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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42119707 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Tania Meza Las telenovelas juveniles mexicanas y las adolescentas obesas Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, vol. XLVIII, núm. 197, mayo-agosto, 2006, pp. 83-94, Universidad Nacional Autónoma de México México ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, ISSN (Versión impresa): 0185-1918 [email protected] Universidad Nacional Autónoma de México México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Redalyc.Las telenovelas juveniles mexicanas y las ... · 2 Marcela Lagarde, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y monjas, M xico, Universidad Nacional

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42119707

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Tania Meza

Las telenovelas juveniles mexicanas y las adolescentas obesas

Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, vol. XLVIII, núm. 197, mayo-agosto, 2006, pp. 83-94,

Universidad Nacional Autónoma de México

México

¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista

Revista Mexicana de Ciencias Políticas y

Sociales,

ISSN (Versión impresa): 0185-1918

[email protected]

Universidad Nacional Autónoma de México

México

www.redalyc.orgProyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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83Cuestiones Contemporáneas

* Programa de Posgrado en Ciencias Políticas

y Sociales de la Universidad Nacional

Autónoma de México, Circuito Mario de la

Cueva s/n, Edificio F, planta baja, Ciudad

Universitaria, Coyoacán, México, D.F., c.p.

04510.

Las telenovelas juveniles mexicanas y las adolescentas obesas

Tania Meza*

Palabras clave: Género, obesidad, telenove-

las, adolescencia

Abstract:

This research tries to explain the so

called body’s oppression, to which the

women are submitted in the patriarchal

system throughout their adolescence,

specifically in the visual characteriza-

tion of a fat girl on the teen Mexican

soap operas. The huge ratings presented

by soap operas in our country, creates

the commitment for the gender studies,

since communication, to analyze the

women’s role on this characters. This

analysis pretends to prove the triple

margination that obese teenager girls

are submitted on the teen Mexican soap

operas: because they are women, young,

and fat.

Resumen:

Esta investigación analiza la opresión

por cuerpo (obesidad) a la que las

mujeres son sometidas dentro del sis-

tema patriarcal durante la adolescencia,

específicamente a través de la repre-

sentación televisiva que de las jóvenes

gordas se hace en la telenovela juvenil

mexicana. Los enormes niveles de audien-

cia que poseen las telenovelas en nues-

tro país hace indispensable, para los

estudios de género desde las ciencias de

la comunicación, estudiar el papel de las

mujeres en dichas teleseries. En este

análisis se pretende mostrar la triple

marginación a la que son sometidas las

adolescentes obesas en las telenovelas

juveniles mexicanas: por ser mujeres,

por ser jóvenes y por ser gordas.

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Para la Universidad Nacional Autó-noma de México, los estudios degénero quedaron absolutamentereconocidos e institucionalizadosa partir de 1993 con la creacióndel Programa Universitario de Es-tudios de Género (PUEG).

De acuerdo con Martha Lamas,una de las principales impulsorasde los estudios de género en nues-tro país, con el inicio del PUEG lacategoría de género cobra interéspara la comunidad universitaria.“A diferencia de las categoríasclase social o etnia, que han sidoinstrumentos analíticos desde hacemucho tiempo, la categoría géneroes una herramienta de recientecreación y su uso no está genera-lizado”1. Lamas considera que elgénero es un sistema de rela-ciones culturales entre los sexos,como una construcción simbóli-

ca, establecida sobre los datosbiológicos de la diferencia sexual.Uno de los aspectos estudiados porla teoría social de género, es la opre-sión por cuerpo impuesta por la so-ciedad patriarcal y padecida porhombres y mujeres de todos los con-textos. La construcción social delcuerpo nos exige seguir formas de vi-da preestablecidos en función de lascaracterísticas corporales con las quenacemos. En nuestro espacio y tiem-po, el mandato cultural consiste enmarginar a quienes poseen cuer-pos viejos, cuerpos discapacitados,cuerpos gordos o cuerpos con carac-terísticas raciales distintas a lasasignadas. Como parte de la opre-sión corporal a la que las mujeressomos sometidas dentro del pa-triarcado, se encuentra la ordende corresponder físicamente al es-tereotipo del cuerpo perfecto.

En esta investigación, se anal-iza la representación televisiva enlas telenovelas juveniles mexica-nas respecto de las adolescentasobesas para lo cual se empleanlas bases teóricas de la antropo-logía y el género, concretamentela teoría de “Los cautiverios de lasmujeres”, propuesta por la docto-ra Marcela Lagarde y de los Ríos,en donde la antropóloga mexi-cana sugiere la existencia de cincoestados psico-socio-culturales delas mujeres: madresposas, monjas,putas, presas y locas.

Se eligió como campo de explo-ración a la telenovela porqueposee un lugar importante en labarra programática de la televi-sión, sin duda alguna, uno de lomedios de comunicación más pode-rosos en nuestro país. Más con-cretamente, se seleccionó a la

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84 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales

—Si me dices quién de tus compañeras entró en la oficina de la madre superiora, esta noche te daré doble ración de postre

—¿Doble ración?, ¿y qué hay de postre?

—Pastel de queso

—¿Pastel de queso?, no sé quién entró a la oficina, ¡pero ahora mismo voy a averiguarlo y se lo diré!

La religiosa sonríe mientras mira alejarse a Lola. Sabe que no necesita más que duplicar la comida de la única adolescenta

obesa del internado, para obtener información del resto de las alumnas.

Escena de la telenovela juvenil “Como en el cine”

(TV Azteca 2002, repetición, 2005)

Introducción

1 Marta Lamas, El género: la construcción cultural de la diferencia sexual, México, Universidad Nacional Autónoma de México, ProgramaUniversitario de Estudios de Género, Miguel Ángel Porrúa, 2000.

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telenovela juvenil, porque es unode los rubros de las teleseries dra-máticas que mayor penetraciónposeen entre su auditorio y porquees en ella donde más se presentaa las adolescentas obesas.

Para este trabajo, se ha elegi-do analizar la figura de la adoles-centa obesa en las telenovelasjuveniles en México, aun cuandose tiene conciencia de que estasemisiones también llegan a pre-sentar varones excedidos en peso.No obstante, se delimita la inves-tigación al género femenino yaque sus integrantes sufren unatriple marginación: por ser jóvenes,por ser mujeres y por ser gordas.Se han elegido las telenovelasjuveniles porque, de acuerdo conlos reportes de las cadenas tele-visivas, son los espacios en sutipo que mayor audiencia presen-tan. Además, las dos principalestelevisoras mexicanas, Televisa yTelevisión Azteca, cuentan coneste tipo de barra programáticasusceptible de análisis.

Desde su elaboración, el título deesta investigación atrajo la aten-ción debido a que algunas perso-nas consideran una incorrección elescribir “adolescentas obesas” enlugar de “adolescentes obesas”.

Dado que es ésta una investi-gación feminista, basada en los es-tudios de género, se decidió haceruso de la posibilidad de asignargénero a las palabras, tal y como lapermite nuestro idioma español.

De acuerdo con Marcela Lagarde,creadora de la teoría que para esteestudio se aplica, las mujeres de-bemos reconocernos y ser reco-nocidas como seres humanas:

- - - - - - - - • - - - - - - - -Que la A de seres humanas, sea capaz de

nombrar y hacer recognocible a cada

mujer en cada uno de los nombres de las

mujeres, en cada oficio y cada obra de

las mujeres, en todas las situaciones

vitales, en todas nuestras necesidades,

en todos nuestros deseos y en todas las

abstracciones simbólicas para referirnos

a nosotras mismas, para ser referidas.

Queremos nombrarnos en paz –continúa

Lagarde- que la A alcance la fórmula del

yo y el otro, y pueda ser del yo y la otra,

cuando así sea, y que el yo, sea yo

misma, cuando así sea, y que la una sea la

una a y no sea el uno, cuando así sea. Y

que alcance la A también para el noso-

tras2.- - - - - - - - • - - - - - - - -

La sobrerrepresentación es untérmino de la teoría de género em-pleado para referirse a la invisibili-

dad a la que las mujeres son some-tidas mediante el lenguaje, a travésde la asignación de El hombre comorepresentación de toda la humani-dad. Esta subordinación de su exis-tencia a la existencia masculina,configura uno de los mayores po-deres políticos patriarcales.

Asimismo, la comunicóloga cu-bana Lizette Vila, opina:

- - - - - - - - • - - - - - - - -“Hay que tener en cuenta que el caste-

llano brinda, en la enorme mayoría de

los casos, la posibilidad de expresarse

en masculino y en femenino... entonces,

¿qué injusticia no hacer evolucionar un

lenguaje que debería reflejar el desarro-

llo de las mujeres quienes, por otro lado,

vamos superando obstáculos y pre-

juicios”3.- - - - - - - - • - - - - - - - -

Dado que el idioma español per-mite el empleo de la diferenciaciónde géneros y que, a menudo, el nohacer uso de esta posibilidad essolamente debido a la distorsión po-pular, para esta investigación seha considerado emplear la mismaregla que permite decir “Presiden-tas” o “Sirvientas”, para incluir en eltítulo la palabra “Adolescentas”.

De este modo, esta investiga-ción pretende contribuir en la reali-zación de estudios sobre género ycomunicación, al analizar el men-saje mediático producido por la te-levisión mexicana mediante lastelenovelas juveniles, respecto delas adolescentas obesas.

Cuestiones Contemporáneas

¿Por qué la A?

2 Marcela Lagarde, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y monjas, México, Universidad Nacional Autónoma deMéxico, 2001, p. 10.3 Lizete Vela, “Enfoque e identidad del género de nuestro lenguaje en los medios”, en Cuba Internacional, año XLII, no. 334, 2002, La Habana,Prensa Latina, p. 30.

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Para los estudios de género, lasociedad patriarcal reproduce alas mujeres como sujetos socialescuya subjetividad se construyepartir de la dependencia y del sera través de las mediaciones de losotros, por lo que las mujeres po-demos ser capaces de hacer todopara lograr el vínculo con los otros.Al respecto, la doctora MarcelaLagarde apunta que las mujereshemos sido educadas para seraprobadas por el mundo. “Si tra-bajo, si me someto, si hago cosaspor el otro, si le doy mis bienes, ysi me doy, será mío, y yo, seré”4.

Así, a través de la realización dela dependencia las mujeres estable-cen vínculos con los otros, para lo-grar su reconocimiento. Con ello,se dispone de las mujeres cautivaspara cuidar y vivir para los otros. Aestos círculos de dependencia y deceder la vida a los otros es lo que La-garde llama cautiverios, los cuales secaracterizan por la prohibición de com-prender la vida y el mundo medianteatributos femeninos como la ignoran-cia, la ingenuidad, el rechazo al pen-samiento analítico y la disposicióna lacreencia mágica y sobrenatural.

En la teoría de género, se anali-zan las formas en que las propiasmujeres reproducimos entre nosotrasla opresión mediante la enemistadfemenina y ante la cual debemosdesidentificarnos como mujeres parasobrevivir.

No se trata de enjuiciar ni deacusar a los hombres. No se lesconsidera la causa directa de loscautiverios de las mujeres. Con-tribuyen a hacerlo y se benefi-cian con que las mujeres estemoscautivas, pero es en los modos devida y en las culturas genéricasen donde los cautiverios tienen suorigen. Así pues, tan culpables einocentes somos las mujeres comolos hombres ya que, en cumpli-miento de la feminidad, las muje-res actuamos dobles papeles: comooprimidas y como vigías del cum-plimiento del designio patriarcal,femenino y masculino. Por lo que,a vivir dentro de la cultura patriar-cal respecta, Marcela Lagarde con-sidera que existe una situación deconflicto: “Vivir los estereotiposculturales es cada vez más difícilpara quienes son conducidas com-pulsivamente a vivir existenciasimprevistas debido a cambios histó-ricos en economía, en la sociedad, enel Estado y en particular en la or-ganización sociocultural genérica”5.

Así pues, los estudios de géneroabordan teóricamente la opresiónde las mujeres y sientan las ba-ses para intentar descifrar la me-dida en que sus recursos vitalesdan potencia a las mujeres y nospermiten deconstruir los cautive-rios hacia la construcción de nuevasalternativas sociales, culturales ypolíticas.

Gerda Lerner, en su libro Lacreación del patriarcado, definealgunos de los conceptos emplea-dos por la teoría de género basán-dose tanto en diccionarios y escritostradicionales como en diversos tex-tos que componen dicha teoría.Así pues, para esta autora, laopresión de las mujeres es el tér-mino que habitualmente utilizanescritoras, pensadoras y feminis-tas. El término ‘opresión’, que sig-nifica subordinación por la fuerza,ha sido utilizado para describir lasituación de sujeción de los indi-viduos o de los grupos:

- - - - - - - - • - - - - - - - -La palabra ‘opresión’, aplicada a las

mujeres, se centra en lo que ha sido un

error; es subjetiva porque (...) implica

una lucha de poder, una derrota que ter-

mina con la dominación de un grupo

sobre otro. Es posible que la experiencia

histórica de las mujeres incluya una ‘opre-

sión’ de este tipo, pero abarca mucho

más. Las mujeres, más que cualquier

otro grupo, han colaborado en su propia

subordinación al aceptar el sistema de

sexo-género6.- - - - - - - - • - - - - - - - -

Patriarcado, en su definición másamplia, es la manifestación y lainstitucionalización del dominiomasculino sobre las mujeres y losniños de la familia y la amplia-ción de ese dominio masculino sobrelas mujeres a la sociedad en gene-ral.”7. Finalmente, Lerner concluye

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86 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales

Marco teórico

4 Marcela Lagarde, op. cit., p. 52.5 Idem.6 Gerda Lerner, La creación del patriarcado, Barcelona, Editorial Crítica, 1990.7 Ibid.

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87

que el sexismo define la ideolo-gía de la supremacía masculina, dela superioridad del varón y las cre-encias que las respaldan y las man-tienen. En síntesis, el sexismo y elpatriarcado se refuerzan mutua-mente.

En lo que respecta al poder, ésteconsiste, fundamentalmente, enla posibilidad de decidir sobre lavida del otro; en la intervención

con hechos que obligan, circuns-criben, prohíben o impiden.

- - - - - - - - • - - - - - - - -Quien ejerce el poder somete e inferio-

riza, impone hechos, ejerce el control,

se abroga el derecho al castigo y a con-

culcar bienes reales y simbólicos: domina.

Desde esta posición enjuicia, sentencia y

perdona. Al hacerlo, acumula más poder.

Todos los hechos sociales y culturales

son espacios del poder. El cuerpo y la

subjetividad, los sujetos mismos y sus

creaciones, lo son8.- - - - - - - - • - - - - - - - -

Debido a que los medios ma-sivos de comunicación constitu-yen un reflejo de la sociedad enla que existen, en muchas oca-siones los productos mediáticosdifundidos proyectarán esta reali-dad patriarcal, de manera matizadae implícita.

Cuestiones Contemporáneas

Presentación y discusión de resultados

Uno de los principales temas in-cluidos en el discurso relativo a lamujer adolescenta, es el de la mujerperfecta. La idea e imagen del cuerpofemenino perfecto ejerce una enor-me influencia en la conciencia de lasmujeres y comienza a crear con-flicto por primera vez durante lapubertad. Las mujeres de las cul-turas occidentales son bombar-deadas con imágenes de mujeres“ideales”. La investigadora JaneUsher realiza un análisis históricoque demuestra cómo este ideal esalgo socialmente construido:

- - - - - - - - • - - - - - - - -Los redondeados contornos del ideal rena-

centista contrastan marcadamente con la

lisura asexual de la flapper de los años veinte.

En tiempos más recientes, el ideal de los años

50 era rollizo y de curvas pronunciadas, en

contraste con el de una década más tarde,

que era el casi famélico aspecto de la

mujer de los 60. Al apretar, comprimir y

rellenar sus cuerpos con el fin de ajus-

tarse a algún ideal artificial, las mujeres

están interiorizando el mensaje de que el

cuerpo natural no es presentable ni atrac-

tivo y es necesario cambiarlo9.- - - - - - - - • - - - - - - - -

Los mensajes contenidos enlos medios de difusión adviertena la joven mujer que, más tempra-no que tarde, su cuerpo latraicionará engordando o simple-mente cambiando, y que debeestar prevenida para que ello nosuceda, debido a que el cuerpo esel pasaporte a la felicidad, y quea través de él logrará atraer a unhombre, lo cual deberá ser suprincipal objetivo.

8 Marcela Lagarde, op. cit.9 Jane Usher, La psicología del cuerpo femenino, Madrid, Arias Montano Editores, 1991.

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En nuestro país, “desde 1985, losespacios femeninos en los me-dios dedicados a la belleza y a lacocina, han cedido lugar al de-bate y a la discusión de género yderechos reproductivos, aun cuandoen ocasiones, este avance puedaparecer desesperadamente lento”10.

Inclusive, el rubro que parecíaser el más infranqueable, el de lastelenovelas, fue abordado por la te-levisora independiente Argos cuyopersonal contribuyó a presentar alas mujeres mexicanas en un papelmás apegado a la realidad, tantoen la sociedad como dentro de lafamilia. La irrupción de dicha pro-ductora en el mercado de los tele-dramas seriados logró atraer laatención del auditorio acostum-brado a presenciar telenovelas “paraadultos” (como las propias televi-soras las clasifican). Pero tratán-dose de la población juvenil lastelenovelas viven otra realidad.

En una investigación realizadapor la doctora en comunicación

Elvira Hernández Carballido11, sedestaca que la telenovela juveniles un género reciente, nacido en1986 con una producción deTelevisa, la cual llevaba por nom-bre “Pobre juventud”. A partir de esemomento, y debido al éxito dedicha emisión, esta televisoracontinuó explotando el mercado delos jóvenes.

Transmitidas por la tarde-noche,casi siempre a las 19:00 horas, latelenovela juvenil incluye no sóloun variado cuadro actoral carac-terizado por el atractivo físico, sinoa menudo puede verse también laparticipación de cantantes, depor-tistas y otras figuras atractivas parala juventud que consume este pro-ducto. La temática suele basarseen el sufrimiento, como la de todaslas telenovelas, sólo que en estetipo de melodramas podemos vermás marcada la condición de víc-timas, dado el sentir generalizadoadolescente de “nadie me com-prende”. Tal vez las personas adul-

tas hayan vuelto los ojos haciaotro tipo de emisiones, pero no su-cede así con los jóvenes. Con ellono se afirma que los adolescentes ylas adolescentes sean estúpidos,sino que la oferta teledramática noha presentado propuestas diferen-tes aún.

No obstante, los productos ofre-cidos en este mercado parecen sa-tisfacer a las y los consumidoresdado que, con frecuencia, podemosobservar que quienes viven la eta-pa adolescente son dados a guardarlas apariencias, sea cual sea laidentidad que hayan elegido (sies que ya la eligieron). Entonces,dar rienda suelta a sus pasionespodría parecer de mal gusto, por loque ver estos comportamientos enlas telenovelas resulta catártico.Para las adolescentas y los ado-lescentes que han decidido viviresta etapa de su vida sufriendo,las exageradas situaciones de lastelenovelas juveniles pueden serproyectivas.

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88 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales

La telenovela juvenil

La imagen femenina transmitida

Existe un lugar desde el cual,quienes pretenden que nada cam-bie, preparan a sus futuras gene-raciones de mujeres inseguras. Setrata de las telenovelas juveniles,

a través de las cuales el modelode la rubia, esbelta y sometida, sepropaga entre las jóvenes mexi-canas durante una de las etapasmás vulnerables de la vida: la

adolescencia, momento en que seintenta la aceptación incondicio-nal de un estereotipo que no admitecuestionamiento alguno, y que esintroducido en los esquemas de

10 Elena Poniatowska, “Mujeres, medios y democracia” en Encuentro Internacional de Mujeres, Periodistas, México, 1997.11 Elvira Hernández Carballido, “Medios, sexualidad y Jóvenes en México (1980-1999)” en Revista Fem (Difusión Cultural Feminista), año 24,octubre del 2000.

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las adolescentas a fuerza de re-petición. “Pero no se trata sólode la penetración en el mundo fan-tasioso e inconsciente de estasmujeres, sino de la adopción delmismo, con plena conciencia, porparte de todos los que las ro-dean”, apunta Olga Bustos, psi-cóloga especializada en estudiosde género y telenovelas12.

Generalmente, una adolescentaque presenta obesidad no puedepertenecer a un equipo deportivoescolar, ni integrarse al grupo debaile, ni ser integranta de la es-colta o de las porristas. Eso nosería lo más trágico en el frívolo

pero imperante ambiente de laadolescencia, porque entre todala comunidad escolar seguro existealguien que no posee habilidadpara el baile, los deportes o lamarcha. Pero lo que no puede pa-sar desapercibido, es el sobrepesoque aleja a los hombres.

Existen muchas adolescentasque durante esta etapa de su vidano tienen interés genuino por unarelación sentimental. No obstante,las telenovelas envían el mensajede que tener novio está bien vistoy es lo más adecuado. Si no lo tie-nes, es porque eres fea o fracasada.Este mensaje es solamente refor-

zado por las telenovelas juveniles,ya que comienza a enviarse desdelas series representativas del gé-nero dirigidas a público infantil.

Entrevistado por Layla SánchezKuri, el crítico televisivo Álvaro Cuevase refiere a los personajes homo-sexuales en las telenovelas: “elboom del homosexual es más untruco publicitario que el reflejo deuna realidad social. Los producto-res piden esos personajes porquedan raiting. No hay una intenciónde hacer un seguimiento de eso”.Tal situación puede aplicarse a lafigura de la adolescenta obesa, pre-sentada en las telenovelas juveniles.

Cuestiones Contemporáneas

Las adolescentas obesas y su representación

“Mete carne y venderás”, comentaMartha Canseco, comunicóloga espe-cializada en sexualidad, “ésa es lafrase de rigor de los publicistas. Enla televisión comercial se venden cuer-pos, sobre todo femeninos, porqueen este sistema patriarcal la mujer esobjeto sexual, objeto vendible” “Me-te carne...”13, pero ¿qué pasa cuan-do la carne se mete en exceso? Comoobjeto sexual del patriarcado, las mu-jeres son presentadas por los mediosmasivos de comunicación con ciertasmedidas que corresponden más a lasfantasías de los hombres, que a larealidad. “El adolescente –considera

Martha Canseco- está exigiendo enel culto a la imagen anoréxica pre-sentada en las telenovelas, que lamujer ideal sea anoréxica, pero quetenga pechos y nalgas, con cintu-rita de avispa y nalgas enormes,pero con ella no se van a casar,con ella van a tener sexo, se vana casar con una mujer con una ca-dera ancha, por donde pasen loshijos”14. Por ello, la carne debemeterse en el lugar exacto, nun-ca en donde las fantasías sexualesmasculinas de un sistema patriar-cal han determinado que no debeexistir ni un solo gramo de más.

Olga Bustos considera que la re-presentación televisiva de las ado-lescentas obesas en telenovelasjuveniles corresponde al estereotipode género que dicta que las mujeresdeben estar al servicio de los hombres.“Son personas para agradar a los otrosy se deben valor ante todo por el cuer-po y la belleza, en donde el cuerpodebe corresponder a ciertas medidasde un modelo trasnacional, en el quese difunde que entre más delgada seala modelo, más aceptada será. Seasocia belleza con delgadez”15.

Así pues, las mujeres obesaspresentadas en las telenovelas, son

12 Olga Bustos Romero, “Telenovelas, género y obesidad”, entrevistada por Tania Meza, México, 2002.13 Martha Conseco González, “Telenovelas, sexualidad y obesidad”, entrevistada por Tania Meza, Pachuca, Hgo., 2002.14 Idem.15 Olga Bustos, op. cit.

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siempre asexuadas. La única manerade ser aceptadas por los hombresy por las mujeres delgadas es quesean simpáticas. “En las telenove-las, si eres gorda, no te queda otra:tienes que ser simpática y alegre,si no, serás rechazada. El ser amigade una bonita, ser su confidente yser simpática con todos y en todomomento, es la única posibilidadde las obesas de ser aceptadas”16.Si ya te atreviste a transgredir loestablecido por el patriarcado y notener un cuerpo bello y sano paraservir a otros, cuando menos sé sim-pática. De acuerdo con el mensajetelevisivo, las mujeres obesas notienen más alternativa.

Otra de las características de lasmujeres obesas presentadas en te-lenovelas y que ha sido destacadapor las especialistas, es el ser la per-sona a quien la bella le confía sussecretos.

Particularmente en la teleno-vela juvenil, en donde las adole-scentas están apenas trabajando enencontrar un hombre para ellas so-las y en donde las obesas tienenpocas posibilidades, a estas muje-res no les queda más que acercarsea la bella y delgada para penetraren un círculo social en el cual, talvez por eliminatoria, consigan serelegidas por un hombre, aunqueno sea atractivo (ello visto desdela representación televisiva).

En las telenovelas, las obesasson mujeres en quien confiar por-que son mujeres que no representanpeligro para una mujer delgada

que atrae a los hombres. Cuandouna pareja de amigas sale a tomarel café, la amiga delgada no sen-tirá jamás peligro por su amigagorda. Esta situación se debe a lamanera en cómo nos relacionamoslas mujeres en rivalidad. La obesatendrá vida social mientras esté ala sombra de la bonita. Si nos basa-mos en el mensaje enviado porlas producciones juveniles de tele-novela, no puede pretextarse laraza, la alimentación, la historiaclínica o psicológica: para serbella hay que cumplir con unesquema: rubia, alta, ojos clarosy sobre todo muy delgada. Dentrodel sistema patriarcal la enseñanzaen la adolescencia es que, para lamujer, cuerpo es dinero. A cam-bio de un cuerpo bello y servil,tendrán un hombre para ellas elcual, en el mejor de los casos,garantizará su manutención. Pero¿qué hombre deseará comprar elcuerpo de una adolescenta obesa?

La personaja gorda es totalmen-te asexuada, es la celestina de lasmujeres bonitas que les ayudan a en-contrar a los hombres y a descubrirsu sexualidad (la de las delgadas).Pero hay un abuso hacia estasmujeres, es decir, tú no deseas ninadie la desea, nadie la puededesear y ella no puede desear.

“Ha habido telenovelas juveni-les –comenta Martha Canseco- endonde, sólo hasta el final, ella en-cuentra a su Romeo, pero ¿quiénes ese Romeo?, el de los lentes, elno atractivo, el asexuado, ¿qué van

a hacer? Manita sudada. Pero, ¿te losimaginas en la cama? ¿Te imaginasa esa mujer obesa teniendo un or-gasmo? Nunca. Eso sí, en las pelícu-las pornográficas sí, como parte delmorbo, con otro gordo. Esta ima-gen en las telenovelas presenta ala mujer como dependiente, y mása la mujer obesa, dependiente deuna mujer bonita, de un hombrepoco atractivo o de la comida”17.

Emocionalmente, son presenta-das como mujeres inconformes einsatisfechas con su cuerpo, queaspiran a llegar a otra figura oque siempre está lamentándose desu situación.

- - - - - - - - • - - - - - - - -“Las telenovelas juveniles presentan a

estas mujeres como personas poco exito-

sas que tienen escasa o nula actividad,

lo cual es contrario a la realidad, ése es

el problema de los medios de comuni-

cación, que crean y fomentan estereotipos

que no encajan en la realidad”18.- - - - - - - - • - - - - - - - -

Esta sociedad tiende a asexuara lo diferente. ¿Quiénes son asexua-dos? Las mujeres gordas, los hom-bres gordos, los discapacitados,los viejos y las viejas, quien nosea joven, no sea delgado, inclusoquien no vista bien, no tiene de-recho a ejercer su sexualidad. Lasadolescentas obesas en las teleno-velas juveniles sufren una triplemarginación, por ser mujeres, porser jóvenes, por ser obesas. Sonpresentadas como mujeres fallidasy fracasadas y son, por tanto, dis-criminadas.

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16 Martha Canseco, op. cit.17 Idem.18 Olga Bustos, op. cit.

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La obesidad en la adolescenciano es fácil de enfrentar. En estesentido, tanto las ciencias socia-les como las exactas buscan unasolución. Mientras tanto, las obe-sas y los obesos padecen, ademásde síntomas físicos, severos da-ños emocionales producidos porsu estado corporal.

Si sólo se tratara del rechazo,la situación no sería todo lo difí-cil que es, pero las obesas y losobesos deben soportar, en una delas épocas de mayor vulnerabilidaden la vida, toda suerte de ofensaspronunciadas por sus compañerosy compañeras. Dicha situación sepresentaba en la vida real muchoantes de ser expuesta en las teleno-velas juveniles. No obstante losmodelos de comportamiento pro-puestos por dicho género, son amenudo seguidos por algunos jóve-nes en su deseo de popularidad yreconocimiento.

Aun cuando, definitivamente, noson la causa central de la margi-nación hacia las adolescentas obe-sas, el presentar a este tipo depersonajes en teleseries tan popu-lares, contribuye a la discrimina-ción de dichas mujeres, con lo cual sealimenta el círculo vicioso entrela depresión y la ingesta desme-dida de alimentos. El cuerpo es,definitivamente, la principal herra-mienta de poder en los campossexual y genérico.

De acuerdo con las diversas cir-cunstancias espaciales y tempo-rales, se desarrollan las políticascorporales particulares cuyo fin

es crear los cuerpos requeridos porel sistema de poder vigente. Estoscuerpos tienen como modelo idealla apariencia predominante en otraszonas geográficas de acuerdo conpersonas de diferente raza, historia,medioambiente y alimentación, demodo que la mayoría, nacida en otrocontexto, nunca logrará alcanzar.

Así, el cuerpo es el más precia-do objeto de poder en el orden degéneros. Dicho cuerpo es discipli-nado, controlado y preparado para re-petir esquemas, de tal manera queresulten procesos pedagógicos paralas generaciones venideras, quie-nes recibirán el mensaje de que,de acuerdo con su cuerpo, podráncontar con limitaciones u oportuni-dades de vida.

En esta sociedad patriarcal, endonde la diferencia sexual conllevairremediablemente a la desigual-dad social, las adolescentas obesashan incumplido el orden patriarcaldominante al no tener cuerpos es-beltos y sanos para la procreación yel servicio de los otros, podrían con-siderarse trasgresoras, no obstante,el patriarcado les brinda acepta-ción mediante otro estereotipo: elde la mujer simpática, incondicionaly, particularmente, asexuada.

Las principales televisoras comer-ciales, productoras de melodramasseriados en México, han encon-trado en las adolescentas obesas unnuevo nicho de personajes secun-darios estereotipados que, al pare-cer, se mantendrá estático duranteun buen tiempo, dado que se hanvuelto una constante que contri-

buye al éxito comercial de las te-lenovelas juveniles. No obstante,esta representación televisiva síse puede cambiar. Actualmenteexisten iniciativas de ley en algu-nos países donde se está exigiendoque en los diferentes medios decomunicación se proyecten mujerescon tallas diferentes.

Cada vez más los medios sonuna importante fuente de conoci-miento de las personas, así comouno de los mejores instrumentos desocialización. Por ello es impor-tante el análisis de la representa-ción que se hace de la realidad alobtener legitimidad social. Losmedios de comunicación, sean con-scientes o no, proponen pautas decomportamiento y modelos de re-ferencia para toda la comunidady contribuyen a perpetuar el ordensocial establecido.

El problema de la obesidad hacrecido de tal manera que de cons-tituir una preocupación para elcampo de la salud, pasó a interesara la investigación social. La edu-cación para vivir y convivir con laobesidad, no corresponde ya única-mente a las obesas y los obesos,sino que debe incluir a la pobla-ción en general, para concientizarlarespecto a las graves repercusio-nes emocionales que las burlas y losprejuicios causan en las personasobesas.

El lanzamiento de una iniciativade ley en contra de éste y otrosestereotipos servirá de mucho, perono será suficiente. Debe sensibi-lizarse a la población sobre la impor-

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Conclusiones

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tancia de la presentación mediá-tica de mujeres con diversas com-plexiones, para reflejar la realidad.Aunado a lo anterior, resulta in-dispensable reconocer a la obse-sión por la belleza como unproblema social extendido, asícomo a la necesidad de un nuevoforo de discusión para la políticade la belleza en el cual no se

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parta ni de rendirle culto exacer-bado ni de minimizarla como unproblema superficial.

La insatisfacción ante la ima-gen corporal y la extrema esbeltezcomo ideal se encuentran en to-das las edades y niveles socioe-conómicos. Para solucionar esteproblema que se hace cada vezmayor, debemos trabajar conjun-

tamente los medios masivos decomunicación, la familia, la es-cuela, la ciencia y la sociedadcivil, en busca del respeto y latolerancia por la diversidad.

Recibido el 23 de noviembre del 2005

Aceptado el 18 de enero del 2006

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