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Universidad Simón Bolívar Decanato de Estudios de Postgrado
Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades Prof. Luís Ordoñez
Resumen
Socialización y
Participación en el
Socialismo del Siglo XXI. Una revisión a la Experiencia Venezolana
JOEL TORRES
Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la USB
El siguiente estudio tuvo como propósito revisar la experiencia venezolana que se ha venido dando a partir del
año 1999, con el ascenso al poder del presidente Hugo Chávez y su Revolución Bolivariana, la cual está
sostenida por el pensamiento de Simón Bolívar y José Martí, lo que la ubica en un enfoque ideológico marxista
leninista, ya que su fuente de inspiración es la Revolución Cubana, país con quien se tiene una relación de
cooperación muy estrecha. Es importante resaltar que se comenzó por revisar el proceso de socialización en
general, y luego la relación entre Educación y Socialización, se continuó con la revisión de la dicotomía Sumisión
vs Socialización, para luego abordar a Las comunas y la Participación; asimismo se analizo la propuesta
educativa del Socialismo del Siglo XXI y la participación ciudadana en el desarrollo sustentado de una comuna
venezolana.
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Contenido
Resumen ........................................................................................................................................ 1
La participación ciudadana: concepto, objetivo y aspectos culturales que la acompañan. .............. 8
La educación en los procesos de socialización para la participación. ............................................. 13
El Caso Venezolano ...................................................................................................................... 16
La sumisión vs la socialización para participar dentro del desarrollo sustentado de una comunidad.
.................................................................................................................................................... 20
La propuesta educativa del Socialismo del Siglo XXI y la participación ciudadana en el desarrollo
sustentado de una comuna venezolana. ...................................................................................... 23
Bibliografía .................................................................................................................................. 29
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El proceso de socialización: actores, propósitos y el impacto de las
características culturales que subyacen al proceso.
En (Brasil, 2009) El ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Dr. Roberto
Mangabeira Unger, en una entrevista dada en la ciudad de Brasilia afirmaba que
la socialización de los ciudadanos tiene un marcado rol en el nivel de participación
y que en ese sentido ellos podrían tener un proyecto de país que se armonizara
con la visión de país que comparten.
El mismo autor seguidamente afirma, que lo interesante es que en el campo de la
izquierda en vista de lo anterior se puedan vislumbrar tres tipos de socialismos y
que definen tres tipos de izquierda: El primero lo ha denominado el socialismo
blando o izquierda vendida, para la cual lo importante es humanizar los programas
de los adversarios con una renta narcisista, que se traduce en un descuento
social. En esta situación la socialización está en función de la mediatización del
ciudadano y no en función de la participación prospectiva en busca del desarrollo
sustentable.
El segundo tipo de izquierda es la expresión más genuina de la concepción
tradicional del socialismo, es decir, del socialismo ortodoxo de corte marxista-
leninista, donde se procura bloquear y destruir todo los aportes de la globalización
y de la economía de libre mercado en función de preservar los principios
originarios del socialismo recalcitrante, que requiere desacelerar todo el proceso
económico y social de una sociedad que ha logrado incursionar en el proceso de
desarrollo de mercados con alta capacidad competitiva y un buen nivel de
producción de bienes de consumo y de servicios para que sean mercadeados en
los mercados internacionales.
Por último, está la izquierda que el autor denomina la izquierda democratizadora,
expresión del nuevo socialismo democrático cuyo objetivo es reconstruir los
mercados y reorientar la globalización con la creación de una serie de instituciones
nuevas y de otras innovaciones de orden tecnológico, científico y cultural, lo que
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se ha denominado el socialismo plural o proporcionalista o Integralista. Ese
socialismo tiene tres propósitos a saber:
1. Democratizar la economía de mercado.
2. Capacitar a los ciudadanos para que participen mediante el uso de
mecanismos de socialización efectivos y eficientes. De esta manera se le
da a la educación un papel importante en la formación del talento humano.
3. Profundizar la democracia lo que llevaría a elevar al plano más alto la vida
común de las personas.
En ese segundo y tercer objetivo del socialismo democrático donde se ubican
todos lo esfuerzos que esta haciendo la izquierda brasilera hoy en el poder, para
asi crear los mecanismos de socialización que permitan la participación ciudadana
en función de lo que el autor ha llamado elevar el nivel de vida de las personas
comunes, para que se empoderen de los espacios de decisión y logren convertir
los resultados de la democratización de la económica, en factores críticos de su
bienestar y acrecentamiento del nivel de vida de toda la población logrando la
cooperación entre clases mediantes procesos de integración social.
Vista esta concepción, se debe abordar el estudio de la socialización, en
consecuencia, hay que conceptualizarla. Se afirma, que la socialización es un
proceso complejo y que tal complejidad se debe a los agentes socializantes que
se le presentan al niño en múltiples formas: padres, iguales, hermanos y
profesores. Lo importante es que entre la acción de estos factores, existen
conflictos debido a la mediación de los valores que la sociedad introduce como
códigos de comportamiento. (Clifford, (1981) en Coleman 1988).
Por otro lado, Altez, ( 2007), encuentra que esos conflictos que se les presenta a
los ciudadanos en los procesos de socialización, son porque la familia ni los
profesores han efectuado eficientemente sus labores como agentes
socializadores, en consecuencia, el ciudadano desde niño, va quedando a merced
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de sus iguales y si estos no tienen suficiente solidez en su comportamiento,
comienzan a inducir al niño, joven o adulto a tener comportamientos no cónsonos
con lo establecido como código de ética social en la comunidad.
Como se puede apreciar en el discurso del autor anteriormente mencionado, los
actores que aparecen en el proceso de socialización se pueden dividir en dos
categorías:
1. La familia, esta institución tiene la responsabilidad de ofrecerle al
ciudadano en las primeras etapas de su vida las oportunidades para que el
comience a socializar con los suyos, en los eventos que tienen que ver con
la cultura familiar, la cual se centra en la adquisición de la identidad del
grupo familiar, en las tradiciones y las costumbres del mismo.
2. El segundo agente socializador es la escuela que tiene la responsabilidad
de manejar los mecanismos de socialización en función de una
participación cívica, de los valores de la nacionalidad y de la sociedad, de la
participación entusiasta en defensa de los derechos humanos y del
desarrollo sustentable del país.
Sin embargo, la socialización desde el punto de vista de la pedagogía consiste en
extraer de la conjunción de dos disciplinas inseparables en el hecho educativo: La
Psicología y la Sociología, los recursos necesarios para modificar y enriquecer en
forma continua, la conducta de los individuos y el comportamiento de la sociedad.
(Delgado, 2005).
De lo anterior se desprende, que la escuela esta llamada a situar al individuo en
la concepción de sociedad que opera en su contexto y de esta forma convocarlo a
tomar conciencia de las problemáticas de su comunidad y de su país. (Ibídem,
2005).
En consecuencia, la escuela junto con la familia esta llamada a ser uno de los
actores protagonistas en la creación de mecanismos eficaces para la socialización
con miras a promocionar la participación ciudadana con motivos cívicos lo que
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constituiría, la cultura subyacente de los procesos de socialización que se dan en
cualquier sociedad que se aprecie de democrática y liberal. Esto lo reafirma
Galston, ( 2004) al recalcar los jóvenes americanos lo primero que los lleva a estar
participando en política es su cultura cívica, la cual es adquirida en la familia,
apuntalada en la escuela y consolidada en la comunidad.
La conducta cívica, es un resultado de un proceso que comienza en la familia
con simples procesos de participación en eventos cívicos donde concurre la
familia y donde el niño es llevado para que socialice y aprenda valores patrios,
ejemplo fiestas patrias, festividades comunitarias y tradiciones como el día de
gracias. (Ídem, 2004).
Luego, la escuela se encarga de darle significado a estos eventos usando el
conocimiento para explicar el rol de cada actor que interviene en los eventos,
incluyendo su propio rol como garante de que la cultura de participación cívica y
política, la cual no es más que un resultado de la práctica de valores como la
tolerancia, el discernimiento y el pluralismo; estos valores se apuntalan en la
institución educativa, gracia a los procesos de socialización que se promueven en
esa institución donde se simulan situaciones que se van a afrontar en la vida real.
(Ídem, 2004).
Cuando el joven adulto sale a ejercer su profesión u oficio en el mundo real debe
poner en práctica aquellos conocimientos adquiridos en la familia y en la escuela,
para poder participar efectiva y eficientemente en la vida cívica y en la vida política
de su comunidad, a manera de contribuir con el desarrollo sostenido de su
comunidad (Ídem, 2004).
Lo planteado por este autor lleva en seguida a una reflexión: El binomio familia y
educación son la clave para una productiva participación política en la dirección de
que una comunidad, llamase colectivo, barrio, comuna, urbanización, ciudad etc.,
pueda alcanzar los niveles de calidad de vida deseados y en forma espontánea sin
coacción ni sumisión.
Pero el binomio tiene una responsabilidad, la cual no es más que desarrollar el
factor crítico para que el ciudadano participe con su comunidad en una interacción
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social armónica, sustentada en una visión y valores compartidos, en una solida
convicción de que el otro es importante en el logro de los objetivos propuestos y
por último estar consciente que lo que se persigue es una convivencia en
democracia y en libertad.
En la educación cívica en consecuencia hay dos dimensiones: Una dimensión es
el compromiso político que abarca tanto la voluntad y la capacidad de los
ciudadanos a participar efectivamente en la autonomía de su comunidad, y La
segunda dimensión consiste en una comprensión y un compromiso con los
principios fundamentales y los procesos de la democracia. Hoy en día algunos
teóricos de las ciencias políticas sostienen, que el compromiso es el componente
más importante, mientras que otros creen que la comprensión y el compromiso
con la democracia son los elementos más críticos. Ambos bandos, sin embargo,
estan de acuerdo en que la educación está estrechamente relacionada con el
mantenimiento y la mejora de la democracia, debido a que el papel fundamental
de la educación es el desarrollo de las cualidades cognitivas y morales de los
ciudadanos (Branson, 2001).
Este conocimiento es fundamental para que el ciudadano pueda identificar,
aprender y practicar las virtudes que acompañan al hombre bueno e introyectarlas
en su repertorio conductual para que sea un buen ciudadano, el cual participe con
la postura adecuada junto a sus conciudadanos en los procesos de participación
política que conlleven al mejoramiento de los niveles de vida, de la defensa de los
derechos fundamentales del hombre en el logro del empoderamiento comunitario
para la obtencion del capital social.(Ídem, 2001).
Sin duda, para la autora, la educación tiene un rol crítico en la formación del
hombre bueno o del buen ciudadano y afirma vehementemente que sólo en ella se
consigue la formación ciudadana adecuada y el entrenamiento intelectual para
hacer desarrollar la calidad ciudadana necesaria para tratar de mejorar o
enrriquecer los niveles de vida de los ciudadanos.
Afirma también la autora, que la defensa de los valores de la democracia son
escenciales para configurar los contenidos que la escuela debe asociar al
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desarrollo de competencias para socializar y participar, dentro del marco de un
modelo de aprendizaje cooperativo.
En resumen, los actores principales para crear socialización dentro de una
comunidad, en aplicación de estrategias de participación productiva son: la familia
y la educación; esas estrategias son validadas por la calidad de la participación
ciudadana que se mide en la asistencia de los miembros de la comunidad a los
eventos y movilizaciones que se realizan, el número de colaboradores y
contribuyentes que se comprometen con la planificación y ejecución de los
eventos.
El sustrato cultural según los autores revisados, debe ser la práctica democrática y
la pluralidad de las ideas concurrentes en la planificación de la vida comunitaria y
en el desarrollo de los eventos asociados a conseguir el mayor bienestar posible.
La participación ciudadana: concepto, objetivo y aspectos
culturales que la acompañan.
Hay que comenzar por definir lo que se entiende por participación ciudadana en
este trabajo, uno de los autores que mejor ha definido la participación ciudadana
es: Coleman (1988), quien afirma que el bienestar de una comunidad de
ciudadanos está atado, a la participación efectiva de ellos en organizaciones
comunitarias que surjan del interés compartido o de otras estructuras de la
sociedad civil.
Otros autores han definido participación ciudadana como el proceso que los
individuos desarrollan para lograr la ciudadanía emancipada, la cual no es más
que lograr su identidad como ciudadano sin que tenga que ser asistido por ser
incapaz de lograrla. La ciudadanía emancipada atiende al cumplimiento de tres
condicionantes: Pertenencia a una Organización Política, donde se comparta una
idea fuerte del nosotros, donde se relacionen los intereses particulares y que
brinde sentido a los proyectos individuales en función de la calidad de vida.
(Orison y Pérez (2006) en Oderman 2006) .
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La garantía de tener las mismas oportunidades para poder acceder a los bienes
económicos y sociales relevantes para una vida digna e independiente.
La posibilidad de contribuir a la vida pública mediante la participación efectiva en
función del nosotros y del ellos.
De no darse este contexto se estaría en presencia de una estructura de asimetría
que cierra las posibilidades de participar en forma genuina, efectiva y eficiente
para negociar una ciudadanía emancipada.
Oderman (2006), señala que la participación ciudadana es una conducta que el
individuo pone de manifiesto, cuando activa sus recursos, habilidades y destrezas
en la lucha por su identidad cultural, derechos fundamentales y su libertad
personal. Igualmente expone la autora que esa conciencia, esas habilidades y
destrezas deben ser adquiridas en dos ámbitos, la familia y la escuela y que de la
calidad de ese aprendizaje de civismo depende el nivel de compromiso que tiene
ese ciudadano con los propósitos que orientan los procesos de participación
donde se involucra.
Visto lo anterior, hay que entrar a revisar los objetivos de la participación a la luz
de lo reportado y estudiado por la literatura científica.
Autores como Gutherlet & Simão (2007), que sostienen que el empoderamiento es
una resultante lógica de la participación ciudadana, cuando esta ultima se centra
en penetrar y obtener un lugar en las instancias de toma de decisiones políticas en
función de conquistar cuotas de poder, por lo tanto es el principal propósito de la
participación ciudadana.
Estos autores encontraron en su investigación realizada en Brasil, cuando
estudiaron las movilizaciones de los pescadores artesanales del Rio San
Francisco, cuyo objetivo inicial fue lograr mejores condiciones de comercialización
de sus productos, que por consiguiente conllevaría a mejorar las condiciones de
vida pudieron determinar que el verdadero motivo fue la del empoderamiento de
los órganos de gobierno local lo que al final permitiría por medio de la toma de
decisión gubernamental lograr el objetivo inicial antes mencionado.
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Sus hallazgos sostienen la conclusión esbozada en el párrafo anterior, puesto que
la participación ciudadana logró cambiar la correlación de fuerzas en las
instancias de gobierno local, por un lado y por el otro los movimientos que se
generaron en torno del conflicto por el uso del rio entre los pescadores artesanales
y la compañía hidroeléctrica lo que produjo un cambio en la composición de los
organismos de gobierno de la región, donde sectores que no tenían acceso a
participar en esa instancia política o no estaban interesados en participar como
fueron los pescadores artesanales y profesionales y los comerciantes de alimentos
se vieron forzados a participar para defenderse de la compañía hidroeléctrica. No
obstante el conflicto continua pero bajo otro esquema, que no es el de la
confrontación si no el de la negociación. (Ídem, 2007).
Sin embargo, afirman los autores, que las condiciones de vida no mejoran, ya que
la calidad de vida no supera los estándares establecidos por las Naciones Unida y
otros organismos internacionales, todo esto, porque no hay buenos niveles de
confianza y de asociación en los distintos sectores que hacen vida en ese sector
de Brasil, estos son precarios imposibilitando lograr capital social.
Otro autor que suscribe la tesis de que la participación ciudadana tiene como
propósito lograr el empoderamiento, es Manor (2004), quien en su trabajo
Democratización con Inclusión: Reformas Políticas y Empoderamiento de las
Personas de Origen Popular, estudió en los países pobres de los cinco
continentes, encontrando que el factor común cuando los pobres se incorporan a
un proceso de empoderamiento, es el compromiso de la sociedad civil y las élites
en desarrollar e implementar reformas políticas, que democraticen la vida social,
económica y política de todos los ciudadanos. Lo mismo que ocurre y ha ocurrido
en los países desarrollados durante toda su vida republicana.
En tal sentido, generan movilizaciones conducentes a que los diversos sectores
participen en eventos de orden político, económicos y culturales que configuren
una plataforma de lucha que permita lograr una correlación de fuerzas en las
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organizaciones del poder público destinadas a la toma de decisiones, que se
traducen en políticas públicas, en otras palabra empoderamiento, (Ídem, 2004).
Si embargo, el autor advierte que en los países pobres a diferencias de los países
desarrollados existen barreras que pueden dar al traste con cualquier experiencia
que se inicien con ese propósito. Estas barreras son:
1. Las propuestas centristas de los gobiernos.
2. La contracción fiscal.
3. La resistencia al cambio.
En consecuencia, que la clave esta en instrumentar las siguientes reformas:
Elección directa de concejales para el gobierno local, trabajo en comités y los
esfuerzos hechos por la sociedad civil y las élites para comprometerse con la
consolidación del Sistema Democrático. (Ídem, 2004).
En su trabajo Manor (2004), demuestra el por que es necesario desmontar la
resistencia a los cambios y la facilitación de los esfuerzos anteriormente
mencionados antes de medir el impacto que esos cambios producen.
Lo interesante que estos mismos autores afirman es que hay un componente
cultural que acompaña a los procesos de participación ciudadana exitosos; este
ingrediente es la justicia, valor crucial en la cultura democrática de los ciudadanos
de los países desarrollados políticamente.
Igualmente Horta (2006), es uno de los autores que se alínea con esta posición en
su trabajo denominado: Places of Resistance. Trata lo que él ha llamado el
empoderamiento, la eficiencia del desarrollo. Afirma el autor que para que se de
un grado alto de eficiencia en el proceso de desarrollo, se necesitan tres
elementos claves a saber:
1. El impacto causado por una buena gestion de gobierno.
2. El crecimiento en la ayuda a los proyectos pro-pobres.
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3. El desarrollo de proyectos foráneos que incrementen los niveles de calidad
de vida de los ciudadanos.
En el análisis de la eficiencia del desarrollo, del empoderamiento y del crecimiento
de la calidad de vida de los ciudadanos y sobre todo de los más desposeido, el
autor encontró una relación significativa entre un buen gobierno y el papel que
tal gestion gubernamental le da a la Ley.
La ley es el referente que sustenta los motivos, propósitos y razón de los
movimientos sociales integrados, es decir, cuando se presenta el fenómeno de
cooperación entre las clases sociales por coincidencia de intereses. Tal
circunstancia permite un ahorro de energía y de esfuerzos que traduce en altos
niveles de eficiencia en participación ciudadana, de eficacia en la consecución de
las metas y en los niveles de calidad de vida obtenidos, en otras palabras se esta
en presencia de una participación ciudadana altamente productiva. (Ídem, 2007).
(Dllar y Kray (2000) citados por Boothe2007), afirman que tal resultado se obtiene
debido a la independencia e imparcialidad del poder judicial; además a la
razonable velocidad y al esfuerzo que hace la sociedad para que un importante
mecanismo de inversión se consolide y en consecuencia haga a un país grande y
próspero.
Otro autor es (Kaufman (2000) citado por Boothe 2007), quien plantea que hablar
de participación ciudadana, empoderamiento, capital social y reducción de la
pobreza; es hablar de la calidad del sistema de administración de justicia e
igualmente es hablar de la viabilidad del mismo, del dimencionamiento de la
información que provee el Estado para entender como trabaja la administración de
justicia con criterio de equidad, el cual es factor escencial en una sociedad
democrática.
Este autor basa sus afirmaciones en los resultados de un estudio que realizó en
unos 150 países; donde encontro que los países donde habían mayores libertades
civiles, la participación ciudadana generaba un empoderamiento que movilizaba
un capital social positivo, es decir, movilizaba tradiciones, costumbres,
asociatividad, ética y confiaza en los diversos grupos, sobre todo, en las
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organizaciones que eran creada por los sectores de ciudadanos pertenecientes a
las clases pobres. En consecuencia, los niveles de corrupción eran muy bajos que
en los países donde habían libertades civiles plenas y cuando estas libertades
eran parciales, puesto que estaban mediatizadas, los niveles de corrupción eran
cuatro veces más alto que los primeros. En resumen para este autor existe una
estrecha relación entre participación ciudadana, empoderamiento, capital social y
reducción de la pobreza.
Tales hallazgos van a reafirmar la posición del Banco Interamericano de
Desarrollo, en los trabajos de Kliksberg (2005), cuando afirma que la participación
ciudadana permite el empoderamiento productivo sobre todo en las personas
pobres y en consecuencia esto genera un capital social que promueve mayor
calidad de vida. No obstante afirma el autor, que los niveles de calidad de vida se
incrementan si el modelo de desarrollo sostenido asumido, es la resultante de una
acción participativa en procura de un capital natural, un capital de construción, un
capital humano y un capital social, además a esto se le añade el capital espiritual,
tal y como plantea la Coorporación Andina de Fomento.
En resumen, el sustrato cultural que acompaña a la participación esta relacionado
con el valor que la sociedad le da a la justicia, que le da a la cooperación, al ser
humano, a la eficiencia y eficacia del desarrollo y sobre todo a la convivencia
democrática.
La educación en los procesos de socialización para la
participación.
Es interesante iniciar este punto, poniendo claro que los primeros que encontraron
vínculos entre la Educación y la socialización y entre la educación y la
participación, fueron Marx y Engels, (1844) en Suchodolski, (1966), estos autores
apuntaron que sólo la educación podría materializar lo que el pensamiento
materialista estaba sugiriendo a la teoría social, la liberación del hombre, en otras
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palabras la creación del hombre nuevo y por consiguiente un nuevo orden social,
político y cultural.
Sin embargo tanto Marx como Engels, en lo que se ha llamado el período de
juventud y donde ámbos expusieron los fundamentos del materialismo histórico y
del materialismo dialéctico, se puede observar una coincidencia cuando en
diferentes momentos y documentos señalan que la educación tiene que ser
mirada como la única fuente generadora del aprendizaje de lo que será el nuevo
orden social y económico y que igualmente en la padagogía está la fuente para
educar al nuevo ciudadano requerido para crear ese orden y para consolidarlo y
que el método debe centrarse en la práctica contínua y persistente de la crítica del
viejo orden encontrando las dicotomías sustantivas para generar el nuevo
pensamiento social, político, cultural y sobre todo económico de una sociedad
liberada, solidaria e igualitariamente justa. (Suchodolski, 1966).
No obstante la Francia del siglo XIX, se ajusta a esta nueva concepción de la
educación cuando organiza la enseñanza primaria y le da carácter de obligatoria
en el año de 1884 y sobre la neutralidad y obligación escolar en un decreto del
año 1886, éste último instrumento legal define la enseñanza primaria del siguiente
modo:
1. Escuelas maternales y clases infantiles.
2. Escuelas primarias elementales.
3. Escuelas primarias superiores.
4. Escuelas manuales de aprendizajes.
Vale decir, que estas cuatro categorías fueron definidas en unos de los decretos
de la Comuna de París en 1871, en respuesta de la exclusión que existió durante
toda la primera mitad del siglo XIX, donde sólo estaba oficializada la educación
secundaria por la llamada Ley Falloux, aprobada en 1850 y la cual dejaba a las
familias y a tutores, la educación primaria, lo que permitía la formación
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individualizada de los ciudadanos desde los primeros años de su vida,
garantizando de esta forma la identificación con la clase social a la que pertenecía
el educando. (Capelle, 1977).
Sin duda, que en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX, aprovechando la
gran riqueza de producción ideológica que da inicio a una concurrencia de
diversas posturas políticas; la socialización para generar participación política y
social, se va a dar en la familia, es esa educación que se da en el seno de la
institución familiar la que va a marcar la conducta participativa del ciudadano, la
cual se va pulir y a consolidar en las fábricas y en las instituciones sindicales que
se generan en el movimiento obrero. (Óp. Cit. 1966).
Lo anterior pone en evidencia que los principios de la gratuidad, obligatoriedad y la
organización de la educación, son una consecuencia lógica del pensamiento
socialista francés que inspiro la Comuna de París, ya que en el sin número de
instrumentos legales que produjo el cabildo parisino en esa ocasión está el de la
educación para todos y cómo debía estar organizada para que produjera el
hombre nuevo y pautara la participación de ese tipo de ciudadano en la
construcción del orden social y político a que se aspiraba.( Óp. Cit. 1977).
Visto lo anterior, hay que decir, que en los siglos XX y XXI estos principios han
seguido vigentes y han orientado los instrumentos legales o mejor dicho la base
jurídica de la educación; algunos extremando el carácter ideologízante (el
socialismo marxista leninista), puesto que lo ha usado para adoctrinar y
dogmatizar a los educando en dirección al fomento de un pensamiento único.
(Bravo, 2006).
Otros instrumentos han enfatizado el carácter ideologízante de la educación para
profundizar los valores de la vida en democracia y sobre todo la democracia
pluralista, esa que le da cabida a todas las tendencias del pensamiento y más
específicamente del pensamiento político. (Ídem, 2006).
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En este sentido, por un lado se revisó lo acontecido en el Sistema Educativo
Venezolano a partir del año 1958, cuando se cierra el último gobierno “dictatorial”
y comienza la etapa democrática, con una constitución, la de 1960, que
promueve los valores de la democracia pluralista, dándole a la educación la
responsabilidad de formar al ciudadano en democracia y para la democracia.
(Artículo 80, Venezuela, 1961); (Torres, 1991).
Por otro lado, lo que está sucediendo a partir de 1999 con la aparición de una
nueva constitución que está promoviendo los valores de una democracia
participativa y protagónica la cual le da a la educación la responsabilidad de
ofrecer la posibilidad que el ciudadano se eduque gratuitamente hasta el nivel de
postgrado pero no hace referencia al contenido de esa educación y su relación
con la participación y el protagonismo ciudadano, dejando un vacío que ha sido un
campo propicio para gestar un proyecto educativo que reafirme y consolide el
pensamiento y figura del presidente Hugo Chávez, en otras palabras la educación
en función al culto de la personalidad. (Asamblea Constituyente de la República
de Venezuela, 2000); (Óp. Cit. 2006).
El Caso Venezolano
Lo que se planteó, en el Sistema Educativo Venezolano desde 1958, fue formar a
los ciudadanos para que vivan en democracia y para la democracia como único
modelo de conducción social que garantiza la pluralidad y la convivencia pacífica,
un desarrollo económico sustentable y el respeto de los derechos del ciudadano.
(Óp. Cit. 1991).
En ese sentido, Albornoz, (1980) en Torres, (1991), afirma que el espíritu que
inspiró a los legisladores que hiceron la carta magna en el año 1961, estuvo
influenciado en la convicción de que en la Educación encontrarían el mejor
instrumento para enseñar el desempeño social, lo que dio pie para estudiar el
Sistema Educativo que se derivó de la Constitución de 1961, permitiendo
descubrir los supuestos ideológicos que lo sustentaron y entender los hechos que
suscitaron las carácteristicas propias de tal Sistema Educativo; determinando sus
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éxitos y sus fracasos, estos últimos importantes para comprender las
intervenciones estatales que desde 1970 empezaron a distorcionarlo, debilitándolo
hasta el punto que en 1999, la nueva Constitución cambiara el fin útimo de la
educación venezolana.
El anterior planteamiento hace que la sociedad venezolana sea la responsable de
las consecuencias que se derivaron del colapso educativo que tuvo su punto más
álgido en 1979, cuando los indicadores reflejaban, los siguientes factores críticos:
1. La burocratización de la Educación en correspondencia con los altos
niveles de tramitaciones en la sociedad. Lo que hizo decisivo, que los
requisitos educativos se exigieran para la incorporación de los ciudadanos a
la estructura ocupacional y social. No permitiendo que el Sistema Educativo
Venezolano, cumpliera con su función básica “Promover a la sociedad de
individuos bien entrenados y habilidosos” (Venezuela, 1961).
2. Congestionamiento de los niveles inferiores por masificación de los mismo,
ya que se multiplicaron las vías de acceso a la educación. (Torres, 1991).
3. La violencia estudiantil suscitada por la carencia de cupos en la educación
superior. (Ídem, 1991); (Bravo, 2006).
Afirman coincidencialmente estos autores, que la crisis escolar, la afectan por
igual la irresponsabilidad de los nuevos acaudalados y la falta de formación de los
infortunados desposeídos, lo que estableció en el contexto de los últimos cuarenta
años de democracia las siguientes características:
1. Facilismo.
2. Ausentismo laboral.
3. Desprecio por las Leyes y Reglamentos.
4. Indisciplina generalizada.
Estos cuatro aspectos fueron decisivos para que la inversión que se hizo en
educación en la décadas de los 70, 80 y 90 resultara cuantiosa pero improductiva,
ya que tal inversión no se correspondió con los resultados obtenidos, lo que
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represento un empobrecimiento cultural de la sociedad venezolana que se hace
más patético hoy.
En tal sentido, Torres, (1991) en su trabajo “Lo Ideológico en la Educación
Superior de Venezuela”, ya apuntaba que los grupos opositores a las ideológías
imperantes alternativamente en la gerencia del Estado durante cuatro décadas, es
decir, los grupos marxista que desde los años setenta han convivido en el contexto
democrático, se han venido preparando y trabajando para instituir una sociedad
que superara al capitalismo dependiente a fin de lograr que la Educación permita
una escolaridad popular y de buena calidad.
Es significativo cómo hoy en día, estos grupos de tendencia marxista leninista han
logrado su aspiración de ser gobierno a partir de 1999, con el ascenso al gobierno
del presidente Hugo Chávez, quien promueve y logra una nueva constitución
sustentada en el “pensamiento de Bolívar” , la cual promueve una educación para
todos, igualitaria, cooperativa y solidaria ( Artículo 102, Asamblea Constituyente
de la República de Venezuela, 2000).
Bravo, (2006) en su trabajo La educación en Tiempos de Chávez, análiza como la
Educación ha sido el primer factor crítico que tiene el regimen actual para
asegurase el control de la formación de los ciudadanos y de la futura sociedad
socialista a que aspiraron y aspiran los grupos marxistas ahora en el poder.
En esa dirección afirma este autor, se pude estudiar la conducta presidencial que
en el 2001, rechazó de plano un Proyecto de Ley Orgánica de Educación que fue
aprobada en primera discusión y que fue una manifestación de consenso logrado
en un conflictivo ambiente legislativo, por el simple hecho que el mencionado
proyecto no era suficiente para pagar la deuda social, en definitiva de lo que se
trataba era de producir un proyecto de Ley Orgánica de Educación, que le
garantizara al gobierno el control de la formación del ciudadano para que
aprendiera a aceptar los valores de la sociedad socialista con fundamentación
marxista, donde lo fundamental es la sumisión al poder central, la sumisión ante
un pensamiento único y a la obediencia sin réplica a un sólo lider.
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Esta aspiración logra concretrarse en el 2009, después de ocho años cuando al
final de un proceso de fuerte controversia con la sociedad cívil, la Asamblea
Nacional aprueba una Ley Orgánica de Educación a la imagen y semejanza de los
requerimientos del lider, donde lo fundamental es:
1. Colocar a los seres humanos y el ambiente, como centro de la acción y
visión, tal y como lo exige el modelo denominado Socialismo del Siglo XXI;
esta tendencia del mal llamado nuevo socialismo está soportado por el
pensamiento de Simón Bolívar y del maestro de América José Martí.
(González, 2008).
2. Para lo cual es imprescindible apropiarse de los valores éticos y morales
revolucionarios, esgrimidos por el proceso revolucionario llevado a cabo
por el Socialismo Bolívariano o Socialismo del Siglo XXI. (Ídem, 2008).
No obstante, las razones que esgrime este autor para justificar un modelo
educativo centralizado y autoritario, como el contemplado en la Ley Orgánica de
Educación aprobada en Agosto del 2009, no permite vislumbrar la solución de los
problemas estructurales de la Educación venezolana, los cuales se han agravado
a tal punto que la escuelas bolivarianas han fracasado no sólo por las
inadecuadas condiciones físicas de la mayoría de los planteles, sino también por
el sesgo del currículo bolivariano que le resta contenido y calidad a los
conocimientos que los educandos obtienen en la institución educativa, para
adquirir las competencias que los haga más eficases en el ejercicio profecional,
más eficientes como ciudadanos; que según el mandato constitucional deben
participar y protagonizar el proceso de liberación de la sociedad nueva.
En resumen, tanto la Educación que se concibió en la Constitución del año 1961 y
la que se concibió en 1999, no generaron o inspiraron instrumentos juridicos que
expresamente promuevan, implementen y consoliden mecanismos de
socialización para la participación ciudadana como eje fundamental del quehacer
ciudadano en la construcción de la sociedad venezolana.
Sin embargo, a pesar de que la Constitución del 99 declara que la sociedad
venezolana es democrática, participativa y protagónica; en el mismo texto
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concretamente en el artículo 102 no direcciona la educación a la creación de un
ciudadano participativo y protagónico, sino que sólo se limita a concebir la
educación como un derecho humano a la obligación que tiene el Estado de
garantizar una Educación para todos. (Asamblea Constituyente de la República
de Venezuela, 2000).
No obstante en la nueva Ley Orgánica de Educación se establece la relación
participación y Educación, relación que según la misma Ley esta soportada por
valores tales como: la solidaridad, la cooperación, la ética y la convivencia entre
las familias, la comunidad, la escuela y la sociedad. Estos valores deben darse
según el mismo texto jurídico en una conjunción articulada de todos los actores
anteriormente mencionados, si se quiere, esto es lo más aproximado a la creación
de mecanismos de socialización para la participación que promueve la “nueva
Educación” (Artículo 4, a. Venezuela A. N., 2009).
Es interesante que uno de los mecanismos de participación que estimula este
instrumento jurídico es el ejercicio de la Contraloría Social por parte de los
ciudadanos, dándoles un carácter de celadores del Sistema Educativo en su
desarrollo y evaluación; de tal manera, que los ciudadanos en sus distintas
instancias se convierten en unos agentes garantes de la sumisión de la Educación
a los designios del proceso revolucionario y de los fundamentos del Socialismo del
Siglo XXI. (Artículo 4 literales b,c, d, u. Venezuela A. N., 2009).
Por lo antes expuesto, se puede pasar a revisar los procesos de sumisión que el
Estado a partir del año 1999, ha implementado para poder introducir los cambios
que tiene previsto para hacer de la sociedad venezola una sociedad socialista con
enfoque marxista leninista, amparados en los fundamentos del Socialismo del
Siglo XXI.
La sumisión vs la socialización para participar dentro del desarrollo
sustentado de una comunidad.
Un factor crítico que aparece en los procesos de socializar para participar como
ciudadano, en una sociedad con las características que tiene la sociedad
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propuesta por el socialismo del Siglo XXI es la sumisión, pués este tipo de
convivencia tiene como elemento esencial la subordinación ciudadana sin réplica
al poder del líder, al partido único y al pensamiento o teoría política que subyace al
modelo; en el caso que atañe a este estudio es la teoría marxista, en otras
palabras la sociedad comunista la cual exige una gerencia autoritaria centralizada
poco dada a generar participación ciudadana espontánea.(Yáber, 1998);
(Oropeza, 2007).
Ahora bien, Max Weber citado por Oropeza, (2007), presenta una definición de
sumisión que se ajusta fielmente a los procesos de control social que se pretenden
montar en Venezuela, este autor afirma que la sumisión es la probabilidad de
imponer la propia voluntad dentro de una situación social, lo que traera como
consecuencia una participación de ciudadanos que no obren por criterio propio y
libertad de acción para encarar los retos que se le presentan en la consecución de
sus propósitos sociales.
Sin embargo, aclara Oropeza, (2007), que la dominación no es un concepto similar
al de sumisión; el primero hace referencia a una provabilidad de que una
organización o una persona ejerza sobre otra o sobre un colectivo opresión física,
necesitando monopolizar la práctica de la fuerza o la violencia. Mientras que el
segundo no necesita ni la fuerza ni la violencia, se trata de una actitud psicológica
de entrega que adopta el individuo frente a la fascinación que produce
determinado estilo de un liderazgo el cual compensa sus carencias de
personalidad o simplemente alienación por miedo al poder, aún en ausencia de
coacción y fuerza.
Frente a estos elementos hay que afirmar que una condición necesaria para que
se produzca un proceso de socialización tendiente a estimular la participación es
que debe haber un contexto social que su funcionamiento este regido y sometido a
los preceptos y principios de la democracia que exista la propiedad individual y
que el clima sea de paz y libertad, de lo contrario la socialización estará en
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función de la adhesión sin cuestionamiento al proyecto político que necesite
ciudadanos sumisos frente al poder.
En consecuencia, los mecanismos de socialización que se aprenden en el seno
de la familia y la comunidad, educación informal y los aprendidos en el seno de las
instituciones educativas se direccionarán hacia robustecer las actitudes
entreguistas y la alienación hacia el poder del líder o del proyecto único.
Quinn, (2005 ), afirma en un trabajo donde relaciona el aprendizaje comunitario y
el capital social la siguiente conclucsión: La relación entre el aprendizaje
comunitario está firmemente enlazada al grado de participación de los ciudadanos
y la misma no es más que un aprendizaje que resulta, de la forma como la
comunidad y la escuela se integran para enseñar a socializar a los individuos
desde una temprana edad, utilizando los valores, las tradiciones, las constumbres
y la práctica cultural; estos elementos, continua el autor, son los verdaderos
mecanismos de socialización para la participación, los cuales rinden resultados
eficientes cuando el contexto sociopolítico está enmarcado en el modelo de la
democracia liberal.
Los países que tienen contextos políticos diferentes al democrático liberal,
transfieren a la comunidad la percepción de que el desarrollo se logra a partir de la
conducción de un líder y de un proyecto único y por lo tanto el ciudadano debe
tener una confianza absoluta en ese líder y en su proyecto, lo que genera en los
ciudadanos despreocupación por los asuntos públicos e indiferencia por la auto
gestión y la participación que se debe procurar para lograrla. En resumen, estos
modelos de gestión social lo que facilitan es la dependencia, la inercia y la
sumisión, la escuela y la comunidad socializan a las personas para que
obedezcan, acepten, tengan miedo a la libertad y entreguen su dignidad. (Ídem,
2005 ); (Oropeza, 2007).
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Por lo anteriormente expuesto, la situación venezolana desde la aprobación y
promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999)
se ha hecho controversial, por un lado la carta magna promueve una democracia
participativa y protagónica, descentralizada, federal y por otro lado las leyes que
se han derivado de ella lo que tratan es de coaccionar, controlar, reprimir e impedir
que el ciudadano participe de acuerdo a sus creencias, ideología e intereses
individuales y colectivos.
La escuela y el currículo se le ha asignado el rol de formar al nuevo hombre para
la sociedad socialista del siglo XXI, lo que significa que todos los mecanismos de
socialización están en función de los valores socialistas y del proyecto del líder
cuyo discurso promueve la exclusión social si el ciudadano se aparta de ese
camino, inclusive en perjuicio de su propia integridad física y moral. En otras
palabras, se socializa para la sumisión y no para la participación, lo que lleva a
concluir que sumisión y socializar para participar son mutuamente excluyentes.
La propuesta educativa del Socialismo del Siglo XXI y la
participación ciudadana en el desarrollo sustentado de una comuna
venezolana.
Para poder analizar la propuesta educativa del socialismo del Siglo XXI y luego
encontrar la relación con la participación ciudadana cuando esta, está
íntimamente entrelazada con el desarrollo sustentable de una comuna en
Venezuela, hay que comenzar en revisar su base de inspiración, la cual no es
más que el pensamiento de Simón Bolívar recogido concretamente del discurso
que en 1819 pronunciara El Libertador ante el Congreso de Angostura. (Cartaya,
2008).
Esta autora afirma, que Bolívar en ese discurso expuso claramente que el
propósito del modelo educativo que el se imaginaba para las nuevas Repúblicas,
debería cambiar la situación existente generando cambios profundos y
contundentes que borrara de la mente de los venezolanos y de los americanos en
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general la idea de España como patria, planteando en forma radical una
transformación del modelo educativo que imperó desde los tiempos de la
conquista en las Colonias Latinoamericanas. (Ídem, 2008).
En ese sentido se aprecia, que se quiere dejar claro que el modelo educativo del
Socialismo del Siglo XXI que se pretende construir debe plantearse como objetivo,
la noción de una patria nueva y no la noción de una patria globalizada, como
procura el nuevo imperialismo global; tal pretensión, se convierte en una
contradicción debido a que en la situación actual con los adelantos tecnológicos
en materia comunicacional y de información tratar de eliminar de la mente
ciudadana la idea de una sociedad global es como aceptar que la educación que
se plantea para la construcción del Siglo XXI lo que quiere es regresar a la
educación del siglo XIX y principios del siglo XX, en consecuencia, se está en
presencia de una educación anacrónica, coercitiva, adoctrinadora e ignorante de
los avances científicos y tecnológicos logrados desde la segunda mitad del siglo
pasado hasta la primera década del presente siglo.
De lo anterior surge una interrogante: ¿Cómo el modelo educativo del siglo XIX
planteado en el discurso de Angostura, sustenta un modelo educativo en el siglo
XXI?. Lo que sugiere estudiar con detenimiento el planteamiento del llamado
socialismo del siglo XXI, si la educación con que se pretende construirlo responde
a los parámetros y valores del pensamiento positivista de la educación del siglo
XIX, pués en este contexto está enmarcado el pensamiento del Libertador.
En otro orden de ideas, ¿de qué socialismo del siglo XXI se está hablando?
cuando otro de los soportes teóricos que lo sustenta es el socialismo tradicional
marxista el cual habla de la utopía del hombre nuevo y de la sociedad sin clases
sociales, planteamientos superado por las nuevas tendencia del socialismo
democrático que hablan, de una sociedad integrada por la cooperación de las
clases sociales, que habla de una sociedad global producto de la evolución de la
ciencia y la tecnología de las comunicaciones y de la información, lo que ha
exigido al sistema educativo, formar a un ciudadano con competencia para
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operarlas en función de participar en la construcción de un mundo más justo, más
limpio y más integrado y sobre todo más democrático.
En el Módulo Formativo del Quinto Motor Constituyente, del Socialismo
Bolivariano (2007), dentro de lo que se ha denominado el Ciclo del Poder Comunal
la educación ha tomado un papel protagónico, en el sentido de que el Estado lo ha
tomado como una de sus herramientas más eficaces para configurar lo que él
mismo ha llamado la explosión del Poder Popular, el cual tiene como sujeto, al ser
revolucionario comprometido con una teoría emancipadora que se corresponda
con la práctica que el pueblo venezolano ha implementado como salida para
romper con el contradictorio modelo de dominación, que desde la conquista ha
venido imperando en el país y el cual ha creado estereotipos de alienación
severos en la vida de los venezolanos. (COMUNICACIÓN, 2007).
Tanto es, que en el mismo instrumento de capacitación cuando se habla del
bienestar integral de la Comunidad, se comienza por la definición de comunidad
que aparece en la ley de los Consejos Comunales en su artículo 4 la cual señala
que “la comunidad es un conglomerado social de familias, ciudadanos y
ciudadanas que habitan un área geográfica determinada, que comparten una
historía e intereses comunes, que se conocen y se relacionan entre sí, hacen uso
de los mismos servicios públicos, compartiendo además necesidades y
potencialidades similares, económicas sociales, urbanísticas y de otra indole”.
(Asamblea Nacional de la República Bolívariana de Venezuela, 2006).
A partir de la anterior definición se delimita en el Módulo, el Bienestar Integral de
la Comunidad como un proceso de interrelaciones del hombre en la sociedad con
el ambiente en el cual se desenvuelve, basado en las condiciones necesarias
para desarrollarse social y espiritualmente, procurando la igualdad de clases y las
oportunidades para que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan desarrollar
con libertad su personalidad, direccionar su destino, disfrutar los derechos
humanos y lograr la suprema felicidad.(Óp. Cit. 2007) .
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En tal sentido, se consideran como eje del Bienestar comunitario: La Moral
Socialista y la ideología Revolucionaria, que conjuntamente con la Defensa
Integral constituyen la plataforma de sustentación de los ejes operativos que a
continuación se mencionan: lo económico, lo cultural, lo político y cerrando lo
social, tal y como se presentan en la figura 1 (óp. Cit. 2007).
Figura 1 Ejes de Bienestar Comunal
Fuente: COMUNICACIÓN, 2007
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Como se aprecia en la figura 1, la relación entre educación se va a dar en el
segundo eje transversal, es decir, el cultural pués es en ese eje donde se enseña
la historia comunal, se crea la conciencia ecológica, se promociona la
participación y se capacita para ejercerla, por último se educa desde la institución
escolar para adqirir conocimientos que desarrollen ciencia y tecnología, las cuales
deben contribuir al desarrollo sostenido de la comunidad que habita una comuna.
Es indudable que la familia no ha sido considerada en este proceso destinado a
procurar bienestar comunitario o por lo menos ha sido obviado como actor crítico
del proceso, lo que crea un gran vacío en la formación del ciudadano cuando de
apreder a participar se trata. (óp. Cit. 2007).
Lo anterior se debe ver con preocupación en el marco de un estado democrático,
debido a que la desvinculación de la familia del proceso de enseñar participación
ciudadana produce una mediatización del proceso de participación, pues este no
respondera al libre albeldrio y conciencia del ciudadano, sino que responderá al
criterio y a los intereses de los actores que sustentan el poder político y sobre todo
si el modelo de gobierno es totalitario. (Galston, 2003).
Hay que dejar claro, que en la constitución de 1961 imponía una escolaridad
obligatoria de seis años como mínimo y luego con el transcurrir del tiempo se llevo
a 9 años, el argumento fundamental para sustentar este criterio estuvo contenido
en la vision sociológica de la educación que exigía asumir el proceso educativo
socializando tanto a los colectivos como a los individuos, para que estos
adquirieran el conocimiento básico de la sociedad donde les tocaba vivir.(Deval,
(1991), en Bravo, 2006).
En el caso de la sociedad venezolana, afirma Bravo, (2006), que la misma
construye la venezolanidad a partir de una peculiaridad que es inminente a la
estructura social y a su funcionamiento: esa peculariedad es la socialización la
cual es movida por voluntades públicas y privadas. La primera, es decir, la pública
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es la escuela que interviene como intermediario para educar al ciudadano y la
segunda la privada es la familia y la propia comunidad las que intervienen como
agentes socializadores, ámbas definen dos tipos de educación a saber; la formal
donde entra el sistema educativo y la educación informal donde entra la familia en
una primera instancia y la comunidad como seguna instancia.
El carácter público de la escuela en general constituye una marca de fábrica y su
más significativa señal de destino histórico, según es entendido por los pedagogos
y los padres y representantes como productos genuinos de esa escuela. Sin
embargo, una sociedad es un sistema de relaciones, es decir, una red de
relaciones que está en permanente búsqueda de cohesión social, muchas veces
lo logra y en otras oportunidades no pueden ni apróximarse a élla. (Ídem 2006).
Ahora bien, afirma éste autor, toda sociedad tiene circuitos de socialización
diferenciados, donde unos son más evolucionados que otros, y algunos resultan
más ventajosos que otros, pues producen más beneficios en términos de calidad
de vida que otros, mientras que otros sistemas de socialización se instalan
mediante la explotación, la dominación económica y política. Esto último ¿Será el
caso de la Venezuela del Siglo XXI?.
La interrogante anterior orientará los estudios que deben relacionar la propuesta
educativa del gobierno revolucionario y el desarrollo sustentado de la comuna, los
cuales se deben hacer sobre la base del comportamiento del sistema de
socialización que se pretende implantar a partir del año 1999, el cual intenta dar al
traste con un sistema de socialización que tardó 40 años en instalarse y
consolidarse y que orientó, dirigió y que ha producido una resistencia al primero
pues el valor subyasente es la convivencia en democrácia y en libertad, sustrato
de la coheción de un tejido social plural.
En todo caso, siguiendo la misma línea de pensamiento, éste proceso debe
estudiarse a la luz de la comparación que en términos de calidad de vida y libertad
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de participación ciudadana se garanticen y de los beneficios que se obtengan en
función del nivel de capital social que se logre como comunidad.
En este sentido, los experimentos que se han hecho presentan una modalidad y
es que los colectivos son conglomerados de familias, que se han posesionado de
un área geográfica por más de cuarenta años y lo único nuevo que se le ha
introducido son la nueva fórmula de gobierno comunitario representada en los
Consejos Comunales y como nueva forma de organización social, es decir, la
Comuna, los módulos de donde operan unidades de producción social y de
servicios dejando incólumen el resto de las estructuras comunitarias.
Inclusive, hay casos donde las instituciones educativas públicas, según Bravo,
(2006), son las encargadas de socializar para participar en el desarrollo endógeno
de la comuna, están fuera de esta, es decir, en otra comunidad que ni siquiera
está organizada en comuna y responde a otros parámetros culturales y sociales
que no tienen nada que ver con la comuna; tal y como se observa en la Comuna
Gual y España, comuna exibida como emblemática (Ver Imagen 1).
Imagen 1 Vista satelital de la Comuna Gual y España
Como se aprecia una comunidad consolidada donde se han construido unos
módulos de producción de animales, módulos de servicios, módulos de seguridad
y administración de las unidades de producción, asi mismo un área restringida que
no se sabe que se va a desarrollar en ella y unas áreas de desarrollo agrícola que
están en construcción, con la ausencia de instituciones educativas públicas y
privadas, pués las mismas están ubicadas en las cumunidades adyacentes.
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