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1 TALLER DE DANZA Y JUEGO CORPORAL CAPOEIRA, MACULELE Y DANZA AFROCOMO ESCENARIO DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA, CON NIÑOS QUE SE ENCUENTRAN EN SITUACIÓN DE RIESGO PSICOSOCIAL. ANDRÉS FELIPE ROJAS JIMÉNEZ. Trabajo de grado para optar al título de Psicólogo. Dirección: MARIA EUGENIA VILLALOBOS Profesora titular del instituto de Psicología Directora de la línea de investigación Desarrollo y Simbolización. UNIVERSIDAD DEL VALLE INSTITUTO DE PSICOLOGIA SANTIAGO DE CALI 2015

TALLER DE DANZA Y JUEGO CORPORAL – CAPOEIRA, MACULELE Y DANZA AFRO– COMO ESCENARIO DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA, CON NIÑOS QUE SE ENCUENTRAN EN SITUACIÓN DE RIESGO PSICOSOCIAL.pdf

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    TALLER DE DANZA Y JUEGO CORPORAL CAPOEIRA, MACULELE Y DANZA

    AFRO COMO ESCENARIO DE INTERVENCIN PSICOLGICA, CON NIOS QUE

    SE ENCUENTRAN EN SITUACIN DE RIESGO PSICOSOCIAL.

    ANDRS FELIPE ROJAS JIMNEZ.

    Trabajo de grado para optar al ttulo de Psiclogo.

    Direccin:

    MARIA EUGENIA VILLALOBOS

    Profesora titular del instituto de Psicologa

    Directora de la lnea de investigacin Desarrollo y Simbolizacin.

    UNIVERSIDAD DEL VALLE

    INSTITUTO DE PSICOLOGIA

    SANTIAGO DE CALI

    2015

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    CONTENIDO

    1. Introduccin.

    2. justificacin.

    3. Marco conceptual

    3.1 elementos conceptuales del CEIC.

    3.1.1 El sujeto como ser de consciencia.

    3.1.2 El sujeto como ser simblico.

    3.1.3 Trabajo psicoteraputico en CEIC.

    3.2 Psicologa y esttica: las artes temporales en las experiencias

    tempranas como va de comprensin del desarrollo psicolgico.

    3.3 Demarcacin del concepto de estesis.

    3.4 Imagen del cuerpo y esquema corporal.

    3.5 Capoeira, Macull, danza afro.

    4. Problema.

    5. Objetivos.

    6. Aspectos Metodolgicos.

    6.1 Acerca de la intervencin.

    6.2 Tipo de investigacin.

    6.3 Instrumentos de recoleccin de informacin.

    6.4 Metodologa de anlisis.

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    6.5 Categoras de anlisis.

    6.6 Poblacin.

    6.7 Actividades.

    7. Aproximaciones comprensivas que se obtienen del anlisis del movimiento.

    8. Descripcin de las actividades, registros y anlisis sesin tras sesin.

    8.1. Taller#1 introduccin y promocin del taller de capoeira.

    8.2 Taller #2- Origen y sentido de la capoeira.

    8.3 Taller #4- Taller de danza afro.

    8.4 Taller #5 Y 6- Experiencia de danza Macull.

    8.5 Taller #7 Dinmica del juego de capoeira.

    9. Conclusiones y discusiones.

    10. Referencias.

    11. Anexos.

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    1. INTRODUCCIN

    Al avanzar en el proceso de formacin en Psicologa, se emprende la tarea de

    investigar en torno a la las artes del movimiento corporal como posibles recursos para

    el trabajo clnico psicolgico con poblaciones de adolescentes y nios que por distintas

    condiciones podran considerarse en riesgo. Tales pretensiones me dirigen por un

    camino de indagacin terica en torno a la relacin subjetividad - vivido corporal, del

    cual se podra reunir como sntesis comprensiva, que en el sujeto los procesos de

    constitucin de la subjetividad estn estrechamente vinculados a la vivencia corporal

    desde los primeros meses de vida; estos no pueden disociarse si pretendemos tener

    una lectura aproximada de las formas como se ha organizado la persona en relacin

    consigo mismo, con los otros y con el mundo.

    El inters por indagar en torno a las artes del movimiento en la Psicologa, se remonta

    desde que inicio la trayectoria como practicante y profesor de Capoeira, experiencia de

    10 aos de trabajo que me permiti observar transformaciones significativas desde mi

    experiencia personal y en las personas que emprendan el aprendizaje de este tipo de

    juego de movimiento en los talleres que les ofreca. Capoeira es una prctica ritual de

    juego de agilidad corporal que se realiza de forma grupal, en la cual dos practicantes

    desarrollan libremente secuencias de movimiento para atacar y esquivar, desplazarse,

    expresar con el cuerpo, engaar, pasar a una acrobacia; todos estos movimientos de

    acuerdo a su funcin envuelven el juego en una dinmica constante de comunicacin

    cuerpo a cuerpo, donde se ingresa a la sintona con el otro al compartir los ritmos y a

    partir de ah se toma ventaja para desequilibrar, marcar una lnea de ataque, esquivar

    rpidamente y toda la gama de posibilidades que emergen; mientras un grupo de

    practicantes agrupados en un circulo marcan el ritmo con instrumentos musicales,

    batiendo palmas y siguiendo cantos tradicionales. Habra algo de esta prctica que en

    el escenario de aprendizaje en comunidad de prctica resultaba catrtico en el ritual

    cargado de energa, expresin, poesa, msica y canto; como si descubrirse

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    constantemente en el propio cuerpo de alguna manera consegua virar el semblante y

    las actitudes hacia el encuentro con el otro.

    Con este interrogante se emprende el proyecto de prctica profesional, pensado desde

    una orientacin y dirigido a un grupo de Adolescentes con problemticas de adiccin al

    consumo de sustancias psicoactivas e y que se han visto implicados en situaciones de

    infraccin de la ley internos del programa Nueva Luz de la Fundacin Hogares Claret.

    A lo largo de este proceso se tuvo la oportunidad de ir descubriendo la forma de dirigir

    los talleres, de tal manera que pude reconocer los aspectos del escenario en torno al

    taller de Capoeira donde podra poner la mirada, y de esta manera, ir depurando

    aspectos del ofrecimiento a fin de organizar un espacio que resultara significativo en el

    trabajo teraputico de los adolescentes.

    El inters de trabajar con poblaciones de nios y adolescentes en riesgo surge en los

    primeros aos de formacin acadmica al escuchar en los cursos de desarrollo las

    experiencias de trabajo del CEIC1 y del grupo de investigacin de desarrollo y

    simbolizacin de la lnea Clnica del instituto de psicologa de la Universidad del Valle.

    Estos grupos de profesionales consiguen construir diferentes escenarios de

    intervencin psicoteraputica con nios y jvenes fuertemente perturbados, perfilando

    una clnica psicolgica que toma recursos culturales como los cuentos, el juego

    espontneo y simblico, las creaciones artsticas, la potica, el aprendizaje de un saber

    y todo aquello que resulte significativo en la vida del sujeto para intervenir. Desde la

    lnea de investigacin se perfila una clnica psicolgica que crea y recrea

    constantemente desde la cotidianidad una gama de posibilidades para establecer un

    encuentro con el sujeto. Se concibe que el ser humano a partir de sus recursos de

    consciencia de s, la cognicin y su condicin de estesis como apertura sensible a la

    vida se constituye como sujeto simblico, condicin que lo inscribe en el orden de la

    cultura.

    1 El Centro Internacional de Investigacin Clnico Psicolgica Mara Eugenia Colmenares, CEIC, es una asociacin

    de psiclogos, creada en Cali en 1984, que ofrece psicoterapia a nios que presentan trastornos graves del desarrollo, en particular autismo. Este trabajo clnico ha permitido a CEIC desarrollar un sistema conceptual propio sobre los modos de organizacin psicolgica del ser humano, cmo stos se construyen y desarrollan, al igual que construir un modelo de evaluacin y de atencin psicolgica original. Tomado de Balegno y delgado (2009).

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    En el presente trabajo de grado pretendo darle continuidad a dicha empresa

    investigativa en torno a al movimiento corporal; partiendo del supuesto que de la

    observacin y anlisis de las formas como el nio desenvuelve su movimiento en el

    escenario de danza y juego de corporal de la Capoeira se pueden obtener elementos

    que contribuyan al tejido comprensivo de su organizacin psicolgica. Dicha tarea trae

    la exigencia de encaminar un tipo de anlisis de los elementos de la vitalidad del

    movimiento corporal, a partir del cual se pueda develar las formas como se han

    constituido los recursos psicolgicos de referencia de consciencia de s, estesis y

    simbolizacin y las posibilidades de transformacin de los mismos en el transcurrir de

    estas experiencias. La propuesta se inscribe en el proyecto de investigacin El juego

    simblico como propuesta de actividad ldica con nios en riesgo psicosocial

    desarrollado por la Lnea Desarrollo y Simbolizacin del Grupo de Investigacin

    Clnica en Psicologa, Neuropsicologa y Neuropsiquiatra de la Universidad del Valle,

    el cual es est dirigido a nios en situacin de riesgo que son acogidos por el proyecto

    DUO de la Fundacin Monseor Isaas Duarte Cansino.

    2. JUSTIFICACIN

    En nuestro pas podemos ver un grave deterioro en diversas parcelas de la vida, en los

    entornos familiares, en los barrios, poblaciones rurales, en las instituciones educativas,

    en los escenarios polticos, en las formas como se dirime la justicia, en el deterioro de

    los ecosistemas, etc. Todo esto ligado a la decadencia de valores culturales que

    orienten la bsqueda de preservacin de la dignidad, de la vida y el bienestar propio,

    del otro y de la comunidad que nos acoge.

    En la prctica profesional se tiene la oportunidad de trabajar con grupos de

    adolescentes afectados por el consumo de sustancias psicoactivas y que han incurrido

    en delitos, razn por la cual deciden internarse o son enviados por sus familias o por un

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    juez, como alternativa para afrontar estas problemticas. De este encuentro con los

    jvenes se identifica que sus experiencias de vida han sido marcadas por graves

    rupturas en las estructuras familiares donde padres y madres confundidos en la

    ambivalencia del autoritarismo y la permisividad o peor an dejndolos en abandono,

    no consiguen colocarse en sus lugares como referentes de autoridad, orientacin y de

    proteccin para sus hijos.

    Al asumir el trabajo como practicante de psicologa con los adolescentes me encuentro

    con la necesidad de hacerme a recursos que me permitan fortalecer el ofrecimiento de

    atencin psicolgica que hasta ese momento se haba podido brindar. Del impacto y la

    riqueza de oportunidades que se visualizan tras el desarrollo del taller de Capoeira con

    este grupo, se puede pensar en articular propuestas que involucren a nios y

    adolescentes en el tejido social, tomando como motor la energa cultural que se

    moviliza a travs de diversas formas de produccin artstica que envuelvan al cuerpo

    en todas sus posibilidades de movimiento. De La experiencia de trabajo del CEIC

    obtengo como enseanza que la prctica clnica psicolgica no se puede quedar en

    una relacin centrada en la palabra, y que es preciso crear los escenarios clnicos

    valindonos de recursos simblicos del tejido de la cultura. En estos espacios los nios

    podrn participar en actividades atractivas, ricas en significado, vivificadoras, donde la

    sensibilidad al movimiento, al ritmo y a las historias de sus ancestros podr servir como

    escenario para armar un encuentro.

    Con el desarrollo de este trabajo se espera avanzar en la comprensin de las

    experiencias de movimiento corporal tratando de organizar la orientacin del anlisis

    del movimiento, partiendo de la descripcin y comprensin de la totalidad del

    movimiento en el escenario de juego, a partir del cual se espera ir trayendo indicadores

    clnicos que apunten a una comprensin de las formas como se han organizado los

    recursos psicolgicos. De esta manera, se podra fortalecer el ofrecimiento en los

    escenarios de movimiento corporal en la medida en que se refine la mirada de la

    observacin y a partir de la comprensin de la impronta psicolgica del moverse con el

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    otro, se puedan pensar formas de intervenir con el fin de propiciar movilizaciones en el

    encuentro con el nio.

    Por ltimo, del anlisis del movimiento y los resultados que se obtengan de su valor

    clnico en el trabajo de intervencin, se espera traer elementos para pensar las

    discusiones en torno al cuerpo que en la actualidad se colocan como paradigma

    prometedor en la psicologa. De la riqueza del juego simblico como escenario de

    intervencin se podrn aportar elementos comprensivos en torno a la prctica

    psicoteraputica, adems, como proceso de formacin profesional, volver sobre la

    conceptualizacin en torno a la concepcin de sujeto y de los recursos psicolgicos que

    sustentan su constitucin subjetiva.

    3. MARCO CONCEPTUAL

    Pensar en el juego de Capoeira como recurso para el trabajo psicolgico con esta

    poblacin, implica de entrada abordar la pregunta por el cuerpo y su relacin con la

    subjetividad; al iniciar esta bsqueda la fenomenologa brinda elementos para ir

    tejiendo una comprensin de la relacin mente cuerpo divergente de la propuesta

    filosfica cartesiana, para dar un salto hacia la integracin del sujeto como unidad

    donde mente y cuerpo coexisten de manera simbitica: uno es producto y a su vez

    sustenta el funcionamiento del otro2. Ponty (1945, p. 95) desde la Filosofa nos brinda

    un marco que podra guiar el desarrollo de esta idea:

    el organismo y sus dialcticas montonas no son extraos a la historia e

    inasimilables para ella. El hombre, concretamente tomado, no es un

    psiquismo unido a un organismo, sino este vaivn de la existencia que en

    2La capacidad recursiva (reflexiva) de la mente expuesta por Perinat (1995), podra servir para comprender este ir y

    venir constante de un lugar a otro (de lo psquico a lo corpreo) donde las barreras entre uno y otro se hacen invisibles.

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    un momento se deja corporizar y en otro va hacia actos personales. Los

    motivos psicolgicos y las ocasiones corporales pueden entrelazarse,

    porque no hay un solo movimiento en un cuerpo vivo que sea un azar

    absoluto con relacin a las intenciones psquicas, ni un solo acto psquico

    que no encuentre cuando menos su germen o su trazado general en las

    disposiciones fisiolgicas. No se trata nunca del encuentro

    incomprensible de dos causalidades, ni de una colisin entre el orden de

    las causas y el orden de los fines; sino que, en un revolverse insensible,

    un proceso orgnico desemboca en un comportamiento humano, un acto

    instintivo vira y se hace sentimiento, inversamente, un acto humano cae

    en sueo y prosigue distradamente como reflejo. Entre lo psquico y lo

    fisiolgico pueden darse relaciones de intercambio que impiden casi

    siempre definir un trastorno mental como psquico o como somtico.

    El autor sugiere que es imposible disociar lo fisiolgico de lo psicolgico. El cuerpo

    entonces se puede entender como lugar donde emerge y se organiza la vitalidad; este

    no es tan solo un organismo dispuesto a morir lentamente, en el convergen

    experiencias sensoriales y subjetivas en unsono, en la experiencia de mundo que

    envuelve al sujeto. El cuerpo en movimiento, lleva consigo la impronta de nuestra

    subjetividad en el mundo es preciso, o bien renunciar a la explicacin fisiolgica, o

    admitir que es total o negar la conciencia o admitir que es total, no se pueden referir

    ciertos movimientos a la mecnica corporal y otros a la conciencia, el cuerpo y la

    conciencia no se limitan uno a la otra, no pueden ser sino paralelos (Ponty, 1945,

    p.134).

    Francisco Varela con base a su experiencia de investigacin en neurociencias y

    ciencias cognitivas plantea que Uno de los ms importante avances en la ciencia en

    los ltimos aos es la conviccin de que no podemos tener nada que se asemeje a una

    mente o a una capacidad mental sin que est totalmente encarnada o inscrita

    corporalmente, envuelta en el mundo. Surge como una evidencia inmediata,

    inextricablemente ligada a un cuerpo que es activo, que se mueve y que interacta con

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    el mundo (Varela, 2000, p. 2). Su propuesta es contingente al rebatir la metfora

    computacional que comprende la mente humana como un software y el cuerpo como

    un hardware. En otras palabras, el organismo como una red de elementos totalmente

    co-determinados determina que nuestra mente, sea, literalmente, inseparable, no slo

    del ambiente externo, sino tambin de aquello que Claude Bernard denomin el milieu

    intrieur, el hecho de que no slo estamos dotados de un cerebro sino de todo un

    cuerpo(Varela, 2000, p. 4).

    Sin haber profundizado en la postura fenomenolgica y de las ciencias cognitivas, sus

    ideas servirn de base para ir construyendo un tejido comprensivo en torno al lugar del

    cuerpo en el trabajo clnico-psicolgico. Al pensar esta propuesta como un trabajo de

    investigacin Clnica en psicologa se toma como referente esencial los trabajos del

    CEIC. Es Villalobos quien siguiendo y ampliando desde su experiencia clnica las

    elaboraciones conceptuales de Mara Eugenia Colmenares, nos brinda una mirada

    esencial del desarrollo del ser humano, el cual emerge de una organizacin

    biopsicolgica heredada para ir constituyendo un polo psicolgico como sujeto de

    simbolizacin. En estas construcciones tendr un lugar fundamental la cognicin, la

    tica, la estesis, la esttica y en especial la consciencia como vector que orienta el

    desarrollo. De esta conceptualizacin del sujeto emerge una prctica psicoteraputica

    de la cual se toman los elementos centrales para dirigir esta propuesta.

    El contexto de intervencin pensado en esta propuesta toma como instrumento el juego

    simblico (dramatizado) y la musicalidad corporal del juego y danza del Capoeira,

    macull y danza afro. En este contexto, la experiencia implica ritmos que se

    comparten con los otros o con el otro con quien se juega o se danza, por tanto, implica

    una musicalidad la cual est marcada por la msica de los instrumentos, las palmas y

    los cantos que le acompaan. La prctica en su totalidad como experiencia de

    movimiento y musicalidad corporal est atravesada por una esttica que se anuda en la

    sensibilidad al compartir el movimiento con otro.

    En esta lnea de ideas, tratar de comprender las implicaciones psicolgicas de la

    experiencia de movimiento en el escenario de danza y juego corporal como instrumento

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    en el trabajo clnico psicolgico, me lleva al trabajo de Silvia Espaol y su equipo,

    quienes se han apoyado en las investigaciones en msica, psicologa de la msica, la

    danza y la esttica para tratar de darle una mirada al desarrollo Psicolgico del nio

    desde el primer semestre de vida. Sus estudios ponen la mirada en situaciones de

    dialogo corporal entre adulto y bebe tomando como instrumento de anlisis las artes

    temporales de la danza y la msica, como va de comprensin de conquistas

    esenciales en los procesos de constitucin subjetiva e intersubjetiva, como esbozos de

    las futuras posibilidades de ingresar al juego simblico y al lenguaje.

    Se traen algunos elementos del trabajo de psicoanalistas como Sanglade (1983), y de

    la experiencia de Franois Dolto quienes han documentado del trabajo clnico lo que el

    nio simboliza a travs de su cuerpo en tanto comprensin de sus angustias y sus

    conflictos.

    3.1 ELEMENTOS CONCEPTUALES DEL CEIC.

    En este primer apartado, se toman los referentes conceptuales y aportes a la psicologa

    realizados por el Centro internacional de Investigaciones Clnico Psicolgicas CEIC y el

    grupo de investigacin en desarrollo y simbolizacin del instituto de Psicologa de la

    Universidad del Valle. Las producciones de estas dos instituciones sirven de referentes

    aportando una concepcin de sujeto psicolgico como ser de consciencia, la

    comprensin del ser humano como ser simblico y la prctica clnico-psicoteraputica

    que subyace a estas concepciones.

    Estos referentes conceptuales animan las bsquedas a lo largo de la formacin, y

    nutren la apuesta de trabajo psicolgico ofrecido en la prctica profesional. Por qu

    tomar esta propuesta como referente? Son varias las razones: en primer lugar, la forma

    como esta escuela ha construido una concepcin de sujeto no es excluyente a los

    aportes de otros trabajos realizados por otras disciplinas u orientaciones en psicologa.

    Por otro lado se encuentra la riqueza del trabajo de intervencin e investigacin en

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    problemticas de abandono, violencia, maltrato, infraccin de la ley y dems

    situaciones que colocan en riesgo el desarrollo de ni@s y jvenes del pas; esto en

    sintona con los intereses de trabajo que han guiado mi formacin profesional. Por

    ltimo, la forma creativa y verstil como construyen los escenarios clnicos que invita a

    la psicologa a escurrirse de sus escritorios y contemplar la riqueza de la vida humana,

    y as pensar diversas formas de propiciar encuentros significativos con el sujeto.

    3.1.1 El sujeto como ser de consciencia

    Entender al ser humano como sujeto de consciencia est en los cimientos

    conceptuales elaborados en CEIC, ya que desde esta postura se da el matiz a la

    comprensin de la organizacin del sujeto psicolgico, de la comprensin de distintas

    psicopatologas y del sentido que tienen las intervenciones. Villalobos (sin fecha, p.1)

    trae una explicacin sobre la consciencia hecha por Mara Eugenia Colmenares:

    La observacin de los bebes desde su vida en tero y sus modos de

    comportarse ante las diferentes situaciones nos permite pensar que en el

    ser humano, la fuente de su cognicin es la consciencia, esta le permite

    reconocer en el organismo cuando se produce un desequilibrio y

    movilizarse en la bsqueda del equilibrio, es la que le permite reconocer

    que debe mantenerlo para poder sobrevivir, pues de lo contrario muere.

    Ese organismo establece el funcionamiento en funcin del equilibrio, pero

    debe saber cul es el equilibrio, y es all donde se arma el conocimiento,

    all se da significacin a la experiencia y se constituyen los comienzos de

    la tica pues se liga a valores de referencia biolgica de supervivencia,

    sobrevivencia (conservar la vida) -: referida en base al bienestar

    malestar, se constituye un querer vivir. Esta base primaria preserva al

    individuo y su identidad, dirige los valores de la vida y son ellos los que

    fundan las sociedades.

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    Hay un programa gentico que dirige la vida, pero la organizacin

    humana se dirige porque en esta organizacin hay una ruptura con el pre-

    programa vital, la condicin humana ofrece una posibilidad de

    organizacin, es decir que se conduce por un auto programa, la vida aqu

    tiene una respuesta nueva, y se estructura de manera diferente. No nace

    de la biologa es una constitucin nueva. Es decir, el hombre por su

    funcionamiento es un organismo psicolgico, con estructuras no

    materiales que le permiten dirigir el funcionamiento biolgico (Colmenares

    2006)

    En CEIC a partir de sus investigaciones y experiencia clnica se postula que la

    consciencia la cual es producto de la inteligencia vital- le permite al bebe construir

    significaciones de sentido desde las experiencias intrauterinas, a partir de las cuales se

    reconoce a s mismo gracias a su organizacin sensorial biopsiocologica. Desde esta

    postura, se comienza a reconocer el lugar que tiene el cuerpo en tanto organizacin

    biolgica: Neuro-sensorial y perceptiva, que le permite al bebe tener los primeros

    esbozos de sentido en relacin con los cambios que provienen de su interior y del

    exterior. Es en La corporalidad en tanto organizacin biopsicolgica del bebe, donde

    se constituyen los primeros esbozos de una consciencia. Gracias a estos recursos de

    origen filogentico l bebe paulatinamente ir construyendo relaciones de sentido

    hacia su constitucin como ser simblico.

    En palabras de Villalobos (sin fecha, p.5) la organizacin de la actividad espontanea

    que el neonato desarrolla no puede comprenderse como producto de acciones reflejas,

    sino, como actividad de sentido en funcin de su experiencia relativa a valores de

    bienestar- malestar. Este hecho lo corroboran los perfiles comportamentales propios a

    cada beb, que se han podido identificar desde la vida intrauterina, lo que muestra que

    es el beb mismo quien da sentido a la experiencia. l es agente de s y quien dirige la

    bsqueda, reconoce, aprende, significa, y diferencia, con lo cual progresivamente

    subordina los procesos de adaptacin biofisiolgica a procesos psicolgicos, pues no

    establece sus acciones indiscriminadamente sino que sus actos los realiza en funcin

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    de aquello que reconoce le ofrece satisfaccin a su sensacin, son esas experiencias

    las que le facilitan una consciencia de significados y una consciencia de s y de actuar.

    Es la consciencia la que le permite reconocerse en su condicin humana y constituirse

    como sujeto a partir de sus propios procesos de diferenciacin individuacin.

    En estas organizaciones que se despliegan al inicio de la vida, la cognicin jugara un

    papel estructurante ligada a la consciencia. La cognicin se entiende como el modo

    personal desde donde el sujeto agencia, da sentido y organiza su experiencia con el

    mundo, en relacin con su inteligencia y su consciencia, situndose como referente de

    sus acciones y de sus relaciones con lo externo. El entramado entre consciencia y

    cognicin desde los inicios de la actividad del nio es mediado por la capacidad que

    posee ste de significar su experiencia. (Villalobos & Arango, 2010, p. 156).

    Se entiende que es el sujeto quien a partir de sus recursos psicolgicos que le

    permiten significar su experiencia- organiza un s mismo diferenciado que no estara

    determinado por las estructuras de significacin que constituyen el entramado de su

    cultura. Si bien el bebe viene al mundo a formar parte de un partido que ya se ha

    jugado desde antes de su nacimiento (la cultura misma) lo psicolgico en cada ser

    humano no nace por la significacin que otro da, sino por el sentido que cada uno

    organiza de esa experiencia de relacin con otro. Podemos decir que el beb organiza

    lo psicolgico en funcin de lo que pasa en l como sujeto su sentir, su experiencia

    y en relacin con lo que el otro, su semejante, siente, experimenta, significa y le

    refleja.(Villalobos, 2001, p.184).

    Desde su organizacin biopsicolgica la consciencia corporal en tanto esquemas

    sensorio-motores y senso-perceptivos le permiten al bebe significar las experiencias

    dentro del vientre. Esto significa que el beb organiza conductas distintas, acordes a

    cada una de las sensaciones que le llegan: la voz de la madre, su movimiento, un

    masaje en el vientre, el sueo; estas primeras totalidades de conducta surgen en el

    beb, de manera similar, cuando la experiencia se repite, dando cuenta de una

    memoria primigenia sensorial que va quedando impregnada en su cuerpo y le permitir

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    construir un funcionamiento adaptativo con formas de bsqueda orientadas, que

    sobrepasan la satisfaccin de la necesidad fisiolgica(Villalobos, 2006, p 62). Luego

    contina Villalobos ampliando la comprensin de lo que sucede a nivel corporal en este

    proceso de organizacin psicolgica, Es decir que al finalizar la vida intrauterina, como

    lo ha expresado Colmenares (2001), el beb est en posesin de una memoria viva de

    su cuerpo, ha construido una organizacin de sentido de s mismo, un cuerpo

    significado a partir de la experiencia de s.(Villalobos, 2006, p. 62).

    En esta lnea de ideas, se puede comprender un cuerpo vivido por el beb donde

    transcurren las primeras experiencias que le permitirn ir organizando y reorganizando

    un conocimiento de si mismo en su vivido, en relacin con el otro y con el mundo. Estas

    comprensiones comienzan a dar luz al lugar que tiene lo corporal en el desarrollo del

    nio, al ser el mediador entre las primeras experiencias de reconocimiento desde lo

    biopsicolgico hasta las organizaciones paulatinas que le permitirn constituirse como

    ser psicolgico. Un cuerpo como referente de sus estados y en cual se referencia la

    bsqueda de bienestar, el inicio de una tica vital. El cuerpo se organiza en la totalidad

    de la experiencia; el cerebro y la vida psquica no estn separados, hacen parte de la

    unidad del ser humano lo corporal hace parte de la totalidad vivida, no slo se

    desarrolla con el funcionamiento; las coordinaciones motoras son actividades de

    sentido y se organizan en la medida en que el nio va comprendiendo su realidad

    exterior, la objetiva, establece relaciones y acta con una intencionalidad ldica.

    Villalobos (2001, P.203-204).

    3.1.2 EL sujeto como ser simblico.

    Para emprender la difcil tarea de demarcar lo simblico, se toman elementos que se

    vienen relacionando de los aportes hechos en psicologa del desarrollo por CEIC y

    comprensiones que se traen de la psicologa cognitiva.

  • 16

    Para Villalobos (sin fecha, p. 2) el ser humano se constituye como sujeto simblico, es

    decir toma consciencia de su posicin de sujeto, se hace referente de si, puede pensar

    las relaciones, generar hiptesis, anticipar, construir y utilizar herramientas para

    resolver problemas, utilizar sus conocimientos con formas metafricas y analgicas

    como instrumentos del pensamiento, de esa manera atraviesa las fronteras del

    espacio-tiempo y de las diferentes reas de conocimiento. Constituirnos como sujetos

    de simbolizacin es la condicin que nos hace humanos y diferentes del

    funcionamiento animal, con todas las conquistas que la humanidad ha alcanzado a

    partir de su constitucin, tendr un lugar importante en la comprensin de la

    organizacin psicolgica del sujeto. Villalobos (2009, p. 275) dice que La

    Simbolizacin se puede ver como una construccin unificada de las vivencias, sentidos

    y significaciones del sujeto constituida al unsono por la consciencia (Colmenares,

    2001), la cognicin y la tica en sus principios axiolgicos (valores de vida como el

    respeto, la responsabilidad y la esttica).

    En el itinerario de constitucin de la simbolizacin, un esbozo de tal capacidad se

    puede observar cuando el nio a travs de gestos logra dar cuenta de un objeto que se

    encuentra ausente (Moro y Rodrguez, 2002, 1998; Rodrguez 2006). Los autores

    reconocen que desde muy temprano el bebe va organizando ritmos en los

    ofrecimientos regulares de los adultos y en especial en los contextos de interaccin que

    se han denominado protoconversaciones; el nio reconoce cuando es su momento de

    intervenir (con balbuceos) y se detiene a escuchar el habla del adulto con quien

    interacta. Al inicio dirige su mirada hacia donde est mirando el adulto, luego

    comienza a utiliza recursos semiticos pre lingsticos para obtener su atencin para

    mostrar, pedir o preguntar por los objetos presentes (protoimperativos,

    protodeclarativos, protointerrogativos). La entrada en el smbolo, representa un jaln en

    el desarrollo del nio, ya que en sus operaciones mentales habr niveles ms

    avanzados de funcionamiento; retomando elementos del aporte de Perinat (1995, p.

    203), poder operar con smbolos hace que su pensamiento sea cada vez ms dinmico

    y creciente.

  • 17

    Estas conquistas dan cuenta de cmo el nio va avanzando en sus construcciones y en

    la agencia de s mismo en relacin con los otros y con el mundo. Comienza a

    categorizar el mundo y es el adulto quien le asiste a los interrogantes en torno a los

    nuevos objetos y los diferentes contextos en donde tienen un uso. El adulto acompaa

    al nio en el descubrimiento y significacin del tejido simblico cultural, es quien lo

    hace partcipe de los rituales, le acompaa en los juegos, y dems actividades que lo

    envuelven en el tejido relacional con las personas y los objetos.

    Perinat (1995, p. 202), apunta que estas conquistas son posibles cuando el nio puede

    colocarse como observador al despertar su capacidad de hacer *reflexiones y bucles

    recursivos, esto desemboca en trazar marcos lo que le permite incursionar en el juego

    y en el smbolo. En este momento del desarrollo el juego tiene un lugar fundamental

    en la vida psicolgica del infante. cuando el nio no logra constituirse como jugador y

    creador del juego sujeto simblico, evidencia una gran pobreza intuitiva y no puede

    ser sensible al mundo. Su universo mental queda rgido, desprovisto de matices, sin

    flexibilidad y fluidez, encapsulado en formas repetitivas del pensamiento, sin

    elaboraciones propias; sus modos de actuar se instalan escuetamente como un mtodo

    que sigue instrucciones, sin la lgica de sentido del creador (Villalobos, 2009, p.273).

    En CEIC el juego es un recurso de una riqueza inagotable en el trabajo

    psicoteraputico con nios, ya que al jugar, el jugador actualiza las significaciones

    conferidas a su mundo familiar, social, cultural y se otorga el derecho de re-elaborar

    sus luchas afectivas. Esto significa que re-descubre sus sentimientos para

    comprenderlos, los diferencia de sus emociones y explora modos de liberarse de los

    apegos parentales que lo invaden y encadenan (Villalobos, 2009, p. 270). Al jugar el

    sujeto se manifiesta los sentidos que ha organizado en su vivido, La dinmica del

    juego favorece la expresin de significaciones de un vivido subjetivo e ntimo ubicado

    en un mundo externo, lo que propicia una nueva representacin de s y de su lugar

    relacional (Villalobos, 2009b, p. 20).

    Las experiencias de vida tempranas como corroboran las experiencias de trabajo con

    nios bajo proteccin, dan cuenta cmo se organiza y estructura el nio en entornos

  • 18

    poco favorecedores para sus construcciones simblicas: estos nios no logran

    establecer un reconocimiento, no han constituido una conciencia de s, solo estn sus

    acciones, son nios muy reactivos, maltratantes de objetos (Villalobos en clase). Tras

    las ausencias, falta de solidez y consistencia, y la sensacin de dolor o malestar que

    dej como huella la relacin fracturada con ese otro, el nio no consigue situarse en un

    sentido solido de s. Algo en la experiencia con el otro fall, de ah que no consiga

    estar seguro de s mismo y sus experiencias de vaco le hagan buscar constantemente

    algo que los compense (Villalobos en asesora).

    3.1.3 Trabajo psicoteraputico en CEIC.

    A partir de las propuestas de intervencin que se desarrollan en CEIC hemos podido

    constatar la forma verstil e idnea como se pueden construir los contextos de trabajo

    psicoteraputico. En estos contextos el clnico de forma sutil consigue colocarse como

    instrumento de apoyo en el desarrollo psicolgico del sujeto y ayudarle en las

    reorganizaciones necesarias para afrontar sus realidades, tomar consciencia de s y

    reorganizar sus recursos psicolgicos. Estas movilizaciones en el sujeto son posibles

    gracias a la consciencia, la estesis, la cognicin y la capacidad de simbolizacin que se

    conquista a partir de ellas. En esto es enftico el equipo clnico de CEIC Procesos

    como la consciencia, la cognicin, la tica y la simbolizacin que se identifican como

    recursos psicolgicos fundamentales, estn tambin presentes en el desarrollo de un

    proceso resiliente (Villalobos & Arango, 2010, p. 156).

    El lugar del trabajo psicoteraputico que se perfila en esta propuesta, busca propiciar

    un reencuentro del nio con su cuerpo como totalidad, en tanto experiencia subjetiva

    vivida con un otro quien lo acompaa en su desarrollo. La danza y el juego corporal,

    como espacio de juego y ritual de encuentro con el otro, trae consigo la posibilidad de

    tejer una relacin con el ni@ o adolescente donde podrn participar de una

    experiencia donde ellos mismos podrn ser agentes en tanto puedan sumergirse en el

  • 19

    escenario de movimiento con un otro. Es el mismo sujeto psicolgico quien deja ver

    algo de s al recibir los ofrecimientos del trabajo psicoteraputico, al tomar el

    movimiento corporal como instrumento, se podr develar el sentido que ha construido

    de s mismo, de la relacin con los otros y con el mundo en el que se desenvuelve.

    El contexto de intervencin sirve como mediador de sentidos, ah el sujeto acta y

    significa lo vivido de acuerdo a la forma como se ha organizado. El psicoterapeuta

    como representante de la cultura hace posible a travs de cada situacin una relacin

    con el sujeto, y es en esta relacin, como interlocutor, que podr propiciar algo:

    CEIC ofrece la atencin clnica creando un sistema relacional y contextual

    complejo que combina talleres psicoteraputicos estructurados por los

    psicoterapeutas, con sesiones de actividad espontnea organizada por los

    nios, en un ir y venir entre el trabajo individualizado y el trabajo en

    grupoCualquiera que sea el Taller, siempre ste ser un instrumento con

    el mismo objetivo: que el nio se construya como sujeto psicolgico

    asumiendo su responsabilidad frente a s mismo y asumiendo su capacidad

    de situarse en la realizacin de una tarea (Delgado & Balegno, 2009, p.

    132).

    Este grupo de investigadores en uno de sus trabajos, utiliz como instrumento el

    psicodrama del cuento de Hansel y Gretel con nios en condicin de adoptabilidad o

    bajo proteccin en instituciones de la ciudad de Cali. En este trabajo, invitan al nio a

    participar de toda una experiencia simblica que involucr el enfrentar situaciones con

    elementos problemticos, frente a los cuales fue necesario resignificar su experiencia,

    Uno de los objetivos de esta investigacin era comprender los procesos de

    consciencia y cognicin que subyacan a los modos de relacin que los nios

    establecan consigo mismo, con los otros, con los objetos, con el espacio y con la

    propuesta de intervencin (Villalobos & Arango, 2010, p.153). Las investigadoras

    indican que se utiliz la re-creacin psicodramtica (situacin ficcional) como un

  • 20

    contexto favorable para la construccin de recursos resilientes que pusieron en accin

    elementos de consciencia, cognicin y tica (Villalobos & Arango, 2010, p. 154).

    En esta propuesta, las psicoterapeutas encontraron que los nios pudieron tomar

    consciencia acerca del sentido de la experiencia; ellos fueron quienes descubrieron los

    valores ofrecidos en la propuesta psicodramtica. Esta experiencia de trabajo deja

    entrevisto el valor y la riqueza que trae para el trabajo psicolgico pensar en contextos

    que favorezcan la comprensin de la organizacin psicolgica del sujeto y as mismo ir

    posibilitando movilizaciones tras cada intervencin.

    El proceso teraputico llevado a cabo con los nios y nias favoreci

    su vinculacin con referentes que les permitieron re-encuentros

    estables. Se busc que ellos anudaran en sus experiencias de vida la

    confianza en otro y en ellos mismos. As mismo, se moviliz en los

    nios la construccin de una consciencia de s, que les permiti

    descubrir el sentido del respeto de s mismos y de las relaciones con

    los otros; ello propici el descubrimiento del sentido de la

    responsabilidad y de la esttica, transitando, durante el tiempo de la

    propuesta, desde la no pertenencia, desde ser nadie o connotados por

    el sentido tergiversado de nio abandonado hacia el encuentro con

    valores psicolgicos de existencia, liberndose de las ataduras de la

    desconfianza (Villalobos, 2009b, p.21).

    Una vez integrada la concepcin del sujeto psicolgico como ser simblico; un sujeto

    que se toma como referente de s y que es capaz de verse a s mismo de forma

    reflexiva en sus acciones y formas de significar el mundo y las situaciones que lo

    envuelven, es posible avanzar y comprender como los contextos creados por el

    psicoterapeuta podrn servir para comprender al sujeto que interacta con l y

    participa de una actividad especfica. El contexto que se piensa ofrecer, en tanto

    prctica cultural de juego y ritual, integra elementos de la corporalidad y la msica que

  • 21

    tendrn un lugar central en esta propuesta de trabajo clnico, por tanto, ser necesario

    hacerse a un marco conceptual que permita vislumbrar la riqueza de estos recursos.

    Por tal razn resulta pertinente y de gran riqueza el aporte del trabajo de Espaol y el

    grupo de investigadores que han inspirado sus ideas; en su propuesta, las artes del

    tiempo: la danza y la msica, son las herramientas a partir de la cual se puede

    comprender la organizacin de la corporalidad en el encuentro con el otro; una va

    para pensar una intersubjetividad que emerge de una corporalidad en movimiento

    desde los primeros aos de vida hasta la conquista del lenguaje y que permanece a lo

    largo de la vida.

    3.2 Psicologa y Esttica: Las artes temporales en las experiencias tempranas

    como va de comprensin del desarrollo psicolgico.

    La psicloga Argentina Silvia Espaol se ha propuesto avanzar en la comprensin del

    desarrollo psicolgico colocando su mirada en la musicalidad, en el movimiento y la

    temporalidad de las interacciones tempranas entre adulto y bebe. A partir de su

    propuesta se puede vislumbrar la forma como los sonidos y el movimiento en la

    dialogicidad de la relacin madre-bebe se van organizando paulatinamente en torno a

    formas de interaccin que le permiten al nio significar su encuentro con los adultos,

    abrindose espacio en su universo relacional hacia formas cambiantes de

    intersubjetividad.

    Espaol se propone indagar en torno a las experiencias tempranas del bebe que

    anteceden a la adquisicin del lenguaje. Con respecto a estos primeros meses del

    desarrollo sugiere que las experiencias musicales estn en el origen de diversas

    formas de estar con el otro. La autora sostiene siguiendo las ideas de Trevarthen, de

    Dissanayake y de Stern, que la gnesis de los modos de estar con los otros est ms

    cerca de la percepcin del tiempo que de la formacin de conceptos. Y como del

    tiempo del sonido y del tiempo del movimiento estn hechas las artes de la msica y de

  • 22

    la danza, me servir de ellas para proponer una forma de abordaje de las interacciones

    tempranas entre el adulto y el beb (Espaol, 2008, p.2).

    En su propuesta se concibe a un bebe que en su corporalidad cuenta con recursos

    sensibles a los ofrecimientos del adulto, y formas de exteriorizar sus estados internos a

    partir de movimientos y sonidos de tal manera que puede establecer un encuentro

    especial con el otro que se transforma y a su vez perdura a lo largo de su vida. En sus

    palabras lo expone de la siguiente forma: que experiencias sensorio-motoras,

    corporales, no verbales, temporales, traman desde el nacimiento modos sensibles de

    estar con los otros que no se pierden, ni siquiera cuando adquirimos el lenguaje. Que

    esas experiencias, las ms tempranas, estn favorecidas por el diseo de especie a la

    par que baadas de cultura. Y que son ms cercanas a la msica y a la danza que al

    lenguaje (Espaol, 2008, p. 2).

    Uno de los puntos principales de su propuesta, es que el beb no solo recibe estmulos

    de la voz de los padres, - siguiendo a Disnayake (2001)- indica que tales ofrecimientos

    de la madre se asemejan a un performance multimedia donde convergen estmulos

    visuales, auditivos, tctiles y kinestsicos que se organizan dinmica, rtmica y

    transmodalmente (Espaol, 2006, p.12). Estos ofrecimientos son vividos de forma

    contingente a las respuesta del bebe quien responde con movimientos sonrisas y

    expresiones faciales que invitan a los padres a continuar con la interaccin entrando en

    lo que se denomina reacciones circulares sociales (Espaol, 2006, p. 12).

    Los intercambios del beb con el adulto estn marcados por la temporalidad; en lo que

    se ha denominado protoconversaciones se puede ver como en estos intercambios de

    sentidos hay una alternancia de turnos entre ambos. En esta lnea de ideas, siguiendo

    a Stern (2000) apunta que desde pequeos los bebes pueden identificar rasgos

    temporales como la duracin, los intervalos temporales, los ritmos simples de la

    estimulacin que reciben as como a sus contornos temporales, es decir, los cambios

    en el tiempo de la intensidad de la sensacin (Espaol, 2006, p. 13).

    Una forma de temporalidad caracterstica en la interaccin madre- bebe que destaca la

    autora es la forma repeticin-variacin, que consiste en la repeticin de diferentes

  • 23

    estmulos con diferentes variaciones de intensidad, ritmo, duracin; Repiten frases,

    movimientos, sonidos, expresiones faciales exagerando sus contornos meldicos, su

    amplitud, duracin y las pausas entre ellos, pero no siempre de manera idntica sino

    realizando variaciones en la intensidad, el ritmo, el tono de forma tal que la

    estimulacin es, al mismo tiempo, conocida pero nueva (Espaol, 2006, p. 13).

    Otra de los elementos de su propuesta es la transmodalidad como rasgo temporal en

    los intercambios bebe-adulto; esta consiste en el trnsito de informacin de una

    modalidad sensorial a otra y poder establecer equivalencias entre estas, como por

    ejemplo, vivenciar el sonido en la corporalidad, estableciendo equivalencias entre los

    estmulos auditivos y el ritmo del movimiento corporal. Los bebs pueden establecer

    equivalencias transmodales de rasgos muy globales de forma, de tiempo y de

    intensidad de las estimulaciones que reciben provenientes de diversas modalidades

    sensoriales (Stern, 1985 y 2000) (Espaol, 2008, p. 12).

    Un elemento central dentro del trabajo de espaol, es el desarrollo conceptual de los

    sentimientos temporales, que en esta propuesta va a ofrecernos la posibilidad de

    integrar una subjetividad encarnada en el movimiento corporal y una intersubjetividad

    que le subyace; a partir de estos elementos que entraman el encuentro corporal con el

    otro se podr tener una mirada comprensiva de los modos de sentir y de relacionarse

    de los nios. En los primeros meses de vida entre madre y bebe se hace posible una

    intersubjetividad primaria en la cual se despliegan modos de sentir temporales

    (Espaol, 2006, p. 15). Las experiencias de intersubjetividad primaria son un modo de

    contacto que no tiene la sofisticacin del pensamiento ni est mediada por conceptos.

    Se trata slo de percepcin y accin, y de accin en el sentido bsico de realizacin de

    movimientos y contacto de miradas (Espaol, 2008, p. 6).

    Los sentimientos temporales o afectos de la vitalidad son, de acuerdo

    con Stern (1985/1991, 2000), perfiles de activacin en el tiempo. Cambios

    pautados de la intensidad de la sensacin y del tono hednico en el

    tiempo que inciden constantemente en el organismo ya que estn

  • 24

    involucrados en todos los procesos vitales (en el respirar, sentir hambre,

    caer dormido y salir del sueo) en cualquier evento percibido (en el timbre

    de un telfono que irrumpe en el silencio, en el ir y venir de emociones y

    de pensamientos) en cualquier accin o movimiento (en llevarse el dedo

    a la boca, en aplaudir, huir, sentarse, caminar o tocar el brazo de un

    amigo, o de un enemigo). Los sentimientos temporales son

    esencialmente una experiencia en la que se ana la diversidad de

    sensaciones provenientes de diferentes modalidades en funcin de su

    perfil de activacin. No son emociones en el sentido de las emociones

    bsicas (Espaol, 2008, p. 7).

    Con base a estas ideas, es posible entender la corporalidad del bebe humano como

    una totalidad sensorial que se ve envuelta en una dinmica de ida y vuelta de lecturas y

    producciones sgnicas integradas de imagen, movimiento, sonido y ritmos que resultan

    de la actividad expresiva entre madre y bebe.

    El entonamiento, es otro elemento en la comprensin de la temporalidad de los

    intercambios tempranos con el adulto. Una vez avanzado en la comprensin de los

    ofrecimientos de la madre como performances multimodales contingentes a las

    respuestas del bebe, y de la transmodalidad como la posibilidad de trnsito entre estas

    modalidades de estmulos recibidos, el entonamiento implica que el bebe recibe de su

    madre una y otra vez los estmulos de imagen, sonido y movimiento bajo la misma

    informacin temporal de duracin, ritmo, y el mismo perfil de activacin. Se trata de

    alguna forma de apareamiento, frecuentemente transmodal, de la intensidad, la pauta

    temporal o la pauta espacial de alguna conducta del beb. No se trata de una imitacin,

    de la traduccin fiel de la conducta abierta, sino que la madre toma algo de una

    expresin del beb y lo transforma en otra cosa, cambindole la modalidad En

    palabras de Imberty (2002) la madre intenta encontrar aquel color o tonalidad,

    percibidos y compartidos, utilizando toda la capacidad de transposicin transmodal que

    el beb posee. Y al hacerlo lleva el foco de atencin a lo que est detrs de la

  • 25

    conducta, al carcter del sentimiento que se est compartiendo, refundiendo la

    experiencia emocional en otra forma de expresin (Espaol, 2006, p. 17). Este

    apareamiento le permite al bebe poner en juego su capacidad de reconocimiento

    transmodal, con lo cual la madre transforma en metforas no verbales los

    comportamientos del bebe al reproducirlos de una cosa a otra.

    En esta lnea de ideas Espaol propone que los rasgos de entonamiento desplazan las

    regularidades que se venan organizando en la relacin madre-bebe hacia a un espacio

    exterior. El nio comienza a tener un contacto con el mundo externo mucho ms

    dinmico, y las artes del tiempo van a acompaar el desarrollo de funciones

    psicolgicas cruciales en el proceso de humanizacin. En este sentido apunta que la

    forma repeticin-variacin, el entonamiento y los juegos temporales- participan en la

    gestacin del representante prototpico de la cognicin desacoplada: el juego de ficcin

    infantil (Espaol, 2006, p. 21).

    Paulatinamente los nios dan el salto hacia funcionamientos simblicos ms complejos,

    al utilizar los objetos como si fueran otras cosas; comienzan a utilizarlos en pequeas

    escenas de actuacin, con personajes, historias. En este momento del desarrollo tiene

    un lugar importante los sentimientos temporales, la entonacin-desentonacin, el

    acoplamiento, y la repeticin-variacin, en los juegos musicales, juego simblico y en

    las combinaciones juego musical-juego simblico-juego musical. Ya que en ellos se

    despliega el manejo que el nio hace de los tiempos, los ritmos en el habla y los

    movimientos corporales.

    Luego de este itinerario, la autora nos deja un panorama prometedor para pensar la

    importancia de las artes del tiempo (la msica y el baile) en la gnesis de la

    subjetividad y el lugar que tendran los sentimientos temporales en la vida afectiva del

    sujeto en tanto formas de vivir y significar las experiencias. Los sentimientos

    temporales difcilmente pueden ponerse en palabras. Forman parte del tipo de

    experiencias globales y transmodales que el lenguaje ordinario socava pero que,

    paradjicamente, el lenguaje potico logra expresar. Ellos inundan el mundo social del

    infante pero se expresan con maestra en el otro extremo de la vida, en la adultez y

  • 26

    plenitud de las artes temporales que se configuran en la dinmica del sonido o del

    movimiento en el tiempo. Las artes temporales (la msica y la danza) reflejan modos de

    sentir ms que un sentimiento en particular (Espaol, 2006, p.16).

    En sintona con los trabajos de Villalobos (2001, 2006), en la propuesta de Espaol se

    puede comprender la experiencia de un bebe, que recorre por este entramado de

    intercambios sgnicos que va desde un reconocimiento de la totalidad expresiva del

    otro, hasta la produccin y adaptacin de la propia expresin dentro de las formas

    cambiantes de relacin; el sujeto se va construyendo a s mismo en la medida que

    significa estas experiencias y las connota de sentido. Espaol brinda elementos de la

    temporalidad que estn presentes en estos primeros meses de vida, a partir de los

    cuales se puede enriquecer la comprensin de lo que ocurre en la construccin del

    sujeto psicolgico desde s mismo y en la diferenciacin con el otro.

    Las ideas de espaol y los autores que han estimulado su trabajo, conducen a pensar

    una subjetividad que se construye desde las primeras experiencias en la riqueza de

    intercambios corporales, y una intersubjetividad que implica la totalidad del sujeto quien

    adems de adquirir el poderoso instrumento del lenguaje cuenta con toda la carga

    expresiva de los gestos y movimientos que le complementan en su fin. Estas

    experiencias son vividas por el sujeto en la particularidad de su cuerpo; un s mismo

    que se construye desde la cualidad de las experiencias corpreas, una corporalidad

    como totalidad que envuelve lo sentido de las experiencias afectivas que perduran en

    la memoria como referencia relacional a lo largo de la vida.

    3.2.1 Demarcacin del concepto de estesis

    Desde las propuestas de Villalobos M.E. y Espaol S. se comprende una corporalidad

    abierta al mundo relacional y de los objetos gracias a una sensibilidad de la cual el

    sujeto es heredero y trae en su carga gentica. Una sensibilidad que le permite abrirse

    al mundo y darle sentido a cada experiencia. Ospina en el documento La experiencia

  • 27

    esttica como camino de exploracin de la constitucin psicolgica del sujeto. Algunas

    consideraciones filosficas, filogenticas y ontogenticas elaborado en el marco de su

    investigacin para el trabajo de maestra, hace un recorrido por las discusiones

    filosficas en torno a la esttica que se han centrado en la relacin sujeto-objeto.

    Desde Kant rescata el lugar que le da este autor al sujeto en tanto su facultad para el

    conocimiento sensible. Luego aborda aspectos de la filosofa de Dewey de quien

    destaca la importancia que tiene el lugar donde se vive la experiencia esttica: Dewey

    (1934/2008, p 15- 16) sita la experiencia esttica en el marco general de la disposicin

    que tienen las criaturas vivientes a interactuar con sus circunstancias, en la necesidad

    que tienen de realizar intercambios activos con su medio para desarrollarse y

    constituirse en tanto criaturas vivientes. (Ospina, 2002, p. 5).

    La autora, siguiendo a Dewey logra tejer relaciones que ligan la experiencia a la vida

    psicolgica del sujeto, la esttica en primera instancia, en trminos que parecieran

    poco aprehensibles al situarla como una cualidad que redondea una experiencia hasta

    completarla y darle unidad en trminos emocionales. De esta manera alude al nivel

    emocional que constituye, como llama l, en fuerza mvil y cimentadora, puesto que

    para Dewey las emociones estn unidas a los acontecimientos y a los objetos en su

    movimiento. De Dewey trae la posibilidad de establecer una autntica experiencia

    esttica que no se desvincule de la cotidianidad del ser humano y que no

    necesariamente debe ser una experiencia artstica.

    Para una comprensin del sujeto psicolgico, la autora trae elementos esenciales del

    trabajo de Mandoki (2006, p 23): Lo esttico designa al sujeto en su disposicin o

    susceptibilidad a percibir, disfrutar, y padecer Antes de la percepcin, el objeto no

    existe como tal pero al ser percibido estticamente, el objeto antes no valorado en esa

    dimensin adquiere un nuevo carcter que lo altera cualitativamente (en Ospina 2002,

    p. 8). Se perfila al sujeto en la vivencia de la experiencia, por lo tanto es el quien se

    encuentra con las cualidades del objeto, y no este quien se las impone; la experiencia

    con el objeto es nica y est determinada por la sensibilidad y la carga emocional que

    la envuelve.

  • 28

    Desde Mandoki (2006), Ospina rescata una comprensin de la experiencia esttica al

    abordar la estesis, como su condicin de abertura, permeabilidad, o porosidad al

    contexto en el cual est inmerso en tanto se encuentra expuesto a la vida. La estesis

    estara entonces relacionada con la disposicin del sujeto al mundo circundante y las

    posibilidades sensoriales que le permitiran tener un encuentro con el mismo y con el

    otro desde su corporalidad. Como opuesto de la estesis, Mandoki propone el

    prendamiento, como un fenmeno experiencial que implica que el sujeto se vincule

    afectivamente con el objeto estableciendo un vnculo de adherencia al mismo.

    Siguiendo a Ospina Se remite entonces a una corporalidad que no se sita en el

    paradigma cartesiano mente-cuerpo, sino a un paradigma de ser humano y de la

    esttica particularmente, que admite que en la experiencia esttica puede haber lo que

    ella denomina, elementos intelectuales que no reducen la experiencia claro est, a

    juicio intelectual alguno (Ospina, 2002, p.10).

    3.3 Imagen del cuerpo y esquema corporal

    En este apartado, se traen algunos elementos que subyacen a la propuesta

    psicoanaltica, a partir de los cuales se puede pensar en lugar del cuerpo en la clnica

    desde esta perspectiva. Dolto (1984) traza un recorrido por el desarrollo tratando de

    mostrar desde su experiencia clnica, las formas como el nio va organizando una

    imagen inconsciente del cuerpo en los modos de contacto corporal que se propician

    desde la madre. Hace una elaboracin conceptual de las castraciones las cuales le van

    a permitir al nio ir organizando una imagen inconsciente del cuerpo a partir de las

    regulaciones y formas de contacto corporal que propicia la madre. Las formas de

    satisfaccin y encuentro con el bebe que tiene lugar cuerpo a cuerpo se va

    transformando desde la oralidad, pasando por el estadio anal y la resolucin edpica;

    de tal manera que el ms pequeo podr organizar sus pulsiones arcaicas en la

    medida en que los adultos van propiciando las castraciones (oral, anal, edpica) que

  • 29

    corresponden a cada momento del desarrollo libidinal (experiencias organizadores

    donde convergen la palabra y el contacto corporal).

    En los casos clnicos presentados por Dolto, la vivencia de experiencias y situaciones

    en la relacin con las figuras parentales generaron en los nios imgenes patgenas

    del cuerpo que no tenan relacin con alguna afeccin orgnica. Su esquema corporal

    se encuentra intacto, se ve afectada la funcionalidad con sntomas de inhibicin y

    descontrol. La autora indica que la utilizacin adecuada de su esquema corporal se

    hallaba anulada, obturada por una libido que se haba enlazado a una imagen del

    cuerpo inapropiada, arcaica o incestuosa. Libido borrada debido a la falta de

    castraciones que los adultos hubiesen debido dar a sus pulsiones arcaicas, y las

    sublimaciones que los adultos responsables de su humanizacin (educacin) debieron

    permitirle adquirir (Dolto, 1984, p. 17).

    La imagen del cuerpo es la sntesis viva de nuestras experiencias emocionales:

    interhumanas, repetitivamente vividas a travs de las sensaciones ergenas electivas,

    arcaicas o actuales es a cada momento memoria inconsciente de toda la vivencia

    relacional, y al mismo tiempo es actual, viva, se halla en situacin dinmica, a la vez

    narcisistica e interrelacional: camuflable o actualizable en la relacin aqu y ahora,

    mediante cualquier expresin fundada en el lenguaje, dibujo, modelado, invencin

    musical, plstica, como igualmente mmica y gestual (Dolto, 1984, pg. 21). Sanglade

    (1983, p.3) considera que la imagen del cuerpo se trata de una representacin mental

    de s, aunque inconsciente, en su contorno, su espesor, su solidez o su fragilidad. El

    cuerpo est all designado como un principio unificador, que contiene, que delimita los

    mundos externo e interno, cuerpo que es a la vez membrana que separa y que pone en

    contacto, que funda la unidad de si al mismo tiempo que instaura la diferencia con el

    otro, factor de aislamiento y comunicacin, que puede asegurar la diferencia de

    potencial como la smosis.

  • 30

    Ante la confusin de diferentes autores al tratar de hablar de imagen corporal,

    Sanglade (1983, p. 1) considera diferenciar la permanencia de s en el espacio

    (esquema corporal), en el tiempo (imagen del cuerpo), en la relacin con el mundo

    (representacin de s); estos tres elementos configuran ese sentimiento vital de estar

    entero (no fragmentado), de ser el mismo (no disociado), de ser si mismo (con un

    espesor y una delimitacin corporales y psquicos) diferenciado de los objetos externos.

    En cuanto al esquema corporal Sanglade (1984, p.3) indica que esta estrechamente

    ligado a la sensacin muscular y cenestsica, es un esquema postural que da cuenta

    de la adquisicin de una estructura interna estable, organizadora de la relacin con el

    mundo.. Dolto apunta que este es una realidad de hecho, en cierto modo es nuestro

    vivir carnal al contacto del mundo fsico. Nuestras experiencias de la realidad dependen

    de la integridad del organismo, o de sus lesiones transitorias o indelebles, neurolgicas,

    musculares, seas y tambin de nuestras sensaciones fisiolgicas viscerales,

    circulatorias, todava llamada cenestsicas (Dolto, 1984, pg. 18).

    En esta lnea de ideas, se perfila una organizacin del cuerpo orgnica en tanto

    estructura nerviosa, sensorial, motora que sustenta su funcionamiento vital y una

    imagen del cuerpo que se construye en el devenir relacional del sujeto; de ah se puede

    entender una organizacin de las pulsiones y la erotizacin del cuerpo como resultado

    del encuentro humanizante con el adulto que regula y acompaa desde la palabra. La

    Imagen corporal y esquema corporal son indisociables, ya que Este esquema corporal

    ser el intrprete activo o pasivo de la imagen del cuerpo, en el sentido que permite la

    objetivacin de una intersubjetividad, de una relacin libidinal fundada en el lenguaje,

    relacin con los otros y que, sin l sin el soporte que l representa, sera, para siempre

    un fantasma no comunicable (Dolto, 1984, pg. 21)

    la imagen del cuerpo es la huella estructural de la historia emocional

    de un ser humano. Ella es el lugar inconsciente (y presente dnde?)

    en el cual se elabora toda expresin del sujeto; lugar de emisin y de

  • 31

    recepcin de las emociones interhumanas fundadas en el lenguaje.

    Ella extrae lo duradero de su cohesin de la atencin y el estilo de

    amor prodigados al nio. Es obvio, por consiguiente, que depende del

    comercio afectivo con la madre y los familiares. Es una estructura que

    emana de un proceso intuitivo de organizaciones de los fantasmas, de

    las relaciones afectivas y erticas pre genital. (Dolto, 1984, pg. 42).

    De la experiencia clnica psicoanaltica brevemente esbozada en estas lneas

    se pueden traer hilos a la comprensin del vivido corporal y su lugar en los

    procesos de constitucin subjetiva. Si bien, en esta propuesta no se profundiza

    en la experiencia de movimiento, aporta al tejido comprensivo de la estrecha

    relacin que se traza entre el vivido psquico y sus mltiples formas de

    expresin en el cuerpo.

    3.4 Capoeira, y Macull.

    La Capoeira es una prctica ritual de juego de agilidad corporal que se realiza de

    forma grupal, en la cual dos practicantes desarrollan libremente secuencias de

    movimiento para desplazarse, expresin corporal, engao, acrobacia, ataques y

    esquivas, en una dinmica constante de comunicacin cuerpo a cuerpo; mientras un

    grupo de practicantes agrupados en un crculo marcan el ritmo con instrumentos

    musicales, batiendo palmas y siguiendo cantos tradicionales. A pesar de que en la

    dinmica de comunicacin corporal de la capoeira los jugadores expresen con sus

    cuerpos balancendose constantemente, no se trata de una danza. Tal expresin

    corporal se hace funcional en tanto expectativa constante, en la dinmica de juego. Los

    jugadores requieren hacer una lectura constante del cuerpo del otro a fin de modificar

    su movimiento en relacin con el movimiento del otro, segn exija la dialgica del

    juego. Se trata de anticipar y moldear el movimiento del otro, seducirlo, seguirlo,

    sorprenderlo. Todo un ritual donde la lucha a pesar de tener momentos de tensin en el

  • 32

    debate por controlar el juego, el dialogo de los cuerpos fluye sin que haya

    necesariamente un vencedor o perdedor.

    El juego de capoeira nace de del entrelazamiento de prcticas culturales de los

    diferentes grupos trasladados desde frica a los puertos brasileros; es por esto que

    contiene elementos del movimiento corporal que se asemeja a una danza, a la lucha y

    a un juego. Hace ya ms de un siglo que los esclavos desplazados a amrica crearon

    esta forma de ritual de lucha que se asemeja a un danzar con el otro, lo cual ayudaba a

    ocultar sus entrenamientos de la vigilancia de los opresores. Luego de la abolicin de la

    esclavitud, la Capoeira en Brasil tuvo manifestaciones violentas al ser tomada por

    delincuentes como instrumento para hacer dao, aprovechando la fortaleza que de esta

    prctica desarrollaban. Por fortuna, esta imagen de la prctica se logra transformar en

    las ltimas dcadas, tras la inversin de maestros y practicantes brasileros y de

    diversas escuelas alrededor del mundo, quienes han logrado rescatar los elementos

    esenciales del ritual de juego, la lucha simbolizada en la armona de los movimientos y

    el disfrute de la prctica grupal.

    Macull, una leyenda de resiliencia: macull es un tipo de danza folclrica creada por

    los esclavos negros africanos y los indgenas brasileros. La leyenda que relata la

    historia de macull da cuenta de cmo este nio no consegua tomar un lugar en la

    comunidad que lo acoga y permanece recluido en una choza luego de haber sido

    curado por un paj Aimor quien se lo encontr en el bosque, ya que Macull habra

    escapado de su tribu al no sentirse bien consigo mismo por la grave afeccin que tena

    en su piel; macull se integra a la vida de su comunidad, luego de verse obligado a

    tomar fuerza para salir y proteger a los suyos del invasor, haciendo uso de la lucha con

    los palos aprendida con sus ancestros. Esta danza se hace con palos, simulando un

    combate donde solo se golpean los palos en el aire de forma sincronizada; el baile es

    guiado por el ritmo de los tambores y acompaado por cantos.

  • 33

    4. PROBLEMA

    La pregunta por el lugar del cuerpo en movimiento en la experiencia humana ha llevado

    por distintos terrenos conceptuales, los cuales en definitiva han resultado

    complementarios. De su riqueza se rescatan e integran elementos al tejido

    comprensivo del vivido psicolgico, que han permitido ir ampliando una mirada de la

    clnica psicolgica a la cual se intenta aproximar en este ejercicio acadmico. La

    psicologa clnica que se perfila este trabajo es la propuesta por el equipo de

    profesionales de CEIC, que se pregunta por la organizacin del sujeto (en las diversas

    formas que podra tomar) y por los recursos psicolgicos que ha logrado construir a lo

    largo de su vivido. En ella se postula que gracias a su inteligencia vital y a su estesis

    condicin de apertura sensible al mundo- el ser humano se constituye como ser de

    consciencia, la cual como recurso fundamental en el desarrollo atraviesa el desarrollo

    paralelo de otros recursos como la simbolizacin, la tica y la esttica los cuales se

    entraman en la construccin subjetiva a lo largo del vivido.

    Esta propuesta apunta a una mirada clnica que estima la totalidad del vivido

    psicolgico del sujeto en sus diversas formas de expresin y se centra en la vitalidad

    del movimiento corporal. La vivencia corporal pone en juego la estesis en tanto

    apertura sensorial y perceptiva de s mismo, de los otros y del mundo circundante; una

    corporalidad sensible que le permite al sujeto (incluso desde la vida in-tero) significar

    las experiencias, reconocer y reorganizar constantemente un conocimiento de s

    mismo, del otro y del entorno que habita. De esta manera, se podra postular una

    nocin de consciencia corporal la cual a pesar de no ser necesariamente reflexiva

    podra llevar a poner en marcha procesos de esta naturaleza3; y podra indicarse

    tambin, que gracias a procesos reflexivos del pensamiento se podran constituir

    modos de tal consciencia corporal. El sujeto se desarrolla con su cuerpo, la vivencia

    subjetiva esta encarnada4; cada uno de sus actos en tanto acciones y movimiento

    3 Asesora con Mara Eugenia Villalobos

    4 Esta idea se organiza tomando como referente la propuesta de Varela (2000).

  • 34

    expresivo que lo involucran en su cuerpo denotan sus formas de ser en el mundo, sus

    modos de relacionarse y los diversos significados que ha tejido con la vida; Es a partir

    de su corporalidad que el sujeto reconoce un espacio-tiempo y consigue constituir un

    sentido de s mismo Unificado.

    En el presente trabajo de grado se tomar el anlisis de la experiencia de movimiento

    corporal con un otro, como recurso que pueda brindar elementos comprensivos en

    torno a la organizacin psicolgica del sujeto. Se espera poder ir develando la forma

    como se manifiestan los recursos psicolgicos de consciencia, estesis y simbolizacin,

    en tanto se organice un anlisis de las formas de moverse en el espacio, de la vivencia

    temporal, de sus posturas, gestos, la formas como emerge la energa y la gama de

    posibilidades de encuentro que se pueden tejer en la experiencia de movimiento con un

    otro.

    Se tomar como situaciones de anlisis las experiencias de movimiento corporal del

    taller de Capoeira, danza afro y macull; el cual se inscribe en una propuesta de

    intervencin psicolgica a partir del juego simblico dramatizado en la cual se propone

    a un grupo de 50 nios del proyecto DUO la fundacin de un pueblo; esta propuesta se

    piensa con el objetivo de posibilitar la constitucin de recursos psicolgicos y propiciar

    a partir de la ldica del juego la construccin de valores de referencia ligados a la

    identidad cultural y de vida personal; en vista de que estos nios se encuentran en

    riesgo ante la inminente presencia de actos delictivos, situaciones de violencia,

    maltrato, consumo de drogas y dems situaciones que se identifican en los barrios que

    han sido construidos como invasiones, sin planeacin alguna, y donde vemos crecer

    generaciones en entornos familiares frgiles y desprovistos de recursos para favorecer

    un desarrollo saludable en los ms pequeos.

    Teniendo en mente esta perspectiva, este trabajo se guiar por el siguiente

    interrogante: Qu aspectos de la reorganizacin psicolgica se pueden propiciar en

    nios que se encuentran en riesgo psicosocial al participar de un taller de juego

    corporal y danza: capoeira, danza afro y maculel, el cual se desarrolla en el marco de

    una intervencin psicolgica mediada a travs del juego de roles dramatizado?

  • 35

    5. OBJETIVOS

    5.1 Objetivo general:

    Explorar las formas como se manifiestan los recursos psicolgicos de consciencia de

    si, estesis y simbolizacin como elementos comprensivos de la organizacin

    psicolgica y sus posibles transformaciones, de un grupo de nios considerados en

    riesgo psicosocial al participar de las actividades de movimiento y juego corporal del

    taller de Capoeira Danza Afro Macull ofrecido en el marco de la experiencia de

    juego dramatizado de fundacin del pueblo La esperanza.

    5.2 Objetivos especficos:

    1. Identificar los elementos de la corporalidad en movimiento que consiguen dar

    cuenta de los modos como el nio ha constituido los recursos psicolgicos

    consciencia de s, estesis y simbolizacin- y las posibilidades de reorganizacin

    que se observen.

    2. Explorar los aspectos de la dinmica de dialogicidad y sincrona del movimiento

    corporal con un otro que den cuenta de la constitucin de s mismo en relacin

    con el otro y las posibles reorganizaciones que se vehiculen en la experiencia de

    danza y juego corporal.

    3. Explorar en las formas de participacin de los nios las posibilidades de

    constituir un escenario simblico de juego corporal con el otro en el marco del

    taller de Capoeira como ofrecimiento en la experiencia de juego dramatizado de

    fundacin del pueblo La Esperanza.

  • 36

    6. ASPECTOS METODOLOGICOS.

    6.1 Acerca de la intervencin: Este trabajo se inscribe en una propuesta de

    investigacin desarrollada en la Lnea de Desarrollo y Simbolizacin del grupo de

    Clnica en Psicologa, Neuropsicologa, y Neuropsiquiatra de la Universidad del Valle,

    llevada a cabo como apoyo a los procesos de asistencia a la primera infancia que lleva

    a cabo el Proyecto DUO de la fundacin Monseor Isaas Duarte Cansino. En esta

    experiencia, se toma el juego dramatizado como recurso para construir el contexto de

    intervencin psicolgica, en va de favorecer la constitucin de recursos psicolgicos

    como la consciencia, la simbolizacin, la estesis, la tica, y la esttica ligados a valores

    de vida personales y culturales en los nios.

    En su primera fase (en el periodo enero-agosto de 2014) los nios fueron convocados

    para la fundacin de un pueblo el cual llamaron LA ESPERANZA; en estos 4 meses

    construyeron sus smbolos: la bandera, el escudo, el himno y las casas donde se ha

    venido constituyendo un vivido del juego. Durante este tiempo, en el contexto de juego

    se generaron formas vitales de relacin entre los participantes, concernientes a las

    distintas dinmicas propias de la vida de un pueblo que comienza a gestarse. Aqu se

    propici que los nios tomaran un lugar como adultos, y as -en la medida que el juego

    fue permitiendo- fueran agentes de la experiencia de fundar un pueblo.

    En la segunda fase del proceso, se ofrecen talleres con los cuales se espera que los

    nios en su condicin de fundadores y habitantes participen de la vitalidad del pueblo

    en actividades como la danza, la escritura y lectura de cuentos y poemas, el juego de la

    capoeira, las artes plsticas, la construccin de artesanas y la msica. La participacin

    en alguno de los talleres representa el trabajo que cada uno de los fundadores habr

    escogido en el pueblo, de igual manera habr espacio para las vivencias familiares,

    celebraciones, eventos pblicos y dems acontecimientos de la cotidianidad del pueblo.

  • 37

    Para el presente trabajo se tomaron las sesiones 1,2 y 7en las cuales se trabaja con

    Capoeira; se toma el ofrecimiento de danza afro en la sesin 4 y del macull en las

    sesiones 5 y 6.

    6.2 Tipo de investigacin: Este es un trabajo de investigacin clnico-psicolgica de

    corte cualitativo. Siguiendo los lineamientos de investigacin en psicologa propuestos

    por la profesora Floraba Cano (1988, p. 97) en la intervencin que se propone realizar

    prevalece un modo de investigacin-accin (donde el juego simblico es el mediador

    principal) ya que se tiene un contacto directo con los sujetos implicados, los

    investigadores se sumergen en la situacin de intervencin y se busca generar

    cambios.

    6.3 Instrumentos de recoleccin de informacin: Se toma la Observacin

    participacin como principal recurso para la obtencin de la informacin, se grabaran

    las sesiones en video y se lleva a cabo la escritura de diarios de campo sesin tras

    sesin.

    6.4 Anlisis de la informacin: Se hacen descripciones rigurosas de las situaciones

    de despliegue del movimiento del nio en relacin con un otro adulto-referente o

    compaero al que trata de seguir en una actividad grupal o quien le acompaa en una

    situacin dialgica de juego corporal. A partir del anlisis de cada uno de los elementos

    constitutivos de la experiencia de movimiento corporal, se intenta ir develando los

    modos como se manifiestan los recursos psicolgicos y las transformaciones que se

    puedan identificar en el desarrollo las situaciones. Del anlisis de cada elemento del

    movimiento sesin tras sesin, se traen descripciones especficas de diferentes

    situaciones que permitan dar cuenta del valor clnico que podra tomar cada uno de

    estos elementos; se hace un seguimiento de la forma como se manifiesta cada

    elemento a lo largo de las sesiones a fin de encontrar posibles transformaciones en la

    experiencia propia de movimiento y la forma como incide dichos cambios en la

    experiencia de moverse con el otro.

  • 38

    6.5 Categoras de anlisis

    A. Relacin consigo mismo - Corporalidad en movimiento: se parte de la

    perspectiva propuesta por Stern (2010, p. 14), al indicar que la vitalidad es un todo. Es

    una Gestalt que emerge de experiencias tericamente distintas del movimiento, la

    fuerza, del tiempo, del espacio y de la intencin. En esta categora se trata de explorar

    la forma como se manifiestan algunos de los elementos que componen la vitalidad del

    movimiento, los cuales servirn como indicadores con valor clnico en la empresa de

    tejer una aproximacin comprensiva de expresin de los recursos psicolgicos y sus

    posibles transformaciones en el desarrollo de las actividades de movimiento corporal.

    Espacio: En esta categora se observa la forma como el espacio es habitado en el

    marco del juego (Calmels, 2011). Se identifica las formas como este se ha constituido

    en tanto lugar de referencia, como un lugar fijo, circular, abierto, estrecho o inestable. A

    partir de la forma como se ha constituido el espacio como lugar de referencia, se

    observa cmo se despliega el movimiento en el espacio propio para lo cual se hace uso

    de la propuesta de Rudolf von Laban quien indica que este podra ser Si es directo,

    consiste en una lnea recta de direccin y de una sensacin de movimiento como de

    hilo o filiforme en su extensin en el espacio, o un sentir de estrechezo Tambin

    puede ser flexible, consiste de una lnea ondulante de direccin y de una sensacin

    de movimiento manejable o dcil en su extensin en el espacio, y un sentir de donde

    quiera. (Laban, 1984, p. 138).

    Tiempo: Daniel Stern indica que el tiempo es uno de los eventos dinmicos que se

    integra en las formas de vitalidad Un movimiento se desarrolla durante un cierto lapso

    de tiempo, incluso si es breve. Hay un perfil temporal con un comienzo, un curso y un

    fin (2010, p.12). De acuerdo a la propuesta de Laban, Este puede ser sbito, y

    consiste de una velocidad rpida y de una sensacin de movimiento de corto espacio

    de tiempo, o un sentir de momentaneidad. Y tambin puede ser sostenido, que

    consiste de una velocidad lenta, y de una sensacin de movimiento de un espacio largo

    de tiempo, o un sentir interminable (Laban, 1984, p.138). En cuanto al tempo- ritmo,

  • 39

    se observar la forma como se despliega el movimiento en tanto posibilidades de

    establecer combinaciones de duraciones iguales o de diferentes unidades de tiempo al

    compartir la experiencia de movimiento con un otro.

    Energa: siguiendo a Laban (1984, p.77) utilizamos energa muscular cuando

    cambiamos de postura corporal el despliegue de la fuerza, y sus grados se halla en

    proporcin al peso que se transporta, o a la resistencia que se le ofrece.. La energa

    se coloca como el elemento principal al tratar de emprender una lectura de la

    experiencia de movimiento, debido a que sus formas de manifestarse denotan la

    vitalidad de quien se mueve, por tanto permite hacer una lectura de los afectos de la

    vitalidad, sentimientos temporales o modos de sentir en el tiempo5. De acuerdo a la

    fuerza usada en la resistencia al peso la energa puede ser Firme-fuerte o suave-

    delicado (Laban, 1984, p. 137). Del trabajo de Stern (2010, p. 17)6 se obtiene un listado

    de palabras que traducen formas de la vitalidad, los cuales podrn tener lugar para

    enriquecer las descripciones de la expresin de la energa y darle precisin a los

    elementos de las formas de vitalidad dinmica: espacio, tiempo, energa que se

    integran en una totalidad de la experiencia de movimiento.

    Tabla 1.1

    Exploser

    Explotar

    Pulsatile

    pulstil

    Gonfler

    Inflar

    Tirer

    Halar.

    tirer

    Estirarse

    Langoureux

    lnguido

    Vigoureux

    Vigoroso

    Pnible

    doloroso, penoso

    5 Esta relacin surge de una sugerencia de la profesora Vivian Ospina al sustentar el proyecto al iniciar el proceso.

    6 La traduccin de estas palabras trata de aproximarse a las formas de la vitalidad expuestas por Stern.

  • 40

    Culminant

    Culminante

    Doux

    suave

    Se prcipiter

    Precipitarse

    limit

    Cerrado, limitado.

    Dcontractant

    Des-contraer descomprimir

    Se balancer

    balancearse

    Papillonnant

    Aleteo

    Lchement

    flojo, dbil, holgado -

    suelto

    Tendu

    Tensionado

    Acclrer

    acelerar

    Planer

    Planear

    Dcliner

    debilitarse, declinar

    Immobile

    Inmvil

    Ephmre

    efmero

    Monter en flche

    Elevarse

    Flottant

    flotante

    clater

    Estallar

    Hsitant:

    Indeciso, dudoso.

    Disparaitre

    Desaparecer

    Pousser

    Empujar.

    Puissant

    Potente - emerge que

    surge.

    Faible

    Dbil.

    Facile

    Fcil

    Obstru

    obstruido

    Serr

    Apretado, ceido.

  • 41

    B. Relacin con el otro - Formas de encuentro con el otro al compartir la

    experiencia de movimiento:

    En esta categora de anlisis se incluye la forma como se desarrolla la dinmica del

    movimiento del nio al participar de experiencias de movimiento con otro al tratar de

    entrar en sintona con la forma y el ritmo de un movimiento o secuencia propuesto por

    el adulto-referente que orienta una actividad. Tambin se observa la forma como se

    desarrolla la dinmica del movimiento del nio al entrar en sintona con el otro en una

    situacin dialgica que le exija comunicarse con su cuerpo, sostener la mirada y fluir

    en la dinmica del juego en relacin con el movimiento del otro. Se tendr en cuenta la

    forma como se dispone corporalmente, y en la mirada, que adems de permitirle al

    jugador tener una ubicacin del cuerpo en movimiento del otro, da cuenta de las

    posibilidades de agencia en el encuentro.

    C. Relacin con la propuesta de juego.

    Participacin en el juego: En esta categora se observa las formas como el nio

    participa de las propuestas de danza y juego corporal que incluyen sesiones de trabajo

    narrativo, dramatizado, de juego simblico y musical. Considerando la impronta

    simblica de encontrarse con el otro en la experiencia de movimiento corporal, se trata

    de comprender las posibilidades de sumergirse en la dinmica dialgica del juego y

    desplegar distintas posibilidades de participar ldicamente. Se observa el lugar que

    asume al ingresar al espacio, cmo permanece, como es su disposicin en el trabajo

    con sus compaeros y adultos y la forma como se involucra.

    6.6 Caracterizacin de la poblacin

    Participantes: Los nios que asisten al taller de Capoeira lo hicieron por decisin

    propia, en las actividades de danza afro y macull se rescatan los registros de video

    de aquellos nios que venan participando de los talleres de Capoeira. El grupo con el

    que se trabaja sesin tras sesin vara de acuerdo a la decisin del nio de participar

  • 42

    en diferentes talleres y por las faltas a las sesiones. Por lo tanto, se escogieron los

    nios que tuvieron una mayor participacin en los talleres, de quienes se obtuvo

    mejores registros de video y de los cuales ya se vena organizando una comprensin a

    partir de la experiencia de trabajo en la fundacin del pueblo la esperanza que nos

    involucr con todos los habitantes.

    FUNDADOR

    EDAD

    Participacin

    X= con registro. 0 = participa pero no se tiene registro de video.

    1 2 4 5 6 7

    Macarena MC 8 x x x x

    Jos Daniel JD 8 x x 0 x

    Lucas LC 7 x x 0 x

    Diana Marcela DM 6 x x 0 x x

    6.7 Actividades desarrolladas en el taller.

    Sesin

    #

    Descripcin general

    1 Taller capoeira #1 de promocin:

    Este taller da apertura a la segunda fase del trabajo de intervencin,

    con una muestra a los fundadores de lo que ser del ofrecimiento en

    los espacios de los talleres de danza, Capoeira, artesanas y de la casa

    de la palabra; en estos lugares cada fundador se podr integrar a la

  • 43

    vida del pueblo.

    2 Taller de capoeira #2 Origen de la Capoeira:

    Esta actividad se propone con el objetivo de construir con los

    fundadores del pueblo la esperanza el sentido de la prctica del juego

    de la Capoeira a travs de la narracin y dramatizacin conjunta con

    los nios de la historia; se utilizan canciones acompaadas con

    instrumentos musicales y se introducen algunos movimientos de

    Capoeira en el entramado de la dramatizacin.

    4 Taller de danza afro:

    En esta sesin se contina con la preparacin de los vestuarios tejidos

    a mano que sern utilizados para representar y celebrar la leyenda de

    macull el da 31 de octubre. La actividad de danza afro como

    expresin artstica de movimiento de la cultura africana se integra a la

    preparacin de la celebracin musical y dancstica del macull; esta

    actividad se articula con aquellos elementos que ya se venan

    constituyendo desde la narracin oral, la dramatizacin y el trabajo

    artstico manual que giraron en torno a la leyenda que relata el vivido

    del personaje principal: macull.

    5 - 6 Celebracin de Maculel:

    En el marco de las celebraciones del pueblo la esperanza, se prepara

    para el da 31 de octubre de 2014 la fiesta de macull Esta

    celebracin enmarca en el sentido de una leyenda de la tradicin oral

    Afro-latinoamericana que d