que escuchabancon atención, parecían dar razónal ejemplo. Pero como no pudecon mi genio, comenté, suponga-mos que usted, luego de su hora-rio laboral, tiene que pasar aretirar una cantidad de dineroconsiderada que le adeuda un fa-miliar por ej. por la venta de un

automóvil y por ser invierno ycomo oscurece temprano, selleva su arma de la cual posee te-nencia. Al regresar a su casa, dejael auto en el garaje y al dirigirse asu casa, nota que dos “sujetos” loestán siguiendo y observa queuno de ellos, extrae un arma.Usted se apura, dobla la esquinay al ver un jardín con una cercabaja, la salta, se esconde entre lasplantas y prepara su arma anteuna posible agresión. El dueño decasa ve sus movimientos, y pre-gunto?

Es correcto que le “baje” el car-gador a usted por suponer unriesgo?.

En situaciones como la planteadade acuerdo a como actúe, está alborde de perder la vida o la liber-tad.

El tema no es perder ninguna delas dos cosas, es por ello que hayque capacitarse para este tipo desituaciones, y usar el sentidocomún, que como dicen, es elmenos común de los sentidos.

No todo se arregla a los tirosAprendizaje - Seguridad

consulta a [email protected]

Page 28: Shark en acción

Carne de cazaCocina de campaña

La caza se divide mayor y menor. La mayor son

las piezas gran porte y entre la caza menor en-

contramos: conejos, liebres, patos, vizcachas...

La caza mayor de pelo se refiere a piezas que

pueden ir desde los jabalís, los corzos o cier-

vos, etc. Son carnes mucho menos grasas que

por ejemplo el cerdo (por su similitud con el ja-

balí) pero es una carne más intensa. Hay otro

tipo de carne de caza menor, en este caso son

piezas de pluma, es decir las aves. Suelen ser

las más protegidas, en especial por los vuelos

migratorios y por lo tanto más difíciles de poder

cazar. Hablar de caza a veces puede ser poco

popular, pero si hay algo claro es que el hom-

bre es cazador por naturaleza, a la par que re-

colector, también necesitaba cazar, en especial

por el aporte calórico de este tipo de carne.

Con la misma diferencia que hemos hecho an-

teriormente podemos aprender a cocinar la

carne de caza de la siguiente manera: Por un

lado la caza de pluma. Sí, nos referimos a las

aves, son animales que contienen proteínas de

muy alta calidad, así como grandes cantidades

de hierro, zinc y vitaminas. La cantidad de

grasa que tiene la carne es muy baja, incluso

menor que la que tiene la ternera y muy pare-

cida a la cantidad que contiene un pescado

azul. La caza menor se cocina despellejando

o desplumando la pieza, se orea unas horas y

se marinan para transformar algunos aromas

que puedan ser más fuertes. La caza mayor de

pelo también se despelleja y se orea, o incluso

se puede llevar a envejecer durante unos días.

Después se marina en una mezcla de vino,

hortalizas y hierbas aromáticas y se cocina. Las

aves de caza tienen una carne más magra que

las aves domésticas, tienen un sabor más

fuerte en especial si se dejan orear durante

un tiempo (unas horas o un día). Se limpian

como cualquier otro ave, no requieren un

cuidado especial, lo único que en este caso

hay que partir de cero, y las que compramos

en el mercado por lo general ya vienen evis-

ceradas y desplumadas. Después ya de-

pende de la técnica que queramos emplear

pero se pueden hacer asados, guisos y es-

tofados. Estos serían los platos más frecuen-

tes, en especial porque tienen que ser

cocinados de forma prolongada para ablan-

dar la carne. Al tener menos grasa esto in-

fluye también para la ternura de la misma.

Page 29: Shark en acción
Page 30: Shark en acción

Paella primaveral de verduras¿Pensaste que todas las versiones de paellas llevaban carne y mariscos? ¡Pues no!Porque los días de sol comienzan a aumentar, la necesidad de algo fresco y rico es laopción que podés cocinar en este día, para compartir en un almuerzo o cena.

Si bien entre los ingredientes se encuentra el caldo de pollo también puede ser remplazado por el caldo deverduras, evitando así todo contacto con la carne, transformándose en una exquisita versión vegetariana.

Tiempo de elaboración 60 minutos - Para 4 porciones

Ingredientes

• 4 alcauciles chicos, partidos en 4 y hervidos• 300 gramos de zanahoria cortada en cubos• 240 gramos de zapallo cortado en cubitos• 240 gramos de papa cortada en cubitos• 1 taza o lata de arvejas• 1/4 de taza de aceite de oliva• 2 dientes de ajo picados• 1/4 de taza de perejil picadito• 1 cucharadita de azafrán• 1 cucharada de pimentón• 1 cebolla finamente picada• 1 tomate pelado y picado en cubos• 2 tazas de arroz• 1 taza de vino blanco seco• 4 tazas de caldo de pollo o verdura• 1 lata con espárragos partidos en trozos de 3 cm• 1 lata con garbanzo escurridos

Cómo preparar paella de verduras primaveral

1. En una cacerola con un poquito de oliva saltear el alcau-cil, la zanahoria, el zapallo y las papas. 2. Tapar y dejar cocinar dos o tres minutos.3. Picar el ajo y agregar junto con el pimentón y azafrán. 4. Volcar una taza con agua caliente, tapar y retirar el fuego.5. En la paellera o sartén con aceite de oliva, freír la cebollahasta caramelizar, agregar la mescla de la olla, el tomate, elarroz y perejil.6. Añadir el vino, el caldo de pollo o verdura y cocinar hastaque el arroz este al dente. 7. Bajar el fuego y agregar los arvejas y espárragos, retira elfuego. 8. Tapar y dejar que se absorba el líquido. 9. Condimentar o no, vos ves...10. Si acompañan con vino blanco, sugiero el mismo con elque se cocino, claro, pero, bien fresco...

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Cocina de campaña

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