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Sinfonías Marinas

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Sinfonías Marinas es un conjunto de poemas escritos por Cesarismo

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Page 1: Sinfonías Marinas
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César Palominos

Sinfonías Marinas

Page 3: Sinfonías Marinas

César Antonio Palominos Zúñiga, nació en San

Vicente de Tagua-Tagua, Provincia del

Cachapoal, Chile, en 1988. Profesional y Docente

del área del turismo y la cultura. César ha

incursionado en las letras de forma amateur

ganando algunos premios de cuentos y poesía.

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Índice

Sinfonías Marinas............................................................................................................................. 5

Pido a Dios ...................................................................................................................................... 6

Rumor De Ballenas .......................................................................................................................... 8

El Aire Sopla Poemas Escondidos ..................................................................................................... 9

Curanto .......................................................................................................................................... 11

La Luna .......................................................................................................................................... 13

Óleo y Poesía ................................................................................................................................ 15

Salares Del Altiplano ...................................................................................................................... 16

Nada ............................................................................................................................................. 18

Sereno ........................................................................................................................................... 19

Momento ......................................................................................................................................20

Ritual de Pena ............................................................................................................................... 22

Un Amor ....................................................................................................................................... 24

Sinónimos ...................................................................................................................................... 26

La Soledad de Agosto .................................................................................................................... 27

Sinfonía del Pueblo ........................................................................................................................ 28

Te Amo .........................................................................................................................................30

Aromas de la Tarde ....................................................................................................................... 32

El Niño Que Fui ............................................................................................................................ 33

Sandra ........................................................................................................................................... 36

Caen Los Sueños ............................................................................................................................ 37

Ríos Enjutos ................................................................................................................................... 39

Vocabulario de Litoral ................................................................................................................... 42

Poema al Niño en Tus Ojos ........................................................................................................... 43

La Memoria De Las Flores ............................................................................................................. 45

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Sinfonías Marinas

En ciertas islas de misterios y tesoros

he dejado enterrado baúles de caoba y marfil.

Mil llaves y cerrojos,

tres metros bajo tierra y un sol abrazador.

He puesto treinta poesías prohibidas,

palabras pestilentes e infecciosas.

lunas de noches promiscuas y obscenas.

He dejado sueños incumplidos, ya sin ánimos de empezar.

Piel seca, escamas de un corazón rastrero que decidió ser serpiente.

Sutiles notas de amor bajo sinfonías marinas,

arena, besos y estrellas nostálgicas.

Las voces distantes de mi temerosa niñez,

horas calaveras tras computadoras y binomios

eran un rumor de astigmatismo,

somnolencia y pereza, ensimismamiento y depresión.

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Pido a Dios

Pido a Dios por un sólo milagro,

una única señal de existencia.

Un regalo de adoración como un libro sagrado,

un mensaje de amor eterno,

claro como luz de esperanza,

sabio como un erudito embriagado de amor,

frágil como el alma de la guerra,

delicado y noble como gusanos de seda.

Un himno sin tantas complicaciones y eufemismos,

sin parloteos introductorios ni finales felices.

Una regla de vida que tatúe el infinito.

Un poderoso vendaval que configure nuestra esencia,

que reforme el alma del odio y de las peleas.

Que borre para siempre injusticias y el hambre,

la cólera y la venganza.

Que siembre sueños en praderas inagotables

y que riegue arboledas de inalcanzables quimeras.

Probablemente las palabras ya estaban escritas

en coranes y biblias, vedas y torás.

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Pero lo borraremos todo y dejaremos lo esencial.

amémonos los unos a los otros

velando por aquellas cosas que nos permite vivir.

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Rumor De Ballenas

Esnorqueleando bajo mares prístinos de bivalvos y gastropodos,

sumerjo mi alma en arcoíris de peces, rondas de cardúmenes,

fulgor de un sol marino.

Soy un pez doncel de las aguas, niño de branquias, ágil sireno,

he viajado en manadas de ballenas, amigas de los cantos y las sinfonías.

Viajé eternidades de kilómetros buscando comida,

advertí aguas polares y antárticas, costas atlánticas,

golfos, estrechos, penínsulas y observé tierras de fuego.

Fogatas de espíritus de hombres olvidados, amigos de mis ancestros.

El concierto de cetáceos en la vastedad de océanos

repite tristemente un hondo pesar, reminiscencias de tiempos de oro

donde Poseidón imperaba en los sietes mares cartográficos,

en las cuatro direcciones de los vientos náuticos.

Todo ha cambiado, un susurro de muerte azota como un vendaval,

inanición, ahogo, caza, calentamiento global.

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El Aire Sopla Poemas Escondidos

Los países celebran a sus cuentistas,

cronistas, prosistas, a sus grandes relatores

de historias fantásticas o comunes;

describen el mundo con ojos de paroxismo

con aromas de cedrón y menta.

El mundo es una pequeña fabula de amores y melancolía,

de olas rabiosas y refrescantes rocíos,

de minerales cromáticos y noches botánicas.

No en vano la historia es cíclica como el viaje de

las aguas desde la tierra al cielo.

Yo nací separado del mundo por una

geografía erizada, altos picos de algodón,

cincuenta colores del desierto, de fiordos eternos y prístinos

y una estepa blanca de mantel bordado.

En mi patria nacieron poetas como musgos

de rocas siemprevivas y fértiles.

Polen esparcido por Alonso de Ercilla.

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Es mi tierra inspiración infinita,

es una ventana para observar el mundo,

es un altar antropológico,

una cornisa de reflejos marinos.

El aire sopla poemas escondidos,

aquello es el secreto de Chile.

El país de grandes olas trae rumor de versos,

mi patria de árboles edénicos tiene tatuada la mano de Dios.

La patria de minas fecundas regala gemas y trovas.

Chile es la poesía hecha país.

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Curanto

Las entrañas de la tierra se abren para recibir al hombre,

el hombre que fue parido por la tierra

se reencuentran las manos de barro y maíz,

los sordos vientos del sur, las extensas estepas patagónicas.

Todos reunidos en las piedras de fuego y cáliz,

ardiente aroma del río Baker y de los fiordos perdidos.

Las leñas, árboles inmaculados de musgos, líquenes y helechos

alimentan una a una las sigilosas piedras australes.

La tierra envuelve los pasos gigantes de kawéskar y Selk-man

dueños de incendiarias manos, dueños de la lunas magallánicas,

dueños de canoas taciturnas, coigües que flotaban a la deriva.

Aún se oyen sus ecos inertes, sus voces enmudecidas de archipiélagos e istmos.

Los mariscos septentrionales son traídos a la olla de tierra,

a la comunión de los hombres y la pachamama, canto del fin del mundo.

Bailan frenéticos los choros, cholgas, almejas y gambas;

se suman las jaibas, las papas y longanizas.

Toda la mesa quiere estar ahí, llegan corriendo habas y las arvejas

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carnes, chapaleles y milcaos.

Todos listos y las hojas de pangue coronan la festividad que es sepultada.

Es momento de los cantos y el vino,

se lucen los acordeones y se levantan las boinas al viento.

Pronto llegará a las bocas de los hombres hambrientos

la trinidad de piedras, tierra y mar.

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La Luna

Viajera del mundo,

diosa satelital y dorada.

Eres la luna,

tímido rostro escondido tras los pinos del monte.

Sol de la noche callada,

eres misteriosa y pálida,

eterna guía de las carabelas y sus tesoros.

Madre que amamantas las constelaciones lejanas del sur,

madrina de las patrias dormidas y quietas.

De los campos infinitos, de las sierras y

de villorios cargados de sueños florecientes de los humildes.

Ah luna, sol de la noche y perla de los mares furiosos,

te bañas en los vaivenes de las olas erráticas.

Besas los labios de marineros y de proas,

enamoras buques o fragatas,

artesanos del mar o cazadores de ballenas.

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Encanto de centinela, eres fulgor de brisas y escarchas.

Las medusas bailan frenéticas

al compás de las sinfonías marinas.

Los escafandristas y los peces tejen arpilleras

de nubes entrelazadas, esencia del mar.

Llenas de florituras y filigranas mis cantos,

madre de las musas, eres la memoria del pueblo y sus luchas.

Enardeces los valles y vendimias,

llenas la noche, tú,

lucero de fuego, durmiente de día.

Ah luna, alga constelada,

eres la cosecha del día, el descanso del trabajo.

Déjame dormir en tu paz infinita.

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Óleo y Poesía

La poesía es un cuadro pintado de letras,

una amalgama de color crepuscular.

Éxtasis de trementina, tu figura recorre

los aires de frases testamentales.

Y viajan las palabras impostoras

en los cielos, mares y prados

de pinceladas volubles del óleo.

Me pone triste, pero sin sentido,

no cabe tanta tristeza en estas paredes

de retazos imperfectos, colores de trompetas funerarias.

Pasa la vida despacio en las acuareladas arterias de mis días.

Las horas son enormes bloques de cemento,

esculturas berlinesas de frío y agravio.

Besos en las aceras de plomo y de pastel.

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Salares Del Altiplano

Los aires salinos de tus labios

son arrecifes plagados de peces mosaicos.

Un estrecho anfibio de duraznos maduros,

siembras de tristeza y abedules.

Tu sombra inerte es un espantapájaros desierto

en las mazorcas del verano,

un silbido matutino de las aves perennes

que visitaban mi estero.

Tu sonrisa de niño, tu traviesa mirada

fueron ecos marinos en los manglares de mi alma.

Fuiste luna al dormir, fuiste lucero del alba,

haz llenado cada rincón que me habita

con tus alas doradas.

Sin ti mis ojos son artistas y

pintan la vida de naturaleza muerta:

jarrones, flores secas, peras y manzanas.

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Sin ti no se escucha el castellano y

el acento del mayflower abarrota cordilleras.

Domingos eternos,

salares del altiplano,

-los días sin ti-.

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Nada

El dolor del alma es una espada de vidrio.

Son rosas asfixiadas

que nacieron del amor.

Son cuarenta cucarachas voladoras posadas en la mirada,

Días eternos plagados de nadie,

ebrio de pena y resignación.

La rutina es salida para olvidar los silencios perennes del descanso.

Dormir se vuelve un respiro mental,

un baño de acuarela turquesa

en mis ojos de sepulcro.

No queda nada en la habitación secreta,

Nada de torrentosos ríos, ni frías esperas,

no hay nada

ni poesías de amor,

ni griteríos o arrebatos.

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Sereno

Por alguna razón u otra

siempre vuelvo a ti.

Vuelvo como vuelven insistentes las olas en la orilla.

Vuelvo como vuelve el sol de amanecer.

Porque cuando la tranquilidad da sosiego,

las noches caen lentamente en su letargo de colores.

Y tus manos de romero vienen a calmarme el alma

a devolver el amor al lugar en que reinaba.

Insisto en que robarte un beso

es hacer que florezcan los desiertos

es llenar de hortensias los rascacielos

es clavar dos azucenas en tus pupilas de misterio.

Desde este punto te amo,

uno mi rio a tu cauce.

Despejaré una a una las piedras del camino.

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Momento

Fuiste sólo un momento,

un momento cargado de intensidad.

Una brisa marina en mi alma ligera.

Llenaste de nardos

los caminos serpenteantes.

Fueron tus manos,

manos etéreas en mis pechos.

Un minuto constante de vida,

un silbido lejano en el viento.

Y te quedaste,

te quedaste clavado a mi alma

como raíces profundas de la tierra.

Como luces de la Aurora…

Y yo nacía, renacía de las cenizas;

de la muerte pestilente,

de la rabia,

de la cólera.

Page 21: Sinfonías Marinas

Y como te amaba mi corazón de oro,

como te besaba,

como te temía.

Tu zarpazo de fiera derribó murallas.

Naufragio de pirata

cortaste las rosas rojas,

acabaste con todo.

Lapsus matemático,

ciclón de ajedrez.

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Ritual de Pena

Un ritual de pena en esta fría habitación

todo está tan quieto y en su lugar.

Inquebrantables,

me observa un rosario, ese señor Siddhartha

y la virgen morena.

Sólo pido que la tristeza se esfume,

como se van las lluvias de septiembre,

como se van los años de mocedad.

Y que se queden los nuevos aires,

las flores de primavera,

los manzanos y los cerezos en flor.

Estoy tan cansado…

como si hubiese recorrido el universo contigo.

Quizás,

sin movernos nuestras almas divagaron en rincones interestelares.

Persiguiendo torpemente estrellas fugaces.

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La desnudez de tus labios,

eran dos pequeños ibones de arrebol,

eran zafiros desafiantes a mi sed capital,

al éxtasis del fuego insaciable de mis besos.

Daría toda esta inspiración nauseabunda,

si arrebataran las bombas de recuerdos que plantaste aquí.

Si drogaran y adormecieran esta alma devastada y azul.

Que se vayan los demonios,

que se vaya la esperanza de aquí.

Que se vaya el odio y el rencor.

Den paso al consuelo, al alivio, al soplo de vida.

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Un Amor

Tu amor de cogollos en besos,

tu amor de flora rebosante de espesura.

Un amor en las planicies de la pampa

y contadas caracolas en tus ajuares.

Un amor, que es más que amor,

es un brote tímido y solitario en el desierto,

un rastro de largas caminatas en la arena.

una panacea olvidada para los males del mundo.

Un amor que revierte los viejos karmas,

que trae color al grave negro

del luto y el llanto.

Un amor tan simple como el agua de los ríos,

como la copa de un brindis de año nuevo.

Un amor, regalo de la tierra y de los pinos del Cachapoal,

yo por ti, iría a la frontera amor;

al horizonte inmutable de los Andes,

Page 25: Sinfonías Marinas

a las raíces inertes de las pampa y la puna.

Te seguiría corriendo por los valles y puertos que fundaron los hidalgos.

Porque tu amor crece como la luz de la aurora,

como los rascacielos del Santiago desorbitado.

Crece sin rumbo y sin parámetro

como la sonrisa inesperada que nace de mi boca.

Desde esta cama que te espera y te abraza,

pronuncio tu nombre que se tatuará en mi frente

como arado que surcará la tierra y traerá los frutos a la mesa.

Un nombre que ni el viento olvida,

ni las olas olvidan,

un nombre de santo flechado

a quienes me días acompañarán.

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Sinónimos

Hay sinónimos que vienen de parientes olvidados.

Leerte es sinónimo de viajar,

y viajar es rozar con vehemencia tus labios escarlatas.

El amor es lo mismo que florecer

y tu alma florece incesante en las noches australes.

Yo no quiero semejarte a las palabras,

sólo quiero embotellarte en la poesía artesana

de mi boca.

Cuando tú hablas amor, se escuchan de tus labios

la orquesta primaveral cargada de mil besos que me esperan.

y estos besos,

estos besos son eclipses estelares.

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La Soledad de Agosto

Estar sin ti es una espera inmutable

es ver descomponerse las rocas,

es ir por el mundo no apreciando la belleza

de las noches y las estrellas.

Hoy despertó la mañana con una lluvia gris,

y te veo a mi lado en los espejos que forma el asfalto,

en los ojos inocentes del niño caracol que fui;

en el pichón que visitó mi ventana

en el frío cercenado de agosto.

Y como cuenta gotas caen las lluvias,

en el crepúsculo oblicuo de las siembras de cemento.

Las soledades abundan y revelan tinieblas

en la poesía afónica de mis palabras.

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Sinfonía del Pueblo

Heme aquí

con la multitud,

en los terminales del pueblo,

en sus centros comerciales,

en las fiestas religiosas.

Caminan las masas apabulladas

repletas de nada,

ebrias de problemas,

almas hirsutas con la esperanza como estrella,

caminantes moldeados por los zarpazos de sus hermanos.

Heme aquí

bajo la lluvia que escurre en sus pieles de cárceles,

en sus tejados de cuadernos desertados,

en sus manos agrietadas por la mina y el cemento.

Y lloran a gritos las ollas vacías del bifé

y la enmudecida sombra de aquel árbol navideño.

Page 29: Sinfonías Marinas

El pueblo,

la gente humilde,

los de ojos taciturnos,

los de corazones de fierro forjado;

Aquéllos de sonrisa fácil que tienen el horizonte por alcanzar.

A uds les recito mis versos,

a uds quiero alimentar con mis palabras colmadas de miel y avena.

Todos juntos tejeremos las arpilleras del porvenir,

todos unidos nos mantendremos fuertes como los robles de Aysén,

como los peces y sus bailes doctos de azul.

Imitando el trabajo de las abejas y sus colmenas,

las estrategias valerosas de la hormiga y las garras furiosas del jaguar.

Llenaré de topacios y rosas sus caminos,

Alumbraré sin vacilo cada paso que enfrenten

cual radiante supernova en su día final.

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Te Amo

Te amo, y no me cansa el sonido de las palabras en mi boca.

Te amo,

te amo constante como el día que florece jubiloso

al ver pasar la noche entre tus brazos.

Me regalas al alba un beso constelado

y una sonrisa cargada de paz y ternura.

Con eso llenas cada rincón de mi alma

y el invierno detiene su espada fría.

Antes de amarte todo parecía inerte,

los otoños se perseguían en una carrera sin fin.

Equinoccios rutinarios,

que envejecían los relojes que me vieron y no vi venir.

Sin embargo, hoy el sol nace de una camilla de aurora

los rayos que florecen me parecen gardenias de octubre.

Y cada paso que tomamos,

le dan cien vueltas al mundo.

Page 31: Sinfonías Marinas

Hoy grito ¡TE AMO!, desde estos islotes de mi patria insular.

Quiero verte reír por siempre, con tus ojos terrales de enero.

Quiero quedarme en tu pecho como enjambre de peces

dispuestos a volar.

Quiero surcar el universo de la mano contigo,

enardeciendo a la primavera con tu canto y guitarrón.

Divino el día que me trajo a ti y a tu arrebato,

a tus besos doctorales que concibes para mí.

Page 32: Sinfonías Marinas

Aromas de la Tarde

Dejadme preocuparme del cielo y de las amapolas,

dejadme bordar las nubes con los hilos de tus cabellos.

Dejadme ver con mis palabras las cosas que el día ofrece en tu ausencia.

Te daré praderas cultivadas de mi patria escondida tras las montañas.

Te traeré agua de ríos que bañan las uvas coronadas de los montes.

Ofreceré una copa de vino por aquellos que formaron el angosto territorio.

Aquí los aires huelen a zanahorias silvestres,

a cebollas de septiembre y frutillas terrestres.

No hay noches sin aromas de cocina en mi tierra de huertos y vendimias.

Las tardes son de azahares y rocíos de naranjas.

Page 33: Sinfonías Marinas

El Niño Que Fui

Estos versos fueron regalo de un sueño apacible

después de un día tormentoso.

Pude apreciar los recuerdos más prístinos de mí infancia,

aquellos que sólo guarda el subconsciente con celo y bajo 7 llaves.

Era yo, ese niño de pelo negro,

despierto como paloma planeadora.

Era yo, buscando aquella pálida señora de manos fuertes,

dama de ojos de madreselvas,

te buscaba mamá entre la multitud de una plaza,

y venías tú, callada en busca de mis brazos.

Venías sin ánimos de interrumpir mi búsqueda frenética,

con una sonrisa esbozada en tu rostro de seda.

Y yo, ese niño asustadizo que miraba y miraba

y finalmente te veía,

corrí a tus piernas,

- larga mujer despeinada -.

Page 34: Sinfonías Marinas

Crecí entre primos que parecían tíos

y entre ríos de estaciones mediterráneas,

Bajo parrones y ave Marías,

bajo la inmutable compañía de mi hermana Ximena.

Recorrí colegios vacíos esperando llegar a casa,

los pizarrones y las tizas, eran mis juguetes,

los libros, revistas y las jaleas fotocopiadoras mis principales cachivaches.

Las escuelas sin niños son como un campo sin gardenias y topacios,

desdibujadas en acuarela al caer la tarde.

Ahí aprendí el formal silencio entre reuniones de maestros,

aprendí el arte de ser adulto a temprana edad,

aprendí el buen comportar de mi ídola normalista.

Me convertí en docente, sin querer y por costumbre,

por eso que viene y uno reniega,

por eso que mejor sé hacer.

Yo era un niño frágil y feliz,

un niño curioso de la extensa tierra y sus mapas,

por su geografía y las guerras.

Page 35: Sinfonías Marinas

Un niño que apreciaba y escribía desde entonces poesía,

aquella poesía de amor y naturaleza.

Era un niño de cotona marrón y mochila de superman

yendo al primer día de kinder,

al primer día de clases que perduraría por más de 20 años.

Page 36: Sinfonías Marinas

Sandra

La muerte es un cristal de hielo perpetuo

viene a enfriar la rutina de los días y las estaciones.

Primita mía, chilindrina, sandruquita,

corazón de ave y mariposa

las alas sutiles que hoy te separan del suelo

dejan una estela oblicua en el recuerdo de tu nombre heleno.

Brilla eternamente

hasta que tu sonrisa nos muestre a nosotros el camino.

Page 37: Sinfonías Marinas

Caen Los Sueños

Caen los sueños

por la espiral de la realidad.

Se sumergen leprosos

en los suburbios de esta ciudad.

Cuantas veces intercambiamos anhelos

por un pedazo de pan.

Cuántas quimeras se secaron

pateando piedras sobre el ardiente pavimento.

Las células se suicidan

sumergiéndose en el torrente venenoso de las lágrimas.

La carne se descompone en vida,

para acortar la lenta agonía.

Los amores errantes

fueron un placebo para este dolor nauseabundo.

Los buenos recuerdos

Page 38: Sinfonías Marinas

convulsionan en este diagnóstico de Alzheimer.

Tantos gritos de silencio

en esta habitación purulenta.

Tantos intentos en vano,

tantos ídolos en el ocaso de sus vidas.

Tantas vidas a medio vivir

Tanto enmendar este corazón

sobre clavos de faquir.

Mil flechas

apuntando a la apabullada esperanza.

No hay puertas abiertas

en el horizonte crepuscular,

No hay flores,

no hay aromos en esta primavera retrasada.

No hay una sola alma

en este mundo colapsado de gente.

Page 39: Sinfonías Marinas

Ríos Enjutos

Alejado de tus brazos,

eucaliptus y pinos

se vuelven largas espigas en el cielo

y las rosas

y las pequeñas flores silvestres

rebrotan como viejos retazos

de manteles olvidados.

No me he ido,

no me he ido,

no me he ido.

Mi corazón sigue apegado al tuyo,

como imán de infinita firmeza.

Bajo estos sauces

que lloran y lloran…

recojo tus besos al aire,

sentir que estás aún conmigo.

Page 40: Sinfonías Marinas

Como las aves que retornan a sus nidos,

volveré a tu presencia.

A llenarme de tu amor

-inacabable-

trinar de aves en la mañana.

Desde el cantar

de ríos enjutos,

desde el baile frenético

de cien libélulas de oro.

Caminaré hasta tus cabellos de seda

y largos brazos.

Como la estela

que dejan aviones en lo alto,

como se refrescan

las aves en las aguas,

dejaré mis huellas,

dejare mil huellas

en tú alma alborotada.

Page 41: Sinfonías Marinas

Como la tarde

cayendo apacigua en los viñedos,

reinaré

en dulzuras de duraznos

reinaré

como frutillas en la mesa.

Page 42: Sinfonías Marinas

Vocabulario de Litoral

Llevo horas queriendo un verso

palabras que rocen tu alma de madrugada.

Un vocabulario de litoral

o un rumor de brisa costera

Y a mi lado te encuentras tú,

tranquila sombra de mis pasos errantes,

inocuo pájaro de alas oceánicas.

Me reflejo en tus ojos cipreses que tanto amo,

en tu boca de fragarias crepitantes,

en tu piel de rosa pastel,

de porcelana artesanal,

alfarero de caricias nocturnas.

Algarrobos y cormoranes

coronaron nuestro amor,

aceptaron nuestras diferencias

para darle los sonidos a las sinfonías del mar.

Page 43: Sinfonías Marinas

Poema al Niño en Tus Ojos

Conduces como niño y su primer juguete,

ríes con piruetas de autopistas

y cantas al amor desenfrenado.

Amo verte abrir los ojos por las mañanas,

tu sonrisa de juego y ojos soñolientos

bendicen mis horas de laburo.

Largas horas que esperan inmutables

el caer la noche y besar tus labios.

¿Quién dice que no se pueden bajar estrellas?,

mis ojos astronómicos

encuentran a paz que traigo a tierra

desde el firmamento.

Las palabras que a veces busco y no encuentro,

son las mismas que rozan mi lengua de desierto

y cobran sentido en la ebullición de tu nombre.

Page 44: Sinfonías Marinas

Tu sonrisa esconde algún secreto,

porque detienes tormentas

de un solo ademán,

enseñando las perlas tras tus labios oceánicos.

Page 45: Sinfonías Marinas

La Memoria De Las Flores

Gardenias blancas y perennes

topacios, copihues y magnolias

cáliz de pasión,

estambre polinizador.

Estigma erecto,

pequeño ámbar de volcán.

Lirios trovadores de aromas

a moras violáceas e hirsutas.

Margaritas de sol,

Inflorescencias disfrazadas de flor.

Girasoles que de similar color

engañan en amores que parecen amor.

Flores del mal,

betunias, calas y claves de muerte atroz,

enardecen acantilados,

a las orillas del abismo inmortal,

Page 46: Sinfonías Marinas

el lugar donde juega la suerte

de un zodíaco nupcial.

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