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RICARDO POTTS CABRERA Televisión y ecocrisis ! A lejo Carpentier afirmó que JH el periodista es el cronista /• de su tiempo porque su IMM labor le permite tomar j ^L diariamente el pulso de la J^historia, aunque en su tarea enfrente múltiples barreras, desde las políticas hasta las empresariales y geográficas. Cuatro décadas después de esa afirmación, el periodismo confronta nuevos retos difíciles de abordar con recursos convencionales: el avance impetuoso de la ciencia y la tecnología, cuyos descubrimientos plantean a menudo tantas preguntas como ofrecen respuestas. Aunque la demanda social por más información sobre el acontecer científico crece, los medios de difusión no la satisfacen, en especial el más poderoso de todos, la televisión. Este fue el tema principal del Primer Taller Iberoamericano de Teleperiodismo Científico, realizado en La Habana con especialistas de Latinoamérica y España, auspiciado por la Asociación Iberoamericana de Periodismo Científico (AIPC), la Organización de Estados Iberoamericanos para la Ciencia, la Educación y la Cultura (OEI) y la Unión de Periodistas de Cuba. Uno de los temas más debatidos fue el lenguaje del nuevo discurso televisivo de ciencia y técnica para llegar a las grandes mayorías en un mundo en trans- formación donde invenciones y des- cubrimientos impactan la sociedad mucho antes de poder ser estudiados por los analistas. Según el español Manuel Calvo Hernando, Presidente de la AIPC, uno de los deberes actuales del periodismo es preparar al individuo para insertarse en un clima de cambios tecnológicos re- volucionarios que deberán ser integrados RICARDO POTTS CABRERA es cubano, perio- dista y escritor. El proceso democrático y la conducción del desarrollo requieren cada vez más información y conocimiento científico y técnico departe del soberano. Las exhortaciones resaltan el potencial desaprovechado de la televisión pero escasean los modelos y proyectos realizables en el marco actual de América Latina. y asumidos por una opinión pública infor- mada con veracidad, objetividad y sen- cillez. Los medios de comunicación -declaró- comparten con la ciencia y la educación la hermosa y arriesgada fun- ción de difundir información y conocimiento para el gran público. Ante la proximidad del tercer milenio -enfatizó- urge la necesidad política, económica, social y cultural de promover e incremen- tar la divulgación científica, para soslayar la paradoja a la cual se ha referido Cari Sagan con estas palabras escalofriantes: "Somos la primera especie capaz de diri- gir su evolución y también de autodes- truirse. Que tomemos un camino u otro depende en parte del conocimiento públi- co de la ciencia, y es aquí donde pueden jugar papel fundamental la televisión, el cine y la prensa". 92 CHASQUI 46, julio 1993

televisión y ecrosis

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RICARDO POTTS CABRERA es cubano, perio- dista y escritor. tar la divulgación científica, para soslayar la paradoja a la cual se ha referido Cari Sagan con estas palabras escalofriantes: "Somos la primera especie capaz de diri- gir su evolución y también de autodes- truirse. Que tomemos un camino u otro depende en parte del conocimiento públi- co de la ciencia, y es aquí donde pueden jugar papel fundamental la televisión, el cine y la prensa". 92 CHASQUI 46, julio 1993 !

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Page 1: televisión y ecrosis

RICARDO POTTS CABRERA

Televisión y ecocrisis

!

A lejo Carpentier afirmó queJH el periodista es el cronista/• de su tiempo porque suIMM labor le permite tomarj ^L diariamente el pulso de laJ» J^historia, aunque en su

tarea enfrente múltiples barreras, desdelas políticas hasta las empresariales ygeográficas. Cuatro décadas después deesa afirmación, el periodismo confrontanuevos retos difíciles de abordar conrecursos convencionales: el avanceimpetuoso de la ciencia y la tecnología,cuyos descubrimientos plantean amenudo tantas preguntas como ofrecenrespuestas. Aunque la demanda socialpor más información sobre el acontecercientífico crece, los medios de difusiónno la satisfacen, en especial el máspoderoso de todos, la televisión.

Este fue el tema principal del PrimerTaller Iberoamericano de TeleperiodismoCientífico, realizado en La Habana conespecialistas de Latinoamérica yEspaña, auspiciado por la AsociaciónIberoamericana de Periodismo Científico(AIPC), la Organización de EstadosIberoamericanos para la Ciencia, laEducación y la Cultura (OEI) y la Uniónde Periodistas de Cuba.

Uno de los temas más debatidos fueel lenguaje del nuevo discurso televisivode ciencia y técnica para llegar a lasgrandes mayorías en un mundo en trans-formación donde invenciones y des-cubrimientos impactan la sociedadmucho antes de poder ser estudiadospor los analistas.

Según el español Manuel CalvoHernando, Presidente de la AIPC, unode los deberes actuales del periodismoes preparar al individuo para insertarseen un clima de cambios tecnológicos re-volucionarios que deberán ser integrados

RICARDO POTTS CABRERA es cubano, perio-dista y escritor.

El proceso democrático y la conducción del desarrollo requieren cadavez más información y conocimiento científico y técnico departe del

soberano. Las exhortaciones resaltan el potencial desaprovechado de latelevisión pero escasean los modelos y proyectos realizables en el marco

actual de América Latina.

y asumidos por una opinión pública infor-mada con veracidad, objetividad y sen-cillez. Los medios de comunicación-declaró- comparten con la ciencia y laeducación la hermosa y arriesgada fun-ción de difundir información yconocimiento para el gran público. Antela proximidad del tercer milenio -enfatizó-urge la necesidad política, económica,social y cultural de promover e incremen-

tar la divulgación científica, para soslayarla paradoja a la cual se ha referido CariSagan con estas palabras escalofriantes:"Somos la primera especie capaz de diri-gir su evolución y también de autodes-truirse. Que tomemos un camino u otrodepende en parte del conocimiento públi-co de la ciencia, y es aquí donde puedenjugar papel fundamental la televisión, elcine y la prensa".

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ECOCRISIS Y PERIODISMO

Nefasto apriorismo elitistaPara Miguel Ángel Almodóvar,

asesor científico de la OEI, el problemaen el campo de la televisión está vincula-do también a los puntos de vista de losprogramadores. Almodóvar, quien tam-bién ocupa un espacio semanal en latelevisión española sobre ciencia y tec-nología, señala como un factor negativoa la divulgación científica televisiva elapriorismo de que dichos espacios sólointeresan a un público especializado o deelevada cultura.

La suposición -aclara- se basa ensondeos que recogen, directamente opor medidas más tecnificadas, las prefe-rencias de la teleaudiencia sobre lo pro-gramado. Es una vuelta al aforismo¡lustrado de "todo para ei pueblo, perosin el pueblo". También existe -añadió- latendencia a considerar a la ciencia sólocuando se produce lo que los directivosconsideran noticia, o sea un descubri-miento importante, ignorando que laciencia siempre puede ser noticia,porque en su desarrollo hay un germenfascinante de aventura comparable acualquier espacio de viajes por paísesexóticos o epopeya histórica. La clave

Es preciso redistribuirla riqueza, el trabajo

M~á\l bienestar,extender los conocimientosy la cultura, alargar laexistencia y posibilitar unajubilación más útil alindividuo, añadiendo vida alos años y no sólo años a lavida.

para interesar al público en ciertostemas, a veces alejados de su experien-cia cotidiana, es "desdramatizarlos",quitarle su carga académica y formal yllevarlos a las grandes mayorías, con-cluyó.

Paulina Respaldiza, delegada delConsejo Nacional de Ciencia y Tecno-logía de Chile, afirmó que el periodismoal consagrarse a la difusión de la ciencia,pone al servicio de la mayoría el saberde la minoría y hace partícipe de susprogresos del conocimiento a mayornúmero de personas.

Calvo Hernando expresó que el pe-riodismo científico puede ser instrumentode equidad y equilibrio al poner losmedios informativos al servicio delconocimiento generalizado, la educaciónpopular y el desarrollo armonioso delindividuo y la sociedad. Lo que nosiguala e inclina la balanza, esñl saber.

Televisión educativa y equidaddemocrática

La televisión, como el medio máspoderoso de información de masas, en elcual se mezclan la intimidad, la plastici-dad, la fascinación y a veces la instanta-neidad, se ha convertido en elementoconstitutivo de nuestra vida. Muchos delos participantes en el taller coincidieronen que aún se podía convertir a la tele-visión en el instrumento educativo máspoderoso de la historia. Al mismo tiempo,constataron que requerirá mucho tiempoy esfuerzo para que este salto tecnológi-co sirva verdaderamente a la sociedad osiga siendo "una operación mágica queagranda el foso entre quienes tienen lospoderes del dinero, la ciencia y la técnicay los desprovistos de ellos".

Uno de los resultados del encuentrofue el acuerdo de crear una RedIberoamericana de TeleperiodismoCientífico, con sede en Cuba, encargadade recopilar materiales producidos en laregión y sistematizar el intercambio per-manente de experiencia y conocimien-tos, que dé continuidad al taller.

Esto también contribuirá a ese super-objetivo de todos los comunicadorescientíficos: vincular a la sociedad tec-nológica, en la cual entramos, a travésde impresionantes mutaciones técnicas,económicas y culturales, con este otrofenómeno singular y apasionante denuestro tiempo que es la información.Porque otro fenómeno de nuestra era es

la reducción del tiempo entre un des-cubrimiento y su aplicación, las cienciassociales son superadas por la marcha dela técnica y las consecuencias se ana-lizan cuando ya repercuten en la civi-lización.

Los medios y la hecatombeecológica

Millones de toneladas de desechostóxicos se vierten en los océanos, elefecto invernadero afecta el clima mun-dial y sobre la Antártida un agujero en lacapa de ozono pasa los nocivos rayosultravioleta del sol. Es el preludio de loque puede esperarnos dentro de algunasdécadas en un planeta herido de muerte,donde el canto de las aves y el aroma delas flores apenas será un recuerdo enciudades intoxicadas por el smog.

Cegados por el esplendor de las con-quistas, olvidamos que el progreso tec-nológico no es por sí mismo beneficio nillevará a una comunicación más real yhumana, a menos que lo acompañencambios profundos en el entramadosocial, con el cese de la explotaciónindiscriminada de la naturaleza y el dete-rioro ecológico e iguales posibilidadespara todos de asumir el protagonismoque les pertenece por el hecho de serhombres. Es preciso redistribuir lariqueza, el trabajo y el bienestar, exten-der los conocimientos y la cultura,alargar la existencia y posibilitar una jubi-lación más útil al individuo, añadiendovida a los años y no solo años a la vida.

La encrucijada encierra beneficios yriesgos sin precedentes. Es precisoconocer e informarse para tomar deci-siones inteligentes. En esta tarea el pe-riodismo científico tiene importantesresponsabilidades. No puede haberdemocracia sin la participación de losmedios informativos, y en ciencia y técni-ca, la sensibilización y movilización de laopinión pública son requisitos básicospara una mayor participación ciudadanaen las políticas tecnológicas.

Mientras el periodista libra las bata-llas profesionales de cada día, quizádeba recordar una frase de AlbertEinstein que sintetiza todo el universoque podemos transmitir a nuestros televi-dentes y al público en general: "Muchasde las ideas fundamentales de la cienciason simples y pueden, en general, expre-sarse en un lenguaje que entiendacualquiera". O

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