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Alison Spedding Pallet

DESCOLONIZACIÓN

Crítica y problematización

a partir del contexto boliviano

Instituto Superior

Ecuménico Andino de Teología

LaPaz, noviembre 2011

Page 3: SPEDDING Alison - Descolonización

Presentación

!

La descolonización es un tema recurrente en las políti-

cas del Estado Plurinacional de Bolivia y ha ingresado

en la producción intelectual en las ciencias rsociales en

América Latina. El ISEAT busca profundizar el diálogo

y debate sobre este y varios temas claves para las polí-

ticas públicas como paru la producción académica, por

ello el presente libro da continuidad a nuestro abordaje

en el campo de las ciencias sociales y temas de coyun-

tura desde una mirada crítica y provocadora, sin vetos

geográficos, sociales o políticos, una única intención nos

motiva: aportar a un diálogo y debate que permita tener

una,mejor comprensión de la realidad y las realidades.

Este libro destaca la importancia del contexto o es-

pecificidad del lugar de enunciación de un concepto, es

decir el lugar, tiempo y ubicación en la estructura social

desde donde se lo aborda, es así que para escribir sobre

descolonizacióry la autora, una anglo-yungueña (como

se autodenomina), investigadora de la realidad bolivia-

na desde los años B0 del siglo pasado, lo hace desde la

Page 4: SPEDDING Alison - Descolonización

Des{rclon iri roidil

academia, mirando el concepto de descolonizacióndesde

lo global para llegar y entender lo local, en ese proceso

histórico desde su concepción en un contexto lejano, aje-

no y diferente.

Y es que la autora enfatiza que Para hablar de desco-

lonización es indispensable entender los procesos del co-

lonialismo europeo y cómo la centralidad de ese proceso

colonial si bien afecta de distinta forma aicolonizados y

colonizadores, afectará también de acuerdo al contexto

del país o región.

Valoramos el aporte de la autora que desde su am-

plia trayectoria investigativa y vivencial se aventura a

escribir de descolonización, estamos seguros que el tema

permite también otras miradas y análisis, el ISEAT como

un espacio abierto, no privilegia a ninguna. Así como lo

hemos hecho con otros temas, anima ala realización de

trabajos e investigaciones con actitud crítica y analítica,

repensando los conceptos y la teoría desde nuestras rea-

lidades y contextos específicos.

Esperamos que los abordajes a la descolonización

vayan animando a la construcción de un pensamiento

propio, por supuesto en diálogo con las y los otros y fun-

damentado en prácticas concretas de un nuevo modo de

vivir con base en los aprendizajes de las culturas diver-

sas que nos alimentan.

Micaela Román

Responsable ISR

Abraham Colque

Rector ISEAT

Page 5: SPEDDING Alison - Descolonización

Fñ#t*

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E

Page 6: SPEDDING Alison - Descolonización

Capítulo L

Antecedentes

El término <descolonizacióno ha aparecido en las cien-

cias sociales -quizás con mayor impacto en el contexto

boliviano-, en los debates y eslóganes políticos con unos

significados nuevos dentro de los últimos diez años. En

el qiglo XX, tgg:trgj€ntficado bastante preciso, pue-s

t"."f"rt" "t

+7 lindepen-

dggiadeleltdia) hasta fines de los anos tgeOñilodo

dentro del cual la mayoría de las colonias euroDeas en

t-

q1ql.L@ (primero contra los france-

ses y luego contra los norteamericanos) prylgngo €gle

péiiodo hasta mediados de los años 1920. La concesión

de la independencia por parte del poder colonial solía

estar.precedida por décadas de agitación nacionalista

o al menos pro-independentista, a veces más o menos

pacífica y dirigida a los canales institucionales de la

democracia parlamentaria, como en el caso de la India

(contra los británicos), otras veces señalada por conflic-

tos sangrientos entre los activistas nativos y las fuerzas

11.

Page 7: SPEDDING Alison - Descolonización

| )c l ; tx l lonización

armadas coloniales, como en el caso del movimiento na-

cionalista Mau Mau en Kenia (contra los británicos) y los

nacionalistas argelinos (contra los franceses).

El-q:gjPe:1:l cado de "descoloni

era estrictame v se trataba de la obtención

nácional, al menos en inos for-

males. Las etiquetas Políticas aP a los activistas

nativos, aparte de <<nacionalistast, incluyeron ttmovi-

mientos de liberación nacionalo. Varios de ellos decla-

raron su ideología marxista o socialista, mientras otros

declararon posturas liberal-democráticas, y dentro de

un mismo país podía haber partidos de ambas corrien-

tes, a la vez que los marxistas luego se dividieron entre

los pro-soviéticos y los pro-chinos; Pero en todo caso,

surgieron intensos debates sobre cómo constituir un

nacionalismo autónomo en un contexto donde, no obs-

tante la salida ostensible de los gobernantes coloniales,

las nuevas naciones continuaron sujetas a las fuerzas

del comercio internacionaf a la cabeza de las Bolsas de

Londres y Nueva York, y las presiones de las agencias

multinacionales de préstamos y de financiamiento para

el desarrollo, cuando no a las intervenciones armadas

directas de las fiierzas del imperialismo, principalmente

de los Estados Unidos de Norte Américai, ejemplificada

en el caso de Vietnam.

1 La autora utiliza el término .Estados |odidensesn para referirse a los

Estados Unidos de Norte América, en adelante se mencionará única-

mente Estados Unidos.

12

Page 8: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedentes

. En este primer periodo de la descolonización, los @

debates sobre el contenido de la cultura nacional e in---

terhacional y la consciencia del sujeto Gdsqlgatzado

t'r r', aon lur "tr"r-

trpnes can¿entes ¿e las e s

de liberación nacional y de rechazo a las guerras impe-

rialistas. A través de los movimientos de oposición a la

Ñ;de Vietnam, estas cuestiones invadieron las uni-

versidades de Europa y de los Estados Unidos, así como

se combinaron con la segunda ola del feminismo,2 los

ítun¿

^,rtr'n-tola del feminismo a r:artir de

^l^

nasta aproxlmadamenl

áoi gn ella, Ias muieres exi formal de derechos con

industrializa- R

derechps con!

en

de la misma manera que los varones. En algunos países esto ocurt!ó

e.ntqr0oantes,eno as(rr@¿.,

recién en 1940).La segunda ola de fsminismo s u- (9

jeres_ger'[cpantes err-Ill]ámada Nueva Izquierda y la <contracultura,

(más conocida o recordada como "lssiipples")

de los años^1969 en-

contraron que, aunque podían esfudiar en la Universidad, marchar

los hombres, y se a que egla se aplaco cu

vieron el derecho a vota¡ v a ser eleei a estudiar

en las unlversl a ejercer cualquier ocupación o profesióry etc.

v protestar al lado de los

a recaudar

imir los manifiestos comida; v el resultado de la

en estos movimientos era que la que antes

era obligada a ser una .chica buenao y conservarse virgen hasta el

matrimonio, ahora tenía que ser una chica .abiertao y aceptar tener

sexo con cualquier compañero que así lo solicitar4

denigr4cla{omo reaccionaria. De

el la v10-

considerados

F.F?

Io,

SFñ.-\NE

s.\"'\s

parte de la "vida

a>, esencialmente

fechas

del campo

13

Page 9: SPEDDING Alison - Descolonización

IJr,:srxr lo l l iz¡¡cit)r r

movimientos étnicos inspirados en el movimiento Por

Ios derechos civiles de las y los afroamericanos, y los na-

cientes movimientos gays y lésbicos. _

El resultado, en la década de los(tgZO) fue una se-

rie de transformaciones -o trastornos- en el mundo

académico. Algunos, como la irrupción del marxismo

en múltiples carreras donde antes había representado

una corriente teórica marginal cuando no directa'mente

excluido, resultaron (en el Norte al menos) pasajeros.3

Otros, como la irrupción de los <estudios de mujeres" y

su posterior desarrollo en la teoría de género, han resul-

tado permanentes y se han extendido mucho más allá de

las facultades de ciencias.sociales y humanidades donde

estos tópicos recibieron sgg primeras consideraciones.

En Francia, se habla d"l @ Para fe-

ferirse al grupo de autores que empezaron sus trayecto-

rias académicas después de las revueltas estudiantiles de

ese año, aunque de hecho sus posturas son tan diversas

que tienen poco más en común que el haberse lanzado

después de esa fecha. Entre los más conocidos figuran

Michel Foucault, en los campos de la historia, la filosofía

y la teoría política; Jacques Derrida, en el campo de la

3 Ahora resultan casi cómicos y en todo caso, irrelevantes, debates

que en su tiempo evocaron pasiones enconadas, como los intentos de

determinar cuántos .modos de producción" independientes existerL

por ejemplo, si los nómadas pastorales representaron un "modo

de

producción pastoril>> autónomo o si, dado que siempre consumían

productos agrícolas que ellos mismos no producíar¡ no eran autóno-

mos sino necesariamente dependientes o periféricos a otros modos de

producción propiamente dichos.

L4

Page 10: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedente$

crítica literaria y la filosofía; Roland Barthes, en la crítica

literaria y la semiótica, el filósofo marxista Louis Althus-

ser/ y Pierre Bourdieu, en la sociología. De este grupo,

{,q".u"It D"rtiau u

en lo que posteriorm os

t,oscotoniates, camp

lg lSgSglgnizg4én.

51 hay mathgtpt¡na académica que, obietivamente,

nació?él cóIó'onialismo, esa disciplina es la antropología.'I

odas las obras fundadoras de la antropología moder-

na fueron realizadas en países o regiones que erary en

esas fechas, colonias eutopeas, o sino parte de la nación

ya independiente pero antes colonia británic4 los Esta-

dos Unidos. La contribucióry o colaboracióru directa de

la antropología con la administración colonial ha sido

exagerada; han sido poquísimos los antropólogos em-

pleados como funcionarios de los gobiernos coloniales, y

aún cuando éstos les solicitaron informes o asesoramien-

to, rnuchas veces terminaron siendo alejados por estar

demasiado comprometidos con <el punto de vista del

nativo> antes que con las metas y principios de los colo-

nialistas. Pero es cierto que en general, las obras clásicas

ca si ¡,lrcu_tr,ett gio.r,aton aurrque su u d eTáóGTñJr,-

cia de la autoridad "glg{te@n-Lrt:----;>_--1:-. -etnografías y análisis los efectos de las intervenciond,

-pacrficas o vle]gllas/ de ésta, sino representaron a los

que estudiaron como si aún estuvieran vivien-

do en un estado prístino de independencia y autonomía

cultural y política. Aún cuando, en los años 1950, algu-

nos ya se encontraron trabajando en <Estados nuevos>)

15

Page 11: SPEDDING Alison - Descolonización

Dc $ü ) lor I i/acióil

-recientemente independizados- seguían enfocando las

tradiciones culturales, la religión y el parentesco/ pres-

tando atención mínima a los cambios sosielgg-AbrupLos

escolonizació-n.

Estas omisiones empíricás y teóricas fueron blanco de fe-

roces críticas en el fermento académico de la "larga

déca-

' da de los sesenta,r,a pero todavía no hicieron mella en las

prácticas efectivas; en parte Porque varios de los autores

clásicos, o sus discípulos directos, aún ocuparon los car-

gos principales en las universidades, y los jóvenes turcos

que después les iban a desplazar estaban en ese entonces

estableciendo sus currículos, en las torres de marfil de

la alta teoría (como los debates marxistas mencionados

arriba) o rompiendo tierras vírgenes en investigaciones

de campo sobre ..las mujeres> y otros gruPos antes igno-

rados. La zozobra disciplinaria, de la cual aún no se ha

recuperado del todo, iba a llegar en los años 1980, junto

con el surgimiento de "lo

poscolonial> como una Pers-

pectiva teórica y un campo de estudios establecido.

a Calco este término en expresiones de historiadores como Eric Hobs-

bawm, quien habla del "largo

siglo XIX" -de 1789 a 1913- seguido por

el <corto siglo XX", de L91.4 a 199L. La larga década de los 60 termina

enL974, con la retirada de los EE.UU. de Vietnam y la llegada de la pri-

mera depresión económica posguerra, arazón de Ia subida del precio

del petróleo impuesto por la OPEP en \973. Es más difícil identificar

una fecha para su inicio. Desde una perspectiva latinoamerican4 sería

1959, con la entrada de Fidel Castro triunfante en La Haban4 pero

como veremos, América Latina resulta casi invisible para las miradas

supuestamente global(izadas) de los estudios poscoloniales; en ese

contexto, lo más significativo sería Ia primera publicación de Los con-

denados de la tierra, de Franz Fanon, en 1961.

I6

Page 12: SPEDDING Alison - Descolonización

tnitt1*tl:*

Sr,- i ,un libro que son señalados .o-rrió^Zlt-Hay un año

tnlclo las corrien

ano de Edward

Said, n4c(¡en JerusaléñE-n 1935 v fue

enorme variedad de textos -de filología y lexicografía,

historia, relatos de viajes, arqueología, ciencias políticas,

hasta artículos de prensa e informes de agencias guber-

namentales, desde el siglo XVII en adelante. Lo que to_

dos estos textos tienen en común es que tratan un objeto

llamado @,.

En términos gelgráficos, para said

se trata de lo que se suele llamar hoy el

centrado en los actuales países de Egipto, Jlegl, firiu,

lgdár Irán e Iraq. Los referentes geógñfi"otly to,,^r-

óñdlcambios de nombres y fronteru, por los cuales han

pasado los países que los componen) no explican el im_

pacto de esta obra, sino su argumento teórico.

s Más precisamente, en la Carrera de Inglés y Literatura Comparada.

En los países anglosajones se acostumbrá denominar <Ingléso sin mása las carreras de Literafura. En este texto voy a traducir esta deno_minación como <Literatura, para que sea claro que es la materia deestudio de tales carreras. Las razones para destacár las universidadesy carreras donde trabajan las y los estudiosos mencionados serán de_talladas en el Capítulo 2.

zado junto con su familia por la fundación del Estador

cte tsra_el/ por lo cual él siempre se consideraba como un

&ilñflo, primero en Esipto v lueso en los EE I II I - don-"Jlgio,

pti*"to ""

Egip ., don-

iversidad de

C:lgrnbia (Nueva York) e¡ la carreru d"Tt"rat.rñl-á

p*uiá-e 19 62. orient lis roi@ eiirdparsóiasicos, como Gustave Flaubert, pero cubre una

17

Page 13: SPEDDING Alison - Descolonización

f)0so()l0ri¿¿rciórl

Said propone que todos estos textos demuestran una

continuidad discursiva,6 es decir que manejan la misma

serie de imágenes, conceptos y actitudes, que en su con-

junto crean una entidad llamada ,.Oriente>, que no es lo

mismo que los espacios geográficos existentes, la gente

que habita en ellos y sus prácticas culturales/ aunque su-

puestamente refiere a ellos y toma descripciones y da-

tos (por ejemplo sobre idiomas, religión o literatura) que

proceden de o han sido hecho sobre ellos. Sino, este ob-

jeto discursivo <Oriente" ha sido construido en constan-

te contraposición con otro objeto igualmente discursivo

llamado <Occidente" (o "Europa>

según el caso), a veces

explícitamente presente en la forma de contrastes exPre-

sos, otras veces sólo un trasfondo implícito no menciona-

do, pero siempre entendido como siendo (Occidente) lo

que nte no es/ y vrceversa.

menta que la idge_49 q!¡{9I

como una co-social-cultural-política

ó El concepto de .discurso" I "discursivo,es tomado d@"GüD

sólo ha podido surgir en constante of,o¡:iglg¡ aeeta 9lI3.-

[email protected] gglf"t""t"

@iferettcias que.on 4egaÑas e

finln

ma de eñu

que dependentl.+

18

es un complejo de concePtos ue en su conirlnto de-

v(. . . )

de

Page 14: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedenles

it&4qlgl gsta condición de inferior y defectuosa, por

t_anto, explica y hasta justifica la dominación del Oriente

(ahora si se trata de paÍses, regiones y pueblos reales y

no discursivos) por parte del Occidente, proceso políticoiscursivos) por parte del Occidente, proceso político

ha ido haciéndose efectivo a partir de la invasión de

la actualidad. La producción de conocimiento -sea en la-forma de investigaciones de archivo, estudios académi-

cos de campo, textos de divulgación sobre temas acadé-

micos, relatos de viaje escritos por personas no especia-

listas, informes diplomáticos o lo que fuera- respecto a

las regiones comple+<ü@€nJ?l <Oriente> (discursivo)

en adelante

-al menos en tantocontribuve a

que tal conoiimiento no se libre de r-

es lo que Said denomina rientalismo). A

mi parecer, p"t" S"i{"r "mi

i-p Sl Jj,

<Oriente> siñiontiñuar con este marco; incluso el coñ- lfl i

t\

sidera que los mismos intelectuales árabes participAn' \

gue diciendo <Esto, en si no es algo dignq ¡lq_lementar;

sin embargo,la forma específica de laGlacién satcliti}sí

lo es, (ibid.).

Los levantamientos populares anti-dictatoriales de

la <Primavera Arabeo del2011 quizás apoyan la opinión /de Said quql4 influencia de

"Occidente> en <Oriente" no/ I-

bi&rreo : ít*,arua,'o"-orLlé-r*/r/r/r,z1o¿J,,/ jEfurreo : ía*arud,'o. -s.r{,/,&- azl/,/r,2l,

(:rz/')en- A*q,-ttfe/4oc( L U(t

.7 Prosi- \4

tr a < e1 I r''n ¿ ta onq,rktlTe /./5 0 Lt /¿ ( c (lG 0' WZ ¿\ -

i l ru

? P. 322 de la re-edición inglés (Harmondsworth: penguiry 1995) dq

Orientalism. traducción mía.

Page 15: SPEDDING Alison - Descolonización

es necesariamente lamentable, aunque yo dudo que las y

los partidarias de los movimientos islamistas fundamen-

talistas culturales, y aún más los jihadistas (movimien-

tos inexistentes cuando Said escribió el libro original) lo

aceptarían en cualquier circunstancia.

En el siglo XXI, l "

t.aq por p"tte ¿" tos . y sus aliados más o menos

ovoluntariosos, (willing, como los llamó George Bush II)

y los estereotipos de .,terroristas islámicos/árabes" que

circulan en los medios contemporá.eot djl!teq!l3L].

qgltilur4ad del discurso ori s

crudas. Pero no busco evaluar los (des)aciertos empíri-

ól¿" Said, sino examinar las ramificaciones teóricas de

su postura para proPuestas de descolonización en el res-

to del mundo y, específicamente, en Bolivia. Volveré a la

cuestión de si es posible escribir fuera del marco orienta-

lista, o de sus equivalentes en otros continentes, y de que

si es posible, quiénes y I o cómo se puede hacerlo.

El Orientalismo no corresponde a un (conocimiento

superficialr; Said menciona a estudiosos que dedicaron

todas sus vidas a indagar sobre el idioma árabe o persa y

demás temas <orientalesr. Tampoco corresponde a <<ac-

titudes xenófobas o prejuiciosas>; pues otros de los auto-

res referidos sentían honda simpatía por el Oriente y los

orientales y estaban muy a gusto entre ellos y ellas. Ni si-

quiera -y esto es un punto que ha sido ignorado por gran

parte de los y las integrantes posteriores de las corrientes

poscoloniales/descolonizadores- corresponde a <no ser

del lugar/no haber nacido,dentro de esa cultura>; -Said

20

Page 16: SPEDDING Alison - Descolonización

ü-0" / / ¡lri'u lrwn " ilt*no ¿* ¿1 &ril/ oHrecedenres- ; 1 ' / , u t -

f ln rto a(a"r(ffi;aa,lz,¡z [a,úb :ú/, A t,r¡/" jta¡ , h

e-s explícito at ¿ecl s \se liberarán automáticamente de participar en el orien---/

tu$_-". Entonces, si tanto no árabes como arabes pue-d

dutt r". ori"r,uliraur o ?ar"U"r poatir" a"ir . Pero Iu

"uesUO., "s ¿.Orrrol

'

Al menos en Orientalismo, Said no ofrece un ejemplo de

un texto que él considera no orientalista aunque trate un

tema que cae dentro de los comprendidos en el discurso

orientalista. Retomaré esta cuestión en el capítulo 2 de

este libro. Antes de esto, seguiré con los antecedentes de

la postura actual de descolonización.

Para esto, hay que pasar a otro continente (o como

ellos dicery subcontinente) central al colonialismo euro-

peo: la India. Comparando el colonialismo en la India

con el coloniali

Lutirru

se inició más o menos en la misma época que en la Indi4

pero fue extraordinariamente rápida y aplastante, de

manera que -al menos en México y los Andes- el colo-

nialismo se impuso de plano ya en el curso del siglo XVI,

dejando fuera sólo regiones efectivamente marginales

comro la Amazonía. En la India, los enclaves coloniales

tempranos como la Goa portuguesa quedaban limitados;

la intromisión británica fue más expansiva, pero apenas

se consolidó parcialmente hacia fines del siglo XVIII, y

fue sólo después del Motín en 1852 que el gobierno cen-

tral británico tomó control formal de la administración

colonial. Todavía -y hasta la Independencia en Ig47- di-

versas regiones mantenían una autonomía formal como

21

Page 17: SPEDDING Alison - Descolonización

Descoloni¿ación

<estados principescos> gobernados por aristócratas na-

tivos (rajás, nawabs y otros), aunque por constituir islas

territoriales denfro del territorio bajo gobierno colonial

oficial su autonomía era evidentemente mínima, aún si

no hubieran contado con un oficial británico (el "Resi-

dente") cuyo rol era supuestamente de asesoramiento

pero en realidad iba mucho más allá.

Luego,la India cuenta con una tradición cultural le-

trada tan sofisticada y más antigua (en términos de con-

tinuidad literaria e intelectual) que la misma tradición

europea. Esta tradición no se limita a la teología, lite-

ratura y artes plásticas, sino tiene su propia medicina,

ciencia y tecnología. Se debe recordar que hasta prin-

cipios del siglo XD[, los tejidos indios eran de calidad

superior a los europeos y de hecho, eran importados a

Inglaterra para confeccionar vestidos de moda para la

clase alta, en preferencia a las telas de producción local.

Por supuesto, la vasta mayoría de la población'seguía

siendo analfabeta, y había -y hay- muchos grupos, los

llamados <tribales>, que viven en regiones alejadas sin

acceso a tecnología más que manual, en casos siendo

cazadores y recolectores. Pero las elites indias tenían y

tienen una cultura y política igualmente compleja, y je-

rarqtÁzada, como las de sus dominadores culturales; de

ahí la situación que el fundador de los Estudios Subal-

- car acteriza como,.dominación sin

hegEmonía" -los británicos gobernabary pero no logra-

ban lesitimar su superioridad.

))

Page 18: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedsnt{:}s

Pero los británicos lograron algo que había quedado

fuera del alcance de los diversos nativos en

lstoria de la India: g-lsshiqtgrrgllebgiqgn-ele.gsbler3o. A s, según ellos, introdujeron

los ferrocarriles, la industria, la democracia parlamenta_

ria, en fin la modernidad y el desarrollo, aparte de la uni_

dadnacional. Yera e

g" "".io""lir-.

i"

"tualmente expulsó a los mismos británicos. Apenas par_

tido los colonialistas, la elite india empezaba a elaborar

versiones académicas sobre el triunfo nacionalista. para

algunos, fue urdido por una pequeña elite que buscaba

reemplazar a los británicos en el poder antes que liberar

a la nación; para otros expresaba la movilización de un

pueblo indio amplio.

Una influyente corriente marxista restaba impor_

tancia a las particularidades de la sociedad india para

interpretar su devenir dentro de los paradigmas del

avance mundial del capitalismo. A la vez, persistieron

los conflictos internos y la represión por parte del nuevo

gobierno independiente en contra de grupos subordina_

dos" en particular los campesinos y los llamados <triba_

les> que no participaron en la cultura hindú dominante.

Es en este contexto que, en 198?, el grupo de historiado_

rotprir_nera_publicación.S

,

análisis históricos donde los grupos subalternos fueran

como los sujetos de la historia", siendo los subal-

toda la población india que no formaba parte deternos

23

Page 19: SPEDDING Alison - Descolonización

De$colonlzocióll

(los grupos dominantes, tanto extranjeros como indíge-

nas" (Chakrabarty 2009 :326, 327 ).

Aunque el grupo se organizó en los años 1980, sus

estudios no tratan de las contradicciones y conflictos de

la sociedad pos-independencia, sino enfocan el periodo

colonial. No les interesa (al menos al principio) el ejerci-

cio de la dominación en la vida cotidiana, la organización

de trabaio o las relaciones domésticas y familiares, sino

) los momentos más eviderylg¡¡p-¡gslqJencia y rechazo des

-

- - - - - - ! - z : ;

ñ la dominacióru es decirQas sublevaciones) fSgú¿)

: ¡

.*

En l', hdia, era notaTle qúE!{sublevados campe-

les ex ran los motivos de su rebelión

-una deidad les había ordenado\+3

K rer\ts:l_{lp rgsárt/9yp urrq ullsqu .,*=__-

S=sáñotinarse- antes de hablar áE-Témás (Políticos>, comox- dl l rLrLu r4r Ds- qr rr \

$ñfu "*pfotución

o el maltrato por parte de las autoridades.

Para los oficiales coloniales que informaron sobre tales

hechos, esto indicaba que las revueltas se debían al fana-

tismo ciego e ignorante (¡sombras de los actuales retratos

mediáticos de jihadistas islámicos!) y no a su propio mal

gobierno.

Historiadores académicos, como el mencionado llgli-

bu*Lr., clasificaron tales acciones como "pre-políticos>>, Y

hasta historiadores indios marxistas pos-independencia

consid.eraban que, como la religión no podía ser motor au-

téntico para rebelarse, si los rebeldes de base diieron que

sgguían un mensaje divino, tení? que ser porque sus líde-

,!ñfo;;ñáñ;¿;;:d" o"t.ibit lut .urrtut oolíti.ut t"ul"t

t!"g"d" " "t"

ÑA-a:.:",ft.ma, habían echado mano a

Üfl/'ttza'-Á' / {€'Ú6tÓtÚ z- -'o 'á

u¿dn ''

A /-

24 Wffi';,'; /ii t'' a'*¿t¿'n¿t¿ ca cfu'-

Page 20: SPEDDING Alison - Descolonización

Anlecedentes

una mentita consciente sobre dicho mensaje para poner a

las masas en movimiento (Guha I9Bj l1997:67-8\.

de los Estudios Subalternos es asumir

estosleueffiti

gl9l4o la religión la forma en que ellos

expresan esta con . En las sociedades del Sur de

Asi4 la religión tiene vínculos estructurales con las jerar-

quías sociales y las transferencias materiales; o para ex-

presarlo de otra manera, la ubicación de lo que un cien-

tista social o historiador identifica como <religión> den-

tro de las relaciones sociales es enteramente diferente de

la ubicación de la "religión"

en las sociedades europeas,

y por tanto las expresiones religiosas no deben ser inter-

pretadas a través de categorías europeas. Un ejemplo de

tal interpretación equivocada es la postura del adminis-

trador colonial, que asume implícitamente la separación

de Iglesia (religión) y Estado (política) como el ideal;

entonces, trasladar un motivo religioso (mensaje de una

deidad) a la acción política (rebelar contra el gobierno)

representa la ruptura de esta separación y sólo puede

deberse a un exceso ciego de fe, es decir, fanatismo. Otra

interpretación equivocada es la del marxista vulgar, que

supone que la religión es el opio del pueblo, una serie

de falsedades a través de las cuales las clases dominan-

tes engañan y manipulan a las dominadas. En el caso de

los rebeldep indios, los manipuladores estaban eventual-

mente a favor de los dominados, pero igualmente resulta

ser nada más una manipulación y no una forma válida

de percibir y actuar en el mundo.

25

Page 21: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolon ización

Los Estudios Subalternos han tratado muchos temas

aparte del rol de la religión entre los subalternos de la

India: entre otros, han examinado el sindicalismo obreto,

los procesos jurídicos, y el nacionalisrno. Más allá de los

tópicos específicos, dentro o fuera de la India (en 1992 se

declaró la fundación de un Grupo Latinoamericano de

Estudios Subalternos en los Estados Unidos, si bien no

han dado lugar a obras de mucho impacto) su impor-

tancia tiene dos ejes. De un lado, declararon su intención

de deshacer las versiones coloniales/colonizadas de la

historia india, y buscar las voces propias de las y los do-

minados, fuera de las líneas de análisis eurocéntricas. De

otro lado, el alto perfil logrado por este grupo de estu-

diosos en la academia del Norte (es decir, básicamente,

la academia trasatlántica anglohablante) expresa en sí as-

pectos centrales de la condición, o el mundo poscolonial,

que ha dado lugar a las obras que estoy comentando y a

lavez es retratado en ellas. Uno de estos aspectos son los

flujos mi gratorios intercon tiggntA!es.

Otro producto de ellos(Qtuart HalD1rrgleg !e-q4gq"

jlrmaiqui-no, es conocido como fundador de la tercera

@que confluyó en los est@ta

nueva disciplin4 o transdisciplina llamada <estudio-s

culturales".

Hall dirigió el Centro para Estudios Culturales Con-

temporáneos en la Universidad de Birmingham en In-

glaterra. En los años1970, su interés estaba enfocado en

las subculturas juveniles británicas, como los ,.mods', y

los "hippies,

de los años 1960. Enl982-no es casual que

26

Page 22: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedentes

sea el mismo año en que se publicó el primer volumen

de los Estudios Subalternos- el Centro publicó Thzhru-

plre Jlleesfuck (ntítulo irónico, tomado de la segunda

película de la serie ,.Guerra de las Galaxias>) que consi-

deraba las nuevas formas del racismo en la Gran Bretaña

neoliberal de Margaret Thatche¡, racismo cuyas víctimas

eran precisamente los migrantes llegados de las ex colo-

nias británicas en Asia" el Caribe y Áfuica.

Otra compilación fundadora fue Europe and its Others

(Europa y sus otros), a cargo d" Ho;i Bñ6ñ;t Guyutti

Ilrglt"yqlry&t"*, ambos de origen indio pero resi-

dentes en Nueva York (Spivak) y primero en Gran Bre-

taña y luego en los EE.UU. (Bhabha). Al igual que Said,

son catedráticos de Literatura, y la influencia de la crítica

literaria es predominante en los estudios culturales, con

la diferencia que extienden los enfoques y métodos de la

crítica literaria a objetos nuevos, como programas de te-

levisióry películas de Hollywood y Bollywood,s historie-

tas, géneros de música de moda como el rock, el reggae

o el punk, y otros productos de ,.cultura popular> antes

simplemente ignorados por los estudiosos que conside-

rab-an que sólo la "alta

cultura, (artes plásticas, novelas,

poesía y teatro considerados de gran calidad) era digna

de su atencióry y si trataban la "cultura

de masas>) su-

ponían que sus productos en sí carecían de valor y sólo

servían para adormecer y someter a las masas que los

8 'Bollywood' es el nombre que se da a la industria cinematográfica

que produce películas populares en Hindi, centrado en la ciudaá india

de Mumbai, antes Bombay.

27

Page 23: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolon izac¡ón

consumían pasivamente sin criterios críticos (ésta fue la

posición, por ejemplo, de Teodor Adorno).

=> Un trabajo emblemático de los inicios de la fWió¡

e :ses

..Signos tomados por prodigios: cuestiones de ambiva-

lencia y autoridad bajo un árbol en las afueras de Delhi,

mayo I8L7rr, de Bhabha, que examina el testimonio de un

indio convertido al cristianismo que encuentra un gru-

po numeroso de hombres y mujeres indios leyendo unas

copias del Evangelio (unas impresas, otras que ellos mis-

mos habían copiado a mano por falta de otros impresos)

traducido al hindi. Expresaban gran entusiasmo para el

texto cristiano, a la vez que exponen sus propias inter-

pretaciones nada ortodoxas, lo que el converso intenta

combatiq, indicando por ejemplo que aparte de leer la

Biblia, ellos deberían ser bautizados y tomar el sacra-

mento; a lo cual responden'no al Sacramento/ Porque

los europeos comen carne de vaca' y eso nosotros no lo

haríamos nunca' (Bhabha 1994 I 2002:132) -

Bhabha presenta este relato como un ejemplo de

(una escena en las escrituras culfurales del colonialismo

inglés, que se repite con tanta insistencia (...) del des-

cubrimiento repentino y fortuito del libro inglés (...) un

momento de originalidad y de autoridad (...) que ("')

vuelve prodigiosa la presencia del libro en la medida en

que es repetido, traducido, malentendido, desplazado"

(op.cit.:13L). Aparte del encuentro bajo un árbol afuera

de Delhi, ofrece como otros ejemplos una escena de Ia

pnovela @ (1902) d" Ij€?h-sgry4d

)

28

Page 24: SPEDDING Alison - Descolonización

Antcüedentes

(un polaco naturalizado británico que escribió en inglés)

y un relato autobiográfico de V.S. Naipaul (nacido en la

isla caribeño británico de Trinidad de padres indios) so-

bre el impacto que le hizo la misma novela de Conrad.

Es notable que Bhabha no se preocupe del hecho

que una de estas escenas es completamente ficcional,

otra cuenta la reacción subjetiva de cierto lector ante una

hcción, y otrarelata una experiencia de la vida real. Des-

de su posición teórica, que es la de Foucault tal como lo

interpreta Said, no hay diferencia entre la representación

de una ficción y la representación de un hecho histórico

real, en tanto que ambas forman parte del mismo dis-

curso/ en este caso, el ..discurso colonial>. El discurso

ori ental i sfa criii a e 17 nnnr Sai d racr ¡l ra-1. ^-+^-^-llillll)

Iorientalista criticado por Said resultaría entonces un caso

particular de discurso colonial- con la aeraatotíc*iaq an-

v c¿,

particular de discurso colonial, con la característica co-* f;mún de todos los tales discursos, de enfatizar las diferen-S' ?mún de todos los tales discursoq de enfatizar las diferen-R'1

,.E 6-'*PF

cras entre las y los colonizados y las y los colonizadores.{a.

Slempre de tal manera oue se iusf i f ica el dnrninin . lo l^oeilempre de tal manera que se iustifica el dominio de lose i

W' - f fn¡ tc f r ( r ¡Dt r t th o

He llamado a los esbudior c"Yfrliifl"r1rh?'Y,#uffrair-

gplin?" porque, qglqqe rus principales métodos proce-

ru ".rt"g

rit"ffiestudio cruzantu *.t

p_e-{lpglgyg4gld$grso se extendió a la antropología, re-

ptes".tá?o pl, @, (Escribien-

do la cultura/Cultura d; "r".ibir)

d" Clifford y Marcus.

publicado en 1985. Subritulado "ru

püuáfralotru.u

de la etnografía>, esta colección juntó a antropólogos con

una crítica literaria y propuso que los textos etnográficos

sobre los pri

29

Page 25: SPEDDING Alison - Descolonización

Desoolonización

no deberían ser leídos como descripciones transparentes,

que permitían ver a través de sus palabras para percibir

directamente la realidad de los pueblos y culturas que in-

vestigabary sino como artefactos literarios que creaban el

efecto de realidad de la misma manera que una novela o

unapiezade teatro. Lo que hace convincente el texto son

los artificios de su redaccióry que en el fondo son formas

retóricas aunque suelen disftazatse con un estilo de ob-

jetividad científica, que elimina la presencia de la o el in-

vestigador para asumir una voz equivalente al narrador

omnisciente de la novela decimonónica clásica que sabe

perfectamente todos los pensamientos y motivaciones

de sus personajes. Asi se escribe sobre "los

balineses>

o ,,los nuer>) como un gruPo homogéneo donde todos

obedecen a las costumbres, actúary reaccionan y piensan

de la misma manera, en base a conceptos interpretativos

procedentes de la cultura del o la antropóloga, a través

de los cuales se asevera explicar una cultura diferente'

En sus versiones más extremas, esta postura llega a

desacreditar completamente la empresa etnográfica de

describir otras culturas: aunque las y los antropólogos

hayan creído que estaban estudiando a otlos, en reali-

dad nunca hacían otra cosa que producir proyecciones

de sus propias etnocategorías. Si así fueta, no quedaba

otra alternativa que tenunciar para siempre a hacer an-

tropología; también se comentaba que las personas que

expresaron esta posición extrema no habían hecho ftaba-

jo de campo en una cultura ajena y no comPrendían que

en la práctica sí se llega a entender diferentes visiones

30

Page 26: SPEDDING Alison - Descolonización

Antee0denles

del mundo en un nivel que va más allá que una ilusión

superficial o un autoengaño. Otros consideraban que, sin

llegar al descrédito total, era valioso tomar consciencia

de los elementos retóricos presentes en los estilos con-

vencionales de escribir etnografía. Esto dio lugar a va_

rias obras denominadas <etnografías experimentales>.

Algunas intentaban sustituir el monólogo impersonal

autoral con una presentación dialógica, reproduciendo

las conversaciones textuales con los y las informantes y

las opiniones de éstas en contraposición a las interpre-

taciones del o la antropóloga; descartaban la imagen de

una cultura homogénea y consistente enfocando las con-

ductas desviadas y presentando las versiones contradic-

torias que la misma persona (informante) podría dar de

su propia vida en diferentes ocasiones; o combatían la

posición implícita del investigador como un observador

impersonal y objetivo, incluyendo descripciones de sus

propias reacciones emocionales, desconciertos y conflic-

tos con sí mismo o con sus informantes.e

e Esta última fue denom'inada por sus detractores como .antropología

confesional", considerando que;lejos de representar un avance teóri-co, reirocedía del estudio de otra iultura hasta el tipo de encierro enlas obsesiones propias que la escuela deWriting Culture supuestamen_

te quería combatir. También se observó que, pára hacér unla .etnogra_

fía experimental> que fuera aceptada y püUtiiaaa era necesario ser unprofesional establecido y preferiblemente ya catedrático titular; unatesista que se atrevería a presentar una tesis que no obedecía a las con_venciones de objetividad, interpretaciones consistentes sin apertura acontradicciones, fundamentación en la bibliografía académica antesque en las opiniones de sus informantes, y deñás requisitos estableci-dos, no sena aprobada

31

Page 27: SPEDDING Alison - Descolonización

Desc0loniz¿¡ción

Estos cuestionamientos a las teorías y convenciones

establecidas de la disciplina también corresponden a Ia

cuarta influencia que ayudó a conformar la perspectiva

poscolonial: el movimiento académico conocido como

(l;ffioaeñ@Esto ha recibido una gran difusión a

partir ae los años 1990; puede ser resumido como una

desconfia4¿3r, cuando no un {9"hezg-gg*9ta1ga.1o, d"

---'lur "g@as>.

<Metanarrativa> -se en-

tiende como cualquier teoría o interpretación que pre-

tende ser universalnle

ffilugary todo tiempo-. Se suele citar

_freudianismo, aunque el segundo nunca logró el mismo

nivel de influencia académica y política dentro y fuera

de Europa.

Es obvio que hay una coincidencia entre este !g-

chazo de relatos totalizanGs y"posturas como la'de los

Estudios Subaltemos que

-uestionan

la aplicación de es-

quemas interpretativos oriundos en Europa a realidades

ajenas a ese continente y sus sociedades' A la vez, alrne-

como ejemplos de tal

de los esquemas que ellos esgrimen como

a las teorías euro totalizantes, también

@ra: qn sig41P_lo es justamente

ut @4gE&. Bhabha gusta de citar a misioneros cris-

tianos britiánicos en la India en el siglo XD(, quienes se

quejaban de que cualquier expresión de teología cristia-

na que ellos hacían era susceptible de ser interpretada

como apoyando la validez del hinduismo: si dijeron "el

cielo es grande y tiene mil puertas>, por ejemplo, sus

Page 28: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedentes

oyentes nativos entendían que ,.la religión de ellos es una

de esas puertas, por la que ellos esperan entrar> (Bhabha

199a12007:127\.

Quizás la diferencia es que et t naursmo, a aif

Su d"L gglianjsno y las demás ideologías asociadas con

lismo europeo, no ha sido vehículo o acompa-

ñante de procesos de ex ítica va que

pretenden cubrir todo el planeta. Pero entonces la crítica

no se dirige al hecho de ser una metanarrativa en si sino

al contexto político histórico de ciertas metanarrativas

y sns portadot -

mos años cuando la vanguardia académica estaba pro-

clamando la muerte de toda posibilidad de explicación

universal del mundo, los gobernantes más poderosos

estaban proclamando que sí había una sola manera de

comprender el mundo, la que se resume bajo el título de i<neoliberalismor: se recuerda el famoso lema de Marga-/q

ret Thatchef, una de sus principales paladines, de que/

"¡No hay alternativa!,,

'Y aunque las crisis financieras que han azotado

buena parte del mundo a partir de 2008 han provoca-

do agudos debates tanto en la academia como entre los

gobernantes, estos debates tratan de cómo manejar las

instituciones económicas para curar los daños ocasiona-

dos por dichas crisis y, en tanto que fuera posible, evitar

que vuelvan a ocurrir: cómo poner fin a la especulación

financiera desbocada, imponer transparencia al manejo

bantario, acuerdos internacionales para solventar las

deudas de gobiernos nacionales tambaleantes, pero todo

aa

JJ

Page 29: SPEDDING Alison - Descolonización

DBscolon¡zación

marco global a economla

., //,, ,lu*Jk L\dentro del

' siempre. Los atisbos\l¡

capitalista de

r otra

o "qg-lryt-us, por ejemplo ta @@Qffi?'-9il

:.,-Úir!L"d,gr,jllto_!rye pasan de la palabreria ytip.."

'j a ilFit acciples concretas, sJi@-

Rt.

{ VI.S llegan a lo macroeconómico.

capitalismo,

{allal naiécéiEúñ no sdláh-a ubicado..q*!-_,-%*=-

{ *-g"lonces,

el Grmé}FPosmodernista que invadió

el mundo académico en los años 1990 ahora parece más

una expresión de la zozobrade las fracciones de clase que

componen ese mundo, que una expresión de la llegada

de una condición nueva en el mundo real, aunque a par-

tir de los años L9B0 hubo voces que argumentaron que

en efecto se había salido de la modernidad hacia una eta-

pa histórica posterior e insólita. Es cierto que hubo otras

voces, como el sociólogo británico &!b9!y-Aige$-9

g!;9{{a l{gra1g-norteamericano

Fredric Jameson (otro

rumináilo-d

insistieron que sólo se trataba del avance progresivo de

ttát¿i",, y t"s..tte es (Jameson).

Al parecer, llegando al siglo XXI se ha asumido un

consenso tácito que los que negaron la realidad social

de la superación (o disolución) de la modernidad tenían

la razón, y los que se declararon posmodernistas han

buscado otras etiquetas; siendo una de ellas netamente

la de poscolonialistas, y últimamente, descolonizados,

o al menos, descolonizadores (que intentan o desean

34

Page 30: SPEDDING Alison - Descolonización

Antecedent€s

descolonizarse, aunque no lo hayan logrado todavía).

U"" q"i"t"."rri"r Ler(!Eg_-qq$é- (

TIgdgg ha contribuido a esta qlqibució_n_nug-v-a es el "

Por supuesto, desde hace décadas se había descarta_

do el idealismo iluso de esos intelectuales de izquierda

que, después de sus visitas expertamente manejadas a la

URSS estalinista, declararon <He visto el futuro y ¡fun-cionalrr. Aun asi la caída del muro de Berlín en 1989 y

el desvanecimiento del <socialismo realmente existente>

arrasó con los últimos símbolos de la posibilidad de una

alternativa al capitalismo. Como es sabido, las izsuier_

das necesitaban otrogrupo en el cifr anhelos,

y dentro de poco lo encontraloñ.._ilelmunffian sino por el

\

'¡l

:rJ

si

s

¡

Ios pueblos ind

" -g-gl *fAle!_elry4u,

con acceso mínimo a la ogía moderna_ expresaban

modos de vida que coincidññcoñla teoría eóóñóñTda

que vj4o a sustituir al marxismo,-uestioñádoTá

todo lado como he exnli como alternativa priíctica

Déjenme acláiar qüóyópersonalmente soy ecologis-

ta, incluso practico la agricultura orgánica en los yungas,

así que los comentarios que siguen no deben ser toma_

dos como oposición al ecologismo como tal; pero son

críticos de aceptaciones o atribuciones superficiales del

ecologismo, al igual que de las concepciones excesiva_

mente idealizadas de los pueblos indígenas.

JJ

Page 31: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonizac¡ón

El punto central aqqisg Ias mismas definicio-

nes internacionales de -establecen que

son las personases esencialmente

-¿esceñdierrtes de los habitantes quienes, se supone/ vl-¿-- , -

vian en determinado ter o

lñolonizaciO., y qde*as .o"t"-ut ,tttt ra (en 1o

i,iél e.p*sada en un idioma propio, o al menos en al-

gunas ,,costumbret") /

rygogl-/oqcial (se suPone que son sinónimos) del país

donde rrÑet. E-stas definiciones no estipulan que tienen

ue vivir en áreas rurales y no en las ciuda-des,

"ó q,r" deben vivir de la agropecuaria no tecni

la artesanía, A;fieólecciórL siendo (en su ma-

yoría al menos) de r . Pero

io, p.o."ros sociológicos de la modernidad en la cual to-

!! - - , ,^ t^^

ffi t"aut (indígenas o ño) vivimot inlPl&en g1e-las

Dersonas que viven en las ciudades, son de clase mediaY:_::- ' *" 1"- : - - : : __

-^o aftttñanejan Ia tecnol,ogía ind"ggul,nSlg!9 =

vlvlr en o rural Se a la cultura ma-

ñt4lt"t po-tT""to no cuóntan como ind s/ no lm-

porta de quiénes habrían

rn-ta pnióEca, et l u

á*p'"ffi

{uq.!ggg, o se han quedad-oeEJ-o que el sociólogo mexi-

*ióEo-ulo Aguirre Beltrán llamó .5€grrqqirJrfu-

gior', las que mantienen estas características culturales

lirtintirrut, porque fi"^u. psgo .o.tu"to "o^

lu Pú t'

36

Page 32: SPEDDING Alison - Descolonización

Anlecedentes

Tgygnta4a/ su acceso a la educación figcal (principal ins-

trumento de la inculcación de la culfura mayoritaria na-

cional) es mínimo cuando no ausente. Tales regiones de

refugio @ centros metropolita-

nos y no ofrecen oportunidades económicas más allá de la

agricultura de subsistencia y otras actividades manuales,

sin posibilidad de aplicar la tecnologra industrial porque

la geografía no lo permite (regiones montañosas) o por-

que no hay rutas de acceso para introducir la maquinaría

y sacar los productos que justificarían invertir en ella.

Por tanto, el i ico de estas

es mínimo, porque no tienen con qué impactar. Esto no

excluye que pgedan manejar principios explícitos que

prohÍban prácticas que serían dañinas para la ecología;10

Pero p$gnlfica!-, por el mero hecho d: tglt4Jgqut

y no haber cau ta la-ec$-lg_¿1lggg equmir automáticamente que viven en

<<armonía con la naturaleza> y mas una ideo-

explícita al uso en ausencia de tecno-

ustria casos de

10 El 7 de septiembre 2011, en la televisión escuché a una dirigente chi_quitana quien contó que su abuelo siempre les decía que dJninguna

manera debería talar los árboles que crecían en las orillas de loslíos.Evidentemente esto es una medida para detener las posibilidades deprovocar la erosión debido a los desbordes fluviales, aunque ella lojustificaba diciendo simplemente que él decía de tales árbbles .¡eso

es vida!>

11 El caso más notorio es la Isla de pascua. Según investigaciones ar_queológicas, antes de la llegada de los seres Lrumanos (aliededor del

@11 sin hablar de lo que algunos

37

Page 33: SPEDDING Alison - Descolonización

Desc0lon izac¡on

han hecho con la flora y Ia fauna cuando consiguieron

motosierras y escopetas. Pero, dado que la mayoría de

estos pueblos aún viven en ambientes aparentemente

poco o nada modificados por la acción humana, resulta-

ron ideales para simbolizar la alternativa no capitalista

anhelada por las izquierdas, tanto en lo cultural como en

lo económico/ecológico, mientras el surgimiento de los

movimientos étnicos impulsaba a los mismos pueblos

a organizarse formal(occidental)mente y buscar aliados

que les podían representar, aPoyar y financiar. Y dado

que la condición de estos pueblos es co-sustancial con el

proceso colonial, son casos paradigmáticos para los aná-

lisis académicos del poscolonialismo. Cq3ldg-ea€I{ur

so de los años 1990, la causa de los pueblos indígenas fue

--a6umida po, lu. redes de@a-

cionales, se creó el contexto Para f

-€/analítica)del poscolonialismo a la\ --¿Iá-clescolonización.

siglo IX de la era cristiana) esta isla ela una selva abundante. Antes de

qrie los primeros colonialistas euroPeos llegaron, por el siglo XVIL los

habitanies ya lo habían convertido en un pajonal sin un solo árbol, e

incluso se habían visto obligados a practicar el canibalismo debido al

colapso de la producción agropecuaria.

38

Page 34: SPEDDING Alison - Descolonización

a

39

Page 35: SPEDDING Alison - Descolonización

Capítulo 2

Poscolonial / Descolonial: Principios,

actores y lugares de enunciación

No obstante la gran variedad de temas, posturas teóricas

y grupos de estudiosos y estudiosas en diferentes países

que han participado en este campo académico, el prin-

cipio fundamental de la perspectiva poscolonial es sim-

ple y claro: para comprender todas y cualquiera de las

sociedades o grupos sociales existentes en el mundo de

hoy, es absolutamente imprescindible tener en cuenta los

procesos del colonialismo europeo, es deci¡, los procesos

a través de los cuales los países de Europa occidental, y

luego otros países gobernados por descendientes euro-

peos identificados con su cultura, llegaron a controlar la

vasta mayoría de la superficie terrestre a principios del

siglo XX.12

12 En.Cultura e imperíalismo, Edward Said asevera que en l9I4 n1uro_

pa" (supongo que incluye en esto a los Estados Unidos y América La_tina, aunque ya no eran gobernados por .Europarr, y que el entoncesImperio Ruso también.sería parte de

"Europar) ,,controlaba alrededor

de 85% de la superficie terrestre> (Said 1993:33-4, citado en Mellino2005 I 2008:27\.

47

Page 36: SPEDDING Alison - Descolonización

Descólonización

Desde aquella época,las entonces colonias han ob-

tenido la independencia política formal si no la tenían

ya enL914, pero los países de cultura europeo-occidental

mantienen su posición protagónica en el mundo y sus

formas culturales son las que organizan los modos de

vida dentro y entre los demás países. Esta centralidad

del proceso colonial vale tanto para los países coloniza-

dos como para los países colonizadores; ha sido el factor

fundamental en sus trayectorias sociales históricas en to-

dos los casos, si bien los impactos específicos son muy

distintos para los colonizados y Paralos colonizadores, y

también para grupos sociales particulares dentro de cada

país y grupo de países.

En si esta revolucionaria ni no-

vedosa. A mediados de ) cuando el proceso co-

a su cima, Marx dio cuenta del

proceso de ) como etaPa Previa4

del capitalismo, y esta acumulación consis-

tl-" ""

t" "p..pi".iO.

t

as. (Princi-

palmente América Latina) iu "o.t@

tofficon--otras

(como Africa) "-

Iml nnlíricn direcfn de Frrrona. Tncluso la historia escolartrol político dlgggto de Europa. Incluso la historia escolar

@;s británicos, si bien suele ig-

norar (al menos cuando yo era colegial en los aios L970)

los episodios más bochornosos del colonialismo, como las

Guerras del Opio,13 mencionaba la .,carrera hacia África"

13 Hasta principios del siglo XIX, los chinos sólo aceptaron plata me-

tálica como pago Para sus mercancías, como té, seda y porcelan4 que

42

cumulación primiti

Page 37: SPEDDING Alison - Descolonización

poscolon¡ailDescolonial: principio$, actores y lugares de enunciactón

de fines del siglo XIX, cuando Gran Bretaña, Francia y

Alemania, incluidos jugadores menores como Bélgica,

entraban en competencia desesperada para hacerse de lo

que podían de ese continente. pero esto fue presentado

como uno de los ejes de competencia entre esas nacio-

nes que eventualmente desembocó en la primera Guerra

Mundial.

No se cuestionaba el colonialismo en sí y menos se

indagaba sobre el impacto de esta <<carrera> para las y

los africanos, como tampoco se analizaba qué beneficios

obtenían los países europeos invadiendo el <Continente

Oscuro>; al parecer la única finalidad era tratar de ganar

a sus rivales europeos ocupando más espacio más rápi-

damente,.de la misma manera que se intenta ganar más

medallas que otros países en los Juegos Olímpicos.

Pues el poscolonialismo corresponde + ..4!lq¡¡deg-

¿g et otro ta¿o ¿e ta f "

(young 2002:2, traduc-

ción mía), d3g4g_!a9 ,"lonizados hacia los colonizadores.

Esto correspolá" "ffi

consecuencias

d:lSglgllaE-q IgIa

los habitantes de lg_qgs ggslqes

vendían a los europeos (por eso, @ plata de

PPl99l-tu+{9rnlEt9I4_19_-ctii"a¡.ElsobiernlbriGlico=res

nrzo unas dos guerras en los años 1830 para obl igarles a aceptar comopago el opio que ese gobierno producía en su colonia de lá India. Elnovelista Rudyard Kipling, considerado ahora como apologista ver_gonzoso del colonialismo británico en Ia Indi4 publicó un libro deviajes donde, entre otras cosas, describe una fábriia imperial británicadedicada exclusivamente a producir opio para el mercado chino. Los /¿obe-¡43¡!gq que ahora pregonan la Guerra contra las Drogas nun--.u lor.-nacen referencta a estos h99199 lsjg peledo. w

43

Page 38: SPEDDING Alison - Descolonización

Descol0nizaü¡ón

f5-&ng9g:l Tercer Mundo, como hizo FaLon ("1961),

reionocido como poco menos que santo patrón del pos-

colonialismo por autores como el citado Robert Young,

sino a 4!.ugut

lu.@dade-s

colonizadas-y tám-b-ién de los colonizad s; aunque se

d;f";ñ;Ed*"td suid "*preil*

disgusto con los

trabajos que extienden el enfoque poscolonial en esa di-

rección: <Mi reflexión sobre el imperialismo tenía como

punto de partida la experiencia colonial desde el punto

de vista del mundo colonizado y ahora me encuentro de-

lante de trabajos cuyo interés fundamental refiere a Ia

"angustia del colonizador" o diatribas sobre la inseguri-

dad, el ansia y ¡los "nervios"! de los británicos durante

la colonización. No tengo ningún tipo de interés por este

tipo de enfoq revista con Said citada en Mellino

200512008: una redirección de las co-

rrientes por él

I

rada s há cñ-un-Eompromiso político

uesto, como palestino, é1 siempre tenía su propia

causa nacional en la lucha palestina contra la ocupación

israeli mientras para otros y otras no siempre hay una

afiliación personal tan directa a qué aferrarse.

El colonialismo en todas sus ramificaciones, enton-

ces, de-frne lot obj"tqt d9 "tt.tdio

d"lpot o'.Et

ffinto establece cls4os-pruoeiBias-d€

cómo se debe estudiar el colonialismo. Una posturateó-

rica fundamental es aseveración que

4€ 1l-tl-44da -Pe r s onas,

mer séñtiAo de "descolonización",

es

imientos de fiberación nacional. l'or

44

naciones, culturas-

Page 39: SPEDDING Alison - Descolonización

que tiene un núcleo de características permanentes y du_-ru

'@ an6iG aer tie,r" po ;tosl;;r u-

dos en el espa-cio.ffire esta postura

y el posmodernismo que niega la validez de narrativas

totalizantes o universalistas. En contra d"__lu rd"u du_A.r"

\uylglig1$ o identidades puias y estables, se insiste en

las caracterist en-

te sitio fijo como

en el sentido de haber sufrido quebrantos) mutgbilirlad

L|::"tt"is" "" t"t id

Eltonoe-.-gqe se p-re sentáG stálcondi ci ones inestab le svaría entreQl lamentófpor una patria, un hogar perdido,

q¡¡ggggr se podrá recuperal, un exilio permanente) y la

e}bra@ (la liberación de la jaula de líneas culturales

fijas,la creatividad de mezclar y combinar elementos de

l?:lllCIli:l/Descotoriat: prrncipios, aótores y iugares de enunciacióñ

cualquier parte del mundo, la disolución de las conven-

ciones que obligan a obedecer a estereotipos).

lonial resulta ser el escritor famoso (y millonario)

quien se trasladó primero desde la In-

a G_¡grrlrete4r yJgego d"!q!dre!_e Nueva yoJk,,'.- .^- l^ )^1^ f -L- , - - / ,ty !g4S@e_d"bfu wn ( sentencia cond",lu6iiá) é*ltid,

pjr Alelgllqh{hgrye1g j94eq b I a sf eqti a s "*préñFu,V--

45

Pero es de nota¡, que aunque se argumenta que los_

Tlonizadores han sido tan hondamente transformaá6sa

por el proceso s

@ble -loj.t¡udoü quienes han sufrido dislocación en una direc-

ción geográfi-callá- tas-. '

t999lg!ts. Un representante emblemático de este sujeto

Page 40: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonizac¡ón

en la novela de Rushdie Los tsersos satdnicos.stna,-segÁn

sus declaraciones, escapando de los criterios estrechos y¿.t '

las áríticas mal intencionadas que figuran en las reseñ4,s

Iiterarias en la prensa británica.

- Aunque Rushdie haya escrito <que nuestra alie-

nación física de la India significa que (...) crearemos

"ficciones" en lugar de verdaderas ciudades o países,

(...) patrias imaginarias" (Rushdie citado en Mellino

200512008:128), su condición de expatriado es volunta-

ria y las condiciones de su vida en Nueva York completa-

mente distintas a las de la mucama, inmigrante africana,

quien fue acosada sexualmente por el entonces director

del Fondo Monetario Internacional en 2011. También es

de notar que,

según el cua

ite en todas parte$ el eslogan

identidades son cambian

nales, flexibles relativas, mu autores lue

sobre los sru sociales en términos tan

mo los de las as clási dicen

léremos, este es el caso de la mayoría de los que

escriben sobre pueblos indígenas y descolonización en

América Latina.

aUS""l q"" R"thdi",lamayoríadelasylos autores

conocidos del poscolonialismo ocupan pgslgeqdg rli-

te tanto en sus sociedades de origen como en las de aco-

- -<gida, y las de acogida Bóñlosp-arses 4{I!tr[e44u+do,--

"''l.

t"'tt""ttirlariesdonde generatmente

de renombre. Ranaiit Guha enseñó en la Universidad de

-Sússeien Inglaterra y luego en la Universidad Nacional

de Australia. Gayatri Chakravorty Spivak es catedrática

46

Page 41: SPEDDING Alison - Descolonización

en la Universidad de Colombia en Nueva york, al igual

que Edward Said. Si repasamos los lugares de trabajo de

los autores q"" ng"_Tl*ldl@ru

(r ialqys.sidad de California

"l¡_":lg"yt t ig""l q"e Nelson Mal-

f__-;---=-.- . : :_=_

| _

_d:ygg-r"t*r,y d,gd

PcscoloniallDescolonial: Princip¡ós, actüres y lugares de enunciación

de California en lrvine. Lao-Montes está en la

Universidad de Massachuletis enA

né NuEvaToil"en

Binghamtory Di rty ocupa una cátedra en

laüññérs Chica an está en la Uni-

parte del grupo original de los Estudios Subalternos).

Agmss-glgg j9s,*sa$ieggJgeqq-S9Tg3,y__E_{s,q_rdo

Landet, figuran con puestos en universidadéiiudame-

ricanas (lu Ut""rcidud Cutóli.u d. tá y la U,niver-

sidad Central de Venezuela, respectivamente). No ha¡r

ffión institucional de Aníbal euijaníí,considerado actualmente como farol de la descoloniza-

ción desde América Latina, y resulta que su capítulo fue

publicado originalmente en una revista académica en in-

versidad de Princeton" mie@tá

"" U ¿" eJ"-Uii"l_H¡"""" v"rk (l,oltresiliimoléran

glés. En efecto, si uno quiere mantenerse actualizado en

la bibl

c999J9 taición de traducciones en (si es que las

hay) se estará y tendrá un

-F

F"

"d.-

cq.

-+ñ

lonial-, es imprescindi

conocimiento muy parcial del campo.

47

Page 42: SPEDDING Alison - Descolonización

nesc0lon¡zación

a s-iluación en sí demuestra el trasfondo colonia

Aunque no eran los únicos colonialistailos británicos y

su excolonia los Estados Unidos fueron y son los practi-

cantes más exitosos y difundidos del colonialismo y su

sucesot el imperialismo (o neocolonialismo). Falta un

análisis de las especificidades del colonialismo francés.

Nunca llegó a cubrir territorios tan extensos como los

británicos, y según éstos, los gobernantes franceses eran

colonialistas incompetentes, que no supieron Promover

el desarrollo económico de sus colonias ni transar pa-

cíficamente con los nacionalistas nativos en el proceso

político de descolonización(siempre se compara la acep-

tación caballeresca británica del movimiento no violento

liderizado por Gandhi en la India, con el final sangriento

del colonialismo francés en Argelia).

De otro ludo,l€=f

en inglés son franceses como Foucault, Derrida y Barthes.

Iacqüós Derrida. muv usado gor Bhabha i'Sí''iv:ak entré

dislocado como ellos, ya que nació en A Pero cre

nista, nunca mencio-

na elementos autobiográficos en sus escritos, haciendo

difícil vislumbrar.cuál hubiera sido el efecto de su lugar

de enunciacién distinto al de los intelectuales nacidos e.n

la misma Francia.

48

Page 43: SPEDDING Alison - Descolonización

131:!aliaitDescnlrnlol !il!!ifg:, aürore$i y iusar*s de enunciación

Se ha criticado a Foucault por ignorar totalmente alas colonias y el colonialismo en sus estudios. Al parece¡,la academia francesa aún no ha asumido ,., pu*do

"o_lonial de manera explícita como lo ha hecho lá academia

de habla inglesa, no obstante la temprana adhesión deintelectuales como Jean-paul Sartre a la causa de FranzFanon. Tampoco conozco un análisis de la primacía otor_gada por la intelectualidad anglo a las teorías francesas.

mientras los gobernantes anglos desprecian las prácticaspolíticas franceses en el pasado y ahora, considerando,

por ejemplo, que el manejo francés de los inmigrantes

procedentes de sus excolonias ha sido y es mucho másdiscriminador y torpe que la manera anglo de enfrentareste problema político y social ¿Cómo se podría relacio_nar estas redes de relaciones y actifudes con los parale_lismos, entrecruzamientos y conflictos ocurridos en elcurso de las trayectorias colonialistas de Gran Bretaña ysus herederos y Francia?

Pues, el hecho de que los escritos poscoloniales seexpresan en el idioma más colonialista de todos los tiem-p",

públicas y consagradas trasladáñáosellos centros aca_d"Tl.": d

propando su manejo su rla de las más sofisticadas

* "Tengo_la

sospecha de que críticos angloestadounidenses comoJamesory Terry Eagleton insisten (. ..) en el dócentramiento (...) porqueel primer y último Derrida q ue ley eron detenidamente fue,,La estáctur4

:t^:t^S1"^l_d^jl9.So^'f el primer óapírulo de De Ia gramatología, (SpivaÉ

2000/2006:314). Spivak insinúa qrlu "ro,

crítico"s de habia i"sü, ";

49

Page 44: SPEDDING Alison - Descolonización

9-",:.!olol"Ml

tal de los sistemas sociales

bién apunta a diversas

Persla$-

en slls

-ffieorías europeas para criticar el

accionar histórico- att

VO

ro ies volverlos en su contra es encara-

la misma amado y esta

ue roduce esas armas qtle segin lqg mís-

mos a mentos lido utilizados re-

tos ión de lo

ry¿r--"p."1 Said apunta a esto enJaGñ-trevista citada

árriba cuando dice que la mayoría de los estudios Posco-

loniales no salen del contexto académico y por tanto, él

mismo no se identifica como parte de tal movimiento, no

importa que siempre le citen como fundador. Y es más:

aparte de escribir en inglés, e@s

teorías tan sofisticadas hace que variolj!e-!!Ele),!49-E)s-

co-

slfrca y referencias académicas rebuscadas, que resulta-n:- ,

dllióilésie comprender incluso para hablantes nativos

realidad sólo han leído parte de la obra de Derrid4 o al menos, sólo

han leído una pequeña parte de la misma .detenidamente> (cursivas

en original); incluso que sólo habrían leído el primer capítulo del

librc De la gramatología, ni siquiera el libro completo. Se deduce que

ella sí ha leido todal las obras de De¡rida y detenidamente (es cierto

que ella tradujo De la gramatología del francés al inglés y por eso sí

áebe conocer iada palabra del libro), y Por eso es caPaz de detectar el

maneio superficial áe ese autor Por Parte de otros' Es decir, ella tiene

un manejo superior de esas teorías.

50

Page 45: SPEDDING Alison - Descolonización

a"l ilgl"r """ "rtudi

ssuPeriores; olrrídggqlgeq !q lus

masas subalternas cuva liberación es. suouesfamenfe lamasas subalternas cqyg_lrbglegg! rsr lg¡>_qgstgl1gnlgJejGEFéAA@lra pasar la vtda-éiüibando en archi-

vgry en las bib-liolecu mejor financiadas

Poscglonial/Descolonial: Principios, actores y lugares de enunciactcn

del mundoSt mundo.fa que qla:oryee

loq "rt"dior

por"ol t

en menor grado, Historia, es que los insumos para sus

{aciocinios son básicamente documentos de todo tiáo.aqLrvLr¡rrvD Dvrr uaDrLcll l lcrtLe Lrucull lgntos ag rooo trpo.

No suelen bajar de las torres de marfil parair a las aldeas

ex colonlas, ru a pobres

liu ri

m-ffin

las críticas a la antropología

surgidas en los años 198O el hecho de haber conversado

con las y los subalternos, comido con ellos y dormido

en sus chozas o conventillos, no es garantía automáti-

ca de que los textos académicos resultantes realmente

presenten las propias perspectivas subalternas. pero al

menos impulsa a enfocar temas y acciones cóncretaq en

vez de operar en un marco de signos y discursos donde

lo que importa es la representacióry no lo representado,

de manera que se disuelve la diferencia entre un relato

de ficción y otro que refiere a hechos reales. De hecho,

ciertas interpretaciones de Derrida y Foucault concluyen

que simplemente no hay tal cosa como lo representado,

en el sentido de hechos que existen independientemente

del lenguaje con el cual los referimos; sólo hay cadenas

infinitas de representaciones, jamás vamos a poder salir

del marco del discurso.

51

Page 46: SPEDDING Alison - Descolonización

ne$c0lonización

Según algunos autores que no simpatizan con las di-

versas expresiones del posmodernismo, esto indica que

estas posturas que aparentemente son radicales, ya que

insistentemente denuncian el racismo, la discriminacióry

los estereotipos opresivos y similares, en el fondo son

más bien conservadoras, porque más allá de la denun-

cia, insisten en que las redes de significación del colo-

nialismo/capitalismo/patriarcado (etc.) invaden todos

los espacios de la vida social y resulta imposible realízar

acciones que las combatan; entonces el activismo potfti

co práctico es vano y no queda más que refugiarse en la

retórica y las bibliotecas. Ya indiqué que este pesimismo

frente a la acción extraacadémica es en parte un reflejo

de la situación política concreta de la intelectualidad (de

cultura) europea en los años 1980 y 1990.

Quizás lá expresión más conocida de la posición ex-

trema de que no hay más que las representaciones fue

la obra de Jgn_n3$4rr!!tA (uno de los principates teó-

ismo) La Guerra del no ocurrió,

ose al espectáculo tico en 1991 que cons-

tantemente transmitía filmaciones de los bombardeos de

las fuerzas norteamericanas y sus aliados en contra de

las fuerzas iraquíes, y llegando a argumentar que efec-

tivamente sólo hubo tal espectáculo y en realidad no

había habido guerra. fqrygplgfto, gn,¡qlglgclual que

reside en París sólo pudo conocer dla guerra a través-de

lo gue veía en las pantallas de su televiro. o ty_!g-qu-

tadole¿rgpelta¡es raio¡fude Ia guerra sesgado y séTetTivo. hcl-uso si hubiera sido

52

Page 47: SPEDDING Alison - Descolonización

po,sibte ¡c"ea"r "

to íes (no sé si habíaequipos de televisión iraquí en el frente) haU4g1_grdosgsgedqqjf_Qqectivos, aunque con sesgos distintoi a los

gqt\N P"ro ulg.riJ99 L\N. r-ero alguren quegsjgyo en Kuwait o Basra pn

esas fechas}mátEübGra poáiao af"gar que la guerra

.f:1!*oll,llaYlesg"loll"lJ.ygpl?., actores y tusares d* onuncración

queIiBo'. sgjlpstlgu

no sería más completa ni menos

qgqge$ (en el sentido de@do

representaciones -descripciones e interpretaciones_ que

cualquier individuo o grupo puede expresar sobre ella.

Yo considero que es-to es el avance teórico de las ¿i- 6i^^^^--- :^-^L^-

| 1 m----=-- f -

c- i :

desde una posición parricular) qqg_lg j4:gpg{ero de

"¡ "u"ut ¿u¿o o

"" pilffi ., otra fuer"a

á19a. Pero para esa p otg!b""tlt*L que e*istia irdup".diu.t*"r,t" d"-lu,

versas corrientes del y el posmo-E i

desinteresados o al rechazo s teorías, o-

marcos interpretativos, totalizantes, en realidad

"lo8la>/ <cllscurso) O lO que Se quiera, neCesariamente tie_

;\ir+*

R*1-o

F"ne que ra selfuncional en la

práctica [email protected]

bilidad en cualquier situacign que

se presenta en el presente y el futuro paralue la expli_cación que resulta de ello en un momento, o frente a un

hecho concreto, sea creíble.

53

Page 48: SPEDDING Alison - Descolonización

Si se supone de antemano que en esta ocasión se

puede explicar lo que ocurre en base a tal marco, péio

aceptando alavez que si algo similar ocurre en otra oca-

sión podría tener una explicación totalmente diferente,

la explicación perderá su validez; esto desde el punto de

vista de la operación del discurso en la vida cotidiana. En

este nivel, eg

g.r ."d",""t"r r".i. i

co específico, que le ofrece determinadas opcionei -una

c:-l--+=-------=;-

srderar la economía neoclásica al buscar una explicación

de porqué el precio del trigo había subido, por ejemplo.

Es referente a este nivel que se desarrollan los debates

complicados y lejos de ser resueltos sobre la homogenei-

dad de las ideologías o discursos en una sociedad dad4

hasta qué púnto existiera una <ideología dominante>

compartida por todos o sino la mayoría, si tal ideología

efectivamente favorece a las capas dominantes pero es

compartida por las capas dominadas, y en caso de ser así

cómo es que se logra la internalización de esta ideología

por parte de personas a quienes no les favorece.

. tpráctica para pasar al análisis académico de sociedádés

actuales o del pasado. Aquí es donde me parece válido

cuéiüo-narG posiElidad de un solo aparato conceptual

que puede dar cuenta de los hechos sociales en todo lu-

gar y todo tiempo. Un ejemplo de tal aparato universa-

lizante r"tíu l ggg

tomaron la aseveración de que la lucha de clases es el

54

Page 49: SPEDDING Alison - Descolonización

Poscclanral/üescolonial: principir:s, actor$s y lusare$ de enunciac¡on

taron identificar las clases en lucha en sociedrcar las clases en lucfia en sociedades sim_

todos y todas son productores directos) enAlrlca, o sFllgggltA on por las clases ciales involu-

cradas en los levantamieltos de erclurro, * "l

i*pirio

@"o"stder" -"o sólo entre pos-modernistas declarados- que las clases sociales son unaforma de estratificación social específica del capitalismo,

y no es relevante buscarlas en sociedades con otro tipode organización social y política. La ausencia de clasessociales tampoco implica que esas sociedades quedarían

estancadas sin posibilidades de cambio _hasta que el ca_pitalismo (a través del colonialismo) entra en ellas y losarrastra por la fuerza al gran río del progreso histórico.

El utgg3urto de Guha y sus seguidores de que la ,_ct"

"$consciencia religiosa

una n válida y capaz de r'

P i-as--au- .1

rumcamente progresista y

hs

Y..<s

\6rial eu , es un ejemplo del rechazo,,_r'i

¡nfec: l n i r ¡o l r^"1í+;-^ u- ^ ls

üe las metanarrativas tslq!¡Z4ntes al nivel analítico. En eli f€->:-

siguiente capítulo explicaré porq.rO .o*id"ro q.r" "l

,ro'lI - f -_f- ' - uou (--

de los conceptos de razay racismo en ciertos pensadores

delad ica Latina

Pero ¿cómo es entoniEB

rve a

del

política válida?

aer en ldS-á-paratos universalizan

avances nsamiento

mundo que expresa una consciencia

55

Page 50: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonizacíón

El justamente famoso artículo ¿@"

detiene en aseverar su validez, sin intentar entrar a esa

misma consciencia. De hecho, el artículo en sí es una crí-

tica de los escritos históricos de diferentes periodos so-

bre sublevaciones campesinas.

Lo más cerca de las perspectivas de los mismos sub-

alternos son unas citas de las interrogaciones a rebeldes

capturados, que si bien altamente sugerentes en si caen

bajo el cuestionamiento que Renato Rosaldo hace a otra

obra histórica que también intenta llega a la consciencia

de los subalternos, en un contexto muy distinto. Se trata

de los interrogatorios del inquisidor católico Fournier

a las y los aldeanos de Montaillou, en el sur de Francia

en el siglo XIV (1318-1325), estudiados por el historia-

dor Le Roy Ladurie (1978). Ante el inquisidol, varios

hombres hablaron de haberse casado por amol pero las

mujeres casi no mencionaron ese tema. Le Roy Ladurie

interpreta esto como indicando que, en la cultura de esa

época,los hombres eran actores en buscar pareja, mien-

tras las mujeres eran casadas como objetos, la cultura

no reconocía que ellas podían tener sentimientos acti-

vos de amor.

Rosaldo dice que el historiador ha olvidado que está

leyendo declaraciones ante una corte eclesial; lo más que

se puede deducir es que las mujeres eran reacias a hablar

de sus sentimientos ante la corte (compuesta además

de varones supuestamente célibes con quienes ninguna

mujer debería hablar de temas sentimentales si no fuera

pidiendo penitencia al confesarse, comentario mío), no

56

Page 51: SPEDDING Alison - Descolonización

Posccloniai/DescolonialFr¡ncipios, actores y lugáre* de enunciación

que la cultura en general no

nían (Rosal do 1986:82).

reconocía que ellas los te-

tribal

Al citar las palabras de u líderes de una rebelión

ue aseveralon qu

ue también eran declaraciones

jSliciglss, perodice <Dirigidas a interrogadores hoitiles \,

en campamentos militares, habrían tenido poca utilidad I

como propaganda,' (Guha 198311997:67); esto para rc_

batir la posición marxista que expone luego, que líderes

rebeldes utilizan tales argumentos como propaganda cí-

nica para sus seguidores. Prosigue <En boca de hombres

de una tribu que, según toda referencia, aún no había

aprendido a mentil, ellas representaban la verdad y nada

más que la verdad para quienes las proferían> (ibid.).

Para mi la aseveración (basada además en una cita ide un administrador colonial) de que tal tribu no sabría.,i

mentir es una estereotipo tan dudoso como los más di-W

fundidos de los nativos (aymaras, chinos, negros en ge-

neral, etc.) que siempre mienten; @-lid a d.

Qgf"éJgg_Igb el d es en cue sti ón ha¡ieryedrap

E:rr¡gQ salvado) pero

p,ensabqn que al seguir presentándose como :ltes

a pie juntillas, se-Iós an como inocentes y no se-

ciones en caso de haberlos; o el funcionario que registra_

ba sus palabras ya estaba convencido que eran fanáticos

rlal qelglego'. T -?L

g_g1¡1ilelgro o al menos suerte en la otra vida g1rgggi,

declarándolo. Tal vez simplemente les pedían ratificar

declaraciones anteriores y no daban lugar a reconsidera-

57

Page 52: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

14.lS

s\\

\q

-l

=5

religiosos y sólo escribía 1o que correspondía a esa ima-

gen. El hecho es gqe no sabemos Io que ellos pensaban,

'sólo lo que sus interrogadores consideñGn dünoEe ser

anotado al respecto: es decjc el retrato oue los domiñin-t-

-tes quisieron dar de elhs.

De ahí viene el cuestionamiento de Gayatri

Chakravorty Spivak al resF4q i€l proyecto global de

de ser ño a las

Spivak argumenta que estas

-. p-or las-cEvGtas del smo internacional (occiden-J VVI

$ tal),.s

r ellas mismas; v si últi-

mamente I es porque, debido al acceso a lalr¿'fftLr/

sD PurqLrc/ Lrst

, v educación superior y otras oportunidades antes no dis-

\ - - - - - - - - - - r - - - - - r

ponibles, es porque han deiado de ser subalternas.'

Estas aseveraciones han recibido muchas críticas

dentro de los mismos estudios poscoloniales, pero sa-

can a luz algunas contradicciones o puntos de debate

dentro de estas corrientes, no todos ellos destacados en

el artículo original (Spivak 198811999) o en los comenta:

rios al respecto. Un factor implícito es el hecho ya men-

cionado que los estudios poscoloniales se basan en fuen-

tes documentales, es decir, escritos (sean manuscritos,

documentos inéditos pero archivados como expedientes

jurídicos o informes oficiales, publicaciones más o me-

nos efímeras, libros difundidos, etc.). Pues el 'hablar'

aquí es metafórico; más bien refiere a la expresión de las

58

Page 53: SPEDDING Alison - Descolonización

Poscolonia¡lDescolonial: paincipios, actores y lugáres d* enunc¡ac¡on

$9s, a Iavez que su argumento no sé limita a las mujeres

palabras/pensamientos de estas mujeres en forma escri-

ta, y además en documentos considerados dignos de ser

conservados en archivos y bibliotecas.

Sé por mi experiencia "o.lT "1Tlr"g319Jgn@ar,integrantes del conjunto de

"mrri-eres?elErcer Mundo>

y- objetivamente subalternas, @joti_

diglg'qg-le-lgt*u ¡"

l@o, pero es cierto que en contextos

lg:g'b:lg lg!!gg:,'".t"r" "t "i""t míllilno-s-gnlg lgs

reuniones del sindicato agrario de su comunidad, po_

c3:j_srsten Y de esas pocas ape tomql_la

palabra. Lo mismo ocurre en los otros contextos donde

frSnas subalternas llegan a figurar en documentos

que eventualmente conforman las colecciones que son

material de investigación académica: pocas mujeres apa_

recery cuando lo hacen suele ser de manera periférica,

y además -como he comentado referente a la corte ecle_

sial del siglo XII, pero tampoco lo he visto explicitado

en estos estudios- las personas que redactan lo que ellas

habrían hecho o dicho eran (esto sí creo universalmente,

al menos hasta hace muy poco) hombres, en adición a

ser miembros, o al menos representantes, de las clases

dominantes, es decir, no subaltern-os.

Por tanto, considero q""(qpi"ifuiene razón en iden-

tificar a las mujeres como las iñÍlernaJ¡-ilós sub-a1üer_

del Tercer Mundo, sino se extiende a todas y todos los

dominados, incluyendo las elites masculinas de los paí_

ses (ex)colonizados, y expresa la misma contradicción

,S"bzlltm¡.s *& b 5u\¡,11,¡w

se

Page 54: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

observada arriba con respecto a las -y

poscolonialistas. €as6 ¡¡vgrl(ú rt r

Ios académicos

no traducido, resumido y seleccionado según el criterio

I dominant") pot "r"

*ir-o h".ho, "-

tat

t t "

4los cánones de la legitimidad dominante.

Si esto fuera absolutamente cierto, de nuevo esta-

mos con el pesimismo conservadot (qg*gy:Él*gl"-

res/indígenas/negros (etc.) logren una voz pública, se-

1ía lg

llismo que nada); serrucharía el piso hasta a las y

tos iñCiATud6?-oscoloniales mismos. Creo que Spivak

está haciendo uso de un exceso retórico para destacar el

hecho de que casi todas las fuentes coloniales e históricas

no retratan la consciencia de los subalternos en sí, sino

la imagen que los dóminantes tenían de los subalternos.

A veces parece que aún asi surgen destellos de autén-

tica consciencia alternativa, sea porque los dominantes

querían demostrar la inconformidad (y de ahi la crimi-

nalidad o ignorancia) de los dominados, porque el fun-

cionario encargado del registro no asumía una tarea de

60

Page 55: SPEDDING Alison - Descolonización

PúscüloniüilDescolotrial: princip¡o$, actores y lugares de enunciac¡cn

censura/ o porque la furia insistente de la o el dominado

logró imponerse a toda barrera institucional.

Aunque critico la,ingenuidad de Guha en creer quelo.g-

u

qgntA sí creo que sus declaracio@o

{e que .,Todos los papeles en blanco cayeron del cielt y

el libro donde todas las páginas están en blanco también

cayó del cielools (Guha 199311997:72) ofrecen una venta_

uru lá d" lur uut*üu_des coloniales ni de sus herederor-ñ"t presurrte

---

tt L"r lrd"r"r d"

"rt" rebelión eran analfabetos. En otras declaraciones

habJaron de papeles que cayeron del cielo con escrifura, que ellos en_tregaron a personas alfabetas quienes dijeron que la escritura indicabaque su Dios les mandaba a pelear en contra dél gobierno. Guha no se

1_:*1" a comentar los posibles significados de"estos papeles y libro

en blanco. A mí me sugiere una imagen de textos escriios (portádoresde la ley y la autoridad) que han siáo borrados, dando libertad a losrebeldes de actuar como ellos quisierary y talvezllenar esas páginasluego con las leyes de su nuevo orden - ó hl r." significaban qü lasleyes escritas habían sido bor¡adas para siempre por orden divino;pero eso es sólo la fantasía de una angloyunguóna" no sé cuál sería lainterpretación en el contexto cultural lnaio ¿ét sielo XIX.

61

Page 56: SPEDDING Alison - Descolonización

E(,E

5

63

Page 57: SPEDDING Alison - Descolonización

I

Capítulo 3

América Latina poscolonial

Es importante notar qne el@d,.en (poscolonial> no es

una referencia cronológi<a literal.. Estas corrielteg_ggAdé-

mlcas en fechas cuando el proceso

f"r el-lu

s-

tiga@dominio colonial neto,

antés de indagar "o

rru,

naciones supuestamente independientes. Cuando tratan

de la cultura y política de las minorías diferenciadas en

los países (ex) colonialistas, el énfasis es en la continui-

dad de discursos antes y después del periodo del colo-

nralrsmo como tal, posfura que a veces conduce a seguir

hablando de una sociedad colonial, o colonialmente es-

tratificada, como si la descolonizaciónformal iamás hu-

biera ocurrido.

Otra de las críticas a la perspectiva poscolonial es

que, al enfalzar la persistencia de clasificaciones socia-

les, jerarquías, discriminaciones y prejuicios originados

bajo la colonia en las nuevas naciones ex colonias, con-

siderados además en términos culturales y simbólicos

65

Page 58: SPEDDING Alison - Descolonización

Descol0n¡zación

antes que económicos y sociológicot se ha obviado un

análisis del contexto político internacional y las acciones

más o menos unilaterales (intervenciones militarizadas

de los EE.UU. y sus aliados) y multilaterales (el Fondo

Monetario Internacional, el Banco Mundial, Naciones

consentimiento, pero con

é-

bjlgr (p.". programas de austeridad en el gasto social a

cambio de recibir préstamos de entidades financieras lla-

madas internacionales, pero dirigidas por los países que

antes eran poderes coloniales) hasta los intercambios en

aparente pie de igualdad, o incluso permitiendo a los

beneficiarios participar en la determinación de quiénes,

y para qué, van a recibir ayuda o financiamiento (p.e.

acuerdos con diversas ONG cuyos fondos provienen de

ex poderes colonialistas, pero no del poder que goberna-

ba el país beneficiario; tratos entre el gobierno boliviano

y países como fapón o la República Popular de China

que no tienen una historia de influencia política dirggta

en la región). fula ü¡rc c*L*5zr/.t. !) Jnlry¡¡qafL, lí ft, t

Las interventiones militares p"*cen c-

tameñte "or, "lioio-trluhr-o

como taf pero hay una dife-

ry ilg4d¿!0c4!al: no eliminan el gobierno propio exis-

tente para sustituirlo con un gobierno enteramente arma-

¿o y compuesto pot ellos,sinoreempla el gobierno

, sólo

66

Page 59: SPEDDING Alison - Descolonización

-

{;;/,,; :;: r ¿",1 ¿;;, a ¿i I A--jrér1!"1'11po":11e1'?'más conforme con los intereses y principios (como ,,de-

+. _mocracia>) del poder interventor. Geneialmente tratan

ilélélirar fisicarneñte a sus militaresló m?s óióñto pcisi

ble, o sino otorgar el control militar afuerzasmultinacio-

Naciones Unidas,

asunto de consenso in

Hay dos formas disimuladas de mantener la pre-

sencia militar: establecer bases militares en territorio de+

la nación supuestamente independiente y con consenti-

-i:"t.

a"Lggbiqry de éste, bases que funcionan como

y no intervienen directamente en asuntos de

la nación anfitrión; y./o mandar pe.rsonal mo

oasesores, de las fuerzas armadas locales, para asesorar

en temas que van desde el entrenamiento de las fuerzas

locales, patrullaje y represión suave de regiones y po-

blaciones civiles díscolas, hasta campañas armadas an-

tisubversivas donde se detecta grupos alzados en armas

y movimientos guerrilleros. Eptas formas disi s se

cglnplemgnfqn con la ve-nta de armamentop._lglgr33_

ción de oficiales nacionales en institucioned militare-láe. .los EE.UU. (en el caso de América Latina; los ex poderes

có16ññles de Europa ofrecen formación a oficiales africa-

nos y asiáticos). En su época, la URSS ofrecía armamen-

tos y formación a los gobiernos y ejércitos dispuestos a

relacionarse con ellos (fue el caso del perú bajo el gobier-

no militar de Velasco, por ejemplo) aunque no llegó al

punto de establecer bases militares extra-territoriales.

¿Cómo debemos clasificar estos procesos políti-

cos? ¿Neocolonialismo? ¿Imperialismo? yo prefiero el

67

Page 60: SPEDDING Alison - Descolonización

0escol0ni¿ación

segundo término, pero sólo porque hace más claro que

no se trata del colonialismo propiamente dicho; ngqg

$ "imperialismo,, sobre el cual escribió Leniry poíque el\ ) ,

...Y /escribía cuando el colonialismo en sí esl4bq l!-egarylge eu

i / g!1" Quízás, referente a América Latina y siguiendo la

) postura poscolonial antiuniversalista, merece un término

/ r:articular. ;,(rno]¡ó-Gmo>. Dor eso de la ,,doctrina Mon-^.'

r t.=.-.=-__---__----U

$, roe", nombrada con el apellido de un presidente norte-

{ añericano (de quien aparte de eso no se recuerda pena ni

$ gloria) que declaró que todo al sur del Río Grande era el

"patio trasero> de ellos y nadie más -se entiende, ningún

país europeo, de nuevo la visión del mundo donde sólo

Europa y sus herederos realmente cuentan- podía meter-

se en sus asuntos? Digo esto pensando en la arrogancia

de los EE.UU. al otorgarse el derecho ae ,€eftlfiSgg 49s

países sudamericanos por haber cumplido satisfactoria-

* ------'..---

o que son el

mayor mercado de ,,drogas" en el mundo y no dan seña-

les de ceder esa palma a cualquier rival, no sé de dónde

tendrán la autoridad para evaluar la efectividad de las

políticas de otras naciones al respecto, no he sabido que

extiendan certificados parecidos a países de otros conti-

nentes (como por ejemplo a Paquistáry Tailandia o Nige-

ria); mientras los expoderes coloniales europeos, aunque

tienen historiales igualmente o más negros respecto a

la explotación de sus territorios de ultramar, se limitan

a buscar políticás más adecuadas frente al consumo de

,.drogaso en sus propios países, sin otorgar calificaciones

6B

Page 61: SPEDDING Alison - Descolonización

AmáÍ¡úa Latina f)0$c0lónial

a los países productores de las mismas. Esto es sólo un

índice de las características particulares de las relaciones

entre América Latina y los EE.UU.z eu€ tienen matices

evidentes del colonialismo en el sentido más general,

pero tratándose de países que jamás han sido colonias

de los EE.UU. en el sentido preciso.

En su obra seminal sobre el nacionalismo (y más

que {odo, sobre el nacionalismo extraeuropeo y posco-

lonial), -Benedict Anderson reconoció a lás .&ñilñs

q''@'?áGlñFl6ilir s lati noam eri canas 1y It ili "r.tel Caribe: Anderson 198311993, capítulo IV) como las

primeras de las nuevas naciones nacidas a partir del co-

lonialismo, más de un siglo antes de la ola generalizada

de descolonizacíón en África y Asia. Hizo este reconoci-

miento incluso siendo especialista regional en el sureste

de Asi4 experto en países como Indonesia y para nada

en Sudamérica.

Esta obra salió en los mismos años que las otras pu-

blicaciones iniciadoras de los estudios poscoloniales, y el

interés de Anderson en los nacionalismos extraeuropeos

confluyó con el de los Estudios Subalternos y otros en

este tema; pero no hubo seguidores quienes profundi-

zatar:. sus atisbos sobre esos pioneros. Las excolonias es-

pañoles del Nuevo Mundo habrían sido las primeras en

pasar a la condición poscoloniaf pero al revisar la biblio-

grafía establecida de esta corriente, están ausentes.

La fundación del mencionado de Estudios:---

Subalternos Latinoamericanos en ha revertido

esta situación. Hay latinoamericanos integrados en la

69

Page 62: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

academia norteamericana/ algunos/ como thlq_\4fg!g-

1o, activos en el campo afÍn a los estudios culturales y

lonialismo, ryagug Mignolo prefiere hablar 4ezoB> v se enfoca más en íconos del ra-

á"íffi"Sudaméri-ca.

catedrático en la Uni-

versidad de ha pasado desde la crítica literaria

al poscolonialismo, pero basta repasar sulibro Eescoldos

del p a sado. Confl ict os cultur ales en-so ciedadgpagscoloniales

(2009) para constatar que es una rgqgnsrgn gg{l4g¡lot,

Chakrabartv v otros conocidos, con la adición de resú-

-e"e@do, {gtá!gg"trj"9ld"t

,---=--r-daCunha para dar el toque latino, pero sin originalidad

nl"qo.@a.

Pero la mediocridad de sus intelectuales dislocados

en la metrópoli no debería ser motivo para ignorar las

regiones al sur del Río Grande, ya que los poscolonia-

listas/posmodernos descartan los criterios convencio-

nales de calidad literaria o académica al escoger sus

fuentes/objetos de estudio, estando dispuestos a tomar

las memorias de un exfuncionario colonial, las homi-

lías publicadas de un misionero anglicano, editoriales

anónimos de periódicos y otros escritos sin calidad aca-

démica como grano para sus molinos. ¿Acaso no hay

materiales documentales sobre América Latina que les

puedan servir?

Diría que i-

a

70

Page 63: SPEDDING Alison - Descolonización

'"l,*irtuI :;; J-<xil:¡ái9i;:r"ni;

\-1-

dlEspglaIle su idioma en Europa a partir del siglo

4yll Lo que los británicos llaman la Guerra penins\

laq, cuando ellos intervinieron en España para expulsa{

a los ejércitos napoleónicos de Francia, fue la última ved

que ese país tuvo importancia internacional. En grad

parte debido a los disturbios de eétas invasiones, pront{

renunció a sus colonias americanas, y languideció ensi-l

mismado hasta la Guerra Civil en los años 1930, cuandol :

de nuevo los poderes europeos lo utilizaron como "r."-l

{

nario para un combate de títeres y campo de prueba del {

armamentos. Las décadas de la dictadura de Franco la I

mantuvieron aislada del intercambio social y académico, I

retraso del cual aún no se ha recuperado en lo académico Isi bien ha avanzado mucho en lo social

Mientras tanto, el se iba convi

franca académica mundo. Los pensadores

r qué haÉñ rnotlos

para aprender el francés para acceder a sus obras sin te-

ner que esperar las traducciones, E)ro

no babía_ob{As -d.efi. - . ' ' - - - ; : - . . ' '

I

la

si la madre patria española estaba estancada en la

produ cción intelectuáffi r cle sus excolonias como

México, Perú o Argentina.

Y aquí quiero retomar lo antes dicho sobre b_g¡el.,

tradición intelectual y letrada propia de la India. Lor3g-

-----:- 1."+l¿ul^<

tudios

tgro, qgyql 4gtqe_e_impacto, y dentro del abanico de

71

Page 64: SPEDDING Alison - Descolonización

Sescoloni¿acíón

las ex colonias inglesas, la India ha proporcionado lm y

los protagonistas más notables de esta corriente SgbíU-

. inglés porque fue adoptado como idioma nacional po-' ,'

sindependencia, y además provenían dg_JgdtSialg-9;n-

r, t9l".t"ul"r y grt"d .. LJSg11g" udemrár-a-do-

minar francés (como Spivak), yatu

el multilinsüismo

es parte de india ues oue se

Drecla ser de casta elevada solían conocer el sáns-

crito aparte de uno o más lenguajes vernaculares (como

urdu, hindi, bengali etc.) al cual añadieron el inglés bajo

la colonia. Pero el español nunca entló en su espac_lp_g,go-

8:4!9 j9 ollgert y por los motivos expuestos tg!:.rPego

,l",ghr".{e3glpggadquirirlo como parts de su dominio de

"la alta cultura europea. Y los miembros anglos de origen

de esta corriente simplemente siguieron con su lenguaje

imperial, consintiendo por lo mucho a aprender algo de

francés. Por tanto castellano

sobre América Latina, sean fuentes de archivo o escritos

académicos, quedan cerrados en un coto lineüístico que

les excluye de los circuitos donde surgen estas corrientes

dglgng"rI4iu.

E s si gnifi c ativo q ue I a úni carcf gIg&cjaa*hdamerica

@revisjón (por cierto, mucho me-

no s que exhau stiv a ) ¿:_t glrblt*qffi l5gp"_{g po s co I oni a-

l€T-g-v- dep-sp-lensssiótu lr"te "ds_:+@ntr¡t orya C"-*IA¡U f Sgfi!_fu9lyo del an-

trop ólo go no rte ameri c ano Mi chae l Taus si g, llenggAl4 o

prfP_reglLQb gl ty Qffi1ffiffit26). Encuentro

cierta ironía en que ésta mención excepcional trataría

72

Page 65: SPEDDING Alison - Descolonización

Amér¡ca Latina p0scolonial

precisamente de Bolivia; Lefiere al culto de <el Tío, el dia-

blo al que venerar, 1o, *iffi

akrabarty extrae

esta referencia, alza ÉEo

para hacer una *comparacióncgn cierto tipo ¿e esp

dgL"9_9eÍ !h-e.dqs*

Tü atyrto (espíritus de los terratenientes muertos):

<Mientras que el Tío expresaba la alienación de los mi-

neros de la producción capitalista (...) los malik deaata

(...) reflejaban el poder de los propietarios (...) basado

en el control de la tierra> (ibid.). Chakrabarty cuestiona

este intento de ..conversación intertextualo -relacionan-

do dos visiones subalternas de la realidad- argumen-

tando que sólo resultan comparables <gracias a todos

los grandes relatos de transición del precapital al capi-

tal" (ibid.), que proporcionan los conceptos de produc-

ción capitalista y poder de los propietarios, asumidos

como la realidad fundamental de las situaciones que

los subalternos, mineros bolivianos y knmiyas (trabaja-

dores agrícolas por deuda) indios viven y interpretan o

comentan en términos de sus relaciones con el Tío y con

los malik deaata.

Chakrabarty dice que si asumiéramos que la aliena-_4>

ción de los mineros se origina en el Tío como espíritu, y

que son los malik deaata que otorgan poder al terratenien-

te, es deci¡, si asumimos que estas entidades, lejos de ser

meras representaciones en ciertos registros culturales lo_

cales de las relaciones (materiales, económicas) efectivas

y causales, más bien son los elementos fundamentales

73

Page 66: SPEDDING Alison - Descolonización

flescolün¡zac¡ó¡

que dan lugar a las relaciones entre actores humanos,l6

sería imposible compararlos, iPorque desconocemos la

relación entre los malik deaata y el Tío" (ibid.).

Sin saber más sobre los malik deztata, no puedo eva-

luar esta aseveracióry aunque pienso que si un devoto

del Tío tuviera la oportunidad de charlar con uno de los

malik det"¡ at a, es posible que encont r arían comprensiones

comunes que no exigirían necesariamente que el Tío

y los malik deztata tendrían que relacionarse entre ellos

¿un exceso de materialismo por parte de Chakrabarty,

es deciq, supone que si tomamos tales entidades como

..reales> tendrían que formar parte de un sistema inter-

conectado de la misma manera en que suponemos que

la economía capitalista está interconectada globalmen-

te, entonces la caída de valores en la bolsa de Londres

conduce al desempleo de mineros en Bolivia y así suce-

sivamente?

Si estamos dispuestos a contemplar un cambio tan

radical de nuestra cosmovisión como admitir que el Tío

es quien controla el trabajo minero y tanto la presencia

16 Supongo que esto es la concepción que Chakrabarty atribuye a los

kamiya y a los mineros bolivianos. No menciona en su comentario si

los unos o los otros hacen ritos a estos espíritus y, en caso de hacer-

los, qué piden o buscan a través de esos ritos, pero sabemos que los

mineros bolivianos hacen ritos al Tío pidiendo que les haga encontrar

buenas vetas de mineral y que no sufran accidentes en la mina. Pues,

Chakrabarty estaría sugiriendo que estos grupos subalternos atribu-

yen a estos espíritus la capacidad de influir en el proceso de trabaio

y los beneficios económicos que obtienen de ese trabajo y por tanto,

serlan la fuente u origen del sistema económico dentro del cual viven

y no un reflejo o imagen producida por ese sistema.

74

Page 67: SPEDDING Alison - Descolonización

Amér;ca Lali i la pcscOlonial

o ausencia de vetas como el control de los mineros por

parte de una empresa nacionalizada o una empresa pri-

vada o siendo socios ellos mismos de una cooperativa,

todos dependen de la voluntad del Tío y esta voluntad

responde al culto generoso, casual o ausente que recibe

de los mineros ¿acaso no habrá de reconsiderar también

las relaciones concepfuales o causales que podrían exis-

tir entre ese Tío y otras entidades del mismo nivel onto-

lógico, como los malik deaata, en el resto del mundo?

Me he explayado sobre este caso para indicar que _+

la propuesta de Guha y Chakrabarty de tomar en serio

las interpretaciones religiosas del mundo es un reto se-

vero para cualquier intelectual académico, si quiere lle-

varlo más allá de "está

bien que ellos y ellas lo vean de

esa manera, aceptamos que es su versión y no hay que

preocuparse de que si realmente existen o no esas co-

sas de las que hablaru al fin es su cultura y listo> una

postura que/ en el mismo libro citado, Chakrabarty re-

chaza como <antropologizar> estas expresiones subal-

ternas. Sin embargo, en los textos que consideran este

tipo de <creencias> gue no coincidan con la cosmovisión

rnoderna-materialista (hay poscolonialistas que sólo se

interesan por representaciones de entidades sociales

que no cuestionan el materialismo) se vislumbra una

interpretación subyacente que ve a expresiones como

..Pachamama>, traducida como <Madre Tierrarr, como

simplemente metafóricas: que indican por lo mucho la

actitud que se debería tener (considerar la tierra como

algo que se debe tratar afectuosamente, no algo para ser

75

Page 68: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonizaciún

explotado y usado como se da la gana), no se extiende la

reflexión hasta considerar si realmente hay una concep-

ción ontológicay causal distinta al materialismo científi-

co dominante (y en caso de haber tal concepción, si daría

lugar a programas de acción factibles y susceptibles de

sustituir a las formas de proceder tecnológicas y sociales

establecidas).

Estas cuestiones son válidas sin considerar la vali-

dez de la misma versión de Taussig sobre los mineros

bolivianos. Pero el mismo Taussig no visitó Bolivi4 y la

mayor parte del libro en cuestión trata del campesinado

negro del valle del Cauca en Colombia donde síhizo tra-

bajo de campo en persona, siendo más creíbles sus inter-

pretaciones al respecto, aunque también se ha criticado

una idealización excesiva de su vida como camPesinos

independientes antes de ser incorporados como prole-

tario agrícola en las grandes plantaciones de azúcar. Los

acápites sobre Bolivia se basan en fuentes secundarias

y su interpretación ha sido descartada por el consenso

de especialistas en antropología andina. Sin embargo, el

libro en su conjunto tiene un estilo ameno, un lengua-

je convincente (recuerda la crítica a la retórica antropo-

lógica de los años 1980) y se presenta dentro del marco

teórico marxista con el concepto central de "fetichismo

de la mercancíar>, bastante atrevido en los EE.UU. don-

de aún a fines de los ai'os L970, declararse abiertamente

marxista traía recuerdos a las cazas de brujas comunistas

de los años 1"950, y en adición un marco que lo hizo más

atractivo, por integrarse en sus tradiciones académicas

76

Page 69: SPEDDING Alison - Descolonización

Amér;ca Latina poscOl0n¡al

donde el marxismo era lejos de ser vedado, para acadé-

micos sin interés en Sudamérica pero sí interesados en

intentos novedosos de aplicar el marxismo fuera de las

rigideces de manual.

EI Diablo y eI fetichismo de mercancías fue un bestseller

académico; no conozco otro texto de antropología de

Sudamérica -ni siquiera La selan culta de Philippe Descol4

de calidad superior al libro de Taussig- que haya logra-

do parecida difusión. Las referencias de Chakrabarty, a

través de Prakash, lo demuestran.lT El hecho de ser un

texto que trata de América Latina, y de Bolivia todavía,

es totalmente casual, no es por eso que haya provocado

interés académico internacional. Lo mismo se puede de-

cir de otros textos mundialmente famosos que tratan de

Sudamérica, como el primer tomo (el más conocido, dudo

que personas no especialistas en Sudamérica hayan leído

los otros tres) de Mitológicas de Claude Lévi-Strauss, Lo

crudo y lo cocido que analiza una serie de mitos de gru-

pos indígenas amazónicos y a través de ellos demuestra

su método de análisis estructural, lo cual sigue desarro-

llando en los tres tomos siguientes, otro de Sudamérica

y''dos de Norteamérica, donde la contextualización de

los mitos se empobrece porque varios de los grupos en

cuestión habían sido omasacrados por colonos" y no hay

etnografía de su contexto de vida.

17 De hecho, las notas de pie de Chakrabarty sólo consignan la referen-

cia del texto de Prakash (Bondedhistorics: genealogies oflabour seraitude

in colonial India, Cambridge: Cambridge University Press, 1990) y no

incluyen los datos precisos del libro de Taussig.

77

Page 70: SPEDDING Alison - Descolonización

üescolonización

Referente a Sudamérica hay una rica etnografía que

indica -por ejemplo- que tal especie de pájaro que figura

en un mito tiene conductas muy particulares, que hacen

que sus actos aparentemente bizarros en la narración

sean más bien típicos de su especie. Pero el tomo primero

ha sido leído por una cantidad de estudiosos y estudian-

tes, no por todo el detalle localista, sino paia enterarse de

la propuestpjeéricadel análisis estructural. Y aún asi se

trata de la(Amazonía,)una región que no entra en el cam-\-___-z<ff----,

poscolonial porque hasta finerjcl_clglo 4X_ (cuando

áláuge del caucho) fpe ignora¿o por tos -

tas aparte de unos cuantos ilusos sel n allí

én la5úsoueda fú

Entonces, si América Latina fue la primera región

del mundo urnpliu*ñl! "*plotudu

poi.Iffi..iuliñ"o___, G

en libe

aunque consr que

esto ha contribuido a su relegación. Aunque l4=gapa_sr¡.-

ior de labu ial I venía a las Indias

(como llamaron a Sudamérica) para cumplir su turno- de

18 Claro que las trece colonias que iban a convertirse en los Estados

Unidos se liberaron unas décadas antes, pero en ese entonces apenas

controlaban la costa este del continente, faltaba más de medio siglo

para que el dominio anglo cruzara el continente y se estableciera en

la costa oeste. Esas primeras colonias inglesas tampoco disponían de

recursos naturales apetecibles ni de población nativa explotable, por

tanto su valor económico era rnínimo, que explica porqué el gobierno

británico les dejaba ir mientras no soltaba sus posesiones caribeñas

que sí eran rentables.

78

fuera de los ánálisis poscolonialed

al coto

Page 71: SPEDDING Alison - Descolonización

Afféri{a Latina poscol0ni0l

s olis, había una gran

cantidad de colonos que veníal para quedarse, en par-

t l el desarrollo

de los transportes y comunicaciones intercontinentales

era incipiente (mirado a partir del siglo XX) y sólo los

financiados por el gobierno podrían considerar el viaje

de retorno. &¡tndu 6ac'7 ptt'tr.tilos t- /oLa¿kctr(t .u/'¿,¿)

Si dejamos de lado las armas de fuego, cie¡lo domi-

4s---IáJet?lurgia v l; escrlturu, "r,

ál rtgp@Jgl

ñoles)estaban en un nivel

al de los

su matco :o era compatible. Con esto me refiero

a esos culas extirpadores de s que encontraron

"ídolos" (wak'a) de los nativos que, según los mismos,

realmente hablaron a sus devotos. Para un misionero

europeo del siglo XIX, esto hubiera sido evidentemente

una falsedad, sería un engaño de los sacerdotes nativos,

a través de trucos de ventriloquía que captaron a los fie-

les de base, o sino un autoengaño producido a través de

alucinógenos, técnicas de trance u otros que inducían

experiencias imaginarias donde el ídolo parecía hablar.

Para religiosos católicos del siglo XVI, era completamen-

te razonable que una imagen de madera o piedra pudie-

ra habla4, sólo que, dado que era una imagen pagana,

tal acto tenía que ser hecho por el diablo y no por Dios.

De ahí hay relatos de curas que se encontraron con esos

diablos, escucharon sus voces y lucharon físicamente con

ellos hasta vencerlos y destrozar la imagen diabólica.

79

Page 72: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

Otra diferencia entre el colonialismo de los siglos

XVI y XVII y el del siglo XIX en adelante es que los es-

as/ y no

sólo a través de la violacióry según los mitos de la con-

quista, sino en matrimonios de toda ley (tratándose de

mujeres nativas de estatus alto) o en matrimonios de he-

cho (concubinatos) estables y reconocidos. Elqlglgg_pri-

meras décadas del "iglo

XIX, lor "olori

os

también se unieron con muieres indias;

uniones e insistir que sólo la unión

con una mujer bdtán aceptable,

ry-en n-

destinas cqn nqgieres indias fue relega ía

de "angloindigq>>

y exclulda del acceso a las posiciones

sociales de los verdaderos es decir los bri-

-,/)<-

los en las Indias

@conla elite y halta cierto ron na-

tiva en gener con ad que todas y todos

Ios que SEI CO como miembros de la

lla > eran calificados como

res o.e ra cu europea, haciendo caso

lañto de la i sincrética de elementos

de nativa como de su descendencia no necesa-'----__'

riamente nura-Mérminos de tener ancestros exclusiva-

mente europeos.

Para acceder a posiciones de elite, era necesaria ex-

hibir el manejo y la afiliación a esta cultura definida

como europea; el manejo paralelo de elementos nativos

80

Page 73: SPEDDING Alison - Descolonización

Amér¡ca Látina posü0lon¡a¡

(idioma, prácticas rituales y culinarias, etc.) o era simple-

mente ignorado en tanto que la persona hablaba caste-

llano, vestía adecuadamente y demás, o sino disimulado

en los contextos sociales donde exhibir tales elementos

hubiera puesto en cuestión su estafus como ..español>

o ,,criollo> y más tarde, con el surgimiento de la ideo-

logía de raza er:. el curso del siglo XIX <blanco>rya que

el dominio de esos elementos culfurales estratégicos -en

particulaq, el idioma español y la lectoescritura en el mis-

mo- era imprescindible para mantenerse en posiciones

de elite, las clases dominantes hicieron lo posible para

impedir el acceso de los dominados a ellos; de ahí la

prohibición republicana de que las y los socialmente cla-

sificados como ..indios/indigenas> asistieran a la escue-

la- eso para las poblaciones que vivían en lugares donde

había escuelas; para otras fue suficiente la dinámica de

las regiones de refugio resumida arriba para mantener-

las en su condición cultural diferenciada y subalterna.

considera, v es Ios

to dentro como -y esto es crucial- fuera del país, cuhu-

ralmente ', frente a capas sub?lter- f @nas consider más o menos (ind

una cultura @atirD, o en todo caso defecfuosa en

esa pobreza) que Oscar Lewis atribuía a la clase baja

la Ciudad de México.

/ 6Zr, 1o,W?d )¿r'.r:,w,

*r- rL{- .l,rl o L" ¡arcni

/¿" o,lL"/q (rf.-RqlttWzóü d- (ts- s. l+¿et-su

o¿¡iclaafzlT/es¡ e fct -

comparación con lo auténticamente europeo; un ejemplo

ffi pobreza,, iq"" ""

p"rmite salir de

81

Page 74: SPEDDING Alison - Descolonización

ñ t 1 L[aPc?etTAD ->k.

s"oa(Descolon¡/ación

(giVld4< t ,

- , , / l

\_____.' - --_-_\¡.-.-_---.-17_,_ét yy scl,e_

v¿tiz, d- pc I< t.* p ? ts

dad

La línea divisoria entre los portadores de la

siendo soóialmente varla

taie cada vez mayor de la aclon a ser clasificado

la "naci

za" de

esta ma adoptara

los

éeIaís en pJE\v en el curso de la historia. En México,

ffiiálpoblaci@an conservado

marcadores culturales notorios son consideradas toda-

vía como indígenas, mientras la vasta mayoría se ha in-

tegrado a la masa nacional nominalmente no indígena,

aunque sin alcanzar la competencia cultural (que hoy en

día incluye bilingüismo en inglés) de la elite. 'fiiñi^,ff*',ínL

f Elpglivia, desde mediados del siglo XIXie dio un'

*proceso masivo d" il-dtarrgggpry es decir gu9j4!erc9l-

la denominacióndé <mestizar, pero más como un eufe-

> (<campeslno>i sl el otro eu-

femismo di ue como señal de haber pasado al

lado de los como en lvlócico. Así yo inter-

preis el_{grl4 censo de 2001. cuando

boliviana fue obligada a señalar si era, o mlem bro de

un op originarior, y Crz% ron

Vez oue la identificación

logró mucho más aceptación que las denuncias acadé-

ffúcas y polít-tlca-sU_-elprograma del MNR quisieran hacer

creer,, ya que cuando se incluye esta opción entre las po-

sibles repuestas, o se deja abierta la auto-identificacióru

se mantiene como la denominación más preferida. Pero

volveremos a la cuestión de porqué América Latina ha

quedado al margen de los estudios poscoloniales.

?rq * óL f¡J.9tAiJ r?ñc-t' tí,'J g@

82

Page 75: SPEDDING Alison - Descolonización

l(- =)llcrno{z&o =>)v {7uxdn eteq- Le í1.{lLA-:5i::: ::'.At$*fiéá lá!;;i;pescolanial

ü- bi,r,' -

t (rr:t olJ.

Ha quedado claro que las y los que han pregonado

esta línea de pensamiento son miembros de las elites de

los países excolonizados y/o representantes de grupos

ex colonizados que se han establecido en el expoder

colonial, pero en posiciones relativamente ventajosas

(como académicos básicamente). Aunque manejan con

soltura las tradiciones letradas europeas/colonialistas,

también representan otras tradiciones letradas y lo si-

guen.portando marcadores diferenciadores que inhiben

su integración en pie de igualdad a sus pares profesio-

nales y de clase. /51,1.¡ /,f ^o*tt-?ZMzr

a {rurpr-

En contrastg las elites latinoamericanas siemple sell

4a a-

das europeas, nunca se han considerado oortadores de---=:=:=-r -

una qldtura diferencjada_dg_agUellas (incluso si se po-

dría argumentar que en realidad lo incluso se

n racial o bi éi?eiir

europeos. Ya que su propia condición de elite se basaba

no tendrían motivos

para cuestlonar su midad. 4 Ie_ veZtgl*1e: ¡rlLda-

danos nominal mente independi tuvieron

que ex su contorm por

lo vacío de'contenido que fuera; dedicarse a insistir en

lá continuidad del "olgtglir-g "gggqpgndefía

qde{run-.-=--_---_-=',--

ciar las mismas bures ielrpgllgIltgqgi3uo_mis_mo que

declarar que los y las campesinas e indígenas rurales v=-- l

margina an parte íntesra de la naci

sus clu auténticos. Y en adición, habían@¡rven-\

ffDa los de afuera gqe srqn ef-_eittrg11g"lryq1;dpéór/

(l l, -.f, *'-at Af'wtt ;!;;; fi*;;;. 83

Page 76: SPEDDING Alison - Descolonización

/t/" A (o"¿¿tzt'te<' ¡'-<>^' 4' jx'o['ttA /tz¿¿

Descotonzac'on¿);r;";";"í ; ; ; . t l f A"

, t o,- bh "nr,oL'

V.. ,7 ^ 7''1trer,9/oJ¿/'ab'(

4 occidentales/blancos, por tant de interés al ng4' ser diferentes ni otros; e"ntonces lus y lorjnvgqlgedg4s

J"*tt i-

ipf,-yas, los laymis, los qaqachakas, los chimanes, los esse,--

/ éiiaJos guara rI'---=--- a

I lo mucfao a los pobladores de barrios pobres de El Alto,

igualmente calificados como <aymarasrr, es decil porta---

i dores de una etnicidad y una culfura no europea.

Ouéestascultrlur,-'..Apu4g_4_glp-serCulqpgaslampo--.e-

Sg$SfAgUYfe@ o-ei sus-pQrtlLdores a la vez de tener

su etnicidad también. serían bolivianos, y qué signific_a

eso más allá de tener un carnet de identidad y tal vez un

dtEs Tiióslóo

hace que tampoco sirven como modelos de una -identi-1.1 -_---=:<#---- : '

clact nactonal a la cual sus suDalternos oeDen {splrar.

@ los estudios posglonr$

es que indagan sobre'el colonialismo desde "lQglgp

en adelante, que por cierto es cuando se expandió y se

ihpuso fieramente en la mayor parte del mundo. El pro-

diá¡- seÍorna en óóñsi-

aeñdflnj-mieñtras táñóioñá orientación hace el exi-erior

ceso colonial en Sudamérica se inició antes y también

terminó -siempre, formalmente- antes de que hubiera

empezado siquiera en muchas otras regiones. Conforme

con el principio de ubicación histórica, puede ser que

por tanto los modos y conceptos apropiados para anali-

zar ese proceso no deben ser los mismos que se han apli-

cado para estudiar el colonialismo implantado a partir

de 1800.

84

Page 77: SPEDDING Alison - Descolonización

,q$rérica Lat¡ná po$colonial

Considero que al no percibir esto {$balQgljg4o cae

en el error de universalizat elracismo como fundamento

del colonialismo. Habla de "aguellas

identidailesgUg han

llegado a constituirse en los últimos 500 g[_os, plgqiga-

fooo tzong,,tls)y argumenta que/ a partir de la colonización de América

desde 1.492, <Lapoblación de mundo fue clasifica-

da, ante todo, eñ (.. ) ss_eü!¿-drsoa los d.ominadores/superiores "euro_peos." el atributg de

"!a!bIanc-x't:g4g:_lg:4q!q¡!adpre-e/-inf erar,e*q-':ne-e.qopeos", et atr@r"> (op.cit.:L83).

Esta cita proviene de un acápite titulado "Colonialidad

de la clasificación social universal del mundo capitalis-

ta>. AI pareceq para Quijano, el capitalismo ya se habría

generalizado a nivel mundial aprincipios del siglo XVI,

y con ello esta clasificación racial. Esto es completamen-

esellellI%-{g.!e-tifu$.peZ+ ra. En

1780 nadie, dentro ni fuera de Europa, fue nacionalista

en el sentido que entendemos hoy, e igualmente, en L500

ry4t9-eII:rsl3:"4te$4s-q"-"e-xpreq?-u4*c-9!sffo.de rcazarr, como se entiende ahora, cgnqqplggrdldqsn el

@g*r:glgp(, involucrado con Ls pulantes ciencias

naturales y, después de Darwiry con el evolucionismo (si

bien en formas vulgaizadas que distorsionaron las pro-

puestas del mismo Darwin).

El hecho de que se podría hablar de personas de piel

blanca, de mestizos, de negros y por supuesto de indios

en 1500 no debe ser interpretado como si estos términos

85

Page 78: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

significarían lo mismo en el 1900 o el2011. Waman Puma,

en su descripción de los reyes Inka, en casos menciona

su color de piel; Cinchi Roca es (morenete>), Lloqui Yu-

panqui <prieto de cuerpo y feoo, Uira Cocha <blanco de

cuerpo> y Guayna Capac también es ,,blancor, mientras

Guascar es (morenete>. En otros casos no se preocupa

en mencionar su tez. Tampoco hay una relación entre

un mal caráctery una tez oscura; Guascar es "brabo

y

miserabler, pero el autor alaba a Yauar Huacac por (sa-

bio y pacible, amigo de los pobres> en contraste con Inga

Roca, <putaniero, amigo de quitar hazienda de los po-

breso sin referir el color de piel de cualquiera de los dos

últimos (Guaman Poma 1583-161,5 I l9B0:70, 77, 87, 93,

94,85, B3).

Todos estos Inkas eran dominantes en su tiempo, y

no creo que Waman Puma creyera que los "blancos" IJira

Cocha y Guayna Capac eran de alguna manera <<euro-

peos> a diferencia de otros Inkas ,,morenetes>. No se ha

realizado un rastreo detallado del uso de estas referen-

cias al color de la piel en éste y otros textos de la Colonia

temprana en busca de la estructura de significados que

tales términos tenían en esa época.

86

Page 79: SPEDDING Alison - Descolonización

Q

(J

F

3

s

s

to

J

87

Page 80: SPEDDING Alison - Descolonización

Capítulo 4

Descolonizar Bolivia

Asumir que.la serie de procesos históricos que resumi-

mos bajo la etiqueta "colonialismo>

necesariamente tie-

nen que ser tomados en cuenta para comprender tanto

los últimos siglos del pasado como la actualidad, si ha

de resultar provechoso como enfoque

ser aplicado jun

l:gar de enunciación: que c@o

surge y es utilizado en un determinado lggalgJlempo,

por parte de personas con ubicación precisa en la estruc-

tura social de ese tiemno v luear. v sólo considerando

1o

que se llqb&i-guq{ido decir con esa s.

Adoptar el primer principio como regla general sin

combinarlo con el análisis escrupuloso de cada caso o

contexto exigido por el segundo, reduce la perspectiva

poscolonialista a otro universalismo simplista que so-

cava las posibilidades liberacionistas de la misma. Una

expresión de tal simplismo es suponer que el <coloni?lis-

11qf siempre ha fu.cio.ad s

mismas c.lLtegorías y valuaciones; otra es no distinguir

que

f det

89

Page 81: SPEDDING Alison - Descolonización

ry:::N:t|:g19t

tos tenOme"os estr es, es deci¡, que

ocurrieron bajo el colonialismo propiamente dicho, de

fenómenos que tengan origen en el colonialismo (en Ia

época colonial) pero son propios de la época actual, que

ya no es colonial como tal pero a veces aún es llamado

así, a falta de un debate sobre términos más apropiados.

Incluso el adietivo ,.colonial, y sus derivados son aplica-

dos como si siempre fuera obvio qué significary sin nece-

sidad de aclaración de contexto.

Entre las y los intelectuales bolivianos,

es una de las voces que

¿e ta cotoniataa l; un referen-

te es su artículo <<La raíz: colonizadores y colonizados>

(Rivera 1993) don

i$gtlo aplicado al caso boliviano, aunque es de notar

que ella no lo toma en términos regionales como hace

Aguirre Beltrán en su definición original -argumenta

que la relación entre las ciudades capitales de países

como México y las regiones rurales alejadas de esos paí-

ses funciona de la misma manera que la relación entre

países metropolitanos y sus (ex) colonias- sino como

una descripción de las relaciones de "decpre@€!c¿!io- 3

44glqs,l-iqalquización y explotación que obtienen entre J

las clases baias (indígenas) y_lgq"Sleggg 3!as (europeos/ (

blancos/criollos). Así en su informe sobre los resultados

de una investigación entre mujeres comerciantes benefi-

ciarias del microcrédito (Rivera1996), Silvia Rivera dice

que ellas actúan dentro de un.,mercado colonialmente

estratificado-'r.---

90

do

Page 82: SPEDDING Alison - Descolonización

l lesc0l0n¡zar Eolivia

Porsupuesto, ellg@to a prin-

cipios de los T9L120

(época de dicha investigación)

era es{a[!ficado; todos los mereaelos_lqsqn. Pero ¿cuá--les son las características específicas de la estratificación

observada en ese mercado que hagan que sea una estra-

tificación colonial?, ¿a diferencia de qué otro tipo de es-

tratificación de mercado? La autora no lo dice. Será que

<lo colonial" habría saturado todos los aspectos de la so-

ciedad boliviana hasta tal punto que todo lo que ocurre

es a priori colonial; aunque en el caso de los mercados,

la Reforma Agraria de 1953 rompió las cadenas de su-

ministro y el control oligopólico de las ferias rurales y

los centros de distribución urbanos. causando durante

varios años severos problemas de abastecimiento en las

ciudades, hasta el establecimiento de nuevas re'des co-

rnerciales, incluyendo varias ferias nuevas fuera del con-

trol de los vecinos de los pueblos antiguos, e incorporan-

do nuevos actores sociales como intermediarios y deta-

llistas. Algunos de los pueblos coloniales (de fundación

colonial) perdieron su lugar en las redes económicas a

consecuencia de estos cambios (caso Pucarani, sustituido

por Batallas); otros mantienen su centralidad hasta hoy

(caso Achacachi).

Tratándose de los actores, algunos términos, o ca-

tegorías, como .,chola del mercado>, tendrán un origen

colonial (Bouysse-Cassagne y Saignes 1993) pero no es

creíble que su significado y alcance (es decit, a qué per-

sonas y grupos se aplicaba o aplica tal término) se ha-

yan mantenido inalterados desde entonces. Durante la

91

Page 83: SPEDDING Alison - Descolonización

üescobnización

Colonia, los mercados también eran estratificados, pero

las redes geográficas del comercio, las formas de distri-

bución y expendio y los grupos sociales involucrados

eran totalmente diferentes a los de hoy. Enionces ¿qué

quiere decir ..un mercado colonialmente estratificadoo

en los años 1990? Y si hasta ahora la sociedad boliviana

sigue siendo efectivamente colonial en todos sus nive-

les y sectores ¿acaso hay esperanza alguna de descolo-

nización?

El resurgimiento del término

la actualidad responde al reconocimiento (nada nuevo

desco

en realidad) de que ll primera descolonizaclg4*gue !l\/o

\ os.Lasnuevas

s-\tas y difíciles de. 1.

Ya he hablado de la fuga de cerebros representada

por intelectuales poscoloniales / excolonizados talentosos

que se trasladan a los centros académicos de los EE.UU. y

de Europa, pero numéricamente son una f:aggrógfAfi¡na

de la población ex colonizada que se ha trasladado a esos

países, para trabajar en el agribusiness, en la construcción

y en los servicios (limpieza, cuidado de niños y ancia-

nos, etc.) entre otros. Ésta es la población que se dedica a

mandar remesas a sus familiares que han quedado en el

país de origer¡ creando redes de dependencia económica

fuera del control de los Estados que introducen varias

distorsiones en las economías de los países receptores de

92

Page 84: SPEDDING Alison - Descolonización

üesco¡orizar B0¡ivia

remesas,le y multiplican los efectos de las crisis financie-

ras y recesiones originadas en los países del Norte indus-

trializado. Vivir de leios de avudar a desco-

lg¡gelqg, ."*pl.*"t" -ár

d* .{:gp:lg!t-ode los excolonizadores y con políticas que favoregsn en

p{imer lugar el crec g!Zg{.r.

Si buena parte de la población local depende de re-

mesas para cubrir elementos de su consumo cotidiano,

una recesión en el Norte que recorta las remesas puede

impactar directamente en sectores del mercado interno

(como productos agrícolas y abarrotes) no vinculados di-

rectamente con sectores de exportación de materias pri-

mas que suelen ser impactados por caídas en las bolsas

financieras. Se vislumbra una justificación perversa para

1e Las dijtprsiones que se menciona con más frecuencia son la utiliza-

ción de estas remesas en gastos suntuarios -r-eg!gn@q lgjeleg Sqnde

a veces nadie vive, compra de ropa de moda v aparatos electrónicos

caglegos, todos por iegla general Tlpg4Adgs,

para exhibirlos en un

estilo de vida ociosa- antes que en inversiones productivas, v que in-

cluso las aparentemente productivas puedan depender de la subven-

ción desde afuera para mantenerse. Otra diltorsión es que, en épocas

cuando un auge en el Norte causa una elevación en los montos de las

remesas -más gente va a trabajar alli y cada una puede mandar más

plutu- "LPgit-

.9!gttt-rysüg!"-.9e" @¡aya

cgelggrerjg¡1blg_grtlg! niveles.de producción dentrS_&Ipeís*lqjqmp;

eqlcrllgs, rglJqg¡ g$SfS p"rrig"i""qo h *i !igll"r,se produce una inflación sin relación óon el funcionamiento de la pro-

v fuera del alcance de políticas macroeconómi-

cos del propio gobierno. Aunque una crisis en el Norte puede causar

ciertas dificultades en el corto plazo, espero que provoque a los y las

que salieron con tanto afán hacia España antes de 2008 a regresar y

pensar en cómo buscarse una vida mejor en este país, mientras otros y

otras estarán desanimados de salir por el mismo camino.

93

Page 85: SPEDDING Alison - Descolonización

Desc0l0nizaóión

el desembolso masivo de fondos estatales en el Norte

para salvar sus instituciones financieras, antes de usar

ese dinero para créditos, donaciones y otras formas de

ayuda a los países del Sur: esos desembolsos combati-

ríanla recesión, entonces la población inmigrante podrá

seguir mandando remesas, y la población residente ten-

drá dinero directamente en sus manos para gastarlo a

su libre voluntad, con beneficios mayores (o al menos,

más placenteros a corto plazo) que hubiera sido el caso

al transferir dinero a proyectos de desarrollo manejados

por el gobierno local o por la cooperación internacionaf

que como es sabido muchas veces dan muy poco en con-

creto a la población meta.

Y en todo caso, cuando los colonialistas estaban pre-

sentes en el país, era posible movilizarse en contra de

ellos, pero ¿cómo movilizarse desde aquí en contra de los

especuladores financieros en Nueva York? Los llamados

movimientos antiglobalizadores han realizado algunas

acciones con tales fines, pero son acciones Norte contra

Norte -o al menos, una fracción de la burguesía interna-

cional contra otra- porque sólo ellos pueden pagar el pa-

saje aéreo para ir a manifestar primero en Seattle y luego

en Ginebra o dónde sea que se esté reuniendo el G7.

Los y las intelectuales portavoces de la descoloniza-

ción no suelen enfocar las crisis financieras ni la acción

directa, sino lo presentan como una cuestión de cons-

ciencia: <Se trata primeramente (...) de un sentimiento y

sentido de horror ante el despliegue de las formas colo-

niales del poder (...) un grito de espanto por parte de un

94

Page 86: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolóni¿ar E0l¡viá

sujeto viviente y donador de sentido ante la aparición

del mundo moderno/colonial que plantea la dispensabi-

lidad de ciertos sujetos humanos como elemento consti-

tutivo de su avance civilizatorio y de expansión global"

(Maldonado-Torres 2006 -2007 I 2009 :21.3, énf asis en origi-

nal). Por supuesto, será necesario tomar consciencia del

fenómeno para ser capaz de urdir proyectos de acción

en su contra; pero yo me pregunto si el espanto es real-

mente el sentimiento más propenso a producir acciones

constructivas que van más allá de autocomplacerse con

haber logrado una consciencia moral superior que la de

los viles opresores y competir para ver quién puede lan-

zar la denuncia más horripilante y/o demostrar su acu-

ciosidad y corrección política exponiendo las insidiosas

categorías coloniales en el fondo del pensamiento'de

todo y cada una de las corrientes de pensamiento, inclu-

so las que aseveran buscar la liberación de los oprimidos

<dispensableso, como por ejemplo las feministas.

$aríe,Lugones (2009: 296-7) critica a Aníbal Quijano

porgsumir que el género no es más que el sexo biológico,

y basar su argumento sobre la "cqlgn.i4lid€Kklq b!_Iela-

cyles de_genero" (énfasis en original) e_L1rrg_t-qqha_peta

el acceso sexual racializado, donde los varones blancos

srempre tenían acc s

mientras los varones no blancos iamás accedían a muie-

res blancas (e implícitamente, ni siquiera a las mujeres no

bGñéálen tanto que éstas habrían sido apropiadas por

los blancos colonizadores). Aparte de ser heterosexualis-

ta, "Quijano

parece dar por sentado que la disputa por el

95

Page 87: SPEDDING Alison - Descolonización

ne$c0lonizac¡ón

control del sexo es una disputa entre hombres (...) sobre

recursos que son pensados como femeninos. Los hom-

bres (...) no parecen ser entendidos como "recursos" en

los encuentros sexuales. Y no parece (...) que las mujeres

disputen ningún control sobre el acceso sexualr.

Con todo, esto puede ser una representación tazo'

nable de las actitudes de, digamos, el capataz de una ha-

cienda algodonera en el sur de los EE'UU. antes de la

Guerra Civil, donde, al menos según las novelas de Wi-

lliam Faulknet, si al vigilar las cuadrillas de trabajo en los

campos él veía a una esclava apetecible, podía llamarla

desde el surco hasta la sombra de los árboles del canto y

hacer uso sexual de ella sin que ella pudiera negarse' El

concepto de las mujeres -no sólo las no blancas- como

objetos que deberían ser sexualmente disponibles para

los hombres o sino sufrir las consecuencias, es algo que

persiste en muchos contextos fuera de los propiamente

coloniales. Lo lamentable es que la manera en que Quija-

no naturaliza(biologiza) y genereiliza este concepto hace

sospechar que en el fondo él lo comparte, en tanto que no

parece capaz de ver fuera del mismo para identificar sus

presuposiciones no universales. .

Pero Lugones retoma luego la crítica ya trillada del

,.feminismo hegemónico blanco, que ignoraba a las mu-

jeres de color: ..las feministas blancas (...) de los años 70

(...) .ro se ocuparon de la opresión de nadie más" (op.cit.:

309). ¿Y porqué tuvieron que hacerlo? Uno de los corre-

latos del principio teórico que todo pronunciamiento tie-

ne un lugar de enunciación determinado (y no procede,

96

Page 88: SPEDDING Alison - Descolonización

_- - ?::9:i9r91rt{:Yr:

por tanto no debe pretender proceder, de una posición

abstracta, objetiva y desinteresada) es que no se debe in-

tentar hablar en nombre de otros u otras, es deci¡, asumir

el rol de portavoz de sus demandas o deseos.

Yo, como feminista, he criticado como <materna-

listaso2o algunos proyectos dirigidos por mujeres urba-

nas de clase media para mujeres campesinas donde las

primeras suponían de antemano que sabían qué nece-

sitaban o querían (deberían querer) las segundas.-Si qng

1970 habría sido que no se dieron cuenta que aparte de

ellas había otras mujeres con problemas distilto_s que no

@s propuestas, pero al ri'renos no

intentaron elevarse en portavoces de las s.

Una postura difundida entre activistas que apoyan Ia

descolonización en Bolivia es que el feminismo en todos

sus coiores es otru ras

-

..-

ind andinas v a reas,_leq¡uel99gg-cltA¡ I a

representada por el clisé

aymara el eJercicio de cualq i-

frenta una muier a obrera, no debería meterse a in-

tentar remediarlos. El error de

20 Equivalente entre mu1'eres de prácticas paternalistas, donde un va-

rón de posición social superior supone que sabe mejor que sus inferio-

res lo que éstos deben hacer por su propio bien, aunque ellos mismos

no 1o reconocen,

dad en pareja homb{g-nqgier, supuestament ra

ig-"h,"lgJ "tt"qryga.

Lugones (2009:303) presenta una

versión similarmente idealizada y especulativa sobre las

97

Page 89: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

tribus de Americanos Nativos como <ginecráticas>>, €s

deci¡, otorgaban superioridad a las mujeres (aunque a la

vez dice que son "igualitarias'r,

lo que no deja muy claro

qué es la "cráticao

en.,ginecráticao, pues slgp-biernan las

mujeres entonces no sería igualitaria).

Actualmente circulan muchas oÉ----=\

Eu.lgg-tobre lo que supuestamente son las culturas

andinas y amazónicas. Practican una economía de la

l".ipro.iáud g".r"ro"u y@o

individualista de la economía capitalista. Su meta en la/----

vida edQtvllbigil en armonía con la naturaleza, mientras

los occidentales buscan vivir mejor saqueando la natu-

raleza. Puru lot V lut i"díg.^t t

vivo y tiene espíritu y capacidad de comunicacióry pata

los y las occidentales todo, menos los seres humanos (y

entre ellos, solo los seres humanos blancos y machos en

realidad) es materia muerta, y si es vivo pero no huma-

no no tiene espíritu ni

nes tienen en común

jerarquizado entre

se acostumbra usar la expresión <europeo", probable-

mente porque el referente implícito de "Occidental>>€s

<Estados Unidosr, que geográficamente al menos no se

encuentra en..Europa'r), y una concepción de lo que es

ser "indígena>>

o <occidentalo que es esencialista a más

no pode1, aún cuando las y los expositores más acadé-

micos, o academizados, de estos relatos se asocian con

las corrientes poscoloniales y posmodernistas y en otras

partes de sus obras ofrecen saludos a las banderas del

(no

98

Page 90: SPEDDING Alison - Descolonización

Desrolon¡zar B0livia

antiesencialismo, las identidades siempre en construc-

ción y no dadas de antemano ni naturales, sino situacio-

nales, en permanente proceso de cambio, etc.

Estas ambigüedades y contradicciones están pre-

sentes en muchas de las declaraciones poscoloniales/

desColonizadores, no sólo entre las y los representantes

bolivianos de estas corrientes. La vida de una catedráti-

ca, nacida en la India que ahora ocupa un puesto bien

pagado en una universidad de California es tan distinta

de la de una mujer tejedora por cuenta propia en un ba-

rrio pobre de Mumbai que parece necesario evocar algu-

na esencia compartida de .indianidad" que se conserva

intocada a costo de todo, para que se pueda reclamar al-

guna unidad entre las dos (y además para que, al menos

a veces, la primera efectivamente asevera hablar eñ nom-

bre de la segunda y tener el derecho de hacerlo).

Lo mismo se puede decir de un dirigente boliviano,

et

gha sido diputado o viceministro_Eiaia constantemen-

te a congresos internacionales, y un campesino boliviano

re! so

por carretera, luz eléctrica o agua potable por cañería,

practica la agricultura de subsistencia durante parte rlel

ano y durpte yl iff de mes a-

frero en Santa Cruz o el Norte de Argentina. ¿Qué es lo

n (considerados como2l)

21 Digo'considerados como'porque hoy en día es probable que el pri-

mero se declara'indígena' en público y en repetidas ocasiones, mien-

tras el segundo raravez o nunca lo hace; alavez que si el segundo, o

99

Page 91: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonización

tlt / . ' l / /

! /- / I i J

Vfitwgl/ao-, {k/q/h/J,

indígenas, si no es una esencia inefable, quizás incluso

nada más que <la sangre>, es decil, ,<larazarr?

Spivak ha intentado justificar esta contradicción

(basar la legitimidad de las posturas discursivas en un

esencialismp que los fundamentos teóricos de las mis-

mas posturas rechazan) como "@t

"(Spivak 1.985/1997:258, énfasis en original). Sugiere

que tal esencialismo es asumido de manera consciente

(como se esperaría de la elite intelectual que son sus pa-

res), alerta a los riesgos de asumirlo de plena fe y con

todas sus consecuencias. Pero tengo la impresión que

las y los esencialistas bolivianos, aunque estarían persi-

guiendo estrategias políticas, Aggggl_qg

llg!|""*ente v co-o d""c

sm constderar que

a -comparte esa esencia-

puede realmente comprender la cultura indígena, y por

tanto, la convivencia con no indígenas es imposible y

sólo queda la segregación y, en el peor de los casos, la

limpieza étnica.i

L"..".1"rió"G"Sr ya ha surgido en cier-

tas iniciativas como la creación de <universidades indí-

99ngg" -:l vg 3e_incolpolaj la enseñanza en idiomas

su comunidad, llega a figurar en un informe (del municipio, de una

ONG) o un reportaje mediático, es en extremo probable que será des-

crito como 'indígena' sin necesidad de preguntarle al respecto, mien-

tras si el primero es descrito así en contextos equivalentes, será porque

él mismo ha machucado en serlo.

100

Page 92: SPEDDING Alison - Descolonización

nescolonizar Bolivia

-

ma universitario nacional no etnizado -¿e implícitamen-

t ás indígenas auto

negados?22 C.p"tid".o q"" lu i. t

de 2008 d" q"" "rge

sie"do l" raza y el col* d a

base de la estratificación social v la desisualda

via. es otra ex de la difusión de

y lo m4s_lamentable para míes que las personag qg_e_ma-

;h"A;;' ré'dm;

¿"41"',e-f?- '

dslqq:-lg::l4uslu'.

Las ponencias del seminario internacional "Moderni-

dad y pensamiento descolonizadorrr, realizado enLaPaz

en 2005 y publicadas en 2006 (Yapu (coord.) 2006) están

entre las primeras publicaciones bolivianas que addptan

el lema de la descolonizaciór¡ seguido por la compilación

de Saavedra (2009), que reúne principalmente autores

latinos no bolivianos. Otras compilaciones recientes son

Lara Barrientos (2011), que contiene ponencias expuestas

en varios eventos en Oruro a partir del 2008, y la Vicepre-

sidencia del Estado Plurinacional de Bolivia (2011), que

aunque lleva el título "Descolonización

en Bolivia> en

realidad dedica la mayor parte de su texto a ponencias

sobre el Estado Plurinacional, Pluralismo Económico y

Socialismo Comunitario, todas escritas por intelectuales

afines al oficialismo del momento quienes se afanan en

'z2 Ver Spedding (2010) para una exposición extendida de las tenden-

cias esencialistas en los discursos indigenístas de hoy, sus causas y

consecuencias.

101

Page 93: SPEDDING Alison - Descolonización

Desc0lonización

explayar sobre la nueva Constitución Política del Estado

y otros pronunciamientos altisonantes del gobierno de

Evo Morales Ayma.

Pedro Portugal realiza el recorrido ya establecido por

los estudios poscoloniales, concluyendo que la <aproxi-

mación poscolonial no es legítima ni adecuada para so-

lucionar el problema descolonizador en Bolivia" por ser

un discurso procedente de las universidades de elite de

<las expotencias colonialesr, pero su propuesta alterna-

tiva es "el

debate sobre la forma estatal y la viabilidad

del Tawantinsuyu y el Qullasuyu" (Portugal201L:92).

Pedro Pachaguaya repasa los mismos poscoloniales, los

posmodernistas, los estudios subalternos y los estudios

culturales con marcado sarcasmo r para luego atacar a los

decolonialistas bolivianos quienes pasan alabando a la

Pachamama y concluir "De

qué sirve decir que la Pacha-

mama es antes y después de Dios; de qué sirve volver

a un encantamiento con lo sagrado de la tierra ... si la

descolonización no plantea cómo eliminar el hambre',

(Pachaguay a 2011. :92).

Los y las internacionales quienes exponen en Yapu

(coord.)(2006), en contraste, generalmente expresan entu-

siasmo por la descolonización junto con la rabia moral

obligatoria en contra del colonialismo; las excepciones

son Rivera (2006) y Spedding (2006). Rivera expresa su

furia en contra de académicos establecidos en el Norte

como Walter Mignolo quienes hacen uso de trabajos rea-

lizados en el Sur (es decir, los trabajos de ell4 en realidad)

y se promocionan difundiendo esos contenidos ajenos y

L02

Page 94: SPEDDING Alison - Descolonización

Desc0l0n¡zar Fúlivia

hablando en nombre de los oprimidos. Spedding tam-

bién critica al concepto de ,,pensamiento fronterizo,' de

Mignolo (200012003), alegando que no se demuestra qué

diferencias reales hay entre pensadores supuestamente

<fronterizos" y los que no lo sean, y que mientras Migno-

lo se apropia de íconos indígenas como Felipe Cuamán

Poma de Ayala como ejemplos de .,pensadores fronte-

rizos>>, cae en anacronismos como denominar a Tupac

Amaru como peruano y a Tupac Katari como boliviano.

También critica a intelectuales autodefinidos indígenas

como Félix Patzi y Pablo Mamani Ramírez por insistir

en la otredad radical de las culturas indígenas en Boli-

via. Creo que no es casual que en el Prólogo que es Ia

contribución de Mignolo al mismo volumen, mientras

intenta mencionar de paso a todas las demás ponencias,

incluyendo las muy breves e insustanciales de Patzi y de

Esteban Ticona, las dos que no figuran en absoluto en su

comentario son las de Spedding y Rivera.

Maldonado-Torres (2006-2007 I 2009:209) tiene ra-

zón en aseverar que la descolonización es un <proyecto

todavía inacabado a nivel global" (alguien más cínico

podría haber dicho que es un proyecto aPenas iniciado).

Yo lo veo como construyendo sobre los terrenos des-

brozados por los estudios poscoloniales. Estos se han

dedicado a demostrar el involucramiento de orígenes,

estructuras e ideas de origen colonial en la vida social

alrededor del mundo.

Considero que si la descolonización ha de llegar a

algo más que una retórica de esperanza, tiene que ir más

103

Page 95: SPEDDING Alison - Descolonización

Oescolon¡zrción

allá que la repetitiva denuncia e identificación del colo-

NO es simplemente poner la

colonia al revés, es deci uir siendo <

namente diferenciados de <occidentales>, sólo colocañdo

"indígenas" arriba y <occidentales> abajo (o totalmente

fuera). La dificultad demostrada de pensar la sociedad

boliviana fuera de este marco de origen colonial parece

comprobar la perspectiva poscolonial que insiste en la

de los Andes.23

Esta propuesta se basa en una qrnpiiggén iglrgn-:+\

ctpjg igg$orizo$>, utilizado en la arqueología de los

Andes, pero sólo tratando de las épocas previas a L532.

Una primera observación: he expuesto lo que sigue en

diversos ambientes universitarios y académicos, de pre-

grado y de posgrado pero generalmente dentro de las

ciencias sociales, en el occidente de Bolivia. Empiezo

preguntando si los y las presentes están familiarizadas

con el concepto de "Horizonte>

y la respuesta es casi

23 El resto de este capítulo resume la exposición extendida de Spedding

(2008), que continúa y desarrolla las reflexiones sobre la historia andi-

na iniciadas en Spedding (2003). Recomiendo leer estos artículos para

una comprensión plena de esta propuesta de descolonización que yo

llamo el Quinto Horizonte.

1,04

Page 96: SPEDDING Alison - Descolonización

nescolonizar g0¡iv¡a

siempre que no. Resulta que, aparte de unos fragmentos

esencialmente mitologizados (Manco Capacy Mama Oc-

llo, ama su'u)a, ama qhilla, ama llulla...) y nacionalizados (la

atribución de Tiwanaku a,.los aymaras>, que carecen de

fundamentos fuera del proyecto ideológico nacionalista)

realmente no se enseña nada de historia prehispánica en

el sistema educativo boliviano. Entonces el Primer paso

hacia la descolonización sería ¡reconocer la historia Pre-'-@

Tal como se lo presenta ahora, la Historia empieza

-¿==-;4\

erQpgfconel encuentrg-fgll{i.o d" Pirulfg v Atu*tryu.

En ese mismo momento, los And-et-y--lo.-qgg:hgu es

Bolivia dentro de ian de tener una histori

enuna ie de

de la

que aryeg 3e rel iférico en

esta HistorrM, que Parece ser

la implicación del léiho de que los cursos escolares de

historia (que representan lo que la gente ..sabe, sobre

historia, fuera de la minoría que estudia Historia en las

universidades o al menos lee libros de divulgaciónhistó-

rica en sus tiempos libres) se inician con 1532 y punto.

Por cierto, intelectuales y activistas saben qlre había

diversas culturas Estados antes y pue-

ser más o menos informados sobre ellos, pero sin

importar sus inclinaciones políticas comparten eI esque-

ma de L532 como evento cataclísmico y transformador.

Es un ejemplo de lo que yo llamo revo

momentos

at

--q (

^I

C

trrF.s\q

o

istoria Occidenta uso se puede arg{rmentar

ñá?tla" la historia, que identifica ev-entos o

----l-'

105

Page 97: SPEDDING Alison - Descolonización

Descol0nización

que rompeq-e4 lA¡qneüeión de la soeicdaelhasta_ese

momento e inician algo nuevo. Los contrasto con esque-

mas continuistas, que insisten que hay elementos estruc-

turales tales que han persistido en el tiempo no obstante

los eventos dramáticos o los cambios de actores que han

ocurrido. Ambos esquemas son interpretaciones, no re-

presentaciones verídicas: ni las revoluciones más violen-

tas han borrado completamente con las estructuras so-

ciales preexistentes, y la continuidad de larga data puede

ser más formal o nominal que efectiva.

Mi hipótesis es que 1os@

ti"-

nen cierta relación con países, o sociedades, que se v-env5I

R-

e

$

a sl mlsmos como I

los

pro de

autóno mientras

es una

de la his

Eq"9" qgg:g rg"llnqvi-

sló" del p4r/rocled !e qontro! s_obg_su

o al menos habiendo ido ese control en

oc¿siones. Adelantarigge el

primero esbozaré

_$as variantes d"l@ corriente.

(t ) Identifico tres variantes (no digo que no habrá más,\:,,/

y mi presentación de ellas será tan breve que es casi

caricaturesca): ljr nacionalista (lo. que enseñan en la es-

.g4u), ta irguierdista y ta a. Los resumiré a

ttgtér d" ""

lirtudo d" Iffi"

cada uno, es deci4, los eventos qge identifican como mar-

cando épocas, y la valuación que otorgañ?iáda ev@o.

A veces hay eventos que figuran en una variante y están

1,06

rse como autó-

Page 98: SPEDDING Alison - Descolonización

nescol0nizar Bolivia

ausentes en otra; otras veces el mismo evento 4gura en

más de una, pero con diferentes valuaciones. Pero todas

empiezan con la Conquista, y para todas es catastrófi-

co, aunque la versión nacionalista tiende a sugerir que,

d.esastroso como era en ese rato, al fin era cuestión del

destino manifiesto, imposible de evital, y eventualmente

se recuperó de ella, además que trajo algunas ventajas

innegables como la Escritura y la Tecnología (hoy en día

ya no se suele insistir que el Cristianismo fue una ventaja

aún mayor porque nos permitió salvar nuestras almas

paralaeternidad y no sólo vivir un poco mejor en la tie-

rra). Para los izquierdistas, nos introdujo en la economía

mundial como periferia a ser explotada y por tanto era

Malo, y parclos indigenistas, no sólo eso sino el inicio de

un proceso de genocidio, etnocidio y despojo a más no

poder que no ha parado hasta hoY.

En la variante nacionalista, el siguiente momento

.o.,rti Bueno sin

rl@iett" laS.tege 34 iuctfiqq,

Malo porque Bolivia perdió su mar y además demos-

,r"

t@l"""q"" "t

*"r,oi nos dio a Eduardo Abaroa.

Pero es significativo el hecho que se recordó oficialmente

a Abaroa por primera vez el23 de rr.arzo de 1952, apenas

días antes del siguiente momento significativo, quizás

el más significativo de todos porque representaba una

segunda independencia liberándonos de la rosca vende-

patria y sus títeres en el gobierno. Sí pt"t, lu R":919.i91

DesPuós hubo unos

107

Page 99: SPEDDING Alison - Descolonización

D{,}sc{.}lon¡zación

tropiezos con los gobiernos militares (no sé si en la escue-

la los llaman <dictaduras") pero eventualmente la virtud

volvió a triunfar con la restauración de la Democracia

e{W, y desde entonces todos hemos vivido (relativa-

mente) felices, o aunque no muy felices, bueno, al menos

(con elecciones) libres. En la escuela no se suele enseñar

historia contemporánea, es decir reciente, así que dudo

que se trate mucho sobre lo ocurrido después de 1982.

L*os indigenislAs ignoran la Independencia (si se dig-

nan de mencionarlo es para decir que era completamente

postiza porque los blancos siguieron en el poder) y en su

lugar. destacan la Gran Rebelión de 1780-82.Danirnpor-

tancia a la @9

por la participación y

posterior ejecución de Zarate Willka. Coqpg{g.]gjdeu

de la Revolución Nacionál dé 195ñomo errento transfor-

Malo: el voto universal

no era más que pongueaje político, la educación fiscal

atacó la cultura indígen4 y la Reforma Agraria y el sin-

dicalismo agrario introdujeron el minifundio, la parcela-

ción de la tierra y el desprecio de las autoridades origina-

rias y sus usos y costumbres. Se tardó mucho en recupe-

rarse de este nuevo embiste colonial; algunos activistas

de CONAMAQ (sólo ellos) machucan en la fundación

de dicha organización en L997, pero el consenso gene-

ralizado es que el siguiente momento constitutivo fue la

@41!q_en2003, según ellos un levan-

tamiento aymara que ha abierto un nuevo periodo de re-

surgencia indígena, aunque algunos son más optimistas

que otros sobre los avances reales desde entonces.

108

Page 100: SPEDDING Alison - Descolonización

nesc0!0nizar B0liv;a

Los izquierdistas son básicamente marxistas y Por

eso enfocan procesos económicos y periodos más que

eventos. Por tarrto, n-

cia por no marcar una transición económica importante,

aunque pueden mencionar la Gran Rebelión como un

saludo a la b andera indigenis t". L "5""u ""

d9! Ig"ífito

sí figura, pero en términos de la ilrtror4isión de caPitales

ir,gleseJ (Malo). r{g9g5lglQhggq figura no sólo por

Iá cuésii6n a" i )

r@"gt=o- 4e integrac-ién nacio-

44Lgltlg4gles (campesinqg-obreros, pequeña burgue-

sía) y regiones (Bueno).(195l.9s importante po{ $19¡T

el peiiodoZe "upitulit*o

d" E"ádo .otpo.t (htr-

6i"." podtd" set B"eno/ pero los obreros no estaban a la

alturide los hechos). El siguiente momento rfo es úñ

slno 6E simbolizado por el Dec¡9!9 21060 y el in-i-cio

dJ;--oHmi*o q"" r*u

ülstá. traráalos la salida de las tinieblas empi

te Sggl¡e !€!Agge, vista como. mov!¡glegto

g"tt elo6 "ti, "d"t

p."lgl1g:\gnel 3"-!It4eil era sub si dia-

iio ¿e una transnacional, y son más oplim$try-ggg t"iio ¿e una transnacional, y sglrn{x ePllmft¿1s-_ggg t"

rnayoría de los indigenistas sobre lq qUe -he1nmqg-g9s-

49 "ryottgg,t-

El esquema d into Hori reconoce

nos de estos momentos constitutivos,

con effiéiUsttzsll"-¡ conocido como eI

noñ6ñdo por el o

a@-es€Égqc-qSrr¡Prq¡-try4a-

ry9!tg]?004c. <Horizonteo refiere a una época cuando

109

Page 101: SPEDDING Alison - Descolonización

DescoNonización

(en base al registro arqueológico) se identifica la presen-

cia de amplios procesos de integración suprarregional

en los Andes, señalados por la difusión de los mismos

estilos artísticos, en cerámica, tejidos, arquitectura y de-

más en grandes extensiones geográficas. En ausencia de

registros escritos, no siempre es posible determinar si

esta integración se debe más que todo a intercambios co-

merciales y otros tipos de conexión económica (como el

llamado <control vertical de múltiples pisos ecológicos")

o cuando representa -en adición a las redes de intercam-

bio de bienes y poblaciones- la presencia de estructuras

políticas, en fin Estados, que cubren estos conjuntos de

regiones, y en caso de que sí sean Estados cómo realmen-

te era su forma de organizar y administrar el poder. Son

tareas futuras para la arqueología.

Sea lo que fueran sus estructuras sociales, e! p. ¡i41g_r

Horizonte tuve un

iüiiáZ00Áe 1.tu-!"" todas estas fechas son aproxima-

das). El Primer Inte io, que lo siguió, duró hasta 200

DC. r g r{¡ p_e_riedo¡lef ragmen ta ción

sociopolítica, señalada por la aparición de culturas regio-

ryLe-sjg!9lir-a4es J*düersleia d a s. Entre I a s más cono ci-

{Tje erte petioao ro" U u.

ron durante los pgimergrg s_i&|gg

en el centro, que duró hasta 1000 AC.

110

corre sp o_nde_a_la, _é_p*oca d e

Page 102: SPEDDING Alison - Descolonización

Descol0il¡zar Boi¡via

terminó en el IV 9,on el surgimiento del

Tawantinsu re fue recortado en

con la llesada de los

------

oles. iniciando el flércer

Inter L532-1570, el más breve de todos, cuando las

structuras del Tawantinsuyu se estaban desmoronandoestructuras del Tawanti

la Co aun tablecido.

slpr*e:g,err. tS,l O ;r_ !1t1 p lgsta

1780. Suiu base son las estructuras colonias estructuras coloniales (propiamente

dicho) establecidas por las gfggqg!-&l94nnas a partir

de \570, y 1780 (la gran rebelión) es una fecha nominal

para su desmoronamiento, aunque los señales de esto,

como la llamada ,.crisis del cacicazgo>, aparecían antes y

las reformas borbónicas seguían intentando frenarlo des-

pués.L_qs*f 1o_c__e.99gg:i$9P""dencia_d_elasdif erentes

naciones poscoloniaies;t-Iás guerra;"ilhó éiñ;-io*o

lqqdslP a qífs-o. d 4 sbe99J_9t. el59ggryql9Lett-a(ual-

La estructura formal de ia{.epen-

dienies rjeróiste hásta hoy, pero yo pongo una fecha no-

minal ¿"124g12S, Pgg*eJ¡nlseseñalado porla generalización de la democracia Pqrla-

mentaria como forma de gobiernoCn Ia reg|én, P!-o!-e-sos

,1" i"t"gta"ion econó*ic1-Y-PoÚ!sa3ll9l9!"!9- orggri-

;@".ry'*lg$enAtisaqury-UNAfUR,¡l-de-lntesredq.n

.Slt!'"1gdi!e4e-Pqllas*t919to-yelgeilig!lllqs--4-q-q,p'

".gglt*!gl9_!9nq!Udq-qs4lada-lA,I9gen,ladif

usión

internacional de la cumbia chicha y sus derivados, y en

el campo de la alta cultura ellMsfugfn¡l9*le-Iitefatu-

Ia lglileAnglrcglt si bien esto tuvo su auge en los años

Cuarto Horizon

111,

Page 103: SPEDDING Alison - Descolonización

Descol0ni¿aciór

1960 y fue más bien un signo precursor del inicio de un

periodo de Horizonte.

Se habrá notado que el centro o núcleo desde el cual

irradia cada Horizonte se cambia de un Horizonte a otro,

generalmente a una región notoriamente periférica en el

Horizonte anterior: de Chavín. al centro doble Tiwanaku-

Wari (aunque con predominio cultural de Tiwanaku), al

Cuzco, luego bajando a la costa a Lima, y actualmente,

yo diría, pasando a Venezuela. Así que la idea de unir

las regiones independizadas en una Gran Colombia a

la cabeza de Simón Bolívar fue un sueño casi dos siglos

adelantado a su tiempo.

E_sta i"t"tptetació s pasados andinos incorpo-

en una dinámica nrooia de la resi

La Conquista deja de se ,c-o¡9!!!{iy9_q9edetermina la totalidad de la historia. Durante el Cuar-

to Horizonte se integraron nuevos elementos culturales

como el catolicismo y la escritura alfabética y se inició

la difusión masiva del quechua en desmedro de muchas

.otros idiomas nativos, pero en el marco de un Horizonte,

una integración efectivamente legítima. De hecho, gg:an

parte de las unidades étnicas lgg4gq ge_boy, gg4gp-ór

"l"*plo lor llr" Vt"r gg*o_Qtg.h*9. tiene-n_sussí-

genes en la primera mitad del siglo_XYII (ver también

Glave 1992 para casos peruanos) y no son --en mi opi-

nión- continuidades de las (naci!ng_s_> o- ceñadaq del

S"g""¿"@""r"1]9_s__1gq-v-is-tarf e

CONAMAQ e intelectuales simpatizanJgq @_g_Lqs.

712

Page 104: SPEDDING Alison - Descolonización

W-'iil,"¿ &{w{='LI

ltúdtrQfU¡tl. l Deseoiurrtz¿r8or¡via

Aceptar la legitimidad de este Horizonte, más bierL

libera a los indigenistas de otra de sus contradicciones,

que es alabar a dirigentes del pasado como Tomás QAte-

ri y Santos Marka T'.rlu qrri"n", bururo. ,uffi "r',J,u

búsqueda y presentación de títulos coloniales, einsistit en

t" -i

-.Zo y _4S" u

Colonia y lo occidental. Si fueran serios en este rechazo,

tríulos cáóñiut"t .o*o totalmedeberían quemar esos títulos coloniales como totalmen-

te ]Ñári¿os v?enuncitaáTomAteatari v dem?s-iómo

deberían

les v entierra defini-

tivamente a en la pq-lga

de su elementos o mezclados y toda forma

te inválrdos y denunctar a lomas Latarr y demas cofno

ptu

eg-alidalcolq"-l-EiEq""*ágéneraldelQuintoHori-

zonte permite integrar esta defensa de las comunidades

a través de documentos coloniales con un compromiso

con la cultura andina, pero una cultura concebidá de ma-

nejgge r" *"*" ""

se.io luGúb rr@d-li' -e

ímpurezalde las cu I turas

nefa que s(

(-p u

de esencialismo, sea es lCO O nO.

Hasta aqui pues, m

en un ámbito específico @hiqtgria). ¿Qué avances hay

por parte de autores bolivianos para descolonizar otros

ámbitos académicos y sociales{$5l¿ín !er{ anuncia que

vaa" n-

tera" (Pari 2006:105) pero sus sugerencias concreta&-,Íie-

lTilitan a aprobar la publicaciones de testimonios reco-

Fidos en idiomas nativos, alabar a <los sabios, biblio-

teqqr .rtyeryI_ensalzar el conoci s

113

Page 105: SPEDDING Alison - Descolonización

nesc0lon¡zñción

clim¡ático s como lo s qIiS J-_dqnde-los aves<onstr¡ryen su s

nidos ]¡ los aullidos del zorro (aunque hay otras personas

Que aseveran que debido al cambio climático estos indi-

cadores tradicionales no son certeros, y yo descortozco

un estudio empírico que haya intentado recoger los in-

dicadores en un año dado y luego hacer un seguimiento

para ver hasta qué punto realmente se cumplen).

Referente a los idiomas nativos, aunque han sido de-

clarados idiomas oficiales, hasta ahora no he visto que en

todas las oficinas gubernamentales se ofrezcan formula-

rios en aymaÍa, quechua, guaraní, esse ejja y pacahuara

como alternativos a los formularios en castellano, tam-

poco que la oficina de Derechos Reales ofrezca redactar

títulos de propiedad en idioma nativo si el cliente así de-

sea. Al parecer la obligatoriedad de manejar un idioma

nativo por parte de todas y todos los funcionarios públi-

cos se limitará al manejo oral de dichos idiomas. \Li-en-

tras no se da una real funcionalidad al leer y escribir esos

friomas, los menci@ilaciones

seguirán como obras de interés académico que necesitan

sj€r publicadas en forma e (es deci1, con traduc-

ción en castellano) para encontrar lectores . ÚJO

Aún asi la adopción de préstamos de idiomas nati-

vos goza de popularidad en medios intelectuales bolivia-

nos en la actualidad. A mi parecel esto explica el éxito de

autores como Simón Yampara. En Yampara, Mamani y

Calancha (2007) se expone lo que pretende ser una meto-

dología andina de investigación social, totalmente distin-

ta a la metodología de la ciencia occidental. Consiste en

-114

(

ü,

Page 106: SPEDDING Alison - Descolonización

-€"{ u* -1'{* DescOi0nizar Bol¡via

7¿N,tr / í ; j2 g

prestar términos de la producción de papa para denotar

etapas en la investigación (como llamayu, escarbal, para

significar la recolección de datos; op.cit.:3L), más otros

términos a los cuales da un significado sui generis, como

por ejemplo snllqa, que traduce como <ilusión,, aunque

el significado habitual de esta palabra es (salvaje)> o <sil-

vestre>, por ejemplo en referencia a animales silvestres.

Sin embargo, prosigue con una serie de aseveraciones

sobre .,mundos visibles y su equivalente espiritual" (op.

cit.:38), "lakinuqa

I redistribución" (op.cit.:49) y otras di-

vagaciones que no aclaran en absoluto la <muestra' que

asevera haber tomado de vendedores en la feria de la 16

de Julio en El Alto.

Efectivamente, parece haber acudido a un Par de ya-

tiris, unos vendedores de repuestos de auto y urf zapa-

tero, dejando al lado el sector de ropa usada que es uno

de los más importantes de esa feria como también los

vendedores de todo tipo de herramientas y artefactos;

así si es una (muestra> es lejos de ser representativa.

Las interpretaciones de las citas de entrevista son for-

zadas; un entrevistado dice en la p.65 ,rel ayni casi no

lo practicamos (...) (si hay) problema de salud, de un

accidente o fallecimiento de uno de los afiliados (..') en-

tonces damos una cuota a voluntad, es una ayuda comu-

nitaria,r, pero Por la p.69 esto se ha transformado en <la

evidencia de que el ayni existe en la feria. Una parte está

transformada en fuerza espiritual que se traduce a) en la

relación entre la asociación y las bases y b) entre éstas y

el ser espiritual>.

115

Page 107: SPEDDING Alison - Descolonización

Dsscoiünlzeclól

Creo que estas breves referencias bastan para indi-

car el tono de esta obra y no será sorprendente encon-

trar que termina con "hallazgos

de proyección> como

.."Mercado regional" (4 ángulos de la tierra, Tizaan; 4

espacios del sol, Tarnan),, (op.cit.:96). Es sabido que uno

de los problemas económicos crónicos en Bolivia es que

el mercado interno es limitado y ofrece pocas posibili-

dades de crecimiento; pero yo no veo que este enfoque

supuestamente novedoso ofrece una visión alternativa

que dará lugar a políticas para enfrentar la pobreza re-

sultante de este mercado poco dinámico. Lo que merece

ser investigado, más bier¡ es porqué este galimatías de

misticismo mal digerido y pretensión seudointelectual

es gustado por bastantes personas y ha recibido un reco-

nocimiento inmerecido al ser publicado por una institu-

ción que generalmente patrocina investigaciones serias

como es el PIEB.

Aunque puede ser que sólo estoy mostrando lqijn=

SPgsldad-qs!4q91, como los que se hacen la burla de

la <estrella aymara> David Choquehuanca, en palabras

del autoproclamado <intelectual qulla descolonizado>

José Luis Saavedra: <es importante hablar de lo que dijo

nuestro hermano David Choquehuanca -que el conjunto

de los medios de comunicación o el conjunto delos q'nras

de la universidad no le entendieron un carajo-: "hay que

aprender a leer las arrugas de los abuelos" . ¿.Alguna acade-

mia se manifestó al respecto?, pues nadie, porque ade-

más no le entendieron" (Saavedra 2011:47-8). Si he en-

tendido lo que sigue en el texto de Saavedra, 91!r.!o "t

116

Page 108: SPEDDING Alison - Descolonización

üescolon¡zaI B0livia

que el conocimiento no se li@gllehay

nto visua I rituaf etc., algo

asumido por de la relisión desde hace un

siglo; aunque sin entender qué es lo que se

téfl"".i" en las arrugas de los los.

Las críticas al domi-

nante en la academia datan de'áñTés

de que la

nueva descolonización se puso de moda; u$gy^ 49 gsggt-

do con la valoración de otros códigos aparte de los es-

t sPeito ver

ueChurata2009).legp_ry_19_gl{9q!9uú-o-raciÓ¡

será necesario exponer nosotros v nosotras las

bre{*q'arai universidad hav para entender en

-._+J.

ellos, antes ñitarse for ser miembro del club iqdí

*;-0""u+;;G""""*'it"iA"tÑ.elq,.-qq9-"911--"

fmplémente ..no entienden>.

rñffque Aunque fuera de la ley, el contraband*o esta-

blece redes sociales muy fuertes qu ¡gnti-

trg"*ó"t."r".y t" nqluye-Lap-rác-

ti"u de sa to (de nuevo,

iontraviniendo los derechos de autor; en muchos países

ni siquiera las tiendas de barrio que tienen fotocopiado-

ra permiten que se copie un libro entero, sabiendo que

--Tñéñtñambt * áÑu.u al hablar de prácticas rea-

r que el

descolonizadoJes (Chambi 2011':84). Argu-

está prohibido por ley) que -b-ajo costo

a muchos

sglÍan-djCpglibles. No menciona la piratería de marcas

117

Page 109: SPEDDING Alison - Descolonización

de ropa famosas como Adidas, pero esto es una manera

de combatir a las transnacionales que fue ignorada por

Naomi Klein en sus denuncias de la tiranía de la publici-

dad que induce a adolescentes afroamericanos pobres a

asesinar para robar un par de zapatillas de marca. Según

un amigb peruanor no sólo en las tarimas de la Uyusfus

se vende ropa de marca pirateada en el barrio limeño de

Gamarra, sino en las boutiques de la Zona Slur también

los vendery aunque no en precios de remate como unos

vendedores de la feria de la 1,6 de Julio que andaban pre-

gonando "¡Reeboks,

Reeboks, Reeboks genuinos, diez

bolivianos el par!" Si ya no hay manera de saber si la

prenda Calvin Klein es pirateada o genuina, deja de te-

ner importancia el llevar esa marca.

Posiblemente Naomi Klein no alabó la piratería en

sus libros porque en Canadá, su país de origery sería con-

siderado apología del delito; Qh@u

:tmenos se ubica en la actualidad con provección a futuro.

en vez de volver al Tawantinsuvu v sueños de una uto-

ta atcatzan ue büscár

mismo Chambi participó en la investigación pu-

blicada como Chuquimia, Chambi y Claros (2010), que

destaca la naturaleza colonial de la categoría "indígena"

procedente de los convenios internacionales sobre ,,de-

rechos indígenas'r: en estos pronunciamientos .,corre el

fantasma de lo relativo, de lo eétático, de lo minoritario,

en suma de lo excluyente (...) proyecta una imagen de

118

Page 110: SPEDDING Alison - Descolonización

nesco¡ün¡zar B0liviá

lo indígena con atributos preestablecidos (...) habitan-

do sujeto a los usos y costumbres" (Chuquimia et al.

201.0:195-6). Frente a esto los autores proPonen otro tipo

de .,derechoo expresado en la creciente participación de

autoridades comunales en la gestión municipal, acción

que no depende de que dichas autoridades sean <origi-

narias> o asumen la forma de sindicatos agrarios.

Más bieru el estudio destaca que los supuestos car-

gos originarios como a-

@lidad son simples traducciones de

fos crtgos a io General,

ERéIftfoñet de A"tr-t, "t.., ""t-op.cit.:

65 por un ejem-

pto). Es más, la gente se interesa para tomar el control en

sus municipios, mientras Para la mayoría la reconstitu-

ción del fach'a Suyu Pakajaqi, ejemplo de "decoloriza-

ción> estilo Pedro Portugal e incluso más radical/ ya que

propone <reconstituiro una etnicidad política anterior al

Tawantinsuyu todavía/ carece enteramente de interés

para ellos y ellas.

Chambi (2011) menciona la participación municipal

.o* O"i-uiE"-

ffiirno v los atributos de otredad ra-

diiálque so di-

lelu"ee¡t"

temente, comunari6s-sentados en una reunión mu

para reformular ñCperativo Anual es un escenario

ryS Ñ""q¡" A"t."""i. to. Por tanto, no es

apto como tema de escritos con las características más

típicas de los estudios descolonizadores: la visión desde

119

Page 111: SPEDDING Alison - Descolonización

Descolonizac¡ón

la torre de marfil -teorías de las más esotéricas, manejo

exquisito de la jerga académica pretenciosa y redacción

enrevesada- y la denuncia de desagravio y furor moralis-

ta, que exhibe lapureza de corazón de sus autores y así

les exime de tener que rcalizar acciones más concretas en

sus vidas diarias. Habrá que ver pues si estos tópicos pro-

saicos puedan ser asumidos de manera realista para pro-

porcionar pistas para políticas descolonizadores reales.

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